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SUEÑOS PREMONITORIOS Miguel Ángel Segura ©Editorial Segurama Miguel Ángel Segura www.facebook.com/soymisticozen ©Miguel Ángel Segura. ©Todos los derechos de edición reservados. ©Editorial Segurama. Género: Novela. Maquetación: ©Editorial Segurama. Diseño de cubierta: ©Editorial Segurama. Todos los derechos de este libro están reservados, no se puede reproducir de forma parcial ni total en ningún formato sin la autorización expresa y por escrito del autor o editor. Esta publicación está sujeta a los términos legales correspondientes. Para solventar cualquier duda póngase en contacto con el editor. http://www.facebook.com/soymisticozen AGRADECIMIENTOS Gracias a todos por leer mis libros y mostrarme su cariño. Gracias también a las personas con la que alguna vez en mi vida he hablado sobre el tema de las premoniciones, ya que uno siempre se inspira —en parte— en esas charlas y testimonios a la hora de escribir una novela. ¡Un millón de gracias a todos! NOTA DE AUTOR El libro que sostiene en sus manos es una novela de investigación, el cual tiene como finalidad entretener al lector y hacerle reflexionar. Además, he querido ir más allá y ofrecerle la oportunidad de que investigue junto a mí a medida que va leyendo el libro, para que al final pueda exponer sus conclusiones. MI SUEÑO PREMONITORIO Cuando apenas tenía 16 años tuve un sueño premonitorio que me dejó tan asombrado que, hasta varios años después de haber sucedido, no se lo conté a nadie. Y, por favor, no se asusten, no fue una premonición trágica o siniestra, no; se trató de un sueño donde todo lo que acontecía era muy normal. Voy a explicarles lo que soñé y luego entramos en lo que sucedió al día siguiente, cuando todo se hizo real. «Estaba en la puerta de una discoteca, en la Avenida Barcelona, de Terrassa. Junto a mí se hallaban Carlos y Juanjo. Uno estaba a mi izquierda y el otro a mi derecha, ambos se reían a carcajadas porque les había dicho que tenía la intuición de que aquella tarde ligaría con Marta. Mis amigos no paraban de reír, ya que pensaban que no tenía ninguna posibilidad con ella. A los pocos segundos apareció en escena la chica, que venía acompañada de tres amigas. Una de las muchachas, concretamente Elena, se acercó a mí y me dijo que Marta quería hablar conmigo, así que me aparté del grupo y fui hasta donde estaba la chica. Al llegar allí, sus otras dos amigas se alejaron, dejándonos solos. Marta me dijo que sabía que me gustaba, ya que le habían llegado rumores, pero, aun así, me pidió que le confirmara si era verdad; yo, impresionado por la situación, le dije que sí, que me gustaba mucho. En ese instante la chica me comentó que yo también le gustaba a ella. Nos besamos, y cogidos de la mano, entramos a la discoteca con el resto del grupo». Este sueño que acabo de relatarles sucedió un viernes por la noche; pues bien, al día siguiente por la tarde, ocurrió todo tal y como lo había soñado. Ni siquiera cambió una palabra, un gesto o un mínimo detalle, fue todo, absolutamente todo igual a lo que había soñado la noche previa. Con 16 años recién cumplidos descubrí que existen los sueños premonitorios, y que éstos no tienen por qué ser negativos o trágicos. Además, me di cuenta de que, aunque seas consciente de que estás viviendo lo que soñaste, no haces nada por alterar la situación, o al menos, yo no hice nada en aquel momento, quizá porque sabía que el final sería feliz. Supongo que en el caso contrario a lo mejor sí que habría intentado cambiar la situación, no lo sé. La cuestión es que desde que viví el sueño premonitorio y hasta día de hoy, que han pasado casi 30 años, siempre he tenido la necesidad de saber más sobre este tema, por eso hace unos meses decidí indagar sobre este asunto y entrevistarme con otras personas que, como yo, habían experimentado sueños premonitorios. Ya les puedo adelantar que no todos los protagonistas han vivido situaciones tan plácidas como la mía, algunos lo han pasado —y lo siguen pasando— francamente mal, ya que sus premoniciones son sobre tragedias, muerte y horror. ¿Me acompañan por esta aventura? Quizá una vez que lleguemos al final del libro, cada uno de nosotros hayamos podido sacar nuestras propias conclusiones con respecto al misterioso mundo de los sueños premonitorios, quién sabe. LA SECTA ESPIRITUAL Arranqué mi investigación solicitando testimonios a través de las redes sociales y mediante la lista de correo electrónico, por lo que recibí multitud de casos, algunos realmente escalofriantes. Sin embargo, la mayoría eran de personas que, o bien vivían lejos —incluso fuera de España— o no me inspiraban confianza, ya que se dedicaban a realizar cursos, talleres, meditaciones guiadas, consultas de brujería, tarot, etcétera. No es que desconfíe de estas personas por lo que hacen, aunque tengo que reconocer que, tras más de una década y media dedicándome al periodismo de misterio y la investigación de temas ocultos y espirituales, sé muy bien lo que se cuece dentro del sector y, les aseguro, que no tiene nada que ver con lo que nos hacen creer. La verdadera honestidad y las intenciones de amor sincero están en aquellos que realmente se interesan por estos temas, los cuales son en la inmensa mayoría personas como ustedes y como yo, que buscamos el verdadero camino de la espiritualidad, para, primero, evolucionar nosotros, y luego ayudar a los demás a hacerlo. Sin embargo, existen muchísimos embaucadores que, disfrazados de maestros, guías y expertos, nos engañan por diferentes motivos, entre los cuales está el económico. No obstante, tengan mucho cuidado porque el fin no es siempre el dinero, ni lo material. A veces el objetivo de estos falsos profetas es utilizar a sus adeptos para rituales oscuros de invocación a entidades malignas. Son rituales camuflados dentro de la espiritualidad, los cuales pueden parecer inofensivos o, incluso, cargados de amor, paz y felicidad. Sin embargo, en dichos ritos el maestro, guiador o como se autodenomine, hace referencia a una serie de nombres o de símbolos que, por norma general, las buenas personas que, siendo engañadas se ofrecen voluntariamente a participar, desconocen. Dicho de otra manera: cuelan invocaciones a demonios y seres malignos entre tanta palabrería espiritual. Además, cuando invocan aparentemente a Dios, seres de luz, maestros ascendidos, etcétera, lo hacen distorsionando el protocolo de invocación, para que éste no sea efectivo, por lo que sólo realizan de forma correcta las invocaciones a los seres oscuros a los que quieren rendir culto. Les cuento todo esto porque el primer caso de sueño premonitorio que vamos a conocer tiene relación directa con este asunto. Estaba a punto de entrevistarme con un Juan Luis —el primer testigo de sueños premonitorios al que iba a conocer de forma oficial—, cuando recibí la llamada de un amigo. Recuerdo que estaba a escasos cincuenta metros de la cafetería donde había quedado con el entrevistado, fue entonces sonó mi teléfono móvil. —¿Dígame? —Hola Miguel Ángel, soy Jordi. —Hola Jordi, ni siquiera me fijé en quién llamaba, si llego a saber que eres tú no descuelgo —dije en broma. —Qué bordes eres, tío —ambos reímos, siguiendo la broma. —Bueno, ahora en serio Miguel, escúchame, ¿vale? —Sí, dime, ¿qué pasa? —¿Has quedado con alguien hoy que no conozcas o vas a ir a algún sitio de misterio? —Sí, ahora mismo voy a entrevistar a un hombre que ha tenido un sueño premonitorio, ¿por qué me lo preguntas? —Ten mucho cuidado con lo que te va a contar, sé que hay algo oscuro y peligroso detrás de su historia. —¿Cómo sabes eso? —pregunté extrañado. —No sé explicártelo, es algo que siento muy fuerte. Ves con pies de plomo, por favor. —Vale, tendré cuidado —dije extrañado. Era la primera vez que mi amigo Jordi me decía algo así, por lo que supe que alguna cosa estaba ocurriendo. Su advertencia era seria, ya que confiaba en él plenamente, pues nos conocíamos desde niños y existía una fuerte amistad entre nosotros. Pese a todo, continuécaminando y me dirigí hasta el punto de encuentro donde había quedado con Juan Luis. Apenas llevaba tres o cuatro minutos sentado en la cafetería, cuando el testigo hizo acto de presencia. Al verlo me di cuenta de que no estaba bien, su cara pálida era un poema. El hombre parecía abatido, desgastado, sin energía. Tengo que reconocer que me transmitió muy