MALACARNE Narrar (2)

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Área de Educación-Programa Políticas, Lenguajes y Subjetividades en Educación
Diploma Superior en Psicoanálisis y prácticas socioeducativas. 
Aportes para abordar el malestar educativo actual.
Cohorte N°: 22
Año: 2020
 
Aula: 1
Profesor - tutor: Paula Schiselman.
Fecha de entrega: 3 de septiembre 
Cursante (nombre y apellido): Natacha Malacarne
País, ciudad, provincia: Río Cuarto, Córdoba.
Profesión: Profesora de Lengua y Literatura.
Rol profesional y tipo de institución o dispositivo en el que la ejerce: Docente
Sistema en o con el cual trabaja (educación, salud, justicia, comunitario): Educación.
Nivel educativo en el cual trabaja (en caso de cumplir funciones en relación a lo educativo): Secundaria.
Nombre del malestar: Estrés laboral. 
Mi día a día se convirtió en un caos”- pienso que con las clases presenciales suspendidas, debimos cambiar la metodología para enseñar a distancia, responder consultas fuera del horario escolar, además de ayudar a Paulina con sus tareas. 
Recuerdo que el 16 de marzo todavía no estaban suspendidas las clases. Entonces, empezó el rumor de la suspensión del ciclo lectivo al ritmo de la expansión del virus en el país. Los primeros días era un barco a la deriva, me fui manejando más o menos por lo que leía en Internet y actualizando lo que había estudiado hacía un tiempo en la Especialización de Nuevas Tecnologías. Estuve tres días seguidos sin pegar un ojo. Me tenía que poner a armar las tareas virtuales que tenía que empezar a enviar porque me las estaban exigiendo.
Yo doy clases en 6 cursos de una escuela secundaria de la ciudad. Mis alumnos son heterogéneos y muchos no disponen de conectividad o computadora. Pero todos tienen celular y WhatsApp. Por lo que recuerdo que arranqué por armar grupos en watsahpp: “Este es el grupo que van a tener conmigo. Por esta vía les voy a pasar las tareas. Cualquier cosa que no entiendan se manejan por acá”, les dije, y ahí arrancó el caos. La escuela es secundaria con dos modalidades: orientada y técnica. Yo estoy a cargo del espacio curricular de Lengua y Literatura. El trabajo con los colegas es virtual mensajes de textos o llamadas virtuales para realizar los acuerdos institucionales. 
Los seis grupos de WhatsApp -uno por curso-, los grupos de profesores, los llamados de directores o preceptores, la queja de colegas sobre mi trabajo más la atención que demanda mi hija hicieron un combo intolerable. Mí día a día se convirtió en un caos. En casa, soy yo quien sale a hacer los mandados, quien cocina y limpia, quien arma tareas para mis alumnos. También contesto los mensajes de dudas de los chicos y sus papás a cualquier hora y cualquier día, ayudo a mi hijo con sus deberes. Estoy separada hace ya un año casi así que todo pasa por mí”. 
Más allá del componente extra de la separación la situación de desborde es frecuente en estos días de pandemia. Contrario al prejuicio, sin clases se multiplicó el trabajo docente. Se expandió hacia metodologías hasta entonces desconocidas. La planificación habitual se trastocó por completo: la dinámica de enseñanza-aprendizaje en el hogar -si es que se da- no es la misma que en la escuela.
Si antes ya era difícil y tomaba mucho tiempo planificar una clase y que esta salga ‘bien’ en el aula, ahora es más complejo aún. Ahora tengo que planificar en determinado formato digital y en forma completa y super prolija, ya que la tengo que enviar con antelación. Me toma muchísimo tiempo y me suma una presión que antes no tenía. Ahora tengo que diseñar y armar presentaciones en Powerpoint todas las semanas, porque los chicos las necesitan para seguir la clase por Zoom, tengo que grabar las clases y subirlas para quien no se pudo conectar, tengo que sacar fotos de la pantalla y las actividades para que el colegio pueda subirla a las redes. 
	Sentada frente a mi computadora como todas las mañanas siento tensión y contractura sumada al enojo y la ansiedad. Claro pienso que es posible que se dé un exceso de trabajo ya que tenemos que estar continuamente rediseñando y adaptando todo el sistema, así como también, la falta de límite en los horarios laborales. 
Estimada Natacha:
Te hago llegar algunos apuntes que surgen de la lectura de tu escrito, son comentarios que por un lado tienen en cuenta, 1) la forma en que está narrada la situación elegida, y 2) la posibles líneas de análisis. Tenés en cuenta que estas preguntas y apuntes son para que tomes como orientación en el siguiente escrito, no tanto para que las vayas respondiendo una a una, serían una guía para el trabajo siguiente.
Distinguir ambas cuestiones (escena y líneas de análisis) nos permitirá detenernos en aspectos puntuales del relato que presentas y también en aquellos que van a permitir a futuro, ampliar la mirada a partir de comenzar a “leerlos” desde algunos de los conceptos e ideas que venimos trabajando en las clases y la bibliografía.
1) En cuanto a la narración de la escena elegida:
● Los hechos o acontecimientos narrados presentan una secuencia clara. Se me ocurre que podrías ampliar la dimensión institucional, cómo es la escuela, qué materia das, cual es la historia de la institución, el trabajo con los colegas etc. O lo que quieras agregar al respecto. ¿Se da trabajo con los directivos? ¿Qué cambió del trabajo con colegas y directivos con la pandemia?
● La voz del relato: Entiendo que sos la narradora de la escena que desde tu lugar de docente enuncia el malestar “Estrés laboral.”
2) En cuanto a líneas posibles para la lectura del malestar:
La idea de la siguiente instancia es que empieces a leer tu escena en sus dimensiones, sobre todo ampliando los puntos que puse anteriormente; y puedas ayudarte con algunas claves teóricas que ofrecen las clases de la diplomatura. Irás viendo cuáles pueden ser pertinentes para este tiempo de comprender el malestar, es decir empezar a trabajarlo conceptualmente. 
El trabajo figura como “Entregado”. Espero que te sirvan mis comentarios y por supuesto no dudes en comunicarte conmigo ante cualquier duda.
Saludos, Paula