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Mathews, Benjamin Paralelos del AT

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Sal Terrae 
¡ El Antiguo Testamento no es un mom mento I i terario huérfano! Por el 
contrario, pertenece a una gran familia de tradiciones del Mediterráneo 
oriental, originarias de Mesopotamia, Asia Menor, Siria-Palestina y Egipto. 
Algunos de los relatos contenidos en es e libro, que se contaban ya en el 
año 3000 a.c. , ofrecen hoy una perspec iva nueva sobre el trasfondo y la 
cultura de los tiempos del Antiguo Testamento. Los autores han reunido 
algunos de los textos más importantes 1el Oriente Bíblico y han escrito 
para cada uno de ellos una introducción que ilumina las tradiciones bíblicas 
similares. 
Paralelos de l Antiguo Testament contiene las traducciones más 
actualizadas de las historias más célebre,, del Oriente Bíblico, y constituye 
una excelente introducción, accesible t bién para quienes no son especia­
listas, a los antiguos relatos de creación, le,yendas, epopeyas y mitos, códigos 
legales, tratados y anales históricos, hiffili os, enseñanzas, archivos y cartas, 
cantos de amor y visiones. Una gran variedad de escritos que pueden ser 
cotejados con los principales géneros Ji :erarios de la Biblia hebrea y que 
arrojan luz sobre la interpretación del A tiguo Testamento. Se trata, pues, 
de una excelente selección de textos donde los autores han modernizado 
las traducciones y han explicado s . relevancia para la Escritura. 
Paralelos del Antiguo Testamento "S un importante recurso para el 
estudio de la Biblia hebrea tanto en el á !!.bito escolar como más allá de él. 
Es una obra ilustrada, relativamente bre y fácil de usar, donde se explica 
con claridad la relación entre cada uno e los 61 escritos seleccionados y 
los textos bíblicos paralelos. 
ISBN 84-293-1528-4 
9 788429 315288 > 
Colección «PANORAMA» 
5 
Victor H. Matthews 
Don C. Benjamin 
Paralelos 
del Antiguo 
Testamento 
Leyes y relatos 
del Antiguo Oriente Bíblico 
Editorial SAL TERRAE 
Santander 
Fr. fJlaxlmillano e. Cordero O. P. 
Esta traducción de Old Testament Paraffefs se publica en virtud de un acuerdo con 
Paulist Press (New York/ Mahwah, N.J.). Reservados todos los derechos. Ninguna 
parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida, total o 
parcialmente, por cualquier medio o procedimiento técnico sin permiso expreso 
del editor. 
Traducción: 
Ramón Alfonso Díez Aragón 
Revisión técnica: 
jesús García Recio 
Título del original inglés: 
O/d Testament Paralfefs. 
Laws and Stories from the Ancient Near East 
© 1997 by Víctor H. Matthews and Don C. Benjamín 
Publicado por Paulist Press 
997 Mac Arthur Boulevard 
Mahwah, New Jersey 07430 
- © 2004 by Editorial Sal Terrae 
Polígono de Raos, Parcela 14-I 
39600 Maliaño (Cantabria) 
Fax: 942 369 201 
E-mail: salterrae@salterrae.es 
www.salterrae.es 
Con las debidas licencias 
Impreso en España. Printed in Spain 
ISBN: 84-293-1528-4 
Depósito Legal: BI-03-04 
Diseño de sobrecubierta: 
Copicentro - Santander 
Fotocomposición: 
Sal Terrae - Santander 
Impresión y encuadernación: 
Grafo. S.A. - Bilbao 
,, 
INDICE 
Prólogo IX 
Génesis 1 
Himno a Ptah 3 
Himno a Ra 6 
Mito Enuma elis 9 
Epopeya de Guilgamés 19 
Mito Inuma ilu 31 
Mito de Adapa 41 
Archivos de Nuzi 46 
Anales de Hatshepsut 52 
Anales de Dedumoses 58 
Historia de Anubis y Bata 61 
Epopeya de Aqhatu 66 
Epopeya de Kirta 76 
Éxodo 83 
Leyenda de Sargón r 85 
Tratado entre Ramsés II y Hattusilis III 86 
Anales de Merneptah 91 
Levítico, Números, Deuteronomio 95 
Código de Ur-Nammu 97 
Código sumerio 99 
VI PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO ÍNDICE Vil 
Código de Hammurabi 101 Salmos, Lamentaciones 229 
Código hitita 110 Lamentación por la ciudad de Ur 231 
Código mesoasirio 114 Himno a Ninkasi 238 
Relato de Balaán 124 Archivos de Ebla 240 
Josué, Jueces 127 Mito «El palacio de Baal» y «La lucha entre Baal y Yammu» 244 
Relato de Sinuhé 
Himno aAtón 257 
129 
Anales de Tutmosis m 134 Proverbios, Sirácida, Sabiduría 263 
Cartas de El Amarna 137 
Anales de Ramsés m 141 Enseñanzas de Ptah-Hotep 265 
Calendario de Guézer 145 Enseñanzas de Khety 270 
Enseñanzas de Amenemope 274 
Rut 147 Enseñanzas de Ajicar 283 
Archivos de Babatha 149 Enseñanzas de Ankhsheshonq 289 
Samuel, Reyes 153 Cantar de los Cantares 295 
Anales de Teglatfalasar r 155 Cantos de amor egipcios 297 
Anales de Mesá 157 
Anales de Jazael, de Tell Dan 160 Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, Oseas, Amós 303 
Anales de Azitawada, de Karatepe 162 Relatos de lstar y Tammuz / Dumuzi 305 
Anales de Salmanasar III 166 Visiones de Neferti 312 
Anales de Teglatfalasar III 172 Cartas de Mari 318 
Anales de Sargón II 174 Relato de Unamón 323 
Anales de Senaquerib 177 Carta de Yabne-Yam 331 
Inscripción de Siloé 180 
Anales de Nabucodonosor n 182 Esquema de la historia de Mesopotamia 333 
Cartas de Arad 185 Esquema de la historia de Egipto Cartas de Laquis 188 335 
Crónicas, Esdras, Nehemías Esquema de la historia de Israel 336 
191 
Decreto de Ciro 193 Bibliografía 338 
Cartas de Elefantina 196 Bibliografía de las fuentes de las ilustraciones 351 
Job, Eclesiastés 201 Abreviaturas 353 
Declaraciones de inocencia 203 Índice de citas bíblicas y textos paralelos Diálogo de un desesperado con su alma 208 
357 
El campesino elocuente 215 
El doliente y su amigo 223 
PRÓLOGO 
La enorme distancia temporal y de experiencia que separa a nuestro 
mundo del mundo de las culturas antiguas hace que su estudio resulte 
difícil. La lectura de documentos copiados por escribas hace cuatro mil 
años es, cuando menos, ardua. Un pionero que proporcionó textos y obje­
tos del Oriente Bíblico a los investigadores y estudiosos occidentales fue 
James Henry Breasted (1865-1935). Hacia 1907 había publicado cinco 
volúmenes de Ancient Texts, en los que se incluían traducciones de casi 
todos los documentos conocidos a principios del siglo XX. En 1919 fundó 
el Instituto Oriental en la Universidad de Chicago, cuyo museo alberga 
actualmente una impresionante colección de objetos del Oriente Bíblico. 
El reciente interés de los estudiosos por este material dio origen a un pro­
yecto dirigido por Burke O. Long (Bowdoin College) y otros miembros de 
la «Society of Biblical Literature» titulado The Writings from the Ancient 
Wiorld, que promete ser una edición crítica exhaustiva de textos desde la 
época de Sumeria hasta los tiempos de Alejandro Magno. El libro de texto 
más usado por profesores y alumnos ha sido la edición crítica estándar de 
textos paralelos de la Biblia, dirigida por James B. Pritchard y titulada 
Ancient Near Eastern Texts Relating to the Old Testament (Princeton Uni­
versity Press, 1969). Esta antología proporciona una imagen virtual en 
inglés de las palabras originales, pero sus traducciones están tan orienta­
das al texto que los estudiantes noveles tienden a perderse y se sienten 
decepcionados. Estas traducciones conservan tantas convenciones lin­
güísticas y culturales de las lenguas originales que el lector inglés capta 
muy poco sentido en ellas. Por otro lado, el volumen completo es <lema-
X PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
siado grande y demasiado caro para ser usado en una clase normal. 
Posteriormente han ido apareciendo antologías más asequibles y maneja­
bles; pero no todas están a la venta, y algunas de ellas son demasiado selec­
tivas para un curso introductorio. Existe una edición en dos volúmenes en 
rústica de ANET, por ejemplo, y también las obras de D. Winton Tomas, 
Documents from Old Testament Times (Harper, New York 1958), Michael 
David Coogan, Stories from Ancient Canaan (Westminster, Philadelphia 
1978), y Klaas A.D. Smelik, Writings from Ancient Israel (Westminster / 
John Knox, Louisville 1991). Por último, habida cuenta de los continuos 
e interesantes descubrimientos de un número cada vez mayor de textos 
del Oriente Bíblico desde 1950, ni siquiera la tercera edición de ANET 
contiene todas las tradiciones que los profesores desean que conozcan sus 
alumnos. 
Estudiantes y profesores necesitan todavía hoy una antologíacom­
prensible, asequible y manejable de leyes y relatos del Oriente Bíblico. Por 
eso en 1991 publicamos Old Testament Parallels: Laws and Stories from the 
Ancient Near East. Nos alegró saber que la primera edición había presta­
do un buen servicio a muchos estudiantes y profesores. Hemos prepara­
do esta edición revisada y ampliada con la intención de continuar este ser­
vicio y con el objetivo de que se incremente el uso de textos paralelos, del 
Antiguo Testamento en los cursos introductorios. Hemos revisado todos 
los paralelos y las introducciones de la primera edición y hemos expandi­
do algunos de ellos. Hemos añadido diecisiete paralelos nuevos, de modo 
que la antología ha pasado de 44 a 61 selecciones. 
A. Leo Oppenheim, que murió en 197 4, fue un filólogo y asiriólogo 
eminente, cuya mayor aportación a la investigación consistió en la direc­
ción del Chicago Assyrian Dictionary. No obstante, él se consideraba un 
antropólogo cultural. Al ampliar su campo de interés del texto a la socie­
dad, Oppenheim contribuyó decisivamente a que los textos mesopotámi­
cos resultaran tan comprensibles en el mundo moderno como los de 
Grecia y Roma. En la introducción a Ancient Mesopotamia: Portrait of a 
Dead Civilization (1977, p. 3), obra a la que Oppenheim dedicó más de 
veinte años de su vida, escribió: 
« .• .los textos traducidos suelen hablar más del traductor que de sumen­
saje original. No es muy difícil verter textos escritos en una lengua 
PRÓLOGO 
muerta del modo más literario posible y sugerir al no especialista, a tra­
vés del uso de expresiones extrañas y pomposas, la supuesta torpeza y 
arcaísmo de un periodo remoto. En todo caso, quienes conocen la len­
gua original vuelven a traducir el texto, consciente o inconscientemen­
te, a fin de entenderlo. Es casi imposible verter un texto acadio, incluso 
el más sencillo, en una lengua moderna con una aproximación satisfac­
toria al original en contenido, estilo o connotación. Un paso más hacia 
la realización del legítimo deseo de hacer que los textos "hablen por sí 
mismos" nos ofrecería quizás una antología de textos acadios con un 
análisis crítico del medio literario, estilístico y emocional de cada una 
de las piezas traducidas». 
XI 
Al preparar Paralelos del Antiguo Testamento hemos tratado de res­
ponder al desafío de Oppenheim. Nuestras versiones no son traducciones 
literales o visuales, orientadas al texto, sino paráfrasis responsables, orien­
tadas al lector. El vocabulario y las expresiones que empleamos destacan 
la relación entre el texto paralelo del Oriente Bíblico y la Biblia. Imitan 
patrones de lenguaje que hoy se usan comúnmente. Evitan la torpeza y el 
arcaísmo. Evitan el sexismo y el racismo en lo posible. Ciertamente había 
sexismo y racismo en el mundo de la Biblia, y allí donde claramente apa­
rece en una tradición lo hernos dejado en nuestras versiones. Donde las 
tradiciones son indiferentes a cuestiones de género y raza, hemos tratado 
de no introducirlo. Esperamos que Paralelos del Antiguo Testamento ofrez­
ca a profesores y estudiantes traducciones que sean dinámicamente equi­
valentes a la manera en que los textos fueron escuchados, sentidos y 
entendidos en el mundo en que nacieron. 
Es evidente que Paralelos del Antiguo Testamento refleja nuestra inves­
tigación sobre la reconstrucción del mundo del que proceden tales tradi­
ciones y nuestra comprensión del estilo y el significado de cada paralelo. 
No obstante, hemos tratado de que nuestras reconstrucciones sean cohe­
rentes con los trabajos de investigación que actualmente se realizan y 
hemos intentado evitar en lo posible todas las excentricidades, haciendo 
que nuestras versiones reflejen el consenso de los estudiosos que trabajan 
en este campo. 
Los textos del Oriente Bíblico son objetos recuperados por arqueólo­
gos. Algunos, como los del Mar Muerto - situado entre los actuales Esta-
Xll PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
dos de Jordania e Israel- y la ciudad de Ebla, en Siria, cambian decisiva­
mente el modo en que reconstruimos el mundo de la Biblia. Nunca es 
fácil establecer la correcta conexión entre tradiciones afines bíblicas y no 
bíblicas. Las soluciones simples son, por lo general, engañosas. Los para­
lelos son una ventana limitada, no exhaustiva, abierta tanto a su cultura 
como a las culturas de sus vecinos. Nosotros queremos aprovechar todo 
lo que esas tradiciones ofrecen para entender a Israel y su cultura, pero no 
pretendemos di-fuminar las diferencias entre todas las culturas del 
mundo de la Bi-blia, ni suponemos que las culturas de Mesopotamia, Asia 
Menor, Siria-Palestina y Egipto tengan valor únicamente en la medida en 
que se relacionan con la Biblia. Tampoco deseamos destruir las ca-racte­
rísticas distintivas de la Biblia exagerando su semejanza con las tradicio­
nes de las culturas limítrofes. 
Los paralelos entre tradiciones del Oriente Bíblico y la Biblia se pue­
den basar tanto en sus semejanzas como en sus contrastes. Algunas tradi­
ciones bíblicas y no bíblicas son paralelas porque pertenecen al mismo 
género literario. El mito Enuma elis y los relatos del cielo y la tierra en el 
libro del Génesis (Gn l,l- 2,4a), por ejemplo, pertenecen al mismo géne­
ro: son relatos de creación. Otras tradiciones bíblicas y no bíblicas son 
paralelas porque tratan del mismo tema. Los anales de Mesá y los anales 
de Jorán en los libros de Samuel y de los Reyes (2 R 3,1 -27), por ejemplo, 
tratan sobre una guerra entre Israel y Moab que tuvo lugar hacia el año 
830 a.C. Algunos de los paralelos más importantes proceden del periodo 
del bronce medio (2000-1500 a.C.) y del periodo del bronce final (1500-
1250 a.C.). Para Génesis (Gn 1- 11), Salmos y Daniel, hay paralelos de 
Ugarit (Siria) cuyas tradiciones reflejan los ritos y el culto del bronce final. 
Para los libros del Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio hay parale­
los de Babilonia (Iraq), cuyos escritos jurídicos del bronce medio ilustran 
sistemas judiciales como el tribunal en la puerta y también una amplia 
variedad de precedentes legales. Para los libros de Josué y los Jueces hay 
paralelos de El Amarna (Egipto), cuyos documentos diplomáticos atesti­
guan las inestables condiciones sociales y políticas en Siria-Palestina 
durante el bronce final. Para los libros de Samuel y de los Reyes y lastra­
diciones proféticas de la Biblia hay paralelos de Mari (Siria), cuyo gobier-
PRÓLOGO Xlll 
no y tradiciones diplomáticas ilustran instituciones sociales como la 
alianza, los jueces y los profetas durante el bronce medio. 
Ofrecemos a nuestros lectores tres herramientas para usar los parale­
los en el aula. Primero, ya el índice y el cuerpo del libro disponen los para­
lelos según el orden canónico del Antiguo Testamento que se encuentra 
en la mayor parte de las traducciones de la Biblia en nuestra lengua. 
Dentro de cada uno de esos capítulos, los paralelos se disponen cronoló­
gicamente. Segundo, señalamos algunos de los paralelos bíblicos más sig­
nificativos en las introducciones a nuestras versiones e indicamos entre 
paréntesis referencias bíblicas junto a los números de las citas de las edi­
ciones críticas de los paralelos. Tercero, el esquema que se encuentra al 
pnincipio del «Índice de citas bíblicas y textos paralelos» identifica seis 
maneras de establecer paralelos entre las leyes y los relatos del Oriente 
Bíblico y la Biblia. Hay paralelos en cuanto a los géneros literarios, el 
vocabulario, los motivos, las instituciones sociales, la trama del relato y 
los acontecimientos históricos. 
Las introducciones a cada paralelo describen el aspecto físico del 
texto, la lengua en que fue escrito, dónde fue descubierto y dónde se con­
serva actualmente. También se presenta un resumen de su contenido. Se 
ofrecen breves explicaciones de aquellas partes de los paralelos que no 
incluimos para proporcionar continuidad y para animar a los estudiantes 
a leer todo el texto por su cuenta. Para ello se incluye una selección biblio­
gráfica que informa alos lectores sobre las ediciones críticas de los para­
lelos. Hay también esquemas de la historia de Mesopotamia, Egipto e 
Israel que, según esperamos, serán útiles para el estudio del Oriente 
Bíblico y del Antiguo Testamento. 
Un compañero de profesión que le roba tiempo a su propio trabajo 
para ayudar a otro compañero es una bendición. No hay paralelos para 
este dicho en el Oriente Bíblico, pero hay muchos ejemplos actuales. 
Hemos recibido repetidamente la ayuda de profesores que revisaron los 
borradores de Paralelos del Antiguo Testamento e hicieron valiosas suge­
rencias en las recensiones de la primera edición. Queremos dar las gracias 
a todos ellos, especialmente a Robert J. Miller (Midway College), Robert 
XlV PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Gnuse (Loyola University, New Orleans), J. Andrew Dearman (Austin 
Presbyterian Theological Seminary), Ronald A. Simkins (Creighton 
University), Bernard F. Batto (DePauw University) y Diedre Demsey 
(Marquette Univer-sity). Frank S. Frick (Albion College) nos hizo un 
cumplido realmente amable y proporcionó a los profesores un excelente 
modelo de cómo enseñar material comparado en un curso introductorio, 
por el modo en que usó nuestro libro Paralelos del Antiguo Testamento en 
A Journey through the Hebrew Scriptures (Harcourt Brace, 1995). También 
queremos dar las gracias a Lawrence J. Boadt y a los demás miembros del 
consejo editorial de Paulist Press por decidir la publicación de esta segun­
da edición, revisada y ampliada. 
Victor H. MATTHEWS, Ph.D. 
Don C. BENJAMIN, Ph.D. 
GÉNESIS 
HIMNO A PTAH 
í§§□ Un himno a Ptah que se transmitió originalmente durante el Imperio 
antiguo egipcio (2575-2134 a.C.) en Menfis, continuó siendo copiado 
al menos hasta el final de la dinastía XXII (ca . 710 a.C.). Una versión 
del himno, copiada en un bloque de granito negro conocido como 
Piedra de Shabaka, fue descubierta por los arqueólogos británicos en 
Egipto en la década de 1830. Está escrita en un estilo arcaico semejante 
a los Textos de las Pirámides y se conserva hoy en el British Museum 
de Londres. 
El himno ensalza a Ptah, dios de Menfis, como el creador su­
premo, estableciendo un contraste entre la forma en que crea Ptah y la 
forma en que crea Atum, dios de Heliópolis . Al comienzo del himno, la 
Ennéada, que es una asamblea divina de los nueve dioses más impor­
tantes de Egipto, ratifica la unificación del norte y el sur de Egipto 
como un único Estado. Horus, dios del norte de Egipto, asume las res­
ponsabilidades de Seth, dios tutelar del sur de Egipto, y se convierte en 
el gobernante absoluto del país. El himno continúa narrando cómo 
Horus asume también las responsabilidades de Ptah para convertirse 
en el gobernante absoluto de la Ennéada. 
La excelencia dramática del himno a Ptah es comparable al rela­
to de la creación del libro del Génesis (Gn 1,1- 2,4a). El himno confie­
re autoridad también al orden político existente del Imperio antiguo, 
en el que Ptah es el gobernante de la Ennéada, y Menfis es el centro 
sagrado de Egipto y la capital del Estado recientemente unificado. 
(Gn 1,3; 1,31- 2,1; Prov 20,9; 22,11) 
Geb, la tierra, ordenó a la Ennéada que se reuniera en asamblea. Al princi­
pio, Geb propuso poner fin a la guerra entre Horus y Seth dividiendo 
Egipto entre ellos en dos partes iguales. Horus gobernaría sobre el Bajo 
Egipto en el norte y Seth gobernaría sobre el Alto Egipto en el sur. Después 
4 PARA LELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Los dioses Seth y Horus extienden el símbolo de la vida, 
el ankh, a un egipcio. 
1 
t 
El dios Ptah, 
ataviado como 
una momia 
en señal 
de que es también 
señor del mundo 
subterráneo. 
Geb propuso que el país de Horus tendría que 
gobernar sobre el país de Seth y que Horus, hijo de 
Osiris, tendría que unir el Alto y el Bajo Egipto en 
un solo país. Por lo tanto, Osiris franqueó triun­
fante las puertas de la muerte para gobernar el país 
de los muertos y su hijo Horus se sentó triunfante 
sobre el trono del Alto y el Bajo Egipto en el país de 
los vivos. Luego Isis y Nephtis propusieron que 
Horus y Seth pusieran fin a sus guerras y se hicie­
ran hermanos. 
Ptah dio vida a todos los miembros de la 
Ennéada y al alma [ en egipcio: ka ] de cada uno de 
ellos. Cada uno vino a la existencia a través de los 
pensamientos de su corazón y las palabras de su 
lengua. Horus y Thoth surgieron de los pensa­
mientos del corazón de Ptah y de las palabras de la 
lengua de Ptah. Los pensamientos del corazón de 
Ptah y las palabras de la lengua de Ptah guían todos 
los pensamientos y todas las palabras de la 
Ennéada, todos los pensamientos y las palabras de 
los humanos, y toda la vida. Ptah crea la Ennéada 
sólo con dientes y labios. Atum tiene que crear con 
manos y semen. Atum tuvo que masturbarse para 
producir la Ennéada. Ptah sólo tuvo que hablar y la 
HIMNO A PTAH 
Dtl~1il i 
tIT ~l' º a 
l 
. 
Oa 
i~ 
º ºÍÍ ®t 
Sesostris I honra al dios Ptah en un relieve 
sobre una columna de piedra de Karnak 
( dinastía XII, ca. 1930 a. C.). 
5 
Ennéada vino a la existencia. Ptah pronunció los nombres de Shu, el vien­
to, y Tefnut, la lluvia, que dieron a luz a Geb, la tierra, y a Nut, el cielo. Al 
igual que todos los sentidos de la vista, del oído y del gusto informan al 
corazón, y la lengua dice lo que el corazón desea, así también todos los 
milembros de la Ennéada vinieron a la existencia [ ... ) según los pensamien­
tos del corazón de Ptah y las palabras de la lengua de Ptah. [ .. . ] 
Según los pensamientos del corazón de Ptah y las palabras de la lengua 
de Ptah, los inocentes son liberados y los culpables son castigados, se con­
cede la vida a los puros de corazón y la muerte a los necios. Según los pen­
samientos del corazón de Ptah y las palabras de la lengua de Ptah, apare­
cieron todas las artes, fueron creadas todas las profesiones. Ptah es el crea­
dor de todo y el gobernante de la Ennéada. Ptah dio vida a la Ennéada y de 
Ptah proceden todas las cosas. Ptah gobierna sobre la Ennéada. Después de 
hacer todas estas cosas, Ptah se sintió satisfecho de su trabajo. 
HIMNO ARA 
~ Este himno a Ra (que también se escribe «Re») fue descubierto por 
arqueólogos británicos en 1865 y se conserva hoy en el British Mu­
seum de Londres (Papiro Bremner-Rhind, British Museum número 
10188). Está escrito con caracteres jeroglíficos sobre hojas de papiro. 
Aunque el himno se transmitió originalmente durante el Imperio anti­
guo (2575-2134 a.C.) en Heliópolis (en egipcio: iwnw), en la actual 
ciudad de El Cairo, aquí presentamos una versión que pervivía después 
del año 400 a.C. en Tebas (Luxar), situada unos 500 kilómetros al sur 
de El Cairo. 
Los egipcios honraban a Ra como creador y soberano que los acom­
pañaba a ellos, a su faraón y a su tierra desde el nacimiento, pasando 
por la muerte, hasta el nuevo nacimiento. Honraban al faraón como 
«hijo de Ra». Heliópolis, Hermópolis y Edfú- eran los santuarios de Ra 
más importantes. Cada día Ra pilotaba su barco siguiendo el cuerpo 
azul claro de Nut, el cielo, hacia el horizonte del ocaso, que era la boca 
de Nut. Al atardecer, Nut se tragaba el sol. Durante la noche, Ra pilo­
taba su barco a través del cuerpo de Nut, donde la serpiente Apofis 
esperaba para destruirlo cuando se abriera su seno en el horizonte del 
amanecer. Como comadronas, los sacerdotes cantaban un himno a Ra 
mientras esperaban que el creador apareciera. Después de completar 
su viaje, Ra volvía a crear Egipto y de este modo permitía que amane­
ciera un nuevo día y que el faraón continuara gobernando el país en 
paz. Entre los símbolos artísticos y arquitectónicos ligados a Ra se 
encuentran el sol, o su pictograma - que era un círculo con un punto 
en el centro- , la piedra piramidal en forma de cono, la pirámide, el obe­
lisco, el templo del sol y el escarabajo (en egipcio: khepri). Los escara­
bajos ponían sus huevos en pelotillas de excrementos y las llevaban 
rodando de un lugar a otro mientras duraba la gestación. Los egipcios 
describían aRa como un escarabajo que hacía rodar al sol de la noche 
a la mañana. Todos los seres vivos salían del sol, al igual que los esca­
rabajos recién incubados salían de la pelotilla de excrementos. 
Paralelos del himno a Ra se encuentran en el relato de la creación 
del libro del Génesis (Gn 1,1- 2,4a). 
HIMNO ARA 
Columnas xxvi,21 - xxvii,5 (Gn 1,l - 2,4a; Ex 3,13-14) 
Cuando el sol salió, Ra habló: 
yo soy Khepri el escarabajo. 
Cuando yo llego, empieza el día, 
cuando el todopoderoso habla, todo viene a la vida. 
No había cielo ni tierra, 
no había tierra seca ni reptiles en la tierra. 
Entonces hablé y las criaturas vivas aparecieron. 
Les hice dormir en Nun el mar, 
hasta que hubo tierra donde pude apoyarme. 
Cuando empecé por primera vez a crear, 
cuando a solas planeaba y diseñaba todas las criaturas, 
no había exhalado a Shu el viento, 
no había escupido a Tefnut la lluvia, 
no había ni una sola criatura viva. 
Diseñé una multitud de criaturas vivas, 
todas estaban en mi corazón, y sus hijos y sus nietos. 
La diosa Shu sostiene el cuerpo de Nut sobre el cuerpo de Geb. 
7 
8 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Col. xxvii,1 -15 (Gn 2,6-7) 
Entonces copulé con mi propio puño. 
Me masturbé con mi propia mano. 
Eyaculé en mi propia boca. 
Exhalé a Shu el viento. 
escupí a Tefnut la lluvia. 
Mi padre Nun el mar los crió, 
mi Ojo cuidó de ellos. [ ... ] 
En el principio, yo estaba solo, 
después, hubo tres más. 
Amanecí sobre el país de Egipto. 
La diosa Tefnut 
detrás del trono 
del dios Atum. 
Shu el viento y Tefnut la lluvia jugaban sobre Nun el mar. [ ... ] 
Lloré y aparecieron los seres humanos. 
Con mis lágrimas, creé los reptiles y sus compañeros. 
Shu y Tefnut dieron a luz a Geb la tierra y Nut el cielo. 