mal rollo, aunque no él, sino su estado, ya que intuí que había vivido una situación terrible, la cual lo había dejado consumido y desorientado. Le pedí que se sentara y lo invité a tomar lo que quisiera. Un par de minutos más tarde, arrancamos con la entrevista. —¿Qué tal estás, Juan Luis? —No me encuentro muy bien desde hace días. —¿Estás enfermo? —pregunté con interés. —No lo sé, creo que participé en un ritual oscuro sin saberlo, y eso ha provocado que ahora me encuentre mal. —¿Te han engañado para que realizaras un ritual satánico o algo por el estilo? —Sí, estoy convencido de que ha sido eso. —Me dejas asombrado, veníamos a hablar de sueños premonitorios y me saltas con esto. —Es que el sueño premonitorio tiene que ver con el ritual. —¿Qué me estás contando, Juan Luis? Ahora sí que me dejas completamente alucinado —dije embobado. —Si quieres te explico lo que soñé y luego continúo con la historia. —Sí, claro, explícame ese sueño porque me tienes expectante. —Muy bien, pues te lo cuento. Voy a transcribir lo que nuestro amigo soñó, y para ello lo expongo con sus propias palabras, para que no se nos pase por alto ningún detalle. Por cierto, quiero que investiguen conmigo todos los casos que voy a relatarles en el libro, para que así saquen sus propias conclusiones. ¡Corónense como auténticos investigadores! Ahora, leamos atentamente lo que nos explica Juan Luis: «En el sueño me vi en una explanada, en plena montaña de Montserrat, donde un grupo de unas cien personas —entre ellas yo— realizaba una especie de ritual. Todos estábamos cogidos de las manos, y en medio había varias personas, entre ellas una mujer que dirigía el ritual. Recuerdo perfectamente la sensación que sentía en el sueño: era como si hubiese llegado allí de casualidad y me uniera al círculo por respeto a los demás, aun sabiendo que aquello no era algo bueno. La mujer comenzó a hablar de luz, amor, conciencia, vibraciones, energía, etcétera. Al principio parecía que se trataba de una meditación espiritual guiada, pero pronto empezó a realizar invocaciones a seres extraños, entre los que metía por medio a algunas entidades conocidas, incluso nombra a Dios, aunque desde la blasfemia, a pesar de que la mayoría de los presentes no se percataban de este dato. También mencionaba Cristo, pero no al Cristo Jesús del Evangelio, sino a una versión blasfema y distorsionada de él y de su verdadero mensaje. Tuve claro que detrás de las invocaciones y el ritual se hallaba un interés oculto, del cual casi ninguno de los asistentes era consciente. La inmensa mayoría de las personas que nos encontrábamos en ese punto de la montaña estábamos allí engañadas, pero lo más terrible es que nos estaban utilizando como alimento energético para sus dioses (demonios), a quienes invocaban y rendían culto en aquella ceremonia. Cuando me di cuenta de lo que estaba sucediendo, decidí continuar en el círculo y, mentalmente, me puse a orar en el nombre de Jesús, pidiendo a Dios que no dejara que aquella mujer y sus secuaces alcanzaran su siniestro propósito. No sé si fue debido a mis súplicas, pero cinco minutos después, decidí soltarme de las manos de las personas que tenía a los lados y, romper así el círculo. Al salir del ritual hubo gente que me secundó instantes después, y en pocos minutos habíamos salido cerca de una cuarta parte. Los 75 miembros restantes continuaron sometidos —y engañados— dentro del ritual, hasta que media hora después concluyó. Las 25 personas que salimos del círculo coincidíamos en que aquello era una invocación oscura con fines malvados, tuvimos claro que la intención de los organizadores era absorber la energía de los participantes para usarla como ofrenda a los demonios o entidades malignas que habían invocado. Fue muy curioso porque entre los que salimos del ritual había personas de todas las creencias, sin embargo, coincidíamos plenamente en lo que acabo de explicar. Esto es todo lo que recuerdo del sueño». Me quedé fascinado al escuchar el relato de Juan Luis, ¿no les parece increíble? Tenía muchas preguntas que hacerle, así que retomamos la entrevista. —Es un sueño brutal. ¿Qué pensaste al despertar? —Me levanté confundo porque había sido muy real, incluso recordaba todos los detalles, palabras y gestos al milímetro. Jamás en mi vida había tenido un sueño tan lúcido y, sobre todo, en el que al despertar lo recordara todo con tanta claridad. —¿Pensaste que la historia que había acontecido en el sueño era disparatada, o por el contrario creías que era algo que podía ocurrir? —Tuve claro que era una historia surrealista y sin sentido. Ni por un segundo llegué a imaginar que todo eso me podía ocurrir a mí, sobre todo porque jamás me prestaría a participar en un ritual, y menos oscuro. —Sin embargo, querido Juan Luis, el sueño fue premonitorio y el relato se hizo realidad. —Sí. Todo sucedió tal y como lo había soñado. —Explícame cómo transcurrió, me interesa mucho que profundices en los detalles. —Así lo haré, Miguel Ángel. Vamos a conocer cómo vivió nuestro protagonista el momento en el que su sueño se hizo realidad, y para ello transcribo la experiencia con sus propias palabras: «Aquella mañana me levante ajeno a lo que sucedería horas más tarde. Recuerdo que no tenía planes para ese día, por lo que decidí salir a correr un rato y pasar el resto del domingo viendo series y películas. Sin embargo, mientras hacía ejercicio por el parque me encontré con una amiga que estaba paseando al perro, así que nos paramos a hablar un rato. Transcurridos cuatro o cinco minutos, Alba me dijo que su marido y ella iban a ir por la tarde a Montserrat, ya que una mujer —al parecer muy conocida en el ámbito de la espiritualidad— había organizado una reunión para hablar de todos estos temas que tanto nos gustan. En ese momento no se me pasó por la cabeza, ni siquiera un instante, la posibilidad de que la “maestra” fuese la misma mujer que apareció en mis sueños. Fue como si ni siquiera me acordara de lo que había soñado o, al menos, de no asociarlo con la propuesta que mi amiga me había hecho. Sin pensarlo dos veces, acepté ir con ellos. A las cuatro de la tarde me recogieron de casa y nos desplazamos hasta la explanada de Montserrat donde tenía lugar el evento. Tardamos poco más de media hora en llegar allí. Al bajar del coche me quedé perplejo, ya que el escenario que me encontré era tal cual lo había soñado. En ese momento me sentí agarrotado, no podía reaccionar ante aquella situación tan extraña. Recuerdo que uno de los organizadores nos invitó a formar parte de un círculo de personas, con el fin de realizar una meditación guiada. A partir de ese momento, una vez que di mi mano derecha a la persona que tenía a ese lado, y mi mano izquierda a la que tenía al otro, aconteció todo lo que había soñado la noche anterior. Fue todo idéntico, no hubo ni siquiera una palabra, un gesto o detalle que cambiara...». —Hay algo que me llama mucho la atención, aunque bueno, en realidad es todo, pero me inquieta saber algo de forma especial. —Tú dirás, Miguel Ángel. —¿Fuiste plenamente consciente en todo momento de que lo que estaba sucediendo era exactamente lo mismo que habías soñado? —Sí, cien por cien. En todo momento fui consciente de ello. —¿Intentaste cambiar algo para que dejara de suceder lo mismo que habías soñado? —La verdad es que no, ni siquiera me planteé hacerlo. Es como si fuese un mero espectador de lo que estaba ocurriendo, a pesar de que interactué en todo momento tal y como lo hacía en mi sueño. Es decir, que, oré a Dios, salí del círculo, hablé con las otras personas que también se apartaron del ritual, etcétera.