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Vegetación y Ecorregiones de Durango
Book · September 2007
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3 authors:
M. Socorro Gonzalez-Elizondo
Instituto Politécnico Nacional
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Martha González Elizondo
Instituto Politécnico Nacional
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Marco A. Márquez Linares
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VEGETACIÓN Y ECORREGIONES DE DURANGO
M. Socorro González Elizondo
Martha González Elizondo
Marco A. Márquez Linares
CIIDIR Unidad Durango GOBIERNO DEL ESTADO
INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL DE DURANGO
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Primera edición: 2006
D.R.© 2006 CIIDIR Unidad Durango
Instituto Politécnico Nacional
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II
Durango, Dgo., 34220 México
ISBN: 970-95117-0-X
Impreso en México – Printed in Mexico
Título: Vegetación y Ecorregiones de Durango
Autores: M. Socorro González Elizondo, Martha González Elizondo y Marco A. Márquez
Linares
Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR)
Instituto Politécnico Nacional
Diseño Editorial: Jorge Alberto Tena Flores
Derechos Reservados©: Ninguna parte de esta obra puede ser reproducida o almacenada
en sistemas de información, transmitida o traducida sin permiso escrito del CIIDIR IPN
Unidad Durango. Secciones breves o figuras aisladas pueden reproducirse para fines no
lucrativos, otorgando los créditos correspondientes e incluyendo la cita completa de la obra.
2
Vegetación y Ecoregiones de Durango
AUTORES DE CAPÍTULOS
Rebeca Álvarez Zagoya1
CIIDIR Unidad Durango - IPN
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II
Durango, Dgo. 34220 México
Jeffrey R. Bacon
ISIMA – UJED
Carr. Mazatlán Km. 5.5 Esq. Prol. Chihuahua
Circuito Universitario
Durango, Dgo., México
J. Elías Chacón de la Cruz
jechc_mx@yahoo.com.mx
Durango, Dgo., 34000 México
Abel García Arévalo
Centro Regional Durango INECOL
Apartado Postal 632
Durango, Dgo., 34000 México
Diego F. García Mendoza
CIIDIR Unidad Durango - IPN
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II
Durango, Dgo. 34220 México
Martha González Elizondo1
CIIDIR Unidad Durango - IPN
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II
Durango, Dgo. 34220 México
María del Socorro González Elizondo1
CIIDIR Unidad Durango - IPN
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II
Durango, Dgo. 34220 México
Yolanda Herrera Arrieta1
CIIDIR Unidad Durango - IPN
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II
Durango, Dgo. 34220 México
Irma Lorena López Enriquez1
CIIDIR Unidad Durango - IPN
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II
Durango, Dgo. 34220 México
Celia López González1
CIIDIR Unidad Durango - IPN
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II
Durango, Dgo. 34220 México
Marco Antonio Márquez Linares1
CIIDIR Unidad Durango - IPN
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II
Durango, Dgo. 34220 México
Jorge Nocedal Moreno
Centro Regional Durango INECOL
Apartado Postal 632
Durango, Dgo., 34000 México
Daniel S. Pámanes García
CIIDIR Unidad Durango - IPN
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II
Durango, Dgo. 34220 México
Jorge Alberto Tena Flores1
CIIDIR Unidad Durango - IPN
Sigma s.n. Fracc. 20 de Noviembre II
Durango, Dgo. 34220 México
1 Becarios de la COFAA.
CRÉDITOS DE FOTOGRAFÍAS
Sandra M. Tena González: 13 d.
Georgina A. Tena González: 16 b, 33 b, 35 e.
Marco A. Márquez Linares: 22 a,b,d, 35 a.
Martha González Elizondo: 5 e-f, 8 d, 15 e, 19 b, c, 26 e, 27 c-f, 28 d-e, 30 a-d, 33 e-f, 34 e.
M. Socorro González Elizondo: 1 a-e, 2 a-e, 3 a-c, 4 a-e, 5 a-d, 6 a-c, 7 a-d, 8 a-c, 9 a-d, 10 a-d, 11
a-d, 12 a-c, 13 a-c, e-g, 14 a-d, 15 a-d, 16 a, c, 17 a-f, 18 a-h, 19 a, d, e, 20 a-h, 21 a, 22 c,e, 23 a-f,
24 a-f, 25 a-f, 26 a-d, f, 27 a-b, 28 a-c, f-g, 29, 30 e, 31 a-e, 32 a-e, 33 a, c, d, 34 a-d, f, 35 b-d, 36
a-e.
3
Vegetación y Ecoregionesde Durango
a nuestras familias
a nuestros amigos
a Durango y a su gente
4
Vegetación y Ecoregiones de Durango
PRÓLOGO
El óptimo manejo de los ecosistemas depende en gran medida del grado de
conocimiento que se tenga sobre ellos. La idea de que los ecosistemas se pueden manejar
sin un conocimiento previo de su composición, estructura y funcionamiento es ilusa y
por demás riesgosa. ¿Cómo manejar bien lo que no conocemos? Para cuantificar la
superficie que ocupan las unidades vegetales, para inventariar y monitorear los recursos,
para planificar su aprovechamiento y conservación, se requiere en primera instancia
clasificarlos y reconocerlos con un nombre.
En este trabajo se presenta una propuesta de clasificación de la vegetación del Estado de
Durango, con datos sobre la composición, distribución, determinismo ecológico y
superficie que ocupa cada tipo de vegetación, así como sobre la dramática modificación
en la cubierta vegetal y el uso del suelo de la que hemos sido testigos en el transcurso de
las pasadas dos décadas.
Como marco de referencia, se presenta una reseña de los rasgos físicos de la entidad,
incluyendo mapas temáticos de elevaciones, hidrología y climas, los que, junto con el
mapa de vegetación generado, permiten una redelimitación de las ecorregiones
reconocidas para Durango. En los capítulos finales se ofrece también información sobre
dinámica de la vegetación, el uso del suelo, el valor de los ecosistemas naturales, las áreas
naturales protegidas, el potencial ecoturístico de los ecosistemas de Durango y la
ganadería. Como un ejemplo de la relación entre las comunidades vegetales y la
distribución de la fauna, se incluye un capítulo sobre la riqueza y distribución de
mamíferos en Durango.
La investigación científica y la divulgación del conocimiento son elementos clave para
fundamentar programas de desarrollo. En 1983 se publicó "La Vegetación de Durango",
obra con la cual el CIIDIR Durango emprendía su labor de difusión en el ámbito
regional. "La Vegetación de Durango" fue un trabajo de síntesis en el que se integró la
información disponible hasta entonces en diversas fuentes y se presentó una panorámica
sobre los recursos vegetales del estado. A más de dos décadas de su publicación, muchos
de los datos ahí recabados han sido corroborados en campo, lo que permite ofrecer en la
presente obra un acercamiento a mayor detalle. Las nuevas herramientas de cartografía
(Sistemas de información geográfica con imágenes Landsat y software especializado) han
permitido la elaboración de un mapa de vegetación y cobertura del suelo más preciso.
Esta obra pone a disposición de quienes están involucrados con el uso, manejo y disfrute
de los recursos naturales de Durango, información sobre la vegetación y las regiones
ecológicas del Estado. La prosperidad económica y la calidad de la vida humana son
insostenibles sin ecosistemas saludables (CCA 1997) y el conocimiento de los
ecosistemas y de los recursos es fundamental para su uso sustentable. Esperamos que la
información presentada en este trabajo contribuya a lograr una mejor comprensión y
apreciación de la diversidad natural que existe en la entidad y que represente una base
para el mejor manejo, aprovechamiento y conservación de esa maravillosa riqueza -
patrimonio, presente y futuro- de Durango.
5
Vegetación y Ecoregiones de Durango
CONTENIDO
AUTORES DE CAPÍTULOS ..................................................................................................... 3
PRÓLOGO ................................................................................................................................ 5
CONTENIDO............................................................................................................................. 6
AGRADECIMIENTOS ............................................................................................................. 9
I. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................... 11
II. MEDIO FÍSICO ................................................................................................................. 13
II.1. UBICACIÓN Y FISIOGRAFÍA ................................................................................. 13
PROVINCIAS FISIOGRÁFICAS ............................................................................ 16
II.2. GEOLOGÍA Y SUELOS ......................................................................................... 17
II.3. HIDROLOGÍA SUPERFICIAL ................................................................................ 20
REGIONES HIDROLÓGICAS ............................................................................... 20
II.4. CLIMA ................................................................................................................. 24
III. ECORREGIONES ............................................................................................................ 30
FACTORES QUE DETERMINAN LA DIVERSIDAD ECOLÓGICA DE DURANGO ............. 30
III. 1. ECORREGIONES ........................................................................................... 31
REGIÓN ÁRIDA Y SEMIÁRIDA ............................................................................ 31
REGIÓN DE LOS VALLES ................................................................................... 31
REGIÓN DE LA SIERRA ...................................................................................... 32
REGIÓN DE LAS QUEBRADAS ........................................................................... 32
III. 2. REGIONES FLORÍSTICAS ............................................................................. 35
IV. VEGETACIÓN ................................................................................................................. 37
BASES CONCEPTUALES PARA LA CLASIFICACIÓN DE LA VEGETACIÓN .................. 37
NOMENCLATURA ...................................................................................................... 39
LA VEGETACIÓN DE DURANGO......................................................................................... 41
REGIÓN ÁRIDA Y SEMIÁRIDA ....................................................................................... 46
1. VEGETACIÓN XERÓFILA ................................................................................... 46
1.1 MATORRALES XERÓFILOS ..................................................................... 47
1.1.1. Matorral parvifolio .................................................................................... 47
1.1.2. Matorral rosetifolio ................................................................................... 49
1.1.3. Matorral crasicaule ................................................................................... 50
1.1.4. Matorral espinoso..................................................................................... 50
1.1.5. Matorral submontano ..............................................................................53
1.1.6. Vegetación de dunas ............................................................................... 53
1.2. IZOTAL ....................................................................................................... 54
2. VEGETACIÓN HALÓFILA Y GIPSÓFILA.............................................................. 55
2.1. MATORRAL HALÓFILO ............................................................................. 55
2.2. PASTIZAL HALÓFILO ................................................................................ 56
2.3. VEGETACIÓN GIPSÓFILA ........................................................................ 57
REGIÓN DE LOS VALLES ................................................................................................ 58
3. PASTIZAL .............................................................................................................58
4. MATORRAL (de clima templado) .......................................................................... 61
4.1. Matorral espinoso (Acacia schaffneri y/o Prosopis laevigata) ................... 62
4.2. Matorral crasicaule (Opuntia) ...................................................................... 63
4.3. Matorral de sotol (Dasylirion) .....................................................................64
4.4. Matorral perennifolio (Juniperus y Rhus) ................................................... 64
REGIÓN DE LA SIERRA: SUBREGIÓN PIEDEMONTE Y SIERRAS AL ORIENTE ....... 67
5. CHAPARRAL ........................................................................................................ 67
6. BOSQUE BAJO ABIERTO .................................................................................... 69
6.1. Bosque de pino............................................................................................ 70
6.2. Bosque de encino ....................................................................................... 71
6.3. Bosque mixto .............................................................................................. 72
REGIÓN DE LA SIERRA: SUBREGIÓN DE LA SIERRA MADRE OCCIDENTAL........... 74
6
Vegetación y Ecoregiones de Durango
7. BOSQUES DE CONÍFERAS ................................................................................. 74
7.1. Bosques de pino ......................................................................................... 75
7.2. Bosques de pinabete (Abies y/o Pseudotsuga y/o Picea) ......................... 76
7.3. Bosque de cedro o de táscate (Cupressus o Juniperus) ............................ 78
8. BOSQUE MIXTO (DE PINO-ENCINO o DE ENCINO-PINO) ............................... 79
9. BOSQUE DE ENCINO........................................................................................... 83
10. BOSQUE MESÓFILO DE MONTAÑA ................................................................ 85
OTRAS COMUNIDADES DE CLIMA TEMPLADO O SEMIFRÍO ............................. 87
REGIÓN DE LAS QUEBRADAS ....................................................................................... 90
11. BOSQUE TROPICAL SUBCADUCIFOLIO ......................................................... 90
12. BOSQUE TROPICAL CADUCIFOLIO ................................................................ 92
13. BOSQUE ESPINOSO ......................................................................................... 95
OTRAS COMUNIDADES DE CLIMA CÁLIDO .......................................................... 96
14. VEGETACIÓN ACUÁTICA Y SUBACUÁTICA ................................................... 98
15. OTRAS COMUNIDADES VEGETALES ............................................................ 104
15.1. BOSQUE XERÓFILO ESPINOSO ......................................................... 104
15.2. MATORRAL SECUNDARIO DE JARILLA (Dodonaea viscosa) ............ 105
15.3. MATORRAL CON PALMITO (Brahea dulcis) ........................................ 105
15.4. MATORRAL XERÓFILO SUBTROPICAL............................................... 106
15.5. VEGETACIÓN RUPÍCOLA .................................................................... 106
15.6. COMUNIDADES DE ARVENSES Y RUDERALES ................................ 107
V. DINÁMICA DE LA VEGETACIÓN .................................................................................... 108
RELACIÓN CLIMA-VEGETACIÓN.......................................................................... 108
El cambio climático global................................................................................ 109
EFECTOS DE LA INFLUENCIA HUMANA ............................................................. 111
OJO CON LAS INVASORAS................................................................................... 112
VI. USO DEL SUELO EN DURANGO .................................................................................. 115
AGRICULTURA........................................................................................................116
OTROS USOS DEL SUELO.................................................................................... 120
VII. VEGETACIÓN DE ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS ............................................ 122
Estudios de vegetación y flora en las Reservas de la Biosfera................................ 122
Factores determinantes en el deterioro o modificación de la vegetación................ 124
Estado actual de la vegetación ................................................................................ 125
Perspectivas de la vegetación en áreas naturales protegidas ................................ 127
VIII. EL VALOR DE LOS ECOSISTEMAS NATURALES..................................................... 130
LOS SERVICIOS AMBIENTALES ........................................................................... 130
Captación y purificación de agua ..................................................................... 131
Equilibrio de los gases atmosféricos y purificación del aire............................. 132
Regulación del clima ........................................................................................ 132
Conservación de suelos ................................................................................... 132
Mantenimiento de la biodiversidad................................................................... 133
Paisajes, valores estéticos y escénicos, recreación ........................................ 133
IX. ECOTURISMO Y LA VEGETACIÓN DE DURANGO ..................................................... 135
RECURSOS ECOTURÍSTICOS DE DURANGO..................................................... 136
Cascadas.......................................................................................................... 138
Observación de flora y fauna ...........................................................................138
X. MAMÍFEROS DEL ESTADO DE DURANGO EN LA COLECCIÓN DEL CIIDIR
DURANGO: LAS COLECCIONES BIOLÓGICAS FRENTE A LA PÉRDIDA DE
BIODIVERSIDAD ................................................................................................... 140
INTRODUCCIÓN .....................................................................................................140
LOS MAMÍFEROS DE DURANGO.......................................................................... 141
LA COLECCIÓN....................................................................................................... 142
CONCLUSIONES..................................................................................................... 145
XI. LA REGIÓN DE LOS PASTIZALES: SUSTENTO PARA UNA GANADERÍA SOSTENIDA
................................................................................................................................ 147
IMPORTANCIA DE LA GANADERÍA EN DURANGO............................................. 147
7
Vegetación y Ecoregiones de Durango
CONDICIONES ACTUALES.................................................................................... 151
PROPUESTAS Y RECOMENDACIONES............................................................... 152
ÍNDICE DE MAPAS Y FIGURAS.......................................................................................... 163
ÍNDICE DE NOMBRES CIENTÍFICOS Y COMUNES.......................................................... 164
8
Vegetación y Ecoregiones de Durango
AGRADECIMIENTOS
Es un placer manifestar nuestro agradecimiento a quienes han apoyado el desarrollo de este
trabajo. Nuestros compañeros de camino: Jorge A. Tena Flores, Abraham Torres Soto y Rebeca
Álvarez Zagoya nos han regalado invaluable apoyo en diferentes fases del trabajo. Mil gracias a
ellos y al resto de nuestras familias. El Dr. Jerzy Rzedowski y la maestra Graciela Calderón de
Rzedowski nos han fortalecido con orientación y respaldo irrestricto, incluyendosalidas de
reconocimiento a diferentes tipos de vegetación de Durango.
El M.C. Jorge A. Tena apoyó en el diseño editorial y de la portada de la obra así como en el
manejo de datos. El M.C. Elías Chacón de la Cruz pacientemente colaboró en la elaboración de
los mapas. La Dra. Raquel Galván Villanueva, el Dr. Rafael Fernández Nava y el M.C. José
Antonio Ávila Reyes llevaron a cabo la revisión editorial del trabajo. El Biol. Francisco Takaki
Takaki y el Biol. Arturo Victoria Hernández nos orientaron sobre el uso de la versión digital de la
Serie II del mapa de vegetación de INEGI. En el laboratorio contamos con el entusiasta apoyo
de la M.C. Irma Lorena López Enríquez y la T.L. Marta Laura Ruiz Rentería. El trabajo de
campo, con mil peripecias, ha sido una placentera experiencia gracias a nuestros compañeros del
CIIDIR: señores Marcos Pinedo Reyes, Saturnino Acevedo S., Leopoldo Chávez, Antonio
Esparza, José Luis Flores, Miguel A. Flores(†), Humberto Venegas, Javier Aguilar y Agustín
López. Las discusiones con colegas y amigos: Armando Cortés Ortiz, Yolanda Herrera Arrieta,
Abel García Arévalo, Jeffrey R. Bacon, Ramón Cardoza Vásquez, Richard Spellenberg, A.A.
Reznicek, Paul M. Peterson, Pete Fulé, Juan de Dios Flores, Celia López González, Daniel
Pámanes García y José Antonio Ávila Reyes han clarificado nuestra visión sobre diferentes
aspectos del trabajo; Sandra M. Tena revisó versiones previas del escrito y Mayra Burciaga y
María Elena Pérez nos ayudaron a lidiar con Word.
La investigación de la que se deriva este libro fue financiada por la CGPI del Instituto Politécnico
Nacional a través del CIIDIR Durango y se concluyó gracias a un período sabático otorgado a S.
González. Agradecemos los estímulos a la investigación de la COFAA y EDI. Al Dr. José B.
Proal Nájera, Director del CIIDIR Durango, Ing. J.M. Daniel Trujano Thomé, Secretario de
Recursos Naturales y Medio Ambiente del Estado de Durango, Lic. Roberto Antonio de Jesús
Ramírez, Subsecretario de Medio Ambiente del Gobierno del Estado y Dr. Hiram Medrano
Roldán, Director del COCYTED, debemos el apoyo para la publicación de la obra, con la
entusiasta intervención del Lic. Adán Álvarez. El proyecto formal sobre el estudio de la
9
Vegetación y Ecoregiones de Durango
vegetación de Durango se desarrolló entre los años 2001 y 2004, pero los resultados presentados
se derivan de muchos años de observaciones y recorridos por los diferentes ecosistemas de
Durango, apoyados en su inicio por el Dr. Armando Ochoa Solano. Las imágenes de satélite que
apoyaron la elaboración de los mapas fueron obtenidas gracias al Quím. Luis Alfredo Rangel
Pescador durante su gestión como Delegado Federal de la SEMARNAT y al Ing. J.M. Daniel
Trujano Thomé, Secretario de Recursos Naturales y Medio Ambiente del Gobierno de Durango.
Los Sres. Roberto González Elizondo y Noé González Elizondo desde Nuevo León han
proporcionado valiosa información y apoyo durante diversas fases del trabajo. El Ing. Fco. Javier
Salas García aportó apoyo logístico durante su gestión como Secretario de Recursos Naturales y
Medio Ambiente del Gobierno de Durango. Los Ings. Juan Manuel Cassián, J. Guadalupe
Barrios, Jesús Soto, Ramón Silva, Javier Návar, Ernesto Lozano, Bernardo Castillo, Enrique Vega
y sus respectivos colaboradores facilitaron los muestreos. Los Ings. Jorge García, Víctor López,
Carlos Zapata Pérez, Emilio García, Epifanio Várgas y José Luis Martínez Marín han
proporcionado datos sobre la vegetación. Georgina Tena y Sandra Tena han aportado excelentes
fotografías. El diseño de las láminas es de Oliver A. Anderson Huerta; el Ing. Noel Herrera
colaboró en la elaboración de algunas imágenes; el Bibl. Armando Butanda Cervera nos apoyó
con literatura.
Durante salidas a campo hemos contado con el apoyo del Sr. Anastasio Celis Ramos y fam.
(Cosalá, Sin.); Sr. Arturo Ayala; Fam. Ramones (El Mezquital); Ing. Octaviano Cázares M.
(Parral); Sr. Manuel Herrera Corral y fam. (La Atascosa, Tepehuanes); Fam. Enríquez Olguín
(Rancho El Purgatorio), Sr. Miguel Vizcarra, Sra. Rosa Mortis (Canelas); Laura Jamieson, Dr.
Carlos Galindo Leal, Sr. José Medina, Don Federico Alvarado, Sr. Tomás Flores, Sr. José Ángel
Moreno (La Michilía); Téc. Jaime Díaz y Don Alfredo Díaz (Vencedores); los hermanos
Alvarado y hermanos Aguilar (Ej. El Maguey); Sr. Juan Zúñiga Hernández y Sr. José Isabel Ruiz
Hernández (Duraznitos y Picachos); Ing. Victor Astorga; Ing. Rafael Carrillo e Ing. Pedro
Graciano; Sr. Ismael Calzada; y los ganaderos Sr. Buenaventura Saravia, Sr. Jesús Cabral y Lic.
Juan Dalahite. Muchas otras personas nos han apoyado de una u otra forma durante el estudio de
la vegetación de Durango. Nuestro más profundo reconocimiento a todas ellas.
Durango, Dgo., Noviembre de 2006
10
Vegetación y Ecoregiones de Durango
I. INTRODUCCIÓN
Durango presenta una alta diversidad ecosistémica. A excepción del bosque tropical perennifolio
o selva alta, casi todos los tipos de vegetación de México están presentes en el estado: desde
matorrales xerófilos y vegetación halófila en la zona árida oriental, hasta bosques tropicales
caducifolios y subcaducifolios en las quebradas al oeste, pasando por pastizales en la franja de
valles al oriente de la Sierra Madre, bosques templados de pino y encino y pequeños enclaves de
bosque mesófilo en la Sierra y vegetación acuática y subacuática en todos los ecosistemas.
Algunos de los factores que determinan la diversidad de la flora y la vegetación del estado son: la
convergencia en Durango de dos grandes regiones biogeográficas (Holártica y Neotropical), su
compleja fisiografía, su diversidad climática y el papel de corredor biológico y de barrera
biogeográfica que representa la Sierra Madre Occidental.
En este trabajo se reconocen 14 tipos de vegetación y se comentan sus características,
distribución y estado de conservación. La clasificación de las comunidades vegetales ajustada a las
características de la región constituye un marco de referencia para conocer, interpretar y valorar a
los ecosistemas naturales y puede ser una herramienta de primera mano para la elaboración de
diagnósticos, inventarios y descripción de comunidades, así como para la planeación del uso,
manejo y conservación de los recursos.
Aunque ha sido desarrollado para Durango, este sistema de clasificación de la vegetación también
puede ser aplicado al resto de la Sierra Madre Occidental y al Desierto Chihuahuense.
ANTECEDENTES
Dos personajes extraordinarios, ingenieros topógrafos de formación, geógrafos, políticos,
ideólogos e incansables luchadores sociales, elaboraron conjuntamente una carta geográfica para
Durango en 1905 (publicada en 1911). Ellos fueron el Ing. Pastor Rouaix, durangueño por
adopción y el Ing. Carlos Patoni, durangueño por nacimiento quien fue, además, el primer
botánico de la entidad. Datos sobre la geografía del Estado fueron también presentados por A.
Gámiz desde 1911 y posteriormente por E. Gámiz en 1929 y 1936. En su Geografía del estado de
Durango, Rouaix (1929) reconoce cuatro regiones, clasificación adoptada posteriormente por
Ochoterena (1934): Región semiárida o zona oriental, Región de los valles, Región de la sierra y
Región de las quebradas.
Entre los estudios enfocados a la flora y la vegetación de Durango destacan los de Maysilles
(1959) sobre los bosques de pino; el de Madrigal (1977) sobre las características generales de la
vegetación del estado; y el de la COTECOCA (Comisión Técnico Consultiva para la
determinación de los Coeficientes de Agostadero) (1979), que en la Memoria correspondiente a
Durango incluye una descripción amplia de las comunidades vegetales, así como un mapa y
perfiles de la vegetación, siguiendo el sistema de Miranda y Hernández X.; González (1983) llevó
a cabo una síntesis de información sobre la vegetación de la entidad. Adicionalmente, Martínez y
Morello(1977) estudiaron las comunidades vegetales de la Reserva de Mapimí y Martínez y
Saldívar (1978) las de La Michilía; González et al. (1993) llevan a cabo una delimitación,
cartografía y descripción de la estructura y composición de las comunidades vegetales de la
Reserva La Michilía; Márquez y González (1998) y Márquez et al. (1999) analizan la composición
y la estructura en bosques de clima templado; y García Arévalo presenta un inventario de la flora
11
Vegetación y Ecoregiones de Durango
de la Reserva de Mapimí. Actualmente se desarrollan en el CIIDIR IPN Durango los estudios
técnicos para el Ordenamiento Ecológico del Estado, habiéndose concluido las fases de
caracterización y diagnóstico donde se incluye un capítulo sobre flora y otro sobre vegetación.
Otros estudios botánicos desarrollados a nivel más amplio incluyen a Durango. Entre estos están
los de Miranda y Hernández X. (1963), Flores Mata et al. (1971) y Rzedowski (1978), quienes han
propuesto diversos sistemas para la clasificación de la vegetación de México. La Comisión de
Estudios del Territorio Nacional (CETENAL), luego denominada Dirección de Estudios del
Territorio Nacional (DETENAL) desarrolló cartografía e inventarios detallados de los
ecosistemas de México, labor que se continúa en el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Informática (INEGI). En el Inventario Nacional Forestal y de Suelos se cuantifica la superficie
forestal por tipo de vegetación; cantidad y variedad de especies; biomasa; volumen de madera y
estado de los suelos forestales, entre otros datos. En 2006 se han presentado avances del
Inventario 2004-2009.
12
Vegetación y Ecoregiones de Durango
II. MEDIO FÍSICO
La vegetación depende directamente de las características del entorno físico donde se encuentre.
Con el fin de establecer un marco de referencia para la descripción de las comunidades vegetales,
se incluye una breve descripción del ambiente físico del Estado de Durango.
II.1. UBICACIÓN Y FISIOGRAFÍA
El estado de Durango se localiza en la región centro-noroccidental de México; con una superficie
de 123,181 Km2 es el cuarto estado más grande de la República (INEGI 2005) y representa el
6.3% de la superficie total del país. Está dividido en 39 municipios y su capital es la ciudad de
Durango (Victoria de Durango) (Fig. 1). Colinda al norte con el estado de Chihuahua, al oriente
con Coahuila y Zacatecas, al poniente con Sinaloa y al sur con Nayarit y Zacatecas. Sus
coordenadas extremas son: al N 26°53’ N, al S 22°16’ N, al E 102°’29’ W y al W 107°16’ W
(INEGI 2005). Durango es atravesado por el Trópico de Cáncer (23°26’18” N) en su parte sur,
sobre los municipios de El Mezquital y Pueblo Nuevo, de tal manera que la mayor parte de la
superficie del estado se localiza en la zona subtropical.
El eje de la compleja fisiografía de Durango es la Sierra Madre Occidental. Más de la mitad del
estado se ubica sobre esta sierra. Con orientación NNW, es el complejo montañoso más largo del
país (más de 1,200 km), tiene una anchura hasta de 250 km, una altitud media de 2,600 m y
elevación hasta de 3,340 m. Su flanco occidental es sumamente escarpado, formando la región de
Las Quebradas, con impresionantes hondonadas, excavadas por los ríos que fluyen hacia el
Pacífico y que en algunos sitios son hasta de 2,000 m de profundidad (más profundas que las del
Cañón del Colorado. En contraste, las laderas de la vertiente oriental de la sierra son mucho
menos abruptas ya que no es tan notable la diferencia de niveles con la región de los Valles, la
cual está ubicada a una altitud media de 1,900 m s.n.m., formando la transición hacia el Altiplano.
Las elevaciones en la entidad va de los 130 m (al oriente de Tamazula) a los 3,340 m (Cerro
Gordo). Las cimas de mayor elevación en Durango son el Cerro Gordo1 (3,340 m, El Mezquital),
Cerro Barajas (3,310 m, Guanaceví), Cerro Huehuento (3,270 m, San Dimas), Sierra El Epazote
(3,200 m, Canatlán) y otros cuatro picos que superan los 3,000 m. Hacia la zona oriental del
estado la mayor elevación se localiza en la Sierra El Rosario (Lerdo y Mapimí) que alcanza los
2,820 m; a diferencia de las elevaciones al occidente de Durango, que son de origen ígneo, la
Sierra El Rosario es de origen sedimentario. La cabecera municipal a mayor elevación es El Salto
(2,560 m) y la más baja es Tamazula de Victoria (240 m). Se presenta un mapa hipsométrico
basado en los modelos digitales del terreno del INEGI (Fig. 2).
1 El Cerro Mohinora (al S de Chihuahua, casi en el límite con Durango) ha sido citado como el de mayor
elevación de la Sierra. Nuestros registros indican 3,316 m en la cima y los del INEGI indican 3,300 y 3,250
m (Anuario Estadístico y carta topográfica 1:50,000, respectivamente), de tal manera que el Cerro Gordo,
ubicado al S de Durango, es el de mayor elevación en la Sierra.
El Cerro Huehuento, el tercero en altitud en el estado, no se marca en la lista del INEGI entre los de
mayor elevación.
13
Vegetación y Ecoregiones de Durango
14
17
13
36
25
9
10
11
18
730
35 12
34
15
29
2437
32
4
6
32
39
27
2128
19
1 3120
8
26
5
22
16
23
38
14
33
Ecorregiones
I Región árida y semiárida
II Región de los valles
III Región de la sierra
IIIa Pie de monte y sierras al oriente
IV Región de las quebradas
Límites municipales
ECORREGIONES Y MUNICIPIOS DE DURANGO
50 0 50 100 Km
1 CANATLAN
2 CANELAS
3 CONETO DE COMONFORT
4 CUENCAME
5 DURANGO
6 GENERAL SIMON BOLIVAR
7 GOMEZ PALACIO
8 GUADALUPE VICTORIA
9 GUANACEVI
10 HIDALGO
11 INDE
12 LERDO
13 MAPIMI
14 MEZQUITAL
15 NAZAS
16 NOMBRE DE DIOS
17 OCAMPO
18 ORO, EL
19 OTAEZ
20 PANUCO DE CORONADO
21 PEÑON BLANCO
22 POANAS
23 PUEBLO NUEVO
24 RODEO
25 SAN BERNARDO
26 SAN DIMAS
27 SAN JUAN DE GUADALUPE
28 SAN JUAN DEL RIO
29 SAN LUIS DEL CORDERO
30 SAN PEDRO DEL GALLO
31 SANTA CLARA
32 SANTIAGO PAPASQUIARO
33 SUCHIL
34 TAMAZULA
35 TEPEHUANES
36 TLAHUALILO
37 TOPIA
38 VICENTE GUERRERO
39 NUEVO IDEAL
Vegetación y Ecoregiones de Durango Vegetación y Ecoregiones de Durango
15 15
Vegetación y Ecoregiones de Durango
PROVINCIAS FISIOGRÁFICAS
Con base en las similitudes fisiográficas y el origen geológico, se reconocen 15 Provincias
fisiográficas para México (INEGI 1992), de las cuales cinco están representadas en Durango:
1. Sierra Madre Occidental
Este sistema montañoso de origen ígneo y los valles y sierras adyacentes hacia el oriente ocupan
la mayor parte de la superficie de Durango (71.3%). Incluye cuatro subprovincias:
a) Gran meseta y cañones duranguenses (incluye la mayor parte del macizo de la sierra),
orientada de noroeste a sureste;
b) Gran meseta y cañones chihuahuenses, en el extremo noroeste del estado;
c) Mesetas y cañadas del sur, que comprende el declive occidental de la sierra (o región de
las Quebradas) al sur del paralelo 24°30’ N;
d) Sierras y llanuras de Durango, que abarca una amplia franja al oriente de la Sierra Madre
Occidental, incluyendo las regiones de “los Valles”, “los Llanos” y “la Breña” (“Malpaís
de la Breña”), esta última con varios conos volcánicos pequeños. Sierras como La
Candela y Promontorio se ubican en esta subprovincia, al igual que las ciudades de
Durango, Tepehuanes, Santiago Papasquiaro, Canatlán, Guadalupe Victoria y Vicente
Guerrero se localizan en esta subprovincia (Durango se ubica en el límite entre ésta y el
macizo de la Sierra).
El límite sur de la Sierra, de acuerdo con Garfias y Chapin (1949, citados en Maysilles 1959), es el
cañón del Río Mezquital, o más al sur, en su unión con el Eje Volcánico Transversal, según otros
autores. Garfias y Chapin basan su delimitación en el hecho de que la Sierra tiene una estructura
diferente que la porción más al sur del cañón del Río Mezquital, cuyos “rasgos topográficos se
deben a erupciones de lava, susuperficie no está tan profundamente cortada y es de menor
altitud”.
2. Sierras y Llanuras del Norte
Representada en Durango por la subprovincia del Bolsón de Mapimí, que abarca el noreste del
estado, incluyendo hasta la ciudad de Gómez Palacio (15.09% de la superficie de Durango).
Incluye serranías aisladas y amplias llanuras donde son comunes las cuencas endorreicas.
3. Sierra Madre Oriental
Aunque no existe conexión directa con el macizo de la Sierra Madre Oriental, esta provincia se
encuentra representada en Durango por las serranías aisladas del oriente del estado (5.28%). Son
sierras de roca sedimentaria de origen marino, principalmente calizas. Dos subprovincias en
Durango:
a) Sierras Transversales, que incluye las sierras de Mapimí-El Sarnoso, El Rosario y Los
Álamos-Manzanares;
b) Sierra de La Paila (extremo occidental), a donde pertenece la Sierra de Tlahualilo.
16
Vegetación y Ecoregiones de Durango
4. Mesa del Centro (Altiplanicie Mexicana)
Comprende las amplias llanuras y sierras dispersas entre las Sierras Madre Oriental y Occidental.
En Durango se restringe a una zona al oriente que incluye desde el sur de Cuencamé hasta
Guadalupe Victoria y San Juan de Guadalupe (8.33%). Incluye dos subprovincias:
a) Sierras y llanuras del norte
b) Sierras y lomeríos de Aldama y Río Grande (INEGI 2005).
5. Llanura Costera del Pacífico
Apenas representada en Durango por una zona muy pequeña al occidente de Tamazula, en el
límite con Sinaloa. Son terrenos planos cubiertos por aluviones en la planicie costera al occidente
de la Sierra Madre Occidental.
II.2. GEOLOGÍA Y SUELOS
En Durango predominan los afloramientos de origen volcánico hacia el centro y el occidente del
estado, mientras que en la zona oriental los afloramientos son de roca sedimentaria de origen
marino. Una gran parte de la región de los valles y del Desierto Chihuahuense está cubierta por
depósitos aluviales y residuales.
El 61.39% del total es roca ígnea extrusiva (principalmente riolitas y tobas), 2.71% es ígnea
intrusiva, 15.74% es sedimentaria (en su mayoría caliza, a veces con intercalaciones de lutita y
arenisca), 0.09% metamórfica y 20.07% es suelo (INEGI 2003).
La mayor parte de la roca ígnea proviene del período Terciario, mientras que la roca sedimentaria
es del Terciario y del Mesozoico. Durante el Pérmico, una parte de lo que ahora es la región
oriental del estado estuvo bajo las aguas de un mar intercontinental; a principios del Mesozoico la
superficie de Durango estuvo emergida, pero durante el Jurásico superior y el Cretácico inferior
el norte y el oriente estuvieron de nuevo cubiertos por el inmenso mar que cubrió casi todo
México. Fue a fines del Cretácico superior que la superficie de lo que ahora es Durango quedó
definitivamente emergida del mar (mapas de Kellum 1944, citado por Rzedowski 1978).
Fig. 3. Izquierda: Roca ígnea (riolitas) en Espinazo del Diablo, Pueblo Nuevo;
Derecha: capas de roca sedimentaria (caliza) en el Cañón de Fernández, Lerdo.
La Sierra Madre Occidental está compuesta por dos importantes secuencias ígneas con un
período intermedio de calma volcánica (McDowell y Clabaugh 1979, citados por Morán et al.
17
Vegetación y Ecoregiones de Durango
1985). La inferior comprende derrames de lava, ignimbrita y batolitos, mientras que la más
reciente, del Plioceno y el Pleistoceno (con edades que varían entre 34 y 27 millones de años),
está integrada por ignimbritas de composición riodacítica o riolítica, tobas y algunos derrames de
basalto. El complejo superior de esta sierra constituye la cubierta ignimbrítica continua más
extensa de la tierra. Hacia el norte, esta cubierta tiene sus últimos afloramientos a la altura de la
frontera con Estados Unidos y, hacia el sur, desaparece debajo de las rocas intermedias y básicas
del Eje Neovolcánico.
Hacia el centro-sur del estado, en una parte de los
municipios de Canatlán, Durango, Nombre de Dios
y Poanas se encuentra una extensa zona de lavas
basálticas conocida localmente como breña o
malpais, producto de una intensa actividad volcánica
a través de fisuras y de pocos conos pequeños.
Fig. 4. Cráter del volcán El Jagüey, en la región de la
breña, cerca de Ricardo Flores Magón.
En el oriente y centro-oriente de Durango existen pequeños afloramientos de granito
intrusionando en la roca sedimentaria. Los principales son el macizo granítico del Cerro Blanco
(en Peñón Blanco) y los de la Sierra El Sarnoso (en Mapimí). En El Sarnoso el granito (75 km2)
está rodeado por importantes depósitos de mármol (Servicio Geológico Mexicano 2000).
También en la zona oriental del estado se presentan algunos afloramientos de arenisca.
Los afloramientos de depósitos piroclásticos presentan a veces capas inferiores de rocas
seudoestratificadas muy intemperizadas que dan la falsa apariencia de lutitas.
Suelos
Predominan los Leptosoles (48%), seguidos por Regosoles (13%), Calcisoles (9%), Cambisoles
(8%) y Feozem hápico (7%) (INEGI 2003, con base en la clasificación de la FAO/UNESCO
(1988).
Leptosoles (del griego leptos, delgado). Son suelos muy someros (de menos de 25 cm),
usualmente pedregosos, asociados a zonas montañosas, por lo que es importante que se
mantenga su cubierta vegetal para evitar la erosión.
Dos subtipos principales en Durango:
a) Leptosol lítico (litosol). Son los más someros, de menos de 10 cm, limitados en profundidad
por roca dura continua o por una capa continua cementada. Comunes en la Sierra Madre
Occidental y otras sierras de origen volcánico. Con frecuencia presentan pedregosidad o se
localizan en áreas de fuerte afloramiento de roca madre. Son ácidos, con pH por lo general entre
4.7 y 6.5. La reacción al HCl no es visible. Las texturas más comunes son la franca y la franco-
arcillosa.
b) Leptosol réndzico (rendzina). Son suelos delgados desarrollados sobre materiales
fuertemente calcáreos. Presentes en las sierras calizas del oriente de Durango, normalmente
asociados a pendientes fuertes; la cobertura vegetal es fundamentalmente de matorral. El
horizonte superior tiene un contenido relativamente alto de materia orgánica.
18
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Existen también en Durango otros subtipos de Leptosol: Mólico, Eutrico, Dístrico y Úmbrico,
estos últimos tienen horizonte superficial relativamente rico en materia orgánica y parcialmente
desaturado; también ocupan áreas de fuertes pendientes y alta rocosidad y pedregosidad.
Regosoles. Suelos jóvenes, poco consolidados, de textura gruesa, sin arcilla. Generalmente son
resultado del depósito reciente de roca y arena acarreadas por el agua o en zonas con fuertes
procesos erosivos, por lo que se encuentran sobre todo en valles intermontanos y al pie de las
sierras.
Calcisoles (del latín calcarius, calcáreo, por la alta acumulación de caliza). Se presentan en la
zona árida y semiárida, en relieves planos o de escasa pendiente. Anteriormente denominados
xerosoles y yermosoles. Tienen tres horizontes, el superficial de color claro; el B con frecuencia
impregnado de carbonatos y el C siempre con acumulación de carbonatos. Cuando hay agua
disponible pueden tener una alta productividad, pero tienden a salinizarse. Si se riegan y
fertilizan, es necesario que tengan buen drenaje para evitar salinización.
Cambisoles. Se desarrollan sobre distintas litologías y en relieves relativamente suaves o
protegidos de los procesos erosivos por la cobertura vegetal,
Feozems. Se caracterizan por tener un horizonte superior con alto contenido de materia
orgánica; no presentan un horizonte calcáreo en las capas superiores. Se asocian a bosques y
matorrales.
Otros suelos en Durango son los vertisoles, suelos profundos (de más de 50 cm), con altas
proporciones de arcilla (más de 30%). Se caracterizan por presentar grietas de desecación
notorias y escasa diferenciación de sus horizontes.Se desarrollan en relieves planos o ligeramente
inclinados. En partes bajas, a lo largo de los principales arroyos se presentan fluvisoles.
19
Vegetación y Ecoregiones de Durango
II.3. HIDROLOGÍA SUPERFICIAL
Por J. Elías Chacón de la Cruz
Para Durango se registran escurrimientos anuales de entre 11,400 millones de m3 (2.8% del total
nacional), a casi 14,000 millones de m3. Las corrientes de agua forman parte de siete Regiones
Hidrológicas (Cuadros 1 y 2, Fig. 5), en tres vertientes:
a) Vertiente del Pacífico, que comprende los ríos que se originan en la Sierra Madre
Occidental: el Tamazula y el de Topia que en Sinaloa se unen al Humaya; el de Los
Remedios-San Lorenzo; las aguas de la parte central de la sierra (cuyo principal tributario es
el arroyo El Salto), pasan a Sinaloa con el nombre de Río Presidio; en el extremo sur del
estado, el río Huazamota o Jesús María, que se dirige al sur a unirse al Huaynamota,
tributario del caudaloso río Santiago.
El único río de la vertiente del Pacífico que nace en el lado oriental de la Sierra Madre es el
Mezquital: con el nombre de río El Tunal y río Durango atraviesa el valle del Guadiana y la
región de la breña. Antes de la breña se le unen La Sauceda y el Santiago Bayacora y después
el Súchil y el Graceros. Ya con el nombre de río Mezquital atraviesa la sierra por la enorme
cañada que lleva el mismo nombre y pasa a Nayarit con el nombre de río San Pedro.
b) Vertiente interior, constituida por las corrientes que convergen hacia depresiones interiores
(cuencas endorreicas). Incluye tres subregiones: la de los ríos Nazas y Aguanaval y arroyos
que desembocan en el Bolsón de Mapimí (en la confluencia de Coahuila, Durango y
Chihuahua); la de los arroyos que confluyen en la Laguna de Santiaguillo (ej. el arroyo San
Antonio); y la de los arroyos del extremo oriental de Durango que forman parte de la Región
de El Salado.
c) Vertiente del Golfo de México, en una pequeña porción del norte de Durango donde nace
el río Florido, el cual se une en Chihuahua al Conchos, uno de los principales afluentes del
Río Bravo.
REGIONES HIDROLÓGICAS
La Región Hidrológica de mayor extensión en Durango es la Nazas-Aguanaval (42% de la
superficie del estado)2. Es la cuenca cerrada más importante del país. El Nazas y el Aguanaval
desembocaban originalmente en las lagunas de Mayrán y de Viesca, respectivamente. En la
actualidad, sus aguas son aprovechadas en su totalidad.
El Río Nazas es el más extenso en el estado (560 km). Se forma a partir de los Ríos Sextín (El
Oro) y Ramos, este último formado a su vez por los ríos Santiago y Tepehuanes. Se inicia en
Durango y concluye en el estado de Coahuila. Sobre la cuenca del Nazas se localizan la presa
Lázaro Cárdenas (El Palmito), la de mayor capacidad en el estado y la Francisco Zarco. Después
de esta, la corriente del Nazas continúa ya regulada, hacia la región agrícola de La Laguna.
2 La cuenca del Nazas es una de las regiones identificadas por la CONABIO (1998) como Región
Hidrológica Prioritaria (No. 40), donde existen amenazas para la biodiversidad. Una parte de la cuenca del
Nazas presenta rasgos únicos que han favorecido la presencia de plantas endémicas, incluyendo dos
géneros: Henricksonia y Megacorax.
20
Vegetación y Ecoregiones de Durango
21
Vegetación y Ecoregiones de Durango
El Río Aguanaval, de alrededor de 500 km, nace en la confluencia de los Ríos Chico y de Los
Lazos, en el estado de Zacatecas. Sus principales afluentes están constituidos por los Ríos
Trujillo, Saín Alto, Santiago y por los arroyos de Reyes y Mazamitote. En un largo trayecto sirve
de límite entre Durango y Coahuila.
La segunda RH en extensión (25.7%) es la Presidio-San Pedro (RH 11), donde se concentran la
mayor cantidad de corrientes y cuerpos de agua de la entidad.
La Región de El Salado (RH 37) tiene una mínima representación en Durango, en el extremo
oriental. Forma parte de una serie de cuencas endorreicas distribuidas desde el extremo E de
Durango hasta Tamaulipas.
REGIÓN CUENCA
% DE LA
SUPERFICIE
CLAVE NOMBRE
SUPERFICIE
Km2 NOMBRE ESTATAL
RH10 SINALOA 21,612 R. PIAXTLA-R. ELOTA-R. QUELITE 3.13
R. SAN LORENZO 6.27
R. CULIACÁN 7.57
R. SINALOA 0.02
R. FUERTE 0.29
RH11 PRESIDIO-SAN PEDRO 31,114 R. SAN PEDRO 18.26
R. ACAPONETA 2.91
R. BALUARTE 1.82
R. PRESIDIO 2.72
RH12 LERMA-SANTIAGO 3,819 R. HUAYNAMOTA 3.21
RH24 BRAVO-CONCHOS 5,051 R. CONCHOS-P. DE LA COLINA 1.16
R. FLORIDO 2.65
RH35 MAPIMÍ 8,252 L. DEL REY 0.21
A. LA INDIA-L. PALOMAS 6.91
RH36 NAZAS-AGUANAVAL 52,224 R. NAZAS-TORREÓN 12.05
R. NAZAS-RODEO 9.60
P. LÁZARO CÁRDENAS 14.86
R. AGUANAVAL 5.32
L. MAYRÁN Y VIESCA 0.20
RH37 EL SALADO 1,109 CAMACHO-GRUÑIDORA 0.84
Cuadro 1. Regiones y cuencas hidrográficas de Durango.
FUENTE: INEGI. Conjunto de Datos Geográficos de la Carta Hidrológica de Aguas Superficiales, 1:1 000 000.