Geb y Nut dieron a luz a Osiris e Isis, a Seth y Nephtis. 
Osiris e Isis dieron a luz a Horus. 
Uno nació inmediatamente después de otro. 
Estos nueve [ en griego: ennéa] 
dieron a luz a todos los habitantes del país. 
MITO ENUMA ELIS 
~ En 1849, Austin Henry Layard, coleccionista de objetos para el 
British Museum, descubrió una copia del mito Enuma elis, proce­
dente de Asur (Kujunjik), en el actual Iraq. Asurbanipal (668-626 
a.C.) había ordenado que se hiciera aquella copia para la biblioteca 
imperial asiria. Estaba escrita sobre tablillas de arcilla cocida - de 75 
cm de altura aproximadamente- en acadio y en escritura cuneiforme. 
Un duplicado de la tablilla 5 se ,encontró en Sultantepe, la antigua 
Jarán, sobre la parte alta del río Eufrates, en la actual Siria. 
Entre los años 1792 y 1750 a.C., Hammurabi,fundador del impe­
rio, transformó a Babilonia en la ciudad más importante de Mesopo­
tamia y entronizó a Marduk, dios de Babilonia, como cabeza de la 
asamblea divina. Así, la ciudad-Estado de Babilonia, hasta entonces 
secundaria, adquirió cada vez más importancia en los aspectos histó­
rico y épico durante los mil doscientos años siguientes. En algún 
lugar, hacia el año 1100 a.C., el siguiente relato de la creación fue com­
pilado, a partir de distintas tradicio_nes sumez:ias y amorreas, para 
celebrar los logros militares y políticos de la ciudad y de s us gober­
nantes. De hecho, es posible que no represente el pensamiento religio­
so normativo en Mesopo-tamia, ya que su objetivo es más polítjco que 
etiológico. 
Paralelos del Enuma elis aparecen tanto en el libro del Génesis 
como en los libros del Éxodo y de los Salmos (Sal 8, 19, 50, 104). Al 
igual que el Enuma elis, es posible que esos relatos y salmos fueran 
parte de la representación ritual de la creación en el año nuevo (en aca­
dio: akitu). No obstante, los relatos bíblicos de la creación n_p depen-
- den directamente de ningún paralelo de Mesopotamia, Siria-Palestina 
o Egipto. La comprensión que Israel tiene de Yahvé es ún[ca y exclu­
siva. Los hebreos ensalzaban a Yahvé como el guerrerQ._ divino cuyos 
ejércitos, capitaneados por Moisés, armado con un bastón y el viento 
del este, se enfrentan a los ejércitos del Mar Rojo capitaneados por el 
faraón. Para los hebreos, Yahvé «hace que todo exista» y a la vez 
«manda a los guerreros divinos». Una vez que entendieron a Yahvé 
como el liberadqr que saca a los hebreos de la esclavitud y el creador 
que hace surgir el cosmos del caos, empieza a aparecer en la Biblia el 
Marduk regiamente ataviado, con el dragón Mushashu, 
controla las aguas del caos 
(sello-cilindro babilónico; siglo IX a.C.). 
MITO ENUMA ELIS 11 
lenguaje cosmológico técnico común en los relatos creacionales del 
Oriente Bíblico. 
J,1-9 (Gn 1,1 -2) 
¡§§¡Q El episodio crítico del Enuma elis describe el nacimiento de la asam­
blea divina de Mesopotamia a partir de un caQS de agua y tinieblas por 
medio de la mezcla de Ap~u, dios del agua dulce, con Tiam__at, diosa del 
agua salada. 
Cuando en lo alto el cielo no había sido nombrado, 
cuando no se había puesto nombre a la tierra, 
cuando no existían los dioses Anm¡naku [ ... ] 
cuando no había nada [ ... ] 
nada sino [ ... ] 
Ap~u, el progenitor, 
y Mummu:Tiamat, madJe de todos los seres vivos, 
cuyas aguas se unieron 
cuando no se habían erigido cabañas de juncos, 
cuando no se había secado ninguna zona pantanosa, 
cuando no existían los valerosos Igi_gu, 
cuando no se había pronunciado ningún nombre, 
cuando no se había asignado ninguna tarea. 
I,10-19 
Entonces, LalJII!Jl y Lal)a_gm fueron creados 
y llamados por su nombre. 
Antes de que aumentaran su sabiduría y estatura, 
fueron creados Ansar y Kisar, superiores a sus progenitores. 
Antes de que aumenta~n su sabiduría y estatura, 
Anu fue creado. 
An1:_1, que era heredero de Kisjlr, rival de sus antepasados, 
Anu, que era primogénito de Ansar, igual a sus ancestros. 
Anu hizo a Nudimmud-E& a su i.magen; 
superior a sus ancestros, 
Ea creció en sabiduría, 
aumentó en inteligencia, se acrecentó su fuerza. 
I,20 
Ea, más fuerte que Ans_ilr, su antepasado, 
- sin igual entre los valerosos Igi~, sus antepasados. [ ... ] 
12 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
~ El ruido que hacían los valerosos Igigu, cada vez más fuerte, moles­
tó a Apsu, que hizo planes para destrÜirlos. Pero Apsu no pudo rea­
lizar sus planes porque se lo impidió Ef!, que mató a su padre y tomó 
su corona. Después del asesinato de Aps1t, nació otra generación de 
criaturas divinas. El orgullo de esta nueva generación era Mar~uk. 
I,79-103 
Entonces, en el Pª-lacio de las SuerJes, 
entonces, en el Templo de los Destinos, 
fue creado un valiente guerrero Igigu, 
el más hábil y el más sabio de los Igigu. [ ... ] 
Entonces, en el Corazón de Apsu, 
entonces, en el sagrado Corazón de Apsu, 
Marduk fue creado. 
E.a era su padre, 
- Damkjna, su madre, 
el seno divino que lo dio a luz, 
magníficos los pechos que mamó. 
El porte de Marduk era erguido, 
fulgurante su mirada. 
El paso de Marduk era imponente, 
venerable su estatura. 
La voz de su padre Ea cantó, 
su rostro resplandeció, 
su corazón se llenó de orgullo. 
Ea declaró la perfección de Marduk, 
su padre le dotó con una doble parte de divinidad. 
Ea exaltó a Marduk por encima de sus ancestros, 
lo exaltó por encima de todos ellos. 
La cabeza de Marduk era extraordinaria, 
era incomprensible, inconcebible en poder. 
Nada escapaba a sus ojos. 
ningún sonido burlaba sus oídos. 
La voz de Marduk era fuerte, 
sus palabras resplandecían como fuego. 
El oído de Marduk era agudo, 
su vista era incisiva. 
El cuerpo de Marduk no había sido superado. 
Su constitución era poderosa. 
Los brazos y las piernas de Marduk eran enormes, 
su altura dejaba enanos a todos los demás. 
«Mi hijo», cantó Ea, 
«mi querido hijo. 
Mi hijo, que es el sol. 
Es el sol en el cielo». 
MITO ENUMA ELIS 
Revestido con los poderes de diez dioses, 
Marduk sobresalía por encima de todos ellos. [ ... ] 
13 
~□ Para convertirse en soberano de la asamblea divina, Ej! ases[na a Ap~. 
Entonces TiamgJ se casa con Qui7!cgu, que la anima a rebelarse contra 
la asamblea divina por haber permitido que Ee asesi7Jara a su primer 
esposo. Para ayudarle a vencera la asamblea divina, Tiamat crea un 
grupo de feroces y monstruosas criaturas. 
I,132-138 
Tiam~t, la madre de todas las cosas, 
dio a luz a incomparables y horrendos monstruos. 
Serpientes con colmillos en vez de dientes, 
víboras con veneno en vez de sangre. 
Terribles dragones, 
llenos de poder divino. 
Verlos era morir, 
una vez preparados para golpear, eran invencibles. 
¡§§Q Eq_ y la asamblea divina tienen miedo de enfrentarse a Tiamat y a esos 
monstruos. En ese momento, Marduk, dios de la torme_nta y protector 
de Babilonia, se adelanta para servir como guerrero divino en favor de 
la asamblea. No obstante, exige un precio por su servicio. 
III,116-122 
«Si yo acepto serviros como liberador, 
si consigo derrotar a Tiamat, 
si salvo vuestras vidas, 
tenéis que proclamarme soberano de la asamblea divina. 
Mi palabra, no la vuestra, tiene que determinar todas las cosas. 
Lo que yo cree no tiene que cambiar, 
lo que yo ordene no tiene que ser revocado ni alterado». 
~ La asamblea divina acepta estas condiciones, alegrándose porque ha 
encontrado un guerrero que se enfrentará a Tiamat. 
14 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
IV,3-32.35-41 (Qo 3,3; Jr 1,10) 
«Tú serás el miembro más honrado de esta asamblea divina [ ... ] 
tu palabra no será cuestionada, 
tu palabra hablará por todos. 
Tu decreto no será alterado. 
Tu palabra construirá y destruirá. 
Tu palabra será la ley, 
tu mandato será obedecido. 
Ningún miembro de esta asamblea te sobrepasará. [ ... ] 
Marduk es Señor. [ .. . ] 
Esta divina asamblea aprueba tu misión, 
nosotros, los dioses, te juramos lealtad como Señor. [ ... ] 
Ve y destruye a Tiamat, 
esparce su sangre por todas partes. [ ... ]». 
Marduk se fabrica un arco, 
lo diseña según sus especiales necesidades. 
Pone plumas en las flechas, 
tensa la cuerda. 
Marduk alza su espada, 
la empuña en su mano derecha. 
El arco y el carcaj cuelgan junto al costado de Marduk, 
lleva el relámpago como un escudo. 
Marduk se pone un fuego ardiente como armadura, 
teje una red enorme para atrapar a Tiamat. 
~ Tiamat, disfrazada como serpiente marina (Sal 74,13-14), se burla de 
Marduk cuando éste llega al campo de batalla. La burla antes de la 
batalla era una parte común de la estrategia militar en el Oriente 
Bíblico (1 S 17,8-10; 2 S 5,6-8; 1 R 20,1-11; 2 R 18,19-37). Marduk 
responde a la burla de Tiamat con la siguiente réplica. 
IV,77-86 (1 S 17,8-10; 2 S 2,18-23) 
«¿Por qué alzas tu mano contra la asamblea divina, 
actuando como su soberana? 
Te engañas a ti misma, 
no puedes desheredar a tus hijos. 
No puedes designar a Quingu para que sea su guerrero divino, 
no puedes dar a Quingu el poder de Anu, que rige el cielo. 
Te rebelas contra Ansar, que domina el crepúsculo, 
M ITO ENUMA ELIS 
Combate entre Marduk y un dragón (sello-cilindro). 
te rebelas contra la asamblea divina. 
No tengo miedo de tu armadura, 
no me aterran esos monstruos. 
Te reto a que te adelantes sola, 
te desafío a un duelo conmigo, cuerpo a cuerpo». 
15 
¡§§{I Cuando T~amat escucha la réplica de Marduk, se enfurece. Fuera de sí 
y encolerizada, se aparta precipitadamente de las otras serpientes y 
ataca a Mar~uk. Cuando abre la boc~ para bramar, Marduk infla su 
cuerpo con vientos de tormenta para impedir que se mueva. Entonces 
la atraviesa con una flecha de relámpago (Is 41,2). Después de su vic­
toria, Marduk marcha triunfalmente hasta la montaña sagrada para 
ser proclamado soberano de la asamblea divina. Allí construye su tem­
P!º sobre la tumba de Apsu y da al templo el nombre del ancestro ase­
sinado. Fuera de la puerta, Marduk erige los monstruos de Tiamat 
como estatuas que recuerden su victoria a todos los que entren ( recons­
trucción basada en las adiciones a la tablilla 5 del relato halladas entre 
los textos de Sultantepe) . 
V,71 -76 
Marduk reunió a los monstruos de Tiamat, 
los llevó como trofeos ante la asamblea divina. 
16 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Marduk atrapó a las once criaturas de Tiamat en su red, 
hizo añicos sus armas y encadenó sus pies. 
Marduk transformó esas serpientes en estatuas, 
las erigió en la puerta de su templo, el Apsu. 
«Que estas estatuas sean una señal», proclamó, 
«para que esta rebelión nunca sea olvidada». 
~ Habiendo remodelado su templo con el botín de guerra, Marduk usa 
el cuerpo de Tiamat para construir un mundo nuevo. Aplasta su crá­
neo con la maza y arroja su sangre al viento. Parte su cuerpo en dos. 
Usa una mitad para hacer el cielo y la otra para hacer la tierra. El 
cuerpo de Tiamat encierra las aguas primordiales entre las montañas 
sobre los horizontes (Gn 1,6-7) . Marduk destina a los miembros de la 
asamblea divina como constelaciones que señalen cada estación del 
año. Destina a la luna para que guarde la noche y señale el mes con 
sus fases (Gn 1,15-16). Finalmente, Marduk y Ea discuten un plan 
para crear a los seres humanos. 
VI,5 -8.23-42 
«Amasaré sangre y huesos para formar al prototipo humano, 
"hombre" será su nombre. 
Los hombres harán el trabajo de la asamblea divina 
y darán reposo a los dioses». 
Sello-cilindro sumerio que muestra el combate 
de Marduk contra el dragón alado Zu. 
MITO ENUMA ELIS 17 
~ Ea sugiere que Marduk sacrifique a uno de los aliados de Tiamat para 
crear al prototipo humano. Marduk convoca a la asamblea divina para 
que debata la propuesta de Ea. 
«¿Quién tramó la insurrección de Tiamat? 
¿Quién le aconsejó que se rebelara? 
Entregad al instigador de esta revuelta. 
castigad al conspirador por sus crímenes y vivid en paz». 
La asamblea divina testificó: «Quingu tramó la insurrección. 
Quingu aconsejó a Tiamat que se rebelara». 
~ Así pues, la asamblea divina ata a Quingu y Ea le corta la garganta. 
Usan su sangre para formar al prototipo humano (Gn 1,26-27; 2,7-
15), a quien Ea destina para que haga el trabajo de la asamblea divi­
na en el mundo nuevo. 
Marduk arrestó a Quingu, su rival, 
Ea lo acusó. 
Marduk lo declaró convicto de conspiración, 
Ea lo ejecutó cortándole la garganta. 
Ea formó al prototipo humano con la sangre de Quingu, 
Marduk impuso al prototipo humano el trabajo. 
Ea emancipó a la asamblea divina, 
el sabio creó al prototipo humano. 
Reconstrucción del aspecto que pudo tener 
la ziggurat de Ur hacia el año 2100 a.C. 
18 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Marduk impuso al prototipo humano el trabajo, 
liberó a la asamblea divina. 
¡Qué increíble logro! 
Nudimmud-Ea creó. 
Marduk lo diseñó magistralmente. 
Ea el sabio creó al prototipo humano, 
Marduk le ordenó que trabajara para la asamblea divina. 
¡Qué incomprensible tarea, 
qué obra de arte! 
El prototipo humano diseñado por Marduk, 
ejecutado por Nudimmud. 
Marduk el rey dividió en grupos a los Anunnaku, 
nombró a Anu supervisor. 
Marduk estableció a trescientos Anunnaku arriba, en el cielo, 
y a otros trescientos abajo, en la tierra. 
~ Para celebrar la coronación de Marduk, la asamblea divina construye 
el Esagila, una gran ziggurat en la ciudad de Babilonia. Después 
hacen entrega de sus títulos divinos a Marduk y decretan una fiesta de 
año nuevo, el akitu, para ensalzar anualmente a Marduk como gue­
rrero divino recitando el Enuma elis. 
EPOPEYA DE GUILGAMÉS 
~ En 1872, George E. Smith anunció públicamente que durante los años 
1848 y 1849 Austin Henry Layard había encontrado, en Nínive, en el 
actual Iraq, varias tablillas de arcilla cocida, de 15 cm de altura apro­
ximadamente. Contenían una versión de la epopeya de Guilgamés 
popular durante el reinado de Asurbanipal (668-626 a.C.) . Los relatos 
en lengua acadia estaban grabados en escritura cuneiforme y en cada 
tablilla había trescientas líneas aproximadamente. El relato completo 
ocupaba entre diez y doce tablillas, y se debió componer durante el 
bronce tJ:ntiguo (3000-2000 a.C.). Hoy se conservan en el British 
Museum. Debido a que las tablillas de Nínive son incompletas y están 
deterioradas, se han tomado algunos fragmentos de una versión babi­
lónica del bronce medio (2000-1500 a.C.) para completarparte del 
material perdido. 
Los relatos de Adán y Eva (Gn 2,4b-4,2) y los relatos de Noé (Gn 
6- 11) en el libro del Génesis son los que tienen más paralelos con res­
pecto a la epopeya de Guilgamés. Enki4u es parejo a Adán, Utnapistim 
a Noé y Dilmy n al Ed~n. -
HARIMTU SAMHAT Y ENKIDU 
~ La epopeya de Guilgamés ensalza a este soberano de Uruk. Al comien­
zo Guilgamés es un tira110; por ello la asamblea divina crea a Enkidu 
para que sea su compañero. La asamblea espera que Enkidu partiCÍpe 
con Guil$a7:1és en arriesgadas aventuras y evite que use sus energías 
para oprimir al pueblo de Uruk. Al principio Enkidu tiene poco inte­
rés por Guilgamés y prefiere correr con los anímale§_ salvajes. Para que 
se interese más por la amistad_humana, la asamblea divina envía una 
mujer sabia (en acadio: harimtu Samhat) que enseña a Enkidu cómo 
ser humano. 
20 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Tablilla I, col. iii,49-51 
El cazador y la mujer sabia tomaron posiciones, 
durante dos días esperaron junto al abrevadero. 
Finalmente, las bestias salvajes llegaron a beber, 
los animales llegaron a chapotear en el agua. 
Col. iv,2-7 
Enkidu, como una criatura de las colinas, llegó con ellos, 
pastando con las gacelas, 
abrevando con las bestias salvajes, 
chapoteando en el agua con los animales. 
La mujer sabia vio a esta criatura primitiva, 
a este salvaje de las profundidades de las llanuras sin árboles. 
Col. iv,15-21 
La mujer sabia desnudó sus pechos, 
Enkidu poseyó su cuerpo. 
Ella no sentía vergüenza 
y aceptó su pasión. 
Extendió sus vestidos por el suelo, 
Enkidu tuvo relaciones con ella sobre ellos. 
Sello-cilindro sumerio que muestra conflictos míticos entre 
leones rampantes y héroes, en parte humanos y en parte animales. 
La escena inferior podría representar a Guilgamés. 
EPOPEYA DE GUILGAMÉS 
A la izquierda Guilgamés, desnudo, lucha con Enkidu, mitad hombre 
mitad animal. A la derecha aparece Istar de pie. 
(Sello-cilindro del tiempo de Hammurabi, siglo xvm a.C.). 
Ella trató a este salvaje como a un hombre. 
Enkidu hizo el amor con ella. 
Durante seis días y siete noches Enkidu la poseyó, 
todos los días y todas las noches tuvo relaciones con la mujer. 
Col. iv,22-29.33-45 (Gn 3,5) 
Cuando se sació con la mujer, 
Enkidu se volvió para unirse a los animales. 
Al verlo, las gacelas huyeron, 
las bestias de la estepa, asustadas, se alejaron de él. 
Enkidu se sintió débil, su cuerpo se puso tenso, 
sus rodillas se quedaron inmóviles cuando los animales 
empezaron a huir. 
Enkidu se volvió débil, incapaz de correr como antes, 
pero su mente estaba llena de una nueva sabiduría. [ ... ] 
Finalmente, la mujer dijo: «Ahora eres sabio, Enkidu, 
ahora eres como nosotros. 
¿Por qué corres con los animales salvajes? 
¿Por qué corres por las llanuras? 
Deja que te lleve a Uruk, la ciudad de los grandes mercados, 
ven conmigo al santuario de Anu [ ... ] 
donde gobierna Guilgamés [ ... ]». 
21 
22 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Versión babilónica. Tablilla II, col. ii,31 -35 ( Gn 3, 7.20-21) 
Ella tomó algunas de sus ropas y vistió a Enkidu 
y después se vistió ella misma. 
La mujer sabia le tomó de la mano y le llevó como a un niño. 
Caminaron al corral, 
donde los pastores se reunieron a su alrededor. 
Col. iii, 1-25 
Enkidu sólo sabía cómo mamar [ ... ] 
cómo mamar la leche de los animales salvajes. 
Cuando pusieron cerveza y pan ante él, 
se echó atrás, olfateó, miró fijamente. 
Enkidu no sabía comer pan. 
Nadie le había enseñado a beber cerveza. 
Entonces la mujer dijo: 
«Come el pan, Enkidu, es necesario para vivir. 
Bebe la cerveza, es un don de la tierra». 
Enkidu comió pan hasta saciarse. 
Bebió cerveza de siete jarras. 
Se volvió alegre y divertido. 
Su corazón se regocijó y su rostro resplandeció. 
Se bañó y frotó con aceite su cuerpo. 
Se peinó el pelo. 
Enkidu se convirtió en un hombre. 
GUILGAMÉS Y LA MUERTE 
~ Los dos héroes participan en varias aventuras peligrosas que habrían 
sido imposibles para seres humanos normales. No obstante, cuando 
Enkidu empieza a considerar el peligro que están corriendo y habla a 
Guilgamés sobre la muerte, el rey no entiende qué quiere decir. 
Tablilla III, col. iii, 96-115 
Un día Guilgamés dijo a Enkidu: 
«El feroz Humbaba vive en el Bosque de los Cedros. 
Vamos a darle muerte para librar del mal a nuestro país. [ ... ]». 
EPOPEYA DE GUILGAMÉS 23 
Enkidu dijo a Guilgamés: 
«Cuando corría con los animales, aprendí que el Bosque de los Cedros no 
tiene fin. 
Nadie va allí. 
El rugido de Humbaba es como un diluvio, 
su boca es fuego, su respiración es muerte. 
¿Por qué quieres hacer esto? 
Es imposible que destruyamos a Humbaba el destructor». 
Versión babilónica. Tablilla III, col. iv,138-148 (lb 7,16; 14,5) 
No obstante, Guilgamés insistió: 
«¿Quién puede subir al cielo y hacerse inmortal? 
Sólo los miembros de la asamblea divina viven para siempre. 
Los días de los humanos están contados; 
las acciones humanas son como un soplo de viento. 
Aquí estás tú, con miedo a la muerte. 
¿Qué hay de tu poderoso brazo? Yo estaré delante de ti. 
Aliéntame, diciendo: "¡Nada temas!" 
Si muero, al menos habré alcanzado la fama». 
í§§fJ Enkidu y Guilgamés dan muerte a Humbaba y a un toro divino, pero 
se vuelven arrogantes (en griego: hybris). Cuando Guilgamés recha­
za a la diosa Istar, que quiere tener relaciones con él, la asamblea divi­
na condena a muerte a Enkidu. Éste conoce su sentencia en un sueño 
El demonio Rumbaba, que 
custodiaba el cedro sagrado 
de los dioses, fue asesinado 
por Guilgamés y Enkidu. 
Ello le valió a Enkidu 
ser condenado a muerte, 
dando origen a la búsqueda 
de la inmortalidad 
por parte de Guilgamés. 
24 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
y después cae enfermo. Guilgamés queda aterrorizado por la agonía de 
su compañero. Más tarde cava una tumba para su amigo y erige un 
monumento sobre ella. El destino de Enkidu lleva a Guilgamés a bus­
car un remedio para lograr la mortalidad y empieza una búsqueda que 
finalmente lo llevará al Dilmun. 
GUILGAMÉS Y SIDURI, LA TABERNERA 
~ En el camino hacia Dilmun, Guilgamés se encuentra con Siduri, una 
mujer que fabrica cerveza, con la que habla sobre el plan que tiene para 
hacerse inmortal. 
Tablilla X, col. ii,1 -14 
Guilgamés contó a Siduri, la tabernera, su historia: 
«Mi amigo[ ... ] Enkidu [ ... ] 
fue alcanzado por el destino de todos los mortales. 
Durante siete días y siete noches lloré por él 
hasta que un gusano salió de su nariz. 
Entonces tuve miedo. 
Temiendo a la muerte, vagué por la estepa. [ ... ] 
El amigo al que amaba se había vuelto barro. [ ... ] 
¿No terminaré también yo acostándome como él 
para no volver a levantarme?». 
Versión babilónica. Tablilla X, col. iii,6-13 (Qo 3,12-13) 
~ Según una tradición, Siduri aconseja a Guilgamés que olvide su bús­
queda de la inmortalidad y regrese a casa para gozar de la vida como 
un mortal. 
Siduri dio a Guilgamés este consejo: 
«Llena tu vientre, 
diviértete día y noche. 
Convierte cada día en una alegre fiesta, 
danza y juega de día y de noche. 
Ponte vestidos nuevos, 
lava tu cabeza y baña tu cuerpo. 
Juega con tus hijos 
y goza con tu mujer». 
EPOPEYA DE GUILGAMÉS 
Sello-cilindro que muestra al dios sol Samas saliendo por detrás 
de las montañas. La diosa Jstar está de pie sobre él, y a la derecha 
el dios Adad (o Baal) hace llover. A la izquierda, 
Samas aparece como cazador. (Periodo sumerio). 
Versión ninivita. Tablilla X, col. ii,21-31 
25 
§§§l] Según otra tradición, Siduri enseña a Guilgamés cómo cruzar el Mar 
de la Muerte y llegar a Diln:!un sano y salvo. 
Siduri prosiguió: 
«Desde el comienzo de los tiempos, 
nadie ha cruzado el Mar de la Muerte, 
nadie, excepto Samas, el dios del sol. [ ... ] 
Y aunque tú, Guilgamés, cruzaras el mar, 
¿qué harías cuando llegaras al Mar de la Muerte? 
Si es posible, crúzalo con Ursanabi, el barquero, 
si no, entonces regresa a casa». 
GUILGAMÉS Y UTNAPISTIM 
~ Guilgamés sigue las instrucciones de Siduri,consigue la ayuda de 
Ursanabi y cruza el Mar de la Muerte a Dilmun. Allí pregunta a 
Utnapistim cómo él y su mujer pudieron llegar a ser inmortales. La 
historia que Utnapistim cuenta a Guilgamés describe cómo la asam­
blea divina trata de destruir a todos los mortales con un diluvio. 
Cuando la asamblea divina descubre que Utnapistim y su mujer sobre­
vivieron en un arca, les concede la inmortalidad, de modo que su decre­
to, que ordenaba la destrucción de todos los mortales por un diluvio, 
pudiera cumplirse, al menos técnicamente. 
BIBLIOTECA SAN ESTEBAN 
26 SALAMA N$1_4ALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Tablilla XI, col. i,7-40 (Gn 6,14-21) 
«Cuéntame, Utnapistim, 
cómo tú y tu mujer llegasteis a ser inmortales 
y pudisteis uniros a la asamblea divina. 
«Bien, Guilgamés, deja que te cuente la historia 
de una conspiración divina, 
un complot divino para exterminar a la humanidad. [ ... ] 
Anu, el padre de los dioses, Enlil y Ninurta 
convocaron la asamblea divina 
que decidió mandar el diluvio a la tierra. [ ... ] 
Ea, dios del agua dulce, se opuso a Enlil. 
Ea repitió en voz alta el plan de Enlil 
desde fuera de la pared de cañas de mi casa. 
«"Escúchame, pared': susurró Ea, 
"Pared de cañas, presta atención a mis palabras. 
Destruye tu casa, 
construye un arca. 
Abandona todas tus posesiones, 
salva tu vida. 
Toma a bordo especímenes de todos los seres vivos. 
Haz el arca cuadrada con un techo 
como la cúpula de los cielos"». 
«Dije a Ea que obedecería, 
pero pregunté: "¿Qué tengo que decir al pueblo de Suruppak?': 
Diles: "Enlil, el dios de Suruppak, me ha condenado a muerte, 
por ello tengo que dirigirme a la costa donde reina Ea. [ ... ]"». 
Col. ii,58-94 (Gn 6,14-16; 7,2-4.7-9.13-16) 
«Construí el casco del arca de ciento setenta y cinco pies de altura, 
y las cubiertas de ciento setenta y cinco pies de anchura. 
Construí una cubierta superior y seis cubiertas inferiores, 
separé el casco en compartimentos con nueve mamparos. 
