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Vegetacion y Ecorregiones de Durango

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Vegetación y Ecorregiones de Durango
Book · September 2007
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13,242
3 authors:
M. Socorro Gonzalez-Elizondo
Instituto Politécnico Nacional
216 PUBLICATIONS   2,368 CITATIONS   
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Martha González Elizondo
Instituto Politécnico Nacional
78 PUBLICATIONS   906 CITATIONS   
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Marco A. Márquez Linares
39 PUBLICATIONS   417 CITATIONS   
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VEGETACIÓN Y ECORREGIONES DE DURANGO 
 
 
 
 
M. Socorro González Elizondo 
Martha González Elizondo 
Marco A. Márquez Linares 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 CIIDIR Unidad Durango GOBIERNO DEL ESTADO 
INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL DE DURANGO 
 
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Primera edición: 2006 
 
D.R.© 2006 CIIDIR Unidad Durango 
Instituto Politécnico Nacional 
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II 
Durango, Dgo., 34220 México 
 
 
ISBN: 970-95117-0-X 
 
 
Impreso en México – Printed in Mexico 
 
 
 
 
Título: Vegetación y Ecorregiones de Durango 
 
Autores: M. Socorro González Elizondo, Martha González Elizondo y Marco A. Márquez 
 Linares 
Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR) 
Instituto Politécnico Nacional 
 
Diseño Editorial: Jorge Alberto Tena Flores 
 
 
 
 
 
Derechos Reservados©: Ninguna parte de esta obra puede ser reproducida o almacenada 
en sistemas de información, transmitida o traducida sin permiso escrito del CIIDIR IPN 
Unidad Durango. Secciones breves o figuras aisladas pueden reproducirse para fines no 
lucrativos, otorgando los créditos correspondientes e incluyendo la cita completa de la obra. 
 2
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
AUTORES DE CAPÍTULOS 
 
 
Rebeca Álvarez Zagoya1
CIIDIR Unidad Durango - IPN 
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II 
Durango, Dgo. 34220 México 
 
Jeffrey R. Bacon 
ISIMA – UJED 
Carr. Mazatlán Km. 5.5 Esq. Prol. Chihuahua 
Circuito Universitario 
Durango, Dgo., México 
 
J. Elías Chacón de la Cruz 
jechc_mx@yahoo.com.mx 
Durango, Dgo., 34000 México 
 
Abel García Arévalo 
Centro Regional Durango INECOL 
Apartado Postal 632 
Durango, Dgo., 34000 México 
 
Diego F. García Mendoza 
CIIDIR Unidad Durango - IPN 
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II 
Durango, Dgo. 34220 México 
 
Martha González Elizondo1
CIIDIR Unidad Durango - IPN 
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II 
Durango, Dgo. 34220 México 
 
María del Socorro González Elizondo1
CIIDIR Unidad Durango - IPN 
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II 
Durango, Dgo. 34220 México 
 
 
Yolanda Herrera Arrieta1
CIIDIR Unidad Durango - IPN 
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II 
Durango, Dgo. 34220 México 
 
Irma Lorena López Enriquez1
CIIDIR Unidad Durango - IPN 
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II 
Durango, Dgo. 34220 México 
 
Celia López González1
CIIDIR Unidad Durango - IPN 
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II 
Durango, Dgo. 34220 México 
 
Marco Antonio Márquez Linares1
CIIDIR Unidad Durango - IPN 
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II 
Durango, Dgo. 34220 México 
 
Jorge Nocedal Moreno 
Centro Regional Durango INECOL 
Apartado Postal 632 
Durango, Dgo., 34000 México 
 
Daniel S. Pámanes García 
CIIDIR Unidad Durango - IPN 
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II 
Durango, Dgo. 34220 México 
 
Jorge Alberto Tena Flores1
CIIDIR Unidad Durango - IPN 
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II 
Durango, Dgo. 34220 México 
 
1 Becarios de la COFAA. 
 
 
CRÉDITOS DE FOTOGRAFÍAS 
 
Sandra M. Tena González: 13 d. 
Georgina A. Tena González: 16 b, 33 b, 35 e. 
Marco A. Márquez Linares: 22 a,b,d, 35 a. 
Martha González Elizondo: 5 e-f, 8 d, 15 e, 19 b, c, 26 e, 27 c-f, 28 d-e, 30 a-d, 33 e-f, 34 e. 
M. Socorro González Elizondo: 1 a-e, 2 a-e, 3 a-c, 4 a-e, 5 a-d, 6 a-c, 7 a-d, 8 a-c, 9 a-d, 10 a-d, 11 
a-d, 12 a-c, 13 a-c, e-g, 14 a-d, 15 a-d, 16 a, c, 17 a-f, 18 a-h, 19 a, d, e, 20 a-h, 21 a, 22 c,e, 23 a-f, 
24 a-f, 25 a-f, 26 a-d, f, 27 a-b, 28 a-c, f-g, 29, 30 e, 31 a-e, 32 a-e, 33 a, c, d, 34 a-d, f, 35 b-d, 36 
a-e. 
 3
Vegetación y Ecoregionesde Durango 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
a nuestras familias 
 
 
a nuestros amigos 
 
 
a Durango y a su gente 
 4
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
PRÓLOGO 
 
El óptimo manejo de los ecosistemas depende en gran medida del grado de 
conocimiento que se tenga sobre ellos. La idea de que los ecosistemas se pueden manejar 
sin un conocimiento previo de su composición, estructura y funcionamiento es ilusa y 
por demás riesgosa. ¿Cómo manejar bien lo que no conocemos? Para cuantificar la 
superficie que ocupan las unidades vegetales, para inventariar y monitorear los recursos, 
para planificar su aprovechamiento y conservación, se requiere en primera instancia 
clasificarlos y reconocerlos con un nombre. 
 
En este trabajo se presenta una propuesta de clasificación de la vegetación del Estado de 
Durango, con datos sobre la composición, distribución, determinismo ecológico y 
superficie que ocupa cada tipo de vegetación, así como sobre la dramática modificación 
en la cubierta vegetal y el uso del suelo de la que hemos sido testigos en el transcurso de 
las pasadas dos décadas. 
 
Como marco de referencia, se presenta una reseña de los rasgos físicos de la entidad, 
incluyendo mapas temáticos de elevaciones, hidrología y climas, los que, junto con el 
mapa de vegetación generado, permiten una redelimitación de las ecorregiones 
reconocidas para Durango. En los capítulos finales se ofrece también información sobre 
dinámica de la vegetación, el uso del suelo, el valor de los ecosistemas naturales, las áreas 
naturales protegidas, el potencial ecoturístico de los ecosistemas de Durango y la 
ganadería. Como un ejemplo de la relación entre las comunidades vegetales y la 
distribución de la fauna, se incluye un capítulo sobre la riqueza y distribución de 
mamíferos en Durango. 
 
La investigación científica y la divulgación del conocimiento son elementos clave para 
fundamentar programas de desarrollo. En 1983 se publicó "La Vegetación de Durango", 
obra con la cual el CIIDIR Durango emprendía su labor de difusión en el ámbito 
regional. "La Vegetación de Durango" fue un trabajo de síntesis en el que se integró la 
información disponible hasta entonces en diversas fuentes y se presentó una panorámica 
sobre los recursos vegetales del estado. A más de dos décadas de su publicación, muchos 
de los datos ahí recabados han sido corroborados en campo, lo que permite ofrecer en la 
presente obra un acercamiento a mayor detalle. Las nuevas herramientas de cartografía 
(Sistemas de información geográfica con imágenes Landsat y software especializado) han 
permitido la elaboración de un mapa de vegetación y cobertura del suelo más preciso. 
Esta obra pone a disposición de quienes están involucrados con el uso, manejo y disfrute 
de los recursos naturales de Durango, información sobre la vegetación y las regiones 
ecológicas del Estado. La prosperidad económica y la calidad de la vida humana son 
insostenibles sin ecosistemas saludables (CCA 1997) y el conocimiento de los 
ecosistemas y de los recursos es fundamental para su uso sustentable. Esperamos que la 
información presentada en este trabajo contribuya a lograr una mejor comprensión y 
apreciación de la diversidad natural que existe en la entidad y que represente una base 
para el mejor manejo, aprovechamiento y conservación de esa maravillosa riqueza -
patrimonio, presente y futuro- de Durango. 
 5
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
CONTENIDO 
 
AUTORES DE CAPÍTULOS ..................................................................................................... 3 
PRÓLOGO ................................................................................................................................ 5 
CONTENIDO............................................................................................................................. 6 
AGRADECIMIENTOS ............................................................................................................. 9 
I. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 11 
II. MEDIO FÍSICO ................................................................................................................. 13 
II.1. UBICACIÓN Y FISIOGRAFÍA ................................................................................. 13 
PROVINCIAS FISIOGRÁFICAS ............................................................................ 16 
II.2. GEOLOGÍA Y SUELOS ......................................................................................... 17 
II.3. HIDROLOGÍA SUPERFICIAL ................................................................................ 20 
REGIONES HIDROLÓGICAS ............................................................................... 20 
II.4. CLIMA ................................................................................................................. 24 
III. ECORREGIONES ............................................................................................................ 30 
FACTORES QUE DETERMINAN LA DIVERSIDAD ECOLÓGICA DE DURANGO ............. 30 
III. 1. ECORREGIONES ........................................................................................... 31 
REGIÓN ÁRIDA Y SEMIÁRIDA ............................................................................ 31 
REGIÓN DE LOS VALLES ................................................................................... 31 
REGIÓN DE LA SIERRA ...................................................................................... 32 
REGIÓN DE LAS QUEBRADAS ........................................................................... 32 
III. 2. REGIONES FLORÍSTICAS ............................................................................. 35 
IV. VEGETACIÓN ................................................................................................................. 37 
BASES CONCEPTUALES PARA LA CLASIFICACIÓN DE LA VEGETACIÓN .................. 37 
NOMENCLATURA ...................................................................................................... 39 
LA VEGETACIÓN DE DURANGO......................................................................................... 41 
 REGIÓN ÁRIDA Y SEMIÁRIDA ....................................................................................... 46 
1. VEGETACIÓN XERÓFILA ................................................................................... 46 
1.1 MATORRALES XERÓFILOS ..................................................................... 47 
1.1.1. Matorral parvifolio .................................................................................... 47 
1.1.2. Matorral rosetifolio ................................................................................... 49 
1.1.3. Matorral crasicaule ................................................................................... 50 
1.1.4. Matorral espinoso..................................................................................... 50 
1.1.5. Matorral submontano ..............................................................................53 
1.1.6. Vegetación de dunas ............................................................................... 53 
1.2. IZOTAL ....................................................................................................... 54 
2. VEGETACIÓN HALÓFILA Y GIPSÓFILA.............................................................. 55 
2.1. MATORRAL HALÓFILO ............................................................................. 55 
2.2. PASTIZAL HALÓFILO ................................................................................ 56 
2.3. VEGETACIÓN GIPSÓFILA ........................................................................ 57 
 REGIÓN DE LOS VALLES ................................................................................................ 58 
3. PASTIZAL .............................................................................................................58 
4. MATORRAL (de clima templado) .......................................................................... 61 
4.1. Matorral espinoso (Acacia schaffneri y/o Prosopis laevigata) ................... 62 
4.2. Matorral crasicaule (Opuntia) ...................................................................... 63 
4.3. Matorral de sotol (Dasylirion) .....................................................................64 
4.4. Matorral perennifolio (Juniperus y Rhus) ................................................... 64 
 REGIÓN DE LA SIERRA: SUBREGIÓN PIEDEMONTE Y SIERRAS AL ORIENTE ....... 67 
5. CHAPARRAL ........................................................................................................ 67 
6. BOSQUE BAJO ABIERTO .................................................................................... 69 
6.1. Bosque de pino............................................................................................ 70 
6.2. Bosque de encino ....................................................................................... 71 
6.3. Bosque mixto .............................................................................................. 72 
 REGIÓN DE LA SIERRA: SUBREGIÓN DE LA SIERRA MADRE OCCIDENTAL........... 74 
 6
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
7. BOSQUES DE CONÍFERAS ................................................................................. 74 
7.1. Bosques de pino ......................................................................................... 75 
7.2. Bosques de pinabete (Abies y/o Pseudotsuga y/o Picea) ......................... 76 
7.3. Bosque de cedro o de táscate (Cupressus o Juniperus) ............................ 78 
8. BOSQUE MIXTO (DE PINO-ENCINO o DE ENCINO-PINO) ............................... 79 
9. BOSQUE DE ENCINO........................................................................................... 83 
10. BOSQUE MESÓFILO DE MONTAÑA ................................................................ 85 
OTRAS COMUNIDADES DE CLIMA TEMPLADO O SEMIFRÍO ............................. 87 
 REGIÓN DE LAS QUEBRADAS ....................................................................................... 90 
11. BOSQUE TROPICAL SUBCADUCIFOLIO ......................................................... 90 
12. BOSQUE TROPICAL CADUCIFOLIO ................................................................ 92 
13. BOSQUE ESPINOSO ......................................................................................... 95 
OTRAS COMUNIDADES DE CLIMA CÁLIDO .......................................................... 96 
14. VEGETACIÓN ACUÁTICA Y SUBACUÁTICA ................................................... 98 
15. OTRAS COMUNIDADES VEGETALES ............................................................ 104 
15.1. BOSQUE XERÓFILO ESPINOSO ......................................................... 104 
15.2. MATORRAL SECUNDARIO DE JARILLA (Dodonaea viscosa) ............ 105 
15.3. MATORRAL CON PALMITO (Brahea dulcis) ........................................ 105 
15.4. MATORRAL XERÓFILO SUBTROPICAL............................................... 106 
15.5. VEGETACIÓN RUPÍCOLA .................................................................... 106 
15.6. COMUNIDADES DE ARVENSES Y RUDERALES ................................ 107 
V. DINÁMICA DE LA VEGETACIÓN .................................................................................... 108 
RELACIÓN CLIMA-VEGETACIÓN.......................................................................... 108 
 El cambio climático global................................................................................ 109 
EFECTOS DE LA INFLUENCIA HUMANA ............................................................. 111 
OJO CON LAS INVASORAS................................................................................... 112 
VI. USO DEL SUELO EN DURANGO .................................................................................. 115 
AGRICULTURA........................................................................................................116 
OTROS USOS DEL SUELO.................................................................................... 120 
VII. VEGETACIÓN DE ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS ............................................ 122 
 Estudios de vegetación y flora en las Reservas de la Biosfera................................ 122 
Factores determinantes en el deterioro o modificación de la vegetación................ 124 
Estado actual de la vegetación ................................................................................ 125 
Perspectivas de la vegetación en áreas naturales protegidas ................................ 127 
VIII. EL VALOR DE LOS ECOSISTEMAS NATURALES..................................................... 130 
LOS SERVICIOS AMBIENTALES ........................................................................... 130 
Captación y purificación de agua ..................................................................... 131 
Equilibrio de los gases atmosféricos y purificación del aire............................. 132 
Regulación del clima ........................................................................................ 132 
Conservación de suelos ................................................................................... 132 
Mantenimiento de la biodiversidad................................................................... 133 
Paisajes, valores estéticos y escénicos, recreación ........................................ 133 
IX. ECOTURISMO Y LA VEGETACIÓN DE DURANGO ..................................................... 135 
RECURSOS ECOTURÍSTICOS DE DURANGO..................................................... 136 
Cascadas.......................................................................................................... 138 
Observación de flora y fauna ...........................................................................138 
X. MAMÍFEROS DEL ESTADO DE DURANGO EN LA COLECCIÓN DEL CIIDIR 
DURANGO: LAS COLECCIONES BIOLÓGICAS FRENTE A LA PÉRDIDA DE 
BIODIVERSIDAD ................................................................................................... 140 
INTRODUCCIÓN .....................................................................................................140 
LOS MAMÍFEROS DE DURANGO.......................................................................... 141 
LA COLECCIÓN....................................................................................................... 142 
CONCLUSIONES..................................................................................................... 145 
XI. LA REGIÓN DE LOS PASTIZALES: SUSTENTO PARA UNA GANADERÍA SOSTENIDA
................................................................................................................................ 147 
IMPORTANCIA DE LA GANADERÍA EN DURANGO............................................. 147 
 7
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
CONDICIONES ACTUALES.................................................................................... 151 
PROPUESTAS Y RECOMENDACIONES............................................................... 152 
ÍNDICE DE MAPAS Y FIGURAS.......................................................................................... 163 
ÍNDICE DE NOMBRES CIENTÍFICOS Y COMUNES.......................................................... 164 
 8
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
Es un placer manifestar nuestro agradecimiento a quienes han apoyado el desarrollo de este 
trabajo. Nuestros compañeros de camino: Jorge A. Tena Flores, Abraham Torres Soto y Rebeca 
Álvarez Zagoya nos han regalado invaluable apoyo en diferentes fases del trabajo. Mil gracias a 
ellos y al resto de nuestras familias. El Dr. Jerzy Rzedowski y la maestra Graciela Calderón de 
Rzedowski nos han fortalecido con orientación y respaldo irrestricto, incluyendosalidas de 
reconocimiento a diferentes tipos de vegetación de Durango. 
 
El M.C. Jorge A. Tena apoyó en el diseño editorial y de la portada de la obra así como en el 
manejo de datos. El M.C. Elías Chacón de la Cruz pacientemente colaboró en la elaboración de 
los mapas. La Dra. Raquel Galván Villanueva, el Dr. Rafael Fernández Nava y el M.C. José 
Antonio Ávila Reyes llevaron a cabo la revisión editorial del trabajo. El Biol. Francisco Takaki 
Takaki y el Biol. Arturo Victoria Hernández nos orientaron sobre el uso de la versión digital de la 
Serie II del mapa de vegetación de INEGI. En el laboratorio contamos con el entusiasta apoyo 
de la M.C. Irma Lorena López Enríquez y la T.L. Marta Laura Ruiz Rentería. El trabajo de 
campo, con mil peripecias, ha sido una placentera experiencia gracias a nuestros compañeros del 
CIIDIR: señores Marcos Pinedo Reyes, Saturnino Acevedo S., Leopoldo Chávez, Antonio 
Esparza, José Luis Flores, Miguel A. Flores(†), Humberto Venegas, Javier Aguilar y Agustín 
López. Las discusiones con colegas y amigos: Armando Cortés Ortiz, Yolanda Herrera Arrieta, 
Abel García Arévalo, Jeffrey R. Bacon, Ramón Cardoza Vásquez, Richard Spellenberg, A.A. 
Reznicek, Paul M. Peterson, Pete Fulé, Juan de Dios Flores, Celia López González, Daniel 
Pámanes García y José Antonio Ávila Reyes han clarificado nuestra visión sobre diferentes 
aspectos del trabajo; Sandra M. Tena revisó versiones previas del escrito y Mayra Burciaga y 
María Elena Pérez nos ayudaron a lidiar con Word. 
 
La investigación de la que se deriva este libro fue financiada por la CGPI del Instituto Politécnico 
Nacional a través del CIIDIR Durango y se concluyó gracias a un período sabático otorgado a S. 
González. Agradecemos los estímulos a la investigación de la COFAA y EDI. Al Dr. José B. 
Proal Nájera, Director del CIIDIR Durango, Ing. J.M. Daniel Trujano Thomé, Secretario de 
Recursos Naturales y Medio Ambiente del Estado de Durango, Lic. Roberto Antonio de Jesús 
Ramírez, Subsecretario de Medio Ambiente del Gobierno del Estado y Dr. Hiram Medrano 
Roldán, Director del COCYTED, debemos el apoyo para la publicación de la obra, con la 
entusiasta intervención del Lic. Adán Álvarez. El proyecto formal sobre el estudio de la 
 9
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
vegetación de Durango se desarrolló entre los años 2001 y 2004, pero los resultados presentados 
se derivan de muchos años de observaciones y recorridos por los diferentes ecosistemas de 
Durango, apoyados en su inicio por el Dr. Armando Ochoa Solano. Las imágenes de satélite que 
apoyaron la elaboración de los mapas fueron obtenidas gracias al Quím. Luis Alfredo Rangel 
Pescador durante su gestión como Delegado Federal de la SEMARNAT y al Ing. J.M. Daniel 
Trujano Thomé, Secretario de Recursos Naturales y Medio Ambiente del Gobierno de Durango. 
 
Los Sres. Roberto González Elizondo y Noé González Elizondo desde Nuevo León han 
proporcionado valiosa información y apoyo durante diversas fases del trabajo. El Ing. Fco. Javier 
Salas García aportó apoyo logístico durante su gestión como Secretario de Recursos Naturales y 
Medio Ambiente del Gobierno de Durango. Los Ings. Juan Manuel Cassián, J. Guadalupe 
Barrios, Jesús Soto, Ramón Silva, Javier Návar, Ernesto Lozano, Bernardo Castillo, Enrique Vega 
y sus respectivos colaboradores facilitaron los muestreos. Los Ings. Jorge García, Víctor López, 
Carlos Zapata Pérez, Emilio García, Epifanio Várgas y José Luis Martínez Marín han 
proporcionado datos sobre la vegetación. Georgina Tena y Sandra Tena han aportado excelentes 
fotografías. El diseño de las láminas es de Oliver A. Anderson Huerta; el Ing. Noel Herrera 
colaboró en la elaboración de algunas imágenes; el Bibl. Armando Butanda Cervera nos apoyó 
con literatura. 
 
Durante salidas a campo hemos contado con el apoyo del Sr. Anastasio Celis Ramos y fam. 
(Cosalá, Sin.); Sr. Arturo Ayala; Fam. Ramones (El Mezquital); Ing. Octaviano Cázares M. 
(Parral); Sr. Manuel Herrera Corral y fam. (La Atascosa, Tepehuanes); Fam. Enríquez Olguín 
(Rancho El Purgatorio), Sr. Miguel Vizcarra, Sra. Rosa Mortis (Canelas); Laura Jamieson, Dr. 
Carlos Galindo Leal, Sr. José Medina, Don Federico Alvarado, Sr. Tomás Flores, Sr. José Ángel 
Moreno (La Michilía); Téc. Jaime Díaz y Don Alfredo Díaz (Vencedores); los hermanos 
Alvarado y hermanos Aguilar (Ej. El Maguey); Sr. Juan Zúñiga Hernández y Sr. José Isabel Ruiz 
Hernández (Duraznitos y Picachos); Ing. Victor Astorga; Ing. Rafael Carrillo e Ing. Pedro 
Graciano; Sr. Ismael Calzada; y los ganaderos Sr. Buenaventura Saravia, Sr. Jesús Cabral y Lic. 
Juan Dalahite. Muchas otras personas nos han apoyado de una u otra forma durante el estudio de 
la vegetación de Durango. Nuestro más profundo reconocimiento a todas ellas. 
 
 Durango, Dgo., Noviembre de 2006 
 10
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
I. INTRODUCCIÓN 
 
Durango presenta una alta diversidad ecosistémica. A excepción del bosque tropical perennifolio 
o selva alta, casi todos los tipos de vegetación de México están presentes en el estado: desde 
matorrales xerófilos y vegetación halófila en la zona árida oriental, hasta bosques tropicales 
caducifolios y subcaducifolios en las quebradas al oeste, pasando por pastizales en la franja de 
valles al oriente de la Sierra Madre, bosques templados de pino y encino y pequeños enclaves de 
bosque mesófilo en la Sierra y vegetación acuática y subacuática en todos los ecosistemas. 
 
Algunos de los factores que determinan la diversidad de la flora y la vegetación del estado son: la 
convergencia en Durango de dos grandes regiones biogeográficas (Holártica y Neotropical), su 
compleja fisiografía, su diversidad climática y el papel de corredor biológico y de barrera 
biogeográfica que representa la Sierra Madre Occidental. 
 
En este trabajo se reconocen 14 tipos de vegetación y se comentan sus características, 
distribución y estado de conservación. La clasificación de las comunidades vegetales ajustada a las 
características de la región constituye un marco de referencia para conocer, interpretar y valorar a 
los ecosistemas naturales y puede ser una herramienta de primera mano para la elaboración de 
diagnósticos, inventarios y descripción de comunidades, así como para la planeación del uso, 
manejo y conservación de los recursos. 
 
Aunque ha sido desarrollado para Durango, este sistema de clasificación de la vegetación también 
puede ser aplicado al resto de la Sierra Madre Occidental y al Desierto Chihuahuense. 
 
 
ANTECEDENTES 
 
Dos personajes extraordinarios, ingenieros topógrafos de formación, geógrafos, políticos, 
ideólogos e incansables luchadores sociales, elaboraron conjuntamente una carta geográfica para 
Durango en 1905 (publicada en 1911). Ellos fueron el Ing. Pastor Rouaix, durangueño por 
adopción y el Ing. Carlos Patoni, durangueño por nacimiento quien fue, además, el primer 
botánico de la entidad. Datos sobre la geografía del Estado fueron también presentados por A. 
Gámiz desde 1911 y posteriormente por E. Gámiz en 1929 y 1936. En su Geografía del estado de 
Durango, Rouaix (1929) reconoce cuatro regiones, clasificación adoptada posteriormente por 
Ochoterena (1934): Región semiárida o zona oriental, Región de los valles, Región de la sierra y 
Región de las quebradas. 
 
Entre los estudios enfocados a la flora y la vegetación de Durango destacan los de Maysilles 
(1959) sobre los bosques de pino; el de Madrigal (1977) sobre las características generales de la 
vegetación del estado; y el de la COTECOCA (Comisión Técnico Consultiva para la 
determinación de los Coeficientes de Agostadero) (1979), que en la Memoria correspondiente a 
Durango incluye una descripción amplia de las comunidades vegetales, así como un mapa y 
perfiles de la vegetación, siguiendo el sistema de Miranda y Hernández X.; González (1983) llevó 
a cabo una síntesis de información sobre la vegetación de la entidad. Adicionalmente, Martínez y 
Morello(1977) estudiaron las comunidades vegetales de la Reserva de Mapimí y Martínez y 
Saldívar (1978) las de La Michilía; González et al. (1993) llevan a cabo una delimitación, 
cartografía y descripción de la estructura y composición de las comunidades vegetales de la 
Reserva La Michilía; Márquez y González (1998) y Márquez et al. (1999) analizan la composición 
y la estructura en bosques de clima templado; y García Arévalo presenta un inventario de la flora 
 11
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
de la Reserva de Mapimí. Actualmente se desarrollan en el CIIDIR IPN Durango los estudios 
técnicos para el Ordenamiento Ecológico del Estado, habiéndose concluido las fases de 
caracterización y diagnóstico donde se incluye un capítulo sobre flora y otro sobre vegetación. 
 
Otros estudios botánicos desarrollados a nivel más amplio incluyen a Durango. Entre estos están 
los de Miranda y Hernández X. (1963), Flores Mata et al. (1971) y Rzedowski (1978), quienes han 
propuesto diversos sistemas para la clasificación de la vegetación de México. La Comisión de 
Estudios del Territorio Nacional (CETENAL), luego denominada Dirección de Estudios del 
Territorio Nacional (DETENAL) desarrolló cartografía e inventarios detallados de los 
ecosistemas de México, labor que se continúa en el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e 
Informática (INEGI). En el Inventario Nacional Forestal y de Suelos se cuantifica la superficie 
forestal por tipo de vegetación; cantidad y variedad de especies; biomasa; volumen de madera y 
estado de los suelos forestales, entre otros datos. En 2006 se han presentado avances del 
Inventario 2004-2009. 
 
 12
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
II. MEDIO FÍSICO 
 
 
La vegetación depende directamente de las características del entorno físico donde se encuentre. 
Con el fin de establecer un marco de referencia para la descripción de las comunidades vegetales, 
se incluye una breve descripción del ambiente físico del Estado de Durango. 
 
II.1. UBICACIÓN Y FISIOGRAFÍA 
 
El estado de Durango se localiza en la región centro-noroccidental de México; con una superficie 
de 123,181 Km2 es el cuarto estado más grande de la República (INEGI 2005) y representa el 
6.3% de la superficie total del país. Está dividido en 39 municipios y su capital es la ciudad de 
Durango (Victoria de Durango) (Fig. 1). Colinda al norte con el estado de Chihuahua, al oriente 
con Coahuila y Zacatecas, al poniente con Sinaloa y al sur con Nayarit y Zacatecas. Sus 
coordenadas extremas son: al N 26°53’ N, al S 22°16’ N, al E 102°’29’ W y al W 107°16’ W 
(INEGI 2005). Durango es atravesado por el Trópico de Cáncer (23°26’18” N) en su parte sur, 
sobre los municipios de El Mezquital y Pueblo Nuevo, de tal manera que la mayor parte de la 
superficie del estado se localiza en la zona subtropical. 
 
El eje de la compleja fisiografía de Durango es la Sierra Madre Occidental. Más de la mitad del 
estado se ubica sobre esta sierra. Con orientación NNW, es el complejo montañoso más largo del 
país (más de 1,200 km), tiene una anchura hasta de 250 km, una altitud media de 2,600 m y 
elevación hasta de 3,340 m. Su flanco occidental es sumamente escarpado, formando la región de 
Las Quebradas, con impresionantes hondonadas, excavadas por los ríos que fluyen hacia el 
Pacífico y que en algunos sitios son hasta de 2,000 m de profundidad (más profundas que las del 
Cañón del Colorado. En contraste, las laderas de la vertiente oriental de la sierra son mucho 
menos abruptas ya que no es tan notable la diferencia de niveles con la región de los Valles, la 
cual está ubicada a una altitud media de 1,900 m s.n.m., formando la transición hacia el Altiplano. 
 
Las elevaciones en la entidad va de los 130 m (al oriente de Tamazula) a los 3,340 m (Cerro 
Gordo). Las cimas de mayor elevación en Durango son el Cerro Gordo1 (3,340 m, El Mezquital), 
Cerro Barajas (3,310 m, Guanaceví), Cerro Huehuento (3,270 m, San Dimas), Sierra El Epazote 
(3,200 m, Canatlán) y otros cuatro picos que superan los 3,000 m. Hacia la zona oriental del 
estado la mayor elevación se localiza en la Sierra El Rosario (Lerdo y Mapimí) que alcanza los 
2,820 m; a diferencia de las elevaciones al occidente de Durango, que son de origen ígneo, la 
Sierra El Rosario es de origen sedimentario. La cabecera municipal a mayor elevación es El Salto 
(2,560 m) y la más baja es Tamazula de Victoria (240 m). Se presenta un mapa hipsométrico 
basado en los modelos digitales del terreno del INEGI (Fig. 2). 
 
 
1 El Cerro Mohinora (al S de Chihuahua, casi en el límite con Durango) ha sido citado como el de mayor 
elevación de la Sierra. Nuestros registros indican 3,316 m en la cima y los del INEGI indican 3,300 y 3,250 
m (Anuario Estadístico y carta topográfica 1:50,000, respectivamente), de tal manera que el Cerro Gordo, 
ubicado al S de Durango, es el de mayor elevación en la Sierra. 
El Cerro Huehuento, el tercero en altitud en el estado, no se marca en la lista del INEGI entre los de 
mayor elevación. 
 
 13
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 14
 
 
 
 
17
13
36
25
9
10
11
18
730
35 12
34
15
29
2437
32
4
6
32
39
27
2128
19
1 3120
8
26
5
22
16
23
38
14
33
Ecorregiones
I Región árida y semiárida
II Región de los valles
III Región de la sierra
IIIa Pie de monte y sierras al oriente
IV Región de las quebradas
Límites municipales
ECORREGIONES Y MUNICIPIOS DE DURANGO
50 0 50 100 Km
1 CANATLAN
2 CANELAS
3 CONETO DE COMONFORT
4 CUENCAME
5 DURANGO
6 GENERAL SIMON BOLIVAR
7 GOMEZ PALACIO
8 GUADALUPE VICTORIA
9 GUANACEVI
10 HIDALGO
11 INDE
12 LERDO
13 MAPIMI
14 MEZQUITAL
15 NAZAS
16 NOMBRE DE DIOS
17 OCAMPO
18 ORO, EL
19 OTAEZ
20 PANUCO DE CORONADO
21 PEÑON BLANCO
22 POANAS
23 PUEBLO NUEVO
24 RODEO
25 SAN BERNARDO
26 SAN DIMAS
27 SAN JUAN DE GUADALUPE
28 SAN JUAN DEL RIO
29 SAN LUIS DEL CORDERO
30 SAN PEDRO DEL GALLO
31 SANTA CLARA
32 SANTIAGO PAPASQUIARO
33 SUCHIL
34 TAMAZULA
35 TEPEHUANES
36 TLAHUALILO
37 TOPIA
38 VICENTE GUERRERO
39 NUEVO IDEAL
Vegetación y Ecoregiones de Durango Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
 15 15
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
PROVINCIAS FISIOGRÁFICAS 
 
Con base en las similitudes fisiográficas y el origen geológico, se reconocen 15 Provincias 
fisiográficas para México (INEGI 1992), de las cuales cinco están representadas en Durango: 
1. Sierra Madre Occidental 
Este sistema montañoso de origen ígneo y los valles y sierras adyacentes hacia el oriente ocupan 
la mayor parte de la superficie de Durango (71.3%). Incluye cuatro subprovincias: 
a) Gran meseta y cañones duranguenses (incluye la mayor parte del macizo de la sierra), 
orientada de noroeste a sureste; 
b) Gran meseta y cañones chihuahuenses, en el extremo noroeste del estado; 
c) Mesetas y cañadas del sur, que comprende el declive occidental de la sierra (o región de 
las Quebradas) al sur del paralelo 24°30’ N; 
d) Sierras y llanuras de Durango, que abarca una amplia franja al oriente de la Sierra Madre 
Occidental, incluyendo las regiones de “los Valles”, “los Llanos” y “la Breña” (“Malpaís 
de la Breña”), esta última con varios conos volcánicos pequeños. Sierras como La 
Candela y Promontorio se ubican en esta subprovincia, al igual que las ciudades de 
Durango, Tepehuanes, Santiago Papasquiaro, Canatlán, Guadalupe Victoria y Vicente 
Guerrero se localizan en esta subprovincia (Durango se ubica en el límite entre ésta y el 
macizo de la Sierra). 
El límite sur de la Sierra, de acuerdo con Garfias y Chapin (1949, citados en Maysilles 1959), es el 
cañón del Río Mezquital, o más al sur, en su unión con el Eje Volcánico Transversal, según otros 
autores. Garfias y Chapin basan su delimitación en el hecho de que la Sierra tiene una estructura 
diferente que la porción más al sur del cañón del Río Mezquital, cuyos “rasgos topográficos se 
deben a erupciones de lava, susuperficie no está tan profundamente cortada y es de menor 
altitud”. 
 
2. Sierras y Llanuras del Norte 
 
Representada en Durango por la subprovincia del Bolsón de Mapimí, que abarca el noreste del 
estado, incluyendo hasta la ciudad de Gómez Palacio (15.09% de la superficie de Durango). 
 
Incluye serranías aisladas y amplias llanuras donde son comunes las cuencas endorreicas. 
 
3. Sierra Madre Oriental 
 
Aunque no existe conexión directa con el macizo de la Sierra Madre Oriental, esta provincia se 
encuentra representada en Durango por las serranías aisladas del oriente del estado (5.28%). Son 
sierras de roca sedimentaria de origen marino, principalmente calizas. Dos subprovincias en 
Durango: 
 
a) Sierras Transversales, que incluye las sierras de Mapimí-El Sarnoso, El Rosario y Los 
Álamos-Manzanares; 
b) Sierra de La Paila (extremo occidental), a donde pertenece la Sierra de Tlahualilo. 
 
 16
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
4. Mesa del Centro (Altiplanicie Mexicana) 
Comprende las amplias llanuras y sierras dispersas entre las Sierras Madre Oriental y Occidental. 
En Durango se restringe a una zona al oriente que incluye desde el sur de Cuencamé hasta 
Guadalupe Victoria y San Juan de Guadalupe (8.33%). Incluye dos subprovincias: 
a) Sierras y llanuras del norte 
b) Sierras y lomeríos de Aldama y Río Grande (INEGI 2005). 
 
5. Llanura Costera del Pacífico 
 
Apenas representada en Durango por una zona muy pequeña al occidente de Tamazula, en el 
límite con Sinaloa. Son terrenos planos cubiertos por aluviones en la planicie costera al occidente 
de la Sierra Madre Occidental. 
 
 
II.2. GEOLOGÍA Y SUELOS 
 
En Durango predominan los afloramientos de origen volcánico hacia el centro y el occidente del 
estado, mientras que en la zona oriental los afloramientos son de roca sedimentaria de origen 
marino. Una gran parte de la región de los valles y del Desierto Chihuahuense está cubierta por 
depósitos aluviales y residuales. 
 
El 61.39% del total es roca ígnea extrusiva (principalmente riolitas y tobas), 2.71% es ígnea 
intrusiva, 15.74% es sedimentaria (en su mayoría caliza, a veces con intercalaciones de lutita y 
arenisca), 0.09% metamórfica y 20.07% es suelo (INEGI 2003). 
La mayor parte de la roca ígnea proviene del período Terciario, mientras que la roca sedimentaria 
es del Terciario y del Mesozoico. Durante el Pérmico, una parte de lo que ahora es la región 
oriental del estado estuvo bajo las aguas de un mar intercontinental; a principios del Mesozoico la 
superficie de Durango estuvo emergida, pero durante el Jurásico superior y el Cretácico inferior 
el norte y el oriente estuvieron de nuevo cubiertos por el inmenso mar que cubrió casi todo 
México. Fue a fines del Cretácico superior que la superficie de lo que ahora es Durango quedó 
definitivamente emergida del mar (mapas de Kellum 1944, citado por Rzedowski 1978). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 3. Izquierda: Roca ígnea (riolitas) en Espinazo del Diablo, Pueblo Nuevo; 
Derecha: capas de roca sedimentaria (caliza) en el Cañón de Fernández, Lerdo. 
 
 
La Sierra Madre Occidental está compuesta por dos importantes secuencias ígneas con un 
período intermedio de calma volcánica (McDowell y Clabaugh 1979, citados por Morán et al. 
 17
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
1985). La inferior comprende derrames de lava, ignimbrita y batolitos, mientras que la más 
reciente, del Plioceno y el Pleistoceno (con edades que varían entre 34 y 27 millones de años), 
está integrada por ignimbritas de composición riodacítica o riolítica, tobas y algunos derrames de 
basalto. El complejo superior de esta sierra constituye la cubierta ignimbrítica continua más 
extensa de la tierra. Hacia el norte, esta cubierta tiene sus últimos afloramientos a la altura de la 
frontera con Estados Unidos y, hacia el sur, desaparece debajo de las rocas intermedias y básicas 
del Eje Neovolcánico. 
 
Hacia el centro-sur del estado, en una parte de los 
municipios de Canatlán, Durango, Nombre de Dios 
y Poanas se encuentra una extensa zona de lavas 
basálticas conocida localmente como breña o 
malpais, producto de una intensa actividad volcánica 
a través de fisuras y de pocos conos pequeños. 
 
Fig. 4. Cráter del volcán El Jagüey, en la región de la 
breña, cerca de Ricardo Flores Magón. 
 
 
En el oriente y centro-oriente de Durango existen pequeños afloramientos de granito 
intrusionando en la roca sedimentaria. Los principales son el macizo granítico del Cerro Blanco 
(en Peñón Blanco) y los de la Sierra El Sarnoso (en Mapimí). En El Sarnoso el granito (75 km2) 
está rodeado por importantes depósitos de mármol (Servicio Geológico Mexicano 2000). 
También en la zona oriental del estado se presentan algunos afloramientos de arenisca. 
 
Los afloramientos de depósitos piroclásticos presentan a veces capas inferiores de rocas 
seudoestratificadas muy intemperizadas que dan la falsa apariencia de lutitas. 
 
Suelos 
 
Predominan los Leptosoles (48%), seguidos por Regosoles (13%), Calcisoles (9%), Cambisoles 
(8%) y Feozem hápico (7%) (INEGI 2003, con base en la clasificación de la FAO/UNESCO 
(1988). 
 
Leptosoles (del griego leptos, delgado). Son suelos muy someros (de menos de 25 cm), 
usualmente pedregosos, asociados a zonas montañosas, por lo que es importante que se 
mantenga su cubierta vegetal para evitar la erosión. 
 
Dos subtipos principales en Durango: 
 
a) Leptosol lítico (litosol). Son los más someros, de menos de 10 cm, limitados en profundidad 
por roca dura continua o por una capa continua cementada. Comunes en la Sierra Madre 
Occidental y otras sierras de origen volcánico. Con frecuencia presentan pedregosidad o se 
localizan en áreas de fuerte afloramiento de roca madre. Son ácidos, con pH por lo general entre 
4.7 y 6.5. La reacción al HCl no es visible. Las texturas más comunes son la franca y la franco-
arcillosa. 
 
b) Leptosol réndzico (rendzina). Son suelos delgados desarrollados sobre materiales 
fuertemente calcáreos. Presentes en las sierras calizas del oriente de Durango, normalmente 
asociados a pendientes fuertes; la cobertura vegetal es fundamentalmente de matorral. El 
horizonte superior tiene un contenido relativamente alto de materia orgánica. 
 
 18
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Existen también en Durango otros subtipos de Leptosol: Mólico, Eutrico, Dístrico y Úmbrico, 
estos últimos tienen horizonte superficial relativamente rico en materia orgánica y parcialmente 
desaturado; también ocupan áreas de fuertes pendientes y alta rocosidad y pedregosidad. 
 
Regosoles. Suelos jóvenes, poco consolidados, de textura gruesa, sin arcilla. Generalmente son 
resultado del depósito reciente de roca y arena acarreadas por el agua o en zonas con fuertes 
procesos erosivos, por lo que se encuentran sobre todo en valles intermontanos y al pie de las 
sierras. 
 
Calcisoles (del latín calcarius, calcáreo, por la alta acumulación de caliza). Se presentan en la 
zona árida y semiárida, en relieves planos o de escasa pendiente. Anteriormente denominados 
xerosoles y yermosoles. Tienen tres horizontes, el superficial de color claro; el B con frecuencia 
impregnado de carbonatos y el C siempre con acumulación de carbonatos. Cuando hay agua 
disponible pueden tener una alta productividad, pero tienden a salinizarse. Si se riegan y 
fertilizan, es necesario que tengan buen drenaje para evitar salinización. 
 
Cambisoles. Se desarrollan sobre distintas litologías y en relieves relativamente suaves o 
protegidos de los procesos erosivos por la cobertura vegetal, 
 
Feozems. Se caracterizan por tener un horizonte superior con alto contenido de materia 
orgánica; no presentan un horizonte calcáreo en las capas superiores. Se asocian a bosques y 
matorrales. 
 
Otros suelos en Durango son los vertisoles, suelos profundos (de más de 50 cm), con altas 
proporciones de arcilla (más de 30%). Se caracterizan por presentar grietas de desecación 
notorias y escasa diferenciación de sus horizontes.Se desarrollan en relieves planos o ligeramente 
inclinados. En partes bajas, a lo largo de los principales arroyos se presentan fluvisoles. 
 
 
 19
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
II.3. HIDROLOGÍA SUPERFICIAL 
 
Por J. Elías Chacón de la Cruz 
 
 
Para Durango se registran escurrimientos anuales de entre 11,400 millones de m3 (2.8% del total 
nacional), a casi 14,000 millones de m3. Las corrientes de agua forman parte de siete Regiones 
Hidrológicas (Cuadros 1 y 2, Fig. 5), en tres vertientes: 
 
a) Vertiente del Pacífico, que comprende los ríos que se originan en la Sierra Madre 
Occidental: el Tamazula y el de Topia que en Sinaloa se unen al Humaya; el de Los 
Remedios-San Lorenzo; las aguas de la parte central de la sierra (cuyo principal tributario es 
el arroyo El Salto), pasan a Sinaloa con el nombre de Río Presidio; en el extremo sur del 
estado, el río Huazamota o Jesús María, que se dirige al sur a unirse al Huaynamota, 
tributario del caudaloso río Santiago. 
El único río de la vertiente del Pacífico que nace en el lado oriental de la Sierra Madre es el 
Mezquital: con el nombre de río El Tunal y río Durango atraviesa el valle del Guadiana y la 
región de la breña. Antes de la breña se le unen La Sauceda y el Santiago Bayacora y después 
el Súchil y el Graceros. Ya con el nombre de río Mezquital atraviesa la sierra por la enorme 
cañada que lleva el mismo nombre y pasa a Nayarit con el nombre de río San Pedro. 
b) Vertiente interior, constituida por las corrientes que convergen hacia depresiones interiores 
(cuencas endorreicas). Incluye tres subregiones: la de los ríos Nazas y Aguanaval y arroyos 
que desembocan en el Bolsón de Mapimí (en la confluencia de Coahuila, Durango y 
Chihuahua); la de los arroyos que confluyen en la Laguna de Santiaguillo (ej. el arroyo San 
Antonio); y la de los arroyos del extremo oriental de Durango que forman parte de la Región 
de El Salado. 
c) Vertiente del Golfo de México, en una pequeña porción del norte de Durango donde nace 
el río Florido, el cual se une en Chihuahua al Conchos, uno de los principales afluentes del 
Río Bravo. 
 
REGIONES HIDROLÓGICAS 
 
La Región Hidrológica de mayor extensión en Durango es la Nazas-Aguanaval (42% de la 
superficie del estado)2. Es la cuenca cerrada más importante del país. El Nazas y el Aguanaval 
desembocaban originalmente en las lagunas de Mayrán y de Viesca, respectivamente. En la 
actualidad, sus aguas son aprovechadas en su totalidad. 
El Río Nazas es el más extenso en el estado (560 km). Se forma a partir de los Ríos Sextín (El 
Oro) y Ramos, este último formado a su vez por los ríos Santiago y Tepehuanes. Se inicia en 
Durango y concluye en el estado de Coahuila. Sobre la cuenca del Nazas se localizan la presa 
Lázaro Cárdenas (El Palmito), la de mayor capacidad en el estado y la Francisco Zarco. Después 
de esta, la corriente del Nazas continúa ya regulada, hacia la región agrícola de La Laguna. 
 
 
2 La cuenca del Nazas es una de las regiones identificadas por la CONABIO (1998) como Región 
Hidrológica Prioritaria (No. 40), donde existen amenazas para la biodiversidad. Una parte de la cuenca del 
Nazas presenta rasgos únicos que han favorecido la presencia de plantas endémicas, incluyendo dos 
géneros: Henricksonia y Megacorax. 
 
 20
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
 
 21
 
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
El Río Aguanaval, de alrededor de 500 km, nace en la confluencia de los Ríos Chico y de Los 
Lazos, en el estado de Zacatecas. Sus principales afluentes están constituidos por los Ríos 
Trujillo, Saín Alto, Santiago y por los arroyos de Reyes y Mazamitote. En un largo trayecto sirve 
de límite entre Durango y Coahuila. 
La segunda RH en extensión (25.7%) es la Presidio-San Pedro (RH 11), donde se concentran la 
mayor cantidad de corrientes y cuerpos de agua de la entidad. 
La Región de El Salado (RH 37) tiene una mínima representación en Durango, en el extremo 
oriental. Forma parte de una serie de cuencas endorreicas distribuidas desde el extremo E de 
Durango hasta Tamaulipas. 
 
 
 
REGIÓN CUENCA 
% DE LA 
SUPERFICIE 
CLAVE NOMBRE 
SUPERFICIE 
Km2 NOMBRE ESTATAL 
 
RH10 SINALOA 21,612 R. PIAXTLA-R. ELOTA-R. QUELITE 3.13 
 R. SAN LORENZO 6.27 
 R. CULIACÁN 7.57 
 R. SINALOA 0.02 
 R. FUERTE 0.29 
 
RH11 PRESIDIO-SAN PEDRO 31,114 R. SAN PEDRO 18.26 
 R. ACAPONETA 2.91 
 R. BALUARTE 1.82 
 R. PRESIDIO 2.72 
 
RH12 LERMA-SANTIAGO 3,819 R. HUAYNAMOTA 3.21 
 
RH24 BRAVO-CONCHOS 5,051 R. CONCHOS-P. DE LA COLINA 1.16 
 R. FLORIDO 2.65 
 
RH35 MAPIMÍ 8,252 L. DEL REY 0.21 
 A. LA INDIA-L. PALOMAS 6.91 
 
RH36 NAZAS-AGUANAVAL 52,224 R. NAZAS-TORREÓN 12.05 
 R. NAZAS-RODEO 9.60 
 P. LÁZARO CÁRDENAS 14.86 
 R. AGUANAVAL 5.32 
 L. MAYRÁN Y VIESCA 0.20 
 
RH37 EL SALADO 1,109 CAMACHO-GRUÑIDORA 0.84 
 
Cuadro 1. Regiones y cuencas hidrográficas de Durango. 
FUENTE: INEGI. Conjunto de Datos Geográficos de la Carta Hidrológica de Aguas Superficiales, 1:1 000 000. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 22
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
 
 
 
 
REGIÓN 
 
 PRINCIPALES CORRIENTES Y CUERPOS DE AGUA 
 
RH10 SINALOA Ríos PIAXTLA, LOS REMEDIOS, SAN GREGORIO-SAN LORENZO, COLORADO-HUMAYA 
 
 
RH11 
 
PRESIDIO-SAN PEDRO 
 Ríos LA SAUCEDA-MEZQUITAL, EL TUNAL, CHICO, SANTIAGO BAYACORA, SAN ANTONIO, 
POANAS, GALINDO-SAN DIEGO, LAS HORNILLAS-CUESTA COLORADA 
 Arroyo CORRALITOS 
 Presas GUADALUPE VICTORIA (EL TUNAL), PEÑA DEL ÁGUILA, SANTIAGO BAYACORA, 
 REFUGIO SALCIDO, FRANCISCO VILLA,, SAN BARTOLO, CANOAS (CABORACA), EL 
 BALUARTE, SANTA ELENA 
 Laguna de SANTIAGUILLO 
 
RH12 LERMA-SANTIAGO Río HUAYNAMOTA 
 
RH24 BRAVO-CONCHOS Ríos CONCHOS-P. DE LA COLINA, FLORIDO 
 Arroyos LA INDIA, SANTO DOMINGO 
 Presas FEDERALISMO MEXICANO (SAN GABRIEL), BENJAMÍN ORTEGA (AGUA PUERCA), VILLA 
HIDALGO 
RH35 MAPIMÍ Laguna DEL REY, Laguna DE PALOMAS 
 
RH36 NAZAS-AGUANAVAL Ríos SEXTÍN-NAZAS, SANTIAGO-RAMOS, TEPEHUANES, SAN JUAN, AGUANAVAL 
 Presas LÁZARO CÁRDENAS (EL PALMITO), FRANCISCO ZARCO 
 Lagunas de MAYRÁN Y VIESCA 
 
RH37 EL SALADO Arroyos intermitentes en la cuenca CAMACHO-GRUÑIDORA 
 
Cuadro 2. Principales corrientes y cuerpos de agua en Durango. 
Fuente: INEGI. Conjunto de Datos Geográficos de la Carta Hidrológica de Aguas Superficiales, 1:1 000 000; INEGI 
2005. 
 
