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S I G L O N U E V O • 55 tiples muestras de cariño que fueron llevadas hasta el lugar donde se ha- llaba El Noa Noa. El bar fue víctima de un incendio en 2004 y el espacio se recicló como estacionamiento. Un Juan Gabriel de cenizas descansa ahora en la casa que lim- piaba su madre. El cantautor deseó que ese inmueble fuera convertido en un museo y así se hará, según anuncio hecho ante los medios de información por el gobernador de Chihuahua, César Duarte. También se dio a conocer que será declarado hijo predilecto del asentamiento fronterizo y que cada 28 de agosto habrá un festival en su nombre. Juan Gabriel tampoco se enteró de que el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, lamentó su partida. En un mensaje difundido por la ofi cina de prensa de la Casa Blanca, el creador de éxitos como ¿Por qué me haces llorar? o Yo te recuerdo fue descrito como un gran- de de la música latina cuyo espíritu vivirá en sus canciones y en los co- razones de sus admiradores. LAS LENTEJUELAS La muerte de Juan Gabriel también signifi có la renuncia de Nicolás Alvarado a la dirección de TV UNAM. El hoy exfuncionario uni- versitario escribió en una columna que no le gustaba Juanga y que le irritaban sus lentejuelas no por jotas sino por nacas”. También su- brayó que su rechazo hacia el Divo de Juárez era “clasista”. Los comentarios fueron inter- pretados como muestras de un espíritu homófobo y discriminatorio poco conciliable con el carácter público de la institución en la que laboraba. Nicolás Alvarado renunció, se- gún explicó en las entrevistas que ha dado sobre el tema, para seguir siendo “políticamente incorrecto”. En otras de sus declaraciones, citó una idea de Carlos Monsiváis sobre Juanga (“es el hombre que pone lo marginal en el centro”) y le asignó un nuevo cariz: “pone lo joto en el centro”, “pone lo naco en el centro”. Luego de la avalancha de críti- cas recibidas, Alvarado se disculpó. No se retractó de lo dicho, pero sí del momento en que lo dijo. La oportunidad del texto, reconoció su autor, fue naca. En el caso de Juan Gabriel, nunca parece haber un buen momento para criticarlo. Basta con ver el aluvión de críticas que recibe cualquier cibern- auta que publica comentarios negati- vos sobre alguna de sus canciones. No basta con explicar que no se trata de un ataque al cantautor, no basta con precisar que es un asunto entre un oyente y la canción que acaba de escuchar. A lo largo de 45 años de tra- yectoria, Juan Gabriel conquistó un pueblo entero, uno que lo defi ende de los extraños, de aque- llos que son incapaces de ver su grandeza, de amar sus canciones, de ver las cosas a la luz de un sen- timiento que llama a divertirse más, a siempre siempre recordar, a preguntar ¿por qué me haces sufrir?, a descubrir que no has na- cido para amar y, en una de esas, a dar gracias al sol porque ahora no hace frío, ni hace calor. Correo-e: bernantez@hotmail.com Miles de personas recibieron con cánticos, gritos y lágrimas, las cenizas del cantautor Juan Gabriel en el Palacio de Bellas Artes. Foto: EFE/STR
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