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INTRODUCCIÓN a la TOPOLOGÍA de los ESPACIOS MÉTRICOS José Manuel Díaz Moreno Seruicio de Publicaciones Uniuersidad de Cádiz José Manuel Díaz Moreno INTRODUCCIÓN ALA TOPOLOGÍA DE LOS ESPACIOS MÉTRICOS SERVICIO DE PUBLICACIONES UNIVERSIDAD DE CADIZ 1998 Díaz Moreno, José Manuel Introducción a la topología de los espacios métricos / José Manuel Díaz Moreno. — Cádiz : Universidad, Servicio de Publicaciones, 1998. — 200 p. ISBN 84-7786-514-0 1. Espacios métricos. I. Universidad de Cádiz. Servicio de Publicaciones, ed. II. Título. 515.124 Edita: Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz I.S.B.N.: 84-7786-514-0 Depósito Legal: CA-741/1998 Diseño Cubierta: CREASUR Imprime: Jiménez-Mena, s.l. Polígono Industrial Zona Franca. Cádiz Printed in Spain A mis amigos Prólogo Como estructura matemática abstracta, el concepto de espacio métrico fue introducido inicialmente por el matemático francés M. Fréchet en 1906, y más tarde desarrollado por F. Hausdorff en su Mengenlehre. En parte, su importancia radica en que constituye una interesante generali zación de los espacios normados, cuya teoría fue básicamente desarrollada por Stephan Banach como cimiento del Análisis Funcional. El desarro llo posterior de las investigaciones sobre topología métrica ha puesto de manifiesto su extraordinario poder para unificar una amplia variedad de teorías hasta entonces dispersas y aparentemente independientes. Actualmente, todas las obras de topología general dedican algún espacio al tratamiento de los espacios métricos, bien como caso particular de los espacios topológicos, bien como una manera natural de introducirlos. Sin embargo, la teoría de los espacios métricos es el fundamento indispensa ble para un estudio serio y riguroso del Análisis Matemático y puede presentarse en forma de una hermosa teoría acabada, muy asequible a la intuición geométrica y poco propensa a presentar fenómenos patológicos, muy al contrario de lo que ocurre con los espacios topológicos, raras veces al alcance de la intuición, llenos de sutilezas axiomáticas y de extraños fenómenos. Todo ello inclina a pensar que la teoría de espacios métricos merecería un estudio independiente; sin embargo, existe un sorprenden te vacío de obras dedicadas al desarrollo independiente de la topología métrica. Este libro, que tiene su origen en los cursos que sobre la materia el autor explica en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Cádiz, recoge los principales conocimientos que es necesario poseer para estar en condicio nes de seguir posteriormente un curso de Análisis Funcional elemental. El autor espera además que el lector perciba y disfrute de la belleza ma temática que los espacios métricos por sí mismos representan. Los prerrequisitos para asimilar el contenido de este libro son pocos; des de un punto de vista formal, los únicos conocimientos previos que se presuponen son: familiaridad y destreza con las nociones elementales de la teoría de conjuntos, incluyendo lo relativo al principio de inducción y las nociones básicas sobre numerabilidad; y, muy especialmente, el cono cimiento del cuerpo de los números reales, particularmente en lo que se refiere al axioma del supremo y a los resultados básicos sobre valor abso luto y desigualdades. El capítulo 0 está dedicado a recordar las nociones que deberían conocerse antes de abordar el texto en sí. Finalmente, el último capítulo, requiere conocimientos elementales de álgebra lineal. Con tales requisitos, la experiencia demuestra que el material del presente libro puede adoptarse como texto para un curso semestral de topología métrica destinado a estudiantes de Matemáticas o disciplinas afines. Aunque sería deseable que el lector poseyera cierta madurez matemáti ca lograda después de haber perdido la inocencia matemática, predo mina en la obra la idea de introducir la estructura definición-teorema- demostración, característica de la matemática contemporánea, tan sua vemente como sea posible; además cada concepto nuevo se acompaña de motivaciones intuitivas, en un lenguaje llano y ordinario (en ocasiones con el riesgo que ello conlleva) y se ha procurado siempre destacar la significación y grado de trascendencia de los resultados. i Al final de cada capítulo se ofrece una numerosa colección de proble mas, pero se ha intentando no hacer uso de ellos como parte integral del desarrollo teórico; a lo más se cita alguno en calidad de contraejemplo. Sin embargo, no se debe interpretar que puede prescindirse de ellos; por el contrario, los problemas evidencian las posibilidades de la teoría, le confieren una mayor significación y apuntan hacia ramificaciones intere santes. Algunos capítulos finalizan con un apéndice dedicado a los espacios de su cesiones y de funciones. Tales espacios métricos son complejos de analizar en un primer curso sobre topología métrica pero ofrecen contraejemplos no triviales sobre algunas cuestiones poco intuitivas. Es en este sentido, y sólo en este, por lo que se han añadido al texto. El capítulo 1 introduce casi todos los conceptos básicos de la topología métrica en la recta real. Esto ayudará al lector a situar el contenido del libro y le familiarizará con las nociones más habituales en un contexto más asequible que la teoría general. Todo el capítulo 2 sirve para que el lector comprenda que los axiomas que definen los espacios métricos (que desde el punto de vista estructuralista constituyen el inicio abstracto de la teoría) son el resultado de un largo proceso de abstracción y de trabajo científico sobre las nociones intuitivas de distancia. Junto a la base axiomática de los espacios métricos, los capítulos 3 y 4 tienen la tarea de introducir los elementos topológicos primigenios. En los capítulos, 5,6,7 se tratan clases especiales de espacios métricos que son de importancia particular en las aplicaciones del Análisis Matemático; se habla respectivamente de las propiedades de conexión, compacidad y completitud, tres conceptos fundamentales y que constituyen junto al estudio de las aplicaciones continuas entre espacios métricos (capítulo 8), el núcleo central. Exigen, pues, un estudio cuidadoso porque deriva en una serie de teoremas fundamentales que constituyen los resultados más notables de la teoría. Se finaliza, en el capítulo 9 con una introducción a los espacios normados en el que se ha tratado, fundamentalmente, de resaltar las especiales, y a veces sorprendentes, relaciones entre dos estructuras, la topológica y la algebraica, que, al menos en principio, aparecen como fuertemente independientes. Estoy en deuda con el doctor don Francisco Benítez Trujillo, quien leyó y corrigió el manuscrito, haciendo muchas sugerencias siempre valiosas y útiles. ii índice General O Introducción 1 0.1 Valor absoluto 1 0.2 Conjuntos acotados. Supremo e ínfimo............................. 5 0.3 Intervalos.............................................................................. 8 0.4 Sucesiones.............................................................................. 10 0.5 Conjuntos numerables......................................................... 14 0.6 Problemas.............................................................................. 15 1 Topología usual de R 19 1.1 Conjuntos abiertos y conjuntos cerrados........................... 19 1.2 Interior, exterior y frontera de un conjunto.................... 23 1.3 Adherencia y acumulación de un conjunto....................... 25 1.4 Conjuntos densos.................................................................. 29 1.5 Conjuntos compactos............................................................ 30 1.6 Problemas............................................................................. 34 2 Espacios métricos 39 2.1 Distancias.................................................................... 39 2.2 Espacios y subespacios métricos.........................................42 2.3 Distancias entre conjuntos................................................... 45 2.4 Problemas............................................................................. 48 2.5 Apéndice. Espacios de funciones y espacios de sucesiones 50 3 Topología de los espacios métricos 53 3.1 Conjuntos abiertos............................. 53 3.2 Conjuntos cerrados............................................ 58 3.3 Abiertos y cerrados en los subespacios............................. 61 3.4 Distancias equivalentes......................................................... 64 3.5 Problemas.............................................................................. 66 3.6 Apéndice. Espacios de funciones y espacios de sucesiones 68 iii 4 Subconjuntos notables 71 4.1 Interior, exterior y frontera de un conjunto ...................... 71 4.2 Adherencia y acumulación de un conjunto.......................... 74 4.3 Subconjuntos densos............................................................. 79 4.4 Problemas............................................................................... 80 4.5 Apéndice. Espacios de funciones y espacios de sucesiones 84 5 Conjuntos conexos 87 5.1 Conjuntos separados .......................................................... 87 5.2 Conjuntos conexos................................................................ 89 5.3 Componentes conexas.......................................................... 93 5.4 Conjuntos conexos en la recta real...................................... 95 5.5 Problemas............................................................................... 96 6 Conjuntos compactos 99 6.1 Conjuntos acotados y totalmente acotados......................... 99 6.2 Conjuntos totalmente acotados............................................. 103 6.3 Conjuntos compactos............................................................... 