 
REFERENCIAS 
 
Comisión Nacional del Agua. 1999. Mapa de corrientes principales escala 1:4 000 000. 
 
INEGI. Conjunto de Datos Geográficos de la Carta Hidrológica de Aguas Superficiales, 1:1 000 
000. 
 
INEGI. 2005. Anuario Estadístico Durango, edición 2005. Instituto Nacional de Estadística, 
Geografía e Informática y Gobierno del Estado de Durango. Aguascalientes, Ags. CD. 
 
 
 23
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
II.4. CLIMA 
 
La amplia gama de climas de Durango va desde los secos (tipo B) en el norte y oriente del estado, 
hasta los cálidos (A) en la región de las quebradas, pasando por diversos subtipos de climas 
templados (C) y semifríos (C(E)) en las sierras (Cuadro 3). El clima tiene una marcada 
estacionalidad anual y la temporada de lluvias es en verano (w). Los climas secos se dividen en 
Muy secos (BW) o 'secos desérticos' y Semisecos (BS) o 'secos esteparios'. Éstos últimos a su vez se 
dividen en dos subtipos dependiendo de la humedad: el más seco (BS0) y el menos seco (BS1) y 
pueden ser cálidos y semicálidos (BSh), o templados (BSk). 
 
TIPO O SUBTIPO CLAVE3 CARACTERÍSTICAS % SUPERF. 
ESTATAL 
UBICACIÓN 
Semiseco templado BS1k T 12° a 18°C 
P 400 a 600 mm 
 27.34 Región de los Valles 
Piedemonte de la Sierra Madre Occidental y 
serranías al oriente 
Templado subhúmedo 
(tres subtipos) 
 
C(w0) 
C(w1) 
C(w2) 
T 12° a 18°C 
P 600 a 800 mm (a) 
P 800 a 1,000 mm (b) 
P 700 a 1,200 mm (c) 
 22.55 a) Sierra Madre (vertiente oriental, partes 
medias y bajas); serranías al oriente 
b) partesde la Sierra Madre 
c) Vertiente occidental de la Sierra Madre, 
partes medias 
Muy seco semicálido BWh T 18° a 22°C 
P 150 a 300 mm 
 14.19 Bolsón de Mapimí y Comarca Lagunera 
Semifrío subhúmedo C(E)(w) T 8° a 12°C 
P 600 a 1,500 mm 
 11.20 Sierra Madre (partes altas, rodeadas de áreas de 
clima templado subúmedo) 
Semicálido subhúmedo (A)Cw T mayor de 18°C 
P 800 a 1,500 mm 
 7.76 Quebradas (partes a más de 1000 m) 
Seco semicálido BSh T 18° a 22°C 
P 300 a 400 mm 
 7.56 Parte de la zona árida (W de Sierra El Rosario y 
franja que va del NW de Rodeo a San Juan de 
Guadalupe) 
Seco templado BSk T 12° a 18°C 
P 300 a 400 mm 
 4.68 Parte de región de los Valles (pequeña zona al 
NW de Rodeo) 
Cálido subúmedo A(w) T 22° a 26°C 
P 700 a 1,500 mm 
 3.56 Quebradas (parte baja, a menos de 1000 m) 
Semiseco semicálido BS1h T 12° a 22°C 
P 400 a más de 500 
mm 
 0.84 Dos pequeñas zonas en la región de los Valles 
(NE de Canatlán y W y SW de V. Guerrero) 
Semiseco muy cálido y 
cálido 
BS1(h’) T 22° a 26°C 
P menor de 800 mm 
 0.15 Quebradas, pequeña zona al sur 
Semifrío húmedo con 
abundantes lluvias en 
verano 
C(E)(m) T 10° a 12°C 
P 1,200 a 1,500 mm 
 0.10 Sierra Madre (pequeña zona al W de El Salto) 
Muy seco muy cálido y 
cálido 
BW(h’) T 22° a 26°C 
P 150 a 300 mm 
 0.07 Zona árida, una pequeña área al SW de Lerdo 
Cuadro 3. Climas prevalentes en Durango. T = temperatura media anual; P = precipitación total 
anual. Adaptado de INEGI, Conjunto de datos geográficos de la Carta de Climas 1:1 000 000. 
 
 
3 Según el sistema de clasificación de Köppen, modificado por García (1964). 
 
 24
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Temperatura 
 
La temperatura promedio varía de 11.5°C en El Salto a 22°C en Cañón de Fernández. En la 
ciudad de Durango es de 17.3°C. Las temperaturas extremas en el año 2004 fueron de –11°C en 
El Salto y de 40°C en Rodeo (INEGI 2005), pero en Rodeo ha llegado a registrarse una máxima 
de 46.7°C. Una situación excepcional se presentó en 1997, cuando se registraron temperaturas 
mínimas extremas de hasta –12°C en la ciudad de Durango y de –25°C en la Sierra. 
 
Las temperaturas muestran una oscilación media anual moderada, pero la oscilación media diurna 
es extremosa. El mes más caluroso es mayo (junio llega a presentar mayores temperaturas en 
años de lluvias tardías). Enero es usualmente el más frío, aunque a veces las temperaturas 
mínimas extremas se han registrado en febrero. 
 
El número de días con heladas va de 0 (en la región de las Quebradas y en algunas áreas 
protegidas de la zona oriental), a 31 (en El Salto); las primeras heladas se presentan en noviembre 
y las últimas en abril, ocasionalmente hasta mayo. 
 
Precipitación 
 
El régimen de lluvias es de verano, de Junio a Septiembre. La mayor humedad se recibe del 
occidente, por la influencia de las brisas del Pacífico, pero en la región oriental del estado 
predomina la influencia de los vientos alisios, gracias a los cuales algo de la humedad proveniente 
del Atlántico llega hasta Durango durante el verano y el otoño. Los nortes o masas de aire polar 
aportan el 10 a 15% de la humedad anual. 
 
La precipitación total anual promedio varía de 150 mm en partes del Bolsón de Mapimí a 1,500 
mm en la Sierra Madre. En años de sequía extrema se han registrado precipitaciones tan bajas 
como 35.8 mm para Atotonilco y 81 mm para la zona del Bolsón de Mapimí. Para Lerdo se 
registran 268.6 mm de precipitación promedio y 887.4 mm para El Salto (1,594.8 en el año más 
lluvioso) (INEGI 2003). El número de días al año con precipitación apreciable varía de 29 en 
partes de la zona árida, a 87 en la región de la sierra. 
 
Durante la temporada seca, de Diciembre a Abril, en la región de los valles y la zona semiárida se 
reciben intensos vientos muy secos del suroeste, probablemente contralisios. Otra posibilidad, 
planteada por Rouaix (1929) es que estos vientos sean ocasionados por la diferencia de 
temperaturas entre las llanuras calentadas por la radiación intensa de los rayos solares y las 
mesetas de la sierra, que permanecen frías. 
 
Durante el verano, alcanzan a llegar algunos vientos alisios del noreste hacia la zona de los valles 
y la vertiente oriental de la sierra. 
 
DISTRIBUCIÓN DE LOS CLIMAS 
 
La diversidad de climas en Durango se debe a la compleja fisiografía del estado, aunada a la 
ubicación de la mayor parte de su superficie en la zona subtropical y la influencia de los vientos 
oceánicos. 
 
La barrera orográfica de la Sierra Madre Occidental es la principal determinante de la distribución 
de los climas en el estado. En la vertiente occidental de la sierra la precipitación es mucho más 
alta debido a las lluvias de relieve, ocasionadas cuando el aire cálido y húmedo proveniente del 
Pacífico choca con la sierra y se eleva, enfriándose y condensando la humedad. 
 
 25
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
En Durango la zona más árida es la oriental debido al efecto de barrera de la sierra y a la 
localización continental (alejada de masas marinas) de la región. El gradiente de aridez en 
Durango es contrario a la dirección del gradiente de aridez en la República Mexicana, en donde 
los climas más secos están al noroeste y los más húmedos hacia el sureste, de acuerdo con 
Rzedowski (1978) (González 1983) (Fig. 6). 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Fig. 6. Tendencia general de la distribución de la aridez para la República Mexicana y 
 el Estado de Durango. 
 
 
De 29 subtipos de climas registrados para Durango, siete ocupan la mayor superficie. Se presenta 
un mapa de los principales climas de Durango (Fig. 7) reclasificados en nueve categorías, 
adaptado de los mapas de climas de INEGI y CONABIO. 
 
Región árida y semiárida [Climas secos y semisecos (B) cálidos y semicálidos (h)] 
 
Los climas muy secos (BW) y semisecos (BS), cálidos y semicálidos (h) presentan temperaturas 
medias anuales de entre 16 y 24°C, con máximas absolutas de 39°C y mínimas absolutas de -5°C. 
Las heladas se presentan entre noviembre y febrero. 
 
La precipitación promedio anual varía de 150 a 400 mm. La temporada de lluvias es entre julio y 
septiembre, los días con precipitación apreciable varían de 29 a 45 al año, mientras que los días 
despejados van de 165 a 245. La humedad relativa media anual es de alrededor de 50%. 
 
Son climas de tipo continental, muy extremosos, con amplia diferencia entre la temperatura 
media del mes más caliente y la del mes más frío y también muy extremosos en cuanto a la 
diferencia entre los máximos y mínimos diarios. En el NE del estado la diferencia entre la 
temperatura media del mes más caliente y la del mes más frío llega a ser hasta de 13°C. Esta cifra 
resulta alta si se compara con el clima casi isotermo del sur de México, pero relativamente baja al 
compararse con climas más extremos del norte del país, en donde esa diferencia llega a superar 
los 20°. Donde mejor se manifiesta el carácter extremo del clima árido de Durango es en la 
oscilación diurna de las temperaturas, la cual llega a ser tan alta en el centro-norte del estado 
como en el norte de Chihuahua (la región de clima más extremoso en México). En ambas 
regiones, el promedio de la oscilación diaria de la temperatura alcanza los 24°C. 
 
En conjunto, este grupo de climas se presenta en el 23% de la superficie de Durango. 
 
 
 
 
 
 26
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Región de clima semiseco templado y seco templado [ BSk ] 
 
Comprende la región de los valles, así como el piedemonte de la Sierra Madre y serranías al 
oriente. El clima semiseco templado y una pequeña zona con clima seco templado ocupan poco 
más de 32% de la superficie de Durango. 
 
Las temperaturas medias anuales varían entre 16 y 20°C. Tanto la temperatura media del mes 
más frío como la del mes más cálido son menores a 18°C, por lo que el verano es más o menos 
fresco. 
 
La precipitacióntotal anual va de los 400 a los 600 mm, con 50 a 75 días con precipitación 
apreciable y con 140 a 204 días despejados; la precipitación invernal representa usualmente entre 
5 y 10.2% de la total anual. La humedad relativa media anual va de 50 a 60%. 
 
Una pequeña área de clima muy seco templado (BWk), con temperatura media anual entre 16° y 
18°C y precipitación total anual menor de 300 mm) se registra por el INEGI para el oriente de 
Ceballos, al noreste del estado. 
 
Región de clima templado [ C ] y semifrío [ C(E) ] 
 
Comprende el macizo de la Sierra Madre Occidental y otras sierras por encima de los 2,000 m 
(33.85% de la superficie del estado). 
 
En los climas templados subhúmedos (C(w)) las temperaturas medias anuales varían entre 10 y 
18°C y la temperatura media del mes más frío varía entre -3º y 18ºC. La precipitación total anual 
va de los 600 a los 1,500 mm y la humedad relativa media anual va de 60 a más de 70%. Más de 
la mitad de los días del año presentan nubosidad. 
 
En Durango se presentan tres variantes del clima templado subhúmedo: 
• C(w0) El de menor humedad, en partes bajas de la vertiente oriental de la Sierra y 
en serranías hacia el oriente, con precipitación anual de 600 a 800 mm. 
• C(w1) El de humedad intermedia, en algunas zonas interiores de la Sierra4, con 
precipitación anual hasta de 1,000 mm. 
• C(w2) El más húmedo, en la vertiente occidental de la Sierra, con una precipitación 
total anual de entre 700 y 1,200 mm, o en pequeñas áreas hasta 1,500 mm. 
 
Una pequeña zona de clima templado húmedo (C(m)) se marca para el extremo suroeste de 
Durango en los límites con Nayarit en el mapa de climas elaborado por la CONABIO (1998). 
 
Los climas semifríos se presentan en la zona interior y alta de la Sierra y en las partes altas de 
otras serranías. La temperatura media anual varía entre 8º y 12ºC y la temperatura media del mes 
más frío entre -3º y 18ºC. 
 
Los climas semifríos pueden ser húmedos (C(E)(m)) o subhúmedos (C(E)(w)), con precipitación 
que va de 600 a 1,200 mm, en áreas pequeñas hasta 1,500 mm. 
 
 
 
 
 
 
4 En la mayor parte de las zonas interiores de la Sierra el clima es semifrío. 
 27
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Región de climas cálidos [ A ] y semicálidos [ (A)C ] 
 
En los climas cálidos las temperaturas medias anuales son superiores a 22ºC y en los semicálidos 
son mayores de 18°C. En ambos, la temperatura media del mes más frío es siempre mayor de 
18ºC y las temperaturas son relativamente uniformes. Varían de semisecos a subhúmedos. 
Los climas cálidos de Durango son de estación seca larga (Aw), hasta de 9 meses. Para Tamazula 
se registra un promedio de 65 días con precipitación apreciable en el año. 
 
Los cálidos se presentan en el declive occidental de la Sierra por debajo de los 1,100 m, mientras 
que los semicálidos están entre 1,100 y 1,900 m. Juntos ocupan poco más del 11% de la 
superficie del estado. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 28
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 29
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
III. ECORREGIONES 
 
FACTORES QUE DETERMINAN LA DIVERSIDAD ECOLÓGICA DE 
DURANGO 
 
Las regiones ecológicas o ecorregiones son unidades con características físicas y biológicas 
distintivas, resultado de la interacción de diversos factores. Las regiones pueden estar bien 
delimitadas, o tener zonas de transición difusas, a veces muy amplias. 
 
La Comisión para la Cooperación Ambiental5 (1997) reconoce 15 regiones ecológicas y 52 
unidades ecológicas para América del Norte. Cuatro de las regiones se presentan en Durango. 
Sus equivalencias con las reconocidas en este trabajo son: 
 
Desiertos de América del Norte Región árida y semiárida 
Elevaciones semiáridas meridionales Región de los valles 
Sierras templadas Región de la sierra 
Selvas cálido secas Región de las quebradas 
 
De las regiones reconocidas para México por la CONABIO (1999), cuatro se presentan en 
Durango: Altiplano norte (Chihuahuense), Altiplano sur (Zacatecano-Potosino), Sierra Madre 
Occidental y Costa del Pacífico. 
 
La interacción entre las características fisiográficas y climáticas, aunada a la ubicación de Durango 
en el límite de los reinos biogeográficos Holártico y Neotropical y a una larga historia de 
migración de floras, determina la presencia de diferentes ecosistemas. 
 
Casi todos los tipos de vegetación de México están representados en la entidad: matorrales 
xerófilos y vegetación halófila en la zona oriental; pastizales en la franja de valles al oriente de la 
Sierra; bosques templados de pino y encino y pequeños enclaves de bosque mesófilo en la Sierra 
y bosques tropicales caducifolios y subcaducifolios en las cañadas al oeste. 
 
En términos generales, en Durango las orientaciones al poniente favorecen a la vegetación. El 
efecto de sombra orográfica de la Sierra Madre, por el que buena parte de la humedad 
proveniente del Pacífico se precipita sobre la vertiente occidental, hace que en ésta la vegetación 
sea más exuberante que en la oriental, relativamente seca. 
 
Adicionalmente al efecto de sombra orográfica, la orientación de las laderas tiene una notoria 
influencia sobre la vegetación debido a la dirección de los rayos solares y las laderas al norte 
presentan mayor cubierta vegetal que aquellas hacia el sur, las cuales son más secas. González 
Medrano (2003) explica que en nuestras latitudes los rayos del sol son más oblicuos, de tal modo 
que las laderas orientadas hacia el ecuador (al sur) están expuestas a mayor tiempo de iluminación 
y calentamiento que aquellas hacia el norte. 
 
Para delimitar las ecorregiones de Durango se combinaron datos cartográficos en versión digital 
de climas, fisiografía y vegetación. 
 
 
5 Del Tratado del Libre Comercio para América del Norte. 
 30
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
III. 1. ECORREGIONES 
 
El clima, la fisiografía y la vegetación determinan la existencia de cuatro ecorregiones en 
Durango, una de las cuales presenta dos subregiones (Fig. 8). Las cuatro regiones habían sido ya 
reconocidas desde 1927 por P. Rouaix y se respeta la nomenclatura propuesta por él. 
 
1. REGIÓN ÁRIDA Y SEMIÁRIDA 
 
Está formada por las llanuras y serranías del Bolsón de Mapimí y por otras partes bajas al norte y 
oriente del estado que forman parte del Desierto Chihuahuense. Las elevaciones6 van desde los 
1,076 a los 2,200 m. Los afloramientos de roca son de tipo sedimentario, principalmente calizas, 
aunque también hay algunas elevaciones de origen volcánico. En fondos de valles y a lo largo de 
los cauces de arroyos hay depósitos aluviales y residuales. 
 
Los climas prevalentes son, por orden de importancia: muy seco semicálido (BWh), seco 
semicálido (BSh) y muy seco muy cálido BW(h’), todos muy extremosos. Los vientos dominantes 
son los alisios, del noreste. 
 
La vegetación se compone de matorrales xerófilos (con adaptaciones a la escasa humedad) y algo 
de comunidades halófilas y gipsófilas (con adaptaciones a suelos salinos o yesosos). En la 
vegetación natural es notoria la ausencia de árboles a excepción de las zonas riparias. 
 
La topografía y los suelos son aptos para la agricultura pero ésta se ve limitada por la falta de 
agua. La región alberga, sin embargo, importantes zonas agrícolas, incluyendo la de la Comarca 
Lagunera, gracias a los ríos Nazas y Aguanaval, procedentes de la Sierra Madre Occidental en 
Durango y Zacatecas. 
 
2. REGIÓN DE LOS VALLES 
 
Es una amplia franja intermedia entre la Sierra Madre Occidental y la zona árida, con dirección 
NNW-ESE. Comprende grandes llanuras, incluyendo al Valle del Guadiana, donde se ubica la 
capital del estado, así como mesas y pequeñas serranías; al sureste incluye a la llamada región de 
los Llanos, la cual forma parte del Altiplano Mexicano. Algunas elevaciones aisladas dentro de la 
zona árida y semiáridapresentan también las características correspondientes a la región de los 
Valles. 
 
Con una altura media de 1,900 m, las elevaciones de esta región van desde1,600 a los 2,400 m y 
descienden gradualmente hacia el Bolsón de Mapimí. Las elevaciones mayores dentro del área 
representan islas de la subregión 3ª de la Región de la Sierra. El substrato es principalmente de 
origen ígneo, con muy escasos afloramientos de sedimentos marinos (caliza) en Nombre de Dios 
y Poanas. Las partes bajas están cubiertas por depósitos aluviales, coluviales o residuales. 
 
El clima es semiseco templado (BS1k) en la mayor parte del área, con una pequeña zona de clima 
seco templado (BSk) cerca de Rodeo y muy escasamente representado también el semiseco 
semicálido (BS1h). 
 
 
6 En la región existen serranías aisladas de mayor elevación cuyas características climáticas y biológicas 
corresponden a las de la Región de los Valles (Región 2); la parte alta de la Sierra El Rosario, que alcanza 
los 2820 m, representa la fracción más oriental de la Subregión de piedemonte y serranías al oriente 
(Región 3a). 
 31
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
La vegetación es de pastizales hacia la parte norte de la región y de matorrales altos con cubierta 
herbácea usualmente densa, hacia el centro y el sur. Gracias a su clima benigno, a sus suelos 
profundos y fértiles y a las corrientes de agua que llegan o pasan por la zona, la región de los 
valles alberga a importantes distritos agrícolas. Es aquí donde se concentra también la mayor 
densidad de población del estado. 
 
3. REGIÓN DE LA SIERRA 
 
Incluye el macizo de la Sierra Madre Occidental y sus ramales y contrafuertes, así como las 
serranías aisladas al oriente. Se divide en dos subregiones: 
 
3a. Piedemonte y sierras al oriente 
 
Está constituida por el piedemonte oriental de la Sierra Madre Occidental, así como por serranías 
aisladas al oriente de dicha sierra, por lo que no forma una zona continua, sino “islotes” dentro 
de la región de los valles y de la zona árida; también algunas zonas bajas y secas dentro de la 
sierra forman parte de esta subregión. 
 
Sus elevaciones van de los 1,900 a los 2,400 m (hasta a 2,800 en la Sierra del Rosario). Los 
afloramientos son de origen ígneo y las zonas bajas y de piedemonte están cubiertas por 
depósitos aluviales y coluviales. 
 
Presenta clima semiseco templado (BS1k), así como la variante más seca del templado 
subhúmedo (C(w)), con precipitaciones anuales que no superan los 800 mm. 
 
La vegetación está representada por chaparrales y por bosques bajos abiertos. Su topografía y 
suelos no son aptos para la agricultura. 
 
Difiere de la subregión de la Sierra en presentar un clima más seco y carecer de bosques altos y 
densos. 
 
3b. Sierra Madre Occidental 
 
Comprende el macizo de la Sierra Madre Occidental desde los 2,400 m hacia arriba en el declive 
oriental y desde los 2,000 m en el occidental. Presenta elevaciones hasta de 3,340 m. En su mayor 
parte, la roca es de origen ígneo y los valles intermontanos presentan depósitos aluviales o 
coluviales. En adelante mencionada como “la Sierra”. 
 
Sus principales climas, en orden de importancia por la superficie cubierta son: templado 
subhúmedo (C(w)) de baja humedad en la vertiente oriental de la Sierra y la de humedad media y 
alta en la vertiente occidental; semifrío subhúmedo (C(E)(w) en partes más elevadas; y una 
pequeña zona de clima semifrío húmedo (C(E)(m). 
 
Son característicos de esta región los bosques de pino y/o encino, así como bosques de otras 
coníferas. Se presentan también chaparrales, tanto primarios como de origen secundario y 
pequeñas áreas de bosque mesófilo de montaña. La topografía y los suelos someros de la sierra 
no favorecen las actividades agrícolas ni pecuarias, pero albergan a la segunda reserva forestal 
más grande del país. Sus bosques representan además el principal generador de los servicios 
ambientales que sostienen nuestra calidad de vida. 
 
 32
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Los bosques de pino y encino de la Sierra Madre Occidental están entre las ecorregiones de 
mayor prioridad en México debido a su biodiversidad y estado de conservación (CONABIO 
1998). 
 
4. REGIÓN DE LAS QUEBRADAS 
 
Localizada en la parte baja del declive occidental de la Sierra Madre, sus elevaciones van desde el 
límite inferior en Durango (130 m) hasta los 2,000 m. La región es sumamente escarpada, con 
pendientes pronunciadas y con impresionantes barrancas (quebradas) por donde corren los ríos 
que desembocan en las costas de Sinaloa y Nayarit. 
 
El substrato es de origen ígneo y solamente las partes bajas están cubiertas por depósitos 
aluviales y coluviales. 
 
Los climas que la caracterizan, libres de heladas y con una larga estación seca, son el semicálido 
subhúmedo (ACw) y el cálido subhúmedo (A(w)) y solamente una pequeña porción en el límite 
con Nayarit, a más de 1,800 m de elevación, presenta clima templado húmedo (C(m)(w)). 
 
La vegetación está conformada por elementos de afinidad tropical, principalmente bosques 
tropicales bajos y comunidades secundarias derivadas de éstos (matorral subtropical y monte 
vinolo), así como por pequeños manchones de bosque espinoso en las partes más bajas y planas. 
 
Debido a sus pendientes pronunciadas, esta región no es apta para actividades agrícolas o 
pecuarias, a excepción de las partes planas y con suelo más profundo. 
 
 
 33
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
Fig. 8. Ecorregiones del Estado de Durango.
 34
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
III. 2. REGIONES FLORÍSTICAS 
 
Durango presenta influencias tanto de la flora boreal (holártica) como de la austral 
(neotropical) y entre sus elementos florísticos existen además algunos endemismos (plantas de 
distribución restringida). 
 
De 17 provincias florísticas propuestas por Rzedowski (1978) para México, en Durango se 
encuentran representadas cuatro: 
 
• Sierra Madre Occidental (Sierra Madre Occidental y otras serranías) 
 
• Altiplanicie (región de los valles y región árida y semiárida) 
 
• Sierra Madre Oriental (serranías en el extremo noreste de Durango) 
 
• Costa Pacífica (partes bajas de la vertiente W de la Sierra) 
 
 
Las afinidades de la flora de la Sierra Madre Occidental son principalmente boreales, aunque 
en el estrato herbáceo están bien representados también los elementos tropicales y los 
endémicos. 
 
La región de la Altiplanicie se divide en dos subregiones: 
 
a) Zona árida, al oriente del estado, con vegetación de clima seco y muy seco en donde 
destacan los endemismos junto con las afinidades boreales y meridionales. 
b) Región de los valles, intermedia entre el desierto y la sierra, también con afinidades al 
norte y al sur. 
 
A su vez, estas subregiones se subdividen como sigue: 
 
Zona árida: 
- La parte norte, con afinidades florísticas boreales, forma parte del Desierto 
Chihuahuense. 
- La parte sur y extremo oriental forman parte del Altiplano Potosino-
Zacatecano. 
 
Región de los Valles: 
- La parte norte, que incluye valles y mesas, con vegetación de pastizales y 
matorrales con fuerte afinidad con la de Chihuahua y el sur de los Estados 
Unidos. 
- La “región de los llanos”, en el centro-sur del estado (sur del municipio de 
Durango, norte de Súchil y de El Mezquital y parte de los municipios de Poanas, 
Nombre de Dios y Vicente Guerrero), de amplios valles con vegetación de 
matorral de huizache y mezquite y con marcadas afinidades florísticas hacia el 
Altiplano Mexicano. 
 
Las afinidades con la Sierra Madre Oriental se encuentran únicamente en pequeñas áreas de las 
sierras de Tlahualilo y El Rosario, en el oriente del estado. 
 
 35
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
La flora de la Provincia florística Costa Pacífica se distribuye en las partes bajas al pie de la 
vertiente occidental de la Sierra. 
 
La confluencia de elementos procedentes de los reinos Holártico y Neotropicaly de cuatro 
provincias florísticas, aunada a la complejidad fisiográfica y climática de Durango son la razón de 
su relativamente alta diversidad florística. 
 
La Sierra Madre Occidental es un importante corredor biológico que ha permitido la migración 
de muchas especies y es al mismo tiempo una barrera (Bye 1995). Alberga una gran cantidad de 
especies periféricas (que alcanzan ahí su límite norte o sur de distribución): algunas tienen en 
Durango su límite sur -vienen de las Montañas Rocallosas y unas pocas desde Alaska-, como 
Primula rusbyi. Otras provienen del sur, como el peyotillo (Roldana sessilifolia), y muchas otras son 
endémicas de la región, como Pinus cooperi e Hydrangea seemanni. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 36
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
IV. VEGETACIÓN 
 
 
La amplia diversidad de ecosistemas presentes en Durango es resultado de su accidentado relieve, 
variedad de climas y la confluencia de elementos de diferentes origenes. 
 
La clasificación y nomenclatura de la vegetación reconocida en este trabajo se basa en el sistema 
de Rzedowski (1978), por considerarse que es el que mejor refleja a nivel general las 
características de la vegetación de México. El sistema de Rzedowski tiene, entre otras ventajas, el 
emplear categorías básicas y excluyentes que permiten una relativa facilidad de cartografiado, 
facilitan la subcategorización y son comparables con formaciones vegetales de otras partes del 
mundo. Las unidades y asociaciones reconocidas a niveles más finos pueden ajustarse fácilmente 
a las categorías principales de Rzedowski. 
 
BASES CONCEPTUALES PARA LA CLASIFICACIÓN DE LA VEGETACIÓN 
 
Los aspectos a considerar para clasificar unidades de vegetación dependen en primera instancia 
de la escala. Los criterios más usados son los fisonómicos (basados en las características de los 
elementos dominantes visualmente) y los ecológicos (usualmente bioclimáticos) y es común que 
en un mismo sistema se mezclen diferentes criterios de clasificación. 
 
Rzedowski (1978) hace notar que no existe un sistema de clasificación de la vegetación que sea de 
aceptación general y que la combinación de diferentes criterios de clasificación es consecuencia 
directa de la naturaleza misma de la vegetación, “cuya variación es compleja y no se limita a una o 
dos dimensiones”. 
 
A nivel mundial, la clasificación de biomas (tundra, taiga, bosque boreal, etc.) se basa en aspectos 
ecológicos y fisonómicos. A nivel macroregional (como es el caso de la República Mexicana), la 
vegetación se clasifica mediante criterios ecológicos y fisonómicos combinados con otros de tipo 
florístico; a niveles más locales, los criterios florísticos son útiles para diferenciar asociaciones. 
 
Un esquema para unificar la clasificación y la nomenclatura de la vegetación de México es 
propuesto por González Medrano (2003), agrupando a las comunidades en tres grandes grupos: 
I. Zona tropical, II. Zona templada y III. Zona árida y semiárida. Su propuesta combina el uso de 
términos y criterios fisonómicos (como formas de vida, fenología del follaje, tamaño, cobertura) 
y ecológicos (como aspectos del clima, del ambiente y del hábitat). La nomenclatura se ajusta en 
lo posible al sistema de clasificación de la UNESCO para las clasificaciones vegetales del mundo, 
primariamente con base en criterios fisonómicos. 
 
La fisonomía, o formas de vida de las plantas dominantes, determina la distinción en un primer 
nivel: 
árboles – bosques 
arbustos – matorrales 
herbáceas - herbazales, praderas, pastizales. 
 
Un criterio fisonómico de segunda categoría es la fenología de los dominantes, principalmente su 
carácter de perennifolio o caducifolio. 
 
La CONAFOR (2006) combina criterios fisonómicos, biogeográficos y ecológicos para definir 
grupos de primer nivel: 
 37
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
• Bosques: vegetación arbórea de origen septentrional, principalmente de regiones de 
climas templado y semifrío, con diferentes grados de humedad, propias de las regiones 
montañosas. 
 
• Selvas: comunidades formadas por vegetación arbórea de origen meridional 
(neotropical), generalmente de climas cálido húmedo, subhúmedo y semiseco. 
 
• Matorral: vegetación arbustiva que generalmente presenta ramificaciones desde la base 
del tallo, cerca de la superficie del suelo y con altura variable, pero casi siempre inferior a 
4 m. 
 
Los criterios florísticos son muy útiles para definir unidades de vegetación al nivel de 
asociaciones. Sin embargo, cuando se aplican a unidades de vegetación superiores a la asociación, 
aún cuando la unidad pueda ser fácilmente reconocible (por ejemplo “bosque de encinos”), en 
algunos casos presentan la desventaja de que el nombre aglutina a comunidades totalmente 
disímiles en estructura, composición y afinidades ecológicas. Así, los "encinares" o "bosques de 
Quercus" varían totalmente dependiendo del tipo de clima en que se desarrollan: los hay bajos y 
abiertos en climas secos (tipo B), por ejemplo los de Quercus chihuahuensis, Q. grisea y/o Q. eduardii; 
altos y semidensos en climas templados o semifríos subhúmedos (tipo C(E)), como los de Q. 
sideroxyla o Q. rugosa; altos y densos en climas templados húmedos (C) como los de Q. candicans, 
Quercus crassifolia, Q. scytophylla y Q. splendens en bosques mesófilos; y de nuevo bajos y abiertos en 
climas cálidos semisecos (tipo A) de la región de las Quebradas, como los de Q. resinosa y Q. 
magnoliifolia. 
 
Las unidades vegetales no presentan límites estrictos entre sí. La composición y estructura de las 
comunidades depende de gran número de variables, tanto ambientales como históricas, ya que 
son sistemas dinámicos en los que ocurren de manera permanente procesos de cambio en 
diversas escalas de tiempo. Así como un mapa no refleja exactamente el terreno que representa, 
la categorización de la naturaleza es solamente un modelo aproximado de la complejidad de sus 
componentes y las categorías con las que se clasifica a las comunidades vegetales son únicamente 
bosquejos que reflejan los trazos más evidentes de los elementos que las conforman. 
 
Por lo tanto, para escalas más finas es necesario considerar las siguientes premisas: 
- los límites entre las categorías propuestas son tentativos 
- las líneas que delimitan categorías en el mapa son usualmente zonas de transición 
- no existen relaciones jerárquicas definitivas entre categorías de primero, segundo y tercer orden. 
 
Los criterios para definir si un bosque es abierto o cerrado difieren dependiendo de las 
características de la región: para México, se considera que un bosque abierto es aquel cuya 
cobertura de copa oscila entre 10 y 40%. Las coberturas mayores a 40% constituyen el bosque 
cerrado. Para regiones con superficies más arboladas el bosque cerrado debe tener una cobertura 
del dosel superior a 60%; en Hawaii, por ejemplo, el bosque abierto (woodland forest) es una 
unidad de vegetación dominada por árboles cuyas copas no se tocan, cuya cobertura del dosel es 
de 25 a 60%. 
 
La unidad básica de la sinecología es la asociación. Se refiere a unidades definidas por la 
presencia de especies características y diferenciales. En este trabajo se aplica en su sentido 
práctico: Comunidades con composición florística semejante, especialmente en el estrato 
dominante, que ocupan una distribución geográfica con características ecológicas similares 
(Comisión de estudios sobre la ecología de Dioscóreas de la Secretaría de Agricultura y 
Ganadería, 1964, citada por González Medrano 2003). 
 38
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
En algunos trabajos, el nombre dado para una asociación indica las especies dominantes o 
codominantes en cada estrato, iniciando por el arbóreo y finalizando con el herbáceo, separando 
cada estrato con una diagonal. Un ejemplo de asociación en Durango sería: Pinus cembroides-
Quercus grisea/Mimosa aculeaticarpa/Stevia spp. 
 
Por razones prácticas, en este trabajo las asociaciones se reconocen considerando únicamentea 
los elementos dominantes o codominantes del estrato más importante fisonómicamente. En el 
ejemplo anterior, Pinus cembroides-Quercus grisea. 
 
Consociación se refiere a una comunidad dominada por una especie en el estrato dominante. 
Por ejemplo, los bosques de Pinus cooperi. 
 
Se reconoce como Tipo de vegetación a unidades muy amplias, caracterizadas por compartir 
características fisonómicas y por desarrollarse en condiciones ecológicas similares. Es más o 
menos equivalente a la formación (Rzedowski 1978). 
 
Formación es un grupo de asociaciones que coinciden en las condiciones estacionales y en las 
formas biológicas. 
 
 
NOMENCLATURA 
 
Existen varios sistemas de clasificación para la vegetación de México, algunos de ellos muy 
diferentes entre sí. Las profundas discrepancias entre diversos autores respecto a la nomenclatura 
y circunscripción de los tipos de vegetación se deben en parte a falta de acuerdo, pero también a 
razones de otra índole: una de ellas es que el tamaño y el grado de complejidad del área estudiada 
por cada autor determina que la problemática a resolver sea diferente para cada caso; otra razón 
es que la vegetación no se encuadra fácilmente en unidades discretas y con frecuencia sucede que 
criterios que parecen ser muy adecuados para clasificar las formaciones de una región no lo son 
para otro lugar diferente (Rzedowski 1978). 
 
A nivel de regiones (en este caso, Durango), el problema también existe y probablemente su 
principal causa es el hecho de que varias de las clasificaciones de la vegetación que se han usado 
fueron elaboradas para regiones de tamaño y complejidad muy diferente: las de Leopold (1950), 
Miranda y Hernández X. (1963) y Rzedowski (1978) se realizaron para la República Mexicana; en 
la de COTECOCA (Comisión Técnico Consultiva para la Determinación Regional de los 
Coeficientes de Agostadero, 1979) para el estado de Durango, se emplea nomenclatura que esa 
dependencia utiliza también para otros estados del país; el mismo caso se presenta en las cartas 
de uso del suelo de CETENAL (1972-1978) y DETENAL (1978-1979); la clasificación de 
Gentry (1957) se elaboró para pastizales y matorrales de Durango y parte de Zacatecas, mientras 
que las de Martínez O. y Morello (1977) y Martínez O. y Saldivar (1978) se utilizaron para áreas 
relativamente pequeñas dentro del estado; también se compara la clasificación de Mueller (1947) 
para el estado de Coahuila. 
 
A mayor área geográfica, menor precisión en la delimitación de los tipos de vegetación. Para 
áreas grandes las clasificaciones muy amplias y detalladas a veces consideran tipos de vegetación 
que se encuentran bien definidos en pequeñas áreas, pero que más bien existen asociados entre sí 
en diversos grados. Un ejemplo de esto son los tipos denominados bosque aciculifolio, bosque 
aciculiesclerófilo, bosque esclero-aciculifolio, bosque latifoliado esclerófilo caducifolio, bosque 
escuamifolio y en algunos casos el pastizal amacollado arborescente, todas delimitadas por 
COTECOCA (op. cit.) para el estado de Durango. 
 39
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
Las nomenclaturas usadas por COTECOCA (1979) y DETENAL (1972-1979), están en gran 
parte basadas en la clasificación de Miranda y Hernández X. (1963). Las clasificaciones muy 
detalladas pueden reflejar las comunidades de áreas geográficas pequeñas, pero cuando se tratan 
de aplicar a escala más amplia usualmente es difícil separar a una comunidad de otra. 
 
La clasificación de COTECOCA, en la que se reconocen para Durango 29 tipos de vegetación y 
76 variantes o sitios de productividad forrajera, pone especial énfasis en la capacidad de 
producción ganadera de las unidades reconocidas. Comunidades con una cubierta más o menos 
densa de herbáceas se consideran en la categoría de pastizal. Estos pastizales se dividen en 
medianos y amacollados y a su vez, cada uno de estos puede ser ya sea “abiertos” cuando no hay 
elementos leñosos presentes, o bien, “arbosufrutescente” o “arborescente”, dependiendo de si 
están acompañados de arbustos o de árboles, respectivamente. Esta clasificación, detallada y al 
mismo tiempo práctica, es muy usada por quienes están relacionados con la producción 
ganadera. El concepto de “pastizal” en ella es muy amplio. Sin embargo, en algunos casos, lo que 
se denomina pastizal arbosufrutescente y pastizal arborescente son más bien comunidades de 
arbustos o de árboles aislados (respectivamente) con una cubierta herbácea que no 
necesariamente está dominada por Gramíneas, sino por especies de diferentes familias, 
principalmente Compuestas. En el presente trabajo, dichas comunidades son tratadas bajo los 
rubros de pastizal, matorral con pastizal y bosque bajo abierto. 
 
Por otra parte, el carácter de mediano o amacollado está dado generalmente como una respuesta 
a factores topográficos y en áreas relativamente pequeñas pueden encontrarse los dos tipos 
dependiendo de las especies dominantes. Igualmente, la diferencia entre pastizal 
arbosufrutescente y pastizal abierto, dependiendo de si hay o no arbustos presentes, puede ser de 
origen natural, inducida por sobrepastoreo o sencillamente una condición intermedia (ecotono) 
entre áreas de pastizal abierto por un lado y de matorral por el otro. 
 
Otra clasificación muy detallada, que en la realidad es difícil de aplicar para matorrales del norte 
de México, es la de Miranda y Hernández X. Para Durango, por ejemplo, es difícil delimitar el 
‘matorral subinerme parvifolio’ -cuando dominan el granjeno (Celtis laevigata) o Forestiera 
durangensis- del ‘matorral espinoso con espinas terminales’, así como del ‘matorral espinoso con 
espinas laterales’ en el que se mezclan huizaches y gobernadora, e inclusive de una forma de 
‘selva baja espinosa caducifolia’, rubro bajo el cual en la clasificación de Miranda y Hernández X. 
se incluyen a los matorrales de Fouquieria splendens, a pesar de que esta especie es componente 
habitual de los matorrales xerófilos. 
 
Un ejemplo del nivel de detalle alcanzado en la clasificación de comunidades de áreas geográficas 
relativamente pequeñas es el de la Reserva de la Biosfera de Mapimí, para donde Montaña 
(1988ª) reconoce 76 categorías o unidades de vegetación con base en los estratos, tipos biológicos 
y especies dominantes. Esas 76 unidades se agrupan en 14 categorías de rango superior definidas 
por las combinaciones de tipos biológicos dominantes. Combinando aspectos de la 
geomorfología, suelos y vegetación, Montaña y Breimer (1988) reconocen para la reserva siete 
unidades o zonas ambientales. 
 
Por otra parte, en las clasificaciones muy generales se dificulta la ubicación de algunas 
formaciones vegetales. Por ejemplo, existe problema para definir a qué tipo pertenece un 
matorral dominado por Quercus sp., Forestiera sp. y Bursera fagaroides de lomeríos del SE del estado, 
que parece ser afín al matorral submontano reconocido por Rzedowski en 1966, o al chaparral de 
DETENAL (1978). 
 
 40
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Otra situación que dificulta la clasificación son las comunidades mixtas, como es el caso de los 
bosques de pino-encino y el de los pastizales con arbustos. La mezcla de elementos de tipos de 
vegetación que en otras áreas están bien definidos se debe a que sus preferencias ecológicas son 
muy similares. 
 
Adicionalmente, son comunes las ecotonías -comunidades de transición entre dos expresiones de 
la vegetación. Ocurren en todos los niveles de la clasificación, desde asociaciones hasta tipos de 
vegetación e incluso biomas. Se presentan, ya sea entre comunidades con preferencias ecológicas 
muy afines, o en sitios en donde las condiciones ambientales varían de manera gradual. Definir y 
nombrar comunidades vegetales en áreas de ecotono es complicado. Ejemplos de estas 
situaciones se observan en las Láminas 3, 9 y 12. 
 
Por último, son frecuentes también las comunidades secundarias o que representan etapas 
sucesionales, por lo que existe gran número de variantes en lavegetación que sería imposible 
delimitar como tipos bien definidos dentro de cualquier sistema de clasificación. Las 
equivalencias aproximadas entre los nombres usados en este trabajo y los usados en algunos 
sistemas de clasificación de vegetación se presentan en el Cuadro 4. 
 
 
LA VEGETACIÓN DE DURANGO 
 
El sistema de clasificación que se propone en este trabajo es una adaptación del de Rzedowski 
(1978), en el que se combinan criterios fisonómicos, ecológicos y florísticos. Se reconocen 14 
tipos de vegetación, que a su vez se dividen en categorías de segundo y de tercer orden. Doce 
tipos de vegetación están distribuidos por ecorregiones y dos son de tipo azonal (vegetación 
halófila y gipsófila y vegetación acuática y subacuática): 
 
REGIÓN ÁRIDA Y SEMIÁRIDA 
 
• Vegetación xerófila 
 
REGIÓN DE LOS VALLES 
 
• Pastizal 
• Matorral (de clima semiseco templado) 
 
 REGIÓN DE LA SIERRA. Subregión piedemonte y sierras al oriente 
 
• Chaparral 
• Bosque bajo abierto 
 
REGIÓN DE LA SIERRA. Subregión Sierra Madre Occidental 
 
• Bosques de Coníferas 
• Bosque mixto (pino-encino) 
• Bosque de encino 
• Bosque mesófilo de montaña 
 
REGIÓN DE LAS QUEBRADAS 
 
• Bosque tropical subcaducifolio 
 41
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
• Bosque tropical caducifolio 
• Bosque espinoso 
 
OTRA DISTRIBUCIÓN 
 
• Vegetación halófila y gipsófila 
• Vegetación acuática y subacuática 
 
En el sistema de Rzedowski (1978) la vegetación halófila, el chaparral, el bosque bajo abierto y 
los bosques mixtos de pino-encino no son considerados como categorías de primer orden; en 
este trabajo se aceptan a nivel de tipos de vegetación debido a su marcado determinismo 
ecológico, características fisonómicas y extensión que ocupan en Durango; adicionalmente, los 
matorrales de clima semiseco templado son también tratados aquí a nivel de tipo de vegetación 
(independiente de los matorrales xerófilos) debido a sus diferencias en composición, fisonomía y 
condiciones ambientales en las que se desarrollan. El único tipo de vegetación de México del 
sistema de Rzedowski que no está representado en Durango es el bosque tropical perennifolio. 
 
El mapa de vegetación y cobertura del suelo de Durango que se presenta en el Anexo 1, incluye 
los tipos de vegetación reconocidos así como varios tipos secundarios, áreas agrícolas, áreas sin 
vegetación aparente, cuerpos y corrientes de agua (en los que a su vez se presenta la vegetación 
acuática y subacuática) y centros de población. 
 
El mapa fue elaborado (en Arc View) mediante una reclasificación del conjunto de datos 
vectoriales de la carta de uso de suelo y vegetación serie II del INEGI (2002)7 escala 1:250,000. A 
partir de 9,001 polígonos del mapa de INEGI se generó un conjunto de 10,660 polígonos con 
base en datos de campo y con el apoyo de imágenes Landsat. El mapa se presenta a escala 1:1 
000,000, por lo que áreas menores a 16 km2 no aparecen en la cartografía. Por ejemplo, de 6,258 
centros de población en Durango (“zona urbana” en la leyenda del mapa siguiendo la 
nomenclatura del INEGI), solamente 177 son representados en el mapa. 
 
Lo mismo sucede con la representación de la vegetación: aunque es común encontrar zonas con 
bosque puro de pino en áreas con bosque mixto (pino-encino), particularmente alrededor de 
bajíos, muchos de esos sitios no son cartografiados y quedan en el mapa como parte del bosque 
mixto; la situación contraria también ocurre y zonas pequeñas de bosque mixto fueron obviadas 
donde predomina bosque de encino o bosque de pino. La misma situación ocurre con tipos y 
subtipos de vegetación que tienen distribución fragmentaria (p. ej. el bosque mesófilo) o 
distribución en manchones definidos por el microclima (p. ej. bosque de pinabete) o por la 
topografía (bosque espinoso). La vegetación acuática y subacuática no aparece en la leyenda del 
mapa ya que se localiza en cuerpos y corrientes de agua marcados en la leyenda como tales. 
 
Los tipos de vegetación con mayor diversidad en Durango son los bosques de clima templado 
(bosque mesófilo, bosque de coníferas y bosque de pino y encino). Los de mayor número de 
especies endémicas son los matorrales xerófilos, los bosques de clima templado y los bosques 
bajos abiertos. El bosque mesófilo de montaña, los bosques de coníferas y de encinos, 
incluyendo los humedales de la sierra y los bosques tropicales requieren de mayor exploración. 
 
7 El cual se basó en imágenes LANDSAT de 1993. 
 42
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
 
 
 
 
Este trabajo 
 
Rzedowski (1978) 
República Mexicana 
Miranda y Hernández X 
(1963) 
República Mexicana 
Leopold (1950) 
República Mexicana 
COTECOCA (1979) 
Durango 
Matorral xerófilo Matorral xerófilo 
(p.p.) 
Matorral inerme o 
 subinerme parvifolio, 
m. espinoso con espinas 
 laterales (p.p.), 
m. espinoso con espinas 
 terminales, 
crasirosulifolios espinosos, 
isotales, chaparrales (p.p.) 
Arid tropical scrub 
(p.p.), desert 
Matorral inerme parvifolio, 
m. mediano subinerme, 
m. bajo subespinoso, 
m. mediano subespinoso, 
m. mediano espinoso, 
m. alto espinoso, 
m. crasirosulifolio, 
m. mediano espinoso 
 crasicaulescente 
Vegetación halófila Vegetación halófila Agrupaciones de halófitos Agrupaciones de halófitos, 
pastizal halófito abierto, 
p. halófito arbosufrutescente 
Matorral (de clima 
semiseco templado) 
Matorral xerófilo 
(p.p.) 
Matorral espinoso con 
espinas 
 laterales (p.p.), nopaleras 
Mesquite-grassland 
 (p.p.) 
Pastizal mediano 
arbosufrutescente (p.p.), p. 
amacollado arbosufrutescente 
(p.p.) 
Pastizal Pastizal Pastizales, zacatonales Mesquite-grassland 
 (p.p.) 
Pastizal mediano abierto, 
p. mediano arbosufrutescente 
(p.p.), 
p. mediano arborescente (p.p.), 
p. amacollado abierto, 
p. amacollado 
arbosufrutescente (p.p.), 
p. amacollado arborescente 
(p.p.), 
p. inducido 
Chaparral Matorral xerófilo 
(chaparral) 
Chaparral (p.p.) Chaparral 
Bosque bajo abierto Bosque de coníferas 
(p.p.), 
b. de encino (p.p.) 
 Pastizal mediano arborescente 
(p.p.), 
p. amacollado arborescente 
(p.p.), 
Bosque de coníferas Bosque de coníferas Pinares, bosque de abetos y 
oyameles, 
bosque de escuamifolios 
Boreal forest Bosque aciculifolio, 
b. escuamifolio 
Bosque mixto Bosque de coníferas 
(p.p.), b. de Quercus 
(p.p.) 
 Pine-oak forest Bosque aciculiesclerófilo, b. 
escleroaciculifolio 
Bosque de encino Bosque de Quercus Encinares Pine-oak forest 
 (p.p.) 
Bosque latifoliado 
 esclerófilo caducifolio 
 
Bosque mesófilo de 
montaña 
Bosque mesófilo de 
montaña 
 Cloud forest 
Boque tropical 
 subcaducifolio 
Boque tropical 
 subcaducifolio 
Selva mediana subcaducifolia Tropical deciduous 
 forest (p.p.) 
Selva mediana subcaducifolia 
Bosque tropical 
 caducifolio 
Bosque tropical 
 caducifolio 
Selva baja caducifolia Tropical deciduous 
forest (p.p.), arid 
tropical scrub (p.p.) 
Selva baja caducifolia, 
s. mediana caducifolia 
Bosque espinoso Bosque espinoso Selva baja espinosa 
caducifolia 
 
Thorn forest 
 
Selva baja caducifolia espinosa, 
bosque caducifolio 
 espinoso de Prosopis 
Vegetación acuática y 
subacuática 
Vegetación acuática 
 y subacuática 
Tulares, carrizales, 
bosque caducifolio de 
 Populus, Fraxinus y Salix 
Aquatic 
communities 
Vegas arboladas 
 
Cuadro 4. Equivalencias aproximadas entre unidades de vegetación. 
 