—¿Qué sabes de esa mujer y de los organizadores de la reunión? —Hay miles de grupos como éste en todo el mundo, cada uno con su nombre, sus creencias y sus protocolos, pero todos con la misma finalidad. —¿Cuál es ese fin? —pregunté con interés. —Rendir culto a entidades y dioses de la oscuridad. Disfrazan sus creencias, simbología y rituales para que sus seguidores y adeptos crean que el propósito es bueno, pero en realidad es todo lo contrario. Quienes engañados —o voluntariamente— se prestan a participar en sus cultos, están ayudando a que la oscuridad se propague por nuestro mundo, y que lo haga con más fuerza. Además, en este tipo de prácticas —sin saberlo— entregan su energía vital a esas fuerzas demoníacas, las cuales se alimentan de emociones humanas y de la energía que emana de todo ser vivo. —Por lo que me cuentas, parece como si fuese una especie de ritual satánico, pero en vez de sacrificar físicamente a animales o personas, lo hacen de forma espiritual o energética. —Exacto, Miguel Ángel, veo que lo has entendido perfectamente. En la actualidad a penas se realizan sacrificios humanos, sobre todo en países de lo que denominamos «primer mundo». Es obvio que la Policía daría con los asesinos antes o después, por lo que estas sectas han evolucionado y, adaptándose a los tiempos que corren, ahora realizan sacrificios energéticos. Digamos que han cambiado el tipo de ofrenda que entregan a sus dioses de la oscuridad; antes era sangre y ahora es energía vital. —¿A ti te chuparon la energía, Juan Luis? —Sí, sólo tienes que ver mi estado. Hace un rato, nada ver vernos, te lo he dicho. —¿Cuánto hace que ocurrió la experiencia que me has contado acaecida en la montaña de Montserrat? —Esta tarde hará una semana, y hasta el tercer o el cuarto día no comencé a notarme mal. —¿En una semana has conseguido recopilar la información que me has dado sobre las sectas? —estaba asombrado. —Sí, varios de los asistentes al evento estamos buscando información, incluso uno de ellos es policía, por lo que hemos indagado en el asunto. —A ver si me aclaro, ¿una de las personas que fue engañada y llevada al ritual es policía? —Sí, así es. —¿Y no se puede hacer algo contra este tipo de grupos? —No. Al parecer, como se trata de energía y cosas pseudocientíficas, pues es indemostrable. Además, tampoco cobran dinero ni aceptan donaciones, ni siquiera obligan a nadie, la gente participa de forma voluntaria. —¿Entonces cómo hay que protegerse de ellos? —No acudiendo a este tipo de reuniones. Es más probable que te encuentres con estafadores, farsantes o gente siniestra, antes de que te topes con tipos honestos. —¿Y el que desee emprender un camino espiritual qué debe hacer? —Seguir a los verdaderos maestros espirituales, y no a quienes predican sobre ellos, ya que la inmensa mayoría usan a los verdaderos maestros (Buda, Jesús, Gandhi, etcétera) para engatusar a la gente y manipularla en su beneficio. —Hay algo que me preocupa ahora mismo, Juan Luis, y es tu estado de salud. —No te preocupes, en unos días estaré bien. Mi cuerpo volverá a tener vitalidad, sólo es cuestión de descansar bien, alimentarse en condiciones y evitar malos rollos. —Genial entonces, me alegro de que sea así. Muchas gracias por concederme la entrevista. Sin duda, he aprendido mucho, y desde ahora tendré el máximo cuidado posible con este tipo de falsos maestros. —Espero que mi testimonio sirva de ayuda a otras personas que, quizá estén sometidas al engaño de estas sectas, o que por lo menos prevenga a la gente de futuros embaucadores. Al concluir la entrevista mi sorpresa era mayúscula, no daba crédito a todo lo que el testigo me había contado en relación con a su sueño premonitorio, vinculado a la secta espiritual. La pregunta que me rondaba por la cabeza en ese momento era saber qué carajo eran en sí los sueños premonitorios. «¿Estaba escrito nuestro destino y mediante los sueños podíamos anticiparnos a lo que iba a suceder?», me preguntaba en ese momento. De ser así, todas mis creencias podían derrumbarse. Sea como fuere, estaba dispuesto a investigar, y para ello quería llegar al fondo de la cuestión. ¿Creen que conseguí averiguar qué son y por qué se producen los sueños premonitorios? Hagan sus apuestas, la investigación continúa. LA FECHA DE LA MUERTE Pasé varios días digiriendo la experiencia que me contó Juan Luis, además de investigar el tema de las falsas sectas espirituales que operan en la montaña de Montserrat y en otros puntos de España. La verdad es que accedí a información asombrosa, la cual compartiré con ustedes en futuros libros, ya que de hacerlo ahora nos alejaríamos del tema que tratamos en esta obra, y quiero centrarme en los sueños premonitorios, pues es algo muy interesante y que merece sin duda, toda nuestra atención. No obstante, lo que puedo avanzarles con respecto a los grupos que les comento, es que son sumamente peligrosos y se camuflan perfectamente entre los adeptos espirituales. Les advierto, una vez más, que no se fíen de nadie, así que, por favor, desconfíen de todo y de todos hasta estar completamente seguros de que no están siendo engañados ni manipulados. Es más, aun estando convencidos de ello, nunca bajen la guardia. Háganme caso, por favor. Ahora centrémonos en el siguiente testigo al que entrevisté. Como les comentaba unas líneas atrás, tuvieron que pasar varios días desde que mantuve la primera entrevista con Juan Luis hasta que di el paso de verme con el segundo protagonista. En esta ocasión, el entrevistado, Javier —así se llama—, me invitó a que acudiera a un lugar muy especial, donde llevaríamos a cabo el encuentro. ¿Saben qué sitio era ese? ¡No se lo van a creer! Javier es sacerdote, y me pidió que fuese a su parroquia. Como podrán imaginar, acepté encantado. Un cura me iba a explicar un sueño premonitorio, era maravilloso, ya que por norma general se tiende a pensar que los creyentes, y más las figuras eclesiásticas, no creen en este tipo de experiencias o, en el caso de creer, las achacan al demonio. Es por eso por lo que me parecía una entrevista brutal, ya que podría preguntar a un sacerdote sobre cuestiones que normalmente nadie puede, al menos de forma “oficial”. Como saben todos ustedes yo soy creyente; Jesús es mi camino, mi verdad y mi vida. Sin embargo, no soy religioso ni voy a la iglesia, por lo que la experiencia de poder conversar con Javier se me hacía mucho más interesante. Por cierto, en los momentos previos a la entrevista obviaba que el sueño premonitorio de este hombre tenía relación directa con la fecha de una muerte. Se van a sorprender, como lo hice yo. Llegué a la parroquia a las seis de la tarde, justo a la hora que me había citado con el párroco. Entré a la iglesia, pero no vi a nadie, así que aproveché para contemplar el interior y recrearme un poco en su belleza. Siempre me han encantado este tipo de lugares, ya que desprenden olor a historia, fe y grandeza arquitectónica. Pasados unos minutos, hizo acto de presencia Javier, quien, acompañado de otro hombre, me dio la bienvenida. En ese momento, la otra persona se marchó, dejándonos solos. Fue entonces cuando nos sentamos en un banco de madera y arrancamos con la entrevista. —Lo primero que tengo que decirle, Javier, es que me ha sorprendido gratamente que siendo sacerdote haya aceptado mi propuesta. —Por favor, Miguel Ángel, tutéame, somos prácticamente de la misma edad. —Vale, así lo haré. Te decía que me ha sorprendido que hayas concedido la entrevista. —La sociedad tiene una visión un poco distorsionada de los curas, y ya no somos como hace treinta años. —¿A qué te refieres? —Hoy día los que profesamos la fe desde los púlpitos y altares somos personas más cercanas a la sociedad, y si indagas un poco verás que hay sacerdotes que son youtubers, cantantes de rap, moteros, submarinistas, atletas, informáticos, etcétera. Somos mucho más cercanos que los curas de antaño. Nuestra fe y nuestros valores siempre son los mismos, pero eso no quieredecir que no evolucionemos como lo hace la sociedad. Casi todos los sacerdotes que conozco que tiene menos de cincuenta años utilizan las redes sociales e, incluso, hay alguno que con más de setenta años hace uso de las nuevas tecnologías. —Tienes razón, Javier. En televisión he visto entrevistas y reportajes a sacerdotes muy modernos. Sin embargo, en el tema de los sueños premonitorios pensaréis diferente, ya que no creo que la Biblia hable sobre ello. —La Sagrada Escritura hace referencia a todo, absolutamente a todo. Sin embargo, en muchas ocasiones hay determinadas cuestiones que se interpretan según la persona que las lee. —¿Qué dice la Biblia sobre los sueños que se cumplen? —pregunté ávido de respuesta. —Debemos tener en cuenta que a lo largo de toda la Biblia aparecen referencia a los sueños, en algunos casos se tiene constancia de que eran mensajes de Dios o de sus ángeles, y en otros de Satanás o sus demonios. Por ejemplo, en los evangelios de Mateo y Juan —por ponerte dos ejemplos — Dios envía a sus ángeles para que adviertan a José (padre de Jesús) que Herodes supone un peligro para el niño, pidiéndole que, junto a María, se vayan los tres a