22
Vegetación y Ecoregiones de Durango
REGIÓN
PRINCIPALES CORRIENTES Y CUERPOS DE AGUA
RH10 SINALOA Ríos PIAXTLA, LOS REMEDIOS, SAN GREGORIO-SAN LORENZO, COLORADO-HUMAYA
RH11
PRESIDIO-SAN PEDRO
Ríos LA SAUCEDA-MEZQUITAL, EL TUNAL, CHICO, SANTIAGO BAYACORA, SAN ANTONIO,
POANAS, GALINDO-SAN DIEGO, LAS HORNILLAS-CUESTA COLORADA
Arroyo CORRALITOS
Presas GUADALUPE VICTORIA (EL TUNAL), PEÑA DEL ÁGUILA, SANTIAGO BAYACORA,
REFUGIO SALCIDO, FRANCISCO VILLA,, SAN BARTOLO, CANOAS (CABORACA), EL
BALUARTE, SANTA ELENA
Laguna de SANTIAGUILLO
RH12 LERMA-SANTIAGO Río HUAYNAMOTA
RH24 BRAVO-CONCHOS Ríos CONCHOS-P. DE LA COLINA, FLORIDO
Arroyos LA INDIA, SANTO DOMINGO
Presas FEDERALISMO MEXICANO (SAN GABRIEL), BENJAMÍN ORTEGA (AGUA PUERCA), VILLA
HIDALGO
RH35 MAPIMÍ Laguna DEL REY, Laguna DE PALOMAS
RH36 NAZAS-AGUANAVAL Ríos SEXTÍN-NAZAS, SANTIAGO-RAMOS, TEPEHUANES, SAN JUAN, AGUANAVAL
Presas LÁZARO CÁRDENAS (EL PALMITO), FRANCISCO ZARCO
Lagunas de MAYRÁN Y VIESCA
RH37 EL SALADO Arroyos intermitentes en la cuenca CAMACHO-GRUÑIDORA
Cuadro 2. Principales corrientes y cuerpos de agua en Durango.
Fuente: INEGI. Conjunto de Datos Geográficos de la Carta Hidrológica de Aguas Superficiales, 1:1 000 000; INEGI
2005.
REFERENCIAS
Comisión Nacional del Agua. 1999. Mapa de corrientes principales escala 1:4 000 000.
INEGI. Conjunto de Datos Geográficos de la Carta Hidrológica de Aguas Superficiales, 1:1 000
000.
INEGI. 2005. Anuario Estadístico Durango, edición 2005. Instituto Nacional de Estadística,
Geografía e Informática y Gobierno del Estado de Durango. Aguascalientes, Ags. CD.
23
Vegetación y Ecoregiones de Durango
II.4. CLIMA
La amplia gama de climas de Durango va desde los secos (tipo B) en el norte y oriente del estado,
hasta los cálidos (A) en la región de las quebradas, pasando por diversos subtipos de climas
templados (C) y semifríos (C(E)) en las sierras (Cuadro 3). El clima tiene una marcada
estacionalidad anual y la temporada de lluvias es en verano (w). Los climas secos se dividen en
Muy secos (BW) o 'secos desérticos' y Semisecos (BS) o 'secos esteparios'. Éstos últimos a su vez se
dividen en dos subtipos dependiendo de la humedad: el más seco (BS0) y el menos seco (BS1) y
pueden ser cálidos y semicálidos (BSh), o templados (BSk).
TIPO O SUBTIPO CLAVE3 CARACTERÍSTICAS % SUPERF.
ESTATAL
UBICACIÓN
Semiseco templado BS1k T 12° a 18°C
P 400 a 600 mm
27.34 Región de los Valles
Piedemonte de la Sierra Madre Occidental y
serranías al oriente
Templado subhúmedo
(tres subtipos)
C(w0)
C(w1)
C(w2)
T 12° a 18°C
P 600 a 800 mm (a)
P 800 a 1,000 mm (b)
P 700 a 1,200 mm (c)
22.55 a) Sierra Madre (vertiente oriental, partes
medias y bajas); serranías al oriente
b) partesde la Sierra Madre
c) Vertiente occidental de la Sierra Madre,
partes medias
Muy seco semicálido BWh T 18° a 22°C
P 150 a 300 mm
14.19 Bolsón de Mapimí y Comarca Lagunera
Semifrío subhúmedo C(E)(w) T 8° a 12°C
P 600 a 1,500 mm
11.20 Sierra Madre (partes altas, rodeadas de áreas de
clima templado subúmedo)
Semicálido subhúmedo (A)Cw T mayor de 18°C
P 800 a 1,500 mm
7.76 Quebradas (partes a más de 1000 m)
Seco semicálido BSh T 18° a 22°C
P 300 a 400 mm
7.56 Parte de la zona árida (W de Sierra El Rosario y
franja que va del NW de Rodeo a San Juan de
Guadalupe)
Seco templado BSk T 12° a 18°C
P 300 a 400 mm
4.68 Parte de región de los Valles (pequeña zona al
NW de Rodeo)
Cálido subúmedo A(w) T 22° a 26°C
P 700 a 1,500 mm
3.56 Quebradas (parte baja, a menos de 1000 m)
Semiseco semicálido BS1h T 12° a 22°C
P 400 a más de 500
mm
0.84 Dos pequeñas zonas en la región de los Valles
(NE de Canatlán y W y SW de V. Guerrero)
Semiseco muy cálido y
cálido
BS1(h’) T 22° a 26°C
P menor de 800 mm
0.15 Quebradas, pequeña zona al sur
Semifrío húmedo con
abundantes lluvias en
verano
C(E)(m) T 10° a 12°C
P 1,200 a 1,500 mm
0.10 Sierra Madre (pequeña zona al W de El Salto)
Muy seco muy cálido y
cálido
BW(h’) T 22° a 26°C
P 150 a 300 mm
0.07 Zona árida, una pequeña área al SW de Lerdo
Cuadro 3. Climas prevalentes en Durango. T = temperatura media anual; P = precipitación total
anual. Adaptado de INEGI, Conjunto de datos geográficos de la Carta de Climas 1:1 000 000.
3 Según el sistema de clasificación de Köppen, modificado por García (1964).
24
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Temperatura
La temperatura promedio varía de 11.5°C en El Salto a 22°C en Cañón de Fernández. En la
ciudad de Durango es de 17.3°C. Las temperaturas extremas en el año 2004 fueron de –11°C en
El Salto y de 40°C en Rodeo (INEGI 2005), pero en Rodeo ha llegado a registrarse una máxima
de 46.7°C. Una situación excepcional se presentó en 1997, cuando se registraron temperaturas
mínimas extremas de hasta –12°C en la ciudad de Durango y de –25°C en la Sierra.
Las temperaturas muestran una oscilación media anual moderada, pero la oscilación media diurna
es extremosa. El mes más caluroso es mayo (junio llega a presentar mayores temperaturas en
años de lluvias tardías). Enero es usualmente el más frío, aunque a veces las temperaturas
mínimas extremas se han registrado en febrero.
El número de días con heladas va de 0 (en la región de las Quebradas y en algunas áreas
protegidas de la zona oriental), a 31 (en El Salto); las primeras heladas se presentan en noviembre
y las últimas en abril, ocasionalmente hasta mayo.
Precipitación
El régimen de lluvias es de verano, de Junio a Septiembre. La mayor humedad se recibe del
occidente, por la influencia de las brisas del Pacífico, pero en la región oriental del estado
predomina la influencia de los vientos alisios, gracias a los cuales algo de la humedad proveniente
del Atlántico llega hasta Durango durante el verano y el otoño. Los nortes o masas de aire polar
aportan el 10 a 15% de la humedad anual.
La precipitación total anual promedio varía de 150 mm en partes del Bolsón de Mapimí a 1,500
mm en la Sierra Madre. En años de sequía extrema se han registrado precipitaciones tan bajas
como 35.8 mm para Atotonilco y 81 mm para la zona del Bolsón de Mapimí. Para Lerdo se
registran 268.6 mm de precipitación promedio y 887.4 mm para El Salto (1,594.8 en el año más
lluvioso) (INEGI 2003). El número de días al año con precipitación apreciable varía de 29 en
partes de la zona árida, a 87 en la región de la sierra.
Durante la temporada seca, de Diciembre a Abril, en la región de los valles y la zona semiárida se
reciben intensos vientos muy secos del suroeste, probablemente contralisios. Otra posibilidad,
planteada por Rouaix (1929) es que estos vientos sean ocasionados por la diferencia de
temperaturas entre las llanuras calentadas por la radiación intensa de los rayos solares y las
mesetas de la sierra, que permanecen frías.
Durante el verano, alcanzan a llegar algunos vientos alisios del noreste hacia la zona de los valles
y la vertiente oriental de la sierra.
DISTRIBUCIÓN DE LOS CLIMAS
La diversidad de climas en Durango se debe a la compleja fisiografía del estado, aunada a la
ubicación de la mayor parte de su superficie en la zona subtropical y la influencia de los vientos
oceánicos.
La barrera orográfica de la Sierra Madre Occidental es la principal determinante de la distribución
de los climas en el estado. En la vertiente occidental de la sierra la precipitación es mucho más
alta debido a las lluvias de relieve, ocasionadas cuando el aire cálido y húmedo proveniente del
Pacífico choca con la sierra y se eleva, enfriándose y condensando la humedad.
25
Vegetación y Ecoregiones de Durango
En Durango la zona más árida es la oriental debido al efecto de barrera de la sierra y a la
localización continental (alejada de masas marinas) de la región. El gradiente de aridez en
Durango es contrario a la dirección del gradiente de aridez en la República Mexicana, en donde
los climas más secos están al noroeste y los más húmedos hacia el sureste, de acuerdo con
Rzedowski (1978) (González 1983) (Fig. 6).
Fig. 6. Tendencia general de la distribución de la aridez para la República Mexicana y
el Estado de Durango.
De 29 subtipos de climas registrados para Durango, siete ocupan la mayor superficie. Se presenta
un mapa de los principales climas de Durango (Fig. 7) reclasificados en nueve categorías,
adaptado de los mapas de climas de INEGI y CONABIO.
Región árida y semiárida [Climas secos y semisecos (B) cálidos y semicálidos (h)]
Los climas muy secos (BW) y semisecos (BS), cálidos y semicálidos (h) presentan temperaturas
medias anuales de entre 16 y 24°C, con máximas absolutas de 39°C y mínimas absolutas de -5°C.
Las heladas se presentan entre noviembre y febrero.
La precipitación promedio anual varía de 150 a 400 mm. La temporada de lluvias es entre julio y
septiembre, los días con precipitación apreciable varían de 29 a 45 al año, mientras que los días
despejados van de 165 a 245. La humedad relativa media anual es de alrededor de 50%.
Son climas de tipo continental, muy extremosos, con amplia diferencia entre la temperatura
media del mes más caliente y la del mes más frío y también muy extremosos en cuanto a la
diferencia entre los máximos y mínimos diarios. En el NE del estado la diferencia entre la
temperatura media del mes más caliente y la del mes más frío llega a ser hasta de 13°C. Esta cifra
resulta alta si se compara con el clima casi isotermo del sur de México, pero relativamente baja al
compararse con climas más extremos del norte del país, en donde esa diferencia llega a superar
los 20°. Donde mejor se manifiesta el carácter extremo del clima árido de Durango es en la
oscilación diurna de las temperaturas, la cual llega a ser tan alta en el centro-norte del estado
como en el norte de Chihuahua (la región de clima más extremoso en México). En ambas
regiones, el promedio de la oscilación diaria de la temperatura alcanza los 24°C.
En conjunto, este grupo de climas se presenta en el 23% de la superficie de Durango.
26
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Región de clima semiseco templado y seco templado [ BSk ]
Comprende la región de los valles, así como el piedemonte de la Sierra Madre y serranías al
oriente. El clima semiseco templado y una pequeña zona con clima seco templado ocupan poco
más de 32% de la superficie de Durango.
Las temperaturas medias anuales varían entre 16 y 20°C. Tanto la temperatura media del mes
más frío como la del mes más cálido son menores a 18°C, por lo que el verano es más o menos
fresco.
La precipitacióntotal anual va de los 400 a los 600 mm, con 50 a 75 días con precipitación
apreciable y con 140 a 204 días despejados; la precipitación invernal representa usualmente entre
5 y 10.2% de la total anual. La humedad relativa media anual va de 50 a 60%.
Una pequeña área de clima muy seco templado (BWk), con temperatura media anual entre 16° y
18°C y precipitación total anual menor de 300 mm) se registra por el INEGI para el oriente de
Ceballos, al noreste del estado.
Región de clima templado [ C ] y semifrío [ C(E) ]
Comprende el macizo de la Sierra Madre Occidental y otras sierras por encima de los 2,000 m
(33.85% de la superficie del estado).
En los climas templados subhúmedos (C(w)) las temperaturas medias anuales varían entre 10 y
18°C y la temperatura media del mes más frío varía entre -3º y 18ºC. La precipitación total anual
va de los 600 a los 1,500 mm y la humedad relativa media anual va de 60 a más de 70%. Más de
la mitad de los días del año presentan nubosidad.
En Durango se presentan tres variantes del clima templado subhúmedo:
• C(w0) El de menor humedad, en partes bajas de la vertiente oriental de la Sierra y
en serranías hacia el oriente, con precipitación anual de 600 a 800 mm.
• C(w1) El de humedad intermedia, en algunas zonas interiores de la Sierra4, con
precipitación anual hasta de 1,000 mm.
• C(w2) El más húmedo, en la vertiente occidental de la Sierra, con una precipitación
total anual de entre 700 y 1,200 mm, o en pequeñas áreas hasta 1,500 mm.
Una pequeña zona de clima templado húmedo (C(m)) se marca para el extremo suroeste de
Durango en los límites con Nayarit en el mapa de climas elaborado por la CONABIO (1998).
Los climas semifríos se presentan en la zona interior y alta de la Sierra y en las partes altas de
otras serranías. La temperatura media anual varía entre 8º y 12ºC y la temperatura media del mes
más frío entre -3º y 18ºC.
Los climas semifríos pueden ser húmedos (C(E)(m)) o subhúmedos (C(E)(w)), con precipitación
que va de 600 a 1,200 mm, en áreas pequeñas hasta 1,500 mm.
4 En la mayor parte de las zonas interiores de la Sierra el clima es semifrío.
27
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Región de climas cálidos [ A ] y semicálidos [ (A)C ]
En los climas cálidos las temperaturas medias anuales son superiores a 22ºC y en los semicálidos
son mayores de 18°C. En ambos, la temperatura media del mes más frío es siempre mayor de
18ºC y las temperaturas son relativamente uniformes. Varían de semisecos a subhúmedos.
Los climas cálidos de Durango son de estación seca larga (Aw), hasta de 9 meses. Para Tamazula
se registra un promedio de 65 días con precipitación apreciable en el año.
Los cálidos se presentan en el declive occidental de la Sierra por debajo de los 1,100 m, mientras
que los semicálidos están entre 1,100 y 1,900 m. Juntos ocupan poco más del 11% de la
superficie del estado.
28
Vegetación y Ecoregiones de Durango
29
Vegetación y Ecoregiones de Durango
III. ECORREGIONES
FACTORES QUE DETERMINAN LA DIVERSIDAD ECOLÓGICA DE
DURANGO
Las regiones ecológicas o ecorregiones son unidades con características físicas y biológicas
distintivas, resultado de la interacción de diversos factores. Las regiones pueden estar bien
delimitadas, o tener zonas de transición difusas, a veces muy amplias.
La Comisión para la Cooperación Ambiental5 (1997) reconoce 15 regiones ecológicas y 52
unidades ecológicas para América del Norte. Cuatro de las regiones se presentan en Durango.
Sus equivalencias con las reconocidas en este trabajo son:
Desiertos de América del Norte Región árida y semiárida
Elevaciones semiáridas meridionales Región de los valles
Sierras templadas Región de la sierra
Selvas cálido secas Región de las quebradas
De las regiones reconocidas para México por la CONABIO (1999), cuatro se presentan en
Durango: Altiplano norte (Chihuahuense), Altiplano sur (Zacatecano-Potosino), Sierra Madre
Occidental y Costa del Pacífico.
La interacción entre las características fisiográficas y climáticas, aunada a la ubicación de Durango
en el límite de los reinos biogeográficos Holártico y Neotropical y a una larga historia de
migración de floras, determina la presencia de diferentes ecosistemas.
Casi todos los tipos de vegetación de México están representados en la entidad: matorrales
xerófilos y vegetación halófila en la zona oriental; pastizales en la franja de valles al oriente de la
Sierra; bosques templados de pino y encino y pequeños enclaves de bosque mesófilo en la Sierra
y bosques tropicales caducifolios y subcaducifolios en las cañadas al oeste.
En términos generales, en Durango las orientaciones al poniente favorecen a la vegetación. El
efecto de sombra orográfica de la Sierra Madre, por el que buena parte de la humedad
proveniente del Pacífico se precipita sobre la vertiente occidental, hace que en ésta la vegetación
sea más exuberante que en la oriental, relativamente seca.
Adicionalmente al efecto de sombra orográfica, la orientación de las laderas tiene una notoria
influencia sobre la vegetación debido a la dirección de los rayos solares y las laderas al norte
presentan mayor cubierta vegetal que aquellas hacia el sur, las cuales son más secas. González
Medrano (2003) explica que en nuestras latitudes los rayos del sol son más oblicuos, de tal modo
que las laderas orientadas hacia el ecuador (al sur) están expuestas a mayor tiempo de iluminación
y calentamiento que aquellas hacia el norte.
Para delimitar las ecorregiones de Durango se combinaron datos cartográficos en versión digital
de climas, fisiografía y vegetación.
5 Del Tratado del Libre Comercio para América del Norte.
30
Vegetación y Ecoregiones de Durango
III. 1. ECORREGIONES
El clima, la fisiografía y la vegetación determinan la existencia de cuatro ecorregiones en
Durango, una de las cuales presenta dos subregiones (Fig. 8). Las cuatro regiones habían sido ya
reconocidas desde 1927 por P. Rouaix y se respeta la nomenclatura propuesta por él.
1. REGIÓN ÁRIDA Y SEMIÁRIDA
Está formada por las llanuras y serranías del Bolsón de Mapimí y por otras partes bajas al norte y
oriente del estado que forman parte del Desierto Chihuahuense. Las elevaciones6 van desde los
1,076 a los 2,200 m. Los afloramientos de roca son de tipo sedimentario, principalmente calizas,
aunque también hay algunas elevaciones de origen volcánico. En fondos de valles y a lo largo de
los cauces de arroyos hay depósitos aluviales y residuales.
Los climas prevalentes son, por orden de importancia: muy seco semicálido (BWh), seco
semicálido (BSh) y muy seco muy cálido BW(h’), todos muy extremosos. Los vientos dominantes
son los alisios, del noreste.
La vegetación se compone de matorrales xerófilos (con adaptaciones a la escasa humedad) y algo
de comunidades halófilas y gipsófilas (con adaptaciones a suelos salinos o yesosos). En la
vegetación natural es notoria la ausencia de árboles a excepción de las zonas riparias.
La topografía y los suelos son aptos para la agricultura pero ésta se ve limitada por la falta de
agua. La región alberga, sin embargo, importantes zonas agrícolas, incluyendo la de la Comarca
Lagunera, gracias a los ríos Nazas y Aguanaval, procedentes de la Sierra Madre Occidental en
Durango y Zacatecas.
2. REGIÓN DE LOS VALLES
Es una amplia franja intermedia entre la Sierra Madre Occidental y la zona árida, con dirección
NNW-ESE. Comprende grandes llanuras, incluyendo al Valle del Guadiana, donde se ubica la
capital del estado, así como mesas y pequeñas serranías; al sureste incluye a la llamada región de
los Llanos, la cual forma parte del Altiplano Mexicano. Algunas elevaciones aisladas dentro de la
zona árida y semiáridapresentan también las características correspondientes a la región de los
Valles.
Con una altura media de 1,900 m, las elevaciones de esta región van desde1,600 a los 2,400 m y
descienden gradualmente hacia el Bolsón de Mapimí. Las elevaciones mayores dentro del área
representan islas de la subregión 3ª de la Región de la Sierra. El substrato es principalmente de
origen ígneo, con muy escasos afloramientos de sedimentos marinos (caliza) en Nombre de Dios
y Poanas. Las partes bajas están cubiertas por depósitos aluviales, coluviales o residuales.
El clima es semiseco templado (BS1k) en la mayor parte del área, con una pequeña zona de clima
seco templado (BSk) cerca de Rodeo y muy escasamente representado también el semiseco
semicálido (BS1h).
6 En la región existen serranías aisladas de mayor elevación cuyas características climáticas y biológicas
corresponden a las de la Región de los Valles (Región 2); la parte alta de la Sierra El Rosario, que alcanza
los 2820 m, representa la fracción más oriental de la Subregión de piedemonte y serranías al oriente
(Región 3a).
31
Vegetación y Ecoregiones de Durango
La vegetación es de pastizales hacia la parte norte de la región y de matorrales altos con cubierta
herbácea usualmente densa, hacia el centro y el sur. Gracias a su clima benigno, a sus suelos
profundos y fértiles y a las corrientes de agua que llegan o pasan por la zona, la región de los
valles alberga a importantes distritos agrícolas. Es aquí donde se concentra también la mayor
densidad de población del estado.
3. REGIÓN DE LA SIERRA
Incluye el macizo de la Sierra Madre Occidental y sus ramales y contrafuertes, así como las
serranías aisladas al oriente. Se divide en dos subregiones:
3a. Piedemonte y sierras al oriente
Está constituida por el piedemonte oriental de la Sierra Madre Occidental, así como por serranías
aisladas al oriente de dicha sierra, por lo que no forma una zona continua, sino “islotes” dentro
de la región de los valles y de la zona árida; también algunas zonas bajas y secas dentro de la
sierra forman parte de esta subregión.
Sus elevaciones van de los 1,900 a los 2,400 m (hasta a 2,800 en la Sierra del Rosario). Los
afloramientos son de origen ígneo y las zonas bajas y de piedemonte están cubiertas por
depósitos aluviales y coluviales.
Presenta clima semiseco templado (BS1k), así como la variante más seca del templado
subhúmedo (C(w)), con precipitaciones anuales que no superan los 800 mm.
La vegetación está representada por chaparrales y por bosques bajos abiertos. Su topografía y
suelos no son aptos para la agricultura.
Difiere de la subregión de la Sierra en presentar un clima más seco y carecer de bosques altos y
densos.
3b. Sierra Madre Occidental
Comprende el macizo de la Sierra Madre Occidental desde los 2,400 m hacia arriba en el declive
oriental y desde los 2,000 m en el occidental. Presenta elevaciones hasta de 3,340 m. En su mayor
parte, la roca es de origen ígneo y los valles intermontanos presentan depósitos aluviales o
coluviales. En adelante mencionada como “la Sierra”.
Sus principales climas, en orden de importancia por la superficie cubierta son: templado
subhúmedo (C(w)) de baja humedad en la vertiente oriental de la Sierra y la de humedad media y
alta en la vertiente occidental; semifrío subhúmedo (C(E)(w) en partes más elevadas; y una
pequeña zona de clima semifrío húmedo (C(E)(m).
Son característicos de esta región los bosques de pino y/o encino, así como bosques de otras
coníferas. Se presentan también chaparrales, tanto primarios como de origen secundario y
pequeñas áreas de bosque mesófilo de montaña. La topografía y los suelos someros de la sierra
no favorecen las actividades agrícolas ni pecuarias, pero albergan a la segunda reserva forestal
más grande del país. Sus bosques representan además el principal generador de los servicios
ambientales que sostienen nuestra calidad de vida.
32
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Los bosques de pino y encino de la Sierra Madre Occidental están entre las ecorregiones de
mayor prioridad en México debido a su biodiversidad y estado de conservación (CONABIO
1998).
4. REGIÓN DE LAS QUEBRADAS
Localizada en la parte baja del declive occidental de la Sierra Madre, sus elevaciones van desde el
límite inferior en Durango (130 m) hasta los 2,000 m. La región es sumamente escarpada, con
pendientes pronunciadas y con impresionantes barrancas (quebradas) por donde corren los ríos
que desembocan en las costas de Sinaloa y Nayarit.
El substrato es de origen ígneo y solamente las partes bajas están cubiertas por depósitos
aluviales y coluviales.
Los climas que la caracterizan, libres de heladas y con una larga estación seca, son el semicálido
subhúmedo (ACw) y el cálido subhúmedo (A(w)) y solamente una pequeña porción en el límite
con Nayarit, a más de 1,800 m de elevación, presenta clima templado húmedo (C(m)(w)).
La vegetación está conformada por elementos de afinidad tropical, principalmente bosques
tropicales bajos y comunidades secundarias derivadas de éstos (matorral subtropical y monte
vinolo), así como por pequeños manchones de bosque espinoso en las partes más bajas y planas.
Debido a sus pendientes pronunciadas, esta región no es apta para actividades agrícolas o
pecuarias, a excepción de las partes planas y con suelo más profundo.
33
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Fig. 8. Ecorregiones del Estado de Durango.
34
Vegetación y Ecoregiones de Durango
III. 2. REGIONES FLORÍSTICAS
Durango presenta influencias tanto de la flora boreal (holártica) como de la austral
(neotropical) y entre sus elementos florísticos existen además algunos endemismos (plantas de
distribución restringida).
De 17 provincias florísticas propuestas por Rzedowski (1978) para México, en Durango se
encuentran representadas cuatro:
• Sierra Madre Occidental (Sierra Madre Occidental y otras serranías)
• Altiplanicie (región de los valles y región árida y semiárida)
• Sierra Madre Oriental (serranías en el extremo noreste de Durango)
• Costa Pacífica (partes bajas de la vertiente W de la Sierra)
Las afinidades de la flora de la Sierra Madre Occidental son principalmente boreales, aunque
en el estrato herbáceo están bien representados también los elementos tropicales y los
endémicos.
La región de la Altiplanicie se divide en dos subregiones:
a) Zona árida, al oriente del estado, con vegetación de clima seco y muy seco en donde
destacan los endemismos junto con las afinidades boreales y meridionales.
b) Región de los valles, intermedia entre el desierto y la sierra, también con afinidades al
norte y al sur.
A su vez, estas subregiones se subdividen como sigue:
Zona árida:
- La parte norte, con afinidades florísticas boreales, forma parte del Desierto
Chihuahuense.
- La parte sur y extremo oriental forman parte del Altiplano Potosino-
Zacatecano.
Región de los Valles:
- La parte norte, que incluye valles y mesas, con vegetación de pastizales y
matorrales con fuerte afinidad con la de Chihuahua y el sur de los Estados
Unidos.
- La “región de los llanos”, en el centro-sur del estado (sur del municipio de
Durango, norte de Súchil y de El Mezquital y parte de los municipios de Poanas,
Nombre de Dios y Vicente Guerrero), de amplios valles con vegetación de
matorral de huizache y mezquite y con marcadas afinidades florísticas hacia el
Altiplano Mexicano.
Las afinidades con la Sierra Madre Oriental se encuentran únicamente en pequeñas áreas de las
sierras de Tlahualilo y El Rosario, en el oriente del estado.
35
Vegetación y Ecoregiones de Durango
La flora de la Provincia florística Costa Pacífica se distribuye en las partes bajas al pie de la
vertiente occidental de la Sierra.
La confluencia de elementos procedentes de los reinos Holártico y Neotropicaly de cuatro
provincias florísticas, aunada a la complejidad fisiográfica y climática de Durango son la razón de
su relativamente alta diversidad florística.
La Sierra Madre Occidental es un importante corredor biológico que ha permitido la migración
de muchas especies y es al mismo tiempo una barrera (Bye 1995). Alberga una gran cantidad de
especies periféricas (que alcanzan ahí su límite norte o sur de distribución): algunas tienen en
Durango su límite sur -vienen de las Montañas Rocallosas y unas pocas desde Alaska-, como
Primula rusbyi. Otras provienen del sur, como el peyotillo (Roldana sessilifolia), y muchas otras son
endémicas de la región, como Pinus cooperi e Hydrangea seemanni.
36
Vegetación y Ecoregiones de Durango
IV. VEGETACIÓN
La amplia diversidad de ecosistemas presentes en Durango es resultado de su accidentado relieve,
variedad de climas y la confluencia de elementos de diferentes origenes.
La clasificación y nomenclatura de la vegetación reconocida en este trabajo se basa en el sistema
de Rzedowski (1978), por considerarse que es el que mejor refleja a nivel general las
características de la vegetación de México. El sistema de Rzedowski tiene, entre otras ventajas, el
emplear categorías básicas y excluyentes que permiten una relativa facilidad de cartografiado,
facilitan la subcategorización y son comparables con formaciones vegetales de otras partes del
mundo. Las unidades y asociaciones reconocidas a niveles más finos pueden ajustarse fácilmente
a las categorías principales de Rzedowski.
BASES CONCEPTUALES PARA LA CLASIFICACIÓN DE LA VEGETACIÓN
Los aspectos a considerar para clasificar unidades de vegetación dependen en primera instancia
de la escala. Los criterios más usados son los fisonómicos (basados en las características de los
elementos dominantes visualmente) y los ecológicos (usualmente bioclimáticos) y es común que
en un mismo sistema se mezclen diferentes criterios de clasificación.
Rzedowski (1978) hace notar que no existe un sistema de clasificación de la vegetación que sea de
aceptación general y que la combinación de diferentes criterios de clasificación es consecuencia
directa de la naturaleza misma de la vegetación, “cuya variación es compleja y no se limita a una o
dos dimensiones”.
A nivel mundial, la clasificación de biomas (tundra, taiga, bosque boreal, etc.) se basa en aspectos
ecológicos y fisonómicos. A nivel macroregional (como es el caso de la República Mexicana), la
vegetación se clasifica mediante criterios ecológicos y fisonómicos combinados con otros de tipo
florístico; a niveles más locales, los criterios florísticos son útiles para diferenciar asociaciones.
Un esquema para unificar la clasificación y la nomenclatura de la vegetación de México es
propuesto por González Medrano (2003), agrupando a las comunidades en tres grandes grupos:
I. Zona tropical, II. Zona templada y III. Zona árida y semiárida. Su propuesta combina el uso de
términos y criterios fisonómicos (como formas de vida, fenología del follaje, tamaño, cobertura)
y ecológicos (como aspectos del clima, del ambiente y del hábitat). La nomenclatura se ajusta en
lo posible al sistema de clasificación de la UNESCO para las clasificaciones vegetales del mundo,
primariamente con base en criterios fisonómicos.
La fisonomía, o formas de vida de las plantas dominantes, determina la distinción en un primer
nivel:
árboles – bosques
arbustos – matorrales
herbáceas - herbazales, praderas, pastizales.
Un criterio fisonómico de segunda categoría es la fenología de los dominantes, principalmente su
carácter de perennifolio o caducifolio.
La CONAFOR (2006) combina criterios fisonómicos, biogeográficos y ecológicos para definir
grupos de primer nivel:
37
Vegetación y Ecoregiones de Durango
• Bosques: vegetación arbórea de origen septentrional, principalmente de regiones de
climas templado y semifrío, con diferentes grados de humedad, propias de las regiones
montañosas.
• Selvas: comunidades formadas por vegetación arbórea de origen meridional
(neotropical), generalmente de climas cálido húmedo, subhúmedo y semiseco.
• Matorral: vegetación arbustiva que generalmente presenta ramificaciones desde la base
del tallo, cerca de la superficie del suelo y con altura variable, pero casi siempre inferior a
4 m.
Los criterios florísticos son muy útiles para definir unidades de vegetación al nivel de
asociaciones. Sin embargo, cuando se aplican a unidades de vegetación superiores a la asociación,
aún cuando la unidad pueda ser fácilmente reconocible (por ejemplo “bosque de encinos”), en
algunos casos presentan la desventaja de que el nombre aglutina a comunidades totalmente
disímiles en estructura, composición y afinidades ecológicas. Así, los "encinares" o "bosques de
Quercus" varían totalmente dependiendo del tipo de clima en que se desarrollan: los hay bajos y
abiertos en climas secos (tipo B), por ejemplo los de Quercus chihuahuensis, Q. grisea y/o Q. eduardii;
altos y semidensos en climas templados o semifríos subhúmedos (tipo C(E)), como los de Q.
sideroxyla o Q. rugosa; altos y densos en climas templados húmedos (C) como los de Q. candicans,
Quercus crassifolia, Q. scytophylla y Q. splendens en bosques mesófilos; y de nuevo bajos y abiertos en
climas cálidos semisecos (tipo A) de la región de las Quebradas, como los de Q. resinosa y Q.
magnoliifolia.
Las unidades vegetales no presentan límites estrictos entre sí. La composición y estructura de las
comunidades depende de gran número de variables, tanto ambientales como históricas, ya que
son sistemas dinámicos en los que ocurren de manera permanente procesos de cambio en
diversas escalas de tiempo. Así como un mapa no refleja exactamente el terreno que representa,
la categorización de la naturaleza es solamente un modelo aproximado de la complejidad de sus
componentes y las categorías con las que se clasifica a las comunidades vegetales son únicamente
bosquejos que reflejan los trazos más evidentes de los elementos que las conforman.
Por lo tanto, para escalas más finas es necesario considerar las siguientes premisas:
- los límites entre las categorías propuestas son tentativos
- las líneas que delimitan categorías en el mapa son usualmente zonas de transición
- no existen relaciones jerárquicas definitivas entre categorías de primero, segundo y tercer orden.
Los criterios para definir si un bosque es abierto o cerrado difieren dependiendo de las
características de la región: para México, se considera que un bosque abierto es aquel cuya
cobertura de copa oscila entre 10 y 40%. Las coberturas mayores a 40% constituyen el bosque
cerrado. Para regiones con superficies más arboladas el bosque cerrado debe tener una cobertura
del dosel superior a 60%; en Hawaii, por ejemplo, el bosque abierto (woodland forest) es una
unidad de vegetación dominada por árboles cuyas copas no se tocan, cuya cobertura del dosel es
de 25 a 60%.
La unidad básica de la sinecología es la asociación. Se refiere a unidades definidas por la
presencia de especies características y diferenciales. En este trabajo se aplica en su sentido
práctico: Comunidades con composición florística semejante, especialmente en el estrato
dominante, que ocupan una distribución geográfica con características ecológicas similares
(Comisión de estudios sobre la ecología de Dioscóreas de la Secretaría de Agricultura y
Ganadería, 1964, citada por González Medrano 2003).
38
Vegetación y Ecoregiones de Durango
En algunos trabajos, el nombre dado para una asociación indica las especies dominantes o
codominantes en cada estrato, iniciando por el arbóreo y finalizando con el herbáceo, separando
cada estrato con una diagonal. Un ejemplo de asociación en Durango sería: Pinus cembroides-
Quercus grisea/Mimosa aculeaticarpa/Stevia spp.
Por razones prácticas, en este trabajo las asociaciones se reconocen considerando únicamentea
los elementos dominantes o codominantes del estrato más importante fisonómicamente. En el
ejemplo anterior, Pinus cembroides-Quercus grisea.
Consociación se refiere a una comunidad dominada por una especie en el estrato dominante.
Por ejemplo, los bosques de Pinus cooperi.
Se reconoce como Tipo de vegetación a unidades muy amplias, caracterizadas por compartir
características fisonómicas y por desarrollarse en condiciones ecológicas similares. Es más o
menos equivalente a la formación (Rzedowski 1978).
Formación es un grupo de asociaciones que coinciden en las condiciones estacionales y en las
formas biológicas.
NOMENCLATURA
Existen varios sistemas de clasificación para la vegetación de México, algunos de ellos muy
diferentes entre sí. Las profundas discrepancias entre diversos autores respecto a la nomenclatura
y circunscripción de los tipos de vegetación se deben en parte a falta de acuerdo, pero también a
razones de otra índole: una de ellas es que el tamaño y el grado de complejidad del área estudiada
por cada autor determina que la problemática a resolver sea diferente para cada caso; otra razón
es que la vegetación no se encuadra fácilmente en unidades discretas y con frecuencia sucede que
criterios que parecen ser muy adecuados para clasificar las formaciones de una región no lo son
para otro lugar diferente (Rzedowski 1978).
A nivel de regiones (en este caso, Durango), el problema también existe y probablemente su
principal causa es el hecho de que varias de las clasificaciones de la vegetación que se han usado
fueron elaboradas para regiones de tamaño y complejidad muy diferente: las de Leopold (1950),
Miranda y Hernández X. (1963) y Rzedowski (1978) se realizaron para la República Mexicana; en
la de COTECOCA (Comisión Técnico Consultiva para la Determinación Regional de los
Coeficientes de Agostadero, 1979) para el estado de Durango, se emplea nomenclatura que esa
dependencia utiliza también para otros estados del país; el mismo caso se presenta en las cartas
de uso del suelo de CETENAL (1972-1978) y DETENAL (1978-1979); la clasificación de
Gentry (1957) se elaboró para pastizales y matorrales de Durango y parte de Zacatecas, mientras
que las de Martínez O. y Morello (1977) y Martínez O. y Saldivar (1978) se utilizaron para áreas
relativamente pequeñas dentro del estado; también se compara la clasificación de Mueller (1947)
para el estado de Coahuila.
A mayor área geográfica, menor precisión en la delimitación de los tipos de vegetación. Para
áreas grandes las clasificaciones muy amplias y detalladas a veces consideran tipos de vegetación
que se encuentran bien definidos en pequeñas áreas, pero que más bien existen asociados entre sí
en diversos grados. Un ejemplo de esto son los tipos denominados bosque aciculifolio, bosque
aciculiesclerófilo, bosque esclero-aciculifolio, bosque latifoliado esclerófilo caducifolio, bosque
escuamifolio y en algunos casos el pastizal amacollado arborescente, todas delimitadas por
COTECOCA (op. cit.) para el estado de Durango.
39
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Las nomenclaturas usadas por COTECOCA (1979) y DETENAL (1972-1979), están en gran
parte basadas en la clasificación de Miranda y Hernández X. (1963). Las clasificaciones muy
detalladas pueden reflejar las comunidades de áreas geográficas pequeñas, pero cuando se tratan
de aplicar a escala más amplia usualmente es difícil separar a una comunidad de otra.
La clasificación de COTECOCA, en la que se reconocen para Durango 29 tipos de vegetación y
76 variantes o sitios de productividad forrajera, pone especial énfasis en la capacidad de
producción ganadera de las unidades reconocidas. Comunidades con una cubierta más o menos
densa de herbáceas se consideran en la categoría de pastizal. Estos pastizales se dividen en
medianos y amacollados y a su vez, cada uno de estos puede ser ya sea “abiertos” cuando no hay
elementos leñosos presentes, o bien, “arbosufrutescente” o “arborescente”, dependiendo de si
están acompañados de arbustos o de árboles, respectivamente. Esta clasificación, detallada y al
mismo tiempo práctica, es muy usada por quienes están relacionados con la producción
ganadera. El concepto de “pastizal” en ella es muy amplio. Sin embargo, en algunos casos, lo que
se denomina pastizal arbosufrutescente y pastizal arborescente son más bien comunidades de
arbustos o de árboles aislados (respectivamente) con una cubierta herbácea que no
necesariamente está dominada por Gramíneas, sino por especies de diferentes familias,
principalmente Compuestas. En el presente trabajo, dichas comunidades son tratadas bajo los
rubros de pastizal, matorral con pastizal y bosque bajo abierto.
Por otra parte, el carácter de mediano o amacollado está dado generalmente como una respuesta
a factores topográficos y en áreas relativamente pequeñas pueden encontrarse los dos tipos
dependiendo de las especies dominantes. Igualmente, la diferencia entre pastizal
arbosufrutescente y pastizal abierto, dependiendo de si hay o no arbustos presentes, puede ser de
origen natural, inducida por sobrepastoreo o sencillamente una condición intermedia (ecotono)
entre áreas de pastizal abierto por un lado y de matorral por el otro.
Otra clasificación muy detallada, que en la realidad es difícil de aplicar para matorrales del norte
de México, es la de Miranda y Hernández X. Para Durango, por ejemplo, es difícil delimitar el
‘matorral subinerme parvifolio’ -cuando dominan el granjeno (Celtis laevigata) o Forestiera
durangensis- del ‘matorral espinoso con espinas terminales’, así como del ‘matorral espinoso con
espinas laterales’ en el que se mezclan huizaches y gobernadora, e inclusive de una forma de
‘selva baja espinosa caducifolia’, rubro bajo el cual en la clasificación de Miranda y Hernández X.
se incluyen a los matorrales de Fouquieria splendens, a pesar de que esta especie es componente
habitual de los matorrales xerófilos.
Un ejemplo del nivel de detalle alcanzado en la clasificación de comunidades de áreas geográficas
relativamente pequeñas es el de la Reserva de la Biosfera de Mapimí, para donde Montaña
(1988ª) reconoce 76 categorías o unidades de vegetación con base en los estratos, tipos biológicos
y especies dominantes. Esas 76 unidades se agrupan en 14 categorías de rango superior definidas
por las combinaciones de tipos biológicos dominantes. Combinando aspectos de la
geomorfología, suelos y vegetación, Montaña y Breimer (1988) reconocen para la reserva siete
unidades o zonas ambientales.
Por otra parte, en las clasificaciones muy generales se dificulta la ubicación de algunas
formaciones vegetales. Por ejemplo, existe problema para definir a qué tipo pertenece un
matorral dominado por Quercus sp., Forestiera sp. y Bursera fagaroides de lomeríos del SE del estado,
que parece ser afín al matorral submontano reconocido por Rzedowski en 1966, o al chaparral de
DETENAL (1978).
40
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Otra situación que dificulta la clasificación son las comunidades mixtas, como es el caso de los
bosques de pino-encino y el de los pastizales con arbustos. La mezcla de elementos de tipos de
vegetación que en otras áreas están bien definidos se debe a que sus preferencias ecológicas son
muy similares.
Adicionalmente, son comunes las ecotonías -comunidades de transición entre dos expresiones de
la vegetación. Ocurren en todos los niveles de la clasificación, desde asociaciones hasta tipos de
vegetación e incluso biomas. Se presentan, ya sea entre comunidades con preferencias ecológicas
muy afines, o en sitios en donde las condiciones ambientales varían de manera gradual. Definir y
nombrar comunidades vegetales en áreas de ecotono es complicado. Ejemplos de estas
situaciones se observan en las Láminas 3, 9 y 12.
Por último, son frecuentes también las comunidades secundarias o que representan etapas
sucesionales, por lo que existe gran número de variantes en lavegetación que sería imposible
delimitar como tipos bien definidos dentro de cualquier sistema de clasificación. Las
equivalencias aproximadas entre los nombres usados en este trabajo y los usados en algunos
sistemas de clasificación de vegetación se presentan en el Cuadro 4.
LA VEGETACIÓN DE DURANGO
El sistema de clasificación que se propone en este trabajo es una adaptación del de Rzedowski
(1978), en el que se combinan criterios fisonómicos, ecológicos y florísticos. Se reconocen 14
tipos de vegetación, que a su vez se dividen en categorías de segundo y de tercer orden. Doce
tipos de vegetación están distribuidos por ecorregiones y dos son de tipo azonal (vegetación
halófila y gipsófila y vegetación acuática y subacuática):
REGIÓN ÁRIDA Y SEMIÁRIDA
• Vegetación xerófila
REGIÓN DE LOS VALLES
• Pastizal
• Matorral (de clima semiseco templado)
REGIÓN DE LA SIERRA. Subregión piedemonte y sierras al oriente
• Chaparral
• Bosque bajo abierto
REGIÓN DE LA SIERRA. Subregión Sierra Madre Occidental
• Bosques de Coníferas
• Bosque mixto (pino-encino)
• Bosque de encino
• Bosque mesófilo de montaña
REGIÓN DE LAS QUEBRADAS
• Bosque tropical subcaducifolio
41
Vegetación y Ecoregiones de Durango
• Bosque tropical caducifolio
• Bosque espinoso
OTRA DISTRIBUCIÓN
• Vegetación halófila y gipsófila
• Vegetación acuática y subacuática
En el sistema de Rzedowski (1978) la vegetación halófila, el chaparral, el bosque bajo abierto y
los bosques mixtos de pino-encino no son considerados como categorías de primer orden; en
este trabajo se aceptan a nivel de tipos de vegetación debido a su marcado determinismo
ecológico, características fisonómicas y extensión que ocupan en Durango; adicionalmente, los
matorrales de clima semiseco templado son también tratados aquí a nivel de tipo de vegetación
(independiente de los matorrales xerófilos) debido a sus diferencias en composición, fisonomía y
condiciones ambientales en las que se desarrollan. El único tipo de vegetación de México del
sistema de Rzedowski que no está representado en Durango es el bosque tropical perennifolio.
El mapa de vegetación y cobertura del suelo de Durango que se presenta en el Anexo 1, incluye
los tipos de vegetación reconocidos así como varios tipos secundarios, áreas agrícolas, áreas sin
vegetación aparente, cuerpos y corrientes de agua (en los que a su vez se presenta la vegetación
acuática y subacuática) y centros de población.
El mapa fue elaborado (en Arc View) mediante una reclasificación del conjunto de datos
vectoriales de la carta de uso de suelo y vegetación serie II del INEGI (2002)7 escala 1:250,000. A
partir de 9,001 polígonos del mapa de INEGI se generó un conjunto de 10,660 polígonos con
base en datos de campo y con el apoyo de imágenes Landsat. El mapa se presenta a escala 1:1
000,000, por lo que áreas menores a 16 km2 no aparecen en la cartografía. Por ejemplo, de 6,258
centros de población en Durango (“zona urbana” en la leyenda del mapa siguiendo la
nomenclatura del INEGI), solamente 177 son representados en el mapa.
Lo mismo sucede con la representación de la vegetación: aunque es común encontrar zonas con
bosque puro de pino en áreas con bosque mixto (pino-encino), particularmente alrededor de
bajíos, muchos de esos sitios no son cartografiados y quedan en el mapa como parte del bosque
mixto; la situación contraria también ocurre y zonas pequeñas de bosque mixto fueron obviadas
donde predomina bosque de encino o bosque de pino. La misma situación ocurre con tipos y
subtipos de vegetación que tienen distribución fragmentaria (p. ej. el bosque mesófilo) o
distribución en manchones definidos por el microclima (p. ej. bosque de pinabete) o por la
topografía (bosque espinoso). La vegetación acuática y subacuática no aparece en la leyenda del
mapa ya que se localiza en cuerpos y corrientes de agua marcados en la leyenda como tales.
Los tipos de vegetación con mayor diversidad en Durango son los bosques de clima templado
(bosque mesófilo, bosque de coníferas y bosque de pino y encino). Los de mayor número de
especies endémicas son los matorrales xerófilos, los bosques de clima templado y los bosques
bajos abiertos. El bosque mesófilo de montaña, los bosques de coníferas y de encinos,
incluyendo los humedales de la sierra y los bosques tropicales requieren de mayor exploración.
7 El cual se basó en imágenes LANDSAT de 1993.
42
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Este trabajo
Rzedowski (1978)
República Mexicana
Miranda y Hernández X
(1963)
República Mexicana
Leopold (1950)
República Mexicana
COTECOCA (1979)
Durango
Matorral xerófilo Matorral xerófilo
(p.p.)
Matorral inerme o
subinerme parvifolio,
m. espinoso con espinas
laterales (p.p.),
m. espinoso con espinas
terminales,
crasirosulifolios espinosos,
isotales, chaparrales (p.p.)
Arid tropical scrub
(p.p.), desert
Matorral inerme parvifolio,
m. mediano subinerme,
m. bajo subespinoso,
m. mediano subespinoso,
m. mediano espinoso,
m. alto espinoso,
m. crasirosulifolio,
m. mediano espinoso
crasicaulescente
Vegetación halófila Vegetación halófila Agrupaciones de halófitos Agrupaciones de halófitos,
pastizal halófito abierto,
p. halófito arbosufrutescente
Matorral (de clima
semiseco templado)
Matorral xerófilo
(p.p.)
Matorral espinoso con
espinas
laterales (p.p.), nopaleras
Mesquite-grassland
(p.p.)
Pastizal mediano
arbosufrutescente (p.p.), p.
amacollado arbosufrutescente
(p.p.)
Pastizal Pastizal Pastizales, zacatonales Mesquite-grassland
(p.p.)
Pastizal mediano abierto,
p. mediano arbosufrutescente
(p.p.),
p. mediano arborescente (p.p.),
p. amacollado abierto,
p. amacollado
arbosufrutescente (p.p.),
p. amacollado arborescente
(p.p.),
p. inducido
Chaparral Matorral xerófilo
(chaparral)
Chaparral (p.p.) Chaparral
Bosque bajo abierto Bosque de coníferas
(p.p.),
b. de encino (p.p.)
Pastizal mediano arborescente
(p.p.),
p. amacollado arborescente
(p.p.),
Bosque de coníferas Bosque de coníferas Pinares, bosque de abetos y
oyameles,
bosque de escuamifolios
Boreal forest Bosque aciculifolio,
b. escuamifolio
Bosque mixto Bosque de coníferas
(p.p.), b. de Quercus
(p.p.)