 
 
 
 43
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Un resumen de la superficie estimada para cada tipo de vegetación de Durango y de su 
distribución por elevaciones y por climas se presenta en el Cuadro 5. 
 
Los tipos de vegetación con mayor diversidad en Durango son los bosques de clima templado 
(bosque mesófilo, bosque de coníferas y bosque de pino y encino). Los de mayor número de 
especies endémicas son los matorrales xerófilos, los bosques de clima templado y los bosques 
bajos abiertos.Los bosques templados albergan la mayor concentración de endemismos de 
plantas (casi 100 especies), incluyendo a Urbinella, uno de los dos géneros endémicos. Entre las 
especies restringidas a este tipo de ecosistema en la Sierra están los madroños enanos (Arbutus 
occidentalis) y los viejitos (Mammillaria senilis). Las ciénegas y bajíos en estos ecosistemas con 
frecuencia son muy ricos en endemismos. 
 
Se requiere mayor exploración y conocimiento de los bosques de clima templado (bosque 
mesófilo de montaña, bosques de coníferas y de encinos, incluyendo las ciénegas y humedales), 
así como de los matorrales y los bosques bajos abiertos. 
 
 Elevación 
(m) 
Climas Superficie 
(Km2) 
% sup. 
Durango
VEGETACIÓN XERÓFILA 1,050-2,100(-2,300) BWh, BW(h’), BSh 23,859.16 19.37 
VEGETACIÓN HALÓFILA 
Y GIPSÓFILA 
 
1,050-2,000 
 
BWh, BW(h’); BS1k 
 
2,862.76 
 
2.32 
PASTIZAL 1,600-2,200 BS1k 5,395.57 4.38 
MATORRAL de clima 
semiseco templado 
 
1,500-2,250 
 
BS1k, BSk, BS1h 
 
12,838.72 
 
10.42 
CHAPARRAL [incluye 
chaparral secundario] 
2,000-2,400 [hasta 
3,100] 
BS1k, C(w0) [C(w1), 
C(w2), C(E)(w)] 
 
2,930.69 
 
2.38 
BOSQUE BAJO ABIERTO 1,900-2,500(-2,800) BS1k, C(w0) 6,953.10 5.64 
BOSQUE DE CONÍFERAS 
 
(1,400-)2,400-3,310
C(E)(w), C(E)(m), 
C(m)w, C(w1), C(w2), 
C(b’) 
 
6,118.53 
 
4.97 
BOSQUE DE ENCINO 
 
(300-)900-2,900 
C(w1), C(w2), (A)Cw, 
A(w) 
 
7,448.02 
 
6.05 
BOSQUE MIXTO 
 
600-3,200 
C(E)(w), C(w1), C(w2), 
C(E)(m), (A)Cw 
 
32,315.18 
 
26.23 
B. MESÓFILO DE 
MONTAÑA 
 
(1160-)1,500-2500 
 
C(w2), (A)Cw 
 
29.11 
 
0.02 
Claros y pastizal inducido 
 
400-3,100 
C(E)(w), C(w1), C(w2), 
(A)Cw, A(w) 
 
3,406.19 
 
2.77 
BOSQUE TROPICAL 
SUBCADUCIFOLIO 
 
400-1,300 
 
A(w) 
 
63.08 
 
0.05 
BOSQUE TROPICAL 
CADUCIFOLIO 
 
190-1,950(-2,150) 
 
A(w), BS1(h’) 
 
4,963.73 
 
4.03 
BOSQUE ESPINOSO 130-400 A(w) 24.26 0.02 
Matorral subtropical 1,200-2,000 A(w), BS1(h’) 533.73 0.43 
OTRAS 130-3,340 Todos 752.34 0.61 
Cuerpo de agua 130-2,700 Todos 271.72 0.22 
Agricultura 130-3,000 Todos 11,523.81 9.36 
Centros de población, 
infraestructura vial, etc. 
 
130-3,100 
 
Todos 
 
891.30 
 
0.72 
TOTAL 123,181.00 100.00 
 
Cuadro 5. Superficie estimada y distribución por elevaciones y por climas de la cubierta 
vegetal y uso del suelo en Durango. 
 
 44
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
REGIÓN ÁRIDA Y SEMIÁRIDA 
 
La mayor parte de las comunidades vegetales en Durango están determinadas principalmente 
por el clima. En los climas muy secos (BW) y secos (BS) se desarrollan diversos tipos de 
matorrales xerófilos, es decir, aquéllos con adaptaciones a condiciones de aridez. Sin embargo, en 
Durango también se presentan comunidades determinadas más bien por el tipo de substrato o de 
suelos (vegetación azonal). Una primera división de la vegetación de las zonas áridas y semiáridas 
de Durango da dos tipos: vegetación xerófila (determinada por el clima) y vegetación halófila y 
gipsófila (determinadas por las condiciones edáficas). 
 
A su vez, dentro de cada tipo de vegetación se presentan diferentes comunidades cuya 
composición, estructura y densidad están influidas por la topografía y el tipo de sustrato, debido 
a que el agua es el factor limitante en esta región. 
 
 
1. VEGETACIÓN XERÓFILA 
 
• En la zona oriental del estado, en planicies 
aluviales, lomeríos y sierras. 
• Entre 1,100 y 2,100(-2,300) m. 
• Climas muy secos cálidos [BWh] y secos cálidos 
[BSh] y una pequeña parte del centro norte del 
estado con clima semiseco templado [BS1k]. 
• Cubre más de 2,385,916 Ha (19.4% de la 
superficie total de Durango). 
 
La vegetación xerófila es de gran valor por retener y enriquecer el suelo y por albergar una gran 
diversidad de especies y de formas biológicas. Presenta además el más alto porcentaje de 
endemismos a nivel de género en México (44%) (Rzedowski 1993). Varias especies endémicas a 
Durango se encuentran en este tipo de vegetación. Entre los productos que se explotan 
económicamente están el orégano, lechuguilla, candelilla, maguey y sotol, mientras que muchas 
otras plantas de la región se aprovechan a nivel local para autoconsumo. 
 
Varía ampliamente en composición, estructura y formas dominantes, dependiendo 
principalmente de la topografía. Incluye comunidades muy diversas en estructura y composición, 
en las cuales predominan formas biológicas como los rosetifolios, los arbustos parvifolios y los 
espinosos. La distribución de éstos está relacionada con la topografía: en partes bajas y planas, 
sobre depósitos aluviales, es común encontrar elementos de matorral parvifolio (el más típico es 
la gobernadora, Larrea tridentata), mientras que sobre laderas rocosas y suelos pedregosos 
destacan el matorral rosetófilo y el matorral espinoso8. 
 
 
1.1 MATORRALES XERÓFILOS [MX] 
 
 
8 Para la Reserva de la Biosfera Mapimí, Montaña y Breimer (1988) describen la relación entre las 
unidades ambientales y la vegetación: en terrenos llanos con sedimentos aluviales y lacustres y suelos de 
textura fina hay matorrales abiertos y pastizales con arbustos espaciados; en lomeríos y sierras hay 
matorrales a veces con abundancia de especies suculentas; una planicie sobre afloramientos de arenisca 
incluye bajadas arenosas sin vegetación o con arcos de vegetación y vegetación de dunas; y una pequeña 
franja de basalto hacia el occidente de la Reserva tiene vegetación dominada por suculentas y leñosas. 
 45
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Son las comunidades de porte arbustivo que se desarrollan en las regiones áridas y semiáridas9 
correspondientes a los tipos de clima BW y BS, cálidos (h), con diversas variantes, los más secos 
hacia el extremo oriental. La temperatura media oscila entre 18 y 23°C, siendo muy extremosas 
las variaciones de temperatura, tanto diurnas como durante el año. La precipitación media anual 
varía entre 150 y 400 mm, con régimen de lluvias de verano y época seca de 7 a 9 meses. 
 
Se encuentran en elevaciones entre 1,100 y 2,100(-2,300) m. En conjunto cubren 
aproximadamente 2,359,715 Ha, casi una quinta parte de la superficie del estado, en la mayor 
parte de la región semiárida. 
 
En su mayoría se desarrollan sobre sedimentos continentales (principalmente aluviones del 
cuaternario) así como sobre sedimentos marinos (por lo general formaciones calizas) pero 
también se presentan en pequeños manchones de roca volcánica que cubren las capas calizas de 
la región semiárida. Los matorrales xerófilos no presentan preferencias por tipos de suelo pero, 
como hace notar Rzedowski (1978), en general no se presentan en suelos de drenaje deficiente ni 
en los francamente salinos, alcalinos y yesosos, donde son substituidos por vegetación halófila o 
gipsófila. 
 
Muchos de los matorrales xerófilos de Durango parecen corresponder a la fase final o clímax de 
una sucesión, pero otros son resultado de perturbación en pastizales, principalmente a causa de 
sobrepastoreo, lo que propicia la invasión de arbustos. 
 
Entre los géneros característicos de este tipo de vegetación están Larrea, Flourensia y Koeberlinia. 
Henricksonia es un género monotípico endémico a una pequeña zona de matorral xerófilo en 
Durango y Coahuila. Entre las asociaciones más comunes están las de Larrea y/o Flourensia sobre 
depósitos aluviales; las de Agave lechuguilla, Hechtia spp. o Fouquieria sobre lomeríos con suelo 
somero y en áreas con mayor pedregosidad; en la zona semiárida en el norte y centro del estado 
la dominancia en el matorral de lomeríos es asumida por el ocotillo (Fouquieria splendens). 
 
Únicamente con el fin de facilitar la descripción de las comunidades se reconocen cuatro 
subcategorías de matorral xerófilo definidas por la fisonomía de sus elementos dominantes: 
parvifolios, rosetifolios, espinosos y crasicaules. Aunque en algunos sitios la predominancia de 
una forma biológica permite reconocer la subunidad, con frecuenciaéstas forman complejos 
mosaicos que reflejan la topografía y los suelos de un área. En estos casos el matorral está 
compuesto por elementos de dos o más formas biológicas en diferentes proporciones, de tal 
manera que resulta muy problemático establecer la línea divisoria entre subcategorías (Láminas 
1d, 2e, 3). 
 
1.1.1. Matorral parvifolio [MX] (Lámina 1 a-c) 
 
El matorral parvifolio (también llamado micrófilo) es el más importante por la extensión 
geográfica que cubre. Se presenta al norte y oriente del estado, usualmente en sitios con 
topografía plana sobre depósitos aluviales y coluviales más o menos bien drenados, áreas 
propicias para la agricultura, por lo que en muchos casos el matorral ha sido eliminado para 
establecer cultivos. Gran parte (alrededor de 50,000 Ha) de las extensas áreas en las que se 
cultivó algodón en la zona agrícola de La Laguna y que fueron posteriormente abandonadas, han 
sido repobladas por gobernadora y el matorral se encuentra en proceso de recuperación. 
 
 
9 Los matorrales que ocurren en zonas de clima semiseco templado (BS1k) y seco templado (BSk) se 
consideran como un tipo de vegetación diferente (Ver apartado 4). 
 46
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Los arbustos fisonómicamente dominantes en el matorral parvifolio tienen hojas o folíolos 
pequeños y generalmente no tienen espinas. Una de las especies más características es la 
gobernadora (Larrea tridentata), que conserva sus hojas durante todo el año, pero la mayoría de los 
otros componentes de este tipo de matorrales pierden las hojas durante la época seca. 
 
Puede estar formado por asociaciones de especies sin espinas (inermes), con espinas o 
mezclados, y en su composición participan con frecuencia otras formas de vida, como cactáceas, 
plantas con hojas en roseta o gramíneas. 
 
Matorral inerme 
 
Predominan las especies arbustivas de talla baja y mediana, sin espinas, de hoja simple y pequeña, 
pero con frecuencia se mezclan también otras formas biológicas formando diferentes 
combinaciones. 
 
Matorral inerme de gobernadora (Larrea tridentata): 
 
Ocupa amplias áreas del noreste y norte del estado. Es dominante sobre depósitos aluviales y 
coluviales y a veces en lomeríos. La gobernadora se presenta como monodominante o se asocia 
con hojasén (Flourensia cernua), ocotillo (Fouquieria splendens), lechuguilla (Agave lechuguilla), 
largoncillo (Acacia constricta var. vernicosa), mezquite (Prosopis glandulosa), pero cualquiera de estas 
especies llega a manifestarse como dominante en algunos sitios dependiendo de la topografía y la 
profundidad del suelo. 
 
Otros elementos acompañantes son la sangre de drago o sangregrado (Jatropha dioica), la candelilla 
(Euphorbia antisyphilitica), el nopalillo cegador (Opuntia microdasys, O. rufida), nopal rastrero (O. 
rastrera), nopal coyotillo (O. macrocentra10), tasajillo (Cylindropuntia leptocaulis), Cylindropuntia imbricata, 
chaparro prieto (Cordia parvifolia), cenizo (Leucophyllum frutescens), mariola (Parthenium incanum), 
guayule (Parthenium argentatum), orégano (Lippia graveolens berlandieri), jasmín o vara dulce (Aloysia 
gratissima), junco (Koeberlinia spinosa), maguey (Agave asperrima) y palmas (Yucca). 
 
En planicies aluviales del Bolsón de Mapimí, Larrea se asocia con Acacia constricta y en menor 
grado con especies de Flourensia, Agave, Opuntia y con Prosopis glandulosa formando un matorral de 
1 a 3 m de altura. 
 
Una asociación de Larrea-Flourensia-Prosopis predomina en planos ondulados e inclinados, 
mientras que en lomeríos o serranías Larrea se acompaña de Parthenium incanum, Fouquieria 
splendens y especies de Coldenia, Acacia y Mimosa. 
 
Otras asociaciones de Larrea son descritas por Martínez y Morello (1977) para la Reserva de la 
Biosfera de Mapimí como ‘unidades fisonómico-florísticas’ correlacionadas principalmente con la 
topografía y el tipo de suelo: un matorral puro de Larrea tridentata ocupa la base de conos de 
deyección y áreas planas con suelo de textura arcillo-limosa; en laderas rocosas prospera una 
asociación de Jatropha-Larrea con Selaginella; en los dorsos suaves de los conos de deyección y al 
pie de lomeríos son codominantes Larrea, Euphorbia antisyphilitica y Fouquieria splendens, mientras 
que estas mismas especies con Agave lechuguilla dominan en cerros bajos con pendiente suave y en 
conos de deyección; la asociación de Larrea-Agave con Jatropha y Opuntia como subdominantes es 
frecuente en suelos pedregosos o rocosos; Opuntia-Larrea ocupa las bajadas y se mezcla con otras 
unidades y Opuntia-Larrea-Agave-Hechtia se desarrolla en pendientes de cerros bajos con substrato 
calizo. 
 
10 Sinónimo: Opuntia violacea. 
 47
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
En los alrededores de Santa Clara, Larrea se asocia con Fouquieria, Condalia, Acacia constricta var. 
vernicosa y con agrito (Rhus microphylla). 
 
Matorral inerme de hojasén (Flourensia cernua): 
 
En comunidades con los mismos elementos mencionados con la gobernadora, el hojasén es a 
veces dominante en el centro-norte de Durango a 1,500 m. Las asociaciones más comunes son: 
 
Flourensia – Larrea - Fouquieria, con escaso Parthenium incanum, Acacia constricta var. vernicosa y 
Buddleja. En lomeríos adyacentes Fouquieria toma la dominancia. 
 
Flourensia – Larrea - Yucca rigida - Yucca sp. con largoncillo (Acacia constricta var. vernicosa), Agave 
asperrima, Jatropha dioica, diversas Leguminosas, Lippia graveolens y escasos Opuntia, Prosopis y 
Viguiera stenoloba. Yucca rigida toma la dominancia en lomeríos adyacentes. 
 
Matorral de ocotillo (Fouquieria splendens) 
 
Ampliamente distribuido en el norte-centro y noreste del estado, principalmente sobre laderas de 
cerros de escasa elevación. El dominante fisonómico es el ocotillo (F. splendens). Los elementos 
acompañantes son en términos generales los mismos descritos para el matorral de gobernadora. 
 
En lomeríos al W de Rodeo Fouquieria se asocia con Mimosa, Aloysia y Croton ciliato glandulifer. 
 
Sinonimia: asociaciones en las que Larrea es dominante fueron descritas por COTECOCA (1979) como 
matorral inerme parvifolio, matorral mediano subinerme, matorral bajo subespinoso y matorral mediano 
subespinoso, dependiendo de la talla (bajo, ± 1 m; mediano, hasta 3 m) y de la proporción de elementos 
espinosos. Matorrales hasta de 3 m, en los que la proporción de elementos espinosos es mayor de 25% sin 
llegar a 50% son “matorral mediano subinerme”, mientras que las que presentan proporciones 
aproximadamente iguales de elementos inermes y espinosos se denominan “matorral mediano 
subespinoso”. Sin embargo, la talla de las especies dominantes y la proporción de elementos inermes y 
espinosos varían considerablemente en respuesta a diversos factores topográficos y edáficos, de tal manera 
que las denominaciones anteriores aplican únicamente a facies de una misma comunidad y no hay una 
separación discreta entre las asociaciones; ni siquiera un criterio de tipo florístico resolvería el problema ya 
que son básicamente los mismos géneros los que se presentan en las diferentes comunidades. 
 
1.1.2. Matorral rosetifolio [MX(R)] (Lámina 2 a-d) 
 
Los matorrales rosetifolios se caracterizan por la abundancia de especies con hojas alargadas y 
puntiagudas, agrupadas en forma de roseta, sin tallo evidente o éste bien desarrollado. Son 
frecuentes en laderas de cerros con suelo muy somero y fuerte afloramiento rocoso, de 
preferencia sobre roca sedimentaria o en las partes altas de los abanicos aluviales o sobre 
conglomerados entre 1,200 y 2,100(-2,400) m. 
 
Matorral de lechuguilla (Agave lechuguilla) y/o guapilla (Hechtia spp.) 
 
Los matorrales de lechuguilla y/o guapilla (Hechtia glomerata, Hechtia sp.) son comunes en lomeríos 
y en los piedemonte de las serranías bajas calizas del oriente del estado, entre 1,200 y 2,000 m. 
Entre los elementos acompañantes destacanel ocotillo (Fouquieria splendens), nopal (Opuntia), 
maguey (Agave asperrima), noa (Agave victoriae-reginae), candelilla (Euphorbia antisyphilitica), palma 
(Yucca rigida), gobernadora (Larrea tridentata), Acacia constricta var. vernicosa, Viguiera stenoloba y 
Jatropha dioica. 
 
 48
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Matorral de maguey (Agave asperrima) 
 
Agave asperrima llega a ser dominante fisonómico en algunas áreas sobre depósitos aluviales del 
oriente del estado, en sitios planos u ondulados entre 1,300 y 1,500 m de elevación. Los 
elementos acompañantes son los mismos que en los matorrales de lechuguilla y guapilla, así 
como Agave striata. 
 
Matorral de sotol (Dasylirion sp.) 
 
En lomeríos con fuerte afloramiento de roca caliza en el oriente del estado se presentan 
matorrales de sotol (Dasylirion), palma (Yucca rigida) y maguey (Agave asperrima). 
 
Otras serranías calizas de la región oriental presentan asociaciones de lechuguilla (Agave lechuguilla) 
en donde también destaca Dasylirion, además de Agave, Yucca, Parthenium, Coldenia, Acacia, Mimosa y 
otros géneros. 
 
Dasylirion espaciados y algo de Yucca son los pocos elementos que se desarrollan sobre depósitos 
graníticos en los alrededores del Peñón Blanco. 
 
1.1.3. Matorral crasicaule [MX(C)] (Lámina 4 a-b) 
 
Los matorrales crasicaules son comunidades arbustivas en donde los “dominantes fisonómicos” 
son cactáceas, plantas de tallos carnosos o crasos. Se desarrollan de preferencia en laderas de 
lomeríos y cerros con fuerte afloramiento rocoso, entre 1,100 y los 1,600 m. 
 
Matorral de Opuntia 
 
El nopalillo cegador (O. microdasys y O. rufida) se presenta como dominante fisonómico en algunos 
sitios en el municipio de Lerdo [p. ej. laderas frente al Parque Raymundo]. Se asocia 
principalmente con lechuguilla (A. lechuguilla), ocotillo (F. splendens) y diversas leguminosas. 
 
El nopal rastrero (O. rastrera) es uno de los componentes notables de matorrales xerófilos y a 
veces se presenta como dominante fisonómico en áreas del Bolsón de Mapimí. 
 
Una asociación de Opuntia bradthiana, Larrea tridentata, Agave lechuguilla y Hechtia spp., acompañadas 
de especies de Yucca, Euphorbia, Agave y Bouteloua se describe para la Reserva de Mapimí (Martínez 
y Morello 1977). Se presenta en pendientes de cerros de baja altura con substrato calizo. 
 
1.1.4. Matorral espinoso [MX(E)] (Lámina 4 c-e) 
 
Son comunidades compuestas por arbustos espinosos y caducifolios durante gran parte del año. 
Se desarrollan en áreas bajas o en laderas, por encima del matorral parvifolio, hasta a 2,150 m de 
elevación. 
 
 
 
 
 
Matorral de mezquite (Prosopis glandulosa) 
 
 49
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Se presenta en planicies aluviales de suelo bien drenado dispersas en la región oriental del estado, 
principalmente cerca de arroyos. Prosopis glandulosa se acompaña por granjeno o granjel (Celtis 
pallida), junco (Koeberlinia spinosa), Opuntia, Acacia, Yucca, Berberis, Flourensia, Larrea y otras. 
 
Prosopis y Larrea se asocian sobre depósitos aluviales profundos, con frecuencia acompañados por 
chaparro prieto (Cordia parvifolia), Flourensia, Mimosa, Opuntia, Agave, Koeberlinia, Condalia y otras. 
En declives de suelo con grava y especialmente calcáreos prevalece una asociación más baja y 
suculenta, compuesta de Fouquieria, Jatropha, Euphorbia antisyphilitica y Agave (Gentry 1957). 
 
Las asociaciones de Prosopis-Acacia y Fouquieria-Acacia son comunes sobre lomeríos en pequeñas 
áreas y se mezclan con frecuencia con otras asociaciones xerófilas o con elementos tropicales. 
 
Un matorral bajo de Prosopis con arbolitos aislados de huizache chino (Acacia schaffneri) y Condalia 
spp. se desarrolla en el centro-norte de Durango entre 1,550 y 1,600 m. Estos matorrales de 
mezquite llegan a presentar escasos árboles de Parkinsonia aculeata en bajíos. En otros sitios al 
centro-norte de Durango Prosopis se combina con Agave asperrima, Fouquieria splendens, Koeberlinia 
spinosa y Condalia. 
 
Un manchón aislado de matorral espinoso se presenta hacia el centro-occidente del estado, entre 
los municipios de Tepehuanes y Santiago Papasquiaro. Sus componentes principales son Acacia 
spp., Fouquieria splendens y Mimosa aculeaticarpa var. biuncifera. En las partes bajas hay Prosopis y en las 
altas predominan Juniperus y Quercus. Este manchón de vegetación xerófila llega hasta ese lugar a 
través del cañón del río Ramos, por donde también penetra el pastizal acompañado por Acacia y 
Fouquieria. 
 
Otras comunidades de matorral xerófilo al occidente de la región árida y semiárida, en lugares 
con mayor precipitación pluvial (350 a 450 mm) y suelos por lo general menos salinos, ocupan 
declives pedregosos de mayor pendiente. Entre los arbustos dominantes se encuentran especies 
de Acacia, Lippia, Prosopis, Larrea y Parthenium. Por sus poblaciones continuas de arbustos 
cubriendo el suelo comúnmente en un 60 a 70% estas comunidades fueron denominadas 
“chaparrillo” por Gentry (1957), quien señala que recuerdan a los chaparrales del noroeste de 
México y de California y Arizona, pero que no tienen ni las especies ni los tipos morfológicos del 
chaparral. Gentry hace notar que no existen límites bien definidos entre la formación de 
chaparrillo y la de pastizal con arbustos. 
 
Sinonimia: El matorral de mezquite corresponde al Matorral alto espinoso registrado en las Memorias de 
la COTECOCA (1979), donde el mismo tipo de asociación pero de menor talla (1.5 a 2 m) se reconoce 
también como matorral mediano espinoso. 
 
Matorral de huizache (Acacia-Prosopis-Mimosa) 
 
Huizache (Acacia constricta var. constricta): 
 
Comunidades dominadas por arbustos espinosos, en su mayoría Leguminosas (Acacia constricta 
var. constricta, Acacia spp., Prosopis, Mimosa, Parkinsonia aculeata), además de Berberis pinifolia y 
Mandevillea foliosa se presentan en laderas de serranías entre 1,450 y 1,900 m con suelo somero y 
pedregoso, por ejemplo en la Sierra de Gamón (Peñón Blanco) y en Tepehuanes. Entre las 
herbáceas destacan especies de Physalis, Plumbago pulchella, P. scandens, Desmodium y Tagetes. 
 
Acacia constricta var. constricta se asocia también con Prosopis, Celtis laevigata, nopal duraznillo 
(Opuntia leucotricha) y escasos Acacia schaffneri, Parkinsonia aculeata, Cassia, Cylindropuntia, Berberis y 
Cestrum en laderas de la Sierra de Gamón entre 1,850 y 2,150 m. En laderas con exposición al sur 
 50
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
la dominancia fisonómica la toma el ocotillo (Fouquieria), asociado a Acacia schaffneri, Dalea bicolor, 
Calliandra, Celtis laevigata, Aloysia, Mimosa aculeaticarpa var. biuncifera, Acacia constricta y Prosopis y otras 
leguminosas. El estrato herbáceo está dominado por el zacate invasor Melinis rosea y algo de 
navajita (Bouteloua gracilis), Aristida y Compuestas. 
 
Huizache largoncillo (Acacia constricta var. vernicosa): 
 
En el oriente de Durango, el largoncillo (Acacia constricta var. vernicosa) se asocia con Larrea, Agave 
asperrima, Agave striata, Agave lechuguilla, Flourensia cernua, Verbesina, Buddleja, Tiquilia canescens, 
Jatropha dioica y escasos Opuntia, Cylindropuntia, Euphorbia antisyphilitica, Yucca sp. y Yucca rigida con 
navajita (Bouteloua gracilis), esta última con frecuencia substituida por zacate buffel (Cenchrus ciliaris) 
que invade amplias áreas. En lomeríos adyacentes destaca Agave lechuguilla. Ejemplo: Cuencamé, 
entre 1,400 y 1,450 m. 
 
Sobre la Sierra El Rosario, en las cercanías de Sapioris, entre 1,750-1,800 m se presenta un 
matorral de Acacia crassifolia, A. constricta, A. berlandieri, Mimosa setuliseta, Agave lechuguilla, Viguiera 
stenoloba, Cylindropuntia imbricata y Fouquieria splendens (Villarreal 1992); hacia partes más bajas se 
mezcla también con Yucca rigida. 
 
Matorrales de huizache (Acacia constricta var. vernicosa con Mimosa aculeaticarpa var. biuncifera y M. 
dysocarpa) son comunes en el centro y norte del estado. Acacia constricta var. vernicosa secombina 
con ocotillo (Fouquieria splendens) y con escasos huizache chino (A. schaffneri), palma (Yucca), 
Lantana camara, granjeno (Celtis laevigata), palmito (Brahea dulcis) y Bursera fagaroides en Rodeo, entre 
1,550 y 1,600 m. 
 
Más al norte, entre 1,750 y 1,800 m, A. constricta var. vernicosa es también el elemento dominante, 
con Brickellia veronicifolia y escasos Condalia ericoides, Berberis trifoliolata, Mimosa acanthocarpa y Opuntia; 
Acacia schaffneri llega a estar presente, muy escasa, además de gramíneas como Bouteloua gracilis y B. 
curtipendula. 
 
Acacia se mezcla también con Leucophyllum spp., Prosopis, Condalia spp., amargoso (Castela texana) y 
arbustos sin hojas como el junco (Koeberlinia spinosa). 
 
Otras (Láminas 1 d, 2 e, 3 a-c) 
 
Muchas asociaciones no son asignables a ninguna de las subcategorías del matorral xerófilo ya 
que sus elementos dominantes son una mezcla de elementos parvifolios con los crasicaules y los 
rosetifolios. Al oriente de Durango se desarrollan las siguientes: 
 
Agave asperrima, Larrea, Euphorbia antisyphilitica, Agave lechuguilla y Acacia constricta var. vernicosa como 
dominantes, acompañadas de Leucophyllum, Lippia graveolens, Jatropha dioica, Flourensia cernua, Opuntia 
y Parthenium incanum, sobre depósitos aluviales entre 1,300 y 1,400 m. 
 
Cenizo (Leucophyllum), mariola (Parthenium incanum), gatuño (Mimosa aculeaticarpa var. biuncifera), 
granjeno (Celtis laevigata), Dalea, damianita, hierba de San Nicolás, damiana (Chrysactinia mexicana), 
largoncillo (Acacia constricta var. vernicosa), mezquite (Prosopis glandulosa) y escaso guajillo (Acacia 
berlandieri), entre 1,550 y 1,600 m. 
 
1.1.5. Matorral submontano [MX(S)] 
 
En la Sierra El Rosario y en el Peñón de Covadonga, a menos de 2,000 m se desarrolla un 
matorral alto similar al reconocido como matorral submontano para la Sierra Madre Oriental. Se 
 51
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
distribuye de manera irregular en pequeños manchones, por lo que su superficie es difícilmente 
cuantificable. Ocurre en cañadas y laderas protegidas, con baja insolación. 
 
Entre sus principales componentes están diversas especies de arbustos y de árboles bajos, 
caducifolios o algunos de hoja perenne. La comunidad es relativamente densa. Predominan los 
elementos inermes (ej. Gochnatia hypoleuca) pero también hay algunos espinosos como el guajillo 
(Acacia berlandieri). Otros elementos presentes ocasionalmente son Fraxinus berlandieriana, Rhus 
virens y Lindleya mespiloides (charrasquillo). 
 
Se agrupan en una formación más o menos densa de 2.5 a 4 m de alto. En un estrato arbustivo 
más bajo (0.5 a 2 m) puede haber Leucophyllum sp. y Acacia sp. En el estrato inferior, menor a 0.5 
m de altura, se presentan elementos del matorral xerófilo circundante como Agave lechuguilla 
(lechuguilla), Hechtia spp. (guapilla) y Euphorbia antisiphilitica (candelilla), particularmente en sitios 
abiertos. El estrato herbáceo presenta diversas Gramíneas, Compuestas, Leguminosas y helechos 
como Astrolepis (Notholaena) cochisensis, A. integerrima y A. sinuata. 
 
Bosquete de Bonetiella anomala 
 
Una expresión diferente del matorral submontano son las comunidades de taray o hiedra 
(Bonetiella anomala), un arbolito o arbusto perennifolio de follaje brillante que destaca entre los 
matorrales xerófilos. Bonetiella pertenece a la misma familia (Anacardiaceae) que la hiedra y al 
igual que ésta es alergénico para algunas personas. 
 
Se desarrolla en laderas protegidas en el centro-oriente del estado sobre la cuenca del río Nazas, 
entre 1,300 y 1,400 m. Forma comunidades densas, hasta de 4 m de alto pero de distribución 
muy restringida. Un estrato arbustivo bajo lo forman Melochia tomentosa, orégano (Lippia graveolens) 
Tiquilia greggii y candelilla (Euphorbia antisiphilitica). La población más grande observada se localiza 
al norte del poblado Las Ánimas, en Rodeo, colindando con matorral de Acacia constricta var. 
vernicosa, Colubrina viridis y Viguiera spp. 
 
Bonetiella se presenta también como elemento aislado, asociado a A. constricta var. vernicosa y 
Fouquieria splendens en la Sierra El Rosario y en serranías de Cuencamé, en la base de riscos donde 
se acumula algo de humedad, rodeada de matorral rosetifolio de Hechtia y Agave spp. 
 
1.1.6. Vegetación de dunas11 [VD] (Lámina 5 a,b) 
 
Es la vegetación que se establece en las dunas arenosas de las zonas áridas y semiáridas. Los 
matorrales de dunas presentan elementos muy espaciados y adaptados a la arena y a su movilidad 
(plantas psamófilas). 
 
Una larga franja de dunas o arenas móviles recorre el extremo NE de Durango entre 1,100 y 
1,300 m en clima muy seco (BW). Cubren una superficie de alrededor de 22,800 Ha en el Bolsón 
de Mapimí. En la Reserva de Mapimí las dunas forman una red que incluye depresiones 
interdunas más o menos interconectadas. Sobre las dunas se presenta un matorral abierto, 
mientras que en las depresiones las comunidades arbustivas acompañadas a veces por un 
importante estrato de gramíneas (Montaña y Breimer, 1988). 
 
 
11 González Medrano (2003) puntualiza que los nombres que se refieren al hábitat más que a la vegetación 
son imprecisos; sin embargo, optamos por conservar el nombre de Vegetación de dunas debido a su 
utilidad práctica. 
 
 52
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Entre las especies características destacan Dalea scoparia, Ephedra sp. y Yucca elata. Otras plantas de 
distribución más amplia que también se adaptan a las condiciones de dunas en sus áreas 
marginales son la gobernadora (Larrea tridentata), Cylindropuntia kleiniae, Acacia greggii, A. constricta, 
el mezquite (Prosopis glandulosa), Jatropha dioica, Lycium berlandieri, Nicolletia edwarsii, Tidestromia 
lanuginosa y Lantana achyranthifolia. 
 
Amaranthus acanthobracteatus Henrickson, llamada “torillo” o “hierba voladora” en la región de las 
dunas de Bilbao, en Coahuila, ha sido registrada también (Henrickson 2004) para el extremo sur 
de Chihuahua cerca de los límites con Durango. Esta distribución indica una alta probabilidad de 
que esta especie crezca también en la región de dunas de Durango; Henrickson indica que la 
apariencia de las plantas pistiladas de esta especie es muy similar a la de la rodadora (Salsola 
tragus). 
 
 
1.2. IZOTAL [I] (Lámina 5 c-f) 
 
El término izotal, adoptado del sistema de Miranda y Hernández X. (1963), aplica para 
comunidades donde la dominancia fisonómica está dada por plantas arborescentes con hojas 
agrupadas en roseta. Para Durango, estas plantas son del género Yucca (palma, palma china). 
Aunque usualmente los arbustos de estas comunidades son más abundantes que las palmas, estas 
últimas son las que definen el aspecto de la comunidad. En muchos otros casos yucca se presenta 
como elemento aislado en pastizales y en matorrales. 
 
Los izotales se desarrollan en zonas de clima muy seco (BW) y seco (BS), entre 1,100 y 1,700 m. 
 
De Yucca rigida 
 
Yucca rigida es particularmente notoria en los matorrales abiertos del oriente de Durango. Se 
reconoce por sus hojas azulosas, pálidas, con margen amarillo liso. Se distribuye entre 1,100 y 
1,650 m, en áreas con suelo somero y rocoso, particularmente sobre laderas. 
 
Se acompaña por los mismos elementos presentes en los matorrales de lechuguilla y guapilla 
(Agave lechuguilla y Hechtia spp.). 
 
En la Sierra El Rosario Y. rigida forma asociaciones con Hechtia, Fouquieria splendens y Agave. 
 
De Yucca filifera 
 
Esta palma conspicuamente ramificada se conoce en Durango únicamente hacia el extremo 
oriental, en donde forma poblaciones en el municipio de San Juan de Guadalupe (Ej. El Zacate) 
sobre suelos profundos entre 1,500 y 1,650 m de elevación. 
 
Alcanza grandes tamaños y se caracteriza por sus inflorescencias colgantes. Se asocia con Larrea 
yucca, Prosopis y Flourensia, ocupando sitios planos o con escasa pendiente sobre depósitos aluviales 
y en la base de lomeríos. En otrossitios se presenta como elemento acompañante de Larrea, 
Cylindropuntia y otras especies de Yucca. 
 
 
2. VEGETACIÓN HALÓFILA Y GIPSÓFILA12
 
12 Este tipo de vegetación se describe para la región árida y semiárida, donde ocupa su mayor superficie. 
Sin embargo, por ser azonal no se restringe a esta región. 
 53
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
• En la zona árida y semiárida entre 1,050 y 1,700 
m, así como al centro y sur de la región de los 
valles entre 1,800 y 2,100 m13. 
• Climas muy secos cálidos [BWh] y secos cálidos 
[BSh] en la zona árida, con temperatura media 
anual de 20 a 23ºC y precipitación pluvial de 150 a 
300 mm, con 8 a 9 meses secos. Manchones en 
los valles en zonas con clima semiseco templado 
[BS1k]. 
• Cubre unas 286,000 Ha (2.3% de la superficie del 
estado). 
 
Ocupan partes bajas de cuencas cerradas sobre suelos profundos de origen aluvial o lacustre, 
profundos y mal drenados ya sea con alta alcalinidad o con alto nivel de sales solubles en la capa 
superficial del suelo. 
 
Son comunidades cuya composición está determinada por las condiciones edáficas. La vegetación 
halófila se compone de plantas resistentes a alta alcalinidad (pH de 7.9 a 9) mientras que la 
gipsófila se desarrolla sobre suelos yesosos. Debido a que las condiciones de alcalinidad varían de 
manera gradual, en ocasiones es poco claro si la comunidad debe clasificarse como xerófila o 
halófila. 
 
Incluyen tanto asociaciones de herbáceas como de matorrales, así como otras en donde se 
combinan ambas formas. Las herbáceas y arbustivas en este tipo de vegetación son por lo general 
algo carnosas y las herbáceas y zacates son rígidos y con hojas punzantes. En áreas perturbadas 
(orillas de caminos, vecindad de poblados) es muy abundante la rodadora (Salsola tragus), un 
elemento procedente de Eurasia. 
 
2.1. MATORRAL HALÓFILO [MH] (Lámina 6 b) 
 
Matorral de Atriplex y/o Suaeda 
 
Matorrales bajos de Atriplex canescens (saladillo, chamizo) con Suaeda nigrescens, S. suffrutescens y otras 
especies de ese género, se presentan en el Bolsón de Mapimí, en el noreste de Durango. En las 
zonas más salobres las plantas están más espaciadas y a veces la comunidad está dominada por 
quelitillo (Atriplex acanthocarpa) y por el arbusto Allenrolfea occidentalis, o por Suaeda y el zacate 
sabaneta (Pleuraphis mutica). Una comunidad arbustiva de Atriplex stewartii es frecuente en lugares 
un poco menos salinos (Montaña 1988). 
 
Con frecuencia, los matorrales presentan también gramíneas como Pleuraphis mutica y Sporobolus 
airoides y son comunes las asociaciones con mezquite (Prosopis glandulosa). 
 
Matorral de Prosopis glandulosa 
 
En el noreste del estado se desarrollan matorrales muy bajos de mezquite (Prosopis glandulosa). A 
veces los arbustos están muy espaciados y el matorral pasa a ser un pastizal de Pleuraphis mutica o 
de Sporobolus airoides. 
 
 
13 Las comunidades halófilas de la región de los valles se describen con la vegetación de esa región. 
 54
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Los elementos dominantes en estos matorrales pueden mezclarse en diferentes proporciones. 
Montaña y Breimer (1988) describen asociaciones de Prosopis glandulosa, Atriplex canescens y/o 
Suaeda nigrescens formando un estrato superior muy abierto, hasta de 2 m de alto, con un estrato 
de hasta 0.5 m dominado por zacates perennes (Pleuraphis mutica, excepcionalmente Sporobolus 
airoides) y por un arbusto bajo (Atriplex acanthocarpa) y un tercer estrato bajo de herbáceas anuales 
y perennes. 
 
 
2.2. PASTIZAL HALÓFILO [PH] (Lámina 6 a) 
 
Se presenta en el fondo de cuencas cerradas en las partes más secas del estado, por lo general con 
suelos de textura arcillosa y drenaje deficiente, salinos, a veces también alcalinos y con frecuencia 
inundables. Se distribuye al noreste del estado, entre 1,050 y 1,700 m de altitud, ocupando una 
extensión relativamente pequeña. Los pastizales de suelos salinos son comunidades maduras 
(clímax edáfico). 
 
Las gramíneas de este tipo de sitios son perennes, con frecuencia rizomatosas, de tallo y hojas 
fibrosos y duros, por lo que son poco apetecidas por el ganado excepto cuando están muy 
tiernas. Es común el zacate sabaneta o toboso (Pleuraphis mutica14) así como el zacatón (Sporobolus 
airoides). También se presentan Distichlis spicata, Eragrostis obtusiflora y algunas especies de Bouteloua, 
Aristida y otros géneros. COTECOCA (1979) denominó a estas comunidades como pastizal 
halófilo arbosufrutescente o abierto, dependiendo de si están o no acompañadas por arbustos. 
 
Pastizal de sabaneta (Pleuraphis mutica) 
 
En planicies con suelos con altas concentraciones de sales se desarrollan pastizales dominados 
por Pleuraphis mutica. De manera espaciada se presentan a veces algunos arbustos bajos, 
principalmente el mezquite (Prosopis glandulosa), Atriplex canescens y especies de Koeberlinia, Acacia, 
Condalia y Opuntia. Entre las herbáceas, las más importantes son las del género Atriplex. 
 
Estas comunidades son comunes en el Bolsón de Mapimí, así como en pequeños manchones 
entre Rodeo y San Juan del Río, hasta a 1,700 m de elevación. 
 
Los pastizales de Pleuraphis parecen no estar restringidos a suelos salinos, sino que también 
prosperan en otros que se caracterizan únicamente por tener drenaje más o menos deficiente y 
textura fina (Rzedowski 1978). Esto llega a ocurrir también con los de Sporobolus airoides. 
 
Pastizal de pajón (Sporobolus airoides) 
 
Estas comunidades se presentan en el Bolsón de Mapimí en planicies y bajíos inundables con pH 
alto. Predomina el zacatón o pajón (Sporobolus airoides), con frecuencia con Distichlis spicata y a 
veces Sporobolus spiciformis, Pleuraphis mutica, Buchloë dactyloides y Panicum obtusum. Ocurren también 
en zonas bajas inundables de la región de los valles hacia el centro-sur de Durango. 
 
En la zona árida estos pastizales pueden presentar, muy espaciadamente, arbustos bajos, 
principalmente el mezquite (Prosopis glandulosa)15. 
 
 
14 Sinónimo: Hilaria mutica. 
15 En la zona de los valles (hacia el centro de Durango) se presentan manchones de pastizal halófilo de S. 
airoides rodeados de matorral de mezquite y huizache, en estos casos Prosopis laevigata y Acacia schaffneri, que 
muestran una mayor talla que los mezquites y huizaches de la zona árida. 
 55
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
2.3. VEGETACIÓN GIPSÓFILA [VG] 
 
La vegetación gipsófila es la que se restringe a suelos yesosos. Los afloramientos de yeso ocurren 
solamente en zonas áridas y semiáridas ya que por ser muy soluble, el yeso es lixiviado en sitios 
con mayor humedad. 
 
Las comunidades gipsófilas están formadas por herbáceas y arbustos achaparrados. Para 
Durango no se registran comunidades gipsófilas estrictas, pero si se conocen algunas especies 
gipsófilas como Fouquieria shrevei, Euphorbia astyla, Dicranocarpus parviflorus y Nerisyrenia linearifolia. 
Para el occidente de Coahuila y el extremo oriente de Durango, en los límites con Coahuila, así 
como del municipio de Santa Clara, hacia los límites con Zacatecas se presentan algunos 
afloramientos yesosos. 
 56
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
REGIÓN DE LOS VALLES 
 
La franja entre la Sierra Madre y la zona árida y semiárida atraviesa el estado desde los límites 
con Chihuahua (al sur de Parral) hasta Súchil (límite con Zacatecas) y El Mezquital. Son áreas 
con clima semiseco templado (BS1k) y seco templado (BSk) que presentan pastizales y 
matorrales: 
 
3. PASTIZAL [P] (Lámina 7) 
 
• Al norte-centro de Durango entre 1,600 y 2,200 m 
y en manchones en el resto de la región de los 
valles, en zonas planas o de topografía ligeramente 
ondulada, sobre suelos derivados de roca 
volcánica, de color rojizo a café. 
• Clima semiseco templado (BS1k), en menor 
proporción en el secotemplado (BSk). 
Temperaturas medias entre 13 y 22°C y 
precipitación anual de 350 a 500 mm, con régimen 
de lluvias de verano y época seca de 6 a 9 meses. 
• Cubre unas 540,000 Ha (4.5% de la superficie del 
estado)16. 
 
Anteriormente los pastizales ocupaban la franja de valles que atraviesa a Durango en dirección 
NNW a SE llegando hasta Jalisco y Guanajuato, como continuación de la extensa zona de 
pastizales del medio oeste norteamericano. Manchones relictuales de su antigua distribución se 
localizan hasta el sureste de Durango, donde se mezclan con mezquite y/o huizache y con 
huizache y nopal sobre lomeríos (véase Matorral/Pastizal). 
 
Son comunidades en donde predominan herbáceas, principalmente gramíneas (pastos). En áreas 
en buena condición el zacate navajita (Bouteloua gracilis) o el banderilla (B. curtipendula) son 
abundantes. No hay árboles excepto a lo largo de corrientes de agua. Es frecuente encontrarlos 
asociados con matorral y con el bosque bajo abierto. Como la mayoría de los pastizales clímax 
del mundo, son intermedios entre los matorrales xerófilos y los bosques templados (Rzedowski 
1978). 
 
Su estructura es sencilla, pues además de un estrato rasante (plantas rastreras, incluyendo a veces 
algas), hay un solo estrato herbáceo; en época de lluvias son abundantes las compuestas, que 
pueden sobrepasar a las gramíneas en número de especies, destacando Stevia y Viguiera; también 
son comunes las ciperáceas, convolvuláceas, euforbiáceas, leguminosas y rubiáceas. Muchas 
herbáceas perennes y anuales se encuentran dispersas en forma variable, aunque las anuales 
prosperan mejor en suelos pobres, a orilla de caminos, en superficies erosionadas o declives 
pedregosos, así como en áreas sobrepastoreadas. Destacan también hierbas postradas y 
decumbentes y arbustos de talla muy baja, entre los que están Acaciella angustissima var. texensis y 
Calliandra eriophylla. Frecuentes, aunque dispersos, hay hierbas y subarbustos de tallos múltiples, 
 
16 Otras fuentes presentan la cifra de hasta 15%. Las diferencias en la superficie estimada para la 
vegetación de pastizal se explican por la dificultad para definir sus límites y particularmente por el enfoque 
de la clasificación. En la Memoria de la COTECOCA (1979) se asienta que “en los pastizales nativos 
abiertos se ha incrementado la población de especies arbustivas indeseables que modifican su fisonomía 
natural, aunque estos se han clasificado como tales” y se clasifica como pastizal (vegetación potencial) a 
comunidades con arbustivas y pastos que aquí son tratadas como matorral (vegetación actual). 
 57
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
por ej. la cola de zorra (Brickellia spinulosa), aparentemente restringida a este tipo de vegetación. 
En menor grado se presentan geófitas y suculentas, principalmente cactáceas. 
 
Las plantas leñosas, cuando existen, forman uno o dos estratos adicionales. La presencia de 
leñosas en el pastizal puede ser: a) resultado de una perturbación; b) parte natural de la 
comunidad en las zonas de transición hacia el matorral o hacia el bosque y c) parte natural de la 
comunidad en áreas que no representan ecotono. De acuerdo con Gentry (1957), algunas de las 
asociaciones que forman parte del pastizal con arbustos parecen ser comunidades estables que 
constituyen ecotonos, por ejemplo la de Larrea y zacates, pero otras, por ejemplo la de la Acacia-
Mimosa y otros arbustos espinosos, parecen representar subclímax ya que ocurren en lugares 
sobrepastoreados. 
 
Entre las asociaciones más características están las siguientes: 
 
Pastizales de navajita (Bouteloua gracilis). Cuando el pastizal se encuentra en buena condición, 
además de B. gracilis, son comunes el zacate banderita (B. curtipendula) y otras especies de Bouteloua. 
En el centro-norte del estado, a 1,900 m B. curtipendula, B gracilis y Aristida son dominantes, con 
Lycurus, Botriochloa, Setaria, Muhlenbergia y Trachypogon. Algunos arbustos presentes son los agritos 
(Rhus virens), escasos huizaches (Acacia), gatuños (Mimosa), palmas (Yucca) y sotol (Dasylirion). 
Otras arbustivas en los pastizales de Bouteloua en el centro-norte son los cedros o táscates 
(Juniperus), largoncillo (Acacia constricta var. vernicosa), huizache (A. constricta), mezquites (Prosopis), 
soyates (Nolina), nopales (Opuntia), Condalia y ocasionalmente huizache chino (Acacia schaffneri), 
Forestiera u ocotillo (Fouquieria splendens). Hacia los pies de monte Juniperus se vuelve dominante. 
 
