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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES A R A G Ó N LICENCIADO(A) EN COMUNICACIÓN Y PERIODISMO QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE REPORTAJE PRESENTA: Alma Rocío Rodríguez Soto ASESORA(A): María del Socorro de la Guerra Martínez Nezahualcóyotl, Edo. de México octubre de 2012 “Esto sí es ‘rifarse el físico’. La cobertura de la nota roja en el diario El Gráfico”. Elaborado en el Curso-taller para la Titulación en Trabajo Periodístico Escrito FES Aragón UNAM – Dirección General de Bibliotecas Tesis Digitales Restricciones de uso DERECHOS RESERVADOS © PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el respectivo titular de los Derechos de Autor. ® EL "ROJO" 4 ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012 Nunca es tarde para concluir un proceso y el día llegó. En una lista de personas que me ayudaron en la tarea de finalizar la carrera de Comunicación y Periodismo y lograr con ello el título de licenciatura quiero dar las gracias a: Mis padres, Raúl y Guadalupe, por su apoyo, comprensión y, sobre todo, esfuerzo, para que terminara una carrera universitaria. Porque con el fruto de su trabajo, “estiraron” lo más que pudieron el dinero para que pudiera transportarme a la escuela y sacar esas copias de libros “tan famosas en los estudiantes de la UNAM”. Porque decidieron que debía llevar una vida diferente a la de ellos y porque me echaron porras para que lo lograra. Creo que no los he defraudado. A la mujer que estuvo a mi lado y durmió conmigo casi 27 años; mi amiga y mi confiden- te: Laura, quien, como toda buena hermana, me escuchó, solapó y cubrió la mayor parte de mis “aventuras” estudiantiles, pero también fue mi soporte y “benefactora” durante la carrera. A mi hermano Hugo, mi sangre. Porque si bien Dios le preparó un destino diferente y me acompaña desde un lugar que desconozco, me enseñó a no bajar los brazos y a tener esperanza ante las adversidades y pruebas impuestas por la vida. De él aprendí que siempre hay que luchar con la cabeza en alto y, principalmente, a enfrentar los problemas con buen humor y una sonrisa por delante. A la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) por abrirme sus puertas desde hace 17 años y dejarlas abiertas en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón para que regresara a concluir mi formación académica. A mis profesores de la carrera y del curso taller, pero sobre todo a mi asesora, Socorro de la Guerra, quien no sólo me condujo en la elaboración de este reportaje sino que también Agradecimientos 5ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012 fue mi guía en situaciones de la vida cotidiana. Mi aprecio total para ella y agradezco que el destino la haya puesto en mi camino. A El Gráfico, a su directora general, María Félix, y a todo su personal, por darme la oportu- nidad de desarrollarme profesionalmente y de aportar los conocimientos que adquirí en la carrera, así como por la paciencia ante los errores y proporcionarme un sustento para mi familia, pero también por facilitarme el tema del trabajo periodístico para la titulación. A mis entrevistados, que arrieros somos y en el camino andamos, Miguel Ángel Rodríguez, Enrique Morán, Ricardo Ham, Édgar Córdova, Jorge Cisneros, Juan Carlos Romero Puga, María Félix, Gabriela Morales, Rosalío Huízar, Jacobo Arellano, Karenia Piña, Erika Carpio y Yara Silva, por nutrir y “darle vida” a este trabajo, que sin su ayuda y sus historias no hubiera sido posible. Al diseñador gráfico, Alejandro Espinosa, por “meterle de su cosecha” y, sobre todo, talen- to al reportaje para que no se viera “gris”, ni siquiera “rojo”, todo por amor al arte y porque dice que fue un gusto y que me conoce desde la primaria. Finalmente, quiero dar gracias a la vida por poner en mi camino desde mis primeros días en las aulas de la FES Aragón a mi esposo, Raúl García, a quien nunca terminaré por agradecer el apoyo y amor que me ha otorgado a lo largo de casi 12 años; por su ayuda y constante reclamo para que me titulara, porque aunado a todo lo anterior, algo muy importante, me dio la oportunidad de ser madre de Hugo León, el “motorcito con pila inagotable” que ahora rige mi existencia, y es a quien le dedico este trabajo que espero algún día lo lea. A ambos, los amo. Foto: Rosalío Huízar 7ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012 Índice Agradecimientos 4 Presentación 8 Noticias que “derraman sangre” 11 Periodismo denostado, pero muy leído 12 Su valor periodístico 16 Lo que vende 27 Hacia un periodismo policiaco más ético 31 Breve retrato de El Gráfico 35 Letras para el pueblo 36 “El primer diario de la mañana” 42 ¡Paren las rotativas!, una mujer toma las riendas de El Gráfico 44 El “rojo” ilumina las portadas del diario 53 Apuesta por la nota roja 54 El diseño de una cobertura policiaca 56 La competencia nuestra de cada día 59 Ventas al cielo 61 Arriesgando el físico 65 La vida de una reportera de Seguridad 66 Edición policiaca con un toque femenino 78 El código de las “zetas” y “equis” 90 La batalla por no perder la nota 92 Sazones y desazones de la cobertura policiaca 95 Consideraciones finales 99 Fuentes de consulta 100 8 ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012 Es septiembre de 2012. En la actualidad trabajo como secretaria de Redacción en uno de los diarios populares más importantes de la capital mexicana y del valle de México, El Gráfico (tres pesos). Posiblemente su contenido no sea el más reflexivo, pero sí de los más leídos, y eso me obliga a detallar una de las razones por la cual este periódico se ha convertido en el medio de comunicación por excelencia entre los habitantes de la ciudad. La nota roja es el elemento principal con la que este impreso se convirtió en el líder de ventas, al menos en el Distrito Federal, y más allá de ser un manual actualizado de periodismo especializado, este trabajo revela cómo es la cobertura de los hechos que se reseñan al interior de su sección de Seguridad, al tiempo que relata los riesgos a los que se han enfrentado los reporteros de esta fuente. Hay periodismo especializado en deportes, espectáculos, cultura, ciencia, negocios, política, y muchos otros temas que quizá ni siquiera figuran o tienen lugar al interior de los diarios más importantes del país. En este contexto, la plusvalía del presente trabajo radica en que es una herramienta para aquellos que desean aventurarse a la cobertura de los hechos policiacos en donde la sangre y “muertitos” son los actores principales. En el primer capítulo de este reportaje, “Periodismo denostado, pero muy leído, se aborda el contexto en el cual se desarrolla la nota roja; es decir, cuál es la percepción de personajes inmiscuidos en el periodismo policiaco y de quienes están fuera de él”. De esta forma, bajo la cuestión “¿qué tiene la nota roja, este tipo de periodismo que llama la atención, motiva vergüenza y timidez al leerlo, pero al mismo tiempo genera altas ventas para las empresas de comunicación que dedican espacio a este género? Se ofrece el punto de vista del director de la revista ALARMA!, Miguel Ángel Rodríguez Vázquez; Ricardo Ham, autor del libro México y sus asesinos seriales y Juan Carlos Romero Presentación 9ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012 Puga, coordinador del Programa de Libertad de Expresión del Centro de Periodismo y Ética Pública, entre otros destacados protagonistas en activo que ejercen este tipo de comunicación como Enrique Morán, coordinador editorial del periódico El Gráfico Toluca.Asimismo, en este capítulo se aborda el valor social y periodístico que aporta la cobertura de la nota roja, además del valor de sus imágenes, la riqueza de su jerga y hacia dónde tendrá que ir el enfoque de la misma, en el sentido de la ética. En el segundo apartado, “Breve retrato de El Gráfico”, se ofrece una reseña histórica del rotativo, de sus directores, de los motivos por los cuales pasó de ser un diario vespertino a matutino; las críticas y la recepción de editar un impreso que no se “canibalizara” con su “hermano mayor”: El Universal. Se habla también de su diseño y cómo después de 80 años logró posicionarse como líder en ventas entre los diarios populares. Asimismo, mediante una entrevista de semblanza, su actual directora, María Félix Escalante, narra cómo toma las riendas de la edición, su estrategia actual y cómo se fue conformando el equipo que ha trabajado con ella durante los últimos años. El tercer apartado, “El rojo ‘ilumina’ las portadas del diario”, describe la forma en que El Gráfico decide apostar por la nota roja como protagonista de todas sus ediciones. Cómo a través de una estrategia bien planeada por la dirección general sus ventas suben y se mantienen, quedando el diario en el gusto de los capitalinos. Así se decide armar un equipo de reporteros y fotógrafos de la fuente, quienes con su pericia y recursos llegan diariamente a la redacción a descargar sus materiales. El equipo de cobertura se compone de las reporteras Yara Silva, Karenia Piña y Érika Carpio, tres mujeres que diariamente abordan una motocicleta para cubrir e informar sobre los acontecimientos policiacos, y los fotógrafos Rosalío Huízar y Jacobo Arellano. Todos ellos, en entrevista, señalan en el cuarto capítulo cómo cada uno llega al medio, sus experiencias más representativas, sus miedos, alegrías, ambiciones y sobre todo, lo que la nota roja les ha dejado en su vida. Es así que este trabajo periodístico se convierte en un texto actualizado sobre la cobertura de la nota roja, género del rotativo popular capitalino más leído, con un tiraje de 300 mil ejemplares y una devolución de 10%, números que lo colocan en líder de ventas. Sea este trabajo un referente para todos aquellos que desean aventurarse a la cobertura policiaca, ya sean estudiantes, pasantes o profesionales de la información. Fotos: Rosalío Huízar 11ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012 1NOTICIAS QUE “DERRAMAN SANGRE” 12 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 “Ese día pasaba normalmente, cuando su padre atacóla de repente, violóla con un deseo demente, ella quiso morirse en ese instante. Mató a su padre cuando éste le seguía, mientras su hermano con su madre le ponía, pensó que ayuda jamás encontraría, hasta que por fin halló a la policía” “Alármala de tos”, Botellita de Jerez Periodismo denostado, pero muy leído Quizá miles de personas se han detenido frente a un puesto de periódicos a leer los encabezados de los diarios y revistas de circulación nacional, y una gran mayoría enfocan su atención hacia los rotativos con imágenes sangrientas y titulares que narran desgracias ajenas. Tal vez, algunos compraron el diario popular y se “atrevieron” a leerlo en el transporte público, ante la mirada curiosa o hasta inquisitoria de los pasajeros; otros, más osados, lo llevaron a sus hogares para dejarlo a la vista de su familia o simplemente, lo escondieron para evitar que sus hijos, sobrinos o nietos observaran el interior de las páginas. ¿Qué tiene la nota roja, este tipo de periodismo que llama la atención, mo- tiva vergüenza y timidez al leerlo, pero al mismo tiempo genera altas ventas para las empresas de comunicación que dedican espacio a este género? Estigmatizada y denostada por los considerados “diarios serios” del país y hasta por las propias escuelas de Comunicación y Periodismo, la Nota Roja es un género periodístico que refleja una parte de la realidad, la mayoría de las veces cruda, de una sociedad. Sus famosas publicaciones con imágenes sangrientas y encabezados irónicos sobre hechos delictivos o tragedias locales, hace que este tipo de periodismo no sea “monedita de oro” para ciertos sectores de la población y algunos lectores. No es del desconocimiento público que por varios años el género policiaco ha sido subordinado a los reporteros principiantes, quienes, la mayoría de las veces, sólo buscan brincar a otras fuentes más formales, como política, El Gráfico 13E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 finanzas, incluso espectáculos y deportes, ya que está considerado como el de más bajo estatus dentro del periodismo. “Hay quienes piensan que la Nota Roja es el ‘patito feo’ del periodismo; sin embargo, las miradas cada vez voltean más a ella. A todos nos interesan los temas de seguridad o de inseguridad porque no queremos ser parte de las estadísticas ‘negras’”, asegura el director de la revista ALARMA!, Miguel Ángel Rodríguez Vázquez. En ese sentido, Ricardo Ham, autor del libro México y sus asesinos seriales, indica que desafortunadamente los nuevos periodistas prefieren acercar- se a los géneros de espectáculos o deportes, pese a que estas fuentes no generan más que “seudo noticias” las cuales ocupan espacios importantes dentro de los medios impresos y electrónicos. “El joven estudiante no se ha percatado de que el periodismo policiaco puede ser generador de historias de vida; sin duda, es la fuente más cercana al pueblo y puede ser un arma importante para denunciar las francas injusticias sociales que van de la mano con los abusos policiacos o impunidades pagadas”, señala Ricardo Ham. El también profesor universitario considera que la Nota Roja es la “oveja negra” del periodismo, pues su naturaleza es “rebelde” y se inmiscuye tanto en política como en espectáculos y deportes, siempre y cuando exista delito de por medio. Sin embargo, opina que en las universidades, el periodismo de Nota Roja es despreciado por los estudiantes, quienes son deslumbrados por el mundo de los deportes o espectáculos por todo lo que implica. Al mismo tiempo, observa que se va desarrollando otro fenómeno en los jóvenes: el temor de “entrarle” al periodismo policiaco debido a que ponen en riesgo su integridad debido al incremento de la violencia en el país. El periodismo de Nota Roja es mucho más que encabezados escandalosos y fotografías “que salpican sangre”, podría ser considerado como parte im- portante de la memoria colectiva y arma fundamental en la divulgación de muchos de los casos que han conmovido a la sociedad entera, agrega. La Nota Roja también tiene que lidiar con varios “detractores” que pugnan por la ética en el tratamiento de las noticias de seguridad y justicia, pues Hay quienes piensan que la Nota Roja es el ‘patito feo’ del periodismo; sin embargo, las miradas cada vez voltean más ella” Miguel Ángel Rodríguez Vázquez, director de la revista ALARMA! El Gráfico El Gráfico 14 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 consideran que se exalta la violencia, la tragedia y el crimen, más allá de la información. Juan Carlos Romero Puga, en su artículo “El periodismo de la violencia”, escribe que el problema mayor es que los diarios importantes y civilizados ahora imitan a esas otras publicaciones que se caracterizan por una pre- caria autorrevisión de sus estándares éticos, como si estuvieran dirigidas a ciudadanos de segunda clase. “Después de 40 mil muertos por el narcotráfico, nadie cree que se le está ganando la batalla al crimen organizado. Tampoco la sociedad parece más informada o sensible al tema”, indica. Detalla que el gran error del periodismo policiaco es seguir presentando los sucesos como hechos aislados y no como parte de un patrón de vio- lencia estructural que se viene dando. “El periodismo debería de aportar claves para entender la realidad, y la prensa de nota roja mexicana no lo hace; en mi opinión lo que aporta son visionesfragmentarias que separadas, no dicen absolutamente nada”, señala en entrevista. Añade: “El mostrar a una persona aislada no te da esas claves para entender lo que está pasando en tu realidad cercana y lo único que se va logrando es que la gente vea la violencia como un hecho cotidiano, que le es ajeno, no lo asume como un problema social, sino como un hecho aislado en el que alguien más es responsable, y donde basta con meter a esa persona a la cárcel para terminar con el problema. No es cierto”. La consecuencia de esto es que se juzga de forma errónea el problema, que podría ser cercano y que habría de combatirse a partir de información fiable y de conductas y políticas públicas; sin embargo, la prensa no está siendo útil en ese sentido, indica. El escritor Carlos Monsiváis, en su libro Los mil y un velorios, Crónica de la Nota Roja en México, señala que desde la década de 1920, los sectores ilustrados o semiilustrados de la sociedad condenaban las publicaciones de Nota Roja, no por sus errores, tales como manipulación de la ignorancia o deformación ilimitada de los hechos, sino por sus consumidores más notorios: los pobres. Pese a esto, el periodismo policiaco, a lo que él llama “ghetto de la mar- El periodismo debería de aportar claves para entender la realidad, y la prensa de nota roja mexicana no lo hace; lo que aporta son visiones fragmentarias que separadas, no dicen absolutamente nada” Juan Carlos Romero Puga, coordinador del Programa de Libertad de Expresión del Centro de Periodismo y Ética Pública El Gráfico 15E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 ginalidad”, atrae por igual a ricos y desposeídos, quienes atienden a los detalles pintorescos y grotescos de este género. “Al final, sólo se retiene lo memorable: los grandes psicópatas, los asesinos en serie, la cantidad de sangre derramada”. En ese sentido, Romero Puga puntualiza que la gente consume el pe- riodismo policiaco, sí bien por el precio, pero también porque le aporta distancia respecto de los hechos más brutales que están sucediendo en el país. “Se ha pensado que la prensa roja exorciza demonios. Cuando ves a un ‘gran monstruo’ presentado en la página de un periódico, te permite apre- ciarlo con lejanía, como alguien absolutamente ajeno a ti, a tu entorno y lo percibes como si no fuera problema tuyo”, expresa. Miguel Rodríguez, quien ha estado al frente de ALARMA! desde hace más de 10 años, señala que existe la creencia de que la finalidad del periodis- mo policiaco es saciar el morbo de algunos lectores; “se dice que es de mal gusto publicar cadáveres, pero no es sólo muertitos, es una cuestión social, de falta de oportunidades, de educación, de drogas, de salarios miserables; todo eso envuelve la Nota Roja”. Enrique Morán, coordinador editorial del periódico El Gráfico Toluca, indica que la Nota Roja es de las pocas fuentes que ha mantenido su esencia, pese a la censura y las múltiples críticas. “La nota policiaca es el género periodístico más puro, es la nota informa- tiva por excelencia, pues te vas con lo que hay, con los hechos. Ahí no se especula, la información es tal cual, lo que encuentras en el lugar”, asegura el también exeditor en jefe del periódico El Metro. No obstante, Romero Puga critica que actualmente el periodismo de Nota Roja presenta a detenidos en portada y los adjetiva; no importa si esa persona sale siete días después libre, “lo que queda en la percep- ción y lo que arrojas hacia afuera como medio es el rostro, un adjetivo, y ante la sociedad, estigmatizas a una persona que la enjuicia como culpable”. En tanto, Ricardo Ham advierte que quienes critican y desdeñan al pe- riodismo de Nota Roja es porque no han trabajado en él y tratan de dar diversas interpretaciones, como políticas o psicológicas, a los hechos La nota policiaca es el género periodístico más puro, es la nota informativa por excelencia, pues te vas con lo que hay, con los hechos. Ahí no se especula, la información es tal cual, lo que encuentras en el lugar” Enrique Morán, coordinador editorial del periódico El Gráfico Toluca El Gráfico El Gráfico 16 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 delictivos. Asimismo siguen reprochando que este género encabece las portadas o los noticieros de los medios de comunicación. Pese a todos estos obstáculos para “ganarse” un lugar dentro del perio- dismo, desde hace algún tiempo los medios de comunicación escritos y electrónicos dan espacio a noticias de índole policiaca, cuentan con una sección dedicada al ámbito de seguridad y justicia e incluso, algunas veces, publican a “ocho columnas” sucesos de este tipo. Debido al interés que muestra la gente hacia este género periodístico, ac- tualmente los noticieros de televisión, que se dicen serios, comienzan sus programas con noticias “rojas” y luego pasan con las de política o sociedad. En ese sentido, Romero Puga indica que “el periodismo basura” de los tabloides, que era presentado como modelo a evitar, se metió a las redac- ciones de los “diarios grandes”. Ante la escalada de violencia, varios medios han cedido a la tentación de someter la nota policiaca a una lógica de “infoentretenimiento”. Lo anterior se hizo más evidente durante el sexenio del presidente Felipe Calderón, cuando periódicos como El Universal y Milenio comenzaron a realizar su conteo de los muertos por el narcotráfico. Es de resaltar que actualmente para cubrir este tipo de noticias, los medios impresos y electrónicos destinan recursos materiales y tecnológicos que hasta hace una década parecerían impensables. Su valor periodístico El plasmar una parte de la realidad, el que esté dirigida a sectores popu- lares y locales, y el tratamiento que se le da a las noticias generan que, a pesar de ser “castigada” en los medios, la Nota Roja tenga una amplia penetración en ciertos sectores de la población y por consiguiente, cifras altas en ventas. Esas imágenes de la vida diaria que se observan en los periódicos, mues- tran, la mayoría de las veces, a víctimas que tuvieron un trágico desenlace: El Gráfico 17E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 murieron a consecuencia de un balazo, por un atropellamiento, una riña callejera, un choque o, en el peor de los casos, por un “ajuste de cuentas” entre bandas de narcotraficantes. La atracción de las personas hacia estas publicaciones es asombrosa, pues cautiva tanto a letrados como iletrados; “como si se tratase de un deporte, los lectores examinan y comparan estadísticas, y atienden a los detalles (…) en las fotos, las poses de cadáveres reciben ceremoniosamente al escándalo, mientras los asistentes (lectores, espectadores) comparan sus reacciones con las del expediente en turno, felices ante la falta de oportunidades que los exime de verse arrasados por el sexo, el dinero y la ‘perversión satánica’“, describe Carlos Monsiváis. Miguel Rodríguez afirma que la Nota Roja vende porque es de interés de la sociedad; cada que vemos una portada en una publicación que maneja este estilo, “nos alivia” el que no aparezcamos ahí, debido al aumento de la violencia en el país, y eso “nos da vida”. “La Nota Roja es el periodismo más cercano a la gente; en el periodismo político nosotros no tenemos acceso a un político, no tenemos acceso a las figuras del mundo del espectáculo o a las del mundo deportivo, y en el policiaco tenemos cierto contacto con la gente, con la víctima, con la que le mataron a alguien, con el que cometió un delito. Ése es el valor que tiene”, concuerda Ricardo Ham. Juan Carlos Romero Puga indica que la prensa policiaca se toma con menos seriedad algunos hechos, razón válida para que los lectores se acerquen a ella al no gustarles el tratamiento serio y severo. Asimismo, hace un juego de textos más cortos para facilitar la lectura y sobre todo porque presenta sucesos que para la gente resultan ser excepcionales, extrañamenteatractivos. De acuerdo con Marco Lara Klahr y Francesc Barata, en su libro Nota (N) Roja, el lenguaje coloquial ha utilizado el concepto Nota Roja para dar cuenta de toda clase de desgracias y hechos de sangre, en especial a aquellos referidos al mundo del delito. Asimismo, refiere que el término evoca tres grandes ámbitos de los acontecimientos sociales: lo que tienen que ver con la actuación policial, los referidos a los tribunales y aquellas desgracias donde se manifiesta el dolor humano de forma visible y dramática. El Gráfico El Gráfico 18 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Aunado a lo anterior, la Nota Roja siempre va acompañada de una foto- grafía de la víctima, sangrienta o cruel, y un encabezado que, en ciertas ocasiones, utiliza el humor negro como recurso, que para algunos puede resultar ofensivo y para otros les puede “aligerar un poco toda la carga de una nota sangrienta”. Así, los puestos de periódicos pueden exhibir publicaciones con fotogra- fías que muestran, en verdadero acto de canibalismo, a un hombre des- cuartizado, cuyas vísceras fueron el “almuerzo” de su pareja sentimental, con un titular como “Se lo comía y se lo comió” o el de varios cuerpos de jóvenes que chocaron tras emborracharse durante un Sábado de Gloria, con el encabezado “Directo a la Gloria”, con la finalidad de que el lector no “sienta el golpe” ante la crudeza de la imagen y satirice el hecho policiaco. Se puede decir que el género policiaco desde sus inicios y en la actualidad está ligado a los delitos y a la tragedia. La mayoría recuerda los famosos encabezados populares de la revista ALARMA! como “Raptóla, violóla y matóla”, que hasta grupos musicales como Botellita de Jerez y, años más adelante, Café Tacuba, inmortalizaron en sus canciones, y que fueron célebres desde su aparición en la década de los 60. Aunque los titulares de esta publicación (cuya circulación fue prohibida en 1986 por la Secretaría de Gobernación, bajo el gobierno de Miguel de la Madrid, no por sus contenidos policiacos o sangrientos, sino por considerarla pornográfica), no fueron el inicio del género, sí dieron auge al periodismo de Nota Roja en México. Según Irma Lombardo en De la Opinión a la Noticia, el término Nota Roja surgió a raíz del asesinato del ilustre ciudadano Ramón Corona, en el es- tado de Jalisco, en el año de 1889, cuando el editor del diario El Mercurio Occidental, de Guadalajara, “hizo que un muchacho que daba vuelta a la rueda de prensa pusiera la mano empapada en tinta roja en todos los ejemplares que salían a la calle. Y los excelentes burgueses se horrorizaban pensando que Primitivo Ron (el asesino), en persona, había colocado la diestra empapada de sangre del héroe”. No obstante, ya contaba con antecedentes en la época del dominio español con los denominados Pliegos de Cordel (surgidos en España a principios del siglo XVI), considerados como la primera expresión escri- Alarma! fue prohibida en 1986 por la Secretaría de Gobernación Fo to : e sp ec ia l El Gráfico 19E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 ta y popular del relato de sangre, pues en ellos aparecía la narración y descripción de los delitos, así como todo tipo de referencias a aconteci- mientos sobrenaturales, epopeyas medievales y desastres naturales, los cuales eran vociferados por los vendedores para llamar la atención de los lectores. Controladas por la Iglesia, estas pequeñas publicaciones tenían de cuatro o hasta ocho páginas, imprimían de 500 a 3000 ejemplares y su precio era bajo para que la población pudiera adquirirlo. Tiempo después, en los 296 años que duró la época de La Colonia, el Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición era quien fungía como el “in- formador” del pueblo en cuestiones de seguridad y justicia, al difundir en las plazas edictos y comunicaciones oficiales al público donde reportaba sobre detenciones, encarcelamientos, acusaciones (algunas fabricadas), incluso eran testigos de ejecuciones para así infundirles temor ante la comisión de un delito. En el estudio 450 años de periodismo en México, la investigadora María del Carmen Ruiz Castañeda señala: A principios de 1526, el Cabildo informó del castigo impuesto a alborotadores ebrios que habían ofendido “la preeminencia de la Santa Inquisición”, por lo que se ejecutó a 43 personas y se castigó a cientos más, con juicios, cuyos resultados eran colocados en las puertas de las iglesias a manera de edicto o mandato. Estos edictos tenían un “sello rojo”, símbolo de la autoridad ecle- siástica, y que dio origen al término “noticia roja”, que era como se conocían aquellas comunicaciones dirigidas a los fieles para dar razón del delito en contra de la fe o las buenas costumbres. Fue el tribunal de la Santa Inquisición, el que inicialmente popularizó este término, que con el tiempo se generalizó a la difusión de hechos vinculados a la justicia o derramamiento de sangre. Es a raíz de la aparición del primer medio impreso de circulación periódica en el año de 1722, la Gaceta de México y Noticias de la Nueva España, y 83 años después, en 1805, con el surgimiento del Diario de México que nacen las noticias en masa. En los contenidos de ambas publicaciones había relatos de seguridad pública y justicia penal, siempre abordados desde la óptica gubernamental. Origen El término Nota Roja surgió a raíz del ase- sinato del ilustre ciu- dadano Ramón Corona, en el estado de Jalisco, 1889, cuan- do el editor del diario El Mercurio Occidental, de Guadalajara, hizo que un muchacho que daba vuelta a la rue- da de prensa pusie- ra la mano empapa- da en tinta roja en to- dos los ejemplares que salían a la calle. El Gráfico El Gráfico 20 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 El cronista Carlos Monsiváis refiere que los primeros autores de este género periodístico en el país fueron los compositores de corridos y los grabadores. En la ciudad de México de la dictadura de Porfirio Díaz, el grabador José Guadalupe Posada (1868-1913) convierte los crímenes más notorios en expresión artística y ve en los hechos de sangre los cuentos de hadas de las mayorías. No en la viejecita que vivía en un zapato ni el gato con botas, sino El horrorosísimo crimen del horrorosísimo hijo que mató a su horrorosí- sima madre… En las Gacetas Callejeras, Posada transforma hechos de la naturaleza social en “sensaciones”, en aquello “tan real” que es inverosímil, tan cercano que sólo si el arte o el escándalo lo transfiguran se advierte su definitiva lejanía. La Gaceta Callejera, del editor e impresor poblano Antonio Vanegas Arroyo, publicaba diariamente corridos (novelas comprimidas en verso) El horrible crimen de María Antonia Rodríguez, quien mató a su compadre de 10 puñaladas, porque él no quiso acceder a sus deseos, quedó plasmado en el ejemplar de la Gaceta Callejera Fo to : e sp ec ia l El Gráfico • • 21E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 que se complementaban con los grabados de Posada. Estas hojas-volan- te se convirtieron en el gran medio de comunicación del pueblo hacia finales del siglo XIX y principios del XX, donde se incorpora lo mismo que asesinatos, leyendas y relatos de milagros. En el México posrevolucionario, la Nota Roja se centra en casos de bandas de ladrones, homicidios aislados y de políticos, aprehensión de delincuen- tes menores, asesinos seriales y secuestros. Muchos de ellos fueron publicados en la revista semanal Magazine de Policía de Excélsior, que surgió en la década de los 30 y finalizó su tiraje en 1969. Entre todos estos sucesos policiacos que atrajeron la atención de la socie- dad en aquellas épocas resalta el caso de la Banda del Automóvil Gris, en el año de 1915 cuando gobernaba Venustiano Carranza, que en la opinión de Carlos Monsiváis es el episodio policiaco más famoso de la ciudad de México ya revolucionaria. Este grupo de delincuentes,disfrazados de militares y que viajaba en un auto Fiat, aterrorizaba a la gente “pudiente” de la capital al presentarse en sus residencias con órdenes de cateo falsas para poder ingresar a ellas y saquearlas. Además del robo, también pusieron de moda el secuestro. Tiempo después se supo que los asaltantes eran en realidad encargados de la Seguridad Pública de la ciudad y que sus fechorías, obviamente, estaban solapadas por las autoridades, a quienes daban joyas y dinero a cambio de protección. El líder de la banda, Higinio Granda, y sus cómplices, fueron detenidos y encarcelados en la Penitenciaría, de la cual el dirigente logró escapar, mientras que algunos miembros fueron fusilados. Estos hechos fueron tan relevantes que una película se filmó en el año de 1919, titulada El Automóvil Gris, incluso algunas escenas fueron grabadas en el lugar donde se llevó a cabo la ejecución de los pillos. Décadas más tarde, el 20 de agosto de 1940, el asesinato en la capital de la República del político ruso, exiliado en México, León Trotski, conmocionó al mundo entero. Este suceso es notable debido a la cobertura que el célebre reportero, del entonces diario Novedades, Eduardo Téllez Vargas realizó sobre este hecho. Magazine de Policía de Excélsior Fo to : e sp ec ia l El Gráfico El Gráfico 22 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Minutos después de conocerse el crimen, El Güero Téllez, como se le co- noció popularmente, se presentó en la casa de Trotski en Coyoacán y ha- ciéndose pasar como agente del Ministerio Público, ingresó a la vivienda acompañado del fotógrafo Genaro Olivares; tras recorrer el sitio, encontró el arma homicida: un piolet ensangrentado que el asesino, Ramón del Río Mercader, incrustó en el cráneo del activista enemigo del también político soviético Josef Stalin, el cual entregó a los elementos de la policía que estaban afuera. “Las propias autoridades reconocieron su audacia y la veracidad de su información (sin duda, el reportaje, aparecido dos días después del homi- cidio, es una pieza de periodismo investigativo). Después de felicitarlo, el coronel Leandro A. Sánchez, jefe del Servicio Secreto, autorizó su ingreso al Puesto Central de Socorros para que, único entre los reporteros, presen- ciara la agonía del célebre exiliado soviético”, describe Marco Lara Klhar. Así, El Güero Téllez pudo hacer su propio retrato narrativo del político, sen- tando un precedente en la manera de ser reportero y hacer reporteo, es decir, el trabajo de campo. Corría el año de 1942, tiempo en donde hace su aparición el primer asesino serial identificado en México. Su nombre: Gregorio Cárdenas Hernández, de 27 años de edad y estudiante de ciencias químicas de la UNAM, que mató a cuatro mujeres el 15, 23 y 29 de agosto, y el 2 de septiembre de por aquel año. Tras hallarse en el jardín de su casa, ubicada en la calle Mar del Norte, co- lonia Tacuba, los cuatro cuerpos de mujeres, una estudiante y tres prosti- tutas, se detiene, el 8 de septiembre, al responsable que fue célebremente conocido como Goyo Cárdenas, El Estrangulador de Tacuba. En su confesión, el asesino, un sujeto de lentes, delgado y de mediana es- tatura, describió su modus operandi: llevaba a sus víctimas a su casa donde las golpeaba y estrangulaba; en un intento por resucitarlas, como buen estudiante de química, experimentó con los cadáveres sin conseguirlo, por lo que finalmente los enterró en su jardín. Tras su detención, “la sociedad –esa que lee periódicos, oye radio y con- versa– escucha fascinada y horrorizada (la confesión de Goyo)”, describe Monsiváis. “Eran mujeres de la calle… les ofrecí dinero. Las llevaba a mi casa, donde me saciaba en ellas. Después de tenerlas no sé qué me daba, El Gráfico 23E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 lo que sentía; era algo horrible, un odio espantoso hacia esas mujeres, por todas las mujeres, un frenesí inexplicable… El impulso invencible de destruir, de desgarrar, de matar… ¡y las mataba!”. Por los homicidios cometidos, El Estrangulador de Tacuba fue enviado a la Penitenciaría del Distrito Federal, mejor conocida como Lecumberri, pero sus abogados consiguieron trasladarlo al Manicomio General de “La Castañeda”, donde fue atendido por el doctor Alfonso Quiroz Cuarón y sometido a pruebas médicas y psicológicas; sin embargo, en 1948, regresó al Palacio Negro. Durante su estancia en Lecumberri estudió y concluyó la carrera de dere- cho, fungió como defensor de oficio, escribió libros y ganó un amparo por lo que quedó en libertad en el año de 1976. Al dejar la cárcel, luego de más de tres décadas de permanecer ahí, asistió a la Cámara de Diputados para recibir homenaje por parte de los legisla- dores, quienes le aplaudieron por ser “un ejemplo de readaptación social”, aunque hubiera asesinado a cuatro mujeres. Gregorio Cárdenas, mejor conocido como El Estrangulador de Tacuba, fue considerado el primer asesino serial en México Fo to : e sp ec ia l El Gráfico El Gráfico 24 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 El tristemente célebre Goyo Cárdenas murió el 2 de agosto de 1999, con- virtiéndose en el caso del siglo de la nota roja. Otro de los sucesos que asombró a la sociedad mexicana en los inicios del capitalismo, y que fue seguido por la revista ALARMA! (quizá la noticia que la consolidó), fue el de las hermanas González Valenzuela, alias Las Poquianchis. Esta historia (recreada por el escritor Jorge Ibangüergoitia es su libro Las Muertas) se desarrolló en un prostíbulo de San Francisco del Rincón, Guanajuato, en 1964, cuando la revista ALARMA! reveló una serie de in- humaciones clandestinas en este lugar, comandada por las hermanas Delfina, Eva y María de Jesús González Valenzuela. Con la ayuda del reportero Jesús Sánchez Hermosillo y el fotógrafo Belisario Torres Serratos, la revista semanal realizó una extensa cobertura Despiadadas El éxito del caso “Las Poquianchis” provocó que ALARMA! aumentara de 2 mil a 650 mil ejemplares semanales Fo to : e sp ec ia l El Gráfico 25E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 en el burdel “La Barca de Oro”, donde policías de investigación hallaron 11 osamentas, rescataron a 16 jovencitas explotadas sexualmente y arresta- ron a las lenonas “infernales”, junto con sus cómplices. Las investigaciones arrojaron que las hermanas Delfina y Eva obligaban a las menores a prostituirse, las alimentaban con tortillas y un plato de frijoles al día, y si salían embarazadas tenían que abortar porque no podían “darse el lujo” de abandonar el trabajo. Cuando las hermanas González Valenzuela veían que las mujeres estaban grandes y “ya no daban el ancho para el negocio”, simplemente las ma- taban; sin embargo, ellas no “hacían el trabajo sucio”, sino que tenían un “verdugo”, quien se encargaba de perpetrar los homicidios. Por esta razón, a las lenonas sólo se les pudieron comprobar tres asesinatos. Tras darse a conocer estos atroces hechos, las mujeres fueron senten- ciadas a 40 años de prisión, sentencia máxima de aquella época. Delfina quedó recluida en una prisión de Irapuato, donde tiempo después sufrió un accidente y falleció 15 días después; Eva terminó internada en un manicomio, mientras que María de Jesús cumplió su condena, salió de la cárcel y desapareció sin dejar rastro. Tanto fue el éxito de este caso que el tiraje de ALARMA! aumentó de 2 mil a 650 mil ejemplares semanales. Gracias a esto, Publicaciones Llergo, la edi- tora de la revista, tuvo una solidez económica impresionante, tanto que modernizaron sus instalaciones y comenzaron a imprimir la publicación en sus propios talleres. Incontables son los sucesos policiacos que conmocionaron a la sociedad mexicana del siglo XX, incluso varios de éstos fueron llevados a la literatu- ra, el teatro y el cine; de Goyo Cárdenas se realizaron varios documentales mientras que de Las Ponquianchisse escribieron libros y filmaron películas. Sin embargo, entrando el siglo XXI el periodismo policiaco dejó un poco las redacciones de los diarios para trasladarse a las grandes cadenas de televisión y conseguir su “transmisión en vivo”, lo que Marco Lara llama “la muerte en directo”, lo que puso en entredicho la labor de los reporteros de Nota Roja. La noche del 23 de noviembre de 2004, el pueblo de San Juan Ixtayopan, en la delegación Tláhuac del Distrito Federal fue escenario del primer lin- El Gráfico El Gráfico 26 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 chamiento transmitido en vivo y en directo. Las víctimas, tres agentes de la Policía Federal Preventiva (PFP), fueron también vejadas, apaleadas y que- madas. De los dos policías que murieron sólo quedaron restos humeantes sobre el pavimento. Todo esto pudo seguirlo el espectador, debido a la cobertura que los medios realizaron sobre el hecho. Y los autores mate- riales de la violencia se dieron el tiempo para recuperar la compostura, volver a sus casas, ocupar asientos y, acompañados de sus familias, verse en televisión, constatar su tan efímero como macabro estrellato. Es aquí donde surge la cuestión del verdadero valor periodístico de la Nota Roja. Si bien su función es meramente informar sin caer en interpre- taciones, también es necesario crear conciencia ética para que en verdad el periodismo policiaco aporte un beneficio a la sociedad. El Gráfico 27E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Lo que vende “Una imagen vale más que mil palabras”, es la frase popular que los edito- res de medios especializados en Nota Roja siempre tienen presente a la hora de estampar los contenidos en las publicaciones. Sin embargo, no sólo piensan en la imagen (a la que le puede “escurrir” sangre o no), sino también en idear un encabezado que provoque la aten- ción del lector y se anime a comprar ese diario o revista. “Violóla, Atácola y Matóla” fue un emblemático titular de la revista ALARMA! que atrapó a miles de lectores en la década de los 60 e implantó una nueva forma de cabeceo dentro del periodismo policiaco. Estos encabezados, creados por Carlos Samayoa Lizárraga (el fundador de la publicación) contenían una buena dosis de burla sobre la muerte y la tragedia humana para hacer más “ligera” la publicación, cuyas imágenes sangrientas eran de por sí “llamativas” para el público consumidor. “Don Carlos nos legó un tipo de ideas para crear encabezados; él creó cientos de titulares, tan famosos como el de matóla, violóla. Se divertía mucho haciendo su trabajo”, señala Miguel Ángel Rodríguez, actual direc- tor de ALARMA! Recuerda que Carlos Samayoa tenía un “don” especial para crear neologis- mos. Por ejemplo, para referirse a los homosexuales solía decir “mujercitos”, mientras que las lesbianas eran “hombrecitas”; “ahora no podemos utilizar este tipo de palabras porque nos acusarían de violar los derechos huma- nos. Actualmente utilizamos un humor poco menos negro, básicamente hemos abandonado el negro por el gris”, agrega Miguel Rodríguez. De esta forma, hay quienes argumentan que al utilizar el humor en los titulares de las publicaciones policiacas se aminora la tragedia, que de por sí ya es fuerte. Actualmente, el periodismo de Nota Roja continúa con los encabezados burlones, pero son más “coloquiales”, juguetones y concebidos en el “len- guaje del barrio”, los cuales no dejan de tener su “ciencia”. El Gráfico El Gráfico 28 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 “Siempre es importante y son de mucha ayuda los detalles de los hechos; considero que entre más datos tiene un texto, el trabajo de cabecear es más sencillo”, señala Édgar Córdova Rodríguez, jefe de información de El Gráfico. El “arte” del cabeceo de la Nota Roja tiene tres objetivos: enganchar al lec- tor con la vista (que incluso la creatividad del editor pueda arrancarle una sonrisa), invitarlo a leer y, sobre todo, venderle la noticia. “Lo principal es que sea una cabeza atractiva para el lector, algo que llegue de inmediato a la mente de quien la lee. A veces, se cree que es poco ético poner titulares en doble sentido o de humor negro, pero simplemente se busca algo que llame la atención del público”, indica Miguel Rodríguez. De esta forma encabezados tan simples como “Se les peló”, “Enfrían autos”, ofensivos