106 6.4 Propiedad de Bolzano-Weierstrass ....................................... 110 6.5 Problemas.................................................................................112 6.6 Apéndice. Espacios de funciones y espacios de sucesiones 114 7 Sucesiones y espacios completos 117 7.1 Sucesiones.................................................................... 117 7.2 Subsucesiones........................................................................... 122 7.3 Sucesiones de Cauchy ............................................................ 124 7.4 Espacios y subespacios completos.......................................... 128 7.5 Algunos espacios completos importantes ...........................131 7.6 Conjuntos compactos en R"................................................... 133 7.7 Problemas................................................................................. 137 7.8 Apéndice. Espacios de funciones y espacios de sucesiones 140 8 Aplicaciones continuas 145 8.1 Continuidad local..................................................................... 145 8.2 Continuidad global.................................................................. 152 8.3 Continuidad uniforme ............................................................ 158 8.4 Aplicaciones contractivas y teorema del punto fijo........... 161 8.5 Homeomorfismos e isometrías........................... 164 8.6 Problemas.................................................................................. 167 iv 9 Espacios normados 172 9.1 Espacios normados.................................................................. 172 9.2 Topología de los espacios normados........................................175 9.3 Normas equivalentes............................................................... 179 9.4 Aplicaciones lineales continuas ..............................................182 9.5 Espacios normados de dimensión finita................................. 185 9.6 Problemas................................................................................. 191 9.7 Apéndice. Espacios de funciones y espacios de sucesiones 193 Bibliografía 197 índice de términos 199 v O Introducción Este capitulo cero debe interpretarse como un breve recordatorio de al gunas propiedades de los números reales estrechamente relacionadas con los axiomas de cuerpo y orden que los define. Hemos tenido la necesi dad de reprimir tentaciones de desarrollar y ahondar en una variedad de cuestiones que conducen a resultados de gran trascendencia pero que están fuera de nuestras necesidades. Aunque se espera más bien que este capítulo sirva de soporte técnico al objeto principal de nuestro estudio, el lector debería poner un especial cuidado en comprender y dominar los conceptos y propiedades aquí expuestos porque serán usadas profusamen te a lo largo de este libro. 0.1 Valor absoluto El hecho de que —a > 0 si a < 0 es la base de un concepto, el de valor absoluto, que va a desempeñar un papel sumamente importante en este curso. Definición 0.1.1 Para todo número a 6 |a| de a como sigue: IR definimos el valor absoluto a si a > 0 a si a < 0 Tenemos, por ejemplo, I — 3| = 3, |7| = 7, |0| = 0, |1 + y/i - 73| = 1 + 72 - 73, y |i + 72 - 7ió| = Tío - 72 -1. En general, el método más directo de atacar un problema referente a va lores absolutos requiere la consideración por separado de distintos casos. Por ejemplo, para demostrar que |a + b| < |a| + |b| deberían considerarse los cuatro casos posibles (i) (ii) (iii) (iv) a > 0 a > 0 a < 0 a < 0 y y y y b > 0; b < 0; b > 0; b < 0. y Aunque esta manera de tratar valores absolutos es a veces el único método disponible, con frecuencia se pueden emplear métodos más sencillos. Nó tese, por ejemplo, que |a| es siempre positivo excepto cuando a = 0 y, 1 por tanto, es el mayor de los números a y —a; este hecho puede utilizarse para dar una definición alternativa, |a| = máx{a, —a}, que permite probar de forma muy simple algunos resultados básicos. Proposición 0.1.2 Para todo a 6 R se tiene —|a| < a < |a| Demostración Puesto que |a| = máx {a, —a} se tiene que |a| > a y |a| > —a, o bien, — |a| < a; así que —|a| < a < |a|. Proposición 0.1.3 Para todo a,b 6 R se verifica -b<a<b si y sólo si |a| < b Demostración Se tiene que -b < a < b si y sólo si -b < a y a < &; es decir, si y sólo si b > a y b > —a. Por tanto, — b < a < b si y sólo si & > máx {a, —a} = |a|. ■ Los resultados anteriores pueden usarse ahora para demostrar ciertos hechos muy importantes relativos a valores absolutos. Teorema 0.1.4 Para todo a,b ER se verifica |a + 6| < |a| + |6| Demostración Puesto que -|a| < a < |a| y - |&| < b < |&| se tiene, sumando, -(|a| + |6|) <a + b< |a| + |&| y, por la proposición anterior, |a + 6| < |a| + |ó| 2 Teorema 0.1.5 Para todo a,b 6 R se verifica |a| — |&| < ||a| — |&|| < [a — 6|. Demostración s La primera desigualdad es obvia. Veamos la segunda: se tiene |a| = |a - b + &| < |a - &| + |&|; por tanto, |a| —|M < l°~&l de forma análoga, |6| — |a| < |6—a| = |a — &|. Así que |a- &| > máx{|a| - |6|, -(|a| - |6|)} = ||a| - |&|| ■ Cuando identificamos R con la recta real de la manera habitual, el valor absoluto de un número |a| puede interpretarse como la distancia desde el origen al punto a. Por ejemplo | ± 5| = 5 significa que los puntos 5 y -5 están a una distancia 5 del origen. Más generalmente; el valor absoluto nos permite definir la distancia entre dos números reales cualesquiera, pero demoraremos esta cuestión hasta su momento adecuado. La idea fundamental en que se basan en última instancia la mayor parte de las desigualdades que involucran a valores absolutos es, por el elemental que pueda parecer, el hecho de que a2 > 0 para todo numero real a. En particular se tiene para cualesquiera números reales x e y (¿cómo se deduce esto?) 2a?2/ < x2 + y2 (0.1) lo que permite probar la primera, sin duda, de las desigualdades impor tantes: la desigualdad de Schwarz. Teorema 0.1.6 (desigualdad de Schwarz) Si a, y b{ son númerosreales para todo i = 1,... ,n, entonces 1/2 Demostración Si ai = 0 o bt — 0 para todo i — 1,... ,n, la desigualdad es evidente. Supongamos, pues, que existe algún a¿ 0 y algún bi / 0 y pongamos P = Sustituyendo ahora 3 en la desigualdad (0.1), se tiene P 9 “ P2 92 (i = 1,... ,n) de forma que = 2 y, finalmente, $2ii6* i < p?= i=l 1/2 La desigualdad de Schwarz es la base para demostrar otro hecho que tendrá una muy importante consecuencia en el capítulo 2 (en su momento, el lector intuirá inmediatamente donde). Teorema 0.1.7 (desigualdad de Minkowski) Si a¡ y b¡ son números reales para todo i = 1,..., n, entonces Demostración Puesto que ¿ |a¡ + M2 < 52 M2 + 2 ¿ la«M + ¿ IM2 •=1 i= 1 i=l i=l se tiene, por la desigualdad de Schwarz, y, por tanto, 4 0.2 Conjuntos acotados. Supremo e ínfimo Definición 0.2.1 Se dice que un conjunto no vacío A c R está 1. acotado superiormente si existe un número x £ IR tal que a < x para todo a £ A. Tal número x se llama una cota superior de A. 2. acotado inferiormente si existe un número x GR tal que x < a para todo a £ A. Tal número x se llama una cota inferior de A. 3. acotado si está acotado superior e inferiormente. Obsérvese que si x es una cota superior de A, entonces y > x es también una cota superior de A; por tanto, un conjunto acotado superiormente tiene, de hecho, una infinidad de cotas superiores. Del mismo modo, un conjunto acotado inferiormente tiene una infinidad de cotas inferiores. Ejemplo 0.2.1 1. El conjunto A = {x £ R : 0 < x < 1} es un conjunto acotado. Para demostrar que A está acotado basta con exhibir alguna cota superior y alguna cota inferior de A, lo cual es bastante fácil: por ejemplo, 138 es una cota superior de A, e igualmente lo son 2, 3/2, 5/4 y 1; por otra parte, cualquier número real negativo es una cota inferior y también lo es 0. Evidentemente, 1 es la cota superior mínima de A y 0 es la cota inferior máxima. 2. Sean a y b dos números reales tales que a < b. Los intervalos siguientes son todos acotados, siendo a una cota inferior y b una cota superior. (a) {x G R : a < x < 6} (b) {x £ R : a < x < 6} (c) {x £ R : a < x < b} (d) {x £ R : a < x < b} 3. Para cada a £ R los intervalos siguientes son conjuntos no acotados (a) {x £ R : x < a} (b) {x £ R : x > a} (c) {x G R : x < a} (d) {x G R : x > a} 4. El conjunto R de números reales y los números naturales N son ejemplos de conjuntos que no están acotados superiormente. • Sea A C R un conjunto no vacío y acotado y supongamos que existe una cota superior mínima x; es decir, si z es otra cota superior, entonces 5 x es menor o igual que z. Es evidente que si x ,e y son ambos cotas superiores mínimas de A, entonces x < y e y < x (¿por qué?) y, por tanto, x = y, de forma que no puede haber dos cotas superiores mínimas distintas. Análogamente, si existe una cota inferior máxima de A, esta debe ser única. Son estas consideraciones las que motivan las definiciones siguientes. Definición 0.2.2 Dado un conjunto no vacío A C R, 1. Se dice que un número x E R es el supremo de A y se escribe x = sup A si verifica (a) x es una cota superior de A; y (b) si y es una cota superior de A, entonces x < y. 2. Se dice que un número x € R es el ínfimo de A y se escribe x = inf A si verifica (a) x es una cota inferior de A; y (b) si y es una cota inferior de A, entonces y < x. Nótese que si existe un x € A tal que a < x para todo a G A, entonces x es el supremo de A y, análogamente, si x < a para todo a 6 A, x es el ínfimo de A. En general, cuando el sup A € A se le suele llamar máximo y se escribe máx A y, de forma análoga, cuando inf A G A se le suele llamar mínimo y se escribe mín A. Ejemplo 0.2.2 1. Sean a y b dos números reales tales que a < 6 y A = {x £ R : a < x < 6); se tiene entonces inf A — a y sup A = b. En efecto, a es, evidentemente, una cota inferior de A. Veamos que si c > a entonces no es cota inferior: si c > b > a, la cuestión es evidente y si a < c < b, se tiene que x = (a+c)/2 verifica a < x < c y x e A, así que c no es cota inferior de A. Por tanto a = inf A. De forma análoga se demuestra que b = sup A. 2. Si a, b, x G R con a < b y A — {x : a < x < b}, B = {x : a < x < b}, C = {x : a < x < b} se tiene inf A = inf B = inf C = a y sup A = sup B = sup C = b. Hemos omitido hasta aquí un detalle: la cuestión de cuáles son los conjun tos que tienen ínfimo o supremo. Consideremos el problema del supremo (las cuestiones relativas al ínfimo se resuelven con facilidad por analogía). Es evidente que si A no está acotado superiormente, entonces A no tiene 6 ninguna cota superior, de modo que no puede tener supremo. Recípro camente, se tiene la tentación de afirmar que siempre que A tiene alguna cota superior, tiene supremo. Aunque no daremos una demostración for mal aquí, nuestra intuición es correcta y el aserto es verdadero, y por cierto muy importante; tan importante que vale la pena enunciarlo con detalle. Teorema 0.2.3 1. Si A C R es un conjunto no vacío y acotado superiormente, enton ces tiene supremo. 