Egipto. Posteriormente, una vez que muere Herodes, un ángel se vuelve a aparecer en sueños a José para pedirle que vayan a Nazaret. Y como estos dos ejemplos, hay muchos otros. Como te digo, también consta en las Escrituras que los demonios se aparecen en sueños para atormentar a los hombres o, incluso, para engañarlos haciéndose pasar por quienes no son. —¿Sobre sueños premonitorios aparece algo? Es decir, sobre sueños que luego se cumplen. —Según mi interpretación no queda claro, por lo que prefiero no arriesgarme a responder de forma afirmativa, ni tampoco negativa. Lo dejamos en cuarentena si te parece. —Perfecto, Javier, tú eres el experto en el tema bíblico. —Lo que sí puedo hacer es contarte mi experiencia, creo que te va a sorprender mucho, Miguel Ángel. —Sí, por favor, detállamela. —Claro, allá voy. Esto fue lo que el sacerdote me explicó: «Lo primero que tengo que decir es que soy una persona que no suele acordarse de los sueños que tiene, aunque a veces sí que he llegado a recordar alguno. Sin embargo, hará unos meses tuve lo que se suele denominar «sueño lúcido». Vamos, que me desperté recordando perfectamente lo que había soñado. En el sueño estaba aquí, en la parroquia, concretamente en el confesionario atendiendo a una feligresa —omito su nombre para preservar su identidad—, la cual confesaba sus pecados. Al concluir con esta labor, salí del confesionario y, fue entonces, cuando un feligrés se me acercó para decirme que su hermano estaba muy enfermo, quería que en la próxima misa rezáramos por él. En ese momento, mientras estaba haciéndome la petición, sonó su teléfono. Instantes después, este hombre me dijo que la llamada había sido de un familiar, quien el comunicó que su hermano acababa de fallecer. Viví el sueño con una claridad absoluta, además de percibirlo de forma muy real. Jamás en toda mi vida había experimentado un sueño tan intenso como aquel. Me desperté asombrado por la sensación que me invadía cada vez que recordaba la situación tan curiosa que me había tocado vivir. A pesar de todo, creí que era un simple sueño, sin llegar a imaginar ni por un instante que, días después, esta historia se convertiría en una aplastante realidad». Tras escuchar el testimonio de Javier, retomamos la entrevista. —¡Menuda experiencia! —exclamé. —Sí, es muy fuerte —contestó el sacerdote. —¿Recordabas todos los detalles con exactitud? —Absolutamente todos, incluso los olores. Ya te digo que nunca había vivido un sueño de forma tan real e intensa. —¿Qué fue lo que más te llamó la atención? —La historia es sí me pareció cuanto menos curiosa, pero lo que más me inquietó fue el hecho de que recordara todo lo sucedido, incluso los detalles más insignificantes. Tuve claro que, por el motivo que fuere, debía recordar el sueño, pero no podía imaginar que días más tarde se cumpliría y, por tanto, se tratase de una premonición. —¿Cómo viviste el momento en que tu sueño se transformó en realidad? Tuvo que ser algo asombroso. —Y tanto que lo fue. No me lo podía creer, Miguel Ángel. Javier me relató esos momentos con todo lujo de detalles, y lo hizo así: «Algunos martes y jueves los feligreses tienen como costumbre visitar la parroquia fuera de horarios de misa, y vienen a confesarse o simplemente a charlar conmigo. Para muchos más que su párroco soy su amigo. Recuerdo que habían pasado un par de semanas desde que tuve el sueño que te he contado, por lo que prácticamente lo tenía olvidado. Sin embargo, aquella mañana de jueves, la feligresa que se confesaba en mi premonición, llegó a la iglesia y pidió confesión. Hasta aquí todo era normal, ya que esta mujer solía recurrir a mí de forma frecuente. Lo extraño de esta historia comenzó en el momento de entrar en el confesionario, ya que la conversación que mantuvimos fue idéntica a la que viví en mi sueño. Los detalles, los gestos, las sensaciones, las reacciones incluso; todo fue exactamente igual, sin cambiar ni un ápice. Al salir del confesionario estaba sorprendido por la situación, pero en ningún momento se me pasó por la cabeza el hecho de que, instantes después, sucedería lo que finalmente ocurrió. Y es que, ante mí apareció el feligrés que en el sueño me pedía que orásemos por su hermano. Amigo Miguel Ángel, como ya podrás imaginar, todo transcurrió como había soñado, por lo que este hombre recibió una llamada telefónica en la que le comunicaban que su amado hermano acababa de fallecer». —¿Cómo te quedaste al contemplar aquello? —Fue una sensación diferente a todo lo que había experimentado hasta ese momento. Tengo que reconocer que llegué a plantearme cuestiones que antes ni siquiera me había cuestionado. —¿Cuestiones como qué? —pregunté con sumo interés. —Pensé en la posibilidad de que algunos momentos de nuestra vida podían estar escritos, no sé. Llegué incluso a plantear una hipótesis con respecto a todo esto, aunque sabía que, de ser cierta, muchas de mis creencias podían tambalearse. —¿Me puedes hablar de esa hipótesis? —me parecía fascinante. —Tuve la sensación de que mi vida —como la de todos— podía ser una especie de videojuego, estilo rol o aventuras. Es decir, que, nosotros fuésemos los protagonistas de un videojuego y, aun tomando nuestras propias decisiones, siempre tendríamos que pasar por determinadas situaciones, ya que estas formarían parte de dicho juego. Serían como esas escenas en las que aparece un fragmento dentro del videojuego a modo de película, donde no puedes eliminar o saltarte esa escena porque narra una situación concreta, la cual se repite cada vez que juegas y llegas a ese punto de la partida. —¿Me estás diciendo que te planteaste que hay momentos en nuestras vidas que sucederán sí o sí, indiferentemente de lo que hagamos? —Sí, llegué a plantear esa hipótesis. —¿A día de hoy qué opinas al respecto? —No descarto esa posibilidad. He intentado buscarle otra explicación, pero es que no hallo ninguna que me convenza. —¿Crees que otros sacerdotes opinarían lo mismo? —Te sorprenderías de las opiniones que tienen otros curas y religiosos sobre éstos y otros temas. Aunque claro, hay de todo. Ya te dije que somos personas, nuestras opiniones son dispares entre nosotros, a pesar de que nos une nuestra fe y amor por Dios. —No sé si tu hipótesis contradice el dogma de fe que profesa la Iglesia Católica, pero es algo que me gustaría saber. —La Biblia deja claro que mediante lo sueños Dios se ha comunicado con el hombre, pero también lo ha hecho el demonio utilizando el engaño y la manipulación. Con esto te quiero decir que, en la Iglesia, como Institución, tenemos claro que los sueños pueden ser alterados tanto por Dios como por Satanás, por lo que debemos estar atentos para no caer en las garras del engaño por parte del maligno. —Sí, de esto tengo constancia, pero lo que tú viviste no tienenada que ver con lo que me comentas, ya que en realidad fuiste testigo mediante un sueño de algo que iba a acontecer. ¿Es esto obra de Dios o quizá del demonio? —Todo lo bueno obra por parte de Dios, y todo lo malo procede de Satanás. —¿Los sueños premonitorios son algo bueno o malo? —La mayoría buenos, sin duda. Creo que, apartando de lado mi hipótesis, Dios nos muestra algo que va a acontecer. Es una muestra más de que existe. —¿Y en los casos donde el sueño premonitorio tiene que ver con una tragedia? —Puede ser una advertencia, por lo que sería un mensaje de Dios. Sin embargo, cuando estos sueños son constantes y buscan atormentar a la persona que los sufre, está claro que el promotor de ellos es Satanás, ya que su intención es aterrorizar a la gente. Hay que tener cuidado y saber discernir, por eso es bueno orar para que Dios nos proteja del diablo. Tengo que reconocer que Javier me sorprendió mucho no sólo con su experiencia, sino también con sus reflexiones. Se me abrieron posibilidades fascinantes con respecto a los sueños premonitorios. Mi investigación —y espero que las de todos ustedes también— avanzaba, ya que empezaba a disponer de más información a medida que entrevistaba a testigos, por lo que poseía más datos, hipótesis y experiencias para buscarle el sentido a todo esto. Ahora vamos a conocer un caso escalofriante, donde una mujer soñó con un familiar que llevaba días desaparecido… LA HERMANA DESAPARECIDA Antes de adentrarnos en el tercer caso de sueños premonitorios, me gustaría formularles una pregunta, y quiero que reflexionen la respuesta para ustedes