Más hacia el sur, el pastizal de navajita se ha invadido de especies arbustivas, principalmente 
huizache (Acacia schaffneri) y nopal, asociación denominada pastizal con cactus-Acacia (Shreve 
1942; Gentry 1957). Puesto que la vegetación actual está dominada por arbustos, estas 
comunidades se describen entre los matorrales. 
 
Además de las asociaciones Bouteloua-Bouteloua, son frecuentes las siguientes: 
 
Bouteloua-Heteropogon (o Heteropogon-Bouteloua) en terrenos pedregosos, tanto en laderas calcáreas 
inclinadas como en el terreno basáltico de “la breña”. En lugares a mayor elevación se asocia 
también Aristida divaricata. 
 
Bouteloua-Muhlenbergia ocupa grandes extensiones en lugares elevados y es común también en los 
pastizales con encino-cedro; con frecuencia se asocia también Stipa eminens. Esta combinación de 
Bouteloua-Muhlenbergia-Stipa corresponde a lo que COTECOCA (1979) denominó pastizal 
amacollado abierto, en el que las gramíneas dominantes son fasciculadas, perennes, de talla 
mediana y alta. Se localiza principalmente en lomeríos y laderas de sierras. Hacia el norte y 
oriente del estado existen pastizales amacollados en donde el dominante es el zacate banderilla 
(B. curtipendula). 
 
Bouteloua-Lycurus-Aristida es una combinación que sugiere subclímax o disturbio, tanto por el gran 
número de especies dominantes, como por la abundancia de especies anuales y la buena 
representación de especies de Aristida. 
 
Los pastizales de zonas por encima de los 2,000 m están usualmente dominados por zacates 
amacollados, principalmente del género Muhlenbergia (M. rigida, M. pubescens, M. emersleyi, entre 
otras), zacates colorados (Elyonurus barbiculmis, Schizachyrium spp., Trachypogon secundus y Heteropogon 
contortus), navajita velluda (B. hirsuta) y zacates tres barbas (Aristida spp.). 
 58
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
La presencia de pastos amacollados y cespitosos está determinada por la topografía: las laderas 
abruptas y rocosas tienen zacates que forman macollos altos, mientras que los suelos más planos 
y maduros están ocupados por zacates cespitosos y bajos (Gentry, 1957). Los zacates cespitosos 
son en general los mismos que ocurren en los pastizales de navajita, predominando Bouteloua 
gracilis, pero la cubierta de gramíneas es más discontinua debido a que éstas no son favorecidas 
por la sombra de los árboles, en donde más bien se establecen hierbas y arbustos, predominando 
especies de Dalea, Senecio, Stevia, Penstemon, Rhus y otros géneros. Entre los zacates amacollados las 
especies más abundantes son de los géneros Muhlenbergia, Heteropogon, Andropogon, Trachypogon, 
Bouteloua (B. curtipendula), Aristida y Elyonurus. 
 
Usualmente estas comunidades se acompañan por arbustos como cedros o táscates (Juniperus), o 
por arbolitos como encinos y piñonero. El pastizal con encino y táscate constituye un ecotono 
entre el pastizal de la zona de los valles y los bosques de encino, pino-encino, o de Juniperus 
(cedro o táscate) y piñoneros. Corresponde al pastizal mediano arborescente y pastizal 
amacollado arborescente de COTECOCA (1979). Se localiza principalmente en el centro-norte 
de Durango, en el pie de monte oriental de la Sierra y en pequeñas serranías aisladas. Las 
temperaturas son más bajas que las que prevalecen en otros pastizales y la precipitación es más 
alta. 
 
Los árboles más comunes son encinos, principalmente Quercus grisea, Q. emoryi y Q. chihuahuensis.El táscate (Juniperus) y el pino piñonero (Pinus cembroides) acompañan a los encinos en varios 
lugares y ocasionalmente son dominantes. Los arbustos son escasos, pero en las partes bajas 
pueden existir matorrales de Acacia, Mimosa, Condalia y otros géneros. La incidencia de arbustos 
aumenta en las barrancas y a lo largo de las corrientes de agua. 
 
De acuerdo con Shreve (1942), la textura y la profundidad del suelo parecen ser los factores que 
determinan la dominancia de zacates o de árboles. Gentry (1957) hizo notar que en algunos 
lugares los pastizales están al lado del bosque sin que se presente una zona intermedia de pastizal 
con encino y cedro, pero por lo común eso no ocurre y se dan áreas de ecotonía. En algunos 
casos, las áreas donde el pastizal se mezcla con cedro parecen ser resultado del manejo y no de la 
topografía y el suelo. Una comparación de imágenes tomadas en 1986 y 2005 (Lámina 34 a-b) 
permite apreciar que en un lapso de dos décadas un área abierta con pastizal amacollado ha sido 
colonizada por táscate (Juniperus deppeana var. zacatecensis). 
 
El origen de los pastizales de clima semiárido templado se remonta al Terciario, después del 
levantamiento de las montañas, con lo que se produjo un nuevo hábitat de clima continental seco 
en el cual fueron desapareciendo los bosques y reemplazándose por herbáceas, principalmente 
gramíneas (Rzedowski 1975). Por otra parte, el área de algunos pastizales adyacentes a los 
bosques parece estarse ampliando gracias al hombre en lugares donde el gradiente climático es 
muy paulatino y el equilibrio entre el bosque y el pastizal es inestable. De acuerdo con Rzedowski 
(1978) solo una ligera influencia humana puede ser suficiente para desplazar el límite entre ambas 
comunidades en favor del pastizal. 
 
Muchas áreas previamente ocupadas por pastizal están ocupadas ahora como tierra para cultivos 
ya que su topografía es más adecuada para fines agrícolas que la de otros tipos de vegetación. 
Debido a las características del clima, principalmente la distribución de la precipitación durante el 
año, los rendimientos son bajos en agricultura de temporal. 
 
El aprovechamiento más adecuado de los pastizales es la ganadería y su productividad puede 
incluso verse incrementada con pastoreo moderado ya que mediante éste se elimina biomasa que 
de otra manera dificulta el crecimiento de los zacates perennes cespitosos y amacollados. Sin 
embargo, en muchos sitios ha habido sobrepastoreo, lo que causa un desequilibrio en la 
 59
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
competencia entre las especies vegetales: la excesiva remoción del follaje de las plantas palatables 
reduce su capacidad fotosintética y disminuye sus reservas por lo que van siendo eliminadas, 
mientras que las no palatables se incrementan, lo que poco a poco reduce la capacidad de carga 
de los pastizales. 
 
Los pastizales afectados por sobrepastoreo están con frecuencia invadidos por gramíneas de mala 
calidad forrajera. Buena parte del pastizal del centro-sur de Durango se encuentra notoriamente 
invadido por zacate rosado (Melinis rosea), una agresiva gramínea procedente de África. Otros 
indicadores de perturbación son los zacates tres barbas (Aristida spp.), Botriochloa barbinodis y 
Chloris virgata, así como el incremento de arbustivas, principalmente gatuños (Mimosa aculeaticarpa 
var. biuncifera o M. dysocarpa) que llegan a formar matorrales densos, o de herbáceas tóxicas para el 
ganado como la alfombrilla (Drymaria arenarioides) y la hierba loca (Astragalus mollissimus). 
 
Sinonimia: pastizal de grama, pastizal con cactus-Acacia (en parte), pastizal con arbustos, pastizal con 
encino-enebro (en parte) (Gentry 1957); pastizal mediano abierto, pastizal mediano arbosufrutescente (en 
parte), pastizal mediano arborescente (en parte), pastizal amacollado abierto, pastizal amacollado 
arbosufrutescente (en parte), pastizal amacollado arborescente (en parte) (COTECOCA 1979). 
 
 
4. MATORRAL (de clima templado) 
 
• En zonas planas o en lomeríos y laderas entre 
1,500 y 2,400 m, sobre suelos de origen 
volcánico de color rojizo a café; en menor 
proporción están sobre suelos derivados de 
calizas. 
• Clima semiseco templado (BS1k); pequeñas 
áreas en seco templado (BSk) y semiseco 
semicálido (BS1h); régimen de lluvias de 
verano y época seca de 6 a 9 meses. 
• Cubre unas 1,283,872 Ha (10.4% de la 
superficie del estado). 
 
Los matorrales de la región de los valles difieren de los matorrales xerófilos de la zona árida y 
semiárida en su fisonomía, composición florística y afinidades ecológicas: 
 
a) Los arbustos son más altos (en condiciones favorables algunos se manifiestan como 
arbolitos) y la cobertura de herbáceas tiene una alta proporción de plantas perennes, de 
tal manera que el suelo presenta una cubierta vegetal permanente, aunque seca durante 
varios meses del año, así como una capa de mantillo. 
 
b) En su composición destacan plantas típicas de este tipo de vegetación como el 
huizache chino (Acacia schaffneri), el mezquite (Prosopis laevigata) y el nopal duraznillo 
(Opuntia durangensis)17, así como muchas especies herbáceas que son comunes en el 
Altiplano Mexicano, a veces compartidas con bosques de clima templado pero ausentes 
en la zona árida y semiárida: Borreria verticillata, Bouvardia ternifolia, Eleocharis densa, E. 
ignota, Karinia mexicana, Sprekellia formosissima, Stevia ovata, S. serrata y Xanthocephalum 
benthamianum, entre muchas otras. Un género endémico a este tipo de vegetación, 
conocido para Durango y San Luis Potosí es Reederochloa. Al mismo tiempo, es notoria la 
ausencia de los géneros característicos del matorral xerófilo. 
 
17 En los matorrales xerófilos se presentan otras especies de Acacia, Prosopis y Opuntia. 
 60
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
c) Estos matorrales se desarrollan en zonas de clima seco o semiseco templado (k), a 
diferencia de los matorrales estrictamente xerófilos de climas secos o semisecos pero 
cálidos (h). Por esta razón, presentan mayor afinidad en su composición con los 
pastizales y los bosques bajos abiertos. 
 
Los matorrales altos de huizache chino (Acacia schaffneri) y/o mezquite (Prosopis laevigata), así como 
los de nopal (Opuntia spp.) y los de táscate (Juniperus spp.) son parte de este tipo de vegetación. En 
general presentan una cubierta herbácea con pastizal y las proporciones entre uno u otro 
elemento son muy variables, por lo que no existe una clara línea divisoria entre los pastizales y los 
matorrales. Esto llevó a Shreve (1942) y a Leopold (1950) a considerar al pastizal con matorral en 
un solo tipo de vegetación: “pastizal con cactus-Acacia” y “mesquite-grassland”, respectivamente. 
El pastizal con cactus-Acacia fue reconocido por Shreve y posteriormente por Gentry (1957) 
como una “asociación arborescente compuesta en general de Opuntias y Acacia schaffneri 
acompañadas por una cubierta de pastizal corto de las comunidades de grama”. Nótese que se 
define como asociación de arbustos acompañada por una cubierta de pastizal y no en la forma 
inversa. El enfoque contrario fue adoptado por la COTECOCA (1979), donde estas 
comunidades fueron reconocidas como pastizales con arbustos. 
 
Forman una zona de transición (ecotono) entre los matorrales xerófilos y los pastizales. Hacia la 
zona de pastizales el matorral se vuelve disperso, pero en las partes más bajas al oriente del 
estado se vuelve más denso y los zacates forman cepas dispersas, con frecuencia protegidas en la 
base de los arbustos (Gentry 1957). Los zacates dominantes son los mismos que en el pastizal de 
navajita. Las partes más planas están cubiertas por gramíneas cespitosas y bajas o medianas, 
principalmente especies de Bouteluoa. En suelos rocosos y laderas predominan los zacates 
amacollados como Bouteloua curtipendula, Muhlenbergia spp. y Heteropogon contortus. 
 
La presencia de arbustivas se incrementa en suelos poco profundoso rocosos. En ocasiones la 
población de arbustos es más densa sobre declives abruptos y cauces pedregosos y la cubierta de 
pastizal destaca en los declives suaves y en mesetas. Estas comunidades se presentan en la parte 
centro y sur de la región de los valles, hasta Zacatecas. 
 
Muchas de las áreas de matorral de nopal o huizache del centro y sur de los Valles se localizan 
sobre mantos basálticos (“breña”) y en buena parte su carácter xerófito está determinado por el 
substrato. A veces la cubierta de pastizal es casi nula ya sea por razones naturales, por ejemplo 
cuando el substrato es una capa casi continua de basalto que no permite el establecimiento de 
vegetación excepto en las grietas, o debido a sobrepastoreo. 
 
Una mezcla de elementos de diferentes orígenes se presenta en lomeríos de Nombre de Dios (La 
Parrilla) entre 2,100 y 2,200 m: un pastizal de B. gracilis y B. curtipendula se combina con Opuntia 
durangensis, Tecoma stans, Mimosa aculeaticarpa var. biuncifera, Acacia schaffneri, Agave salmiana 
(naturalizado), Bouvardia ternifolia, Salvia y Juniperus, además de elementos relictuales de matorral 
xerófilo como Fouquieria splendens y Agave asperrima y de elementos de matorral subtropical como 
Bursera fagaroides e Ipomoea murucoides que llegan desde El Mezquital a través de cañaditas. 
 
En el sur de la región de los valles, una agresiva especie leñosa, la jarilla (Dodonaea viscosa) está 
tomando la dominancia sobre los demás arbustos y afectando incluso la cubierta de pastizal. 
 
4.1. Matorral espinoso (Acacia schaffneri y/o Prosopis laevigata) (Láminas 8, 9 a,b) 
 
El huizache chino (Acacia schaffneri), con frecuencia combinado con nopal, es dominante en 
laderas y planicies del centro y sureste del estado. Los pastizales con Acacia shaffneri, cuyas copas 
 61
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
son extendidas horizontalmente, presentan un aspecto que recuerda al de las sabanas africanas 
(Rzedowski 1966, 1978). Hacia el centro-norte del estado A. schaffneri llega ocasionalmente a 
formar matorrales densos pero el huizache dominante hacia el norte es el largoncillo (A. 
constricta). 
 
El mezquite (Prosopis laevigata) es dominante en suelos profundos sobre depósitos aluviales y 
coluviales. Esta especie de mezquite alcanza también a mezclarse con elementos de la zona árida, 
en Cuencamé18. 
 
Acacia schaffneri y/o Prosopis laevigata con Opuntia durangensis, escaso Celtis laevigata y densa cobertura 
del zacate invasor Melinis rosea, son elementos comunes en lomeríos del centro-sur de Durango 
entre 1,700 y 1,900 m. En la base de la Sierra del Registro, entre 1,900 y 1950 m, A. schaffneri se 
mezcla con Opuntia durangensis, Prosopis laevigata, Tecoma stans, Celtis laevigata y Trixis angustifolia, así 
como con escasos Forestiera, Bursera fagaroides, Aloysia, Dalea bicolor, Dodonaea viscosa (que se vuelve 
dominante en manchones), Montanoa, Agave durangensis y Dasylirion durangense. En otros sitios hasta 
a 2,100 m, A. schaffneri y P. laevigata se combinan con escaso Agave cf. salmiana, Opuntia, Celtis 
laevigata y Yucca con estrato arbustivo inferior de Baccharis pteronioides, Brickellia veronicaefolia y Trixis 
angustifolia; Plumbago es común en áreas de disturbio en lomeríos al S de la ciudad de Durango. 
 
En franjas de contacto con el pastizal con arbustos son comunes otras especies de Acacia, así 
como Mimosa, Condalia, Calliandra, Yucca y otros géneros. Abundan también las especies 
subfrutescentes y herbáceas, principalmente de Brickelia, Viguiera, Eupatorium, Salvia y Verbena. 
 
En sitios con mayor humedad, los matorrales de mezquite y de huizache chino pasan a ser 
comunidades de bosque xerófilo espinoso (ver 15.1). 
 
El matorral espinoso de Acacia schaffneri y Yucca decipiens alcanza la cota de los 2,400 m en el 
declive oriental de la Sierra Madre Occidental, mezclado con el bosque bajo abierto. 
 
En el mapa de vegetación de México de Leopold, el mezquite-grassland ocupa alrededor de una 
tercera parte del estado de Durango; buena parte de esa área corresponde a lo que el mismo 
Leopold denominó “short grass plain” y una pequeña parte corresponde al “mesquite scrub”, 
ambos tratados como subtipos bajo el enunciado de “mesquite-grassland”. Otra parte está 
cubierta por matorrales xerófilos. 
 
Sinonimia: pastizal con cactus-Acacia (Shreve 1942); mesquite-grassland (Leopold 1950); pastizal mediano 
arbosufrutescente (en parte), pastizal amacollado arbosufrutescente (en parte) (COTECOCA 1979). 
 
4.2. Matorral crasicaule (Opuntia) (Lámina 9 c,d) 
 
En Durango son comunes las nopaleras (matorrales de Opuntia), principalmente sobre suelos 
someros de origen ígneo en laderas de cerros y en el área de “la breña” entre 1,900 y 2,300 m. La 
abundancia de nopal parece estar favorecida por factores edáficos, pero también el disturbio 
causado por sobreexplotación de los pastos con fines ganaderos aumenta mucho la incidencia de 
especies e individuos de Opuntia. 
 
En el centro y sur de Durango la especie dominante es Opuntia durangensis, nopal de aspecto 
arbóreo que en ocasiones alcanza a medir más de 7 m de altura. Esta formación alcanza su 
máxima expresión hacia el sur, en el estado de Zacatecas. Las nopaleras arborescentes, 
principalmente de duraznillo (Opuntia durangensis), puras o combinadas con Prosopis o con Acacia, 
 
18 Hacia el oriente, en la zona árida, el mezquite dominante es Prosopis glandulosa, que forma matorrales 
bajos. 
 62
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
ocupan laderas pedregosas del centro y sureste del estado, entre 1,800 y 2,100 m. Las 
comunidades de O. durangensis se desarrollan principalmente hacia la franja central del estado y a 
esa especie corresponden las nopaleras del área de la breña y de los alrededores de la ciudad de 
Durango. 
 
Opuntia durangensis con Prosopis laevigata y Acacia schaffneri, escaso palo blanco (Celtis reticulata) y muy 
escasa Bursera palmeri (arbustiva) se asocian al E de La Ferrería, entre 1,900 y 1950 m. 
 
Más hacia el oriente, el dominante es otro nopal duraznillo, Opuntia leucotricha que forma 
comunidades más bajas (±2 m de altura). Una asociación de O. leucotricha con O. streptacantha, O. 
megacantha, Cylindropuntia imbricata, C. leptocaulis, Acacia, Prosopis, Mimosa, Fouquieria y Condalia es 
descrita por COTECOCA (1979) con el nombre de matorral mediano espinoso crasicaulescente, 
para parte de los municipios de Canatlán y San Juan del Río. 
 
Las especies de Opuntia comparten con frecuencia la dominancia con Acacia schaffneri, dando lugar 
al pastizal con cactus-Acacia descrito antes. Opuntia y Acacia se combinan en grados diversos, 
Opuntia siendo dominante en áreas rocosas o en lomeríos de suelo somero y Acacia en suelos 
aluviales en bajíos o en llanos. 
 
Sinonimia: pastizal con cactus-Acacia (Shreve 1942); pastizal mediano arbosufrutescente (en parte) 
(COTECOCA 1979). 
 
4.3. Matorral de sotol (Dasylirion) (Lámina 10 a) 
 
Se desarrolla en lomeríos y partes bajas de sierras con afloramientos de origen ígneo 
(principalmente riolitas) en el sureste de Durango, entre 1,900 y 2,200(-2,400) m. 
 
Dasylirion durangense se asocia con maguey cenizo (Agave durangensis) y con huizache chino (Acacia 
schaffneri). En áreas afectadas por disturbio se combina con jarilla (Dodonaea viscosa). El sotol y la 
jarilla son favorecidos por incendios y toman el lugar de bosques de encino que han sido 
eliminados por fuego o por tala. 
 
En los municipios de Durango, Poanas y El Mezquital se presentan comunidades en donde 
Dasylirion es prácticamente el dominante fisonómico, acompañado únicamente por hierbas y 
zacates. 
 
4.4. Matorral perennifolio (Juniperus y Rhus) [MJ] (Lámina 10 b-d) 
 
Se presenta en pie de monte, laderas suaves y terrenos planos en la base oriental de la Sierra y en 
algunas serranías aisladas, con frecuencia formando áreas de transición entre el pastizal y el 
bosque bajo abierto. Se localiza en pequeñaspoblaciones aisladas o en franjas angostas. Ocupan 
lugares con clima semiseco templado BS1k., tanto en substratos de origen ígneo como 
sedimentario. 
 
Algunos matorrales de táscate, como los de J. coahuilensis, parecen representar comunidades 
primarias adaptadas a sitios con escasa humedad. Otros son de origen secundario, a veces 
derivados de bosque de pino piñonero o de encino. Se ha observado la repoblación por J. 
deppeana var. zacatecensis en áreas abiertas cercanas a bosque de encino y en sitios en donde el 
bosque de pino ha sido eliminado por fuego. 
 
Los cedros o táscates (principalmente Juniperus coahuilensis) se asocian con Rhus. Rhus virens y R. 
aromatica llegan a ser elementos dominantes en algunos sitios. 
 63
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
En afloramientos de roca caliza en el municipio de Nombre de Dios, entre 2,150 y 2,250 m, J. 
coahuilensis y Rhus (Rhus microphylla, R. virens, Rhus sp.) se asocian con Salvia, Montanoa, Forestiera, 
Agave asperrima, Fouquieria splendens, Ipomoea murucoides, Tecoma stans, con una densa cubierta de 
pastizal de Bouteloua gracilis y B. curtipendula y un estrato arbustivo inferior con Condalia ericoides, 
Salvia spp., Jatropha dioica, Calliandra y Bursera fagaroides. Phoradendron minutifolium se presenta como 
hemiparásita sobre Juniperus. 
 
En el municipio de Durango, al S de Morcillo, se desarrolla un matorral de J. coahuilensis en 
laderas y terreno casi plano, substituido por bosque bajo abierto de Quercus en la parte superior de 
los lomeríos. 
 
Hacia el norte, en las cercanías de La Zarca, Juniperus se asocia con pastizal y con Yucca, Mimosa, 
Acacia constricta var. vernicosa, A. schaffneri y Berberis trifoliolata. Muchos de sus componentes 
herbáceos son los mismos que se encuentran en el matorral y el pastizal, las comunidades con las 
que muestra mayor similitud de preferencias ecológicas. Gentry (1957) estudió algunas 
asociaciones de pastizales con individuos aislados de Juniperus a las que llamó pastizal con encino-
enebro; encontró que los pastos y los cedros no se encuentran mezclados, sino más bien 
intercalados en manchones con dominancia de uno u otro, dependiendo de la topografía y el tipo 
de suelo. 
 
En cañadas con matorral perennifolio del norte y oriente de Durango se asocian a Juniperus y Rhus 
diversas Rosáceas arbustivas de hoja coriácea como Lindleya mespiloides, Malacomeles psilantha 
(Amelanchier denticulata), Cercocarpus fothergilloides var. mojadensis, C. montanus, Purshia mexicana, P. 
plicata, Vauquelinia californica y V. corymbosa. 
 
En áreas de ecotonía entre pastizal y bosque bajo abierto de Quercus grisea, Juniperus deppeana var. 
zacatecensis forma matorrales abiertos. En la Boca del Mezquital, entre 2,000 y 2,050 m se asocia 
con elementos xerofíticos como Opuntia, Agave durangensis, Dasylirion durangense y Dalea bicolor y con 
pastizal dominado por Muhlenbergia spp., B. curtipendula y compuestas, principalmente Viguiera 
linearis. En este caso, Quercus grisea se desarrolla sobre el fondo del cañoncito pero lo usual es que 
se presente a mayores elevaciones que el matorral. 
 
Ocasionalmente, los Juniperus típicos de matorral se desarrollan como árbol, pero siempre bajos 
(menos de 4 m) y muy dispersos, formando bosquetes. Esta es probablemente su forma original, 
desarrollándose como arbustos en respuesta al disturbio. Estas comunidades son equivalentes al 
'bosque templado bajo de escuamifolios' de González Medrano (2003). 
 
Sinonimia: Pastizal con encino-enebro (en parte) (Gentry 1957); pastizal amacollado arbosufrutescente 
(en parte), pastizal amacollado arborescente (en parte) (COTECOCA 1979). 
 
 
 
 
OTRAS COMUNIDADES 
 
Pastizal halófilo de pajón (Sporobolus airoides) (Lámina 6 c) 
 
En el centro-sur de Durango, entre 1,800 y 2,000 m, en partes bajas de valles temporalmente 
inundables con suelo limo-arcilloso o arcilloso, alcalino (pH de 8.4 a 9) y moderadamente salino 
se presentan comunidades halófilas de pajón (Sporobolus airoides). Esta planta robusta, hasta de 1 m 
de alto, con hojas pungentes, forma densas colonias y se acompaña de Distichlis spicata, Eragrostis 
 64
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
obtusiflora y a veces Eleocharis rostellata y Sporobolus spiciformis. De este tipo de sitios se registra 
también la rara gramínea Reederochloa eludens. 
 
Estas comunidades se mezclan de manera gradual con los matorrales o con bosque xerófilo 
espinoso de mezquite y huizache (P. laevigata y Acacia schaffneri) y con gramíneas como navajita 
(Bouteloua gracilis), banderilla (B. curtipendula) y Muhlenbergia rigida. En áreas muy alcalinas 
representan la única vegetación a la orilla de zonas con fuerte afloramiento de sales. 
 
Las asociaciones de S. airoides con hidrófitas fueron denominadas pastizal de ciénega por Gentry 
(1957) (Ver 14.1.1). 
 
 65
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
REGIÓN DE LA SIERRA 
SUBREGIÓN PIEDEMONTE Y SIERRAS AL ORIENTE 
 
Los ambientes correspondientes a esta subregión se presentan de manera fragmentaria entre los 
bosques de clima templado y frío de la sierra y la zona de pastizales y de matorrales de la región 
de los valles. Los principales tipos de vegetación son: 
 
 
5. CHAPARRAL [CH] (Lámina 11 a) 
 
• En áreas de suelo somero, con fuerte afloramiento 
de roca de origen ígneo, sobre laderas o collados. 
• Entre los 2,000 y 2,500 m.19 
• Clima semiseco templado (BS1k) con lluvias de 
verano.20 
• Cubre, en conjunto con los chaparrales 
secundarios de la Sierra, unas 70,356 Ha (0.6% de 
la superficie del estado). 
 
 
Son matorrales usualmente muy densos, de ramificación 
intrincada, de 0.5 a 2(4) m de alto, perennifolios, esclerófilos (hojas coriáceas), dominados por 
manzanita (Arctostaphylos pungens) y/o por charrasquillo (Quercus depressipes). 
 
Las especies dominantes tienen hojas perennes y endurecidas, al igual que otros arbustos 
acompañantes como Garrya wrightii, Cercocarpus montanus, Comarostaphylis polifolia y Amelanchier. Las 
hojas coriáceas les confieren resistencia a los vientos desecantes y a períodos prolongados de 
sequía, características que los asemejan con los chaparrales de Baja California y SW de los 
Estados Unidos. Sin embargo, los chaparrales de Durango (como los de la mayor parte de 
México), se desarrollan en clima templado con lluvias en verano, a diferencia de los del norte, que 
son de clima mediterráneo (con lluvias de invierno y verano seco). En ambos casos, los incendios 
son frecuentes y las especies características del chaparral presentan adaptaciones ya sea para 
germinar o para regenerarse después del fuego. 
 
La manzanita es particularmente abundante en la vertiente oriental de la Sierra y en serranías al 
oriente, aunque también se llega a desarrollar en algunos sitios hacia la vertiente occidental. Tiene 
una amplia tolerancia ecológica y juega diferentes papeles en las comunidades: puede formar 
parte del sotobosque en bosques no perturbados; formar densas cubiertas (chaparral secundario) 
en sitios previamente ocupados por bosque, en cuyo caso depende del fuego para su renovación 
(Márquez et al. 2006ª, b); o ser dominante en matorrales (chaparrales) de sitios con baja humedad 
ambiental debido a desecación por viento (ej. sobre collados o “puertos”), o con baja 
disponibilidad de humedad ambiental o edáfica (suelos muy someros sobre afloramientos de 
roca) (Casas et al. 1995). 
 
 
19 Los chaparrales secundarios, tratados junto con la vegetación de la Sierra, se desarrollan hasta a 3,100 m 
de elevación. 
20 Los secundarios se presentan en clima templado y semifrío. 
 66
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Los chaparrales en este último caso parecen representar comunidades primarias y tienen 
características afines a las de los chaparrales californianos. Los de bajas elevaciones se desarrollan 
en áreas de transición entre los pastizales y los bosques semihúmedos en las laderas secas de las 
serraníasy en los flancos a sotavento de la Sierra Madre, en zonas limítrofes entre los climas BS y 
Cw; la humedad ambiental es escasa debido a la desecación por corrientes de viento. 
 
Los chaparrales constituyen a veces el estrato arbustivo de bosques muy abiertos de pino 
piñonero (Pinus cembroides). Uno de los dos géneros endémicos de Durango, Megacorax, se conoce 
de este tipo de comunidades en la Sierra de Coneto (González et al. 2002). 
 
Otro tipo de chaparral es el que se presenta en partes altas de las serranías del oriente de 
Durango como la Sierra del Rosario, donde predominan encinos arbustivos (Quercus aff. pringlei) 
con A. pungens, Rhus virens, Lindleya mespiloides (charrasquillo), Garrya, Vauquelinia californica, V. 
corymbosa y Agave. 
 
Una variante del chaparral sin manzanita son comunidades con Quercus, Rhus, Cowania, Cercocarpus 
y Forestiera acompañadas de elementos del matorral xerófilo (Dasylirion, Opuntia, Mimosa, 
Eysenhardtia y otros) que se registran para Poanas en las cartas de uso del suelo de DETENAL 
(1978). Otra asociación en la que predominan especies de Quercus y Forestiera, así como Bursera 
fagaroides se localiza como manchones de matorral inerme, alto o mediano alto (2.5 a 5 m) en 
laderas pedregosas con suelo somero al SE de Durango. Ésta es afín al “chaparral sin 
Arctostaphylos” y también a comunidades reconocidas como matorral submontano por Rzedowski 
(1966) para San Luis Potosí. 
 
Comunidades más o menos similares se localizan entre los municipios de Peñón Blanco y 
Guadalupe Victoria, también al oriente del estado, pero en este caso faltan los elementos 
xerófilos y el chaparral está más bien asociado con especies de bosques de pino y encino, 
principalmente de Pinus, Juniperus, Arctostaphylos y Arbutus. 
 
Asociaciones similares pero más densas se presentan en las partes más abruptas de la breña 
(manto basáltico) en el centro-sur de Durango, en pequeñas áreas del municipio de Poanas, 
donde los dominantes son Quercus spp., Celtis reticulata y Forestiera, a veces con elementos de 
bosque bajo abierto de P. cembroides. 
 
Sinonimia: Matorral esclerófilo submontano (González Q. 1974). 
 
 
 67
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
6. BOSQUE BAJO ABIERTO [B(a)] (Láminas 11 b-d, 12) 
 
• En el pie de monte y laderas con escasa 
pendiente de partes bajas de la Sierra Madre, 
en una franja de transición entre los bosques 
de clima templado semihúmedo de la sierra y 
los matorrales y pastizales del altiplano; 
también en lomeríos y sierras bajas y en partes 
altas de serranías al oriente del estado. 
• Elevaciones entre (1,900-)2,100 y 2,500 m en 
el declive oriental de la Sierra, rara vez hasta a 
2,800 m (en Ocampo y en la en la Sierra El 
Rosario). Unas pocas áreas tan bajas como 
1,500 m en el declive occidental de la Sierra 
Madre Occidental. 
• Clima semiseco templado (BS1kw, BS1kwe); en menor proporción en clima templado 
subúmedo de baja humedad (C(w0)). Lluvias de verano, temporada seca de enero a junio, 
precipitación anual de 600 a 800 mm y temperaturas medias de 17 a 19°C. 
• Ocupa unas 695,310 Ha (5.6% de la superficie del estado). 
 
Estas comunidades no son bosques propiamente dichos ya que la cobertura del dosel arbóreo 
usualmente es inferior a 20%. Son asociaciones de árboles bajos (menores de 8 m), por lo general 
muy espaciados. A mayores elevaciones y en sitios con mayor humedad ambiental, 
ocasionalmente los árboles forman una comunidad densa, a veces muy baja (2-4 m) ya sea de 
pino piñonero (Pinus cembroides) o de encino. 
 
Las principales especies de árboles son el piñonero (P. cembroides) y encinos ya sea blancos (Q. 
chihuahuensis, Q. grisea) o rojos (Q. eduardii o Q. emoryi). Los encinos y otras latifoliadas son 
caducifolios. Hacia sus límites superiores de distribución pueden estar presentes también el pino 
chino (P. chihuahuana), encino blanco (Quercus arizonica) y madroño (Arbutus arizonica). A bajas 
elevaciones los elementos arbóreos son más espaciados y destaca más bien la cubierta herbácea 
dominada por gramíneas amacolladas. 
 
El estrato arbustivo está compuesto por táscate (Juniperus deppeana), manzanita (Arctostaphylos 
pungens), charrasquillo (Quercus depressipes), gatuño o uña de gato (Mimosa aculeaticarpa var. biuncifera 
y M. dysocarpa), sotol (Dasylirion), nopales (Opuntia) y ocasionalmente Garrya wrightii, Rhus aromatica 
var. trilobata, R. virens, Citharexylum altamiranum y Agave parryi. Juniperus deppeana se ve favorecido 
por aclareos de pinos y encinos y A. pungens se incrementa en áreas que han sido incendiadas. El 
huizache chino (Acacia schaffneri) es componente frecuente en zonas de ecotonía con los 
matorrales. 
 
Entre los elementos herbáceos y subfrutescentes destacan varias especies de zacates altos y 
amacollados como los zacates colorados (Elyonurus barbiculmis, Heteropogon contortus, Schizachyrium 
cirratum, S. sanguineum y Trachypogon secundus), Piptochaetium fimbriatum zacate liendrilla (Muhlenbergia 
rigida), zacatón (M. emersleyi y M. pubescens), banderilla (Bouteloua curtipendula), navajitas (Bouteloua 
gracilis y B. hispida) y tres barbas (Aristida spp.), así como Helianthemum glomeratum (hierba de la 
gallina), diversas especies de Compuestas como Stevia serrata (borregos), Psacalium amplum (pata de 
vaca), Tagetes lucida (hierbanís), Viguiera spp.; Labiadas como Salvia spp. y otras herbáceas. 
 
 68
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Sinonimia: Este tipo de vegetación se conoce en inglés como “woodland” (pine-oak woodland, 
oak woodland, pinyon-juniper woodland) y en España se le da el nombre de “parque”. Equivale 
al montane low forest de Muller (1947) y corresponde, en parte, al pastizal con encino-enebro de 
Gentry (1957) y al pastizal amacollado arborescente de la COTECOCA (1979). 
 
 
Las asociaciones más comunes del bosque bajo abierto son: 
 
6.1. Bosque de pino [B(a)P] 
 
Bosque de piñonero (Pinus cembroides) [B(a)Pc] 
 
El piñonero llega a ser el dominante fisonómico en laderas y mesas, tanto en áreas rocosas de 
suelo somero como en suelos profundos en el piedemonte oriental de la Sierra y en partes bajas 
de serranías. Los árboles son de 5 a 8 m de alto, y la cobertura del dosel varía entre 2 y 20% 
aunque en cañadas y sitios húmedos llega a alcanzar hasta 80%. El Juniperus más comúnmente 
asociado es J. deppeana; en áreas secas la palma Yucca decipiens y Opuntia también forman parte de 
los bosques de P. cembroides. En la Sierra de La Candela, el piñonero se asocia con Juniperus 
coahuilensis y con elementos de matorral como Acacia y Opuntia entre 2,000 y 2,250 m s.n.m. Las 
afinidades florísticas de las comunidades de pino piñonero son hacia el norte21. 
 
En áreas abiertas con fuerte afloramiento rocoso con bosque de P. cembroides y chaparral en la 
Sierra de Coneto se desarrollan Megacorax gracielanus (Onagraceae), un género microendémico y 
Mammillaria theresae Cutak, especie microendémica (González et al. 2002; López et al. 2003). La 
zona representa una isla de vegetación de clima semiseco templado al occidente del desierto 
chihuahuense. En los afloramientos rocosos donde se presenta M. theresae destacan por su 
cobertura y frecuencia Selaginella schaffneri, S. rupincola y S. pilifera así como Gramíneas, plantas 
crasas (Crasuláceas y Portulacáceas) y musgos. 
 
El piñonero se presenta espaciadamente, con arbustos como Q. depressipes, A. pungens y escasos 
Garrya wrightii, Nolina durangensis, N. juncea y Agave parryi. Otros árboles muy escasos son P. 
chihuahuana, Q. eduardii, Q. emoryi y Yucca sp. En los sitios más secos crecen Quercus chihuahuensis, 
Mimosa aculeaticarpa var. biuncifera, M. dysocarpa, Dalea bicolor y Verbesina chihuahuensis, mientras que 
en cañaditas con mayor humedad ambiental se presentan Quercus oblongifolia, Ceanothus greggii, 
Purshia mexicana y, muy espaciados, Arbutus arizonica, Quercus rugosa, Q. sideroxyla y Comarostaphylis 
polifolia (López et al. 2003), estos últimos evidentemente representando relictos deépocas en 
donde el bosque húmedo cubría áreas más extensas. 
 
Bosquete de Pinus engelmannii (pino real) y/o P. chihuahuana (pino chino) 
 
Pinus engelmannii llega a ser dominante en algunas áreas a pie de monte y orillas de llanos en zonas 
intermedias entre los bosques bajos abiertos y los de clima más templado y húmedo. Estas 
comunidades se tratan como bosquetes por cubrir superficies menores a 2 km2. 
 
En la Sierra de Coneto, entre 2,200 y 2,300 m se desarrollan comunidades de Pinus chihuahuana y 
P. engelmannii con sotobosque de Quercus depressipes. De estas comunidades fue descrito Megacorax 
gracielanus, uno de los dos géneros endémicos al estado de Durango. 
 
 
21 Por ejemplo, más de la cuarta parte del estado norteamericano de New Mexico está cubierto por 
pinyon-juniper woodland. 
 
 69
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
6.2. Bosque de encino [B(a)Q] (Lámina 12) 
 
Se trata de encinares xerófilos que se desarrollan en el pie de monte oriental de la Sierra así como 
en serranías del centro y oriente de Durango y en algunas laderas medias del declive occidental de 
la Sierra. En ellos pueden predominar los encinos blancos (Quercus chihuahuensis, Q. grisea y/o Q. 
arizonica) o los encinos rojos ("colorados": Q. eduardii, Q. emoryi), a veces con encino roble (Q. 
conzatii) o con Q. oblongifolia. En áreas de disturbio son comunes los “enjambres híbridos”, 
poblaciones de híbridos de especies de Quercus (Bacon y Spellenberg 1996). 
 
En las partes bajas los encinos se mezclan con Acacia y Mimosa y en las partes altas con Pinus 
cembroides. En muchos casos no hay estrato arbustivo; en otros pueden encontrarse Arctostaphylos 
pungens, Citharexylum altamiranum, Forestiera durangensis o Fraxinus rufida. 
 
En sitios perturbados los bosques bajos de encino están siendo reemplazados por matorrales de 
jarilla (Dodonaea viscosa) y ésta es ya un elemento común en el estrato arbustivo del bosque bajo 
abierto (Casas et al. 1995). Aunque Q. eduardii y otros encinos tienen una tolerancia relativamente 
alta al disturbio gracias a su capacidad de regeneración a partir de tocones o de la parte 
subterránea del tallo, en muchos sitios están siendo desplazados por jarilla. 
 
Cuando el bosque bajo abierto de encino tiene una estructura sencilla con solo un estrato arbóreo 
y otro herbáceo en el que dominan gramíneas se reconoce la asociación denominada por Gentry 
(1957) como pastizal con encino-enebro, en la que predomina uno u otro estrato dependiendo de 
la topografía y la altitud. 
 
A medida que se avanza en latitud hacia el norte se reduce la elevación a la que se presentan 
especies de encino de bosque bajo abierto. 
 
Quercus chihuahuensis es el encino que se desarrolla a menores altitudes (1,400 a 2,200 m) en el 
declive oriental de la Sierra. Forma comunidades de 3 a 4 m de alto. Es dominante en la Sierra 
del Registro, así como en el límite inferior del bosque bajo abierto en la Sierra de Gamón y en 
otras serranías. Entre los elementos acompañantes están Montanoa, Agave durangensis, Dasylirion 
durangense y Bouvardia ternifolia. 
 
Quercus grisea, otro encino blanco, es común entre 1,700 y 2,600 m. En áreas de transición con los 
bosques de clima más húmedo y frío Quercus arizonica llega a formar comunidades puras y abiertas 
en pies de monte y orillas de llanos. En la vertiente W de la sierra, en transición con las 
comunidades semitropicales, se desarrollan bosques abiertos de Q. arizonica y de Q. chihuahuensis. 
 
Un par de encinos rojos muy similares entre sí, Quercus eduardii y Q. emoryi son con frecuencia 
dominantes entre 1,650 y 2,500 m en el pie de monte de la Sierra Madre Occidental y en serranías 
al oriente. Quercus eduardii al sur del estado en ambas vertientes de la Sierra y Q. emoryi al centro y 
norte. En zonas intermedias se encuentran híbridos entre ambos. 
 
Quercus eduardii y Q. conzattii forman una comunidad arbustiva en sitios muy perturbados al sur de 
la ciudad de Durango. Ambas especies, con características morfológicas muy diferentes entre sí, 
llegan a formar enjambres híbridos (Bacon y Spellenberg 1996). En sitios menos perturbados, 
estas especies se combinan con Q. chihuahuensis, Q. grisea, así como con Arctostaphylos pungens en 
sitios sometidos a incendios para favorecer el crecimiento de gramíneas, o con las xerofíticas 
Agave, Mimosa, Dasylirion y Yucca en áreas con suelo muy somero. 
 
Quercus oblongifolia, un encino de hojas azulosas, forma parte de los bosques bajos abiertos entre 
1,750 y 2,300 m en la vertiente oriental de la sierra y en serranías al oriente. 
 70
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
En el ecotono con el matorral, escasos Q. emoryi, Q. chihuahuensis y Garrya se asocian con huizache 
(Acacia schaffneri) y Opuntia, por ejemplo en la Sierra de Gamón a 2,330 m; a los 2,440 m el bosque 
bajo abierto está más definido, dominado por Q. chihuahuensis, Q. emoryi y P. cembroides con A. 
pungens, Q. depressipes y huachichile (Loeselia mexicana) en el estrato arbustivo. 
 
En el declive occidental de la Sierra se presentan bosques bajos y abiertos en climas semicálidos, 
en una franja entre los bosques templados y los tropicales: 
 
Los dominados por roble (Quercus resinosa) presentan una amplia distribución entre 1,700 y 2,300 
m, a veces asociados con Q. eduardii y Q. viminea y/o con pinos. Muchas de estas comunidades 
están siendo substituidas por matorrales de Dodonaea. 
 
Quercus cf. chihuahuensis es común en sitios secos entre 1,550 y 1,600 m. Estos arbolitos de copa 
ancha y tronco retorcido están combinados a veces con Quercus coccolobifolia y con elementos 
tropicales como vinorama (Acacia farnesiana), tepehuaje (Lysiloma acapulcensis) y Acacia pennatula; 
forma bosquecitos muy abiertos de entre 4 y 7 m de alto (p. ej. en El Purgatorio, mpio. 
Tepehuanes). 
 
6.3. Bosque mixto [B(a)PQ] (Lámina 11 b-d) 
 
Son comunidades de pino y encino donde los encinos se combinan con piñonero (Pinus 
cembroides), a veces acompañados de pino real (Pinus engelmannii) o pino chino (P. chihuahuana) y de 
madroño (Arbutus arizonica). Entre los encinos blancos destacan Quercus chihuahuensis, Q. grisea o Q. 
oblongifolia y entre los rojos Q. eduardii y Q. emoryi. 
 
La asociación más común es la de Pinus cembroides y Quercus spp., con frecuencia con Arctostaphylos 
pungens. Se desarrolla en el piedemonte oriental y áreas bajas de la Sierra entre 2,100 y 2,550 m y 
hasta los 2,800 m en serranías de la región central y oriental de Durango. Hacia sitios más secos 
destaca la presencia de elementos xerófilos como Opuntia, Agave, Cactáceas y palmas (Yucca). En 
áreas del centro y sur de Durango se presenta también el zacate cortador (Nolina juncea). 
 
Pinus chihuahuana llega a ser dominante en bosques intermedios con los de clima más húmedo. En 
partes bajas se asocia con Q. eduardii, P. engelmannii y Juniperus deppeana, con A. pungens y Quercus 
striatula en el estrato arbustivo. Hacia los límites superiores del ecosistema de bosques de clima 
semiseco templado, en ecotonía con los de clima templado subhúmedo, P. chihuahuana se asocia 
con P. engelmannii, Quercus grisea, Q. arizonica y/o Q. laeta. 
 
El pino real (P. engelmannii) se asocia en sus límites inferiores de elevación (2,000-2,200 m) con P. 
chihuahuana, P. cembroides, Quercus eduardii, Q. emoryi y Arbutus arizonica. Como en otros bosques 
bajos abiertos los arbustos comunes son Juniperus deppeana y Arctostaphylos pungens. 
 
En la vertiente W de la sierra, en áreas de transición con los bosques tropicales, varios elementos 
del bosque bajo abierto se mezclan con elementos tropicales formando comunidades mixtas. Una 
de las más comunes es la de Pinus chihuahuana con Quercus spp. 
 
En la región de las quebradas entre 1,900 y 2,400 m se desarrolla un tipo de bosques mixtos 
semisecos con influencia tropical, en los que destacan Pinus luzmariae, P. oocarpa y/o P. lumholtzii 
combinados con robles (Quercus resinosa, Q. magnoliifolia,Q. radiata y/o Q. urbanii) o con encinos 
colorados (Quercus viminea, Q. gentryi). Quercus praineana es un elemento poco común, restringido a 
este tipo de ecosistemas. 
 
 71
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Quercus resinosa se asocia con Pinus aff. chihuahuana, Q. eduardii y Pinus luzmariae en áreas de El 
Mezquital. Otras asociaciones en áreas de las partes medias de las Quebradas son las de Quercus 
arizonica y Q. chihuahuensis con P. chihuahuana. En sitios menos secos y de mayor elevación, el 
encino duraznillo (Quercus viminea) se mezcla con varias especies de pino. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 72
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
REGIÓN DE LA SIERRA 
SUBREGIÓN DE LA SIERRA MADRE OCCIDENTAL 
 
El macizo de la Sierra Madre Occidental comprende ecosistemas muy diversos: en elevaciones 
sobre los 2,500 m (arriba de los 2,700 m en serranías aisladas) se presentan climas templados (C) 
y semifríos (C(E)); hacia el declive occidental se presentan climas templados a semicálidos desde 
los 1,400 m. Ocupa casi un 40% de la superficie del estado. 
 
Característicos de esta región son los bosques de pino y/o encino, bosques de otras coníferas, 
bosques de encino y pequeñas áreas con bosque mesófilo, así como chaparrales y pastizal 
inducido. La topografía y los suelos someros de la sierra no favorecen las actividades agrícolas ni 
pecuarias, pero albergan a la segunda reserva forestal más grande del país. 
 
Estos bosques representan además el principal generador de los servicios ambientales que 
sostienen nuestra calidad de vida. 
 
Las comunidades de bosque de clima templado o frío más importantes son: 
 
 
7. BOSQUES DE CONÍFERAS 
 
 
• Sobre la Sierra Madre Occidental y partes altas 
de otras sierras; en su mayor parte sobre 
substrato de origen ígneo. 
 
• Desde los 1,400 (en el declive occidental de la 
Sierra) a 3,310 m s.n.m. Son las comunidades 
arbóreas que ocupan los puntos más altos en 
Durango. 
 
• Climas: semifrío subhúmedo C(E)(w); templado subhúmedo con lluvias de verano en 
sus variantes de mayor humedad C(w1) y C(w2); pequeñas áreas con clima semifrío 
húmedo C(E)(m), templado húmedo C(m)w y semifrío con verano fresco largo C(b’). 
Temperaturas medias anuales entre 10 y 15º C y precipitación anual promedio entre 700 
y 1,200(-1,400) mm. 
 
• Cubren unas 611,853 Ha, casi un 5% de la superficie de Durango. 
 
 
Estos bosques permanecen verdes todo el año ya que las coníferas cambian las hojas de manera 
gradual. Incluyen a los dominados por especies de pino así como a pequeñas áreas en las que los 
pinabetes (Pseudotsuga, Abies o Picea) son dominantes y a bosquetes de cedros (Cupressus o 
Juniperus). 
 
Aunque los bosques puros de coníferas se restringen por lo general a las partes altas, hay algunos, 
como los de cedro que se presentan en altitudes iguales o menores que las ocupadas por los 
bosques de encino. Al igual que en el caso de los bosques de encino, los de coníferas llegan a 
menores elevaciones en el declive occidental de la Sierra debido principalmente a las diferencias 
con respecto a la humedad disponible. 
 73
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
La mayor parte de los bosques de coníferas en Durango son comunidades clímax, pero unos 
pocos parecen ser comunidades secundarias originadas por perturbación de la comunidad 
original. 
 