Después calafateé el arca con betún 
y asfalto mezclado con aceite. 
Alimenté a mis trabajadores 
tan generosamente como si fueran días de fiesta, 
y el arca quedó terminada en siete días. [ ... ] 
Tuvimos dificultades para botar el arca, 
pero finalmente la pusimos en el agua usando largos rodillos. 
Después cargué todo mi oro y mi plata en el arca, 
toda mi familia, animales domésticos, 
bestias salvajes y artesanos. 
Por último, en el preciso momento establecido por Samas, 
subí a bordo del arca, cerré la escotilla, 
y al marinero Puzur-Amurri, constructor del arca, 
le entregué el palacio con todos sus bienes». 
EPOPEYA DE GUILGAMÉS 
Col. iii,96-144 (Gn 7,11-12.23-24; 8,3-4.21-22; Is 30,14; 42,14; Mi 4,9) 
«Al amanecer [ ... ] el horizonte se cubrió de oscuras nubes, 
Adad, dios del trueno, rugió. 
Nabu y Sarru, los mensajeros divinos, 
huyeron ante el viento. 
Nergal, dios de los muertos, abrió la fuente del abismo. 
Ninurta, hijo de Enlil, abrió los diques. 
La asamblea divina castigó a la tierra con relámpagos. 
Adad convirtió el día en noche; 
la tierra quedó hecha añicos como una vasija. 
Una persona no podía ver a otra, 
el cielo no podía ver a la tierra. 
El diluvio hizo que los dioses Anunnaku corrieran hacia el cielo, 
la asamblea divina estaba aterrada 
como perros callejeros contra los muros de la ciudad. 
Istar, diosa del amor y la guerra, chillaba, 
gritaba como una parturienta: 
"¿Cómo he podido matar a mi pueblo, 
conspirar contra aquellos a quienes di a luz? 
Sus cuerpos flotan en el mar, 
hinchados como bancos de peces muertos". 
Los Anunnaku se sentaron humillados, la asamblea divina lloró. 
Durante seis días y seis noches los vientos soplaron. 
El séptimo día la tormenta se calmó, el mar se aquietó. 
Sentí el silencio. 
Todos los seres vivos se habían ahogado. 
Abrí la escotilla, la luz del sol me dio en la cara. 
Incliné el rostro hacia la cubierta y lloré. 
El arca varó en el monte Nisir. 
Permaneció allí durante seis días». 
Col. iv,145-198 (Gn 8,5-22; 9,1 -17) 
«El día séptimo, solté una paloma que echó a volar, pero regresó. 
No encontró un lugar donde posarse. 
Solté una golondrina que echó a volar, pero regresó. 
No encontró un lugar donde posarse. 
Solté un cuervo que echó a volar, graznó y se alejó. 
Las aguas habían bajado. 
Después solté a todas las criaturas, 
que se dispersaron por todas partes. 
Preparé un sacrificio, 
vertí una libación en la cima del monte. 
27 
28 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Dispuse mis vasos sagrados, 
encendí un fuego sagrado con cañas, cedro y mirto. 
La asamblea divina olió el aroma, 
acudieron como moscas alrededor del sacrificio. 
Istar llegó y apartó su collar de lapislázuli, diciendo: 
"Juro por mi collar que nunca olvidaré estos días 
Que todos los miembros de la asamblea divina 
disfruten de esta comida, 
pero que Enlil no coma ningún sacrificio 
preparado por mortales. 
Enlil provocó el diluvio irreflexivamente, 
ahogó a los mortales que alimentan a la asamblea divina". 
Pero cuando Enlil llegó y vio el arca, se puso furioso: 
"¿Han escapado algunos mortales? 
¡Hasta el último tiene que ser destruido!". 
Ninurta convocó a la asamblea divina. 
Acusó a Ea por haber revelado el plan de Enlil [ ... ] 
por querer controlar a la población 
con animales salvajes, hambres, plagas [ .. . ] 
por no querer destruir hasta el último mortal con un diluvio. 
Pero Ea testificó: "No hablé a Utnapistim del plan de Enlil 
no le advertí del diluvio inminente. 
Que_comparezca Utnapistim y hable el mortal. 
El soñó por sí solo. 
Interpretó la conspiración divina por sí mismo". 
Enlil subió a bordo del arca, 
y nos dijo a mi mujer y a mí que nos arrodilláramos. 
Puso sus manos sobre nuestras cabezas y anunció: 
"Utnapistim y su mujer han sido mortales, ahora son inmortales. 
Vivirán muy lejos, habitarán en la desembocadura de los ríos': 
Así, la asamblea divina 
nos estableció en la desembocadura de los ríos». 
«Esto pone fin a nuestra historia. 
Ahora, Guilgamés, cuéntanos quién reunirá a los dioses por ti». 
GUILGAMÉS Y LA SERPIENTE 
Tablilla XI, col. vi,258-307 
Cuando Guilgamés y Ursanabi se preparaban para embarcarse 
la mujer de Utnapistim-el-Lejano dijo: 
«Guilgamés ha trabajado y se ha fatigado como un esclavo 
para llegar aquí. 
¿Qué puedes darle para que lo lleve a su país?». 
Cuando ella habló, Guilgamés hizo volver la barca a la orilla. 
Utnapistim dijo a Guilgamés: 
«Te contaré un secreto divino. 
EPOPEYA DE GUILGAMÉS 
Estatua de 
Guilgamés 
sosteniendo un 
cachorro de león. 
=~=,., (Museo del Louvre). 
Hay una planta como el espino [ ... ] 
pincha tus manos como una zarza. 
Si puedes encontrar la planta, 
encontrarás el secreto de la inmortalidad». 
En cuanto Guilgamés escuchó las palabras de Utnapistim 
se dirigió hacia la fuente del fondo del mar. 
Ató pesadas piedras a sus pies. 
. Se h~ndió hasta el fondo, donde vio la planta. 
Gmlgames arrancó la planta, 
que le pinchó en la mano. 
Cortó las pesadas piedras de sus pies, 
y el mar lo arrojó a la orilla. 
29 
30 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Guilgamés dijo a Ursanabi: «Ésta es la planta milagrosa. 
Ésta es la planta que devuelve la vida. 
Llevaré esta planta milagrosa a Uruk, la ciudad de las ovejas, 
cuyos ciudadanos la comerán. [ ... ] 
La llamaré" [ ... ] la fuente de la juventud". 
Yo mismo la comeré y recuperaré mi juventud». 
Después de ochenta kilómetros 
Guilgamés y Ursanabi se detuvieron para comer, 
después de ciento veinte kilómetros 
echaron el ancla para pasar la noche. 
Guilgamés vio una fuente cuya agua era fresca. 
Fue a bañarse en el agua. 
Una serpiente olió la fragancia de la planta, 
salió del agua y se llevó la planta. 
Cuando volvió al agua, mudó la piel. 
Guilgamés se sentó y lloró, 
las lágrimas corrieron por su rostro: 
«¿ [ ... ] para quién se afanaron mis manos, 
para quién se cansó mi corazón? 
No tengo nada que mostrar por mi trabajo. 
He trabajado para esta serpiente. 
Pero la marea habrá llevado a la serpiente 
a quince leguasde distancia. 
Cuando me sumergí hasta la fuente del fondo del mar, 
encontré la planta milagrosa que era una señal para mí. 
Terminemos el viaje a pie, dejemos la barca en la orilla». 
Después de ochenta kilómetros 
se detuvieron para comer, 
después de ciento veinte kilómetros 
se detuvieron para pasar la noche. 
Cuando llegaron a Uruk, Guilgamés dijo a Ursanabi: 
«Sube y recorre las murallas de Uruk. 
Inspecciona sus cimientos, examina su enladrillado, 
su ladrillo está cocido. 
Siete sabios pusieron sus cimientos. 
Una parte de Uruk es ciudad, otra es huerto y otra pasto. 
El país de lstar está formado por tres partes, 
sin contar las tierras de labor». 
MITO lNUMA ILU 
¡§§(] Los arqueólogos descubrieron en varios yacimientos de Mesopotamia 
y Siria-Palestina copias del mito Inuma ilu en los dialectos babilonio 
y asirio de la lengua acadia, en escritura cuneiforme. Estas tablillas se 
encuentran hoy en el British Museum de Londres, en el Museo 
Arqueológico de Estambul (Turquía) y en el Musée d'Art et d'Histoire 
de Ginebra (Suiza) . 
El mito Inuma ilu empieza en un mundo poblado sólo por los dio­
ses inferiores Igigu y los superiores Anunnaku de la asamblea divina. 
Al final los dioses inferiores se rebelan, negándose a hacer todo el tra­
bajo que es necesario para mantener el correcto funcionamiento de su 
mundo. Ea-Enki negocia un acuerdo con ellos, según el cual el proto­
tipo humano (en acadio: Iullu) será creado para que cuide del mundo, 
especialmente dragando sus canales. Los Anunnaku ratifican la pro­
puesta de Ea-Enki, pero asignan a Nintu-Mami la tarea de llevar a 
cabo el proyecto. Con el tiempo, los hombres trabajadores se rebelan 
también contra la asamblea divina y se niegan a hacer su trabajo. Al 
Sur 
Babilonia 
• 
Asiria Norte 
Tablilla de arcilla 
con un mapa del mundo 
en el que Babilonia 
ocupa el centro 
(ca. 2000 a.C.). 
32 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
principio la asamblea divina decreta epidemias y hambrunas para con­
trolar a los trabajadores, pero no consiguen un efecto duradero. Por 
último, desencadenan un diluvio del que sólo sobrevive la familia de 
Atrajasis en su arca. 
La creación de los cielos y la tierra (Gn 1,1-2,4a) y el diluvio 
(Gn 6,1-11,26) en el libro del Génesis son relatos paralelos al mito 
Inuma ilu. 
I,192-195 
«¡Convocad a Nintu, la comadrona divina! 
Que cree al prototipo humano, 
para que el hombre se fatigue por la asamblea divina». 
Así pues, la asamblea divina convocó a Nintu-Mami, 
llamaron a su presencia a la mujer sabia. 
«Forma al prototipo humano [lullu]», le ordenaron, 
«crea trabajadores que se fatiguen por nosotros. 
Que el prototipo humano lleve el yugo, 
que trabaje por Enlil, 
que se fatigue por la asamblea divina». 
~ El mito Inuma ilu describe el trabajo de Nintu-Mami con varias 
narraciones diferentes acerca de cómo se realizó la tarea. Una narra­
ción compara a Ea-Enki con una mujer menstruante que se baña tres 
veces durante el ciclo menstrual: primero, cuando aparece la luna 
nueva; después, siete días más tarde y, por último, catorce días más 
tarde, cuando aparece la luna llena. Se describe la cópula como mezcla 
del cuerpo de Ea-Enki con la sangre del dios We. Durante el embara­
zo Nintu-Mami masajea el útero de Ea-Enki del mismo modo que un 
alfarero modelaría una vasija. Cuando Ea-Enki concluye su trabajo, 
Nintu-Mami hace salir del útero a los hombres trabajadores con la 
orden: « Vivid». 
I,200-230 (Jr 18,2-6) 
Nintu dijo a la asamblea divina: 
«No puedo hacer el trabajo de Ea-Enki. 
Sólo Ea-Enki tiene la arcilla para crear». 
Ea-Enki dijo: «Me bañaré para señalar mi tiempo. [ ... ] 
Por la luna nueva, el séptimo día y por la luna llena, me lavaré. 
Que la asamblea divina ofrezca en sacrificio a We. 
Que se bañen en su sangre. 
Que Nintu mezcle mi arcilla con su sangre, 
que Nintu mezcle arcilla con sangre, lo humano con lo divino. 
MITO I NUMA ILU 
Que el tambor señale los días, 
la cuenta atrás del tiempo. 
Que la sangre de We dé vida a esos hombres trabajadores, 
que la comadrona les haga salir: «¡Vivid!». 
La asamblea divina mostró su acuerdo, 
los Anunnaku lo consintieron. 
Por la luna nueva, el séptimo día y por la luna llena, 
Ea-Enki se bañó. 
La asamblea divina sacrificó a We el sabio. [ .. . ] 
Nintu mezcló la arcilla [ ... ] con su sangre. 
El tambor señaló los días [ ... ] la cuenta atrás del tiempo. 
La sangre de We dio vida a los hombres trabajadores, 
Nintu-Mami los llamó: «¡Vivid!». 
33 
~ En otra versión, Nintu-Mami mezcla la arcilla con la saliva de los 
Anunnaku y los Igigu . 
I,235-240 (Gn 3,20) 
La asamblea divina dio a Nintu-Mami 
humedad para trabajar la arcilla 
y la empapó con saliva de los Anunnaku y los Igigu. 
Nintu-Mami cantó: 
«Alabanza a vosotros que me asignasteis esta tarea, 
alabanza a vosotros que sacrificasteis ... a We 
para ayudarme a completar mi trabajo. 
He creado trabajadores que se fatiguen por los Igigu. [ ... ] 
He retirado vuestro yugo, os he liberado». 
La asamblea divina escuchó el himno cantado por Nintu-Mami. 
Los Anunnaku y los Igigu besaron sus pies: 
«Ayer te llamábamos "Mami". 
Hoy eres "Madre de la asamblea divina"». 
§§(1 Otra vers_ión descri~e a ~a-Enki como el padre de los dioses que copu­
la con Nmtu-Mamz, mientras ésta canta. Nintu-Mami concibe siete 
Pª:es de gem~los: siete varones y siete mujeres. La comadrona ayuda a 
Nzntu-Mamz a ponerse sobre el ladrillo del parto y prepara la habita­
ción en la que va a dar a luz. 
I,250-300 (Gn 2,7; 35,17; Ex 1,16; 1 S 4,20) 
Ea-Enki y Nintu-Mami entraron en la sala del parto. 
Ella llamó a su comadrona, él trabajó la arcilla. 
Ella cantó el canto sagrado. 
él rezó la oración especial. 
34 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Pequeño amuleto 
Amuleto de barro con una inscripción 
al demonio Pazazu sobre su cuerpo. 
del demonio Pazazu, 
portador de la enfermedad. 
Cuando Nintu-Mami terminó de cantar, 
apartó con éxito catorce trozos de arcilla. 
La comadrona dividió la arcilla en filas de siete, 
colocó el ladrillo del parto entre ellas. [ ... ] 
La comadrona ayudó a Nintu-Mami 
a ponerse sobre el ladrillo del parto 
y contó diez meses para determinar su fecha. 
Pasaron los diez meses, 
Nintu-Mami sintió los dolores de parto. 
Su rostro estaba resplandeciente. [ ... ] 
Estaba llena de alegría. 
La comadrona se puso su gorro, 
se vistió su delantal, 
empezó a orar. 
Esparció la harina. 
Nintu-Mami cantó sobre el ladrillo del parto: «He creado vida. 
Que la comadrona se alegre en la sala del parto 
cuando una madre da a luz. 
Erigid el ladrillo del parto durante nueve días, 
honrad a Nintu-Mami y a su comadrona. [ ... ] 
Alabad a Nintu-Mami, 
alabad a su comadrona, Kes. 
MITO INUMA ILU 35 
Que marido y mujer yazcan juntos en su sala de bodas. 
Que hagan lo que Istar manda en la casa de su suegro. [ .. . ]». 
¡;§[¡ Pronto los hombres trabajadores empiezan a molestar a los miembros 
de la asamblea divina y Enlil trata de controlarles con una plaga. 
I,355-360 
En menos de mil doscientos años [ ... ] 
hubo cada vez más trabajadores en el país. 
Los trabajadores se multiplicaron. 
El país bramó como un toro, 
el alboroto molestó a la asamblea divina. 
Cuando Enlil oyó el ruido, se quejó: 
«No puedo soportar este griterío, no puedo dormir. [ ... ] 
Manda una epidemia al país». 
~ Atrajasis pide ayuda a Ea-Enki, su dios, y éste le enseña cómo acabar 
con la epidemia. 
I,375-383 
«Manda mensajeros que proclamen, 
diles que griten por todo el país: 
"No alimentéis a los dioses, 
no recéis a las diosas". 
Bajorrelieve de un toro de la antigua ciudad de Enink. 
36 PARALEL OS DEL ANTIG UO TESTAMENTO 
Id a la puerta del templo de Namtar. 
Colocad vuestro pan más exquisito en el umbral. 
Este grano agradará a Namtar, 
vuestro don le avergonzará y no aniquilará su país». 
~ Atrajasis persuadió a los ancianos para que siguieran el consejo de Ea­
Enki. Renovaron el templo de Namtar, el dios del destino, colocaron 
ofrendas en la puerta y Namtar detuvola plaga. Durante los seis años 
siguientes, Enlil trata de controlar a los hombres trabajadores con 
otros medios: sequías y una hambruna. Atrajasis recurre siempre a Ea­
Enki, que aconseja a los hombres que dejen de alimentar a todos los 
dioses y las diosas, excepto al miembro de la asamblea divina respon­
sable de su sufrimiento. La estrategia tiene éxito siempre y los hombres 
sobreviven y siguen multiplicándose. 
II,i,10-20 (Is 5,6; Os 2,9) 
«No puedo soportar este alboroto humano, 
¡no puedo dormir! 
Reduce su suministro de alimentos, 
que escaseen las plantas. 
¡Adad! ¡Retén la lluvia! 
No permitas que broten fuentes de lo profundo. 
¡ Vientos, secad la tierra! 
¡Nubes, reunid agua, pero que no llueva! 
Que las cosechas se reduzcan, 
que Nisaba, diosa del grano, retrase el crecimiento. 
Que se acabe la alegría de la cosecha. [ ... ]». 
II, iv, 11 -14 
Después de tres años [ ... ] los rostros de todos los hombres estaban surca­
dos por el hambre. 
Los rostros de todos los hombres estaban resecos como malta. 
Todos los hombres estaban a punto de morir. [ ... ] 
Recensión asiria. S. vi, 7-12 
Después de cinco años [ ... ] una hija mira fijamente a su madre 
cuando entra en casa 
[ .. . ] mientras la madre mira a la hija fuera de la casa. 
Una hija mira mientras su madre es vendida como esclava, 
M ITO I NUMA ILU 
Una madre mira mientras su hija es vendida como esclava. 
Después de seis años [ .. . ] una hija es cocida y comida, 
un hijo es servido como comida. 
37 
§§§!JI Todos los esfuerzos de la asamblea divina por controlar a los hombres 
trabajadores resultan inútiles debido a los consejos de Ea-Enki a 
Atrajasis. Por ello la asamblea divina decide que sólo un diluvio podrá 
mantener a raya a la humanidad. Ordenan a Ea-Enki que jure que no 
aconsejará a Atrajasis acerca de cómo salvar a los trabajadores. Sin 
embargo, Atrajasis se queda dormido en el templo de Ea-Enki, que está 
sentado detrás de su mampara hecha de cañas, pensando en voz alta 
sobre la decisión de la asamblea divina. Atrajasis piensa que la voz de 
su dios es un sueño. 
III,i,20-48 (1 S 3,3-4) 
«Si estuviera en tu situación, mi entrecruzada celosía, 
mi mampara de cañas entrelazadas, prestaría mucha atención. 
Derribaría mi casa, 
construiría un barco. 
abandonaría todas mis propiedades 
[ ... ] para salvar mi vida. [ ... ] 
Coloca una cubierta sobre el barco, 
cúbrela como Apsu. 
No permitas que el sol vea el interior, 
ciérrala por completo. 
Refuerza las juntas, 
calafatea las maderas con brea. 
Reuniré bandadas de aves para ti 
[ ... ] y bancos de peces». 
Entonces, Ea-Enki llenó el reloj de agua, 
estableció el tiempo para el diluvio en la séptima noche. 
Atrajasis habló a los ancianos en la puerta: 
«Mi dios ha tenido una disputa con vuestro dios. 
Ea--Enki y Enlil están enfrentados, 
por ello tengo que dejar este lugar. 
Como adoro a Ea-Enki, 
estoy implicado en este conflicto. 
Ya no puedo vivir aquí, 
ya no puedo habitar en el país de Enlil». 
38 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
¡§§{] Después de dar esta explicación Atrajasis construye un barco y lo 
llena de toda clase de animales. Una vez que lo ha cargado, prepara un 
banquete y hace subir a bordo a su familia. Cuando se sienta, entriste­
cido por el inminente diluvio, empieza a llover. 
III,ii,48-55 (Gn 6,14) 
El tiempo empezó a cambiar. [ ... ] 
Adad rugió en medio de las nubes. 
Atrajasis oyó la voz de Adad, 
cerró la puerta 
y la selló con betún. 
El bramido de Adad llenó las nubes, 
los vientos soplaron con furia. 
Atrajasis cortó la amarra 
y dejó el barco a la deriva. 
III,iii,l 0-20.23-24.51-54 
Cesó el ruido en el país, 
como el silencio después que una vasija se hace añicos. 
El diluvio se precipitó, 
el diluvio cargó sobre las gentes como un ejército. 
Una persona no podía ver a otra, 
nadie era reconocible en las aguas. 
El diluvio mugió como un toro, 
los vientos bramaron como un asno salvaje que rebuzna. 
No había sol, 
sólo la oscuridad del diluvio. [ .. . ] 
El estrépito del diluvio aterrorizó a la asamblea divina. 
Ea-Enki se enfureció 
al ver cómo sus hijos eran destruidos. 
La señora Nintu 
se mordía los labios encolerizada. 
Los Anunnaku estaban sentados sin nada que comer, 
los poderosos no tenían vino que beber. 
La sabia Mami lloró por lo que vio, 
la comadrona divina rompió a llorar. 
«¿Cómo pude estar de acuerdo con la asamblea divina? 
¿Cómo pude votar a favor de una destrucción tan completa? 
MITO INUMA ILU 39 
El maligno decreto de Enlil ha ido demasiado lejos, 
sus palabras son peores que las del demonio Tiruru. [ ... ] 
• Dónde está ahora Anu, nuestro jefe? 
l · Dónde están los humanos para que ejecuten sus órdenes? 
• Dó~de está el que tan imprudentemente decretó un diluvio, 
l [ ... ] el que condenó a su propio pueblo a la destrucción?». 
~ Durante siete días y siete noches el diluvio cubrió la tierra. Nintu y la 
asamblea divina lloraron. Debido a que los templos estaban inundados 
y los humanos habían muerto, no había sacrificios para que ellos 
comieran o bebieran. Aunque el texto se interrumpe en este punto, se 
puede suponer, gracias a la comparación con la epopeya de Guilgam!s, 
que el diluvio remitió y Atrajasis desembarcó y preparó una comida 
sacrificial para la asamblea divina. 
III, v,34-45 (Gn 8,21) 
La asamblea divina olió el aroma, 
acudieron como moscas alrededor de su sacrificio. 
Después que la asamblea divina hubo comido hasta hartarse, 
Nintu acusó a todos sus miembros: 
«¿Dónde está ahora Anu, nuestro jefe? 
¿Por qué este aroma no ha traído a Enlil hasta aquí? 
AGUAS POR ENCIMA DEL FIRMAMENTO=::::=::::=::::::: 
Firmamento 
Estrellas --- ..__. 
-...r-.., 
Compuertas 
' . . . 
'· - -~-~~-:-.~ 
~~~~'-. 
Representación 
del universo tal 
como lo concebía 
el antiguo 
mundo semítico. 
40 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
¿Dónde está el que tan imprudentemente decretó un diluvio, 
[ ... ] el que condenó a su propio pueblo a la destrucción?». 
Decretasteis la destrucción completa, 
apagasteis todos los rostros resplandecientes sobre la tierra. [ ... ]». 
III, vi,5-1 O 
Enlil el valeroso vio el barco. 
Enlil estaba furioso con los Igigu: 
«Los Anunnaku y el resto de la asamblea divina 
hicieron un juramento. 
¿Cómo podía alguien sobrevivir a ese diluvio? 
¿Cómo podía este humano librarse de la destrucción?». 
~ Anu acusa inmediatamente a Ea-Enki de estorbar a la voluntad de la 
asamblea divina. Ea-Enki se defiende, pero la solución final al aumen­
to de la población humana se alcanza cuando Ea-Enki y Nintu crean 
mujeres que son estériles y cuyos hijos fallecen de muerte súbita o se 
hacen célibes. 
III, vii, 1-8 
Que haya tres nuevas clases de mujeres [ ... ] 
Que unas mujeres sean fértiles, pero que otras sean estériles. 
Que el demonio se lleve a los recién nacidos, 
que Pasitu robe a los niños del regazo de sus madres. 
Que haya mujeres tabú, 
que haya sacerdotes a quienes se prohíba tener hijos. 
MITO DE ADAPA 
¡§§Q El mito de Adapa está escrito en cuatro tablillas de arcilla en lengua 
acadia y con caracteres cuneiformes. Los arqueólogos alemanes descu­
brieron una tablilla (EA 356 = B) en la ciudad real del faraón Ake­
natón (1353-1335 a.C.) en Tell el-Amarna (Egipto). Los arqueólogos 
británicos descubrieron las otras tres tablillas (A, C, D) de la bibliote­
ca del gran rey Asurbanipal (668-626 a.C.) en Nínive (Asiria). Las 
tablillas se encuentran hoy en el Vorderasiatisches Museum de Berlín 
y en el Bristish Museum de Londres. 
Adapa (en acadio: A-da-pa) es un sacerdote de Ea en la ciudad de 
Eridu. Es humano, pero inadvertidamente realiza una acción divina. 
Al ser atacado por el viento del sur mientras pesca, Adapa lo deja inca­
pacitado con una maldición. Aunque el viento ya no puede hacer nin­
gún daño a los que pescan en el lago, tampoco puede llevar la lluvia a 
los que cultivan la tierra. La sequía provoca una epidemia. Debido a 
que Adapa ha realizado una acción divina, Anu, el soberano de la 
asamblea divina,le da la oportunidad de convertirse en dios ofrecién­
dole el pan de vida. Aconsejado por Ea, su dios, Adapa rechaza el ofre­
cimiento. Pierde la oportunidad de ser inmortal, pero regresa para 
enseñar al pueblo de Eridu cómo curar la enfermedad humana y dete­
ner la epidemia. Por todo el mundo bíblico las gentes cantaban el mito 
de Adapa para protegerse de la enfermedad. 
Los evangelios de Marcos (Me 4,35-41) y Lucas (Le 8,22-25) pre­
sentan a Jesús en el papel de Adapa luchando con una tempestad en 
un lago. Sumergido bajo el fuerte oleaje, Jonás, como Adapa, calma la 
furia del mar (Jonás 2,1 -10). Basándose en la antigua interpretación 
agustiniana de la narración de Adán y Eva en el libro del Génesis, los 
comentaristas han establecido con frecuencia un paralelo entre el papel 
de Anu en el mito de Adapa y el papel de la serpiente. Se piensa que 
los dos se sirvieron de engaños para impedir que los humanos llegaran 
a ser inmortales. En la narración de Adán y Eva la serpiente engaña a 
la mujer, mientras que en el mito de Adapa, Anu engaña al varón. Los 
nombres «Adán» y «Adapa» son comparables. Ea no quiere perder a 
su siervo y le engaña para que rechace el alimento que habría hecho de 
-
42 PA RALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
él un ser inmortal. Según otra interpretación, Adapa habría seguido 
sabiamente el consejo de Ea, su dios, y habría preferido seguir siendo 
mortal y disfrutar de la tierra en lugar de convertirse en inmortal y 
abandonarla. En contraste con ello, Utnapistim y su mujer en la epo­
peya de Guilgamés aceptan la invitación de la asamblea divina y lle­
gan a ser inmortales. 
A: Líneas 4-5, 8, 15-22 
Ea creó a Adapa para que fuera sabio, 
no lo creó para que fuera inmortal. 
Cuando el sabio Ea empezó a crear Eridu, 
hizo a Adapa para que fuera sólo un hombre. [ ... ] 
Ea ungió a Adapa para que fuera su sacerdote. 
Lo ungió para que pilotara los barcos 
que pescan para su templo en Eridu. 
Un día, mientras Ea estaba dormido, 
Adapa realizaba sus tareas en el templo de Ea en Eridu. 
Subió a bordo del velero en el Muelle de la Luna Nueva. 
El viento empujó al barco muy lejos, 
hacia el interior del lago. [ ... ] 
B: Líneas 1-13 
De repente, el viento del sur arremetió contra el barco de Adapa, 
las olas inundaron el barco. 