2. Si A C R es un conjunto no vacío y acotado inferiormente entonces tiene ínfimo. Aunque los conjuntos no acotados superiormente no tienen supremo y, por tanto, la notación sup A carece de sentido, a veces, por conveniencia, escribiremos sup A = oo. De forma análoga, para el ínfimo pondremos inf A = -oo. Es posible que esta propiedad, cuya demostración omitimos, llame la atención del lector por su falta de originalidad, pero esta es, precisamente, una de sus virtudes. La propiedad del supremo no es, en realidad, tan inocente como parece; después de todo no se cumple para los números racionales Q (véase el problema 12). De hecho, la propiedad del supremo caracteriza, en cierto modo, a los números reales. Ejemplo 0.2.3 Dado A = {1/n : n € N} se tiene inf A = 0. En efecto, puesto que 0 < n para todo n € N, se tiene 0 < 1/n, así que 0 es una cota inferior de A y, por tanto, A tiene ínfimo. Pongamos a = inf A, con a > 0; entonces se verifica que a < 1/n para todo n E N. En particular, también será 1 a < — 2n y, por tanto, 2a < 1/n así que 2a es también una cota inferior y debe verificar 2a < a, de donde a < 0. Luego, a = 0. Nótese que esto significa que para todo £ > 0 existe un número natural n con 1/n < e, un hecho que será utilizado frecuentemente en este curso. • Al comienzo de este capítulo se ofreció el conjunto N de los números na turales como ejemplo de conjunto no acotado. Ahora vamos a demostrar que N es no acotado. El lector puede quedar sorprendido de encontrarse con un teorema tan evidente. Si esto es así, quizá la causa sea el que se haya dejado influir demasiado fuertemente por la imagen geométrica de R. Sin embargo, un raciocinio basado sobre una imagen geométrica no constituye una demostración. La propiedad de que N no es acotado recibe el nombre de propiedad arquimediana de los números reales porque se deduce de un axioma de la geometría que se suele atribuir (no con absoluta justicia) a Arquímides. 7 Teorema 0.2.4 N no está acotado superiormente. Demostración Supongamos que N estuviese acotado superiormente. Puesto que N 0 0, existiría una cota superior mínima a para N. Entonces a > n para todo n G N. En consecuencia, a > n + 1 para todo n G N, puesto que n + 1 está en N si n está en N. Pero esto significa que a — 1 > n para todo n G N, así que a - 1 es también una cota superior de N, en contradicción con el hecho de que a es la cota superior mínima. El que R sea arquimediano es la base de un resultado extraordinariamente poderoso que enunciamos aquí porque haremos uso de ella frecuentemen te. Teorema 0.2.5 Si x,y son números reales tales que x < y, entonces existe un número racional r tal que x < r < y y un número irracional p tal que x < p <y. Entre otras consecuencias, el resultado anterior significa que en cada in tervalo abierto (a, 6) hay, al menos, un número racional. Esta propiedad es tan importante,que recibe un nombre específico: decimos que Q es denso en R, un concepto que proviene de la topología y que será precisado en su momento. 0.3 Intervalos Hay nueve tipos de subconjuntos de R llamados intervalos que tienen un papel relevante en el análisis de las funciones reales y conviene, por tanto, familiarizarse con ellos. Los cuatro primeros son conjuntos acotados y pueden visualizarse como segmentos de la recta real (figura 0.1 (a)). Sean a y & dos números reales tales que a < b. Se llama intervalo abierto de extremos a y b y se designa por (a, b) al conjunto de los números reales estrictamente comprendidos entre a y b: (a, b) = {a; G R : a < x < &} Los intervalos semiabiertos (o semicerrados) de extremos a y & se definen de la forma (a, b] = {x G R : a < x < b} y [a, b) = {x G R : a < x < b} 8 Se llama intervalo cerrado de extremos a y b y se designa por [a, b] al conjunto de números reales [a, b] = {a: € IR : a < x < 6}. Además, para cada a £ R hay cuatro semirrectas (—00, a) = {z E R : x < a} (a, oo) = {z € R : x > a} (—00, a] = {z E R : x < a} [a, oo) = {z £ R : x > a} representadas gráficamente en la figura 0.1 (b). Finalmente, (figura 0.1 (c)) R en sí mismo puede ser entendido como el intervalo (extendido indefinidamente en ambas direcciones) (—oo, oo) = R Figura 0.1: Intervalos (a) (b) »----------------------o (—oo, a) -------------------------• (—oo, a] (a, oo) o--------------------- [a, oo) • » --------------------------------------------------1-------------------------------------------------- a (c) O Todos los intervalos se caracterizan por una propiedad simple llamada propiedad de convexidad. Teorema 0.3.1 Sea A C R un conjunto no vacío. Las siguientes afir maciones son equivalentes: 1. A es un intervalo. 2. Para todo x,y € A, el intervalo [z,y] está contenido en A. 9 Demostración Que (1) implica (2) es evidente. Para ver el recíproco ponemos a = inf A y b = sup A (Nótese que permitimos que a y b puedan ser, respectivamente, —oo o +oo si A no está acotado inferior o superiormente). Entonces, para cada z 6 (a, b), existen x, y € A tal que x < z < y (¿por qué?) y, como por hipótesis, [a:, y] C A se tiene (a, 6) C A. Puesto que a = inf A y b = sup A, A es uno de los intervalos con extremos a y b. 0.4 Sucesiones El concepto de sucesión es tan natural que incluso aparentemente se puede prescindir de una definición formal. No es difícil, sin embargo, formular una definición rigurosa; lo importante acerca de una sucesión es que para todo número natural n existe un número real an y es precisamente esta idea lo que se formaliza en la definición siguiente. Definición 0.4.1 Una sucesión de números reales es una aplicación a : N —> IR Desde el punto de vista de la definición, los valores particulares de la sucesión a deberían designarse mediante a(l), a(2), a(3), ... pero la notación con subíndices 01, , 02, 03, . es la que se usa casi siempre; la sucesión misma se suele designar como (o„). Cuando el rango de una sucesión a es un conjunto acotado superiormente (inferiormente), es decir, existe un número M tal que an < M (an > M) para todo n, decimos que a es una sucesión acotada superiormente (inferiormente). Una sucesión acotada inferiormente, pero no superiormente es la sucesión (on) definida por Gn = mientras que las sucesiones (bn) y (c„) definidas por bn = (-1)", cn = 1 n son acotadas superior e inferiormente. Una representación muy conveniente de una sucesión se obtiene marcando los puntos ai, a2, as,... sobre una recta como en la figura 0.2. Este tipo de gráfica indica hacia donde va la sucesión. La sucesión (an) va hacia el infinito, la sucesión (bn) salta entre -1 y 1, y la sucesión (cn) 10 Figura 0.2: Sucesiones 0 O] 02 03 04 05 &5 — 63 — bi O 62 — bt = be O c5 C3 C2 C1 converge hacia 0. De las tres frases resaltadas, la última constituye el concepto crucial asociado con las sucesiones, y será definido con precisión (la definición se ilustra en la figura 0.3). Definición 0.4.2 Una sucesión (an) converge hacia l, lím an = l, n->oo si para todo e > 0 existe un número natural no tal que |on — Z| < e siempre que n > no Además de la terminología introducida en esta definición,decimos a veces que la sucesión (an) tiende hacia l o que tiene el límite l. Se dice que una sucesión (an) converge si converge hacia l para algún l. Para demostrar que la sucesión (cn) converge hacia 0, basta observar lo siguiente. Si e > 0, existe un número natural no tal que 1 — < e.no Entonces, si n > no tenemos 1 n no y, por tanto, |cn - 0| < e. Sin embargo, es generalmente muy difícil determinar el límite de una sucesión, (o probar que cierto número real lo es) partiendo únicamente Figura 0.3: Límite de una sucesión_________ ano+l —I---------- ———। ------ •- -I l — £ Ono+3 l “no+2 l + £ 11 de la definición; por eso es importante, disponer de algunos criterios que garanticen la convergencia de sucesiones. El primer criterio, muy fácil de demostrar, pero que constituye la base para todos los demás resultados, se expresa en términos de crecimiento. Diremos que una sucesión (an) es creciente cuando a„+i > an para todo n; y no decreciente si an+i > an para todo n; existen definiciones análogas para sucesiones decrecientes y no crecientes. Teorema 0.4.3 Si (a„) es una sucesión no decreciente y acotada supe riormente, entonces (an) converge. Demostración Puesto que (an) es acotada superiormente, pongamos a = sup{an : n e N}; y veamos que límn_»oo «n = a. En efecto, puesto que a es el supremo del conjunto {a„ : n € N), si e > 0, existe algún ant¡ que satisface a - «n0 < e. Entonces, si n > no tenemos que an > ana, de modo que o an < o ano <c e. Esto demuestra que lím^oc = a. Un enunciado análogo se tiene si (an) es no creciente y acotada inferior- mente. La hipótesis de que (an) está acotada superiormente es claramente esen cial en el teorema anterior; si (an) no está acotada superiormente, en tonces (tanto si es no decreciente como si no lo es) diverge. Con esta consideración podría parecer que no debería existir dificultad alguna en decidir si una sucesión no decreciente está o no acotada superiormente, y en consecuencia si converge o no. De momento puede el lector inten tar decidir si la siguiente (evidentemente creciente) sucesión está o no acotada superiormente: 111 111 2’1 + 2 + 3’1 + 2 + 3 + 4’' •' Aunque el teorema 0.4.3 trata solamente un caso muy particular de su cesiones, resulta más útil de lo que a primera vista pueda parecer, puesto que es siempre posible extraer de cualquier sucesión (an) otra sucesión que es, o bien no creciente, o bien no decreciente. Hablando sin precisión, definamos una subsucesión de una sucesión (an) como una sucesión de la forma «ni i «nai «ns> ■ ■ ■ donde los ni son números naturales con «i < n2 < n3 < • • • 12 Entonces toda sucesión contiene una subsucesión que es o bien no decre ciente o bien no creciente (problema 22) Proposición 0.4.4 Cualquier sucesión (an) contiene una subsucesión que es o bien no decreciente o bien no creciente. Este hecho, de por sí ya relevante, es además el núcleo de un resultado aparentemente sorprendente, pero de inmediata comprobación. Teorema 0.4.5 (de Bolzano-Weierstrass). Toda sucesión acotada tiene una subsucesión convergente. Hasta aquí es donde podemos llegar sin suposiciones adicionales: es fácil construir sucesiones que tengan muchas, incluso infinitas, subsucesiones que converjan hacia números distintos (véase el problema 21). Existe otra suposición razonable que, al añadirla, ofrece una condición necesaria y suficiente para la convergencia de cualquier sucesión; una condición que, además de simplificar muchas demostraciones (sólo por esta razón ya vale la pena que la establezcamos) desempeña un papel fundamental en el análisis. Si una sucesión converge, de modo que sus términos eventualmente se aproximan todos a un mismo número, entonces la diferencia entre dos cualesquierade tales términos debe ser muy pequeña. Para ser precisos, si límn_>oo = l para algún valor l, entonces, por definición, para cualquier e > 0, existe no tal que |an - l\ < e/2 para n > no; ahora bien, si es a la vez n > no y m > n0, entonces ¡Un ^ml < |&n 1| d" P ®m| < 2 2 = Esta desigualdad final, |an — am| < e, que elimina la mención al límite l, puede utilizarse para formular una condición (la condición de Cauchy) que es claramente necesaria para la convergencia de una sucesión. Definición 0.4.6 Una sucesión (an) es una sucesión de Cauchy si para todo e > 0 existe un número natural no tal que |an — am| < c, siempre que n,m>n0 La elegancia de la condición de Cauchy está en que es también suficiente para asegurar la convergencia de una sucesión. Después de todo nuestro trabajo preliminar, queda poco por hacer para terminar la demostración. Hemos visto ya que (an) es una sucesión de Cauchy si converge. La idea fundamental para ver el recíproco consiste en probar que toda sucesión de Cauchy está acotada y que, por tanto, posee una subsucesión convergente para, finalmente, demostrar que si una sucesión de Cauchy (an) tiene una subsucesión convergente entonces (an) también converge (problema 23). Teorema 0.4.7 Una sucesión (an) converge si y sólo si es una sucesión de Cauchy. 13 0.5 Conjuntos numerables La noción de conjunto numerable es, es realidad, muy natural. Se trata de extender a infinito la posibilidad de contar. La definición matemática adecuada es la siguiente. Definición 0.5.1 Un conjunto A es numerable si existe una aplicación sobreyectiva f.X->A Inmediatamente se aprecia que la definición anterior lleva implícita una interpretación ligeramente diferente pero extremadamente importante: el conjunto A es numerable si es posible disponer sus elementos en una sucesión 01, 02, 03,... El primer ejemplo inmediato de conjunto numerable es lógicamente N; evidentemente también es numerable cualquier conjunto finito o el con junto de los números pares. Algo más sorprendente es comprobar que Z es también numerable, pero ver es creer 0, -1, 1, —2, 2, ... Los resultados siguientes muestran que hay muchos más conjuntos nume rables de lo que se pueda suponer. Teorema 0.5.2 1. Cualquier subconjunto de un conjunto numerable es numerable. 2. La unión de dos conjuntos numerables es numerable. La demostración de estas propiedades es sencilla y se deja al lector. (La primera es inmediata, para la segunda apliqúese el mismo artificio que dio resultado para Z). El conjunto de los números racionales positivos es también numerable; para demostrarlo, basta utilizar la siguiente descripción Naturalmente, de forma similar, el conjunto de los números racionales negativos también es numerable y, por tanto, deducir que Q es numerable (esto es sí que es verdaderamente sorprendente) es ahora una trivialidad. Puesto que existen tantos conjuntos numerables, es importante observar que, por ejemplo, el conjunto de los números reales comprendidos entre Oy 1 no es numerable (problema 25). En otras palabras, no es posible disponer todos estos números reales según una sucesión Ol, 02, 03, ... 14 0.6 Problemas 1. Dése una expresión equivalente de cada una de las siguientes utili zando como mínimo una vez menos el signo de valor absoluto. (a) |72 + 73- 75 + 77|. (b) |(|a + 6|-W-|5|)l- (c) |(|a + &| + |c| - |a + b + c|)|. (d) |r2 - 2xy + y21. (e) 1(172 + 731-|75-T7|)|. 2. Dése una expresión equivalente de cada una de las siguientes pres cindiendo de los signos de valor absoluto, tratando por separado distintos casos cuando sea necesario. (a) |a + 6|-|fe|. (b) |(|*| - 1)1- (c) |*| - l*2|- (d) a - |(a- |a|)|. 3. Encontrar todos los números x para los que se cumple (a) |x - 3| = 8. (b) - 3| < 8. (c) |z + 4| < 2. (d) |x - 1| + - 2| > 1. (e) |a: - 1| + |a: + 1| < 2. (f) - 1| + |r + 1| < 1. (g) |z - 1||*+ 1| = 0. (h) - 1||* + 2| = 3. 4. (a) Dar una nueva demostración |a + 6| < |a| + |6| mediante un análisis exhaustivo de todos los casos posibles. ¿Cuándo se verifica |a + í>| = |a| + |6| y cuándo |a + b| < |a| + 16|?. (b) Dése otra demostración más corta partiendo del hecho de que 7a2 = |a| (¡ojo! no a). 5. Demostrar lo siguiente: igualdad). (a) |;rj/| = M|í/|. (b) 1 X _ _1_ ” 1*1 , si x 0 0. (c) *1|y| — x ” y , si y / 0. (d) X -y| < |x| + |¡/|. (Dése un demostración muy corta). (e) X + y + z| < 1*1 + l?/l + |*|- (Indíquese cuándo se cumple la 15 6. Demostrar que , r i x + y + I?/ - x| máx {x, y } = -------- - -------- x + y - |y - x| mín{x,j/} = - ~2'*------L 7. Demostrar que si I» - ®o| < | y \y - S/ol < | entonces |(z + 3/) - (xo +yo)l < e, |(x - y) - (x0 - yo)| <£ El enunciado de este problema encierra algunos números extraños, pero su mensaje básico es muy sencillo: si x está suficientemente cerca de xo e y está suficientemente cerca de yo, entonces x + y está cerca de xo + yo, y x — y está cerca de xo — yo- 8. Hallar la cota superior mínima y la cota inferior máxima (si existen) de los siguientes conjuntos. Decidir también qué conjuntos tienen elemento máximo o elemento mínimo. (a) / i : n € N1 (n ) (b) M:n€Z,n/ol [ n J (c) {x : x = 0 o x=l/n,ngN} (d) {x G Q : 0 < x < (e) {x : x2 + x + 1 > 0} (f) {x : x2 + x - 1 < 0} (g) {x : x < 0 y x2 + x — 1 < 0} . (h) / i + (-1)” : n € (n J 9. Sea A c K un conjunto no vacío. Probar que A es acotado si y sólo si existe un número real positivo K tal que |x| < K para todo x 6 A. 10. Supongamos que A y B son dos conjuntos no vacíos de números reales tales que x < y para todos x G A, y G B. (a) Demostrar que sup A < y para todo y G B. (b) Demostrar que sup A < inf B. 11. Sean A C B conjuntos no vacíos y acotados superior e inferiormente de números reales. Probar que inf(B) < inf(A) < sup(A) < sup(B) 12. Probar que en el conjunto Q de los números racionales, el conjunto A = {a G Q : a > 0, a2 < 2} es no vacío y está acotado superiormente, pero no tiene supremo. 16 13. Use la propiedad arquimediana para demostrar de otra forma que para todo e > 0 existe un número natural n con 1/n < e. 14. Sea A C K no vacío y acotado superiormente, y sea c un número real. Demostrar que c < sup(A), si y sólo si para cada £ > 0 real, existe x e A tal que c — £ < x. 15. Probar que si A es acotado y para todo x, y e A, el intervalo [x, y] está contenido en A, entonces (a, b) C A C [a, 6] con a = inf A y b = sup A. Este problema puede ayudar a comprender la demostración del teo rema 0.3.1. 16. Probar que un conjunto A es acotado si y sólo si existe un intervalo (a, 6) que lo contiene. 17. (a) Demostrar que si I y J son intervalos en IR tales que Ir\J / 0, entonces I U J es un intervalo. (b) Si I y J son intervalos tales que ZU J es un intervalo, entonces I n J / 0. ¿Verdadero o falso? (expliqúese). ¿Y si son intervalos abiertos? ¿Y si son intervalos cerrados?. 18. Hallar oo (a) Q [n, +oo) n=l oo (b) Q (-1/n, 1/n) n=l 19. ¿Verdadero o falso? (expliqúese en cada caso) OO (a) |J [0,1-1/n] = [0,1] n=l oo (b) Q(a-l/n,6 + l/n) = [a,i] n=l 20. Sea 5 una familia de intervalos tales que para cada par de intervalos I, J de S, existe K € S tal que IU J C K. Probar que la unión de todos los intervalos de S, es un intervalo. 21. (a) Hallar todas las sucesiones convergentes de la sucesión 1, -1, 1, -1, 1, -1, ... (Existen infinidad de ellas, pero sólo hay dos límites que estas subsucesiones pueden tener). (b) Hallar todas las subsucesiones convergentes de la sucesión 1, 2, 1, 2,-3, 1, 2, 3, 4, 1, 2, 3, 4, 5, ... (c) Considérese la sucesión 1 1 2 1 2 3 1 2 3 4 1 2’ 3’ 3’ 4’ 4’ 4’ 5’ 5’ 5’ 5’ 6’ ¿Para qué números a existe una subsucesión que converge ha cia a?. 17 22. Probar que cualquier sucesión contiene una subsucesión que es o bien no decreciente o bien no creciente. (Es muy posible confundirse al tratar de demostrar esta afirmación, si bien la demostración es muy corta cuando se acierta con la idea adecuada). 