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O Mistério da Vida Após a Morte

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QUÉ NOS ESPERA 
EN EL MÁS AL 
El viaje entre la vida y la n >» 
Daniel Behar 
Durango, CO 81301 
Duranoo Public Librarv 
DURANGO PUBLIC LIBRARY 
DURANGO, COLORADO 81301 
Qué nos espera en el más allá 
El viaje entre la vida y la muerte 
Daniel Behar 
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EL LIBRO MUERE CUANDO LO FOTOCOPIAN 
Amigo lector: 
La obra que tiene en.sus manos es muy valiosa, Su autor vertió en ella cono- 
cimientos, experiencia y años de trabajo. El editor ha procurado una presen- 
tación digna de su contenido y pone su empeño y recursos para difundirla 
ampliamente, por medio de su red de comercialización. 
Cuando usted fotocopia este libro o adquiere una copia “pirata” o fotoco- 
pia ilegal del mismo, el autor y editor no perciben lo que les permite recuperar 
la inversión que han realizado. 
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tor desalienta la creatividad y limita la difusión de la cultura, además de ser 
un delito. 
Si usted necesita un ejemplar del libro y no le es posible conseguirlo, 
escríbanos O llámenos. Lo atenderemos con gusto. 
EDITORIAL Pax MéÉxICO 
Título de la obra: Qué nos espera en el más allá. El viaje entre la vida y la muerte 
DIRECCIÓN EDITORIAL: Matilde Schoenfeld 
COORDINACIÓN EDITORIAL: Gilda Moreno Manzur 
DIAGRAMACIÓN: Ivette Ordóñez P. 
(O 2015 Editorial Pax México, Librería Carlos Cesarman, S.A. 
Av. Cuauhtémoc 1430 
Col. Santa Cruz Atoyac 
México DF 03310 
Tel. 5605 7677 
Fax 5605 7600 
www.editorialpax.com 
Primera edición 
ISBN 978-607-9346-04-1 
Reservados todos los derechos 
Impreso en México / Printed in Mexico 
A todos los que hemos sido, 
somos y seguiremos siendo. 
Digitized by the Internet Archive 
in 2022 with funding from 
Kahle/Austin Foundation 
https://archive.org/details/quenosesperaenel000Obeha 
Indice 
AAA e II NA UREA vil 
NEL RRE A E A O AS 1x 
VA A A A X1 
ua voziaterior y la inmortalidad ici cdrein coc sincicniiota dis sióa 1 
A A il 
DE QUÉ Esta techo ElNOINCLSOS entorscodtosopioesecaocnore lidere pco dbodas 11 
A E AAA A A 15 
DE ROSCENIOS MASON CUCTDOS ercer tancinado noes Ones 19 
O As io MEA 29 
7. Explorando el bardo (la interfase o estado intermedio) ... 45 
8. Muerte y partida. Abandonando el cuerpo fÍSiCO ......mmmoo... 51 
9. Entrando al estado intermedio: “la puerta del bardo” ..... 55 
10. Nuestro hogar verdadero y la recepción ......ooccccccccnonononon». 63 
17 Ertribunaletéteo y El JUICIO COSIDICO sisccorortenasecircarshor ainia 67 
1MeLatrevitalización vila OAEDTACIÓN WA IA Adición 71 
VI x% DANIEL BEHAR 
19% 
14. 
15. 
16. 
10 
18. 
19, 
La gran estación de llegada ...omooooononoonrononcnononocononconoccco romo.» ds 
El encuentro con los guías ....mocccccnoosorooncnnocnnocinacccccacnncnonns VEA 
Elniwvelelemental oso reno sódao ona Tanto 81 
ELRIVEL IO medio.: eoiocanrcnsoco aso eines arin acosa conca co Ren dates 85 
EEDIVENA VAL ZadO cronos nccocin conc ion cano nono eie o eUe cesan 89 
Elrantloderkdestino a Ata 93 
Prepatanidonos para el TEPTESO aucepocoroconstacasvonsooan o tecrcianNe 97 
AAA A A O E 101 
Prefacio 
Los físicos se están apartando del punto de vista 
materialista casi unánimemente, porque el universo comienza 
a tener más el aspecto de un gran pensamiento que 
el de una gran maquinaria. 
Sir JAMES JEANS 
Los científicos ya comienzan a buscar explicaciones de aspectos que 
hasta ahora han permanecido más allá de nuestra comprensión, como 
son los misterios relacionados con el alma, la mente, la continuación 
de la vida después de la muerte, la interfase o vida entre las vidas y 
la influencia de nuestras experiencias en vidas anteriores sobre nuestra 
conducta actual. 
La investigación científica rigurosa de estos temas apenas se encuen- 
tra en su infancia y avanza con gran lentitud ya que existe mucha resis- 
tencia al respecto, tanto por parte de los científicos como de los legos 
que se oponen a ellos. 
Lo anterior no debería asombrarnos puesto que la historia de la hu- 
manidad es la historia de la resistencia al cambio y a la aceptación de 
nuevas ideas. Lo mismo ocurre en la actualidad, al término de la primera 
década del siglo XXI, cuando gran parte de la ciencia oficial se niega a 
examinar y evaluar las considerables pruebas reunidas sobre la supervi- 
vencia tras la muerte física y sobre los recuerdos de vidas pasadas. 
Es importante separar lo irreal de lo verdadero y para ello hacen falta 
científicos serios que se encarguen de este importante trabajo y descat- 
ten las falsedades. Para que se den pasos importantes en este campo 
tendrá que aplicarse una metodología científica rigurosa. 
Mientras esto sucede, hay quienes, procurando no cortar sus alas, se 
abren a su propia experimentación y empiezan a escuchar con mucha 
atención a su voz interior, a su guía, en tanto que otros se niegan a des- 
vil 
VIll 2% DANIEL BEHAR 
cubrir la posibilidad de un mundo interior, invisible a los sentidos y que 
exista independientemente del cuerpo. 
Si hoy se publicara que se comprobó científicamente que la muerte 
es la “entrada” a otra vida, a otro mundo=la interfase—, el temor que el 
suceso despierta sería borrado de la conciencia de la humanidad. Pero 
mientras llega esa noticia la mayoría de los seres humanos todavía su- 
frirán grandes temores referentes a la muerte, temores que, por extraño 
que parezca, en múltiples casos tienden a desaparecer cuando el final se 
acerca. Entonces, desde el interior surge una relajada quietud y paz en el 
momento en que la “inteligencia del cuerpo”, al saber que la recupera- 
ción ya no es posible, le comunica este hecho al alma, la cual se prepara 
para partir e inicia el proceso de liberación. 
Este trabajo se dirige a que, al escuchar tu voz interior, aprendas y 
recuerdes el vasto conocimiento que tienes; asimismo, a que compren- 
das quién has sido y cómo puedes influir en la persona que llegarás a ser. 
Parte de la información contenida en este libro es difícil de asimilar, 
ya que hay significados y matices sutiles en las palabras que pudieran no 
ser aparentes y tendrás que analizarlos para comprender su verdadero 
sentido. También encontrarás conceptos que no pueden explicarse ple- 
namente con palabras; sin embargo, los comprenderás de manera inte- 
gral cuando los explores y los captes por tu propia experiencia. 
DanieL BEHAR 
Agradecimientos 
Una vez más, no encuentro palabras para expresar mi más sincero agra- 
decimiento por su colaboración, que fue determinante en la transforma- 
ción del manuscrito original en este libro, a mi esposa; gracias, Esther. 
A José, Abraham y Ana les agradezco profundamente su apoyo pet- 
manente y sus invaluables consejos que hicieron posible esta labor. 
A mi madre Fortuna y a José, mi padre, por ser mis mejores amigos 
durante toda una vida. 
A mi hermana Dorit, por ser un alma muy luminosa y vibrante que 
me acompaña hombro con hombro en este viaje sin fin compartiendo 
todos mis proyectos. 
A Diana y a Morris, mis hermanos, por aguantarme con tanta o más 
paciencia que el santo Job. 
Mi eterno agradecimiento a mis maestros y autores cuyas magníficas 
obras me inspiraron. 
¿A mis queridos lectores, espero les sea de utilidad lo que aquí presen- 
to y les deseo que ésta sea una de las mejores de sus vidas. 
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Introducción 
Elegimos nuestras alegrías y penas 
mucho antes de experimentarlas. 
GIBRÁN JALIL GIBRÁN 
La reencarnación es posiblemente una de las creencias más antiguas de 
la humanidad. Se especula que el hombre de Neanderthal fue el prime- 
ro en realizar entierros de sus congéneres, lo que muy probablemente 
significa que tenía una nociónde la muerte y de algún tipo de más allá. 
Para algunos paleoantropólogos, el hecho de que los neanderthales en- 
terrasen a sus muertos en posición fetal y mirando hacia el este, revela- 
ba en cierto sentido una idea de renacimiento. La posición fetal quizás 
indicaba que creían en un volver a nacer, en un regresar a los orígenes 
en el vientre de la madre. Mirar al este, al lado por donde sale el Sol, sin 
duda implicaba un nuevo amanecer, acaso una resurrección que signifi- 
cara reencarnar en un nuevo ser. Con certeza la reencarnación formaba 
parte de una de las múltiples creencias en la supervivencia después de 
la muerte. 
Cada una de las religiones ha optado por darle un enfoque muy parti- 
cular al renacer y a la reencarnación, y es en Occidente donde ha sufrido 
su transformación más radical e importante, ya que el cristianismo eligió 
otorgar al hombre una sola vida terrenal, aunque al final de los tiempos 
exista la promesa de una resurrección de los muertos. 
Al negar el cristianismo la posibilidad de reencarnar, el ser humano 
debe cumplir su final purgando sus pecados en el infierno, pasando un 
periodo de prueba en el purgatorio, o gozando del cielo por haber lleva- 
do una vida de acuerdo con los principios dogmáticos de su fe. 
XI 
XIl 2 DANIEL BEHAR 
Hoy, somos muchos los occidentales que creemos en la reencarnación 
y en regresar a este mundo o a otro, dentro del mismo u otro cuerpo. 