Pine-oak forest Bosque aciculiesclerófilo, b.
escleroaciculifolio
Bosque de encino Bosque de Quercus Encinares Pine-oak forest
(p.p.)
Bosque latifoliado
esclerófilo caducifolio
Bosque mesófilo de
montaña
Bosque mesófilo de
montaña
Cloud forest
Boque tropical
subcaducifolio
Boque tropical
subcaducifolio
Selva mediana subcaducifolia Tropical deciduous
forest (p.p.)
Selva mediana subcaducifolia
Bosque tropical
caducifolio
Bosque tropical
caducifolio
Selva baja caducifolia Tropical deciduous
forest (p.p.), arid
tropical scrub (p.p.)
Selva baja caducifolia,
s. mediana caducifolia
Bosque espinoso Bosque espinoso Selva baja espinosa
caducifolia
Thorn forest
Selva baja caducifolia espinosa,
bosque caducifolio
espinoso de Prosopis
Vegetación acuática y
subacuática
Vegetación acuática
y subacuática
Tulares, carrizales,
bosque caducifolio de
Populus, Fraxinus y Salix
Aquatic
communities
Vegas arboladas
Cuadro 4. Equivalencias aproximadas entre unidades de vegetación.
43
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Un resumen de la superficie estimada para cada tipo de vegetación de Durango y de su
distribución por elevaciones y por climas se presenta en el Cuadro 5.
Los tipos de vegetación con mayor diversidad en Durango son los bosques de clima templado
(bosque mesófilo, bosque de coníferas y bosque de pino y encino). Los de mayor número de
especies endémicas son los matorrales xerófilos, los bosques de clima templado y los bosques
bajos abiertos.Los bosques templados albergan la mayor concentración de endemismos de
plantas (casi 100 especies), incluyendo a Urbinella, uno de los dos géneros endémicos. Entre las
especies restringidas a este tipo de ecosistema en la Sierra están los madroños enanos (Arbutus
occidentalis) y los viejitos (Mammillaria senilis). Las ciénegas y bajíos en estos ecosistemas con
frecuencia son muy ricos en endemismos.
Se requiere mayor exploración y conocimiento de los bosques de clima templado (bosque
mesófilo de montaña, bosques de coníferas y de encinos, incluyendo las ciénegas y humedales),
así como de los matorrales y los bosques bajos abiertos.
Elevación
(m)
Climas Superficie
(Km2)
% sup.
Durango
VEGETACIÓN XERÓFILA 1,050-2,100(-2,300) BWh, BW(h’), BSh 23,859.16 19.37
VEGETACIÓN HALÓFILA
Y GIPSÓFILA
1,050-2,000
BWh, BW(h’); BS1k
2,862.76
2.32
PASTIZAL 1,600-2,200 BS1k 5,395.57 4.38
MATORRAL de clima
semiseco templado
1,500-2,250
BS1k, BSk, BS1h
12,838.72
10.42
CHAPARRAL [incluye
chaparral secundario]
2,000-2,400 [hasta
3,100]
BS1k, C(w0) [C(w1),
C(w2), C(E)(w)]
2,930.69
2.38
BOSQUE BAJO ABIERTO 1,900-2,500(-2,800) BS1k, C(w0) 6,953.10 5.64
BOSQUE DE CONÍFERAS
(1,400-)2,400-3,310
C(E)(w), C(E)(m),
C(m)w, C(w1), C(w2),
C(b’)
6,118.53
4.97
BOSQUE DE ENCINO
(300-)900-2,900
C(w1), C(w2), (A)Cw,
A(w)
7,448.02
6.05
BOSQUE MIXTO
600-3,200
C(E)(w), C(w1), C(w2),
C(E)(m), (A)Cw
32,315.18
26.23
B. MESÓFILO DE
MONTAÑA
(1160-)1,500-2500
C(w2), (A)Cw
29.11
0.02
Claros y pastizal inducido
400-3,100
C(E)(w), C(w1), C(w2),
(A)Cw, A(w)
3,406.19
2.77
BOSQUE TROPICAL
SUBCADUCIFOLIO
400-1,300
A(w)
63.08
0.05
BOSQUE TROPICAL
CADUCIFOLIO
190-1,950(-2,150)
A(w), BS1(h’)
4,963.73
4.03
BOSQUE ESPINOSO 130-400 A(w) 24.26 0.02
Matorral subtropical 1,200-2,000 A(w), BS1(h’) 533.73 0.43
OTRAS 130-3,340 Todos 752.34 0.61
Cuerpo de agua 130-2,700 Todos 271.72 0.22
Agricultura 130-3,000 Todos 11,523.81 9.36
Centros de población,
infraestructura vial, etc.
130-3,100
Todos
891.30
0.72
TOTAL 123,181.00 100.00
Cuadro 5. Superficie estimada y distribución por elevaciones y por climas de la cubierta
vegetal y uso del suelo en Durango.
44
Vegetación y Ecoregiones de Durango
REGIÓN ÁRIDA Y SEMIÁRIDA
La mayor parte de las comunidades vegetales en Durango están determinadas principalmente
por el clima. En los climas muy secos (BW) y secos (BS) se desarrollan diversos tipos de
matorrales xerófilos, es decir, aquéllos con adaptaciones a condiciones de aridez. Sin embargo, en
Durango también se presentan comunidades determinadas más bien por el tipo de substrato o de
suelos (vegetación azonal). Una primera división de la vegetación de las zonas áridas y semiáridas
de Durango da dos tipos: vegetación xerófila (determinada por el clima) y vegetación halófila y
gipsófila (determinadas por las condiciones edáficas).
A su vez, dentro de cada tipo de vegetación se presentan diferentes comunidades cuya
composición, estructura y densidad están influidas por la topografía y el tipo de sustrato, debido
a que el agua es el factor limitante en esta región.
1. VEGETACIÓN XERÓFILA
• En la zona oriental del estado, en planicies
aluviales, lomeríos y sierras.
• Entre 1,100 y 2,100(-2,300) m.
• Climas muy secos cálidos [BWh] y secos cálidos
[BSh] y una pequeña parte del centro norte del
estado con clima semiseco templado [BS1k].
• Cubre más de 2,385,916 Ha (19.4% de la
superficie total de Durango).
La vegetación xerófila es de gran valor por retener y enriquecer el suelo y por albergar una gran
diversidad de especies y de formas biológicas. Presenta además el más alto porcentaje de
endemismos a nivel de género en México (44%) (Rzedowski 1993). Varias especies endémicas a
Durango se encuentran en este tipo de vegetación. Entre los productos que se explotan
económicamente están el orégano, lechuguilla, candelilla, maguey y sotol, mientras que muchas
otras plantas de la región se aprovechan a nivel local para autoconsumo.
Varía ampliamente en composición, estructura y formas dominantes, dependiendo
principalmente de la topografía. Incluye comunidades muy diversas en estructura y composición,
en las cuales predominan formas biológicas como los rosetifolios, los arbustos parvifolios y los
espinosos. La distribución de éstos está relacionada con la topografía: en partes bajas y planas,
sobre depósitos aluviales, es común encontrar elementos de matorral parvifolio (el más típico es
la gobernadora, Larrea tridentata), mientras que sobre laderas rocosas y suelos pedregosos
destacan el matorral rosetófilo y el matorral espinoso8.
1.1 MATORRALES XERÓFILOS [MX]
8 Para la Reserva de la Biosfera Mapimí, Montaña y Breimer (1988) describen la relación entre las
unidades ambientales y la vegetación: en terrenos llanos con sedimentos aluviales y lacustres y suelos de
textura fina hay matorrales abiertos y pastizales con arbustos espaciados; en lomeríos y sierras hay
matorrales a veces con abundancia de especies suculentas; una planicie sobre afloramientos de arenisca
incluye bajadas arenosas sin vegetación o con arcos de vegetación y vegetación de dunas; y una pequeña
franja de basalto hacia el occidente de la Reserva tiene vegetación dominada por suculentas y leñosas.
45
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Son las comunidades de porte arbustivo que se desarrollan en las regiones áridas y semiáridas9
correspondientes a los tipos de clima BW y BS, cálidos (h), con diversas variantes, los más secos
hacia el extremo oriental. La temperatura media oscila entre 18 y 23°C, siendo muy extremosas
las variaciones de temperatura, tanto diurnas como durante el año. La precipitación media anual
varía entre 150 y 400 mm, con régimen de lluvias de verano y época seca de 7 a 9 meses.
Se encuentran en elevaciones entre 1,100 y 2,100(-2,300) m. En conjunto cubren
aproximadamente 2,359,715 Ha, casi una quinta parte de la superficie del estado, en la mayor
parte de la región semiárida.
En su mayoría se desarrollan sobre sedimentos continentales (principalmente aluviones del
cuaternario) así como sobre sedimentos marinos (por lo general formaciones calizas) pero
también se presentan en pequeños manchones de roca volcánica que cubren las capas calizas de
la región semiárida. Los matorrales xerófilos no presentan preferencias por tipos de suelo pero,
como hace notar Rzedowski (1978), en general no se presentan en suelos de drenaje deficiente ni
en los francamente salinos, alcalinos y yesosos, donde son substituidos por vegetación halófila o
gipsófila.
Muchos de los matorrales xerófilos de Durango parecen corresponder a la fase final o clímax de
una sucesión, pero otros son resultado de perturbación en pastizales, principalmente a causa de
sobrepastoreo, lo que propicia la invasión de arbustos.
Entre los géneros característicos de este tipo de vegetación están Larrea, Flourensia y Koeberlinia.
Henricksonia es un género monotípico endémico a una pequeña zona de matorral xerófilo en
Durango y Coahuila. Entre las asociaciones más comunes están las de Larrea y/o Flourensia sobre
depósitos aluviales; las de Agave lechuguilla, Hechtia spp. o Fouquieria sobre lomeríos con suelo
somero y en áreas con mayor pedregosidad; en la zona semiárida en el norte y centro del estado
la dominancia en el matorral de lomeríos es asumida por el ocotillo (Fouquieria splendens).
Únicamente con el fin de facilitar la descripción de las comunidades se reconocen cuatro
subcategorías de matorral xerófilo definidas por la fisonomía de sus elementos dominantes:
parvifolios, rosetifolios, espinosos y crasicaules. Aunque en algunos sitios la predominancia de
una forma biológica permite reconocer la subunidad, con frecuenciaéstas forman complejos
mosaicos que reflejan la topografía y los suelos de un área. En estos casos el matorral está
compuesto por elementos de dos o más formas biológicas en diferentes proporciones, de tal
manera que resulta muy problemático establecer la línea divisoria entre subcategorías (Láminas
1d, 2e, 3).
1.1.1. Matorral parvifolio [MX] (Lámina 1 a-c)
El matorral parvifolio (también llamado micrófilo) es el más importante por la extensión
geográfica que cubre. Se presenta al norte y oriente del estado, usualmente en sitios con
topografía plana sobre depósitos aluviales y coluviales más o menos bien drenados, áreas
propicias para la agricultura, por lo que en muchos casos el matorral ha sido eliminado para
establecer cultivos. Gran parte (alrededor de 50,000 Ha) de las extensas áreas en las que se
cultivó algodón en la zona agrícola de La Laguna y que fueron posteriormente abandonadas, han
sido repobladas por gobernadora y el matorral se encuentra en proceso de recuperación.
9 Los matorrales que ocurren en zonas de clima semiseco templado (BS1k) y seco templado (BSk) se
consideran como un tipo de vegetación diferente (Ver apartado 4).
46
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Los arbustos fisonómicamente dominantes en el matorral parvifolio tienen hojas o folíolos
pequeños y generalmente no tienen espinas. Una de las especies más características es la
gobernadora (Larrea tridentata), que conserva sus hojas durante todo el año, pero la mayoría de los
otros componentes de este tipo de matorrales pierden las hojas durante la época seca.
Puede estar formado por asociaciones de especies sin espinas (inermes), con espinas o
mezclados, y en su composición participan con frecuencia otras formas de vida, como cactáceas,
plantas con hojas en roseta o gramíneas.
Matorral inerme
Predominan las especies arbustivas de talla baja y mediana, sin espinas, de hoja simple y pequeña,
pero con frecuencia se mezclan también otras formas biológicas formando diferentes
combinaciones.
Matorral inerme de gobernadora (Larrea tridentata):
Ocupa amplias áreas del noreste y norte del estado. Es dominante sobre depósitos aluviales y
coluviales y a veces en lomeríos. La gobernadora se presenta como monodominante o se asocia
con hojasén (Flourensia cernua), ocotillo (Fouquieria splendens), lechuguilla (Agave lechuguilla),
largoncillo (Acacia constricta var. vernicosa), mezquite (Prosopis glandulosa), pero cualquiera de estas
especies llega a manifestarse como dominante en algunos sitios dependiendo de la topografía y la
profundidad del suelo.
Otros elementos acompañantes son la sangre de drago o sangregrado (Jatropha dioica), la candelilla
(Euphorbia antisyphilitica), el nopalillo cegador (Opuntia microdasys, O. rufida), nopal rastrero (O.
rastrera), nopal coyotillo (O. macrocentra10), tasajillo (Cylindropuntia leptocaulis), Cylindropuntia imbricata,
chaparro prieto (Cordia parvifolia), cenizo (Leucophyllum frutescens), mariola (Parthenium incanum),
guayule (Parthenium argentatum), orégano (Lippia graveolens berlandieri), jasmín o vara dulce (Aloysia
gratissima), junco (Koeberlinia spinosa), maguey (Agave asperrima) y palmas (Yucca).
En planicies aluviales del Bolsón de Mapimí, Larrea se asocia con Acacia constricta y en menor
grado con especies de Flourensia, Agave, Opuntia y con Prosopis glandulosa formando un matorral de
1 a 3 m de altura.
Una asociación de Larrea-Flourensia-Prosopis predomina en planos ondulados e inclinados,
mientras que en lomeríos o serranías Larrea se acompaña de Parthenium incanum, Fouquieria
splendens y especies de Coldenia, Acacia y Mimosa.
Otras asociaciones de Larrea son descritas por Martínez y Morello (1977) para la Reserva de la
Biosfera de Mapimí como ‘unidades fisonómico-florísticas’ correlacionadas principalmente con la
topografía y el tipo de suelo: un matorral puro de Larrea tridentata ocupa la base de conos de
deyección y áreas planas con suelo de textura arcillo-limosa; en laderas rocosas prospera una
asociación de Jatropha-Larrea con Selaginella; en los dorsos suaves de los conos de deyección y al
pie de lomeríos son codominantes Larrea, Euphorbia antisyphilitica y Fouquieria splendens, mientras
que estas mismas especies con Agave lechuguilla dominan en cerros bajos con pendiente suave y en
conos de deyección; la asociación de Larrea-Agave con Jatropha y Opuntia como subdominantes es
frecuente en suelos pedregosos o rocosos; Opuntia-Larrea ocupa las bajadas y se mezcla con otras
unidades y Opuntia-Larrea-Agave-Hechtia se desarrolla en pendientes de cerros bajos con substrato
calizo.
10 Sinónimo: Opuntia violacea.
47
Vegetación y Ecoregiones de Durango
En los alrededores de Santa Clara, Larrea se asocia con Fouquieria, Condalia, Acacia constricta var.
vernicosa y con agrito (Rhus microphylla).
Matorral inerme de hojasén (Flourensia cernua):
En comunidades con los mismos elementos mencionados con la gobernadora, el hojasén es a
veces dominante en el centro-norte de Durango a 1,500 m. Las asociaciones más comunes son:
Flourensia – Larrea - Fouquieria, con escaso Parthenium incanum, Acacia constricta var. vernicosa y
Buddleja. En lomeríos adyacentes Fouquieria toma la dominancia.
Flourensia – Larrea - Yucca rigida - Yucca sp. con largoncillo (Acacia constricta var. vernicosa), Agave
asperrima, Jatropha dioica, diversas Leguminosas, Lippia graveolens y escasos Opuntia, Prosopis y
Viguiera stenoloba. Yucca rigida toma la dominancia en lomeríos adyacentes.
Matorral de ocotillo (Fouquieria splendens)
Ampliamente distribuido en el norte-centro y noreste del estado, principalmente sobre laderas de
cerros de escasa elevación. El dominante fisonómico es el ocotillo (F. splendens). Los elementos
acompañantes son en términos generales los mismos descritos para el matorral de gobernadora.
En lomeríos al W de Rodeo Fouquieria se asocia con Mimosa, Aloysia y Croton ciliato glandulifer.
Sinonimia: asociaciones en las que Larrea es dominante fueron descritas por COTECOCA (1979) como
matorral inerme parvifolio, matorral mediano subinerme, matorral bajo subespinoso y matorral mediano
subespinoso, dependiendo de la talla (bajo, ± 1 m; mediano, hasta 3 m) y de la proporción de elementos
espinosos. Matorrales hasta de 3 m, en los que la proporción de elementos espinosos es mayor de 25% sin
llegar a 50% son “matorral mediano subinerme”, mientras que las que presentan proporciones
aproximadamente iguales de elementos inermes y espinosos se denominan “matorral mediano
subespinoso”. Sin embargo, la talla de las especies dominantes y la proporción de elementos inermes y
espinosos varían considerablemente en respuesta a diversos factores topográficos y edáficos, de tal manera
que las denominaciones anteriores aplican únicamente a facies de una misma comunidad y no hay una
separación discreta entre las asociaciones; ni siquiera un criterio de tipo florístico resolvería el problema ya
que son básicamente los mismos géneros los que se presentan en las diferentes comunidades.
1.1.2. Matorral rosetifolio [MX(R)] (Lámina 2 a-d)
Los matorrales rosetifolios se caracterizan por la abundancia de especies con hojas alargadas y
puntiagudas, agrupadas en forma de roseta, sin tallo evidente o éste bien desarrollado. Son
frecuentes en laderas de cerros con suelo muy somero y fuerte afloramiento rocoso, de
preferencia sobre roca sedimentaria o en las partes altas de los abanicos aluviales o sobre
conglomerados entre 1,200 y 2,100(-2,400) m.
Matorral de lechuguilla (Agave lechuguilla) y/o guapilla (Hechtia spp.)
Los matorrales de lechuguilla y/o guapilla (Hechtia glomerata, Hechtia sp.) son comunes en lomeríos
y en los piedemonte de las serranías bajas calizas del oriente del estado, entre 1,200 y 2,000 m.
Entre los elementos acompañantes destacanel ocotillo (Fouquieria splendens), nopal (Opuntia),
maguey (Agave asperrima), noa (Agave victoriae-reginae), candelilla (Euphorbia antisyphilitica), palma
(Yucca rigida), gobernadora (Larrea tridentata), Acacia constricta var. vernicosa, Viguiera stenoloba y
Jatropha dioica.
48
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Matorral de maguey (Agave asperrima)
Agave asperrima llega a ser dominante fisonómico en algunas áreas sobre depósitos aluviales del
oriente del estado, en sitios planos u ondulados entre 1,300 y 1,500 m de elevación. Los
elementos acompañantes son los mismos que en los matorrales de lechuguilla y guapilla, así
como Agave striata.
Matorral de sotol (Dasylirion sp.)
En lomeríos con fuerte afloramiento de roca caliza en el oriente del estado se presentan
matorrales de sotol (Dasylirion), palma (Yucca rigida) y maguey (Agave asperrima).
Otras serranías calizas de la región oriental presentan asociaciones de lechuguilla (Agave lechuguilla)
en donde también destaca Dasylirion, además de Agave, Yucca, Parthenium, Coldenia, Acacia, Mimosa y
otros géneros.
Dasylirion espaciados y algo de Yucca son los pocos elementos que se desarrollan sobre depósitos
graníticos en los alrededores del Peñón Blanco.
1.1.3. Matorral crasicaule [MX(C)] (Lámina 4 a-b)
Los matorrales crasicaules son comunidades arbustivas en donde los “dominantes fisonómicos”
son cactáceas, plantas de tallos carnosos o crasos. Se desarrollan de preferencia en laderas de
lomeríos y cerros con fuerte afloramiento rocoso, entre 1,100 y los 1,600 m.
Matorral de Opuntia
El nopalillo cegador (O. microdasys y O. rufida) se presenta como dominante fisonómico en algunos
sitios en el municipio de Lerdo [p. ej. laderas frente al Parque Raymundo]. Se asocia
principalmente con lechuguilla (A. lechuguilla), ocotillo (F. splendens) y diversas leguminosas.
El nopal rastrero (O. rastrera) es uno de los componentes notables de matorrales xerófilos y a
veces se presenta como dominante fisonómico en áreas del Bolsón de Mapimí.
Una asociación de Opuntia bradthiana, Larrea tridentata, Agave lechuguilla y Hechtia spp., acompañadas
de especies de Yucca, Euphorbia, Agave y Bouteloua se describe para la Reserva de Mapimí (Martínez
y Morello 1977). Se presenta en pendientes de cerros de baja altura con substrato calizo.
1.1.4. Matorral espinoso [MX(E)] (Lámina 4 c-e)
Son comunidades compuestas por arbustos espinosos y caducifolios durante gran parte del año.
Se desarrollan en áreas bajas o en laderas, por encima del matorral parvifolio, hasta a 2,150 m de
elevación.
Matorral de mezquite (Prosopis glandulosa)
49
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Se presenta en planicies aluviales de suelo bien drenado dispersas en la región oriental del estado,
principalmente cerca de arroyos. Prosopis glandulosa se acompaña por granjeno o granjel (Celtis
pallida), junco (Koeberlinia spinosa), Opuntia, Acacia, Yucca, Berberis, Flourensia, Larrea y otras.
Prosopis y Larrea se asocian sobre depósitos aluviales profundos, con frecuencia acompañados por
chaparro prieto (Cordia parvifolia), Flourensia, Mimosa, Opuntia, Agave, Koeberlinia, Condalia y otras.
En declives de suelo con grava y especialmente calcáreos prevalece una asociación más baja y
suculenta, compuesta de Fouquieria, Jatropha, Euphorbia antisyphilitica y Agave (Gentry 1957).
Las asociaciones de Prosopis-Acacia y Fouquieria-Acacia son comunes sobre lomeríos en pequeñas
áreas y se mezclan con frecuencia con otras asociaciones xerófilas o con elementos tropicales.
Un matorral bajo de Prosopis con arbolitos aislados de huizache chino (Acacia schaffneri) y Condalia
spp. se desarrolla en el centro-norte de Durango entre 1,550 y 1,600 m. Estos matorrales de
mezquite llegan a presentar escasos árboles de Parkinsonia aculeata en bajíos. En otros sitios al
centro-norte de Durango Prosopis se combina con Agave asperrima, Fouquieria splendens, Koeberlinia
spinosa y Condalia.
Un manchón aislado de matorral espinoso se presenta hacia el centro-occidente del estado, entre
los municipios de Tepehuanes y Santiago Papasquiaro. Sus componentes principales son Acacia
spp., Fouquieria splendens y Mimosa aculeaticarpa var. biuncifera. En las partes bajas hay Prosopis y en las
altas predominan Juniperus y Quercus. Este manchón de vegetación xerófila llega hasta ese lugar a
través del cañón del río Ramos, por donde también penetra el pastizal acompañado por Acacia y
Fouquieria.
Otras comunidades de matorral xerófilo al occidente de la región árida y semiárida, en lugares
con mayor precipitación pluvial (350 a 450 mm) y suelos por lo general menos salinos, ocupan
declives pedregosos de mayor pendiente. Entre los arbustos dominantes se encuentran especies
de Acacia, Lippia, Prosopis, Larrea y Parthenium. Por sus poblaciones continuas de arbustos
cubriendo el suelo comúnmente en un 60 a 70% estas comunidades fueron denominadas
“chaparrillo” por Gentry (1957), quien señala que recuerdan a los chaparrales del noroeste de
México y de California y Arizona, pero que no tienen ni las especies ni los tipos morfológicos del
chaparral. Gentry hace notar que no existen límites bien definidos entre la formación de
chaparrillo y la de pastizal con arbustos.
Sinonimia: El matorral de mezquite corresponde al Matorral alto espinoso registrado en las Memorias de
la COTECOCA (1979), donde el mismo tipo de asociación pero de menor talla (1.5 a 2 m) se reconoce
también como matorral mediano espinoso.
Matorral de huizache (Acacia-Prosopis-Mimosa)
Huizache (Acacia constricta var. constricta):
Comunidades dominadas por arbustos espinosos, en su mayoría Leguminosas (Acacia constricta
var. constricta, Acacia spp., Prosopis, Mimosa, Parkinsonia aculeata), además de Berberis pinifolia y
Mandevillea foliosa se presentan en laderas de serranías entre 1,450 y 1,900 m con suelo somero y
pedregoso, por ejemplo en la Sierra de Gamón (Peñón Blanco) y en Tepehuanes. Entre las
herbáceas destacan especies de Physalis, Plumbago pulchella, P. scandens, Desmodium y Tagetes.
Acacia constricta var. constricta se asocia también con Prosopis, Celtis laevigata, nopal duraznillo
(Opuntia leucotricha) y escasos Acacia schaffneri, Parkinsonia aculeata, Cassia, Cylindropuntia, Berberis y
Cestrum en laderas de la Sierra de Gamón entre 1,850 y 2,150 m. En laderas con exposición al sur
50
Vegetación y Ecoregiones de Durango
la dominancia fisonómica la toma el ocotillo (Fouquieria), asociado a Acacia schaffneri, Dalea bicolor,
Calliandra, Celtis laevigata, Aloysia, Mimosa aculeaticarpa var. biuncifera, Acacia constricta y Prosopis y otras
leguminosas. El estrato herbáceo está dominado por el zacate invasor Melinis rosea y algo de
navajita (Bouteloua gracilis), Aristida y Compuestas.
Huizache largoncillo (Acacia constricta var. vernicosa):
En el oriente de Durango, el largoncillo (Acacia constricta var. vernicosa) se asocia con Larrea, Agave
asperrima, Agave striata, Agave lechuguilla, Flourensia cernua, Verbesina, Buddleja, Tiquilia canescens,
Jatropha dioica y escasos Opuntia, Cylindropuntia, Euphorbia antisyphilitica, Yucca sp. y Yucca rigida con
navajita (Bouteloua gracilis), esta última con frecuencia substituida por zacate buffel (Cenchrus ciliaris)
que invade amplias áreas. En lomeríos adyacentes destaca Agave lechuguilla. Ejemplo: Cuencamé,
entre 1,400 y 1,450 m.
Sobre la Sierra El Rosario, en las cercanías de Sapioris, entre 1,750-1,800 m se presenta un
matorral de Acacia crassifolia, A. constricta, A. berlandieri, Mimosa setuliseta, Agave lechuguilla, Viguiera
stenoloba, Cylindropuntia imbricata y Fouquieria splendens (Villarreal 1992); hacia partes más bajas se
mezcla también con Yucca rigida.
Matorrales de huizache (Acacia constricta var. vernicosa con Mimosa aculeaticarpa var. biuncifera y M.
dysocarpa) son comunes en el centro y norte del estado. Acacia constricta var. vernicosa secombina
con ocotillo (Fouquieria splendens) y con escasos huizache chino (A. schaffneri), palma (Yucca),
Lantana camara, granjeno (Celtis laevigata), palmito (Brahea dulcis) y Bursera fagaroides en Rodeo, entre
1,550 y 1,600 m.
Más al norte, entre 1,750 y 1,800 m, A. constricta var. vernicosa es también el elemento dominante,
con Brickellia veronicifolia y escasos Condalia ericoides, Berberis trifoliolata, Mimosa acanthocarpa y Opuntia;
Acacia schaffneri llega a estar presente, muy escasa, además de gramíneas como Bouteloua gracilis y B.
curtipendula.
Acacia se mezcla también con Leucophyllum spp., Prosopis, Condalia spp., amargoso (Castela texana) y
arbustos sin hojas como el junco (Koeberlinia spinosa).
Otras (Láminas 1 d, 2 e, 3 a-c)
Muchas asociaciones no son asignables a ninguna de las subcategorías del matorral xerófilo ya
que sus elementos dominantes son una mezcla de elementos parvifolios con los crasicaules y los
rosetifolios. Al oriente de Durango se desarrollan las siguientes:
Agave asperrima, Larrea, Euphorbia antisyphilitica, Agave lechuguilla y Acacia constricta var. vernicosa como
dominantes, acompañadas de Leucophyllum, Lippia graveolens, Jatropha dioica, Flourensia cernua, Opuntia
y Parthenium incanum, sobre depósitos aluviales entre 1,300 y 1,400 m.
Cenizo (Leucophyllum), mariola (Parthenium incanum), gatuño (Mimosa aculeaticarpa var. biuncifera),
granjeno (Celtis laevigata), Dalea, damianita, hierba de San Nicolás, damiana (Chrysactinia mexicana),
largoncillo (Acacia constricta var. vernicosa), mezquite (Prosopis glandulosa) y escaso guajillo (Acacia
berlandieri), entre 1,550 y 1,600 m.
1.1.5. Matorral submontano [MX(S)]
En la Sierra El Rosario y en el Peñón de Covadonga, a menos de 2,000 m se desarrolla un
matorral alto similar al reconocido como matorral submontano para la Sierra Madre Oriental. Se
51
Vegetación y Ecoregiones de Durango
distribuye de manera irregular en pequeños manchones, por lo que su superficie es difícilmente
cuantificable. Ocurre en cañadas y laderas protegidas, con baja insolación.
Entre sus principales componentes están diversas especies de arbustos y de árboles bajos,
caducifolios o algunos de hoja perenne. La comunidad es relativamente densa. Predominan los
elementos inermes (ej. Gochnatia hypoleuca) pero también hay algunos espinosos como el guajillo
(Acacia berlandieri). Otros elementos presentes ocasionalmente son Fraxinus berlandieriana, Rhus
virens y Lindleya mespiloides (charrasquillo).
Se agrupan en una formación más o menos densa de 2.5 a 4 m de alto. En un estrato arbustivo
más bajo (0.5 a 2 m) puede haber Leucophyllum sp. y Acacia sp. En el estrato inferior, menor a 0.5
m de altura, se presentan elementos del matorral xerófilo circundante como Agave lechuguilla
(lechuguilla), Hechtia spp. (guapilla) y Euphorbia antisiphilitica (candelilla), particularmente en sitios
abiertos. El estrato herbáceo presenta diversas Gramíneas, Compuestas, Leguminosas y helechos
como Astrolepis (Notholaena) cochisensis, A. integerrima y A. sinuata.
Bosquete de Bonetiella anomala
Una expresión diferente del matorral submontano son las comunidades de taray o hiedra
(Bonetiella anomala), un arbolito o arbusto perennifolio de follaje brillante que destaca entre los
matorrales xerófilos. Bonetiella pertenece a la misma familia (Anacardiaceae) que la hiedra y al
igual que ésta es alergénico para algunas personas.
Se desarrolla en laderas protegidas en el centro-oriente del estado sobre la cuenca del río Nazas,
entre 1,300 y 1,400 m. Forma comunidades densas, hasta de 4 m de alto pero de distribución
muy restringida. Un estrato arbustivo bajo lo forman Melochia tomentosa, orégano (Lippia graveolens)
Tiquilia greggii y candelilla (Euphorbia antisiphilitica). La población más grande observada se localiza
al norte del poblado Las Ánimas, en Rodeo, colindando con matorral de Acacia constricta var.
vernicosa, Colubrina viridis y Viguiera spp.
Bonetiella se presenta también como elemento aislado, asociado a A. constricta var. vernicosa y
Fouquieria splendens en la Sierra El Rosario y en serranías de Cuencamé, en la base de riscos donde
se acumula algo de humedad, rodeada de matorral rosetifolio de Hechtia y Agave spp.
1.1.6. Vegetación de dunas11 [VD] (Lámina 5 a,b)
Es la vegetación que se establece en las dunas arenosas de las zonas áridas y semiáridas. Los
matorrales de dunas presentan elementos muy espaciados y adaptados a la arena y a su movilidad
(plantas psamófilas).
Una larga franja de dunas o arenas móviles recorre el extremo NE de Durango entre 1,100 y
1,300 m en clima muy seco (BW). Cubren una superficie de alrededor de 22,800 Ha en el Bolsón
de Mapimí. En la Reserva de Mapimí las dunas forman una red que incluye depresiones
interdunas más o menos interconectadas. Sobre las dunas se presenta un matorral abierto,
mientras que en las depresiones las comunidades arbustivas acompañadas a veces por un
importante estrato de gramíneas (Montaña y Breimer, 1988).
11 González Medrano (2003) puntualiza que los nombres que se refieren al hábitat más que a la vegetación
son imprecisos; sin embargo, optamos por conservar el nombre de Vegetación de dunas debido a su
utilidad práctica.
52
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Entre las especies características destacan Dalea scoparia, Ephedra sp. y Yucca elata. Otras plantas de
distribución más amplia que también se adaptan a las condiciones de dunas en sus áreas
marginales son la gobernadora (Larrea tridentata), Cylindropuntia kleiniae, Acacia greggii, A. constricta,
el mezquite (Prosopis glandulosa), Jatropha dioica, Lycium berlandieri, Nicolletia edwarsii, Tidestromia
lanuginosa y Lantana achyranthifolia.
Amaranthus acanthobracteatus Henrickson, llamada “torillo” o “hierba voladora” en la región de las
dunas de Bilbao, en Coahuila, ha sido registrada también (Henrickson 2004) para el extremo sur
de Chihuahua cerca de los límites con Durango. Esta distribución indica una alta probabilidad de
que esta especie crezca también en la región de dunas de Durango; Henrickson indica que la
apariencia de las plantas pistiladas de esta especie es muy similar a la de la rodadora (Salsola
tragus).
1.2. IZOTAL [I] (Lámina 5 c-f)
El término izotal, adoptado del sistema de Miranda y Hernández X. (1963), aplica para
comunidades donde la dominancia fisonómica está dada por plantas arborescentes con hojas
agrupadas en roseta. Para Durango, estas plantas son del género Yucca (palma, palma china).
Aunque usualmente los arbustos de estas comunidades son más abundantes que las palmas, estas
últimas son las que definen el aspecto de la comunidad. En muchos otros casos yucca se presenta
como elemento aislado en pastizales y en matorrales.
Los izotales se desarrollan en zonas de clima muy seco (BW) y seco (BS), entre 1,100 y 1,700 m.
De Yucca rigida
Yucca rigida es particularmente notoria en los matorrales abiertos del oriente de Durango. Se
reconoce por sus hojas azulosas, pálidas, con margen amarillo liso. Se distribuye entre 1,100 y
1,650 m, en áreas con suelo somero y rocoso, particularmente sobre laderas.
Se acompaña por los mismos elementos presentes en los matorrales de lechuguilla y guapilla
(Agave lechuguilla y Hechtia spp.).
En la Sierra El Rosario Y. rigida forma asociaciones con Hechtia, Fouquieria splendens y Agave.
De Yucca filifera
Esta palma conspicuamente ramificada se conoce en Durango únicamente hacia el extremo
oriental, en donde forma poblaciones en el municipio de San Juan de Guadalupe (Ej. El Zacate)
sobre suelos profundos entre 1,500 y 1,650 m de elevación.
Alcanza grandes tamaños y se caracteriza por sus inflorescencias colgantes. Se asocia con Larrea
yucca, Prosopis y Flourensia, ocupando sitios planos o con escasa pendiente sobre depósitos aluviales
y en la base de lomeríos. En otrossitios se presenta como elemento acompañante de Larrea,
Cylindropuntia y otras especies de Yucca.
2. VEGETACIÓN HALÓFILA Y GIPSÓFILA12
12 Este tipo de vegetación se describe para la región árida y semiárida, donde ocupa su mayor superficie.
Sin embargo, por ser azonal no se restringe a esta región.
53
Vegetación y Ecoregiones de Durango
• En la zona árida y semiárida entre 1,050 y 1,700
m, así como al centro y sur de la región de los
valles entre 1,800 y 2,100 m13.
• Climas muy secos cálidos [BWh] y secos cálidos
[BSh] en la zona árida, con temperatura media
anual de 20 a 23ºC y precipitación pluvial de 150 a
300 mm, con 8 a 9 meses secos. Manchones en
los valles en zonas con clima semiseco templado
[BS1k].
• Cubre unas 286,000 Ha (2.3% de la superficie del
estado).
Ocupan partes bajas de cuencas cerradas sobre suelos profundos de origen aluvial o lacustre,
profundos y mal drenados ya sea con alta alcalinidad o con alto nivel de sales solubles en la capa
superficial del suelo.
Son comunidades cuya composición está determinada por las condiciones edáficas. La vegetación
halófila se compone de plantas resistentes a alta alcalinidad (pH de 7.9 a 9) mientras que la
gipsófila se desarrolla sobre suelos yesosos. Debido a que las condiciones de alcalinidad varían de
manera gradual, en ocasiones es poco claro si la comunidad debe clasificarse como xerófila o
halófila.
Incluyen tanto asociaciones de herbáceas como de matorrales, así como otras en donde se
combinan ambas formas. Las herbáceas y arbustivas en este tipo de vegetación son por lo general
algo carnosas y las herbáceas y zacates son rígidos y con hojas punzantes. En áreas perturbadas
(orillas de caminos, vecindad de poblados) es muy abundante la rodadora (Salsola tragus), un
elemento procedente de Eurasia.
2.1. MATORRAL HALÓFILO [MH] (Lámina 6 b)
Matorral de Atriplex y/o Suaeda
Matorrales bajos de Atriplex canescens (saladillo, chamizo) con Suaeda nigrescens, S. suffrutescens y otras
especies de ese género, se presentan en el Bolsón de Mapimí, en el noreste de Durango. En las
zonas más salobres las plantas están más espaciadas y a veces la comunidad está dominada por
quelitillo (Atriplex acanthocarpa) y por el arbusto Allenrolfea occidentalis, o por Suaeda y el zacate
sabaneta (Pleuraphis mutica). Una comunidad arbustiva de Atriplex stewartii es frecuente en lugares
un poco menos salinos (Montaña 1988).
Con frecuencia, los matorrales presentan también gramíneas como Pleuraphis mutica y Sporobolus
airoides y son comunes las asociaciones con mezquite (Prosopis glandulosa).
Matorral de Prosopis glandulosa
En el noreste del estado se desarrollan matorrales muy bajos de mezquite (Prosopis glandulosa). A
veces los arbustos están muy espaciados y el matorral pasa a ser un pastizal de Pleuraphis mutica o
de Sporobolus airoides.
13 Las comunidades halófilas de la región de los valles se describen con la vegetación de esa región.
54
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Los elementos dominantes en estos matorrales pueden mezclarse en diferentes proporciones.
Montaña y Breimer (1988) describen asociaciones de Prosopis glandulosa, Atriplex canescens y/o
Suaeda nigrescens formando un estrato superior muy abierto, hasta de 2 m de alto, con un estrato
de hasta 0.5 m dominado por zacates perennes (Pleuraphis mutica, excepcionalmente Sporobolus
airoides) y por un arbusto bajo (Atriplex acanthocarpa) y un tercer estrato bajo de herbáceas anuales
y perennes.
2.2. PASTIZAL HALÓFILO [PH] (Lámina 6 a)
Se presenta en el fondo de cuencas cerradas en las partes más secas del estado, por lo general con
suelos de textura arcillosa y drenaje deficiente, salinos, a veces también alcalinos y con frecuencia
inundables. Se distribuye al noreste del estado, entre 1,050 y 1,700 m de altitud, ocupando una
extensión relativamente pequeña. Los pastizales de suelos salinos son comunidades maduras
(clímax edáfico).
Las gramíneas de este tipo de sitios son perennes, con frecuencia rizomatosas, de tallo y hojas
fibrosos y duros, por lo que son poco apetecidas por el ganado excepto cuando están muy
tiernas. Es común el zacate sabaneta o toboso (Pleuraphis mutica14) así como el zacatón (Sporobolus
airoides). También se presentan Distichlis spicata, Eragrostis obtusiflora y algunas especies de Bouteloua,
Aristida y otros géneros. COTECOCA (1979) denominó a estas comunidades como pastizal
halófilo arbosufrutescente o abierto, dependiendo de si están o no acompañadas por arbustos.
Pastizal de sabaneta (Pleuraphis mutica)
En planicies con suelos con altas concentraciones de sales se desarrollan pastizales dominados
por Pleuraphis mutica. De manera espaciada se presentan a veces algunos arbustos bajos,
principalmente el mezquite (Prosopis glandulosa), Atriplex canescens y especies de Koeberlinia, Acacia,
Condalia y Opuntia. Entre las herbáceas, las más importantes son las del género Atriplex.
Estas comunidades son comunes en el Bolsón de Mapimí, así como en pequeños manchones
entre Rodeo y San Juan del Río, hasta a 1,700 m de elevación.
Los pastizales de Pleuraphis parecen no estar restringidos a suelos salinos, sino que también
prosperan en otros que se caracterizan únicamente por tener drenaje más o menos deficiente y
textura fina (Rzedowski 1978). Esto llega a ocurrir también con los de Sporobolus airoides.
Pastizal de pajón (Sporobolus airoides)
Estas comunidades se presentan en el Bolsón de Mapimí en planicies y bajíos inundables con pH
alto. Predomina el zacatón o pajón (Sporobolus airoides), con frecuencia con Distichlis spicata y a
veces Sporobolus spiciformis, Pleuraphis mutica, Buchloë dactyloides y Panicum obtusum. Ocurren también
en zonas bajas inundables de la región de los valles hacia el centro-sur de Durango.
En la zona árida estos pastizales pueden presentar, muy espaciadamente, arbustos bajos,
principalmente el mezquite (Prosopis glandulosa)15.
14 Sinónimo: Hilaria mutica.
15 En la zona de los valles (hacia el centro de Durango) se presentan manchones de pastizal halófilo de S.
airoides rodeados de matorral de mezquite y huizache, en estos casos Prosopis laevigata y Acacia schaffneri, que
muestran una mayor talla que los mezquites y huizaches de la zona árida.
55
Vegetación y Ecoregiones de Durango
2.3. VEGETACIÓN GIPSÓFILA [VG]
La vegetación gipsófila es la que se restringe a suelos yesosos. Los afloramientos de yeso ocurren
solamente en zonas áridas y semiáridas ya que por ser muy soluble, el yeso es lixiviado en sitios
con mayor humedad.
Las comunidades gipsófilas están formadas por herbáceas y arbustos achaparrados. Para
Durango no se registran comunidades gipsófilas estrictas, pero si se conocen algunas especies
gipsófilas como Fouquieria shrevei, Euphorbia astyla, Dicranocarpus parviflorus y Nerisyrenia linearifolia.
Para el occidente de Coahuila y el extremo oriente de Durango, en los límites con Coahuila, así
como del municipio de Santa Clara, hacia los límites con Zacatecas se presentan algunos
afloramientos yesosos.
56
Vegetación y Ecoregiones de Durango
REGIÓN DE LOS VALLES
La franja entre la Sierra Madre y la zona árida y semiárida atraviesa el estado desde los límites
con Chihuahua (al sur de Parral) hasta Súchil (límite con Zacatecas) y El Mezquital. Son áreas
con clima semiseco templado (BS1k) y seco templado (BSk) que presentan pastizales y
matorrales:
3. PASTIZAL [P] (Lámina 7)
• Al norte-centro de Durango entre 1,600 y 2,200 m
y en manchones en el resto de la región de los
valles, en zonas planas o de topografía ligeramente
ondulada, sobre suelos derivados de roca
volcánica, de color rojizo a café.
• Clima semiseco templado (BS1k), en menor
proporción en el secotemplado (BSk).
Temperaturas medias entre 13 y 22°C y
precipitación anual de 350 a 500 mm, con régimen
de lluvias de verano y época seca de 6 a 9 meses.
• Cubre unas 540,000 Ha (4.5% de la superficie del
estado)16.
Anteriormente los pastizales ocupaban la franja de valles que atraviesa a Durango en dirección
NNW a SE llegando hasta Jalisco y Guanajuato, como continuación de la extensa zona de
pastizales del medio oeste norteamericano. Manchones relictuales de su antigua distribución se
localizan hasta el sureste de Durango, donde se mezclan con mezquite y/o huizache y con
huizache y nopal sobre lomeríos (véase Matorral/Pastizal).
Son comunidades en donde predominan herbáceas, principalmente gramíneas (pastos). En áreas
en buena condición el zacate navajita (Bouteloua gracilis) o el banderilla (B. curtipendula) son
abundantes. No hay árboles excepto a lo largo de corrientes de agua. Es frecuente encontrarlos
asociados con matorral y con el bosque bajo abierto. Como la mayoría de los pastizales clímax
del mundo, son intermedios entre los matorrales xerófilos y los bosques templados (Rzedowski
1978).
Su estructura es sencilla, pues además de un estrato rasante (plantas rastreras, incluyendo a veces
algas), hay un solo estrato herbáceo; en época de lluvias son abundantes las compuestas, que
pueden sobrepasar a las gramíneas en número de especies, destacando Stevia y Viguiera; también
son comunes las ciperáceas, convolvuláceas, euforbiáceas, leguminosas y rubiáceas. Muchas
herbáceas perennes y anuales se encuentran dispersas en forma variable, aunque las anuales
prosperan mejor en suelos pobres, a orilla de caminos, en superficies erosionadas o declives
pedregosos, así como en áreas sobrepastoreadas. Destacan también hierbas postradas y
decumbentes y arbustos de talla muy baja, entre los que están Acaciella angustissima var. texensis y
Calliandra eriophylla. Frecuentes, aunque dispersos, hay hierbas y subarbustos de tallos múltiples,
16 Otras fuentes presentan la cifra de hasta 15%. Las diferencias en la superficie estimada para la
vegetación de pastizal se explican por la dificultad para definir sus límites y particularmente por el enfoque
de la clasificación. En la Memoria de la COTECOCA (1979) se asienta que “en los pastizales nativos
abiertos se ha incrementado la población de especies arbustivas indeseables que modifican su fisonomía
natural, aunque estos se han clasificado como tales” y se clasifica como pastizal (vegetación potencial) a
comunidades con arbustivas y pastos que aquí son tratadas como matorral (vegetación actual).
57
Vegetación y Ecoregiones de Durango
por ej. la cola de zorra (Brickellia spinulosa), aparentemente restringida a este tipo de vegetación.
En menor grado se presentan geófitas y suculentas, principalmente cactáceas.
Las plantas leñosas, cuando existen, forman uno o dos estratos adicionales. La presencia de
leñosas en el pastizal puede ser: a) resultado de una perturbación; b) parte natural de la
comunidad en las zonas de transición hacia el matorral o hacia el bosque y c) parte natural de la
comunidad en áreas que no representan ecotono. De acuerdo con Gentry (1957), algunas de las
asociaciones que forman parte del pastizal con arbustos parecen ser comunidades estables que
constituyen ecotonos, por ejemplo la de Larrea y zacates, pero otras, por ejemplo la de la Acacia-
Mimosa y otros arbustos espinosos, parecen representar subclímax ya que ocurren en lugares
sobrepastoreados.
Entre las asociaciones más características están las siguientes:
Pastizales de navajita (Bouteloua gracilis). Cuando el pastizal se encuentra en buena condición,
además de B. gracilis, son comunes el zacate banderita (B. curtipendula) y otras especies de Bouteloua.
En el centro-norte del estado, a 1,900 m B. curtipendula, B gracilis y Aristida son dominantes, con
Lycurus, Botriochloa, Setaria, Muhlenbergia y Trachypogon. Algunos arbustos presentes son los agritos
(Rhus virens), escasos huizaches (Acacia), gatuños (Mimosa), palmas (Yucca) y sotol (Dasylirion).
Otras arbustivas en los pastizales de Bouteloua en el centro-norte son los cedros o táscates
(Juniperus), largoncillo (Acacia constricta var. vernicosa), huizache (A. constricta), mezquites (Prosopis),
soyates (Nolina), nopales (Opuntia), Condalia y ocasionalmente huizache chino (Acacia schaffneri),
Forestiera u ocotillo (Fouquieria splendens). Hacia los pies de monte Juniperus se vuelve dominante.