23. (a) Demostrar que si una subsucesiónde una sucesión de Cauchy converge, entonces también converge la sucesión original. (b) Demostrar que cualquier subsucesión de una sucesión conver gente es convergente. 24. Probar que si Ai, A¡, A3,... son todos numerables, entonces Ay n a% n A3 a • ■ • es también numerable. (Utilizar el mismo artificio que para QJ 25. Probar que el conjunto de los números reales comprendidos entre 0 y 1 no es numerable. (Utilícese un desarrollo decimal y reducción al absurdo) 18 1 Topología usual de R En este capítulo construiremos sobre IR una estructura topológica que, fundamentalmente, se basa en la idea de proximidad; una idea que sub yace en los conceptos habituales del análisis. Las propiedades topológicas nacen, al menos en principio, para dar una forma precisa a tales concep tos. 1.1 Conjuntos abiertos y conjuntos cerrados Desde el punto de vista del análisis, los subconjuntos más importantes de IR son, sin duda, los intervalos. Sin embargo, entre ellos hay ciertas diferencias, algunas importantes y otras no (dependiendo, en parte, del contexto). Por ejemplo, la diferencia entre (0,1) y (0,5) es únicamente de escala; las desigualdades que los definen son las mismas. Por otra parte, los intervalos (0,1) y (0, +oc) son de tipos diferentes: uno está acotado y el otro no; incluso así, aún presentan ciertas semejanzas -de hecho, es posible transformar el primero en el segundo-. En contraste, los intervalos I = (0,1) y J = [0,1] tienen propiedades muy diferentes; el punto crucial es el hecho de que los puntos extremos 0 y 1 pueden ser aproximados tanto como se quiera mediante puntos de I, pero ellos mismos no son puntos de I. Más precisamente, a pesar de que 0 y 1 no son puntos de I, son límite de sucesiones convergentes cuyos términos sí están en I. Por el contrario, si una sucesión convergente tiene sus términos en J entonces su límite también debe estar en J. Esta importante propiedad caracteriza no solamente a los intervalos sino también a otra clase mucho más amplia de subconjuntos de R. Pero precisar esta idea necesita de ciertas definiciones previas. Definición 1.1.1 Dado un número real x, se llama entorno de x de radio r > 0 al conjunto E(x; r) = {y : - y | < r} = (x — r, x + r) En lo que sigue, cuando no sea necesario especificar el radio del entorno, designaremos cualquier entorno de x mediante E{x) y llamaremos entorno reducido del punto x al conjunto E*(x) = E(x) \ {x}. Así pues, un entorno reducido de x es un entorno de x del que se ha suprimido el punto x. Es evidente que la intersección de un número finito de entornos de x es también un entorno de x: la intersección E(x;ri) n E(x;f2) O ... D E(x- rn) 19 es el entorno E(x-,r) donde r = mín {ri, r2,..., rn }; es importante obser var, sin embargo, que esto no ocurre, en general, para un número infinito de entornos (¿puede el lector encontrar un contraejemplo?). También está claro que si x e y son dos números reales distintos, existen un entorno de a: y otro de y disjuntos: basta considerar los entornos E^x;^ y E(y,r) con r = - j/|/2. Sea ahora x un punto cualquiera del intervalo (a, b); si tomamos r = mín {|z — a|, |x - b|}, entonces se tiene E{x,r) = (x — r,x + r) C (a,bfi en otras palabras, no sólamente x está en (a, b), sino que -informalmente- todos los puntos cercanos a x están en (a, b); nótese que esto no pasa, por ejemplo, para algunos puntos de (a, b]. Precisemos esta idea. Definición 1.1.2 Un conjunto A C R es un conjunto abierto si para cada x € A existe un entorno E(x) contenido en A. Ejemplo 1.1.1 1. Los intervalos (a, b), (—oo, a) y (a, oo) son evidentemente conjuntos abiertos. En particular, todo entorno es un conjunto abierto. 2. Un intervalo cerrado [a,b] no es un conjunto abierto pues, por ejemplo, todo entorno de a contiene puntos que no están en [a, b], (¿cuáles?). 3. Ningún conjunto no vacío finito o numerable es abierto, pues todo abierto contiene intervalos abiertos que son infinitos no numerables. En particular, Z, Q y cualquier sucesión (an) de números reales no son conjuntos abiertos. En el resultado siguiente se expresan las primeras propiedades de los conjuntos abiertos. Teorema 1.1.3 Se verifican las siguientes propiedades: 1. 0 y R son abiertos. 2. La unión de cualquier colección de conjuntos abiertos es un conjunto abierto. S. La intersección de cualquier colección finita de conjuntos abiertos es un conjunto abierto. Demostración Si x € R, cualquier entorno E(x) está contenido en R; por tanto R es abierto. Por otra parte, 0 es, trivialmente, abierto (¿para qué punto no existe un entorno contenido en él?). Veamos 2 y 3. 20 Sea A la unión de una colección arbitraria {Aí}í^¡ de conjuntos abiertos y sea x € A. Existirá un i tal que x 6 A, y como Ai es abierto, existirá un entorno E(x) contenido en Ai. Entonces E(x) C A y A es abierto. Sea B la intersección de una colección finita B\, B2,... Bn de conjuntos abiertos y sea x € B. Entonces x G Bi para i = 1,2, ...,n y como cada Bi es abierto existirán n entornos Ei(x) C Bi. La intersección de los Ei(x) es un entorno de x contenido en B y B es, pues, un conjunto abierto. ■ Sin embargo, la intersección de una colección no finita de conjuntos abier tos puede no ser un conjunto abierto como prueba el siguiente ejemplo. Ejemplo 1.1.2 1. Paracadan G Nsea An = (-l/n,l/n). La intersección de todos los abiertos An es el conjunto {0} que no es abierto pues todo entorno de 0 contiene puntos distintos de 0. 2. Más generalmente, sea An = (a-l/n,b+l/n). Si x G [a, b] entonces x G An para todo n, y x pertenece a la intersección de todos los An; por otra parte, si x £ [a, b], existe n suficientemente grande tal que x G An y, por tanto, x no pertenece a la intersección de todos los An. Resumiendo oo Q An = [a, b] n=l que no es un conjunto abierto. A la familia T formada por todos los conjuntos abiertos de R le llama remos topología usual de R. Por simplicidad, en lo que resta de capítulo, cuando hablemos de R lo supondremos siempre dotado de la topología T. Como cabría esperar, la relación entre los conjuntos abiertos y los inter valos abiertos es muy estrecha. El resultado siguiente, de importantes consecuencias, pone de manifiesto la estructura interna de los conjuntos abiertos, su estructura intrínseca. Teorema 1.1.4 Un conjunto no vacío A C R es abierto si y sólo si es unión de una colección numerable de intervalos abiertos disjuntos. Demostración Como A es abierto, para cada x G A existe un intervalo {y, z) que contiene a x y está contenido en A. Sean a = inf{y G R : (y, x) C A} y b = sup{z G R : (x, z) C A} (obsérvese que permitimos que muy bien pudiera ser a = —oo o b = oo). Entonces a < x < b y, por tanto, Ix = (a, b) es un intervalo abierto que contiene a x. 21 1 Veamos que además, Ix C A. En efecto, si t e Ix, o bien es a < t < x, en cuyo caso existe un y < i tal que (y, x) C A, o es x < t < b, en cuyo caso existe un z > t tal que (x, z) C A, luego en todo caso t e A. Por otra parte, a £ A pues, en caso contrario, por ser A abierto, existiría r > 0 tal que el intervalo (a—r, a) estaría contenido en A y esto contradice la definición de a. Análogamente se prueba que b & A. Consideramos la colección de intervalos abiertos {Zz : x 6 A}. Como cada x 6 A está contenido en Ix y todo Ix está contenido en A, se tiene x€A y, por tanto A es unión de intervalos abiertos. Por otra parte, si dos de los intervalos (a, b) y (c, d) de esta colección tienen un punto común, deben ser c < b y a < d. Como c no está en A, tampoco está en (a, b) y es c < a y como a no está en A tampoco está en (c, d) y es a < c. Por tanto a = c. De manera análoga se prueba que b = d. Por consiguiente, dos intervalos distintos de la colección {Z^.} son disjuntos y A es unión de intervalos disjuntos. Finalmente, como cada uno de los intervalos abiertos Ix contiene un número raciona, puede definirse una aplicación biyectiva entre la colec ción {Zz } y un subconjunto denúmeros racionales que, naturalmente, es numerable, luego la colección {Zz} es numerable. El recíproco es evidente, puesto que los intervalos abiertos son conjuntos abiertos y la unión de abiertos es un conjunto abierto. Consideremos ahora otros subconjuntos de R que, en cierto sentido, po seen propiedades complementarias de los abiertos. Definición 1.1.5 Un conjunto C C R es un conjunto cerrado si su com plementario R \ C es abierto. Los conjuntos cerrados tienen, en realidad, una caracterización muy suge- rente, que aún no estamos en condiciones de demostrar, pero que conviene tenerla en mente -ya hemos aludido a ella previamente-. En R, un con junto C es cerrado si y sólo si cualquier sucesión convergente de elementos de C tiene su límite en C. Ejemplo 1.1.3 1. Todo intervalo cerrado [a, &] es un conjunto cerrado pues su comple mentario es abierto por ser la unión de los dos conjuntos abiertos (—oo, a) y (b, +oo). 2. Todo intervalo de la forma [a, oo) es cerrado pues su complementario es el conjunto abierto (—oo,a); análogamente, (—oo,a] es cerrado pues su complementario es el conjunto abierto (a, oo). 3. {a} es cerrado, pues su complementario es (—oo,a) U (a, oo) que es un conjunto abierto por ser unión de abiertos. 22 Antes de alargar la lista de ejemplos, veamos las propiedades básicas que resultan inmediatamente -la demostración se deja al lector- de las leyes de De Morgan y las propiedades de los abiertos. Teorema 1.1.6 Se verifican las propiedades siguientes: 1. 0 y R son cerrados. 2. La unión de cualquier colección finita de conjuntos cerrados es un cerrado. 3. La intersección de cualquier colección de conjuntos cerrados es un conjunto cerrado. En este punto parecen convenientes algunas palabras de precaución: en nuestro quehacer diario, “cerrado" significa generalmente “no abierto"; sin embargo esto no es así en R Por una parte hay subconjuntos que no son abiertos ni cerrados, por ejemplo el intervalo (0,1], y por otra hay conjuntos, como 0 y R, que son abiertos y cerrados a la vez. Ejemplo 1.1.4 1. Si A = ■ .,«„} es un conjunto no vacío finito, entonces podemos poner A = í=i y, puesto que cada {a:,} es cerrado, se tiene que A es un conjunto cerrado. 