mismos, ya que como les comentaba antes, deseo que investiguen conmigo y saquen sus propias conclusiones. La pregunta es la siguiente: ¿Tienen la misma opinión sobre los sueños premonitorios que la que tenían antes de conocer los dos primeros casos que aparecen en este libro? Piensen con calma y, una vez que la respondan, reflexionen sobre el porqué de su respuesta. Creo que meditar sobre esta cuestión les ayudará en el proceso de investigación que estamos llevando a cabo. *** Aquella mañana me encontraba con mi amigo Jordi, estábamos sentados en el parque conversando sobre las últimas polémicas vertidas en el VAR, concretamente sobre el clásico por excelencia: Real Madrid – Barcelona. Él, culé de raza; y yo, merengue castizo; solíamos tener grandes debates deportivos, aunque como ya les dije anteriormente, nos llevamos genial. La cuestión es que se acercó a nosotros una mujer que estaba con su perro. La señora quiso tomar parte en la “polémica” y, minutos más tarde, ya estaba sentada con nosotros en el banco. Sonia —así se llama—, entendía muchísimo de fútbol, ya que, según nos contó, había sido jugadora en Primera División. No sé cómo, ni por qué, pero Dios, el destino o quien fuese, hizo que la conversación se desviara del tema y termináramos charlando sobre sueños premonitorios. Fue en ese momento cuando, tanto Jordi como yo, nos quedamos perplejo. La mujer nos dijo que ella había sufrido una experiencia escalofriante por culpa de un sueño que luego se cumplió. Expongo el relato de Sonia: «Hacía una semana que mi hermana Gloria se hallaba en paradero desconocido. Nadie de la familia sabía dónde estaba, ni siquiera los amigos. Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado trabajaban a fondo para encontrarla, ya que surgió una pista que apuntaba a que no se había marchado por voluntad propia. La cuestión es que aquella noche en la que se cumplían exactamente siete días desde su desaparición, soñé algo que me causó auténtico terror. Lo que voy a contaros pone los pelos de punta, así que no seáis muy aprensivos. Me vi en mitad de un bosque, pululando por ahí, como si anduviera perdida. Instantes después, ante mí apareció un pozo, el cual era tan profundo que no alcanzaba a ver lo que había en el fondo. De repente, una voz femenina salió de él; era la de mi hermana, quien intentando gritar pedía auxilio. Lo siguiente que recuerdo es que me hallaba delante de un cartel que ponía el nombre de un pueblo. Supuse que el pozo se encontraba en ese municipio, por lo que até cabos y llegué a la conclusión de que mi hermana estaba metida dentro de un agujero ubicado en esa localidad. En el sueño intenté correr para llegar nuevamente al lugar del bosque donde estaba mi hermana, pero mientras corría me tropecé y caí al suelo. En ese momento me desperté. Acto seguido, sonó el teléfono de mi casa; era la Guardia Civil, que me llamaba para informarme de que habían encontrado a mi hermana sin vida». El testimonio era demoledor, tanto Jordi como yo, nos quedamos a cuadros, pero, aun así, me dirigí a la mujer y le pregunté si podía realizarle unas preguntas, ya que estaba llevando a cabo una investigación sobre los sueños premonitorios. —Perdona, Sonia, ¿me puedes responder a unas preguntas? Estoy realizando una investigación sobre este tipo de sueños. —Por supuesto —respondió ella. —¿Tu hermana estaba dentro del pozo con el que soñaste? —Sí. Además, ese pozo se hallaba en el mismo municipio que aparecía en el sueño. Es más, el hombre que avisó a la Policía lo hizo porque escuchó la voz de una mujer que, según explicó, salía del interior del pozo. —Por lo que me cuentas, tuviste un sueño premonitorio, pero que no lo viviste tú cuando se hizo realidad, sino que lo presenció otra persona. Esto es asombroso y raro. —No creas que es tan extraño, hay muchas personas que sueñan con acontecimientos que luego suceden, pero que no viven ellos. Existen numerosos testigos que, por ejemplo, soñaron previamente con atentados y sucesos trágicos que después se materializaron. —Sí, tenía constancia de ello, pero pensé que se trataba más de una leyenda urbana. Sinceramente, nunca llegué a imaginar que conocería a alguien que hubiera sido testigo de ello. Hasta la fecha, creía que los sueños premonitorios reflejaban sólo experiencias que uno mismo iba a vivir, pero ya veo que no es así. —Pues no, no es así. Yo misma indagué en este tema después de mi experiencia, y te puedo asegurar que conocí a muchas personas que, como yo, habían vivido situaciones similares a la mía. —Entiendo. Me parece muy significativo. Por cierto, ¿qué te dijo la Guardia Civil cuando habló contigo? —Pues lo que te comentaba antes: que un campesino que pasaba junto al pozo escuchó una voz femenina que procedía del interior, así que avisó a la Policía. Cuando llegaron a rescatarla ya había fallecido. Mi hermana murió en aquel pozo. —¿Se cayó o la tiraron? Sé que es una pregunta delicada, por lo que no me respondas si no quieres. —Tranquilo, no pasa nada. A mi hermana, después de agredirla y violarla, la lanzaron al pozo para hacerla desaparecer. Según los investigadores, fueron por lo menos dos personas las que participaron en el crimen. —¿Por qué crees que soñaste con lo que me has explicado antes? Te lo pregunto porque si el sueño se hubiese producido con un día de antelación, tú hermana seguramente habría sido rescatada con vida. Es como si no tuviera demasiado sentido. —Esto mismo que me comentas lo he pensado muchas veces y, la verdad, no sé cual es el motivo de la premonición. En ocasiones me planteo una posibilidad, aunque puede sonar disparatada. —Nunca se sabe, Sonia. ¿Me expones tu hipótesis? —pregunté muy interesado. —No es en sí una hipótesis, más bien es una sensación, ya que en determinados momentos percibo que aquel sueño fue provocado por mi hermana, quien, desde el mundo de los muertos, me mostró donde estaba y cómo había sido su muerte. —Es una reflexión interesante y, sinceramente, no la descartaría del todo —dije convencido. —Yo tampoco la descarto. Es más, creo que el mundo de los sueños está abierto a muchas realidades. —¿A qué te refieres con eso? —No tengo duda de que a través de los sueños podemos conectar con otros planos de existencias o realidades. Es como si los muertos, los seres de otra dimensión o las entidades que habitan en otros planos de existencia, pudieran comunicarsecon nosotros a través de los sueños. —Yo empiezo a creer lo mismo que tú —dije completamente seguro. —Es muy probable que sea así, Miguel Ángel. Por cierto, si quieres te cuento algún caso de los que conocí cuando me interesé por este tema. —Por supuesto, si no tienes prisa estaré encantado de escucharte. —Tengo media hora antes de ir a casa. Voy a exponer brevemente los tres casos que Sonia me relató en el parque, estén atentos porque tienen mucha miga y les aportará información muy valiosa con la que podrán avanzar en esta investigación. EL ACCIDENTE DE COCHE «Como os dije antes, Jordi y Miguel Ángel —en ese momento Sonia nos miró fijamente— tuve constancia de varios casos escalofriantes. Os voy a explicar tres, y el primero tiene que ver con un accidente de coche ocurrido en la famosa carretera de curvas que va de Terrassa a Martorell; esa donde se ponen las prostitutas, ya sabéis. El protagonista de la historia se llama Abel, y es un hombre de unos sesenta años, el cual suele transitar a menudo por ese lugar, y no porque tenga afición a las chicas de compañía, sino porque su hijo y sus nietos viven en Martorell, así que, cuando puede va a visitarlos. Este señor —jubilado a día de hoy—, soñó una noche con un accidente en el cual dos camiones chocaban de frente en la carretera mencionada. A los pocos días de haber tenido el sueño, éste se convirtió en una experiencia premonitoria, ya que cuando iba de Terrassa a Martorell, fue testigo directo del accidente, el cual se produjo tal y como lo había soñado. Según sus palabras, todo trascendió igual que en el sueño, sin que nada cambiase ni siquiera un poco. Recuerdo que se le saltaban las lágrimas al contármelo, ya que en uno de los camiones viajaba un niño, el cual sufrió una fuerte conmoción, aunque por suerte, el chico no falleció y los servicios médicos pudieron atenderle a los pocos minutos de haberse producido el impacto». EL INCENDIO DEL PISO «La experiencia que me contó Angelines y que ahora os relato yo, es muy