Más hacia el sur, el pastizal de navajita se ha invadido de especies arbustivas, principalmente
huizache (Acacia schaffneri) y nopal, asociación denominada pastizal con cactus-Acacia (Shreve
1942; Gentry 1957). Puesto que la vegetación actual está dominada por arbustos, estas
comunidades se describen entre los matorrales.
Además de las asociaciones Bouteloua-Bouteloua, son frecuentes las siguientes:
Bouteloua-Heteropogon (o Heteropogon-Bouteloua) en terrenos pedregosos, tanto en laderas calcáreas
inclinadas como en el terreno basáltico de “la breña”. En lugares a mayor elevación se asocia
también Aristida divaricata.
Bouteloua-Muhlenbergia ocupa grandes extensiones en lugares elevados y es común también en los
pastizales con encino-cedro; con frecuencia se asocia también Stipa eminens. Esta combinación de
Bouteloua-Muhlenbergia-Stipa corresponde a lo que COTECOCA (1979) denominó pastizal
amacollado abierto, en el que las gramíneas dominantes son fasciculadas, perennes, de talla
mediana y alta. Se localiza principalmente en lomeríos y laderas de sierras. Hacia el norte y
oriente del estado existen pastizales amacollados en donde el dominante es el zacate banderilla
(B. curtipendula).
Bouteloua-Lycurus-Aristida es una combinación que sugiere subclímax o disturbio, tanto por el gran
número de especies dominantes, como por la abundancia de especies anuales y la buena
representación de especies de Aristida.
Los pastizales de zonas por encima de los 2,000 m están usualmente dominados por zacates
amacollados, principalmente del género Muhlenbergia (M. rigida, M. pubescens, M. emersleyi, entre
otras), zacates colorados (Elyonurus barbiculmis, Schizachyrium spp., Trachypogon secundus y Heteropogon
contortus), navajita velluda (B. hirsuta) y zacates tres barbas (Aristida spp.).
58
Vegetación y Ecoregiones de Durango
La presencia de pastos amacollados y cespitosos está determinada por la topografía: las laderas
abruptas y rocosas tienen zacates que forman macollos altos, mientras que los suelos más planos
y maduros están ocupados por zacates cespitosos y bajos (Gentry, 1957). Los zacates cespitosos
son en general los mismos que ocurren en los pastizales de navajita, predominando Bouteloua
gracilis, pero la cubierta de gramíneas es más discontinua debido a que éstas no son favorecidas
por la sombra de los árboles, en donde más bien se establecen hierbas y arbustos, predominando
especies de Dalea, Senecio, Stevia, Penstemon, Rhus y otros géneros. Entre los zacates amacollados las
especies más abundantes son de los géneros Muhlenbergia, Heteropogon, Andropogon, Trachypogon,
Bouteloua (B. curtipendula), Aristida y Elyonurus.
Usualmente estas comunidades se acompañan por arbustos como cedros o táscates (Juniperus), o
por arbolitos como encinos y piñonero. El pastizal con encino y táscate constituye un ecotono
entre el pastizal de la zona de los valles y los bosques de encino, pino-encino, o de Juniperus
(cedro o táscate) y piñoneros. Corresponde al pastizal mediano arborescente y pastizal
amacollado arborescente de COTECOCA (1979). Se localiza principalmente en el centro-norte
de Durango, en el pie de monte oriental de la Sierra y en pequeñas serranías aisladas. Las
temperaturas son más bajas que las que prevalecen en otros pastizales y la precipitación es más
alta.
Los árboles más comunes son encinos, principalmente Quercus grisea, Q. emoryi y Q. chihuahuensis.El táscate (Juniperus) y el pino piñonero (Pinus cembroides) acompañan a los encinos en varios
lugares y ocasionalmente son dominantes. Los arbustos son escasos, pero en las partes bajas
pueden existir matorrales de Acacia, Mimosa, Condalia y otros géneros. La incidencia de arbustos
aumenta en las barrancas y a lo largo de las corrientes de agua.
De acuerdo con Shreve (1942), la textura y la profundidad del suelo parecen ser los factores que
determinan la dominancia de zacates o de árboles. Gentry (1957) hizo notar que en algunos
lugares los pastizales están al lado del bosque sin que se presente una zona intermedia de pastizal
con encino y cedro, pero por lo común eso no ocurre y se dan áreas de ecotonía. En algunos
casos, las áreas donde el pastizal se mezcla con cedro parecen ser resultado del manejo y no de la
topografía y el suelo. Una comparación de imágenes tomadas en 1986 y 2005 (Lámina 34 a-b)
permite apreciar que en un lapso de dos décadas un área abierta con pastizal amacollado ha sido
colonizada por táscate (Juniperus deppeana var. zacatecensis).
El origen de los pastizales de clima semiárido templado se remonta al Terciario, después del
levantamiento de las montañas, con lo que se produjo un nuevo hábitat de clima continental seco
en el cual fueron desapareciendo los bosques y reemplazándose por herbáceas, principalmente
gramíneas (Rzedowski 1975). Por otra parte, el área de algunos pastizales adyacentes a los
bosques parece estarse ampliando gracias al hombre en lugares donde el gradiente climático es
muy paulatino y el equilibrio entre el bosque y el pastizal es inestable. De acuerdo con Rzedowski
(1978) solo una ligera influencia humana puede ser suficiente para desplazar el límite entre ambas
comunidades en favor del pastizal.
Muchas áreas previamente ocupadas por pastizal están ocupadas ahora como tierra para cultivos
ya que su topografía es más adecuada para fines agrícolas que la de otros tipos de vegetación.
Debido a las características del clima, principalmente la distribución de la precipitación durante el
año, los rendimientos son bajos en agricultura de temporal.
El aprovechamiento más adecuado de los pastizales es la ganadería y su productividad puede
incluso verse incrementada con pastoreo moderado ya que mediante éste se elimina biomasa que
de otra manera dificulta el crecimiento de los zacates perennes cespitosos y amacollados. Sin
embargo, en muchos sitios ha habido sobrepastoreo, lo que causa un desequilibrio en la
59
Vegetación y Ecoregiones de Durango
competencia entre las especies vegetales: la excesiva remoción del follaje de las plantas palatables
reduce su capacidad fotosintética y disminuye sus reservas por lo que van siendo eliminadas,
mientras que las no palatables se incrementan, lo que poco a poco reduce la capacidad de carga
de los pastizales.
Los pastizales afectados por sobrepastoreo están con frecuencia invadidos por gramíneas de mala
calidad forrajera. Buena parte del pastizal del centro-sur de Durango se encuentra notoriamente
invadido por zacate rosado (Melinis rosea), una agresiva gramínea procedente de África. Otros
indicadores de perturbación son los zacates tres barbas (Aristida spp.), Botriochloa barbinodis y
Chloris virgata, así como el incremento de arbustivas, principalmente gatuños (Mimosa aculeaticarpa
var. biuncifera o M. dysocarpa) que llegan a formar matorrales densos, o de herbáceas tóxicas para el
ganado como la alfombrilla (Drymaria arenarioides) y la hierba loca (Astragalus mollissimus).
Sinonimia: pastizal de grama, pastizal con cactus-Acacia (en parte), pastizal con arbustos, pastizal con
encino-enebro (en parte) (Gentry 1957); pastizal mediano abierto, pastizal mediano arbosufrutescente (en
parte), pastizal mediano arborescente (en parte), pastizal amacollado abierto, pastizal amacollado
arbosufrutescente (en parte), pastizal amacollado arborescente (en parte) (COTECOCA 1979).
4. MATORRAL (de clima templado)
• En zonas planas o en lomeríos y laderas entre
1,500 y 2,400 m, sobre suelos de origen
volcánico de color rojizo a café; en menor
proporción están sobre suelos derivados de
calizas.
• Clima semiseco templado (BS1k); pequeñas
áreas en seco templado (BSk) y semiseco
semicálido (BS1h); régimen de lluvias de
verano y época seca de 6 a 9 meses.
• Cubre unas 1,283,872 Ha (10.4% de la
superficie del estado).
Los matorrales de la región de los valles difieren de los matorrales xerófilos de la zona árida y
semiárida en su fisonomía, composición florística y afinidades ecológicas:
a) Los arbustos son más altos (en condiciones favorables algunos se manifiestan como
arbolitos) y la cobertura de herbáceas tiene una alta proporción de plantas perennes, de
tal manera que el suelo presenta una cubierta vegetal permanente, aunque seca durante
varios meses del año, así como una capa de mantillo.
b) En su composición destacan plantas típicas de este tipo de vegetación como el
huizache chino (Acacia schaffneri), el mezquite (Prosopis laevigata) y el nopal duraznillo
(Opuntia durangensis)17, así como muchas especies herbáceas que son comunes en el
Altiplano Mexicano, a veces compartidas con bosques de clima templado pero ausentes
en la zona árida y semiárida: Borreria verticillata, Bouvardia ternifolia, Eleocharis densa, E.
ignota, Karinia mexicana, Sprekellia formosissima, Stevia ovata, S. serrata y Xanthocephalum
benthamianum, entre muchas otras. Un género endémico a este tipo de vegetación,
conocido para Durango y San Luis Potosí es Reederochloa. Al mismo tiempo, es notoria la
ausencia de los géneros característicos del matorral xerófilo.
17 En los matorrales xerófilos se presentan otras especies de Acacia, Prosopis y Opuntia.
60
Vegetación y Ecoregiones de Durango
c) Estos matorrales se desarrollan en zonas de clima seco o semiseco templado (k), a
diferencia de los matorrales estrictamente xerófilos de climas secos o semisecos pero
cálidos (h). Por esta razón, presentan mayor afinidad en su composición con los
pastizales y los bosques bajos abiertos.
Los matorrales altos de huizache chino (Acacia schaffneri) y/o mezquite (Prosopis laevigata), así como
los de nopal (Opuntia spp.) y los de táscate (Juniperus spp.) son parte de este tipo de vegetación. En
general presentan una cubierta herbácea con pastizal y las proporciones entre uno u otro
elemento son muy variables, por lo que no existe una clara línea divisoria entre los pastizales y los
matorrales. Esto llevó a Shreve (1942) y a Leopold (1950) a considerar al pastizal con matorral en
un solo tipo de vegetación: “pastizal con cactus-Acacia” y “mesquite-grassland”, respectivamente.
El pastizal con cactus-Acacia fue reconocido por Shreve y posteriormente por Gentry (1957)
como una “asociación arborescente compuesta en general de Opuntias y Acacia schaffneri
acompañadas por una cubierta de pastizal corto de las comunidades de grama”. Nótese que se
define como asociación de arbustos acompañada por una cubierta de pastizal y no en la forma
inversa. El enfoque contrario fue adoptado por la COTECOCA (1979), donde estas
comunidades fueron reconocidas como pastizales con arbustos.
Forman una zona de transición (ecotono) entre los matorrales xerófilos y los pastizales. Hacia la
zona de pastizales el matorral se vuelve disperso, pero en las partes más bajas al oriente del
estado se vuelve más denso y los zacates forman cepas dispersas, con frecuencia protegidas en la
base de los arbustos (Gentry 1957). Los zacates dominantes son los mismos que en el pastizal de
navajita. Las partes más planas están cubiertas por gramíneas cespitosas y bajas o medianas,
principalmente especies de Bouteluoa. En suelos rocosos y laderas predominan los zacates
amacollados como Bouteloua curtipendula, Muhlenbergia spp. y Heteropogon contortus.
La presencia de arbustivas se incrementa en suelos poco profundoso rocosos. En ocasiones la
población de arbustos es más densa sobre declives abruptos y cauces pedregosos y la cubierta de
pastizal destaca en los declives suaves y en mesetas. Estas comunidades se presentan en la parte
centro y sur de la región de los valles, hasta Zacatecas.
Muchas de las áreas de matorral de nopal o huizache del centro y sur de los Valles se localizan
sobre mantos basálticos (“breña”) y en buena parte su carácter xerófito está determinado por el
substrato. A veces la cubierta de pastizal es casi nula ya sea por razones naturales, por ejemplo
cuando el substrato es una capa casi continua de basalto que no permite el establecimiento de
vegetación excepto en las grietas, o debido a sobrepastoreo.
Una mezcla de elementos de diferentes orígenes se presenta en lomeríos de Nombre de Dios (La
Parrilla) entre 2,100 y 2,200 m: un pastizal de B. gracilis y B. curtipendula se combina con Opuntia
durangensis, Tecoma stans, Mimosa aculeaticarpa var. biuncifera, Acacia schaffneri, Agave salmiana
(naturalizado), Bouvardia ternifolia, Salvia y Juniperus, además de elementos relictuales de matorral
xerófilo como Fouquieria splendens y Agave asperrima y de elementos de matorral subtropical como
Bursera fagaroides e Ipomoea murucoides que llegan desde El Mezquital a través de cañaditas.
En el sur de la región de los valles, una agresiva especie leñosa, la jarilla (Dodonaea viscosa) está
tomando la dominancia sobre los demás arbustos y afectando incluso la cubierta de pastizal.
4.1. Matorral espinoso (Acacia schaffneri y/o Prosopis laevigata) (Láminas 8, 9 a,b)
El huizache chino (Acacia schaffneri), con frecuencia combinado con nopal, es dominante en
laderas y planicies del centro y sureste del estado. Los pastizales con Acacia shaffneri, cuyas copas
61
Vegetación y Ecoregiones de Durango
son extendidas horizontalmente, presentan un aspecto que recuerda al de las sabanas africanas
(Rzedowski 1966, 1978). Hacia el centro-norte del estado A. schaffneri llega ocasionalmente a
formar matorrales densos pero el huizache dominante hacia el norte es el largoncillo (A.
constricta).
El mezquite (Prosopis laevigata) es dominante en suelos profundos sobre depósitos aluviales y
coluviales. Esta especie de mezquite alcanza también a mezclarse con elementos de la zona árida,
en Cuencamé18.
Acacia schaffneri y/o Prosopis laevigata con Opuntia durangensis, escaso Celtis laevigata y densa cobertura
del zacate invasor Melinis rosea, son elementos comunes en lomeríos del centro-sur de Durango
entre 1,700 y 1,900 m. En la base de la Sierra del Registro, entre 1,900 y 1950 m, A. schaffneri se
mezcla con Opuntia durangensis, Prosopis laevigata, Tecoma stans, Celtis laevigata y Trixis angustifolia, así
como con escasos Forestiera, Bursera fagaroides, Aloysia, Dalea bicolor, Dodonaea viscosa (que se vuelve
dominante en manchones), Montanoa, Agave durangensis y Dasylirion durangense. En otros sitios hasta
a 2,100 m, A. schaffneri y P. laevigata se combinan con escaso Agave cf. salmiana, Opuntia, Celtis
laevigata y Yucca con estrato arbustivo inferior de Baccharis pteronioides, Brickellia veronicaefolia y Trixis
angustifolia; Plumbago es común en áreas de disturbio en lomeríos al S de la ciudad de Durango.
En franjas de contacto con el pastizal con arbustos son comunes otras especies de Acacia, así
como Mimosa, Condalia, Calliandra, Yucca y otros géneros. Abundan también las especies
subfrutescentes y herbáceas, principalmente de Brickelia, Viguiera, Eupatorium, Salvia y Verbena.
En sitios con mayor humedad, los matorrales de mezquite y de huizache chino pasan a ser
comunidades de bosque xerófilo espinoso (ver 15.1).
El matorral espinoso de Acacia schaffneri y Yucca decipiens alcanza la cota de los 2,400 m en el
declive oriental de la Sierra Madre Occidental, mezclado con el bosque bajo abierto.
En el mapa de vegetación de México de Leopold, el mezquite-grassland ocupa alrededor de una
tercera parte del estado de Durango; buena parte de esa área corresponde a lo que el mismo
Leopold denominó “short grass plain” y una pequeña parte corresponde al “mesquite scrub”,
ambos tratados como subtipos bajo el enunciado de “mesquite-grassland”. Otra parte está
cubierta por matorrales xerófilos.
Sinonimia: pastizal con cactus-Acacia (Shreve 1942); mesquite-grassland (Leopold 1950); pastizal mediano
arbosufrutescente (en parte), pastizal amacollado arbosufrutescente (en parte) (COTECOCA 1979).
4.2. Matorral crasicaule (Opuntia) (Lámina 9 c,d)
En Durango son comunes las nopaleras (matorrales de Opuntia), principalmente sobre suelos
someros de origen ígneo en laderas de cerros y en el área de “la breña” entre 1,900 y 2,300 m. La
abundancia de nopal parece estar favorecida por factores edáficos, pero también el disturbio
causado por sobreexplotación de los pastos con fines ganaderos aumenta mucho la incidencia de
especies e individuos de Opuntia.
En el centro y sur de Durango la especie dominante es Opuntia durangensis, nopal de aspecto
arbóreo que en ocasiones alcanza a medir más de 7 m de altura. Esta formación alcanza su
máxima expresión hacia el sur, en el estado de Zacatecas. Las nopaleras arborescentes,
principalmente de duraznillo (Opuntia durangensis), puras o combinadas con Prosopis o con Acacia,
18 Hacia el oriente, en la zona árida, el mezquite dominante es Prosopis glandulosa, que forma matorrales
bajos.
62
Vegetación y Ecoregiones de Durango
ocupan laderas pedregosas del centro y sureste del estado, entre 1,800 y 2,100 m. Las
comunidades de O. durangensis se desarrollan principalmente hacia la franja central del estado y a
esa especie corresponden las nopaleras del área de la breña y de los alrededores de la ciudad de
Durango.
Opuntia durangensis con Prosopis laevigata y Acacia schaffneri, escaso palo blanco (Celtis reticulata) y muy
escasa Bursera palmeri (arbustiva) se asocian al E de La Ferrería, entre 1,900 y 1950 m.
Más hacia el oriente, el dominante es otro nopal duraznillo, Opuntia leucotricha que forma
comunidades más bajas (±2 m de altura). Una asociación de O. leucotricha con O. streptacantha, O.
megacantha, Cylindropuntia imbricata, C. leptocaulis, Acacia, Prosopis, Mimosa, Fouquieria y Condalia es
descrita por COTECOCA (1979) con el nombre de matorral mediano espinoso crasicaulescente,
para parte de los municipios de Canatlán y San Juan del Río.
Las especies de Opuntia comparten con frecuencia la dominancia con Acacia schaffneri, dando lugar
al pastizal con cactus-Acacia descrito antes. Opuntia y Acacia se combinan en grados diversos,
Opuntia siendo dominante en áreas rocosas o en lomeríos de suelo somero y Acacia en suelos
aluviales en bajíos o en llanos.
Sinonimia: pastizal con cactus-Acacia (Shreve 1942); pastizal mediano arbosufrutescente (en parte)
(COTECOCA 1979).
4.3. Matorral de sotol (Dasylirion) (Lámina 10 a)
Se desarrolla en lomeríos y partes bajas de sierras con afloramientos de origen ígneo
(principalmente riolitas) en el sureste de Durango, entre 1,900 y 2,200(-2,400) m.
Dasylirion durangense se asocia con maguey cenizo (Agave durangensis) y con huizache chino (Acacia
schaffneri). En áreas afectadas por disturbio se combina con jarilla (Dodonaea viscosa). El sotol y la
jarilla son favorecidos por incendios y toman el lugar de bosques de encino que han sido
eliminados por fuego o por tala.
En los municipios de Durango, Poanas y El Mezquital se presentan comunidades en donde
Dasylirion es prácticamente el dominante fisonómico, acompañado únicamente por hierbas y
zacates.
4.4. Matorral perennifolio (Juniperus y Rhus) [MJ] (Lámina 10 b-d)
Se presenta en pie de monte, laderas suaves y terrenos planos en la base oriental de la Sierra y en
algunas serranías aisladas, con frecuencia formando áreas de transición entre el pastizal y el
bosque bajo abierto. Se localiza en pequeñaspoblaciones aisladas o en franjas angostas. Ocupan
lugares con clima semiseco templado BS1k., tanto en substratos de origen ígneo como
sedimentario.
Algunos matorrales de táscate, como los de J. coahuilensis, parecen representar comunidades
primarias adaptadas a sitios con escasa humedad. Otros son de origen secundario, a veces
derivados de bosque de pino piñonero o de encino. Se ha observado la repoblación por J.
deppeana var. zacatecensis en áreas abiertas cercanas a bosque de encino y en sitios en donde el
bosque de pino ha sido eliminado por fuego.
Los cedros o táscates (principalmente Juniperus coahuilensis) se asocian con Rhus. Rhus virens y R.
aromatica llegan a ser elementos dominantes en algunos sitios.
63
Vegetación y Ecoregiones de Durango
En afloramientos de roca caliza en el municipio de Nombre de Dios, entre 2,150 y 2,250 m, J.
coahuilensis y Rhus (Rhus microphylla, R. virens, Rhus sp.) se asocian con Salvia, Montanoa, Forestiera,
Agave asperrima, Fouquieria splendens, Ipomoea murucoides, Tecoma stans, con una densa cubierta de
pastizal de Bouteloua gracilis y B. curtipendula y un estrato arbustivo inferior con Condalia ericoides,
Salvia spp., Jatropha dioica, Calliandra y Bursera fagaroides. Phoradendron minutifolium se presenta como
hemiparásita sobre Juniperus.
En el municipio de Durango, al S de Morcillo, se desarrolla un matorral de J. coahuilensis en
laderas y terreno casi plano, substituido por bosque bajo abierto de Quercus en la parte superior de
los lomeríos.
Hacia el norte, en las cercanías de La Zarca, Juniperus se asocia con pastizal y con Yucca, Mimosa,
Acacia constricta var. vernicosa, A. schaffneri y Berberis trifoliolata. Muchos de sus componentes
herbáceos son los mismos que se encuentran en el matorral y el pastizal, las comunidades con las
que muestra mayor similitud de preferencias ecológicas. Gentry (1957) estudió algunas
asociaciones de pastizales con individuos aislados de Juniperus a las que llamó pastizal con encino-
enebro; encontró que los pastos y los cedros no se encuentran mezclados, sino más bien
intercalados en manchones con dominancia de uno u otro, dependiendo de la topografía y el tipo
de suelo.
En cañadas con matorral perennifolio del norte y oriente de Durango se asocian a Juniperus y Rhus
diversas Rosáceas arbustivas de hoja coriácea como Lindleya mespiloides, Malacomeles psilantha
(Amelanchier denticulata), Cercocarpus fothergilloides var. mojadensis, C. montanus, Purshia mexicana, P.
plicata, Vauquelinia californica y V. corymbosa.
En áreas de ecotonía entre pastizal y bosque bajo abierto de Quercus grisea, Juniperus deppeana var.
zacatecensis forma matorrales abiertos. En la Boca del Mezquital, entre 2,000 y 2,050 m se asocia
con elementos xerofíticos como Opuntia, Agave durangensis, Dasylirion durangense y Dalea bicolor y con
pastizal dominado por Muhlenbergia spp., B. curtipendula y compuestas, principalmente Viguiera
linearis. En este caso, Quercus grisea se desarrolla sobre el fondo del cañoncito pero lo usual es que
se presente a mayores elevaciones que el matorral.
Ocasionalmente, los Juniperus típicos de matorral se desarrollan como árbol, pero siempre bajos
(menos de 4 m) y muy dispersos, formando bosquetes. Esta es probablemente su forma original,
desarrollándose como arbustos en respuesta al disturbio. Estas comunidades son equivalentes al
'bosque templado bajo de escuamifolios' de González Medrano (2003).
Sinonimia: Pastizal con encino-enebro (en parte) (Gentry 1957); pastizal amacollado arbosufrutescente
(en parte), pastizal amacollado arborescente (en parte) (COTECOCA 1979).
OTRAS COMUNIDADES
Pastizal halófilo de pajón (Sporobolus airoides) (Lámina 6 c)
En el centro-sur de Durango, entre 1,800 y 2,000 m, en partes bajas de valles temporalmente
inundables con suelo limo-arcilloso o arcilloso, alcalino (pH de 8.4 a 9) y moderadamente salino
se presentan comunidades halófilas de pajón (Sporobolus airoides). Esta planta robusta, hasta de 1 m
de alto, con hojas pungentes, forma densas colonias y se acompaña de Distichlis spicata, Eragrostis
64
Vegetación y Ecoregiones de Durango
obtusiflora y a veces Eleocharis rostellata y Sporobolus spiciformis. De este tipo de sitios se registra
también la rara gramínea Reederochloa eludens.
Estas comunidades se mezclan de manera gradual con los matorrales o con bosque xerófilo
espinoso de mezquite y huizache (P. laevigata y Acacia schaffneri) y con gramíneas como navajita
(Bouteloua gracilis), banderilla (B. curtipendula) y Muhlenbergia rigida. En áreas muy alcalinas
representan la única vegetación a la orilla de zonas con fuerte afloramiento de sales.
Las asociaciones de S. airoides con hidrófitas fueron denominadas pastizal de ciénega por Gentry
(1957) (Ver 14.1.1).
65
Vegetación y Ecoregiones de Durango
REGIÓN DE LA SIERRA
SUBREGIÓN PIEDEMONTE Y SIERRAS AL ORIENTE
Los ambientes correspondientes a esta subregión se presentan de manera fragmentaria entre los
bosques de clima templado y frío de la sierra y la zona de pastizales y de matorrales de la región
de los valles. Los principales tipos de vegetación son:
5. CHAPARRAL [CH] (Lámina 11 a)
• En áreas de suelo somero, con fuerte afloramiento
de roca de origen ígneo, sobre laderas o collados.
• Entre los 2,000 y 2,500 m.19
• Clima semiseco templado (BS1k) con lluvias de
verano.20
• Cubre, en conjunto con los chaparrales
secundarios de la Sierra, unas 70,356 Ha (0.6% de
la superficie del estado).
Son matorrales usualmente muy densos, de ramificación
intrincada, de 0.5 a 2(4) m de alto, perennifolios, esclerófilos (hojas coriáceas), dominados por
manzanita (Arctostaphylos pungens) y/o por charrasquillo (Quercus depressipes).
Las especies dominantes tienen hojas perennes y endurecidas, al igual que otros arbustos
acompañantes como Garrya wrightii, Cercocarpus montanus, Comarostaphylis polifolia y Amelanchier. Las
hojas coriáceas les confieren resistencia a los vientos desecantes y a períodos prolongados de
sequía, características que los asemejan con los chaparrales de Baja California y SW de los
Estados Unidos. Sin embargo, los chaparrales de Durango (como los de la mayor parte de
México), se desarrollan en clima templado con lluvias en verano, a diferencia de los del norte, que
son de clima mediterráneo (con lluvias de invierno y verano seco). En ambos casos, los incendios
son frecuentes y las especies características del chaparral presentan adaptaciones ya sea para
germinar o para regenerarse después del fuego.
La manzanita es particularmente abundante en la vertiente oriental de la Sierra y en serranías al
oriente, aunque también se llega a desarrollar en algunos sitios hacia la vertiente occidental. Tiene
una amplia tolerancia ecológica y juega diferentes papeles en las comunidades: puede formar
parte del sotobosque en bosques no perturbados; formar densas cubiertas (chaparral secundario)
en sitios previamente ocupados por bosque, en cuyo caso depende del fuego para su renovación
(Márquez et al. 2006ª, b); o ser dominante en matorrales (chaparrales) de sitios con baja humedad
ambiental debido a desecación por viento (ej. sobre collados o “puertos”), o con baja
disponibilidad de humedad ambiental o edáfica (suelos muy someros sobre afloramientos de
roca) (Casas et al. 1995).
19 Los chaparrales secundarios, tratados junto con la vegetación de la Sierra, se desarrollan hasta a 3,100 m
de elevación.
20 Los secundarios se presentan en clima templado y semifrío.
66
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Los chaparrales en este último caso parecen representar comunidades primarias y tienen
características afines a las de los chaparrales californianos. Los de bajas elevaciones se desarrollan
en áreas de transición entre los pastizales y los bosques semihúmedos en las laderas secas de las
serraníasy en los flancos a sotavento de la Sierra Madre, en zonas limítrofes entre los climas BS y
Cw; la humedad ambiental es escasa debido a la desecación por corrientes de viento.
Los chaparrales constituyen a veces el estrato arbustivo de bosques muy abiertos de pino
piñonero (Pinus cembroides). Uno de los dos géneros endémicos de Durango, Megacorax, se conoce
de este tipo de comunidades en la Sierra de Coneto (González et al. 2002).
Otro tipo de chaparral es el que se presenta en partes altas de las serranías del oriente de
Durango como la Sierra del Rosario, donde predominan encinos arbustivos (Quercus aff. pringlei)
con A. pungens, Rhus virens, Lindleya mespiloides (charrasquillo), Garrya, Vauquelinia californica, V.
corymbosa y Agave.
Una variante del chaparral sin manzanita son comunidades con Quercus, Rhus, Cowania, Cercocarpus
y Forestiera acompañadas de elementos del matorral xerófilo (Dasylirion, Opuntia, Mimosa,
Eysenhardtia y otros) que se registran para Poanas en las cartas de uso del suelo de DETENAL
(1978). Otra asociación en la que predominan especies de Quercus y Forestiera, así como Bursera
fagaroides se localiza como manchones de matorral inerme, alto o mediano alto (2.5 a 5 m) en
laderas pedregosas con suelo somero al SE de Durango. Ésta es afín al “chaparral sin
Arctostaphylos” y también a comunidades reconocidas como matorral submontano por Rzedowski
(1966) para San Luis Potosí.
Comunidades más o menos similares se localizan entre los municipios de Peñón Blanco y
Guadalupe Victoria, también al oriente del estado, pero en este caso faltan los elementos
xerófilos y el chaparral está más bien asociado con especies de bosques de pino y encino,
principalmente de Pinus, Juniperus, Arctostaphylos y Arbutus.
Asociaciones similares pero más densas se presentan en las partes más abruptas de la breña
(manto basáltico) en el centro-sur de Durango, en pequeñas áreas del municipio de Poanas,
donde los dominantes son Quercus spp., Celtis reticulata y Forestiera, a veces con elementos de
bosque bajo abierto de P. cembroides.
Sinonimia: Matorral esclerófilo submontano (González Q. 1974).
67
Vegetación y Ecoregiones de Durango
6. BOSQUE BAJO ABIERTO [B(a)] (Láminas 11 b-d, 12)
• En el pie de monte y laderas con escasa
pendiente de partes bajas de la Sierra Madre,
en una franja de transición entre los bosques
de clima templado semihúmedo de la sierra y
los matorrales y pastizales del altiplano;
también en lomeríos y sierras bajas y en partes
altas de serranías al oriente del estado.
• Elevaciones entre (1,900-)2,100 y 2,500 m en
el declive oriental de la Sierra, rara vez hasta a
2,800 m (en Ocampo y en la en la Sierra El
Rosario). Unas pocas áreas tan bajas como
1,500 m en el declive occidental de la Sierra
Madre Occidental.
• Clima semiseco templado (BS1kw, BS1kwe); en menor proporción en clima templado
subúmedo de baja humedad (C(w0)). Lluvias de verano, temporada seca de enero a junio,
precipitación anual de 600 a 800 mm y temperaturas medias de 17 a 19°C.
• Ocupa unas 695,310 Ha (5.6% de la superficie del estado).
Estas comunidades no son bosques propiamente dichos ya que la cobertura del dosel arbóreo
usualmente es inferior a 20%. Son asociaciones de árboles bajos (menores de 8 m), por lo general
muy espaciados. A mayores elevaciones y en sitios con mayor humedad ambiental,
ocasionalmente los árboles forman una comunidad densa, a veces muy baja (2-4 m) ya sea de
pino piñonero (Pinus cembroides) o de encino.
Las principales especies de árboles son el piñonero (P. cembroides) y encinos ya sea blancos (Q.
chihuahuensis, Q. grisea) o rojos (Q. eduardii o Q. emoryi). Los encinos y otras latifoliadas son
caducifolios. Hacia sus límites superiores de distribución pueden estar presentes también el pino
chino (P. chihuahuana), encino blanco (Quercus arizonica) y madroño (Arbutus arizonica). A bajas
elevaciones los elementos arbóreos son más espaciados y destaca más bien la cubierta herbácea
dominada por gramíneas amacolladas.
El estrato arbustivo está compuesto por táscate (Juniperus deppeana), manzanita (Arctostaphylos
pungens), charrasquillo (Quercus depressipes), gatuño o uña de gato (Mimosa aculeaticarpa var. biuncifera
y M. dysocarpa), sotol (Dasylirion), nopales (Opuntia) y ocasionalmente Garrya wrightii, Rhus aromatica
var. trilobata, R. virens, Citharexylum altamiranum y Agave parryi. Juniperus deppeana se ve favorecido
por aclareos de pinos y encinos y A. pungens se incrementa en áreas que han sido incendiadas. El
huizache chino (Acacia schaffneri) es componente frecuente en zonas de ecotonía con los
matorrales.
Entre los elementos herbáceos y subfrutescentes destacan varias especies de zacates altos y
amacollados como los zacates colorados (Elyonurus barbiculmis, Heteropogon contortus, Schizachyrium
cirratum, S. sanguineum y Trachypogon secundus), Piptochaetium fimbriatum zacate liendrilla (Muhlenbergia
rigida), zacatón (M. emersleyi y M. pubescens), banderilla (Bouteloua curtipendula), navajitas (Bouteloua
gracilis y B. hispida) y tres barbas (Aristida spp.), así como Helianthemum glomeratum (hierba de la
gallina), diversas especies de Compuestas como Stevia serrata (borregos), Psacalium amplum (pata de
vaca), Tagetes lucida (hierbanís), Viguiera spp.; Labiadas como Salvia spp. y otras herbáceas.
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Vegetación y Ecoregiones de Durango
Sinonimia: Este tipo de vegetación se conoce en inglés como “woodland” (pine-oak woodland,
oak woodland, pinyon-juniper woodland) y en España se le da el nombre de “parque”. Equivale
al montane low forest de Muller (1947) y corresponde, en parte, al pastizal con encino-enebro de
Gentry (1957) y al pastizal amacollado arborescente de la COTECOCA (1979).
Las asociaciones más comunes del bosque bajo abierto son:
6.1. Bosque de pino [B(a)P]
Bosque de piñonero (Pinus cembroides) [B(a)Pc]
El piñonero llega a ser el dominante fisonómico en laderas y mesas, tanto en áreas rocosas de
suelo somero como en suelos profundos en el piedemonte oriental de la Sierra y en partes bajas
de serranías. Los árboles son de 5 a 8 m de alto, y la cobertura del dosel varía entre 2 y 20%
aunque en cañadas y sitios húmedos llega a alcanzar hasta 80%. El Juniperus más comúnmente
asociado es J. deppeana; en áreas secas la palma Yucca decipiens y Opuntia también forman parte de
los bosques de P. cembroides. En la Sierra de La Candela, el piñonero se asocia con Juniperus
coahuilensis y con elementos de matorral como Acacia y Opuntia entre 2,000 y 2,250 m s.n.m. Las
afinidades florísticas de las comunidades de pino piñonero son hacia el norte21.
En áreas abiertas con fuerte afloramiento rocoso con bosque de P. cembroides y chaparral en la
Sierra de Coneto se desarrollan Megacorax gracielanus (Onagraceae), un género microendémico y
Mammillaria theresae Cutak, especie microendémica (González et al. 2002; López et al. 2003). La
zona representa una isla de vegetación de clima semiseco templado al occidente del desierto
chihuahuense. En los afloramientos rocosos donde se presenta M. theresae destacan por su
cobertura y frecuencia Selaginella schaffneri, S. rupincola y S. pilifera así como Gramíneas, plantas
crasas (Crasuláceas y Portulacáceas) y musgos.
El piñonero se presenta espaciadamente, con arbustos como Q. depressipes, A. pungens y escasos
Garrya wrightii, Nolina durangensis, N. juncea y Agave parryi. Otros árboles muy escasos son P.
chihuahuana, Q. eduardii, Q. emoryi y Yucca sp. En los sitios más secos crecen Quercus chihuahuensis,
Mimosa aculeaticarpa var. biuncifera, M. dysocarpa, Dalea bicolor y Verbesina chihuahuensis, mientras que
en cañaditas con mayor humedad ambiental se presentan Quercus oblongifolia, Ceanothus greggii,
Purshia mexicana y, muy espaciados, Arbutus arizonica, Quercus rugosa, Q. sideroxyla y Comarostaphylis
polifolia (López et al. 2003), estos últimos evidentemente representando relictos deépocas en
donde el bosque húmedo cubría áreas más extensas.
Bosquete de Pinus engelmannii (pino real) y/o P. chihuahuana (pino chino)
Pinus engelmannii llega a ser dominante en algunas áreas a pie de monte y orillas de llanos en zonas
intermedias entre los bosques bajos abiertos y los de clima más templado y húmedo. Estas
comunidades se tratan como bosquetes por cubrir superficies menores a 2 km2.
En la Sierra de Coneto, entre 2,200 y 2,300 m se desarrollan comunidades de Pinus chihuahuana y
P. engelmannii con sotobosque de Quercus depressipes. De estas comunidades fue descrito Megacorax
gracielanus, uno de los dos géneros endémicos al estado de Durango.
21 Por ejemplo, más de la cuarta parte del estado norteamericano de New Mexico está cubierto por
pinyon-juniper woodland.
69
Vegetación y Ecoregiones de Durango
6.2. Bosque de encino [B(a)Q] (Lámina 12)
Se trata de encinares xerófilos que se desarrollan en el pie de monte oriental de la Sierra así como
en serranías del centro y oriente de Durango y en algunas laderas medias del declive occidental de
la Sierra. En ellos pueden predominar los encinos blancos (Quercus chihuahuensis, Q. grisea y/o Q.
arizonica) o los encinos rojos ("colorados": Q. eduardii, Q. emoryi), a veces con encino roble (Q.
conzatii) o con Q. oblongifolia. En áreas de disturbio son comunes los “enjambres híbridos”,
poblaciones de híbridos de especies de Quercus (Bacon y Spellenberg 1996).
En las partes bajas los encinos se mezclan con Acacia y Mimosa y en las partes altas con Pinus
cembroides. En muchos casos no hay estrato arbustivo; en otros pueden encontrarse Arctostaphylos
pungens, Citharexylum altamiranum, Forestiera durangensis o Fraxinus rufida.
En sitios perturbados los bosques bajos de encino están siendo reemplazados por matorrales de
jarilla (Dodonaea viscosa) y ésta es ya un elemento común en el estrato arbustivo del bosque bajo
abierto (Casas et al. 1995). Aunque Q. eduardii y otros encinos tienen una tolerancia relativamente
alta al disturbio gracias a su capacidad de regeneración a partir de tocones o de la parte
subterránea del tallo, en muchos sitios están siendo desplazados por jarilla.
Cuando el bosque bajo abierto de encino tiene una estructura sencilla con solo un estrato arbóreo
y otro herbáceo en el que dominan gramíneas se reconoce la asociación denominada por Gentry
(1957) como pastizal con encino-enebro, en la que predomina uno u otro estrato dependiendo de
la topografía y la altitud.
A medida que se avanza en latitud hacia el norte se reduce la elevación a la que se presentan
especies de encino de bosque bajo abierto.
Quercus chihuahuensis es el encino que se desarrolla a menores altitudes (1,400 a 2,200 m) en el
declive oriental de la Sierra. Forma comunidades de 3 a 4 m de alto. Es dominante en la Sierra
del Registro, así como en el límite inferior del bosque bajo abierto en la Sierra de Gamón y en
otras serranías. Entre los elementos acompañantes están Montanoa, Agave durangensis, Dasylirion
durangense y Bouvardia ternifolia.
Quercus grisea, otro encino blanco, es común entre 1,700 y 2,600 m. En áreas de transición con los
bosques de clima más húmedo y frío Quercus arizonica llega a formar comunidades puras y abiertas
en pies de monte y orillas de llanos. En la vertiente W de la sierra, en transición con las
comunidades semitropicales, se desarrollan bosques abiertos de Q. arizonica y de Q. chihuahuensis.
Un par de encinos rojos muy similares entre sí, Quercus eduardii y Q. emoryi son con frecuencia
dominantes entre 1,650 y 2,500 m en el pie de monte de la Sierra Madre Occidental y en serranías
al oriente. Quercus eduardii al sur del estado en ambas vertientes de la Sierra y Q. emoryi al centro y
norte. En zonas intermedias se encuentran híbridos entre ambos.
Quercus eduardii y Q. conzattii forman una comunidad arbustiva en sitios muy perturbados al sur de
la ciudad de Durango. Ambas especies, con características morfológicas muy diferentes entre sí,
llegan a formar enjambres híbridos (Bacon y Spellenberg 1996). En sitios menos perturbados,
estas especies se combinan con Q. chihuahuensis, Q. grisea, así como con Arctostaphylos pungens en
sitios sometidos a incendios para favorecer el crecimiento de gramíneas, o con las xerofíticas
Agave, Mimosa, Dasylirion y Yucca en áreas con suelo muy somero.
Quercus oblongifolia, un encino de hojas azulosas, forma parte de los bosques bajos abiertos entre
1,750 y 2,300 m en la vertiente oriental de la sierra y en serranías al oriente.
70
Vegetación y Ecoregiones de Durango
En el ecotono con el matorral, escasos Q. emoryi, Q. chihuahuensis y Garrya se asocian con huizache
(Acacia schaffneri) y Opuntia, por ejemplo en la Sierra de Gamón a 2,330 m; a los 2,440 m el bosque
bajo abierto está más definido, dominado por Q. chihuahuensis, Q. emoryi y P. cembroides con A.
pungens, Q. depressipes y huachichile (Loeselia mexicana) en el estrato arbustivo.
En el declive occidental de la Sierra se presentan bosques bajos y abiertos en climas semicálidos,
en una franja entre los bosques templados y los tropicales:
Los dominados por roble (Quercus resinosa) presentan una amplia distribución entre 1,700 y 2,300
m, a veces asociados con Q. eduardii y Q. viminea y/o con pinos. Muchas de estas comunidades
están siendo substituidas por matorrales de Dodonaea.
Quercus cf. chihuahuensis es común en sitios secos entre 1,550 y 1,600 m. Estos arbolitos de copa
ancha y tronco retorcido están combinados a veces con Quercus coccolobifolia y con elementos
tropicales como vinorama (Acacia farnesiana), tepehuaje (Lysiloma acapulcensis) y Acacia pennatula;
forma bosquecitos muy abiertos de entre 4 y 7 m de alto (p. ej. en El Purgatorio, mpio.
Tepehuanes).
6.3. Bosque mixto [B(a)PQ] (Lámina 11 b-d)
Son comunidades de pino y encino donde los encinos se combinan con piñonero (Pinus
cembroides), a veces acompañados de pino real (Pinus engelmannii) o pino chino (P. chihuahuana) y de
madroño (Arbutus arizonica). Entre los encinos blancos destacan Quercus chihuahuensis, Q. grisea o Q.
oblongifolia y entre los rojos Q. eduardii y Q. emoryi.
La asociación más común es la de Pinus cembroides y Quercus spp., con frecuencia con Arctostaphylos
pungens. Se desarrolla en el piedemonte oriental y áreas bajas de la Sierra entre 2,100 y 2,550 m y
hasta los 2,800 m en serranías de la región central y oriental de Durango. Hacia sitios más secos
destaca la presencia de elementos xerófilos como Opuntia, Agave, Cactáceas y palmas (Yucca). En
áreas del centro y sur de Durango se presenta también el zacate cortador (Nolina juncea).
Pinus chihuahuana llega a ser dominante en bosques intermedios con los de clima más húmedo. En
partes bajas se asocia con Q. eduardii, P. engelmannii y Juniperus deppeana, con A. pungens y Quercus
striatula en el estrato arbustivo. Hacia los límites superiores del ecosistema de bosques de clima
semiseco templado, en ecotonía con los de clima templado subhúmedo, P. chihuahuana se asocia
con P. engelmannii, Quercus grisea, Q. arizonica y/o Q. laeta.
El pino real (P. engelmannii) se asocia en sus límites inferiores de elevación (2,000-2,200 m) con P.
chihuahuana, P. cembroides, Quercus eduardii, Q. emoryi y Arbutus arizonica. Como en otros bosques
bajos abiertos los arbustos comunes son Juniperus deppeana y Arctostaphylos pungens.
En la vertiente W de la sierra, en áreas de transición con los bosques tropicales, varios elementos
del bosque bajo abierto se mezclan con elementos tropicales formando comunidades mixtas. Una
de las más comunes es la de Pinus chihuahuana con Quercus spp.
En la región de las quebradas entre 1,900 y 2,400 m se desarrolla un tipo de bosques mixtos
semisecos con influencia tropical, en los que destacan Pinus luzmariae, P. oocarpa y/o P. lumholtzii
combinados con robles (Quercus resinosa, Q. magnoliifolia,Q. radiata y/o Q. urbanii) o con encinos
colorados (Quercus viminea, Q. gentryi). Quercus praineana es un elemento poco común, restringido a
este tipo de ecosistemas.
71
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Quercus resinosa se asocia con Pinus aff. chihuahuana, Q. eduardii y Pinus luzmariae en áreas de El
Mezquital. Otras asociaciones en áreas de las partes medias de las Quebradas son las de Quercus
arizonica y Q. chihuahuensis con P. chihuahuana. En sitios menos secos y de mayor elevación, el
encino duraznillo (Quercus viminea) se mezcla con varias especies de pino.
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Vegetación y Ecoregiones de Durango
REGIÓN DE LA SIERRA
SUBREGIÓN DE LA SIERRA MADRE OCCIDENTAL
El macizo de la Sierra Madre Occidental comprende ecosistemas muy diversos: en elevaciones
sobre los 2,500 m (arriba de los 2,700 m en serranías aisladas) se presentan climas templados (C)
y semifríos (C(E)); hacia el declive occidental se presentan climas templados a semicálidos desde
los 1,400 m. Ocupa casi un 40% de la superficie del estado.
Característicos de esta región son los bosques de pino y/o encino, bosques de otras coníferas,
bosques de encino y pequeñas áreas con bosque mesófilo, así como chaparrales y pastizal
inducido. La topografía y los suelos someros de la sierra no favorecen las actividades agrícolas ni
pecuarias, pero albergan a la segunda reserva forestal más grande del país.
Estos bosques representan además el principal generador de los servicios ambientales que
sostienen nuestra calidad de vida.
Las comunidades de bosque de clima templado o frío más importantes son:
7. BOSQUES DE CONÍFERAS
• Sobre la Sierra Madre Occidental y partes altas
de otras sierras; en su mayor parte sobre
substrato de origen ígneo.
• Desde los 1,400 (en el declive occidental de la
Sierra) a 3,310 m s.n.m. Son las comunidades
arbóreas que ocupan los puntos más altos en
Durango.
• Climas: semifrío subhúmedo C(E)(w); templado subhúmedo con lluvias de verano en
sus variantes de mayor humedad C(w1) y C(w2); pequeñas áreas con clima semifrío
húmedo C(E)(m), templado húmedo C(m)w y semifrío con verano fresco largo C(b’).
Temperaturas medias anuales entre 10 y 15º C y precipitación anual promedio entre 700
y 1,200(-1,400) mm.
• Cubren unas 611,853 Ha, casi un 5% de la superficie de Durango.
Estos bosques permanecen verdes todo el año ya que las coníferas cambian las hojas de manera
gradual. Incluyen a los dominados por especies de pino así como a pequeñas áreas en las que los
pinabetes (Pseudotsuga, Abies o Picea) son dominantes y a bosquetes de cedros (Cupressus o
Juniperus).
Aunque los bosques puros de coníferas se restringen por lo general a las partes altas, hay algunos,
como los de cedro que se presentan en altitudes iguales o menores que las ocupadas por los
bosques de encino. Al igual que en el caso de los bosques de encino, los de coníferas llegan a
menores elevaciones en el declive occidental de la Sierra debido principalmente a las diferencias
con respecto a la humedad disponible.
73
Vegetación y Ecoregiones de Durango
La mayor parte de los bosques de coníferas en Durango son comunidades clímax, pero unos
pocos parecen ser comunidades secundarias originadas por perturbación de la comunidad
original.