como “Caen dos ratas”, o ingeniosos como el de “Corre video a Bejarano” (durante el famoso episodio en el programa de Brozo) o “Ya Bailó” (al morir el cantante Michael Jackson) son el pan nuestro de cada día en las publicaciones policiacas. “Culturalmente siempre nos hemos burlado de la gente, entendiendo este contexto, son comprensibles los encabezados de la Nota Roja, sin embargo, desde el punto de vista de la ética, esto no es correcto”, indica Ricardo Ham. Hacer reír al público no es tarea fácil y eso lo saben los editores de medios policiacos, quienes indican que el cabeceo de notas de seguridad y jus- ticia no es sencillo, pues es necesario contar con amplia cultura general, conocimiento del lenguaje y hasta con “un poco de talento”. En ese sentido, consideran aceptable que en el periodismo de Nota Roja se produzcan nuevas palabras y verbos que “enganchen y sorprendan” al público en la primera lectura. “Es completamente válido si se capta a la primera, por ejemplo, la palabra ‘sanchicidio’, se entiende bien y sabemos de lo que se está hablando”, señala Miguel Rodríguez. Titulares tan variados y “coloridos” bien podrían formar parte de un “diccio- nario real de términos de la Nota Roja”, si éste texto existiera. No obstante, Culturalmente siempre nos hemos burlado de la gente, entendiendo este contexto, son comprensibles los encabezados de la Nota Roja, sin embargo, desde el punto de vista de la ética, esto no es correcto” Ricardo Ham, autor del libro México y sus asesinos seriales El Gráfico 29E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 a continuación se hace una breve explicación para entender los titulares más comunes dentro del periodismo policiaco. Apañar: Atrapar, arrestar. Atorar: Obstaculizar el camino de alguien, en este caso de un delincuente. Atracar: Robar, quitar las pertenencias a alguien. Despachar: Asesinar, matar. Embolsado: Persona muerta, cuyo cuerpo es envuelto en una bolsa. Enfriar: Dejar que objetos o hechos se olviden. También se utiliza en personas muertas, debido a la condición del organismo cuando ocurre el deceso. Judas: Policía judicial. Narcomanta: Tela con mensaje vinculado con el narcotráfico, que regularmente cuelgan sobre la vía pública. Narcomensaje: Texto escrito sobre cartulina o papel, que generalmente dejan sobre personas muertas por el crimen organizado. Madrugar: Matar a alguien durante la madrugada; persona que amanece muerta. Matón: Asesino a sueldo. Pelarse: Huir. Escapar un delincuente de la policía. Polis: Policías. Plomazo: Disparo de arma de fuego. Rata: Ladrón. Deriva de la palabra ratero. Rata de dos patas. Volar: Palabra que se utiliza en sentido figurado para dar a entender que un vehículo volcó. El Gráfico El Gráfico 30 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 “Si no hay fotografía, no hay artículo”, asegura Miguel Rodríguez, quien agrega que la gente compra la revista que dirige por curiosidad, por co- nocer cómo estamos por dentro, aunque también porque es la única que dice la verdad sin censura. “Mucha gente nos tacha de ser sensacionalistas, pero la información pu- blicada es verídica, no inventamos nada ni retocamos fotos”, expresa. “Es cierto, la sangre y lo excepcional vende, pero no explica. El tener todos los días tres periódicos capitalinos (La Prensa, El Metro o El Gráfico) no significa que haya una sociedad más informada, y son diarios de gran circulación, cada uno de esos periódicos tira más de 100 mil ejemplares diarios”, argumenta Romero Puga. El aumento de la violenciaen el país ha hecho que las portadas de los diarios policiacos ya no generen en el público consumidor el impacto deseado por los dueños de los medios. Antes una buena fotografía era suficiente para garantizar excelentes ven- tas en las publicaciones; sin embargo, al paso del tiempo, las portadas comienzan a ser demasiado recurrentes, incluso similares, por los hechos derivados del crimen organizado, debido a esto se ha tenido que buscar una fórmula para tratar de hacer la información más atractiva. “Siempre hay que buscarle otra alternativa, hay que refrescarle. Empezamos a recurrir un poco al ingenio, encabezados interesantes, chistosos, curio- sos, para captar otra vez el interés del lector. De esta forma, la imagen debe ser reforzada con una buena cabeza, y si apoyas un buen titular con una foto que llame la atención, pues eso sería lo ideal, aunque no siempre se conjugan esos detalles”, indica Enrique Morán. En el caso de El Gráfico, Édgar Córdova considera que la portada del diario, que mezcla imagen, encabezado y una chica desnuda, es una tríada que hasta la fecha ha tenido éxito en el público, pero que éste no sólo busca di- chos elementos, sino más información, que el periódico sí le proporciona. “Hay quienes ubican a la nota roja muy cerca de la pornografía, no en el peor de los sentidos, sino en uno muy básico, instintivo. Los materiales con carga sexual o sensualidad, suelen despertar algún tipo de pulsiones que hacen atractiva la lectura o la vista, lo mismo pasa con la nota roja, es decir, hay pulsiones muy instintivas que te mueven a leer ese tipo de materiales”, justifica Romero Puga. La sangre y lo excepcional vende, pero no explica” Juan Carlos Romero Puga, coordinador del Programa de Libertad de Expresión del Centro de Periodismo y Ética Pública El Gráfico 31E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Hacia un periodismo policiaco más ético Como si fuera un show, donde los espectadores son los medios de comu- nicación, así es actualmente la presentación de detenidos. Ellos, los presuntos culpables, salen en fila, algunos con vestimenta blan- ca, y escoltados por policías, quienes los colocan de frente a las cámaras fotográficas y de televisión. A un lado, la autoridad en turno detalla el expediente “negro” de la “fichita” que acaban de aprehender. Como si fueran los modernos instrumentos inquisitorios, los flashes caen sobre los rostros de los que ya están siendo juzgados, en primera instancia, por los medios de comunicación. Al otro día su cara, nombre y alias aparecen, en el mejor de los casos, den- tro de las páginas interiores de un diario y en el peor, a “ocho columnas”, con un encabezado que los califica para que los siguientes jueces sean los lectores. Sin una investigación sustentada, las autoridades realizan una práctica desafortunada que poco a poco se vuelve común y con la que “entregan resultados” al combate a la delincuencia, es la llamada presentación de detenidos. “La presentación de detenidos suele darse de manera cotidiana, los medios van y la cubren, cuando de entrada es un hecho que violenta derechos de las personas, particularmente violenta el derecho de la gente al debido proceso y el principio de presunción de inocencia con el que cualquier persona debería enfrentar a la justicia”, asegura Juan Carlos Romero Puga. Agrega que el periodismo policiaco se ha acostumbrado a que esta situa- ción es normal y no realiza un debido seguimiento de los casos. “No im- porta si esa persona sale libre siete días después porque no hay ninguna prueba en su contra, lo que queda es la primera plana en la que apareció con adjetivos como ‘rata’ o ‘asesino’; yo no veo la corrección en los medios en los días posteriores cuando esto sucede”. Un alto porcentaje de la gente presentada todos los días por la comisión de algún delito, generalmente sale libre; sin embargo, se presenta a los El Gráfico El Gráfico 32 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 detenidos como una forma de ver “estamos dando resultados” y la prensa, de manera voluntaria o involuntaria, se vuelve cómplice ante este hecho, indica el columnista. ¿Pero qué pasa con los que ya no están, con aquellos que no se dan cuenta que su fotografía apareció en un medio de circulación nacional? Romero Puga responde “cuando se publica la imagen de una persona muerta, sangrante, se violentan los derechos de personalidad: es el derecho a la dignidad de un ser que no puede defenderse, y es el derecho a la propia imagen, es decir, cómo queremos que la gente nos vea y nos recuerde”. Asimismo, comenta, la familia de la víctima tiene derecho, ante un suceso penoso y lamentable, a vivirlo de manera privada e íntima. “Si un detenido no puede ser sometido a un trato inhumano y degradante, una persona fallecida tampoco”, expresa. Debido a esto, el especialista sugiere que la profesionalización de perio- distas sea mayor, sobre todo, que tenga un conocimiento más profundo en términos de derecho humanos. “Cada periodista puede hacer su lectura ética de publicar o no, pero em- pezar a comprender que en su práctica diaria hay incorporados vicios que violan derechos”, finaliza. El Gráfico Foto: Jacobo Arellano 35ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012 2BREVE RETRATO DE EL GRÁFICO 36 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Letras para el pueblo “¡Palavicini está loco! Mira que ocurrírsele editar un vespertino, y diario, no es cualquier cosa. Quiero ver si él va a estar aquí trabajando toda la mañana para hacer el de la tarde y después en la noche El Universal”, expresaban los reporteros, redactores y linotipistas del “Gran Diario de México” durante el otoño de 1921. En aquel tiempo, en la redacción de El Universal, ubicada en la calle de Madero del Centro Histórico, el insistente rumor de que su director don Félix F. Palavicini quería hacer un periódico que circulara por las tardes, tenía a los trabajadores “con lo nervios de punta”. Y es que según las crónicas de la época, la inquietud de los trabajado- res no era para menos, ya que la fundación de la Compañía Periodística Nacional había ocurrido apenas cinco años antes, el 1 de octubre de 1916, y tanto sus procesos de producción como su aparato administrativo se encontraban en pleno desarrollo. Sin embargo, durante el tradicional brindis de Año Nuevo de 1922, Palavicini, también diputado del Congreso Constituyente, realizó el anun- cio de la próxima publicación, exponiendo sus motivos: “Señores, mandar a la calle El Universal Gráfico será un éxito inmedia- to. ¿Se dan cuenta de que no hay competencia? Podremos publicar resúmenes de las informaciones aparecidas en los matinales y todo lo que sucede hasta las dos de la tarde. La clave está en encerrar la mayor cantidad de noticias interesantes en el menor espacio posible. En diez minutos el público tiene que estar informado”. Y es que lo anterior era verdad, ya que todos los periódicos de habla his- pana de entonces circulaban por la mañana, y Félix Palavicini sospechaba que el mercado de lectores de la tarde era amplio y poco explotado. No obstante, los pesimismos acerca de este proyecto no se hicieron espe- rar, algunos decían que durante los últimos 20 años los intentos por fun- dar un vespertino habían fracasado. Otros que al hombre de la tarde no le interesa leer, que al presidente de la República, general Álvaro Obregón, le interesaba más el cinematógrafo; mientras que había quienes pensaban que era mejor ampliar la infraestructura de El Universal. El Gráfico 37E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Pese a los dimes y diretes, Palavicini se escudaba con los argumentos de que la infraestructura del diario estaba en condiciones óptimas para publicar un vespertino y, además, algo muy importante, los deportes y espectáculos estaban muy abandonados; “habría que ver las ‘colas’ que se hacen para entrar a los juegos de beisbolo el futbol. Los cines y los teatros son fuente de consulta diaria de quienes no tienen dónde pasar la tarde o a dónde ir con la novia. Las carpas se están llenando, los cómicos atraen a la gente, démosles pues reportazgos sobre ellos”, objetaba. Finalmente, acertó con la base principal del diario: que al público de El Gráfico (el sector popular) se le deberían dar muchas imágenes, “apro- vechemos los avances tecnológicos y que la fotografía ha llegado a un punto insuperable”, expresaba. A manera de prueba, el 23 de enero de 1922 se publica un “número cero” de El Universal Gráfico, con un tamaño tabloide y como nota de portada (algo muy apegado a su estilo) la serie fotográfica del accidente sufrido en el ruedo por el famoso matador español Ignacio Sánchez Mejías. El Universal Gráfico “vio la luz” el 19 de febrero de 1922 Fo to : a rc hi vo E l U ni ve rs al El Gráfico El Gráfico 38 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 En las imágenes se mostraba la embestida del toro al diestro, quien voló “espectacular y dramáticamente por los aires”. Debido a estas fotografías, el nuevo medio tuvo el éxito esperado y se vendió como “pan caliente”. Con esta experiencia, el 1 de febrero de 1922 se publicó el primer ejemplar de El Universal Gráfico, con un costo de cinco centavos y bajo la dirección del periodista José González M. y de José Manuel Puig Casauranc; este último llegaría a ser secretario de Educación Pública años después. En la portada destacaba el titular de la suspensión de relaciones entre México y Venezuela (sin texto) y como buen diario ilustrado, cinco foto- grafías de los hechos más sobresalientes del día. De esta forma, el primer vespertino de México y América Latina “veía la luz” en el México posrevolucionario con el objetivo de satisfacer, en pocos minutos, las demandas de información de una población capitalina en crecimiento. Además de “saciar” la sed de noticias, incluir los deportes y espectáculos, los creadores del diario buscaron atraer al sector popular mediante la promoción en sus páginas de campañas sociales. Asimismo, se convirtió en el medio de comunicación que acercaba a sus lectores las noticias de una manera más fresca, contrario a la información de los matutinos, pues durante la tarde explotaba las notas que sucedían por la mañana. Gracias a lo anterior, El Gráfico logró obtener muchas pri- micias. Un ejemplo de esto ocurrió el 20 de julio de 1923 con el asesinato del general Francisco Villa, acontecimiento que El Gráfico manejó como un “extra” y con la previa advertencia de que, aunque no se tenían detalles del trágico acontecimiento, sí contaban con fuentes oficiales que lo con- firmaban. Tal y como si se observara ahora como una “transmisión en vivo” o una nota publicada en internet, el diario lo relató así: En estos momentos se recibe en la capital una noticia tremenda que nos anticipamos, como siempre, a dar al público: el general Francisco Villa ha sido asesinado. El Gráfico 39E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 “La noticia anterior, de la más grande importancia, como el lector puede juzgarlo, se recibió no como simple rumor sino como noticia plenamente confirmada en las fuentes oficiales. Y como EL UNIVERSAL GRÁFICO se da cuenta de la impresión que la misma va a causar en el público, sin demora alguna lanza esta extra”. Años más tarde, el 17 de julio de 1928, El Gráfico daba a sus lectores otra primicia: el homicidio del presidente electo Álvaro Obregón. “A las dos y veinte minutos de la tarde ocurrió hoy, en el restaurante de la Bombilla, en San Ángel, una tremenda tra- gedia: el general Obregón, presidente electo de la República, resultó muerto como consecuencia de cinco balazos que le disparó por la espalda, a quemarropa, un individuo que se hizo pasar como dibujante”. Sucesos sobresalientes y excepcionales plasmados en este vespertino (diseñado para ser leído en diez minutos y con la mayor cantidad de noticias relevantes) fueron una parte fundamental para la consolidación del diario, aunado a su público consumidor ávido de noticias: el sector popular. De esta forma, el decano del periodismo vespertino se convirtió en un medio de comunicación que servía al pueblo, pues “…se encuentran diversas enseñanzas y asuntos que pueden ser leídos por el comerciante, el industrial, el banquero, el agricultor, el estudiante y aún por elementos de la clase más humilde; de los cuales muchos de ellos buscan este diario con interés. Y es que solamente siguiendo una línea recta de veracidad y dando al público diferentes tópicos de la vida social y que sean útiles se logra para una publicación el prestigio periodístico y el arraigo entre el público”. Por la dirección de El Gráfico han desfilado más de 30 personas, quienes impregnaron estilos, cambiaron formato, diseño y contenidos para que en la actualidad sea el medio más importante de circulación nacional. A continuación se presenta un listado de periodistas que ha dirigido El Gráfico desde su fundación hasta la actualidad, marcando las tres épocas de los presidentes de El Universal. El Gráfico El Gráfico 40 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Félix Fulgencio Palavicini, presidente y director general de El Universal (1 de octubre de 1916). FECHA DIRECTOR 1 de febrero de 1922 José González M. 5 de marzo de 1923 Ernesto Hidalgo Miguel Lanz Duret, presidente y director general de El Universal (14 de abril de 1923). FECHA DIRECTOR 1 de febrero de 1936 Gregorio López y Fuentes 16 de junio de 1944 Armando Chávez Camacho 1 de julio de 1952 Santiago García 22 de junio de 1959 Armando Chávez Camacho 30 de junio de 1961 Miguel Castro Ruiz (subdirector) 13 de julio de 1961 Fernando M. Garza 9 de mayo de 1963 Eulalio Sánchez 11 de junio de 1964 Miguel Lanz Duret V. 9 de diciembre de 1964 Alfonso Argudín (subdirector) 7 de febrero de 1967 Luis Solana Salcedo 12 de febrero de 1968 Armando Rivas Torres 30 de julio de 1969 Darío Rodríguez Esquivel (sudirector) El Gráfico • • 41E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Juan Francisco Ealy Ortiz, presidente y director general de El Universal (23 de octubre de 1969). FECHA DIRECTOR 2 de enero de 1972 Alfonso Argudín (subdirector) 29 de agosto de 1972 Gustavo Ortiz Hernán 1 de noviembre de 1974 Leopoldo Meraz (subdirector) 19 de marzo de 1976 Luis Javier Solana 11 de abril de 1978 Manuel Mejido (subdirector) 13 de marzo de 1985 Benjamín Wong Castañeda 1 de octubre de 1986 Jorge Avilés Randolph (subdirector) 11 de octubre de 1988 Jorge Villa Alcalá (subdirector) Enero de 1991 Pedro Álvarez del Villar (encargado de la subdirección general) Enero de 1992 Leopoldo Meraz Azteca (subdirector) Enero de 1993 Luis Sevillano Marzo de 1995 Isabel Zamorano (encargada de la subdirección general) 4 de enero de 1996 Félix Fuentes Mayo de 1999 Enrique Aranda 8 de agosto de 2000 Carlos Ramírez Enero de 2002 Roberto Rock 1 de junio de 2003 Óscar Hinojosa Marcial 3 de agosto de 2004 Raymundo Rivapalacio 5 de noviembre de 2007 María Félix Escalante Romero El Gráfico • El Gráfico • 42 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 El 1 de septiembre de 1999 El Gráfico, bajo la dirección de Enrique Aranda, cambia su formato de “sábana” a un tamaño tabloide para facilitar la lec- tura a un público cada vez mayor. Además pone color algunas páginas, como la portada y contraportada. El diario también pasó por varios rediseños, siendo el más significativo el de abril de 2009, cuando el tamaño disminuye un poco, todas las páginas se publican a color y se le agregan más secciones para atraer a los lectores. “El primer diario de la mañana” Al cumplir 80 años de vida el pionero de los diarios vespertinos de México y América Latina necesitaba con urgencia un cambio radical, pues los rotativos de este tipo iban en franca caída. De esta forma, a principiosdel siglo XXI, periódicos que circulaban por la tarde en la ciudad de México como, Últimas noticias de Excélsior, Ovaciones Para hacer más fácil la lectura, El Gráfico cambió su formato de “sábana” a tabloide en el año de 1999 Fo to : a rc hi vo E l U ni ve rs al El Gráfico EL UNIVBRSAL MI'tnl Ced~en=. paristas; piden amnistía • 43E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 segunda edición, El Sol de México del mediodía y el Diario de la Tarde, muy leídos en su época de apogeo, enfrentaron su decadencia y algunos ter- minaron por desaparecer del mapa de la información. Los noticieros de radio y televisión que ofrecían información con pronti- tud, así como la incursión de los medios de circulación nacional a la era del internet fueron causas principales que “enterraron” a la mayoría de los vespertinos. A El Gráfico no le fue ajeno este fenómeno, por lo que tuvo que hacer uso del sonado refrán “renovarse o morir” para no hundirse en el mismo barco. Tras diversos estudios de mercado, el 18 de febrero de 2002 el rotativo “cambió de turno” y de slogan a “El primer diario de la mañana”; de esta for- ma, apostó por la circulación matutina, pero también por la renovación en cuanto al tipo de información: sus 40 páginas contenían menos noticias de política y más de seguridad, deportes y espectáculos. Asimismo, se implantó un proyecto para atraer la atención del público el cual consistía en la rifa de cinco mil pesos entre los lectores, quien resulta- ra ganador aparecía en portada. Algo importante fue la reducción del precio de tres a dos pesos y el tiraje aumentó pues de 20 mil que imprimían en la tarde pasaron a 60 mil en las mañanas. El argumento para convertirlo en un diario matutino fue que el tiempo de distribución vespertina era muy corto, pues el periódico estaba impreso a las 15 horas, pero a las 18 horas ya no había voceadores en las calles dispuestos a venderlo. María Félix Escalante, en ese entonces coordinadora editorial, señalaba para una nota de la revista Etcétera que el propósito del cambio a la mañana era hacer un periódico más cercano a la gente y que contará más historias. Agregaba que no se pretendía que fuera competencia de El Universal, pues iba dirigido a un público diferente y tenía otro enfoque editorial. Cabe destacar que en este tiempo la distribución de El Gráfico se amplió hacia la zona conurbada de la capital, por lo que se le incorporó una sección de dos páginas dedicada al estado de México. El Gráfico El Gráfico 44 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 La renovada imagen y su temprana circulación provocaron que siete meses después del cambio, el rotativo alcanzara un tiraje de 110 mil ejemplares y su número de lectores se estimaba en 350 mil diariamente. Existe información sobre una edición matutina de El Gráfico que salió a la venta en noviembre de 1928, la cual era un “resumen” de las noticias más importantes de El Universal y se imprimía de lunes a viernes. Esta publicación no sustituyó al ejemplar vespertino que siguió con su venta normal. Sin embargo, la edición no prosperó y desapareció tiempo después, aunque se desconoce la fecha. ¡Paren las rotativas!, una mujer toma las riendas de El Gráfico Por años fue la “reina sin corona”, la que revisaba páginas, corregía ortogra- fía, coordinaba información, publicidad y personal, aportaba ideas para las portadas y contraportadas, pero lo más importante era la que tomaba las decisiones. Todo lo anterior como si fuera quien llevara las riendas del rotativo; sin embargo, por años, su nombre aparecía en el directorio del periódico como la subdirectora editorial de El Gráfico. El 18 de febrero de 2002 el periódico dejó el turno de la tarde para convertirse en “El Primer Diario de la Mañana”. En la imagen se muestra la portada y la contraportada Fo to : a rc hi vo E l U ni ve rs al El Gráfico F. __ o """, -" -- -.,;:.;.