El creciente interés que en la actualidad prevalece por las religiones 
orientales ha reabierto el tema de la rééncarnación, ya que casi todas 
estas tradiciones incluyen este concepto en su dogma. 
El concepto de reencarnación representa un estado de ánimo nuevo 
y más positivo para aquellos que ven la muerte como un final irremedia- 
ble, o quienes se sienten angustiados por ella. 
La reencarnación no sólo representa una cuestión de “creer”, sino de 
investigar, experimentar y vivir por uno mismo. Espero que este libro 
te sirva de guía en tus primeros pasos ya que hemos vivido antes vidas 
pasadas y viviremos otra vez vidas futuras; nuestra vida actual no es más 
que un eslabón en una larga cadena. , 
A pesar del éxito que alcanzaron el padre de la Teoría de la Evolución 
Charles Darwin al suprimir a Dios de la naturaleza, Sigmund Freud al 
reducir la divinidad del hombre a la necesidad de mamar, y los conduc- 
tistas al introducir la extinción de la conciencia, persiste la creencia en 
algo más allá de la muerte. 
¿De dónde venimos? Y ¿qué nos ocurre después de la muerte? Desde 
los tiempos más remotos cada una de las religiones y escuelas filosóficas, 
así como cada ser humano, se han planteado esas interrogantes. 
Si bien la mayoría cree que la conciencia sobrevive al cuerpo, lo que 
ocurre después de la muerte ha escapado de la comprensión y hasta de la 
imaginación. La idea de la vida después de la muerte resulta totalmente 
vacía a menos que podamos tener alguna concepción de lo que podría 
ser el otro lado, el más allá, la interfase, el bardo. 
La mitología, el folklore, las religiones y en la actualidad los investi- 
gadores de experiencias de casi muerte en personas resucitadas después 
de haber estado clínicamente muertas han acumulado una plétora de 
datos fascinantes. Sus hallazgos representan las visiones espontáneas 
de los testigos en su lecho de muerte, de otro plano de existencia —la 
interfase— muy diferente del nuestro. 
Según los informes, en el momento de la muerte clínica, la concien- 
cia se separa del cuerpo y viaja por un túnel largo y oscuro hasta una luz 
de un brillo indescriptible que produce un profundo gozo y paz. A pesar de 
INTRODUCCIÓN + XIII 
no querer regresar a su existencia terrenal, los viajeros sienten la necesi- 
dad inminente de reunir sus almas incorpóreas, que vagan libremente, 
con los limitados y estrechos vehículos corporales. Al volver al estuche 
se dan cuenta de la transformación sufrida y no encuentran palabras 
capaces de describir el maravilloso viaje. 
Todos hemos residido en ese otro mundo muchísimas veces como 
entidades incorpóreas, es el estado que dejamos cuando nacimos y al 
que volveremos al abandonar nuestro cuerpo físico. Mientras gira la rneda 
de la vida, el nacimiento y la muerte se suceden en la evolución del individuo. La 
muerte es el umbral de la conciencia que separa una encarnación de otra. 
Al morir el alma deja el cuerpo físico para entrar en un estado sin 
espacio ni tiempo —la interfase— en el que se evalúa nuestra vida más re- 
ciente y planificamos junto con nuestros guías la siguiente encarnación 
de acuerdo con nuestros requerimientos kármicos. 
Si no existiera la reencarnación no podría concebirse la ¿nterfase, como 
no podríamos pensar en un río sin orillas ni en el sueño sin el despertar. 
La naturaleza misma de la interfase requiere que cada experiencia im- 
corpórea esté flanqueada por existencias corpóreas en un mundo físico 
como la Tierra u otro planeta. 
El origen de las especies, el libro de Charles Darwin)! tan revolucionario 
en su época, apenas insinúa la vastedad de la evolución. Darwin trató 
sólo la evolución física. No tocó el tema más amplio y complejo del 
proceso intelectual que lleva a la humanidad de vida en vida mediante 
cambios de conciencia. Esto es algo que deberá demostrar alguna de las 
grandes mentes científicas de nuestro siglo XXI. 
Pero algo está claro: si el individuo humano sobrevive a la disolución 
física, es su mente la que continúa existiendo y si llevamos la especu- 
lación un paso más allá, cabe presumir que la materia mental cósmica 
evoluciona a medida que evoluciona el universo material y que contiene 
alguna especie de registro histórico de los logros creativos de la vida 
inteligente. Es con base en ese examen del registro histórico akáshico” 
' Darwin, C., El origen de las especies, México, Grupo Editorial Tomo, 2005. 
> . ay . * * 
2 Archivos electromagnéticos que contienen todas las vidas por las que has transitado a lo largo 
de toda la línea temporal. Akasha: plano de la conciencia cósmica que actúa como archivo, en el 
cual se graban o registran todos los eventos, situaciones, pensamientos y emociones de 
XIV 2% DANIEL BEHAR 
que las experiencias de casi muerte nos muestran una visión del más allá, 
de la interfase, de la otra realidad. 
El doctor Carl Gustav Jung pasó por una experiencia de casi muerte 
durante un infartó al corazón que sufrió después de la fractura de un 
pie a comienzos del año de 1944 y escribió en su obra Recuerdos, sueños, 
pensamientos, lo siguiente: 
A pesar de que somos hombres de nuestra propia vida personal somos tam- 
bién, por otra parte, en gran medida, representantes, víctimas y promotores 
de un espíritu colectivo, cuya vida equivale a siglos. Podemos ciertamente 
imaginar una vida a la medida de nuestros propios deseos y no descubrir 
nunca que fuimos en suma comparsas del teatro del mundo. Pero existen 
hechos que si bien ciertamente ignoramos influyen en nuestra vida y ello 
tanto más cuanto más ignorados son. . Ñ 
La declaración de Jung consignada en su obra ya mencionada nos re- 
cuerda la visión de la vida después de la muerte del gran filósofo, teólogo 
y médico, el rabino Moisés Maimónides, cuando en su obra cumbre Guía 
de los perplejos? escrita en el año 1190, dice: 
Esa bondad está muy lejana de toda nuestra comprensión y de una manera 
incomparable de toda nuestra imaginación. 
Para terminar con esta breve introducción mencionaremos que el gran 
filósofo prusiano Inmanuel Kant, en su obra de enorme relevancia Crí- 
tica de la razón pura, publicada en 1781, dice: 
Algún día en el futuro se demostrará —no puedo decir cuándo y dónde-— que 
el alma humana ya está, mientras está en la vida de la Tierra, en comuni- 
cación ininterrumpida con los que habitan en el otro mundo; que el alma 
humana puede actuar sobre esos seres y recibir a cambio las percepciones 
de ellos sin estar consciente de ello enla personalidad ordinaria.*S 
un ser desde su separación de la Fuente o Dios, hasta su regreso definitivo a su punto de origen 
(definición tomada de http:/www.estadosdegracia.com.ar/regakas.htm). 
” Jung, Carl Gustav y Aniela Jaffé, Recuerdos, sueños, pensamientos, Barcelona, Editorial Seix Barral, 
1964/2005 (7* edición), p. 306. 
* Maimónides, Moisés, Guía de los perplejos, México, Conaculta, 2001. 
Kant, Inmanuel, Critica de la razón pura, Madrid, Alfaguara, 1978. 
INTRODUCCIÓN + XV 
Critica de la razón pura es una obra clave dela filosofía moderna, que inau- 
gura lo que Kant denomina idealismo trascendental, una corriente 
que en filosofía y literatura significa creer que una realidad superior que 
la adquirida mediante la experiencia de los sentidos es una clase superior 
de conocimiento que el logrado por la razón. Casi todas las doctrinas 
trascendentales derivan de la división de la realidad en un reino del es- 
píritu y un reino de la materia. Tal división identifica a muchas de las 
grandes religiones del mundo. 
También Kant, sobre la inmortalidad de la humanidad, señala que 
nuestro mundo es más complejo e ilimitado de lo que perciben los hu- 
manos y al respecto señala: 
Si pudiéramos vernos a nosotros mismos y a los demás objetos como son 
realmente, nos veríamos en un mundo de esencias espirituales, y percibi- 
ríamos que nuestra existencia no empezó el día de nuestro nacimiento ni 
terminará con la muerte de nuestro cuerpo. 
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La voz interior y la inmortalidad 
Hay más cosas en el cielo y en la Tierra, 
Horacio, de las que ha soñado tu filosofía. 
WILLIAM SHAKESPEARE 
Esscuchemos las enseñanzas de aquellos cuya sabiduría proviene de otra 
fuente. Pero la voz más fuerte, que es la primera que tendríamos que 
escuchar, no se halla fuera de nósotros: es nuestra 10z interior, ella puede 
guiarnos, siempre y cuando se lo permitamos. 
Nuestra a/ma ya sabe lo que-se puede saber en todo momento, aunque 
saberlo no es suficiente y aspira a experimentarlo. El alma desea que el 
concepto de sí misma sea experimentado y deje de ser una especulación. 
Como es lógico, no puedes experimentarte a ti mismo como lo que 
eres, hasta que no te hayas enfrentado a lo que no eres. Así, cada vez 
que entramos a este universo físico, a este mundo, se nos incorpora al 
nacer una especie de amnesia automática que nos hace olvidar nuestras 
encarnaciones anteriores a todo lo largo de la línea temporal y olvida- 
mos quiénes somos en verdad, renunciamos a nuestros recuerdos acerca 
de nosotros mismos. Eso nos permite decidir quiénes somos en lugar de 
simplemente serlo. Si no podemos no ser, sí podemos olvidarlo cuando 
estamos en el mundo físico. 
Más que aprender, puesto que ya sabemos quiénes somos pero lo 
hemos olvidado, nos dedicamos a la tarea de recordarnos y recordar a los 
demás para que todos podamos remembrarnos, o sea, volver a reunirnos 
con la fuente a través del amor. 