7.1. Bosques de pino [BP] (Lámina 13)
Entre los bosques de coníferas, los más conocidos son los de pino, tanto por la superficie que
ocupan como por el número de variantes que presentan y por la amplitud de condiciones
ecológicas a las que se adaptan. Presentan dominancia (80% o más) de especies de pino.
Se localizan sobre la Sierra Madre Occidental, de los 2,400 a los 3,310 m en la vertiente oriental,
mientras que en la vertiente occidental pueden encontrarse desde elevaciones tan bajas como
1,400 m.
En el aspecto económico estas comunidades representan un recurso muy importante para
Durango y una de las más importantes fuentes de ingresos. Han sido dañados por
sobreexplotación y pastoreo aunque en años recientes su manejo ha permitido una mejor
conservación.
Son comunidades muy diversas en cuanto a su composición, estructura y afinidades ecológicas.
Para Durango se han registrado 21 especies de pinos (una quinta parte de los conocidos para
todo el mundo). La estructura de estos bosques varía desde la de los dominados por una sola
especie en los que en ocasiones existe únicamente un estrato arbóreo, otro herbáceo y otro
rasante, hasta la estructura compleja de los dominados por varias especies de pino y a veces de
otros géneros, con dos estratos arbóreos además del arbustivo, herbáceo y rasante y con
hemiparásitas y epífitas en sitios con clima húmedo.
Entre las principales comunidades de bosque de pino están las siguientes:
Pinus cooperi. Las masas puras de Pinus cooperi son comunes sobre bajíos con suelo profundo,
partes bajas de laderas y en laderas con escasa pendiente en la Sierra entre 2,500 y 2,750 m, o
hasta a 3,310 m en mesas y cimas de cerros (ej. sobre el cerro Barajas). Pinus cooperi es endémica
de la Sierra Madre Occidental. Se conoce únicamente de Chihuahua al sur de Durango y el
extremo N de Nayarit.
El elemento acompañante de P. cooperi más usual es Juniperus deppeana, pero también pueden
presentarse Arctostaphylos pungens o la encinilla (Quercus striatula), un arbusto bajo que ha sido
citado para Durango erróneamente como Q. microphylla. Sobre laderas adyacentes a los bajíos
donde se desarrolla comúnmente P. cooperi se presentan diversas combinaciones de pino y encino.
Pinus leiophylla se presenta como monodominante o mezclado con P. cooperi. Ambas especies
son dominantes en bajíos, donde los bosques tienen una composición más simple; hacia las
laderas la diversidad de especies leñosas se hace más compleja, combinándose con encinos,
principalmente Q. sideroxyla, que a veces son los dominantes fisonómicos.
Pinus arizonica forma amplias masas puras, principalmente en Santiago Papasquiaro y
Tepehuanes, entre 2,500 y 2,700 m; en menor extensión se encuentra también en San Dimas. En
otros sitios se presenta asociado principalmente con P. teocote, Q. sideroxyla y Arbutus spp.
74
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Pinus teocote es una especie que rara vez forma masas puras pero ocasionalmente lo hace sobre
laderas pedregosas con suelo pobre. Esos sitios presentan una baja calidad de estación y las
comunidades son abiertas debido a que la alta pedregosidad superficial no favorece la
regeneración.
Pinus durangensis forma masas puras sobre laderas con escasa pendiente y clima relativamente
húmedo al iniciarse el declive de la Sierra hacia el occidente. En condiciones favorables llega a
alcanzar hasta 42 m de alto y más de 1 m de diámetro troncal. Entre los elementos que se asocian
están P. arizonica, P. teocote y P. leiophylla.
Pinus ayacahuite es el pino más común en cañadas húmedas. Pinus ayacahuite está ampliamente
distribuido y domina la vegetación de cañadas en partes altas, principalmente en suelos húmedos
y bien drenados. Pinus ayacahuite var. brachyptera, P. teocote y P. arizonica se combinan en la Sierra de
La Candela entre 2,600 y 2,800 m.
En las laderas orientales de la Sierra, donde la precipitación es más escasa, hay bosques abiertos
de pino real (P. engelmannii) a veces en los límites con los bosques bajos abiertos. El pino chino
(P. chihuahuana) llega a ser abundante en laderas secas y rocosas, en la periferia de los bosques
de P. engelmannii o en ecotonías con los bosques bajos abiertos.
Sobre el declive occidental de la Sierra, en partes menos frías por abajo de los 2,400 m hay
comunidades muy variables en composición y densidad, en donde son comunes Pinus oocarpa,
P. luzmariae, P. devoniana, P. douglasiana, P. lumholtzii, P. herrerae y P. maximinoi. Entre
1,900 y 2,100 m ocurren comunidades de pino y madroño con Pinus devoniana, P. maximinoi, P.
herrerae, P. lumholtzii, P. oocarpa,Arbutus tessellata, A. madrensis y A. xalapensis. Hacia sus límites
inferiores estas comunidades se substituyen por bosques mixtos.
Sinonimia: En la nomenclatura de COTECOCA se denomina bosque aciculifolio al dominado por
especies de pino.
7.2. Bosques de pinabete (Abies y/o Pseudotsuga y/o Picea) [BC] (Lámina 14 a-c)
Destacan árboles de copa cónica u oblongo-cónica (pinabetes)22, especies de los géneros Abies,
Pseudotsuga y Picea, que son coníferas con mayores requerimientos de humedad que los pinos.
Pueden formar masas puras o mezclarse con pinos y encinos.
Se encuentran en manchones aislados, preferentemente en cañadas y en laderas con exposición al
norte entre 2,200 y 3,310 m de elevación, con temperaturas relativamente bajas y en ambientes
protegidos de los vientos secos y de la insolación.
En este grupo destacan los oyameles o cahuites (Abies durangensis), los pinabetes o cahuites
(Pseudotsuga menziesii) y el cahuite (Pinus ayacahuite). Usualmente se combinan con encinos y otras
latifoliadas, principalmente Arbutus xalapensis var. bicolor, A. madrensis, Alnus y Cornus. En el estrato
arbustivo hay Arbutus occidentalis (madroño enano), Ceanothus, Ribes, Rubus, Vaccinium y Pernettya
Entre las herbáceas características se cuentan Fragaria mexicana (fresilla) y la endémica
Maianthemum mexicanum.
22 Los pinos tienen por lo general copa redondeada o cónico redondeada, mientras que los otros géneros
de Pináceas la tienen cónica u oblongo-cónica.
75
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Se desarrollan también especies trepadoras indicadoras de humedad ambiental como Lonicera
pilosa, Smilax aristolochiaefolia e Hydrangea seemanii (flor de mariposa); esta última es una planta
endémica de ambientes húmedos y fríos de la Sierra, trepadora sobre rocas y sobre árboles.
Bosques de Pseudotsuga
El pinabete o cahuite (Pseudotsuga menziesii) es dominante en algunas cañadas y laderas húmedas,
con frecuencia asociado con Abies durangensis y con pinos, principalmente Pinus ayacahuite, pino
colorado (P. durangensis) y encinos como Q. rugosa, Q. sideroxyla o Q. crassifolia. Se asocian también
trepadoras indicadoras de humedad ambiental como Lonicera pilosa y Smilax aristolochiaefolia. Se
conoce de muchos lugares, por ejemplo del Cerro Huehuento; cercanías del aserradero La Flor;
cañadas y laderas de las Sierras de La Candela y de Promontorio; áreas en Santiago Papasquiaro,
Tepehuanes, Guanaceví, norte de Tamazula, San Dimas, Pueblo Nuevo y El Mezquital. Un
pequeño manchón se localiza en Súchil, en la Sierra de Urica, dentro del área de influencia de la
Reserva La Michilía. En algunas cañadas en la Sierra de Promontorio, Pseudotsuga es el principal
componente de la vegetación, asociado con Abies, Cupressus, Pinus y Quercus.
Para Durango se han registrado cinco especies de Pseudotsuga: P. macrolepis, P. flahualti, P. rehderi, P.
guinieri y P. taxifolia. Rzedowski (1978) hace notar que hay profundas discrepancias respecto a la
taxonomía de las especies de este género y que la mayoría de los botánicos reconocen sólo una
especie para México: P. menziesii. El mismo criterio es seguido por García y González (2003). Sin
embargo, se requiere un estudio biosistemático de este complejo de plantas para decidir con
certeza si existen en Durango una o más especies.
Bosques de Abies
Existen en Durango algunas masas puras de Abies en medio de bosques de pino o de pino-
encino, ocupando sitios más húmedos que éstos, pero lo más común es que Abies se encuentre
mezclado con otras coníferas, a veces también con encinos, formando parte de bosques mixtos.
Abies durangensis llega a ser dominante en cañadas y laderas en Cebollitas y Vasco Gil (Canelas),
Topia, Tepehuanes, Santiago Papasquiaro, San Dimas, Pueblo Nuevo y norte de Tamazula.
En Santa Bárbara, P.N., Abies durangensis se mezcla con Cupressus, Pseudotsuga y Picea en algunos
sitios y con Pseudotsuga, Cupressus, Pinus ayacahuite, Quercus sideroxyla, Cupressus y Prunus en otros. En
el predio Las Bayas se asocia con Pseudotsuga, Pinus ayacahuite, P. durangensis, Cupressus, Quercus
crassifolia, Q. rugosa y Q. sideroxyla y con madroños como Arbutus madrensis y A. tessellata. En Vasco
Gil (Canelas) se combina con Pseudotsuga y Pinus durangensis.
Abies neodurangensis es una especie de distribución mucho más restringida y de menores
elevaciones que A. durangensis; en la cañada de Los Bancos esta especie se asocia con pinos y
encinos.
Asociaciones con Picea
Picea chihuahuana es una especie de distribución geográfica muy restringida, de tipo relictual,
endémica a la Sierra Madre Occidental. De una distribución previa más amplia cuando las
condiciones ambientales de alta humedad y temperaturas relativamente bajas prevalecían en
buena parte de México, hace unos 9,000 años, casi desapareció del área. Actualmente se conoce
sólo de unas 25 poblaciones en cañadas húmedas en Chihuahua y Durango entre 2,300 y 2,850
m. La condición relictual de P. chihuahuana (Gordon 1968) es confirmada por Rzedowski (1978)
con base en registros de polen fósil en otras partes del país.
76
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Picea chihuahuana es la única especie de este género conocida de Durango. Está incluida en la
NOM como especie en peligro de extinción. Las poblaciones de P. chihuahuana varían desde 5
individuos a unos cuantos cientos, asociados principalmente con Cupressus spp., Pseudotsuga, Abies
durangensis, Pinus ayacahuite, Alnus y ocasionalmente con Populus tremuloides. Entre las localidades de
donde se conoce Picea para Durango están el arroyo La Medalla; la junta de los arroyos
Ventanillas y Los Ojuelos al inicio del río Sextín; el predio Cebollitas (Canelas); el arroyo Santa
Bárbara (P.N.); los Bajíos de Don Víctor (Durango) y La Guacamayita (El Mezquital).
Sinonimia: Los bosques de Abies, Pseudotsuga o Picea constituyen parte del tipo de vegetación denominado
“boreal forest” por Leopold (1950). Gordon (1968) puntualiza que estos bosques deben ser considerados
más bien como “templado fríos de montaña” que “boreales”.
7.3. Bosque de cedro o de táscate (Cupressus o Juniperus) (Lámina 14 d)
Los cedros o cedros blancos (Cupressus arizonica y/o C. lusitanica) forman ocasionalmente
bosquetes en cañadas húmedas y laderas adyacentes sombreadas. Se asocian con Pinus ayacahuite,
Pseudotsuga, Pinus durangensis o Quercus spp. Comunidades de este tipo se encuentran en Guanaceví,
Pueblo Nuevo y al norte del municipio de El Mezquital.
Los táscates o cedros (Juniperus deppeana) son uno de los principales componentes asociados
con pino y encino, pero a veces se presentan como dominantes formando bosquetes,
generalmente de Juniperus deppeana var. robusta.
Las comunidades de Juniperus pueden ser de origen primario, particularmente en áreas planas con
suelos profundos, o de tipo secundario, después de ocurrir incendios en bosque de pino.
En Durango la especie más común en los bosques es Juniperus deppeana. Un elemento frecuente en
bosques con influencia tropical en la vertiente W de la sierra es J. flaccida, pero éste no se ha
observado formando masas puras.
Sinonimia: Los bosques de cedros y táscates corresponden al bosque escuamifolio en las memorias de
COTECOCA (1979), con base en la nomenclatura de Miranda y Hernández X. (1963).
77
Vegetación y Ecoregiones de Durango
8. BOSQUE MIXTO (DE PINO-ENCINO o DE ENCINO-PINO)
[BQP y BPQ]
• Sobre la Sierra Madre Occidental y las sierras
al oriente, en su mayor parte sobre substrato
de origen ígneo; sobre laderas, mesas,
cañadas, bajíos y collados en ambientes muy
diversos.
• Entre los 600 y 3,200 m. Sus menores
elevaciones se presentan sobre la vertiente
occidental de la Sierra; sobre la vertiente
oriental inician a partir de los 2,300 m.
• Climas: semifrío subhúmedo C(E)(w);
templado subhúmedo en todas sus variantes
de humedad [C(w0),C(w1) y C(w2)]; pequeñas
áreas con clima semifrío húmedo C(E)(m); templado húmedo C(m)w y semicálido
subhúmedo (A)Cw. Temperaturas medias anuales entre 10 y 18ºC (más de 18° en el
clima (A)Cw)); precipitación anual promedio entre 700 y 1,300(-1,500) mm.
• Cubren alrededor de 3,231,518 Ha, más de un 26% de la superficie total de Durango.
Los bosques de pino - encino (Pinus - Quercus) se presentan en ambientes muy diversos y por lo
tanto están representados por muy diversas asociaciones. Se encuentran en todos los grados
intermedios entre el pinar puro y el encinar puro y en algunos lugares las comunidades mixtas
son de distribución más amplia que las puras, por lo que muchos autores funden en sus estudios
a los bosques de Pinus y los de Quercus (Rzedowski 1978).
Muchas especies de pino y de encino muestran preferencias ecológicas similares, mezclándose en
diversas proporciones y formando comunidades mixtas cuyo determinismo a veces es difícil de
interpretar. Aunque en muchos sitios es difícil decidir si la comunidad debe ser tratada como
bosque “puro” o mixto, los bosques mixtos son los más ampliamente representados en Durango
y por esa razón se tratan como un tipo de vegetación separado.
Su composición y las proporciones de las especies varían dependiendo de diversos factores
ambientales. Márquez y González (1998) y Márquez et al. (1999) analizan la estructura y la
composición de algunos bosques mixtos, encontrando que en el estrato arbóreo la composición
varía desde dos hasta nueve especies.
Algunos ejemplos de este tipo de comunidades son los siguientes:
Del interior y del declive oriental de la Sierra y de sierras al oriente (Láminas 15-17)
En climas semifríos sus componentes más comunes son Pinus teocote, P. leiophylla, P. cooperi, P.
durangensis y/o P. ayacahuite con Quercus rugosa, Q. sideroxyla y/o Q. crassifolia. Como elementos
acompañantes están los cedros (Juniperus deppeana) y los madroños (Arbutus arizonica, A. xalapensis,
A. madrensis y A. tessellata). En condiciones de mayor humedad ambiental se presentan ailes o
alisos (Alnus jorullensis y A. acuminata), capulín (Prunus serotina), alamillo (Populus tremuloides) y
cahuites (Pseudotsuga y Abies). En el estrato arbustivo están el táscate (J. deppeana), la manzanita (A.
pungens), el madroño enano (Arbutus occidentalis) y especies de Ceanothus, Ribes, Rubus, Vaccinium y
78
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Pernettya. El estrato herbáceo tiene una gran diversidad florística, predominando gramíneas y
compuestas; los zacates más comunes son de los géneros Muhlenbergia, Bromus, Festuca, Aristida,
Andropogon, Stipa y Bouteloua. Entre las principales compuestas se cuentan especies de Cosmos,
Dahlia, Psacalium (Psacalium sinuatum – matarique; P. cronquistiorum – oreja de elefante), Senecio,
Stevia, Viguiera y Xanthocephalum. Algunos representantes de otras familias son Geranium, Potentilla,
Ranunculus, Begonia, Cerastium y Cologania.
En los alrededores de bajíos y partes bajas de laderas, entre 2,380 y 2,900 m son comunes Pinus
cooperi y/o Pinus leiophylla y/o Q. sideroxyla con J. deppeana. Ocasionalmente pueden estar también
P. engelmannii, P. ayacahuite, Q. rugosa (a veces substituyendo a Q. sideroxyla), Arbutus madrensis, A.
arizonica, A. xalapensis var. bicolor o Populus tremuloides. Las proporciones de los componentes de
estas asociaciones son muy variables y las comunidades van desde las de P. cooperi como única
especie arbórea a las de Quercus sideroxyla como especie dominante y P. cooperi como secundaria.
En el sotobosque son comunes el táscate (J. deppeana), manzanita (A. pungens) o encinilla (Quercus
striatula).
En sitios entre 2,500 y 2,700 m se asocian Quercus sideroxyla, Q. laeta, Pinus durangensis, P. teocote,
Arbutus spp. y Q. coccolobifolia.
Sobre parteaguas (cordones), laderas y mesas entre 2,550 y 2,700 m Pinus teocote se presenta como
dominante, con frecuencia acompañado de P. arizonica, P. engelmannii, P. leiophylla, Quercus
sideroxyla, Q. arizonica, Q. mcvaughii, Q. laeta y madroños como Arbutus madrensis, A. arizonica y A.
tessellata.
De laderas con escasa pendiente y valles intermontanos entre 2,500 y 2,800 m se registran las
siguientes asociaciones:
Pinus durangensis, Q. rugosa y Q. sideroxyla con Arbutus madrensis, A. arizonica y escasos Alnus y
Prunus. En algunos sitios se asocian también P. leiophylla, P. ayacahuite y A. tessellata. En el
sotobosque puede estar presente el madroño enano (Arbutus occidentalis).
Pinus durangensis con escaso P. ayacahuite, Quercus sideroxyla y Cupressus.
Pinus durangensis, P. teocote, P. ayacahuite, P. leiophylla (escaso), P. engelmannii (escaso), Alnus, Q.
sideroxyla y Arbutus madrensis con A. pungens y escaso J. deppeana.
Pinus durangensis con P. teocote, P. leiophylla, Q. sideroxyla, Arbutus arizonica, A. madrensis y A. tessellata
con sotobosque de J. deppeana y A. pungens entre 2,600 y 2,700 m. A menores altitudes P.
durangensis es substituido por P. engelmannii:
P. engelmannii, P. teocote, P. leiophylla, Q. sideroxyla (abundante), Quercus spp., Arbutus tessellata, A.
arizonica, A. madrensis y Alnus se combinan en diversas asociaciones, con J. deppeana y A. pungens en
el sotobosque.
Entre 2,300 y 3,100 m en la Sierra (y entre 2,600 y 2,700 m en sierras al oriente, como La Candela
y Promontorio) los bosques mixtos incluyen con frecuencia a Cupressus, Abies o Pseudotsuga:
Quercus rugosa y Cupressus (arbolitos 3-5 m) con P. ayacahuite, Q. sideroxyla, Q. crassifolia, Alnus,
Fraxinus, Garrya y Prunus serotina.
Quercus rugosa, P. teocote, P. ayacahuite, Pinus sp., Arbutus xalapensis var. bicolor con Cupressus, Q.
mcvaughii y A. arizonica. Arctostaphylos pungens común en el sotobosque.
79
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Quercus crassifolia, Arbutus xalapensis var. bicolor, P. teocote con Pinus durangensis, Q. sideroxyla, P.
ayacahuite, Arbutus arizonica, Cupressus, Q. rugosa, Garrya. Sotobosque con escasos A. pungens y Q.
depressipes.
Quercus sideroxyla y Pinus durangensis con Q. rugosa, P. ayacahuite, Q. aff. crassifolia, Arbutus xalapensis
var. bicolor, P. teocote, Pinus sp. y Pseudotsuga.
Quercus rugosa, Q. sideroxyla, Cupressus y P. ayacahuite con Arbutus xalapensis var. bicolor, Pseudotsuga,
Fraxinus, Pinus durangensis y P. discolor.
Pinus discolor es una especie de distribución restringida en Durango, conocida de Guanaceví,
Tepehuanes y Santiago Papasquiaro. En la Sierra de La Candela se localiza a 2,700 m, con varias
especies de Quercus y con Juniperus durangensis.
En áreas relativamente secas los bosques mixtos incluyen algunos elementos del bosque bajo
abierto. En la Sierra de Promontorio, a 2,400 m Pinus chihuahuana y Q. emoryi se combinan con P.
leiophylla, P. engelmannii, Arbutus xalapensis var. bicolor, A. arizonica y Q. laeta; en el sotobosque
destacan A. pungens y Ceanothus coeruleus. En la misma sierra, entre 2,500 y 2,600 m destaca una
asociación de Quercus laeta, P. engelmannii, P. chihuahuana Q. oblongifolia, Arbutus arizonica con escasos
Q. scitophyla y Q. mcvaughii. En el sotobosque son con frecuencia abundantes Q. depressipes y A.
pungens.
Quercus oblongifolia es otro elemento integrante ocasional de los bosques mixtos de baja humedad y
a bajas elevaciones.
Otros elementos de bosques mixtos de áreas relativamente secas son Quercus arizonica, Q. emoryi y
Q. durifolia, con frecuencia combinados con Pinus engelmannii o con P. teocote.
De sitios con suelo somero y fuerte afloramiento rocoso (Lámina 18 a)
Los sitios de suelo muy somero y afloramientos rocosos intemperizados se denominan
localmente “calichosos”, aunque su pH es ácido.
Son comunes las asociaciones de pino triste (Pinus lumholtzii) con cucharillo o encino roble
(frecuentemente Quercus radiata, a veces Q. urbanii y/o Q. rugosa) o con Q. coccolobifolia. Quercus
radiata se encuentra entre (1,700-)2,000 y 2,650 m. Entre loselementos arbustivos destacan la
manzanita (A. pungens), el cedro chino (Juniperus durangensis) y el madroñito (Comarostaphylis
polifolia).
En el mismo tipo de hábitat, sobre la vertiente oriental de la Sierra puede desarrollarse una
asociación de Quercus coccolobifolia con Pinus teocote y P. chihuahuensis, o con P. lumholtzii, Q. laeta,
Arbutus y Crataegus (ej. al E de Topia, entre 2,000 y 2,100 m).
También en sitios con fuerte afloramiento rocoso llegan a asociarse Quercus rugosa y Pinus
chihuahuana. En la sierra de Promontorio esta comunidad presenta Nolina durangensis y A. pungens
en el sotobosque, con abundante Muhlenbergia montana.
Del declive occidental de la Sierra (Lámina 18 b-h)
80
Vegetación y Ecoregiones de Durango
En sitios con alta humedad ambiental en Pueblo Nuevo y San Dimas se desarrollan bosques de
encino-pino intermedios entre el bosque mesófilo que se desarrolla en las cañadas y el bosque de
pino de las partes planas más elevadas. En estos bosques mixtos destacan Quercus scytophylla, Q.
crassifolia, Quercus sp., Q. viminea (encino duraznillo), Pinus maximinoi, P. devoniana y/o P. herrerae,
Prunus serotina y Arbutus xalapensis. Pinus maximinoi es abundante en laderas y cañadas mientras que
P. herrerae es abundante en partes altas de las laderas y en mesas. Alnus, Garrya y Cornus son
componentes de los bosques mixtos en sitios con mayor humedad ambiental.
Entre 2,450 y 2,700 m, Pinus durangensis se combina con Quercus sideroxyla y/o Q. rugosa, P.
ayacahuite y algunas de las especies mencionadas en el párrafo anterior.
Hacia la vertiente occidental de la Sierra o en sitios húmedos y templados del interior, entre 1,400
y 2,200 m de elevación, Quercus subspathulata se asocia en diversas combinaciones con Pinus
douglasiana, P. pseudostrobus, P. leiophylla, P. oocarpa y Abies. Entre 1,600 y 2,450 m Quercus splendens
forma parte de bosques de encino o de bosques mixtos muy húmedos. Otros elementos que
forman parte de los bosques mixtos de la vertiente occidental de la Sierra son Quercus fulva entre
1,900 y 2,600 m; Q. obtusata entre 1,950 y 2,700 m; Q. gentryi entre 1,400 y 2,600 m y Q. castanea
entre 1,400 y 2,800 m.
Entre 1,450 y 2,400 m se presentan diferentes combinaciones de Pinus oocarpa, P. douglasiana, P.
devoniana, Pinus herrerae, P. maximinoi, P. lumholtzii, P. luzmariae, Quercus crassifolia y otras especies de
Quercus así como Arbutus tessellata, A madrensis y/o A. xalapensis. Ocasionalmente, especies de la
vertiente interior, como P. engelmannii y P. leiophylla se encuentran también presentes. Entre los
arbustos destacan Comarostaphylis y Ceanothus, así como Montanoa en elevaciones menores (Guízar
et al., 1992). Muy ocasionalmente hay Arctostaphylos pungens.
También hacia el declive occidental, P. herrerae se acompaña de Q. coccolobifolia entre los 1,100 y
1,200 m.
En áreas con mayor humedad se encuentra a Quercus candicans, Q. splendens y Q. subspathulata con
Pinus oocarpa, P. maximinoi o P. devoniana.
De Tepehuanes, entre los 2,280 y 2,400 m se conoce un encino roble (Quercus tarahumara) de
distribución muy restringida a bosques de encino o mixtos de Chihuahua y el norte de Durango.
En riscos y laderas rocosas en bosques húmedos de encino o de pino-encino hasta a 2,240 m
s.n.m. y en las ecotonías con el bosque tropical caducifolio destaca la primitiva palma de la virgen
(Dioon tomasellii). También en sitios escarpados pero con menor humedad ambiental se presenta el
palmito (Brahea dulcis).
En la Sierra Madre Occidental persisten aún bosques mixtos en muy buen estado de
conservación (con encinos de gran diámetro troncal), particularmente en San Dimas y Pueblo
Nuevo.
Sinonimia: El bosque mixto fue reconocido como “bosque aciculiesclerófilo” cuando los pinos son
dominantes sobre los encinos, mientras que el caso contrario se denominó “bosque escleroaciculifolio” en
las Memorias de la COTECOCA (1979).
81
Vegetación y Ecoregiones de Durango
9. BOSQUE DE ENCINO [BQ] (Lámina 19)
• Sobre la Sierra Madre Occidental y sierras al
oriente. En una amplia variedad de
condiciones ambientales, en laderas y mesas
con suelos someros o profundos, en su mayor
parte sobre substrato de origen ígneo.
• Desde los 1,400 a los 2,900 m. Otras
comunidades de encino que se desarrollan a
menores elevaciones en la vertiente occidental
de la Sierra son tratadas como parte de la
vegetación de la región de las quebradas.
• Climas: templado subhúmedo en sus variantes
de humedad C(w1) y C(w2) y semicálido subhúmedo (A)Cw. Temperaturas medias
anuales de 12 a más de 18ºC; precipitación anual promedio entre 700 y 1,400 mm con
época seca de 5 a 9 meses.
• Cubren unas 744,800 Ha, poco más del 6% de la superficie de Durango23.
Los bosques de encino o encinares se caracterizan por la dominancia de especies arbóreas del
género Quercus. En el mapa de vegetación se incluyen bajo un mismo rubro los bosques de
encino de zonas templadas y frías y los de las zonas cálidas y semicálidas (región de las
quebradas). Sin embargo, los encinares difieren ampliamente en composición, estructura y
afinidades biogeográficas dependiendo del tipo de clima en que se desarrollan:
En climas secos son bajos y abiertos; altos y semidensos en climas templados o semifríos
subhúmedos; altos y densos en climas templados húmedos; y bajos y abiertos en climas cálidos
semisecos. Los primeros son tratados en el apartado de los bosques bajos abiertos, mientras que
los bajos y abiertos de climas cálidos son descritos como parte de la vegetación de las quebradas.
En cuanto a su fenología, la gran mayoría de los bosques de encino de Durango son caducifolios
(pierden las hojas en la época seca del año), pero en áreas de mayor humedad ambiental en la
vertiente occidental de la Sierra algunos son subcaducifolios (una parte de los árboles conservan
las hojas durante todo el año) (Lámina 19 d).
En su estructura básica los encinares son sencillos y están compuestos por un estrato arbóreo en
el que dominan las especies de Quercus, un estrato arbustivo donde son comunes las especies de
Arbutus y Arctostaphylos (madroños y manzanitas) y un estrato herbáceo en ocasiones dominado
por gramíneas. Las epifitas más comunes son líquenes y musgos, así como hemiparásitas del
género Phoradendron (injertos).
En algunos sitios muy perturbados los encinos son bajos (2.5 a 3 m de altura) y algunos semejan
ser arbustos (con varias ramas desde el suelo) con otros individuos de la misma especie que
presentan fuste bien definido que los coloca en la categoría de árbol. El hábito arbustivo en esos
casos es una respuesta al disturbio ya que los encinos presentan regeneración a partir de la base.
23 No se cuenta con datos confiables sobre la superficie que ocupan en Durango los bosques puros de
encino ya que con frecuencia ocurren en áreas pequeñas en respuesta a variables topográficas locales en
áreas adyacentes a los bosques mixtos.
82
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Entre las asociaciones y consociaciones más comunes están las siguientes:
Quercus rugosa forma comunidades puras en sitios con alta humedad ambiental o se asocia con
otras especies de encino y de pino. Es uno de los encinos con mayor distribución geográfica y
ecológica, registrado desde los 1,950 a los 2,900 m. En el Cerro El Almagre, de la Sierra de Urica
en los límites con Zacatecas se asocia con Q. eduardii, de bosques secos, mientras que en muchos
otros sitios se combina con especies de climas muy húmedos.
Quercus sideroxyla. Se desarrolla en bajíos, cañadas y laderas de escasa pendiente, por lo general
sobre suelo profundo, desde los (1,700-)2,000 hasta los 2,900 m.
Quercus laeta, un encino blanco, es uno de los encinos con mayor tolerancia ecológica. Se
desarrolla desde los 1,400 a los 2,700 m en ambas vertientes de la Sierra, a veces como
dominanteen encinares o en bosques mixtos.
Quercus durifolia es abundante en la vertiente oriental de la Sierra en áreas con suelo profundo y
escasa pendiente (mesas y bajíos) entre (1,950-)2,200 y 2,600 m, asociado con Pinus cooperi, P.
leiophylla o P. engelmannii o formando encinares puros.
Entre las especies de encino que son abundantes hacia el declive occidental de la Sierra Madre, ya
sea en bosques de encino o en bosques mixtos están Quercus fulva (1,950 a 2,400 m); Q. mcvaughii
(2,100 a 2,700 m) y Q. scytophylla (1,700 a 2,700 m).
Otros encinares del declive hacia el Pacífico forman una franja de transición entre los bosques de
coníferas o de pino-encino y los bosques de tipo tropical: el encino duraznillo, Q. viminea es
dominante en encinares y en bosques mixtos entre 1,400 y los 2,510 m. Entre 1,400 y 2,200 m,
en clima cálido subhúmedo, se desarrollan bosques de Q. subspathulata. Otras especies de encino
de áreas intermedias con el bosque tropical caducifolio son: Quercus alamosensis (1,500 a 1,700 m),
Q. diversifolia (1,400 a 1,700 m) y Q. gentryi (1,400 a 2,600 m).
Los encinares caducifolios de la vertiente occidental llegan a presentar abundantes orquídeas
epífitas, entre las que destaca Laelia speciosa. Entre las herbáceas están Alloispermum scabrum,
Roldana, Stevia y Lobelia.
En condiciones ambientales favorables, entre 1,500 y 2,800 m, hay encinares subcaducifolios con
características similares a las del bosque mesófilo, con especies como Quercus candicans, Q.
crassifolia, Q. diversifolia, Q. scytophylla y Clethra spp. Alcanzan una altura de 20 a 25 m y presentan
abundantes epifitas, principalmente del género Tillandsia y Orquídeas. En bosques húmedos en
climas más fríos Q. sideroxyla y Q. rugosa pueden también comportarse como subperennifolias.
83
Vegetación y Ecoregiones de Durango
10. BOSQUE MESÓFILO DE MONTAÑA [BM] (Lámina 20)
• En cañadas y laderas con alta humedad
ambiental, protegidas de vientos desecantes y
libres de heladas sobre la vertiente occidental
de la Sierra; en partes bajas de cañones, cerca
de las corrientes de agua, así como laderas
hacia el N o W en la parte alta de la región de
las quebradas.
• De los (1160-)1,600 a 2,450 m.
• Clima templado subhúmedo en su variante de
mayor humedad [C(w2)] y semicálido
subhúmedo [ACw]. Durante la mayor parte
del año la humedad ambiental es muy alta ya
sea por lluvia o por la condensación de neblinas.
• En Durango se restringe a áreas muy pequeñas; en suma alcanza unos 29 Km2 (0.02%
del total), principalmente en Tamazula, Tepehuanes, Topia, Pueblo Nuevo y San Dimas.
Las preferencias ambientales del bosque mesófilo son resumidas por Rzedowski (1978) como
sigue: de clima húmedo de altura, ocupa sitios más húmedos que los de Quercus y de Pinus,
generalmente más cálidos que los de Abies, pero más frescos que los que condicionan la
existencia de los bosques tropicales. Por lo mismo, en sus límites altitudinales inferiores colinda
con bosques de encino y bosques tropicales y hacia las partes altas incluye componentes de los
bosques de coníferas y de los bosques de pino-encino.
En Durango estos bosques son de carácter relictual y de distribución fragmentaria24. Sus
afinidades son tanto boreales como tropicales, con algunos elementos disyuntos de los bosques
deciduos templados del oriente de los E.U.
Los bosques mesófilos son similares a los bosques de encino-pino, pero presentan gran cantidad
de epifitas y trepadoras (lianas). En condiciones óptimas son densos y altos (hasta de 30 m), sin
estratificación definida.
Los árboles dominantes son latifoliadas, entre las que destacan Ostrya virginiana, Tilia americana var.
mexicana, aguacatillos (Persea liebmannii), madroño (Arbutus xalapensis), palo prieto (Garrya laurifolia),
Cornus disciflora, C. excelsa, laurel (Litsea glaucescens), Litsea spp., madroños de agua (Clethra spp.),
capulín (Prunus sp.), Peltostigma pteleoides, Ilex quercetorum, I. tolucana, huencho (Cleyera integrifolia), así
como diversas especies de encinos (p. ej. Q. candicans, Quercus crassifolia, Q. rugosa, Q. scytophylla y Q.
splendens). Con frecuencia hay también coníferas como Pinus maximinoi, P. devoniana, P. douglasiana,
P. herrerae, P. ayacahuite, P. durangensis, Abies neodurangensis (Al S de Mesa Pinalosa) o Pseudotsuga
menziesii.
Como árboles más bajos se presentan Agonandra racemosa, Aralia sp., Oreopanax echinops, O. peltatus
y Cercocarpus macrophyllus.
Otros elementos característicos de bosque mesófilo, aunque poco frecuentes, son el corpo o
magnolia (Magnolia pacifica ssp. tarahumara), Styrax ramirezii, cedro (Cedrela odorata) y la palma Brahea
aculeata.
24 Muchos pequeños manchones de BM no alcanzan a ser representados en el mapa; por otra parte,
algunas de las zonas representadas como tal no son continuas.
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Vegetación y Ecoregiones de Durango
Entre los elementos arbustivos destacan Ternstroemia spp., Triumfetta spp., Monnina sp., Rhamnus
sp., Walteria sp. y Compuestas como Ageratina, Roldana y Verbesina. En áreas perturbadas abundan
Coriaria ruscifolia, Rhus aromatica, R. therebentifolia, Rhamnus sp. y especies espinosas de Solanum
(sacamanteca). Las trepadoras son comunes, incluyendo a la hiedra (Toxicodendron radicans) y las
epifitas son muy abundantes, destacando varias especies de gallitos o sirloche (Tillandsia), diversas
Orquídeas, Peperomia, Helechos, Liliáceas y aún una Ciperácea (Carex sp. nov.), una Compuesta y
una Umbelífera.
Entre las herbáceas hay especies de Compositae, (Ageratina, Coreopsis, Jaegeria, Stevia, Verbesina),
Scrophulariaceae, Labiatae, Gesneriaceae (Achimenes), Orchidaceae (Malaxis, Habenaria),
Onagraceae, Piperaceae, Malpighiaceae, Gramineae (Oplismenus burmannii, Aegopogon, Paspalum y
algunas Bambusoideas), Cyperaceae, Lopezia, Epilobium y Begonia.
En el área de Duraznitos y Picachos, en San Dimas, se desarrolla un bosque de Tilia, Ostrya,
Lauráceas como Nectandra, Persea y otras, Quercus, Pinus y Magnolia. En el estrato arbustivo
destacan Coriaria, Triumfetta, Cornus, Rhus y Monnina.
En algunas cañadas Tilia es el árbol dominante, con escaso Quercus scytophylla. En estrato arbustivo
destacan Rhamnus betulaefolia y Oreopanax echinops. En sitios cercanos Q. scytophylla pasa a ser
dominante, con abundantes epifitas como Tillandsia, líquenes y hemiparásitas colgantes gigantes
como Phoradendron y Cladocolea.
En San Dimas y Pueblo Nuevo Ostrya virginiana se combina con Tilia, Quercus, Pinus maximinoi,
Ilex, Oreopanax y Arbutus xalapensis.
El cedro (Cedrela odorata) se registra usualmente para bajas elevaciones. En áreas de San Dimas se
desarrolla hasta a los 2,100 m, creciendo cerca de Abies neodurangensis.
Una comunidad con Alnus, Ostrya, Fraxinus, Cornus y Garrya se desarrolla como bosque de galería
en la Quebrada de San Rafael, en San Dimas; las laderas adyacentes presentan los elementos
típicos del bosque mesófilo, como es Magnolia. En sitios más altos predomina la asociación de
pinos y encinos.
Algunas otras áreas con bosque mesófilo son la Quebrada de San Juan, El Indio, ejido El Maguey
y el ejido Los Negros (San Dimas); en Los Negros se registra la menor elevación para bosque
mesófilo en Durango. En San Francisco de Lajas (El Mezquital) a 2,200 m, se presentan áreas de
bosque de pino-encino con elementos mesófilos.
Debido a la escasa profundidad del suelo y lo pronunciado de las pendientes donde este tipo de
vegetación se desarrolla, en sitios sometidos a disturbio ocurren deslaves y pérdida de la cubierta
vegetal y de suelo.
Sinonimia: Cloud forest (bosque de nubes, bosque de neblina) (Leopold, 1950), denominado así porque
es común la presencia de niebla.
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Vegetación y Ecoregiones de Durango
OTRAS COMUNIDADES DE CLIMA TEMPLADO O SEMIFRÍO
a) CLAROS (LLANOS) EN BOSQUE TEMPLADO (Lámina 21)
En llanuras y bajíos con terrenos más o menosplanos en medio de bosques de pino o de pino-
encino, existen claros dominados por comunidades de herbáceas en las que muchos elementos
son diferentes de los del interior del bosque.
Con frecuencia el suelo tiene drenaje deficiente y es húmedo durante el verano. La cubierta
vegetal, muy diversa, está dominada por ciperáceas, juncáceas, gramíneas, compuestas y otras
familias que son favorecidas por las condiciones de humedad y por la abundancia de luz.
Estos claros son muy notables durante el verano por la cantidad y variedad de flores de colores
llamativos entre las que destacan el mirasol (Cosmos bipinnatus) y Lobelia spp.. Albergan
ecosistemas diversos y únicos en los que se encuentran muchas de las especies de plantas
endémicas a Durango.
b) PASTIZAL INDUCIDO [PI] (28 a, 33 e)
Se denominan pastizales inducidos a las comunidades de herbáceas, particularmente gramíneas,
cuya persistencia está determinada por la intervención del hombre o de sus animales domésticos.
Son de muy diversos tipos y cubren áreas que antes de la intervención humana sostenían otros
tipos de vegetación, por lo general bosques.
Los pastizales inducidos en áreas previamente ocupadas por bosques de pino o por bosques
mixtos se localizan desde los 1,400 hasta los 3,100 m de altitud. Aunque se encuentran en
diversos climas, son más comunes en climas templados subhúmedos y semifríos subhúmedos,
con temperatura media anual de 12 a 18ºC y precipitación pluvial de 700 a 1,200 mm anuales.
En conjunto con los de clima semicálido cubren más de 340,000 Ha, el 2.77% de la superficie de
Durango25.
Se desarrollan en áreas que han sido desmontadas para uso agrícola y posteriormente
abandonadas o en áreas desmontadas con el fin de propiciar el crecimiento de pastos para
ganado, a las que además se acostumbra quemar periódicamente.
Las gramíneas dominantes son perennes, de talla mediana, por lo general de hábito amacollado.
En los pastizales inducidos de clima templado y semifrío son comunes los géneros Muhlenbergia y
Schizachirium con Piptochaetium fimbriatum y especies de Aristida, Bouteloua, Lycurus, Stipa, Heteropogon
y Elyonurus. Otras especies herbáceas no gramíneas son principalmente compuestas y
leguminosas. En algunos lugares ocupados por pastizal inducido la vegetación original ha sido
totalmente eliminada, pero en otros se conservan aún elementos relictuales del bosque.
25 Con base en el conjunto de datos vectoriales Serie II del INEGI (2002) derivado de imágenes de satélite
obtenidas en 1993. En los 13 años transcurridos a partir de entonces, muchas nuevas áreas han sido
abiertas en el bosque.
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Vegetación y Ecoregiones de Durango
c) CHAPARRAL SECUNDARIO [CHs] (Lámina 22 a-d)
Los chaparrales de manzanita (Arctostaphylos pungens) o
de charrasquillo (Quercus depressipes) descritos con la
vegetación de clima semiseco templado también
ocurren a mayores elevaciones (2,400 a 2,900 m) en
áreas con clima templado subhúmedo y semifrío
subhúmedo, particularmente hacia la vertiente oriental
de la Sierra.
Los chaparrales que se desarrollan por encima de los
2,400 m de elevación están por lo general en áreas que
han sido afectadas por incendios o por desmontes.
Por lo tanto, se consideran como vegetación
secundaria, a excepción de los chaparrales de sitios con baja humedad ambiental por efecto de
vientos intensos (p. ej. en collados y parteaguas), en cuyo caso son comunidades primarias.
En los chaparrales secundarios a veces persisten de manera espaciada individuos relictuales
(usualmente especies de pino) de la vegetación de bosque que fue substituida. Sin embargo, no
ocurre regeneración de las especies de árboles. Debido a su tolerancia al fuego, acidificación del
suelo y densidad, los matorrales de manzanita, una vez establecidos, no permiten el
establecimiento de plántulas de pinos durante varias décadas (Casas et al. 1995).
Los incendios frecuentes, de intervalos cortos, favorecen el incremento en la densidad de la
manzanita, lo que a su vez favorece los incendios de intensidades altas a nivel del suelo, dado que
mantienen muchas ramas secas cerca del piso. En ausencia de incendios, el reemplazo de la
manzanita podría durar hasta 50 años; si se busca su reemplazo en menor tiempo se requiere de
su eliminación por métodos manuales o mecánicos cuidando de no usar fuego para el control de
los desperdicios (Márquez et al. 2006).
d) VEGETACIÓN SUBALPINA (Lámina 22 e)
La vegetación alpina es la que se presenta sobre el límite altitudinal de la vegetación arbórea. Para
el norte de México, éste se sitúa a los 3,650 m de altitud (Beaman y Andresen 1966), mientras que
para el centro y sur del país esta línea se ubica alrededor de los 4,000 m (Rzedowski, 1978).
En Durango no existe ninguna elevación superior a los 3,650 m y por lo tanto tampoco existen
comunidades de vegetación alpina. Sin embargo, la cima de dos de los picos más altos en la
entidad (Cerro Gordo y Cerro Huehuento) se encuentra cubierta por comunidades herbáceas
bajas (plantas enanas de Sedum, Draba, Senecio, Poa, Bouteloua, Muhlenbergia), así como líquenes y
musgos, característicos de ese tipo de vegetación. En el Huehuento destaca también un arbusto
postrado (Juniperus blancoi var. huehuentensis26). Protegidas entre los arbustos hay otras herbáceas
como Heuchera, Primula y Saxifraga.
26 Juniperus monticola Martínez es una especie subalpina que ha sido citada para Durango; la cita se basa en la
identificación errónea de otra especie subalpina: Juniperus blancoi var. huehuentensis, recientemente descrita
(Adams et al. 2006).
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Vegetación y Ecoregiones de Durango
La falta de árboles27 en estos casos está determinada por el efecto de los vientos desecantes más
que por las bajas temperaturas. Es interesante el hecho de que el Cerro Barajas, que es
ligeramente más alto que el Huehuento, presenta en su cima un bosque bien desarrollado de
Pinus cooperi. Esto puede explicarse en razón de la localización del Cerro Huehuento y su
aislamiento de otros picos elevados, por lo que su cima se ve afectada por vientos de gran
velocidad.
Sinónimo: páramos de altura.
27 Casi en la cima del Huehuento crecía hasta hace poco más de una década un individuo de Pseudotsuga
menziesii.
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Vegetación y Ecoregiones de Durango
REGIÓN DE LAS QUEBRADAS
En la vertiente occidental de la Sierra, en áreas de clima cálido subhúmedo (A(w)) y semicálido
subhúmedo (ACw), a menos de 1,900 m de altitud, se presentan tipos de vegetación dominados
por elementos de afinidad tropical. Estas comunidades se desarrollan en los municipios de
Tamazula, Topia, Canelas, Otaez, Tepehuanes, Santiago Papasquiaro, San Dimas, Pueblo Nuevo
y El Mezquital, así como en pequeñas zonas de Súchil y Nombre de Dios.
Los principales tipos son:
11. BOSQUE TROPICAL SUBCADUCIFOLIO [BTS] (Lámina 23 a,b)
• Ocupa pequeñas porciones de la región de las
Quebradas en los sitios con mayor humedad
ambiental y baja insolación, en cañadas
profundas y a orilla de arroyos permanentes, en
laderas protegidas y con alta humedad
ambiental, así como en lugares planos o poco
inclinados en las márgenes de ríos.
• Entre los 400 y los 1,300 m.
• Clima cálido subhúmedo A(w), con régimen de
lluvias en verano, temperaturas medias anuales
entre los 23 y 26ºC y precipitación pluvial anual
de 900 a 1300 mm, con 5 a 6 meses secos, libre de heladas.
• Cubre una superficie muy pequeña, difícil de cuantificar debido a su distribución
discontinua. Se presenta en forma de manchones aislados en medio del bosque tropical
caducifolio, en sitios más húmedos y sombreados que éste.
Son comunidades arbóreas densas en las que la mitad o más de sus componentes permanecen
con follaje durante todo el año. Por logeneral tiene dos estratos arbóreos, oscilando entre los 15
y 30 m de alto. Son comunes los chalates, salates o tescalames (Ficus spp.), la ceiba o pochote
(Ceiba acuminata), el palo mulato (Bursera simaruba), cedro (Cedrela odorata), tapaco (Stemmadenia
tomentosa) y el apomo o ramón (Brosimum alicastrum). En el estrato bajo destacan Cochlospermum
vitifolium, Agonandra racemosa, Eugenia sp., el cepillo (Combretum farinosum), Cupania dentata,
guamúchil (Pithecellobium dulce), Psidium sartorianum, Hura polyandra, Casimiroa edulis, Urera baccifera,
Celtis iguanaea , Tournefortia sp. y Thouinidium decandrum.
En algunas cañadas, son dominantes Ficus, Bursera y Brosimum, con Eugenia y Combretum en el
estrato bajo. Otros elementos son Annona sp., Guarea glabra, amapa rosa (Tabebuia palmeri),
Enterolobium cyclocarpum y Lonchocarpus sp.
En bosques en buen estado de conservación el estrato herbáceo es pobre debido a la densa
cubierta del dosel pero son comunes las lianas y bejucos, entre los que destacan Smilax moranensis,
Chiococca alba, Pisonia aculeata, Serjania sp. e Iresine spp.