Mientras se hundía en el agua con el pez, Adapa oró: 
«Dame fuerza para romper el ala mortífera de este viento». 
De pronto, el ala del viento del sur se quebró, 
durante siete días el viento del sur 
no sopló a través de la tierra de Eridu. 
~ El daño causado al viento del sur tuvo graves consecuencias para la 
tierra de Eridu. Como el viento del sur no soplaba, no llovió y ello trajo 
la sequía y la enfermedad. 
Entonces Anu, que gobierna sobre la asamblea divina, 
preguntó al sabio Ilabrat: 
«¿Por qué el viento no ha soplado a través de la tierra 
durante siete días?». 
Ilabrat respondió a Anu: 
«Adapa, el sacerdote de Ea, rompió el ala del viento del sur». 
Cuando Anu escuchó la acusación, se puso en pie y ordenó: 
«Trae a Adapa ante esta asamblea» . 
MITO DE ADA PA 
El segundo dios, contando desde la derecha, probablemente es Anu, que 
sostiene las aguas de la vida y se las pasa a Guilgamés, que está desnudo. 
Los pequeños objetos y animales representan las constelaciones. 
B: Líneas 14-32 
Para ganarse el favor de la asamblea divina, Ea aconsejó a Adapa: 
«No peines tu cabello ni laves tus vestidos. [ ... ] 
Cuando te presentes ante la asamblea divina en la puerta de Anu, 
Dumuzi y Gizzida te preguntarán: 
"Mortal, ¿por quién te lamentas? 
¿Por qué no te has peinado el cabello ni lavado tus vestidos?". 
Responde a su pregunta con estas palabras: 
"Me lamento por dos dioses que han abandonado Eridu". 
Cuando te pregunten: "¿Quiénes son esos dos dioses 
que han desaparecido de Eridu?", diles: "Dumuzi y Gizzida". 
Dumuzi y Gizzida se sentirán halagados. 
Defenderán tu caso ante Anu. 
El veredicto de Anu te será favorable. 
Cuando Anu te ofrezca pan para comer, 
no lo comas. 
Cuando Anu te ofrezca agua para beber, 
no la bebas. 
Cuando Anu te ofrezca un vestido y aceite para tu cuerpo, 
vístete y úngete». 
43 
44 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
El dios Ea con dos hombres que luchan y un pescador. 
~ Todo sucede tal como Ea lo ha descrito. Adapa consigue el apoyo de 
Dumuzi y Gizzida, y esto hace que Anu, el soberano de la asamblea 
divina, decida que un mortal que ha recibido el conocimiento para 
« ... romper el ala del viento del sur» tiene que unirse a la asamblea divi­
na. Por ello ofrece a Adapa el pan y el agua de la vida. 
B: Líneas 66-70 (Gn 3,22) 
Anu promulgó el veredicto de la asamblea divina; 
Anu perdonó a Adapa por calmar el viento. 
«Adapa, ven a unirte a la asamblea divina. 
Come nuestro pan de la vida. Bebe nuestra agua de la vida. 
Tú, mortal, te convertirás en inmortal» . 
Pero Adapa respondió: «Ea, mi dios, me ha dicho: 
"No comas su pan ni bebas su agua"». 
Por ello la asamblea divina decretó: 
«Haced que este mortal vuelva a la tierra» . 
D: Líneas 4-6, 15-17 
Entonces Anu se rió de las acciones de Ea: 
«Que la asamblea decida si otro [ ... ] 
se ha burlado jamás de la palabra de Anu». 
MITO DE ADA PA 
«Cualquier mal que Adapa haya traído al pueblo de Eridu, 
la enfermedad que trajo a sus cuerpos, 
Ninkarrak, diosa de los médicos, lo aliviará. 
¡Que la enfermedad se aparte, 
que la dolencia sea rechazada!». 
45 
ARCHIVOS DE Nuz1 
~ Nuzi (en árabe: Yorghun Tepe) está situada a 240 km al norte de 
Bagdad, a 12 km al suroeste de Kirkuk y a 16 km al este de los montes 
Zagros, en el noreste del actual Iraq. La ciudad floreció alrededor de 
ciento cincuenta años durante el bronce final (1500-1250 a.C.) y fue 
destruida por los asirios. Nuzi fue excavada entre 1920 y 1930 por 
R.F.S. Starr. Se descubrieron unas 3.500 tablillas en la casa del sobe­
rano (en acadio: hazannu) de Nuzi, en los santuarios, en los barrios 
ricos y pobres de la ciudad y de los pueblos vecinos. No están escritas 
en la lengua hurrita de Nuzi, sino en el dialecto babilónico de la len­
gua acadia en escritura cuneiforme. El sumerio, el hurrita y el elami­
ta no son lenguas indoeuropeas ni semíticas. Los hurritas aparecieron 
en Siria-Palestina y en el norte de Mesopotamia, donde Nuzi fue una 
ciudad importante del Estado de Mitani. Los archivos de Nuzi se con­
servan hoy en el Museo Nacional de Iraq, en Bagdad. 
Los archivos de Nuzi proporcionan algunos de los mejores docu­
mentos de carácter científico y social que ayudan a entender las prác­
ticas políticas, económicas y legales de las narraciones sobre Abrahán 
y Sara (Gn 11,27-25,18), Jacob, Lía y Raquel (Gn 25,20- 37,2) en el 
libro del Génesis. Es posible que las semejanzas entre esas dos cultu­
ras se deban a la amplia difusión de los pueblos hurritas por todo el 
Oriente Bíblico. 
Sellos de Mitani, procedentes de Nuzi (Iraq). 
ARCHIVOS DE NUZI 47 
CONTRATO DE ADOPCIÓN 
~] Técnicamente, en el mundo de la Biblia, una familia no podía vender 
sus tierras. No obstante, con un contrato de adopción (en acadio: 
tuppi maruti) un padre de familia podía adoptar a un miembro de 
otra familia, que entonces podía cumplir las condiciones para «here­
dar» tierras de la familia a cambio de un «don». En los relatos de 
Abrahán y Sara en el libro del Génesis (Gn 15,2-3), Abrahán usa este 
remedio legal para adoptar a Eliezer de Damasco como heredero por­
que él y Sara no tienen hijos naturales. Del mismo modo, cuando Sara 
da a su esclava Agar a Abrahán como madre sustituta, la consecuen­
cia es que el niño nacido será el hijo legal de Sara (Gn 16,1-15). Así 
mismo, en Nuzi sólo los herederos podían heredar las estatuas de los 
dioses (tutelares) de sus familias. Por consiguiente, cuando Raquel 
reclama las estatuas de los dioses (en hebreo: terafim) de su familia en 
el libro del Génesis (Gn 31,1-21), está declarando que su hijo, y no el 
hijo de Lía o los hijos de sus hermanas, será el heredero de la familia de 
Labán. 
C.J. Gadd xxiii (1929), 49-161, número51 
Nashwi, de la familia de Ar-shenni, adopta por la presente a Wullu, de la 
familia de Puhi-shenni. A cambio, Wullu tiene que proporcionar a Nashwi 
alimentos y vestidos mientras viva. Cuando Nashwi muera, Wullu tiene que 
heredar sus tierras. Si posteriormente Nashwi tiene un hijo natural, Wullu 
y este hijo tendrán que dividir las tierras familiares en partes iguales. No 
obstante, el hijo natural de Nashwi recibirá las estatuas de los dioses de la 
familia. Pero si Nashwi muere sin un hijo natural, entonces Wullu recibirá 
las estatuas de los dioses de la familia. 
Por la presente Nashwi da su hija, Nuhuya, en matrimonio a Wullu. Si 
Wullu llegara a divorciarse de Nuhuya, tiene que devolver las tierras y las 
casas de Nashwi y pagar una multa de dieciocho minas [ en acadio: man u] 
de plata y dieciocho minas [9 kg] de oro. 
Se añade una lista de testigos y el nombre del funcionario que negoció 
el acuerdo. 
CONTRATO DE ADOPCIÓN 
~] Los contratos de adopción suelen tratar varias eventualidades. Si un 
padre de familia adopta un hijo, y después tiene un hijo natural, enton­
ces cambia el estatus del hijo adoptado. Si una madre de familia es esté-
48 PARALELOS DE L ANTIGUO TESTAMENTO 
ril, designa una esclava para que desempeñe el papel de madre susti­
tuta de ella. Los hijos de la madre sustituta son adoptados por la madre 
y el padre de familia. Además, se tomaban precauciones para impedir 
la transmisión de la tierra y de los hijos de una familia a otra en caso 
de que la madre y el padre de familia sólo tuvieran hijas. En ese caso, 
las hijas pueden heredar, como las hijas de Selofjad en el libro de los 
Números (Nm 36). 
HSS 5.67 (Gn 16,1 -15; 30,1 -8; Nm 36,1 -12) 
Por la presente, Suriha-ilu adopta a Sennima, Hijo de Zike, de la familia de 
Akkuya y le da sus tierras, sus casas y todas sus posesiones. Si Suriha-ilu 
tiene un hijo natural, entonces éste heredará el doble que Sennima. 
Sennima honrará mientras viva a Suriha-ilu como padre de su familia. 
Cuando Suriha-ilu muera, Sennima se convertirá en el heredero [ en acadio: 
ewuru ]. 
Por la presente, Suriha-ilu da su hija Kelim-ninu a Sennima como 
esposa. Si ella tiene hijos, entonces Sennima no puede tomar otra esposa. 
Si Kelim-ninu es estéril, entonces tendrá que dar a Sennima una esclava 
como madre sustituta para su hijo. Kelim-ninu adoptará al hijo nacido de 
su esclava como suyo propio. [ ... ] 
Los hijos de Kelim-ninu y Sennima heredarán mis tierras, mis casas y 
todas mis propiedades. Si Kelim-ninu sólo tiene hijas, entonces las hijas de 
Kelim-ninu heredarán mis tierras y mis casas. 
Por la presente, Suriha-ilu declara que no adoptará ningún otro hijo 
además de Sennima. 
A quien viole este pacto le obligarán a pagar una multa de dieciocho 
minas [9 kg] de plata y dieciocho minas [9 kg] de oro. 
Por la presente, Suriha-ilu da Yalampa a Kelim-ninu como esclava. 
Por la presente, Suriha-ilu nombra a su hermana, Satim-ninu, como 
guardián [tutor] legal de Kelim-ninu. 
Sennima honrará mientras viva a Kelim-ninu como su esposa. Satim­
ninu no podrá abrogar este contrato matrimonial [ en acadio: «desatar el 
nudo» ]. 
Si Kelim-ninu tiene hijos y Sennima toma otra esposa, entonces pierde 
su autoridad sobre las tierras y los hijos de Kelim-ninu [ en acadio: «rasga 
· el borde de su túnica» ]. [ ... ] 
Ningún otro hijo de Zike heredará las tierras ni las casas de Suriha-ilu. 
~ Se añade una lista de testigos. 
ARCHIVOS DE NUZI 49 
ÚLTIMAS VOLUNTADES Y TESTAMENTO DE ARIPPABNI, 
HIJO DE SHILWA-TESHUB 
~ En las culturas patrilineales como las de Nuzi y el antiguo Israel, la 
tierra y los hijos de una familia eran heredados por varones emparen­
tados con el padre de familia. El hijo amado o heredero (en acadio: 
maru rabu) recibía la parte mayor. Normalmente el hijo mayor se 
convertía en el heredero, recibía las estatuas de los dioses de la familia 
y cuidaba (en acadio: «mostraba el debido respeto») a la madre de fami­
lia, sus mujeres casaderas y todos sus hijos. No obstante, las volunta­
des (en acadio: tuppi simti) de Nuzi muestran que los padres de fami­
lia podían designar herederos que no eran sus hijos mayores, dividir la 
propiedad según su voluntad y establecer varias estipulaciones sobre 
el uso de las posesiones, la propiedad de las estatuas de los dioses de 
sus familias y las responsabilidades de sus viudas e hijos. En la Biblia, 
la bendición de Isaac (Gn 27,27-29) y la bendición de Jacob (Gn 48,15-
20) son voluntades en las que los padres designan a los herederos y dis­
tribuyen la tierra a los hijos de sus familias sin atenerse a la edad de 
los beneficiarios. 
HSS 19.17 
[ ... ] todas mis tierras, casas y posesiones [ ... ] tienen que ser divididas a par­
tes iguales entre mis tres hijos: Akibtashenni, Turrishenni y Palteya. 
También nombro a mi hija, Ukkie, como guardián legal de la tierra, las 
casas y las posesiones de mis hijos. Mientras Ukkie viva, mis tres hijos tie­
nen que honrarla como madre de sus familias. [ ... ] Si alguno de mis tres 
hijos no obedece a Ukkie, entonces ella puede castigarle de la misma mane­
ra que lo haría con su propio hijo. 
Ningún otro hijo mío heredará ninguna de mis tierras, casas u otras 
posesiones. 
~ Se añaden testigos y sellos. 
CONTRATO DE ADOPCIÓN 
~ Por dos veces, Abrahán llama a su mujer, Sara, «hermana» (Gn 12,10-
19; 20,1 -14). En los archivos de Nuzi hay contratos de adopción (en 
acadio: tuppi ahatuti) en los que el padre de familia adopta a una 
mujer como hermana y se convierte en su guardián legal. Las relacio­
nes económicas del padre de una familia con una hermana, con una 
esposa y con una hija son semejantes, pero no idénticas. 
50 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
AASOR 16.54 
Yo, Kuni-asu, hija de Hut-tesup, declaro en presencia de testigos: «Previa­
mente, Akam-musni negoció un contrato matrimonial para mí y recibió 
cuarenta siclos (320 gr.] de plata como precio de la prometida. Akam­
musni y mi marido están ahora muertos. Ahora Akkiya, hijo de Hut-tesup, 
me ha adoptado [ en acadio: «me recogió en la calle»] como hermana suya. 
Como guardián legal mío, negociará un contrato matrimonial para mí y 
recibirá diez siclos (80 gr] de plata como precio de la prometida». 
Quien rompa este contrato pagará una multa de dieciocho minas (9 
kg] de oro. 
CONTRATO ENTRE SHILWA-TESHUB Y URHIYA 
;§l] Las familias que tenían más ganado del que podían apacentar negocia­
ban contratos con pastores que cebaran y criaran los animales para 
ellas. Los propietarios se comprometían a pagar a los pastores una 
retribución fija o una comisión. La retribución de un pastor podía ser 
una determinada cantidad de cabezas de ganado joven o un determi­
nado peso de lana, productos lácteos, ropa o cereales. Los propietarios 
esperaban recibir el ochenta por ciento o aproximadamente veinte ove­
jas de cada rebaño o treinta y ocho animales que parieran. Contaban 
con la muerte del quince por ciento o entre cinco y seis animales por 
causa de los depredadores o de enfermedades. Por consiguiente, algu­
nos propietarios pagaban a sus pastores con todos los corderos que 
superaran la cantidad del previsto ochenta por ciento de incremento o 
con todos los animales que sobrevivieran al previsto quince por ciento 
de pérdidas. La Biblia caracteriza a la familia de Abrahán y Sara y a la 
familia de Jacob, Lía y Raquel como pastores seminómadas que criaban 
sus propios ganados o los de otros. 
HSS 9.64 (Gn 30,27-34) 
Shilwa-teshub, el padre de la familia, ha confiado dos ovejas fértiles, siete 
carneros castrados, un cordero, once cabras fértiles, siete machos cabríos, 
dos cabritos y una cabrita, un total de treinta y una cabezas de ganado, al 
pastor Urhiya, hijo de Ikkianni. 
NOTA CONTRACTUAL DE HUTIP-APU, HIJO DE EHLIP-APU 
¡§§[] Las notas contractuales (en acadio: muddu) registran el compromiso 
del pastor de compensar al propietario por todos los animales muertos 
por negligencia. Los pastores no eran responsables de los animales 
ARCHIVOS DE N UZI51 
• Our-Sharrukin 
• Kálqj 
•Nuzi 
• Esnunna 
Sippar~• • Kuta 
• Kis . 
B b'I . .Jsm 
a ' oma ippur• Adab 
Borsippa Suruppak • •--:-Lumma 
• agas u uk •Larsa 
(Mapa de la antigua Mesopotamia.) 
muertos debido a un «acto de Dios» (en acadio: lipit ilim) y podían 
quedar excusados de la compensación de la pérdida si ésta había sido 
ocasionada por otro animal, después de que los propietarios estudiaran 
las pieles de los animales muertos. Una oveja muerta por negligencia 
del pastor le costaba aproximadamente tres meses de salario. 
HSS 13.385 
El pastor, Hutip-apu, hijo de Ehlip-apu, reconoce haber recibido [ ... ] tres 
ovejas fértiles, cinco corderos, dos carneros castrados, cuatro crías, un total 
de catorce cabezas de ganado. [ ... ] 
ANALES DE HATSHEPSUT 
~ Hatshept¿_ut (1504-1482 a.C.) era hija de Tutmo~is I (1525-1508) y la 
viuda sin hijos de Tutmosis II (1508-1504 a.C.). Cuando Tutmosis II 
falleció, Hatshepsut gobernó sobre Egipto inicialmente como corrygen­
te con Tutmos_is III (1482-1450 a.C.), que era hijo de una esposa secun­
daria. Después dio un paso sin precedentes, al autoprocjamarse farJJ:o­
na. En Egipto habían gobernado ya antes rein.E,S en dos ocasiones, 
durante breves periodos, pero nunca habían adoptado el título de fara­
ona. Hatshepsut, como muchos gobernantes en el mundo de la Biblia, 
fue ensalzada-como hija de Dios, concebida en el matrimonio de una 
madre humana y un padre divino. Los anales de Hatshepsut, que 
narran cómo nació, están tomados de un grupo de relieves e inscrip­
ciones encontrados en el templo de Deir-el-Bahari del Valle de los fara­
ones en Tebas. Se encontraron durante las excavaciones de la Egypt 
Exploration Fund, bajo la dirección del arqueólogo suizo Edouard 
Naville en 1894. Los anales de Hatshepsut en los que se describe su 
solicitud por Egipto están grabados en el arquitrabe de un templo a 
Pakhet que ella construyó en Speos Artemidos (en árabe: Istabl 
Antar) a 24 km al sur de El Amarna. 
Los anales describen las relaciones entre Amón Ra, su padre divi­
no, y Ahmose, su madre humana. Después, Khnum modela a 
Hatshepsut y su k_q (alma) como un joven en un torno de alfarero. 
Cuando Ahmose siente los dolores del parto, es introducida en la sala 
del parto, ayudada por Bf!p , dios de las comadronas, y da a luz bajo la 
protección de Toth, Khnum y Heqet, una diosa de la maternidad. Los 
anales de Hatshepsut la describen como una soberana_ideal que prote­
ge a Egipto de sus enemigos y proporciona alimento a su pueblo. 
El anuncio a la esposa de Manóaj en los relatos de Sansón (Je 13,1-
23), el anuncio a Ana en el Primer libro de Samuel (1 S 1,9-18) y la 
anunciación a María en el Nuevo Testamento (Le 1,26-38) guardan 
~paralelos respecto a los anales que describen el nacimiento de 
ANALES DE HATSHEPSUT 53 
Khnum, 
con c abeza de carnero, 
el dios de la creación, 
forma el cuerpo de la 
reina Hatshepsut 
y su ka. El k a es 
la sustancia inmortal 
en los seres humanos, 
que general 
corresponde a nuestra 
«alma». (De su 
templo mortuorio 
en Deir el-Bahari, 
Tebas; xvm dinastía, 
ca. 1480 a.C.). 
Hatshepsut. Los anales de Salomón en los libros de Samuel-Reyes (1 
R 3,1-15) tienen semejanzas con los anales que describen la solicitud 
de Hatshepsut por Egipto. Tanto Hatshepsut como Salomón aparecen 
como soberanos con « ... un corazón comprensivo». 
Deir el-Baharí, columnata norte 
~ Las inscripciones de Hatshepsut en Deir el-Baharí han sido grave­
mente dañadas. Por lo tanto, parte de la restauración del texto se basa 
en la inscripción para~ela de Amenhotep III en Lu~or. 
«Yo, Ahmose, me atrevo a hablar. 
La reina dice a Amón Ra, el poderoso, 
a Amón Ra, el glorioso, 
a Amón Ra, el dios de Tebas: 
"Qué grande es tu poder. 
Qué perfecto [ ... ]. 
54 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Tu corazón guía mi corazón. 
Tu aliento está en todos los miembros de mi cuerpo. 
Soy tu sierva. 
Haz conmigo lo que quieras"». 
«Yo, Amón Ra, prometo a Ahmose, 
el dios de Tebas dice a la reina: 
"Te he dado una hija, 
la llamarás Hatshrysut. [ ... ] 
Reina¡:á sobre el país de Egipto. [ ... ]"». 
« Yo, Amón Ra, ordeno ahora a Khnum, 
el dios de Tebas dice al alfarero divino: 
"Ve y crea a esta hija, 
da a Hatshepsut mi alma [ en egipcio: ka ]. 
Haz de ella una hija de Dios. 
Da vida a la hija que he engendrado, 
dale fuerza, y felicidad, 
concédele los dones y las ofrendas de Amón Rapara siempre"». 
Reconstrucción de un dibujo del dios Khnl!:.,m modelando a Hats!Jepsut 
en su torno, mientras el dios Tot_h, con cabeza de ibis, lo pone por escrito. 
ANALES DE HATSHEPSUT 55 
Un barco egipcio de la época de Hatshepsut. 
~] Khnum afirma que quiere hacer lo que Amón Ra ordena y luego pro­
cede a modelar a Hatshepsut y su ka (alma) en un torno de alfarero. 
Mientras trabaja, Khnum repite las palabras de Amón Ra. 
«Yo, Khnum, digo a Hatshg,sut, 
el alfarero divino dice a la hija de Amón Ra: 
"J:e he creado del dios de Karnak. 
He hecho de ti una hija de Dios. 
Te he dado vida, 
te he concedido fuerza y felicidad. 
Reinarás sobre todos los países y todos los pueblos. 
te he concedido todos los dones y las ofrendas. [ ... ] 
Te pondré por encima de las ka [almas] de todas las criaturas, 
brillarás sobre el Alto y el Bajo Egipto, 
reinarás sobre el sur y el norte, 
gobernarás según la orden de tu amoroso padre"». 
~] El nacimiento de Hatshepsut está representado en un relieve en el 
que la madre aparece sentada en el trono y sosteniendo a su hija mien­
tras cuatro divinidades femeninas están en pie ante ella como coma­
dronas. Extienden sus brazos para recibir a Hatshepsut mientras 
Meskhenet, la diosa de los nacimientos, da instrucciones a las coma­
dronas divinas. Sus breves expresiones son promesas de felicidad y de 
un reino glorioso. 
56 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Speos Artemidos 
~ Entre los años 1640 y 1532 a.C., un pueblo semítico al que los egip­
cios llamaban «hicsos» conquistó Egipto y destr_uyó su aisla1,11iento 
protector del resto del Oriente Bíblico. Los faraones hicsos adoptaron a 
Seth como dios y reemplazaron a las familias que habían gobernado 
tradicionalmente sobre Egipto con burócrataé_ extranjeros. Después 
Ahmo..se (1550-1525 a.C.) dirigió con éxito una rebelión contra los hic­
sos y fundó el Imperio Nuevo (1550-1070 a.C.) durante el cual reinó 
Hatshepsut. Los anales de Hatsheesut revelan que la indignación de 
los egipcios contra ellos aún perduraba. 
Cautivos asiáticos, etíopes y centroafricanos 
conducidos ante el faraón Ramsés ll. 
ANALES DE HATSHEPSUT 57 
Que toda la tierra sepa que he reinado con un corazón ~omprensivo. No he 
descansado. No me he olvidado de hacer nada. He reconstruido todos los 
pueblos, las ciudades y los templos que los asiáticos instalados en Ava~is [ en 
griego: Tanis; en árabe: San el-Hagar] en el norte han destruido o han per­
mitido que se arruinaran y fueran saqueados por criminales y fugitivos. 
Esos asiáti.s9s gobernaban sin el consentimiento de Ra, y sus descendientes 
se negaron a aceptar la orden divina por la que debían reconocerme como 
faraona. 
Ahora estoy establecida sobre el trono de Ra. Nací para ser un guerre­
ro divino, para golpear a mis enemigos como la serpiente uraeus de Horus 
que cabalga sobre mi frente. He desterrado a los enemigos de la asamblea 
divina. Sus huellas han desaparecido en la are_na. 
He hecho todo lo que Amón Ra el padre de mis predecesores, ha decre­
tado. No se hará daño a ninguno Jf1os protegidos por Amón Ra. Mi reino 
dmrará como las montañas. Mi nombre durará mientras brille Amón Ra, el 
sol,, y mientras sus rayos iluminen mis títulos reales esculpidos por todo el 
país. Horus el halcón remontará el vuelo por encima de los obeliscos lle­
vando mi nombre para toda la eternidad. 
ANALES DE DEDUMOSES 
!§§{] Dedumqses era faraón en el año 1640 a.C., cuando los hic~os conquis­
taron Egipto. Sus anales fueron una de las fue_ntes em~leadas po_r 
Manetón (323-245 a.C.) para redactar su Historia de Egipto, escn-
-: taen griego. Este sacerdote judío escribió esta obra para instruir a los 
pueblos de lengua griega acerca de la grandeza de Egipto desde los días 
de los primeros faraones hasta la conquista de 
Egipto por Alejandro Magno en el año 332 
a.C. Hoy se conserva sólo en forma de cifas en 
las obras del historiador judío Flavio Josefa 
(37-100 d.C.) y en las obras de algunos escri­
tores del cristianismo primitivo, como 
Eusebio (260-339 d.C.). 
LÓs anales de Dedumoses, como los anales 
de Hatshepsut, presentan a los hicsos como 
conquistadores bárbaros y despiadados del 
norte, que pasaron rápidamente a través de 
Siria-Palestina y convirtieron Egipto, antes 
fértil, en un desierto. Aunque la estructura 
lingüística de los nombres de los hicsos indica 
claramente que constituían una federEción 
formada por más de un grupo étnico, eran ori­
ginariamente un pueblo semítico. Los egipcios 
les apodaron «hicsos», un nombre que expre­
saba la misma animosidad que «malditos yan­
kees» o «carpetbaggers» [explotadores polí­
ticos] en los Estados del Sur después de la 
guerra de secesión norteamericana. 
De 1720 a 1552 a.C. los faraones hic$OS en 
Menfis y Avaris o Tanis abrieron las fronteras 
y el gobierno de Egipto a no egipcios como 
José, con cuyas enseñanzas concluye el libro 
del Génesis (Gn 41,9-47,12). En 1552, Ka­
mase y Ahmose, que eran egipcios nativos del 
Serekh ( emblema) 
del faraón 
Amosis. 
ANALES DE DEDUMOSES 59 
sur, rechazaron a los hicsos hasta Siria-Palestina y degradaron la 
posición social de todos los semitas en Egipto. Éstos son los días y 
las condiciones que se reflejan en el comienzo del libro del Éxodo 
(Ex 1,7- 13,16). 
Manetón, Aegyptiaca, frag. 42 en Manetón, Contra Apión 1,75-92 
Durante el reinado del faraón Dedumoses [ en griego: Tutimaeus (Tuti­
meo)) la cólera de la asamblea divina golpeó a Egipto inesperadamente 
desde el Oriente. Los fanátisos [ en griego: asemoi] hicsos marcharon con 
seguridad hasta conseguir la victoria sobre nuestro paí;'Subyugaron fácil­
mente al faraón y sus gobernantes. Incendiaron salvajemente nuestras ciu­
dades y arrasaron los templos de la asamblea divina de Egipto. Trataron al 
pueblo de Egipto con hostilidad y crueldad. Masacraron a nuestros solda­
dos. Esclavizaron a nuestras mujeres y niños. Finalmente, nombraron fara­
ón a Salitis, uno de los suyos. Desde su palacio, situado en Menfis, Salitis 
envió soTaados y funcionarios hicsos a las localidades más estratégicas del 
país con el fin de recaudar tributos del sur y del norte de Egipto. 