“Aprender es recordar”, expresó Platón y se refería a que cada cosa 
que aprendemos ya fue, en realidad, motivo de una enseñanza anterior 
en otros tiempos, y que guardamos en nuestro interior. Cordis significa 
2 *% DANIEL BEHAR 
corazón y “recordar” significa volver al corazón. Es decir, recordar es 
crecer, es conocerse a uno mismo, es encontrarse, es una apertura del 
entendimiento y la conciencia hacia una concepción más profunda de 
nuestra realidad. =* e 
Recordar nuestro pasado es conocernos para así continuar evolucio- 
nando y pensar que ese pasado no existe porque no lo recordamos es 
como suponer que las ondas de radio o los rayos X tampoco existen 
porque no podemos verlos. Es absurdo dar por hecho que no hay otras 
vidas previas a la actual por el simple hecho de que no se recuerdan. 
Un día el alma recuerda y decide que es el momento de abandonar 
el cuerpo. El cuerpo y la mente se niegan a aceptarlo, ya que supone el 
fin de su existencia y la mente le ordena al cuerpo que resista frente a la 
muerte, lo que hace con todas sus fuerzas, pues tampoco quiere morir, 
Llegado a este punto todo depende de cuán apremiante sea para el 
alma el salir. Si no es muy urgente, puede quedarse un poco más. Pero si 
el alma tiene muy claro que el permanecer en el cuerpo ya no sirve a 
sus más altos propósitos, lo que significa que ya no puede seguir evolu- 
cionando a través de su cuerpo, por lo que lo abandonará y nada podrá 
detenerla. 
El alma sabe que su objetivo es evolucionar y no le preocupa el éxito 
del cuerpo o el desarrollo de la mente puesto que para ella eso no tiene 
sentido, para ella abandonar el cuerpo no es ninguna tragedia. De modo 
que si escuchamos a nuestra alma —a nuestra voz interior— y a nuestros 
guías hemos de entender que vida y muerte representan algo diferente 
de lo que se dice y que origina gran parte de la frustración y ansiedad que 
uno siente durante la vida. 
La frustración y la ansiedad provienen de no escuchar a nuestra voz 
interior, a nuestra alma, y por medio de ella, a nuestros guías. Lo que 
ocurre cuando morimos se halla en otras dimensiones y es tan extraor- 
dinario que rebasa cualquier intento de descripción. 
Los que sostienen que la vida es una escuela, y que todo lo que uno 
observa y experimenta en ella sirve para aprender, no saben que a esta 
vida nada venimos a aprender, sólo manifestamos lo que ya sabemos y al 
realizarlo nos creamos a nosotros mismos de nuevo. 
LA VOZ INTERIOR Y LA INMORTALIDAD 3 
Entonces, es fundamental escuchar a nuestra voz interior, a nuestra 
alma, pero ¿quién ha demostrado que el hombre tiene un alma, si no 
se ha podido ver, medir, ni pesar, o será que el alma contiene un hom- 
breLar 
El concepto de alma ha sido ridiculizado en los últimos tiempos, 
pero hoy la psicología transpersonal y en especial uno de sus fundado- 
res, Stanislav Groff, reivindica este aspecto de la personalidad. 
El alma es considerada como un yo transpersonal o espiritual y se empie- 
za a vislumbrar la posibilidad de otras existencias mediante un principio 
de inmortalidad, de un alma inmortal. Según esta teoría, la muerte no 
es un final definitivo que despoja a la vida de su sentido haciendo que 
todos nuestros planes parezcan inútiles. 
En este mismo sentido, la física moderna y en particular la física 
cuántica nos señala que en un nivel subatómico no se puede distinguir 
un ser “vivo” de un objeto “inanimado”> sólo nuestra mente nos separa 
de las demás cosas y establece la diferencia a través de la percepción. 
La física cuántica considera que la materia y la mente están relacio- 
nadas; por tanto, lo están nuestra mente y nuestro cuerpo, así como las 
mentes y los cuerpos de toda la humanidad. De tal manera se /ega a la 
conclusión de que la historia del mundo es la de la mente. 
Mente y materia son inseparables y la materia no puede ser destruida, 
sólo puede cambiar de una forma a otra y como nada puede desaparecer 
sin dejar rastro, continuamos nuestra existencia de una u otra forma en 
alguna parte de este inconmensurable universo físico o en alguna otra 
dimensión o plano. Tales conceptos los afirmó Antoine Laurent de La- 
voisier, padre de la química moderna, cuya gran cabeza fue guillotinada 
el 8 de mayo de 1794, a pesar de haberle suplicado al juez que lo dejara 
vivir dos semanas más, ya que estaba a punto de resolver problemas 
importantes para la ciencia. A la petición el juez respondió que la re- 
volución no necesitaba científicos. Lavoisier, nacido el 26 de agosto de 
1743 en París, fue químico y biólogo y demostró, entre otras grandes 
aportaciones, que nada se crea ni se destruye, solamente se transforma.” 
% Lavoisier,Antoine Laurent De, Tratado elemental de química, Barcelona, Editorial Crítica, 2007. 
4 *% DANIEL BEHAR 
Si los átomos son energía transformada que surgen al nacer nuestro 
universo, podemos decir que no mueren al formar parte de nuevas fuer- 
zas y estructuras como la gravedad y las fuerzas subatómicas que man- 
tienen unido el universo y, desde luego, nuestro cuerpo. Son inmortales 
y cuando nos transformemos formarán parte de otras estructuras y de 
otros campos de fuerza que darán origen a nuevos universos. 
Estamos construidos con ingredientes “inmortales” y sí nada de- 
saparece o se destruye, si —como afirmara el gran Lavoisier— sólo se 
transforma, ¿acaso no será posible que nuestra existencia continúe de 
una u otra maneta en alguna otra parte, espacio, plano, mundo, dimen- 
sión, interfase, habitación, reino, universo, etcétera? 
No hay por qué contemplar la muerte como un final, ya que en reali- 
dad es el principio de la trascendencia y la expansibilidad que deja todas 
las posibilidades abiertas. o 
Gustav Mahler, el gran compositor y director de orquesta bohemio- 
austriaco del posmodernismo, dejó en una de sus cartas una famosa 
frase: “todos volvemos y esa certidumbre es la que da sentido a la vida”.' 
La inmensa mayoría de los seres humanos que habitamos este pla- 
neta deseamos que el “más allá” sea una realidad, pues aceptar la idea de 
una aniquilación total es algo muy difícil, incluso entre quienes se dicen 
materialistas. Estos últimos no dejan de alentar la esperanza de subsistir 
después de la muerte del cuerpo físico. 
Encuestas recientes muestran que en Occidente cada vez más 
personas afirman que una sola existencia es una experiencia muy 
limitada para determinar nuestro destino eterno. 
Volvamos a la física cuántica y añadámosle una pizca de mística 
oriental. Lo que resulta de esa conjunción es una reordenación de los 
conocimientos en torno a la muerte, que la desmitifica permitiéndonos 
vivit con ella. 
La física cuántica atisba niveles de realidad más profundos y ahora 
alcanza a penetrar en ese algo fundamental, en el que todas las cosas se en- 
cuentran infinitamente interconectadas, proponiendo un nuevo modelo 
de realidad. 
Mabler, Alma, Gustav Mabler: recuerdos y cartas, Madrid, Editorial Taurus, 1978. 
LA VOZ INTERIOR Y LA INMORTALIDAD * 5 
No sólo todo está cambiando, sino que todo es flujo; lo que existe 
es el proceso mismo de llegar a ser o sea el devenir; imaginemos una 
corriente que fluye, cuya sustancia nunca es la misma. La inteligencia 
y el proceso material tienen un mismo origen, que es /a totalidad del flnjo 
universal, así que mente y materia son parte del “flujo universal total” y se 
entremezclan e interpenetran por completo, a través de la totalidad del 
espacio, llegando al germen de una nueva noción de totalidad en la cual la 
“conciencia ya no está separada de la materia”. 
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Pri A TA 4 dá 
La realidad suprema 
¡Adiós gracias, adiós donaires, adiós regocijados amigos, 
que yo me voy muriendo y esperándoos veros 
presto contentos en la otra vida! 
MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA 
Es experiencia de la muerte es casi idéntica a la del nacimiento, es un 
nacimiento a otra existencia. 
Por lo regular frente a la muerte sentimos miedo y a la vez cierta 
atracción, acompañados de reverencia ante el misterio que entraña. 
El temor es una actitud de respeto y el temor a la muerte se traduce 
en amor y en estima hacia la vida. 
La muerte es inevitable; es un fenómeno físico que sólo afecta al 
cuerpo físico, por lo cual no cabe la menor duda de que nuestro cuerpo 
físico morirá, únicamente es cuestión de tiempo. 
Nuestra vida actual no es más que un pequeño eslabón en una larga 
cadena sin interrupción. 
El misterio de la vida tiene dos extremos representados por dos cues- 
tionamientos esenciales: ¿de dónde venimos? y ¿qué nos sucede después 
de la muerte? La humanidad tiende a creer en la inmortalidad y en la 
supervivencia después de la muerte del cuerpo físico. 
Desde la Antigúedad en algunos relatos se sostiene que al morir el 
alma deja el cuerpo para entrar en un estado sin espacio ni tiempo, donde 
se evalúa nuestra vida más reciente y se hacen planes para la próxima 
reencarnación. En el estado entre vidas la moralidad y la percepción 
visionaria se ajustan al significado y propósito de la existencia humana. 
En El libro tibetano de los muertos, Bardo Tódrol Chemno, que forma parte 
de las enseñanzas del maestro Padmasambhava reveladas en el siglo xtv 
por el visionario Karma Linqpa, bardo representa una transición: har 
8 * DANIEL BEHAR 
significa entre y do, suspendido o arropado. El título Bardo Tódrol Chemno 
quiere decir la Gran Liberación mediante la audición durante el bardo. Se trata 
de una guía de viaje a los estados que siguen a la muerte. En el lenguaje 
coloquial bardo se utiliza para designar el estado intermedio entre el 
nacimiento y la muerte. 
Aunque el Bardo Todrol (Thódo!) Chermno fue escrito en el siglo vin por 
Padmasambhava, fundador del lamaísmo tibetano, su primera traduc- 
ción al inglés se llevó a cabo cerca de mil doscientos años después por el 
lama Kazi Dawa Samdup y W. Y. Evans-Wentz. Fue este último quien 
lo tituló El libro tibetano de los muertos al no encontrar comercial la traduc- 
ción del título Libro del estado intermedio. 