 
7.1. Bosques de pino [BP] (Lámina 13) 
 
Entre los bosques de coníferas, los más conocidos son los de pino, tanto por la superficie que 
ocupan como por el número de variantes que presentan y por la amplitud de condiciones 
ecológicas a las que se adaptan. Presentan dominancia (80% o más) de especies de pino. 
 
Se localizan sobre la Sierra Madre Occidental, de los 2,400 a los 3,310 m en la vertiente oriental, 
mientras que en la vertiente occidental pueden encontrarse desde elevaciones tan bajas como 
1,400 m. 
 
En el aspecto económico estas comunidades representan un recurso muy importante para 
Durango y una de las más importantes fuentes de ingresos. Han sido dañados por 
sobreexplotación y pastoreo aunque en años recientes su manejo ha permitido una mejor 
conservación. 
 
Son comunidades muy diversas en cuanto a su composición, estructura y afinidades ecológicas. 
Para Durango se han registrado 21 especies de pinos (una quinta parte de los conocidos para 
todo el mundo). La estructura de estos bosques varía desde la de los dominados por una sola 
especie en los que en ocasiones existe únicamente un estrato arbóreo, otro herbáceo y otro 
rasante, hasta la estructura compleja de los dominados por varias especies de pino y a veces de 
otros géneros, con dos estratos arbóreos además del arbustivo, herbáceo y rasante y con 
hemiparásitas y epífitas en sitios con clima húmedo. 
 
Entre las principales comunidades de bosque de pino están las siguientes: 
 
Pinus cooperi. Las masas puras de Pinus cooperi son comunes sobre bajíos con suelo profundo, 
partes bajas de laderas y en laderas con escasa pendiente en la Sierra entre 2,500 y 2,750 m, o 
hasta a 3,310 m en mesas y cimas de cerros (ej. sobre el cerro Barajas). Pinus cooperi es endémica 
de la Sierra Madre Occidental. Se conoce únicamente de Chihuahua al sur de Durango y el 
extremo N de Nayarit. 
 
El elemento acompañante de P. cooperi más usual es Juniperus deppeana, pero también pueden 
presentarse Arctostaphylos pungens o la encinilla (Quercus striatula), un arbusto bajo que ha sido 
citado para Durango erróneamente como Q. microphylla. Sobre laderas adyacentes a los bajíos 
donde se desarrolla comúnmente P. cooperi se presentan diversas combinaciones de pino y encino. 
 
Pinus leiophylla se presenta como monodominante o mezclado con P. cooperi. Ambas especies 
son dominantes en bajíos, donde los bosques tienen una composición más simple; hacia las 
laderas la diversidad de especies leñosas se hace más compleja, combinándose con encinos, 
principalmente Q. sideroxyla, que a veces son los dominantes fisonómicos. 
 
Pinus arizonica forma amplias masas puras, principalmente en Santiago Papasquiaro y 
Tepehuanes, entre 2,500 y 2,700 m; en menor extensión se encuentra también en San Dimas. En 
otros sitios se presenta asociado principalmente con P. teocote, Q. sideroxyla y Arbutus spp. 
 
 74
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Pinus teocote es una especie que rara vez forma masas puras pero ocasionalmente lo hace sobre 
laderas pedregosas con suelo pobre. Esos sitios presentan una baja calidad de estación y las 
comunidades son abiertas debido a que la alta pedregosidad superficial no favorece la 
regeneración. 
 
Pinus durangensis forma masas puras sobre laderas con escasa pendiente y clima relativamente 
húmedo al iniciarse el declive de la Sierra hacia el occidente. En condiciones favorables llega a 
alcanzar hasta 42 m de alto y más de 1 m de diámetro troncal. Entre los elementos que se asocian 
están P. arizonica, P. teocote y P. leiophylla. 
 
Pinus ayacahuite es el pino más común en cañadas húmedas. Pinus ayacahuite está ampliamente 
distribuido y domina la vegetación de cañadas en partes altas, principalmente en suelos húmedos 
y bien drenados. Pinus ayacahuite var. brachyptera, P. teocote y P. arizonica se combinan en la Sierra de 
La Candela entre 2,600 y 2,800 m. 
 
En las laderas orientales de la Sierra, donde la precipitación es más escasa, hay bosques abiertos 
de pino real (P. engelmannii) a veces en los límites con los bosques bajos abiertos. El pino chino 
(P. chihuahuana) llega a ser abundante en laderas secas y rocosas, en la periferia de los bosques 
de P. engelmannii o en ecotonías con los bosques bajos abiertos. 
 
Sobre el declive occidental de la Sierra, en partes menos frías por abajo de los 2,400 m hay 
comunidades muy variables en composición y densidad, en donde son comunes Pinus oocarpa, 
P. luzmariae, P. devoniana, P. douglasiana, P. lumholtzii, P. herrerae y P. maximinoi. Entre 
1,900 y 2,100 m ocurren comunidades de pino y madroño con Pinus devoniana, P. maximinoi, P. 
herrerae, P. lumholtzii, P. oocarpa,Arbutus tessellata, A. madrensis y A. xalapensis. Hacia sus límites 
inferiores estas comunidades se substituyen por bosques mixtos. 
 
Sinonimia: En la nomenclatura de COTECOCA se denomina bosque aciculifolio al dominado por 
especies de pino. 
 
7.2. Bosques de pinabete (Abies y/o Pseudotsuga y/o Picea) [BC] (Lámina 14 a-c) 
 
Destacan árboles de copa cónica u oblongo-cónica (pinabetes)22, especies de los géneros Abies, 
Pseudotsuga y Picea, que son coníferas con mayores requerimientos de humedad que los pinos. 
Pueden formar masas puras o mezclarse con pinos y encinos. 
 
Se encuentran en manchones aislados, preferentemente en cañadas y en laderas con exposición al 
norte entre 2,200 y 3,310 m de elevación, con temperaturas relativamente bajas y en ambientes 
protegidos de los vientos secos y de la insolación. 
 
En este grupo destacan los oyameles o cahuites (Abies durangensis), los pinabetes o cahuites 
(Pseudotsuga menziesii) y el cahuite (Pinus ayacahuite). Usualmente se combinan con encinos y otras 
latifoliadas, principalmente Arbutus xalapensis var. bicolor, A. madrensis, Alnus y Cornus. En el estrato 
arbustivo hay Arbutus occidentalis (madroño enano), Ceanothus, Ribes, Rubus, Vaccinium y Pernettya 
Entre las herbáceas características se cuentan Fragaria mexicana (fresilla) y la endémica 
Maianthemum mexicanum. 
 
 
 
22 Los pinos tienen por lo general copa redondeada o cónico redondeada, mientras que los otros géneros 
de Pináceas la tienen cónica u oblongo-cónica. 
 75
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Se desarrollan también especies trepadoras indicadoras de humedad ambiental como Lonicera 
pilosa, Smilax aristolochiaefolia e Hydrangea seemanii (flor de mariposa); esta última es una planta 
endémica de ambientes húmedos y fríos de la Sierra, trepadora sobre rocas y sobre árboles. 
 
Bosques de Pseudotsuga 
 
El pinabete o cahuite (Pseudotsuga menziesii) es dominante en algunas cañadas y laderas húmedas, 
con frecuencia asociado con Abies durangensis y con pinos, principalmente Pinus ayacahuite, pino 
colorado (P. durangensis) y encinos como Q. rugosa, Q. sideroxyla o Q. crassifolia. Se asocian también 
trepadoras indicadoras de humedad ambiental como Lonicera pilosa y Smilax aristolochiaefolia. Se 
conoce de muchos lugares, por ejemplo del Cerro Huehuento; cercanías del aserradero La Flor; 
cañadas y laderas de las Sierras de La Candela y de Promontorio; áreas en Santiago Papasquiaro, 
Tepehuanes, Guanaceví, norte de Tamazula, San Dimas, Pueblo Nuevo y El Mezquital. Un 
pequeño manchón se localiza en Súchil, en la Sierra de Urica, dentro del área de influencia de la 
Reserva La Michilía. En algunas cañadas en la Sierra de Promontorio, Pseudotsuga es el principal 
componente de la vegetación, asociado con Abies, Cupressus, Pinus y Quercus. 
 
Para Durango se han registrado cinco especies de Pseudotsuga: P. macrolepis, P. flahualti, P. rehderi, P. 
guinieri y P. taxifolia. Rzedowski (1978) hace notar que hay profundas discrepancias respecto a la 
taxonomía de las especies de este género y que la mayoría de los botánicos reconocen sólo una 
especie para México: P. menziesii. El mismo criterio es seguido por García y González (2003). Sin 
embargo, se requiere un estudio biosistemático de este complejo de plantas para decidir con 
certeza si existen en Durango una o más especies. 
 
Bosques de Abies 
 
Existen en Durango algunas masas puras de Abies en medio de bosques de pino o de pino-
encino, ocupando sitios más húmedos que éstos, pero lo más común es que Abies se encuentre 
mezclado con otras coníferas, a veces también con encinos, formando parte de bosques mixtos. 
Abies durangensis llega a ser dominante en cañadas y laderas en Cebollitas y Vasco Gil (Canelas), 
Topia, Tepehuanes, Santiago Papasquiaro, San Dimas, Pueblo Nuevo y norte de Tamazula. 
 
En Santa Bárbara, P.N., Abies durangensis se mezcla con Cupressus, Pseudotsuga y Picea en algunos 
sitios y con Pseudotsuga, Cupressus, Pinus ayacahuite, Quercus sideroxyla, Cupressus y Prunus en otros. En 
el predio Las Bayas se asocia con Pseudotsuga, Pinus ayacahuite, P. durangensis, Cupressus, Quercus 
crassifolia, Q. rugosa y Q. sideroxyla y con madroños como Arbutus madrensis y A. tessellata. En Vasco 
Gil (Canelas) se combina con Pseudotsuga y Pinus durangensis. 
 
Abies neodurangensis es una especie de distribución mucho más restringida y de menores 
elevaciones que A. durangensis; en la cañada de Los Bancos esta especie se asocia con pinos y 
encinos. 
 
Asociaciones con Picea 
 
Picea chihuahuana es una especie de distribución geográfica muy restringida, de tipo relictual, 
endémica a la Sierra Madre Occidental. De una distribución previa más amplia cuando las 
condiciones ambientales de alta humedad y temperaturas relativamente bajas prevalecían en 
buena parte de México, hace unos 9,000 años, casi desapareció del área. Actualmente se conoce 
sólo de unas 25 poblaciones en cañadas húmedas en Chihuahua y Durango entre 2,300 y 2,850 
m. La condición relictual de P. chihuahuana (Gordon 1968) es confirmada por Rzedowski (1978) 
con base en registros de polen fósil en otras partes del país. 
 
 76
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Picea chihuahuana es la única especie de este género conocida de Durango. Está incluida en la 
NOM como especie en peligro de extinción. Las poblaciones de P. chihuahuana varían desde 5 
individuos a unos cuantos cientos, asociados principalmente con Cupressus spp., Pseudotsuga, Abies 
durangensis, Pinus ayacahuite, Alnus y ocasionalmente con Populus tremuloides. Entre las localidades de 
donde se conoce Picea para Durango están el arroyo La Medalla; la junta de los arroyos 
Ventanillas y Los Ojuelos al inicio del río Sextín; el predio Cebollitas (Canelas); el arroyo Santa 
Bárbara (P.N.); los Bajíos de Don Víctor (Durango) y La Guacamayita (El Mezquital). 
 
Sinonimia: Los bosques de Abies, Pseudotsuga o Picea constituyen parte del tipo de vegetación denominado 
“boreal forest” por Leopold (1950). Gordon (1968) puntualiza que estos bosques deben ser considerados 
más bien como “templado fríos de montaña” que “boreales”. 
 
7.3. Bosque de cedro o de táscate (Cupressus o Juniperus) (Lámina 14 d) 
 
Los cedros o cedros blancos (Cupressus arizonica y/o C. lusitanica) forman ocasionalmente 
bosquetes en cañadas húmedas y laderas adyacentes sombreadas. Se asocian con Pinus ayacahuite, 
Pseudotsuga, Pinus durangensis o Quercus spp. Comunidades de este tipo se encuentran en Guanaceví, 
Pueblo Nuevo y al norte del municipio de El Mezquital. 
 
Los táscates o cedros (Juniperus deppeana) son uno de los principales componentes asociados 
con pino y encino, pero a veces se presentan como dominantes formando bosquetes, 
generalmente de Juniperus deppeana var. robusta. 
 
Las comunidades de Juniperus pueden ser de origen primario, particularmente en áreas planas con 
suelos profundos, o de tipo secundario, después de ocurrir incendios en bosque de pino. 
 
En Durango la especie más común en los bosques es Juniperus deppeana. Un elemento frecuente en 
bosques con influencia tropical en la vertiente W de la sierra es J. flaccida, pero éste no se ha 
observado formando masas puras. 
 
Sinonimia: Los bosques de cedros y táscates corresponden al bosque escuamifolio en las memorias de 
COTECOCA (1979), con base en la nomenclatura de Miranda y Hernández X. (1963). 
 77
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
8. BOSQUE MIXTO (DE PINO-ENCINO o DE ENCINO-PINO) 
[BQP y BPQ] 
 
 
• Sobre la Sierra Madre Occidental y las sierras 
al oriente, en su mayor parte sobre substrato 
de origen ígneo; sobre laderas, mesas, 
cañadas, bajíos y collados en ambientes muy 
diversos. 
• Entre los 600 y 3,200 m. Sus menores 
elevaciones se presentan sobre la vertiente 
occidental de la Sierra; sobre la vertiente 
oriental inician a partir de los 2,300 m. 
• Climas: semifrío subhúmedo C(E)(w); 
templado subhúmedo en todas sus variantes 
de humedad [C(w0),C(w1) y C(w2)]; pequeñas 
áreas con clima semifrío húmedo C(E)(m); templado húmedo C(m)w y semicálido 
subhúmedo (A)Cw. Temperaturas medias anuales entre 10 y 18ºC (más de 18° en el 
clima (A)Cw)); precipitación anual promedio entre 700 y 1,300(-1,500) mm. 
• Cubren alrededor de 3,231,518 Ha, más de un 26% de la superficie total de Durango. 
 
 
Los bosques de pino - encino (Pinus - Quercus) se presentan en ambientes muy diversos y por lo 
tanto están representados por muy diversas asociaciones. Se encuentran en todos los grados 
intermedios entre el pinar puro y el encinar puro y en algunos lugares las comunidades mixtas 
son de distribución más amplia que las puras, por lo que muchos autores funden en sus estudios 
a los bosques de Pinus y los de Quercus (Rzedowski 1978). 
 
Muchas especies de pino y de encino muestran preferencias ecológicas similares, mezclándose en 
diversas proporciones y formando comunidades mixtas cuyo determinismo a veces es difícil de 
interpretar. Aunque en muchos sitios es difícil decidir si la comunidad debe ser tratada como 
bosque “puro” o mixto, los bosques mixtos son los más ampliamente representados en Durango 
y por esa razón se tratan como un tipo de vegetación separado. 
 
Su composición y las proporciones de las especies varían dependiendo de diversos factores 
ambientales. Márquez y González (1998) y Márquez et al. (1999) analizan la estructura y la 
composición de algunos bosques mixtos, encontrando que en el estrato arbóreo la composición 
varía desde dos hasta nueve especies. 
 
Algunos ejemplos de este tipo de comunidades son los siguientes: 
 
Del interior y del declive oriental de la Sierra y de sierras al oriente (Láminas 15-17) 
 
En climas semifríos sus componentes más comunes son Pinus teocote, P. leiophylla, P. cooperi, P. 
durangensis y/o P. ayacahuite con Quercus rugosa, Q. sideroxyla y/o Q. crassifolia. Como elementos 
acompañantes están los cedros (Juniperus deppeana) y los madroños (Arbutus arizonica, A. xalapensis, 
A. madrensis y A. tessellata). En condiciones de mayor humedad ambiental se presentan ailes o 
alisos (Alnus jorullensis y A. acuminata), capulín (Prunus serotina), alamillo (Populus tremuloides) y 
cahuites (Pseudotsuga y Abies). En el estrato arbustivo están el táscate (J. deppeana), la manzanita (A. 
pungens), el madroño enano (Arbutus occidentalis) y especies de Ceanothus, Ribes, Rubus, Vaccinium y 
 78
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Pernettya. El estrato herbáceo tiene una gran diversidad florística, predominando gramíneas y 
compuestas; los zacates más comunes son de los géneros Muhlenbergia, Bromus, Festuca, Aristida, 
Andropogon, Stipa y Bouteloua. Entre las principales compuestas se cuentan especies de Cosmos, 
Dahlia, Psacalium (Psacalium sinuatum – matarique; P. cronquistiorum – oreja de elefante), Senecio, 
Stevia, Viguiera y Xanthocephalum. Algunos representantes de otras familias son Geranium, Potentilla, 
Ranunculus, Begonia, Cerastium y Cologania. 
 
En los alrededores de bajíos y partes bajas de laderas, entre 2,380 y 2,900 m son comunes Pinus 
cooperi y/o Pinus leiophylla y/o Q. sideroxyla con J. deppeana. Ocasionalmente pueden estar también 
P. engelmannii, P. ayacahuite, Q. rugosa (a veces substituyendo a Q. sideroxyla), Arbutus madrensis, A. 
arizonica, A. xalapensis var. bicolor o Populus tremuloides. Las proporciones de los componentes de 
estas asociaciones son muy variables y las comunidades van desde las de P. cooperi como única 
especie arbórea a las de Quercus sideroxyla como especie dominante y P. cooperi como secundaria. 
En el sotobosque son comunes el táscate (J. deppeana), manzanita (A. pungens) o encinilla (Quercus 
striatula). 
 
En sitios entre 2,500 y 2,700 m se asocian Quercus sideroxyla, Q. laeta, Pinus durangensis, P. teocote, 
Arbutus spp. y Q. coccolobifolia. 
 
Sobre parteaguas (cordones), laderas y mesas entre 2,550 y 2,700 m Pinus teocote se presenta como 
dominante, con frecuencia acompañado de P. arizonica, P. engelmannii, P. leiophylla, Quercus 
sideroxyla, Q. arizonica, Q. mcvaughii, Q. laeta y madroños como Arbutus madrensis, A. arizonica y A. 
tessellata. 
 
De laderas con escasa pendiente y valles intermontanos entre 2,500 y 2,800 m se registran las 
siguientes asociaciones: 
 
Pinus durangensis, Q. rugosa y Q. sideroxyla con Arbutus madrensis, A. arizonica y escasos Alnus y 
Prunus. En algunos sitios se asocian también P. leiophylla, P. ayacahuite y A. tessellata. En el 
sotobosque puede estar presente el madroño enano (Arbutus occidentalis). 
 
Pinus durangensis con escaso P. ayacahuite, Quercus sideroxyla y Cupressus. 
 
Pinus durangensis, P. teocote, P. ayacahuite, P. leiophylla (escaso), P. engelmannii (escaso), Alnus, Q. 
sideroxyla y Arbutus madrensis con A. pungens y escaso J. deppeana. 
 
Pinus durangensis con P. teocote, P. leiophylla, Q. sideroxyla, Arbutus arizonica, A. madrensis y A. tessellata 
con sotobosque de J. deppeana y A. pungens entre 2,600 y 2,700 m. A menores altitudes P. 
durangensis es substituido por P. engelmannii: 
 
P. engelmannii, P. teocote, P. leiophylla, Q. sideroxyla (abundante), Quercus spp., Arbutus tessellata, A. 
arizonica, A. madrensis y Alnus se combinan en diversas asociaciones, con J. deppeana y A. pungens en 
el sotobosque. 
 
Entre 2,300 y 3,100 m en la Sierra (y entre 2,600 y 2,700 m en sierras al oriente, como La Candela 
y Promontorio) los bosques mixtos incluyen con frecuencia a Cupressus, Abies o Pseudotsuga: 
 
Quercus rugosa y Cupressus (arbolitos 3-5 m) con P. ayacahuite, Q. sideroxyla, Q. crassifolia, Alnus, 
Fraxinus, Garrya y Prunus serotina. 
 
Quercus rugosa, P. teocote, P. ayacahuite, Pinus sp., Arbutus xalapensis var. bicolor con Cupressus, Q. 
mcvaughii y A. arizonica. Arctostaphylos pungens común en el sotobosque. 
 79
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
Quercus crassifolia, Arbutus xalapensis var. bicolor, P. teocote con Pinus durangensis, Q. sideroxyla, P. 
ayacahuite, Arbutus arizonica, Cupressus, Q. rugosa, Garrya. Sotobosque con escasos A. pungens y Q. 
depressipes. 
 
Quercus sideroxyla y Pinus durangensis con Q. rugosa, P. ayacahuite, Q. aff. crassifolia, Arbutus xalapensis 
var. bicolor, P. teocote, Pinus sp. y Pseudotsuga. 
 
Quercus rugosa, Q. sideroxyla, Cupressus y P. ayacahuite con Arbutus xalapensis var. bicolor, Pseudotsuga, 
Fraxinus, Pinus durangensis y P. discolor. 
 
Pinus discolor es una especie de distribución restringida en Durango, conocida de Guanaceví, 
Tepehuanes y Santiago Papasquiaro. En la Sierra de La Candela se localiza a 2,700 m, con varias 
especies de Quercus y con Juniperus durangensis. 
 
En áreas relativamente secas los bosques mixtos incluyen algunos elementos del bosque bajo 
abierto. En la Sierra de Promontorio, a 2,400 m Pinus chihuahuana y Q. emoryi se combinan con P. 
leiophylla, P. engelmannii, Arbutus xalapensis var. bicolor, A. arizonica y Q. laeta; en el sotobosque 
destacan A. pungens y Ceanothus coeruleus. En la misma sierra, entre 2,500 y 2,600 m destaca una 
asociación de Quercus laeta, P. engelmannii, P. chihuahuana Q. oblongifolia, Arbutus arizonica con escasos 
Q. scitophyla y Q. mcvaughii. En el sotobosque son con frecuencia abundantes Q. depressipes y A. 
pungens. 
 
Quercus oblongifolia es otro elemento integrante ocasional de los bosques mixtos de baja humedad y 
a bajas elevaciones. 
 
Otros elementos de bosques mixtos de áreas relativamente secas son Quercus arizonica, Q. emoryi y 
Q. durifolia, con frecuencia combinados con Pinus engelmannii o con P. teocote. 
 
De sitios con suelo somero y fuerte afloramiento rocoso (Lámina 18 a) 
 
Los sitios de suelo muy somero y afloramientos rocosos intemperizados se denominan 
localmente “calichosos”, aunque su pH es ácido. 
 
Son comunes las asociaciones de pino triste (Pinus lumholtzii) con cucharillo o encino roble 
(frecuentemente Quercus radiata, a veces Q. urbanii y/o Q. rugosa) o con Q. coccolobifolia. Quercus 
radiata se encuentra entre (1,700-)2,000 y 2,650 m. Entre loselementos arbustivos destacan la 
manzanita (A. pungens), el cedro chino (Juniperus durangensis) y el madroñito (Comarostaphylis 
polifolia). 
 
En el mismo tipo de hábitat, sobre la vertiente oriental de la Sierra puede desarrollarse una 
asociación de Quercus coccolobifolia con Pinus teocote y P. chihuahuensis, o con P. lumholtzii, Q. laeta, 
Arbutus y Crataegus (ej. al E de Topia, entre 2,000 y 2,100 m). 
 
También en sitios con fuerte afloramiento rocoso llegan a asociarse Quercus rugosa y Pinus 
chihuahuana. En la sierra de Promontorio esta comunidad presenta Nolina durangensis y A. pungens 
en el sotobosque, con abundante Muhlenbergia montana. 
 
 
 
 
Del declive occidental de la Sierra (Lámina 18 b-h) 
 80
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
En sitios con alta humedad ambiental en Pueblo Nuevo y San Dimas se desarrollan bosques de 
encino-pino intermedios entre el bosque mesófilo que se desarrolla en las cañadas y el bosque de 
pino de las partes planas más elevadas. En estos bosques mixtos destacan Quercus scytophylla, Q. 
crassifolia, Quercus sp., Q. viminea (encino duraznillo), Pinus maximinoi, P. devoniana y/o P. herrerae, 
Prunus serotina y Arbutus xalapensis. Pinus maximinoi es abundante en laderas y cañadas mientras que 
P. herrerae es abundante en partes altas de las laderas y en mesas. Alnus, Garrya y Cornus son 
componentes de los bosques mixtos en sitios con mayor humedad ambiental. 
 
Entre 2,450 y 2,700 m, Pinus durangensis se combina con Quercus sideroxyla y/o Q. rugosa, P. 
ayacahuite y algunas de las especies mencionadas en el párrafo anterior. 
 
Hacia la vertiente occidental de la Sierra o en sitios húmedos y templados del interior, entre 1,400 
y 2,200 m de elevación, Quercus subspathulata se asocia en diversas combinaciones con Pinus 
douglasiana, P. pseudostrobus, P. leiophylla, P. oocarpa y Abies. Entre 1,600 y 2,450 m Quercus splendens 
forma parte de bosques de encino o de bosques mixtos muy húmedos. Otros elementos que 
forman parte de los bosques mixtos de la vertiente occidental de la Sierra son Quercus fulva entre 
1,900 y 2,600 m; Q. obtusata entre 1,950 y 2,700 m; Q. gentryi entre 1,400 y 2,600 m y Q. castanea 
entre 1,400 y 2,800 m. 
 
Entre 1,450 y 2,400 m se presentan diferentes combinaciones de Pinus oocarpa, P. douglasiana, P. 
devoniana, Pinus herrerae, P. maximinoi, P. lumholtzii, P. luzmariae, Quercus crassifolia y otras especies de 
Quercus así como Arbutus tessellata, A madrensis y/o A. xalapensis. Ocasionalmente, especies de la 
vertiente interior, como P. engelmannii y P. leiophylla se encuentran también presentes. Entre los 
arbustos destacan Comarostaphylis y Ceanothus, así como Montanoa en elevaciones menores (Guízar 
et al., 1992). Muy ocasionalmente hay Arctostaphylos pungens. 
 
También hacia el declive occidental, P. herrerae se acompaña de Q. coccolobifolia entre los 1,100 y 
1,200 m. 
 
En áreas con mayor humedad se encuentra a Quercus candicans, Q. splendens y Q. subspathulata con 
Pinus oocarpa, P. maximinoi o P. devoniana. 
 
De Tepehuanes, entre los 2,280 y 2,400 m se conoce un encino roble (Quercus tarahumara) de 
distribución muy restringida a bosques de encino o mixtos de Chihuahua y el norte de Durango. 
 
En riscos y laderas rocosas en bosques húmedos de encino o de pino-encino hasta a 2,240 m 
s.n.m. y en las ecotonías con el bosque tropical caducifolio destaca la primitiva palma de la virgen 
(Dioon tomasellii). También en sitios escarpados pero con menor humedad ambiental se presenta el 
palmito (Brahea dulcis). 
 
En la Sierra Madre Occidental persisten aún bosques mixtos en muy buen estado de 
conservación (con encinos de gran diámetro troncal), particularmente en San Dimas y Pueblo 
Nuevo. 
 
Sinonimia: El bosque mixto fue reconocido como “bosque aciculiesclerófilo” cuando los pinos son 
dominantes sobre los encinos, mientras que el caso contrario se denominó “bosque escleroaciculifolio” en 
las Memorias de la COTECOCA (1979). 
 
 
 81
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
9. BOSQUE DE ENCINO [BQ] (Lámina 19) 
 
• Sobre la Sierra Madre Occidental y sierras al 
oriente. En una amplia variedad de 
condiciones ambientales, en laderas y mesas 
con suelos someros o profundos, en su mayor 
parte sobre substrato de origen ígneo. 
• Desde los 1,400 a los 2,900 m. Otras 
comunidades de encino que se desarrollan a 
menores elevaciones en la vertiente occidental 
de la Sierra son tratadas como parte de la 
vegetación de la región de las quebradas. 
• Climas: templado subhúmedo en sus variantes 
de humedad C(w1) y C(w2) y semicálido subhúmedo (A)Cw. Temperaturas medias 
anuales de 12 a más de 18ºC; precipitación anual promedio entre 700 y 1,400 mm con 
época seca de 5 a 9 meses. 
• Cubren unas 744,800 Ha, poco más del 6% de la superficie de Durango23. 
 
 
Los bosques de encino o encinares se caracterizan por la dominancia de especies arbóreas del 
género Quercus. En el mapa de vegetación se incluyen bajo un mismo rubro los bosques de 
encino de zonas templadas y frías y los de las zonas cálidas y semicálidas (región de las 
quebradas). Sin embargo, los encinares difieren ampliamente en composición, estructura y 
afinidades biogeográficas dependiendo del tipo de clima en que se desarrollan: 
 
En climas secos son bajos y abiertos; altos y semidensos en climas templados o semifríos 
subhúmedos; altos y densos en climas templados húmedos; y bajos y abiertos en climas cálidos 
semisecos. Los primeros son tratados en el apartado de los bosques bajos abiertos, mientras que 
los bajos y abiertos de climas cálidos son descritos como parte de la vegetación de las quebradas. 
 
En cuanto a su fenología, la gran mayoría de los bosques de encino de Durango son caducifolios 
(pierden las hojas en la época seca del año), pero en áreas de mayor humedad ambiental en la 
vertiente occidental de la Sierra algunos son subcaducifolios (una parte de los árboles conservan 
las hojas durante todo el año) (Lámina 19 d). 
 
En su estructura básica los encinares son sencillos y están compuestos por un estrato arbóreo en 
el que dominan las especies de Quercus, un estrato arbustivo donde son comunes las especies de 
Arbutus y Arctostaphylos (madroños y manzanitas) y un estrato herbáceo en ocasiones dominado 
por gramíneas. Las epifitas más comunes son líquenes y musgos, así como hemiparásitas del 
género Phoradendron (injertos). 
 
En algunos sitios muy perturbados los encinos son bajos (2.5 a 3 m de altura) y algunos semejan 
ser arbustos (con varias ramas desde el suelo) con otros individuos de la misma especie que 
presentan fuste bien definido que los coloca en la categoría de árbol. El hábito arbustivo en esos 
casos es una respuesta al disturbio ya que los encinos presentan regeneración a partir de la base. 
 
 
23 No se cuenta con datos confiables sobre la superficie que ocupan en Durango los bosques puros de 
encino ya que con frecuencia ocurren en áreas pequeñas en respuesta a variables topográficas locales en 
áreas adyacentes a los bosques mixtos. 
 
 82
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Entre las asociaciones y consociaciones más comunes están las siguientes: 
 
Quercus rugosa forma comunidades puras en sitios con alta humedad ambiental o se asocia con 
otras especies de encino y de pino. Es uno de los encinos con mayor distribución geográfica y 
ecológica, registrado desde los 1,950 a los 2,900 m. En el Cerro El Almagre, de la Sierra de Urica 
en los límites con Zacatecas se asocia con Q. eduardii, de bosques secos, mientras que en muchos 
otros sitios se combina con especies de climas muy húmedos. 
 
Quercus sideroxyla. Se desarrolla en bajíos, cañadas y laderas de escasa pendiente, por lo general 
sobre suelo profundo, desde los (1,700-)2,000 hasta los 2,900 m. 
 
Quercus laeta, un encino blanco, es uno de los encinos con mayor tolerancia ecológica. Se 
desarrolla desde los 1,400 a los 2,700 m en ambas vertientes de la Sierra, a veces como 
dominanteen encinares o en bosques mixtos. 
 
Quercus durifolia es abundante en la vertiente oriental de la Sierra en áreas con suelo profundo y 
escasa pendiente (mesas y bajíos) entre (1,950-)2,200 y 2,600 m, asociado con Pinus cooperi, P. 
leiophylla o P. engelmannii o formando encinares puros. 
 
Entre las especies de encino que son abundantes hacia el declive occidental de la Sierra Madre, ya 
sea en bosques de encino o en bosques mixtos están Quercus fulva (1,950 a 2,400 m); Q. mcvaughii 
(2,100 a 2,700 m) y Q. scytophylla (1,700 a 2,700 m). 
 
Otros encinares del declive hacia el Pacífico forman una franja de transición entre los bosques de 
coníferas o de pino-encino y los bosques de tipo tropical: el encino duraznillo, Q. viminea es 
dominante en encinares y en bosques mixtos entre 1,400 y los 2,510 m. Entre 1,400 y 2,200 m, 
en clima cálido subhúmedo, se desarrollan bosques de Q. subspathulata. Otras especies de encino 
de áreas intermedias con el bosque tropical caducifolio son: Quercus alamosensis (1,500 a 1,700 m), 
Q. diversifolia (1,400 a 1,700 m) y Q. gentryi (1,400 a 2,600 m). 
 
Los encinares caducifolios de la vertiente occidental llegan a presentar abundantes orquídeas 
epífitas, entre las que destaca Laelia speciosa. Entre las herbáceas están Alloispermum scabrum, 
Roldana, Stevia y Lobelia. 
 
En condiciones ambientales favorables, entre 1,500 y 2,800 m, hay encinares subcaducifolios con 
características similares a las del bosque mesófilo, con especies como Quercus candicans, Q. 
crassifolia, Q. diversifolia, Q. scytophylla y Clethra spp. Alcanzan una altura de 20 a 25 m y presentan 
abundantes epifitas, principalmente del género Tillandsia y Orquídeas. En bosques húmedos en 
climas más fríos Q. sideroxyla y Q. rugosa pueden también comportarse como subperennifolias. 
 83
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
10. BOSQUE MESÓFILO DE MONTAÑA [BM] (Lámina 20) 
 
• En cañadas y laderas con alta humedad 
ambiental, protegidas de vientos desecantes y 
libres de heladas sobre la vertiente occidental 
de la Sierra; en partes bajas de cañones, cerca 
de las corrientes de agua, así como laderas 
hacia el N o W en la parte alta de la región de 
las quebradas. 
• De los (1160-)1,600 a 2,450 m. 
• Clima templado subhúmedo en su variante de 
mayor humedad [C(w2)] y semicálido 
subhúmedo [ACw]. Durante la mayor parte 
del año la humedad ambiental es muy alta ya 
sea por lluvia o por la condensación de neblinas. 
• En Durango se restringe a áreas muy pequeñas; en suma alcanza unos 29 Km2 (0.02% 
del total), principalmente en Tamazula, Tepehuanes, Topia, Pueblo Nuevo y San Dimas. 
 
Las preferencias ambientales del bosque mesófilo son resumidas por Rzedowski (1978) como 
sigue: de clima húmedo de altura, ocupa sitios más húmedos que los de Quercus y de Pinus, 
generalmente más cálidos que los de Abies, pero más frescos que los que condicionan la 
existencia de los bosques tropicales. Por lo mismo, en sus límites altitudinales inferiores colinda 
con bosques de encino y bosques tropicales y hacia las partes altas incluye componentes de los 
bosques de coníferas y de los bosques de pino-encino. 
 
En Durango estos bosques son de carácter relictual y de distribución fragmentaria24. Sus 
afinidades son tanto boreales como tropicales, con algunos elementos disyuntos de los bosques 
deciduos templados del oriente de los E.U. 
 
Los bosques mesófilos son similares a los bosques de encino-pino, pero presentan gran cantidad 
de epifitas y trepadoras (lianas). En condiciones óptimas son densos y altos (hasta de 30 m), sin 
estratificación definida. 
 
Los árboles dominantes son latifoliadas, entre las que destacan Ostrya virginiana, Tilia americana var. 
mexicana, aguacatillos (Persea liebmannii), madroño (Arbutus xalapensis), palo prieto (Garrya laurifolia), 
Cornus disciflora, C. excelsa, laurel (Litsea glaucescens), Litsea spp., madroños de agua (Clethra spp.), 
capulín (Prunus sp.), Peltostigma pteleoides, Ilex quercetorum, I. tolucana, huencho (Cleyera integrifolia), así 
como diversas especies de encinos (p. ej. Q. candicans, Quercus crassifolia, Q. rugosa, Q. scytophylla y Q. 
splendens). Con frecuencia hay también coníferas como Pinus maximinoi, P. devoniana, P. douglasiana, 
P. herrerae, P. ayacahuite, P. durangensis, Abies neodurangensis (Al S de Mesa Pinalosa) o Pseudotsuga 
menziesii. 
 
Como árboles más bajos se presentan Agonandra racemosa, Aralia sp., Oreopanax echinops, O. peltatus 
y Cercocarpus macrophyllus. 
 
Otros elementos característicos de bosque mesófilo, aunque poco frecuentes, son el corpo o 
magnolia (Magnolia pacifica ssp. tarahumara), Styrax ramirezii, cedro (Cedrela odorata) y la palma Brahea 
aculeata. 
 
 
24 Muchos pequeños manchones de BM no alcanzan a ser representados en el mapa; por otra parte, 
algunas de las zonas representadas como tal no son continuas. 
 84
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Entre los elementos arbustivos destacan Ternstroemia spp., Triumfetta spp., Monnina sp., Rhamnus 
sp., Walteria sp. y Compuestas como Ageratina, Roldana y Verbesina. En áreas perturbadas abundan 
Coriaria ruscifolia, Rhus aromatica, R. therebentifolia, Rhamnus sp. y especies espinosas de Solanum 
(sacamanteca). Las trepadoras son comunes, incluyendo a la hiedra (Toxicodendron radicans) y las 
epifitas son muy abundantes, destacando varias especies de gallitos o sirloche (Tillandsia), diversas 
Orquídeas, Peperomia, Helechos, Liliáceas y aún una Ciperácea (Carex sp. nov.), una Compuesta y 
una Umbelífera. 
 
Entre las herbáceas hay especies de Compositae, (Ageratina, Coreopsis, Jaegeria, Stevia, Verbesina), 
Scrophulariaceae, Labiatae, Gesneriaceae (Achimenes), Orchidaceae (Malaxis, Habenaria), 
Onagraceae, Piperaceae, Malpighiaceae, Gramineae (Oplismenus burmannii, Aegopogon, Paspalum y 
algunas Bambusoideas), Cyperaceae, Lopezia, Epilobium y Begonia. 
 
En el área de Duraznitos y Picachos, en San Dimas, se desarrolla un bosque de Tilia, Ostrya, 
Lauráceas como Nectandra, Persea y otras, Quercus, Pinus y Magnolia. En el estrato arbustivo 
destacan Coriaria, Triumfetta, Cornus, Rhus y Monnina. 
 
En algunas cañadas Tilia es el árbol dominante, con escaso Quercus scytophylla. En estrato arbustivo 
destacan Rhamnus betulaefolia y Oreopanax echinops. En sitios cercanos Q. scytophylla pasa a ser 
dominante, con abundantes epifitas como Tillandsia, líquenes y hemiparásitas colgantes gigantes 
como Phoradendron y Cladocolea. 
 
En San Dimas y Pueblo Nuevo Ostrya virginiana se combina con Tilia, Quercus, Pinus maximinoi, 
Ilex, Oreopanax y Arbutus xalapensis. 
 
El cedro (Cedrela odorata) se registra usualmente para bajas elevaciones. En áreas de San Dimas se 
desarrolla hasta a los 2,100 m, creciendo cerca de Abies neodurangensis. 
 
Una comunidad con Alnus, Ostrya, Fraxinus, Cornus y Garrya se desarrolla como bosque de galería 
en la Quebrada de San Rafael, en San Dimas; las laderas adyacentes presentan los elementos 
típicos del bosque mesófilo, como es Magnolia. En sitios más altos predomina la asociación de 
pinos y encinos. 
 
Algunas otras áreas con bosque mesófilo son la Quebrada de San Juan, El Indio, ejido El Maguey 
y el ejido Los Negros (San Dimas); en Los Negros se registra la menor elevación para bosque 
mesófilo en Durango. En San Francisco de Lajas (El Mezquital) a 2,200 m, se presentan áreas de 
bosque de pino-encino con elementos mesófilos. 
 
Debido a la escasa profundidad del suelo y lo pronunciado de las pendientes donde este tipo de 
vegetación se desarrolla, en sitios sometidos a disturbio ocurren deslaves y pérdida de la cubierta 
vegetal y de suelo. 
 
Sinonimia: Cloud forest (bosque de nubes, bosque de neblina) (Leopold, 1950), denominado así porque 
es común la presencia de niebla. 
 85
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
OTRAS COMUNIDADES DE CLIMA TEMPLADO O SEMIFRÍO 
 
 
a) CLAROS (LLANOS) EN BOSQUE TEMPLADO (Lámina 21) 
 
En llanuras y bajíos con terrenos más o menosplanos en medio de bosques de pino o de pino-
encino, existen claros dominados por comunidades de herbáceas en las que muchos elementos 
son diferentes de los del interior del bosque. 
 
Con frecuencia el suelo tiene drenaje deficiente y es húmedo durante el verano. La cubierta 
vegetal, muy diversa, está dominada por ciperáceas, juncáceas, gramíneas, compuestas y otras 
familias que son favorecidas por las condiciones de humedad y por la abundancia de luz. 
 
Estos claros son muy notables durante el verano por la cantidad y variedad de flores de colores 
llamativos entre las que destacan el mirasol (Cosmos bipinnatus) y Lobelia spp.. Albergan 
ecosistemas diversos y únicos en los que se encuentran muchas de las especies de plantas 
endémicas a Durango. 
 
b) PASTIZAL INDUCIDO [PI] (28 a, 33 e) 
 
Se denominan pastizales inducidos a las comunidades de herbáceas, particularmente gramíneas, 
cuya persistencia está determinada por la intervención del hombre o de sus animales domésticos. 
Son de muy diversos tipos y cubren áreas que antes de la intervención humana sostenían otros 
tipos de vegetación, por lo general bosques. 
 
Los pastizales inducidos en áreas previamente ocupadas por bosques de pino o por bosques 
mixtos se localizan desde los 1,400 hasta los 3,100 m de altitud. Aunque se encuentran en 
diversos climas, son más comunes en climas templados subhúmedos y semifríos subhúmedos, 
con temperatura media anual de 12 a 18ºC y precipitación pluvial de 700 a 1,200 mm anuales. 
 
En conjunto con los de clima semicálido cubren más de 340,000 Ha, el 2.77% de la superficie de 
Durango25. 
 
Se desarrollan en áreas que han sido desmontadas para uso agrícola y posteriormente 
abandonadas o en áreas desmontadas con el fin de propiciar el crecimiento de pastos para 
ganado, a las que además se acostumbra quemar periódicamente. 
 
Las gramíneas dominantes son perennes, de talla mediana, por lo general de hábito amacollado. 
En los pastizales inducidos de clima templado y semifrío son comunes los géneros Muhlenbergia y 
Schizachirium con Piptochaetium fimbriatum y especies de Aristida, Bouteloua, Lycurus, Stipa, Heteropogon 
y Elyonurus. Otras especies herbáceas no gramíneas son principalmente compuestas y 
leguminosas. En algunos lugares ocupados por pastizal inducido la vegetación original ha sido 
totalmente eliminada, pero en otros se conservan aún elementos relictuales del bosque. 
 
 
25 Con base en el conjunto de datos vectoriales Serie II del INEGI (2002) derivado de imágenes de satélite 
obtenidas en 1993. En los 13 años transcurridos a partir de entonces, muchas nuevas áreas han sido 
abiertas en el bosque. 
 86
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
c) CHAPARRAL SECUNDARIO [CHs] (Lámina 22 a-d) 
 
Los chaparrales de manzanita (Arctostaphylos pungens) o 
de charrasquillo (Quercus depressipes) descritos con la 
vegetación de clima semiseco templado también 
ocurren a mayores elevaciones (2,400 a 2,900 m) en 
áreas con clima templado subhúmedo y semifrío 
subhúmedo, particularmente hacia la vertiente oriental 
de la Sierra. 
 
Los chaparrales que se desarrollan por encima de los 
2,400 m de elevación están por lo general en áreas que 
han sido afectadas por incendios o por desmontes. 
Por lo tanto, se consideran como vegetación 
secundaria, a excepción de los chaparrales de sitios con baja humedad ambiental por efecto de 
vientos intensos (p. ej. en collados y parteaguas), en cuyo caso son comunidades primarias. 
 
En los chaparrales secundarios a veces persisten de manera espaciada individuos relictuales 
(usualmente especies de pino) de la vegetación de bosque que fue substituida. Sin embargo, no 
ocurre regeneración de las especies de árboles. Debido a su tolerancia al fuego, acidificación del 
suelo y densidad, los matorrales de manzanita, una vez establecidos, no permiten el 
establecimiento de plántulas de pinos durante varias décadas (Casas et al. 1995). 
 
Los incendios frecuentes, de intervalos cortos, favorecen el incremento en la densidad de la 
manzanita, lo que a su vez favorece los incendios de intensidades altas a nivel del suelo, dado que 
mantienen muchas ramas secas cerca del piso. En ausencia de incendios, el reemplazo de la 
manzanita podría durar hasta 50 años; si se busca su reemplazo en menor tiempo se requiere de 
su eliminación por métodos manuales o mecánicos cuidando de no usar fuego para el control de 
los desperdicios (Márquez et al. 2006). 
 
 
d) VEGETACIÓN SUBALPINA (Lámina 22 e) 
 
La vegetación alpina es la que se presenta sobre el límite altitudinal de la vegetación arbórea. Para 
el norte de México, éste se sitúa a los 3,650 m de altitud (Beaman y Andresen 1966), mientras que 
para el centro y sur del país esta línea se ubica alrededor de los 4,000 m (Rzedowski, 1978). 
 
En Durango no existe ninguna elevación superior a los 3,650 m y por lo tanto tampoco existen 
comunidades de vegetación alpina. Sin embargo, la cima de dos de los picos más altos en la 
entidad (Cerro Gordo y Cerro Huehuento) se encuentra cubierta por comunidades herbáceas 
bajas (plantas enanas de Sedum, Draba, Senecio, Poa, Bouteloua, Muhlenbergia), así como líquenes y 
musgos, característicos de ese tipo de vegetación. En el Huehuento destaca también un arbusto 
postrado (Juniperus blancoi var. huehuentensis26). Protegidas entre los arbustos hay otras herbáceas 
como Heuchera, Primula y Saxifraga. 
 
 
26 Juniperus monticola Martínez es una especie subalpina que ha sido citada para Durango; la cita se basa en la 
identificación errónea de otra especie subalpina: Juniperus blancoi var. huehuentensis, recientemente descrita 
(Adams et al. 2006). 
 
 87
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
La falta de árboles27 en estos casos está determinada por el efecto de los vientos desecantes más 
que por las bajas temperaturas. Es interesante el hecho de que el Cerro Barajas, que es 
ligeramente más alto que el Huehuento, presenta en su cima un bosque bien desarrollado de 
Pinus cooperi. Esto puede explicarse en razón de la localización del Cerro Huehuento y su 
aislamiento de otros picos elevados, por lo que su cima se ve afectada por vientos de gran 
velocidad. 
 
Sinónimo: páramos de altura. 
 
 
 
27 Casi en la cima del Huehuento crecía hasta hace poco más de una década un individuo de Pseudotsuga 
menziesii. 
 88
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
REGIÓN DE LAS QUEBRADAS 
 
En la vertiente occidental de la Sierra, en áreas de clima cálido subhúmedo (A(w)) y semicálido 
subhúmedo (ACw), a menos de 1,900 m de altitud, se presentan tipos de vegetación dominados 
por elementos de afinidad tropical. Estas comunidades se desarrollan en los municipios de 
Tamazula, Topia, Canelas, Otaez, Tepehuanes, Santiago Papasquiaro, San Dimas, Pueblo Nuevo 
y El Mezquital, así como en pequeñas zonas de Súchil y Nombre de Dios. 
 
Los principales tipos son: 
 
 
11. BOSQUE TROPICAL SUBCADUCIFOLIO [BTS] (Lámina 23 a,b) 
 
• Ocupa pequeñas porciones de la región de las 
Quebradas en los sitios con mayor humedad 
ambiental y baja insolación, en cañadas 
profundas y a orilla de arroyos permanentes, en 
laderas protegidas y con alta humedad 
ambiental, así como en lugares planos o poco 
inclinados en las márgenes de ríos. 
• Entre los 400 y los 1,300 m. 
• Clima cálido subhúmedo A(w), con régimen de 
lluvias en verano, temperaturas medias anuales 
entre los 23 y 26ºC y precipitación pluvial anual 
de 900 a 1300 mm, con 5 a 6 meses secos, libre de heladas. 
• Cubre una superficie muy pequeña, difícil de cuantificar debido a su distribución 
discontinua. Se presenta en forma de manchones aislados en medio del bosque tropical 
caducifolio, en sitios más húmedos y sombreados que éste. 
 
Son comunidades arbóreas densas en las que la mitad o más de sus componentes permanecen 
con follaje durante todo el año. Por logeneral tiene dos estratos arbóreos, oscilando entre los 15 
y 30 m de alto. Son comunes los chalates, salates o tescalames (Ficus spp.), la ceiba o pochote 
(Ceiba acuminata), el palo mulato (Bursera simaruba), cedro (Cedrela odorata), tapaco (Stemmadenia 
tomentosa) y el apomo o ramón (Brosimum alicastrum). En el estrato bajo destacan Cochlospermum 
vitifolium, Agonandra racemosa, Eugenia sp., el cepillo (Combretum farinosum), Cupania dentata, 
guamúchil (Pithecellobium dulce), Psidium sartorianum, Hura polyandra, Casimiroa edulis, Urera baccifera, 
Celtis iguanaea , Tournefortia sp. y Thouinidium decandrum. 
 
En algunas cañadas, son dominantes Ficus, Bursera y Brosimum, con Eugenia y Combretum en el 
estrato bajo. Otros elementos son Annona sp., Guarea glabra, amapa rosa (Tabebuia palmeri), 
Enterolobium cyclocarpum y Lonchocarpus sp. 
 
En bosques en buen estado de conservación el estrato herbáceo es pobre debido a la densa 
cubierta del dosel pero son comunes las lianas y bejucos, entre los que destacan Smilax moranensis, 
Chiococca alba, Pisonia aculeata, Serjania sp. e Iresine spp. 
 