¡;.."'~~ El Gráfico " , " ,. -~ -~,., ............ -- -.. ca ... . nupclon • 45E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Personas allegadas cuentan que en la víspera de su nombramiento como directora de El Gráfico, María Félix Escalante Romero pensaba que ya le “iban a dar aire”, pues llevaba más de 20 años (21 para ser más precisos) trabajando para El Universal y que llegaría, como anteriores veces, otra persona al frente del diario, la cual llevaría gente para relevarla. “Directores iban y venían, había algunos que ni se paraban por el diario, pero Mari (como le llaman) siempre estaba al frente, dirigiendo y haciendo todo, como si fuera la directora”, coinciden algunos miembros de su perso- nal, quienes vivieron de cerca todo este proceso y que al igual pensaban, que tanto el tiempo de María como el de ellos había llegado a su fin. “Mari se la pasaba en la redacción, hacía portadas, contraportadas, selec- cionaba la información, incluso nos defendía y metía las manos al fuego por nosotros”, indica Gabriela Morales, secretaria de redacción del diario. Sin embargo, el panorama fue completamente diferente y el “día de la corona- ción” llegó, pues el 5 de noviembre de 2007 María Félix, en aquel entonces de 43 años, fue nombrada por el director general de El Universal, Juan Francisco Ealy Jr., como directora editorial de El Gráfico, en sustitución del conocido pe- riodista Raymundo Rivapalacio, quien tomaría la batuta del “hermano mayor”. La nota informativa de esa época relata que Ealy Jr., tomó la decisión de dejar al frente del diario a Mari “en reconocimiento a su entrega, pasión y trayectoria periodística”. Y sabía muy bien de lo que hablaba, pues María es una experta en el proceso de edición de un diario; ella puede describir muy bien el momento de cuándo la tinta y papel se mezclan en una rotativa para imprimir un periódico. Tras una jornada intensa de trabajo, como dia- gramar y cabecear un diario en hoja de papel tamaño oficio, y esquemar una página, en la actualidad, mediante un programa de computadora, también sabe detectar una falta de ortografía o sintaxis con una primera leída a la plana. “A falta de un director, ella estaba a cargo, en los hechos, de la dirección editorial, la selección de las notas, la asignación de páginas a los secre- tarios de redacción. María era la directora de orquesta, primera solista, responsable del acompañamiento. Es importante anotar que hacía las mismas funciones en un diario gratuito publicado por esa casa edito- rial, El M, que se distribuía en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, El Gráfico El Gráfico 46 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 corrobora Jorge Cisneros, coordinador de la sección País del diario 24 Horas y exjefe de información de El Gráfico, en tiempos de Raymundo Rivapalacio. Originaria de un pueblo llamado El Porvenir, en el estado de Guerrero, María llegó a la ciudad de México a mediados de la década de los 70, cuando contaba con 11 años de edad para estudiar la secundaria. El ser la única hija de dos campesinos le dio la oportunidad de “escalar” más allá de la primaria y no quedarse en la comunidad, donde seguramente su destino sería como el de la mayoría de las mujeres del lugar: casarse a temprana edad, pues más posibilidades de estudio no existían. “Mis papás no querían que tuviera una vida como la de ellos, dijeron: ´que tenga una vida en la que aprenda, que tenga un trabajo, en una oficina´ era su sueño, que yo no me quedara en el pueblo, sobre todo porque allá las mujeres se casan muy jóvenes”, expresa Mari, sentada tras su escritorio lleno de papeles, periódicos y fotografías. Mari vivió en casa de sus tíos, allá por el metro Normal y su vida en la capital transcurrió como el nombre de la estación, tranquila y dedicada al estu- dio. Cuando llegó el momento de ingresar a la educación media superior realizó dos exámenes, uno para el Instituto Politécnico Nacional (IPN), donde se quedó en la Vocacional5 y el otro, casi obligada por su tío, para la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ahí eligió el CCH Naucalpan, debido a que sus familiares eran bibliotecarios de esa escuela; ya luego le agarró el gusto. “Me llamaba mucho la atención que fuera un sistema de educación no tradicional, donde podías hacer más investigación, estudiar por tu cuenta y sin memorizar”, relata. Su gusto por las Ciencias Sociales y la forma en cómo una profesora impartía la materia de Ciencias de la Comunicación al final de semestre fueron los detonantes para que estudiara la carrera de Comunicación en la entonces ENEP Acatlán, y de ahí todo cambió. Su primer trabajo formal, donde había paga, fue en la Delegación Benito Juárez en el área de información y quejas; ahí recibía reportes de los veci- nos sobre algún problema en su colonia o los orientaba acerca de algún trámite. Luego pasó al área jurídica. A falta de un director, ella estaba a cargo, en los hechos, de la dirección editorial, la selección de las notas, la asignación de páginas a los secretarios de redacción. María era la directora de orquesta, primera solista, responsable del acompañamiento” Jorge Cisneros, coordinador de la sección País del diario 24 Horas El Gráfico 47E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Aunque no tenía nada qué ver con lo que en ese momento estudiaba, quizá ese empleo le sirvió para forjar la empatía que ella ahora tiene con los lectores del diario que dirige. Casi al finalizar la universidad, Adrián Chavarría, profesor adjunto de Sergio Castañeda, actual director de la revista Proceso, le informó que en El Universal estaban solicitando personal, que se “fuera a dar una vuelta”. Había pasado casi un mes del devastador terremoto de 1985 cuando una amiga y ella ingresaron a la redacción del diario para hablar con el subdi- rector del periódico, a quien le dijeron que tenían ganas de trabajar pues estaban a punto de terminar sus estudios. “Él nos dijo que seguramente ya teníamos dónde estudiar, pero había que aprender cómo se hacía un periódico, por lo que nos mandó a que fué- ramos todos los días a la redacción para ver cómo se elaboraba el diario”, recuerda Mari. Todas las mañanas, durante tres meses, se presentaba en El Gráfico, que en ese tiempo era vespertino, para observar el proceso de edición. “Veía cómo se distribuían las notas, cómo se hacían las páginas; bajaba a los talleres a observar el cierre de las páginas, a revisarlas, porque todo en ese tiempo era manual”, relata. María Félix Escalante es egresada de la FES Acatlán, de la UNAM Foto: archivo El Universal El Gráfico El Gráfico 48 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Cuando algún trabajador con plaza faltaba por vacaciones, incapacidad o porque llegaba tarde y lo regresaban, el suplente “entraba al quite” para reali- zar sus labores en El Universal. Éste fue el primer cargo que ocupó en el diario. “Había dos o tres personas esperando a que ese día se le asignara trabajo, uno no laboraba toda la semana, pero de todas maneras tenía que asistir y llegar antes que todos los empleados para ver si me daban un lugar”, precisa. La constancia, paciencia y dedicación al trabajo periodístico hicieron que María dejara el puesto de suplente y obtuviera una plaza de secretario de redacción en El Universal dos años más tarde. Mari cuenta una anécdota que, a su juicio, la condenó a quedarse hasta los cierres maratónicos del diario en aquella época, pero que a la vez se con- virtió en un aprendizaje bastante enriquecedor para su naciente profesión. “Me enseñaron a modular las columnas y a corregirlas. En ese tiempo se publicaba una columna política del señor Francisco Cárdenas Cruz, quien era la estrella del periódico, casi nadie podía tocar su texto. Se me ocu- rrió pedirle al coordinador que me enseñara cómo se hacía, lo que me condenó a que de ahí en adelante me dejaran hasta los cierres, porque cuando él no estaba, yo era la única que sabía cómo se modulaba, porque la página tenía un diseño especial. Por andar de curiosa aprendí de más, pero también me sirvió para conocer todo el proceso de cómo se hacía el periódico”, narra. Su salto a El Gráfico ocurrió a mediados de la década de los 90 siendo coeditora de la sección de Ciudad de El Universal. Una renuncia inespe- rada de la entonces encargada de la subdirección general del rotativo, Isabel Zamorano, fue el suceso que cambió su carrera y su vida, pues de un día para otro le ordenaron presentarse en el tabloide, nada más ni nada menos que para hacerse cargo de la edición, mientras nombraban a un nuevo director. Recuerda perfectamente esa fecha, fue la mañana del lunes 9 de abril de 1995 cuando “dio el brinco” a El Gráfico, llena de ansiedad, nerviosismo y con nula experiencia en la edición de un periódico vespertino que era un resumen de El Universal y sin una propuesta propia, que bien podía dar una nota de política en la portada como un suceso de ciudad o de espectáculos. Cambio Su salto a El Gráfico ocurrió a media- dos de la década de los 90 siendo coedi- tora de la sección de Ciudad de El Universal. El Gráfico 49E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Así, durante nueve meses estuvo sola con la responsabilidad de dirigir el diario hasta enero de 1996, cuando nombraron al periodista y columnista Félix Fuentes, el primero de los tantos directores que ella vería pasar previo a su “investidura”. “Me quedé siendo su coeditora, revisaba la primera plana, le sugería qué llevar, le decía la información que había y corroboraba las páginas que hacían los secretarios”, cuenta. Tres años después, en mayo de 1999, Enrique Aranda remplazó a Félix Fuentes en el cargo. El nuevo director nombró a María coordinadora edi- torial y ordenó lo que todo periodista anhela: que su nombre apareciera en el directorio del periódico. Aranda le metió color y cambió el formato del periódico, poco más grande que el actual, pero no así la línea, pues continuaba siendo un “Universal chiquito”. Carlos Ramírez, quien suplió a Aranda y fue el último director de El Gráfico como medio vespertino, intentó darle la vuelta al tono del diario, con los contenidos más relajados e historias que captaran la atención del público. Años más tarde, Mari, aún coordinadora editorial, fue testigo del “cambio de horario del periódico”, que siguió con el mismo estilo de ser un resu- men del “hermano mayor”, con el “sello” del director en turno. “Creo que los directores previos sí tenían sus reservas de hacer un diario policiaco; Raymundo (Rivapalacio), quien es analista de estos temas, cuan- do poníamos una foto ‘ruda’, prefería que se publicara en blanco y negro o sugería hablarle a la gente que estaba cerca para conocer su reacción”, indica. Pese al desfile de directores en el diario, María nunca bajó los brazos; al contrario, cuando alguien llegaba a tomar las riendas, ella proponía temas, secciones, todo con tal de mejorar el trabajo. “Lo que me gusta es trabajar, nunca me he conformado, tengo 15 años aquí y no he pensado que ya no voy a aprender más; si me dicen ‘ahora vamos a editar un periódico de teatro’, pues lo hacemos y propongo lo que se puede hacer porque a mí me gusta y me entusiasma mi trabajo”, expresa. El Gráfico El Gráfico 50 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Y con este carácter emprendedor y “luchón”, luego de trabajar durante más de dos décadas, Mari se convirtió oficialmente en la primera mujer que ha dirigido El Gráfico en toda su historia, incluso es la primera en los Universales que tiene un cargo de esa relevancia. “Sin afán de elogio, María es una persona que trabaja mucho, dedica su vida al trabajo y que no exige a quienes laboran con ella nada que no esté dispuesta a hacer o que no haya hecho. En el ambiente de tensiones de las redacciones, su jovialidad y buen humor ayudan mucho. Además, en términosprofesionales, el nuevo crecimiento del periódico, que se ha convertido en un éxito en sus ediciones de fin de semana, en las que tiran los ejemplares que otros diarios no alcanzan en una semana, es testimonio de su eficacia”, asegura Jorge Cisneros. María le mete pasión a todo lo que realiza, en sus gustos y pasatiempos. Es “pambolera”, su corazón pertenece a las Chivas del Guadalajara, a la Selección Mexicana y, cosa curiosa, a la Selección de España. Adora a su única hija, Sara, de 17 años; su vida y trabajo están dedicados a ella, así como sus pocos ratos libres, donde trata de disfrutarla al máximo. Es amante de las redes sociales como Twitter y Facebook, pero sobre todo, vive de las noticias; desde que “abre el ojo”, tras dormir pocas horas, su pasa- tiempo es revisar las portadas de todos los diarios de circulación nacional, los portales, incluso de España o Argentina. El 5 de noviembre de 2007, María Félix Escalante Romero (centro) fue nombrada directora editorial de El Gráfico, en remplazo de Raymundo Rivapalacio (izq.). Roberto Rock (centro) y Juan Francisco Ealy Jr. (der.), acompañaron en el evento Foto: Archivo El Universal El Gráfico 51E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 “En lo personal he aprendido mucho de ella, porque cuando llegué al cargo nunca había tenido una responsabilidad similar y con base a correcciones, ella me ha mostrado cómo hacer muchas cosas de las que yo ni idea tenía”, asegura Édgar Córdova, jefe de información de El Gráfico. Cuando llega a la redacción y observa el budget de información, es decir los adelantos de reporteros o las notas contempladas para la edición, siente que todas ya se publicaron, pues ya las vio desde temprano en algún sitio de internet. Dicen que los rockeros son fieles a su estilo y María, amante de esta música, es “Universal” de hueso colorado, tiene la camiseta bien puesta, por lo que se dice afortunada de estar en “El Gran Diario de México”, al que ve como su casa y esto se demuestra en hechos, pues su vida es la redacción, donde siempre está al pendiente de la información y del trabajo de su personal. “Desde que entré a trabajar aquí, nunca he tenido un jefe que me grille, que me obstaculice, siempre he tenido mucho apoyo, me he sentido muy apa- pachada por mis jefes y por los dueños de la empresa. Nunca he tenido una época gris donde diga ‘ ¡qué horror! me quiero ir’. Jamás, para mí siempre ha sido un ambiente muy cálido”, finaliza. El Gráfico El Gráfico Fotos: Jacobo Arellano 53ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012 3EL “ROJO” ILUMINA LAS PORTADAS DEL DIARIO 54 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Apuesta por la nota roja Hace cuatro años el octogenario agonizaba, necesitaba con urgencia una “cirugía mayor” que arreglara por completo su organismo y le diera más vida. Un chequeo general le diagnosticó una enfermedad curable, por lo que debía cambiar su estilo antes de que terminara en el hoyo. Poco después del arribo a la dirección general de María Félix Escalante, la línea de El Gráfico (en aquel tiempo con 86 años de edad) tuvo que dar un giro de 180 grados, ya que el diario como producto comercial iba en franca caída debido a las pocas ventas y a la pérdida de lectores, quienes lo seguían viendo como “El Universal chiquito”. Los directores anteriores a María tenían sus reservas para cambiar el estilo del rotativo, debido a que la mayoría eran columnistas políticos y sentían que “mancharían” su carrera profesional al editar un diario policiaco. Sin embargo, el mundo empresarial a veces no entiende los “argumentos periodísticos” y la exigencia fue que El Gráfico debía atraer más lectores a como diera lugar, tarea que le correspondió desempeñar e idear a la mujer que acababa de ocupar la silla en la dirección general del diario. Dentro de la Compañía Periodística Nacional se tomó la decisión de reali- zar estudios de mercado para conocer tanto el sentir del público, como el porqué de la caída en las ventas, pues el periódico tiraba 130 mil ejempla- res diarios, situación que no beneficiaba a la empresa. “La circulación estaba cayendo muchísimo, además el periódico no tenía definido a qué público iba, era como una copia de El Universal, pero sí había mucha preocupación porque de repente podían coincidir y los pe- riódicos tenían que ir a dos públicos diferentes, porque si no canibalizas al grande”, sostiene María Félix. Las encuestas de mercado revelaron que los periódicos que iban en creci- miento eran los denominados populares, como El Metro, de Reforma (que surgió en la década de los 90) y La Prensa. Con base en estos resultados, se realizó un planteamiento editorial sobre los posibles contenidos del diario para llegar a ese sector de la población y Ultimátum La línea de El Gráfico dio un giro de 180 gra- dos, ya que el diario como producto co- mercial iba en franca caída debido a las po- cas ventas y a la pér- dida de lectores. En 2008 El Gráfico tenía un tiraje de 130 mil ejemplares El Gráfico 55E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 se estableció un precio atractivo para el público; sin embargo, no sólo fue que coincidiera con la misma portada e información con los otros diarios, sino que había que darle un “plus” para que prefirieran a El Gráfico. En ese sentido, agrega María, nunca se pensó copiar a los demás periódi- cos populares, porque está comprobado que si se trata de imitar al otro, estás condenado al fracaso pues el lector te rechaza; tienes que tratar de ser diferente. Fue ahí donde la directora general “tomó al toro por los cuernos” y, junto con su nuevo equipo editorial, jefes de sección y diseñadores, armó un plan de trabajo para definir los temas que se publicarían en esta nueva etapa del diario. “Nosotros no teníamos entonces en la sección policiaca ni motocicletas, ni fotógrafos, nada. Se tuvo que implementar todo, rediseñar el periódico, empezar a ver qué estaba llamando la atención del público, porque el periódico era muy formal, tú lo veías y no era un diario para que estuviera en la calle; la tipografía era muy pequeña, el cabezal muy formal, cuando en realidad una de las características del popular es que tiene que ser muy llamativo”, argumenta María. En abril de 2008 fue la fecha en que el “tratamiento” para sanar las finanzas se le aplicó a El Gráfico para que éste saliera “caminando” del agujero don- de se estaba sumergiendo. Fue la apuesta por la nota roja, principalmente, y las publicaciones con contenidos eróticos, muchos deportes y espectáculos los que en inicio hicieron que el rotativo “reviviera”. “Cuando María se hizo cargo de la dirección, el periódico registraba un descenso en su circulación; sin embargo, ella lo estabilizó, sugirió que se privilegiara la información de espectáculos y seguridad, y el resultado está a la vista”, apunta Jorge Cisneros, quien también fue subdirector editorial de El Universal. Nosotros no teníamos entonces en la sección policiaca ni motocicletas ni fotógrafos, nada” María Félix, directora editorial de El Gráfico Desafío La apuesta por la nota roja, los contenidos eróticos, deportes y espectáculos en ini- cio hicieron que el ro- tativo “reviviera”. El Gráfico El Gráfico 56 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 El diseño de una cobertura policiaca Para ingresar al mundo de la cobertura policiaca hay que “armar”, literal- mente, a los principales actores de este medio quienes saldrán a las calles a lidiar con policías, paramédicos, bomberos, detenidos y víctimas para obtener la información lo más puntual y precisa posible. Radios de alta frecuencia, motocicletas, cascos, uniformes y cámaras fo- tográficas, fue el “arsenal” que se les proporcionó a los valientes reporte- ros, algunos principiantes y otros ya con historia dentro de la cobertura de la nota roja, para enfrentar a todo un universo: el de los “policías yladrones”. “Lo que nos propusimos fue intentar cubrir la ciudad utilizando este bino- mio de fotógrafo y reportero en la motocicleta para tener la imagen y tratar de buscar las historias. La moto es la columna vertebral del periódico pues te da la oportunidad de desplazarte más rápido”, indica Édgar Córdova. Agrega que para complementar la información fue necesario inmiscuirse y “explotar” como fuente a la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), por lo que mandaron a un reportero para que estuviera de lleno en ese lugar e hiciera sus contactos. “La