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Fuentes del derecho agrario Con respecto a las fuentes del derecho agrario, se observa que las mismas guardan relación y en poco se diferencian de las fuentes de las demás ramas del derecho, a saber: (i) La Ley, con base en las disposiciones jurídicas constitucionales y demás normas legales y reglamentarias dictadas en el ámbito agrícola. (ii) La jurisprudencia, a través de la interpretación de leyes que a tales fines efectúan las autoridades competentes. (iii) La costumbre, a razón del método tradicional de explotación y aprovechamiento de la tierra Rasgos característicos del derecho agrario En cuanto a los rasgos característicos del derecho agrario, se puede señalar que: (i) Es un derecho particularmente consuetudinario por la importancia que reviste la costumbre en el ámbito rústico que lo conforma, independientemente que el mismo se encuentre constituido por diversas disposiciones normativas, legales y reglamentarias. (ii) Es un derecho eminentemente social y protector. De un lado, social porque su enfoque va dirigido al auxilio de las personas económicamente más débiles, en este caso, campesinos que comienzan a relacionarse con empresarios dentro del ámbito de la actividad agraria, relación que básicamente consiste en el cultivo de especies vegetales en la superficie terrestre y especies animales destinadas a la alimentación humana, ya sean seguidas o no de un proceso de transformación industrial que las haga aptas para su consumo. De otro lado, protector, porque se encarga de velar por el constante auxilio económico que presta el Poder público a los cultivadores del campo, única forma de que éstos, al industrializarse, puedan continuar en sus puestos de trabajo, intensificar la producción agraria y defender los consagrados intereses de la agricultura. VI. Ámbito de competencia del derecho agrario El derecho agrario, comprende y regula todas las materias que se encuentren estrictamente vinculadas con el ámbito agrícola, por lo que su competencia radica en las siguientes áreas: (i) El agricultor individual. (ii) La agricultura en grupo o agricultor colectivo. (iii) Actividad agraria. (iv) Arrendamientos rústicos. (v) Arrendamientos de aparcería. (vi) Arrendamientos agrícolas de montaña. (vii) Contratos agrarios. (viii) Cultivo de las tierras. (ix) Ventas de cultivos. (x) Explotaciones agropecuarias. (xi) Explotaciones forestales. (xii) Asociaciones y cooperativas agrícolas y ganaderas. (xiii) Actividad ganadera. (xiv) Sanidad animal. (xv) Vías pecuarias. (xvi) Piara o dula. En esta perspectiva, dentro de todas las áreas de su competencia, los ejemplos más característicos en los cuales se pone de manifiesto son: (i) Disputas que se puedan suscitar entre productores y grandes empresas. (ii) Distribución de tierras fecundas. (iii) Control sobre la aplicación de productos químicos y fertilizantes. (iv) Resolución de conflictos entre el estado y la clase campesina. VII. Importancia del derecho agrario En primer lugar, tal como se desprende del artículo 130 de la Constitución Española, la importancia primordial que hay que reconocer a la rama agraria del derecho es su injerencia en el desarrollo económico, debido a que regula precisamente una actividad económica fundamental, sobre la base de la producción de alimentos y bienes primarios para el consumo, por lo que la regulación de los conflictos en materia agraria suelen ser prioridad para cualquier nación, a los fines de poder garantizar a sus ciudadanos calidad de vida a través del suministro de alimentos y recursos básicos. En segundo lugar, se caracteriza por ser la única rama del derecho que se encarga de velar por el uso racional de los recursos naturales en aquellos territorios o sectores fértiles, en los cuales la actividad agrícola ha de tener un impacto importante y, por la protección de la clase campesina.