Se localiza en sitios más húmedos y sombreados que los que ocupa el bosque tropical
caducifolio, pero muchas especies son compartidas por ambos tipos de vegetación.
89
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Ocupa manchones discontinuos por lo que su superficie no está bien cuantificada, variando
entre alrededor de 6,300 Ha (0.05% de la superficie de Durango) (en este trabajo) y 0.2% de la
superficie de Durango (COTECOCA 1979). El bosque tropical subcaduciflio se presenta sobre
todo en cañadas y en laderas húmedas, pero en algunas áreas ocupa también terrenos planos con
suelos profundos, cerca de corrientes de agua. Este tipo de hábitat es propicio para la agricultura
por lo que una parte del área que anteriormente ocupaba el bosque tropical subcaducifolio se
encuentra en la actualidad desmontada o muy alterada.
Sinonimia: Selva mediana subcaducifolia (Miranda y Hernández X. 1963). Con ese nombre es registrado
para Durango por COTECOCA (1979) y DETENAL (1978-1979).
Selva alta subcaducifolia; selva baja subcaducifolia; selva baja subperennifolia “pasando a veces a
subcaducifolia” (Miranda y Hernández X. 1963).
Selva mediana subperennifolia (en la que 25 a 50% de los árboles tiran las hojas durante la temporada
seca: Madrigal 1977).
Bosque tropical mediano subcaducifolio; bosque tropical bajo subcaducifolio (González Medrano 2003).
Tropical deciduous forest (Leopold 1959) en parte.
90
Vegetación y Ecoregiones de Durango
12. BOSQUE TROPICAL CADUCIFOLIO [BTC] (Láminas 23 c-f,
24, 25)
• En la región de las quebradas, ocupando
porciones del extremo occidental y sur del
estado e internándose a lo largo de las cañadas
de los ríos de la vertiente Pacífica, sobre
lomeríos y laderas escarpadas con suelos
ígneos, muy someros, por lo general
pedregosos y de drenaje rápido.
• Entre 190 y 1,950 m, rara vez hasta 2,160 m.
• Clima cálido semiseco con régimen de lluvias
de verano (Aw en sus variantes menos
húmedas). Temperaturas medias anuales entre
20 y 26ºC y precipitación pluvial anual
entre 750 y 1,200 mm, con temporada seca de 6 a 9 meses.
• Cubre poco menos del 4% de la superficie del estado.
Son comunidades bajas (4 a 15 m), por lo general abiertas y caducifolias, por lo que buena parte
del año el bosque presenta un aspecto seco en el que apenas se reconoce su afinidad tropical. Las
especies del bosque tropical caducifolio pierden sus hojas durante el invierno y la estación seca de
tal manera que su función fotosintética es alta durante el verano y casi nula en invierno y la
temporada seca.
Las comunidades de bosque tropical caducifolio en Durango varían ampliamente en
composición florística, fisonomía y afinidades ecológicas, dependiendo de su ubicación. Las más
bajas son llamadas “monte mojino” y en ellas destacan elementos secundarios.
La estructura de estos bosques consiste de un estrato arbóreo de altura baja o media, irregular,
además de un estrato arbustivo y otro herbáceo que en algunos sitios están poco desarrollados.
Las trepadoras son escasas, lo mismo que las epifitas vasculares, exceptuando algunas especies de
Tillandsia, aunque en sitios con mayor humedad ambiental se da la presencia de lianas o bejucos.
La distribución de la lluvia a lo largo del año tiene más importancia para la vegetación que la
cantidad de lluvia que se recibe al año (Rzedowski 1978). En el caso del bosque tropical
caducifolio, los localizados en áreas con temporada seca muy larga están dominados por árboles
espinosos (principalmente Leguminosas) que permanecen sin hojas por largos períodos, además
de cactáceas columnares.
Entre los elementos predominantes en el bosque tropical caducifolio destacan los mautos y
tepehuajes (Lysiloma spp., copales y copalillos (Bursera excelsa, B. collina, B. palmeri y otras),
papelillos (Bursera multijuga, B. fagaroides y otras), sacalasúchil (Plumeria rubra), pochote (Ceiba
acuminata), Opuntia karwinskiana, las cactáceas columnares como Lemaireocereus thurberi, Pachycereus
pecten-aboriginum, Pilosocereus sp. y pitayos (Stenocereus spp.), huizache tepame (Acacia pennatula),
huizache (Acacia farnesiana), amapas (Tabebuia spp.), Pithecellobium spp., cuajilote o claveyina
(Pseudobombax palmeri), hechicero, palo malo o palo lechoso (Sapium spp.), tempisque, palo malo o
palo lechoso (Sebastiania cornuta), ayal o guaje cirial (Crescentia alata), Sapindus saponaria, Enterolobium
cyclocarpum, Hura polyandra, navío (Conzattia sericea), cepillo (Combretum farinosum), Amphipterygium
adstringens, Thouinidium decandrum, Alvaradoa amorphoides, tachinole (Myriocarpa longipes) y Leucaena
lanceolata. En los límites del BTC con los bosques de pino y encino se presenta también la
higuerilla o palo de judas (Bocconia arborea).
91
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Hacia sus límites inferiores de elevación son abundantes la amapa amarilla (Tabebuia chrysantha),
amapa rosa (T. palmeri), caobilla (Swietenia humilis), Enterolobium cyclocarpum y Senna atomaria.
A orilla de arroyos y en cañadas y rinconadas el bosque asume formas más altas y densas.
Destacan aquí algunos de los elementos mencionados para el bosque tropical subcaducifolio
como son los chalates o tescalames (Ficus spp.), Brosimum alicastrum, palo mulato (Bursera simaruba),
el guamúchil (Pithecellobium dulce), guayabos o arrayanes (Psidium sartorianum), güencho (Bumelia
persimilis), cedro (Cedrela odorata), Ardisia revoluta, vara blanca (Lonchocarpus), Annona sp.,
Stemmadenia sp., Hura polyandra, Cochlospermum vitifolium. El carrizo (Arundo donax) y los otates
(Otatea acuminata subsp. aztecorum y O. fimbriata) se desarrollan también en sitios húmedos.
Entre los arbustos y subarbustos se cuentan Acaciella angustissima, Lantana camara, L. hirta, Randia
echinocarpa, R. tetracantha, Petiveria alliacea, Justicia candicans, Bernardia mexicana, Euphorbia ariensis, E.
colletioides, E. cymosa, Croton ciliato-glandulifer, C. flavescens, Dytaxis guatemalensis, Jatropha cordata,
Manhiot spp., Eysenhardtia sp., Marina crenulata, Schrankia leptocarpa, Colubrina spp., Karwinskia
humboldtiana, K. rzedowskii (éste puede desarrollarse también como árbol), Lippia curtisiana, orégano
(L. graveolens), chile quipín (Capsicum annum), Galphimia glauca, Montanoa leucantha, Coursetia spp.,
Diphysa (hay especies arbustivas y arbóreas), Comarostaphylis polifolia, Buddleja spp., Cordia globosa y
Solanum madrense.
Algunas trepadoras son Antigonon leptopus, la cactácea Persekiopsis blakeana y diversas especies de
Iresine y de Serjania, así como Desmodium, Phaseolus e Ipomoea. Entre las herbáceas se cuentan
especies de Acalypha, Euphorbia, Cyperus, Aeschynomene, Barleria, Carlowrightia, Dyschoriste, Elytraria,
Justicia, Ruellia, Siphonoglossa, Tetramerium; las compuestas Acmella radicans, Brickellia spp.,
Chromolaeana spp. Melampodium, Milleriaquinqueflora y Sclerocarpus divaricatus y las gramíneas Aristida,
Axonopus, Dactyloctenium aegyptium, Cynodon dactylon, Eragrostis, Eriochloa, Gouinia, Hackelochloa
granularis, Leptochloa, Muhlenbergia, Oplismenus, Paspalum, Setaria, Urochloa y el invasivo Melinis repens.
Una comunidad de 8 a 10 m de alto donde destacan Ipomoea arborescens, tapaco (Stemmadenia
tomentosa) y chirimoyo (Annona cherimola), con enredaderas como Iresine y Turbina, se conoce de las
quebradas de Topia, entre 1,200 y 1,300 m de elevación.
En partes bajas de San Dimas se combinan el palo bobo (Ipomoea murucoides), palo malo (Sapium
appendiculatum), pitayo (Stenocereus sp.), vainoro (Celtis iguanea) y colorín (Erythrina flabelliformis). Otra
asociación en la misma región es la de mautos o tepehuajes (Lysiloma spp.), Acacia cochliacantha,
Ceiba acuminata, Ipomoea murucoides y copalquín (Hintonia latiflora).
Acacia pennatula, Ipomoea murucoides, Bursera y Prosopis se asocian en partes de El Mezquital, con
estrato inferior de orégano (Lippia graveolens), Agave, Opuntia, Dasylirion y Gramíneas.
Hacia su límite superior de elevación, hasta a 2,160 m (entre El Mezquital y Temoaya), destacan
Bursera multijuga, B. palmeri e Ipomoea murucoides, acompañados por Erythrina flabelliformis, Aralia
humilis y Melochia tomentosa. En partes más bajas en El Mezquital se presentan comunidades con
Heliocarpus, Zanthoxylum, Ipomoea murucoides, Opuntia sp., Acacia pennatula y Eysenhardtia.
En Otáez y al sur de El Mezquital se presentan asociaciones de vara blanca (Wimmeria confusa) con
Acacia cochliacantha, Bursera excelsa, Lysiloma divaricatum, Ficus cotinifolia y cactáceas columnares en el
primer caso, y con Acacia, Bursera y Heliocarpus en el segundo.
En sitios más secos, hacia la parte sur del estado, el palo bobo (Ipomoea murucoides), se asocia con
huizache tepame (Acacia pennatula), huizache (Acacia farnesiana), Acaciella angustissima, Eysenhardtia
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Vegetación y Ecoregiones de Durango
polystachya y cactáceas arborescentes como el garambullo (Myrtillocactus geometrizans), pitayos
(Stenocereus) y Pachycereus, así como lechuguilla (Agave vilmoriniana) y espadín o tepemete (Agave
angustifolia).
Para Otaez y Santiago Papasquiaro, Guízar et al. (1992) registran comunidades de 6 a 12 m de
alto con Bursera multijuga, B. excelsa, Ceiba acuminata, Sapium cf. pedicellatum, Lysiloma divaricatum,
Ficus cotinifolia y Wimmeria confusa. Entre los arbustos mencionan a Acacia cochliacantha, A. coulteri,
Asterohyptis mociniana, Croton flavescens, Diphysa racemosa, Galphimia glauca, Karwinskia humboldtiana,
Lantana (aff.) velutina, Piper hispidum, Randia tetracantha y Stemmadenia mollis.
En áreas de ecotonía con matorral, hacia el límite oriental de su distribución en Durango, Acacia
pennatula e Ipomoea murucoides se asocian con Acacia schaffneri, Fouquieria y Prosopis, p. ej. en El
Mezquital, entre 1,700 y 1,750 m. Ipomoea murucoides es la especie de bosque tropical que más
avanza hacia el área de los matorrales xerófilos (ver Matorral subtropical).
En las áreas abiertas en este tipo de bosques, usualmente mediante fuego, se desarrollan
comunidades secundarias tipo sabana en donde gramíneas de los géneros Andropogon, Panicum,
Aristida y Cathestecum se asocian con Acacia pennatula.
Sinonimia: Selva baja caducifolia (Miranda y Hernández X. 1963; adoptado por COTECOCA
(1979) y DETENAL (1978-1979).
COTECOCA cita además, como selva mediana caducifolia, a comunidades dominadas por
árboles más altos.
Tropical deciduous forest de Leopold (1950).
Monte mojino (Ochoterena 1937).
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Vegetación y Ecoregiones de Durango
13. BOSQUE ESPINOSO [BE] (Lámina 26 a-b)
• Sobre la Planicie Costera del Pacífico, donde la
región de las quebradas se abre en terrenos
planos aluviales, así como en lomeríos con
escasa pendiente, sobre suelos profundos.
• Entre 130 y los 410 m. Es el tipo de vegetación
que cubre las partes más bajas de Durango.
• Clima cálido subhúmedo (A(w)), con
Temperatura media anual entre 22° y 26°C y
Precipitación pluvial entre 1,100 y 1,200 mm;
temporada seca de 6 a 8 meses.
Se conoce únicamente para el municipio de Tamazula, en una superficie no cuantificada (24.3
Km2 en el mapa de vegetación, pero probablemente más de 50 Km2 considerando que pequeñas
áreas de bosque espinoso están intercaladas entre el bosque tropical caducifolio). Por las
características de los sitios que este tipo de vegetación ocupa (áreas planas o con escasa pendiente
y suelos profundos más o menos ricos en materia orgánica), mucha de su superficie original está
actualmente ocupada por agricultura.
Son bosques bajos (5 a 10 m), o llegan a alcanzar 15 m (Vega 2001), constituidos principalmente
por árboles y arbustos con espinas, caducifolios. Destacan el huizache o vinorama (Acacia
farnesiana), vinolo (Acacia cochliacantha), Acacia pennatula, mezquite (Prosopis juliflora), Lysiloma spp.,
Hippocratea sp., guamúchil (Pithecellobium dulce), guácima (Guazuma ulmifolia), Cochlospermum vitifolium,
Enterolobium cyclocarpum, Zanthoxylum spp., Senna atomaria, Caesalpinia cacalaco, Cercidium spp.,
Lonchocarpus lanceolatus, además de amapa amarilla (Tabebuia chrysantha), amapa rosa (T. palmeri),
sacalasúchil (Plumeria rubra), Sapium sp., cedro (Cedrela odorata), escasos Gyrocarpus jatrophifolius y
cactáceas como Opuntia karwinskiana y Stenocactus sp. El brasil (Haematoxylon brasiletto), está
también citado (Madrigal 1977) para este tipo de vegetación en Durango.
Entre los arbustos destacan Galphimia glauca, de flores amarillas, Trichilia sp., Jacquinia macrocarpa
subsp. pungens, Senna spp. Buddleja wrightii, Lantana camara, Colubrina sp., Cordia spp. y Karwinskia
sp. Entre las trepadoras y bejucos están el bulito del Santo Niño (Lagenaria siceraria), Pisonia
aculeata, cepillo (Combretum farinosum), Iresine spp., Clematis drumondii., Cocculus diversifolius, Marsdenia
coulteri, Nissolia sp. y Pithoctenium crucigerum. En sitios húmedos se desarrolla la trepadora Exogonium
bracteatum y en sitios abiertos la rosetifolia Bromelia pinguin formando colonias.
Los elementos de bosque espinoso se mezclan muy gradualmente con los del bosque tropical
caducifolio, lo que hace difícil delimitar la frontera entre ambos tipos de vegetación.
Comunidades secundarias derivadas de bosque espinoso se conocen como monte vinolo. En
ellas es dominante Acacia cochliacantha. Son comunes en partes bajas y planas en Tamazula.
Sinonimia: Comprende la selva baja caducifolia espinosa (Madrigal 1977; COTECOCA 1979;
DETENAL 1978-1979), además de la selva mediana caducifolia espinosa, denominaciones basadas en la
nomenclatura de Miranda y Hernández X. (1963).
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Vegetación y Ecoregiones de Durango
OTRAS COMUNIDADES DE CLIMA CÁLIDO
a) BOSQUE DE ENCINO y DE ENCINO-PINO [BQ y BQP de clima cálido]
(Lámina 27)
Los encinares de las partes bajas de la región de las quebradas (340 a 1,400 m s.n.m.) difieren de
los de clima templado y semifrío en composición y estructura. Por lo general ocupan partes altas
adyacentes a los bosques tropicales, con los que presentan fuertes afinidades en su composición,
y pueden ser considerados como transicionales entre los bosques templados de la sierra y los
bosques tropicales de las partes bajas.
Son encinares de talla baja y hoja decidua. Entre las especies de Quercus (encinos y robles)
destacan Quercus albocincta, Q. magnoliifolia, Q. cf. magnoliifolia y Q. resinosa. Varios de los elementos
del bosque tropical caducifolio pueden estar presentes, entre los cuales están Tabebuia palmeri,
Acacia pennatula, Lysiloma spp., Ipomoea arborescens y Bursera spp. y Bocconia spp.
Quercus albocincta es el encino que se desarrolla a menores elevaciones en Durango, alcanzando
sitios tan bajos como los 340 m en Tamazula, formando manchones en cimas de cerritos y
laderas hacia el norte, con frecuencia acompañado por árboles tropicalescomo la amapa
(Tabebuia palmeri). Quercus albocincta forma parte de encinares puros o con Q. magnoliifolia, así como
de bosques mixtos de clima cálido y ocasionalmente forma parte del bosque tropical caducifolio
en sus ecotonos con los encinares, desde los 340 a los 1,750 m.
A partir de los 1,150 m de elevación se encuentran también Q. coccolobifolia y Q. laeta, ya sea en
encinares puros o en bosques mixtos con Pinus oocarpa, P. lumholtzii, P. luzmariae o P. herrerae, este
último en sitios más húmedos y templados.
En sitios abiertos y secos se localiza un encino blanco (Quercus cf. chihuahuensis). Otro encino
blanco poco frecuente es Quercus tuberculata, que se encuentra entre 750 y 1,500 m. Quercus
magnoliifolia es común entre 1,300 y 2,500 m y Q. resinosa entre 1,730 y 2,350 m.
A partir de los 800 m de elevación los bosques de encino de clima cálido pueden pasar a ser
bosques mixtos, con Pinus oocarpa y a mayor elevación con P. luzmariae. Más arriba de 1,300 m se
encuentran también Pinus chihuahuana espaciados.
Estas comunidades se encuentran en sitios de suelos ricos en materia orgánica y con mucha
hojarasca, usados por lo general para ganadería así como para extracción de leña.
Sinonimia: En las memorias de COTECOCA (1978) se denomina como “bosque latifoliado esclerófilo
caducifolio” a un encinar de talla baja y hoja decidua.
b) MATORRAL SUBTROPICAL [MS] (Lámina 26 c-e)
El matorral subtropical se presenta en Durango en ambientes de tipo intermedio entre el bosque
tropical caducifolio y los matorrales xerófilos. Es considerado por Rzedowski y McVaugh (1966)
como posible fase sucesional del bosque tropical caducifolio, ocurre como comunidad secundaria
derivada de disturbio antropogénico de ese tipo de vegetación (Rzedowski 1978, Rzedowski y
Calderón 1987).
Está constituida por arbustos y árboles aislados, formando matorrales con árboles espaciados y
caducifolios ya sea inermes como el palo bobo (Ipomoea murucoides), los papelillos (Bursera) y la
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Vegetación y Ecoregiones de Durango
vara dulce (Eysenhardtia polystachya), o espinosos como el huizache tepame (Acacia pennatula) y el
palo verde (Cercidium).
Hacia el interior del estado, sobre las partes bajas adyacentes al río Mezquital, los componentes
del bosque tropical caducifolio se van diluyendo entre los elementos del matorral xerófilo,
formando asociaciones intermedias entre ambos tipos de vegetación, en donde el palo bobo
(Ipomoea murucoides), el huizache tepame (Acacia pennatula) y especies de Bursera (principalmente B.
fagaroides, B. excelsa, B. multijuga o B. palmeri), , se presentan como elementos aislados junto con
Acacia constricta var. vernicosa, Opuntia sp., Fouquieria splendens y otras. A veces el copalillo (Bursera
palmeri) se presenta como dominante. En áreas más cálidas se presenta colorín (Erythrina).
Otra asociación en El Mezquital es la de Ipomoea murucoides con orégano (Lippia graveolens),
huizache chino (Acacia schaffneri), Eysenhardtia polystachya y Agave durangensis
La facies hacia el matorral xerófilo la constituyen las combinaciones de elementos del Matorral
xerófilo y elementos del bosque tropical caducifolio, también en el municipio de El Mezquital
(ver 15.4. Matorral xerófilo subtropical).
En Canelas, entre 1,500 y 1,600 m, se presenta un matorral subtropical con elementos del bosque
tropical de encino adyacente, en el que se presentan escasos Quercus magnolifolia, Q. subspathulata y
Q. aff. aristata.
Para Otaez, en sitios pedregosos entre 1,550 y 1,700 m, Guízar et al. (1992) reportan un matorral
subtropical denso, hasta de 3 m de alto, dominado por Dodonaea viscosa y varias leguminosas y
compuestas arbustivas, además de Acacia farnesiana, Ambrosia ambrosioides, Asterohyptis stellata,
Bocconia arborea, Buddleja sessiliflora, Lantana (aff.) velutina, Mimosa cf. durangensis, Sida rhombifolia,
Solanum lanceolatum, Vernonia paniculata y Baccharis ramulosa. De manera espaciada se presentan
cactáceas columnare y árboles como Bursera multijuga, B. bipinnata, Acacia pennatula, Diphysa
suberosa, Ipomoea murucoides y Erythrina sp.
Sinonimia: Corresponde en parte a lo que la COTECOCA (1979) denominó matorral mediano espinoso.
c) PASTIZAL INDUCIDO [PI] (Lámina 28 g)
Se presenta en áreas en donde el bosque tropical caducifolio o el bosque espinoso han sido
desmontados para promover el crecimiento de pastos para ganadería.
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Vegetación y Ecoregiones de Durango
14. VEGETACIÓN ACUÁTICA Y SUBACUÁTICA (Láminas 29, 30)
Incluye comunidades muy diversas, cuyo rasgo común es su relación con el medio acuático
(vegetación hidrófila). Se desarrollan en prácticamente cualquier parte en donde haya depósitos o
corrientes de agua, en todos los climas, altitudes y substratos geológicos.
Las características de las comunidades acuáticas y subacuáticas hacen que éstas sean
particularmente susceptibles a los desequilibrios ecológicos causados por el hombre, ya sea
directamente, al desecarse depósitos o corrientes de agua, o bien en forma indirecta al sufrir los
efectos de la contaminación del agua, que a veces ocasiona la desaparición de algunos organismos
acuáticos, o en algunos casos el incremento de otros.
Los humedales y áreas con vegetación acuática proveen importantes servicios en la purificación
de agua y en control de inundaciones y el rompimiento de su equilibrio puede ser devastador.
Debido a que el medio acuático proporciona una relativa independencia de las condiciones
climáticas, muchas de las especies de plantas de este tipo de comunidades son de distribución
muy amplia, pero también es frecuente la presencia de endemismos (Rzedowski 1978).
Para Durango se conocen 679 especies ligadas a cuerpos o corrientes de agua. De éstas, 71 son
acuáticas y 37 de éstas pertenecen a familias estrictamente acuáticas. Otras 78 especies se
comportan como subacuáticas y 38 más son subacuáticas facultativas. Alrededor de 530 son
especies riparias o tolerantes.
Algunas de las principales formas en que se manifiesta este tipo de vegetación son las siguientes:
14.1. COMUNIDADES ACUÁTICAS HERBÁCEAS (incluye carrizales) (Lámina
30 a-c)
Las especies acuáticas o subacuáticas herbáceas pueden ser arraigadas emergentes, flotantes, o
sumergidas. Con frecuencia se presenta dominancia de especies de una misma forma biológica,
aunque usualmente las comunidades de acuáticas presentan los tres tipos:
14.1.1. Acuáticas emergentes
Tulares
Los tules (Typha latifolia y T. domingensis; Schoenoplectus americanus, S. californicus y S. tabernaemontanii)
forman poblaciones densas, con frecuencia en comunidades dominadas por una sola especie. Son
plantas altas, con frecuencia sobrepasando los dos metros, que forman masas densas arraigadas
en el fondo de depósitos de agua poco profundos o a orillas de zanjas y presas.
En el centro y sur del estado existen asociaciones “chaparras” de tule en las que el dominante es
Schoenoplectus americanus. En algunos lugares esta planta, aún en floración, apenas sobrepasa los 50
cm de altura y se encuentra depauperada aparentemente debido al pastoreo; pero la misma
especie llega a sobrepasar los 2 m en otros sitios.
97
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Estas plantas son de gran importancia como purificadoras del agua y tienen buen potencial para
fitorremediación.
Otras
Varias especies de Eleocharis se presentan en sitios encharcados de escasa profundidad en la
región de los Valles. Son poco frecuentes, pero abundantes en los sitios en donde llegan a
ocurrir; entre éstas destacan Eleocharis palustris, E. reznicekii, E. xyridiformis y E. yecorensis.
Sagittaria latifolia y S. demersa, así como la gramínea Leersia hexandra, se desarrollan también en
sitios encharcados. Otras especies emergentes son los berros (Roripa nasturtium-aquaticum),
Ludwigia peploides, Lilaeopsis schaffneriana y algunas especies de Polygonum, Persicaria, Heterantheray
Ranunculus.
En la zona árida se presenta Bolboschoenus maritimus subsp. paludosus.
En áreas cenagosas en medio de bosques templados es común Lilaea scilloides. Sparganium
americanum es muy abundante en arroyos en bosque templado semihúmedo en el municipio de
Pueblo Nuevo.
Plantas subacuáticas
Son plantas arraigadas en el fondo de depósitos poco profundos de agua, que completan la
mayor parte de su ciclo de vida en el hábitat acuático y soportan sólo temporalmente el suelo
seco. También pertenecen a estas comunidades las plantas de zonas pantanosas ya sea a la orilla
de corrientes o manantiales o en amplias superficies de suelo mal drenado.
Las familias mejor representadas en este tipo de hábitat, tanto en número de especies como de
individuos son las ciperáceas (Eleocharis spp., Scirpus y algunas especies de Cyperus y de Carex),
juncáceas (Juncus), gramíneas (Echinochloa, Eriochloa), Berula erecta y especies de Ludwigia, Polygonum
y Persicaria..
En lugares altos, templados a fríos, se encuentran algunas áreas abiertas (“llanos”) en medio de
los bosques de pino o de pino-encino, que se encharcan durante parte del año, en donde son
comunes especies de los géneros Carex, Juncus, Luzula, Agrostis, Mimulus, Hydrocotyle, así como
Chromolepis heterophylla y especies de Cyperus, Eleocharis, Eryngium y Equisetum.
Los humedales (ciénegas) en bajíos en bosques templados de la Sierra albergan un buen número
de especies acuáticas o subacuáticas endémicas, por ejemplo: Sisyrinchium cholewae, Senecio
billieturneri, Trichocoryne connata, Jaegeria spp., Coreopsis maysillesii, Olivaea leptocarpa, Carex durangensis y
varias plantas aún no descritas.
En lugares de clima templado-cálido son frecuentes las asociaciones de Cyperus, Eleocharis, Juncus,
Agrostis, Echinochloa, Polypogon, Paspalum, Polygonum, Ranunculus y otros géneros.
Las asociaciones denominadas por Gentry (1957) pastizal de ciénega están básicamente formadas
por plantas subacuáticas; estas asociaciones son por lo general fases de sucesión, rara vez
determinadas por el factor clima. La gramínea más común en este tipo de hábitat es Sporobolus
airoides, adaptada a suelos con aireación deficiente. Muestra tolerancia a la concentración de sales,
pero estas no son necesarias para su establecimiento. Bouteloua gracilis es abundante en algunas
áreas de suelo arcilloso rodeado de lugares encharcados. Especies de géneros hidrofíticos como
98
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Echinochloa, Leptochloa, Paspalum y Panicum se asocian con ciperáceas y otras plantas, formando
comunidades inestables. El arbusto que con más frecuencia se presenta en este tipo de
comunidades es Acacia schaffneri, principalmente en el centro y sur del estado.
14.1.2. Acuáticas flotantes
Predominan las plantas herbáceas libremente flotantes (no enraizadas). Se desarrollan mejor en
lugares no afectados por corrientes o donde la corriente es lenta.
Entre las plantas que flotan en la superficie del agua y que carecen de órganos de fijación son
frecuentes las especies de lentejilla de agua (Lemna spp.), plantas muy pequeñas pero que en
ocasiones cubren por completo la superficie del agua. En algunos lugares el disturbio propicia su
proliferación, como es el caso de canales y depósitos de la región de los valles.
Azolla mexicana, que forma una cubierta roja sobra la superficie del agua, y el trébol de agua
(Marsilea spp.) pertenecen al grupo de los helechos. Azolla es una libre flotadora favorecida por el
disturbio; Marsilea es una planta arraigada con hojas flotantes.
Eichhornia crassipes, el lirio acuático, es otra planta flotante libre que también se ve favorecida por
la perturbación del medio. Se reproduce rápidamente y cubre grandes extensiones en algunas
presas y estanques cercanos a la ciudad de Durango.
Entre las plantas flotantes pero arraigadas en el fondo están Nymphaea gracilis y N. odorata en los
Valles y la región de la Sierra y Nymphoides fallax en la Sierra, sobre todo en lugares poco
contaminados.
En la región de las quebradas, en la presa El Comedero, se presenta abundante Pistia striatiotes.
Otras comunidades relacionadas son aquellas en las que las plantas son sumergidas pero tienen
flores son flotantes.
14.1.3. Acuáticas sumergidas
Son las plantas que normalmente se mantienen por debajo de la superficie del agua.
Entre las especies sumergidas más comunes en Durango están Najas guadalupensis, N. marina,
Ceratophyllum demersum, Myriophyllum aquaticum, M. spicatum y Zannichellia palustris. En algunos sitios
es muy abundante Ranunculus trichophyllus y en otros Potamogeton spp.
Chara es un alga común en sitios con algún grado de perturbación.
14.2. VEGETACIÓN RIPARIA LEÑOSA (Lámina 29, 30 c-e)
14.2.1. Bosques de galería [BG]
Los bosques de galería están constituidos por los árboles que se desarrollan a lo largo de las
corrientes de agua. Incluye comunidades muy diversas, densas o muy abiertas e irregulares,
caducifolias, subcaducifolias o perennifolias.
99
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Los géneros de árboles riparios más frecuentes en Durango son los sauces (Salix), álamos
(Populus) y sabino (Taxodium) y en menor grado fresnos (Fraxinus) y nogales (Juglans). Para las
partes bajas del estado, Ficus es uno de los géneros comunes en este tipo de comunidades.
Esta vegetación es de gran importancia ecológica ya que una comunidad en buenas condiciones
sirve de filtro entre el río y las áreas adyacentes, filtra el flujo de insumos y deshechos agrícolas y
pecuarios al torrente del río y amortigua algunos de los procesos de sedimentación.
ZONA ÁRIDA Y SEMIÁRIDA Y REGIÓN DE LOS VALLES:
Los árboles que destacan a lo largo de los ríos son el álamo (Populus fremontii var. mesetae) y el
sabino (Taxodium mucronatum). En otros sitios destacan el mezquite (Prosopis laevigata, o P.
glandulosa en la zona árida), sauces (Salix bonplandiana, S. exigua), o arbustos como la jarilla
(Baccharis salicifolia) y el mimbre (Chilopsis linearis).
En el Cañón de Fernández el sabino o ahuehuete (Taxodium mucronatum) es el árbol dominante a
las orillas del Nazas, acompañado por mezquite (Prosopis glandulosa), huizache (Acacia farnesiana),
mora (Morus) y fresnos (Fraxinus). En otras áreas destacan los sauces (principalmente Salix
bonplandiana) y los álamos (Populus). Existen ahuehuetes de más de 1000 años de edad (muchos de
ellos deteriorados por fuego) (Valencia 2005). En el estrato arbustivo es común la jarilla
(Baccharis salicifolia), así como mezquite y huizache. La comunidad de arbustivas y de herbáceas,
que incluye a Penniocereus greggii, está siendo seriamente amenazada por el excesivo crecimiento de
la chicura o pegajosa (Ambrosia ambrosioides).
En zonas muy secas hay predominancia de huizaches (Acacia farnesiana o A. schaffneri) y/o de
mezquite (Prosopis glandulosa), con sabinos aislados.
Fig. 9. Sabinos en el Río Tunal, cerca de El Saltito, Durango.
En la zona semiárida y en cañones de serranías del norte de Durango se presentan fresnos
(Fraxinus berlandieriana) y nogales (Juglans major y J. pyriformis) en las cercanías de corrientes de agua,
a veces no formando parte del bosque de galería sino en las partes bajas de las laderas adyacentes.
Una variante del bosque de galería es un bosque de Salix, actualmente muy fragmentado y casi
desaparecido, que no se restringía a orillas de corrientes de agua sino a planicies inundables del
100
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Valle del Guadiana; relictos de esta comunidad pueden apreciarse al oriente de la ciudad de
Durango.
ZONA TEMPLADA Y FRÍA:
En la región de la Sierra el bosque de galería está con frecuencia constituido por los mismos
elementos del bosque circundante, pero presentando mayor densidad y mayor talla.
En cañadas con humedad ambiental superior a la de las laderas adyacentes,destacan árboles
como los ailes o alisos (Alnus acuminata y A. jorullensis), cedros (Cupressus arizonica y C. lusitanica) en
sitios mésicos y los cahuites y pinabetes (Abies durangensis y Pseudotsuga menziesii) en sitios húmedos
y más fríos. Unas pocas cañadas de este tipo albergan también a Picea chihuahuana, especie
endémica de la Sierra.
Otros componentes de estas comunidades son el pinabete (Pinus ayacahuite), el palo colorado
(Quercus sideroxyla) y el roble (Q. rugosa). Entre los elementos arbustivos y árboles bajos destacan
los sauces (Salix bonplandiana, S. jaliscana y S. lasiolepis, S. taxifolia), capulín (Prunus serotina), fresno
(Fraxinus uhdei), Garrya ovata, Cornus disciflora y C. excelsa, entre otros.
ZONA DE CLIMA CÁLIDO:
El bosque de galería en áreas con influencia tropical está conformado usualmente por los mismos
elementos de la vegetación circundante (al igual que en las zonas templadas y frías). A lo largo de
corrientes de agua destacan los higos, chalates y tecombalates (Ficus spp.), guamúchil
(Pithecellobium dulce), palo mulato (Bursera simarouba), pochote (Ceiba acuminata), cedro (Cedrela
odorata), ramón (Brosimum alicastrum) y vainillo (Inga eriocarpa e I. hintonii).
En las zonas más bajas, se presenta el álamo Populus mexicana subsp. dimorpha, que es poco
común.
14.2.2. Comunidades riparias arbustivas
Las agrupaciones de arbustos que se desarrollan a lo largo de corrientes de agua varían
ampliamente, dependiendo de la zona del estado en la que ocurren:
Las compuestas de los géneros Baccharis y Brickellia, principalmente la jarilla de río
(Baccharis salicifolia en la zona árida y semiárida y B. heterophylla en la sierra) forman matorrales a la
orilla de corrientes y depósitos de agua en varias partes del estado.
A lo largo del cauce de corrientes temporales en la zona semiárida se desarrollan
comunidades de Prosopis, Acacia, Celtis y mimbre (Chilopsis linearis).
Hacia la zona templada, se presentan comunidades riparias de Rhus virens y Vauquelinia
corymbosa.
En arroyos sobre cañadas abiertas entre 2,400 y 2,600 m llegan a ser dominantes algunos
sauces (Salix) arbustivos, particularmente Salix jaliscana y S. taxifolia.
Entre los elementos arbustivos riparios de la zona tropical destacan Ambrosia
(Hymenoclea) monogyra y Tamarix ramossisima, este último una especie invasora proveniente de
Eurasia.
Carrizales
101
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Los carrizos (Arundo donax) llegan a medir varios metros de alto y formar colonias densas a la
orilla de ríos y otras áreas con humedad permanente entre 1,050 y 1,900 m de elevación en el
oriente de Durango, y hasta a menos de 300 m en la parte baja de las Quebradas. Estas
comunidades se presentan en algunos sitios de la zona semiárida en Nombre de Dios y en la
región árida en las riberas del Nazas, así como en Tamazula. El carrizo es una agresiva invasora
que desplaza a las especies nativas.
Otra gramínea leñosa a la que se conoce como carrizo en Durango es Phragmites australis, escasa a
orilla de cuerpos de agua en el Bolsón de Mapimí.
A orilla de corrientes de agua en la región de las Quebradas se desarrollan otates (Otatea acuminata
subsp. aztecorum y O. fimbriata).
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Vegetación y Ecoregiones de Durango
15. OTRAS COMUNIDADES VEGETALES
15.1. BOSQUE XERÓFILO ESPINOSO [BXE] (Lámina 31 a,b)
Se presenta en forma de manchones en medio de otros tipos de vegetación y es difícil cuantificar
su extensión en Durango. En el mapa de vegetación (Anexo 1), se registran 31,193.37 Hs, lo que
correspondería a un 0.26% de la superficie total del estado.
En la parte centro-oriental del estado existen pequeños manchones de bosque xerófilo espinoso
en medio de matorral. Ocupan partes bajas con suelo profundo, con drenaje deficiente (o incluso
inundables), sobre todo a lo largo de arroyos y en sitios de nivel freático alto, sobre depósitos
aluviales ubicados entre 1,550 y 1,900 m de elevación. El clima es BS, con temperaturas medias
anuales que fluctúan entre 20 y 26ºC y precipitación pluvial de 350 a 450 mm al año. Mucha de la
superficie que ocupaban previamente este tipo de bosques está actualmente dedicada a fines
agrícolas.
Son comunidades de árboles bajos y espinosos, en las que la especie más característica es el
mezquite (Prosopis laevigata), a veces con huizache chino (Acacia schaffneri). Algunas especies de los
matorrales xerófilos circundantes pueden estar presentes, como el huizache (Acacia constricta),
granjeno (Celtis laevigata), junco (Koeberlinia spinosa), Opuntia spp., y Yucca spp., así como trepadoras
como Commicarpus scandens, entre otras.
La presencia de las mismas especies que acompañan a P. laevigata y a A. schaffneri en los matorrales
adyacentes indica que el bosque xerófilo espinoso corresponde a una fase de los matorrales que
se desarrolla en sitios con mayor humedad edáfica gracias a la plasticidad fenotípica del mezquite
y del hizache chino, los cuales se desarrollan tanto en forma de arbusto como de árbol,
dependiendo de las características del ambiente.
Los bosques de Prosopis o mezquitales se desarrollan a las vegas de ríos y arroyos, o en terrenos
de suelo profundo con manto freático más o menos superficial, en la región de los Valles y en sus
límites con la zona semiárida. Son comunidades casi siempre abiertas, por lo general con un sólo
estrato arbóreo bajo (de 3 a 6 m de altura). Los árboles son espinosos, de copa amplia y
caducifolios.
Ejemplos de estas comunidades se localizan en el Valle del Guadiana, así como en las cercanías
de Francisco I. Madero, en El Ranchito (Cuencamé) y en varios sitios del municipio de Rodeo.
Los mezquitales por lo general se localizan en áreas planas e indican mantos freáticos poco
profundos. Debido a ello, muchos terrenos antiguamente ocupados por mezquitales han sido
desmontados para usarse como áreas de cultivo. La mayor parte del área que actualmente está
ocupada por agricultura en el Valle del Guadiana (y probablemente en gran parte de la región de
los llanos), fue anteriormente un bosque xerófilo espinoso del que aún quedan individuos
relictuales en algunos lugares.
Sinonimia: Corresponde al mezquital y al Bosque caducifolio espinoso de Prosopis, de Miranda y
Hernández X. (1963).
103
Vegetación y Ecoregiones de Durango
15.2. MATORRAL SECUNDARIO DE JARILLA (DODONAEA VISCOSA)
(Lámina 31 d,e)
Dodonaea viscosa (jarilla) forma matorrales secundarios en sitios donde los encinares han sido
eliminados por fuego o por sobretala, tanto en regiones de clima templado seco como en clima
tropical, entre 1,550 y 2,200 m s.n.m. Se presenta en lomeríos y estribaciones de la Sierra Madre,
tanto sobre la vertiente oriental como sobre la vertiente occidental. Con frecuencia se encuentran
elementos relictuales de los encinares o de los bosques de pino-encino que existían previamente:
Quercus eduardii, Q. resinosa. Q. magnoliifolia y/o Pinus chihuahuana, entre otros.
En lomeríos y pie de monte de la vertiente oriental, Dodonaea se asocia con frecuencia con sotol
(Dasylirion durangense) y hacia mayores elevaciones se mezcla con manzanita (Arctostaphylos pungens).
Al norte del municipio de El Mezquital Dodonaea se mezcla con manzanita en áreas perturbadas
intermedias entre los bosques templados y los matorrales subtropicales o el bosque tropical
caducifolio. Esas comunidades son indicadoras de fuegos recurrentes.
En laderas y mesas en los mpios. de Durango y El Mezquital, entre 1,900 y 2,000 m Dodonaea
forma amplios matorrales, acompañada con Dasylirion durangense y escasos maguey cenizo (Agave
durangensis) y/o maguey de castilla (Agave salmiana), huizache chino (Acacia schaffneri) y orégano
(Lippia graveolens).
En Tepehuanes (Rancho El Purgatorio y Ranchito Escondido), Dodonaea forma matorrales en
sitios previamente ocupados por bosque abierto de encino o por bosque de encino-pino entre
1,500y 1,600 m, a veces con Wigandia caracassana, una planta urticante.
15.3. MATORRAL CON PALMITO (BRAHEA DULCIS) (Lámina 31 c)
En los municipios de El Oro, Coneto, Rodeo y Pánuco de Coronado se desarrollan comunidades
con palmito (Brahea dulcis), una palma de 4 a 12 m de alto, con diversos usos locales,
principalmente para techar casas, para atar pastura y para elaborar artesanías.
Brahea está presente tanto en cañadas y orillas de arroyos entre 1,700 y 1,750 m de elevación,
como en los matorrales xerófilos en las laderas entre 1,750 y 1,850 m. En esos sitios, Brahea
constituye un elemento relictual, es decir, remanente de épocas en que la vegetación de clima más
cálido tenía una mayor distribución.
Brahea se mezcla con encinos (Quercus
emoryi y Q. chihuahuensis), cedros
(Cupressus) y fresnos (Fraxinus) en
bosque de galería y con ocotillo
(Fouquieria), palma (Yucca) y otros
elementos del semidesierto en partes
más secas. En pequeñas áreas en Las
Higueras (m. Rodeo) se combina con
Lantana camara y con papelillo (Bursera
fagaroides), otras dos especies de
afinidad tropical que constituyen
también elementos relictuales de
épocas más cálidas.
Fig. 10. Brahea dulcis en matorral xerófilo en Rodeo, Dgo.
104
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Brahea dulcis se conoce también, con el nombre de palma, de laderas de arroyos en El Mezquital y
San Dimas hasta los 1,900 m de elevación, mezclada con elementos de bosque de pino-encino de
clima semicálido, así como de sitios escarpados con baja humedad ambiental en bosques de
encino o de pino-encino hasta a 2,240 m en San Dimas y Tamazula. Otra palma, Brahea aculeata,
se desarrolla en bosques húmedos de San Dimas.
15.4. MATORRAL XERÓFILO SUBTROPICAL (Lámina 26 f)
Entre 1,400 y 2,050 m de elevación, en zonas intermedias entre el matorral xerófilo de ocotillo
y/o de largoncillo con el bosque tropical caducifolio o con el matorral subtropical, se presentan
matorrales en los que se mezclan elementos de ambos ecosistemas.
En lomeríos de conglomerado al norte de El Mezquital (1,400-1,450 m) destacan Prosopis laevigata,
Acacia constricta var. vernicosa y Fouquieria splendens entre los de tipo xerófilo, mientras que entre los
tropicales están Ipomoea murucoides, Acacia pennatula y Myrtillocactus geometrizans28. Otros elementos
acompañantes provenientes de zonas áridas son Jatropha dioica, Celtis laevigata, Cylindropuntia
leptocaulis, Euphorbia antisiphyllitica y aún Agave victoria-reginae y entre los de afinidad tropical están
Cercidium (praecox?), Bursera fagaroides, Ditaxis guatemalensis, Justicia sp. y Euphorbia colletioides.
Los elementos xerófilos, principalmente Fouquieria, son dominantes en las laderas secas (hacia el
sur o el oriente) y los elementos tropicales predominan en las partes bajas o en las laderas menos
secas. En áreas planas los dominantes son Acacia o Prosopis. Sobre depósitos aluviales Prosopis
forma matorrales más densos, combinado con Cercidium, Celtis y Jatropha.
En las cercanías de Paura se desarrolla un matorral bajo dominado por Calliandra eriophylla, con
Jatropha dioica, Euphorbia antisiphyllitica y escasos Rhus microphylla, Lippia graveolens, Acacia constricta
var. vernicosa, Cylindropuntia sp. e Ipomoea murucoides. Acacia constricta var. vernicosa asume la
dominancia en algunas comunidades entre 1,800 y 2,050 m.
Otro matorral bajo en El Mezquital está dominado por Mimosa monancistra con Dalea bicolor, Acacia
constricta var. vernicosa, A. farnesiana y escasos A. pennatula y P. laevigata. En el estrato inferior
destacan Baccharis pteronioides, gramíneas anuales y compuestas como Adenophyllum cancellatum. En
áreas cercanas se encuentra también el huizache chino (A. schaffneri). También en El Mezquital, a
1,800 m, se desarrollan matorrales bajos en los que el orégano (Lippia graveolens) es el elemento
dominante, asociado a Opuntia, Agave durangensis y Acacia.
En el Cerro de Mercado, en las cercanías de la ciudad de Durango, entre 1,970 y 2,020 m de
elevación se encontraban hace dos décadas manchones de matorral de Bursera palmeri con
elementos xerófilos, una comunidad relictual de un período de mayores temperaturas. La
explotación minera en esta zona ha hecho desaparecer a esta vegetación.
15.5. VEGETACIÓN RUPÍCOLA (Lámina 32 a-c)
Las comunidades de plantas que se desarrollan sobre escarpes, riscos y substratos rocosos
presentan diversas adaptaciones a la falta de humedad. Destacan diversos líquenes y selaginelas
(siempreviva, Selaginella spp.), así como los gallitos (Tillandsia recurvata), paixtle (T. usneoides),
Crassuláceas como Echeveria y Sedum y diversas cactáceas y agaváceas.
Varias especies de Agave se comportan como rupícolas: en la zona árida y semiárida destacan la
lechuguilla (Agave lechuguilla) y la noa (A. victoriae-reginae). En la Sierra, otra lechuguilla (A.
28 Tratado como matorral mediano espinoso en COTECOCA (1979).
105
Vegetación y Ecoregiones de Durango
schidigera) y un maguey (A. inaquidens var. barrancensis). En las quebradas, otras lechuguillas son A.
vilmoriniana y A. multifilifera).
El Peñón Blanco o Peñón de Covadonga, enorme formación granítica que da la impresión de no
tener cubierta vegetal, cuenta con vegetación rupícola muy espaciada.
15.6. COMUNIDADES DE ARVENSES Y RUDERALES (Lámina 32 d)
Arvenses son las comunidades formadas por especies asociadas a campos de cultivo, activos o
abandonados. Con frecuencia a estas especies se les conoce como “malezas”, dada la
competencia por agua y nutrientes que representan para las especies cultivadas. Sin embargo, las
plantas arvenses frecuentemente son útiles en diversas formas (comestibles, medicinales) y
algunas pueden jugar papeles positivos en el agroecosistema.
Entre las más comunes de estas especies, en cultivos en todo el estado se cuentan la aceitilla
(Bidens odorata), diversas Crucíferas como Eruca sativa, la mostaza (Brassica nigra, B. rapa), Lepidium
virginicum, quelites como Amaranthus hybridus y Chenopodium spp. y el zacate pata de gallo (Cynodon
dactylon).
En la zona oriental del estado destaca la rodadora (Salsola iberica) y varias especies de Crucíferas.
En los Valles, las asociaciones más comunes son las dominadas por el girasolillo (Tithonia calva),
asociada sobre todo a campos de maíz y el chicalote (Argemone ochroleuca), común en campos de
frijol después de levantar la cosecha.
En la Sierra, Spergula arvensis llega a ser muy abundante en cultivos de avena.
Ruderales son especies que son favorecidas por el disturbio, comunes a orillas de caminos y
carreteras, así como en los alrededores de casas y en terrenos baldíos. Se encuentran en las cuatro
regiones del estado.