2. Sin embargo, la unión arbitraria de conjuntos cerrados no es, nece sariamente, un conjunto cerrado; por ejemplo, el conjunto oo U [0,1 - 1/n] = [0,1) n=l no es un conjunto cerrado. 1.2 Interior, exterior y frontera de un conjunto Desde un punto de vista conjuntista, cualquier conjunto A C R clasifica los puntos de R en dos clases: aquellos que pertenecen a A y los que no. Sin embargo, desde una perspectiva topológica es importante hacer una distinción más fina. Así, dado un punto x e R podemos afirmar que ocurre una y sólo una de las siguientes situaciones: 1. Existe algún entorno E(x) contenido en A. 2. Existe algún entorno E(x) contenido en R \ A. 3. Todo entorno E(x) tiene puntos de A y de su complementario. Precisemos esta idea. 23 1 Definición 1.2.1 Un punto x G R es un punto interior a un conjunto A C R si existe un entorno E(x) contenido en A. El conjunto de los puntos interiores a A se llama interior de A y se designa por int(A). Un punto x G R es un punto exterior a un conjunto A C R si existe un entorno E(x) contenido en el complementario de A. El conjunto de los puntos exteriores a A se llama exterior de A y se designa por ext(A). Un punto x G R es un punto frontera de un conjunto A C R si todo entorno de x contiene puntos de A y de su complementario. El conjunto de los puntos frontera de A se llama frontera de A y se designa por fr(A). Informalmente: si x es un punto interior a A, no solamente x está en A sino que además hay una pequeña zona alrededor de x que permanece en A; esto es: todos los puntos suficientemente cercanos a x están en A y algo análogo ocurre si x es un punto exterior. Sin embargo, un punto frontera no puede moverse porque puede perder inmediatamente su condición. Consecuencia inmediata de la definición es que, para cualquier A C R, int(A) C A y ext(A) C R \ A. Además, es evidente que los conjuntos int(A), ext(A) y fr(A) son disjuntos dos a dos y que int(A) U ext(A) U fr(A) = R Ejemplo 1.2.1 1. Si A es un intervalo acotado de extremos a y b, entonces int(A) = (a, b), ext(A) = (—oo,a) U (6 +oo) y fr(A) = {a, 6}. 2. Sea M = (0,1) U {2}; entonces: int(M) = (0,1), fr(M) = {0,1,2} y ext(M) = (-oo,0) U (1,2) U (2,+oo). 3. Sea el subconjunto de R, A = {1/n : n G N}; entonces se tiene que int(A) = 0, ext(A) = R \ (AU {0}) y fr(A)=AU{0}. El resultado siguiente precisa el carácter topológico de estos conjuntos. Teorema 1.2.2 Para todo A C R, se tiene que int(A) y ext(A) son conjuntos abiertos y fr(A) es cerrado. Demostración Desde luego, int(A) es abierto si es vacío. En otro caso, por definición de interior, para cada x G int(A) existe un entorno E(x) contenido en A. Como E(x) es abierto, para cada y G E(x) existe un entorno E(y) contenido en E(x) y, por tanto, E(y) C A. Esto prueba que todos los 24 puntos de E(x) son interiores a A, es decir que E(x) C int(A). Así, int(A) es abierto. Como ext(A) = int(R — A), también ext(A) es un conjunto abierto. Finalmente, como fr(A) = R - (int(A) U ext(A)) y el conjunto int(A) U ext(A) es abierto por ser unión de abiertos, fr(A) es un conjunto cerrado. Tenemos, pues, que int(A) es un conjunto abierto; pero, aún más, como pone de manifiesto el resultado siguiente cualquier conjunto A es abierto si y sólo si coincide con su interior. Teorema 1.2.3 Un conjunto A es abierto si y sólo si todos sus puntos son interiores. Demostración Si A es abierto y x € A, existe un entorno E(x) contenido en A, luego x G int(A). Recíprocamente si todos los puntos de A son interiores, se tiene que int(Á) = A y, por tanto, A es abierto. 1.3 Adherencia y acumulación de un conjunto Cuando un punto x es exterior a A, existe un entorno E(x) que -en términos informales- separa a x del conjunto A. Esto no ocurre con los puntos frontera ni, desde luego, con los puntos interiores. Precisemos esta idea. Definición 1.3.1 Un punto x G R es un punto adherente a un conjunto A C R cuando todo entorno E(x) contiene puntos de A. El conjunto de puntos adherentes a A se llama adherencia o clausura de A y se designa por A. Puesto que todo entorno E(x) contiene ajr, todo punto x G A es ad herente a A, así que, en general, A C A, aunque, como se verá, no necesariamente es A = A. Ejemplo 1.3.1 Sea A el intervalo abierto (a, 6). La adherencia de A es el intervalo cerrado [a, 6]. En efecto: los puntos a y 6 son adherentes al intervalo (a,b) puesto que todo entorno E(a) y E(b) contiene puntos de A; por tanto, la adherencia de A incluye como mínimo al intervalo cerrado [a, 6], Por otra parte, si x £ [a, b], uno de los entornos E(x, |z - a|), E(x, |z - b|) no contiene puntos de A, así que x no es punto de adherencia de A. 25 Obsérvese que si x G 3? todo entorno E(x) contiene puntos de A, así que x no pertenece a ext(A); es decir: x G int(A) U fr(A). Recíprocamente, todo punto interior a A o frontera de A es adherente, así que, en realidad, A = int(A) U fr(A). Este hecho nos permite mostrar cómo los puntos adherentes pueden de terminar si un conjunto es cerrado o no. Teorema 1.3.2 Un conjunto A C IR es cerrado si y sólo si A = A. Demostración En primer lugar, observamos que, A es un conjunto cerrado puesto que A = int(A) U fr(A) = IR - ext(4); así que si A = 3, A es cerrado. Recíprocamente, sea A es cerrado. Si x £ A, se tiene que x G R \ A, que es un conjunto abierto; por tanto, existe un entorno E(x) C R \ A y E(x) A A = 0 y x no es un punto adherente. Así, pues, A C A y, por tanto A = A. ■ Sea ahora A = {l/n : n G N}. Es fácil ver que 0 G A, puesto que todo entorno de 0 contendrá puntos de A. Como se verá, no es difícil probar que, en general, el límite de una sucesión convergente es un punto adherente del conjunto formado por los términos de la sucesión. Desde luego,este hecho no es casual; existe una estrecha relación entre puntos adherentes y sucesiones. Teorema 1.3.3 Un punto x es adherente a un conjunto A si y sólo si x es límite de una sucesión (xn) de puntos de A. Demostración Si x es un punto adherente a A, se tiene que para todo n ! 1 1\I x---- ,a: -I— ) A A / 0 \ n n / Podemos escoger entonces, para cada n un punto xn G A tal que ( 1xn G Ix ,x + - | \ n n) Esto define una sucesión (x^ tal que |z„ — x| < 1/n. Luego límxn = x. Recíprocamente, sea (in) una sucesión de puntos de A cuyo límite es x. Entonces dado e > 0, se tiene que xn G (x — e, x + e) para todo n suficientemente grande y, por tanto, (x - e, x + e) A A / 0; así, pues x G A. 26 Conviene hacer notar que en el teorema anterior no se exige que los términos de la sucesión (xn) sean todos distintos. Es más: muy bien pudiera ocurrir que, para cualquier n, el único punto / 1 1\ xn G I x- ,x + - ]\ n n j sea el propio x. Por otra parte, este resultado nos permite mostrar de otra forma que, por ejemplo, 0 es un punto adherente de A = (0, +oo), puesto que 0 = líml/n, y 1/n € A para todo n. Pero su importancia no se reduce a un simple mecanismo de decisión sino que tiene una consecuencia muy importante: es posible caracterizar a los conjuntos cerrados mediante sus sucesiones convergentes, una cuestión que ya fue apuntada en la sección anterior. Teorema 1.3.4 Un conjunto A es cerrado si y sólo si toda sucesión con vergente (xn) con xn G A tiene su limite en A. Demostración En primer lugar, si A es cerrado y límxn = x con xn G A para todo n G N, entonces todo entorno E(x) contiene puntos de {rn} y, por tanto, de A; luego x G A = A (A es cerrado). Recíprocamente, supongamos que toda sucesión en A convergente tiene su límite en A. Si x G A, existe una sucesión (a:n) en A tal que líma:n = x y, por tanto, x G A; luego A = A y A es cerrado. Consideremos ahora el conjunto M — (0,1) U {2}. No es difícil comprobar que M = [0,1] U {2}. Ahora bien, puesto que 2 es un punto adherente de M debe existir alguna sucesión convergente, llamémosle (xn), con sus términos en M tal que lím xn = 2. Como 2 G M la sucesión constante 2 verifica esta condición. Pero no hay ninguna más. Así que 2 es un punto adherente pero con ciertas características especiales. Obsérvese por otra parte que, efectivamente, todo entorno E(2,r) contiene puntos de M, pero si r < 1, el único punto de intersección es precisamente 2. Estas reflexiones nos llevan a afinar un poco más el concepto de adherencia. Definición 1.3.5 Un punto x G R es un punto de acumulación de un conjunto A C R cuando todo entorno reducido E* (x) contiene puntos de A. ' ' Un punto x G R es un punto aislado de un conjunto A si es un punto de A que no es de acumulación. El conjunto de puntos de acumulación de A se llama el conjunto derivado de A y se designa por A'. Ejemplo 1.3.2 1. Se tiene (a,by = (a, 6]' = [a, b)' = [a, &]' = [a, &]. 2. Si A = {1,1/2,1/3,..., 1/n,...}, entonces A' = {0}. 