Los antiguos egipcios denominaron al equivalente al bardo tibetano 
amenté, término mencionado en El libro egipcio de los muertos, cuyo título 
original es Avanzando (o Viajando) hacia la luz y y fue tomado de tex- 
tos jeroglíficos editados de numerosos papiros bajo dominio público. 
Este libro trata del lugar o plano en el que las almas se regocijan antes 
de volver a descender para animar un nuevo cuerpo. 
Los okinawenses del Pacífico Sur lo conocían como gusho y es donde 
pasaban su existencia incorpórea antes de regresar a esta dimensión. 
Los aborígenes australianos o “canacos” lo llamaban anjea y era el 
lugar entre reencarnaciones. 
Los antiguos hebreos le daban el nombre de pardish y ahí recibían las 
instrucciones para la siguiente vida. 
En nuestros días se denomina al estado intermedio ¿nterfase, término 
que designa el espacio que interconecta dos sistemas. 
La interfase es un plano de existencia, sin tiempo y sin espacio. Ésta 
puede ser la realidad suprema y es el plano del que partimos para reencar- 
nar y al que volvemos al morir. Ese estado o mundo carece de lógica 
desde nuestro punto de vista terrenal, ya que todo ocurre de manera si- 
multánea, sin progresión ni orden, lo que da la impresión de que impera 
un aparente caos. 
Evans-Wentz, W. Y., The Tibetan Book of the Dead, Londres, Oxford University Press, 1960. 
9 
Budge, E. A. Wallis, El libro egipcio de los muertos, Málaga, Editorial Sirio, 2007. 
LA REALIDAD SUPREMA 3 9 
En El libro egzpcio de los muertos los miembros de esta antigua civilización 
describen con detalle lo que sucede en el amenté y cómo se lleva a cabo la 
experiencia de la transición a la vida entre las vidas, considerada como una 
revelación de la conciencia cósmica de ubicación en el esquema universal. 
La naturaleza de esa revelación se modula de acuerdo con las expectativas 
de cada individuo. También en El hbro tibetano de los muertos se menciona 
que el habitante bárdico genera mentalmente su entorno. 
El libro egipcio de los muertos es um manual sobre los estadosdespués de 
la muerte que data del año 1300 a. de C. El título del original egipcio es 
Avanzando en la luz, o Viajando en la luz, como ya mencionamos, y refle- 
ja con exactitud la experiencia de la transición. La luz enceguecedora, 
la iluminación avasallante, es el hecho predominante de la entrada a la 
interfase. 
Aunque esos comienzos brillantes nos reciben una y otra vez después 
de la muerte de cada encarnación, siempre se perciben como una gran 
sorpresa. De pronto se abre el telón y somos conscientes del universo y 
de nuestro lugar en el esquema general. Los enigmas de la continuidad 
personal, la naturaleza de la inmortalidad y el proceso de la reencarna- 
ción quedan develados sin esfuerzo alguno. 
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14 
¿De qué está hecho el universo? 
El Cosmos es todo lo que es... 
O lo que fue, o lo que será alguna vez. 
CarL SAGAN? 
Podemos decir que el tiempo tiene su principio con el Bzg Bang o la Gran 
Explosión a la que suponemos se debe la creación del universo, ya que 
los tiempos anteriores no estarían definidos. 
En años recientes el eminente físico Stephen W. Hawking vislum- 
bró la posibilidad de que el espacio-tiempo fuese finito pero no tuviese 
frontera alguna, lo que significaría que 20 hubo principio alguno o momento 
alguno de Creación. 
La mecánica cuántica o física de partículas puede explicar el origen 
y el destino del universo siguiendo el “modelo del Bzg Bang caliente”, en 
el que en su etapa inicial el universo era muy caliente y se fue enfriando 
a medida que se expandía, lo que está de acuerdo con la evidencia apor- 
tada por las observaciones realizadas en la actualidad. 
Sin embargo, lo anterior deja varias cuestiones sin contestar, entre 
otras: ¿por qué estaba el universo primitivo tan caliente? ¿Por qué es el 
universo tan uniforme a gran escala? ¿Por qué parece el mismo en todos 
los puntos del espacio y en todas las direcciones? 
El modelo del Bzg Bang caliente supone un estado inicial del universo 
que tendría que haber sido elegido con mucho cuidado. Sería difícil ex- 
plicar por qué empezó justo de esa manera, excepto si lo consideramos 
como el acto de un Dios que pretendiese crear seres como nosotros. 
Odd ; 4 
: Sagan, Carl, Cosmos, Barcelona, Planeta, 2004. 
11 
12 * DANIEL BEHAR 
Cuando Hawking combina la mecánica cuántica con la relatividad 
general propone una nueva posibilidad que no surgió antes: el espacio y 
el tiempo juntos podrían formar un espacio de cuatro dimensiones que 
no tendría ni principio ni final: simplemente sería. 
Los científicos están divididos. Unos creen que la ciencia puede ex- 
plicar el universo en su totalidad y los otros insisten en que hay en la 
existencia un elemento irreductible, sobrenatural o metafísico, que no 
puede ser captado por la investigación racional. Los primeros no lle- 
gan a proclamar que un día obtendremos una completa comprensión 
operativa de todos los detalles del universo, pero sí mantienen que cada 
proceso y cada acontecimiento se rigen por las leyes naturales. Los se- 
gundos lo niegan. 
La meta final de los físicos es explicat de qué está hecho el mundo, cómo 
ha sido ensamblado y cómo funciona. Si alguna parte del mundo, pasado, pre- 
sente o futuro, no puede acomodarse a este programa, es el físico quien 
más se alarma. Al sondear en los átomos se ha descubierto que son casi 
enteramente espacio vacío, ya que su núcleo ocupa sólo la billonésima 
parte de su volumen. Por consiguiente, la materia en apariencia concreta 
que nos reportan nuestros sentidos se disuelve en vibrantes esquemas 
de energía cuántica. 
En la nueva física subyace un elemento místico que nos libera del 
mundo materialista e impersonal producto de la tecnología moderna y 
niega que el mundo se pueda comprender únicamente en términos de 
sus componentes, ya que dos partículas subatómicas en apariencia muy 
separadas siguen unidas en un esquema coherente de comportamiento, 
de modo que en la física cuántica la realidad de una partícula subatómica 
no puede aislarse de su entorno. 
Hace apenas tres décadas algunos científicos llegaron a creer que la 
mente no era más que la actividad del cerebro y que éste es un conjunto 
de impulsos electroquímicos de ¡ones y electrones. En contraste, la física 
actual da a la mente una posición central y la cuántica carece de sentido 
sin el observador, el cual entra en la realidad subatómica ya que cada ob- 
servación modifica lo observado. 
En 1982 el físico Alain Aspect y sus colaboradores de la Universidad 
de París descubrieron que, en ciertas circunstancias, partículas subató- 
¿DE QUÉ ESTÁ HECHO EL UNIVERSO? 3 13 
micas como los electrones son capaces de “comunicarse” de manera ins- 
tantánea entre sí, independientemente de la distancia que las separe. No 
importa si están a tres metros o a 30 millones de kilómetros, de alguna 
manera cada partícula “parece saber” siempre lo que hace la otra. 
David Bohm, físico de la Universidad de Londres y antiguo colabo- 
rador de Albert Einstein, cree que el motivo por el cual tales partículas 
pueden permanecer en contacto sin importar la distancia que las separa, 
no se debe a que envíen señales misteriosas unas a Otras, sino a que su apa- 
rente separación es una ilusión. En algún nivel de realidad más profun- 
do, esas partículas no son entidades individuales, sino extensiones de 
un mismo algo fundamental y que todas las cosas en el universo se encuentran 
infinitamente interconectadas e interpenetradas.!" 
Pero en esta primera década del siglo XXI una de las cosas más ver- 
gonzosas que han tenido que reconocer los astrónomos y los astrofísicos 
es que no tienen ni idea con respecto a de qué está hecho el universo. 
Sin embargo, contamos con algunas pistas que recuerdan vagamente a 
los famosos cuatro elementos griegos. 
Por un lado está la materia ordinaria, los átomos de los que están 
hechas las estrellas, las nebulosas, las galaxias y nosotros mismos. Los 
físicos la llaman materia bariónica: la que sería el elemento tierra. 
El aire del cosmos es la materia oscura caliente, que son partículas 
de masa muy pequeñas que se mueven a velocidades cercanas a la de la 
luz. El representante más claro, nacido para ser oscuro, es el famoso 
neutrino, una partícula de una masa pequeña al grado que interacciona 
tan poco con la materia que la mayoría de los que llegan a la tierra la atra- 
viesan como si ésta fuera un fantasma. De tal modo, no interaccionan 
o lo hacen tan escasamente que se han definido como un cuchillo muy 
afilado sin mango... y sin hoja. 
El agua cósmica está representada por la materia oscura fría, pat- 
tículas subatómicas exóticas, muy masivas, que se formaron durante la 
furia del Bzg Bang o Gran Explosión, las cuales son el juguete preferido 
de los físicos teóricos y reciben el nombre genérico y extravagante de 
wimp. Aquí tiene cabida toda la fauna de partículas raras que puebla los 
1" Bohm, David, La totalidad y el orden implicado, Barcelona, Editorial Kairós, 1998. 
14 * DANIEL BEHAR 
artículos de los físicos teóricos: axiones, partículas supersimétricas... 
Resulta curioso que quienes ponen freno a estos sueños son los grandes 
aceleradores de partículas, el Fermilab en Estados Unidos, que es el 
segundo más grande del mundo, así como el Consejo Europeo para la 
Investigación Nuclear (CERN), ubicado en Ginebra, Suiza, que es el más 
grande, con forma circular y una longitud de 27 kilómetros, ya que los 
experimentos de este último han excluido a varios posibles “candidatos” 
para materia oscura. 