Procuraduría muchas veces te da otro tipo de historias que la nota del día no tiene. Soy de la idea de que en la información del día hay verdades e historias a medias, pero que desde la Procuraduría ya cuentas con his- torias completas, principalmente porque muchas veces hay declaraciones y averiguaciones de por medio que te ayudan a elaborar relatos más atractivos”, señala. A diferencia del periódico El Metro, donde la plantilla de reporteros es exten- sa, la sección de seguridad de El Gráfico cuenta, actualmente, con ocho per- sonas para cubrir los temas policiacos de la ciudad y el área metropolitana. Cuatro reporteros, Arturo Ortiz, Yara Silva, Karenia Piña y Érika Carpio, las tres mujeres diariamente abordan una motocicleta para cubrir e informar sobre los acontecimientos policiacos y el mismo número de fotógrafos Rosalío Huízar, Jacobo Arellano, Michel Narváez y Julio César Vega, los encargados de manejar los vehículos que se desplazan por las calles de la Lo que nos propusimos fue intentar cubrir la ciudad utilizando este binomio de fotógrafo y reportero en la motocicleta para tener la imagen y tratar de buscar las historias” Édgar Córdova, jefe de información de El Gráfico El Gráfico 57E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 ciudad y captar las imágenes, conforman la parte “activa” de la sección de Seguridad de El Gráfico. Para realizar la cobertura de la nota roja, se dividen en horarios de trabajo. Una pareja de reportera-fotógrafo abarca en su jornada desde las siete de la mañana hasta las dos de la tarde; la segunda, de nueve de la mañana a cinco, y dos duplas más de tres de la tarde al cierre de edición. Todos se van turnando los siete días de la semana. También hay un reportero gráfico que cubre la guardia nocturna, Michel Narváez, quien al igual que los otros compañeros se traslada en motoci- cleta y algunas veces le toca trabajar por las mañanas. Lo contrario sucede en El Metro que, de acuerdo con información de Enrique Morán, exeditor en jefe de este diario y actual coordinador edito- rial de El Gráfico Toluca, tiene una estructura muy grande para manejarse y los recursos que destinan a su sección de Seguridad son impresionantes. “El Metro trabaja con un equipo enorme de reporteros, hablamos de que son 14 únicamente para seguridad, entre éstos nueve fotógrafos; son un equipo brutal, pero aun así El Gráfico les da la vuelta”, asegura, al tiempo que muestra una sonrisa burlona. Asimismo, indica que los reporteros están apoyados por un “radioperador”, el orquestador de la cobertura policiaca, pues es la persona que se encar- ga de rastrear la información que se genera en los radios (en la frecuencia de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, de los Bomberos o Protección Civil), aparte está conectado a Twitter y Facebook. “Desde su oficina, con un radio en mano está mandando a reporteros. Tiene un mapa enorme de la ciudad de México y sabe dónde está ubicado cada fotógrafo; les indica las calles por donde deben circular para llegar a tiempo al lugar del accidente o el crimen, pero luego ni llegan”, agrega. Actualmente, el radioperador es el corazón de la cobertura policiaca y El Gráfico a últimas fechas ha implementando este personaje en sus filas, aunque mucho más “austero”, es decir, no cuenta con una oficina propia, ni un mapa de la ciudad de México, pero sí “cacha” con la ayuda de un radio conocido como TETRA (Terrestrial Trunked Radio, por sus siglas en inglés) la frecuencia de la policía, Cruz Roja y Protección Civil capitalina. Este papel lo desempeña el fotógrafo Rosalío Huízar. Base El radioperador es el corazón de la cobertura policiaca, y El Gráfico a últimas fechas ha implementando este personaje en sus filas El Gráfico El Gráfico 58 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Aunque es una maniobra ilegal, en esta época, captar la información por radio de alta frecuencia es primordial para la cobertura de la nota roja. Los reporteros necesitan contar, forzosamente, con un radio como el anterior para enterarse cuando un policía o paramédico comunica a su par o grupo de trabajo sobre algún accidente que haya ocurrido, todo esto por medio de claves. De esta forma, el radioperador escucha sobre el suceso y ordena a los reporteros que se trasladen al sitio donde se suscitó el hecho. Cabe resal- tar que los reporteros conocen de memoria las claves de los organismos policiales y de la Cruz Roja, que más adelante daremos a conocer. “Siendo honestos, es ilegal traer un radio de esos, porque son propiedad de la policía, pero de cierta manera el reportero tiene que ingeniárselas para poder conseguir la noticia y llegar a tiempo al lugar de los hechos. La ventaja es que a veces en que llegan primero que los policías”, asegura Enrique Morán. Aunado a lo anterior, los reporteros de Seguridad de El Gráfico, y en ge- neral de la fuente de justicia, tienen contactos con policías, rescatistas, judiciales, pues mucha información no se “pesca” por el radio ya que las mismas autoridades la manejan en secreto para que los medios no se enteren. “Solamente con los contactos es que se llega a filtrar información y es como la prensa conoce el hecho”, reconoce. “La mayoría de las veces terminas trabajando con todos los reporteros, los de Metro nos pasan casos y viceversa. Eso de exclusividad aquí no existe, todos tenemos que trabajar en equipo, porque te proteges de cualquier peligro; si andas en bola es menos probable que te agredan y si durante el trayecto existe algún percance, los compañeros te ayudan”, admite Yara Silva. Cuando se decidió apostarle a la edición de un diario policiaco, la selec- ción de reporteros no fue planeada, incluso no se pidió que tuvieran ex- periencia. Algunos ya trabajaban en otras secciones y simplemente se les preguntó si querían salir a reportear, el hecho es que todos tenían ganas de “entrarle” a la nueva etapa del periódico. “De entrada te apoyas en la gente que conoces. Si quieres casos particula- res, el de Yara Silva, a quien le había leído algunos textos cuando formaba parte de Milenio, que no parecían malos y que en el momento de la selec- Siendo honestos, es ilegal traer un radio de esos, pero el reportero tiene que ingeniárselas para poder conseguir la noticia y llegar a tiempo al lugar de los hechos” Enrique Morán, coordinador editorial del periódico El Grafico Toluca El Gráfico 59E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 ción trabajaba para El Gráfico. El primer fotógrafo que me recomendaron fue Rosalío Huízar; cuando le hablé, él ya había venido con María (Félix), recomendado por otra persona, y pues se quedó”, asegura Édgar Córdova. Arturo Ortiz, el único hombre en la plantilla de reporteros, “es un caso más curioso. Cuando lo entrevisté fue sincero y me dijo ‘nunca he cubierto la Procuraduría, pero quiero hacerlo’ y le dije: ‘está bien, confío en ti’, y juntos planeamos cómo se podría trabajar y al final dio resultado. Parece que hi- cimos buena mancuerna, nos entendimos; yo pedía, él cumplía, proponía y yo autorizaba”, añade. Asimismo, el hecho que sólo fueran las mujeres las encomendadas a su- birse a una moto no fue planeado y sí mera coincidencia. En todo los casos, les insistía en que ellos eran los ‘ojos’ en la calle, que al final puedo pedir y proponer,pero quienes viven la ciudad son ellos; por eso creo que no debo estar dando órdenes, cada quien sabe lo que debe hacer”, finaliza. La competencia nuestra de cada día A diario es necesario idear los contenidos atractivos para ofrecerle al lector, a quien no se le escapa una, la mayoría de las veces es difícil de convencer, critica información y errores ortográficos, además, por si fuera poco, es insaciable, pues siempre exige más y más y más. Que si hoy hay mucha sangre, que por qué tapan al muertito, que la mujer salió muy destapada o demasiado tapada, que equivocaron los resultados del fut, que hoy no salió una columna; los horóscopos o el crucigrama está mal, “publicaron el de ayer”. Incluso han calificado al personal del periódico de vulgares e irres- petuosos, a los hombres, y de casquivanas a las mujeres por las páginas de sexo. El público de El Gráfico es duro por lo que hay que ofrecerle contenidos diversos, no sólo de asuntos policiacos o temas de sexualidad, para evitar que se aburra y deje de comprar el diario. Sin embargo, para María Félix la competencia no existe, pues las ventas El Gráfico El Gráfico 60 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 del periódico están muy por arriba de los demás diarios populares que circulan en la ciudad de México y el área metropolitana. “La competencia no es el ‘coco’ del diario. Más bien tendría que ser al revés, y tan es así que por ejemplo mucha información que nosotros sacamos como los contenidos de economía, ellos (El Metro) también ya tienen una página similar. Otro ejemplo, lanzamos la columna de La Banquetera y ellos sacaron algo de paseos por comidas. Ellos tienen que estar más preocupados, porque para empezar van a otro público y su precio es el doble que el del nuestro”, indica. Pese a esto, la directora general siempre está preocupada por darle un “plus” al público lector, ya que considera justo que la gente que compra el diario encuentre más que la nota que sucedió el día anterior. “Es lo que estamos haciendo actualmente, publicamos las historias de las mujeres desaparecidas o las que han sido asesinadas para darle segui- miento; también está la columna de Sanamente que intenta aconsejar a la gente para resolver sus problemas cotidianos, de salud mental. Es ir dando algo más, que no sólo sean temas políticos, que sean asuntos ciudadanos y de alcance”, señala María Félix. Agrega que el diario cuenta con información variada, que si bien en la portada vende un asunto policiaco, las 64 páginas no serán de sangre, “el reto está en qué más vas a darle en el resto de las planas, informarlos sobre temas locales, del mundo, de país, de salud, sexualidad, economía, de diversión”. El Gráfico 61E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Ventas al cielo De ese letargo que duró casi cinco años, desde que cambió su horario, El Gráfico pudo levantarse y, sobre todo, posicionarse como el diario popular más importante de la capital del país y el área metropolitana. “Desde que se empezaron a hacer los cambios, incluso aún en proceso los estudios de mercado, inmediatamente se vieron los resultados, en marzo o abril de 2008 comenzaron a subir las ventas”, indica María Félix. Para que lo anterior sucediera se replanteó, además, la estrategia de circu- lación y se fortaleció toda la venta en el Sistema de Transporte Colectivo Metro, que es lugar donde más vende el diario. De ser un periódico con 32 ó 40 páginas, El Gráfico pasó a 64 o hasta más, debido, en gran parte, a la numerosa cantidad de anunciantes que quieren aparecer en sus planas. La directora general asegura que actualmente las ventas del periódico van “viento en popa”; tan sólo en 2011 el diario creció 4%, con un tiraje de 300 ejemplares mil diarios, (siendo éste los días lunes más alto) y un porcentaje de devolución de 10%. Del mismo modo, también propuso la creación de las ediciones de fin de semana, que hasta antes de abril de 2008 no existían. Los contenidos sugeridos fueron más espectáculos para el sábado y más deportes para el domingo, fórmula que funcionó bastante bien, pues al inicio vendían hasta 43 mil ejemplares y actualmente llegan a más de 200 mil. De acuerdo con el Padrón de Medios Impresos de la Secretaría de Gobernación, el público de El Gráfico está conformado en 76% por hom- bres y 24% por mujeres. De éstos, 53% pertenece al sector obrero, seguido de trabajadores independientes y estudiantes con 11%, cada uno; amas de casa, quienes representan 10%. Mientras que los empleados de gobierno, profesionistas y directivos reúnen cada uno 4% de los lectores. Quedando en el último rango los desempleados con 3%. La tríada perfecta, ya descrita anteriormente, aunada al bajo precio, la amplia circulación y el “plus” de información son los ingredientes El Gráfico El Gráfico 62 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 básicos que le han funcionado a El Gráfico para siga en continuo desarrollo. Sin embargo, existen factores que influyen en las ventas. Una portada con un cuerpo cubierto no vende; una imagen de un hecho muy llamativo (como el rescate en helicóptero de personas en un edificio de Santa Fe que se incendió), pero donde no hubo muertos, tampoco vende, asegura María Félix. “Si no pasa nada, si no hay desenlace trágico, la gente no compra. Quizá te comprará más, desafortunadamente, si muere un motociclista, por ejemplo, aunque sea un accidente de tránsito, esto vende más”, agrega. Sin embargo, Juan Carlos Romero Puga, alaba el hecho de que en los últimos tiempos El Gráfico ha moderado la publicación de imágenes explí- citas, de manera que sólo se vean detalles que no muestran el rostro de la víctima o el “grado de sangre”, como la mano o el pie; “son salidas creativas y válidas a la violencia cotidiana”, dice. “La muerte reciente de unos universitarios en carretera, es una de esas ocasiones en que El Gráfico lo resolvió súper bien; tengo ejemplos de cómo La Prensa y El Metro publicaron los rostros y la sangre, pero El Gráfico lo resolvió con la fotografía de una mano, mostrando el mismo hecho, pero con la perspectiva distinta, mucho más respetuosa, menos invasiva, menos agresiva en lo visual hacia el lector, hacia los familiares”, expresa. Existe otro caso muy claro, el de un decapitado en Santa Fe; la imagen de El Metro muestra a gente descolgando el cuerpo y podías verlo sin cabeza, es brutal la escena; pero observas la portada que publica El Gráfico, donde hay una foto en la que se ve el fondo y los brazos de la persona colgada, no es tan explícita, no te alcanza a mostrar la brutalidad del cuerpo seccio- nado, agrega Romero Puga. “No sé cómo se tomaron las decisiones de esas fotografías, pero me queda claro que fueron resueltas mejor que en los otros dos diarios; sí creo que por lo menos en esos dos casos está claro que se puede hacer una diferen- cia en la forma de cómo haces periodismo, que puedes hacer periodismo policiaco sin ser tan rudo con tus lectores y sin ser tan cruel con la gente que está involucrada en la violencia”, finaliza. Lectores El público de El Gráfico está conformado en: 76% hombres 24% mujeres. De éstos, 53% son obreros 11% trabajadores independientes y estudiantes 10% amas de casa 4% empleados de gobierno, profesionistas y directivos 3% desempleados El Gráfico 63E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Fotos: Rosalío Huízar 65ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012 4ARRIESGANDO EL FÍSICO 66 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 La vida de una reportera de Seguridad Son conocidas como “las mujeres de la fuente”. Situaciones del destino o mera convicción las llevó a ese lugar que ocupan actualmente: arriba de una motocicleta, con casco, mochila a la espalda, agarradas con todas sus fuerzas a la cintura del fotógrafo que conduce la unidad que las llevará a un caso, del cual no saben si saldrán ilesas.Yara, Karenia y Érika conforman el trío de féminas que se encarga de nutrir con su audacia e historias que escriben la sección de Seguridad de El Gráfico. Son jóvenes y guapas, seguras como la noticia que cubren, aventureras y sobre todo, envalentonadas, porque cuando “hay un muertito” olvidan todo glamour y temor para salir corriendo, “treparse” a la moto e ir tras la nota. Así es la vida de una reportera de Seguridad. Yara Dice que una de sus estrategias es acercarse a la gente con el teléfono celular en mano, como desconocida, les pregunta: “¿Te puedo ayudar en algo?, ¿quieres hablarle a algún familiar? Te presto mi teléfono para que te comuniques con ellos”. De esta forma, Yara Silva, una de las reporteras de Seguridad, se “ca- mufla” entre familiares y vecinos para obtener datos de las víctimas de algún trágico suceso, pues –dice - las personas le toman confianza y así logra enterarse del nombre, edad, vida y, principalmente, his- toria. Es común que un padre lleve a su hijo o hija al lugar donde trabaja para que éste vea cómo se desempeña y despierte cierto orgullo en el peque- ño; si es obrero, lo traslada a la fábrica, si es doctor, al consultorio, si es empleado de alguna empresa, a la oficina, pero si es ministerio público, ¿lo llevaría a un lugar de esas magnitudes? Foto: cortesía El Gráfico 67E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 En el caso de Yara, la respuesta es afirmativa, pues desde que ella tenía nueve años de edad, recuerda, era asidua visitante de estos sitios, punto de reunión y “convivencia” de policías, delincuentes y víctimas de críme- nes o robos. “La primera vez que vi un muerto fue hasta cierto punto ‘normal’, pues accidente que había, accidente donde mis papás se paraban para ver en qué podían ayudar y así era su vida. Creo que de ahí me llamó mucho la atención”, cuenta. El contar con todo este antecedente familiar quizá la ayudó para encon- trar su vocación en el periodismo policiaco, primero en el diario Milenio, donde inició como auxiliar y luego, sin dudarlo, pasó a la sección de Justicia. Aquí cubrió casos importantes como el de Atenco, donde revela que hubo muertos y violaciones. Dos años más tarde hizo una pausa para convertirse en madre y regresó al diario, pero no a la misma fuente, sino a la de Medio Ambiente, donde la “declaracionitis” de los funcionarios terminaron por aburrirla, así que decidió renunciar a Milenio, ya que a ella lo que le emocionaba eran las historias de la gente común y corriente, ésas que surgen en el ambiente, pero de uniformados y paramédicos. “Me gusta mucho la idea de conocer. Antes de subirme a la moto no sabía ni dónde estaba Neza o Ecatepec, sí sabía lo que ocurría, pero no lo vivía. Por ejemplo, cuando voy a un caso, veo todo lo que sucede; si matan a un chavo, observo cómo llega la familia y llora, pero atrás de ese hecho está toda la cultura de la familia, pues escucho lo que le dicen y a veces me doy cuenta de cómo lo educaron”, expresa. Indignada, Yara recuerda un caso en el municipio de Nezahualcóyotl, en el estado de México, donde sicarios asesinaron a varios jóvenes: “La gente se arremolinó horrible y las mamás iban por los chavos que estaban ahí y los metían a sus casas, les decían ‘vete de aquí, porque el siguiente vas a ser tú’ y ellos les contestaban que si les tocaba morir no les importaba, pero que estaban siéndole fieles a su jefe. Estos chavitos estaban muy metidos en la onda de la droga y las mamás estaban enteradas de esto, pero no hacen nada”. Te das cuenta de cómo viven, ya que son chavos que no tienen rumbo, están perdidos y no tienen quién los guíe”, agrega. Nunca sabes a qué vas, nunca sabes qué va a pasar en el momento en que te bajas de la moto. Eso te estresa mucho, pero te gusta” Yara Silva, Reportera El Gráfico El Gráfico 68 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Para ella, las caídas de la motocicleta es lo más leve que le ha pasado, pues ha enfrentado situaciones donde realmente pensó que “todo había valido”. “Hace tiempo un camión volcó en el segundo piso del Periférico. Jacobo (Arellano) y yo íbamos subiendo en la moto por esta vía y nunca nos dimos cuenta que enfrente de nosotros circulaba una camioneta blindada, que era escoltada por cuatro motociclistas vestidos de negro. Nosotros íbamos rapidísimo porque si no se nos iba la nota, por lo que Jacobo, sin darse cuenta, se le cerró a uno de los motociclistas, de repente todos ellos nos cerraron el paso y nos ordenaron con grosería y media que nos bajáramos; les contestamos que por qué, además estábamos en el segundo piso y no nos podíamos bajar, y uno de ellos gritó: ‘Te bajas porque te lo ordeno’, al tiempo que sacó un arma, pensé que hasta ahí habíamos llegado. Lo que hice fue tomar mi mochila y andando, sacar la credencial del periódico, y el sujeto pensó que iba a sacar un arma, y me preguntó qué estaba sacando, le grité que mi credencial para identificarme, les dijimos ‘somos reporteros de El Universal’, y nos dice ‘bájense del segundo piso, háganle como quieran, pero bájense’”. Ese fue uno de los tantos días donde reflexiona sobre su labor y se cues- tiona por qué tiene que vivir esto; sin embargo, “al otro día digo no pasó nada y seguimos. “Nunca sabes a qué vas, nunca sabes qué va a pasar en el momento en que te bajas de la moto. Eso te estresa mucho, pero te gusta”, agrega. Su familia siempre le critica y, sobre todo, cuestiona por qué tiene que vivir como agente de la policía, en un ambiente de mucho peligro. “El papá de mi hijo y mis padres me insisten mucho en que deje este trabajo, porque puedo dejar a Paco sin mamá. Me comparan mucho con los policías, no les gusta, aunque ellos hayan trabajado en el MP”, expresa. Incluso sus tíos y primos, a los que califica como una familia “cuquis”, no ven con buenos ojos que labore para un medio como El Gráfico y que se “mezcle” con policías y ladrones. “¿Cómo que te subes a una moto y andas con policías?”, le preguntan, pero a la vez les interesa y la cuestionan sobre un caso. Ella sólo calla y piensa: “Son morbosos, pero no lo admiten”. Ya sea en el trabajo, afuera de él y cuando descansa, Yara anda tranquila por la vida, no teme a que le pase algo; sin embargo, su calma termina El Gráfico 69E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 cuando piensa en los integrantes de su familia y en los peligros a los que probablemente están expuestos. “Sé rutas que no deben de tomar nunca, sé calles que nunca deben de cruzar y sé qué deben hacer cuando alguien se les acerca, todo lo voy aprendiendo y lo voy