Entre las especies ruderales destacan diversas gramíneas procedentes de África, algunas de las
cuales son invasoras: el zacate rosado (Melinis rosea), Pennisetum villosum y el zacate buffel (Cenchrus
ciliaris), este último en las zonas áridas29. Otras gramíneas abundantes a lo largo de carreteras son
Botriochloa barbinodis y Chloris spp. y pata de gallo (C. dactylon).
Una especie muy abundante en áreas de disturbio (orilla de caminos, basureros) es el tabacón o
gigante (Nicotiana glauca). Otras ruderales comunes son plantas de la familia de las compuestas
como el girasolillo (Tithonia tubiformis y T. diversifolia), Viguiera spp., aceitilla (Bidens odorata) y
Ambrosia spp. y Chloracantha spinosa. Entre las herbáceas de otras familias destacan Asphodelus
fistulosus y varias especies de solanáceas de los géneros Physalis, Solanum y Datura.
En años recientes se ha expandido Ambrosia ambrosioides (chicura) en áreas de disturbio con suelo
profundo, tanto en la zona árida (por ejemplo cerca del río Nazas) como en la región de las
quebradas.
29 Una gramínea invasora de gran agresividad, el zacate africano(Eragrostis lehmanniana) se ha detectado
recientemente como ruderal al norte de Brittinham, Mpio. de Gómez Palacio (25°45'50" N, 103°34'23"
W). Se sugiere que se tomen acciones para impedir su dispersión en Durango.
106
Vegetación y Ecoregiones de Durango
V. DINÁMICA DE LA VEGETACIÓN
M. Socorro González Elizondo, Martha González Elizondo,
Marco A. Márquez Linares y Jeffrey R. Bacon.
Los ecosistemas son entidades que se modifican de manera continua debido a procesos naturales
y por efecto de la influencia humana. Actualmente, la principal causa de modificación -directa o
indirectamente-, son las actividades humanas. La vegetación de Durango, al igual que la de gran
parte del país, está cambiando en su estructura, composición y distribución debido
principalmente a factores antropogénicos como son: la sobreexplotación y cambio de uso de
suelo, la fragmentación de hábitats, la contaminación, la introducción de especies exóticas y el
cambio climático, entre otros.
El presente capítulo tiene por objeto discutir algunos de los cambios que se han detectado en la
vegetación del estado de Durango, describir sus posibles causas y comentar sobre los posibles
cambios futuros con el propósito de tomar medidas precautorias.
RELACIÓN CLIMA-VEGETACIÓN
El clima es uno de los principales factores que determinan qué tipo de vegetación está presente
en un área. Las modificaciones del clima a lo largo del tiempo se reflejan en migraciones de la
flora y en cambios en la vegetación. Por ejemplo, durante el Pleistoceno el clima fue mucho más
frío y húmedo de lo que es actualmente; hace unos 9,000 años se empezó a hacer más seco en el
norte de México y hace alrededor de 4,000 años se estableció el clima moderno (Metcalfe 2006).
Durante las épocas de climas fríos y húmedos la vegetación prevalente era de bosques, bosques
bajos abiertos, humedales, chaparrales y pastizales. La vegetación desértica se restringía a partes
bajas en el sur del Desierto Chihuahuense y fue hasta hace unos 4,500 años que la gobernadora y
el ocotillo llegaron a la parte norte del actual Desierto Chihuahuense (Van Devender 1990, 1995).
Muchas laderas calizas del oriente de Durango cubiertas actualmente por matorral xerófilo
(Acacia neovernicosa, Agave lechuguilla y Fouquieria splendens), tenían hasta hace 11,000 años un bosque
bajo abierto de piñonero, cedro y encino con pastizal, vegetación que había permanecido ahí por
unos 30,000 años. A principios del Holoceno los dominantes leñosos eran encino (Quercus) y
cedro (Juniperus) con pastizal, pero a mediados de ese período ya dominaba el pastizal y a finales
del Holoceno éste fue reemplazado por las comunidades xerófilas actuales (Van Devender and
Burgess 1985; Van Devender 1995).
En la Sierra de la Misericordia al NW de Bermejillo (25°56’ N), actualmente ocupada por
matorrales, había hace unos 12,000 años Juniperus y pino piñonero (Pinus remota), de acuerdo a los
restos encontrados en madrigueras fósiles de rata de campo [Neotoma]. En ese tiempo los
veranos eran más fríos y los inviernos menos fríos y más húmedos y las partes más bajas del
Bolsón de Mapimí (“playas”) pudieron haber estado cubiertas de agua. Los climas no
extremosos, bajos ritmos de extinción y las repetidas y rápidas fluctuaciones climáticas entre
glaciares e interglaciares pueden haber sido importantes en la evolución y acumulación de
especies a bajas latitudes (Van Devender 1995).
107
Vegetación y Ecoregiones de Durango
El cambio climático global
En las últimas décadas se ha manifestado una
mayor, inusual, modificación del clima, que es
resultado, directa o indirectamente, de
actividades humanas, principalmente del
aumento en la concentración de gases como el
CO2 en la atmósfera. Este cambio climático
global se caracteriza por la ocurrencia de
eventos climáticos extremos que afectan la
composición y la estructura de la vegetación.
Muchas especies de plantas, particularmente las
de ciclo de vida largo como los árboles, no
alcanzan a adaptarse a la velocidad con que
ocurren los cambios y desaparecen de algunas
áreas dando lugar a especies con mayor
plasticidad.
Fig. 11. Sabinos muertos cerca de Presa
Las Higueras, Rodeo. 2003.
Entre los estudios sobre las posibles respuestas de los ecosistemas al cambio climático en México
están los de Villers Ruiz y Trejo Vázquez (1998a, 1998b), quienes analizan la vulnerabilidad de
los ecosistemas forestales a los eventos climáticos. De acuerdo a sus modelos predictivos, de 18
zonas de vida analizadas, las más afectadas serán las de bosques templados, los cuales tienden a
reducir su área debido principalmente al incremento en la temperatura30.
Otras comunidades vegetales se verán afectadas por los cambios en la precipitación. Por ejemplo,
los promedios de precipitación anual registrados para diferentes provincias bióticas de Arizona y
Nuevo México son: Matorral desértico (254 mm), Pastizal desértico (279 mm), comunidades de
piñonero-junípero (432 mm), bosque de Pinus ponderosa (533 mm), bosque de Pseudotsuga menziesii
(660 mm) y bosque de Picea-Abies (864 mm) (Lowe 1964, citado por Van Devender et al. 2003).
Con estos datos se puede predecir que un bosque bajo abierto de piñonero y Juniperus puede ser
reemplazado por un pastizal o por matorral xerófilo si la precipitación se reduce, o por bosques
de pino si el cambio se diera hacia una mayor precipitación y una menor temperatura. Sin
embargo, con frecuencia es más importante la distribución de la precipitación durante el año que
el total de precipitación recibido (Rzedowski 1978; González et al. 2005ª), de tal manera que las
tendencias de cambio no son fácilmente predecibles.
En Durango, varias comunidades vegetales están sufriendo modificaciones (González et al. 1991,
2003, 2004, 2005ª, b; Casas et al. 1993; Márquez et al. 2006). Al igual que en gran parte de
30 Uno de los modelos aplicados indica que los bosques tropicales secos y los bosques espinosos tienden a
incrementar su superficie, mientras que el otro modelo sugiere condiciones que podrían incrementar la
extensión de los bosques tropicales húmedos.
108
Vegetación y Ecoregiones de Durango
México y el mundo, se están presentando períodos de
sequía extrema en los que algunos componentes de la
cubierta vegetal mueren. Un año particularmente seco fue
1998, dando por resultado una alta incidencia de incendios
forestales, así como la modificación en comunidades
riparias (Fig. 11) y en algunos bosques de encino y de pino-
encino en su límite inferior de distribución (Figs. 12, 13).
Fig. 12. Abies neodurangensis con meristemos apicales divididos,
afectados por plaga.
El estrés hídrico se agudiza en sitios con escasa cobertura vegetal (por ejemplo sitios
sobrepastoreados). Ahí los árboles mueren o se debilitan debido a la falta de agua y son más
susceptibles al ataque de plagas, particularmente descortezadores (Dendroctonus). Esto ocurre
especialmente en los límites inferiores de distribución de las especies, dando por resultado que
los bosques templados estén reduciendo su distribución y retrayéndose hacia mayores
elevaciones. Muchas de las áreas cubiertas por bosques de encino hace pocos años están ahora
ocupadas por matorrales secundarios de Arctostaphylos pungens o de Quercus depressipes en las partes
altas y por matorrales de Dodonaea viscosa en partes bajas.
Fig. 13. Bosque que está siendo substituido por una comunidad baja y abierta de
piñonero. Pino prieto (Pinus leiophylla) muertos por descortezadores (Dendroctonus);
el piñonero no está afectado.
También a menores elevaciones han ocurrido cambios por efecto de las heladas extremas. Los
matorrales de Acacia y Opuntia han sufrido modificaciones en su composición y estructura,
particularmente debido a la helada de1997, la cual afectó amplias áreas de vegetación en el norte
de México.
Algunas plantas parecen representar elementos relictuales, es decir, persistentes desde épocas en
las que la vegetación predominante era diferente. Por ejemplo, en algunas partes del Valle del
109
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Guadiana se presentan poblaciones de sauces (Salix bonplandiana) no restringidos a orillas de
corrientes de agua, indicando que anteriormente la zona era más húmeda que en la actualidad.
Entre los elementos de la vegetación que son indicadores de condiciones ecológicas están los
siguientes:
Matorrales de jarilla (Dodonaea viscosa) y/o de sotol (Dasylirion durangense), indicadores de incendios
recurrentes (Láminas 10 a, 31 d,e).
Chaparrales de manzanita (Arctostaphylos pungens) o de charrasquillo (Quercus depressipes), que
ocupan áreas con suelo somero, usualmente con fuerte afloramiento de roca madre, sometidas a
frecuentes incendios o afectadas por vientos intensos.
EFECTOS DE LA INFLUENCIA HUMANA (Láminas 33, 34)
Es de suma importancia que el uso del suelo se base en la vocación de cada área. Los cambios de
uso de suelo no sustentados en un ordenamiento ecológico llevan con frecuencia a problemas de
erosión, deforestación y desertificación. Civilizaciones enteras se han colapsado debido a que
manejaron inadecuadamente sus recursos naturales.
Puesto que, independientemente de los avances tecnológicos que la humanidad logre, los
ecosistemas naturales son la fuente de los servicios ambientales de los que depende nuestra
subsistencia, los problemas ambientales se ven reflejados en problemas sociales, económicos y de
salud, mientras que el cuidado y la protección del ambiente siempre repercute en una mejor
calidad de vida de la población.
La pérdida y deterioro de ecosistemas naturales se debe a muchas causas, la principal de las cuales
es la conversión de áreas de bosque para pastoreo o para agricultura. El sobrepastoreo,
principalmente por caprinos y ovinos provoca la mayor deforestación. La principal causa de
deforestación en México son los desmontes agropecuarios (82% del total), seguidos muy de lejos
(8%) por la tala ilegal (SEMARNAT ).
De acuerdo al Inventario Nacional Forestal, el 77% de los ecosistemas naturales se encuentran
aún en buen estado de conservación y sólo un 12% presentan vegetación secundaria. Sin
embargo, 872,000 Ha se encuentran perturbadas y 900,000 con alto riesgo de presentar plagas y
enfermedades.
Los impactos humanos sobre los ecosistemas afectan a nivel de hábitats (degradación,
fragmentación, destrucción o contaminación) y a nivel de organismos (sobreexplotación,
introducción de invasoras).
La deforestación, la degradación de los bosques y la fragmentación representan grandes pérdidas
en los ecosistemas. La fragmentación y la deforestación se dan principalmente por el cambio de
uso del suelo, de vegetación natural a uso ganadero y agrícola.
La fragmentación ocurre cuando una comunidad vegetal es afectada y persisten únicamente
manchones de la vegetación original, los cuales forman mosaicos entre las zonas agrícolas o las
áreas abiertas a la ganadería. La fragmentación impacta a la biodiversidad, por ejemplo a las
especies animales que requieren superficies grandes de cierto tipo de vegetación y hábitats
contiguos así como el flujo génico entre las poblaciones que quedan aisladas. Al reducirse el
tamaño de las poblaciones de plantas o animales, se reduce su diversidad genética y se incrementa
su riesgo a desaparecer.
110
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Los incendios de copa son otra causa de pérdida de vegetación natural. Para el año 2002 se
registraron en Durango 183 incendios forestales, que afectaron 13,100 Ha.
Los efectos de la deforestación se reflejan en grandes pérdidas de suelo, azolve de depósitos de
agua y erosión biológica (extinción local o total de especies).
En la laguna de Santiaguillo, un importante humedal que alberga a especies nativas y a muchas
aves migratorias, está ocurriendo un proceso acelerado de alteración. Por ser una cuenca
endorreica, el espejo de la laguna varía ampliamente, dependiendo de la precipitación recibida.
Las actividades agrícolas han fragmentado los ecosistemas originales y degradan el ambiente
acuático. El uso del agua para agricultura de riego está ocasionado que el nivel del agua baje, con
la consecuente desecación de algunas partes de la laguna y también reducción en el nivel de
mantos freáticos.
La contaminación en suelo, agua o aire
está ocasionando también degradación
en los ecosistemas. Poblaciones de
sauces (Salix bonplandiana) están en
proceso de desaparecer aparentemente
debido a contaminación (Fig. 14).
La pérdida de hábitats es la principal
causa tanto de extinción de especies
(Wilson 1988) como de declinación en
los servicios ecosistémicos (Daily et al.
1997), citados en Wikipedia (2006,
http://en.wikipedia.org/wiki/Restorati
on_ecology).
Fig. 14. Sauces (Salix bonplandiana) muertos por
contaminación. Puente San Carlos, Valle del Guadiana.
OJO CON LAS INVASORAS31 (Lámina 7 c)
Las especies exóticas invasoras (originarias de otros lugares pero que se desarrollan exitosamente
en nuevas regiones, desplazando a la flora nativa), constituyen la segunda causa de alteración de
hábitats. Al facilitar las migraciones de las especies se modifica a la naturaleza, reemplazando
comunidades únicas de plantas y animales con comunidades empobrecidas de especies
generalistas (Wilson).
La introducción de especies exóticas ocurre ya sea de manera accidental, o de forma deliberada
cuando se traen animales o plantas no nativas sin saber que algunas de ellas se expanden de
manera agresiva desplazando o eliminando a especies nativas. La mejor manera (y prácticamente
la única) de controlar el daño causado por las invasoras es durante la fase inicial de su
establecimiento.
Para Durango se han registrado 151 especies de plantas no nativas. De éstas, 122 están ya bien
instaladas (naturalizadas) y 17 de ellas se comportan como invasoras en mayor o menor grado.
31 Adaptación y resumen del trabajo presentado por González et al. (2006) en Weeds accross
borders/Malezas a través de las fronteras.
111
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Entre éstas, destacan varias gramíneas africanas: Melinis repens, el zacate rosa, ha modificado
profundamente el paisaje en la franja central de Durango, generando una cubierta uniforme en
comunidades que fueron previamente diversas; Pennisetum ciliare (buffel) invade matorrales
xerófilos del oriente del estado; Pennisetum villosum coloniza a lo largo de caminos, tanto en la
región de los valles como en la sierra. Eragrostis lehmanniana (zacate africano) es una maleza
sumamente agresiva que ha reemplazado a zacates nativos en pastizales de Chihuahua. Se ha
detectado recientemente del noreste de Durango, de una pequeña área a la orilla de la carretera
40 al N de Gómez Palacio. El carrizo (Arundo donax) es también agresivo y abundante
particularmente a lo largo del río Nazas.
Entre las herbáceas, destacan la rodadora (Salsola tragus), abundante en la zona árida. Otras
especies naturalizadas y semi-invasivas son el cebollín (Asphodelus fistulosus), que coloniza áreas de
disturbio en matorrales, pastizales y bosques bajos abiertos. Reseda luteola es común como arvense
y ruderal en la zona árida. Eruca sativa y Spergula arvensis son abundantes en campos cultivados.
CONCLUSIONES
Sin duda, las actividades humanas para apropiarse de los recursos naturales (suelo, agua y
vegetación) para su desarrollo social y económico, así como los efectos sobre el clima por el uso
de combustibles fósiles, han tenido un efecto negativo sobre la vegetación. Los cambios se han
reflejado en una disminución importante de la superficie con vegetación natural, un aumento
importante de la vegetación secundaria,y cambios en la composición específica y estructural de
los ecosistemas.
Dado que los ecosistemas finalmente son el soporte de vida de la sociedad tanto para la
generación de bienes como de servicios ambientales imprescindibles para la subsistencia, será
cada vez más necesario invertir grandes esfuerzos por recuperar la capacidad de absorción,
regeneración y producción de esos servicios. Esta inversión será, en un momento dado, ya no un
asunto opcional sino forzoso.
Es importante comentar que los costos de enfrentar la degradación ambiental son inmensamente
más altos que los de la prevención y el cuidado de los ecosistemas. Es por ello de vital
importancia que éstos se manejen de acuerdo a los principios de sostenibilidad de tal manera que
continúen generando bienes y servicios y evitando que los cambios producidos por estas
actividades no sean irreversibles.
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VI. USO DEL SUELO EN DURANGO
Jorge A. Tena Flores, Rebeca Álvarez Zagoya e Irma Lorena López Enriquez
113
Vegetación y Ecoregiones de Durango
A las diferentes formas en que se emplea un terreno y su cubierta vegetal se les conoce como
“uso del suelo”. En los lugares donde no ha habido modificación o ésta ha sido ligera, el suelo
sigue cubierto por la vegetación natural y a ésta se le considera como primaria; cuando ha
ocurrido alguna perturbación considerable y se ha removido la cubierta vegetal primaria, la
vegetación que se recupera en esos sitios se conoce como secundaria y puede ser muy diferente
a la original. Cuando se elimina por completo la cubierta vegetal para dedicar el terreno a
actividades agrícolas, pecuarias o zonas urbanas, éstas se conocen como coberturas antrópicas
(SEMARNAT 2005).
En este capítulo se analiza el uso del suelo para fines agrícolas y urbanos y se comentan otros
usos no incluidos en el mapa (Anexo 1). Además de la cubierta vegetal (vegetación primaria y
secundaria), los usos del suelo incluidos en el mapa comprenden zonas agrícolas de temporal y de
riego, pastizales inducidos, centros de población32 y parque urbano. Los pastizales inducidos se
encuentran en sitios donde el bosque (templado o tropical) ha sido abierto, eliminando la mayor
parte o todos los árboles para incrementar las áreas para pastoreo; éstos son tratados en los
capítulos sobre vegetación. Los usos forestales se comentan en los capítulos sobre vegetación,
dinámica de la vegetación y valor de los ecosistemas naturales. Debido a diferencias en las
metodologías para calcular superficies y a que el uso del suelo se modifica de manera continua,
los datos sobre usos del suelo varían dependiendo de la fuente.
INEGI (2003)
SEMARNAT
Durango
(2003)
Este trabajo
Bosques templados 46.6 40.5 42.933
Bosque tropical 4.6 4.0 4.534
Matorral 20.8 21.7 29.8
Vegetación halófila nc 0.8 2.3
Pastizal 14.7 nc 4.4
Ganadería nc 18.1 nc
Zonas agrícolas 10.1 7.0 9.4
Áreas perturbadas nc 7.1 nc
Otros 3.2 0.8 6.7
100.0 100.0 100.0
Cuadro 6. Porcentaje de la superficie de Durango por vegetación y usos del suelo. Diferencias
entre datos de INEGI (2003), SEMARNAT Durango (2003) y este trabajo. nc = no cuantificado.
Las diferencias en algunos de los rubros dependen también de su conceptualización. Por
ejemplo, la notable diferencia en las cifras registradas para “pastizal” se debe a que en este
trabajo pastizal se refiere a un tipo de vegetación natural, sin incluir las superficiesde pastizal
inducido o cultivado, mientras que de acuerdo al INEGI, el rubro pastizal comprende las "áreas
que sustentan una cobertura de gramíneas que puede ser natural, inducida o cultivada, cuyo
destino principal es el uso pecuario" (Cuadro 6).
32 Incluidos como “zona urbana”, siguiendo la nomenclatura de la cartografía del INEGI. El rubro
comprende comunidades rurales y urbanas.
33 Incluye bosques bajos abiertos.
34 Incluye matorral subtropical.
114
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Vegetación o uso Superficie (Ha) %
Bosque templado
Bosque tropical
Zonas áridas
Veg. halófila
4,989,401
495,020
2,671,571
100,815
40.5
4.0
21.7
0.8
Agricultura
Riego
Temporal
864,330
183,306
681,024
7.0
Ganadería 2’235,670 18.1
Áreas perturbadas
Otros (Zonas urbanas, etc.)
872,094
89,129
7.1
0.8
T O T A L 12,318,100 100.0
Cuadro 7. Uso del suelo en Durango (Modificado de SEMARNAT Durango 2003).
VI.1. AGRICULTURA
La superficie agrícola de Durango para el ciclo 2002-
2003 fue de 702,320 Ha sembradas35 y para el 2003-
2004 fue de 707,076.9 Ha, equivalentes a 5.7% de la
superficie de la entidad (INEGI 2005). Para ciclos
anteriores el INEGI registra hasta 10.1% de la
superficie de Durango como agricultura y la
SEMARNAT Durango (2003) presenta la cifra de
864,330 Ha (7% de la superficie).
En este trabajo, con base en el conjunto de datos
vectoriales de la carta de uso de suelo y vegetación
serie II del INEGI (2002) se obtuvo la cantidad de 1,152,381 Ha de superficie agrícola (casi 9.4%
de la superficie del estado) (Cuadros 5 y 6, Anexo 1). De éstas, 827,288 son de temporal y
325,093 son de riego.
La mayor superficie agrícola se ubica en la región de los valles, seguida de la zona árida y
semiárida (Cuadro 8). La región de los llanos de Guadalupe Victoria y Pánuco de Coronado es la
principal área productora de frijol en México. En el sur del estado se han introducido nuevos
cultivos y se siembra exitosamente la fresa, aunque en pequeñas superficies, así como
membrillero y vid.
Región Superficie (Ha)
Principales cultivos
(Ha superficie cultivada)
Los Llanos (Guadalupe Victoria-Pánuco de Coronado) 85,368 Principalmente frijol (67,574); maíz (7,961)
35 De éstas, 681,417 fueron cosechadas, de acuerdo a la misma fuente.
115
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Canatlán – Nuevo Ideal 85,319 Avena forrajera (39,844), frijol (18,139); frutales, principalmente manzano (9,544)
Valle del Guadiana 66,971
Destacan el maíz (32,588); forrajes (15,358 de
avena forrajera, maíz forrajero, praderas,
alfalfa); frijol (9,378)
Cuencamé 62,534 Predomina el frijol (48,954); maíz (5,875 )
Poanas – Nombre de Dios 50,260 Predomina el frijol (25,031); maíz (12,682)
Comarca Lagunera (Gómez Palacio-Lerdo) 38,996
Principalmente forrajes (31,455 Ha de maíz
forrajero, alfalfa y avena forrajera); muy en
segundo término hortalizas, algodón y nogal
Santiago Papasquiaro 33,934 Principalmente avena (14,973) y maíz (14,122)
Norte de Durango: Ocampo, Hidalgo, Indé, El Oro 61,044 Principalmente maíz (24,997) y forrajes (22,165 Ha de avena forrajera y sorgo)
Cuadro 8. Principales zonas agrícolas de Durango y superficies sembradas en el año 2003-2004.
Modificado de INEGI (2005).
Ciclo Grupo Producto
Superficie
programada
(Ha)
Superficie
sembrada (Ha)
Algodón semilla 6,668 4,189
Frijol 232,697 17,318
Maíz grano 207,616 67,657
Básicos
Sorgo grano 4,128 876
Avena forrajera 122,516 3,312
Maíz forrajero 26,469 16,204 Forrajes
Sorgo forrajero 19,950 2,374
Chile verde 6,739 1,651 Hortalizas
Papa 680 455
Otros Avena grano 3,311 142
Melón 2,580 2,004 Frutas
Sandía 593 866
PRIMAVERA
VERANO
Subtotal 638,112 117,451
Básicos Trigo grano 2,684 3,069
Forrajes Avena forrajera 12,769 16,842
Otros Avena grano 3,613 3,103
OTOÑO INVIERNO
Subtotal 19,754 23,272
Forrajes Alfalfa verde 24,435 27,286
Aguacate 846 846
Durazno 840 872
Mango 273 279
Manzana 10,249 10,825
Naranja 205 215
Nuez 4,021 4,026
Frutas
Otras 501 526
PERENNES
Subtotal 41,401 44,375
TOTAL ESTATAL 699,267 185,098
Cuadro 9. Principales cultivos sembrados en 2006 en Durango. Fuente: SAGARPA 2006.
En la región de las Quebradas se siembran pequeñas superficies de frutales como aguacate,
mango, ciruelo, guayabo, limón, lima y naranjo (Pueblo Nuevo 378 Ha, Tamazula 372 Ha, San
Dimas 230 Ha y Canelas 38 Ha) y, en segundo término, maíz, avena forrajera y frijol.
Por superficie sembrada, los principales cultivos en Durango, son el frijol, maíz, algodón, trigo,
sorgo, cebada, cártamo, alfalfa verde y hortalizas (INEGI 2005).
116
Vegetación y Ecoregiones de Durango
En la agricultura de riego destacan los cultivos de forrajes, además del maíz y frutales:
Cíclicos: Maíz de grano, maíz forrajero, avena forrajera, sorgo forrajero
Perennes (herbáceos): Alfalfa, pradera
Frutales: Manzano, nogal, duraznero
En la agricultura de temporal las mayores superficies son destinadas al cultivo de frijol y maíz,
seguidos por avena forrajera, maíz achicalado, avena achicalada, sorgo de grano y sorgo
achicalado (Cuadros 9 y 10).
Fig. 15. Agricultura de temporal en R. Flores Magón, mpio. de Canatlán (izq.) y de
temporal y riego en el Valle del Guadiana, mpio. de Durango, Dgo. (der.)
Por el valor de su producción, los cultivos más importantes son el chile ancho, chile verde, maíz,
frijol, sorgo, trigo, avena forrajera, alfalfa y algodón (SEDESOL 2006). El 31% de la superficie
agrícola actual es identificada con bajo rendimiento en sus cultivos por estar establecidos en
suelos sin vocación agrícola (SEMARNAT Durango 2003). El frijol se siembra en 42.9% del
total de la superficie agrícola y representa el 21.8% del valor de la producción y el maíz en 27.1%
de la superficie, siendo 13.7% del valor de la producción. Resalta el bajo valor relativo de la
producción de estos cultivos comparado con el de la alfalfa, de la que se siembra una superficie
relativamente pequeña (3.5%) pero cuyo valor representó el 16.7% del total en el ciclo 2001-
2002.
117
Vegetación y Ecoregiones de Durango
SUPERFICIES SEMBRADA Y COSECHADA POR TIPO DE CULTIVO Y ZONAS AGRÍCOLAS
TIPO DE CULTIVO Y PRINCIPALES MUNICIPIOS
PRODUCTORES
SUPERFICIE SEMBRADA
(Ha)
SUPERFICIE
COSECHADA
(Ha)
VOLUMEN (Ton)
TOTAL 702 320 681 417 NA
CULTIVOS CÍCLICOS 650 466 630 190 NA
SUB TOTAL 264 135 258 903 184 044
Cuencamé, Guadalupe Victoria, Poanas, Pánuco de Coronado 145 555 143 564 114 206 FRIJOL
Resto de Municipios 118 581 115 339 69 802
SUB TOTAL 213 057 201 228 402 644
Durango, Canatlán, Santiago Papasquiaro 58 444 54 689 118 491 MAÍZ GRANO
Resto de Municipios 154 613 146 539 28 4153
SUB TOTAL 93 991 92 207 267 854
Nuevo Ideal, Santiago Papasquiaro, Canatlán 39 819 39 222 110 398 AVENA FORRAJERA SECA
Resto de Municipios 54 172 52 987 157 456
SU
Gó
MAÍZ FORRAJERO EN
VERDE
B TOTAL 23 281 23 281 1 040 890
mez Palacio, Durango, Lerdo 9 073 9 073 9 073
Resto de Municipios 3 898 3 898 104 278
S
H
SORGO FORRAJERO EN
VERDE
UB TOTAL 12 757 12 729 343 196
idalgo, Indé, El Oro, San Bernardo 6 346 6 346 151 259
Resto de Municipios 6 411 6 383 191 937
SUB TOTAL 7 875 7 518 23 958
Durango 7 705 7 348 23 293 AVENA GRANO
Resto de Municipios 170 170 665
SUB TOTAL 7 317 6 760 17 305
Mapimí 2 604 2 584 5 501 SORGO GRANO
Resto de Municipios 4713 4 176 11 803
SU
Tl
AVENA FORRAJERA EN
VERDE
B TOTAL 6 885 6 885 208 712
ahualilo, Gómez Palacio, Mapimí 4 457 4 457 152 716
Resto de Municipios 2 428 2 428 46 020
SUB TOTAL 3 897 3 841 5 551
Nombre de Dios, Poanas 3 525 3 490 5 167 CHILE SECO
Resto de Municipios 373 352 385
SUB TOTAL 3 018 2 949 30 303
Poanas 1 405 1 390 15 707 CHILE VERDE
Resto de Municipios 1 6131 559 14 596
RESTO DE CULTIVOS CÍCLICOS 14 252 13 889 NA
CULTIVOS PERENNES 51 854 51 227 NA
SUB TOTAL 22 414 22 176 1 836 677
Gómez Palacio, Lerdo 13 451 13 451 1 149 999 ALFALFA VERDE
Resto de Municipios 8 963 8 725 686 678
SUB TOTAL 10 870 10 720 52 015
Canatlán, Nuevo Ideal 10 243 10 093 48 775 MANZANA
Resto de Municipios 628 628 3 239
SUB TOTAL 5 416 5 226 26 802
General Simón Bolívar, Rodeo 2 299 2 299 9 321 ZACATE
Resto de Municipios 3 117 2 927 1 7481
SUB TOTAL
Durango
PASTOS Y PRADERAS EN
VERDE
3 614 3 614 79 068
2 597 2 597 57 123
Resto de Municipios 1 018 1 018 21 946
SUB TOTAL 3 403 3 403 75 092
Durango 1 873 1 873 32 780 ALFALFA ACICALADA
Resto de Municipios 1 529 1 529 42 313
SUB TOTAL 3 343 3 336 5 010
Gómez Palacio, Nazas 1 654 1 654 3 255 NUEZ
Resto de Municipios 4 011 3 962 1 241
Cuadro 10. Superficies sembradas y cosechadas para los principales cultivos en Durango durante
el ciclo agrícola 2002/2003 (INEGI 2005).
El principal uso del agua en Durango es, con mucho, el agropecuario (Cuadro 11). Para el año
2004 se autorizaron para la Comarca Lagunera 50,000 Ha de riego (agua de presas) para cultivo
de forrajes, algodonero y hortalizas. El algodonero fue un importante cultivo en la zona hace
algunas décadas y su producción declinó por diversas razones. Actualmente, los algodoneros
pretenden hacer frente al algodón proveniente de China con un nuevo sistema de cultivo de alta
densidad.
118
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Uso Agua superficial (%) Agua subterránea (%)
Agropecuario 97.4 71.4
Público Urbano 1.4 24.1
Industrial 0.9 3.4
Otros Usos 0.3 1.1
Cuadro 11. Usos del agua en Durango (SEMARNAT Durango 2003).
En cuanto a la hidrología subterránea, existe ya un déficit en Durango: la recarga total de los
acuíferos es de 1,069 Mm3 mientras que la extracción es de 1,203 Mm3. Incluyendo los usos
agrícola, industrial y público-urbano, se desperdicia un alto porcentaje del agua que se extrae del
subsuelo. El deterioro de la infraestructura hidráulica por falta de mantenimiento, las técnicas
agrícolas inadecuadas y baja organización de los productores inciden en ineficiencia de riego que
alcanza hasta un 60% (SEMARNAT Durango 2003).
La sobreexplotación ha inducido problemas de contaminación natural de sales y metales pesados.
Adicionalmente, se presenta contaminación en cuerpos y corrientes de agua debido
principalmente al crecimiento demográfico y económico, la falta de infraestructura para el
tratamiento de aguas residuales y la insuficiente cultura ambiental.
VI.2. USO PECUARIO
Un análisis de la ganadería en los ecosistemas de Durango es presentado en este mismo trabajo
por Herrera y Pámanes (Capítulo XI).
VI.3. ZONAS URBANAS
De 6,258 centros de población de Durango, por razones de escala solamente 177 aparecen en el
mapa (Anexo 1), con una superficie acumulada de 247.46 Km2. La SEMARNAT (2003) registra
891.29 Km2 para el rubro “zonas urbanas, etc.” (Cuadro 7), considerando la superficie ocupada
por centros de población, infraestructura vial, tendido de líneas de alta tensión y otros usos.
El 99.4% (6,218) de las localidades del Estado de Durango son rurales (de menos de 2,500
habitantes) y 4,672 de éstas tienen menos de 50 habitantes. Tan solo el municipio de Durango
cuenta con 606 localidades, de las cuales dos son urbanas y el resto rurales; más de la tercera
parte de la población de la entidad se concentra en este municipio (491,436 habitantes) (INEGI
2003).
La población registrada para Durango en el año 2002 fue de 1,448,661 habitantes (INEGI 2003).
Un 44% de esta población (637,248) se concentra en dos localidades de más de 100,000
habitantes: Durango y Gómez Palacio.
El Parque Urbano registrado en el mapa (Anexo 1) corresponde a las áreas de los parques
Guadiana y Sahuatoba de la ciudad de Durango. Existen otros parques urbanos importantes (p.
ej. el Parque Nacional Raymundo, en la ciudad de Lerdo).
119
Vegetación y Ecoregiones de Durango
VI.4. OTROS USOS DEL SUELO
INFRAESTRUCTURA VIAL
Entre los usos del suelo no incluidos en el mapa y no contabilizados, están las vías de
comunicación, las cuales representan aprox. 0.06 % de la superficie estatal (7,404.8 Ha)36. A
diciembre 2004, se registran para Durango los siguientes datos de infraestructura caminera y
ferroviaria (adaptado de INEGI 2005):
Longitud
(Km)
Superficie media
(Ha)
Carreteras principales Cuota 333.0 632.7
Carreteras principales libre 2,018.3 1,412.8
Carreteras secundarias 1,929.9 1,350.9
Caminos rurales 7,237.1 2,894.8
Brechas 1,618.2 485.5
Caminos vecinales y brechas a cargo de mpios. 1,486.0 445.8
Red ferroviaria 455.7 182.3
TOTAL 13,236.5 7,404.8
Cuadro 12. Longitud y superficie de infraestructura caminera y ferroviaria en Durango (adaptado
de INEGI 2005).
ÁREAS SIN VEGETACIÓN APARENTE
Adicionalmente a las zonas urbanas y las ocupadas por infraestructura vial, existen otros sitios
desprovistos de vegetación. Entre estos están el vaso inferior de la laguna de Santiaguillo en
períodos secos, una parte del Cerro de Mercado junto a la ciudad de Durango y algunos sitios
cercanos al poblado de La Candelaria, en El Mezquital.
REFERENCIAS
INEGI. 2002. Conjunto de datos vectoriales de la carta de uso de suelo y vegetación serie II, escala 1:250,000.
INEGI. 2003. Anuario Estadístico Durango, edición 2003. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática
y Gobierno del Estado de Durango. Aguascalientes, Ags.
INEGI. 2005. Anuario Estadístico Durango, edición 2005. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática
y Gobierno del Estado de Durango. Aguascalientes, Ags. CD.
SAGARPA. 2006. Sistema integral de información agroalimentaria y pesquera.
http://www.siap.sagarpa.gob.mx/ar_comfichedos.html, consultado 28 Jul 2006.
SEDESOL. 2006.
http://www.sedesol.gob.mx/subsecretarias/desarrollourbano/ordonez/estados/durango/programa%20de%20desarr
rollo.pdf, consultado 29 Jul 2006.
SEMARNAT Durango (Comisión coordinadora para la elaboración del plan). 2003. Estado de Durango. Plan Estatal
para la Educación Ambiental, Capacitación para el Desarrollo Sustentable y Comunicación Educativa.
Documento inédito.
SEMARNAT. 2005. Informe de la Situación del Medio Ambiente en México. Compendio de Estadísticas
Ambientales, 2005
http://www.semarnat.gob.mx/dgeia/informe_04/sitio_wf/Index.htm, consultado 24 de septiembre, 2006.
36Considerando un promedio de 19 m de ancho en autopistas de cuatro carriles (incluyendo acotamientos,
no incluyendo derechos de vía), 7 m de ancho en carreteras de dos carriles, 4 m en caminos rurales y 3 m
en brechas y caminos vecinales. No se incluyen aquí los 24.6 km (12 m de ancho = 29.5 Ha) del tramo
Durango-entronque a Otinapa de la autopista Durango-Mazatlán.
120
Vegetación y Ecoregiones de Durango
VII. VEGETACIÓN DE ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS
Abel García-Arévalo y Jorge Nocedal
En las últimas décadas se han adoptado a nivel internacional políticas de protección y desarrollo
sustentable de recursos naturales en sitios definidos como áreas naturales protegidas, como una
estrategia de conservación de especies y ecosistemas. En algunos países, principalmente aquellos
denominados desarrollados, estas políticas han tenido un éxito significativo; sin embargo, en
países menos desarrollados se han registrado avances muy lentos y graduales. La interpretación
que se podría dar al lento avance de este tipo de políticas para la conservación de especies y
ecosistemas en los países no desarrollados, es la influencia de las actividades productivas que
ejercen los pobladores de los asentamientos humanos localizados en las áreas naturales
protegidas, en sus áreas de amortiguamiento y de influencia, además de las relaciones socio-
económicas y culturales entre los diferentes asentamientos humanos.Formalmente, se define a las áreas naturales protegidas como el máximo instrumento de política
ambiental con mayor definición jurídica para la conservación de la biodiversidad y también,
desde el punto de vista ambiental, como porciones terrestres y acuáticas representativas de los
diversos ecosistemas del país, en donde el ambiente original no ha sido esencialmente alterado
por las actividades productivas del hombre. Son, además, productoras de beneficios ecológicos
que cada vez son más reconocidos y valorados porque hasta recientemente se les ha dado un
valor económico.
En México se ha llevado a cabo un gran esfuerzo para la conservación de los ecosistemas
naturales representativos de sus diferentes regiones. El INECOL ha sido una de las instituciones
pioneras y principal promotor de estas acciones de conservación en los años 1970’s con la
creación de las Reservas de la Biosfera de “Mapimí” y “La Michilía” en el Estado de Durango.
En la actualidad, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) órgano
descentralizado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), se
hace cargo de 52 áreas protegidas en las categorías de Reserva de la Biosfera, Parque Nacional,
Áreas de protección de recursos naturales, Áreas de protección de flora y fauna, Monumentos
naturales y otras categorías.
A nivel federal, en el Estado de Durango la única categoría de área natural protegida que se tiene
es la de reserva de la Biosfera, ejemplificada por la Reserva de la Biosfera Mapimí, representativa
de ecosistemas áridos y secos del Desierto Chihuahuense y la Reserva de la Biosfera La Michilía,
representativa de ecosistemas de bosques templados secos de la Sierra Madre Occidental.
ESTUDIOS DE VEGETACIÓN Y FLORA EN LAS RESERVAS DE LA BIOSFERA
Reserva de la Biosfera Mapimí (Láminas 3 c, 4 a, 5 a,b, 6 b)
Los primeros estudios sobre la vegetación y flora del área de influencia de la reserva se llevaron a
cabo simultáneamente a su creación como área protegida, a la par con estudios faunísticos,
hidrológicos, climáticos y geológicos. Destaca, por ser la primera aportación al conocimiento de
la vegetación y flora de la región el estudio de Martínez y Morello (1977) en el cual describen
nueve tipos de unidades fisonómico-florísticas, definidas de la siguiente manera:
1. Asociación de piedemonte de sangre de grado (Jatropha dioica) con gobernadora (Larrea
121
Vegetación y Ecoregiones de Durango
tridentata37) y flor de peña (Selaginella lepidophylla).
2. Candelillar. Asociación de laderas de cerros y lomeríos dominada por la candelilla
(Euphorbia antisyphilitica) con gobernadora (L. tridentata) y ocotillo (Fouquieria splendens).
3. Magueyal. Asociación de laderas de cerros en la cual el maguey (Agave asperrima) es co-
dominante con la gobernadora (L. tridentata).
4. Lechuguillar. Asociación de laderas de cerros dominada por la lechuguilla (Agave
lecheguilla) con candelilla (E. antisyphilitica) y ocotillo (F. splendens) además de gobernadora
(L. tridentata).
5. Nopalera. Asociación de laderas de cerros con poca pendiente dominadas por nopal
rastrero (Opuntia rastrera) con gobernadora (L. tridentata).
6. Matorral de gobernadora. Asociación de planicies no inundables dominada y formada
casi exclusivamente por gobernadora (Larrea tridentata).
7. Mezquital. Asociación de cauces de arroyos temporales dominada por mezquite (Prosopis
sp.) con granjeno (Celtis pallida) y huizachillo (Acacia greggii).
8. Asociación de laderas de cerros y lomeríos de Opuntia bradthiana-Larrea tridentata-Agave
lecheguilla-Hechtia sp.
9. Pastizal de sabaneta. Asociación de planicies inundables o playas dominada por sabaneta
(Pleuraphis mutica).
Posteriormente, sin hacer referencia en particular a la reserva de Mapimí, González (1983)
describe la vegetación que ocurre en el Estado de Durango y menciona que el matorral xerófilo,
el pastizal y la vegetación halófita son representativos del área. Cornet (1985) en su obra “Las
cactáceas de la Reserva de la Biosfera de Mapimí”, presenta un listado de las especies de
cactáceas de la región e incluye la sinonimia de las especies, sus nombres comunes, así como
datos de su utilización y distribución.
Durante las décadas de los 70's y 80's se llevan a cabo diversos estudios, incluyendo uno que
destacó por el concepto integral de su constitución, denominado “Estudio integrado de los
recursos vegetación, suelo y agua en la Reserva de la Biosfera de Mapimí”, en el cual participaron
investigadores del INECOL y del ORSTOM de Francia y del cual se editó una síntesis de los
elementos que conforman el medio físico y la vegetación de la reserva (Montaña 1988). En esta
síntesis, Montaña hace las aportaciones más importantes que actualmente se conocen sobre la
vegetación de la región. Con base en las formas biológicas y especies dominantes establece una
clasificación de la vegetación de la Reserva de Mapimí, en la cual caracteriza 76 asociaciones
vegetales a las que agrupa en 14 categorías de rango mayor; además menciona que doce especies
vegetales son las dominantes y de distribución más amplia, entre las cuales están: Prosopis
glandulosa, Larrea tridentata, Pleuraphis mutica, Fouquieria splendens, Acacia constricta, Flourensia cernua,
Cordia parvifolia, Atriplex acanthocarpa, Acacia greggii, Opuntia rastrera, Dalea scoparia y Yucca elata.
En relación a los estudios florísticos del Bolsón de Mapimí, Ruiz de Esparza (1988) realiza la
primera contribución registrando 60 familias, 197 géneros y 313 especies de plantas vasculares.
Recientemente, García-Arévalo (2002) actualiza y complementa el listado de la flora, registrando
71 familias, 242 géneros, 403 especies y 426 taxa infraespecíficos de plantas vasculares; en este
listado florístico destacan las familias Asteraceae, Poaceae, Cactaceae y Fabaceae como las más
diversas y, por primera vez, se presenta un listado de 31 especies endémicas al Desierto
Chihuahuense.
37 Referida como Larrea divaricata.
122
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Reserva de la Biosfera La Michilía (Láminas 15 a,b,c,d, 34 a,b)
De las primeras aportaciones que existen para el estudio de la vegetación de la reserva, sobresale
el realizado por Gallina et al. (1978), en el cual, a pesar de no ser la vegetación el principal
objetivo del estudio, se lleva acabo un reconocimiento parcial de la vegetación, con el propósito
de conocer las especies que constituyen la dieta del venado cola blanca (Odocoileus virginianus). Se
menciona que la vegetación es muy variada y se distinguen los tipos: pino-encino, chaparral,
pastizal y zacatonal, incluyendo además dentro de estos tipos a varias unidades fisonómico-
florísticas.
En un estudio más específico y tomando como base el estudio de la vegetación de la reserva de
Mapimí, Martínez y Saldívar (1978) describen las características del medio físico, caracterizan las
unidades de vegetación considerando los aspectos fisonómico-florístico e incluyen las
características fenológicas y fenotípicas de las formas de vida vegetal. Se caracterizan once
unidades de vegetación, entre las cuales destacan, por su extensión dentro del área de la reserva,
los pastizales, los bosques mixtos de encino (Quercus spp.), pino (Pinus spp.) y cedro (Juniperus
deppeana) con diferentes grados de dominancia de estos taxa y los matorrales de encino (Quercus
microphylla) y de manzanita (Arctostaphylos pungens), además de matorral de ciénegas y vegetación
riparia.
Años más tarde, Passini (1985) estudia la composición florística, condiciones ecológicas y la
dinámica y regeneración de las poblaciones de pino piñonero (Pinus cembroides) en la Sierra de
Urica, localizada en el Ejido San Juan de Michis, el cual forma parte del área de amortiguación de
la reserva.
Utilizando la teoría de conjuntos difusos como base conceptual, Equihua (1991) analiza la
vegetaciónde la reserva de La Michilía y concluye que cuatro grupos representan
satisfactoriamente la vegetación del área, que dos de ellos corresponden a mezclas entre selva
baja caducifolia, matorral xerófilo, pastizal y bosque de encino-pino y los otros dos corresponden
a bosques de pino y de encino.
Finalmente, el estudio más completo y actualizado sobre la vegetación de la reserva se hace
tomando como base la estructura de la vegetación, la composición florística y sus correlaciones
con algunos parámetros ambientales (González-Elizondo et al. 1993). En dicho estudio se
describen las unidades de vegetación y se reconocen como unidades generales al bosque de
Quercus, bosque de Quercus-Pinus, bosque de Pinus, bosque de Pinus-Quercus, bosque de Pseudotsuga,
bosque de Cupressus, comunidades de Juniperus, pastizal, matorral de Arctostaphylos pungens, matorral
de Quercus microphylla, matorral de Acacia schaffneri y vegetación acuática y semiacuática. Además,
los autores recomiendan se lleven a cabo estudios sobre la dinámica y regeneración de los
bosques, profundizando en las relaciones entre la vegetación, la fauna silvestre y el ganado.
La última aportación que se ha hecho a los estudios de vegetación de la reserva es el estudio
taxonómico de las coníferas (Rentería-Arrieta y García-Arévalo 1997) en el cual se registra la
presencia de dos familias con trece taxa incluyendo los infraespecíficos.
FACTORES DETERMINANTES EN EL DETERIORO O MODIFICACIÓN DE LA
VEGETACIÓN
Históricamente, los principales agentes de deterioro y modificación de la vegetación nativa en la
Reserva de la Biosfera Mapimí que han sido identificados son, entre otros, el sobrepastoreo, no
sólo de los pastizales sino en general de toda la vegetación nativa, la explotación intensiva y
extensiva de especies útiles, como la candelilla (Euphorbia antysiphilitica) que es extraída para la
123
Vegetación y Ecoregiones de Durango
industrialización de la cera que esta planta produce, la recolección ilícita de especies
ornamentales, principalmente cactáceas y la presencia significativa de una red anárquica de
caminos de terracería. De menor importancia es la explotación a baja escala de algunas especies
vegetales por parte de los pobladores locales, como es el caso del mezquite (Prosopis glandulosa), el
ocotillo (Fouquieria splendens) y el orégano (Lippia graveolens) que son utilizados como leña, para
construcción de corrales y/o techos y para consumo humano, respectivamente. A todos estos
factores locales se suma la gran afluencia de visitantes que, durante todo el año, gradualmente
contribuyen a la modificación y depauperación de los ecosistemas, mayormente por considerar
que el área, conocida localmente como Zona del Silencio, tiene un interés mítico y pseudo-
científico desde hace varias décadas.