Los fotones de luz son el cuarto elemento, elfuego cósmico. Un 
alto porcentaje de ellos aparecieron inmediatamente después de la Gran 
Explosión, pero muchos otros se han ido formando en los diferentes 
procesos que podemos ver en el cielo. 
Ahora bien, existe otra sustancia cósmica hasta hace poco tiempo 
ignorada. Es la quintaesencia, la energía del vacío, la energía oscura, 
representada por la constante cosmológica. Es posible que las dos terce- 
ras partes del universo estén hechas de ese misterioso material del que 
Aristóteles decía que estaban conformadas las esferas celestes. 
En febrero de 2003 la NASA dio a conocer el primer mapa detallado 
del cielo, en el que se muestra la radiación cósmica de fondo, o sea lo 
que se denomina “ECO” en el rango de las microondas, de lo que fue 
la Gran Explosión. 
Los datos recogidos por la sonda Wilkinson Microwave Anisotropy 
Probe (wmap) confirman lo que hasta el momento se cree que constituye 
el universo basados en el denominado “modelo de concordancia del 
universo”. Esto confirma que todavía nuestra ignorancia acerca del uni- 
verso es colosal y observa por qué: 
Si tomamos en cuenta que no sabemos qué es la energía oscura 
ni la materia oscura, el resultado es desalentador: ignoramos por 
completo de qué está hecho el 95% del universo. 
Y no es cuestión de esperar otro año, u otra década de investigación, 
o de que surja otra nueva teoría. En este momento parece que la ciencia 
no podrá nunca alzar el telón tras el que se oculta el misterio de la crea- 
ción y qué o quién dotó de materia y energía al universo. 
Un sistema único 
En cualquier dirección 
que recorras el alma 
nunca tropezarás 
con sus límites. 
SÓCRATES 
Si todo el mundo material está unido se puede suponer que el mundo 
mental es también un s/stema único y que todas las mentes son una mente. 
En verdad sólo hay una mente. 
Citaremos un fragmento de un texto del eminente poeta sufí persa 
Azíz Nasaf1, místico de la escuela centroasiática de Najm al-Din Kubra del 
siglo XI: 
A la muerte de cada criatura viviente el espíritu retorna al mundo espiri- 
tual, el cuerpo al mundo corporal. En éste, no obstante, los cuerpos están 
sujetos a mudanza. El mundo espiritual es un solo espíritu que se yergue 
como a trasluz detrás del mundo corporal y que, cuando nace una criatura, 
resplandece a través de ella como si fuera a través de una ventana. Según el 
tipo y tamaño de la ventana, penetra más o menos luz en el mundo. La luz en 
sí misma, sin embargo, permanece inmutable. 
Si deseas profundizar en la obra de Nasafi, te sugiero consultes los libros 
de 1. Ridgeon y de H. Corbin citados en la Bibliografía. 
Todas las cosas en el universo forman una unidad, se encuentran 
infinitamente interconectadas, todo está unido. En el campo de la mente 
esta visión holística —total, integral- surge al proclamar que las mentes 
individuales interactúan con su medio y con otras mentes gracias a que 
subyace una mente unificada también llamada conciencia universal O mente 
universal de la cual todos formamos parte. Un universo psíquico que con- 
siste de entidades ligadas por interacciones psíquicas, que obedecen a 
15 
16 * DANIEL BEHAR 
leyes propias y que están ¿nterpenetradas con el universo físico, del cual 
también forman parte, sólo que en diferentes frecuencias vibratorias. 
La conciencia individual es un fragmento holográfico de la conciencia 
universal. 
Sigmund Freud menciona que el recién nacido no distingue entre el 
yo y el medio ambiente, viviendo una sizmbiosis mental y biológica con el entor- 
no, pero desde luego de menor grado que la vivida en el vientre materno. 
Jean Piaget denomina a esta condición conciencia protoplásmica o simbió- 
tica, en la que el universo se centra en el yo y el yo es el universo. 
En su obra La totalidad y el orden implicado, David Bohm nos dice: “En 
cualquier elemento del universo se contiene la totalidad del mismo, una 
totalidad que incluye tanto materia como conciencia”.'? La conciencia y 
la materia tienen un mismo origen ya que son abstracciones del flujo uni- 
versal, y —continúa Bohm-— “son mente y materia órdenes relativamente 
autónomos dentro del único movimiento total”.!'? Es el pensamiento el 
que, al responder a una percepción inteligente, puede armonizar mente 
y materia. 
El pensamiento es la captación de las formas esenciales e íntimas de 
las cosas y todo conocimiento adquirido en este mundo es en realidad 
una rememoración. 
Por consiguiente, Sócrates habla de la filosofía como una preparación 
para la muerte. Al mencionar lo anterior Sócrates se refiere a que el ob- 
jeto de la filosofía es preparar al alma para guardarse permanentemente 
en el mundo de las ideas o en el mundo espiritual, en lugar de ser condenada a 
volver una y otra vez a las limitaciones del plano físico. 
Todos los seres están emparentados entre sí y esto va mucho más allá 
de lo que podemos pensar. Al respecto Protágoras, quien vivió en Atenas 
en el año 490 a. de C. y fue el primer sofista del que se tenga noticia, en 
su gran obra Sobre la verdad, Mamada también Discursos demoledores, hace su 
famosa declaración del hombre como medida y que la manera como las 
cosas se le presentan a un hombre es la verdad para él, y el modo como 
se le presentan a otro es la verdad para éste. 
2 Bohm, David, La totalidad y el orden implicado, Barcelona, Editorial Kairós, 1998. 
13 
> Idem. 
UN SISTEMA ÚNICO 3 17 
Ninguno de los dos puede decir que el otro está mal, pues cada uno 
ve las cosas de diferente manera y de esa manera son para él aunque para 
el otro sean distintas. La verdad es relativa, lo cual nos lleva a considerar 
nuestra visión del mundo, que incluye nuestras nociones acerca de la 
naturaleza del mundo físico, así como el orden total del universo, y ver 
que sean compatibles con la explicación de la conciencia ya que el con- 
cepto que tengamos del mundo es decisivo para ordenar nuestra mente. 
Lograr una visión del mundo adecuada a nuestro tiempo es uno de los 
factores básicos para conseguir la armonía del individuo y de la sociedad 
en su conjunto. 
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E p 
¿Poseemos más de un cuerpo? 
La Técnica Kirlian muestra el aura 
o segundo cuerpo que rodea 
a todos los seres vivos. 
SEYMON Y VALENTINE KIRLIAN 
René Descartes resume la certeza de la existencia del hombre en su 
frase “Pienso luego existo”. ¿Un ser humano es una máquina biológica 
o algo más? 
Los expertos médicos que trabajan en el campo de las interrelaciones 
de la mente, el cerebro y el cuerpo están llegando a la conclusión de que 
poseemos más de un cuerpo, lo que indica la existencia de otros niveles 
de realidad que producen vibraciones localizadas más allá del alcance de 
nuestros órganos de los sentidos. 
Las implicaciones de estas investigaciones indican que la conciencia 
humana trasciende su marco físico, así como las percepciones sensoria- 
les normales. Podría afirmarse que nuestra mente sobrevive a la disolu- 
ción de nuestro cuerpo físico y existe más allá de la muerte. 
El Premio Nobel de Literatura Ernest Hemingway se alistó volunta- 
riamente en Italia para conducir una ambulancia en la Primera Guerra 
Mundial y resultó gravemente herido por una granada que explotó en 
la trinchera en la que se había guarecido. Un breve momento de dolor 
ciego fue pronto remplazado por una sensación por completo diferente 
e inesperada. En vez de gritar de dolor o perder la conciencia, o ambas 
cosas a la vez, Hemingway sintió, en sus propias palabras, “como si mi 
alma o algunacosa abandonara mi cuerpo físico”. “Fue —dijo— como si 
un pañuelo de seda hubiera sido sacado de un bolsillo tirando de una de 
»” 
sus puntas. 
19 
20 * DANIEL BEHAR 
Al principio el joven escritor pensó que estaba muerto, pero esa sen- 
sación le duró unos pocos segundos, antes de que entrara de nuevo en 
su cuerpo herido. 
Hemingway usó esta experiencia como .base para un relato breve, 
adicional a su novela Adiós a las armas, en la que el héroe, Frederick 
Henry, flota en forma momentánea sobre su cuerpo mortal. Como su 
creador literario, Henry creyó estar muerto hasta que su alma volvió a 
introducirse en el mundo de las sensaciones físicas. 
Otro caso característico es el de un médico militar que viajaba en 
un biplano y se estrelló en abril de 1916 en el frente occidental. Sentado 
en el asiento del pasajero mientras el piloto luchaba desesperadamente 
por controlar el aparato, el médico se encontró de pronto enfrentado 
con la muerte inminente. Cuando el fuselaje del avión se desintegró 
a su alrededor como consecuencia deltimpacto, tuvo la impresión de 
que su cuerpo físico se desgarraba. Sin embargo, la sensación de dolor 
y pánico fue temporal. Segundos después se encontró flotando por 
encima del aeropuerto, lleno de vida y en apariencia ileso. Aunque 
confuso, se sentía extrañamente liberado y lleno de calma mientras 
observaba los frenéticos intentos que se hacían en la pista para reani- 
mar su propio cuerpo. Sin saber cómo, de pronto regresó a su estado 
natural cuando el rescatista de la ambulancia le vertió un estimulante 
en la garganta. 
Después de su recuperación el médico —que más adelante se con- 
vertiría en un distinguido miembro del Colegio Real de Médicos y sería 
condecorado con la Orden del Imperio Británico— escribió un informe 
de sus experiencias a su superior. El comandante en jefe ordenó una in- 
vestigación a fondo sobre el accidente. Dicha investigación no sólo con- 
firmó la veracidad con que el médico describió los intentos realizados 
para reanimar su cuerpo, sino que además corroboró otros incidentes 
que ocurrían al mismo tiempo, mientras estaba inconsciente y su alma 
se encontraba en un punto más elevado que le permitía observar el ir y 
venir en el aeropuerto. 