La primera prioridad de Salitis fue la fortificación de la frontera orien­
tal del Delta, antes de que los asirios, cuando se hicieran más fuertes y lle­
vados de su codicia, atacaran un día a Egipto. Por ello, en nombre de Sajs, 
Salitis restauró la antigua ciudad de Ava!is, situada en un lugar estratégico 
Un carro egipcio del faraón. 
60 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
en la orilla oriental de Bubis, un brazo del Nilo. Para defender la frontera, 
reconstruyó sus edificios, la rodeó con una sólida muralla y estacionó a 
doscientos cuarenta mil de los mejores soldados hicsos. Salitis pasaba los 
veranos en Avaris, donde se reunía con los dignatarios del gobierno y los 
jefes militares, y dirigía maniobras militares destinadas a paralizar a sus 
enemigos por miedo al ejército. Sali!is reinó tre~e años. Su sucesor fue 
Beóp, que reinó cuarenta y cuatro años. [ ... ] Los seis primeros soberanos 
hicsos no dejaron nunca de hacer la guerra contra los egipcios, pues esta­
ban empeñados en exterminarlos. [ ... ] 
Más tarde, los soberanos egipcios nativos de Tebas declararon su inde­
pendencia de los hicsos, y muy pronto se extendió por todo el resto de 
Egipto una larga y muy reñida rebelión. Finalmente [ ... ] todos los hicsos 
fueron relegados a una pequeña área alrededor de Avaris [ ... ] fortificada 
con una sólida muralla [ ... ] Un ejército de cuatrocientos, ochenta mil sol­
dados egipcios puso sitio a Avar_is. Cuando comprendieron que no había 
esperanza, los hicsos negociar_on un trataQo que les permitía salir sanos y 
salvos de Egipto. [ ... ] Doscientos cuarenta mil hic~os salieron de Egipto y se 
dirigieron a Siria. [ ... ] 
HISTORIA DE ANUBIS Y BATA 
~I Los relatos de dos hermanos, gemelos o rivales, eran populares en todo 
el Oriente Bíblico. En Egipto, sus nombres eran «Anubis» y «Bata» o 
«Seth» y «Horus». Los hebreos les llamaban «Caín» y «Abel». Antes 
de 1860 unos arqueólogos franceses descubrieron una copia de la his­
toria de Anubis y Bata, tal como se narraba durante la dinastía XIX 
(1307-1196 a.C.). La narración estaba redactada sobre papiro, no en 
caracteres jeroglíficos sino en escritura hierát ica o cursiva. Este 
manuscrito D'Orbiney se conserva actualmente en el British Museum 
(#10183). 
. La histo:i~ de Anubis y Bata cuenta cómo dos hermanos trabajan 
;untos con exito apacentando el ganado y cosechando los campos. Sin 
embargo, su rivalidad por tener hijos provoca la infertilidad de los dos. 
El motivo de los gemelos en los relatos de creación refleja dos 
convicciones importantes desarrolladas por las culturas asentadas a 
orillas del Nilo y el Éufrates. Creían que la vida y la muerte estaban 
presentes desde el principio. Los gemelos vienen al mundo no sólo 
trayendo dos veces la vida en un solo parto, sino también la muerte 
provocada por la rivalidad entre hermanos. Los gemelos aparecen una 
y otra vez en la cosmovisión egipcia. Está el Alto Egipto o Valle del 
Nilo y el Bajo Egipto o Delta del Nilo; el desierto bajo la protección de 
Seth y la tierra cultivable bajo la protección de Horus; la estación de 
los cultivos y la estación de las crecidas; el mundo de los vivos a orien­
te y el mundo de los muertos a occidente. Como todos los relatos de cre­
ación, los relatos de hermanos gemelos explican cómo los seres huma­
nos aprendieron a usar el poder divino para apacentar rebaños, culti­
var la tierra, criar a los hijos, orar y hacer la guerra. En la historia de 
Anubis y Bata aparecen los motivos de la agricultura, la sexualidad, 
el culto y el combate. Gemelos, hermanos o rivales como Anubis y Ba­
ta aparecen también en las narraciones de Caín y A bel ( Gn 4,3-16), 
de Jacob y Esaú (Gn 25,19- 33,20) y de José y sus hermanos 
62 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
(Gn 37,1-45,28). El motivo de la esposa del amo que hace proposicio­
nes al esclavo tiene también un paralelo en las enseñanzas de José (Gn 
39,1-21). Hay semejanzas entre el animal que habla y salva la vida de 
su amo en la historia de Anubis y Bata y la burra que habla con Balaán 
en el libro de los números (Nm 22,28-30). 
Hubo una vez dos hermanos: Anubis era el mayor y Bata el menor. Anubis 
era un campesino, estaba casado y poseía una casa. Bata estaba bajo el cui­
dado de su hermano y vivía con él como un hijo. Por vivir en casa de 
Anubis y vestir las ropas que él le compraba, Bata cuidaba el ganado de 
Anubis, araba sus campos, los cosechaba y almacenaba las cosechas. Bata 
era joven, pero era just9 e intachable en su generación, de modo que los 
miembros de la asamblea divina de Egipto muchas veces le permitían usar 
su poder. 
i,5-10 
Todos los días, después que Bata terminaba de apacentar el ganado, regre­
saba a la aldea, cargado con verduras, leche y leña, todo lo que necesitaba 
para preparar la cena para Anubis y su esposa. Después de la cena, Bata iba 
al establo para dormir con el ganado. 
Todas las mañanas Bata se levantaba, cocinaba el desayuno para Anubis 
y su esposa y preparaba la comida del mediodía para su hermano. Después 
Bata sacaba el ganado para que pastara. Cuando caminaba junto a los ani­
males, le decían: «La hierba de estos pastos es excelente», y Bata les escu­
chaba y los conducía al pasto que querían, de modo que el ganado de 
Anubis llegó a estar muy cebado y las hembras parían el doble que las de 
cualquier otra aldea. 
Campesinos egipcios arando con bueyes. 
(de la tumba 2 de Beni Hasán, siglo XIX a.C.) 
HISTORIA DE ANUBIS Y BATA 
La cosecha del linoy otros trabajos agrícolas. 
(De la tumba 2 de Beni Hasán, siglo XIX a.C.) 
ii,1-5 (Gn 30,40-42) 
63 
Cuando llegó el tiempo de arar, Anubis dijo a Bata: «Mañana es el primer 
día de la arada. Asegúrate de que los bueyes están preparados para uncirlos 
y las semillas listas para plantarlas, pues será lo primero que hagamos por 
la mañana». 
El hermano menor hizo todo lo que su hermano mayor le había dicho. 
Al amanecer, Anubis y Bata acudieron aprisa a los campos con las semi­
llas para empezar a plantar. Estaban muy contentos por lo bien que iba el 
trabajo. 
Después de un tiempo, empezó a faltarles semilla. Entonces Anubis 
envió a su hermano menor a la aldea en busca de más semillas. Cuando 
Bata llegó a la casa, la esposa de Anubis estaba sentada cepillándose el cabe­
llo. Bata le dijo: «Necesito semillas para el campo; mi hermano mayor está 
esperándome. ¡Date prisa!». 
iii,1 -5 (Gn 39,7-12) 
Entonces ella le dijo: «Ve, abre el depósito y toma lo que quieres. No he ter­
minado de cepillarme el cabello». 
Bata fue al granero, tomó una jarra grande, la llenó con granos de ceba­
da y de trigo y se la cargó sobre los hombros. 
Cuando la esposa de Anubis vio a Bata, dijo: «¿Cuánta semilla llevas?». 
Bata respondió: «Tres medidas de trigo y dos medidas de cebada; cinco 
en total». 
Entonces ella dijo: «¡Vaya, qué fuerte eres! Todos los días observo tus 
poderosos músculos». Con el fin de convencer a Bata para que tuviera rela­
ciones con ella, la esposa de Anubis se levantó, lo rodeó con sus brazos y le 
rogó: «Acuéstate conmigo sólo esta vez y te haré ropa nueva». 
Bata se puso furioso como un leopardo sólo de pensar en la idea de 
yacer con la esposa de su hermano. La cólera de Bata la aterró. «¡Te has 
64 PARALELOS DEL ANTIGUO TES TAMENTO 
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Llevando el ganado de vuelta a los establos. 
(De la tumba 3 de Beni Hasán, siglo XIX a.C.) 
vuelto loca!», le gritó. «Tú y tu marido sois como una madre y un padre 
para mí. Él me crió porque era mayor que yo. ¿Cómo puedes siquiera suge­
rir que cometa un crimen como éste contra él? Escucha, si prometes que 
nunca volverás a hacerme una proposición como ésta, no contaré a nadie 
lo que me has dicho» . 
iv,1 -5 
Entonces Bata se echó al hombro las semillas y salió hacia el campo. Llegó 
junto a su hermano y trabajaron juntos todo el día. Cuando el sol se puso, 
Anubis regresó a casa, mientras Bata cuidaba del ganado y recogía todo el 
equipo. Después condujo a los animales a casa para que pudieran dormir 
en su establo en la aldea. 
Mientras tanto la mujer de Anubis temía los problemas que podía oca­
sionarle lo que había hecho. Así que bebió grasa para ponerse enferma. [ ... ] 
No se maquilló ni encendió las lámparas cuando anocheció. No llevó agua 
a Anubis para que se lavara las manos al entrar en casa, sino que se quedó 
acostada, vomitando. [ ... ] 
v,1 -5 (Gn 39,17-19; Nm 22,28-30) 
Cuando Anubis regresó, ella le dijo: «[ ... ] Cuando tu hermano vino a bus­
car semillas, yo estaba sola. Él me propuso: "¡Suéltate el cabello y acuéstate 
conmigo sólo esta vez!" Pero yo no le presté ninguna atención. "¿Acaso no 
soy como una madre para ti?", le rogué. "¿Acaso no es tu hermano mayor 
como un padre para ti?". Pero él sintió pánico y me golpeó para que no te 
lo contara. Si permites que él viva, me mataré [ ... ]». 
Anubis se puso tan furioso como un leopardo. Buscó su lanza, la afiló 
y se apostó detrás de la puerta del establo para esperar a que su hermano 
Bata regresara con el ganado, al atardecer. 
[ ... ] Cuando la primera vaca entró en el establo, avisó a Bata: «Tu her­
mano mayor te está esperando para matarte con su lanza. ¡Echa a correr!». 
HISTORI A DE ANUB I S Y BATA 65 
vi,5-10 (Sal 7,11) 
( ... ] En cuanto Bata miró por debajo de la puerta del establo y vio los pies 
de su hermano mayor [ ... ] dejó caer las herramientas que llevaba y echó a 
correr. Su hermano mayor lo persiguió con su lanza. 
Bata empezó a rezar: «Ra-Harakhti, tú eres mi dios [ ... ] sólo tú puedes 
juzgar entre el justo y el injusto». 
En el mismo momento en que Ra escuchó su oración, creó un lago 
lleno de cocodijlos alrededor de Bata para protegerlo de su hermano mayor 
[ ... ] . 
vii,5-10 (Nm 30,12; 2 Cr 6,22) 
Al amanecer, cuando Ra-Harakhti se elevó sobre el horizonte, Bata defen­
dió su causa contra su hermano mayor a plena luz del día: «¿Por qué me 
persigues? ¿Por qué quieres matarme sin darme una posibilidad de hablar 
en mi defensa? Aún soy tu hermano menor. Tú y tu esposa sois como un 
padre y una madre para mí [ ... ]». Entonces Bata le contó tocio lo que había 
sucedido. Y juró que su historia era verdadera con un juramento y una 
ordalía. 
«¡Que Ra-Harakhti me ayude! Sólo una esposa infiel pudo llevarte a 
empuñar tu lanza y a tratar de asesinarme sin razón alguna». Después tomó 
su cuchillo, se cortó el pene y lo arrojó al lago, donde un siluro lo engulló. 
[ ... ] 
viii,7-10 (2 R 9,36) 
Bata se exilió en el Líbal}o, en el Valle de los Cedros, y Anubis regresó a su 
casa por la mañana. Se golpeó la frente con la mano y se cubrió el rostro de 
barro. Cuando llegó a casa, mat9 a su mujer y echó su cadáver a los peQOS. 
E hizo due!.9 por su hermano_menor. [ ... ] 
¡§:¡(] El relato concluye cuando la asamblea divina proporciona una esposa 
a Bata. Luego llega a ser faraón y más tarde se reconcilia con su her­
mano mayor, que es nombrado faraón después de él. 
EPOPEYA DE AQHATU 
;§§{] Ugarit fue un importante centro comercial situado en lo que es actual­
mente la costa septentrional de Siria. Conectaba las rutas comerciales 
entre Egipto, en el sur, islas como Creta, a occidente, y Mesopotamia, 
a oriente. La cultura siguió a la prosperidad de Ugarit especialmente 
entre los años 1500 y 1250 a.C. Entre las magnificas obras de arte y 
tradición de este periodo, descubiertas por un equipo de arqueólogos 
franceses dirigidos por C.A. Schaeffer durante veintidós campañas 
entre 1929 y 1960, se encuentra la epopeya de Aqhatu. Está escrita en 
tres tablillas de arcilla cocida (CTA 17-19) en ugarítico, una lengua 
semítica como el hebreo. El ugarítico emplea caracteres en forma de 
cuña o cuneiformes, pero los caracteres representan sonidos indivi­
duales de un alfabeto, no sílabas -este último era el método más anti­
guo usado en la escritura cuneiforme mesopotámica y también en los 
jeroglíficos egipcios- . Actualmente se conservan en el Museo del 
Louvre en París. 
La epopeya de Aqhatu lo presenta como un hijo sabio y un pru­
dente cazador. Su padre es Daniilu, su madre Danatayu y su herma­
na Pugatu. Daniilu y Danatayu no pueden tener un hijo hasta que 
Baal, su dios, les ayuda. Cuando Aqhatu llega a la pubertad, Kotaru­
Hasisu, el artesano divino, fabrica para el muchacho un único y pode­
roso arco con flechas. Celosa porque Aqhatu no quiere venderle sus 
armas, Anatu, diosa del amor y de la guerra, paga a Yatpanu para que 
lo asesine. Después Pugatu venga la muerte de su hermano. 
El motivo de la esposa estéril es común a la epopeya de Aqhatu y a 
los libros del Génesis (Gn 15,1-4; 16,1-15; 18,9-15; 25,21; 30,1-24), de 
los Jueces (Je 13,2-3), de Samuel (1 S 1,2-17) y de los Reyes (2 R 4,8-
17). El motivo presenta a una pareja que quiere tener un hijo, pero no 
puede. Yahvé interviene para anunciar el nacimiento inminente de un 
hijo. El nacimiento del hijo, que está destinado a salvar al pueblo, es 
puesto de relieve por acontecimientos milagrosos. Algunos de los epi­
sodios de la epopeya de Aqhatu aparecen también en un relato de Agar 
(Gn 21,9-21) en el que Ismael desempeña el papel de Aqhatu como 
gran cazador cuya vida está amenazada por Sara - que tiene el papel de 
EPOPEYA DE AQHATU 67 
Anatu- y es salvada por Agar - que cumple el papel de Pugatu- . En 
los episodios de Jacob y Esaú (Gn 27,1-45) es Esaú quien desempeña 
el papel de Aqhatu el cazador, cuya madre Rebeca, que cumple la fun ­
ción de Anatu, trata de arrebatarle la herencia. 
A i,1 -42(Gn 1,1- 2,4a; Dt 14,26; 32,38; 2 S 12,15-18; 
Ne 8,18; 9,20-23; Is 51,17-18; Os 7,5) 
¡j§{] El comienzo de la epopeya de Aqhatu presenta a Daniilu realizando un 
ritual de incubación durante el cual duerme en el santuario y ruega 
que él y Danatayu puedan tener un hijo. Durante siete días, Daniilu 
alimenta a los miembros de la asamblea divina. Después, el séptimo 
día, Baal, dios de Ugarit, se pone en pie y se dirige a El, soberano de la 
asamblea divina. 
El primer día, Daniilu preparó comida para que sus dioses comieran, 
el poderoso mezcló vino para que la asamblea divina bebiera. 
Luego el protegido de Harnamí desenrolló su esterilla en el santuario, 
Daniilu se acostó para dormir. [ ... ] 
El séptimo día, Baal se puso en pie ante El. 
El dios de Ugarit se dirigió a la asamblea divina. 
«Daniilu, antes poderoso, carece ahora de poder, 
está avergonzado por la falta de un hijo. 
A buen seguro debería tener un hijo como sus hermanos, 
necesita un heredero como sus parientes. 
Él ha bendecido a la asamblea divina con comida, 
ha llenado sus santuarios de bebida. 
Bendice a Daniilu con un hijo y muestra que eres El el Toro. 
Construye a Daniilu una casa con un hijo y muestra que tú eres mi padre. 
Da un hijo a su familia y muestra que tú eres padre de todos. 
Establece un heredero en su palacio. 
Da a Daniilu un hijo que erija una estela para los dioses de sus antepasados, 
que construya un lugar sagrado para la familia de Daniilu en su santuario. 
Da a Daniilu un hijo que lo libere de la muerte, 
que camine junto a él hacia la tumba. 
Suscita a Aqhatu para que castigue a los que se rebelan contra su padre, 
para que expulse a los que invaden su tierra. 
Da a Aqhatu la fuerza suficiente 
para que sostenga a Daniilu cuando beba en el santuario, 
para que ponga el brazo de Daniilu sobre su hombro 
cuando esté lleno de vino, 
para que consuma su comida funeraria en el santuario de Baal, 
para que ofrezca sacrificios en la casa de El, 
68 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
para que repare el tejado de Daniilu después de las lluvias, 
para que limpie sus vestidos manchados». 
El tomó a su siervo de la mano, 
bendijo a Daniilu el poderoso, 
mostró su favor al protegido de Harnamí. 
«Que Daniilu goce de la bendición de su lecho. 
Cuando bese a Danatayu, ella quedará embarazada. 
Cuando la sostenga en sus brazos, ella concebirá. 
Que Danatayu conciba y dé a luz, 
que haya un hijo en la casa de Daniilu, 
que haya un heredero en su palacio [ ... ]». 
A ii,8-15.25-42 (Gn 17,17; Ex 34,29-35) 
Daniilu levantó el rostro. 
Su piel resplandecía. 
Daniilu echó la cabeza atrás y sonrió, 
puso sus pies sobre el escabel y alzó la voz. 
Daniilu empezó a cantar: «Ahora puedo sentarme y descansar. 
Ahora mi espíritu puede estar a gusto. 
Porque me nacerá un hijo como los que tienen mis hermanos. 
Tendré un heredero como los de mis parientes». 
¡§§{) Durante siete días, Daniilu agasaja a las comadronas (en francés: 
femmes sages) que le ayudarán y asistirán a Danatayu en el naci­
miento de Aqhatu. 
Daniilu fue a casa, 
entró en su palacio. 
El primer día, llegaron las comadronas, 
los cantores y los cantantes entraron en la casa de Daniilu. 
El poderoso asó un buey para las comadronas, 
el protegido de Harnamí celebró una fiesta para ellos. 
Dio vino a las expertas comadronas, 
ofreció comida a los cantores y los cantantes. [ ... ] 
El séptimo día, las comadronas dejaron su casa, 
los cantores y los cantantes se fueron. 
Entonces Daniilu y Danatayu experimentaron el placer del sexo, 
gozaron de la bendición del lecho. 
EPOPEYA DE AQHATU 69 
~ Faltan algunas partes de la tablilla. Cuando se reanuda el relato, 
Aqhatu ha llegado a la pubertad y está a punto de convertirse en un 
hombre. Kotaru-Hasisu, el artesano divino, anuncia que fabricará un 
arco y flechas para él. 
A v,2-28 (Gn 18,2.6-7; 19,1; Je 4,5; Rt 4,1; 2 S 15,2; 1 R 22,10) 
[ ... ] Kotaru-Hasisu anunció: «Entregaré un arco a Aqhatu». 
El artesano divino le regalará sus flechas. 
El séptimo día, Daniilu estaba en la puerta, 
el poderoso estaba sentado en la era bajo un gran árbol. 
Allí juzgaba Daniilu la queja de la viuda, 
allí escuchaba la causa del huérfano. 
A lo lejos apareció Kotaru-Hasisu dando enormes zancadas. 
Daniilu vio que llevaba un arco y un carcaj de flechas. 
El poderoso llamó a Danatayu: «Prepara un cordero del rebaño. 
Cocina para Kotaru-Hasisu su comida preferida. 
Un egipcio tensando su arco 
(pintura en una tumba). 
Una madre con su hijo 
(finales del tercer milenio; 
periodo sumero-acadio). 
70 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Kotaru-Hasisu está hambriento, 
el maestro artesano quiere algo para comer [ ... ]». 
Kotaru-Hasisu puso el arco en las manos de Daniilu, 
colocó las flechas en su regazo. [ ... ] 
~ Aqhatu usa su arco y sus flechas divinos para convertirse en un pode­
roso cazador (Gn 10,9; 21,20-21). Anatu, la diosa del amor y de la 
guerra, trata de ganarse la amistad de Aqhatu y conseguir su arco y 
sus flechas. 
A vi,18-45 (Sal 10,6; Is 14,25; 41,25) 
Anatu prometió a Aqhatu: «Pide plata y te la daré. 
Pide oro y será tuyo. 
Sólo tienes que dar tu arco a la diosa del amor y de la guerra. 
Que la Virgen tenga tus flechas». 
«No, Anatu», respondió Aqhatu. 
«Te traeré tejos de las montañas del Líbano, 
Reuniré nervios de bueyes salvajes 
y cuernos de cabras monteses. 
Reuniré tendones de los jarretes de los toros 
y cañas de los cañaverales. 
Puedes dárselos a Kotaru-Hasisu. 
Que el artesano divino fabrique un arco y flechas para Anatu». 
Anatu continuó: «Pide vida sin fin y te la daré, 
pide inmortalidad y te la concederé. 
Tus años serán tan incontables como los de Baal, 
tus meses como los del hijo de El. 
Baal te concederá inmortalidad, 
te agasajará a su mesa para siempre. 
Baal te dará el pan de vida, 
te servirá el vino de la vida eterna. 
Baal honrará tu nombre en un canto sin fin, 
los que cuentan relatos te ensalzarán por siempre». 
«No me mientas, Anatu», respondió Aqhatu. 
«No derroches tus mentiras con humanos como yo, Virgen» 
Los mortales no pueden convertirse en inmortales. 
¿Qué sucede con los mortales? 
Somos rostros destinados a ser cubiertos de escayola, 
somos cráneos destinados a ser cubiertos de cal. 
EPOPEYA DE AQHATU 
Todos los mortales mueren 
y la muerte es mi último fin. 
Mi arco es el arma de un guerrero, 
¿puede servir de arma a una mujer que anda rondando?». 
Anatu se rió: «Escúchame, Aqhatu». 
La Virgen exclamó: «Escucha por tu propio bien. 
Tu arrogancia se cruzará de nuevo en mi camino, 
tu presunción te hará volver a mí. 
Te derribaré, 
te machacaré bajo mis pies, mi querido hombre valiente». 
71 
§§f] Anatu truena ante la asamblea divina donde trata de convencer a El 
para que castigue a Aqhatu. El se niega, pero también acepta no inter­
ponerse en el camino de Anatu en busca de venganza. Así pues, Anatu 
diseña un plan para ganarse la confianza de Aqhatu con el fin de poder 
asesinarlo y tomar su arco. Anatu pone su plan en marcha mostrando 
a Aqhatu un buen lugar para cazar. Lo deja allí solo, se marcha y 
transforma a Yatpanu, su cómplice, en buitre. Mientras Aqhatu está 
aliñando una de sus presas, Yatpanu, en forma de buitre, se acerca a él 
sin hacerle sospechar (Gn 15,11). Cae en picado detrás de él, se trans­
forma de nuevo en humano y deja sin sentido a Aqhatu con un solo 
golpe en la cabeza. Después lo asesina con tres golpes en la sien. 
B iv,28-40 
Anatu contrató a Yatpanu como cómplice, 
lo transformó en buitre. [ ... ] 
Cuando Aqhatu estaba condimentando su presa en el campo, 
cuando el hijo de Daniilu 
estaba preparando su comida a cielo abierto, 
builtres daban vueltas sobre su cabeza, 
aves de presa surcaban lo alto del cielo. 
Anatu ocultó a Yatpanu entre las aves de presa, 
lo camufló entre los buitres que se precipitaban sobre Aqhatu. 
Yatpanu golpeó a Aqhatu dos veces en la cabeza, 
le hirió tres veces detrás de las orejas. 
La sangre de Aqhatu corrió por los brazos de su asesino, 
cubrió laspiernas del homicida. 
El aliento de Aqhatu se escapó como el viento, 
exhaló su último respiro como una suave brisa, 
el vapor pegado a su rostro como un poco de humo. 
72 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
I 
Al ver cómo Aqhatu moría, 
Anatu empezó a llorar. [ ... ] 
Un arco convexo doble 
usado por guerreros semíticos. 
( De una pintura 
en una tumba egipcia 
de la dinastía XII). 
~ Una vez que Aqhatu muere, deja de llover. Los cultivos de Ugarit se 
marchitan por causa de la sequía. 
C i,32-38 (2 S 3,31; Jb 1,20; Sal 68,4; 104,3) 
Los buitres empezaron a remontarse sobre el palacio, 
las águilas se deslizaban sobre el viento. 
En lo profundo del corazón Pugatu empezó a llorar, 
sin que se notara, la hermana de Aqhatu empezó a sollozar. 
Ella rasgó las vestiduras de Daniilu el poderoso, 
desgarró la ropa de Daniilu el juez. 
1 
1 
EPOPEYA DE AQHATU 73 
§§{I Ni Daniilu ni Pugatu eran aún conscientes de que Aqhatu había sido 
asesinado. Cuando rasga las vestiduras de Daniilu, Pugatu no se 
lamenta por la muerte de su hermano, sino que predice oficialmente un 
sombrío pronóstico económico sobre el país. Daniilu acepta su análisis 
y anuncia que la sequía durará siete años. 
C i,40- C ii,55 (Dt 33,26; Sal 104,3; Prov 31,15) 
Entonces Daniilu declaró oficialmente que la tierra estaba maldita, 
el poderoso anunció que había empezado una larga sequía. 
«Durante siete años Baal desaparecerá, 
durante ocho años el Jinete de las Nubes 
no enviará rocío ni lluvia. 
Los ríos y las fuentes se secarán, 
no habrá ni un solo aguacero [ ... ]». 
Daniilu llamó a Pugatu, que madruga para abrevar a los rebaños, 
que da cebada al ganado 
cuando las estrellas aún están en el cielo. 
«Albarda un asno, enjaeza mi montura. 
Usa mis riendas de plata, mis bridas de oro». 
~] Después que Pugatu albarda un asno, ella y Daniilu se ponen en mar­
cha para examinar los daños producidos por la sequía. 
C ii,89- C iii,127 (Dt 21,1 -9; 2 S 1,27) 
De pronto Pugatu ve cómo aparecen dos mensajeros 
que empiezan a llorar y lamentarse: 
«Escucha nuestras palabras, Daniilu el poderoso, 
Aqhatu el cazador ha muerto. 
Anatu ha hecho que el aliento de Aqhatu 
se escapara como el viento, 
la Virgen ha hecho que exhalara su último aliento 
como una suave brisa[ .. . ]». 
Daniilu ve que aparecen buitres en las nubes 
y empieza a lamentarse: «Que Baal rompa sus alas. 
Que Baal arranque las plumas de sus alas, 
que caigan a mis pies. 
Los partiré por la mitad, 
para encontrar la carne y los huesos de Aqhatu. 
Haré duelo por él y lo enterraré. 
Lo pondré en su sepultura en el santuario». 
74 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
~ Pugatu pide a Daniilu que la designe para vengar la muerte de su 
hermano. 
C iv,190-198 (Gn 4,3- 5,32; 27,38) 
«Padre mío», dijo Pugatu, «has completado tus sacrificios, 
has dejado sangre y bebida para la asamblea divina, 
has cumplido tus votos a Harnamí. 
Ahora, bendíceme, padre, y quedaré bendita. 
Escógeme y seré la elegida. 
Mataré al asesino de mi hermano, 
vengaré a mi familia». 
~ Daniilu encomienda la tarea a Pugatu soplando en sus narices 
(Gn 2,7; Ez 37,9). 