controlando en mi familia, porque entre menos peligros padezcan es mejor”, asegura. La adrenalina la invade cada vez que se sube a la motocicleta para cubrir un suceso policiaco. No piensa en nada más que conseguir la mayor can- tidad de datos para escribir su nota y recrear la historia, aunque luego “le caiga el veinte” del caso que acaba de presenciar. “Cuando pasó lo del chavito (Fernandito) a quien su mamá le sacó los ojos en su casa de Nezahualcóyotl, al momento no pensé, estaba preocupada por sacar datos. Pero en la noche no pude dormir pensando en qué habría vivido la madre para hacer una cosa de esa magnitud y luego pensaba en el niño. Los doctores me decían que la familia preguntaba por él, pero les daban el reporte y se iban, y el niño estaba solo, en la cama del hospital, y sin que nadie lo viera. Yo me imaginaba a mi Paquito, toda la noche estuve pensando en ese niño”, agrega. En octubre de 2011, Yara junto con su compañero Jacobo Arellano estuvie- ron inmersos en una balacera en el municipio de Naucalpan, en el estado de México, producto de un enfrentamiento entre narcomenudistas, cuyo saldo hasta el momento en que se enteraron era de un muerto. “Cuando los policías se habían animado a contarme lo que había pa- sado, empezaron los balazos. Pero yo había dejado mi casco en una patrulla queestaba hasta delante y todos corrieron hacia atrás; en cambio me fui para adelante para agarrar mi casco y un policía me grita ‘a dónde vas, deja tu casco y agáchate’. Ahí me cayó el veinte, me agaché debajo de una camioneta, se dejaron de oír los balazos y corrí por mi casco. “El mismo policía me dijo que me fuera con el resto de mis compañeros. Le hablé a Jacobo y me dijo que me bajara, porque las casas de ahí están en desnivel, pero que fuera agachada. Todos estábamos en lo mismo, se dejaban de escuchar los balazos y salíamos a conseguir datos, a ver lo que estaba sucediendo y a tratar de acercarnos hacia donde estaba el tiroteo. Fue hasta que mataron a alguno de ellos cuando se dejaron El Gráfico El Gráfico 70 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 de escuchar los disparos, y nos acercamos para enterarnos de lo que había pasado”. Asegura que ha aprendido a no dejarse llevar por el miedo, que, al con- trario, ese instinto por enterarse de los hechos provoca que se arriesgue sin medir las consecuencias. “Primero pensé en mi casco, luego en con- seguir los datos, y de regreso en la moto pensé: ‘en qué estoy metida. Yo en medio de una balacera y mi hijo cenando algo en la casa, tengo que cambiar de trabajo’, pero al otro día estás aquí y dices no pasó nada, a seguirle’”. Reconoce que los casos donde las víctimas son menores de edad, “le pe- gan durísimo” y lo vincula con el hecho de ser la madre de un niño de siete años: Paquito, a quien tuvo cuando contaba con 28 años. “Un suceso que se me quedó muy grabado fue la primera vez que vi a una niña muerta. A ella la atropellaron cuando soltó la mano de su mamá y salió corriendo de una panadería hacia la calle, en ese momento una camioneta también salía del establecimiento, la atropelló y la pequeña murió. “Yo no sabía a qué íbamos y cuando llegué, vi a la niña y sentí horrible, fue como depresión, que todo el día no me la quité. Como si hubiera sido mi hijo, pues aparte la niña tenía la edad de Paco, entonces la relacioné, como si se hubiera muerto mi hijo”, describe. Lo más obvio para los reporteros de nota roja es que si cubren hechos del ámbito policiaco los uniformados deberían ser su fuente de consulta prin- cipal; sin embargo, esto no es así, pues los propios agentes son quienes les ponen trabas para desempeñar su labor. “Como soy mujer hay muchos policías ‘coquetos’ que te pasan datos, al tiempo que te tiran la onda, pero hay otros son muy cerrados y de plano no sueltan la información. En cambio, a los hombres les dicen: ‘a ver com- pa, te paso todo’, pero como uno es mujer se reservan todo. Es incómodo trabajar con ellos, porque te asedian, pero al final te acostumbras a batear- los”, revela. Aunando a esto, Yara refiere que los familiares de las víctimas son otro obs- táculo que tienen que sortear, “hay casos en que llegamos y más tardas en bajarte de la moto que en irte, porque muchas veces la familia es muy agresiva y no quiere que estés ahí”. El Gráfico 71E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Por esto, refiere que para desarrollar el periodismo policiaco y sacar buenas historias una de las estrategias es ganar la confianza de la familia, luego la versión de los testigos y por último la de los policías. “En muchos casos ni acerco la libreta, me lo aprendo de memoria todo lo que cuentan y luego anoto. Nunca quieren hablar con reporteros, es muy raro quien se acerca (sic) y te quiere contar, es mejor hacerte pasar como una chismosa”, indica. Yara espera en un futuro dejar la motocicleta, no se ve a los 40 años y con un hijo en secundaria “trepada” en un vehículo así. Le gustaría continuar con el periodismo policiaco, pero aún no sabe cómo ni dónde, por el mo- mento “se deja llevar” porque hoy puede decir “qué hago aquí” y mañana “a seguirle, que aquí no ha pasado nada”. Erika “El primer día que llegué a cubrir la fuente de seguridad en El Gráfico, me tocó muertito”, señala Érika Carpio López, la más tímida y quizá sensible de “las mujeres de la fuente”, pero no por eso la más temerosa. Relata su primer caso luego de que la “rescataron” de la corresponsalía en Ecatepec, en 2009, y le ordenaron que subiera a la motocicleta para cubrir La familia de Yara siempre le cuestiona por qué tiene que vivir como agente de la policía, en un ambiente de mucho peligro Foto: Rosalío Huízar Foto: cortesía El Gráfico El Gráfico " 72 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 nota roja: “Me tocó cubrir un choque en metro CU entre una combi de pa- sajeros y un vehículo particular; la combi se impactó contra un poste, por lo que el conductor murió. El hombre estaba completamente aplastado, lo único que vi fue su brazo inerte. Me causó una impresión de dos segundos y enseguida me puse a recabar datos, pero no me sentí con temor”. Sin experiencia en la nota roja y mucho menos en abordar una motocicle- ta, cuenta que nunca pasó por su mente que los reporteros de Seguridad del diario llegaban al lugar de los hechos en un vehículo de este tipo. “En mis inicios no tenía conciencia del riesgo que implicaba subirse a una moto, ese ‘veinte’ me fue cayendo después cuando empecé a ver muertos por choques o caídas en motocicleta y ver cómo quedaban, porque me han tocado casos donde pierden literalmente la cabeza”, afirma. Érika se considera la más afortunada de las tres mujeres, pues indica que aún no ha enfrentado situaciones que pongan en peligro su integridad física, esas veces en donde diga “aquí quedé”. Posiblemente el caso al que le vio más riesgo y donde sintió la adrenalina a todo lo que da, ocurrió en abril de 2010 durante un asalto a una casa de em- peño en la colonia Solidaridad Nacional, en la delegación Gustavo A. Madero. Aquella vez el entonces procurador Miguel Ángel Mancera fungió como mediador, luego de que los delincuentes sacaron a dos de los trabajadores con pistolas apuntándoles a su cabeza. “Nosotros estábamos afuera. Ésa fue una ocasión en la que sentí un poco de temor porque los policías nos gritaban que nos hiciéramos a un lado, ya que en cualquier momento podían disparar. Yo no sabía para dónde moverme, pero a la vez ahí quería estar. Tras la salida de los sujetos, inicia la persecución y mi compañero y yo subimos en la moto para seguirlos. “A los ladrones los agarraron en un paraje cerca de Tlanepantla, estado de México. Afortunadamente no hubo heridos, pero sí fue un suceso que me causó un poco de miedo”, expresa. Vieja y trillada es la frase de que “la realidad supera a la ficción”, pero Erika ha presenciado casos donde esta expresión les queda que ni mandando a hacer. “Un suceso que sí me impactó fue una carambola en la carretera México- El Gráfico 73E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Tulancingo, donde un tráiler que no pudo ver por la neblina frenó intem- pestivamente y atrás de éste un vehículo compacto se estampó, pero luego llegó otro tráiler y también lo chocó, lo aplastaron y se incendió. “Cuando llegué le pregunté al policía federal que en dónde estaban los muertos y me dice ‘los tienes enfrente’, y veo que era una familia calcinada, el papá, dos niños, entre ellos un bebé. Esa imagen me quedó muy gra- bada y aparte volteo y veo cómo empiezan a sacar tres cadáveres de otro coche que se impactó atrás del segundo tráiler, observo cómo sus caras están ensangrentadas y desfiguradas por los golpes. Fue algo impresio- nante”, relata. Pese a los episodios sangrientos y crueles por los que ha pasado, no ha perdido la sensibilidad ante los hechos, sino todo lo contrario. Por eso confiesa que el día en que sí derramó una lágrima, sintió un hueco en el estómago y se le quebró la voz fue cuando un hombre, en estado de ebriedad y que circulaba en su automóvil a exceso de velocidad, atropelló a dos niños en la delegación Álvaro Obregón. “Hubo un caso donde ya no pude más y lloré. En la colonia Olivar del Conde dos niños fueronatropellados, eran hermanos. Al lugar arribó la mamá y comenzó a gritar y a llorar. El ver esa escena tan desgarradora, donde imploraba que quería a sus hijos, ver su sufrimiento, provocó que soltara la lágrima. Creo que todos los que estábamos ahí nos causó una indignación total; me tuve que ir porque ahí se respiraba el dolor”, indica. Un suceso que sí me impactó fue una carambola en la carretera México-Tulancingo, donde un tráiler que no pudo ver por la neblina, frenó intempestivamente y atrás de éste un vehículo compacto se estampó, pero luego llegó otro tráiler y también lo chocó, lo aplastaron y se incendió” Erika Carpio, reportera El caso más peligroso que le ha tocado ocurrió en abril de 2010 durante un asalto a una casa de empeño en la colonia Solidaridad Nacional, en la delegación Gustavo A. Madero Foto: Archivo El Universal El Gráfico El Gráfico 74 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Lo que sí ha cambiado en su personalidad con el tiempo que lleva como reportera de Seguridad es la confianza que tiene hacia los demás. “Cubrir la fuente policiaca me ha cambiado, antes era muy confiada, iba por la vida muy tranquila. Por los hechos que ves, historias que escuchas, me he vuelto una persona desconfiada y paranoica. A veces voy caminando en la calle y volteo para ver quién viene atrás de mí, me da mucho miedo viajar en transporte público por los asaltos. Inevitablemente ya soy así. “También soy temerosa de salir en las noches, de que esté en el antro y lleguen a balearlo. Cuando me entero de que hay un muerto en Ecatepec, hablo con mis papás para saber cómo están, para escucharlos”, señala. Es indudable que el cubrir la fuente policiaca representó para Erika toda una escuela donde el aprendizaje es constante; sin embargo, asegura que no se ve por muchos años cubriendo en la motocicleta, pero sí quisiera ingresar a una institución policiaca, pues el “mundo es fascinante”, donde se vive la realidad tal cual, sin interpretaciones o juicios. “He aprendido que estamos inmersos en un panorama social decadente, donde ya se han hecho a un lado muchos valores, donde mucha gente ha perdido la sensibilidad, ya que es fácil matar como si fuera cualquier cosa. Es difícil de creer, pero es la realidad que vivimos a consecuencia de la falta de educación, de la falta de empleo. Esta violencia es consecuencia de esto. Una violencia que no percibía tal cual, no la tocaba, hasta que entré a cubrir policía”, finaliza. Cubrir la fuente policiaca es para Erika Carpio toda una escuela donde el aprendizaje es constante; sin embargo, en un futuro no se ve a bordo de la motocicleta Foto: Rosalío Huízar El Gráfico 75E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Karenia Recuerda a Diana, esa chica que un día antes había asistido a una fiesta con su novio y que ahora yacía semidesnuda, violada y ahorcada en un paraje del Ajusco, en la delegación Tlalpan. También recuerda a lo que ella considera su “patadita de la suerte”: se trataba de Dasaev, un joven que había matado a su mamá por asuntos de droga y que, curiosamente, tenía el mismo nombre de su hermano. Los anteriores son casos que Karenia Piña Garfias plasmó al iniciar su ca- rrera como reportera de nota roja en El Gráfico. El primero fue un suceso al que acudió a cubrir, mientras que el segundo fueron datos que obtuvo en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) para elaborar la nota con la que debutaría en el periodismo policiaco. Sin embargo, tristemente, también se acuerda del choque hace aproxima- damente dos años de un automóvil, donde un menor de año y medio salió disparado por la ventana y su cuerpo quedó tendido en el asfalto. “A este niño es al único muerto que he soñado, no dejo de acordarme de esa imagen; de ningún otro muerto tengo tan clara la imagen como la de él”, dice. Su familia y amigos le preguntan que si puede dormir, ella, simple y senci- llamente les contesta: “Sí, porque yo no los maté”. A partir de éstos, sus primeros casos que cubrió, “Niña” (como la llaman algunos compañeros en la redacción) aprendió a no dejarse traicionar por los sentimientos y a que debía separarlos de su trabajo para poder desempeñar su labor. Y cuando relata lo sucedido casi inmediatamente sentencia: “En ese mo- mento decidí que no me debía clavar en las historias, que tenía que hacer mi trabajo, pero que tenía que aprender a separar mi vida y mis sentimien- tos de lo que veía a diario. Me enfoco en lo que es mi trabajo, investigo las cosas, pero no me lo llevo y no lo pienso en todo el día”. Con el incremento de la inseguridad en el país es frecuente escuchar que la gente toma precauciones al caminar por las calles o al viajar en cualquier transporte, esta situación Karenia la multiplica al doble, ya que confiesa Foto: cortesía El Gráfico El Gráfico 76 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 que desde que comenzó en el periodismo de nota roja “sus antenitas de alerta” funcionan al ciento por ciento. “No tengo miedo, pero sí soy más precavida. Hasta para cruzar una calle me he vuelto más precavida porque conozco a cuántos atropellan en las avenidas”, dice. “Hubo un tiempo que cuando mi hermano salía de noche, me ponía ner- viosa porque me acordaba de lo que veía, de los borrachos inconscientes, hasta que un día decidí que no me clavaría en estos asuntos, pues cada quién tiene su destino”, agrega. “Pareja, pásame tus datos”, es la frase favorita para que “la policía” Karenia, a través de una llamada telefónica, pueda “sacarle la sopa” a los uniformados que llegaron al lugar del crimen o accidente. “Muchas veces me he hecho pasar por policía o por agente del Ministerio Público para que me den datos”, confiesa y añade, que a últimas fechas las autoridades se han vuelto muy cerradas y ya no acceden tan fácilmente a brindarles información, he aquí la causa de su “doble personalidad” en ciertos casos. En ese sentido, menciona que cuando cubre un suceso lo primero que hace es observar a su alrededor, luego se dirige a los policías quienes, “después de mucho rogarles”, dan su “bracito a torcer” y le dan datos. Sin embargo, cuando lo anterior no sucede, hay que recurrir a los testigos, a los vecinos, para que ellos proporcionen información sobre el percance o las víctimas. Al ser una mujer atractiva, Karenia también tiene que lidiar con los policías o comandantes que intentan “ligar” con ella, por lo que ha aprendido a darles la vuelta, a mentir en su estado civil y decir que es casada o simple- mente a no contestarles el teléfono. “Esta situación es muy fea. Me ha tocado enfrentar más este ambiente con los policías judiciales. De momento te dan la información para quedar bien y después te piden tu número de Nextel, ya luego te hablan para ver cuándo tomas un café con ellos, para conocer si eres casada para ver qué tanto puede lograr”, dice. Los que no dan “un paso sin huarache”, agrega, son los policías del estado El Gráfico 77E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 de México, porque o te piden dinero o que salgas con ellos. Confiesa que se le ha dificultado lograr contactos verdaderos que le den información, sin pedirle nada a cambio. De más obstáculos que ha encontrado en este “camino tortuoso y rojo”, recuerda las cuatro caídas de la motocicleta, de las que, aliviada y con un poco de alegría, dice “tuve lesiones leves que ni necesité incapacidad”. Pero, al contrario, tiene muy presente el día que acudió a “ese lugar de la Feria del Mole”, San Pedro Atocpan, en la delegación Milpa Alta, donde estuvo a punto de quedar “molida” durante un intento de linchamiento por parte de los pobladores a policías federales. Era febrero de 2010. “Se puso muy feo. La gente estaba agresiva y comenzó a aventar piedras, mientras que los granaderos respondían con gases lacrimógenos. Me estaba ahogando. Los agentes me empujaron hastaque caí, fue cuando todos comenzaron a correr y pasaron encima de mí, como pude me paré. “En ese momento encontré a un policía judicial que me reconoció y me dijo: ‘¿qué haces aquí?’, le contesté: ‘cubriendo’, pero ya tenía las lágrimas por el lacrimógeno, porque me había caído y porque tenía miedo. El poli- cía me rescató, me llevó a la patrulla y cuando todo se calmó, encontré al Canguro (Jacobo Arellano). Esa es la vez que más he tenido miedo en una cobertura”, relata. Indica que su familia siempre le pregunta si algún día piensa cambiarse a otra fuente o a otro periódico para que ya no cubra sucesos de esa índole, pero ella aún no lo decide, pues la adrenalina que la invade cuando aborda la motocicleta, circula entre los automóviles e ignora los semáforos para llegar a un caso, representa un imán con demasiada fuerza del cual es difícil despegarse. El ver personas fallecidas o lesionados por lo menos cinco días a la semana ha formado una especie de pensamiento negativo en su cabeza, incluso llegó a pensar que las situaciones malas que le sucedieron en una época de su vida eran a consecuencia de los “muertos que traía cargando”. “No soy supersticiosa, pero me han hecho limpias. La gente que me la hizo, me dijo que no traía muertos, pero sí estaba en un ambiente pesado que me robaba energía, por lo que me dieron un amuleto con un hilo rojo”, confiesa. En ese momento decidí que no me debía clavar en las historias, que tenía que hacer mi trabajo, pero que tenía que aprender a separar mi vida y mis sentimientos de lo que veía a diario” Karenia Piña, reportera El Gráfico El Gráfico 78 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Emocionante, peligroso y satisfactorio cuando su nota sale publicada son los adjetivos con los que define su experiencia dentro de la cobertura policiaca, donde desde el día que inició le dijeron: “Te subes a la moto” y ella no lo dudó; sin embargo, reconoce que cada vez le da más miedo y “cada vez estoy más consciente de que redactar este tipo de textos en la ola de violencia que se vive en el país, es un peligro”. “Cuando hablan de un muerto en la zona en la que vive un familiar o donde trabaja mi hermano, siempre le pido a la vida que no sea alguien que conozca. No sé qué pasaría, nunca me ha tocado y nunca quiero que me pase. Pero siempre que vamos en camino hacia alguna zona donde esté mi familia o donde mis amigos se mueven, le pido a la vida que no sea nadie que conozca”, finaliza. Edición policiaca con un toque femenino Son las cuatro de la tarde y Gabriela Morales llega a la redacción de El Gráfico. Saluda a sus compañeros, a algunos les llama por apodos, que en ese momento inventa, o se “se le sale” alguna frase pintoresca. Karenia tiene que lidiar con los policías o comandantes que intentan “ligar” con ella, por lo que ha aprendido a darles la vuelta o mentir en su estado civil Foto: especial El Gráfico 79E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Al prender su computadora revisa notas informativas policiacas de “la casa” y de la sección de Estados de El Universal. Observa las fotografías que hasta el momento hay, anota y entra a la oficina del jefe de información, Édgar Córdova Rodríguez. Ahí seleccionan el material. Proponen cuál será “el muertito” que se llevarán a la portada, y cuáles son los que quedarán en interiores. Claro, los de menos impacto tendrán espacios reducidos. “Todo esto se hace según la importancia que tenga el suceso. Si es un ejecutado, tal vez lo llevemos a la portada; si es un descabezado, obviamente, esto no se cuestiona, va directo”, asegura Gabriela, quien es secretaria de redacción del diario y la actual encargada de la edición de las páginas de Seguridad. El hecho de ser mujer no es un impedimento para seleccionar fotografías de víctimas, esquemar y editar las “páginas de poli”. Ella menciona que aprendió este proceso con Daniel Barragán, quien fuera director de ALARMA¡ y que allá por 2003 editaba la modesta sección de Seguridad en El Gráfico. “A El Gráfico llegué en 2002. Durante un año me la pasé haciendo mis prácticas profesionales. Cuando terminé, María Félix me preguntó qué iba yo a hacer y le contesté que esperar una oportunidad. Después me quedé haciendo páginas de varias secciones hasta que Mari me dijo que me sentara con don Daniel Barragán para que aprendiera a formar páginas de policía”, recuerda. Dice que para los encabezados se necesita tener imaginación. Ella puede tardar varios minutos e incluso horas en pensar un titular que llame la atención, que sea “el gancho” para el lector y éste quede satisfecho, aunque esto represente una labor titánica que no siempre se pueda lograr al ciento