Quienes experimentan un estado ecosomático espontáneo, o sea, 
una experiencia de salida del cuerpo espontánea, suelen creer que han 
sido proyectados de modo involuntario a cierta distancia de su cuerpo 
¿POSEEMOS MÁS DE UN CUERPO? x= 21 
físico y, puesto que permanecen conscientes y saben lo que sucede a 
su alrededor, están capacitados para ver su propio cuerpo y los lugares 
próximos, aun cuando su cuerpo físico esté inconsciente. Una especie 
de ingravidez, una sensación de liberación general y una gran calma se 
asocian a la E. S. C. o estado ecosomático. 
Además de Hemingway, otros famosos escritores afirman haber ex- 
perimentado una E. S. C., por ejemplo, Tolstói, Dostoievski, Tennyson, 
Edgar Alan Poe, D. H. Lawrence y Emily Bronté. 
En Inglaterra, en el periodo transcurrido entre 1980 y 1990, la psi- 
cóloga Frances Banks encuestó a 800 británicos y 450 recordaban una 
experiencia de salida del cuerpo en los últimos cinco años. Banks con- 
cluye que tales experiencias deben ser consideradas como un acontecer 
cotidiano, más que como un acontecimiento extraordinario que sólo se 
produce en circunstancias excepcionales. Aunque acepta que momentos 
de dolor extremo, estrés y ansiedad pueden desencadenar en forma es- 
pontánea la E. S. C., ésta se consigue mejor en un ambiente de calma y 
de meditación pacífica. 
La investigación de la experiencia de salida del cuerpo científica seria 
comenzó en fecha muy reciente, pero el fenómeno era reconocido hace 
miles de años en Egipto, Grecia y el primitivo Israel. En la Biblia se dice 
que el profeta Elisha envió su espíritu a la tienda de campaña de sus ene- 
migos sirios donde pudo escuchar sus planes de ataque. También Jesús 
tenía la habilidad de dejar su cuerpo a voluntad. 
Brujos, curanderos y chamanes de las culturas primitivas manifes- 
taban que podían abandonar su cuerpo temporalmente mediante artes 
MÁgICas. 
Durante el siglo xIx algunos teósofos afirmaron haber logrado do- 
minar un proceso de dominio de la mente sobre la materia que llama- 
ron “viaje astral”. Ya en 1919 Sylvan Muldoon y Hereward Carrington 
escribieron el libro The Projection of the Astral Body.” De acuerdo con éste, 
todos tenemos la capacidad de realizar el viaje astral. Los autores dan 
instrucciones para hacerlo, empezando por una dieta sana de frutas y 
de Muldoon, S. y H. Carrington, La proyección del cuerpo astral, 6” edición, Buenos Aires, Editorial 
Kier, 1987. 
22 * DANIEL BEHAR 
vegetales, ejercicios respiratorios y una mente libre de preocupaciones. 
Les aconsejan a los viajeros acostarse en una habitación cálida y oscura 
con la cabeza hacia el norte, relajarse, cerrar los ojos y respirar en forma 
rítmica manteniendo la boca ligeramente abierta. 
Sentirse somnoliento será la señal de que se está en la fase denomi- 
nada M. O. R., o sea, movimiento ocular rápido, la cual es el límite entre 
estar despierto y el sueño profundo. Debe imaginarse un punto situado 
a dos metros del pecho y controlar las vibraciones tanto del plano físico 
como del mental hasta armonizarlos. En ese momento el cuerpo astral 
abandonará el físico y flotará encima de él. Conseguida la separación 
podrán moverse en la dirección que desee su mente, sin estar sometidos 
a ninguna limitación física. Para regresar a su yo físico el viajero deberá 
encontrar su mente en la unión de ambas entidades. 
Durante las décadas que siguieron el fenómeno quedó ignorado y 
en 1966 el doctor Charles Tart, de la Universidad de California, Davis, 
comenzó una serie de experimentos utilizando a Robert Monroe, quien 
decía haber pasado de las E. S. C. espontáneas a las inducidas y tenía su 
propia técnica que, por ser una de las más reconocidas y eficaces, es la 
que utilizó (más adelante la describo ampliamente). Monroe asegura- 
ba que flotaba, planeaba y volvía a través de la materia sólida (muros, 
techos, etcétera). Era capaz de recorrer distancias muy largas, para probar 
lo cual el doctor Tart diseñó experimentos en los que Monroe tuviera que 
volar buscando conseguir una información que de otro modo nunca 
podría obtener. 
Monroe fue colocado en un cubículo, instalado como si fuera un 
dormitorio, en el que podría quedarse solo y entrar en el estado de rela- 
jamiento que consideraba necesario para realizar la experiencia de salida 
del cuerpo. 
Durante todo el tiempo que Monroe estuvo en el cubículo, se regis- 
traron sus ondas cerebrales —en el cuadro 6.1 se presentan las principales 
ondas cerebrales, su ritmo en ciclos por segundo y su nivel electroen- 
cefalográfico—, su ritmo cardiaco y otras funciones corporales. Cuando 
se comprobó que estaba acostado en la cama y en un estado de calma 
total, se le pidió que desplazara su doble astral a una habitación vecina 
y tomara nota mental de los trabajos que allí estaban realizando unos 
¿POSEEMOS MÁS DE UN CUERPO? xx 23 
técnicos. Como prueba, parecía bastante fácil para quien se jactaba de 
volar muchas millas. 
Reclinado en la cama, con la cabeza cubierta de incómodos electro- 
dos, Monroe tuvo dificultad en efectuar la separación y su descripción 
de la habitación contigua fue decepcionante. Sin embargo, sus actuacio- 
nes fueron mejorando y la fase psíquica de “fuera del cuerpo”, registrada 
por medio del electroencefalograma, mostró con claridad que durante 
ellas no estaba dormido ni tampoco despierto, sino en una lenta produc- 
ción de ondas alfa, lo que sugería que su cuerpo se hallaba en estado de 
semiparálisis. 
Meses más tarde el doctor Tart llevó a cabo una segunda serie de 
experimentos en los que obtuvo resultados impresionantes. En esta oca- 
sión, el sujeto fue una paciente esquizofrénica ala que se mantuvo en el 
anonimato y es llamada “Miss Z”. 
Miss Z afirmaba que desde niña había hecho muchos viajes fuera de 
su cuerpo, por lo que desarrolló un control total de su doble corporal. 
Cuando estaba en el cubículo conectada a los aparatos de registro, se le 
pidió que viajara a otro cuarto del mismo edificio y que, una vez allí, 
tomara nota mental de un número de cinco cifras que estaba escrito en 
una tira de papel. Nadie más que Tart conocía el número y el papel fue 
colocado sobre un estante muy alto, cerca del techo y fuera de la vista 
de cualquier otro miembro del equipo que realizaba la prueba. Miss Z 
informó correctamente que la cifra era 23132. Como Tart escribiría, era 
inconcebible que la respuesta pudiera ser una adivinación casual. El ex- 
perimento se repitió utilizando números generados al azar y de modo 
mecánico, Miss Z continuó acertando una y otra vez. 
Para muchos, los resultados del doctor Tart probaron de manera su- 
ficiente la existencia de la E.S.C. Sin embargo, en fecha posterior los 
experimentos del doctor Karlis Osís, director del Departamento Central 
en Manhattan de la American Society for Psychical Research, produje- 
ron un conjunto de pruebas aún más convincente. 
ín este caso el sujeto del experimento fue Ingo Swann, un pintor 
que se había ecosomatizado desde los tres años de edad y que decía 
poder viajar a dondequiera que eligiera. Para probarlo Osis diseñó unas 
pruebas en las cuales se le pedía al sujeto que se sentara dentro de una 
24 % DANIEL BEHAR 
habitación cerrada e identificara una serie de objetos de uso cotidiano 
situados en otro lugar fuera del alcance de su visión natural, Durante 
todo el experimento Swann estuvo conectado al equipo de registro y 
los resultados fueron correctos y uniformes, logrando 114 aciertos de 
147 intentos. Las posibilidades de obtener un resultado semejante por 
casualidad eran de 40 000 a 1. 
En 1979, el doctor Karlis Osis trabajó con el sujeto Alex Tanous. 
Hizo pruebas en las que se requería que el sujeto volara para ver un ob- 
jeto, una serie de pinturas con fondos de distinto color; la secuencia de 
los colores de los fondos fue puesta de modo regular y al azar. Tanous, 
que estaba encerrado en una habitación a prueba de ruidos a bastante 
distancia, en 38 intentos acertó 65% y los sensores en su cabeza regis- 
traron un nivel más alto de actividad de las ondas cerebrales durante las 
pruebas que tuvieron éxito. 
En el transcurso de la década de 1980 el doctor Osis continuó tra- 
bajando con Alex Tanous para descubrir si las formas —dobles— pue- 
den afectar los instrumentos. Tanous ha sido capaz de hacer funcionar 
sensores calibradores de tensión, termotransistores que registran los 
más mínimos cambios de temperatura y células fotoeléctricas. Sus des- 
cubrimientos son importantes en la medicina y la psicología. Estos 
resultados no son únicos, hay un gran número de datos que apoyan la 
E. S. C. y, sin embargo, muchos científicos se alejan con timidez y, en 
vez de aceptar la evidencia, prefieren buscar una explicación que deje 
intactas /as creencias oficiales. 
El doctor Jan Ethenwald, psiquiatra de Nueva York, dice que las E. 
S. C. son una expresión de la búsqueda de la inmortalidad, alucinaciones 
con las que los individuos intentan afirmar la existencia deseada pero 
ilusoria del alma. Son una manifestación del deseo humano de negar la 
muerte, pero nada más. 
Desde el punto de vista psicológico, la opinión del doctor Ethenwald 
tiene mucho de recomendable, pero no puede en modo alguno explicar los 
resultados conseguidos bajo condiciones experimentales idóneas y en la- 
boratorios serios de todo el mundo. Tampoco puede considerarse esta 
búsqueda como la causa responsable del gigantesco número de E. S. C. 
¿POSEEMOS MÁS DE UN CUERPO? *% 25 
de las que cada año informan ateos, agnósticos y personas que no creen 
en la existencia de otra vida después de la muerte. Por lo general, muchos 
de los que se niegan a creer en cualquier forma de fenómeno psíquico 
son los que declaran haber vivido una experiencia de salida del cuerpo. 