C iv,203-209 (Je 5,24-27) 
En el mar, Pugatu se baña, 
con moluscos, tiñe su piel de color púrpura. 
Pugatu se pone la vestimenta de un guerrero, 
introduce un cuchillo en su cinturón. 
Pugatu se cuelga una espada al costado, 
cubre sus armas con vestidos de mujer. 
~ Al atardecer Pugatu entra en el campamento de Yatpanu y pide que la 
lleven a su tienda, donde lo encuentra ebrio. 
Una escena del rey cazando leones. 
( Del palacio de Asurbanipal de Asiria, siglo VI! a. C.) 
EPOPEYA DE AQHATU 
Hoz cananea de Guézer (siglo XIV a.C.). 
C iv,210-214 (Gn 4,23-24; 9,20-23; Je 4,19) 
Un mensajero dijo a Yatpanu: 
« Una joven ha llegado a nuestro campamento, 
Pugatu está a la entrada de tu tienda». 
Yatpanu respondió: «Que Pugatu entre en mi tienda». 
El cómplice de Anatu presumió: «Que me sirva vino. 
Pugatu puede tomar la copa de mi mano, 
puede llenar el cáliz en mi mano derecha». 
Pugatu entró en la tienda de Yatpanu, 
empezó a servirle vino. 
Pugatu tomó la copa de su mano, 
llenó el cáliz en su mano derecha. 
Entonces Yatpanu empezó a presumir: 
«Esta mano que mató a Aqhatu el cazador ha matado a mil». 
Puga tu sirvió a Yatpanu gran cantidad de vino [ ... ] . 
75 
~I Falta el final de la tablilla. No obstante, en la Biblia hay dos relatos 
similares que pueden sugerir conclusiones para la epopeya de Aqhatu. 
El libro de los Jueces (Je 4,17-22) cuenta que mientras Sísara yacía 
profundamente dormido, Yael tomó una clavija de la tienda y un mar­
tillo y le hincó la clavija en la sien. El libro de Judit (Jdt 13,2.6.9) cuen­
ta cómo, cuando Holofernes estaba acostado en su lecho, repleto de 
vino, Judit avanzó hasta la columna del lecho, sacó la espada, descar­
gó dos golpes sobre el cuello con toda su fuerza y le cortó la cabeza. 
EPOPEYA DE KIRTA 
~ La epopeya de Kirta (o Keret), como la 
de Aqhatu, fue descubierta en Ugarit 
(Siria) por C.A. Schaeffer y su equipo 
francés entre 1929 y 1960. Está escrita 
en tres tablillas de arcilla (CTA 14-16; 
KTU 1,14-16), en lengua ugarítica, 
con escritura cuneiforme alfabética. Se 
conserva actualmente en el Museo del 
Louvre en París. Aunque la epopeya de 
Kirta se conocía probablemente ya 
hacia el año 2000 a.C., esta versión está 
firmada por llim-ilku, un escriba que 
vivió en tiempos del rey Niqmadu II 
(1360-1330 a.C.). 
Kirta es un monarca sin descenden­
cia que se enfrenta a la enfermedad y la 
rebelión. La epopeya de Kirta empieza 
presentando al soberano en un ritual de 
incubación durante el cual duerme en 
un santuario de El para pedir a su dios 
que restablezca su familia . Durante el 
sueño, El le dice que vaya a la guerra, 
capture a una doncella y forme una 
nueva familia. Kirta obedece, pero no 
agradece a la diosa madre Atiratu que 
le haya ayudado a reconstruir su fami­
lia. Para castigar a Kirta por su falta de 
humildad (en griego: hybris), Atiratu 
destruye su salud. No obstante, El 
interviene de nuevo y Kirta se recupe­
ra, pero su propio hijo, Yassibu, se rebe­
la contra él. 
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Estatuilla de terracota 
de la diosa madre. 
(Del Museo del Louvre) 
EPOPEYA DE KIRTA 77 
La muerte de la primera familia de Kirta y su sustitución por la 
segunda es un relato paralelo al del libro de Job. Los sueños de Kirta 
son como los de Jacob en el libro del Génesis (Gn 28,10-17) y los de 
Salomón en el Primer libro de los Reyes (1 R 3,4-15). La revuelta de 
su hijo, Yassibu, es similar a la revuelta de Absalón, hijo de David, en 
el Segundo libro de Samuel (2 S 15,1-6). 
I,i,8-42 (Gn 28,10-17; 2 S 7,14; Mi 5,5; Jb 1,13-19) 
La familia de Kirta, en otro tiempo formada por siete, por ocho, 
todos ellos hijos de una sola madre, quedó destruida. 
El alma de Kirta estaba deprimida, 
su palacio estaba vacante. 
Su esposa había muerto, 
su compañera se había marchado. 
Tres hijos murieron al nacer, 
el cuarto por enfermedad, 
el quinto de fiebre, 
al sexto lo perdió en el mar, 
el séptimo murió en la batalla. [ ... ] 
Kirta se cerró en el santuario y lloró, 
examinando cada tragedia una y otra vez. [ ... ] 
Exhausto por el llanto, se quedó dormido, 
empapado en lágrimas, empezó a soñar. [ .. . ] 
El se apareció a Kirta en su sueño, 
, el padre del hombre vino a él en una visión. [ ... ] 
Reconstrucción de un enterramiento sirio en que el guerrero 
tiene una lanza detrás y un hacha delante de sí. 
78 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
«Kirta, ¿por qué estás llorando, 
por qué derrama lágrimas el hijo de El? 
Actúa como el Toro El, tu padre, 
sé fuerte como el padre de todos [ ... ]». 
I,ii,5 -24 (Ex 29,4) 
«Dame hijos», suplicó Kirta, 
«necesito una familia», imploró. 
El respondió: «Deja de llorar, Kirta, 
seca tus lágrimas, hijo de El. 
Lávate la cara con agua, 
unge tu cara con aceite. 
Baña tus brazos hasta el codo, 
quita la suciedad desde la punta de los dedos hasta los hombros.Entra en la sombra de tus tiendas. 
Prepara un sacrificio. 
Toma un cordero con tu mano derecha, 
escoge un cordero con cada mano. 
Reúne todos los víveres necesarios para un sacrificio. 
Encuentra un ave idónea para el sacrificio, 
vierte vino de una copa de plata, 
echa miel de un tazón de oro. 
Sube a lo alto de la torre, 
sube encima del muro. 
Eleva tus manos al cielo, 
ofrece un sacrificio al Toro El, tu padre». 
Sello sumerio que muestra cómo se llevan las ofrendas a un santuario. 
EPOPEYA DE KIRTA 79 
Ciudad fenicia representada sobre un relieve mural asirio. Muestra una muralla 
inferior, un terraplén y una ciudad amurallada en la parte superior. 
~ Después de enseñar a Kirta cómo ofrecer sacrificios, El le dice que 
reúna el avituallamiento necesario para mantener durante seis meses 
a un ejército de 300.000 soldados y ponga sitio a la ciudad de Udumu. 
El ejército no tiene que atacarla, sino únicamente aislarla durante siete 
días hasta que Pabilu, el rey de Udumu, pida la paz (Jos 6,1 -16). El 
dice a Kirta que selle la alianza entre Ugarit y Udumu tomando como 
esposa a Hurrayu, una hija de Pabilu. Kirta sigue las instrucciones de 
El, pero el tercer día de la marcha Kirta se detiene en un santuario de 
Atiratu y hace un voto (Je 11,30-31; 1 S 14,24). 
I, iii,38-49 
«Que Atiratu me dé lo que le falta a la familia de Kirta, 
que Atiratu me dé a la virgen Hurrayu. [ .. . ] 
Que ella conciba los hijos de Kirta, 
que dé a luz hijos para el hijo de El». 
I,iv,38-43 (Je 8,19; Rt 3,13; 1 S 19,6) 
«Por el poder de Atiratu, diosa de Tiro, 
por el poder de la diosa de Sidón, 
si puedo desposarme con Hurrayu, 
si puedo llevar a esta mujer a mi palacio, 
80 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
entonces daré a Atiratu el doble del precio de su dote en plata, 
te entregaré tres veces el valor de Hurrayu en oro». 
;§§1] Kirta y Hurrayu celebran su matrimonio ante la asamblea divina. 
II,ii,12- iii,16 (Rt4,ll-12; Is 32,5; Jb 42,10-15) 
Cuando la asamblea divina se reúne 
el poderoso Baal propone un brindis. 
«Que El el benigno, el compasivo, bendiga a Kirta el poderoso [ ... ), 
que muestre su favor al hijo de El». 
El toma su copa en la mano, 
toma su cáliz en la diestra. 
El bendice a su siervo, Kirta el poderoso [ ... ] 
muestra su favor al hijo de El. 
«Kirta, has obtenido una esposa, 
has tomado una mujer para tu familia, 
has introducido una virgen en tu palacio. 
Ella te dará siete hijos, 
concebirá ocho hijos, e hijas. [ .. . ] 
Incluso a la menor de las hijas 
le daré las posesiones del primogénito [ ... ]». 
;§§1] Hurrayu da a luz muchos hijos e hijas. Pero Kirta no cumple su voto 
de hacer una donación al santuario de Atiratu. Para recordarle su 
voto, Atiratu castiga a Kirta con una fiebre que nadie puede curar. Los 
funcionarios reales y la familia de Kirta se lamentan preparándose 
para su muerte. Finalmente El escucha sus oraciones y responde son­
deando a los otros miembros de la asamblea divina para ver si alguno 
de ellos quiere curar a Kirta. Ninguno de ellos quiere emprender una 
misión tan peligrosa, de modo que El encomienda a Shatiqatu la tarea 
de curarlo (2 R 4,34-37; 5,10-14). 
III, vi,1 -18 (2 R 20,1 -11) 
«¡Muerte, seas vencida!», ordena El. 
«¡Shatiqatu, sé fuerte!», manda El. 
Shatiqatu sale de la asamblea divina 
y llega a la casa de Kirta. 
Entra al oír la lamentación, 
1, 
1: 
11 
1, 
11, 
( EPOPEYA DE KIRTA 
el llanto que llena el palacio. 
Shatiqatu limpia el sudor de la frente de Kirta, 
le devuelve el apetito, 
hace que tenga ganas de comer. 
La Muerte es vencida. 
Shatiqatu resulta victoriosa. 
Entonces Kirta el poderoso ordena, 
grita con voz potente: 
«Escúchame, Hurrayu, 
sacrifica un cordero para que lo coma, 
prepárame un carnero para cenar». 
81 
~ Kirta se sienta de nuevo en el trono y parece que todo va bien. Sin 
embargo, la enfermedad de Kirta había dado a su hijo, Yassibu, la opor­
tunidad de apoderarse del trono, de modo que desafía a Kirta a que 
abdique (2 S 15,1-14). 
III,vi,31 -38 (Dt 10,18; Is 1,17; 10,2; Ez 22,7; 
Am 2,6-7; 5,12; Sal 68,5; Prov 29,14-16) 
Yassibu acusa a Kirta: 
«Si los enemigos hubieran invadido el país 
mientras estabas enfermo, te habrían expulsado, 
te habrían obligado a retirarte a las montañas. 
Tu enfermedad te ha hecho abandonar tus deberes. 
No has juzgado la causa de la viuda. 
No has juzgado la causa del pobre. 
No has dictado sentencia contra el opresor. 
No has alimentado al huérfano en la ciudad. 
No has alimentado a la viuda en el país. 
El lecho de la enfermedad se ha convertido en tu hermano, 
la camilla es tu mejor amiga. 
Renuncia a la realeza, 
permite que sea yo quien reine. 
Abandona tu poder, 
deja que me siente en el trono [ ... ]». 
~ El relato se interrumpe cuando Kirta está pronunciando una maldi­
ción contra su hijo rebelde. Por no cumplir su voto a Atiratu pierde a 
su familia y la vida y, si la predicción se hizo realidad, su heredera fue 
su hija menor (Js 6,26). 
ÉXODO 
Cabeza de bronce del rey Sargón de Acad, del periodo acadio antiguo. 
Es una de las mejores piezas del arte mesopotámico del tercer milenio. 
LEYENDA DE SARGÓN I 
~JI Algún tiempo después del año 3000 a.C. tuvo lugar la fundación del 
Estado de Acad, cerca de la actual ciudad de Bagdad (Iraq). La agri­
cultura, el comercio y la guerra convirtieron pronto a Acad en un 
imperio y a Sargón de Agade (ca. 2371 -2316 a.C.) en uno de sus sobe­
ranos más importantes. 
Hacia 1900 un equipo de arqueólogos británicos descubrió tres 
copias que contienen la leyenda de Sargón I , donde se canta los humil­
des comienzos de este gran rey. Las tres están escritas en cuneiforme. 
Dos fueron escritas en el dialecto asirio de la lengua acadia y una en 
el dialecto babilónico. Actualmente se conservan en el British 
Museum de Londres. 
Hay semejanzas entre la leyenda de Sargón I y el relato del naci­
miento de Moisés en el libro del Éxodo (Ex 1,22-2,10), que canta los 
humildes comienzos de Moisés como una de las grandes figuras del 
antiguo Israel. 
Me llamo Sargón. Soy hijo de una sacerdotisa y un peregrino desconocido 
de las montañas. Hoy rijo un imperio desde la ciudad de Agade. 
Debido a que mi madre no quería que nadie en la ciudad de Azupiranu 
supiera que había tenido un hijo, me dejó a la orilla del río Éufrates en una 
cesta tejida con juncos e impermeabilizada con pez. 
El río condujo mi cesta hasta un canal, donde Aqqi, el jardinero real, 
me sacó del agua y me crió como hijo suyo. Él me enseñó a cuidar los jar­
dirnes del gran rey. 
Con la ayuda de Istar, diosa del amor y de la guerra, me convertí en rey 
de los cabezas negras y he gobernado 55 años. Abrí caminos a través de las 
montañas con hachas de bronce. Escalé altas cumbres. Crucé valles pro­
fundos. Conquisté todas las tierras de Dilmun al Golfo Pérsico y hasta Dar 
en el Mediterráneo. Por tres veces avancé desde el Golfo Pérsico hasta el 
Mediterráneo. Conquisté puertos como Dar y ciudades como Kazallu. 
A mis sucesores les dejo este legado. 
TRATADO 
ENTRE RAMSÉS II 
Y HATTUSILIS III 
~ Durante más de cien años Egipto y Hatti lucharon por el control del 
Mediterráneo oriental. El conflicto agotó los recursos de las dos super­
potencias. Hacia el año 1280 a.C., después de una famosa, pero no 
decisiva, batalla en Cad{s (ciudad situada en la actual Siria), se nego­
ció el tratado entre Ramsés II y Hattusilis III. Este tratado fue un nota­
ble logro político y militar. Estuvo motivado por la necesidad de recu­
peración económica tanto de Egipto como de Hatti, así como por la cre­
ciente amenaza militar de los Pueblos del Mar que, procedentes de las 
islas de la actual Grecia, habían llegado a la costa oriental del 
Mediterráneo. El tratado sirvió para mantener la paz durante los cin­
cuenta años siguientes y con él terminó el periodo del bronce final. 
En los primeros años del siglo xx los arqueólogos descubrieron edi­
ciones egipcias e hititas del tratado. En la edición egipcia Ramsés II se 
detiene ostentosamenteen el papel que él desempeñó en la negociación 
del tratado con el fin de usarlo como herramienta para las relaciones 
públicas. Hizo grabar una copia en escritura jeroglífica en los muros 
del templo de Amón en Karnak y otra en los muros de su capilla fune­
raria, el Ramaseum, en el valle de los faraones. Tanto el templo como 
la capilla funeraria se encuentran cerca de la actual Lu)f_or, en el cen­
tro de Egipto. La edición hitit.¡;¡ es un documento legal más sobrio, en 
escritura cuneiforf_!le sobre tablillas de arcilla, redactado en acq_dio, que 
era la lengua diplomática del Oriente Bíblico. Los arqueólogos alema­
nes descubrieron las tablillas de los archivos de Hattusas, la capital 
hitita, situada en la actual Turquía. Se conservan en el Museo de 
Ankara (Turquía). 
TRATADO ENTRE RAMSÉS II Y HATTUSILIS III 
Soldados de infantería 
del faraón Ramsés II 
en marcha. 
87 
Los hititas desarrollaron la forma del tratado, que otras culturas 
habían usado previamente. Los tratados hititas comunes contenían al 
menos sei~ elementos. Empezaban consignando las credenciales de los 
firmantes del tratado y hacían pública una nueva y oficial historia de 
los signatarios. Establecían las condiciones con un cuidadoso lengua­
je legal. Después seguía la lista de los testigos del tratado, una relación 
de maldiciones para quienes violen el tratado y de bendiciones para 
quienes lo acaten y finalmente unas formalidades para la consignación 
y promulgación del tratado. Los pactos bíblicos son paralelos de los 
tratados hititas. Hay pactos sencillos en las negociaciones entre Jacob 
y Labán en el l~bro del Génesis (Gn 31,44-54). El Código de la alianza 
en el libro del Exodo, el Código de santidad en el libro del Levítico y el 
Código deuteronómico en el libro del Deuteronomio son ejemplos más 
complejos de este género. 
CREDENCIALES 
Inscrito en esta tablilla de plaJ a se encuentra el tratado que crea la paz y 
alianza eterna entre Jiattu_glis, el gran rey de ~atj;i, hijo de Mur~ilis, gran 
rey de Hatti, nieto de Suppilu,!iumas, gran rey de Hatti, y RamJ!éS, el fara~'m 
de Egipto, hijo de Se_!i, faraón de Egipto, hijo de Ram_sés, faraón de Egipto. 
HISTORIA 
Al comienzo la asamblea divina decretó que hubiera paz entre el faraón de 
Egipto y el gran rey de Hatti. Pero Muwatªllis, mi ~ermano y gran rey de 
Hatti, declaró la guerra a Ramsés. A partir de este día, Hattusilis observará 
el decreto de R-ª y Set_h, que prohí~e la guerra entre Egipto y Hatti para 
siempre. 
88 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
CLÁUSULAS 
(Dt 23,15-16; 2 R 9,16-26) 
Relaciones en el momento de la firma 
El faraón Ramsés ll 
en su carro de guerra 
en la batalla de Cadés 
en Siria. 
HattusQis acuerda, por este tratado con Ram~és, firmar la p~z y una alié!_n­
za ~terna entre nosotros. Somos hermar:10s y estamos en paz entre nosotros 
para siempre. Yo, Hattusilis, subí al trono de Hatti cuando Muwatallis 
murió. Por este tratado ac'uerdo con Ramsés firmar la paz y una alianza 
entre nosotros. El estado de paz y alianza entre nuestros países es ahora 
mejor que en el pasado. Yo, Ram§és, acuerdo hacer la paz y una alianza. Los 
sucesores del gran rey de Hatti serán aliados de los sucesores de Rainsés. La 
relación entre Egipto y Hatti será como la nuestra: de paz y alianz<t eterna. 
Nunca más habrá guerra entre nosotros. 
No agresión mutua 
En el futuro el gran rey de Hatti no invadirá ni hará incursiones en Egipto, 
y Ramsés no invadirá ni hará incursiones en Hatti. 
Ratificación de anteriores tratados 
Yo, Hattusilis, ratifico los tratados de Suppiluliumas y de Muwatallis, gran­
des reyes de Hatti. Yo, Ramsés, confirQ10 el tratado que he concluido hoy 
con Hattusilis, lo observaré y actuaré de acuerdo con él a partir de ahora. 
Alianza defensiva 
Si un ejército extranjero invade las tierras de Ramsés, y envía un mensaje al 
gran rey de Hatti, diciendo: «Ven en mí ayuda contra este enemigo», el gran 
TRATADO ENTRE RAMSÉS II Y HATTUSILIS III 89 
rey de Hatti acudirá y luchará contra el enemigo de Egipto, su aliado. Sí el 
gran rey de Hattí no quiere acudir personalmente, puede enviar soldados 
de infantería y carros para que luchen contra el enemigo de Egipto, su alia­
do. Del mismo modo, si Ramsés está tratando de sofocar una rebelión 
armada, el gran rey de Hatti le ayudará hasta que todos los rebeldes hayan 
sido ejecutados. Si un ejército extranjero ataca al gran rey de Hatti, Ramsés 
acudirá y luchará contra el enemigo de Hatti, para ayudar a su aliado. Si 
Ramsés no desea acudir personalmente, puede enviar soldados de infante­
ría y carros, así como una respuesta a tal efecto, a Hatti. Si los funcionarios 
del gran rey de Hatti rompen su juramento de fidelidad a él, Ramsés [ ... ]. 
Sucesión ordenada 
Cuando Hattusilís muera, el hijo de Hattusilis será coronado gran rey de 
Hatti como sucesor de su padre. Si el pueblo de Hatti se rebela contra su 
hijo, Ramsés enviará soldados y carros que protejan al hijo de Hattusilis. 
Una vez que se haya restablecido el orden en Hatti, regresarán a Egipto. Si 
el pueblo de Egipto [ ... ] . 
Extradición 
El gran rey de Hatti no concederá asilo a ningún fugiti_yo de Egipto. El gran 
rey de Hatti extradigtrá a los fugitiyos, que serán entregados a Ramsés. Del 
mismo modo, todo esclavo hui.do, que escape a Hatti en busca de un nuevo 
amo, será extraditas!o y devuelto a Ramsés. El faraón de Egipto no conce­
derá asilo a ningún fugitivo de Hatti. El faraón de Egipto extraditará a los 
fugitivos, que serán entregados al gran rey de Hatti. Del mismo modo, todo 
esclavo huido, que escape a Egipto en busca de un nuevo amo, será extra­
ditado y devuelto al gran rey de Hatti. 
LISTA DE TESTIGOS 
(Gn 31,51-53) 
Todos los dioses de Hatti y Egipto son testigos de este tratado entre el gran 
rey de Hatti y Ramsés, inscrito en esta tablilla de plata. 
Ra, dios del cielo 
Ra, dios de Arinna 
Seth, dios de la tormenta 
Seth, dios de Hatti -
Seth, dios de Arinna 
Seth, dios de Zippalanda 
90 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Seth, dios de Pettiyarik 
Seth, dios de Hissashapa 
Seth, dios de Sarissa 
Seth, dios de Aleyo 
Seth, dios de Lihzina 
El dios de Zitharias 
El dios de Karzis 
El dios de Hapantaliyas 
El dios de Karana 
La reina del cielo 
Los dioses de los juramentos 
El dios de la tierra 
Ishara, la señora de los juramentos 
Ishara, la señora de las montañas y los ríos de Hatti 
La asamblea divina de Kizuwanda 
Amón Ra 
Seth 
Los dioses de las montañas y los ríos de Egipto 
El cielo 
La tierra 
El mar 
Los vientos 
Las nubes 
RELACIÓN 
DE MALDICIONES 
Y BENDICIONES 
(Gn 31 ,50-54) 
Sean maldecidos por la asamblea 
divina de Hatti y Egipto los hom­
bres, las tierras y los esclavos de 
quienes no observan el tratado 
entre Hatti y Egipto inscrito en esta 
tablilla de plata. Sean bendecidos 
por la asamblea divina de Ha'°tti y 
Egipto con prosperidad y larga El dios hitita Teshub. 
vida los hombres, las tierras y los 
esclavos de los egipcios e hititas que observan y cumplen fielmente el tra­
tado entre Hatti y Egipto inscrito en esta tablilla de plata [ ... ] . 
ANALES DE MERNEPTAH 
~ En 1896, el inglés Flinders Petrie descubrió una este{a o columna de 
granito de casi 2,25 metros de alto y un metro de ancho en la capilla 
funeraria de Merneptah (1224-1214 a.C.) en el valle de los faraones 
(KV8), en TebB:._s (la actual Lux..Qr) . La estela fue grabada originalmen­
te por AmenhQ_tep III (1391-1353 a.C.), pero Merneptah voh¿ió a usqr­
la para ensalzar su victoria sobre Liqja, a occidente, y Siria-Palestina, 
a oriente, en el quinto año de su reinado (ca . 1221-1219 a.C.). El 
himno de victoria, en ·escritura jeroglífica, ocupa veintiocho líneas. La 
estela se encuentra actualmente en el Museo Egipcio de El Cairo 
(34025 verso). 
El himno de victoria de Merneptah contiene la única menci_ón de 
Israel durante el Imperio Nuevo (1550-1070 a. C.) descubierta hasta la 
fech'a en Egipto. Constituye un argumento para datar el surgimiento 
de Israel hacia el año 1250 a.C. y situarel acontecimiento del Éxodo 
en el reinado de Rams~ II (1290-1224 a.C.). Merneptah llama put±lo, 
no.Estado, al Isra_!;,l que era su enemigo. Todavía se cuestiona el carác­
ter histórico de este documento, porque es muy similar a himrros de 
victoria más antiguos (el Poema de la batalla de Cadés, del reinado de 
Ramsés n) y porque su estilo ostentgso es típico de la naturaleza pro­
pagandística de este género. 
Hay textos paralelos del himno de victoria de Merneptah en los 
relatos de conquista en el libro de Josué y en el de los Jueces (Jos 10,40-
41; Je 1,4-11) y en los anales de los reyes de Israel en el Segundo libro 
de Samuel (2 S 8,1-12). 
Los reyes de mis enemigos están ahora postrad.9s ante mí y suplican la 
paz. Ninguno de mis enemigos levanta la cabeza en rebelión. He devas­
tado Tehenu y he sofocado una revuelta contra el gran rey de Ha!ti. 
He saqueado Canaªn de un extremo al otro, he tomado esclavos de la 
ciudad de AscalóJ1 y he conquistado la ciudad de Gué?er. He arrasado 
YanoaJ!l. He diezmado al pue~o de Isr~el y he dado muerte a sus hijos. 
92 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
La estela triunfal del faraón Merneptah. 
ANALES DE MERNEPTAH 
• f íJ 
\\ 
El nombre «Israel» tal como aparece en escritura jeroglífica 
sobre la estela triunfal del faraón Merneptah. 
93 
Hurru está viuda. Todo Canaán ha sido pacificado. Todos los rebeldes están 
ahora postrados ante Merneptah, faraón del Alto y el Bajo Egipto, divina 
presencia de Amón Ra [en egipcio: Ba-en-Ra], amado de la asamblea divi­
na [en egipcio: Meri-Amon ], que amanece cada día como Amón Ra el sol. 
lJEVÍTICO, 
NúMEROS, 
I)EUTERONOMIO 
CóDIGO DE UR-NAMMU 
~ Ur-Nammu (2112-2095 a.C.) y Sulgi (2094-2047 a.C.) fueron reyes 
de Sumer, situado en el sur del actual Iraq. Ellos autorizaron la publi­
cación del código de Ur-Nammu, que es el más antiguo sistema legal 
del mundo bíblico descubierto por los arqueólogos. Dos fragmentos del 
código fueron descubiertos en Ur (en árabe: Tell al-Muqayyar) 
durante las excavaciones de 1922-1934 patrocinadas por el British 
Museum y la Universidad de Pennsylvania y dirigidas por C. Leonard 
Wooley (1880-1960). Ambas tablillas, que incluyen sólo los artículos 
7-37, están escritas en sumerio, con caracteres cuneiformes. 
Originalmente contenían ocho columnas de escritura, cuatro en cada 
cara de las tablillas. En la actualidad se encuentran en el British 
Museum de Londres. Los diez primeros artículos contenidos en el 
código han sido reconstruidos gracias a otras tablillas descubiertas en 
Nippur y conservadas también en el British Museum. 
El código de Ur-Nammu estableció una tradición legal perdurable 
que aplica principios uniformes de justicia a una amplia gama de ins­
tituciones sociales, desde la estandarización de pesos y medidas hasta 
la protección a viudas y huérfanos. Las sentencias en el código de Ur­
Nammu están determinadas generalmente por el principio de restitu­
ción - pagada a la víctima- más que por el principio de venganza - con­
tra el condenado. 
Sello de Namu, 
siervo del rey Sulgi. 
98 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
En la Biblia, el Código de la alianza (Ex 21- 23), el Código de san­
tidad (Lv 17- 26) y el Código deuteronómico (Dt 12- 26) son paralelos 
del Código de Ur-Nammu. 
Art. 1 (Ex 20, 13) 
Si un ciudadano comete un asesinato, entonces la sentencia será la muerte. 