Se localiza en sitios más húmedos y sombreados que los que ocupa el bosque tropical 
caducifolio, pero muchas especies son compartidas por ambos tipos de vegetación. 
 
 89
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Ocupa manchones discontinuos por lo que su superficie no está bien cuantificada, variando 
entre alrededor de 6,300 Ha (0.05% de la superficie de Durango) (en este trabajo) y 0.2% de la 
superficie de Durango (COTECOCA 1979). El bosque tropical subcaduciflio se presenta sobre 
todo en cañadas y en laderas húmedas, pero en algunas áreas ocupa también terrenos planos con 
suelos profundos, cerca de corrientes de agua. Este tipo de hábitat es propicio para la agricultura 
por lo que una parte del área que anteriormente ocupaba el bosque tropical subcaducifolio se 
encuentra en la actualidad desmontada o muy alterada. 
 
Sinonimia: Selva mediana subcaducifolia (Miranda y Hernández X. 1963). Con ese nombre es registrado 
para Durango por COTECOCA (1979) y DETENAL (1978-1979). 
Selva alta subcaducifolia; selva baja subcaducifolia; selva baja subperennifolia “pasando a veces a 
subcaducifolia” (Miranda y Hernández X. 1963). 
Selva mediana subperennifolia (en la que 25 a 50% de los árboles tiran las hojas durante la temporada 
seca: Madrigal 1977). 
Bosque tropical mediano subcaducifolio; bosque tropical bajo subcaducifolio (González Medrano 2003). 
Tropical deciduous forest (Leopold 1959) en parte. 
 90
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
12. BOSQUE TROPICAL CADUCIFOLIO [BTC] (Láminas 23 c-f, 
24, 25) 
 
• En la región de las quebradas, ocupando 
porciones del extremo occidental y sur del 
estado e internándose a lo largo de las cañadas 
de los ríos de la vertiente Pacífica, sobre 
lomeríos y laderas escarpadas con suelos 
ígneos, muy someros, por lo general 
pedregosos y de drenaje rápido. 
• Entre 190 y 1,950 m, rara vez hasta 2,160 m. 
• Clima cálido semiseco con régimen de lluvias 
de verano (Aw en sus variantes menos 
húmedas). Temperaturas medias anuales entre 
20 y 26ºC y precipitación pluvial anual 
entre 750 y 1,200 mm, con temporada seca de 6 a 9 meses. 
• Cubre poco menos del 4% de la superficie del estado. 
 
Son comunidades bajas (4 a 15 m), por lo general abiertas y caducifolias, por lo que buena parte 
del año el bosque presenta un aspecto seco en el que apenas se reconoce su afinidad tropical. Las 
especies del bosque tropical caducifolio pierden sus hojas durante el invierno y la estación seca de 
tal manera que su función fotosintética es alta durante el verano y casi nula en invierno y la 
temporada seca. 
 
Las comunidades de bosque tropical caducifolio en Durango varían ampliamente en 
composición florística, fisonomía y afinidades ecológicas, dependiendo de su ubicación. Las más 
bajas son llamadas “monte mojino” y en ellas destacan elementos secundarios. 
 
La estructura de estos bosques consiste de un estrato arbóreo de altura baja o media, irregular, 
además de un estrato arbustivo y otro herbáceo que en algunos sitios están poco desarrollados. 
Las trepadoras son escasas, lo mismo que las epifitas vasculares, exceptuando algunas especies de 
Tillandsia, aunque en sitios con mayor humedad ambiental se da la presencia de lianas o bejucos. 
 
La distribución de la lluvia a lo largo del año tiene más importancia para la vegetación que la 
cantidad de lluvia que se recibe al año (Rzedowski 1978). En el caso del bosque tropical 
caducifolio, los localizados en áreas con temporada seca muy larga están dominados por árboles 
espinosos (principalmente Leguminosas) que permanecen sin hojas por largos períodos, además 
de cactáceas columnares. 
 
Entre los elementos predominantes en el bosque tropical caducifolio destacan los mautos y 
tepehuajes (Lysiloma spp., copales y copalillos (Bursera excelsa, B. collina, B. palmeri y otras), 
papelillos (Bursera multijuga, B. fagaroides y otras), sacalasúchil (Plumeria rubra), pochote (Ceiba 
acuminata), Opuntia karwinskiana, las cactáceas columnares como Lemaireocereus thurberi, Pachycereus 
pecten-aboriginum, Pilosocereus sp. y pitayos (Stenocereus spp.), huizache tepame (Acacia pennatula), 
huizache (Acacia farnesiana), amapas (Tabebuia spp.), Pithecellobium spp., cuajilote o claveyina 
(Pseudobombax palmeri), hechicero, palo malo o palo lechoso (Sapium spp.), tempisque, palo malo o 
palo lechoso (Sebastiania cornuta), ayal o guaje cirial (Crescentia alata), Sapindus saponaria, Enterolobium 
cyclocarpum, Hura polyandra, navío (Conzattia sericea), cepillo (Combretum farinosum), Amphipterygium 
adstringens, Thouinidium decandrum, Alvaradoa amorphoides, tachinole (Myriocarpa longipes) y Leucaena 
lanceolata. En los límites del BTC con los bosques de pino y encino se presenta también la 
higuerilla o palo de judas (Bocconia arborea). 
 91
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
Hacia sus límites inferiores de elevación son abundantes la amapa amarilla (Tabebuia chrysantha), 
amapa rosa (T. palmeri), caobilla (Swietenia humilis), Enterolobium cyclocarpum y Senna atomaria. 
 
A orilla de arroyos y en cañadas y rinconadas el bosque asume formas más altas y densas. 
Destacan aquí algunos de los elementos mencionados para el bosque tropical subcaducifolio 
como son los chalates o tescalames (Ficus spp.), Brosimum alicastrum, palo mulato (Bursera simaruba), 
el guamúchil (Pithecellobium dulce), guayabos o arrayanes (Psidium sartorianum), güencho (Bumelia 
persimilis), cedro (Cedrela odorata), Ardisia revoluta, vara blanca (Lonchocarpus), Annona sp., 
Stemmadenia sp., Hura polyandra, Cochlospermum vitifolium. El carrizo (Arundo donax) y los otates 
(Otatea acuminata subsp. aztecorum y O. fimbriata) se desarrollan también en sitios húmedos. 
 
Entre los arbustos y subarbustos se cuentan Acaciella angustissima, Lantana camara, L. hirta, Randia 
echinocarpa, R. tetracantha, Petiveria alliacea, Justicia candicans, Bernardia mexicana, Euphorbia ariensis, E. 
colletioides, E. cymosa, Croton ciliato-glandulifer, C. flavescens, Dytaxis guatemalensis, Jatropha cordata, 
Manhiot spp., Eysenhardtia sp., Marina crenulata, Schrankia leptocarpa, Colubrina spp., Karwinskia 
humboldtiana, K. rzedowskii (éste puede desarrollarse también como árbol), Lippia curtisiana, orégano 
(L. graveolens), chile quipín (Capsicum annum), Galphimia glauca, Montanoa leucantha, Coursetia spp., 
Diphysa (hay especies arbustivas y arbóreas), Comarostaphylis polifolia, Buddleja spp., Cordia globosa y 
Solanum madrense. 
 
Algunas trepadoras son Antigonon leptopus, la cactácea Persekiopsis blakeana y diversas especies de 
Iresine y de Serjania, así como Desmodium, Phaseolus e Ipomoea. Entre las herbáceas se cuentan 
especies de Acalypha, Euphorbia, Cyperus, Aeschynomene, Barleria, Carlowrightia, Dyschoriste, Elytraria, 
Justicia, Ruellia, Siphonoglossa, Tetramerium; las compuestas Acmella radicans, Brickellia spp., 
Chromolaeana spp. Melampodium, Milleriaquinqueflora y Sclerocarpus divaricatus y las gramíneas Aristida, 
Axonopus, Dactyloctenium aegyptium, Cynodon dactylon, Eragrostis, Eriochloa, Gouinia, Hackelochloa 
granularis, Leptochloa, Muhlenbergia, Oplismenus, Paspalum, Setaria, Urochloa y el invasivo Melinis repens. 
 
Una comunidad de 8 a 10 m de alto donde destacan Ipomoea arborescens, tapaco (Stemmadenia 
tomentosa) y chirimoyo (Annona cherimola), con enredaderas como Iresine y Turbina, se conoce de las 
quebradas de Topia, entre 1,200 y 1,300 m de elevación. 
 
En partes bajas de San Dimas se combinan el palo bobo (Ipomoea murucoides), palo malo (Sapium 
appendiculatum), pitayo (Stenocereus sp.), vainoro (Celtis iguanea) y colorín (Erythrina flabelliformis). Otra 
asociación en la misma región es la de mautos o tepehuajes (Lysiloma spp.), Acacia cochliacantha, 
Ceiba acuminata, Ipomoea murucoides y copalquín (Hintonia latiflora). 
 
Acacia pennatula, Ipomoea murucoides, Bursera y Prosopis se asocian en partes de El Mezquital, con 
estrato inferior de orégano (Lippia graveolens), Agave, Opuntia, Dasylirion y Gramíneas. 
 
Hacia su límite superior de elevación, hasta a 2,160 m (entre El Mezquital y Temoaya), destacan 
Bursera multijuga, B. palmeri e Ipomoea murucoides, acompañados por Erythrina flabelliformis, Aralia 
humilis y Melochia tomentosa. En partes más bajas en El Mezquital se presentan comunidades con 
Heliocarpus, Zanthoxylum, Ipomoea murucoides, Opuntia sp., Acacia pennatula y Eysenhardtia. 
 
En Otáez y al sur de El Mezquital se presentan asociaciones de vara blanca (Wimmeria confusa) con 
Acacia cochliacantha, Bursera excelsa, Lysiloma divaricatum, Ficus cotinifolia y cactáceas columnares en el 
primer caso, y con Acacia, Bursera y Heliocarpus en el segundo. 
 
En sitios más secos, hacia la parte sur del estado, el palo bobo (Ipomoea murucoides), se asocia con 
huizache tepame (Acacia pennatula), huizache (Acacia farnesiana), Acaciella angustissima, Eysenhardtia 
 92
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
polystachya y cactáceas arborescentes como el garambullo (Myrtillocactus geometrizans), pitayos 
(Stenocereus) y Pachycereus, así como lechuguilla (Agave vilmoriniana) y espadín o tepemete (Agave 
angustifolia). 
 
Para Otaez y Santiago Papasquiaro, Guízar et al. (1992) registran comunidades de 6 a 12 m de 
alto con Bursera multijuga, B. excelsa, Ceiba acuminata, Sapium cf. pedicellatum, Lysiloma divaricatum, 
Ficus cotinifolia y Wimmeria confusa. Entre los arbustos mencionan a Acacia cochliacantha, A. coulteri, 
Asterohyptis mociniana, Croton flavescens, Diphysa racemosa, Galphimia glauca, Karwinskia humboldtiana, 
Lantana (aff.) velutina, Piper hispidum, Randia tetracantha y Stemmadenia mollis. 
 
En áreas de ecotonía con matorral, hacia el límite oriental de su distribución en Durango, Acacia 
pennatula e Ipomoea murucoides se asocian con Acacia schaffneri, Fouquieria y Prosopis, p. ej. en El 
Mezquital, entre 1,700 y 1,750 m. Ipomoea murucoides es la especie de bosque tropical que más 
avanza hacia el área de los matorrales xerófilos (ver Matorral subtropical). 
 
En las áreas abiertas en este tipo de bosques, usualmente mediante fuego, se desarrollan 
comunidades secundarias tipo sabana en donde gramíneas de los géneros Andropogon, Panicum, 
Aristida y Cathestecum se asocian con Acacia pennatula. 
 
Sinonimia: Selva baja caducifolia (Miranda y Hernández X. 1963; adoptado por COTECOCA 
(1979) y DETENAL (1978-1979). 
COTECOCA cita además, como selva mediana caducifolia, a comunidades dominadas por 
árboles más altos. 
Tropical deciduous forest de Leopold (1950). 
Monte mojino (Ochoterena 1937). 
 
 93
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
13. BOSQUE ESPINOSO [BE] (Lámina 26 a-b) 
 
• Sobre la Planicie Costera del Pacífico, donde la 
región de las quebradas se abre en terrenos 
planos aluviales, así como en lomeríos con 
escasa pendiente, sobre suelos profundos. 
• Entre 130 y los 410 m. Es el tipo de vegetación 
que cubre las partes más bajas de Durango. 
• Clima cálido subhúmedo (A(w)), con 
Temperatura media anual entre 22° y 26°C y 
Precipitación pluvial entre 1,100 y 1,200 mm; 
temporada seca de 6 a 8 meses. 
 
 
Se conoce únicamente para el municipio de Tamazula, en una superficie no cuantificada (24.3 
Km2 en el mapa de vegetación, pero probablemente más de 50 Km2 considerando que pequeñas 
áreas de bosque espinoso están intercaladas entre el bosque tropical caducifolio). Por las 
características de los sitios que este tipo de vegetación ocupa (áreas planas o con escasa pendiente 
y suelos profundos más o menos ricos en materia orgánica), mucha de su superficie original está 
actualmente ocupada por agricultura. 
 
Son bosques bajos (5 a 10 m), o llegan a alcanzar 15 m (Vega 2001), constituidos principalmente 
por árboles y arbustos con espinas, caducifolios. Destacan el huizache o vinorama (Acacia 
farnesiana), vinolo (Acacia cochliacantha), Acacia pennatula, mezquite (Prosopis juliflora), Lysiloma spp., 
Hippocratea sp., guamúchil (Pithecellobium dulce), guácima (Guazuma ulmifolia), Cochlospermum vitifolium, 
Enterolobium cyclocarpum, Zanthoxylum spp., Senna atomaria, Caesalpinia cacalaco, Cercidium spp., 
Lonchocarpus lanceolatus, además de amapa amarilla (Tabebuia chrysantha), amapa rosa (T. palmeri), 
sacalasúchil (Plumeria rubra), Sapium sp., cedro (Cedrela odorata), escasos Gyrocarpus jatrophifolius y 
cactáceas como Opuntia karwinskiana y Stenocactus sp. El brasil (Haematoxylon brasiletto), está 
también citado (Madrigal 1977) para este tipo de vegetación en Durango. 
 
Entre los arbustos destacan Galphimia glauca, de flores amarillas, Trichilia sp., Jacquinia macrocarpa 
subsp. pungens, Senna spp. Buddleja wrightii, Lantana camara, Colubrina sp., Cordia spp. y Karwinskia 
sp. Entre las trepadoras y bejucos están el bulito del Santo Niño (Lagenaria siceraria), Pisonia 
aculeata, cepillo (Combretum farinosum), Iresine spp., Clematis drumondii., Cocculus diversifolius, Marsdenia 
coulteri, Nissolia sp. y Pithoctenium crucigerum. En sitios húmedos se desarrolla la trepadora Exogonium 
bracteatum y en sitios abiertos la rosetifolia Bromelia pinguin formando colonias. 
 
Los elementos de bosque espinoso se mezclan muy gradualmente con los del bosque tropical 
caducifolio, lo que hace difícil delimitar la frontera entre ambos tipos de vegetación. 
 
Comunidades secundarias derivadas de bosque espinoso se conocen como monte vinolo. En 
ellas es dominante Acacia cochliacantha. Son comunes en partes bajas y planas en Tamazula. 
 
Sinonimia: Comprende la selva baja caducifolia espinosa (Madrigal 1977; COTECOCA 1979; 
DETENAL 1978-1979), además de la selva mediana caducifolia espinosa, denominaciones basadas en la 
nomenclatura de Miranda y Hernández X. (1963). 
 
 
 94
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
OTRAS COMUNIDADES DE CLIMA CÁLIDO 
 
a) BOSQUE DE ENCINO y DE ENCINO-PINO [BQ y BQP de clima cálido] 
(Lámina 27) 
 
Los encinares de las partes bajas de la región de las quebradas (340 a 1,400 m s.n.m.) difieren de 
los de clima templado y semifrío en composición y estructura. Por lo general ocupan partes altas 
adyacentes a los bosques tropicales, con los que presentan fuertes afinidades en su composición, 
y pueden ser considerados como transicionales entre los bosques templados de la sierra y los 
bosques tropicales de las partes bajas. 
 
Son encinares de talla baja y hoja decidua. Entre las especies de Quercus (encinos y robles) 
destacan Quercus albocincta, Q. magnoliifolia, Q. cf. magnoliifolia y Q. resinosa. Varios de los elementos 
del bosque tropical caducifolio pueden estar presentes, entre los cuales están Tabebuia palmeri, 
Acacia pennatula, Lysiloma spp., Ipomoea arborescens y Bursera spp. y Bocconia spp. 
 
Quercus albocincta es el encino que se desarrolla a menores elevaciones en Durango, alcanzando 
sitios tan bajos como los 340 m en Tamazula, formando manchones en cimas de cerritos y 
laderas hacia el norte, con frecuencia acompañado por árboles tropicalescomo la amapa 
(Tabebuia palmeri). Quercus albocincta forma parte de encinares puros o con Q. magnoliifolia, así como 
de bosques mixtos de clima cálido y ocasionalmente forma parte del bosque tropical caducifolio 
en sus ecotonos con los encinares, desde los 340 a los 1,750 m. 
 
A partir de los 1,150 m de elevación se encuentran también Q. coccolobifolia y Q. laeta, ya sea en 
encinares puros o en bosques mixtos con Pinus oocarpa, P. lumholtzii, P. luzmariae o P. herrerae, este 
último en sitios más húmedos y templados. 
 
En sitios abiertos y secos se localiza un encino blanco (Quercus cf. chihuahuensis). Otro encino 
blanco poco frecuente es Quercus tuberculata, que se encuentra entre 750 y 1,500 m. Quercus 
magnoliifolia es común entre 1,300 y 2,500 m y Q. resinosa entre 1,730 y 2,350 m. 
 
A partir de los 800 m de elevación los bosques de encino de clima cálido pueden pasar a ser 
bosques mixtos, con Pinus oocarpa y a mayor elevación con P. luzmariae. Más arriba de 1,300 m se 
encuentran también Pinus chihuahuana espaciados. 
 
Estas comunidades se encuentran en sitios de suelos ricos en materia orgánica y con mucha 
hojarasca, usados por lo general para ganadería así como para extracción de leña. 
 
Sinonimia: En las memorias de COTECOCA (1978) se denomina como “bosque latifoliado esclerófilo 
caducifolio” a un encinar de talla baja y hoja decidua. 
 
b) MATORRAL SUBTROPICAL [MS] (Lámina 26 c-e) 
 
El matorral subtropical se presenta en Durango en ambientes de tipo intermedio entre el bosque 
tropical caducifolio y los matorrales xerófilos. Es considerado por Rzedowski y McVaugh (1966) 
como posible fase sucesional del bosque tropical caducifolio, ocurre como comunidad secundaria 
derivada de disturbio antropogénico de ese tipo de vegetación (Rzedowski 1978, Rzedowski y 
Calderón 1987). 
 
Está constituida por arbustos y árboles aislados, formando matorrales con árboles espaciados y 
caducifolios ya sea inermes como el palo bobo (Ipomoea murucoides), los papelillos (Bursera) y la 
 95
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
vara dulce (Eysenhardtia polystachya), o espinosos como el huizache tepame (Acacia pennatula) y el 
palo verde (Cercidium). 
 
Hacia el interior del estado, sobre las partes bajas adyacentes al río Mezquital, los componentes 
del bosque tropical caducifolio se van diluyendo entre los elementos del matorral xerófilo, 
formando asociaciones intermedias entre ambos tipos de vegetación, en donde el palo bobo 
(Ipomoea murucoides), el huizache tepame (Acacia pennatula) y especies de Bursera (principalmente B. 
fagaroides, B. excelsa, B. multijuga o B. palmeri), , se presentan como elementos aislados junto con 
Acacia constricta var. vernicosa, Opuntia sp., Fouquieria splendens y otras. A veces el copalillo (Bursera 
palmeri) se presenta como dominante. En áreas más cálidas se presenta colorín (Erythrina). 
 
Otra asociación en El Mezquital es la de Ipomoea murucoides con orégano (Lippia graveolens), 
huizache chino (Acacia schaffneri), Eysenhardtia polystachya y Agave durangensis 
 
La facies hacia el matorral xerófilo la constituyen las combinaciones de elementos del Matorral 
xerófilo y elementos del bosque tropical caducifolio, también en el municipio de El Mezquital 
(ver 15.4. Matorral xerófilo subtropical). 
 
En Canelas, entre 1,500 y 1,600 m, se presenta un matorral subtropical con elementos del bosque 
tropical de encino adyacente, en el que se presentan escasos Quercus magnolifolia, Q. subspathulata y 
Q. aff. aristata. 
 
Para Otaez, en sitios pedregosos entre 1,550 y 1,700 m, Guízar et al. (1992) reportan un matorral 
subtropical denso, hasta de 3 m de alto, dominado por Dodonaea viscosa y varias leguminosas y 
compuestas arbustivas, además de Acacia farnesiana, Ambrosia ambrosioides, Asterohyptis stellata, 
Bocconia arborea, Buddleja sessiliflora, Lantana (aff.) velutina, Mimosa cf. durangensis, Sida rhombifolia, 
Solanum lanceolatum, Vernonia paniculata y Baccharis ramulosa. De manera espaciada se presentan 
cactáceas columnare y árboles como Bursera multijuga, B. bipinnata, Acacia pennatula, Diphysa 
suberosa, Ipomoea murucoides y Erythrina sp. 
 
 
Sinonimia: Corresponde en parte a lo que la COTECOCA (1979) denominó matorral mediano espinoso. 
 
c) PASTIZAL INDUCIDO [PI] (Lámina 28 g) 
 
Se presenta en áreas en donde el bosque tropical caducifolio o el bosque espinoso han sido 
desmontados para promover el crecimiento de pastos para ganadería. 
 
 96
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
14. VEGETACIÓN ACUÁTICA Y SUBACUÁTICA (Láminas 29, 30) 
 
 
Incluye comunidades muy diversas, cuyo rasgo común es su relación con el medio acuático 
(vegetación hidrófila). Se desarrollan en prácticamente cualquier parte en donde haya depósitos o 
corrientes de agua, en todos los climas, altitudes y substratos geológicos. 
 
Las características de las comunidades acuáticas y subacuáticas hacen que éstas sean 
particularmente susceptibles a los desequilibrios ecológicos causados por el hombre, ya sea 
directamente, al desecarse depósitos o corrientes de agua, o bien en forma indirecta al sufrir los 
efectos de la contaminación del agua, que a veces ocasiona la desaparición de algunos organismos 
acuáticos, o en algunos casos el incremento de otros. 
 
Los humedales y áreas con vegetación acuática proveen importantes servicios en la purificación 
de agua y en control de inundaciones y el rompimiento de su equilibrio puede ser devastador. 
 
Debido a que el medio acuático proporciona una relativa independencia de las condiciones 
climáticas, muchas de las especies de plantas de este tipo de comunidades son de distribución 
muy amplia, pero también es frecuente la presencia de endemismos (Rzedowski 1978). 
 
Para Durango se conocen 679 especies ligadas a cuerpos o corrientes de agua. De éstas, 71 son 
acuáticas y 37 de éstas pertenecen a familias estrictamente acuáticas. Otras 78 especies se 
comportan como subacuáticas y 38 más son subacuáticas facultativas. Alrededor de 530 son 
especies riparias o tolerantes. 
 
Algunas de las principales formas en que se manifiesta este tipo de vegetación son las siguientes: 
 
 
14.1. COMUNIDADES ACUÁTICAS HERBÁCEAS (incluye carrizales) (Lámina 
30 a-c) 
 
Las especies acuáticas o subacuáticas herbáceas pueden ser arraigadas emergentes, flotantes, o 
sumergidas. Con frecuencia se presenta dominancia de especies de una misma forma biológica, 
aunque usualmente las comunidades de acuáticas presentan los tres tipos: 
 
14.1.1. Acuáticas emergentes 
 
Tulares 
 
Los tules (Typha latifolia y T. domingensis; Schoenoplectus americanus, S. californicus y S. tabernaemontanii) 
forman poblaciones densas, con frecuencia en comunidades dominadas por una sola especie. Son 
plantas altas, con frecuencia sobrepasando los dos metros, que forman masas densas arraigadas 
en el fondo de depósitos de agua poco profundos o a orillas de zanjas y presas. 
 
En el centro y sur del estado existen asociaciones “chaparras” de tule en las que el dominante es 
Schoenoplectus americanus. En algunos lugares esta planta, aún en floración, apenas sobrepasa los 50 
cm de altura y se encuentra depauperada aparentemente debido al pastoreo; pero la misma 
especie llega a sobrepasar los 2 m en otros sitios. 
 
 97
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Estas plantas son de gran importancia como purificadoras del agua y tienen buen potencial para 
fitorremediación. 
 
 
Otras 
 
Varias especies de Eleocharis se presentan en sitios encharcados de escasa profundidad en la 
región de los Valles. Son poco frecuentes, pero abundantes en los sitios en donde llegan a 
ocurrir; entre éstas destacan Eleocharis palustris, E. reznicekii, E. xyridiformis y E. yecorensis. 
 
Sagittaria latifolia y S. demersa, así como la gramínea Leersia hexandra, se desarrollan también en 
sitios encharcados. Otras especies emergentes son los berros (Roripa nasturtium-aquaticum), 
Ludwigia peploides, Lilaeopsis schaffneriana y algunas especies de Polygonum, Persicaria, Heterantheray 
Ranunculus. 
 
En la zona árida se presenta Bolboschoenus maritimus subsp. paludosus. 
 
En áreas cenagosas en medio de bosques templados es común Lilaea scilloides. Sparganium 
americanum es muy abundante en arroyos en bosque templado semihúmedo en el municipio de 
Pueblo Nuevo. 
 
Plantas subacuáticas 
 
Son plantas arraigadas en el fondo de depósitos poco profundos de agua, que completan la 
mayor parte de su ciclo de vida en el hábitat acuático y soportan sólo temporalmente el suelo 
seco. También pertenecen a estas comunidades las plantas de zonas pantanosas ya sea a la orilla 
de corrientes o manantiales o en amplias superficies de suelo mal drenado. 
 
Las familias mejor representadas en este tipo de hábitat, tanto en número de especies como de 
individuos son las ciperáceas (Eleocharis spp., Scirpus y algunas especies de Cyperus y de Carex), 
juncáceas (Juncus), gramíneas (Echinochloa, Eriochloa), Berula erecta y especies de Ludwigia, Polygonum 
y Persicaria.. 
 
En lugares altos, templados a fríos, se encuentran algunas áreas abiertas (“llanos”) en medio de 
los bosques de pino o de pino-encino, que se encharcan durante parte del año, en donde son 
comunes especies de los géneros Carex, Juncus, Luzula, Agrostis, Mimulus, Hydrocotyle, así como 
Chromolepis heterophylla y especies de Cyperus, Eleocharis, Eryngium y Equisetum. 
 
Los humedales (ciénegas) en bajíos en bosques templados de la Sierra albergan un buen número 
de especies acuáticas o subacuáticas endémicas, por ejemplo: Sisyrinchium cholewae, Senecio 
billieturneri, Trichocoryne connata, Jaegeria spp., Coreopsis maysillesii, Olivaea leptocarpa, Carex durangensis y 
varias plantas aún no descritas. 
 
En lugares de clima templado-cálido son frecuentes las asociaciones de Cyperus, Eleocharis, Juncus, 
Agrostis, Echinochloa, Polypogon, Paspalum, Polygonum, Ranunculus y otros géneros. 
 
Las asociaciones denominadas por Gentry (1957) pastizal de ciénega están básicamente formadas 
por plantas subacuáticas; estas asociaciones son por lo general fases de sucesión, rara vez 
determinadas por el factor clima. La gramínea más común en este tipo de hábitat es Sporobolus 
airoides, adaptada a suelos con aireación deficiente. Muestra tolerancia a la concentración de sales, 
pero estas no son necesarias para su establecimiento. Bouteloua gracilis es abundante en algunas 
áreas de suelo arcilloso rodeado de lugares encharcados. Especies de géneros hidrofíticos como 
 98
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Echinochloa, Leptochloa, Paspalum y Panicum se asocian con ciperáceas y otras plantas, formando 
comunidades inestables. El arbusto que con más frecuencia se presenta en este tipo de 
comunidades es Acacia schaffneri, principalmente en el centro y sur del estado. 
 
 
14.1.2. Acuáticas flotantes 
 
Predominan las plantas herbáceas libremente flotantes (no enraizadas). Se desarrollan mejor en 
lugares no afectados por corrientes o donde la corriente es lenta. 
 
Entre las plantas que flotan en la superficie del agua y que carecen de órganos de fijación son 
frecuentes las especies de lentejilla de agua (Lemna spp.), plantas muy pequeñas pero que en 
ocasiones cubren por completo la superficie del agua. En algunos lugares el disturbio propicia su 
proliferación, como es el caso de canales y depósitos de la región de los valles. 
 
Azolla mexicana, que forma una cubierta roja sobra la superficie del agua, y el trébol de agua 
(Marsilea spp.) pertenecen al grupo de los helechos. Azolla es una libre flotadora favorecida por el 
disturbio; Marsilea es una planta arraigada con hojas flotantes. 
 
Eichhornia crassipes, el lirio acuático, es otra planta flotante libre que también se ve favorecida por 
la perturbación del medio. Se reproduce rápidamente y cubre grandes extensiones en algunas 
presas y estanques cercanos a la ciudad de Durango. 
 
Entre las plantas flotantes pero arraigadas en el fondo están Nymphaea gracilis y N. odorata en los 
Valles y la región de la Sierra y Nymphoides fallax en la Sierra, sobre todo en lugares poco 
contaminados. 
 
En la región de las quebradas, en la presa El Comedero, se presenta abundante Pistia striatiotes. 
 
Otras comunidades relacionadas son aquellas en las que las plantas son sumergidas pero tienen 
flores son flotantes. 
 
14.1.3. Acuáticas sumergidas 
 
Son las plantas que normalmente se mantienen por debajo de la superficie del agua. 
 
Entre las especies sumergidas más comunes en Durango están Najas guadalupensis, N. marina, 
Ceratophyllum demersum, Myriophyllum aquaticum, M. spicatum y Zannichellia palustris. En algunos sitios 
es muy abundante Ranunculus trichophyllus y en otros Potamogeton spp. 
 
Chara es un alga común en sitios con algún grado de perturbación. 
 
 
 
14.2. VEGETACIÓN RIPARIA LEÑOSA (Lámina 29, 30 c-e) 
 
14.2.1. Bosques de galería [BG] 
 
Los bosques de galería están constituidos por los árboles que se desarrollan a lo largo de las 
corrientes de agua. Incluye comunidades muy diversas, densas o muy abiertas e irregulares, 
caducifolias, subcaducifolias o perennifolias. 
 
 99
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Los géneros de árboles riparios más frecuentes en Durango son los sauces (Salix), álamos 
(Populus) y sabino (Taxodium) y en menor grado fresnos (Fraxinus) y nogales (Juglans). Para las 
partes bajas del estado, Ficus es uno de los géneros comunes en este tipo de comunidades. 
 
Esta vegetación es de gran importancia ecológica ya que una comunidad en buenas condiciones 
sirve de filtro entre el río y las áreas adyacentes, filtra el flujo de insumos y deshechos agrícolas y 
pecuarios al torrente del río y amortigua algunos de los procesos de sedimentación. 
 
 
ZONA ÁRIDA Y SEMIÁRIDA Y REGIÓN DE LOS VALLES: 
 
Los árboles que destacan a lo largo de los ríos son el álamo (Populus fremontii var. mesetae) y el 
sabino (Taxodium mucronatum). En otros sitios destacan el mezquite (Prosopis laevigata, o P. 
glandulosa en la zona árida), sauces (Salix bonplandiana, S. exigua), o arbustos como la jarilla 
(Baccharis salicifolia) y el mimbre (Chilopsis linearis). 
 
En el Cañón de Fernández el sabino o ahuehuete (Taxodium mucronatum) es el árbol dominante a 
las orillas del Nazas, acompañado por mezquite (Prosopis glandulosa), huizache (Acacia farnesiana), 
mora (Morus) y fresnos (Fraxinus). En otras áreas destacan los sauces (principalmente Salix 
bonplandiana) y los álamos (Populus). Existen ahuehuetes de más de 1000 años de edad (muchos de 
ellos deteriorados por fuego) (Valencia 2005). En el estrato arbustivo es común la jarilla 
(Baccharis salicifolia), así como mezquite y huizache. La comunidad de arbustivas y de herbáceas, 
que incluye a Penniocereus greggii, está siendo seriamente amenazada por el excesivo crecimiento de 
la chicura o pegajosa (Ambrosia ambrosioides). 
 
En zonas muy secas hay predominancia de huizaches (Acacia farnesiana o A. schaffneri) y/o de 
mezquite (Prosopis glandulosa), con sabinos aislados. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Fig. 9. Sabinos en el Río Tunal, cerca de El Saltito, Durango. 
 
En la zona semiárida y en cañones de serranías del norte de Durango se presentan fresnos 
(Fraxinus berlandieriana) y nogales (Juglans major y J. pyriformis) en las cercanías de corrientes de agua, 
a veces no formando parte del bosque de galería sino en las partes bajas de las laderas adyacentes. 
 
Una variante del bosque de galería es un bosque de Salix, actualmente muy fragmentado y casi 
desaparecido, que no se restringía a orillas de corrientes de agua sino a planicies inundables del 
 100
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Valle del Guadiana; relictos de esta comunidad pueden apreciarse al oriente de la ciudad de 
Durango. 
 
ZONA TEMPLADA Y FRÍA: 
 
En la región de la Sierra el bosque de galería está con frecuencia constituido por los mismos 
elementos del bosque circundante, pero presentando mayor densidad y mayor talla. 
En cañadas con humedad ambiental superior a la de las laderas adyacentes,destacan árboles 
como los ailes o alisos (Alnus acuminata y A. jorullensis), cedros (Cupressus arizonica y C. lusitanica) en 
sitios mésicos y los cahuites y pinabetes (Abies durangensis y Pseudotsuga menziesii) en sitios húmedos 
y más fríos. Unas pocas cañadas de este tipo albergan también a Picea chihuahuana, especie 
endémica de la Sierra. 
 
Otros componentes de estas comunidades son el pinabete (Pinus ayacahuite), el palo colorado 
(Quercus sideroxyla) y el roble (Q. rugosa). Entre los elementos arbustivos y árboles bajos destacan 
los sauces (Salix bonplandiana, S. jaliscana y S. lasiolepis, S. taxifolia), capulín (Prunus serotina), fresno 
(Fraxinus uhdei), Garrya ovata, Cornus disciflora y C. excelsa, entre otros. 
 
ZONA DE CLIMA CÁLIDO: 
 
El bosque de galería en áreas con influencia tropical está conformado usualmente por los mismos 
elementos de la vegetación circundante (al igual que en las zonas templadas y frías). A lo largo de 
corrientes de agua destacan los higos, chalates y tecombalates (Ficus spp.), guamúchil 
(Pithecellobium dulce), palo mulato (Bursera simarouba), pochote (Ceiba acuminata), cedro (Cedrela 
odorata), ramón (Brosimum alicastrum) y vainillo (Inga eriocarpa e I. hintonii). 
 
En las zonas más bajas, se presenta el álamo Populus mexicana subsp. dimorpha, que es poco 
común. 
 
14.2.2. Comunidades riparias arbustivas 
 
Las agrupaciones de arbustos que se desarrollan a lo largo de corrientes de agua varían 
ampliamente, dependiendo de la zona del estado en la que ocurren: 
 
Las compuestas de los géneros Baccharis y Brickellia, principalmente la jarilla de río 
(Baccharis salicifolia en la zona árida y semiárida y B. heterophylla en la sierra) forman matorrales a la 
orilla de corrientes y depósitos de agua en varias partes del estado. 
 
A lo largo del cauce de corrientes temporales en la zona semiárida se desarrollan 
comunidades de Prosopis, Acacia, Celtis y mimbre (Chilopsis linearis). 
 
Hacia la zona templada, se presentan comunidades riparias de Rhus virens y Vauquelinia 
corymbosa. 
 
En arroyos sobre cañadas abiertas entre 2,400 y 2,600 m llegan a ser dominantes algunos 
sauces (Salix) arbustivos, particularmente Salix jaliscana y S. taxifolia. 
 
Entre los elementos arbustivos riparios de la zona tropical destacan Ambrosia 
(Hymenoclea) monogyra y Tamarix ramossisima, este último una especie invasora proveniente de 
Eurasia. 
 
Carrizales 
 101
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
Los carrizos (Arundo donax) llegan a medir varios metros de alto y formar colonias densas a la 
orilla de ríos y otras áreas con humedad permanente entre 1,050 y 1,900 m de elevación en el 
oriente de Durango, y hasta a menos de 300 m en la parte baja de las Quebradas. Estas 
comunidades se presentan en algunos sitios de la zona semiárida en Nombre de Dios y en la 
región árida en las riberas del Nazas, así como en Tamazula. El carrizo es una agresiva invasora 
que desplaza a las especies nativas. 
 
Otra gramínea leñosa a la que se conoce como carrizo en Durango es Phragmites australis, escasa a 
orilla de cuerpos de agua en el Bolsón de Mapimí. 
 
A orilla de corrientes de agua en la región de las Quebradas se desarrollan otates (Otatea acuminata 
subsp. aztecorum y O. fimbriata). 
 
 
 102
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
15. OTRAS COMUNIDADES VEGETALES 
 
15.1. BOSQUE XERÓFILO ESPINOSO [BXE] (Lámina 31 a,b) 
 
Se presenta en forma de manchones en medio de otros tipos de vegetación y es difícil cuantificar 
su extensión en Durango. En el mapa de vegetación (Anexo 1), se registran 31,193.37 Hs, lo que 
correspondería a un 0.26% de la superficie total del estado. 
 
En la parte centro-oriental del estado existen pequeños manchones de bosque xerófilo espinoso 
en medio de matorral. Ocupan partes bajas con suelo profundo, con drenaje deficiente (o incluso 
inundables), sobre todo a lo largo de arroyos y en sitios de nivel freático alto, sobre depósitos 
aluviales ubicados entre 1,550 y 1,900 m de elevación. El clima es BS, con temperaturas medias 
anuales que fluctúan entre 20 y 26ºC y precipitación pluvial de 350 a 450 mm al año. Mucha de la 
superficie que ocupaban previamente este tipo de bosques está actualmente dedicada a fines 
agrícolas. 
 
Son comunidades de árboles bajos y espinosos, en las que la especie más característica es el 
mezquite (Prosopis laevigata), a veces con huizache chino (Acacia schaffneri). Algunas especies de los 
matorrales xerófilos circundantes pueden estar presentes, como el huizache (Acacia constricta), 
granjeno (Celtis laevigata), junco (Koeberlinia spinosa), Opuntia spp., y Yucca spp., así como trepadoras 
como Commicarpus scandens, entre otras. 
 
La presencia de las mismas especies que acompañan a P. laevigata y a A. schaffneri en los matorrales 
adyacentes indica que el bosque xerófilo espinoso corresponde a una fase de los matorrales que 
se desarrolla en sitios con mayor humedad edáfica gracias a la plasticidad fenotípica del mezquite 
y del hizache chino, los cuales se desarrollan tanto en forma de arbusto como de árbol, 
dependiendo de las características del ambiente. 
 
Los bosques de Prosopis o mezquitales se desarrollan a las vegas de ríos y arroyos, o en terrenos 
de suelo profundo con manto freático más o menos superficial, en la región de los Valles y en sus 
límites con la zona semiárida. Son comunidades casi siempre abiertas, por lo general con un sólo 
estrato arbóreo bajo (de 3 a 6 m de altura). Los árboles son espinosos, de copa amplia y 
caducifolios. 
 
Ejemplos de estas comunidades se localizan en el Valle del Guadiana, así como en las cercanías 
de Francisco I. Madero, en El Ranchito (Cuencamé) y en varios sitios del municipio de Rodeo. 
 
Los mezquitales por lo general se localizan en áreas planas e indican mantos freáticos poco 
profundos. Debido a ello, muchos terrenos antiguamente ocupados por mezquitales han sido 
desmontados para usarse como áreas de cultivo. La mayor parte del área que actualmente está 
ocupada por agricultura en el Valle del Guadiana (y probablemente en gran parte de la región de 
los llanos), fue anteriormente un bosque xerófilo espinoso del que aún quedan individuos 
relictuales en algunos lugares. 
 
Sinonimia: Corresponde al mezquital y al Bosque caducifolio espinoso de Prosopis, de Miranda y 
Hernández X. (1963). 
 
 
 
 
 103
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
15.2. MATORRAL SECUNDARIO DE JARILLA (DODONAEA VISCOSA) 
(Lámina 31 d,e) 
 
Dodonaea viscosa (jarilla) forma matorrales secundarios en sitios donde los encinares han sido 
eliminados por fuego o por sobretala, tanto en regiones de clima templado seco como en clima 
tropical, entre 1,550 y 2,200 m s.n.m. Se presenta en lomeríos y estribaciones de la Sierra Madre, 
tanto sobre la vertiente oriental como sobre la vertiente occidental. Con frecuencia se encuentran 
elementos relictuales de los encinares o de los bosques de pino-encino que existían previamente: 
Quercus eduardii, Q. resinosa. Q. magnoliifolia y/o Pinus chihuahuana, entre otros. 
 
En lomeríos y pie de monte de la vertiente oriental, Dodonaea se asocia con frecuencia con sotol 
(Dasylirion durangense) y hacia mayores elevaciones se mezcla con manzanita (Arctostaphylos pungens). 
Al norte del municipio de El Mezquital Dodonaea se mezcla con manzanita en áreas perturbadas 
intermedias entre los bosques templados y los matorrales subtropicales o el bosque tropical 
caducifolio. Esas comunidades son indicadoras de fuegos recurrentes. 
 
En laderas y mesas en los mpios. de Durango y El Mezquital, entre 1,900 y 2,000 m Dodonaea 
forma amplios matorrales, acompañada con Dasylirion durangense y escasos maguey cenizo (Agave 
durangensis) y/o maguey de castilla (Agave salmiana), huizache chino (Acacia schaffneri) y orégano 
(Lippia graveolens). 
 
En Tepehuanes (Rancho El Purgatorio y Ranchito Escondido), Dodonaea forma matorrales en 
sitios previamente ocupados por bosque abierto de encino o por bosque de encino-pino entre 
1,500y 1,600 m, a veces con Wigandia caracassana, una planta urticante. 
 
15.3. MATORRAL CON PALMITO (BRAHEA DULCIS) (Lámina 31 c) 
 
En los municipios de El Oro, Coneto, Rodeo y Pánuco de Coronado se desarrollan comunidades 
con palmito (Brahea dulcis), una palma de 4 a 12 m de alto, con diversos usos locales, 
principalmente para techar casas, para atar pastura y para elaborar artesanías. 
 
Brahea está presente tanto en cañadas y orillas de arroyos entre 1,700 y 1,750 m de elevación, 
como en los matorrales xerófilos en las laderas entre 1,750 y 1,850 m. En esos sitios, Brahea 
constituye un elemento relictual, es decir, remanente de épocas en que la vegetación de clima más 
cálido tenía una mayor distribución. 
 
Brahea se mezcla con encinos (Quercus 
emoryi y Q. chihuahuensis), cedros 
(Cupressus) y fresnos (Fraxinus) en 
bosque de galería y con ocotillo 
(Fouquieria), palma (Yucca) y otros 
elementos del semidesierto en partes 
más secas. En pequeñas áreas en Las 
Higueras (m. Rodeo) se combina con 
Lantana camara y con papelillo (Bursera 
fagaroides), otras dos especies de 
afinidad tropical que constituyen 
también elementos relictuales de 
épocas más cálidas. 
Fig. 10. Brahea dulcis en matorral xerófilo en Rodeo, Dgo. 
 
 104
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Brahea dulcis se conoce también, con el nombre de palma, de laderas de arroyos en El Mezquital y 
San Dimas hasta los 1,900 m de elevación, mezclada con elementos de bosque de pino-encino de 
clima semicálido, así como de sitios escarpados con baja humedad ambiental en bosques de 
encino o de pino-encino hasta a 2,240 m en San Dimas y Tamazula. Otra palma, Brahea aculeata, 
se desarrolla en bosques húmedos de San Dimas. 
 
15.4. MATORRAL XERÓFILO SUBTROPICAL (Lámina 26 f) 
 
Entre 1,400 y 2,050 m de elevación, en zonas intermedias entre el matorral xerófilo de ocotillo 
y/o de largoncillo con el bosque tropical caducifolio o con el matorral subtropical, se presentan 
matorrales en los que se mezclan elementos de ambos ecosistemas. 
 
En lomeríos de conglomerado al norte de El Mezquital (1,400-1,450 m) destacan Prosopis laevigata, 
Acacia constricta var. vernicosa y Fouquieria splendens entre los de tipo xerófilo, mientras que entre los 
tropicales están Ipomoea murucoides, Acacia pennatula y Myrtillocactus geometrizans28. Otros elementos 
acompañantes provenientes de zonas áridas son Jatropha dioica, Celtis laevigata, Cylindropuntia 
leptocaulis, Euphorbia antisiphyllitica y aún Agave victoria-reginae y entre los de afinidad tropical están 
Cercidium (praecox?), Bursera fagaroides, Ditaxis guatemalensis, Justicia sp. y Euphorbia colletioides. 
 
Los elementos xerófilos, principalmente Fouquieria, son dominantes en las laderas secas (hacia el 
sur o el oriente) y los elementos tropicales predominan en las partes bajas o en las laderas menos 
secas. En áreas planas los dominantes son Acacia o Prosopis. Sobre depósitos aluviales Prosopis 
forma matorrales más densos, combinado con Cercidium, Celtis y Jatropha. 
 
En las cercanías de Paura se desarrolla un matorral bajo dominado por Calliandra eriophylla, con 
Jatropha dioica, Euphorbia antisiphyllitica y escasos Rhus microphylla, Lippia graveolens, Acacia constricta 
var. vernicosa, Cylindropuntia sp. e Ipomoea murucoides. Acacia constricta var. vernicosa asume la 
dominancia en algunas comunidades entre 1,800 y 2,050 m. 
 
Otro matorral bajo en El Mezquital está dominado por Mimosa monancistra con Dalea bicolor, Acacia 
constricta var. vernicosa, A. farnesiana y escasos A. pennatula y P. laevigata. En el estrato inferior 
destacan Baccharis pteronioides, gramíneas anuales y compuestas como Adenophyllum cancellatum. En 
áreas cercanas se encuentra también el huizache chino (A. schaffneri). También en El Mezquital, a 
1,800 m, se desarrollan matorrales bajos en los que el orégano (Lippia graveolens) es el elemento 
dominante, asociado a Opuntia, Agave durangensis y Acacia. 
 
En el Cerro de Mercado, en las cercanías de la ciudad de Durango, entre 1,970 y 2,020 m de 
elevación se encontraban hace dos décadas manchones de matorral de Bursera palmeri con 
elementos xerófilos, una comunidad relictual de un período de mayores temperaturas. La 
explotación minera en esta zona ha hecho desaparecer a esta vegetación. 
 
15.5. VEGETACIÓN RUPÍCOLA (Lámina 32 a-c) 
 
Las comunidades de plantas que se desarrollan sobre escarpes, riscos y substratos rocosos 
presentan diversas adaptaciones a la falta de humedad. Destacan diversos líquenes y selaginelas 
(siempreviva, Selaginella spp.), así como los gallitos (Tillandsia recurvata), paixtle (T. usneoides), 
Crassuláceas como Echeveria y Sedum y diversas cactáceas y agaváceas. 
 
Varias especies de Agave se comportan como rupícolas: en la zona árida y semiárida destacan la 
lechuguilla (Agave lechuguilla) y la noa (A. victoriae-reginae). En la Sierra, otra lechuguilla (A. 
 
28 Tratado como matorral mediano espinoso en COTECOCA (1979). 
 105
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
schidigera) y un maguey (A. inaquidens var. barrancensis). En las quebradas, otras lechuguillas son A. 
vilmoriniana y A. multifilifera). 
 
El Peñón Blanco o Peñón de Covadonga, enorme formación granítica que da la impresión de no 
tener cubierta vegetal, cuenta con vegetación rupícola muy espaciada. 
 
15.6. COMUNIDADES DE ARVENSES Y RUDERALES (Lámina 32 d) 
 
Arvenses son las comunidades formadas por especies asociadas a campos de cultivo, activos o 
abandonados. Con frecuencia a estas especies se les conoce como “malezas”, dada la 
competencia por agua y nutrientes que representan para las especies cultivadas. Sin embargo, las 
plantas arvenses frecuentemente son útiles en diversas formas (comestibles, medicinales) y 
algunas pueden jugar papeles positivos en el agroecosistema. 
 
Entre las más comunes de estas especies, en cultivos en todo el estado se cuentan la aceitilla 
(Bidens odorata), diversas Crucíferas como Eruca sativa, la mostaza (Brassica nigra, B. rapa), Lepidium 
virginicum, quelites como Amaranthus hybridus y Chenopodium spp. y el zacate pata de gallo (Cynodon 
dactylon). 
 
En la zona oriental del estado destaca la rodadora (Salsola iberica) y varias especies de Crucíferas. 
 
En los Valles, las asociaciones más comunes son las dominadas por el girasolillo (Tithonia calva), 
asociada sobre todo a campos de maíz y el chicalote (Argemone ochroleuca), común en campos de 
frijol después de levantar la cosecha. 
 
En la Sierra, Spergula arvensis llega a ser muy abundante en cultivos de avena. 
 
Ruderales son especies que son favorecidas por el disturbio, comunes a orillas de caminos y 
carreteras, así como en los alrededores de casas y en terrenos baldíos. Se encuentran en las cuatro 
regiones del estado. 
 