Sólo muy pocos de los que han tenido una E. S. C. no quedan 
convencidos de que sobrevivieron a la muerte física. En lugar de tener 
una vaga creencia en una vida después de la muerte, saben que su con- 
ciencia es capaz de existir fuera de su cuerpo físico. 
El oncólogo alemán Josef Issels, fundador en 1951 de la clínica Ring- 
berg de Baviera, informa que una paciente moribunda le hizo detenerse 
junto a su cama y le dijo emocionada que sabía salir de su cuerpo y que 
se lo probaría; le contó que unos momentos antes, en la habitación en el 
otro extremo del pasillo, una mujer que no conocía estaba escribiendo 
una carta y le comunicó lo que decía la misma. Impresionado, Issels fue 
a la habitación mencionada y comprobó lo dicho por la moribunda; in- 
cluso coincidía exactamente coñ el texto de la carta. Cuando el médico 
regresó al lado de la cama de la paciente, ésta ya había fallecido. 
Según la biología, la continuación de la vida depende de la salud del 
cerebro y del sistema nervioso: nuestro yo es una construcción de la 
mente y la mente, un producto del cerebro. Pero si podemos salir de 
nuestro cerebro y de nuestro sistema nervioso, si nuestra conciencia es 
capaz de funcionar con independencia del mecanismo de apoyo de la 
vida física-cuerpo físico, nuestra verdadera identidad es algo mucho más 
complejo. 
El doctor William Tiller, de la Universidad de Stanford, dice que 
“el sistema somático humano está complementado por varias estructuras a 
las que denomina el conjunto humano”.” Tiller considera tres niveles de 
realidad corporal, cada uno de los cuales apuntala a cada uno de los otros 
dos; se trata de sistemas ocultos que son iguales y complementarios de 
la forma física. 
La acupuntura presupone la existencia de un segundo cuerpo en el 
cual la energía circula por un sistema de canales invisibles. La creencia en 
un segundo cuerpo se ha probado con la fotografía Kirlian realizada por 
Seymon y Valentine Kirlian. Dicha fotografía ofrece una pista para co- 
IS Tíller, William, Ciencia y transformación humana: energías sutiles, intencionalidad y conciencia. 
26 * DANIEL BEHAR 
nocer nuestro doble astral y la existencia de un campo de energía que 
rodea y penetra a todos los seres vivos. 
Una película virgen se coloca sobre una placa de metal plana encima 
de la cual se ubican.los objetos por fotografiar, se descargan impulsos de 
alto voltaje a través de la placa metálica y se imprime la película. Al reve- 
larla muestra, además de la silueta, un “aura multicolor”. 
Eos Kirlian creyeron que esa aura era una transferencia directa desde 
el objeto, de las cargas que producían señales fotoeléctricas según el 
estado interior del organismo. 
Durante 40 años los Kirlian han fotografiado auras de tejidos vivos 
y de muchísimas plantas y animales, incluyendo al hombre. En la ex- 
perimentación con humanos, apreciaron que la vivacidad del aura se 
alteraba no sólo por el estado de salud, sino por su estado mental, 
como con el uso de drogas. Asimismo, observaron que psíquicos y 
curanderos emitían auras extraordinariamente potentes. Algo muy 
sorprendente fue cuando fotografiaron hojas a las que se les había 
cortado una parte; mostraban la impronta débil pero inconfundible 
de la parte faltante indicando que el proceso recogió emisiones de una 
segunda estructura o cuerpo. La imagen permanece completa porque 
la estructura total de la hoja se mantiene intacta, en el nivel no físico. 
Cuando estos científicos rusos anunciaron el resultado de sus prime- 
ras investigaciones en la posguerra, muchos de sus colegas rechazaron 
sus hallazgos, no porque dudaran de lo apropiado de sus técnicas, sino 
más bien, porque sabían de las consecuencias, que podían poner de ca- 
beza al mundo científico. 
Durante la década de 1990 el doctor Loy Dumitrescu,en Bucarest, 
Rumania, creó una nueva técnica de fotografía de alto voltaje a la que llama 
“imagen electrográfica”, con la cual identifica úlceras, cánceres, altera- 
ciones nerviosas y enfermedades musculares. Se ha demostrado que la 
presencia de manchas oscuras en la imagen electrográfica del sistema 
secundario o segundo cuerpo corresponde a un mal funcionamiento del 
cuerpo físico. 
En Estados Unidos el doctor LW. Konikiewicz, de Pennsylvania, 
desarrolló un aparato “kirlian” supersensible y promete que en los próxi- 
¿POSEEMOS MÁS DE UN CUERPO? * 27 
mos 20 años quedará plenamente demostrada la existencia de un se- 
gundo cuerpo. 
No todos están de acuerdo con esta predicción, a pesar de las prue- 
bas, que cada día aumentan, y algunos se niegan a aceptar que seamos 
algo más que máquinas hechas de sangre, huesos y músculos. 
Los testimonios relativos a la E. S. C. van mucho más allá de ser una 
simple experiencia y se dirigen hacia el punto lógico: que el ser humano 
es más que un cuerpo físico y que la vida en sí no depende del fun- 
cionamiento de los sistemas respiratorio, nervioso, etcétera. Por tanto, 
nuestro cuerpo físico sólo es parte de una colección de trajes de los que 
nos vamos librando cuando ya no nos sirven. 
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Estado ecosomático 
Cuando muera sólo el cuerpo físico se 
disipará, pero mi conciencia permanecerá 
ya que está fuera del tiempo y del espacio. 
Deepak CHOPRA 
En la actualidad la psicología transpersonal admite la experiencia de salir 
del cuerpo como uno de los estados alterados de conciencia o como un 
estado transpersonal. Según hemos analizado, la expresión científica co- 
rrecta para este fenómeno es “Experiencia de Salida del Cuerpo (E. S. C.)” 
(“Out of Body Experience - O. B. E.” en inglés), aunque ahora se ha po- 
pularizado el término científico de ecosomatización y estado ecosomático. 
La experiencia de salida del cuerpo es un fenómeno muy generaliza- 
do y se presenta a diario en personas de todo el mundo, sin importar a 
qué país, raza, cultura o religión pertenezcan. 
Cuando a fines de la década de 1970 se fundó la escuela de psicología 
transpersonal, la E. S. C., los estados alterados de conciencia y transper- 
sonales fueron materia de un estudio serio y concienzudo que ha apot- 
tado nuevos conceptos acerca de la vida y de la muerte, del ser humano 
y del más allá o interfase. 
La experiencia de salida del cuerpo ocurre cuando la “conciencia” de 
una persona parece salir de su cuerpo físico o dejarlo. Esta conciencia 
informa de lo que ve, oye y hace y por dónde viaja durante el periodo en 
que está fuera del cuerpo físico. 
La experiencia de salir del cuerpo se produce por lo general en la 
primera parte del sueño, a medianoche o más, pero siempre como con- 
secuencia de habernos despertado y vuelto a dormir. 
La ecosomatización por lo general ocurre en la fase de movimiento 
ocular rápido (M. O. R.) o de somnolencia. 
29 
30 * DANIEL BEHAR 
A continuación describiremos qué sucede durante una E. S. C. es- 
pontánea y durante la fase de M. O. R. cuando estamos en un estado de 
somnolencia. ON 
Una noche cualquiera te preparas para dormir y te duermes. Súbita- 
mente te despiertas y te vuelves a dormir; te encuentras en un estado de 
somnolencia, en la fase de M. O. R., estás dispuesto a dormirte cuando 
de pronto te sientes poseído por un gran temor y una enorme sorpresa. 
Te encuentras flotando en un rincón de la habitación, no crees lo que 
ves, sí, sí, estás viendo a tu cuerpo acostado en tu cama, pero tú, su habi- 
tante, te sientes aterrado o quizá sólo asombrado de verte flotando en el 
rincón de tu recámara, mientras tu cuerpo está en la cama. En realidad, 
no tienes por qué alarmarte, tranquilo, tómalo con calma. La anterior 
es una de las experiencias más importantes que te pueden suceder en la 
vida y, sin embargo, la mayoría de los que se ven afectados por esta vi- 
vencia no tiene la más remota idea de lo que les ocurre. Muchas personas 
temen hacer cualquier comentario al respecto, pues podrían considerat- 
las locas y enviarlas al psiquiatra para que les suministre tranquilizantes. 
Por tu parte, aún te encuentras flotando en el rincón del cuarto, incré- 
dulo ante lo que te acontece; tu cuerpo recostado en tu cama está atemo- 
rizado por la separación que ha sufrido de su identidad complementaria. 
En el rincón te esfuerzas desesperadamente por volver a juntarte con tu 
“otra mitad”, pero conforme pasa el tiempo, tras unos cuantos minutos 
el susto se torna en éxtasis y, maravillado, por fin entiendes que tú no 
sólo eres tu cuerpo, tu envoltura, tu disfraz. 
Cuando de pronto te percatas de que no te es posible moverte para 
ir al encuentro de tu complemento, quieres gritar y, oh desgracia, tam- 
poco logras hacerlo. Entonces, vuelves a la desesperación, no puedes 
seguir reflexionando acerca del cuerpo y el habitante; estás al borde del 
colapso, del choque, pues tu parte que flota en el rincón está petrificada 
observando fijamente a su complemento sin saber cómo regresar a la 
cama para realizar la fusión entre ambas identidades complementarias. 
En eso te invade una fuerte sensación como la que sentimos al caer de 
una gran altura, una sensación de un descenso pronunciado, muy pareci- 
da a la que has experimentado cuando sueñas que caes por un precipicio, 
de un edificio muy alto o a un pozo muy profundo. Poco después tus 
ESTADO ECOSOMÁTICO * 31 
dos partes complementarias se han reunido y al hacerlo se presenta una 
sensación de frío. 
Muchas personas han vivido la experiencia de salida del cuerpo es- 
pontánea y algunas de ellas, más de una vez. 