bestia, ya que la premonición tiene que ver con un suceso trágico, pero es que, además, se hizo realidad segundos después de producirse. La mujer soñó que su casa ardía en llamas y que los bomberos tuvieron que sofocar el incendio que, por cierto, estuvo a punto de cobrarse la vida de su esposo. Menos mal que se percataron a tiempo de lo que estaba ocurriendo y pudieron salir del inmueble. La cuestión es que la protagonista, tras soñar esto que acabo de relatar, se despertó, y en ese instante olió a humo, por lo que no sabía muy bien si esa percepción era debida a que su cerebro aún no había despertado del todo o, si, por el contrario, algo se estaba quemando. Su reacción fue levantarse de la cama y mirar de dónde provenía el desagradable olor. En ese momento, justo al sentarse en la cama y encender la luz, se dio cuenta de que había mucho humo. Amigos míos, su casa estaba en llamas, aunque por suerte el fuego sólo se había extendido en la cocina, por lo que tuvieron tiempo de salir de allí y avisar a los bomberos. Aquella noche, Angelines y su esposo salvaron su vida gracias al sueño que tuvo la mujer, ya que todo lo que ocurrió después sucedió tal y como lo había vivido durante la premonición». UN AHOGADO EN LA PISCINA «Marcos es socorrista en una piscina, concretamente en una de estas tan populares que hay de atracciones. El hombre llevaba años trabajando en esto, pero nunca había tenido que vivir en primera persona el hecho de que alguien se ahogara mientras realizaba su jornada de trabajo. Sí que había sucedido esto cuando estaban de guardia compañeros, pero, casualmente, a él nunca le había tocado lidiar con una situación trágica tan desagradable. Me explicó que durante varias noches en el transcurso de meses tuvo un sueño que se repetía de vez en cuando, en el que un cliente se ahogaba en el parque acuático en el que trabajaba. En el sueño —siempre era el mismo― intentaba reanimar al ahogado, pero, lamentablemente no conseguía hacerlo, por lo que la persona perdía la vida. Un día, según las propias palabras del socorrista, la premonición se hizo real y el macabro sueño se plasmó ante él sin que pudiera hacer nada por evitar la muerte de aquel hombre. Marcos tiene claro que hay momentos en la vida que están escritos, y que queramos o no, tendremos que pasar por ellos. Los sueños, a veces —según me contaba—, nos muestran fragmentos y escenas de nuestro futuro o, incluso, del futuro de otras personas». Sin duda, los casos que nos contó Sonia me sirvieron para seguir profundizando en mi investigación, ya que algunos eran distintos a lo que hasta ese momento había recopilado. Tenía algo claro, y es el hecho de que aparentemente todas las personas que habían tenido sueños premonitorios no fueron capaces de cambiar o alterar el desenlace de los acontecimientos. Esto me parecía un dato muy relevante, ya que, imaginemos por un momento que fuésemos capaces de poder cambiar algo de lo que sucedía durante el sueño. Es decir, que, el socorrista, por ejemplo, hubiese estado más cerca de la piscina donde se ahogo el hombre y, por tanto, haber sacado a la víctima unos segundos antes del agua. Quizá esa persona ahora estaría viva. Sentía la imperiosa necesidad de encontrar a alguien que hubiese sido capaz de modificar su destino o, al menos, de cambiar lo ocurrido en un sueño premonitorio, una vez que éste se estuviera haciendo real. Amigos, el destino me tenía preparada una sorpresa alucinante, así que no se pierdan el siguiente capítulo. MI SUEÑO PREMONITORIO La investigación estaba resultando apasionante y los testimonios recopilados hasta fecha eran abrumadores. Tenía claro que el fenómeno de los sueños premonitorios era una realidad aplastante, y que lo que había descubierto era sólo el principio de algo grande. No sé si ustedes, queridos amigos, estarán de acuerdo conmigo en la valoración que acaba de exponer, pero, cuanto menos, estoy convencido de que su visión sobre este asunto es inquietante. Sea como fuere, quiero que sepan que días después de estar en el parque con Sonia y Jordi, experimenté mi propio sueño premonitorio. Aquella noche, momentos antes de conciliar el sueño, hablé con Dios mediante la oración, como solía hacer habitualmente antes de dormir. Recuerdo que le pedí ayuda para poder avanzar en mi investigación. Tras unos minutos encomendándome al Señor, caí vencido de sueño. Durante la noche tuve varias pesadillas, lo recuerdo porque me desperté alterado en dos o tres ocasiones. Sin embargo, sobre las cuatro de la madrugada conseguí dormir plácidamente. Durante este último tramo soñé algo que me impactó, y que al día siguiente se hizo realidad en parte. Voy a intentar contar la experiencia de manera sencilla y directa. «Me hallaba caminando por la calle, cuando, de repente, escuché a alguien que gritaba mi nombre. Al girarme, allí estaba mi amigo Jordi. Me acerqué hasta su posición y conversamos unos minutos. Acto seguido, continué mi marcha hasta llegar al bar donde solía ir a menudo. Es un establecimiento que frecuentaba desde que era joven, ya que los colegas del barrio solíamos quedar allí, sobre todo en nuestra época de juventud. Al entrar al bar, el dueño me dijo que Paco —un amigo de la infancia — hacía cinco minutos que se había marchado. Este colega vivía en la actualidad a mil kilómetros de distancia, y hacía años que no lo veía. Al parecer, estuvo unos días en la ciudad para resolver unos asuntos familiares, por lo que antes de marcharse decidió pasar por el bar para ver si se encontraba con algún amigo. Por unos minutos no conseguí ver a mi colega, así que me desperté con una sensación extraña. Fue un sueño positivo, sobre todo para Paco, aunque quizá ahora no puedan entender a qué me refiero, ya que la situación ocurrida parece dejarnos con una mala sensación. Sin embargo, les pido que no se precipiten y que lean atentamente lo que sucedió después». Tras despertarme, me di una ducha, desayuné y me puse a ver la tele un rato. Sobrelas doce del mediodía salí de casa para ir al bar a tomarme un refresco y una tapa de morros. Mientras caminaba por la calle escuché un grito, y la escena de mi sueño comenzó a reproducirse. Una vez que estaba junto a Jordi, le dije que no nos detuviéramos y que me acompañara al bar. En ese momento cambié lo que había sucedido en el sueño y, como fruto de ello, al llegar al establecimiento nos encontramos con Paco. La premonición se había cumplido, y lo que era aún más alucinante es que había conseguido alterar el transcurso de esta. Pero esto no es todo, queridos amigos, lo verdaderamente impactante viene ahora… Nos emocionamos tanto con el reencuentro que, de refrescos pasamos a beber cervezas, hasta tal punto que nos dieron las tres de la tarde. A Paco se le pasó la hora de marcharse y perdió el tren, por lo que tuvo que pasar un día más en la ciudad. Aquel tren, amigos míos, sufrió un accidente y fallecieron varias personas, además de otras que terminaron con heridas importantes. Gracias a que modifiqué lo que sucedía en el sueño premonitorio, mi amigo Paco se salvó del terrible accidente. Pasé varios días dándole vueltas a todo lo ocurrido, llegando a la conclusión de que es posible cambiar un sueño premonitorio una vez que se está haciendo realidad. Yo conseguí hacerlo gracias a tomar conciencia de ello y saber reaccionar a tiempo. Sin embargo, les aseguro que, aunque parezca algo sencillo, no lo es. Si ustedes han tenido premoniciones de este tipo sabrán a qué me refiero, y si no las han experimentado, les diré que uno se halla inmerso en un estado mental diferente al habitual. Dicho con otras palabras: es como si vivieras esa situación dejándote llevar, no teniendo el control de tus actos. Es por eso, que, sólo tomando plena conciencia del momento actual puedes —o al menos así fue en mi caso— reaccionar y volver a tomar las riendas de la situación, para hacer y deshacer lo que quieras. Llegados a este punto, la investigación dio un giro inesperado, ya que era consciente de que podíamos utilizar los sueños premonitorios para combatir situaciones trágicas y negativas, o, al menos, eso creía. Mi intención era intentar buscar una fórmula para generar de forma voluntaria este tipo de sueños, y poder así anticiparnos a acontecimientos terribles, pudiendo modificar su desenlace. ¿Les parece una locura que intentara hallar un método para autogestar premoniciones durante