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Las Anemonas de Mar

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Las Anemonas de Mar
Las anémonas son invertebrados de color rosa con aspecto vegetal y con largos tentáculos que se mueven. La anémona de mar, también conocida como fideos de mar, viven sobre rocas expuestas a la luz, frecuente desde la línea de mareas hasta los 6 m de profundidad. Se encuentra con frecuentemente en las aguas poco profundas de las bahías tranquilas y soporta bien las aguas sucias. 
 Hay diversas especies animales que viven en asociación con las anémonas, como, por ejemplo, algún pez y algún cangrejo. Normalmente viven solas o, a veces, en pequeños grupos. 
Las anémonas de mar son coloridos organismos que parecen plantas, pero realmente se tratan de animales inmóviles e invertebrados. Seguro que los habrás visto más de una vez en películas o series, incluso quizás en la vida real, pero desconoces su nombre. Tienen adaptaciones muy interesantes, como el mutualismo con diferentes organismos, capacidad venenosa e impresionantes colores.
Son animales carnívoros que comen pequeños crustáceos, mejillones y pequeños peces. 
Si las condiciones son propicias puede llegar a reproducirse por partición longitudinal, es decir, asexualmente. También tiene reproducción sexual ovípara de mayo a julio y presenta sexos separados.
La anémona de mar, como todos los cnidarios, puede ser muy urticante y causar lesiones en algunas partes más sensibles del cuerpo. 
Características de las anémonas de mar
Las anémonas llevan este nombre porque parecen flores, pero realmente son animales inmóviles, tal y como hemos mencionado en la introducción. 
A continuación vamos a ver cuáles son las características de las anémonas de mar más destacadas.
Son animales sésiles: es decir que no se mueven. Se mantienen fijas al sustrato marino, aunque en algunas ocasiones pueden moverse algunos milímetros. Gracias a esta fuerte fijación soportan las corrientes marinas, incluso las que son muy dinámicas. Descubre otros Animales que no se desplazan, aquí.
Tienen colores vivos y llamativos: compuestos por 4 colores principales que son el rosa, café, morado, verde y rojo.
Son parientes de las medusas: se diferencian de ellas y de otros cnidarios porque no tienen fase de medusa, sino que únicamente se mantienen en la fase de pólipo que es la fase bentónica e inmóvil.
Su cuerpo se compone de una boca rodeada por tentáculos cubiertos de una mucosidad protectora: estos tentáculos pueden retraerse cuando se les molesta o cuando el nivel del agua baja. Conoce otros Animales con tentáculos, aquí.
Tienen una abertura central: donde está la boca y bajo la que se extiende el cuerpo cilíndrico. Tienen simetría radial en torno a esta abertura, que puede abrirse y cerrarse ayudando no solamente a la alimentación sino también al balance hidrostático de la anémona.
Este cuerpo tiene tres capas de tejido: la epidermis que está en contacto con el exterior, la mesoglea gelatinosa que le da movilidad, y la gastrodermis que es el epitelio intestinal donde se absorben y procesan los alimentos.
Son de tamaños muy variados: pueden ser de apenas unos centímetros, hasta dos metros.
Están revestidos de cnidocitos: células que contienen un arpón embebido con veneno al que se le llama nematocisto. Son útiles para la alimentación y defensa.
Tipos de anémonas de mar
Existen más de 1.000 especies de anémonas de mar, pero pueden agruparse en dos grandes tipos que resultan de una categoría taxonómica más específica:
Suborden Enthemonae: son las anémonas con la morfología típica mesenterial, de cuerpo blando y con tentáculos que las hacen similares a flores. La mayoría de las anémonas marinas pertenece a este grupo.
Suborden Anenthemonae: son las anémonas que no tienen una morfología típica en su mesenterio.
Las anémonas no nos picarán a menos que sean molestadas, aunque también pueden ocurrir roces accidentales durante sesiones de buceo o snorkeleo.
En caso de que llegue a picarte una anémona de mar lo que ocurrirá es que los cnidocitos se activarán al mínimo contacto. La punción puede generar microlesiones y la inserción del veneno puede desencadenar múltiples reacciones como:
Picazón y ardor.
Enrojecimiento.
Náuseas.
En casos muy graves por contacto ininterrumpido, pérdida de conocimiento.
El tratamiento consiste en soluciones diluidas de ácido acético o vinagre, aplicadas directamente en la herida para bloquear el veneno. Puede aplicarse también bicarbonato de sodio, azúcar o papaína. En caso de no tener a mano ninguna de estas preparaciones, se recomienda lavar la zona inmediatamente con agua de mar. Pueden tomarse antihistamínicos para la picazón, pero en todo caso siempre es recomendable visitar un médico de urgencias.
Alimentación de las anémonas de mar
Estos animales son depredadores activos. Se ayudan de sus tentáculos con cnidocitos para capturar todo tipo de presas, como peces, moluscos, o incluso erizos de mar.
El tamaño de las presas es proporcional al tamaño de la anémona y, una vez paralizada la presa, es llevada hacia la boca para comenzar la digestión en la cavidad gástrica.
También pueden consumir partículas de plancton que están suspendidas en el agua, facilitadas por las corrientes marinas. Pueden mantener relaciones simbióticas con algas zooxantelas, donde las anémonas dan refugio a las algas y estas últimas hacen fotosíntesis, compartiendo parte de su energía fabricada para uso de la anémona.
Muchas también hacen simbiosis con peces, a los que se les llama peces anémona. Ellos acercan alimento a las anémonas y las limpian, mientras ellas les dan un refugio, pues los peces desarrollan con el paso del tiempo una inmunidad contra el veneno.

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