Recordarás que mencionamos que la E. S. C. se produce por lo ge- 
neral en la primera parte del sueño, a medianoche o más, casi siempre 
como resultado de habernos despertado y vuelto a dormir. Sin embargo, 
puede presentarse sin estar dormido, por ejemplo, cuando estás sentado 
escuchando música y te das cuenta de que junto a ti estás tú mismo sen- 
tado escuchando música. Tienes plena conciencia de que tú eres ambos, 
de que te encuentras en ambos sitios, y que tu identidad se ha desdobla- 
do en dos, pero ninguna predomina sobre la otra. Después de algunos 
instantes las entidades complementarias se juntan y vuelven a ser una. 
Un caso de experiencia de salida del cuerpo espectacular es el men- 
cionado por el doctor Raymond G. Moody en su libro Vida después de 
la vida: 
Un matrimonio regresaba en auto a su casa y se estacionaron en una calle 
poco iluminada; de pronto, ambos quedaron sorprendidos al mirar hacia arri- 
ba y ver unas imágenes de ellos mismos sentados en unos árboles grandes 
que se encontraban frente a ellos. Dudaron de lo que veían y pensaron que 
podía ser un reflejo de los cristales del auto, pero aquellas imágenes de ellos 
se movían realizando otras actividades diferentes de las de ellos.** 
Lo importante de la experiencia es que los dos veían lo mismo y que 
la visión duró 30 minutos; sin duda, se trata de un caso extraordinario. 
Johann Wolfgang Goethe describe un caso de E.S.C. en su libro au- 
tobiográfico Aus Meinen Leben. Dichtung und Wabhrbeit (Poesía y verdad: de mi 
vida.),'” que abarca de 1811 a 1831, año en que falleció: 
Cabalgaba por el sendero hacia Drusenheim cuando tuve un presentimiento 
muy extraño. Vi a mi propia figura montada a caballo acercarsea mí por el 
mismo camino. La figura vestía una prenda, para mí desconocida, de color 
ia Moody, Raymond G., Vida después de la vida, Madrid, EDAE, 2000. 
Le Goethe, J. W., Poesía y verdad: de mi vida, Barcelona, Alba Editorial, 1999. 
32 * DANIEL BEHAR 
grisáceo dorado. Al despertarme de este sueño desapareció la visión. Lo 
notable de todo ello es que ocho años después me encontré en el mismo ca- 
mino, con la intención de visitar a Frederika una vez más y vistiendo la misma 
prenda que había visto en mi sueño, y esto por casualidad y no por elección. 
Henty Troyat, autor de la más prolija biografía de René Albert Guy de 
Maupassant, narra lo siguiente como una vivencia que sufrió el gran 
escritor francés en sus últimos años: 
Un día estaba sentado en mi despacho cuando oí como si se hubiera abierto 
la puerta. Al volver la cabeza me sorprendí al ver entrar a mi propia figura que 
se dirigió hacia la mesa y se sentó delante de mí.** 
Explica Maupassant que la figura le empezó a dictar lo que él estaba 
escribiendo; al terminar de escribir, la figura desapareció. 
Cuando estamos dormidos el fenómeno empieza con una especie de 
cosquilleo general del cuerpo, parecido al que sentimos cuando decimos 
que se nos ha “dormido” uno de nuestros miembros, pero en este caso de 
una forma generalizada por todo el cuerpo, en especial la cabeza. Al iniciar 
la experiencia de salida es imperceptible y sólo nos damos cuenta cuando la 
identidad complementaria sutil ya está a más de un metro de distancia. 
Es importante mencionar que cuando la E. S. C. no es provocada 
y no tenemos experiencia, se siente un gran temor y llegamos a hacer 
esfuerzos sobrehumanos para reunir las identidades complementarias. 
Cualquier esfuerzo de la complementaria que está en la cama es inútil, 
ya que no puede gritar, ni moverse, es como si faltase la parte motora de 
la anatomía. 
Los casos espontáneos se producen cuando no se ha cenado en 
abundancia, ni se han ingerido bebidas alcohólicas. 
Tras el reencuentro de las identidades complementarias se siente un 
gran frío y miedo; este último es causado por la presencia de otras per- 
sonas dentro de la misma habitación. 
Durante la E. S. C. no se puede hablar, no se oye nada, no funcio- 
na el olfato, no hay tacto; sin embargo, la vista persiste aun con los 
ojos cerrados. 
18 dd a de 
Troyat, Henry, Maupassant, Caracas, Monte Ávila Editores Latinoamérica, 1993. 
ESTADO ECOSOMÁTICO * 33 
Las identidades complementarias se encuentran conectadas de ma- 
nera invisible, nos percibimos como seres que se mueven en un mundo 
físico, pero nuestra conciencia abarca niveles de realidad más allá de lo 
que normalmente aceptamos. 
La vida es más compleja y absoluta de lo que podemos imaginar y 
el mundo material es definitivamente una ilusión creada por nuestros 
sentidos, cuya limitación nos da una imagen incompleta de la auténtica 
naturaleza de la realidad. 
Como decíamos, podemos asomarnos al más allá mediante: 
e Elabandono de nuestro cuerpo (muerte del cuerpo). 
e Laexperiencia de cuasi muerte (muerte clínica). 
Experiencia de cuasi muerte (E. C. M.) 
La doctora Elisabeth Kúbler-Ross, en su trabajo con pacientes moribundos, 
reconoció la necesidad que éstos tenían de aceptar la idea de la muerte. Ag- 
nóstica como era, pensaba que la muerte era el final de todas las cosas, pero 
su opinión empezó a cambiar al observar que muchos pacientes que vivían 
sus últimas horas, lejos de estar tristes, se enfrentaban a los momentos finales 
de su vida con humor, alegres y casi relajados. Algunos que sufrían fuer- 
tes dolores y que llevaban semanas deprimidos, cambiaban en los últimos 
momentos y parecían esperar la llegada de la muerte con tranquilidad. Kú- 
bler-Ross advirtió que este cambio de humor se producía cuando el paciente 
informaba de visiones de sus parientes ya fallecidos, con quienes conversaba. 
Kúbler-Ross pensó que estas apariciones eran alucinaciones, posi- 
blemente debidas a un déficit en el suministro de oxígeno al cerebro 
(hipoxia). Después de comprobar que varios pacientes afirmaban haber 
tenido estas visiones, pero de personas que no sabían que habían muer- 
to, la psiquiatra empezó a dudar de la falta de oxigenación. 
El fenómeno estaba muy extendido. Otros médicos lo habían ad- 
vertido en pacientes moribundos, incluso niños, que resultaron heridos 
de gravedad en accidentes automovilísticos o de otro tipo que causaron 
varias víctimas en una misma familia; siempre sabían cuáles de sus pa- 
rientes ya habían muerto, pues eran sólo los fallecidos los que aparecían 
junto a su cama. 
34 * DANIEL BEHAR 
En ningún caso a un niño o a un paciente adulto se le presentó la 
visión de un pariente que estuviera vivo. 
Fue un grupo de pacientes el que convenció a la escéptica profesional 
de la probabilidad-de una vida después -de la muerte: el de aquellos que 
“murieron aparentemente” y después resucitaron; con frecuencia recor- 
daban acontecimientos y conversaciones del personal médico situado a 
su lado durante la muerte aparente. De manera invariable los supervi- 
vientes de la E. C. M. comentaron que flotaban encima de su cuerpo, 
desde donde podían ver la actividad que se desarrollaba por debajo de 
ellos. Hablaban de paz, de tranquilidad y del encuentro con sus parien- 
tes difuntos, del mismo modo que lo contaron los moribundos. 
Kúbler-Ross formuló la “teoría del estado ecosomático próximo a la 
muerte” y al mismo tiempo encontró que el doctor Raymond G. Moody 
no sólo duplicaba sus hallazgos sino que iba más lejos al afirmar la exis- 
tencia de una vida después de la muerte. 
A mediados de los años 1970 el doctor Moody, intrigado por la cre- 
ciente evidencia de una vida después de la muerte y después de estudiar 
gran parte de la literatura acerca de la experiencia agónica, quedó con- 
vencido de que se podía aprender mucho hablando con las personas 
que casi habían muerto en un accidente o en la sala de operaciones y que 
posteriormente se recuperaron de manera milagrosa. 
Un colega del doctor Moody, el doctor George C. Ritchie, le contó 
la experiencia de cuasi-muerte que tuvo en diciembre de 1943, cuando 
murió de neumonía en un campamento de instrucción del ejército es- 
tadounidense en Abilene, Texas. Ritchie recordó que abandonó la cama 
del hospital y anduvo alrededor buscando su uniforme. ¡Sólo después de 
transcurridos unos momentos se percató de que su identidad comple- 
mentaria, que había dejado en la cama, era su propio cuerpo! 
El doctor Ritchie relata que, con gran sorpresa de su parte, descubrió 
que había adquirido poderes fantásticos: la habilidad de volar a grandes 
velocidades y la de atravesar objetos sólidos —incluso personas vivas=, 
por mencionar sólo dos de ellos. En compensación, no tenía sensaciones 
táctiles; pese a que lo intentó de todas las formas, le resultó imposible 
tocar o asir cualquier objeto. Algunas horas después, que a él le parecie- 
ron mucho más largas, Ritchie recuerda que vio a los médicos declararlo 
ESTADO ECOSOMÁTICO * 35 
oficialmente muerto al no encontrar en su cuerpo pulso ni señales de 
respiración pulmonar. 
Sólo cuando vio que le cubrían el rostro con una sábana, se dio cuen- 
ta de que había muerto y que no estaba soñando. En esos momentos 
sintió que en su pecho surgía una oleada de emoción, que no era de 
alarma o pánico, sino simplemente de una profunda tristeza al saber que 
ya había pasado su existencia terrenal. 
Entonces se produjo una manifestación notable: la habitación se 
lleró con un resplandor dorado y tuvo conciencia de que a su lado 
se encontraba una presencia extraña. En el mismo momento sintió que, 
como relámpago, se sucedían todos los acontecimientos importantes de 
su vida. Poco después parecieron desaparecer las paredes del hospital y 
vio una ciudad de luz sobre una colina poblada por seres que parecían 
emitir luz. Supuso que estaba én el cielo, pero cuando

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