por ciento. Gabriela, originaria de Zacatlán de las Manzanas, Puebla, siempre cuenta que ella quería ser doctora, pero al ser rechazada de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), su papá, situación extraña, decidió inscribirla en la Escuela de Periodismo Carlos Septién para que no perdiera el año. Su destino, quizá, eran las víctimas y la sangre. A manera de sarcasmo y para relacionar, sin afán de burla, también aplicaría la frase “los médicos entierran sus errores, los periodistas los publican”. “Me apasiona todo lo relacionado con la nota roja y con la adrenalina que te produce. En mis inicios en el periodismo policiaco, salí a observar cómo trabajaban los fotógrafos y los reporteros, y me gustó mucho”, asegura. El Gráfico El Gráfico 80 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Indica que le es fácil editar estas páginas, pues asegura que no le tiene miedo a la sangre (aunque muchas veces le pidan que las imágenes no “sean tan rojas”), al contrario, es gracias a la formación de planas de Seguridad que conoce parte de la vida de las víctimas y un poco de su realidad. Con los nuevos proyectos que ha emprendido El Gráfico, en Toluca, estado de México y Querétaro, actualmente la edición de la sección de Seguridad del diario la realizan diferentes secretarios de redacción, lo anterior para que el trabajo sea equitativo, al tiempo que se le da variedad en el estilo. Reporteros gráficos: mente y sangre fría Sin duda, el elemento central de los diarios populares es la fotografía, ya sea de la víctima de un homicidio, de un accidente o de cualquier suceso trágico. En el proceso para que una imagen “sea digna de llevarse la de ocho”, un papel importante lo juegan los reporteros gráficos. Ellos son los “ojos” del periódico, en los que la mayoría de las veces recae la responsabilidad de que las ventas suban o que el diario sea bien visto por el público lector. Aunado a esto, en El Gráfico tienen la responsabilidad de conducir las motocicletas que se desplazarán por las calles de la ciudad y el área Metropolitana, a veces un poco más lejos, para llegar a tiempo al lugar donde “está el muertito”. Rosalío “Hace dos años en la colonia Ciudad Cuauhtémoc, en Ecatepec, mataron a un presunto distribuidor de drogas. Al lugar llegó toda la familia de la víctima, que también eran narcomenudistas, de hecho hasta la policía les tenía miedo. Casi al llegar, los familiares nos comenzaron a golpear, Foto: cortesía El Gráfico 81E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 nos amenazaron de muerte delante de los uniformados y como pudimos fuimos saliendo para evitar problemas. “Después supe que me estaban buscando. Me amenazaron que si salía publicada la fotografía me iban a matar; obviamente sí salió en el diario y hasta ahorita no ha pasado nada”, afirma Rosalío Huízar, el fotógrafo de Seguridad más experimentado de El Gráfico. La mayor parte de sus 24 años de carrera periodística la ha pasado cap- tando accidentes, homicidios, secuestros, desastres naturales, víctimas y sangre. Su “escuela de la lente” fue el diario La Prensa, en donde ingresó en 1988, a la edad de 22 años. Pese a que su apariencia física revela a un hombrealto y fuerte, su carácter es tranquilo. Detalla los sucesos de nota roja con naturalidad, como alguien acos- tumbrado al dolor, a la tragedia y lo grotesco. Lo anterior se le percibe cuando alguien (otro fotógrafo o algún reportero) le llama por radio y contesta: “Sí, la cabeza y dos brazos, ahí la que te dije en Nicolás San Juan y Obrero Mundial. No ves que ayer a las tres de la tarde apareció el tronco en una maleta y poco más tarde aparecieron las piernas, como a dos cuadras, en una bolsa de hule dentro de una cubeta de esas que utilizan los lavacoches; sí, bolsa negra en una cubeta de plástico. Me tiraste de a loco cuando te dije a qué iba”. Rosalío fue miembro del grupo conocido como “Los 11” (fundado por el reconocido fotógrafo de nota roja Enrique Metínides, ahora retirado), nombre que corresponde a la clave del periodista en el código de la radio- frecuencia de la Cruz Roja. Este equipo de reporteros gráficos, que trabajaban para varios medios de circulación nacional, disponía de una oficina dentro de las instalaciones de la Cruz Roja, y de una ambulancia, donada por la Procuraduría General de la República (PGR), con la cual se desplazaban hacia el lugar de los hechos. “En una ambulancia es donde inicia la cobertura de la nota roja como tal. Ahí te subías y comenzabas a aprender cómo se hacía la fotografía policiaca”, recuerda. A parte de trasladar a los fotógrafos, la ambulancia también cumplía con su función de rescate; “tuvimos que tomar cursos de primeros auxilios porque algunas veces había que ayudar, pero la verdad pocos teníamos el valor de sacar a gente prensada y además, teníamos que sacar las fotos”, relata. El Gráfico El Gráfico 82 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Tiempo después, durante una crisis económica, la Cruz Roja quito el apo- yo que se le daba al vehículo, como mantenimiento y el operador. Los reporteros debieron poner de sus bolsillos para las refacciones, incluso Rosalío se capacitó para conducir la ambulancia “La mayoría de los periódicos no eran policiacos y pues no querían aportar dinero, además el vehículo ya no servía y las reparaciones eran costosas, por lo que la ambulancia desaparece”, agrega. Al “expirar” el tiempo de vida de la ambulancia, arriban las motocicletas. El periódico Reforma y las televisoras fueron los pioneros en el uso de estos vehículos para la cobertura del periodismo policiaco. Chalío, como lo llaman en la redacción, llegó a El Gráfico en 2008, a moldear la sección de Seguridad de este diario. Ya con experiencia en la motocicleta, sólo era cuestión de empezar a “hacer lo suyo”: la fotografía. Dice que en esta labor ha aprendido a expresar por medio de la fotografía lo que se está viendo, a analizar el hecho y así deducir cuál es la imagen más periodística. “Como fotógrafo tienes que valorar lo que representará Rosalío Huízar es el fotógrafo de Seguridad de El Gráfico con más experiencia Foto: especial El Gráfico • 83E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 mejor ese suceso, sin importar si tiene sangre o no, o si está grotesca, porque tú vas a dar a conocer esa noticia con tu fotografía”. Pese a ello, Huízar indica que los lectores no logran comprender que los fotógrafos nada ganan si el periódico es más sangriento, ya que a ellos “no les pagan por muerto”. “Siempre he dicho que una muy buena foto en portada, ‘jala’ mucho. Pero buena imagen no quiere decir que esté todo desecho, descuartizado, y se los he demostrado. La foto buena puede ser una mano, con un cristo en ella, por ejemplo”, argumenta. En La Prensa, los directores decían que ellos querían la cara del muerto y la sangre, que les valía lo que hubiera alrededor. Y uno tenía que estar ca- zando hasta que destapaban al muerto y tomar la foto, pero la foto buena no es esa”, agrega. Retratar víctimas es su convicción, por lo que señala que para desarrollar este trabajo se necesita mente fría y sangre caliente. “Hay situaciones don- de necesitas tener valor, ser duro y al mismo tiempo ser muy sensible, esto para que hagas una mejor fotografía. “Hay veces en que se debe ser duro para enfrentar a policías, pero a la vez sensible para que busques la mejor imagen, la que mejor ilustre tu nota o el hecho”, dice. En ese sentido, agrega, en algunas ocasiones intenta ponerse en el lugar del familiar, de entender un poco el dolor por el que está pasando, y esto le ayuda a que pueda realizar mejor su trabajo. Sin embargo, no siempre Rosalío y sus demás compañeros pueden llegar al lugar del accidente, bajarse de la moto y tomar la fotografía cómoda- mente, pues sus principales obstáculos son los policías. En el siglo pasado el reportero de nota roja tenía acceso a los casos poli- ciacos, como cualquier otra autoridad de justicia, asimismo era un investi- gador, que en incluso resolvía los casos antes que la policía. Con el tiempo, los reporteros abandonaron la investigación, debido a las trabas que los mismos agentes les fueron colocando. A manera de dato, en un póster que forma parte de la exposición perma- Soy consciente de que me puede pasar algo, pero me gusta lo que hago y lo sé hacer. No puedes detenerte por pensar que un día te puede pasar algo” Rosalío Huízar, fotógrafo El Gráfico El Gráfico 84 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 nente del Instituto de Formación Profesional, de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), se cita un artículo de El Universal, de noviembre de 1919, donde “a tres semanas de instaurada la policía ju- dicial, la prensa de la época manifestó su inconformidad hacia las nuevas disposiciones que restringían la información a los reporteros de las oficinas del Ministerio Público. Ello generó una serie de reclamos encaminados a que esta medida fuera suspendida para la mejor labor de los reporteros gráficos”. A casi cien años de esta nota informativa, pareciera que para los repor- teros de nota roja no ha pasado el tiempo, pues los agentes de la policía continúan poniendo trabas a su labor. “En esta época la policía se ve rebasada para atacar la violencia, al tiempo que los diarios se llenan de este tipo de imágenes, por lo que los unifor- mados optaron por intentar ocultar los hechos”, asegura Rosalío. Indica que empezaron por cambiar el sistema de frecuencia de sus radios para que no llegara a sus oídos cualquier tipo de accidente, pero si se llegaban a enterar, lo que hacían, abiertamente, es prohibir las fotografías. “Acordonan el lugar de forma exagerada, por ejemplo, toda una calle, cuando hay un homicidio. Por lo que hay veces que nos subimos a los ár- boles, a algunos edificios, algún camión que esté estacionado por ahí, una casa; siempre tienes que ingeniártelas. Claro, muchas veces no lo hemos logrado, ha habido ocasiones en que por más que le buscamos, no hemos podido tomar buenas fotos”, dice. Confiesa que varias veces los uniformados “cambiaron de papel” y le ofre- cieron “una mordida” para que no publicara una fotografía. “El ambiente policiaco es un tanto difícil. El policía está acostumbrado a situaciones muy peligrosas, es difícil entenderlos porque en su carrera se la juegan en una mala decisión. Si agarran a una persona, la presentan, se equivocaron y sale publicado, su carrera se acaba, por ese motivo te ofrecen una lana, y obviamente si no la aceptas queda resentido contigo, y puede que existan consecuencias por esa foto que salió en el diario”, indica. Relata que antes era común que los comandantes ofrecieran regalos a los reporteros, incluso los invitaban a comer. “Antes era una relación de amis- El Gráfico 85E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 tad, yo llegué a tener amigos policías, pero ya no se da eso, es muy difícil porque se malentienden las cosas. Además, los jefes policiacos manipulan a sus subordinados para evitar fuga de información. Actualmente, es difícil teneramigos policías”, expresa. Pero así como hay obstáculos, también están los riesgos. El principal, al que se enfrenta casi a diario, es un percance en la motocicleta. “He pensado varias veces que cualquier distracción te puede provocar un accidente, y por muy barato que éste sea, saldré todo raspado, sino es que hasta uno puede quedar ahí”, expresa. “Soy consciente de que me puede pasar algo, pero me gusta lo que hago y lo sé hacer. No puedes detenerte a pensar que un día te puede pasar algo”, finaliza. Jacobo En su cuello cuelga una cadena con cuatro imágenes religiosas: San Charbel, San Judas Tadeo, un Cristo y el Sagrado Corazón de Jesús. En su bolsillo guarda una moneda con la imagen del primer santo mencionado. Dice que es para las malas energías, para los ataques, porque en esto del periodismo policiaco “haces todo lo que la gente te aconseja para prote- gerte” y, agrega, “sí me ha funcionado”. Jacobo Arellano, fotógrafo de El Gráfico, cree que los que cubren nota roja “se jalan a los muertos”, y esto no es un pensamiento que le vino así de repente, sino por las experiencias “extranormales” que le han sucedido desde que incursionó en las filas del periodismo policiaco. “Un día fui a un caso a Eje 1 y Circunvalación, era un baleado. Un com- pañero y yo nos encontramos a un chamán, que se acercó y me dijo: ‘tú te estás llevando a los muertitos, tienes un aura muy iluminada; te voy a recomendar que te fumes un cigarro, te des siete vueltas a lado izquierdo y lo tires y también arrojes una moneda”, recuerda Jacobo sobre su prime- ra “aventura sobrenatural”. Foto: cortesía El Gráfico El Gráfico 86 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 La segunda ocurrió durante una visita que le hizo a una amiga en la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), quien estaba acompañada por otra mujer. “Se me quedó mirando y me pregunta: ‘¿Te puedo comentar algo y no me tiras de loca? Le contesté que sí y me dijo: ‘Tú tienes un muerto colgando a tu espalda y te está absorbiendo energía’. Y la verdad es que aquella vez tenía un dolor en el cuello muy fuerte”, expresa. “Mi amiga le confirmó que yo cubría muertos, entonces me aconsejó que cuando fuera a dormir pusiera un vaso con agua salada de grano debajo de mi cama para que absorbiera las malas energías que me llevo. Lo hice una vez y se me quitó el dolor de cuello”, relata. El último episodio de este tipo ocurrió el año pasado cuando acudió a cubrir el deceso de otra víctima en la delegación Milpa Alta. Tras tomar fotografías, hablaba por teléfono con otro compañero, cuando una se- ñora que tenía un local de ropa se le acercó para decirle: “No me lo vayas a tomar a mal, tú traes de lado derecho a un hombre y de lado izquierdo tienes a una mujer de pelo largo. Éste que tienes de lado derecho no sé si sea el que está aquí (al muerto que le acababa de tomar las imágenes) o que ya lo traigas desde antes”. Ella lo invitó a rezar y le recomendó que visitara a un especialista, pues ella no se dedicaba a “eso” y sólo se lo dijo para que se cuidara. “Ya cuando iba en la moto, sentí como si me estuvieran jalando. Llegué a Periférico y me paré, y le empecé a decir de groserías, porque me habían dicho que eso hiciera cuando me sucediera algo así, luego de esto, mila- grosamente, se me quitó esa sensación”, dice. Asegura que ya aprendió a vivir con este tipo de situaciones, donde “la convivencia con los muertos y sus fantasmas” se le ha hecho costumbre. “Mientras no te hagan daño, pueden estar aquí. Le tengo más miedo a los vivos que a los muertos y más en esta época”, ríe. El Canguro, apodo que utiliza para comunicarse vía radio con sus com- pañeros fotógrafos, asegura que con la experiencia de más de 10 años dentro de la cobertura de la nota roja, puede identificar a un ladrón con sólo verle la cara y aunque vista de traje. La motocicleta fue el vehículo que lo condujo al mundo del periodismo policiaco. Cuando tenía 21 años, ingresó como mensajero al periódico “Mientras no te hagan daño, pueden estar aquí. Le tengo más miedo a los vivos que a los muertos y más en esta época” Jacobo Arellano, fotógrafo El Gráfico 87E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Reforma, en donde era forzoso desplazarse en una unidad de este tipo, ya que la utilizaba para llevar al diario las imágenes que los fotógrafos tomaban y también para trasladar a los reporteros a sus eventos. El gusto por la cámara originó que se inscribiera a la Escuela Activa de Fotografía, al tiempo que continuaba sus labores de “entrega y recepción” de material. Sus futuros compañeros de la lente fueron sus maestros al- ternos, quienes lo motivaron a “equiparse” con la cámara y sus accesorios, incluso le dejaban tomar imágenes, mismas que se llegaron a publicar en el diario. Jacobo corrió con suerte pues tras cursar la carrera, se abrió una plaza de auxiliar de fotografía en Reforma. En ese puesto duró tres años hasta que se convirtió en fotógrafo que cubriría las secciones de Ciudad, Nacional y Cultura. Años después ingresaría a las filas “del hermano incómodo del Reforma”, Metro, para hacer lo que más le atraía: imágenes donde “corriera la sangre” y no las del funcionario que sólo posa o saluda. Dice que está mal contarlo, pero que es un hecho que siempre presume como “si fuera un trofeo”: la noche del 23 de noviembre de 2004, en la delegación Tláhuac, donde tres policías fueron linchados y quemados por una turba. “Fue una experiencia muy gruesa. Puedo decir que tuve frente a mí a los federales prendidos. Nunca había percibido el olor a un cuerpo quemado, y juro que es un hedor muy fuerte, feo y penetrante que te queda durante días”, asegura. Uno de los riesgos más fuertes a los que se ha enfrentado y donde vio expuesta su integridad fue la balacera en Naucalpan, que le tocó también a su compañera reportera Yara Silva, que según sus expresiones “estuvo de película”. “Fue una balacera entre narcomenudistas. Fuimos al lugar, que era un ce- rro, y estuvo muy pesado porque había familia y decidí no sacar la cámara, pero luego tomé unas fotos tapadito. Mientras esperábamos el arribo de los peritos para que pudiéramos sacar imágenes de la víctima destapada, se escucharon unas detonaciones y todos nos echamos a correr, incluso los policías. El Gráfico El Gráfico 88 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 “Ese día estaban los compañeros de Metro y La Prensa, Yara y yo. Al tiempo que corríamos, yo me cubrí, pero también saqué mi cámara para tomar fotos de los polis que estaban defendiéndose. Relata que en ese momento se dio cuenta de la carencia que tienen los uniformados frente a los narcotraficantes, pues mientras que los primeros sacaban sus “pistolitas”, los sicarios tenían armas de alto poder; “acá donde estábamos se oían apenas disparos, pero del otro eran ráfagas. Uno de mis compañeros dijo: ‘Nos van a rodear y a dar en la madre’”. Resguardados en el patio de una casa, escuchaban arrancones de auto- móviles y balazos y más balazos. Una “eternidad” de 25 minutos que duró el tiroteo entre policías y sicarios, tiempo en el que pensaron que “ya habían valido”. “Hasta en la foto (imagen publicada por el diario La Prensa) se nos ve cara de preocupación. Yo pensaba cómo íbamos a salir, a qué hora; no sabíamos si nos iba a tocar un balazo porque nunca me había pasado algo así, yo que llevo diez años en el medio y nunca me había tocado una balacera”, describe. En esta profesión te haces más fuerte, incluso un poco grosero, dice Jacobo Arellano Foto: especial El Gráfico 89E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Indica que cuando dejaron de escuchar los disparos, agentes judiciales y elementos de la Agencia de Seguridad Estatal (ASE) arribaron al lugar con armas largas, y “sopas, que se vuelven a dar más plomazos” y de regreso a la trinchera. El saldo fue de dos muertos, ambosnarcomenudistas. “Llegaron los pe- ritos, salieron los familiares y nosotros también a disparar, pero las fotos. Y vámonos, sin voltear, a correr. Esa fue una experiencia muy fuerte, te pones a pensar y dices ‘hasta aquí llegué’”. Ellos están bien armados, si nos acercamos, nos friegan. “No sé si sea tonto, pero es la chamba y te tienes que arriesgar, lo que quieren es la foto”, indica. De baja estatura, pero muy “entrón”, Jacobo está seguro que un policía “le dio un sustito” el año pasado cuando se dirigía a El Gráfico a bordo de su automóvil. “Esa vez circulaba por Eje 2 Norte. Cuando manejo, por lo mismo de esto (cubrir la nota roja), siempre espejeo. Me llamó la atención una camioneta blanca que iba detrás de mí, la cual llevaba “tumbaburros” (defensas grandes prohibidas en ciertos vehículos) y los vidrios polarizados. Ya para dar vuelta en Reforma, a ellos les toca el alto y a mí el siga, pero no sé cómo escucho un rechinido de llantas y que me centran; di dos vueltas y me subí a la banqueta, me pegué contra el vidrio, luego abrí la puerta y me salí. Alcancé a ver las placas porque el conductor se detuvo metros adelante para ver qué me había pasado y luego continuó su marcha. “Aunque no me sugestioné, esto fue mucha coincidencia. Ese cuate estaba parado y se encarreró para chocarme. Levanté el acta, no sé si era policía, pero nunca localizaron la camioneta y las placas no estaban registradas, ni como robadas”. Indica que no siente temor si alguien lo vigila, pues “no puede estar toda la vida con miedo a que le vaya a pasar algo”; sin embargo, y por “si las moscas” su estrategia es andar como nómada: vivir en el estado de México un rato o luego ir al Distrito Federal y pasar otra temporada. También dice que en su teléfono celular trata de no guardar contactos, y si los tiene su maniobra es colocar las tres iniciales del nombre y el apellido. “Dicen que somos fríos, que ya tenemos la sangre fría, siento que en mi caso, no, porque sigo siendo el mismo. Lo que sí es que te haces un poco El Gráfico El Gráfico 90 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 más fuerte y hasta un poco más grosero porque convives con policías, con cualquier tipo de gente, y te ven inofensivo y se aprovechan de ti. Hay veces que te tienes que poner al tú por tú con ellos, hasta en cómo hablas, por lo mismo para que no te vayan a golpear”, finaliza. El código de las “zetas” y “equis” Más de 150 claves, transmitidas por radio, deben memorizar los reporteros policiacos para realizar una cobertura eficiente de la nota roja y evitar que no se “les vaya” la información. Esta conjunción de letras con números o simplemente dígitos con los cuales policías, paramédicos y personal de Protección Civil se comunican, son indispensables para que los reporteros se enteren sobre algún suceso