Entre las especies ruderales destacan diversas gramíneas procedentes de África, algunas de las 
cuales son invasoras: el zacate rosado (Melinis rosea), Pennisetum villosum y el zacate buffel (Cenchrus 
ciliaris), este último en las zonas áridas29. Otras gramíneas abundantes a lo largo de carreteras son 
Botriochloa barbinodis y Chloris spp. y pata de gallo (C. dactylon). 
 
Una especie muy abundante en áreas de disturbio (orilla de caminos, basureros) es el tabacón o 
gigante (Nicotiana glauca). Otras ruderales comunes son plantas de la familia de las compuestas 
como el girasolillo (Tithonia tubiformis y T. diversifolia), Viguiera spp., aceitilla (Bidens odorata) y 
Ambrosia spp. y Chloracantha spinosa. Entre las herbáceas de otras familias destacan Asphodelus 
fistulosus y varias especies de solanáceas de los géneros Physalis, Solanum y Datura. 
 
En años recientes se ha expandido Ambrosia ambrosioides (chicura) en áreas de disturbio con suelo 
profundo, tanto en la zona árida (por ejemplo cerca del río Nazas) como en la región de las 
quebradas. 
 
 
29 Una gramínea invasora de gran agresividad, el zacate africano(Eragrostis lehmanniana) se ha detectado 
recientemente como ruderal al norte de Brittinham, Mpio. de Gómez Palacio (25°45'50" N, 103°34'23" 
W). Se sugiere que se tomen acciones para impedir su dispersión en Durango. 
 106
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
V. DINÁMICA DE LA VEGETACIÓN 
 
M. Socorro González Elizondo, Martha González Elizondo, 
Marco A. Márquez Linares y Jeffrey R. Bacon. 
 
 
Los ecosistemas son entidades que se modifican de manera continua debido a procesos naturales 
y por efecto de la influencia humana. Actualmente, la principal causa de modificación -directa o 
indirectamente-, son las actividades humanas. La vegetación de Durango, al igual que la de gran 
parte del país, está cambiando en su estructura, composición y distribución debido 
principalmente a factores antropogénicos como son: la sobreexplotación y cambio de uso de 
suelo, la fragmentación de hábitats, la contaminación, la introducción de especies exóticas y el 
cambio climático, entre otros. 
 
El presente capítulo tiene por objeto discutir algunos de los cambios que se han detectado en la 
vegetación del estado de Durango, describir sus posibles causas y comentar sobre los posibles 
cambios futuros con el propósito de tomar medidas precautorias. 
 
RELACIÓN CLIMA-VEGETACIÓN 
 
El clima es uno de los principales factores que determinan qué tipo de vegetación está presente 
en un área. Las modificaciones del clima a lo largo del tiempo se reflejan en migraciones de la 
flora y en cambios en la vegetación. Por ejemplo, durante el Pleistoceno el clima fue mucho más 
frío y húmedo de lo que es actualmente; hace unos 9,000 años se empezó a hacer más seco en el 
norte de México y hace alrededor de 4,000 años se estableció el clima moderno (Metcalfe 2006). 
Durante las épocas de climas fríos y húmedos la vegetación prevalente era de bosques, bosques 
bajos abiertos, humedales, chaparrales y pastizales. La vegetación desértica se restringía a partes 
bajas en el sur del Desierto Chihuahuense y fue hasta hace unos 4,500 años que la gobernadora y 
el ocotillo llegaron a la parte norte del actual Desierto Chihuahuense (Van Devender 1990, 1995). 
 
Muchas laderas calizas del oriente de Durango cubiertas actualmente por matorral xerófilo 
(Acacia neovernicosa, Agave lechuguilla y Fouquieria splendens), tenían hasta hace 11,000 años un bosque 
bajo abierto de piñonero, cedro y encino con pastizal, vegetación que había permanecido ahí por 
unos 30,000 años. A principios del Holoceno los dominantes leñosos eran encino (Quercus) y 
cedro (Juniperus) con pastizal, pero a mediados de ese período ya dominaba el pastizal y a finales 
del Holoceno éste fue reemplazado por las comunidades xerófilas actuales (Van Devender and 
Burgess 1985; Van Devender 1995). 
 
En la Sierra de la Misericordia al NW de Bermejillo (25°56’ N), actualmente ocupada por 
matorrales, había hace unos 12,000 años Juniperus y pino piñonero (Pinus remota), de acuerdo a los 
restos encontrados en madrigueras fósiles de rata de campo [Neotoma]. En ese tiempo los 
veranos eran más fríos y los inviernos menos fríos y más húmedos y las partes más bajas del 
Bolsón de Mapimí (“playas”) pudieron haber estado cubiertas de agua. Los climas no 
extremosos, bajos ritmos de extinción y las repetidas y rápidas fluctuaciones climáticas entre 
glaciares e interglaciares pueden haber sido importantes en la evolución y acumulación de 
especies a bajas latitudes (Van Devender 1995). 
 
 
 
 
 107
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
El cambio climático global 
 
En las últimas décadas se ha manifestado una 
mayor, inusual, modificación del clima, que es 
resultado, directa o indirectamente, de 
actividades humanas, principalmente del 
aumento en la concentración de gases como el 
CO2 en la atmósfera. Este cambio climático 
global se caracteriza por la ocurrencia de 
eventos climáticos extremos que afectan la 
composición y la estructura de la vegetación. 
 
Muchas especies de plantas, particularmente las 
de ciclo de vida largo como los árboles, no 
alcanzan a adaptarse a la velocidad con que 
ocurren los cambios y desaparecen de algunas 
áreas dando lugar a especies con mayor 
plasticidad. 
 
 
Fig. 11. Sabinos muertos cerca de Presa 
Las Higueras, Rodeo. 2003. 
 
 
 
Entre los estudios sobre las posibles respuestas de los ecosistemas al cambio climático en México 
están los de Villers Ruiz y Trejo Vázquez (1998a, 1998b), quienes analizan la vulnerabilidad de 
los ecosistemas forestales a los eventos climáticos. De acuerdo a sus modelos predictivos, de 18 
zonas de vida analizadas, las más afectadas serán las de bosques templados, los cuales tienden a 
reducir su área debido principalmente al incremento en la temperatura30. 
 
Otras comunidades vegetales se verán afectadas por los cambios en la precipitación. Por ejemplo, 
los promedios de precipitación anual registrados para diferentes provincias bióticas de Arizona y 
Nuevo México son: Matorral desértico (254 mm), Pastizal desértico (279 mm), comunidades de 
piñonero-junípero (432 mm), bosque de Pinus ponderosa (533 mm), bosque de Pseudotsuga menziesii 
(660 mm) y bosque de Picea-Abies (864 mm) (Lowe 1964, citado por Van Devender et al. 2003). 
Con estos datos se puede predecir que un bosque bajo abierto de piñonero y Juniperus puede ser 
reemplazado por un pastizal o por matorral xerófilo si la precipitación se reduce, o por bosques 
de pino si el cambio se diera hacia una mayor precipitación y una menor temperatura. Sin 
embargo, con frecuencia es más importante la distribución de la precipitación durante el año que 
el total de precipitación recibido (Rzedowski 1978; González et al. 2005ª), de tal manera que las 
tendencias de cambio no son fácilmente predecibles. 
 
En Durango, varias comunidades vegetales están sufriendo modificaciones (González et al. 1991, 
2003, 2004, 2005ª, b; Casas et al. 1993; Márquez et al. 2006). Al igual que en gran parte de 
 
 
 
30 Uno de los modelos aplicados indica que los bosques tropicales secos y los bosques espinosos tienden a 
incrementar su superficie, mientras que el otro modelo sugiere condiciones que podrían incrementar la 
extensión de los bosques tropicales húmedos. 
 
 
 108
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
México y el mundo, se están presentando períodos de 
sequía extrema en los que algunos componentes de la 
cubierta vegetal mueren. Un año particularmente seco fue 
1998, dando por resultado una alta incidencia de incendios 
forestales, así como la modificación en comunidades 
riparias (Fig. 11) y en algunos bosques de encino y de pino-
encino en su límite inferior de distribución (Figs. 12, 13). 
 
 
 
 
Fig. 12. Abies neodurangensis con meristemos apicales divididos, 
afectados por plaga. 
 
 
 
 
El estrés hídrico se agudiza en sitios con escasa cobertura vegetal (por ejemplo sitios 
sobrepastoreados). Ahí los árboles mueren o se debilitan debido a la falta de agua y son más 
susceptibles al ataque de plagas, particularmente descortezadores (Dendroctonus). Esto ocurre 
especialmente en los límites inferiores de distribución de las especies, dando por resultado que 
los bosques templados estén reduciendo su distribución y retrayéndose hacia mayores 
elevaciones. Muchas de las áreas cubiertas por bosques de encino hace pocos años están ahora 
ocupadas por matorrales secundarios de Arctostaphylos pungens o de Quercus depressipes en las partes 
altas y por matorrales de Dodonaea viscosa en partes bajas. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 Fig. 13. Bosque que está siendo substituido por una comunidad baja y abierta de 
 piñonero. Pino prieto (Pinus leiophylla) muertos por descortezadores (Dendroctonus); 
 el piñonero no está afectado. 
 
También a menores elevaciones han ocurrido cambios por efecto de las heladas extremas. Los 
matorrales de Acacia y Opuntia han sufrido modificaciones en su composición y estructura, 
particularmente debido a la helada de1997, la cual afectó amplias áreas de vegetación en el norte 
de México. 
 
Algunas plantas parecen representar elementos relictuales, es decir, persistentes desde épocas en 
las que la vegetación predominante era diferente. Por ejemplo, en algunas partes del Valle del 
 109
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Guadiana se presentan poblaciones de sauces (Salix bonplandiana) no restringidos a orillas de 
corrientes de agua, indicando que anteriormente la zona era más húmeda que en la actualidad. 
 
Entre los elementos de la vegetación que son indicadores de condiciones ecológicas están los 
siguientes: 
 
Matorrales de jarilla (Dodonaea viscosa) y/o de sotol (Dasylirion durangense), indicadores de incendios 
recurrentes (Láminas 10 a, 31 d,e). 
 
Chaparrales de manzanita (Arctostaphylos pungens) o de charrasquillo (Quercus depressipes), que 
ocupan áreas con suelo somero, usualmente con fuerte afloramiento de roca madre, sometidas a 
frecuentes incendios o afectadas por vientos intensos. 
 
EFECTOS DE LA INFLUENCIA HUMANA (Láminas 33, 34) 
 
Es de suma importancia que el uso del suelo se base en la vocación de cada área. Los cambios de 
uso de suelo no sustentados en un ordenamiento ecológico llevan con frecuencia a problemas de 
erosión, deforestación y desertificación. Civilizaciones enteras se han colapsado debido a que 
manejaron inadecuadamente sus recursos naturales. 
 
Puesto que, independientemente de los avances tecnológicos que la humanidad logre, los 
ecosistemas naturales son la fuente de los servicios ambientales de los que depende nuestra 
subsistencia, los problemas ambientales se ven reflejados en problemas sociales, económicos y de 
salud, mientras que el cuidado y la protección del ambiente siempre repercute en una mejor 
calidad de vida de la población. 
 
La pérdida y deterioro de ecosistemas naturales se debe a muchas causas, la principal de las cuales 
es la conversión de áreas de bosque para pastoreo o para agricultura. El sobrepastoreo, 
principalmente por caprinos y ovinos provoca la mayor deforestación. La principal causa de 
deforestación en México son los desmontes agropecuarios (82% del total), seguidos muy de lejos 
(8%) por la tala ilegal (SEMARNAT ). 
 
De acuerdo al Inventario Nacional Forestal, el 77% de los ecosistemas naturales se encuentran 
aún en buen estado de conservación y sólo un 12% presentan vegetación secundaria. Sin 
embargo, 872,000 Ha se encuentran perturbadas y 900,000 con alto riesgo de presentar plagas y 
enfermedades. 
 
Los impactos humanos sobre los ecosistemas afectan a nivel de hábitats (degradación, 
fragmentación, destrucción o contaminación) y a nivel de organismos (sobreexplotación, 
introducción de invasoras). 
 
La deforestación, la degradación de los bosques y la fragmentación representan grandes pérdidas 
en los ecosistemas. La fragmentación y la deforestación se dan principalmente por el cambio de 
uso del suelo, de vegetación natural a uso ganadero y agrícola. 
 
La fragmentación ocurre cuando una comunidad vegetal es afectada y persisten únicamente 
manchones de la vegetación original, los cuales forman mosaicos entre las zonas agrícolas o las 
áreas abiertas a la ganadería. La fragmentación impacta a la biodiversidad, por ejemplo a las 
especies animales que requieren superficies grandes de cierto tipo de vegetación y hábitats 
contiguos así como el flujo génico entre las poblaciones que quedan aisladas. Al reducirse el 
tamaño de las poblaciones de plantas o animales, se reduce su diversidad genética y se incrementa 
su riesgo a desaparecer. 
 110
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
Los incendios de copa son otra causa de pérdida de vegetación natural. Para el año 2002 se 
registraron en Durango 183 incendios forestales, que afectaron 13,100 Ha. 
 
Los efectos de la deforestación se reflejan en grandes pérdidas de suelo, azolve de depósitos de 
agua y erosión biológica (extinción local o total de especies). 
 
En la laguna de Santiaguillo, un importante humedal que alberga a especies nativas y a muchas 
aves migratorias, está ocurriendo un proceso acelerado de alteración. Por ser una cuenca 
endorreica, el espejo de la laguna varía ampliamente, dependiendo de la precipitación recibida. 
Las actividades agrícolas han fragmentado los ecosistemas originales y degradan el ambiente 
acuático. El uso del agua para agricultura de riego está ocasionado que el nivel del agua baje, con 
la consecuente desecación de algunas partes de la laguna y también reducción en el nivel de 
mantos freáticos. 
 
La contaminación en suelo, agua o aire 
está ocasionando también degradación 
en los ecosistemas. Poblaciones de 
sauces (Salix bonplandiana) están en 
proceso de desaparecer aparentemente 
debido a contaminación (Fig. 14). 
 
La pérdida de hábitats es la principal 
causa tanto de extinción de especies 
(Wilson 1988) como de declinación en 
los servicios ecosistémicos (Daily et al. 
1997), citados en Wikipedia (2006, 
http://en.wikipedia.org/wiki/Restorati
on_ecology). 
Fig. 14. Sauces (Salix bonplandiana) muertos por 
contaminación. Puente San Carlos, Valle del Guadiana. 
 
 
OJO CON LAS INVASORAS31 (Lámina 7 c) 
 
Las especies exóticas invasoras (originarias de otros lugares pero que se desarrollan exitosamente 
en nuevas regiones, desplazando a la flora nativa), constituyen la segunda causa de alteración de 
hábitats. Al facilitar las migraciones de las especies se modifica a la naturaleza, reemplazando 
comunidades únicas de plantas y animales con comunidades empobrecidas de especies 
generalistas (Wilson). 
 
La introducción de especies exóticas ocurre ya sea de manera accidental, o de forma deliberada 
cuando se traen animales o plantas no nativas sin saber que algunas de ellas se expanden de 
manera agresiva desplazando o eliminando a especies nativas. La mejor manera (y prácticamente 
la única) de controlar el daño causado por las invasoras es durante la fase inicial de su 
establecimiento. 
 
Para Durango se han registrado 151 especies de plantas no nativas. De éstas, 122 están ya bien 
instaladas (naturalizadas) y 17 de ellas se comportan como invasoras en mayor o menor grado. 
 
31 Adaptación y resumen del trabajo presentado por González et al. (2006) en Weeds accross 
borders/Malezas a través de las fronteras. 
 111
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Entre éstas, destacan varias gramíneas africanas: Melinis repens, el zacate rosa, ha modificado 
profundamente el paisaje en la franja central de Durango, generando una cubierta uniforme en 
comunidades que fueron previamente diversas; Pennisetum ciliare (buffel) invade matorrales 
xerófilos del oriente del estado; Pennisetum villosum coloniza a lo largo de caminos, tanto en la 
región de los valles como en la sierra. Eragrostis lehmanniana (zacate africano) es una maleza 
sumamente agresiva que ha reemplazado a zacates nativos en pastizales de Chihuahua. Se ha 
detectado recientemente del noreste de Durango, de una pequeña área a la orilla de la carretera 
40 al N de Gómez Palacio. El carrizo (Arundo donax) es también agresivo y abundante 
particularmente a lo largo del río Nazas. 
 
Entre las herbáceas, destacan la rodadora (Salsola tragus), abundante en la zona árida. Otras 
especies naturalizadas y semi-invasivas son el cebollín (Asphodelus fistulosus), que coloniza áreas de 
disturbio en matorrales, pastizales y bosques bajos abiertos. Reseda luteola es común como arvense 
y ruderal en la zona árida. Eruca sativa y Spergula arvensis son abundantes en campos cultivados. 
 
CONCLUSIONES 
 
Sin duda, las actividades humanas para apropiarse de los recursos naturales (suelo, agua y 
vegetación) para su desarrollo social y económico, así como los efectos sobre el clima por el uso 
de combustibles fósiles, han tenido un efecto negativo sobre la vegetación. Los cambios se han 
reflejado en una disminución importante de la superficie con vegetación natural, un aumento 
importante de la vegetación secundaria,y cambios en la composición específica y estructural de 
los ecosistemas. 
 
Dado que los ecosistemas finalmente son el soporte de vida de la sociedad tanto para la 
generación de bienes como de servicios ambientales imprescindibles para la subsistencia, será 
cada vez más necesario invertir grandes esfuerzos por recuperar la capacidad de absorción, 
regeneración y producción de esos servicios. Esta inversión será, en un momento dado, ya no un 
asunto opcional sino forzoso. 
 
Es importante comentar que los costos de enfrentar la degradación ambiental son inmensamente 
más altos que los de la prevención y el cuidado de los ecosistemas. Es por ello de vital 
importancia que éstos se manejen de acuerdo a los principios de sostenibilidad de tal manera que 
continúen generando bienes y servicios y evitando que los cambios producidos por estas 
actividades no sean irreversibles. 
 
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Vegetación y Ecoregiones de Durango 
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VI. USO DEL SUELO EN DURANGO 
 
 Jorge A. Tena Flores, Rebeca Álvarez Zagoya e Irma Lorena López Enriquez 
 
 113
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
A las diferentes formas en que se emplea un terreno y su cubierta vegetal se les conoce como 
“uso del suelo”. En los lugares donde no ha habido modificación o ésta ha sido ligera, el suelo 
sigue cubierto por la vegetación natural y a ésta se le considera como primaria; cuando ha 
ocurrido alguna perturbación considerable y se ha removido la cubierta vegetal primaria, la 
vegetación que se recupera en esos sitios se conoce como secundaria y puede ser muy diferente 
a la original. Cuando se elimina por completo la cubierta vegetal para dedicar el terreno a 
actividades agrícolas, pecuarias o zonas urbanas, éstas se conocen como coberturas antrópicas 
(SEMARNAT 2005). 
 
En este capítulo se analiza el uso del suelo para fines agrícolas y urbanos y se comentan otros 
usos no incluidos en el mapa (Anexo 1). Además de la cubierta vegetal (vegetación primaria y 
secundaria), los usos del suelo incluidos en el mapa comprenden zonas agrícolas de temporal y de 
riego, pastizales inducidos, centros de población32 y parque urbano. Los pastizales inducidos se 
encuentran en sitios donde el bosque (templado o tropical) ha sido abierto, eliminando la mayor 
parte o todos los árboles para incrementar las áreas para pastoreo; éstos son tratados en los 
capítulos sobre vegetación. Los usos forestales se comentan en los capítulos sobre vegetación, 
dinámica de la vegetación y valor de los ecosistemas naturales. Debido a diferencias en las 
metodologías para calcular superficies y a que el uso del suelo se modifica de manera continua, 
los datos sobre usos del suelo varían dependiendo de la fuente. 
 
 
INEGI (2003)
SEMARNAT
Durango 
(2003) 
Este trabajo 
Bosques templados 46.6 40.5 42.933
Bosque tropical 4.6 4.0 4.534
Matorral 20.8 21.7 29.8 
Vegetación halófila nc 0.8 2.3 
Pastizal 14.7 nc 4.4 
Ganadería nc 18.1 nc 
Zonas agrícolas 10.1 7.0 9.4 
Áreas perturbadas nc 7.1 nc 
Otros 3.2 0.8 6.7 
 100.0 100.0 100.0 
 
Cuadro 6. Porcentaje de la superficie de Durango por vegetación y usos del suelo. Diferencias 
entre datos de INEGI (2003), SEMARNAT Durango (2003) y este trabajo. nc = no cuantificado. 
 
Las diferencias en algunos de los rubros dependen también de su conceptualización. Por 
ejemplo, la notable diferencia en las cifras registradas para “pastizal” se debe a que en este 
trabajo pastizal se refiere a un tipo de vegetación natural, sin incluir las superficiesde pastizal 
inducido o cultivado, mientras que de acuerdo al INEGI, el rubro pastizal comprende las "áreas 
que sustentan una cobertura de gramíneas que puede ser natural, inducida o cultivada, cuyo 
destino principal es el uso pecuario" (Cuadro 6). 
 
 
32 Incluidos como “zona urbana”, siguiendo la nomenclatura de la cartografía del INEGI. El rubro 
 comprende comunidades rurales y urbanas. 
33 Incluye bosques bajos abiertos. 
34 Incluye matorral subtropical. 
 114
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
 Vegetación o uso Superficie (Ha) % 
 Bosque templado 
 Bosque tropical 
 Zonas áridas 
 Veg. halófila 
4,989,401 
495,020 
2,671,571 
100,815 
40.5 
4.0 
21.7 
0.8 
Agricultura 
 Riego 
 Temporal 
864,330 
183,306 
681,024 
7.0 
Ganadería 2’235,670 18.1 
Áreas perturbadas 
Otros (Zonas urbanas, etc.) 
872,094 
89,129 
7.1 
0.8 
T O T A L 12,318,100 100.0 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Cuadro 7. Uso del suelo en Durango (Modificado de SEMARNAT Durango 2003). 
 
 
VI.1. AGRICULTURA 
 
La superficie agrícola de Durango para el ciclo 2002-
2003 fue de 702,320 Ha sembradas35 y para el 2003-
2004 fue de 707,076.9 Ha, equivalentes a 5.7% de la 
superficie de la entidad (INEGI 2005). Para ciclos 
anteriores el INEGI registra hasta 10.1% de la 
superficie de Durango como agricultura y la 
SEMARNAT Durango (2003) presenta la cifra de 
864,330 Ha (7% de la superficie). 
 
En este trabajo, con base en el conjunto de datos 
vectoriales de la carta de uso de suelo y vegetación 
serie II del INEGI (2002) se obtuvo la cantidad de 1,152,381 Ha de superficie agrícola (casi 9.4% 
de la superficie del estado) (Cuadros 5 y 6, Anexo 1). De éstas, 827,288 son de temporal y 
325,093 son de riego. 
 
La mayor superficie agrícola se ubica en la región de los valles, seguida de la zona árida y 
semiárida (Cuadro 8). La región de los llanos de Guadalupe Victoria y Pánuco de Coronado es la 
principal área productora de frijol en México. En el sur del estado se han introducido nuevos 
cultivos y se siembra exitosamente la fresa, aunque en pequeñas superficies, así como 
membrillero y vid. 
Región Superficie (Ha) 
Principales cultivos 
(Ha superficie cultivada) 
Los Llanos (Guadalupe Victoria-Pánuco de Coronado) 85,368 Principalmente frijol (67,574); maíz (7,961) 
 
35 De éstas, 681,417 fueron cosechadas, de acuerdo a la misma fuente. 
 115
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Canatlán – Nuevo Ideal 85,319 Avena forrajera (39,844), frijol (18,139); frutales, principalmente manzano (9,544) 
Valle del Guadiana 66,971 
Destacan el maíz (32,588); forrajes (15,358 de 
avena forrajera, maíz forrajero, praderas, 
alfalfa); frijol (9,378) 
Cuencamé 62,534 Predomina el frijol (48,954); maíz (5,875 ) 
Poanas – Nombre de Dios 50,260 Predomina el frijol (25,031); maíz (12,682) 
Comarca Lagunera (Gómez Palacio-Lerdo) 38,996 
Principalmente forrajes (31,455 Ha de maíz 
forrajero, alfalfa y avena forrajera); muy en 
segundo término hortalizas, algodón y nogal 
Santiago Papasquiaro 33,934 Principalmente avena (14,973) y maíz (14,122) 
Norte de Durango: Ocampo, Hidalgo, Indé, El Oro 61,044 Principalmente maíz (24,997) y forrajes (22,165 Ha de avena forrajera y sorgo) 
 
Cuadro 8. Principales zonas agrícolas de Durango y superficies sembradas en el año 2003-2004. 
Modificado de INEGI (2005). 
 
Ciclo Grupo Producto 
Superficie 
programada 
(Ha) 
Superficie 
sembrada (Ha) 
Algodón semilla 6,668 4,189 
Frijol 232,697 17,318 
Maíz grano 207,616 67,657 
Básicos 
Sorgo grano 4,128 876 
Avena forrajera 122,516 3,312 
Maíz forrajero 26,469 16,204 Forrajes 
Sorgo forrajero 19,950 2,374 
Chile verde 6,739 1,651 Hortalizas 
Papa 680 455 
Otros Avena grano 3,311 142 
Melón 2,580 2,004 Frutas 
Sandía 593 866 
PRIMAVERA 
VERANO 
 Subtotal 638,112 117,451 
Básicos Trigo grano 2,684 3,069 
Forrajes Avena forrajera 12,769 16,842 
Otros Avena grano 3,613 3,103 
OTOÑO INVIERNO 
 Subtotal 19,754 23,272 
Forrajes Alfalfa verde 24,435 27,286 
Aguacate 846 846 
Durazno 840 872 
Mango 273 279 
Manzana 10,249 10,825 
Naranja 205 215 
Nuez 4,021 4,026 
Frutas 
Otras 501 526 
PERENNES 
 Subtotal 41,401 44,375 
TOTAL ESTATAL 699,267 185,098 
 
 Cuadro 9. Principales cultivos sembrados en 2006 en Durango. Fuente: SAGARPA 2006. 
 
En la región de las Quebradas se siembran pequeñas superficies de frutales como aguacate, 
mango, ciruelo, guayabo, limón, lima y naranjo (Pueblo Nuevo 378 Ha, Tamazula 372 Ha, San 
Dimas 230 Ha y Canelas 38 Ha) y, en segundo término, maíz, avena forrajera y frijol. 
 
Por superficie sembrada, los principales cultivos en Durango, son el frijol, maíz, algodón, trigo, 
sorgo, cebada, cártamo, alfalfa verde y hortalizas (INEGI 2005). 
 116
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
En la agricultura de riego destacan los cultivos de forrajes, además del maíz y frutales: 
 
Cíclicos: Maíz de grano, maíz forrajero, avena forrajera, sorgo forrajero 
Perennes (herbáceos): Alfalfa, pradera 
Frutales: Manzano, nogal, duraznero 
 
En la agricultura de temporal las mayores superficies son destinadas al cultivo de frijol y maíz, 
seguidos por avena forrajera, maíz achicalado, avena achicalada, sorgo de grano y sorgo 
achicalado (Cuadros 9 y 10). 
 
 
 
Fig. 15. Agricultura de temporal en R. Flores Magón, mpio. de Canatlán (izq.) y de 
temporal y riego en el Valle del Guadiana, mpio. de Durango, Dgo. (der.) 
 
 
 
Por el valor de su producción, los cultivos más importantes son el chile ancho, chile verde, maíz, 
frijol, sorgo, trigo, avena forrajera, alfalfa y algodón (SEDESOL 2006). El 31% de la superficie 
agrícola actual es identificada con bajo rendimiento en sus cultivos por estar establecidos en 
suelos sin vocación agrícola (SEMARNAT Durango 2003). El frijol se siembra en 42.9% del 
total de la superficie agrícola y representa el 21.8% del valor de la producción y el maíz en 27.1% 
de la superficie, siendo 13.7% del valor de la producción. Resalta el bajo valor relativo de la 
producción de estos cultivos comparado con el de la alfalfa, de la que se siembra una superficie 
relativamente pequeña (3.5%) pero cuyo valor representó el 16.7% del total en el ciclo 2001-
2002. 
 117
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
SUPERFICIES SEMBRADA Y COSECHADA POR TIPO DE CULTIVO Y ZONAS AGRÍCOLAS 
 
TIPO DE CULTIVO Y PRINCIPALES MUNICIPIOS
PRODUCTORES 
 SUPERFICIE SEMBRADA 
(Ha) 
SUPERFICIE 
COSECHADA
(Ha) 
 VOLUMEN (Ton) 
TOTAL 702 320 681 417 NA 
CULTIVOS CÍCLICOS 650 466 630 190 NA 
SUB TOTAL 264 135 258 903 184 044 
Cuencamé, Guadalupe Victoria, Poanas, Pánuco de Coronado 145 555 143 564 114 206 FRIJOL 
Resto de Municipios 118 581 115 339 69 802 
SUB TOTAL 213 057 201 228 402 644 
Durango, Canatlán, Santiago Papasquiaro 58 444 54 689 118 491 MAÍZ GRANO 
Resto de Municipios 154 613 146 539 28 4153 
SUB TOTAL 93 991 92 207 267 854 
Nuevo Ideal, Santiago Papasquiaro, Canatlán 39 819 39 222 110 398 AVENA FORRAJERA SECA 
Resto de Municipios 54 172 52 987 157 456 
SU
Gó
MAÍZ FORRAJERO EN 
VERDE 
B TOTAL 23 281 23 281 1 040 890 
mez Palacio, Durango, Lerdo 9 073 9 073 9 073 
Resto de Municipios 3 898 3 898 104 278 
S
H
SORGO FORRAJERO EN 
VERDE 
UB TOTAL 12 757 12 729 343 196 
idalgo, Indé, El Oro, San Bernardo 6 346 6 346 151 259 
Resto de Municipios 6 411 6 383 191 937 
SUB TOTAL 7 875 7 518 23 958 
Durango 7 705 7 348 23 293 AVENA GRANO 
Resto de Municipios 170 170 665 
SUB TOTAL 7 317 6 760 17 305 
Mapimí 2 604 2 584 5 501 SORGO GRANO 
Resto de Municipios 4713 4 176 11 803 
SU
Tl
AVENA FORRAJERA EN 
VERDE 
B TOTAL 6 885 6 885 208 712 
ahualilo, Gómez Palacio, Mapimí 4 457 4 457 152 716 
Resto de Municipios 2 428 2 428 46 020 
SUB TOTAL 3 897 3 841 5 551 
Nombre de Dios, Poanas 3 525 3 490 5 167 CHILE SECO 
Resto de Municipios 373 352 385 
SUB TOTAL 3 018 2 949 30 303 
Poanas 1 405 1 390 15 707 CHILE VERDE 
Resto de Municipios 1 6131 559 14 596 
RESTO DE CULTIVOS CÍCLICOS 14 252 13 889 NA 
CULTIVOS PERENNES 51 854 51 227 NA 
SUB TOTAL 22 414 22 176 1 836 677 
Gómez Palacio, Lerdo 13 451 13 451 1 149 999 ALFALFA VERDE 
Resto de Municipios 8 963 8 725 686 678 
SUB TOTAL 10 870 10 720 52 015 
Canatlán, Nuevo Ideal 10 243 10 093 48 775 MANZANA 
Resto de Municipios 628 628 3 239 
SUB TOTAL 5 416 5 226 26 802 
General Simón Bolívar, Rodeo 2 299 2 299 9 321 ZACATE 
Resto de Municipios 3 117 2 927 1 7481 
SUB TOTAL 
Durango 
PASTOS Y PRADERAS EN 
VERDE 
3 614 3 614 79 068 
2 597 2 597 57 123 
Resto de Municipios 1 018 1 018 21 946 
SUB TOTAL 3 403 3 403 75 092 
Durango 1 873 1 873 32 780 ALFALFA ACICALADA 
Resto de Municipios 1 529 1 529 42 313 
SUB TOTAL 3 343 3 336 5 010 
Gómez Palacio, Nazas 1 654 1 654 3 255 NUEZ 
Resto de Municipios 4 011 3 962 1 241 
 
Cuadro 10. Superficies sembradas y cosechadas para los principales cultivos en Durango durante 
el ciclo agrícola 2002/2003 (INEGI 2005). 
 
El principal uso del agua en Durango es, con mucho, el agropecuario (Cuadro 11). Para el año 
2004 se autorizaron para la Comarca Lagunera 50,000 Ha de riego (agua de presas) para cultivo 
de forrajes, algodonero y hortalizas. El algodonero fue un importante cultivo en la zona hace 
algunas décadas y su producción declinó por diversas razones. Actualmente, los algodoneros 
pretenden hacer frente al algodón proveniente de China con un nuevo sistema de cultivo de alta 
densidad. 
 
 118
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
Uso Agua superficial (%) Agua subterránea (%) 
Agropecuario 97.4 71.4 
Público Urbano 1.4 24.1 
Industrial 0.9 3.4 
Otros Usos 0.3 1.1 
 
 Cuadro 11. Usos del agua en Durango (SEMARNAT Durango 2003). 
 
En cuanto a la hidrología subterránea, existe ya un déficit en Durango: la recarga total de los 
acuíferos es de 1,069 Mm3 mientras que la extracción es de 1,203 Mm3. Incluyendo los usos 
agrícola, industrial y público-urbano, se desperdicia un alto porcentaje del agua que se extrae del 
subsuelo. El deterioro de la infraestructura hidráulica por falta de mantenimiento, las técnicas 
agrícolas inadecuadas y baja organización de los productores inciden en ineficiencia de riego que 
alcanza hasta un 60% (SEMARNAT Durango 2003). 
 
La sobreexplotación ha inducido problemas de contaminación natural de sales y metales pesados. 
Adicionalmente, se presenta contaminación en cuerpos y corrientes de agua debido 
principalmente al crecimiento demográfico y económico, la falta de infraestructura para el 
tratamiento de aguas residuales y la insuficiente cultura ambiental. 
 
VI.2. USO PECUARIO 
 
Un análisis de la ganadería en los ecosistemas de Durango es presentado en este mismo trabajo 
por Herrera y Pámanes (Capítulo XI). 
 
VI.3. ZONAS URBANAS 
 
De 6,258 centros de población de Durango, por razones de escala solamente 177 aparecen en el 
mapa (Anexo 1), con una superficie acumulada de 247.46 Km2. La SEMARNAT (2003) registra 
891.29 Km2 para el rubro “zonas urbanas, etc.” (Cuadro 7), considerando la superficie ocupada 
por centros de población, infraestructura vial, tendido de líneas de alta tensión y otros usos. 
 
El 99.4% (6,218) de las localidades del Estado de Durango son rurales (de menos de 2,500 
habitantes) y 4,672 de éstas tienen menos de 50 habitantes. Tan solo el municipio de Durango 
cuenta con 606 localidades, de las cuales dos son urbanas y el resto rurales; más de la tercera 
parte de la población de la entidad se concentra en este municipio (491,436 habitantes) (INEGI 
2003). 
 
La población registrada para Durango en el año 2002 fue de 1,448,661 habitantes (INEGI 2003). 
Un 44% de esta población (637,248) se concentra en dos localidades de más de 100,000 
habitantes: Durango y Gómez Palacio. 
 
El Parque Urbano registrado en el mapa (Anexo 1) corresponde a las áreas de los parques 
Guadiana y Sahuatoba de la ciudad de Durango. Existen otros parques urbanos importantes (p. 
ej. el Parque Nacional Raymundo, en la ciudad de Lerdo). 
 
 119
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
VI.4. OTROS USOS DEL SUELO 
 
INFRAESTRUCTURA VIAL 
Entre los usos del suelo no incluidos en el mapa y no contabilizados, están las vías de 
comunicación, las cuales representan aprox. 0.06 % de la superficie estatal (7,404.8 Ha)36. A 
diciembre 2004, se registran para Durango los siguientes datos de infraestructura caminera y 
ferroviaria (adaptado de INEGI 2005): 
 
 Longitud 
(Km) 
Superficie media 
(Ha) 
Carreteras principales Cuota 333.0 632.7 
Carreteras principales libre 2,018.3 1,412.8 
Carreteras secundarias 1,929.9 1,350.9 
Caminos rurales 7,237.1 2,894.8 
Brechas 1,618.2 485.5 
Caminos vecinales y brechas a cargo de mpios. 1,486.0 445.8 
Red ferroviaria 455.7 182.3 
TOTAL 13,236.5 7,404.8 
 
Cuadro 12. Longitud y superficie de infraestructura caminera y ferroviaria en Durango (adaptado 
de INEGI 2005). 
 
ÁREAS SIN VEGETACIÓN APARENTE 
Adicionalmente a las zonas urbanas y las ocupadas por infraestructura vial, existen otros sitios 
desprovistos de vegetación. Entre estos están el vaso inferior de la laguna de Santiaguillo en 
períodos secos, una parte del Cerro de Mercado junto a la ciudad de Durango y algunos sitios 
cercanos al poblado de La Candelaria, en El Mezquital. 
 
REFERENCIAS 
 
INEGI. 2002. Conjunto de datos vectoriales de la carta de uso de suelo y vegetación serie II, escala 1:250,000. 
 
INEGI. 2003. Anuario Estadístico Durango, edición 2003. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática 
y Gobierno del Estado de Durango. Aguascalientes, Ags. 
 
INEGI. 2005. Anuario Estadístico Durango, edición 2005. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática 
y Gobierno del Estado de Durango. Aguascalientes, Ags. CD. 
 
SAGARPA. 2006. Sistema integral de información agroalimentaria y pesquera. 
http://www.siap.sagarpa.gob.mx/ar_comfichedos.html, consultado 28 Jul 2006. 
 
SEDESOL. 2006. 
http://www.sedesol.gob.mx/subsecretarias/desarrollourbano/ordonez/estados/durango/programa%20de%20desarr
rollo.pdf, consultado 29 Jul 2006. 
 
SEMARNAT Durango (Comisión coordinadora para la elaboración del plan). 2003. Estado de Durango. Plan Estatal 
para la Educación Ambiental, Capacitación para el Desarrollo Sustentable y Comunicación Educativa. 
Documento inédito. 
 
SEMARNAT. 2005. Informe de la Situación del Medio Ambiente en México. Compendio de Estadísticas 
Ambientales, 2005 
http://www.semarnat.gob.mx/dgeia/informe_04/sitio_wf/Index.htm, consultado 24 de septiembre, 2006. 
 
36Considerando un promedio de 19 m de ancho en autopistas de cuatro carriles (incluyendo acotamientos, 
no incluyendo derechos de vía), 7 m de ancho en carreteras de dos carriles, 4 m en caminos rurales y 3 m 
en brechas y caminos vecinales. No se incluyen aquí los 24.6 km (12 m de ancho = 29.5 Ha) del tramo 
Durango-entronque a Otinapa de la autopista Durango-Mazatlán. 
 120
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
VII. VEGETACIÓN DE ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS 
 
Abel García-Arévalo y Jorge Nocedal 
 
 
En las últimas décadas se han adoptado a nivel internacional políticas de protección y desarrollo 
sustentable de recursos naturales en sitios definidos como áreas naturales protegidas, como una 
estrategia de conservación de especies y ecosistemas. En algunos países, principalmente aquellos 
denominados desarrollados, estas políticas han tenido un éxito significativo; sin embargo, en 
países menos desarrollados se han registrado avances muy lentos y graduales. La interpretación 
que se podría dar al lento avance de este tipo de políticas para la conservación de especies y 
ecosistemas en los países no desarrollados, es la influencia de las actividades productivas que 
ejercen los pobladores de los asentamientos humanos localizados en las áreas naturales 
protegidas, en sus áreas de amortiguamiento y de influencia, además de las relaciones socio-
económicas y culturales entre los diferentes asentamientos humanos.Formalmente, se define a las áreas naturales protegidas como el máximo instrumento de política 
ambiental con mayor definición jurídica para la conservación de la biodiversidad y también, 
desde el punto de vista ambiental, como porciones terrestres y acuáticas representativas de los 
diversos ecosistemas del país, en donde el ambiente original no ha sido esencialmente alterado 
por las actividades productivas del hombre. Son, además, productoras de beneficios ecológicos 
que cada vez son más reconocidos y valorados porque hasta recientemente se les ha dado un 
valor económico. 
 
En México se ha llevado a cabo un gran esfuerzo para la conservación de los ecosistemas 
naturales representativos de sus diferentes regiones. El INECOL ha sido una de las instituciones 
pioneras y principal promotor de estas acciones de conservación en los años 1970’s con la 
creación de las Reservas de la Biosfera de “Mapimí” y “La Michilía” en el Estado de Durango. 
En la actualidad, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) órgano 
descentralizado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), se 
hace cargo de 52 áreas protegidas en las categorías de Reserva de la Biosfera, Parque Nacional, 
Áreas de protección de recursos naturales, Áreas de protección de flora y fauna, Monumentos 
naturales y otras categorías. 
 
A nivel federal, en el Estado de Durango la única categoría de área natural protegida que se tiene 
es la de reserva de la Biosfera, ejemplificada por la Reserva de la Biosfera Mapimí, representativa 
de ecosistemas áridos y secos del Desierto Chihuahuense y la Reserva de la Biosfera La Michilía, 
representativa de ecosistemas de bosques templados secos de la Sierra Madre Occidental. 
 
ESTUDIOS DE VEGETACIÓN Y FLORA EN LAS RESERVAS DE LA BIOSFERA 
 
Reserva de la Biosfera Mapimí (Láminas 3 c, 4 a, 5 a,b, 6 b) 
 
Los primeros estudios sobre la vegetación y flora del área de influencia de la reserva se llevaron a 
cabo simultáneamente a su creación como área protegida, a la par con estudios faunísticos, 
hidrológicos, climáticos y geológicos. Destaca, por ser la primera aportación al conocimiento de 
la vegetación y flora de la región el estudio de Martínez y Morello (1977) en el cual describen 
nueve tipos de unidades fisonómico-florísticas, definidas de la siguiente manera: 
 
1. Asociación de piedemonte de sangre de grado (Jatropha dioica) con gobernadora (Larrea 
 121
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
tridentata37) y flor de peña (Selaginella lepidophylla). 
2. Candelillar. Asociación de laderas de cerros y lomeríos dominada por la candelilla 
(Euphorbia antisyphilitica) con gobernadora (L. tridentata) y ocotillo (Fouquieria splendens). 
3. Magueyal. Asociación de laderas de cerros en la cual el maguey (Agave asperrima) es co-
dominante con la gobernadora (L. tridentata). 
4. Lechuguillar. Asociación de laderas de cerros dominada por la lechuguilla (Agave 
lecheguilla) con candelilla (E. antisyphilitica) y ocotillo (F. splendens) además de gobernadora 
(L. tridentata). 
5. Nopalera. Asociación de laderas de cerros con poca pendiente dominadas por nopal 
rastrero (Opuntia rastrera) con gobernadora (L. tridentata). 
6. Matorral de gobernadora. Asociación de planicies no inundables dominada y formada 
casi exclusivamente por gobernadora (Larrea tridentata). 
7. Mezquital. Asociación de cauces de arroyos temporales dominada por mezquite (Prosopis 
sp.) con granjeno (Celtis pallida) y huizachillo (Acacia greggii). 
8. Asociación de laderas de cerros y lomeríos de Opuntia bradthiana-Larrea tridentata-Agave 
lecheguilla-Hechtia sp. 
9. Pastizal de sabaneta. Asociación de planicies inundables o playas dominada por sabaneta 
(Pleuraphis mutica). 
 
Posteriormente, sin hacer referencia en particular a la reserva de Mapimí, González (1983) 
describe la vegetación que ocurre en el Estado de Durango y menciona que el matorral xerófilo, 
el pastizal y la vegetación halófita son representativos del área. Cornet (1985) en su obra “Las 
cactáceas de la Reserva de la Biosfera de Mapimí”, presenta un listado de las especies de 
cactáceas de la región e incluye la sinonimia de las especies, sus nombres comunes, así como 
datos de su utilización y distribución. 
 
Durante las décadas de los 70's y 80's se llevan a cabo diversos estudios, incluyendo uno que 
destacó por el concepto integral de su constitución, denominado “Estudio integrado de los 
recursos vegetación, suelo y agua en la Reserva de la Biosfera de Mapimí”, en el cual participaron 
investigadores del INECOL y del ORSTOM de Francia y del cual se editó una síntesis de los 
elementos que conforman el medio físico y la vegetación de la reserva (Montaña 1988). En esta 
síntesis, Montaña hace las aportaciones más importantes que actualmente se conocen sobre la 
vegetación de la región. Con base en las formas biológicas y especies dominantes establece una 
clasificación de la vegetación de la Reserva de Mapimí, en la cual caracteriza 76 asociaciones 
vegetales a las que agrupa en 14 categorías de rango mayor; además menciona que doce especies 
vegetales son las dominantes y de distribución más amplia, entre las cuales están: Prosopis 
glandulosa, Larrea tridentata, Pleuraphis mutica, Fouquieria splendens, Acacia constricta, Flourensia cernua, 
Cordia parvifolia, Atriplex acanthocarpa, Acacia greggii, Opuntia rastrera, Dalea scoparia y Yucca elata. 
 
En relación a los estudios florísticos del Bolsón de Mapimí, Ruiz de Esparza (1988) realiza la 
primera contribución registrando 60 familias, 197 géneros y 313 especies de plantas vasculares. 
Recientemente, García-Arévalo (2002) actualiza y complementa el listado de la flora, registrando 
71 familias, 242 géneros, 403 especies y 426 taxa infraespecíficos de plantas vasculares; en este 
listado florístico destacan las familias Asteraceae, Poaceae, Cactaceae y Fabaceae como las más 
diversas y, por primera vez, se presenta un listado de 31 especies endémicas al Desierto 
Chihuahuense. 
 
 
 
 
37 Referida como Larrea divaricata. 
 122
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Reserva de la Biosfera La Michilía (Láminas 15 a,b,c,d, 34 a,b) 
 
De las primeras aportaciones que existen para el estudio de la vegetación de la reserva, sobresale 
el realizado por Gallina et al. (1978), en el cual, a pesar de no ser la vegetación el principal 
objetivo del estudio, se lleva acabo un reconocimiento parcial de la vegetación, con el propósito 
de conocer las especies que constituyen la dieta del venado cola blanca (Odocoileus virginianus). Se 
menciona que la vegetación es muy variada y se distinguen los tipos: pino-encino, chaparral, 
pastizal y zacatonal, incluyendo además dentro de estos tipos a varias unidades fisonómico-
florísticas. 
 
En un estudio más específico y tomando como base el estudio de la vegetación de la reserva de 
Mapimí, Martínez y Saldívar (1978) describen las características del medio físico, caracterizan las 
unidades de vegetación considerando los aspectos fisonómico-florístico e incluyen las 
características fenológicas y fenotípicas de las formas de vida vegetal. Se caracterizan once 
unidades de vegetación, entre las cuales destacan, por su extensión dentro del área de la reserva, 
los pastizales, los bosques mixtos de encino (Quercus spp.), pino (Pinus spp.) y cedro (Juniperus 
deppeana) con diferentes grados de dominancia de estos taxa y los matorrales de encino (Quercus 
microphylla) y de manzanita (Arctostaphylos pungens), además de matorral de ciénegas y vegetación 
riparia. 
 
Años más tarde, Passini (1985) estudia la composición florística, condiciones ecológicas y la 
dinámica y regeneración de las poblaciones de pino piñonero (Pinus cembroides) en la Sierra de 
Urica, localizada en el Ejido San Juan de Michis, el cual forma parte del área de amortiguación de 
la reserva. 
 
Utilizando la teoría de conjuntos difusos como base conceptual, Equihua (1991) analiza la 
vegetaciónde la reserva de La Michilía y concluye que cuatro grupos representan 
satisfactoriamente la vegetación del área, que dos de ellos corresponden a mezclas entre selva 
baja caducifolia, matorral xerófilo, pastizal y bosque de encino-pino y los otros dos corresponden 
a bosques de pino y de encino. 
 
Finalmente, el estudio más completo y actualizado sobre la vegetación de la reserva se hace 
tomando como base la estructura de la vegetación, la composición florística y sus correlaciones 
con algunos parámetros ambientales (González-Elizondo et al. 1993). En dicho estudio se 
describen las unidades de vegetación y se reconocen como unidades generales al bosque de 
Quercus, bosque de Quercus-Pinus, bosque de Pinus, bosque de Pinus-Quercus, bosque de Pseudotsuga, 
bosque de Cupressus, comunidades de Juniperus, pastizal, matorral de Arctostaphylos pungens, matorral 
de Quercus microphylla, matorral de Acacia schaffneri y vegetación acuática y semiacuática. Además, 
los autores recomiendan se lleven a cabo estudios sobre la dinámica y regeneración de los 
bosques, profundizando en las relaciones entre la vegetación, la fauna silvestre y el ganado. 
 
La última aportación que se ha hecho a los estudios de vegetación de la reserva es el estudio 
taxonómico de las coníferas (Rentería-Arrieta y García-Arévalo 1997) en el cual se registra la 
presencia de dos familias con trece taxa incluyendo los infraespecíficos. 
 
FACTORES DETERMINANTES EN EL DETERIORO O MODIFICACIÓN DE LA 
VEGETACIÓN 
 
Históricamente, los principales agentes de deterioro y modificación de la vegetación nativa en la 
Reserva de la Biosfera Mapimí que han sido identificados son, entre otros, el sobrepastoreo, no 
sólo de los pastizales sino en general de toda la vegetación nativa, la explotación intensiva y 
extensiva de especies útiles, como la candelilla (Euphorbia antysiphilitica) que es extraída para la 
 123
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
industrialización de la cera que esta planta produce, la recolección ilícita de especies 
ornamentales, principalmente cactáceas y la presencia significativa de una red anárquica de 
caminos de terracería. De menor importancia es la explotación a baja escala de algunas especies 
vegetales por parte de los pobladores locales, como es el caso del mezquite (Prosopis glandulosa), el 
ocotillo (Fouquieria splendens) y el orégano (Lippia graveolens) que son utilizados como leña, para 
construcción de corrales y/o techos y para consumo humano, respectivamente. A todos estos 
factores locales se suma la gran afluencia de visitantes que, durante todo el año, gradualmente 
contribuyen a la modificación y depauperación de los ecosistemas, mayormente por considerar 
que el área, conocida localmente como Zona del Silencio, tiene un interés mítico y pseudo-
científico desde hace varias décadas. 
 