Art. 6 (Dt 22,23-24) 
Si un ciudadano viola a la esposa virgen de otro ciudadano, entonces la sen­
tencia será la muerte. 
Art. 8 (Lv 19,20-21) 
Si un ciudadano viola a la esclava virgen de otro, entonces la multa será de 
cinco siclos [ 40 gr] de plata. 
Art. 17 (Dt 23,15-16) 
Si una esclava huye de la casa y de la ciudad, y otro la devuelve, entonces el 
dueño pagará una recompensa de dos tercios de siclo [ 5 gr] de plata. 
Art. 25 (Dt 16,4-6) 
Si una esclava avergüenza a su señora hablándole insolentemente, entonces 
le frotarán la boca con [ ... ] sal. 
Art. 28 (Dt 19,16-19) 
Si un ciudadano es culpable de perjurio, la multa será de quince siclos [ 120 
gr] de plata. 
CóDIGO SUMERIO 
:§§1] El Código sumerio es lo que se ha conservado de un ejercicio de escri­
tura. Se desconoce el lugar donde se encontraron las tablillas. Actual­
mente se conserva en la colección Yale Oriental Collection de la 
Universidad de Yale (YOS I 28). 
El código data del año 1800 a.C. aproximadamente, pero represen­
ta una tradición legal mucho más antigua. Textos como éste eran 
copiados por los estudiantes y se encontraban entre los temas más 
importantes estudiados por los candidatos a cargos de gobierno en 
Sumer y Babilonia. Los candidatos copiaban una y otra vez las expre­
siones y términos técnicos que podían aparecer en los exámenes al final 
de su periodo de formación. 
Hay textos paraleJos de este código sumerio en el Código de la 
alianza del libro del Exodo (Ex 21- 23), en el Código de santidad del 
libro del Levítico (Lv 17-26) y en el Código deuteronómico del libro del 
Deuteronomio (Dt 12- 26). 
Art. 1 (Ex 21,22) 
Si un ciudadano golpea accidentalmente a la hija de otro, y ésta aborta, 
entonces la multa será de diez siclos [ 80 gr] de plata. 
Art. 4 (Dt 21,18-21) 
Si un hijo desposee a su padre y a su madre con el juramento: «Tú no eres 
mi padre. Tú no eres mi madre», entonces perderá su derecho a heredar las 
tierras y la propiedad de sus padres y podrá ser vendido como un esclavo 
común por el valor de mercado más alto. 
Art. 5 
Si el padre y la madre de familia dicen a su hijo: «Tú no eres hijo nuestro», 
entonces [ ... ]. 
100 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Placa del rey sumerio 
Ur-Ninu de Lagas 
que muestra a su copero 
y a cuatro de sus hijos. 
Art. 7 (Gn 34,1 -12) 
·; ,:::-
,:;IJ 
~ ..... 
1 
Si un ciudadano viola a la hija de otro, mientras está en la calle, sin cono­
cimiento de su padre ni de su madre, y él jura: «Me casaré con ella», enton­
ces su padre y su madre, sin consentimiento de ella, la darán como esposa 
al hombre que la violó. 
Art. 8 (Gn 34; Ex 22,16; Dt 22,23-24) 
Si un ciudadano viola a la hija de otro que, con conocimiento de su padre 
y de su madre, camina por la ciudad, ento~~es el ciudadano,,si jura en la 
puerta del santuario que no sabía que era h1Ja de ellos, no sera culpable. 
CóDIGO DE HAMMURABI 
§§{] El Código de Hammurabi es un tratado sobre teoría legal, ciencia polí­
tica y organización social. Hammurabi, gran rey de Babilonia en los 
años 1792-1750 a.C., publicó esta obra clásica para refrendar el pen­
samiento legal y los valores morales de su gobierno. En 1901 arqueó­
logos franceses descubrieron una copia del Código de Hammurabi en 
Susa, en la frontera entre Irán e Iraq, adonde había sido transportada 
por los elamitas, enemigos de Babilonia. El Código fue grabado en 
caracteres cuneiformes sobre una estela de diorita negra de 2,25 metros 
de altura y se conserva actualmente en el Museo del Louvre en París. 
Un catálogo de las victorias militares y las hazañas políticas de 
Hammurabi sirve de introducción a doscientos ochenta y dos artícu­
los. Tanto en el Código de Hammurabi como en el Código mesoasirio 
hay un prólogo que sitúa la promulgación del código legal en el con­
texto de la subida del soberano al poder. Dentro del código cada artí­
culo tiene dos partes. Primero, una oración subordinada introducida 
por la conjunción «si» describe una situación: « Si un ciudadano acusa 
a otro de asesinato, pero no tiene pruebas ... ». Segundo, una oración 
principal introducida por el adverbio «entonces» impone una senten­
cia: «entonces la sentencia será la muerte». 
Art. 1 (Ex 23,1 -3; Dt 19,16-19) 
Si un ciudadano acusa a otro de asesinato, pero no tiene pruebas, entonces 
la sentencia será la muerte. 
102 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Art. 2 
Sello-cilindro de Alalaj 
en Siria. El propietario 
dice que es súbdito 
del rey de Karana, 
pero la espada 
con punta de flecha 
entre las figuras 
sugiere el símbolo de 
Marduk 
y probablemente indica 
que ambas ciudades 
estaban sometidas al reyHammurabi de Babilonia. 
Si un ciudadano acusa a otro de brujería, pero no tiene pruebas, entonces 
el acusado irá al río. Si el acusado se ahoga, el acusador heredará la hacien­
da del acusado. Si el acusado sobrevive, entonces el acusador será condena­
do a muerte y el acusado confiscará la hacienda del acusador. 
Art. 3 (Dt 19,16-19) 
Si un ciudadano jura en falso ante la asamblea de la ciudad en un caso de 
pena de muerte, entonces la sentencia será la muerte. 
Art. 5 (Ex 23,6-8; Lv 19,15; Dt 16,19) 
Si un juez acepta un soborno para alterar y sellar una decisión, entonces 
pagará doce veces la cantidad establecida en la decisión, será expulsado del 
puesto y no podrá volver a juzgar. 
Art. 8 (Ex20,15; Lv 19,11.13; Ct 5,19; 22,1 -4) 
Si un ciudadano roba un buey o un carnero, ya sea del Estado o de un tem­
plo, restituirá treinta veces el valor del ganado robado. Del mismo mo?º: si 
un ciudadano roba un buey o un carnero a otro, entonces la multa sera diez 
veces el valor del ganado robado. Si el ciudadano no paga la multa por el 
ganado robado, entonces la sentencia será la muerte. 
CÓDIGO DE HAMMURABI 103 
Art. 14 (Ex 21,16; Dt 24,7) 
Si un ciudadano rapta y vende como esclavo a un miembro de la familia de 
otro ciudadano, entonces la sentencia será la muerte. 
Art. 15 (Dt 23,15-16) 
Si un ciudadano ayuda a escapar a esclavos domésticos o del Estado, enton­
ces la sentencia será la muerte. 
Art. 16 (Dt 23,15-16) 
Si un ciudadano da cobijo a esclavos que han huido del Estado o de una 
casa, y si el ciudadano desobedece una orden de un tribunal de extraditar­
los, entonces la sentencia será la muerte. 
Art. 17 
Si un ciudadano captura a un esclavo fugitivo en campo abierto y se lo 
devuelve al propietario, entonces el propietario pagará al ciudadano una 
recompensa de dos siclos [ 16 gr] de plata. 
Art. 21 (Ex 22,2-3) 
Si un ciudadano abre una brecha en la pared de la casa de otro y le roba, 
entonces el ciudadano será condenado a muerte. La ejecución tendrá lugar 
delante de la brecha y el cuerpo será emparedado en ella. 
Art. 24 (Dt 21,1 -9) 
Si no se atrapa al asesino, entonces el Estado pagará a la familia de la vícti­
ma una multa de una mina [500 gr] de plata. 
Art. 25 
Si un ciudadano roba en la propiedad de la casa de otro mientras tratan 
de apagar un fuego declarado en esa casa, entonces la sentencia será la 
muerte. 
Art. 57 (Ex 22,5) 
Si un pastor no ha llegado a un acuerdo con el propietario de un campo 
para que sus ovejas pasten en él, pero ha apacentado sus ovejas en el campo 
104 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
sin consentimiento del propietario, cuando el dueño del campo lo coseche, 
entonces el pastor pagará una multa de seis mil litros [ en acadio: kur] de 
grano por cada seis hectáreas [ en acadio: iku] de tierra. 
Art. 71 (1 R 21,1-2) 
Si un ciudadano ha alquilado una tierra que linda con la suya y decide com­
prarla, entonces, antes de negociar un contrato para comprar la tierra, el 
ciudadano anulará el contrato de alquiler de la tierra, perderá el grano, la 
plata o los bienes pagados como renta y certificará que la tierra no está 
hipotecada. 
Art. 94 (Dt 25,13-15; Am 8,5) 
Si los banqueros usan una medida pequeña para pesar el grano o la plata 
que prestan y una medida grande para pesar el grano o la plata que reco­
bran, entonces perderán su inversión. 
Art. 117 (Ex 21,2-11; Dt 15,12-18) 
Si un ciudadano vende a su esposa, su hijo, su hija o a sí mismo como escla­
vo para pagar una deuda, entonces el acreedor no podrá retenerlos como 
esclavos durante más de tres años y tendrá que liberarlos al empezar el 
cuarto año. 
Art. 125 (Ex 22,7-8) 
Si un ciudadano deposita propiedad en el almacén de otro y esa propiedad 
es robada por un ladrón que abre una brecha en una pared o sube por ella, 
entonces el propietario del almacén, cuyo descuido permitió que el robo 
tuviera lugar, hará todos los esfuerzos posibles por encontrar al ladrón y 
recuperar la propiedad robada. En cualquier caso, el propietario del alma­
cén restituirá todo el valor de la propiedad robada a su dueño. 
Art. 129 (Dt 22,22) 
Si la esposa de un ciudadano comete adulterio, entonces ella y su com­
pañero serán atados y sometidos a ordalía en un río. No obstante, si el 
marido perdona a su mujer, entonces el monarca podrá perdonar al 
compañero. 
CÓDIGO DE HAMMURABI 105 
Art. 130 (Dt 22,23-27) 
Si un ciudadano viola a una mujer casadera, comprometida y que aún vive 
con sus padres, entonces el hombre será condenado a muerte, pero la mujer 
será exculpada. 
Art. 131 (Nm 5,12-22) 
Si un ciudadano acusa falsamente a su esposa de adulterio, y ella pronun­
cia un juramento de inocencia ante el dios de su familia, entonces ella 
podrá regresar a casa. 
Art. 132 (Nm 5,11 -31; Ur-Nammu 10-11 ) 
Si un ciudadano acusa a una mujer de adulterio, pero no tiene pruebas, 
entonces será sometida a ordalía en el río para restablecer el honor de su 
marido. Si sobrevive, entonces ella pagará una multa. 
Art. 141 (Dt 21,1 -4) 
Si la esposa de un ciudadano deja la casa de su marido para dedicarse a sus 
negocios, y si descuida la casa y avergüenza a su marido, entonces su mari­
do podrá divorciarse de ella sin pagar una multa o podrá casarse con otra 
mujer, mientras que su ex esposa tendrá que vivir en la casa como esclava. 
Arts. 142-143 
Si una mujer odia tanto a su esposo que pronuncia las palabras: «¡No ten­
drás relaciones conmigo!», y si los ancianos deducen que es una esposa fiel, 
a pesar de las falsas acusaciones de su marido, entonces la mujer podrá 
tomar su dote y regresar a la casa de su padre. Si los ancianos deducen que 
la mujer es infiel, que deja la casa de su marido para dedicarse a sus nego­
cios, que descuida la casa y avergüenza a su marido, entonces la ahogarán 
en el río. 
Art. 146 (Gn 16,1 -15; Gn 21,9-21 ) 
Si la esclava, con la que una sacerdotisa naditu negocia un contrato para 
que dé hijos a su marido, considera que tiene el mismo estatus que la sacer­
dotisa naditu, una vez que ha tenido hijos, entonces la sacerdotisa naditu 
podrá perforarle la oreja y degradar su estatus en la familia, pero la sacer­
dotisa naditu no podrá venderla. 
106 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Art. 154 (Lv 18,6-18; 20,10-21; Dt 27,20.22-23) 
Si un ciudadano tiene relaciones sexuales con su hija, entonces será expul­
sado de la ciudad. 
Art. 155 (Lv 18,15; 20,12) 
Si un padre de familia elige una mujer para su hijo, y si el hijo tiene rela­
ciones con ella, pero después el padre de familia tiene también relaciones 
con ella, entonces ahogarán en el río al padre de familia. 
Art.156 (Lv 19,20-22) 
Si un padre de familia elige una mujer para su hijo, y si el hijo no tiene rela­
ciones con ella, pero el padre de familia tiene relaciones con ella, entonces 
pagará una multa de media mina [250 gr] de plata a la familia del padre de 
ella, le devolverán la dote y ella podrá desposarse con el hombre que elija. 
Art. 157 (Lv 18,8; 20,11; Dt 27,20) 
Si un ciudadano tiene relaciones con su madre después de la muerte de su 
padre, entonces quemarán a los dos en la hoguera. 
Art. 170 (Gn 21,9-21) 
Si un ciudadano, que tiene hijos de su esposa y de su esclava, adopta a los 
hijos de la esclava, entonces sus bienes serán divididos equitativamente 
entre los hijos de ambas, después que el primogénito de su esposa haya 
recibido la parte preferente. 
Art. 195 (Ex 21,15) 
Si un ciudadano golpea a su padre, entonces le cortarán la mano. 
Art. 196 
Si un ciudadano saca un ojo a un notable, entonces le sacarán un ojo. 
Art. 197 
Si un ciudadano rompe a un hueso a otro, entonces le romperán un hueso. 
CÓDIGO DE HAMMURABI 
Art. 198 
107 
Bajorrelieve de la parte 
superior de la estela 
de Hammurabi 
que muestra al rey 
ante el dios sol Samas. 
Si un ciudadano saca un ojo o rompe un hueso a otro que no es ciudada­
no, le impondrán una multa de una mina [500 gr] de plata. 
Art. 199 (Ex 21,26; Lv 24,19-20; Dt 19,21) 
Si un ciudadano saca un ojo o rompe un huesoal esclavo de otro ciudada­
no, le impondrán como multa la mitad del precio del esclavo. 
Arts. 206-207 (Ex 21,18-19) 
Si un ciudadano golpea accidentalmente a otro ciudadano y le produce una 
herida, entonces ese ciudadano jurará: «No golpeé a este ciudadano delibe­
radamente» y pagará al médico. Si la víctima muere a consecuencia del 
golpe, entonces el ciudadano pronunciará el mismo juramento, pero si el 
ciudadano es un miembro de una familia real, entonces se pagará a la fami­
lia de la víctima una multa de media mina [250 gr] de plata. 
108 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Art. 209 (Leyes sumerias 1; Ex 21,22-23) 
Si un ciudadano golpea a la hija de otro y le causa un aborto, entonces la 
multa será de diez siclos [ 80 gr] de plata. 
Art. 233 (Dt 22,8) 
Si un albañil construye una casa y hace mal su trabajo, de modo que un 
muro resulta peligroso, entonces el albañil pagará para reforzar ese muro a 
sus expensas. 
Balanza asiria y pesa con forma de pato. 
CÓDIGO DE HAMMURABI 109 
Art'. 244 (Ex 22,14-15) 
Si un ciudadano alquila un buey o un asno y un león lo mata en el campo, 
entonces no habrá multa. 
Art. 249 (Ex 22,14-15) 
Si un ciudadano alquila un buey y un miembro de la asamblea divina lo 
golpea con un relámpago y muere, entonces el ciudadano que ha alquilado 
el buey jurará en el nombre de un miembro de la asamblea divina que la 
muerte del buey fue obra de Dios, y no habrá multa. 
Art. 251 (Ex 21,28-36) 
Si el buey de un ciudadano, que no ha sido atado y cuyos cuernos no han 
sido afeitados, ni siquiera después que la asamblea de la ciudad hizo saber 
al dueño que era peligroso, cornea a un notable del Estado, entonces la 
multa será de media mina [250 gr] de plata. 
Art. 266 (Gn 31,39; Ex 22,10-13) 
Si se produce una enfermedad enviada por Dios en un redil o un león mata 
un animal, entonces el pastor tiene que pronunciar un juramento de ino­
cencia ante su dios y devolver los restos del animal a su dueño. 
CóDIGO HITITA 
~ Después de 1893 los arqueólogos excavaron unas 10.000 tablillas de 
arcilla cocida de Hattusas, la capital hitita, que ocupaba una extensión 
de 1,7 km2 y estaba situada en el centro de la actual Turquía. Estos 
doscientos artículos de leyes estaban escritos en dos tablillas de arcilla 
cocida en hitita cuneiforme. Hacia 1915 Frederic Hrozny, un estudio­
so checo, consiguió traducir los textos. 
El Código hitita representa el pensamiento legal en Hatti entre 
1450 y 1200 a.C. Prefiere sentencias que compensan a las víctimas por 
las pérdidas, en lugar de las sentencias que castigan a los culpables de 
los crímenes. También conmuta normalmente las sentencias de muer­
te por el castigo corporal y reduce las sentencias de castigo corporal a 
multas. Para hacer estos cambios, el Código hitita sencillamente inser­
ta la expresión «antes» al comienzo de la ley antigua y después intro­
duce la nueva ley con « ... pero ahora ... ». 
Los paralelos del Código hitita en el antiguo Israel aparecen prin­
cipalmente en el libro del Deuteronomio (Dt 12- 26) y en el libro del 
Levítico (Lv 17- 26). Estos paralelos son especialmente claros en el uso 
de términos técnicos parecidos en ambos códigos. Los términos «her­
mano» y «cuñado» identifican a ciudadanos que están vinculados por 
un pacto, más que simples individuos con lazos de parentesco por 
nacimiento. Por ejemplo, en el libro del Deuteronomio (Dt 25,5-10) un 
«cuñado» es un guardián legal. Las mismas connotaciones legales 
aparecen en nuestro uso de «hijos» en el nombre de una empresa como, 
por ejemplo, «J. Pérez e Hijos». Aunque en nuestra lengua usamos los 
términos «hermana» e «hija» sólo para identificar a los miembros de la 
familia de origen, en las lenguas semíticas tales palabras implican a 
menudo también importantes connotaciones legales. Otro paralelo 
destacado aparece en la práctica de sellar un pacto, en el que se inter­
cambian alimentos y armas, con un matrimonio. Las mujeres idóneas 
para tales matrimonios se nombran en un decálogo de doce cláusulas 
en el libro del Levítico (Lv 18,6-18). 
CÓDIGO HITITA 111 
Art.. 10 (Ex 21,18-19) 
Si un ciudadano golpea a otro y la víctima queda inválida, entonces el ata­
cante cuidará de la víctima. El atacante pagará también a una persona que 
vele por la casa de la víctima hasta que ésta se recupere. Cuando la víctima 
se recupere, el atacante le dará seis siclos [ 48 gr] de plata y pagará el salario 
del médico. 
Art.. 17 (Ex 21,22-23) 
Si un hombre provoca un aborto a una mujer libre, pagará una multa de 
diez siclos [ 80 gr] de plata si ella está en el décimo mes, y cinco siclos [ 40 
gr] de plata si está en el quinto mes. Pondrá también sus tierras e hijos 
como aval. 
Art .. 67 (Ex 21,37 [heb. ]; 22,1 -4) 
Si un ciudadano roba una vaca, antes al ladrón le imponían una multa de 
doce cabezas de ganado; ahora al ladrón le imponen una multa de seis 
cabezas: dos terneros de dos años, dos terneros de un año y dos terneros 
que acaben de ser destetados. Pondrá también sus tierras e hijos como aval. 
Art .. 94 (Ex 22,1 [heb. ]; 22,2-3.7) 
Si un ciudadano entra a robar en una casa, entonces la multa se basará en 
la cantidad robada. Antes la multa era de cuarenta siclos [320 gr] de plata, 
pero ahora es de doce [ 96 gr]. 
Toros en un friso hecho de conchas en el templo sumerio de Ubaid. 
112 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Mar Mediterráneo 
Mapa de Turquía. Las zonas punteadas muestran 
dónde se encontraron las ruinas hititas. 
Art. 98 (Ex 22,6) 
Si un ciudadano prende fuego a una casa, entonces la casa será reconstrui­
da, y la familia compensada por todos los animales o personas que 
perecieron. 
Art. 111 (Ex 22,17; Dt 18,10-14; 1 S 28,3) 
Si una hechicera modela una estatuilla de arcilla y la usa para hacer magia, 
entonces la corte regia determinará la sentencia. 
Art. 189 (Lv 18,6-18) 
Un ciudadano no tendrá relaciones sexuales con su madre, su hija o su hijo. 
Art. 193 (Gn 38; Dt 25,5-10; Rt 4) 
Si un ciudadano muere, entonces su guardián legal [hitita: hermano] se 
casará con la viuda. 
Si un ciudadano y su guardián legal mueren, entonces el padre del ciu­
dadano se casará con la viuda. 
CÓDIGO HITITA 113 
Si un ciudadano, su guardián legal y su padre mueren, entonces uno de 
los hijos de su hermano se casará con la viuda [ ... ]. 
Art. 195 (Lv 18,6-18) 
Si un ciudadano abusa sexualmente de la mujer de su hermano mientras 
éste aún vive, entonces la sentencia será la muerte. 
Si un ciudadano abusa sexualmente de la hija de su esposa, entonces la 
sentencia será la muerte. 
Si un ciudadano abusa sexualmente de su suegra o de su cuñada, 
entonces la sentencia será la muerte. 
Art. 197 (Dt 22,22-27) 
Si un ciudadano viola a una mujer mientras están juntos en la montaña, 
entonces la sentencia para el hombre será la muerte; la mujer no es culpa­
ble. Si un ciudadano viola a una mujer mientras están juntos en casa de 
ella, entonces la sentencia para la mujer será también la muerte. Si el ma­
rido de la mujer los descubre en el acto, entonces podrá ejecutarlos sin 
juicio. 
CóDIGO MESOASIRIO 
í§l:IJ Teglatfalasar I, gran rey de Asiria de 1115 a 1077 a.C., publicó el 
Código mesoasirio. En 1903 los arqueólogos alemanes encontraron 
parte de él en Asur, en el actual Iraq. Estaba escrito en el dialecto asi­
rio de la lengua acadia, en cuneiforme, sobre quince tablillas de arcilla 
cocida. Actualmente se conservan en el Staatliches Museum de Berlín. 
Es posible que el Código mesoasirio tuviera mil líneas de extensión 
y probablemente seguía el mismo patrón literario que el Código de 
Hammurabi. Una inspiradora exposición de las hazañas militares y 
políticas de Teglatfalasar I introduce una sección principal de artículos 
destinados a poner en claro quién es culpable y quién es responsable. 
Hay semejanzas entre el Código mesoasirio y el Código de la alian­
za del libro del Éxodo (Ex 21- 23), el de santidad del libro del Levítico 
(Lv 17- 26) y el deuteronómico del libro del Deuteronomio (Dt 12- 26).A, art. 1 
Si la esposa o la hija de un ciudadano entra en un templo, roba algo y lo 
encuentran entre sus pertenencias, entonces será acusada ante el dios del 
templo donde lo robó y el dios determinará la sentencia. 
A, art. 2 (Lv 24,16; Dt 24,16) 
Si la esposa o la hija de un ciudadano blasfema o murmura, entonces sólo 
ella es culpable. Su marido, sus hijos y sus hijas no son culpables. 
CÓDIGO MESOASIRIO 115 
El rey Asurbanipal hace una libación sobre los leones matados en una cacería. 
Los músicos tocan delante del altar y los servidores del rey están a su espalda. 
A, art. 8 (Dt 25,11 -12) 
Si una mujer rompe uno de los testículos de un ciudadano durante una 
pelea, entonces le amputarán uno de sus dedos. 
Si una mujer rompe uno de los testículos de un ciudadano durante 
una pelea y, después incluso del tratamiento médico, el otro testículo tam­
bién se hernia, entonces sacarán los dos ojos a la mujer. 
A, art. 9 
Si un ciudadano fuerza a la esposa de otro y la trata como si tuviese dere­
cho a ello, entonces, después de seguir el debido proceso, le amputarán uno 
de sus dedos. 
Si un ciudadano fuerza a la esposa de otro para que le permita be­
sarla, entonces le pondrán el labio inferior bajo el filo de un hacha y se lo 
cortarán. 
A, art. 12 (Dt 22,23-27) 
Si un ciudadano obliga a la esposa de otro cuando ésta está fuera de casa y 
le dice: «Ten relaciones conmigo», y tiene relaciones con él, aun cuando ella 
se resista y no consienta, independientemente de si él ha sido sorprendido 
en el acto o ha sido acusado por testigos, el hombre será ejecutado. La 
mujer no es culpable. 
A, art. 13 (Dt 22,22) 
Si la esposa de un ciudadano deja su casa, visita la casa de otro y él tiene 
relaciones con ella, sabiendo que es esposa de otro, entonces ambos serán 
ejecutados. 
116 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
A, art. 14 
Si un ciudadano tiene relaciones con la esposa de otro en un templo o fuera 
de sus casas, sabiendo que es esposa de otro, entonces los dos recibirán cas­
tigos parecidos. 
Si un ciudadano no sabía que la mujer con la que ha tenido relaciones 
era la esposa de otro, entonces el hombre no es culpable. El marido de la 
mujer acusará a su esposa y la castigará como quiera. 
A, art. 15 (Dt 22,22) 
Si un ciudadano sorprende a otro teniendo relaciones con su mujer, enton­
ces, después del debido proceso, el hombre y la mujer serán ejecutados. El 
marido de la mujer no es culpable. 
Si un ciudadano sorprende a otro teniendo relaciones con su mujer, 
entonces el demandante denunciará al acusado ante el gobernante o ante 
los ancianos. 
Si, después del debido proceso, el demandante pide que su esposa sea 
acusada, entonces el gobernante o los ancianos ejecutarán también al 
acusado. 
Si el demandante pide que corten la nariz a su esposa, entonces el 
gobernante o los ancianos castrarán al acusado y mutilarán su rostro. 
Si el demandante pide que su esposa sea puesta en libertad, entonces 
el gobernante o los ancianos pondrán en libertad al acusado. 
A, art. 16 
Si la esposa de un ciudadano pide a otro que tenga relaciones con ella, 
entonces el hombre no es culpable. El marido de la mujer castigará a su 
esposa como quiera. 
Si un ciudadano obliga a la esposa de otro a que tenga relaciones 
con él, entonces, después del debido proceso, los dos recibirán castigos 
parecidos. 
A, art. 17 (Nm 5,11 -31) 
Si un ciudadano dice a otro: «Hay hombres que tienen relaciones con tu 
esposa», pero no hay testigos, entonces la mujer será sometida a ordalía en 
el río. 
A, art. 18 
Si un ciudadano dice a otro, en privado o en una disputa: «Hay hombres 
que tienen relaciones con tu esposa y yo voy a acusarla», pero no hay testi­
gos, entonces el acusador recibirá cuarenta bastonazos, realizará trabajos 
CÓDIGO MESOASIRIO 117 
forzados para el Estado durante un mes, será castrado y le impondrán una 
multa de un talento [30 kg] de plomo. 
A, art. 19 
Si un ciudadano empieza a rumorear de otro: «Hay hombres que tienen 
relaciones con tu esposa», o le dice personalmente en una disputa en pre­
sencia de otras personas: «Hay hombres que tienen relaciones homosexua­
les contigo y yo voy a acusarte», pero no hay testigos, entonces ~l acusador 
recibirá cincuenta bastonazos, realizará trabajos forzados para el Estado 
durante un mes, será castrado y le impondrán una multa de un talento [30 
kg] de plomo. 
A, art. 20 (L v 18,22; 20, 13) 
Si un ciudadano tiene relaciones homosexuales con otro, entonces, después 
del debido proceso, castrarán al acusado. 
A, art. 21 (Ex 21,22) 
Si un ciudadano maltrata físicamente a la hija de otro hasta que tiene un 
aborto, entonces, después del debido proceso, le impondrán una multa de 
dos talentos y treinta minas [75 kg] de plomo, recibirá cincuenta bastona­
zos y realizará trabajos forzados para el Estado durante un mes. 