el sueño? Quizá sí que suene algo disparatado, pero tenía que intentarlo, así que me puse a ello. Ustedes se preguntarán que cómo lo hice. Pues si les soy sincero, no tenía ni idea de cómo llevarlo a la práctica, así que lo primero de todo fue buscar información en libros, Internet, hemerotecas, etcétera. Tengo que reconocer que no hallé nada relevante, pues los únicos que exponían fórmulas eran tipos que buscaban sacarle el dinero a la gente. Ya saben, hay maestrillos de todo, y más dentro de estos temas. Aun así, probé sus técnicas y llegando incluso a pagar por varios cursos. El resultado, como les comento, fue totalmente negativo. Me encontraba en un punto muerto, no sabía qué hacer para proseguir con la investigación. Es cierto que tenía una buena lista de testigos que entrevistar, pero me parecía algo sin sentido, ya que había constado que los sueños premonitorios existían y, que, incluso, se podían modificar. Así que, volver a entrevistar a personas que habían tenido este tipo de premoniciones me hacía tener la sensación de quedarme estancado, por lo que omití todas las entrevistas y decidí parar unos días, a ver si de esta manera mi mente era capaz de maquinar alguna solución para continuar con la investigación y averiguar más cosas. Tras un mes de desconexión total, en el que me centré en jugar a videojuegos, ver series y películas, sucedió algo fascinante que me hizo retomar la investigación con más fuerza que nunca. ¡Prepárense que vienen curvas! UN SER DE LUZ ¿Saben qué son los seres de luz y cuál es su misión? Imagino que sí, aunque de todos modos se lo voy a resumir ahora mismo, ya que una de estas entidades tomó el protagonismo en la investigación que estoy compartiendo con ustedes. Para mí, y tras años de estudio y experiencias, los seres de luz son ángeles. No obstante, dependiendo de las creencias o culturas, adoptan otros nombres, pero de lo que no hay duda es de que estos seres son entidades espirituales positivas, las cuales se nos aparecen para guiarnos, aconsejarnos y ayudarnos. Sin embargo, con el paso del tiempo he podido comprobar también otra realidad, y es que en ocasiones hay entidades malignas que, disfrazándose de seres de luz, intentan engañarnos, por lo que tenemos que aprender a diferenciarlos. Dicho esto, voy a contarles cómo evolucionó mi investigación sobre los sueños premonitorios gracias a una de estas entidades, a las cuales, como ya dije, denomino ángeles. Pasé un mes desconectado de todo, jugando a videojuegos, viendo series y películas. Apenas pisé la calle, ya que fue una especie de desvinculación de lo que solía ser mi vida cotidiana en casi todos los aspectos. Lo único que no abandoné, a parte de la higiene (risas), fue mi relación con Dios mediante Jesús, con quienes compartía horas y horas de conversación. En las oraciones pedía que alumbraran mi camino y que me mostraran los pasos que debía seguir para hallar respuestas ante el enigmático fenómeno de los sueños premonitorios. Transcurrido un mes y, curiosamente, la noche previa a la fecha que me había puesto para concluir con las vacaciones, sucedió algo que lo cambió todo. Me encontraba tumbado en el sofá viendo una película, cuando el sueño me abatió. Fu en ese instante —una vez que estaba dormido— cuando un ángel del Señor (un ser de luz), se apareció en mi sueño. Quizá se estén preguntando que cómo supe que era una entidad buena, y no un ser malévolo que quiso engañarme. Sinceramente, no tengo una respuesta terrenal para ello, ya que tomé conciencia de forma espiritual, por lo que es muy complicado explicarlo usando la lógica material. Lo que puedo decirles es que, si alguna vez se topan con la aparición de un ser de luz que, realmente sea un ángel, lo sabrán, ya que en ningún momento dudarán de ello. Es más, les recomiendo que, si viven una experiencia de este tipo, por mucha paz que les aporte y por muy positivo que sea el mensaje que reciben, esperen días o, incluso, semanas, antes de dar por auténtico que la entidad es buena. Si transcurridas varias semanas no han dudado de que, tanto el mensaje como el mensajero, son buenos, entonces es muy probable que el emisario haya sido un ser de luz auténtico, y no una entidad maligna. La cuestión es que aquella noche durante el sueño se apareció ante mí un ángel, que me dio una serie de mensajes increíbles, los cuales quiero compartir con todos ustedes. Por cierto, recuerden que no sólo están leyendo este libro, sino que también están investigando, por lo que deben analizar la experiencia para sacar sus propias conclusiones. Mis hipótesis, mis teorías y mis conclusiones pueden ser erróneas. No olviden que soy un simple mortal, por lo que no poseo la verdad absoluta. Por consiguiente, creo que entre todos somos podemos complementar mejor la investigación. Es más, al final del libro les dejaré unas indicaciones para que podamos estar en contacto e intercambiar opiniones. Creo que así formaremos un gran grupo de investigación. Transcribo la conversación que, mediante mi sueño, tuve con el ser de luz… Se me olvidaba comentarles que el encuentro se llevó a cabo en una especie de edén plagado de animales exóticos. Esto me llamó la atención, y no sólo por el escenario y sus protagonistas, también por el ambiente de paz y calma que se respiraba allí. —Hola Miguel Ángel. —Hola —contesté, —Sé que llevas semanas investigando los sueños premonitorios y que tienes muchas preguntas al respecto. Además, me consta que tu deseo es el de ayudar a las personas y hacerles comprender por qué ocurren este tipo de experiencias. También sé que quieres ir másallá y buscar una fórmula para autogestar —como tú le llamas— sueños premonitorios con el fin de, posteriormente, cambiarlos en aquellos casos trágicos, para evitar muertes, accidentes y otras desdichas. —Efectivamente, esto es lo que quiero. —Lo primero que tienes que saber que este tipo de sueños no siempre son fáciles de identificar. Al dormir el cerebro ejecuta una especie de programa de desintoxicación, en el que expulsa de la mente emociones reprimidas, ansiedad, estrés, frustraciones, miedos, obsesiones, etcétera. Este reseteo se lleva a cabo mediante sueños que, aparentemente son irracionales para vosotros, ya sean en forma de pesadillas o de cualquier otro tipo de sueños. Si no se produjera esta desintoxicación, el ser humano terminaría explotando, ya que acarrea mucha presión día tras día. Por tanto, todas las noches se producen sueños que no son reales. Sin embargo, en determinadas ocasiones podéis tener algunos premonitorios o, incluso, como es en este caso, contacto con entidades espirituales, ya sean ángeles del Señor o demonios de Satanás. —Es increíble lo que me comentas. ¿Y cómo podemos diferenciarlos? —No es sencillo, Miguel Ángel. Sin embargo, cuando estás en comunión con Dios, como es tú caso, resulta más sencillo hacerlo, ya que, como bien sabes, la armadura de Dios protege al que tiene fe. Aun así, las entidades malignas intentan engañar a todo ser viviente, por lo que hay que estar muy atento. Ahora bien, aquellos que no han aceptado a Dios en sus vidas, son más fáciles de manipular por parte de los seres malvados que habitan en el mundo espiritual, sobre todo si las personas implicadas siguen falsas doctrinas. —Entiendo que, aun habiendo aceptado a Jesús en tu corazón, estás expuesto a ser engañado por estos demonios, ¿es así? —Por supuesto. El diablo sabe más por viejo que por diablo. —¿Entonces cómo podemos diferenciar un sueño ilusorio, provocado por la desintoxicación, de uno que es premonitorio o, incluso, de contacto real con una entidad? —Los sueños premonitorios o de contacto con seres espirituales son mucho más reales que los otros. Cuando tienes un sueño y lo vives de forma real, es porque no ha sido fruto de la mente, sino que se trata de una premonición o de un contacto real. —Vale, lo tengo claro. Ahora la cuestión es saber cómo diferencio un contacto con una entidad buena, de uno con una entidad maligna. —Si sueñas con un ángel, jamás dudarás de que has tenido contacto con una entidad positiva. Sin embargo, cuando la experiencia ha sido con un demonio disfrazado de ser de luz, antes o después, tendrás dudas de si realmente era una entidad buena. Por tanto, lo mejor que alguien puede hacer cuando experimenta un contacto de este tipo, es esperar días o semanas antes de dar por hecho nada. Si transcurrido