y acudan al sitio donde ocurrió de la forma más rápida posible. Debido a esto, cada vez que escuchan por radio “Z1 en Z6 en avenida División del Norte”, salen corriendo hacia la motocicleta, ya que se traduce en lo siguiente: “Muerto en vehículo en avenida División del Norte”. Sin embargo, estas informaciones deben ser confirmadas, por eso los reporteros hacen uso de sus contactos para verificar la veracidad de los datos. A continuación se detallan las claves más utilizadas por los perio- distas policiacos. Claves de la Secretaría de Seguridad Pública del DF Z-1 Cadáver Z-2 Lesionado Z-3 Atropellado Z-4 Golpeado Z-5 Choque Z-6 Vehículo Z-7 Teléfono Z-8 Base Z-9 Ministerio Público, Delegación Z-10 Escolta Z-11 Banco K-1 En movimiento K-2 Permanecer en el lugar K-3 Acudir al lugar K-4 Retirarse del lugar K-5 Máxima velocidad K-6 Ubicación K-7 Reunirse en el lugar K-8 Ayuda R-1 Orden superior R-2 Orden cumplida R-3 Orden sin efecto El Gráfico • 91E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 R-4 Llamada general R-5 Suspende transmisión R-6 Comisión, servicio R-7 Posición fatiga R-8 Investigar R-9 Detenido R-10 Enterado R-11 Pendiente R-12 Repita mensaje R-13 Reporte, radio X-1 Servicio confidencial X-2 Persona X-3 Situación normal X-4 Ratero X-5 Asalto X-6 Robo X-7 Secuestro X-8 Violación X-9 Sospechoso X-10 Bomba X-11 Incendio X-12 Lesionado con arma blanca X-13 Lesionado con arma de fuego Claves de la Cruz Roja 1 Urgencias 2 Bomberos 2A Incendio 2B Explosión 2C Derrumbe 2D Fuga de gas 3 Emergencia grande 4X Militar 5 Herido 5O Herido leve 5A Apuñalado 5B Baleado 5E Electrocutado 5G Grave 5M Mutilado 5P Golpeado 5Q Quemado 5S Auxiliado 7 En el lugar 8 Policía 8B Policía de tránsito 8C Policía de Caminos 8J Policía Judicial 8F Policía Femenil 8FJ Policía Federal Judicial 8X Policía Militar 8K Caseta de policía 8MP Ministerio Público 9 Detenido 9A Detenido peligroso 10 Traslado 11 Periodista 12 Carretera federal 12 A Autopista 12K Caseta cobro 12RC Hospital Vicente Leñero 13A Hospital Xoco 13B Hospital Balbuena 13C Hospital La Villa 14 Cadáver 14S Suicidio 14M Muchos muertos 16 Teléfono 17 Repita mensaje 18 Enterado 18A Afirmativo 19 Ubicación 22 Falsa alarma 23B Rescate barranca El Gráfico • El Gráfico • 92 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 24M Estación Metro 25 Aeropuerto Internacional 25A Accidente aéreo 25B Avión de pasajeros 25C Avioneta 26 Vehículo 26A Automóvil 27 Choque 27-A Volcadura 27-M Accidente múltiple 28 Persona prensada 31 Pendiente 32 Convoy ambulancias 35 Llegando al lugar 38 Cancelado 38 A Negativo 40 Atropellado 40 M Atropellado múltiple 41 Helicóptero 44 Persona ebria 44 H Enfermo alcohólico 44 I Indigente 45 Centro médico 45 A Hospital La Raza 45 I Hospital ISSSTE 45 G Hospital General 45 J Hospital Juárez 45 M Hospital de la Mujer 45 F Hospital F.F.C.C. 45 P Hospital particular 45 X Hospital Militar 46 No use sirena 46 A Use sirena 49 Parto 49 A Aborto 53 M Manifestación 54 Tenemos problemas 55 Asalto 55 B Balacera 55 R Robo 55 S secuestro 55 V Violación múltiple 56 Accidente con heridos y muertos 56 A Reportan muertos y heridos 58 Base 60 Todas las ambulancias al lugar 61 Todos los lesionados a 3-12 (Cruz Roja) 62 Emergencia en silencio 63 A es urgente 64 Más ambulancias al lugar 65 Helicóptero al lugar 66 B Acérquese al lugar 69 Zona de desastre 70 Accidente con prensado La batalla por no perder la nota El día a día es similar a un juego de ruleta rusa para los reporteros de Seguridad, quienes desconocen lo que sucederá al momento en que escuchan el sonido del radio, ese “bip, bip” que los pone en alerta. El Gráfico 93E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Tras confirmar el accidente, como alma que lleva el diablo, toman casco, mochilas, chamarras y cámaras para salir corriendo de la redacción y al- canzar al “muertito”, que si bien él no se puede ir, los ministerios públicos, policías o forenses pueden levantarlo del lugar. “En cuanto sale algo en el radio, debemos ubicar la dirección y valorar si llegaremos o no, porque muchas veces ocurre un caso enfrente de un Ministerio Público y ahí es seguro que no podremos hacer nada porque los agentes levantan el cuerpo casi inmediatamente o impiden que te acerques; sólo cuando estamos seguros, nos lanzamos”, asegura Yara Silva. Al emprender el camino, el cúmulo de adrenalina los “invade” y en lo único que piensan es en partir hacia el lugar de los hechos. “Por mi mente pasa que tengo que ir rápido, ubicar el sitio, pensar en cuál será la mejor ruta para llegar y hacerlo lo más pronto posible para cubrir bien la nota”, indica Rosalío Huízar. Y la batalla contra el tiempo comienza. Apretar el acelerador, meterse entre los vehículos, incluso ignorar los semáforos son las maniobras que realizan para arribar al sitio del accidente, pues al estar en este trabajo tie- nen que acostumbrarse a “correr”, realizar sus anotaciones o grabaciones (cuando se puede) y sacar imágenes lo más rápido que se pueda porque los minutos apremian. “Esto (el periodismode nota roja) también es de maña. Está mal que lo diga, pero los fotógrafos tenemos un tiempo para agarrar a los familiares en su dolor y es en ese momento cuando sacamos la cámara para captar las imágenes”, dice Jacobo Arellano. Agrega que cuando llegan al caso, primero observa, luego decide si toma las fotos o no. “Si veo que en una parte están los familiares, me voy del otro lado, saco la cámara y a captar rápido las imágenes. Espero a que llegue el Ministerio Público, si lo hace y se pone rudo, nos retiramos con lo que tenemos, porque últimamente han existido problemas con los policías”. “Hay veces en que llegamos a un caso y más tardas en bajarte de la moto- cicleta que en irte del lugar, porque la familia es muy agresiva y no quiere que estés ahí o simplemente sale otro caso más importante o de igual trascendencia; pero más lejos y decides retirarte”, indica Yara Silva. El Gráfico El Gráfico 94 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 Por el contrario, hay ocasiones en las cuales la gente y los policías están muy accesibles y dejan tomar imágenes, proporcionan información y es cuando “nacen las historias”. Esta labor también es un asunto de decisiones que finalmente toman los reporteros, sin conocer los aciertos y las consecuencias que traerá. “Muchas veces la imagen que otro compañero captó, tú no la tomaste, aunque estemos todos los fotógrafos en el mismo lugar. Luego vienen las preguntas de los jefes de por qué no traigo esa foto y esto puede causar cierto grado de frustración”, comenta Huízar. “Pero andar en la moto también te estresa, porque a bordo de ella vas pensando en el asunto, en que a lo mejor lo alcanzas, a lo mejor no. Si no lo alcanzo, me siento mal, algunas veces es porque te enteraste más tarde, otras porque te perdiste, y te decepcionas, te sientes mal”, añade. Cada uno tiene su técnica para obtener información, pero todos coinciden que en primer lugar hay que observar y luego actuar. En el caso de las repor- teras, el trabajo inicia con las preguntas a un policía, si éste no quiere propor- cionar datos, hay que recurrir con otro y así sucesivamente. Luego, cuestionar a los testigos del hecho y de esta manera la nota va “tomando su forma”. “Los testigos de los hechos te ayudan mucho. El bolero, el panadero, el vecino o el vendedor de periódicos son personas claves porque lo ven todo y a veces ellos son los que me cuentan la historia porque estaban en el momento preciso. Ahora trato de evitar a los familiares, respetando su dolor y el momento que están viviendo, y además son instantes difíciles para acercarte a ellos, están fuera de sí y te arriesgas”, dice Erika Carpio. “Cuando de plano está muy cerrado el ambiente y no puedes preguntar, lo que sigue es recurrir a la gente para saber qué fue lo qué pasó, qué fue lo que vieron, si conocían a la persona, si sabían a qué se dedicaba, lo importante es obtener la mayor información posible. Pero si el caso está muy suelto tienes que seguir indagando, por lo que hablas a la Procuraduría, a algún comandante de la zona, a otros policías o bomberos”, indica Karenia Piña. El periodismo de nota roja es de contactos y de equipo, donde no se conocen “las camisetas” porque finalmente los reporteros de cualquier medio trabajan en grupo. “Los de Metro nos pasan casos y viceversa, eso de la exclusividad aquí no existe, todos tenemos que trabajar en grupo, porque te proteges de cual- quier peligro; si andas en bola es menos probable que te agredan”, señala Yara. El Gráfico 95E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 “Todos los que cubrimos nota roja nos avisamos por radio sobre un asunto. Es como una cadenita: si yo lo tengo, se lo paso al de radio y éste a de la tele- visora para que todos estemos enterados y vayamos al lugar”, agrega Jacobo. Finalmente, el mayor gozo es cuando ven su nota y fotografía publicadas, cuando pueden ver, sin que nadie les cuente, que todo el esfuerzo reali- zado para que esas letras con imagen queden plasmadas en la página del periódico “como la noticia de ocho”. “La satisfacción es que sepas que te costó trabajo sacar los datos y al final publicar una buena nota, y que al otro día te das cuenta que otros medios no ‘te picaron los ojos’ (que tengan datos extras) o que simplemente no traigas la nota”, expresa Karenia Piña Sazones y desazones de la cobertura policiaca Adrenalina, aventura, emoción, responsabilidad, incomodidad, obstáculos y peligro son algunos de los sustantivos con los cuales los reporteros defi- nen la cobertura del periodismo de nota roja. Saben que con el hecho de subirse a una motocicleta y “correr” en ella, es- tán en constante riesgo de sufrir un accidente; sin embargo, la sensación de Atrincherados en una casa del municipio de Naucalpan, Yara y Jacobo permanecieron casi una hora mientras terminaba la balacera entre narcomenudistas y policías. Foto: periódico La Prensa El Gráfico El Gráfico 96 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 enfrentarse a lo desconocido, y sobre todo, el compromiso por el trabajo, provoca que olviden, por un momento, cualquier temor que se les presente. Ensimismados en su labor, pareciera que los reporteros de Seguridad tuvieran una venda ante los peligros, ya que para ellos ese instante sólo consiste en “librar obstáculos” con el propósito de obtener la nota y la imagen. “Cuando vas a un evento muy fuerte se te sube la adrenalina, tomas fo- tos y te vale si te golpean. Después es cuando razonas y dices me pasó esto, aquello, se te sube tan cañón la adrenalina que no te cuidas”, afirma Jacobo Arellano. En este sentido, los miembros de la policía, quienes deberían ser sus principales “proveedores de información”, se convierten en sus primeras dificultades, de cierta manera a esquivar. “Por desgracia, actualmente el principal obstáculo que enfrentamos es con la policía que no te deja trabajar”, señala Rosalío Huízar. Incluso es un tanto arriesgado llegar con ellos y proporcionarles datos personales, de ahí a que surgieran los “indicativos” o apodos con los que se comunican por radio para proteger su identidad. “Muchas veces llegas a los asuntos, principalmente ejecutados, y el policía siempre pregunta: ‘¿cuál es tu nombre, de qué medio vienes?, y es que en la mayoría de las ocasiones ese agente está involucrado con la delincuencia, entonces si puedes le inventas el nombre”, afirma Huízar. “Los compañeros luego se burlan y por ejemplo cuando policías del esta- do de México les preguntan quiénes son, ellos contestan: ‘Lázaro. ¿Lázaro qué? -cuestiona el agente. Cárdenas’ -responde el reportero. ‘Francisco. ¿Francisco qué? Del Paso’, ríe Rosalío, al tiempo que contesta que no siem- pre se puede dar un nombre falso. Y agrega que esto lo hacen para resguardar su identidad, porque los poli- cías están inmiscuidos con la delincuencia, y más los municipales. Mientras que los agentes judiciales dan protección, pero no a ellos, sino a las bandas. En el caso de las reporteras, a las situaciones difíciles con los policías se le agrega una más: el acoso. Ellas manifiestan su incomodidad al intentar El Gráfico 97E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 obtener datos de los agentes, ya que siempre están de por medio desde una pregunta sobre su estado civil hasta una invitación a salir, que incluye el constante asedio con llamadas telefónicas. “Hubo un tiempo en el que me sentía muy frustrada por esa situación. Me preguntaba por qué no puedo trabajar sin que me molesten, por qué no puedo hacer contactos de verdad, por qué no puedo hablar bien con un comandante, por qué siempre para ellos está ‘la otra parte’”, refiere Karenia. Sin embargo, resignada, añade que “no queda de otra más que sonreír y hacerte la tonta en el momento porque es tu trabajo. Pero esto me deja un mal sabor, porque no entienden que esto es mi trabajo y quieren sacar provecho de la situación. “Larelación con los policías es una situación incómoda porque primero no te quieren dar información, se cierran mucho, pero a veces quieren que les ruegues, algo así como ‘insísteme’, ‘háblame bonito’. Eso me molesta mucho. Me ha tocado que me dan la información, pero me piden mi teléfono para invitarme a salir, pero sólo ha quedado en llamadas”, expresa Érika Carpio. Por otra parte, cuando realizan la cobertura de una noticia, los reporte- ros de Seguridad de El Gráfico olvidan miedos y angustias; sin embargo, confiesan que cuando dejan el casco, moto y cámara, se vuelven más precavidos, incluso paranoicos, hasta con la gente que los rodea, más si es su familia. Según la nota informativa “Guerra al narco deteriora salud de periodis- tas”, publicada en El Universal Online, especialistas como el psiquiatra Anthony Feinstein, de la Universidad de Toronto, y el sicólogo Rogelio Flores, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afir- man que la cobertura de noticias de seguridad y justicia impacta de forma creciente la calidad de vida del gremio y su ejercicio de libertad de expresión. Agregan que los reporteros de justicia experimentan síntomas de estrés postraumático, de ansiedad y depresivos. Asimismo, coinciden que no aceptan tan fácilmente que sufren daños emocionales y por ende no buscan atención especializada. Rogelio Flores encontró que quienes padecen más el estrés postraumáti- co son los fotógrafos, pues son quienes se ven obligados a observar con El Gráfico El Gráfico 98 E S TO S Í E S R I FA R S E E L F Í S I C O | 2 0 1 2 detenimiento las escenas de sangre, por lo que comúnmente “se blindan” emocionalmente y aparentan indolencia. El documento “Prevenir para después informar: guía práctica de seguridad para la cobertura en zonas de riesgo”, de la fundación Article 19, indica que la adrenalina que produce el trabajo periodístico y hasta la pasión con la que se desempeña pueden terminar por generar un cierta resistencia y/o ceguera respecto de los riesgos. Señala que es habitual que en las redacciones el hecho noticioso genere una necesidad inmediata de correr por la información. “Es esencial tener capacidad de reacción, pero los buenos reflejos pueden transformarse en un suicidio si se actúa con precipitación”, indica. Debido a esto, aconseja establecer medidas de protección previas, donde los responsables de la redacción y el medio mismo para el que trabajan deben procurar la seguridad de sus colaboradores y colaboradoras, ya que la información no obliga ni debe poner en riesgo la vida de un profesional. En ese sentido, resulta claro que la cobertura de la nota roja es una activi- dad donde el peligro es una constante, por lo que los reporteros, editores y directores deben evaluar cuáles son sus límites y alcances, hasta dónde podrían llegar para obtener la noticia. Es indiscutible que elegirán defen- der su integridad física y la de su familia. Con errores y aciertos, con sazones y desazones, los reporteros de Seguridad de El Gráfico coinciden en que al desarrollar esta labor han obtenido un gran aprendizaje que nadie les puede contar, ni siquiera en una escuela se lo pueden enseñar, porque han adquirido conocimientos sobre la realidad, sobre la vida y la muerte misma. El Gráfico 99ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012 Es importante señalar que El Gráfico es un medio popular donde contrario a lo que cualquiera pensaría, son mujeres quienes realizan la cobertura de hechos trágicos, lo que demuestra su fortaleza en el desarrollo de esta actividad. Sin olvidar, claro está, a los fotógrafos que con su agudeza y espíritu aventurero, logran inmiscuirse hasta en los sitios más peligrosos para obtener la mejor imagen, ignorando los riesgos que esto trae. En este sentido, la cobertura de la nota roja lejos de ser una actividad desagradable ante los ojos del lector, representa una labor arriesgada para los reporteros de esta fuente, donde el peligro es la constante. En este tipo de periodismo, las funciones no sólo consisten en retratar y contar la historia de “los muertitos”, sino también revelar una creciente descomposición social, donde im- pera la violencia, el crimen y la impunidad. Si bien la nota roja tiene errores y aciertos, es indispensable que los medios de comu- nicación donde colaboran los reporteros hagan un seguimiento y análisis de los casos que ahí se presentan, pero también, algo muy importante y ante la violencia cada vez más creciente en el país, se necesitan medidas de protección para los involucrados en las secciones de justicia y/o seguridad. En la redacciones de los diarios, se requiere establecer límites entre lo que un reportero está o no dispuesto a cubrir, pues la obtención de la información no debe poner en juego su vida. Sin embargo, al final de todo esto, serán los mismos reporteros quienes decidan y pongan sus cartas sobre la mesa para reconocer si en verdad les resulta conveniente continuar en esta práctica o mejor “dejarla por las buenas”. Consideraciones finales 100 ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012 Fuentes de consulta BIBLIOGRÁFICAS: Lara Klahr, Marco y Barata, Francesc. Nota (N) Roja. Edit. Debate, México, 2009, 364 p.p. López Sosa, Allan Javier. El Gráfico, un periódico para hombres hecho por mujeres. Visión de sus hacedoras. Tesis de licenciatura en Ciencias de la Comunicación. Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM. México. 2012. 88 p.p. Monsiváis, Carlos. Los mil y un velorios. Crónica de la nota roja en México. Editorial Debate, México, 2010, 222 p.p. Fritz, Darío. Prevenir para después informar: guía práctica de seguridad para la cobertura en zonas de riesgo. Article 19, México, 127 p.p. HEMEROGRÁFICAS: Chávez Jaime, José (coord.). Hemeroscopio. Boletín hemerográfico de El Universal. Año 1, Número 4. México, 1990. Editorial. “Hoy… un año”. El Gráfico, México, 1 de febrero de 1923, Año 1, p. 3. Martínez de Aguilar. “Eminente labor social ha hecho El Gráfico en estos últimos 30 años”. El Gráfico, 1 de febrero de 1952, CIBERGRÁFICAS: Arvizu Arrioja, Juan. “Nombran a Raymundo Riva Palacio director editorial de El Universal”. http:// www.eluniversal.com.mx/notas/459367.html. Fecha de consulta 3 de marzo de 2012. Editorial. “El Universal Gráfico, ahora en la mañana”. http://www.etcetera.com.mx/articulo. php?articulo=181. Fecha de consulta 15 de abril de 2012. Padrón de Medios de la Secretaría de Gobernación. http:// primi.segob.gob.mx. Fecha de consulta 29 de julio de 2012. Padrón de Medios de la Secretaría de Gobernación. http://bit.ly/ORNbsp. Tarifas de El Gráfico. Fecha de consulta 29 de julio de 2012. 101ESTO SÍ ES RIFARSE EL FÍSICO | 2012 Castellanos, Laura. El Universal Online. “Guerra al narco deteriora salud de periodistas”. http://bit.ly/ HEK5jb. Fecha de consulta 25 de agosto de 2012. Romero Puga, Juan Carlos. Revista Open. “El periodismo de la violencia”. http://bit.ly/loGYoO. Fecha de consulta 5 de mayo de 2012 VIVAS: Arellano García, Juan Jacobo. Fotógrafo de El Gráfico. Entrevista realizada el 16 de agosto de 2012. Cisneros, Jorge, editor de la sección País del diario 24 Horas. Entrevista realizada el 8 de agosto de 2012. Carpio López, Erika. Reportera de Seguridad de El Gráfico. Entrevista realizada el 21 de agosto de 2012 Córdova Rodríguez, Edgar, jefe de información de El Gráfico. Entrevista realizada el 16 de junio de 2012. Escalante Romero, María Félix. Directora general de El Gráfico. Entrevista realizada el 24 de mayo de 2012 y el 31 de mayo de 2012. Ham, Ricardo, investigador y autor del libro México y sus asesinos seriales. Profesor de la Universidad República Mexicana. Entrevista realizada el 25 de mayo de 2012. Huízar, Rosalío. fotógrafo de Seguridad de El Gráfico. Entrevista realizada el 6 de junio de 2012. Morales Díaz, Gabriela. Secretaria de redacción de El Gráfico, encargada de la edición de las páginas de Seguridad. Entrevista realizada el 30 de agosto de 2012. Morán Monroy, Enrique,editor responsable de El Gráfico Toluca y exeditor en jefe del periódico Metro. Entrevista realizada el 1 de mayo de 2012. Piña Garfias, Tania Karenia. Reportera de Seguridad de El Gráfico. Entrevista realizada el 10 de junio de 2012. Rodríguez Vázquez, Miguel Ángel, director de la revista ALARMA! Entrevista realizada el 13 de junio de 2012. Romero Puga, Juan Carlos, columnista y coordinador del Programa de Libertad de Expresión del Centro de Periodismo y Ética Pública. Entrevista realizada el 22 de junio de 2012. Silva Rocha, Yara Georgina. Reportera de Seguridad de El Gráfico. Entrevista realizada el 29 de mayo de 2012. Portada Índice Presentación 1. Noticias que Derraman Sangre 2. Breve Retrato El Gráfico 3. El Rojo Ilumina las Portadas del Diario 4. Arriesgando el Físico Consideraciones Finales Fuentes de Consulta