27 J 3. En general, si A = {zn : n € N} y límxn = a con a / xn para todo n € N, entonces A' = {a}. Si, por el contrario, a € A puede ocurrir que A' = {a}, como en la sucesión definida por xo = a y xn = a + 1/n, o que A' = 0 como en la sucesión = a. 4. Todo punto i E Z es un punto adherente de Z, pero no es de acumulación puesto que E* (x, 1 /2)PZ = 0. Es interesante observar, no obstante, que si a € A\A, entonces a es un punto de acumulación de A (Probarlo). • A la vista de la definición, es evidente que todos los puntos de acumulación son puntos de adherencia, así que, en general, A! c A; pero, como se ha visto en el ejemplo anterior, el recíproco no es, en general, cierto. La estrecha relación entre los puntos de acumulación y los puntos adherentes se pone de manifiesto en el resultando siguiente. Teorema 1.3.6 Para cada A C K se verifica A — A U A'. Demostración Está claro que Au A' C A, puesto que tanto A como A' están contenidos en A. Veamos que también se verifica el recíproco. Sea x € A; entonces para todo entorno E{x) se cumple E(x) P A 0. Puede suceder que exista un entorno E(x) tal que E(x) P A = {x} en cuyo caso x G A, o bien que para todo entorno E(x) sea E’(x) P A / 0, en cuyo caso x 6 A'. En todo caso x € A U A'. Como consecuencia inmediata es posible caracterizar a los conjuntos ce rrados mediante sus puntos de acumulación. Basta tener en cuenta que A es cerrado si y sólo si A = A = A U A'. Por tanto Corolario 1.3.7 Un conjunto A C R es cerrado si y solo si contiene a todos sus puntos de acumulación. El resultado más notable con respecto a los puntos de acumulación es, sin duda, el teorema de Bolzano-Weierstrass. Afirma que todo subconjunto A de R, infinito y acotado, tiene al menos un punto de acumulación (que puede o no pertencer a A). Teorema 1.3.8 (de Bolzano-Weierstrass). Todo conjunto infinito y acotado A C R tiene al menos un punto de acumulación. Demostración Puesto que A está acotado, está contenido en un intervalo [ao,i>o]- Di vidamos [ao,6o] en dos partes iguales; al menos uno de ellos contiene un subconjunto infinito de A. Llamemos a este subintervalo [ai, &J. Divida mos de nuevo [ai, 6i] en dos partes iguales y obtendremos un subintervalo [02,62] que contendrá un subconjunto infinito de A y continuemos este 28 proceso. De esta manera obtenemos una sucesión de intervalos tales que el n-ésimo, [an,6n] tiene longitud bn ~ On = — an-l) = ■ • • = “ ao) Además, la sucesión (an) es creciente y acotada superiormente por bg y (bn) es decreciente y acotada inferiormente por ag. Ambas, pues, tienen límite, y lím &n -Ema„ = lím(6n - an) = lím ~(bg - a0) = 0 así que ambos coinciden; llamémosle x y veamos que x es un punto de acumulación de A. En efecto: si r es cualquier número real positivo, tomemos n suficiente mente grande para que bn - an < r/2; entonces [an, bn] estará contenido en E(x,r). Así, pues, el intervalo E(x,r) contiene puntos de A distintos de x y, por lo tanto, x es un punto de acumulación de A. ■ 1.4 Conjuntos densos Sea x un punto cualquiera de IR. Es evidente que en cualquier entorno E(x) hay puntos de Q. Informalmente podríamos decir que <Q está por to das partes o que Q rellena a R. Para hacer precisa esta idea introducimos el concepto de conjunto denso. Definición 1.4.1 Un conjunto D es denso en R si D = R. R es denso trivialmente. También se tiene Q = R y R — Q = R (véase el problema 8), así que Q y R - Q son también conjuntos densos en R. Casi todas las propiedades importantes de los conjuntos densos descan san, en última instancia, en el hecho de que la intersección de un conjunto denso con cualquier conjunto abierto (no vacío) es siempre no vacía. Teorema 1.4.2 Un conjunto D es denso en R si y sólo si para todo abierto no vacío A C R se verifica que A A D / 0. Demostración Sea D denso en R y A un subconjunto abierto. Sea x 6 A; y E(x') c A; puesto que x € D se tiene E(x) A D 0 y, por tanto, DA A 0 0. Recíprocamente, supongamos que todo abierto no vacío tiene intersección no vacía con D. Sea x e R y E(x) un entorno de x; puesto que E(x) es abierto, E(x) A D / 0 y x 6 D, lo que prueba que D es denso. 29 I 1.5 Conjuntos compactos Los conjuntos compactos son conjuntos que presentan características muy similares, desde el punto de vista topológico, a los conjuntos finitos. El concepto es, sin embargo, más amplio y, por ende, más útil que la me ra noción de cardinalidad. Comencemos por un ejemplo ilustrativo que ' ayudará a conseguir cierta familiaridad con algunas conceptos previos imprescindibles. Sea A = {1/n : n E N} y consideremos para cada x G (0,1), el conjunto abierto Bx = (x, 1). No es difícil comprobar que AC |J Bx ie(o,i) y decimos, entonces, que la familia 7^ = {Bx : 0 < x < 1} es un recubri miento abierto de A. Por otra parte, la familia <5 = {B1/n : n € N} verifica que <S C R y. además, A = |J ^/n, n£N y decimos, entonces que S es un subrecubrimiento abierto del recubri miento 1Z de A.Definición 1.5.1 Sea 71 una familia de conjuntos de R. Decimos que H es un recubrimiento de A C R cuando la unión de todos los conjuntos de 71 contiene a A. Un recubrimiento abierto es un recubrimiento formado por conjuntos abiertos. Un subrecubrimiento de un recubrimiento 71 de A es una subfamilia S de 1Z que es también un recubrimiento de A. Conviene precisar que, aunque muy bien pudiera suceder, en general no es cierto que A C el sentido preciso de la definición de recubrimiento es que para cada punto x € A existe al menos un conjunto C £ 7? tal que x e C. Ejemplo 1.5.1 1. Sea A = {1,1/2,1/3,...}. A es un conjunto infinito formado por puntos aislados puesto que para cada x e A existe un entorno E(x) tal que E(x) A A = {¡r}. Consideremos entonces la familia 7Z = {E(a:) : x £ A}; claramente se tiene A C E(x). x€A así que 71 es un recubrimiento abierto de A. Sin embargo, nótese que 71 no posee ningún subrecubrimiento propio: si omitimos algún E(x), el punto x queda descubierto, pues x no pertenece a ningún otro E(y) con x / y. 30 r 2. Sea A el intervalo [—1,1], La familia = {(-1 + 1/n, 1 - 1/n): n € N} U {(-3/2, -1/2), (1/2,3/2)} es un recubrimiento abierto de A y 5 = {(-1,1),(-3/2,-1/2),(1/2,3/2)} es un subrecubrimiento finito de A. Como ilustran los ejemplos precedentes, la estructura de un conjunto determina en gran medida el comportamiento de sus posibles recubri mientos. Pero antes de analizar en profundidad esta cuestión conviene ver qué ocurre en algunos casos particulares. Teorema 1.5.2 Todo recubrimiento abierto del intervalo cerrado y aco tado [a, b] posee un subrecubrimiento finito. Demostración Llamemos Raun recubrimiento abierto de [a, b]. Sea S el conjunto de los puntos x e [a, b] tal que el intervalo cerrado [a, x] está cubierto por un número finito de conjuntos de 1Z. Nuestro objetivo, entonces, es probar que b 6 S. El conjunto S no es vacío, ya que, al menos, a 6 S, porque [a, a] = {a} y a pertenece a algún conjunto de ü. Además, S está acotado superiormente porque S C [a,b]. Ponemos, entonces, a = supS y, puesto que S C [a,b], se tiene que a <a<b. Procedemos, ahora, de la siguiente forma: probaremos, en primer lugar (1), que a € S y seguidamente (2), mostraremos que a = b, lo que lleva implícito que b e S. (1) Puesto que a 6 [a, b] y cubre al intervalo [a,b], existirá A € TZ tal que a € A; ahora bien, A es abierto, así que podemos encontrar e > 0 tal que [a - e, a] C A. Por ser a = sup S, existe x 6 S tal que a — e < x < a. Pongamos [a, a] = [a, i] U [x, a] Puesto que x 6 S, el intervalo [a, x] está cubierto por un número finito de conjuntos de TZ y, por otra parte, el intervalo [x, a] C [a — e, a] está cubierto por A; luego el intervalo [a, a] está cubierto por un número finito de conjuntos de TZ y, por tanto, a € S. (2) Para concluir, basta probar que a = b. Si fuese a < b, como a € A y A es abierto existirá z con a < z < b tal que [a,z] C A y el intervalo [a, z] estaría cubierto por un número finito de conjunto de TZ, luego sería zESyz>a = sup S, lo cual es imposible. Por tanto, a = b. En la demostración anterior, para determinar un cierto subrecubrimiento finito de TZ se han utilizado dos hechos acerca del intervalo [a, b]: que es cerrado y que es acotado. La cuestión, entonces, surge inmediatamente: 31 I ¿son sólo convenientes para la demostración o, por el contrario, son con diciones imprescindibles?. El ejemplo siguiente muestra que ninguna de las dos puede ser excluida. Ejemplo 1.5.2 1. La recta R, que es un conjunto cerrado pero no acotado, posee un recubrimiento abierto R = UneN(—«>+«), Que n0 admite ningún subrecubrimiento finito. En efecto, la unión de un número finito de intervalos (-n,n) es igual al mayor de ellos y, por tanto, no puede ser R. 2. El intervalo (0,1], que es un conjunto acotado pero no cerrado posee un recubrimiento abierto (0,1] C Uneuín’^) del que no puede extraerse un subrecubrimiento finito porque la unión de un número finito de intervalos de la forma (l/n,2) es el mayor de ellos y, por consiguiente, no puede contener a (0,1]. • Veamos ahora otro caso muy importante. Teorema 1.5.3 Si X consiste de los términos de una sucesión conver gente y su limite, todo recubrimiento abierto de X posee un subrecubri miento finito. Demostración Pongamos, para fijar ideas, X = {z} U {zn : n G N) con lím xn = x. Si H es un recubrimiento abierto de X, el límite x debe estar en un conjunto de Ti, digamos U. Toda vez que U es abierto y (a:n) converge a x existe n0 tal que xn G U si n > no- Ahora, cada uno de los términos x¡(i = 1,...,no) está en algún Ui G Ti. Así, X está cubierto por los conjuntos U, Ui,..., Uno. Los resultados precedentes muestran que de todo recubrimiento abierto de [a, b] o del conjunto X formado por los términos de una sucesión con vergente y su límite se puede extraer un subrecubrimiento finito. Ahora bien, la cuestión es: ¿hay otros conjuntos con tal propiedad?. La res puesta es sí. En realidad en el caso del conjunto X se puede dar una demostración alternativa observando que es un conjunto cerrado y acota do (la sucesión es convergente) y, por tanto, existe un intervalo cerrado y acotado [a, 6] tal que X C [a, 6]. A partir de aquí no es difícil determi nar un subrecubrimiento finito (¿cómo?). Esta misma idea nos permitirá responder rigurosamente a la cuestión planteada. Antes, sin embargo, conviene dar nombre a tales conjuntos. Definición 1.5.4 Un conjunto K C R es compacto cuando todo recu brimiento abierto de K admite un subrecubrimiento finito. Así, los intervalos cerrados y acotados [a, b] y los conjuntos X formados por los términos de una sucesión convergente y su límite son conjuntos compactos y no lo son R y (a, b]. El resultado siguiente permite identificar a los conjuntos compactos 32 Teorema 1.5.5 (de Borel-Lebesgue). Un conjunto K C R es compacto si y sólo si es cerrado y acotado. Demostración Supongamos en primer lugar que K es compacto (así, pues, K / R) y sea x £ R \ K. Para cada y G K tomemos dos entornos, E(x) y E(y) disjuntos. La familia {E(y) :yeK} es un recubrimiento abierto de K y de él se podrá extraer un subrecubri miento finito E(yi), Efo),... ,E(yn). Sean Ei(x),E2<.x), ... ,En(x) los entornos de x correspondientes. La intersección Ei(x) nE2(x),n...,nEn(x) es un entorno de x contenido en R \ K, luego R \ K es abierto y K es cerrado. Para ver que K es acotado consideremos el recubrimiento abierto de K formado por todos los intervalos (—n, n) con n G N. De él podrá extraerse un subrecubrimiento finito cuya unión es el mayor de ellos, digamos (—no,no). Así, K C (—no, no) y es, pues, acotado. Recíprocamente, si K es cerrado y acotado entonces K estará contenido en algún intervalo cerrado [a, b] y si 72 es un recubrimiento abierto de K, adjuntándole el abierto R \ K obtendremos un recubrimiento abierto del compacto [a, b] del que se podrá extraer un subrecubrimiento finito. Tal subrecubrimiento estará formado por un número finito de conjuntos de 72, Ai, A2,..., Ah y, tal vez, R\K. Entonces los conjuntos Ai, A2,..., A* cubren a K. Por tanto K es compacto. ■ Tendremos numerosas ocasiones de apreciar la extraordinaria utilidad del concepto de compacidad. Con su ayuda, podemos, por ejemplo, dar una nueva demostración del teorema de Bolzano-Weierstrass que tiene un carácter existencial. Teorema 1.5.6 (de Bolzano-Weierstrass). Todo conjunto infinito y acotado A C R tiene al menos un punto de acumulación. Demostración Si A es acotado estará contenido en un intervalo cerrado [a, b]. Si A no tiene puntos de acumulación, ningún punto de [a, b] será de acumulación de A, lo cual implica que para cada y G [a, b] existe un entorno E(y) tal que el entorno reducido E*(y) no contiene puntos de A. La colección {E{y) : y G [a, b]} es un recubrimiento abierto del compacto [a,b] del que se podrá extraer un subrecubrimiento finito, E(yi), E(y2),..., E(yk) que también cubren a A. Además, ningunode los entorno reducidos E*(yi),E*(y2), ■ • .,E*(yk) tiene puntos de A, luego A consta a lo sumo de los k puntos yi,y2,--,Vk- 33 1.6 Problemas 1. Probar que Q no es abierto ni cerrado y que Z es cerrado en R, 2. Si A, F C R son dos conjuntos abierto y cerrado respectivamente, demostrar que (a) F \ A es cerrado. (b) A \ F es abierto Indicación: ¿qué es A\B?. 3. ¿Verdadero o falso?. (Expliqúese) (a) Si A y B son abiertos disjuntos tales que A U B es un intervalo abierto (acotado o no), entonces A o B es vacío. (b) Si F, G son cerrados disjuntos tales que F U G es un intervalo cerrado (acotado o no), entonces F o G es vacío. 4. Sea I un intervalo con puntos extremos a < b. Si U es un conjunto abierto en R tal que U A I 0, entonces U A (a, b) / 0. 5. Dados dos números reales x e y definimos la distancia de x a y como d(x,y) = |r - i/| Probar que para cualesquiera x,y, z G R se verifica (a) d(x,y) > 0. (b) d(x,y} = 0 ■<=> x = y. (c) d(x,y) = d(y,x). (d) d(x,y) +d(y,z) > d(x, z). 6. Probar que para cualesquiera x, y, z G R se verifica |d(a:, y) - d(z,í()| < d^z) 7. Este ejercicio muestra las estrechas relaciones entre los conceptos de abierto y cerrado y las sucesiones. (a) Un conjunto A C R es abierto, si y sólo si se cumple la siguiente condición: si una sucesión (rn) converge hacia un punto a G A, entonces xn € A para todo n suficientemente grande. (b) Sea F un conjunto cerrado y (a:n) una sucesión cuyos términos están en F. Demostrar que si (rn) converge a un punto a entonces a pertenece a F. 8. Determinar el interior, el exterior, la frontera, la adherencia y los puntos de acumulación de los conjuntos siguientes (a) Z (b) Q (c) R-Q (d) A = {(—l)"/n :n G N}. 9. ¿Verdadero o falso? □o oo U = U n—1 n—1 34 10. Dar explícitamente el significado de cada una de las afirmaciones siguientes En las explicaciones no se pueden utilizar las palabras entrecomilladas. (a) a € X “no" es un punto “interior" de X. (b) a E S “no" es “adherente" a X. (c) X C R “no" es un conjunto “abierto" (d) El conjunto Y C R “no" es “cerrado". (e) a E R “no" es “punto de acumulación" de X C R (f) X' = 0. (g) X C Y pero X “no" es “denso" en Y (h) int(X) = 0 (i) xnx' = 0. 11. Sea X C R un conjunto acotado. Probar (a) a = inf X y b = sup X son puntos de adherencia de X. (b) X es un conjunto acotado y supX = supX. ¿Cuál es el resultado análogo para el ínfimo?. 12. Probar que si A es un conjunto no vacío cerrado de R tal que A yS R, entonces R\ A no es cerrado. Así, los únicos subconjuntos de R que son abiertos y cerrados a la vez son 0 y R. (Utilícese 11) 13. Sea A C R y, para cada n € N sea Un = {a: € R : - a| < 1/n para algún a € A} Probar (a) Un es un conjunto abierto. oo (b) A = Q u„. n=l 14. A — • • ■ ,xn, • • • }, el conjunto formado por los términos de la sucesión (xn). Hallar A' cuando (a) xn —> x y xn / x para todo n. (b) xn = x para todo n. (c) (xn) = (x,x + l,x,x + 1/2, x, x + 1/3,...) 15. Contestar razonadamente (a) Dado un entero positivo k, dése un ejemplo de un conjunto A C R tal que A' tenga exactamente k elementos. (b) Dése un ejemplo con A' = {0} U {1/n :n 6 N) 16. Probar (a) x es un punto de acumulación de A si y sólo si x € A \ {z}. (b) x es un punto de acumulación de A si y sólo si es límite de una sucesión de elementos de A distintos dos a dos. 35 17. Constrúyase un conjunto A en la recta real tal que A / A' / (A')< = {0}. 18. Demostrar (a) A es denso en R si y sólo si R \ A tiene interior vacío. (b) A es denso en R si y sólo si todo punto de R es límite de una sucesión de puntos de A. 19. (a) Hallar un conjunto A C R con A R, tal que A es denso pero R \ A no lo es. (b) Dar un ejemplo no trivial de un subconjunto abierto y denso en R. 20. Probar que el conjunto R \ {xn : n e N} es denso en R 21. Por extensión, diremos que un conjunto D C A es denso en A, si A C Probar que todo intervalo I C R posee un subconjunto denso en I y numerable. 22. Probar las siguientes variantes del teorema de Bolzano-Weierstrass. (a) Un conjunto C C R es compacto si y sólo si todo subconjunto infinito de C tiene al menos un punto de acumulación en C. (b) Un conjunto C es compacto si y sólo si cada sucesión en C tiene una subsucesión que converge a un punto de C. 23. Si (An) es una sucesión de conjuntos compactos no vacíos de R tal que An+i C An para todo n, demostrar que el conjunto intersección oo A= p| An n=l es no vacío y compacto. 24. Probar que dado un conjunto A C R, todo recubrimiento abierto de A admite un subrecubrimiento numerable. 25. (Propiedades de separación). Demostrar: (a) Si C es compacto y x $ C, existen dos abiertos disjuntos que contienen a C y a x. ¿Es cierto esto si C es cerrado?. (b) Si Ci y C2 son compactos disjuntos, existen abiertos Ai y A? disjuntos que los contienen. ¿Existe un análogo para conjuntos cerrados?. 26. Probar (a) La unión finita de compartos es un compacto. (b) La intersección arbitraria de compactos es un compacto. (c) Si K, es una familia de conjuntos cerrados, al menos uno de los cuales es compacto, entonces DAT es compacto. (d) Si C es compacto y F cerrado, C A F es compacto. 36 27. ¿Verdadero o falso? (expliqúese). Si A es un subconjunto acotado de R entonces A' es compacto. 28. Si xn -+ x y A = {x} U {xn : n e N}, entonces A es compacto y, por tanto, cerrado y acotado. Probar que A es cerrado y acotado sin hacer uso del teorema de Borel-Lebesgue. 29. Construir recubrimientos abiertos de Q y de [0, oo) que no admitan subrecubrimientos finitos. 37 2 Espacios métricos Desde un punto de vista intuitivo, un espacio métrico es, simplemente, un conjunto en donde podemos hablar de la distancia entre sus elemen tos, lo que nos permitirá precisar la noción de proximidad, una idea que está presente implícitamente en todos los conceptos fundamentales de la Topología y el Análisis. La recta real o el plano geométrico constituyen ejemplos simples de es pacios métricos, concepto que es en realidad una abstracción de las pro piedades de lo que habitualmente se conoce como distancia. Los espacios métricos son muy numerosos y diversos. Por razones evi dentes, no podemos abordar en este texto el estudio de ciertos espacios para los que se necesita un conocimiento matemático amplio; por ello nos centraremos únicamente en aquellos conjuntos con los que el lector tiene cierta familiaridad y que surgen de forma natural en el análisis. No obstante, en la mayoría de los casos, los conceptos y propiedades que se estudiarán son fácilmente generalizables. 2.1 Distancias Comencemos con un caso sencillo: el conjunto IR de los números reales. Si, como es habitual, identificamos IR con una recta, podemos intuir, sin mucha dificultad, lo que normalmente entendemos como medir la distancia entre dos puntos -después de todo para hallar la distancia entre los puntos —3 y 5 sólo se necesita algo de aritmética-. Sin embargo, es necesario dar una definición precisa que, por una parte, recoja nuestras nociones intuitivas y, por otro, sea matemáticamente rigurosa; ello se consigue con el auxilio del valor absoluto. Definición 2.1.1 Dados dos números reales x e y definimos la distancia euch'dea de x a y como d(x,y) = |z - 3/| Tenemos, por ejemplo, d(3,2) = |3 — 2| = 1 y d(3, —7) = |3 + 7| = 10. Puede sorprender que hallamos puesto un apellido, euclídea, en nuestra definición. Ello se debe a que sobre un mismo conjunto se pueden definir distancias distintas; pero esto será precisado más tarde. Veamos, de momento, algunas propiedades más o menos evidentes -y deseables- que se deducen de forma inmediata de las propiedades del valor absoluto. Teorema 2.1.2 Para cualesquiera x,y,z € IR se verifica 1. d(x,y) =0 si y sólo si x = y. 2. d(x,y) > 0. 3. d(x,y) = d{y,x\ 4- d(x,y) < d(x,z) + d(z,y). 39 Una precisión, antes de seguir. En lo que sigue consideraremos el con junto Rn como el conjunto de las n-plas (xi,Z2, • • • ,xn), donde x¡ G R (i = 1,2,... ,n) a
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