un tiempo no ha dudado jamás, entonces es que se trata de un contacto angelical. Hay casos de personas que, tras un sueño de este tipo, han creído que el emisario era un ser bueno, pero, meses —o incluso años— más tarde, han descubierto que no era así, y que habían sido engañados por fuerzas oscuras. —Muchas gracias por la aclaración, ya comprendo este punto. Ahora hay otras cuestiones que me inquietan. —Lo sé, por eso te pido que escuches con calma lo que voy a explicarte. Tras dejarte estos mensajes que expondré a continuación, me marcharé y no volverás a verme mientras seas un mortal. Recuerda que debes tener cuidado con las entidades malvadas que, disfrazadas de luz, provienen de la oscuridad con el fin de engañar a las personas. —Lo tengo en cuenta, el mensaje me ha quedado muy claro. Gracias por todo. Éstos fueron los mensajes que me dejó el ser de luz antes de abandonar mi sueño: HAY SITUACIONES INEBITABLES «Querido Miguel Ángel, el destino no está escrito, son las personas quienes lo van dictando. Sin embargo, hay determinadas situaciones por las que cada individuo deberá pasar con el fin de evolucionar. Esto sí que está marcado en el calendario de la vida, con fecha y hora. Además, debes tener en cuenta que, debido a las acciones de cada uno, se generarán situaciones por las que, de forma obligatoria, también tendrás que pasar. Te pondré un ejemplo: Hace unos días visité a un hombre para advertirle en sueños de que si no dejaba las drogas sufriría un infarto. Durante toda su vida esta persona ha ido soñando —de vez en cuando— con una situación muy breve en la que se veía tumbado en una camilla de hospital y varios médicos a su alrededor que se mostraban muy alarmados. Pues bien, este hombre nunca llegó a comprender que esta visión que se repetía a lo largo de los años durante algunos de sus sueños era una advertencia para que dejara las drogas. Ayer sufrió el infarto y lo que había vivido durante tantos sueños se hizo real. Por suerte, el hombre sobrevivió, ya que pasar por esa experiencia fue una lección de vida y, una vez que salga del hospital, no volverá a drogarse más, y ni siquiera necesitará un centro de rehabilitación para desengancharse, porque asociará sus visiones nocturnas con lo sucedido, comprendiendo que se trataba de un aviso». ¿CAMBIAR COSAS? «Sé que te inquieta el hecho de saber si podemos cambiar lo que ocurre en los sueños premonitorios una vez que se están haciendo realidad; la respuesta es que sí, aunque no en todos los sueños. Por ejemplo, en el caso que te he comentado anteriormente, el protagonista no pudo evitar estar en esa camilla rodeado de médicos, ya que estaba prácticamente inconsciente. Sin embargo, de haber dejado las drogas a tiempo, si lo hubiera evitado. Los hechos premonitorios que podemos cambiar en el momento que se están plasmando en reales, son aquellos en los que la trascendencia de éstos no altera nada relevante en nuestra vida. Te voy a poner otro ejemplo: Una mujer soñó que estaba caminando por la calle y, en un momento dado, una chica se le acercó y le preguntó la hora. Nuestra protagonista miró el reloj de pulsera que llevaba en su mano derecha y le dijo qué hora era. Pues bien, al día siguiente la premonición se hizo real, aunque la mujer cambió parte de la escena cuando se dio de cuenta que estaba sucediendo lo mismo que había soñado. Cuando le preguntaron la hora, en vez de mirar el reloj de pulsera metió su mano en el bolso, sacó su teléfono móvil y miró la hora en él. Como ves, querido Miguel Ángel, la señora modificó lo acontecido en el sueño premonitorio. Sin embargo, la esencia de este no cambió, ya le dijo la hora a quien se la había preguntado. Y es que, la chica que necesitaba saberla llegaba tarde a una entrevista de trabajo, por lo que nuestra protagonista, al indicarle que eran las once, la alertó para que se apresurara. Si aquella mañana hubiese llegado tarde a la reunión, la mujer se habría quedado sin el trabajo, y esto hubiese generado un tremendo contratiempo en su vida y en su evolución, ya que en esa empresa conocería a alguien que cambiaría su vida para bien. Como ves, podemos modificar algo siempre que no altere el resultado final. Por Cierto, en el caso de tu amigo Paco, aunque no hubieses modificado tu premonición, habría perdido igualmente el tren, porque su destino era seguir vivo y no sufrir ese accidente». AUTOGESTAR SUEÑOS «Soy consciente de que tienes un gran afán por averiguar cómo autogestar sueños premonitorios, pero lamento decirte que esto no es posible, a no ser, claro, que Dios te conceda dicho don. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado, ya que las fuerzas oscuras —disfrazadas de luz— pueden engañarte con el fin de hacerte creer que posees dicha habilidad. Esto es muy peligroso, ya que implantarían en tu mente y en tus sueños falsas premoniciones, con el deseo de manipularte a su antojo y volverte loco, ya que te harían creer que eres alguien con un don increíble, cuando en realidad no es así, y todo formaría parte de un terrible engaño. Existen muy pocas personas en el mundo que realmente puedan autogestar sus propios sueños premonitorios. Sólo uno de cada cien individuos que asegura tener este don, lo tienerealmente, los otros noventa y nueve viven bajo el engaño de las fuerzas oscuras. Si tu corazón no es noble, ni tu espíritu puro, es muy fácil caer en las garras de entidades malignas, por lo que es sumamente importante el hecho de que aquellas personas que tienen supuestos dones como la premonición, la capacidad de ver fantasmas o cualquier otra, acepten a Jesús en sus vidas y se unan al Señor. Sólo con la armadura de Dios podemos protegernos del mal y de sus mentiras. En definitiva, tanto si queremos tener el don de autogestar sueños premonitorios, como si deseamos estar a salvo de las fuerzas del mal, el primer paso que debemos llevar a cabo es alinearnos con el bien y formar parte de su gran “ejército”». Una vez que el ser de luz me dejó estos últimos mensajes, desapareció de mi sueño. Instantes después, sonó el despertador. Eran las siete de la mañana y me tocaba levantarme para iniciar la jornada laboral. La sensación que tuve es que realmente un ángel se había aparecido en mi sueño para darme información muy valiosa sobre la investigación que estaba realizando. Es más, a día de hoy sigo sin haber dudado de que realmente era un ser de luz, y que sus mensajes fueron auténticos. No sé qué opinión tendrán ustedes al respecto, ni tampoco si comparten la mía, por eso me gustaría que analizaran todo el contexto para que forjaran su propia teoría. EXPERIMENTO PREMONITORIO Antes de concluir la investigación me gustaría proponerles un experimento para que realicen ustedes mismos, con el cual puedan traspasar la frontera de esta novela y verificar de forma real la autenticidad del fenómeno que hemos tratado a través de esta historia. La idea es que hagan un llamamiento a través de su entorno cercano o, incluso, mediante las redes sociales, preguntando si alguien en alguna ocasión ha tenido un sueño que luego se ha cumplido. Estoy convencido de que se van a sorprender, y de que muchísimas personas van a decirles que ellos han sido protagonistas de experiencias premonitorias. El propósito de este estudio es que comprueben por ustedes mismos que el hecho de las premoniciones durante la vigilia es mucho más frecuente de lo que, a priori, podemos llegar a creer antes de investigar el tema por nosotros mismos. Si desean compartir conmigo el resultado del experimento y hacerme partícipe de sus conclusiones al respecto, puede escribirme a través de mi página web (sección de contacto). Estaré encantado de responderles e intercambiar opiniones con ustedes. *** Muchas gracias a todos, sin su apoyo y cariño nada sería igual; y como digo siempre: «Un escritor no es nada sin sus lectores». ¡Qué Dios les bendiga! Miguel Ángel Segura www.facebook.com/soymisticozen http://www.facebook.com/soymisticozen Table of Contents AGRADECIMIENTOS NOTA DE AUTOR MI SUEÑO PREMONITORIO LA SECTA ESPIRITUAL LA FECHA DE LA MUERTE LA HERMANA DESAPARECIDA MI SUEÑO PREMONITORIO UN SER DE LUZ EXPERIMENTO PREMONITORIO AGRADECIMIENTOS NOTA DE AUTOR MI SUEÑO PREMONITORIO LA SECTA ESPIRITUAL LA FECHA DE LA MUERTE LA HERMANA DESAPARECIDA MI SUEÑO PREMONITORIO UN SER DE LUZ EXPERIMENTO PREMONITORIO
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