En la Reserva “La Michilía” se presenta una problemática diferente. Los principales factores de 
disturbio y modificación que se identifican son los relacionados con la explotación de la madera y 
el sobrepastoreo. De la extracción masiva de madera de pino, se ha pasado, al ser más escaso este 
recurso, a la extracción de madera de encino. Otros factores de deterioro ambiental que van 
unidos a la explotación de los bosques son los incendios forestales, fortalecidos por el 
desperdicio de ramas y corteza que queda después de que ha habido un “aprovechamiento 
forestal”, así como la incidencia de plagas y enfermedades de las especies maderables, que 
también se ven fortalecidas al disminuir el vigor de los árboles que quedan en pie. 
 
Adicionalmente, a pesar de no ser terrenos aptos para la ganadería, el sobrepastoreo es un factor 
muy importante de perturbación pues va creando un sotobosque y una carpeta herbácea menos 
vigorosa y más uniforme, en algunos casos compuesta por especies poco o nada palatables para 
el ganado; el sobrepastoreo, aunado a la sequía prolongada registrada en los últimos años, hace 
que estos factores de impacto se potencien y ocasionen una pérdida de la diversidad biológica. 
 
Mención aparte, por la modificación y explotación del bosque tan rápida y masiva, merece el 
asentamiento de 35 familias de indígenas Tepehuanos en lo que constituía el rancho La Peña y 
que actualmente se conoce como “Paraíso de los Santos” (a pesar de que la normatividad en 
materia ambiental en México no permite el asentamiento de nuevos núcleos en reservas de la 
biosfera). Esta situación ha repercutido en la modificación y depauperación de los bosques en los 
alrededores de la Estación Piedra Herrada. El impacto ha sido de gran magnitud debido 
principalmente al pastoreo por caprinos y otras prácticas productivas poco amigables hacia el 
ambiente. 
 
ESTADO ACTUAL DE LA VEGETACIÓN 
 
Reserva de la Biosfera Mapimí 
 
A nivel de paisaje, la zona de la reserva de Mapimí es muy atractiva considerando las variantes 
topográficas, las formaciones rocosas moldeadas por el efecto del viento y agua a través del 
tiempo y la diversidad de asociaciones vegetales presentes en las playas, dunas, sitios salinos 
inundables, bajadas, presones y partes altas de los cerros. 
 
De acuerdo a la clasificación de la vegetación propuesta por González-Elizondo et al. (ver 
capítulo IV), se reconocen para La Reserva de la Biosfera Mapimí diversas comunidades de 
vegetación xerófila y vegetación halófila. Son distintivos de la vegetación xerófila el matorral 
parvifolio, el matorral rosetifolio, el matorral espinoso, el matorral crasicaule, la vegetación de 
dunas y el isotal, mientras que de la vegetación halófila destacan el matorral de Atriplex y/o 
Suaeda, el matorral de Prosopis, el pastizal halófilo de Sporobolus airoides y el pastizal de Pleuraphis 
mutica. 
 
 124
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
La vegetación que se encuentra mejor conservada, o bien aquella que está menos perturbada, se 
localiza principalmente en las áreas de difícil acceso, como lo son la Sierra de la Campana, 
ubicada en la región sureste del área de la reserva y la zona de dunas de La Soledad, ubicada al 
norte de la reserva, razón por la cual fueron designadas como áreas núcleo. En contraparte, las 
áreas más degradadas se encuentran ligadas a los principales asentamientos y rancherías, en 
donde la ganadería es la principal actividad productiva. 
 
Un ejemplo muy evidente es el Rancho San Ignacio el cual, durante cuando menos 20 años, ha 
sido rentado como tierras de agostadero a productores locales, pero que ha sido sometido a una 
gran carga animal por encima de lo permisible. Ecológicamente estos hechos han sido tan 
destructivos que en épocas de prolongada sequía, típicas de la región, no solamente los pastizales 
se han visto sometidos a una perturbación constante y extensiva de sobrepastoreo, sino que 
también los matorrales de cerros, laderas y lomeríos han sufrido efectos devastadores. 
 
Al disminuir la cubierta vegetal debida al sobrepastoreo se ha incrementado la superficie desnuda 
con una consiguiente pérdida del poco suelo que existe en esta región, lo cual aunado a la acción 
del viento y del agua ha traído como consecuencia la formación de grandes cárcavas. Morello y 
Camberos (1979) mencionan algunos hechos como consecuencia del sobrepastoreo, tales como 
la ampliación de las áreas desnudas (peladeros), el avance de la gobernadora (Larrea tridentata) en 
los pastizales y la retracción de los pastizales de Sporobolus airoides y Pleuraphis mutica. Asimismo, 
destaca la gran abundancia de especies como Flourensia cernua, Larrea tridentata y Euphorbia 
antisyphilitica, que contienen compuestos químicos no palatables para los herbívoros. 
 
Los peladeros o áreas desprovistas de vegetación de importantes dimensiones se registran en 
zonas adyacentes al Cerro Bola y San José del Centro y también en sitios con marcada erosión de 
la zona baja de playas aledañas a La Vega, único arroyo de importante flujo de agua en la 
temporada de lluvias. Otras áreas de menor extensión, denominadas localmente “barriales”, 
tambiénse encuentran desprovistas de vegetación; dichas áreas están tan ligadas a la presencia de 
ganado en ciertas temporadas del año que todo hace suponer que estos barriales están siendo 
mantenidos por la continua acción del ganado. 
 
Reserva de la Biosfera La Michilía 
 
Considerando la clasificación de los tipos de vegetación de la Reserva de la Biosfera “La 
Michilía” (González-Elizondo et al. 1993), la cual a su vez tiene como base la clasificación de la 
vegetación de México de Rzedowski (1978), se identifican 5 tipos de vegetación: Bosque de 
coníferas, bosque de Quercus, pastizal, matorral xerófilo y vegetación acuática y subacuática. De 
acuerdo a la propuesta de González-Elizondo et al. (capítulo IV) para la clasificación de la 
vegetación de Durango, la caracterización de los tipos de vegetación toma en consideración de 
manera muy importante los factores del clima. Son distintivos de clima semiseco templado los 
pastizales, tanto de tipo mediano como amacollado así como los inducidos, además del bosque 
bajo abierto, en donde se incluyen bosques de pino, bosques de encino y bosques mixtos; dentro 
de la vegetación de clima templado o semifrío subhúmedo son distintivos los bosques de 
coníferas con cuatro variantes: el bosque de Pinus, el bosque de Pseudotsuga, el bosque de Cupressus 
y las comunidades de Juniperus; además de algunos bosques de encino y bosques mixtos de pino-
encino, el chaparral secundario, representado por el matorral de Arctostaphylos pungens y Quercus 
depressipes. Hacia las partes bajas de la zona de amortiguación de la reserva se presentan también 
comunidades de clima semiseco templado, como el matorral de Acacia schaffneri. Dentro de la 
vegetación acuática y subacuática son notables las comunidades de herbáceas acuáticas. 
 
En los bosques templados son muy evidentes los cambios y modificaciones ocasionados por la 
constante presión de utilización a los que éstos han estado sometidos. Por un lado están aquellos 
 125
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
factores que han impactado de forma inmediata la estructura y composición de la vegetación, 
como son aquellos relacionados con aprovechamientos forestales no sustentables y una mayor 
incidencia de incendios forestales de grandes dimensiones. En sitios que originalmente 
constituían bosques de encino-pino y que en las últimas décadas han estado expuestos a la acción 
de incendios forestales muy intensos y que alcanzan las copas de los árboles, la composición y 
estructura del bosque se han modificado a tal grado que la vegetación dominante en la actualidad 
son bosques con mayor abundancia de encinos y matorrales de Actrostaphylos pungens (Fulé y 
Covington 1999, Fulé et al. 2000). Otros agentes que han causado gran perturbación son más 
bien de tipo natural, como es el efecto de las sequías que han provocado cambios en períodos 
más largos y de una manera más gradual. 
 
En la mayor parte de la zona de amortiguación de la reserva el pastoreo extensivo y, en menor 
grado, la agricultura de temporal, han tenido un fuerte impacto, principalmente en la zonas en 
donde la vegetación original estaba constituida por pastizales naturales, las cuales están siendo 
colonizadas por especies arbustivas leñosas como encinos (Quercus spp.), cedros (Juniperus) y 
huizaches (Acacia), entre otros. Este efecto es muy evidente en los bajíos y serranías aledañas a 
las poblaciones de San Juan de Michis y El Alemán. 
 
Un cambio dramático en la vegetación y flora del predio conocido como “Paraíso de los Santos” 
ha ocurrido a partir del asentamiento de un núcleo de población. Hasta mediados de la década de 
los 1990's el área era una propiedad privada, utilizada principalmente con fines de esparcimiento, 
en la que la utilización de los recursos bosque y fauna silvestre tenía poco impacto sobre la 
estructura de la vegetación. A partir del asentamiento de alrededor de 200 personas el bosque ha 
sufrido una intensa degradación por tala para laconstrucción de casas e infraestructura asociada y 
particularmente por los efectos de una desmedida explotación ganadera con gran cantidad de 
bovinos borregos y cabras que sobrepasan con mucho la capacidad de carga de estos 
ecosistemas. La cría de cerdos ha impactado también fuertemente a la cubierta vegetal. Este 
abuso ecológico ha traído repercusiones negativas tanto para el bosque como para la fauna 
silvestre asociada, ocasionando fuertes impactos sobre el entorno natural. 
 
Es paradójico que siendo esta zona una de las primeras en ser reconocidas a nivel nacional e 
internacional como reserva de la biosfera, se encuentre ahora en un estado de lamentable salud 
ambiental y deterioro ecológico. 
 
Es importante destacar que la vegetación del área núcleo de la reserva, constituida por el Cerro 
Blanco, es la zona que se encuentra en mejor estado de conservación, como consecuencia, 
principalmente, de su difícil acceso. Sin embargo, esta área tampoco ha estado excluida de 
algunas perturbaciones naturales como son los incendios, aunque la mayoría de los que ahí han 
ocurrido han sido por causas antropogénicas. La presencia de ganado en la zona núcleo es una 
actividad que oficialmente no está permitida por la normatividad actual que rige el medio 
ambiente en nuestro país pero que, sin embargo, ocurre abiertamente. 
 
PERSPECTIVAS DE LA VEGETACIÓN EN ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS 
 
Durante décadas los recursos naturales han sido utilizados en cierta manera irracionalmente, sin 
tener un planteamiento de uso sustentable. Los ecosistemas que dominan el paisaje en las 
reservas del Estado de Durango, el árido de Mapimí y el templado seco de La Michilía, han sido 
muy resistentes y tolerantes al aprovechamiento que se ha hecho de sus recursos durante 
períodos prolongados, generalmente por parte de los pobladores locales, si bien, en ocasiones 
dicha explotación no ha sido para bien de ellos. Es importante considerar que únicamente con la 
implementación de un esquema sustentable de utilización de esos recursos tan importantes como 
satisfactores de las necesidades de una población humana que aumenta día a día, se podrá 
 126
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
conciliar la armonía entre las prácticas productivas del hombre y las necesidades de conservación 
de su entorno natural. 
 
Una nueva política que promueve la sustentabilidad en la utilización y el manejo de los recursos 
naturales se fortalece y reafirma cada vez más en nuestra cultura, no solamente entre las 
poblaciones urbanas sino también entre las poblaciones rurales, aspecto que se ve reforzado al 
ser las reservas de Durango parte de la red nacional de áreas naturales protegidas de la 
CONANP. Aunque esto por sí mismo no garantiza un éxito absoluto en términos de 
conservación, dicha institución está prestando una atención importante al uso sustentable de los 
recursos al asignar personal técnico dedicado de tiempo completo y recursos financieros para 
elaborar un diagnóstico de la problemática de cada área natural protegida y para proponer 
soluciones a dicha problemática. En particular, el soporte técnico y normativo que en la 
actualidad se tiene de las reservas de la biosfera en Durango, permitirá llevar a cabo un 
ordenamiento ecológico adecuado de las actividades productivas que actualmente se llevan a 
cabo en las áreas de amortiguamiento y de influencia y que deberán estar incluidas en los 
programas de manejo, de tal manera que se pueda garantizar la conservación de la vegetación 
natural y demás recursos naturales asociados en ambas reservas. 
 
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Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
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 128
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
VIII. EL VALOR DE LOS ECOSISTEMAS NATURALES 
 
 
Durango cuenta con 410.8 Mm3rta de bosques templados y 11.3 Mm3rta de bosques tropicales, 
constituyendo la reserva forestal más alta de los ecosistemas forestales del país (SEMARNAT 
Durango 2003). Ocupa el segundo lugar en superficie de bosques templados (superado 
solamente por Chihuahua) y es la entidad con mayor aprovechamiento forestal en México. 
 
Para que el aprovechamiento de los ecosistemas forestales sea sustentable, la tasa de 
aprovechamiento debe ser menor a su tasa de renovación. Aunque se han dado buenos avances 
en materia de manejo sustentable en México, todavía existen fuertes rezagos y altos índices de 
deforestación. 
 
Sin embargo, también existen experiencias de manejo forestal exitosas, que incluyen más de un 
millón de hectáreas certificadas de buen manejo forestal (Comisión Nacional Forestal 2002), una 
buena parte de las cuales se localiza en Durango. En la región de la Sierra, la superficie certificada 
por el buen manejo forestal asciende a 395,676 Ha y hay 173,717 Ha en trámite de certificación. 
 
Entre las especies de pino de mayor valor económico por su aprovechamiento con fines 
maderables están Pinus engelmannii, P. durangensis, P. teocote, P. cooperi y P. arizonica. Muchas otras 
especies son aprovechadas como medicinales, alimenticias, ornamentales, etc. Para Durango se 
han registrado 809 especies de plantas medicinales (González y González 1994; González et al. 
2004). 
 
Pero aunque los recursos forestales, maderables y no maderables, representan una importante 
fuente de desarrollo económico, el mayor valor de los bosques radica en su papel de generadores 
de servicios ambientales. 
 
La valoración de los servicios ambientales es clave para la conservación de los ecosistemas donde 
se generan dichos servicios (Silva, 2006). Los pagos por servicios ambientales, instrumentados a 
través de la Comisión nacional Forestal, tienen por objetivo estimular a los propietarios y 
poseedores del recurso forestal a evitar el cambio de uso del suelo e invertir en su protección. 
 
Aunque los pagos por servicios ambientales no son en si mismos una panacea para la 
conservación de los ecosistemas forestales o para la mejora del ingreso económico de los 
poseedores de ese recurso, si representan opciones que, manejadas en combinación con otras 
formas de uso sustentable de los recursos naturales, pueden contribuir al bienestar, tanto de sus 
poseedores como de la sociedad en general (CONABIO 2006). 
 
Como todo capital, el capital natural requiere ser conservado para poder seguir generando 
dividendos. 
 
 
LOS SERVICIOS AMBIENTALES 
 
Los servicios ambientales son los beneficios intangibles que los ecosistemas generan, derivando 
en bienestar para las personas y las comunidades (SEMARNAT 2003). Entre los servicios 
ambientales que los ecosistemas forestales en buena condición proporcionan están: 
 
• captación y purificación de agua 
• equilibrio de gases atmosféricos 
 129
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
• regulación del clima 
• conservación de suelos (forman y retienen el suelo, evitando la erosión) 
• derivado de la conservación de los suelos, está el evitar los azolves de cuerpos de agua y 
el atenuar los impactos de fenómenos naturales. 
• mantenimiento de la biodiversidad (de especies, de germoplasma y de ecosistemas). 
• hábitat y alimento para fauna silvestre. 
• paisajes, valores estéticos y escénicos, recreación. 
 
“Todos los ecosistemas proporcionan servicios ecológicos: todos -sin excepción- conservan la 
biodiversidad y los acervos genéticos y parientes silvestres de especies cultivados; la vasta 
mayoría [ ] captan agua de lluvia en menor o mayor cantidad; todos conservan el suelo en menor 
o mayor grado y la mayoría son sumideros de carbono aún cuando no todos son captadores 
netos de carbono. 
 
Sin la cobertura boscosa el agua no sólo se dejaría de captar debido a su rápido escurrimiento y se 
incrementaría el riesgo de inundaciones, sino que se llevaría con ella grandes cantidades de suelo 
de las escarpadas laderas de las montañas, que quedaría expuesto a la fuerza erosiva de los 
aguaceros y terminaría enturbiando los ríos y llenando las presas y lagos de sedimento. En este 
sentido, los ecosistemas templados son los más importantes prestadores de estos servicios 
ambientales; si bien la selva húmeda también recibe grandes cantidades de lluvia durante todo el 
año, al ubicarse en general en las planicies y laderas bajas, el riesgo de la erosión del suelo allí 
resulta mucho menor” (Challenger 2005). 
 
Captación y purificación de agua 
 
La cobertura vegetal y el suelo protegido favorecen la lenta infiltración del agua, que a su vez 
alimenta los mantos freáticos y los ríos y depósitos de agua, permitiendo con ello su 
aprovechamiento para usos humanos. 
 
Durango es uno de los más grandes captadores de agua pluvial en el país. Anualmente caen 
alrededor de 11,400 millones de metros3 de agua en la entidad. De éstos, poco más de 10,000 
millones salen de Durango y benefician a otros cinco estados. Se ha propuesto un "Pago por 
derecho de bosque”, en el que los estados que se ven beneficiados por el agua captada en 
Durango paguen tres décimas de centavo por cada metro cúbico de agua que les llega. Eso daría 
alrededor de 27 millones de pesos anuales que se podrían destinar a un mejor manejo de los 
bosques estatales (Salas, 2004). 
 
En el 34% de la superficie del estado, que corresponde a la vertiente del Pacífico, se genera el 
73% del escurrimiento anual y se aprovecha tan sólo el 0.6% del agua de esta zona. Enel área 
restante, o sea el 66% de la superficie total del estado, se genera el 27% del escurrimiento 
superficial y se utiliza el 80%. 
 
El pago por servicios ambientales hidrológicos se ha instrumentado en México desde 2003, 
pagando $300/Ha en zonas elegibles de bosque templado y $400 en bosque mesófilo. En 
Durango se encuentra en proceso un estudio de valoración de servicios hidrológicos en el Ejido 
La Victoria, como parte del fomento del mercado local de los servicios ambientales. 
 
En el año 2005 se recabaron en Durango pagos por servicios ambientales hidrológicos (PSAH) 
para 32,097 Ha ($9'629,065.70), y por captura de carbono para 4,424 Ha. El PSAH recabado por 
Durango fue el mayor entre todos los estados del país (SEMARNAT 2006). 
 130
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
Equilibrio de los gases atmosféricos y purificación del aire 
 
• Captura de carbono38. Los bosques capturan, almacenan y liberan carbono como 
resultado de los procesos fotosintéticos y respiratorios. En bosques en buena condición 
la captura de carbono es superior a la liberación, contribuyendo a equilibrar su 
concentración en la atmósfera. 
• Producción de oxígeno. También como resultado de los procesos fotosintéticos y 
respiratorios, los bosques producen y requieren de oxígeno. La vegetación en buena 
condición produce el oxígeno del que depende nuestra subsistencia. 
• Producción de iones negativos: Los árboles y el agua en movimiento favorecen el 
equilibrio de los iones eléctricos, generando iones negativos, los que promueven 
bienestar físico y emocional. 
 
Regulación del clima 
 
Los bosques en buena condición contribuyen a la regulación de la temperatura, la precipitación, y 
otros fenómenos climáticos. 
 
A nivel más local, las áreas arboladas sirven de mitigación a tolvaneras además de mejorar los 
microclimas. 
 
Conservación de suelos 
 
El suelo es un importante recurso natural cuya conservación está directamente ligada a la de la 
vegetación. La interdependencia entre estos recursos se deriva del hecho de que las raíces de las 
plantas aglutinan a las partículas de suelo; éste, por su parte, alberga los nutrientes, 
microorganismos y el agua de los que dependen las plantas . 
 
Entre las funciones del suelo en el ecosistema están la de sustentar y regular muchos procesos 
bióticos: Brinda a las plantas los nutrimentos minerales y el agua para producir su biomasa, 
misma que representa la fuente de nutrición primaria de la cadena trófica. El suelo es también 
una interfase o zona de interacción en la que se controlan muchos flujos y ciclos de sustancias. 
Gracias a su porosidad y permeabilidad cumple también la función de redistribuir el agua de 
lluvia entre varios flujos hidrológicos y, así, transforma la precipitación en infiltración, 
escorrentía, flujos subsuperficiales o recarga de acuíferos (Sommer y Cram 2006). 
 
Derivado de la conservación de los suelos, está el evitar los azolves de cuerpos de agua y el 
atenuar los impactos de fenómenos naturales, servicio ambiental de gran importancia 
considerando que el actual cambio climático se caracteriza por el incremento de eventos 
climáticos extremos. 
 
Mantenimiento de la biodiversidad 
 
A mayor biodiversidad de un área, mayor es el equilibrio en los procesos ambientales. Las plantas 
silvestres representan además recursos genéticos para mejoramiento de especies cultivadas, 
 
38 Los bosques en buen estado de conservación presentan potencial para obtener recursos de mercados 
internacionales por captura de bióxido de carbono de la atmósfera; a nivel nacional, se cuenta también con 
un fondo para este rubro. 
 
 131
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
especies de potencial ornamental y valor escénico, entre otros valores. Las especies tienen un 
valor intrínseco simplemente por ser únicas e irreemplazables. 
 
Al conservar la biodiversidad, se conserva un capital natural para el presente y el futuro y se 
mantiene el equilibrio de la naturaleza, ahorrando millones de pesos en costos de restauración y 
de mitigación. Recientemente se han instrumentado en México mecanismos económicos para la 
conservación y manejo de la biodiversidad. 
 
En Durango existen áreas de alta diversidad de especies y de ecosistemas, así como con altas 
concentraciones de endemismos, particularmente en la Sierra Madre Occidental (Bye 1995; 
González 1997) y en partes de la zona semiárida (González et al. 2000, 2005). 
 
Aunque la mayor diversidad de especies por unidad de área se da en los bosques mesófilos y los 
bosques tropicales, por la superficie que ocupan en México son los bosques templados (de 
coníferas y de encinos) los que albergan el mayor número de especies de plantas (7,000, 
representando 24% de la flora del país). El porcentaje de endemismos a nivel de género es 
también mucho mayor en los bosques templados (26%) que en los bosques tropicales húmedos 
(1%) (Rzedowski 1993). 
 
Los bosques templados de México albergan la mayor diversidad de pinos del mundo (más de 
50% de todas las especies de pino) (Styles 1993), la mayor diversidad de encinos del hemisferio 
occidental (33% de las especies del mundo) (Nixon 1993, Challenger 1998) y la mayor diversidad 
de madroños (más de 60% de las especies del mundo). De 11 especies de madroño conocidas 
para el mundo, cinco se encuentran en Durango. 
 
Paisajes, valores estéticos y escénicos, recreación 
 
Los ecosistemas naturales proveen una función de referencia esencial y contribuyen a mantener 
saludable a la humanidad y al resto de sus elementos, al proveerle oportunidades para reflexionar, 
enriquecimiento espiritual, desarrollo cognitivo, recreación y experiencias estéticas (Silva 2006). 
 
Es imprescindible lograr el equilibrio entre la satisfacción de las necesidades humanas y la 
preservación de los recursos. Los esquemas para otorgar valor a los servicios ambientales que 
ofrecen los ecosistemas forestales se encuentran en sus fases iniciales, pero se vislumbra ya un 
futuro en el que se den los mecanismos para una mejor conservación y manejo de los 
ecosistemas naturales. 
 
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 133
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
IX. ECOTURISMO Y LA VEGETACIÓN DE DURANGO39
 
 Irma Lorena López Enriquez y Jorge A. Tena Flores 
 
 
La actividad turística es una pieza clave para el desarrollo económico y social. Permite captar 
recursos económicos, generar empleos, contribuir al desarrollo regional y elevar la calidad de vida 
de la población, así como a difundir la identidad de los pueblos. Durante toda la historia de la 
humanidad las personas han viajado por razones económicas, políticas, sociales y culturales. 
Turismo se deriva de la palabra latina "tornus", que significa la acción de movimiento y retorno. 
Su definición actual es la afición a viajar para conocer y la organización de los medios que 
permiten y facilitan esos viajes para el recreo, paseo, conocimiento y diversión (Gómez 2004). 
 
Toda actividad turística se sostiene sobre un recurso. Recurso turístico es todo elemento que por 
sus características estéticas, culturales o recreativas constituye un atractivo capaz de motivar 
desplazamientos turísticos. Los recursos turísticos se clasifican en culturales y naturales. 
 
Se denomina ecoturismo a toda actividad turística que esté relacionada con la naturaleza, 
incluyendo al llamado turismo de aventura (Gómez 2003). El ecoturismo es una de las 
alternativas de uso sustentable de los recursos naturales que incrementa el valor agregado de 
éstos y que llevado de manera correcta, impacta relativamente poco a los ecosistemas. 
 
Ecoturismo (o turismo ecológico), turismo comunitario, turismo rural, turismo de aventura, son 
conceptos que tratan de explicar una oferta alternativa de turismo y recreación donde el principal 
atractivo es el contacto con la naturaleza y con el medio rural. Se trata de explorar y encontrar 
espacios de convivencia natural y humana que alejen al visitante de las grandes urbes y del 
consumo desmedido de productos industrializados y que, al mismo tiempo, le permitan generar 
un aprecio por la naturaleza, las bellezas escénicas, la exploración, y en algunos casos, la aventura. 
Su popularidad en el ámbito internacional obedece al creciente interés de las personas por el 
contacto con la naturaleza lo que se ha reflejado en el incremento de la demanda de 
ecoproductos. 
 
La vegetación constituye uno de los más importantes componentes del paisaje y por lo tanto, de 
los recursos ecoturísticos de una región. Una de las principales atracciones para el ecoturismo es 
la belleza escénica -ya sea de áreas boscosas o de desierto-. Aún en el turismo de aventura, la 
vegetación de un área es de gran valor ya que, junto con la topografía, determina la escenografía. 
 
La sensación de bienestar en sitios arbolados y en las cercanías de arroyos y cascadas se deriva en 
parte del placer intrínseco del disfrute de la belleza y la comunión con la naturaleza y en parte al 
efecto de los iones negativos que se generan en el aire purificado por las plantas y por el 
movimiento del agua. 
 
 
 
 
 
RECURSOS ECOTURÍSTICOS DE DURANGO 
 
39 Una versión más amplia de este trabajo forma parte del Documento Ordenamiento Ecológico del 
Estado de Durango (Fase de Caracterización) (CIIDIR 2006). La información se basa principalmente en 
datos del INEGI; en el mapa "Durango tu próximo destino" (Gobierno del Estado a través de la 
Dirección de Turismo y Cinematografía); y en las fuentes citadas en las Referencias de este capítulo. 
 134
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
 
El ecoturismo se ha venido desarrollando desde hace ya varios años en Durango. La entidad 
tiene un alto potencial turístico gracias a sus intensos contrastes paisajísticos. En cada uno de sus 
ecosistemas existen paisajes de gran belleza escénica (Láminas 1, 3, 5-26, 29-36). 
 
La diversidad de climas y ecorregiones puede ser aprovechada para el desarrollo de ecoturismo y 
de turismo rural ya que es posible admirar y disfrutar desiertos, llanos, quebradas y bosques. 
Adicionalmente, la compleja topografía del territorio de Durango lo hace muy atractivo para 
ofertar actividades de turismo de aventura. Pintorescos poblados y estilos de vida saludables 
presentan potencial para promover el turismo rural (Láminas 21, 35c, 36d). Existen varias guías y 
folletos turísticos para Durango. El único propósito de esta contribución es el de enfatizar el 
potencial ecoturístico de la vegetación y del entorno natural de algunas áreas de Durango. 
 
Entre las actividades de ecoturismo que pueden ser desarrolladas están las caminatas para la 
observación y disfrute de paisajes naturales, cabalgatas en sitios pintorescos, ciclismo recreativo y 
de montaña; observación y reconocimiento de flora y fauna y “Safaris” fotográficos. El 
ecoturismo, en particular, es uno de los enfoques turísticos de mayor demanda actual y 
representa una nueva posibilidad de desarrollo económico y fuente de ingresos para el estado, a 
la par que se estaría impulsando la oferta de trabajo en algunas zonas rurales con potencial para 
ofrecer atractivos turísticos. 
 
Para Durango se registran diversos tipos de recursos turísticos relacionados con la naturaleza, en 
donde la vegetación juega un papel preponderante. Se tiene registro de 17 balnearios (algunos 
con manantiales termales y minero-medicinales), 30 sitios para acampar, 18 sitios para 
observación de flora y fauna, 19 para cabalgatas y/o caminatas, 27 en donde se practica ciclismo 
de montaña, 19 para pesca deportiva y/o navegación y 13 para rapel. En 14 de dichos sitios de 
interés turísticoexisten caídas de agua que forman cascadas naturales, miradores en 8 y 30 están 
considerados de belleza escénica o como paisajes. 
 
Las áreas naturales protegidas de carácter estatal (Cañón de Fernández, Parque El Tecuán) son 
también parte de los recursos turísticos naturales en Durango, no así las de carácter federal 
(Reservas de la Biosfera), las cuales no están abiertas al turismo. 
 
La escalada y rapel se consideran turismo de aventura. En Durango estas actividades se ofertan 
en algunos lugares y son más demandadas aquéllas que son guiadas. Entre los muchos sitios 
donde se practica turismo de aventura están la Sierra de Gamón y el Peñón de Covadonga. “El 
Cerro Blanco sigue siendo una sorpresa de granito de más de 500 metros de altura en medio del 
desierto, conectado únicamente por una escondida vereda, en espera de escaladores 
empecinados, dispuestos a desarrollarlo y a sacarle provecho a las rutas que un lugar así puede y 
merece tener” (Nahle 2001). 
 
Los ecosistemas de desierto tienen gran potencial ecoturístico por sus hermosos paisajes, su flora 
y su fauna. Algunos sitios ecoturísticos en la Región árida y semiárida son los siguientes: 
 
El Cañón de Fernández forma parte de la Sierra del Rosario. Es recorrido por el río Nazas, 
aguas abajo de la Presa Francisco Zarco. Se localiza en el municipio de Lerdo, entre los poblados 
Nuevo Graceros y Santa Anita. Es un área protegida de carácter estatal (17,830.6 hs) incluyendo 
las laderas, la zona riparia y el adyacente Cañón del Borrego. La elevación varía de 1,165 a 1,890 
m snm. 
 
 135
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
La abrupta topografía del cañón, con riscos y relices de caliza es un impresionante y bello registro 
de la historia geológica del área, en donde se aprecia cómo la posición horizontal de las capas de 
roca sedimentaria ha sido modificada debido a las grandes fuerzas tectónicas de la tierra. 
 
El contraste entre los riscos áridos y el bosque de galería a lo largo del Nazas incrementan la 
belleza del área. La vegetación corresponde a matorrales xerófilos (rosetifolios y micrófilos) e 
isotal sobre las laderas, bosque de galería (sabinos y álamos) a lo largo del río, y mezquitales y 
áreas de cultivo sobre las partes planas. La flora de los riscos combina diferentes rosetifolias 
(yucas, lechuguillas, guapillas y magueyes) con cactáceas y con arbustos bien adaptados a las 
condiciones de aridez, en un jardín natural de extraordinaria belleza. 
 
En el municipio de Mapimí destaca una impresionante obra de ingeniería: el famoso puente 
colgante de Ojuela, el tercer puente colgante más largo de América Latina. Tiene 95 m de 
altura, aproximadamente 336 m de longitud y 1.80 m de ancho (INEGI, 1997). La sensación que 
se percibe al cruzarlo es impresionante, además de que permite admirar bellos panoramas y una 
flora típica del desierto, con palmas, sotoles, lechuguillas, agaves, ofreciendo un espectáculo 
único en su género, con todos los encantos que nos ofrece la naturaleza aunados a la grandeza de 
una obra excepcional (Lámina 36 a,b,e). El puente fue construido de vigas de madera y cables de 
acero por el ingeniero alemán Santiago Minguín. 
 
De la mina se extraían plata, oro, zinc, cobre y plomo. En sus años activos aportó una cantidad 
importante de recursos a la economía de México; hoy en día, la mina sólo se utiliza como 
alternativa de recreo, al igual que las ruinas del antiguo pueblo minero. Ojuela se localiza a 15 
minutos de Mapimí (cerca de 7 km). También en Mapimí se localizan las Grutas del Rosario. 
 
Sierra El Sarnoso. Al igual que en el Cañón de Fernández, los riscos sobre camas de roca caliza 
sustentan una flora con extraordinarias adaptaciones a las condiciones de extrema aridez. Las 
rosetifolias (sotoles, yucas, lechuguillas, guapillas y magueyes) se combinan con cactáceas y con 
arbustos que durante la temporada de lluvias presentan coloridas flores. 
 
En la zona árida se localiza también la región conocida como Zona del Silencio, cuya belleza de 
cuyos paisajes y variedad de formas biológicas de su flora atraen 
 
En la región de los Valles destaca la Laguna de Santiaguillo. Localizada en un valle 
intermontano. Es una cuenca endorreica (sin salida del agua) que incluye ambientes acuáticos y 
extensas áreas de pastizales halófilos y agricultura de temporal. Es un humedal de gran 
importancia para la conservación de fauna nativa, y una zona de hibernación de gran número de 
aves acuáticas migratorias como gansos y patos. Se encuentra considerada por la CONABIO 
entre las regiones prioritarias para la conservación en México. En invierno, el color amarillo paja 
de la vegetación y lo abierto del área potencían la luz , lo que induce una agradable sensación de 
libertad y bienestar. 
 
En las cercanías de Tepehuanes se localiza Carreras, una zona con caprichosas formaciones 
rocosas con horadaciones (INEGI 2001). 
 
Las actividades de ecoturismo que se desarrollan en el estado están enfocadas principalmente a la 
observación de sus paisajes. 
 
Por su abrupta topografía, sus formaciones rocosas y su cubierta vegetal, la Sierra Madre 
Occidental es una de las de mayor belleza escénica en México (Láminas 16, 35). La carretera 40 
Durango-Mazatlán ofrece vistas espectaculares, incluyendo las del Puerto de Buenos Aires y del 
famoso Espinazo del Diablo. En muchos otros sitios de la Sierra, aunque no existen paraderos 
 136
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
especiales o miradores, se puede disfrutar del entorno, los bosques, la vegetación, corrientes y 
caídas de agua, cañones, acantilados, o simplemente del contacto con la naturaleza. 
 
 
Cascadas 
 
Entre las múltiples caídas de agua 
que forman cascada en Durango 
destacan 14 (cuadro 13; figuras 16 y 
17). 
 
 
 
Fig. 16. Cascada de El Saltito, 
Nombre de Dios, formada por el río 
Tunal en la región de la breña. 
 
 
 
 
Fig. 17. Ubicación geográfica de cascadas. Modificado de Gobierno del Estado de Durango, 
(2003). 
 
 
Cuadro 13. Cascadas del Estado de Durango. 
 
Localidad Municipio 
San José de Animas 
(Chorro del Caliche)
Durango 
Salto del Agua Llovida Durango 
Tres Lagunas Durango 
La Joya del Mezquital El Mezquital 
El Mezquital El Mezquital 
La Constancia Nombre de Dios 
El Saltito Nombre de Dios 
La Concha Peñón Blanco 
El Mil Diez Pueblo Nuevo 
Mexiquillo Pueblo Nuevo 
Pueblo Nuevo Pueblo Nuevo 
Vencedores (El Tecolote y 
El Madroño)
San Dimas 
Río Piaxtla San Dimas 
 
 
Observación de Flora y Fauna 
 
Por su diversidad de ecosistemas, Durango posee una gran riqueza tanto de flora como de fauna, 
la cual puede apreciarse en prácticamente toda la entidad. El incremento de cabalgatas y 
caminatas para observación de la naturaleza son indicativos de una mayor cultura ambiental de la 
población y un mayor interés por conocer y disfrutar la riqueza biológica. 
 
 137
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Entre los muchos sitios para observación de fauna, destaca la laguna de Santiaguillo, un paradero 
y refugio de invierno de aves migratorias. 
 
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 138
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
X. MAMÍFEROS DEL ESTADO DE DURANGO EN LA 
COLECCIÓN DEL CIIDIR DURANGO: LAS COLECCIONES 
BIOLÓGICAS FRENTE A LA PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD 
 
 
 Celia López-González y Diego F. García Mendoza 
 
RESUMEN 
 
Las colecciones científicas son base y resguardo de la información sobre la riqueza biológica de 
un país y fuente de consulta para profesionales de diversas áreas. Por razones históricas y 
económicas las colecciones mexicanas se han desarrollado hasta muy recientemente; esto aunado 
a la complejidad biológica del país y la falta de conciencia social sobre su importancia estratégica, 
hace que dicho desarrollo sea insuficiente comparado con la magnitud de la tarea y la velocidad 
de degradación ambiental. Para el estado de Durango se ha documentado la presencia de 144 
especies de mamíferos, que representan el 27.5% de las especies mexicanas. Doce son endémicas 
de México, 15 tienen estatus de protección y 5 se consideran extirpadas del estado. La riqueza 
específica Duranguense es mayor de la esperada por su posición geográfica, representando el 
75% de la de Oaxaca, el estado más diverso de México. 
 
Desde su fundación en 1984 hasta 2005, se han catalogado en la Colección del CIIDIR Durango 
5,025 ejemplares pertenecientes a 108 especies de 7 órdenes, procedentes de 225 localidades, que 
representan el 75% de las especies del estado. El acervo refleja esfuerzos intensivos de colecta en 
pocas localidades y registros aislados para el resto del estado. Por grupos, Carnivora, 
Artiodactyla y Lagomorpha están poco representados; por áreas, los matorrales xerófilos y los 
bosques tropicales requieren atención. A mediano y largo plazo se requiere la colecta selectiva de 
grupos y áreas poco muestreadas y de aquellas que se encuentren en peligro de desaparecer 
debido a la influencia humana, así como el desarrollo de trabajos monográficos y la realización de 
estudios puntuales e integrativos sobre la biología, ecología y evolución de las especies de la 
región Noroeste de México. 
 
INTRODUCCIÓN 
 
El libro del cual este trabajo forma parte da cuenta con gran detalle de la riqueza de hábitats del 
estado y nos proporciona una idea de la amplia diversidad de especies vegetales que forma el 
paisaje que nos rodea. También nos permite percatarnos de lo mucho que ignoramos sobre esta 
diversidad y de cómo nuestros esfuerzos por conocerla, comprenderla, cuidarla y bien 
aprovecharla se quedan peligrosamente atrás de la devastación producida por la maquinaria de 
consumo que constituye nuestro sistema económico, y por el desmedido crecimiento de la 
población humana. 
 
Las comunidades vegetales son el albergue de la fauna. Los animales, desde los pequeños 
invertebrados acuáticos y terrestres hasta los mamíferos y aves que incluyen algunas de las 
especies más conspicuas en el campo Duranguense, llevan a cabo su ciclo de vida en alguna 
comunidad vegetal y a veces en más de una. No obstante, de manera similar a lo que ocurre con 
las plantas, nuestro conocimiento sobre los animales es extraordinariamente fragmentario. De 
muchos de ellos sólo sabemos que existen, de otros, ni siquiera eso. Son pocas las especies de las 
cuales podemos decir que sabemos con certeza qué comen, dónde viven, cuándo se reproducen, 
cómo lo hacen y cuánto viven, entre otras cosas. 
Uno de los primeros pasos a dar para intentar comprender cualquier grupo de organismos es 
establecer cuántos tipos diferentes hay y dónde están. Esta información es generada mediante la 
 139
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
colecta de ejemplares del grupo de interés provenientes de muchos lugares distintos. Una vez 
que se cuenta con este muestrario de la diversidad, viene la tarea de distinguir las cosas que son 
diferentes de las que no lo son mediante la comparación entre ellas, para luego darle nombre a 
los grupos que se forman y ordenarlos de acuerdo con ciertas reglas. Cuando nuestro muestrario 
es lo suficientemente grande y representa de manera adecuada lo que existe en campo, entonces 
nos damos a la tarea de intentar explicar cómo es que todos esos organismos llegaron a donde los 
encontramos (biogeografía), cuáles son las relaciones entre unos y otros y con su medio 
(ecología), y cómo y por qué van cambiando a lo largo del tiempo (biología evolutiva). 
 
La actividad arriba descrita se denomina, en términos generales, Sistemática. Los sistemáticos 
son científicos que recolectan, describen, catalogan y explican la diversidad biológica. La materia 
prima de su trabajo son los organismos, los muestrarios de la diversidad que les permiten hacer 
su trabajo son las colecciones científicas. 
 
El trabajo de los primeros sistemáticos (o taxónomos) tuvo su auge cuando los europeos 
empezaron a “descubrir” el mundo y su riqueza biológica. Durante los siglos XVIII y XIX se 
desarrollaron los grandes museos del mundo, depositarios de la diversidad que los naturalistas 
trajeron de las tierras recién colonizadas (Lane 1996). México no fue la excepción, durante el 
periodo colonial y hasta mediados del siglo XX la diversidad de nuestro país fue muestreada por 
numerosos naturalistas extranjeros, quienes llevaron a sus países de origen miles de ejemplares de 
plantas y animales. Con ellos se describió la mayor parte de las especies mexicanas y como 
resultado, el potencial de esa información para la generación de riqueza quedó fuera de nuestro 
alcance hasta recientemente, ya que en este aspecto, como en tantos otros, México se quedó 
rezagado. Aun cuando las primeras colecciones que pudiéramos denominar científicas datan de 
mediados del siglo XIX, no es sino hasta la segunda mitad del siguiente que se inician de manera 
sistemática esfuerzos, hechos en México y por mexicanos, por muestrear y catalogar nuestra 
diversidad. 
 
En la actualidad México cuenta con colecciones científicas de buena calidad, así como con una 
institución encargada del fomento y catalogación de inventarios de biodiversidad, la Comisión 
Nacional para el Estudio de la Biodiversidad (CONABIO). Sin embargo, la complejidad 
biológica del país, más el hecho de que aún no existe a nivel sociedad la conciencia sobre la 
importancia estratégica de conocer qué tenemos y dónde, hacen que estos esfuerzosresulten 
pequeños comparados con la magnitud de la tarea. 
 
Para ilustrar el punto, se presentan los datos correspondientes a los mamíferos del Estado de 
Durango albergados en la colección del CIIDIR Durango. Se presenta una muy breve semblanza 
del desarrollo de la colección, se contrasta el acervo actual con las necesidades de información 
sobre la fauna del estado y finalmente se proponen perspectivas a futuro. 
 
LOS MAMÍFEROS DE DURANGO 
 
Históricamente, Mammalia es uno de los grupos zoológicos mejor estudiados a nivel mundial. 
México es el tercer país más rico del mundo en mamíferos, superado sólo por Brasil e Indonesia 
(Ceballos et al. 2005), y el segundo más rico en especies endémicas. Durango refleja esta 
diversidad, el estado cuenta con una riqueza de especies de mamíferos mayor a la esperada por su 
posición geográfica debido de manera primordial a que dentro de su territorio se interdigitan las 
regiones Biogeográficas Neártica y Neotropical y a la presencia de la Sierra Madre Occidental, lo 
que crea una gran diversidad de hábitats y microhábitats. Dentro de sus límites se han registrado 
144 especies de mamíferos silvestres, lo que representa el 27.5% de las especies conocidas para 
México (Ceballos et al. 2002). 
 
 140
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
De ellas, 12 son endémicas de nuestro país (Sorex oreopolus, Artibeus hirsutus, Corynorhinus mexicanus, 
Myotis carteri, Spermophilus madrensis, Tamias bulleri, Dipodomys phillipsii, Nelsonia neotomodon, Peromyscus 
difficilis, P. melanophrys, P. spicilegus, Reithrodontomys zacatecae y Sigmodon leucotis); 15 tienen algún 
estatus de protección en la NOM-ECOL-059-2001 (SEMARNAT, 2002) (Notiosorex crawfordi, 
Choeronycteris mexicana, Leptonycteris curasoae, L. nivalis, Euderma maculatum, Rhogeesa genowaysi, 
Molossops greenhalli, Vulpes macrotis, Leopardus wiedii, Panthera onca, Lontra longicaudis, Taxidea taxus, 
Sciurus aberti, Spermophilus madrensis y Nelsonia neotomodon) y 5 se consideran extirpadas del estado, 
Canis lupus (lobo mexicano), Ursus arctos (oso), Ovis canadensis (borrego cimarrón), Antilocapra 
americana (berrendo) y Odocoileus hemionus (venado bura) (Baker y Greer, 1962; Ceballos et al. 
2002). 
 
Con estas cifras, resulta sorprendente la poca atención que Durango ha tenido por parte de 
autoridades ambientales y organizaciones no-gubernamentales. La diversidad mastozoológica de 
Durango es el 75 % de la registrada para Oaxaca y el 85% de la de Veracruz, los estados más 
diversos del país (Ceballos et al., 2005), y es mucho mayor (alrededor del 45% más) que la de 
Tabasco o Yucatán, por ejemplo. Asimismo, el estado de Durango cuenta con un número más 
grande de comunidades vegetales que los estados del sureste (González y Márquez, esta 
publicación; Rzedowski, 1988; Challenger, 1998) y en términos generales el grado de 
deforestación es menor. 
 
En este escenario, tendría que ser una prioridad en los planes de desarrollo del estado 
documentar e inventariar su riqueza biológica, así como promover la investigación que 
proporcione el conocimiento base para la adecuada utilización de los mismos. Las colecciones 
científicas son las instituciones encargadas de dichas tareas, y el fundamento para tomar 
decisiones en numerosos tipos de actividades, las más evidentes la conservación y manejo de 
recursos, pero también son la base de conocimiento para el desarrollo de políticas de salud 
pública y biotecnología, mejoramiento agrícola y análisis forense, entre otros (Lane 1996; Suárez 
y Tsutsui 2004). 
 
LA COLECCIÓN 
 
La colección de mamíferos del CIIDIR Durango nace el 24 de febrero de 1984 en la población 
de Vicente Guerrero, teniendo como encargado y curador al Biólogo Raúl Muñiz Martínez. Su 
objetivo inicial fue reforzar el programa de Recursos Naturales del CIIDIR; el Centro en general 
y la colección en particular contaban en ese momento con instalaciones deficientes e inadecuadas 
para su función, con poco personal (el encargado y un técnico o secretaria) y sin estudiantes. 
 
Aun con estas limitaciones continuó creciendo a través de los años, alcanzando los mil 
ejemplares en 1995. En 1999 se integra al equipo de trabajo C. López-González; para entonces, 
el grueso del Centro se había desplazado a la Ciudad de Durango, a mejores instalaciones con 
una adecuada infraestructura de comunicaciones; sin embargo, la colección no se muda a la 
capital sino hasta mediados de 2004. A principios de 2005 se integra un nuevo miembro al 
personal de la colección, Diego F. García-Mendoza, quien realiza de manera primordial 
actividades técnicas relacionadas con el procesamiento de materiales y mantenimiento de la 
colección, así como trabajo de investigación. 
 
La integración de nuevo personal, la posibilidad de captar tesistas y la mejora en la infraestructura 
han permitido a la colección crecer de aproximadamente 2,000 ejemplares en 1999, a 5,025 
organismos catalogados hasta 2005. Mucho del trabajo de colecta se ha realizado en 
colaboración con instituciones nacionales y extranjeras, como la Escuela Nacional de Ciencias 
Biológicas del IPN, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Universidad Autónoma 
 141
Vegetación y Ecoregiones de Durango 
Metropolitana- Iztapalapa, Texas Tech University y Auburn University (USA) y el Fish &Wildlife 
Service (USA). 
 
Hasta el momento se hallan representadas en el acervo 108 especies silvestres: 45 murciélagos 
(Chiroptera), 44 roedores (Rodentia), 10 carnívoros (Carnivora), 2 artiodáctilos (Artiodactyla), 4 
liebres o conejos (Lagomorpha), 2 insectívoros (Insectivora) y 1 marsupial (Didelphidae), las 
cuales representan el 75% de las especies hasta ahora documentadas para el estado, con registros 
para 225 localidades distintas. 
 
Aunque a primera vista pudiera parecer que estos números implican una mediana representación 
de la fauna de mamíferos del estado, en realidad sólo se ha colectado de manera intensiva en 
cuatro regiones del estado, y que el resto de los registros son de uno o pocos ejemplares por sitio. 
La sierra Madre Occidental se ha muestreado de manera intensiva en tres puntos de la región 
noroeste: la región de San Juan de Camarones, Los Herreras y Guanaceví, si bien en este último 
sólo se ha trabajado con murciélagos. Por razones históricas, el esfuerzo de colecta se ha 
realizado principalmente en el sureste del estado, alrededor de la ciudad de Vicente Guerrero y en 
la reserva de la Biosfera “La Michilía”, con algunos trabajos recientes en El Mezquital. Los tipos 
de vegetación mejor representados son los bosques bajos 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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70 0 70 140 Kilometers
Bosques y matorrales Tropicales y Subtropicales
Muridae
Erosión
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Cuerpos de Agua
Areas urbanas
Agricultura
Bosque en galería
Bosques de Pino y Encino
Bosque Bajo Abierto y Pastizal
Vegetación Halófila
Matorrales xerófilos
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Vegetación #
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