En la Reserva “La Michilía” se presenta una problemática diferente. Los principales factores de
disturbio y modificación que se identifican son los relacionados con la explotación de la madera y
el sobrepastoreo. De la extracción masiva de madera de pino, se ha pasado, al ser más escaso este
recurso, a la extracción de madera de encino. Otros factores de deterioro ambiental que van
unidos a la explotación de los bosques son los incendios forestales, fortalecidos por el
desperdicio de ramas y corteza que queda después de que ha habido un “aprovechamiento
forestal”, así como la incidencia de plagas y enfermedades de las especies maderables, que
también se ven fortalecidas al disminuir el vigor de los árboles que quedan en pie.
Adicionalmente, a pesar de no ser terrenos aptos para la ganadería, el sobrepastoreo es un factor
muy importante de perturbación pues va creando un sotobosque y una carpeta herbácea menos
vigorosa y más uniforme, en algunos casos compuesta por especies poco o nada palatables para
el ganado; el sobrepastoreo, aunado a la sequía prolongada registrada en los últimos años, hace
que estos factores de impacto se potencien y ocasionen una pérdida de la diversidad biológica.
Mención aparte, por la modificación y explotación del bosque tan rápida y masiva, merece el
asentamiento de 35 familias de indígenas Tepehuanos en lo que constituía el rancho La Peña y
que actualmente se conoce como “Paraíso de los Santos” (a pesar de que la normatividad en
materia ambiental en México no permite el asentamiento de nuevos núcleos en reservas de la
biosfera). Esta situación ha repercutido en la modificación y depauperación de los bosques en los
alrededores de la Estación Piedra Herrada. El impacto ha sido de gran magnitud debido
principalmente al pastoreo por caprinos y otras prácticas productivas poco amigables hacia el
ambiente.
ESTADO ACTUAL DE LA VEGETACIÓN
Reserva de la Biosfera Mapimí
A nivel de paisaje, la zona de la reserva de Mapimí es muy atractiva considerando las variantes
topográficas, las formaciones rocosas moldeadas por el efecto del viento y agua a través del
tiempo y la diversidad de asociaciones vegetales presentes en las playas, dunas, sitios salinos
inundables, bajadas, presones y partes altas de los cerros.
De acuerdo a la clasificación de la vegetación propuesta por González-Elizondo et al. (ver
capítulo IV), se reconocen para La Reserva de la Biosfera Mapimí diversas comunidades de
vegetación xerófila y vegetación halófila. Son distintivos de la vegetación xerófila el matorral
parvifolio, el matorral rosetifolio, el matorral espinoso, el matorral crasicaule, la vegetación de
dunas y el isotal, mientras que de la vegetación halófila destacan el matorral de Atriplex y/o
Suaeda, el matorral de Prosopis, el pastizal halófilo de Sporobolus airoides y el pastizal de Pleuraphis
mutica.
124
Vegetación y Ecoregiones de Durango
La vegetación que se encuentra mejor conservada, o bien aquella que está menos perturbada, se
localiza principalmente en las áreas de difícil acceso, como lo son la Sierra de la Campana,
ubicada en la región sureste del área de la reserva y la zona de dunas de La Soledad, ubicada al
norte de la reserva, razón por la cual fueron designadas como áreas núcleo. En contraparte, las
áreas más degradadas se encuentran ligadas a los principales asentamientos y rancherías, en
donde la ganadería es la principal actividad productiva.
Un ejemplo muy evidente es el Rancho San Ignacio el cual, durante cuando menos 20 años, ha
sido rentado como tierras de agostadero a productores locales, pero que ha sido sometido a una
gran carga animal por encima de lo permisible. Ecológicamente estos hechos han sido tan
destructivos que en épocas de prolongada sequía, típicas de la región, no solamente los pastizales
se han visto sometidos a una perturbación constante y extensiva de sobrepastoreo, sino que
también los matorrales de cerros, laderas y lomeríos han sufrido efectos devastadores.
Al disminuir la cubierta vegetal debida al sobrepastoreo se ha incrementado la superficie desnuda
con una consiguiente pérdida del poco suelo que existe en esta región, lo cual aunado a la acción
del viento y del agua ha traído como consecuencia la formación de grandes cárcavas. Morello y
Camberos (1979) mencionan algunos hechos como consecuencia del sobrepastoreo, tales como
la ampliación de las áreas desnudas (peladeros), el avance de la gobernadora (Larrea tridentata) en
los pastizales y la retracción de los pastizales de Sporobolus airoides y Pleuraphis mutica. Asimismo,
destaca la gran abundancia de especies como Flourensia cernua, Larrea tridentata y Euphorbia
antisyphilitica, que contienen compuestos químicos no palatables para los herbívoros.
Los peladeros o áreas desprovistas de vegetación de importantes dimensiones se registran en
zonas adyacentes al Cerro Bola y San José del Centro y también en sitios con marcada erosión de
la zona baja de playas aledañas a La Vega, único arroyo de importante flujo de agua en la
temporada de lluvias. Otras áreas de menor extensión, denominadas localmente “barriales”,
tambiénse encuentran desprovistas de vegetación; dichas áreas están tan ligadas a la presencia de
ganado en ciertas temporadas del año que todo hace suponer que estos barriales están siendo
mantenidos por la continua acción del ganado.
Reserva de la Biosfera La Michilía
Considerando la clasificación de los tipos de vegetación de la Reserva de la Biosfera “La
Michilía” (González-Elizondo et al. 1993), la cual a su vez tiene como base la clasificación de la
vegetación de México de Rzedowski (1978), se identifican 5 tipos de vegetación: Bosque de
coníferas, bosque de Quercus, pastizal, matorral xerófilo y vegetación acuática y subacuática. De
acuerdo a la propuesta de González-Elizondo et al. (capítulo IV) para la clasificación de la
vegetación de Durango, la caracterización de los tipos de vegetación toma en consideración de
manera muy importante los factores del clima. Son distintivos de clima semiseco templado los
pastizales, tanto de tipo mediano como amacollado así como los inducidos, además del bosque
bajo abierto, en donde se incluyen bosques de pino, bosques de encino y bosques mixtos; dentro
de la vegetación de clima templado o semifrío subhúmedo son distintivos los bosques de
coníferas con cuatro variantes: el bosque de Pinus, el bosque de Pseudotsuga, el bosque de Cupressus
y las comunidades de Juniperus; además de algunos bosques de encino y bosques mixtos de pino-
encino, el chaparral secundario, representado por el matorral de Arctostaphylos pungens y Quercus
depressipes. Hacia las partes bajas de la zona de amortiguación de la reserva se presentan también
comunidades de clima semiseco templado, como el matorral de Acacia schaffneri. Dentro de la
vegetación acuática y subacuática son notables las comunidades de herbáceas acuáticas.
En los bosques templados son muy evidentes los cambios y modificaciones ocasionados por la
constante presión de utilización a los que éstos han estado sometidos. Por un lado están aquellos
125
Vegetación y Ecoregiones de Durango
factores que han impactado de forma inmediata la estructura y composición de la vegetación,
como son aquellos relacionados con aprovechamientos forestales no sustentables y una mayor
incidencia de incendios forestales de grandes dimensiones. En sitios que originalmente
constituían bosques de encino-pino y que en las últimas décadas han estado expuestos a la acción
de incendios forestales muy intensos y que alcanzan las copas de los árboles, la composición y
estructura del bosque se han modificado a tal grado que la vegetación dominante en la actualidad
son bosques con mayor abundancia de encinos y matorrales de Actrostaphylos pungens (Fulé y
Covington 1999, Fulé et al. 2000). Otros agentes que han causado gran perturbación son más
bien de tipo natural, como es el efecto de las sequías que han provocado cambios en períodos
más largos y de una manera más gradual.
En la mayor parte de la zona de amortiguación de la reserva el pastoreo extensivo y, en menor
grado, la agricultura de temporal, han tenido un fuerte impacto, principalmente en la zonas en
donde la vegetación original estaba constituida por pastizales naturales, las cuales están siendo
colonizadas por especies arbustivas leñosas como encinos (Quercus spp.), cedros (Juniperus) y
huizaches (Acacia), entre otros. Este efecto es muy evidente en los bajíos y serranías aledañas a
las poblaciones de San Juan de Michis y El Alemán.
Un cambio dramático en la vegetación y flora del predio conocido como “Paraíso de los Santos”
ha ocurrido a partir del asentamiento de un núcleo de población. Hasta mediados de la década de
los 1990's el área era una propiedad privada, utilizada principalmente con fines de esparcimiento,
en la que la utilización de los recursos bosque y fauna silvestre tenía poco impacto sobre la
estructura de la vegetación. A partir del asentamiento de alrededor de 200 personas el bosque ha
sufrido una intensa degradación por tala para laconstrucción de casas e infraestructura asociada y
particularmente por los efectos de una desmedida explotación ganadera con gran cantidad de
bovinos borregos y cabras que sobrepasan con mucho la capacidad de carga de estos
ecosistemas. La cría de cerdos ha impactado también fuertemente a la cubierta vegetal. Este
abuso ecológico ha traído repercusiones negativas tanto para el bosque como para la fauna
silvestre asociada, ocasionando fuertes impactos sobre el entorno natural.
Es paradójico que siendo esta zona una de las primeras en ser reconocidas a nivel nacional e
internacional como reserva de la biosfera, se encuentre ahora en un estado de lamentable salud
ambiental y deterioro ecológico.
Es importante destacar que la vegetación del área núcleo de la reserva, constituida por el Cerro
Blanco, es la zona que se encuentra en mejor estado de conservación, como consecuencia,
principalmente, de su difícil acceso. Sin embargo, esta área tampoco ha estado excluida de
algunas perturbaciones naturales como son los incendios, aunque la mayoría de los que ahí han
ocurrido han sido por causas antropogénicas. La presencia de ganado en la zona núcleo es una
actividad que oficialmente no está permitida por la normatividad actual que rige el medio
ambiente en nuestro país pero que, sin embargo, ocurre abiertamente.
PERSPECTIVAS DE LA VEGETACIÓN EN ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS
Durante décadas los recursos naturales han sido utilizados en cierta manera irracionalmente, sin
tener un planteamiento de uso sustentable. Los ecosistemas que dominan el paisaje en las
reservas del Estado de Durango, el árido de Mapimí y el templado seco de La Michilía, han sido
muy resistentes y tolerantes al aprovechamiento que se ha hecho de sus recursos durante
períodos prolongados, generalmente por parte de los pobladores locales, si bien, en ocasiones
dicha explotación no ha sido para bien de ellos. Es importante considerar que únicamente con la
implementación de un esquema sustentable de utilización de esos recursos tan importantes como
satisfactores de las necesidades de una población humana que aumenta día a día, se podrá
126
Vegetación y Ecoregiones de Durango
conciliar la armonía entre las prácticas productivas del hombre y las necesidades de conservación
de su entorno natural.
Una nueva política que promueve la sustentabilidad en la utilización y el manejo de los recursos
naturales se fortalece y reafirma cada vez más en nuestra cultura, no solamente entre las
poblaciones urbanas sino también entre las poblaciones rurales, aspecto que se ve reforzado al
ser las reservas de Durango parte de la red nacional de áreas naturales protegidas de la
CONANP. Aunque esto por sí mismo no garantiza un éxito absoluto en términos de
conservación, dicha institución está prestando una atención importante al uso sustentable de los
recursos al asignar personal técnico dedicado de tiempo completo y recursos financieros para
elaborar un diagnóstico de la problemática de cada área natural protegida y para proponer
soluciones a dicha problemática. En particular, el soporte técnico y normativo que en la
actualidad se tiene de las reservas de la biosfera en Durango, permitirá llevar a cabo un
ordenamiento ecológico adecuado de las actividades productivas que actualmente se llevan a
cabo en las áreas de amortiguamiento y de influencia y que deberán estar incluidas en los
programas de manejo, de tal manera que se pueda garantizar la conservación de la vegetación
natural y demás recursos naturales asociados en ambas reservas.
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128
Vegetación y Ecoregiones de Durango
VIII. EL VALOR DE LOS ECOSISTEMAS NATURALES
Durango cuenta con 410.8 Mm3rta de bosques templados y 11.3 Mm3rta de bosques tropicales,
constituyendo la reserva forestal más alta de los ecosistemas forestales del país (SEMARNAT
Durango 2003). Ocupa el segundo lugar en superficie de bosques templados (superado
solamente por Chihuahua) y es la entidad con mayor aprovechamiento forestal en México.
Para que el aprovechamiento de los ecosistemas forestales sea sustentable, la tasa de
aprovechamiento debe ser menor a su tasa de renovación. Aunque se han dado buenos avances
en materia de manejo sustentable en México, todavía existen fuertes rezagos y altos índices de
deforestación.
Sin embargo, también existen experiencias de manejo forestal exitosas, que incluyen más de un
millón de hectáreas certificadas de buen manejo forestal (Comisión Nacional Forestal 2002), una
buena parte de las cuales se localiza en Durango. En la región de la Sierra, la superficie certificada
por el buen manejo forestal asciende a 395,676 Ha y hay 173,717 Ha en trámite de certificación.
Entre las especies de pino de mayor valor económico por su aprovechamiento con fines
maderables están Pinus engelmannii, P. durangensis, P. teocote, P. cooperi y P. arizonica. Muchas otras
especies son aprovechadas como medicinales, alimenticias, ornamentales, etc. Para Durango se
han registrado 809 especies de plantas medicinales (González y González 1994; González et al.
2004).
Pero aunque los recursos forestales, maderables y no maderables, representan una importante
fuente de desarrollo económico, el mayor valor de los bosques radica en su papel de generadores
de servicios ambientales.
La valoración de los servicios ambientales es clave para la conservación de los ecosistemas donde
se generan dichos servicios (Silva, 2006). Los pagos por servicios ambientales, instrumentados a
través de la Comisión nacional Forestal, tienen por objetivo estimular a los propietarios y
poseedores del recurso forestal a evitar el cambio de uso del suelo e invertir en su protección.
Aunque los pagos por servicios ambientales no son en si mismos una panacea para la
conservación de los ecosistemas forestales o para la mejora del ingreso económico de los
poseedores de ese recurso, si representan opciones que, manejadas en combinación con otras
formas de uso sustentable de los recursos naturales, pueden contribuir al bienestar, tanto de sus
poseedores como de la sociedad en general (CONABIO 2006).
Como todo capital, el capital natural requiere ser conservado para poder seguir generando
dividendos.
LOS SERVICIOS AMBIENTALES
Los servicios ambientales son los beneficios intangibles que los ecosistemas generan, derivando
en bienestar para las personas y las comunidades (SEMARNAT 2003). Entre los servicios
ambientales que los ecosistemas forestales en buena condición proporcionan están:
• captación y purificación de agua
• equilibrio de gases atmosféricos
129
Vegetación y Ecoregiones de Durango
• regulación del clima
• conservación de suelos (forman y retienen el suelo, evitando la erosión)
• derivado de la conservación de los suelos, está el evitar los azolves de cuerpos de agua y
el atenuar los impactos de fenómenos naturales.
• mantenimiento de la biodiversidad (de especies, de germoplasma y de ecosistemas).
• hábitat y alimento para fauna silvestre.
• paisajes, valores estéticos y escénicos, recreación.
“Todos los ecosistemas proporcionan servicios ecológicos: todos -sin excepción- conservan la
biodiversidad y los acervos genéticos y parientes silvestres de especies cultivados; la vasta
mayoría [ ] captan agua de lluvia en menor o mayor cantidad; todos conservan el suelo en menor
o mayor grado y la mayoría son sumideros de carbono aún cuando no todos son captadores
netos de carbono.
Sin la cobertura boscosa el agua no sólo se dejaría de captar debido a su rápido escurrimiento y se
incrementaría el riesgo de inundaciones, sino que se llevaría con ella grandes cantidades de suelo
de las escarpadas laderas de las montañas, que quedaría expuesto a la fuerza erosiva de los
aguaceros y terminaría enturbiando los ríos y llenando las presas y lagos de sedimento. En este
sentido, los ecosistemas templados son los más importantes prestadores de estos servicios
ambientales; si bien la selva húmeda también recibe grandes cantidades de lluvia durante todo el
año, al ubicarse en general en las planicies y laderas bajas, el riesgo de la erosión del suelo allí
resulta mucho menor” (Challenger 2005).
Captación y purificación de agua
La cobertura vegetal y el suelo protegido favorecen la lenta infiltración del agua, que a su vez
alimenta los mantos freáticos y los ríos y depósitos de agua, permitiendo con ello su
aprovechamiento para usos humanos.
Durango es uno de los más grandes captadores de agua pluvial en el país. Anualmente caen
alrededor de 11,400 millones de metros3 de agua en la entidad. De éstos, poco más de 10,000
millones salen de Durango y benefician a otros cinco estados. Se ha propuesto un "Pago por
derecho de bosque”, en el que los estados que se ven beneficiados por el agua captada en
Durango paguen tres décimas de centavo por cada metro cúbico de agua que les llega. Eso daría
alrededor de 27 millones de pesos anuales que se podrían destinar a un mejor manejo de los
bosques estatales (Salas, 2004).
En el 34% de la superficie del estado, que corresponde a la vertiente del Pacífico, se genera el
73% del escurrimiento anual y se aprovecha tan sólo el 0.6% del agua de esta zona. Enel área
restante, o sea el 66% de la superficie total del estado, se genera el 27% del escurrimiento
superficial y se utiliza el 80%.
El pago por servicios ambientales hidrológicos se ha instrumentado en México desde 2003,
pagando $300/Ha en zonas elegibles de bosque templado y $400 en bosque mesófilo. En
Durango se encuentra en proceso un estudio de valoración de servicios hidrológicos en el Ejido
La Victoria, como parte del fomento del mercado local de los servicios ambientales.
En el año 2005 se recabaron en Durango pagos por servicios ambientales hidrológicos (PSAH)
para 32,097 Ha ($9'629,065.70), y por captura de carbono para 4,424 Ha. El PSAH recabado por
Durango fue el mayor entre todos los estados del país (SEMARNAT 2006).
130
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Equilibrio de los gases atmosféricos y purificación del aire
• Captura de carbono38. Los bosques capturan, almacenan y liberan carbono como
resultado de los procesos fotosintéticos y respiratorios. En bosques en buena condición
la captura de carbono es superior a la liberación, contribuyendo a equilibrar su
concentración en la atmósfera.
• Producción de oxígeno. También como resultado de los procesos fotosintéticos y
respiratorios, los bosques producen y requieren de oxígeno. La vegetación en buena
condición produce el oxígeno del que depende nuestra subsistencia.
• Producción de iones negativos: Los árboles y el agua en movimiento favorecen el
equilibrio de los iones eléctricos, generando iones negativos, los que promueven
bienestar físico y emocional.
Regulación del clima
Los bosques en buena condición contribuyen a la regulación de la temperatura, la precipitación, y
otros fenómenos climáticos.
A nivel más local, las áreas arboladas sirven de mitigación a tolvaneras además de mejorar los
microclimas.
Conservación de suelos
El suelo es un importante recurso natural cuya conservación está directamente ligada a la de la
vegetación. La interdependencia entre estos recursos se deriva del hecho de que las raíces de las
plantas aglutinan a las partículas de suelo; éste, por su parte, alberga los nutrientes,
microorganismos y el agua de los que dependen las plantas .
Entre las funciones del suelo en el ecosistema están la de sustentar y regular muchos procesos
bióticos: Brinda a las plantas los nutrimentos minerales y el agua para producir su biomasa,
misma que representa la fuente de nutrición primaria de la cadena trófica. El suelo es también
una interfase o zona de interacción en la que se controlan muchos flujos y ciclos de sustancias.
Gracias a su porosidad y permeabilidad cumple también la función de redistribuir el agua de
lluvia entre varios flujos hidrológicos y, así, transforma la precipitación en infiltración,
escorrentía, flujos subsuperficiales o recarga de acuíferos (Sommer y Cram 2006).
Derivado de la conservación de los suelos, está el evitar los azolves de cuerpos de agua y el
atenuar los impactos de fenómenos naturales, servicio ambiental de gran importancia
considerando que el actual cambio climático se caracteriza por el incremento de eventos
climáticos extremos.
Mantenimiento de la biodiversidad
A mayor biodiversidad de un área, mayor es el equilibrio en los procesos ambientales. Las plantas
silvestres representan además recursos genéticos para mejoramiento de especies cultivadas,
38 Los bosques en buen estado de conservación presentan potencial para obtener recursos de mercados
internacionales por captura de bióxido de carbono de la atmósfera; a nivel nacional, se cuenta también con
un fondo para este rubro.
131
Vegetación y Ecoregiones de Durango
especies de potencial ornamental y valor escénico, entre otros valores. Las especies tienen un
valor intrínseco simplemente por ser únicas e irreemplazables.
Al conservar la biodiversidad, se conserva un capital natural para el presente y el futuro y se
mantiene el equilibrio de la naturaleza, ahorrando millones de pesos en costos de restauración y
de mitigación. Recientemente se han instrumentado en México mecanismos económicos para la
conservación y manejo de la biodiversidad.
En Durango existen áreas de alta diversidad de especies y de ecosistemas, así como con altas
concentraciones de endemismos, particularmente en la Sierra Madre Occidental (Bye 1995;
González 1997) y en partes de la zona semiárida (González et al. 2000, 2005).
Aunque la mayor diversidad de especies por unidad de área se da en los bosques mesófilos y los
bosques tropicales, por la superficie que ocupan en México son los bosques templados (de
coníferas y de encinos) los que albergan el mayor número de especies de plantas (7,000,
representando 24% de la flora del país). El porcentaje de endemismos a nivel de género es
también mucho mayor en los bosques templados (26%) que en los bosques tropicales húmedos
(1%) (Rzedowski 1993).
Los bosques templados de México albergan la mayor diversidad de pinos del mundo (más de
50% de todas las especies de pino) (Styles 1993), la mayor diversidad de encinos del hemisferio
occidental (33% de las especies del mundo) (Nixon 1993, Challenger 1998) y la mayor diversidad
de madroños (más de 60% de las especies del mundo). De 11 especies de madroño conocidas
para el mundo, cinco se encuentran en Durango.
Paisajes, valores estéticos y escénicos, recreación
Los ecosistemas naturales proveen una función de referencia esencial y contribuyen a mantener
saludable a la humanidad y al resto de sus elementos, al proveerle oportunidades para reflexionar,
enriquecimiento espiritual, desarrollo cognitivo, recreación y experiencias estéticas (Silva 2006).
Es imprescindible lograr el equilibrio entre la satisfacción de las necesidades humanas y la
preservación de los recursos. Los esquemas para otorgar valor a los servicios ambientales que
ofrecen los ecosistemas forestales se encuentran en sus fases iniciales, pero se vislumbra ya un
futuro en el que se den los mecanismos para una mejor conservación y manejo de los
ecosistemas naturales.
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133
Vegetación y Ecoregiones de Durango
IX. ECOTURISMO Y LA VEGETACIÓN DE DURANGO39
Irma Lorena López Enriquez y Jorge A. Tena Flores
La actividad turística es una pieza clave para el desarrollo económico y social. Permite captar
recursos económicos, generar empleos, contribuir al desarrollo regional y elevar la calidad de vida
de la población, así como a difundir la identidad de los pueblos. Durante toda la historia de la
humanidad las personas han viajado por razones económicas, políticas, sociales y culturales.
Turismo se deriva de la palabra latina "tornus", que significa la acción de movimiento y retorno.
Su definición actual es la afición a viajar para conocer y la organización de los medios que
permiten y facilitan esos viajes para el recreo, paseo, conocimiento y diversión (Gómez 2004).
Toda actividad turística se sostiene sobre un recurso. Recurso turístico es todo elemento que por
sus características estéticas, culturales o recreativas constituye un atractivo capaz de motivar
desplazamientos turísticos. Los recursos turísticos se clasifican en culturales y naturales.
Se denomina ecoturismo a toda actividad turística que esté relacionada con la naturaleza,
incluyendo al llamado turismo de aventura (Gómez 2003). El ecoturismo es una de las
alternativas de uso sustentable de los recursos naturales que incrementa el valor agregado de
éstos y que llevado de manera correcta, impacta relativamente poco a los ecosistemas.
Ecoturismo (o turismo ecológico), turismo comunitario, turismo rural, turismo de aventura, son
conceptos que tratan de explicar una oferta alternativa de turismo y recreación donde el principal
atractivo es el contacto con la naturaleza y con el medio rural. Se trata de explorar y encontrar
espacios de convivencia natural y humana que alejen al visitante de las grandes urbes y del
consumo desmedido de productos industrializados y que, al mismo tiempo, le permitan generar
un aprecio por la naturaleza, las bellezas escénicas, la exploración, y en algunos casos, la aventura.
Su popularidad en el ámbito internacional obedece al creciente interés de las personas por el
contacto con la naturaleza lo que se ha reflejado en el incremento de la demanda de
ecoproductos.
La vegetación constituye uno de los más importantes componentes del paisaje y por lo tanto, de
los recursos ecoturísticos de una región. Una de las principales atracciones para el ecoturismo es
la belleza escénica -ya sea de áreas boscosas o de desierto-. Aún en el turismo de aventura, la
vegetación de un área es de gran valor ya que, junto con la topografía, determina la escenografía.
La sensación de bienestar en sitios arbolados y en las cercanías de arroyos y cascadas se deriva en
parte del placer intrínseco del disfrute de la belleza y la comunión con la naturaleza y en parte al
efecto de los iones negativos que se generan en el aire purificado por las plantas y por el
movimiento del agua.
RECURSOS ECOTURÍSTICOS DE DURANGO
39 Una versión más amplia de este trabajo forma parte del Documento Ordenamiento Ecológico del
Estado de Durango (Fase de Caracterización) (CIIDIR 2006). La información se basa principalmente en
datos del INEGI; en el mapa "Durango tu próximo destino" (Gobierno del Estado a través de la
Dirección de Turismo y Cinematografía); y en las fuentes citadas en las Referencias de este capítulo.
134
Vegetación y Ecoregiones de Durango
El ecoturismo se ha venido desarrollando desde hace ya varios años en Durango. La entidad
tiene un alto potencial turístico gracias a sus intensos contrastes paisajísticos. En cada uno de sus
ecosistemas existen paisajes de gran belleza escénica (Láminas 1, 3, 5-26, 29-36).
La diversidad de climas y ecorregiones puede ser aprovechada para el desarrollo de ecoturismo y
de turismo rural ya que es posible admirar y disfrutar desiertos, llanos, quebradas y bosques.
Adicionalmente, la compleja topografía del territorio de Durango lo hace muy atractivo para
ofertar actividades de turismo de aventura. Pintorescos poblados y estilos de vida saludables
presentan potencial para promover el turismo rural (Láminas 21, 35c, 36d). Existen varias guías y
folletos turísticos para Durango. El único propósito de esta contribución es el de enfatizar el
potencial ecoturístico de la vegetación y del entorno natural de algunas áreas de Durango.
Entre las actividades de ecoturismo que pueden ser desarrolladas están las caminatas para la
observación y disfrute de paisajes naturales, cabalgatas en sitios pintorescos, ciclismo recreativo y
de montaña; observación y reconocimiento de flora y fauna y “Safaris” fotográficos. El
ecoturismo, en particular, es uno de los enfoques turísticos de mayor demanda actual y
representa una nueva posibilidad de desarrollo económico y fuente de ingresos para el estado, a
la par que se estaría impulsando la oferta de trabajo en algunas zonas rurales con potencial para
ofrecer atractivos turísticos.
Para Durango se registran diversos tipos de recursos turísticos relacionados con la naturaleza, en
donde la vegetación juega un papel preponderante. Se tiene registro de 17 balnearios (algunos
con manantiales termales y minero-medicinales), 30 sitios para acampar, 18 sitios para
observación de flora y fauna, 19 para cabalgatas y/o caminatas, 27 en donde se practica ciclismo
de montaña, 19 para pesca deportiva y/o navegación y 13 para rapel. En 14 de dichos sitios de
interés turísticoexisten caídas de agua que forman cascadas naturales, miradores en 8 y 30 están
considerados de belleza escénica o como paisajes.
Las áreas naturales protegidas de carácter estatal (Cañón de Fernández, Parque El Tecuán) son
también parte de los recursos turísticos naturales en Durango, no así las de carácter federal
(Reservas de la Biosfera), las cuales no están abiertas al turismo.
La escalada y rapel se consideran turismo de aventura. En Durango estas actividades se ofertan
en algunos lugares y son más demandadas aquéllas que son guiadas. Entre los muchos sitios
donde se practica turismo de aventura están la Sierra de Gamón y el Peñón de Covadonga. “El
Cerro Blanco sigue siendo una sorpresa de granito de más de 500 metros de altura en medio del
desierto, conectado únicamente por una escondida vereda, en espera de escaladores
empecinados, dispuestos a desarrollarlo y a sacarle provecho a las rutas que un lugar así puede y
merece tener” (Nahle 2001).
Los ecosistemas de desierto tienen gran potencial ecoturístico por sus hermosos paisajes, su flora
y su fauna. Algunos sitios ecoturísticos en la Región árida y semiárida son los siguientes:
El Cañón de Fernández forma parte de la Sierra del Rosario. Es recorrido por el río Nazas,
aguas abajo de la Presa Francisco Zarco. Se localiza en el municipio de Lerdo, entre los poblados
Nuevo Graceros y Santa Anita. Es un área protegida de carácter estatal (17,830.6 hs) incluyendo
las laderas, la zona riparia y el adyacente Cañón del Borrego. La elevación varía de 1,165 a 1,890
m snm.
135
Vegetación y Ecoregiones de Durango
La abrupta topografía del cañón, con riscos y relices de caliza es un impresionante y bello registro
de la historia geológica del área, en donde se aprecia cómo la posición horizontal de las capas de
roca sedimentaria ha sido modificada debido a las grandes fuerzas tectónicas de la tierra.
El contraste entre los riscos áridos y el bosque de galería a lo largo del Nazas incrementan la
belleza del área. La vegetación corresponde a matorrales xerófilos (rosetifolios y micrófilos) e
isotal sobre las laderas, bosque de galería (sabinos y álamos) a lo largo del río, y mezquitales y
áreas de cultivo sobre las partes planas. La flora de los riscos combina diferentes rosetifolias
(yucas, lechuguillas, guapillas y magueyes) con cactáceas y con arbustos bien adaptados a las
condiciones de aridez, en un jardín natural de extraordinaria belleza.
En el municipio de Mapimí destaca una impresionante obra de ingeniería: el famoso puente
colgante de Ojuela, el tercer puente colgante más largo de América Latina. Tiene 95 m de
altura, aproximadamente 336 m de longitud y 1.80 m de ancho (INEGI, 1997). La sensación que
se percibe al cruzarlo es impresionante, además de que permite admirar bellos panoramas y una
flora típica del desierto, con palmas, sotoles, lechuguillas, agaves, ofreciendo un espectáculo
único en su género, con todos los encantos que nos ofrece la naturaleza aunados a la grandeza de
una obra excepcional (Lámina 36 a,b,e). El puente fue construido de vigas de madera y cables de
acero por el ingeniero alemán Santiago Minguín.
De la mina se extraían plata, oro, zinc, cobre y plomo. En sus años activos aportó una cantidad
importante de recursos a la economía de México; hoy en día, la mina sólo se utiliza como
alternativa de recreo, al igual que las ruinas del antiguo pueblo minero. Ojuela se localiza a 15
minutos de Mapimí (cerca de 7 km). También en Mapimí se localizan las Grutas del Rosario.
Sierra El Sarnoso. Al igual que en el Cañón de Fernández, los riscos sobre camas de roca caliza
sustentan una flora con extraordinarias adaptaciones a las condiciones de extrema aridez. Las
rosetifolias (sotoles, yucas, lechuguillas, guapillas y magueyes) se combinan con cactáceas y con
arbustos que durante la temporada de lluvias presentan coloridas flores.
En la zona árida se localiza también la región conocida como Zona del Silencio, cuya belleza de
cuyos paisajes y variedad de formas biológicas de su flora atraen
En la región de los Valles destaca la Laguna de Santiaguillo. Localizada en un valle
intermontano. Es una cuenca endorreica (sin salida del agua) que incluye ambientes acuáticos y
extensas áreas de pastizales halófilos y agricultura de temporal. Es un humedal de gran
importancia para la conservación de fauna nativa, y una zona de hibernación de gran número de
aves acuáticas migratorias como gansos y patos. Se encuentra considerada por la CONABIO
entre las regiones prioritarias para la conservación en México. En invierno, el color amarillo paja
de la vegetación y lo abierto del área potencían la luz , lo que induce una agradable sensación de
libertad y bienestar.
En las cercanías de Tepehuanes se localiza Carreras, una zona con caprichosas formaciones
rocosas con horadaciones (INEGI 2001).
Las actividades de ecoturismo que se desarrollan en el estado están enfocadas principalmente a la
observación de sus paisajes.
Por su abrupta topografía, sus formaciones rocosas y su cubierta vegetal, la Sierra Madre
Occidental es una de las de mayor belleza escénica en México (Láminas 16, 35). La carretera 40
Durango-Mazatlán ofrece vistas espectaculares, incluyendo las del Puerto de Buenos Aires y del
famoso Espinazo del Diablo. En muchos otros sitios de la Sierra, aunque no existen paraderos
136
Vegetación y Ecoregiones de Durango
especiales o miradores, se puede disfrutar del entorno, los bosques, la vegetación, corrientes y
caídas de agua, cañones, acantilados, o simplemente del contacto con la naturaleza.
Cascadas
Entre las múltiples caídas de agua
que forman cascada en Durango
destacan 14 (cuadro 13; figuras 16 y
17).
Fig. 16. Cascada de El Saltito,
Nombre de Dios, formada por el río
Tunal en la región de la breña.
Fig. 17. Ubicación geográfica de cascadas. Modificado de Gobierno del Estado de Durango,
(2003).
Cuadro 13. Cascadas del Estado de Durango.
Localidad Municipio
San José de Animas
(Chorro del Caliche)
Durango
Salto del Agua Llovida Durango
Tres Lagunas Durango
La Joya del Mezquital El Mezquital
El Mezquital El Mezquital
La Constancia Nombre de Dios
El Saltito Nombre de Dios
La Concha Peñón Blanco
El Mil Diez Pueblo Nuevo
Mexiquillo Pueblo Nuevo
Pueblo Nuevo Pueblo Nuevo
Vencedores (El Tecolote y
El Madroño)
San Dimas
Río Piaxtla San Dimas
Observación de Flora y Fauna
Por su diversidad de ecosistemas, Durango posee una gran riqueza tanto de flora como de fauna,
la cual puede apreciarse en prácticamente toda la entidad. El incremento de cabalgatas y
caminatas para observación de la naturaleza son indicativos de una mayor cultura ambiental de la
población y un mayor interés por conocer y disfrutar la riqueza biológica.
137
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Entre los muchos sitios para observación de fauna, destaca la laguna de Santiaguillo, un paradero
y refugio de invierno de aves migratorias.
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138
Vegetación y Ecoregiones de Durango
X. MAMÍFEROS DEL ESTADO DE DURANGO EN LA
COLECCIÓN DEL CIIDIR DURANGO: LAS COLECCIONES
BIOLÓGICAS FRENTE A LA PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD
Celia López-González y Diego F. García Mendoza
RESUMEN
Las colecciones científicas son base y resguardo de la información sobre la riqueza biológica de
un país y fuente de consulta para profesionales de diversas áreas. Por razones históricas y
económicas las colecciones mexicanas se han desarrollado hasta muy recientemente; esto aunado
a la complejidad biológica del país y la falta de conciencia social sobre su importancia estratégica,
hace que dicho desarrollo sea insuficiente comparado con la magnitud de la tarea y la velocidad
de degradación ambiental. Para el estado de Durango se ha documentado la presencia de 144
especies de mamíferos, que representan el 27.5% de las especies mexicanas. Doce son endémicas
de México, 15 tienen estatus de protección y 5 se consideran extirpadas del estado. La riqueza
específica Duranguense es mayor de la esperada por su posición geográfica, representando el
75% de la de Oaxaca, el estado más diverso de México.
Desde su fundación en 1984 hasta 2005, se han catalogado en la Colección del CIIDIR Durango
5,025 ejemplares pertenecientes a 108 especies de 7 órdenes, procedentes de 225 localidades, que
representan el 75% de las especies del estado. El acervo refleja esfuerzos intensivos de colecta en
pocas localidades y registros aislados para el resto del estado. Por grupos, Carnivora,
Artiodactyla y Lagomorpha están poco representados; por áreas, los matorrales xerófilos y los
bosques tropicales requieren atención. A mediano y largo plazo se requiere la colecta selectiva de
grupos y áreas poco muestreadas y de aquellas que se encuentren en peligro de desaparecer
debido a la influencia humana, así como el desarrollo de trabajos monográficos y la realización de
estudios puntuales e integrativos sobre la biología, ecología y evolución de las especies de la
región Noroeste de México.
INTRODUCCIÓN
El libro del cual este trabajo forma parte da cuenta con gran detalle de la riqueza de hábitats del
estado y nos proporciona una idea de la amplia diversidad de especies vegetales que forma el
paisaje que nos rodea. También nos permite percatarnos de lo mucho que ignoramos sobre esta
diversidad y de cómo nuestros esfuerzos por conocerla, comprenderla, cuidarla y bien
aprovecharla se quedan peligrosamente atrás de la devastación producida por la maquinaria de
consumo que constituye nuestro sistema económico, y por el desmedido crecimiento de la
población humana.
Las comunidades vegetales son el albergue de la fauna. Los animales, desde los pequeños
invertebrados acuáticos y terrestres hasta los mamíferos y aves que incluyen algunas de las
especies más conspicuas en el campo Duranguense, llevan a cabo su ciclo de vida en alguna
comunidad vegetal y a veces en más de una. No obstante, de manera similar a lo que ocurre con
las plantas, nuestro conocimiento sobre los animales es extraordinariamente fragmentario. De
muchos de ellos sólo sabemos que existen, de otros, ni siquiera eso. Son pocas las especies de las
cuales podemos decir que sabemos con certeza qué comen, dónde viven, cuándo se reproducen,
cómo lo hacen y cuánto viven, entre otras cosas.
Uno de los primeros pasos a dar para intentar comprender cualquier grupo de organismos es
establecer cuántos tipos diferentes hay y dónde están. Esta información es generada mediante la
139
Vegetación y Ecoregiones de Durango
colecta de ejemplares del grupo de interés provenientes de muchos lugares distintos. Una vez
que se cuenta con este muestrario de la diversidad, viene la tarea de distinguir las cosas que son
diferentes de las que no lo son mediante la comparación entre ellas, para luego darle nombre a
los grupos que se forman y ordenarlos de acuerdo con ciertas reglas. Cuando nuestro muestrario
es lo suficientemente grande y representa de manera adecuada lo que existe en campo, entonces
nos damos a la tarea de intentar explicar cómo es que todos esos organismos llegaron a donde los
encontramos (biogeografía), cuáles son las relaciones entre unos y otros y con su medio
(ecología), y cómo y por qué van cambiando a lo largo del tiempo (biología evolutiva).
La actividad arriba descrita se denomina, en términos generales, Sistemática. Los sistemáticos
son científicos que recolectan, describen, catalogan y explican la diversidad biológica. La materia
prima de su trabajo son los organismos, los muestrarios de la diversidad que les permiten hacer
su trabajo son las colecciones científicas.
El trabajo de los primeros sistemáticos (o taxónomos) tuvo su auge cuando los europeos
empezaron a “descubrir” el mundo y su riqueza biológica. Durante los siglos XVIII y XIX se
desarrollaron los grandes museos del mundo, depositarios de la diversidad que los naturalistas
trajeron de las tierras recién colonizadas (Lane 1996). México no fue la excepción, durante el
periodo colonial y hasta mediados del siglo XX la diversidad de nuestro país fue muestreada por
numerosos naturalistas extranjeros, quienes llevaron a sus países de origen miles de ejemplares de
plantas y animales. Con ellos se describió la mayor parte de las especies mexicanas y como
resultado, el potencial de esa información para la generación de riqueza quedó fuera de nuestro
alcance hasta recientemente, ya que en este aspecto, como en tantos otros, México se quedó
rezagado. Aun cuando las primeras colecciones que pudiéramos denominar científicas datan de
mediados del siglo XIX, no es sino hasta la segunda mitad del siguiente que se inician de manera
sistemática esfuerzos, hechos en México y por mexicanos, por muestrear y catalogar nuestra
diversidad.
En la actualidad México cuenta con colecciones científicas de buena calidad, así como con una
institución encargada del fomento y catalogación de inventarios de biodiversidad, la Comisión
Nacional para el Estudio de la Biodiversidad (CONABIO). Sin embargo, la complejidad
biológica del país, más el hecho de que aún no existe a nivel sociedad la conciencia sobre la
importancia estratégica de conocer qué tenemos y dónde, hacen que estos esfuerzosresulten
pequeños comparados con la magnitud de la tarea.
Para ilustrar el punto, se presentan los datos correspondientes a los mamíferos del Estado de
Durango albergados en la colección del CIIDIR Durango. Se presenta una muy breve semblanza
del desarrollo de la colección, se contrasta el acervo actual con las necesidades de información
sobre la fauna del estado y finalmente se proponen perspectivas a futuro.
LOS MAMÍFEROS DE DURANGO
Históricamente, Mammalia es uno de los grupos zoológicos mejor estudiados a nivel mundial.
México es el tercer país más rico del mundo en mamíferos, superado sólo por Brasil e Indonesia
(Ceballos et al. 2005), y el segundo más rico en especies endémicas. Durango refleja esta
diversidad, el estado cuenta con una riqueza de especies de mamíferos mayor a la esperada por su
posición geográfica debido de manera primordial a que dentro de su territorio se interdigitan las
regiones Biogeográficas Neártica y Neotropical y a la presencia de la Sierra Madre Occidental, lo
que crea una gran diversidad de hábitats y microhábitats. Dentro de sus límites se han registrado
144 especies de mamíferos silvestres, lo que representa el 27.5% de las especies conocidas para
México (Ceballos et al. 2002).
140
Vegetación y Ecoregiones de Durango
De ellas, 12 son endémicas de nuestro país (Sorex oreopolus, Artibeus hirsutus, Corynorhinus mexicanus,
Myotis carteri, Spermophilus madrensis, Tamias bulleri, Dipodomys phillipsii, Nelsonia neotomodon, Peromyscus
difficilis, P. melanophrys, P. spicilegus, Reithrodontomys zacatecae y Sigmodon leucotis); 15 tienen algún
estatus de protección en la NOM-ECOL-059-2001 (SEMARNAT, 2002) (Notiosorex crawfordi,
Choeronycteris mexicana, Leptonycteris curasoae, L. nivalis, Euderma maculatum, Rhogeesa genowaysi,
Molossops greenhalli, Vulpes macrotis, Leopardus wiedii, Panthera onca, Lontra longicaudis, Taxidea taxus,
Sciurus aberti, Spermophilus madrensis y Nelsonia neotomodon) y 5 se consideran extirpadas del estado,
Canis lupus (lobo mexicano), Ursus arctos (oso), Ovis canadensis (borrego cimarrón), Antilocapra
americana (berrendo) y Odocoileus hemionus (venado bura) (Baker y Greer, 1962; Ceballos et al.
2002).
Con estas cifras, resulta sorprendente la poca atención que Durango ha tenido por parte de
autoridades ambientales y organizaciones no-gubernamentales. La diversidad mastozoológica de
Durango es el 75 % de la registrada para Oaxaca y el 85% de la de Veracruz, los estados más
diversos del país (Ceballos et al., 2005), y es mucho mayor (alrededor del 45% más) que la de
Tabasco o Yucatán, por ejemplo. Asimismo, el estado de Durango cuenta con un número más
grande de comunidades vegetales que los estados del sureste (González y Márquez, esta
publicación; Rzedowski, 1988; Challenger, 1998) y en términos generales el grado de
deforestación es menor.
En este escenario, tendría que ser una prioridad en los planes de desarrollo del estado
documentar e inventariar su riqueza biológica, así como promover la investigación que
proporcione el conocimiento base para la adecuada utilización de los mismos. Las colecciones
científicas son las instituciones encargadas de dichas tareas, y el fundamento para tomar
decisiones en numerosos tipos de actividades, las más evidentes la conservación y manejo de
recursos, pero también son la base de conocimiento para el desarrollo de políticas de salud
pública y biotecnología, mejoramiento agrícola y análisis forense, entre otros (Lane 1996; Suárez
y Tsutsui 2004).
LA COLECCIÓN
La colección de mamíferos del CIIDIR Durango nace el 24 de febrero de 1984 en la población
de Vicente Guerrero, teniendo como encargado y curador al Biólogo Raúl Muñiz Martínez. Su
objetivo inicial fue reforzar el programa de Recursos Naturales del CIIDIR; el Centro en general
y la colección en particular contaban en ese momento con instalaciones deficientes e inadecuadas
para su función, con poco personal (el encargado y un técnico o secretaria) y sin estudiantes.
Aun con estas limitaciones continuó creciendo a través de los años, alcanzando los mil
ejemplares en 1995. En 1999 se integra al equipo de trabajo C. López-González; para entonces,
el grueso del Centro se había desplazado a la Ciudad de Durango, a mejores instalaciones con
una adecuada infraestructura de comunicaciones; sin embargo, la colección no se muda a la
capital sino hasta mediados de 2004. A principios de 2005 se integra un nuevo miembro al
personal de la colección, Diego F. García-Mendoza, quien realiza de manera primordial
actividades técnicas relacionadas con el procesamiento de materiales y mantenimiento de la
colección, así como trabajo de investigación.
La integración de nuevo personal, la posibilidad de captar tesistas y la mejora en la infraestructura
han permitido a la colección crecer de aproximadamente 2,000 ejemplares en 1999, a 5,025
organismos catalogados hasta 2005. Mucho del trabajo de colecta se ha realizado en
colaboración con instituciones nacionales y extranjeras, como la Escuela Nacional de Ciencias
Biológicas del IPN, el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Universidad Autónoma
141
Vegetación y Ecoregiones de Durango
Metropolitana- Iztapalapa, Texas Tech University y Auburn University (USA) y el Fish &Wildlife
Service (USA).
Hasta el momento se hallan representadas en el acervo 108 especies silvestres: 45 murciélagos
(Chiroptera), 44 roedores (Rodentia), 10 carnívoros (Carnivora), 2 artiodáctilos (Artiodactyla), 4
liebres o conejos (Lagomorpha), 2 insectívoros (Insectivora) y 1 marsupial (Didelphidae), las
cuales representan el 75% de las especies hasta ahora documentadas para el estado, con registros
para 225 localidades distintas.
Aunque a primera vista pudiera parecer que estos números implican una mediana representación
de la fauna de mamíferos del estado, en realidad sólo se ha colectado de manera intensiva en
cuatro regiones del estado, y que el resto de los registros son de uno o pocos ejemplares por sitio.
La sierra Madre Occidental se ha muestreado de manera intensiva en tres puntos de la región
noroeste: la región de San Juan de Camarones, Los Herreras y Guanaceví, si bien en este último
sólo se ha trabajado con murciélagos. Por razones históricas, el esfuerzo de colecta se ha
realizado principalmente en el sureste del estado, alrededor de la ciudad de Vicente Guerrero y en
la reserva de la Biosfera “La Michilía”, con algunos trabajos recientes en El Mezquital. Los tipos
de vegetación mejor representados son los bosques bajos
Figura 18. L
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70 0 70 140 Kilometers
Bosques y matorrales Tropicales y Subtropicales
Muridae
Erosión
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Cuerpos de Agua
Areas urbanas
Agricultura
Bosque en galería
Bosques de Pino y Encino
Bosque Bajo Abierto y Pastizal
Vegetación Halófila
Matorrales xerófilos
Areas no identificadas
Vegetación #
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