A, art. 24 (Lv 20,10-21) 
Si la esposa de un ciudadano se escapa, entra en casa de otro, ya sea en la 
misma ciudad o en una ciudad vecina, está con la madre de familia, pasa 
allí tres o cuatro noches, sin conocimiento del padre de familia, y después 
esa mujer es capturada, entonces el marido de la mujer fugitiva le cortará 
las orejas y la llevará a casa. El marido de la cómplice de ella cortará las ore­
jas a su mujer y pagará una multa de tres talentos y treinta minas [ 105 kg] 
de plomo o se divorciará de ella. 
Si el padre de familia sabía que la mujer fugitiva estaba en su casa, 
entonces le impondrán una multa equivalente al triple de la dote de ella. 
Si el padre de familia se declara inocente y jura: «No sabía que había 
una fugitiva en mi casa», entonces le someterán a ordalía en el río. 
Si el padre de familia se niega a ir al río, entonces le impondrán una 
multa del triple de la dote de la esposa fugitiva. 
118 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Un hombre-toro alado asirio, llamado querubín en la Biblia. 
Estos dioses eran protectores de entradas y puertas. 
Si el ciudadano cuya esposa lo abandonó se niega a ir al río, entonces 
el padre de familia no tendrá que someterse a la ordalía. 
Si el ciudadano cuya esposa lo abandonó no le corta las orejas y la lleva 
a casa, entonces el padre de familia y su mujer no son culpables. 
A, art. 30 
Si un padre de familia ha pagado la dote por un hijo, pero la boda aún no 
se ha celebrado, y otro hijo que ya está casado muere, entonces nombrará 
al hijo todavía no casado como guardián legal de la viuda. 
CÓD IGO MESOASIRIO 119 
Si, después de aceptar la dote, el padre de la novia no quiere que su hija 
se case con un hombre que es guardián legal de otra mujer, entonces el 
padre de familia del novio podrá ignorar las objeciones y casar a la mujer 
con su hijo, o abolir el pacto y recuperar el plomo, la plata, el oro y la parte 
no comestible de la dote. No podrá recuperar nada de la dote que sea 
comestible. 
A, art. 33 (Gn 38,1 -30; Dt 25,5-10) 
Si el marido de una mujer que todavía vive en la casa de su padre muere y 
ella tiene hijos, entonces ella vivirá en una de sus dos casas, la que elija. 
Si el marido de una mujer que todavía vive en la casa de su padre 
muere y ella no tiene hijos, entonces el padre de su marido nombrará a uno 
de sus hijos como guardián legal de ella [ ... ] o desempeñará él mismo el 
papel de guardián legal de ella. 
Si el marido de una mujer que todavía vive en la casa de su padre 
muere, y el padre de ella y el padre de su marido también han muerto, y ella 
no tiene hijos, entonces ella pasará a ser viuda y podrá ir donde quiera. 
A, art. 37 (Dt 24,1) 
Si un ciudadano quiere divorciarse de su mujer, puede darle algo o puede 
no darle nada. 
A, art. 40 (Gn 38,14-15) 
Las madres de familia, las viudas y otras mujeres libres tienen que llevar 
velo cuando salen de su casa. Las mujeres casaderas tienen que llevar velo 
[ ... ] cuando salen de su casa. Las concubinas tienen que llevar velo cuando 
salen con su señora. Las mujeres qadiltu, que son sacerdotisas casadas, tie­
nen que llevar velo cuando salen de su casa.Las mujeres qadiltu no casadas no tienen que llevar velo cuando salen 
de su casa. Las prostitutas no tienen que llevar velo. 
Si un ciudadano ve a una prostituta que lleva velo, entonces será arres­
tada, se citará a los testigos y será acusada ante la asamblea en la puerta del 
palacio. Sus joyas no podrán ser confiscadas, pero el acusador confiscará su 
ropa. Ella recibirá cincuenta bastonazos y se derramará brea en su cabello. 
Si un ciudadano ve a una prostituta que lleva velo y no la acusa en la 
puerta del palacio, entonces recibirá cincuenta bastonazos, sus vestiduras 
serán confiscadas, sus orejas serán perforadas y atadas con una cuerda 
120 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
detrás de la cabeza y tendrá que realizar trabajos forzados para el Estado 
durante un mes. 
Las esclavas no tienen que llevar velo. 
Si un ciudadano ve a una esclava que lleva velo, entonces será arresta­
da y acusada ante la asamblea en la puerta del palacio, le cortarán las ore­
jas y su ropa será confiscada por el acusador. 
Si un ciudadano ve a una esclava que lleva velo y no la arresta y la acusa 
en la puerta del palacio, entonces, después del debido proceso, recibirá cin­
cuenta bastonazos, sus orejas serán perforadas y atadas con una cuerda 
detrás de la cabeza, sus vestiduras serán confiscadas y tendrá que realizar 
trabajos forzados para el Estado durante un mes. 
A, art. 41 
Si un ciudadano quiere casarse con una mujer capturada, entonces tiene que 
pedir a cinco o seis vecinos que se presenten y le pondrá el velo en presen­
cia de ellos mientras jura: «Es mi esposa», y ella se convertirá en su esposa. 
Si una concubina no lleva velo en presencia de testigos y el padre de 
familia no jura: «Es mi esposa», entonces sigue siendo concubina y no 
esposa. 
Si un ciudadano muere y su esposa no tiene hijos, entonces los hijos 
que tiene con sus concubinas podrán recibir parte de la hacienda. 
A, art. 45 
Si el marido de una mujer casada es hecho prisionero de guerra y el padre 
de familia de la mujer y el padre de familia del marido han muerto, y ella 
no tiene hijos, entonces tendrá que permanecer fiel a su marido durante 
dos años. [ ... ] 
Si durante esos dos años, la mujer jura ante testigos que no tiene lo 
suficiente para vivir, entonces el Estado le nombrará un guardián legal que 
la sostenga, y la mujer trabajará para la familia de él. [ .. . ] 
Si durante esos dos años, la mujer jura ante testigos que no tiene lo 
suficiente para vivir, pero su marido iba a heredar un campo y una casa en 
la ciudad, entonces la autoridad local y los ancianos de la ciudad aceptarán 
su campo y su casa como aval y pagarán su sustento. [ .. . ] 
[ ... ] después de dos años, la autoridad local y los ancianos de la ciudad 
la declararán viuda; luego podrá ir a vivir con el marido que elija. 
Si un marido que es hecho prisionero de guerra regresa después que su 
esposa ha sido declarada viuda y se ha vuelto a casar, entonces la tomará de 
nuevo consigo. No puede reclamar los hijos que ella ha tenido con su 
segundo marido, pues pertenecen a la familia de éste. A no ser que perma-
CÓDIGO MESOASIRIO 121 
Representación 
simbólica de Asur 
que da la lluvia 
para preservar 
la vegetación 
sobre la tierra. 
nezca en el ejército, pagará a la autoridad local y a los ancianos de la ciudad 
todo lo que hayan gastado en el sostenimiento de su esposa y recobrará su 
derecho a heredar un campo y una casa en la ciudad. 
Si un marido que es hecho prisionero de guerra muere en un país 
extraño, el soberano tiene que reasignar su campo y su casa a quien desee. 
A, art. 47 (Ex 22,17; Lv 20,27; Dt 18,10-14; 1 S 28,3) 
Si un hombre o una mujer practica la magia, o si un hombre o una mujer 
posee pociones u objetos mágicos, entonces, después del debido proceso, 
los acusados serán condenados a muerte. 
Si un ciudadano da testimonio de que un hombre o una mujer practi­
ca la magia, o si un ciudadano escucha que un testigo ocular jura: «Lo he 
visto con mis propios ojos», entonces se presentará y testificará ante el 
gobernante. [ ... ] 
A, art. 50 (Ex 21,22-25) 
Si un ciudadano maltrata físicamente a la esposa de otro hasta que tiene un 
aborto, entonces el marido de ésta maltratará físicamente de la esposa del 
acusado hasta que tenga un aborto. El acusado compensará a la víctima 
dando a la familia de ésta un hijo de su propia familia. 
122 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Si un ciudadano maltrata físicamente a la esposa de otro hasta que 
tiene un aborto y muere, entonces el acusado será ejecutado y su familia 
compensará a la víctima dando a la familia de ésta un hijo. 
Si un ciudadano maltrata físicamente a la esposa de otro hasta que 
tiene un aborto, y su marido no tiene hijos, entonces el acusado será ejecu­
tado y, aunque el feto sea mujer, su familia compensará a la víctima dando 
a la familia de ésta un hijo. 
A, art. 53 
Si una mujer aborta, entonces, después del debido proceso, la empalarán en 
un poste y no la sepultarán. 
Si una mujer aborta y muere, entonces empalarán su cadáver en un 
poste y no lo sepultarán. 
Si un ciudadano oculta a una mujer para que pueda abortar y no la 
acusa ante el juez [ ... ]. 
A, art. 55 (Dt 22,23-27) 
Si una mujer casadera, que es hija de un ciudadano, que vive en la casa de 
su padre, que no está comprometida ni casada y no es aval para ninguna de 
las deudas de su padre, es raptada y violada por otro ciudadano, en la ciu­
dad, en el campo, en la calle de noche, en un granero o en la fiesta de una 
ciudad, entonces el padre de familia de ella raptará y violará a la esposa del 
agresor de su hija. 
Si el agresor no tiene esposa, el padre de la hija que fue raptada y vio­
lada podrá también dar su hija al agresor en matrimonio, y éste pagará 
al padre un tercio más del valor común de la dote en plata, como dote por 
una mujer casadera, y se casará con ella sin que tenga oportunidad de 
divorciarse. 
Si el padre no quiere dar su hija en matrimonio al agresor, aceptará 
como multa un tercio más del valor común de la dote en plata y dará su hija 
en matrimonio a quien quiera. 
A, art. 56 (Ex22,16-17; Dt 22,28-29) 
Si una mujer casadera consiente libremente en tener relaciones con un 
hombre casado, entonces el hombre tendrá que jurar que no la obligó, y el 
padre de la mujer no tocará a la esposa del hombre. El hombre pagará un 
tercio más del valor común de la dote en plata por una mujer casadera, y el 
padre de familia de ella podrá castigar a su hija como quiera. 
CÓDIGO MESOASIRIO 123 
A, art. 58 
Sólo los funcionario~ del Estado pueden ejecutar sentencias prescritas con­
tra la esposa de un cmdadano, como sacarle los ojos o cortarle las orejas. 
A, art. 59 
Aunque un marido no puede ejecutar ninguna sentencia prescrita contra 
su esposa, puede, sin responsabilidad legal, arrancarle el cabello mutilarle 
o retorcerle las orejas, si se lo merece. ' 
RELATO DE BALAÁN 
~ Hendricus Jacobus Franken excavó Deir 'Alla en el valle del Jordán en 
1967. Primero descubrió un poco de yeso sobre el que se había escrito 
con tinta roja y negra y después dos grandes inscripciones en estado 
fragmentario. El yeso pudo servir para enlucir una estela o los muros 
de un santuario dedicado a los miembros de la asamblea divina, nom­
brados en los relatos con la intención de que protejan a las gentes de 
Deir 'Alla de los desastres naturales descritos en los sueños de Balaán. 
Estas tradiciones están escritas en un dialec._to de la lengua ara1!}ea 
común en la parte meridional de Canaán. Los objetos encontrados con 
el yeso y el estilo de escritura datan del año 700 a.C. 
Los fragmentos han sido reunidos en más de una secuencia. En una 
de las combinaciones Balaán sueña que la asamblea divina planea des­
truir su ciudad volviendo del revés la naturaleza. Los animales domés­
ticos se tornarán salvajes y los salvajes se volverán domésticos. Las 
mujeres pobres usarán mirra como si fueran ricas. A la mañana 
siguiente Balaán inicia una lamentación. Cuando la gente le pregun­ta por qué se lamenta, les cuenta el sueño. El pueblo se arrepiente y la 
asamblea divina no castiga a la ciudad, pero condena a muerte a 
Balaán por haber frustrado sus planes. 
El motivo del mundo vuelto del revés en el libro de las Lamen­
taciones es paralelo de este relato de Balaán de Deir 'Alla. El motivo 
del dios que advierte a su protegido humano de un desastre inminente 
se encuentra también en el mito Inuma ilu, en la epopeya de Guilga­
més y en el relato del diluvio en el libro del Génesis. Balaán aparece 
también en el libro de los Números (Nm 22,5-24,25). 
Líneas 5-10 (Ex 6,3; 30,23-33; 1 S 9,9; Lm 2,10; 3,2; Jl 2,10) 
Éste es el relato de Bal~n, hijo de Beor y vidente. La asamblea divina se 
apareció a Balaán, hijo de Beor, de noche. Y soñó que oía a .gl pronunciar 
RELATO DE BALAÁN 
Pintura sobre una vasija cananea hallada cerca de Ziklag y que muestra 
unos antílopes alimentándose de arbustos. 
(Edad de Bronce tardía). 
125 
una sentencia de muerte contra su ciudad. Se despertó en el momento en 
qu~ la asamblea_ divina anunciaba el comienzo de una sequía que quemaría 
la tierra de su cmdad como un fuego rabioso. Cuando Balaán se levantó a 
la mañana siguiente, ~mpezó a ayunar y lamentarse amargamente. 
Las gentes d,e la cmdad le preguntaron: «Balaán, hijo de Beor, ¿por qué 
ayunas? ¿Por que te lamentas?». Y Balaán accedió a contarles su sueño. 
«Senta~s y dejadme que os cuente lo que los Sha<!fiay han hecho, 
deJadme que os muestre lo que la asamblea ,divina ha decidido. 
Los Shadday se reunieron en asamblea divina 
y decretaron [ ... ] 
Cerrar los cielos, 
echar los cerrojos de las nubes. 
Traer tinieblas 
en lugar de luz. 
Cerrar las puertas, 
mantenerlas selladas para siempre. 
Que la golondrina busque carroña como un buitre, 
que_el buitre píe por su comida como una golondrina. [ ... ] 
Que la cigüeña robe las crías del cormorán, 
[ ... ] desgarre el ave del cañaveral y la golondrina. 
Que los pastores apacienten con(jos en lugar de ovejas. [ ... ] 
Que la hiena se vuelva mansa, 
que los cachorros del zorro se tornen salvajes. 
126 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Un redil hecho de zarzas y quizá barro, utilizado para guardar 
el rebaño por la noche en época de trashumancia. 
(De un «graffito» sobre piedra encontrado en Jordania) 
Que las mujeres pobres se perfumen con mirra, 
que los sacerdotes huelan a sudor. [ ... ] 
Que los príncipes vistan harapos [ ... ] 
Que los respetados muestren ahora respeto, 
que los que antes mostraban respeto ahora lo reciban. 
Que los sordos oigan desde lejos, 
que los tont9s tengan visio~es [ ... ]». 
J OSUÉ, 
JUECES 
RELATO DE SINUHÉ 
§§(] El relato de Sinuhé se conserva hoy en cinco _papiros en el Museo de 
Berlín, y al menos en diecisig_te óstraca (fragmentos de cerámica) en 
otras partes. 
Sinu"f!i, un funcionario del faraón Amene'!!!:hat I (1991 -1962 a.C.), 
es quien cuenta el relato. Sinuhé sirvió a Neferu, la hija del faraón, y 
a su marido, Senwosret. Cuando Amenemhat muere, Sinuhé es testi­
go, sin pretenderlo~ de un comrz.lot para adueñarse de Egipto. Temeroso 
(0Wv) 
c1r~~ 
Cartuchos reales que 
muestran los nombres 
del faraón Senusret I 
(Kheperkara 
y Senusret). 
de que los traidores lo asesinen para protegerse, 
se destierra en Siria-Palestina, donde vive la 
mayor parte de su vida, lejos del país de Egipto, 
al que tanto ama. Cuando el relato termina, el 
faraón Senw_gsret I (1971 -1926 a.C.) y Neferu 
invitan a Sinuhé, ya anciano, a regresar a 
Egipto. 
El relato de Sinuhé manifiesta algunas 
semejanzas con las narraciones de Abrahán y 
Sara (Gn 11,27- 25,18), las de Jacob, Lía y 
Raquel (Gn 25,20-37,2) y las enseñanzas de 
José (Gn 41) en el libro del Génesis, que descri­
ben en gran parte los mismos lugares y costum-
bres. La adopci9.n de Sinuhé por un beduino 
asiático y su matrimonio con la hija del jefe se 
parece a la experiencia de Moisés con Jetró el quenita en el libro del 
Éxodo (Ex 2,11-22). Sinuhé describe su duelo en Siria-Palestina con 
un lenguaje muy parecido al empleado en el relato en el que David 
libera a Israel de Goliat en el Primer libro de Samuel (1 S 17,17-58). 
B: 20-35 
[ ... ] Viajé de noche, alejándome de Egipto, y al amanecer llegué a Petni. Caí 
rendido en una isla de los Lagos f,.margos [en egipcio: Kemuer]. Tenía la 
garganta tan seca y sedienta,que pensé que iba a morir de sed. [ ... ) Me dije: 
130 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
«¡Estoy a punto de gustar la muerte!». De pronto, oí ruidos de ganado, volví 
en mí y me puse en pie. Unos beduiqps asiáticos se estaban acercando. El 
cabeza de familia, que había viajado anteriormente a Egipto, me reconoció. 
Me dio agua, me hizo cocer leche y viajé con su tribu. Fueron hospitalarios 
conmigo. Pasé de una familia a otra hasta que llegué a Biblos [ en egipcio: 
Kpny] en la costa de Siria. Allí viví en el desiertq oriental [ en egipcio: 
Quedem ] durante un año y medio. 
Entonces, Amunenshi, que era el gobernante del norte de Siria-Pales­
tina [ en egipcio: Rete;u ], me invitó a vivir en su país. «Serás feliz conmi­
go», me dijo,« [ .. . ] ¡porque volverás a oír la lengua de Egipto!». Amunenshi 
me hizo esta invitación porque los otros egipcios que había en su país le 
habían dicho que yg era hon_!ado y sabio. 
~ Sinuhé se casó con la hija mayor de Amunenshi y se estableció en su 
país. Vivió en él como los beduinos y llegó a ser famoso por sus rique­
zas y la fuerza de su familia. También acogió a los viajeros como pago 
por la hospitalidad que él había recibido en su huida de Egipto. 
78-100 
Amunenshi me acogió en su familia y me dio su hija mayor como esposa. 
Me dejó escoger mis tierras entre sus propiedades, dentro de la región de 
Yat, Era una tierra que man~ba higQs y uv~s. Tenía más viQO que ag~_a, miel 
y aceite en abundancia. [ ... ] 
Todos los mensajeros y todos los que, procedentes de Egipto, cruzaban 
por mis tierras, eran invitados a mi casa. Daba agua a los sedientos, orien­
..-i taba a los viajeros y ayudapa a los que habían sido asaltados. Aconsejé al 
beduino asiático en tiempos de agitación social. 
110-150 
Un día, un hombre fuerte de Siria-Palestina entró en mi tienda y me retó a 
un duelo. Era un guerrero sin igual. Nunca había perdido un duelo. Su 
familia le había animado a entablar un combate conmigo y, una vez que me 
hubiera avergonzado, a adueñª-rse de todo mi ganado. 
Amunenshi me preguntó cómo había hecho yo que el hombre fuerte 
se sintiera humillado. Yo le juré: «Ni siquiera conozco a ese hombre. No 
tengo ningún pacto con él y nunca invadí su campamento. Nunca fui hués­
, ped suyo ni robé ganado de sus apriscos. Está furioso conmigo porque soy 
tu obediente servidor [ ... ] ». 
RELATO DE SINUHÉ 
Escena de caza en el desierto que muestra al propietario, su servidor 
y sus perros de caza. (Tumba egipcia de Senbi en Meir, dinastía xn). 
131 
Aquella noche tensé mi arco [en egipcio: pdt] y practiqué lanzando 
mis flechas. Saqué mi cuchillo [ en egipcio: b3gsw] de la vaina y lo afilé. Al 
amanecer, la mitad de toda Siria-Palestina había llegado y montado un 
campamento para presen~iar el du~lo. 
Cada vez que el hombre fuerte avanzaba, yo retrocedía para que no me 
alcanzara. Todos querían que yo . venciera. Hombres y mujeres gemían. 
Todos me daban por perdedor. Todos se preguntaban: «¿Cómo puede 
alguien derrotar a un hombre tan fuerte?». Él iba armado con un escudo, 
un hacha [en egipcio: minb] y una brazada de jabalinas [en egipcio: nywy]. 
Una tras otra, esquivé las jabalinas y evité las flechas. Esperé hasta que final ­
mente el hombre fuerte se precipitó hacia mí y entonces le disparé una fle ­
cha al cuello. Con un fuerte grito cayó de bruces mortalmente herido. Le 
rematé con su propia hacha, me puse en pie sobre su espalda y lancé mi 
grito de victoria mientras todos los asiát~os hicieron sonar sus aplausos 
como un trueno. Canté himnos a Moaj:u, el guerrero divino, mientras la 
familia del hombre fuerte cantaba sus lamentos. 
§§:!] A pesar de lariqueza, el respeto y la aventura que Sinuhé vivió en 
Siria-Palestina, sentía nostalgia. Como respuesta a unas discretas ave­
riguaciones, Senw~sret (Sesostris) I le invita a regresar a Egipto. 
248-284 
~ amanece~, fui escoltad,º por diez ancianos y diez soldados hasta el pala­
c10 del faraon. Me postre entre la larga fila de esfinges, mientras los hijos 
del faraón miraban desde un balcón situado en lo alto de la puerta del pilo­
no. L~~ ancianos y los soldados me escoltaron hasta la gran sala y después 
me d1Jeron que me presentara al faraón en sus habitaciones privadas. 
132 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Hachas de guerra típicas 
representadas 
en monumentos cananeos. 
Encontré al faraón sentado en un gran trono en una sala cubierta con 
paneles de oro y plata. Al punto me postré ante él. Se me había olvidado 
cómo comportarme en su presencia. No obstante, el divino faraón se diri­
gió a mí amablemente. De inmediato, empecé a sentir convulsiones. Mi 
alma-ba abandonó mi cuerpo. Mis manos y pies temblaron. Me quedé 
inconsciente. 
En ese momento el faraón ordenó a uno de sus soldados: «Despiértalo. 
Quiero hablar con él». Entonces el faraón me dijo: «Mira, has realizado un 
terrible viaje por tierras extrañas. La anciani~ad es tu enerpigo. La debili­
dad se ha apoderado de ti. Tu sepultura no es asunto de poca monta. No 
debes ser sepultado como un miserable nóm-ªda. No, en modo alguno. [ ... ] 
¿Por qué no respondes cuando te hablo?». 
Estaba tan aterrorizado 8ue no podía contestar: «No entiendo lo que 
mi señor está diciéndome. Quiero responder, pero no puedo. El terror se ha 
adueñado de mí. [ ... ] Sólo puedo estar aquí, frente a ti. Mi vida está en tus 
manos. Haga el faraón conmigo lo que quiera». 
Entonces el faraón hizo llamar a la Reina Neferu y a sus hijos: «Éste es 
Sinuhé, vestido como un habitante de los pueblos asiáticos, como un 
nómada». Neferu dio un grito de alegría y todos los hijos empezaron a reír. 
Neferu y los hijos siguieron preguntando al faraón: «¿Es éste de verdad 
Sinuhé?». 
El faraón les aseguró: «Ciertamente es él». 
RELATO DE SINUHÉ 133 
~ Se canta un himno con acompañamiento de sonajas y sistros, como 
reconocimiento de que Sinuhé había regresado a Egipto y había recu­
perado el favor real. 
285 
Salí de la sala de audiencias de la mano de los hijos del faraón. Me entrega­
ron una lujosa casa con un baño, digna de un príncipe. Me dieron también 
vestiduras del más puro lino, mirra y los perfumes usados por el faraón y 
su corte. Tenía esclavos que cumplían todos mis deseos. Me quitaron años 
cuando me afeitaron y peinaron mi cabello. [ ... ] Estaba vestido con el lino 
más fino y ungido con el mejor aceite y descansé en una cama. Devolví la 
aref(ª a los que viveJ:L_en ella y el aceite de madera a los que se untan con él. 
¡§i{) Para completar su transición a la vida y la vida eterna en Egipto, 
Sinuhé acondicionó su tumba y estableció lo que tenían que hacer los 
sacerdotes funerarios para preparar su cuerpo después de la muerte. 
Había logrado completar el círculo de su vida y estaba contento. 
Indumentaria egipcia durante el periodo de la dinastía Xll. 
ANALES DE TUTMOSIS III 
~ Varias copias importantes de los anales de Tutmosis III (1479-1425 
a.C.) fueron descubiertas por arqueólogos alemanes y publicadas por 
primera vez por C.R. Lepsius. Tutmosis había ordenado que los anales 
fueran grabados en jeroglíficos en las paredes de su sección del gran 
templo de Karnak, en una parte de la pared norte de la sala este del 
recinto del templo de Amón. El templo y sus inscripciones siguen en 
su localización original en la orilla oriental del Nilo en Luxar, Egipto. 
Después los arqueólogos alemanes descubrieron una estela de granito 
de Jebe! Barkal junto a la cuarta catarata del Nilo en la que también se 
inscribió una parte de los anales de Tutmosis. La estela de Barkal se 
Cabeza de Tutmosis lll. 
\ 
ANALES DE TUTMOSIS 111 135 
conserva en el Museo de El Cairo. Mientras examinaban los templos 
en Armant, en el Alto Egipto, arqueólogos británicos descubrieron 
una estela de granito rojo en la que se había grabado otra copia de los 
anales de Tutmosis. La estela de Armant se conserva actualmente en el 
Museo de El Cairo. 
Los anales son las crónicas que los soberanos en el mundo bíblico 
mandaban redactar como prueba de que habían protegido el país y 
habían cuidado del pueblo que la asamblea divina les había encomen­
dado. El primer destinatario de estos anales es el dios del soberano. 
Tutmosis III, en sus anales, refiere a su dios, Amón-Ra, que ha recons­
truido el imperio egipcio en Siria-Palestina, donde ha realizado dieci­
séis campañas durante un periodo de veinte años. La batalla de 
Meguido en el año 1468 a.C. fue la mayor victoria de Tutmosis. Según 
la esteTa de Jebe! Barkal, la batalla de Meguido duró siete_ meses. 
Durante este tiempo el ejército egipcio cosechó eñtre cuatrocientos mil 
y un millón de celemines de trigo de los campos de Meguido. Entre los 
trofeos de guerra de Meguido había 924 carros. 
Paralelos de los anales de Tutmosis se encuentran en los libros de 
Samuel y de los Reyes, donde los reyes de Israel y Judá presentan a 
Yahvé crónicas similares. 
Estela deArm.E.nt: 8-11 (1 R 15,16-22) 
DíA DÉCIMO DEL SEGUNDO MES DE LA SEGUNDA ESTACIÓN 
DEL AÑO VIGESIMOSEGUNDO DEL REINADO DE TUTMOSIS III 
Su majestad, Tutmosis III, marchó inmediatamente a Siria-Palestina [ en 
egipcio: cruzó el Río] para arrasar sus ciudades fronterizas, destruyéndolas 
por completo con fuego. Erigió una estela de victoria en su orilla oriental. 
[ ... ) También marchó a Djahi para castigar a los traidores [ en egipcio: rete­
n u] y recompensó a los que eran leales a Egipto. Después de cada campaña 
victoriosa, regresó a Egipto, que prosperó como lo había hecho durante la 
época primordial cuando Ra, su dios, gobernaba solo el país. 
Estela deArmant: 12-15 (2 R 23,29-30) 
DíA SEGUNDO DEL CUARTO MES DE LA SEGUNDA ESTACIÓN 
DEL AÑO VIGESIMOSEGUNDO DEL REINADO DE TUTMOSIS III 
Su majestad, Tutmosis III, obtuvo una gran victoria cuando marchó de 
Menfis a Siria-Palestina para castigar a los traidores. Después de que su 
ejército hubo recuperado el control de todos los caminos, los traidores se 
refugiaron en Megui_do. Su majestad dirigió su ejército a través del estrecho 
136 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Mural de la tumba de Sebekhotep en Tebas. Muestra a príncipes sirios 
presentando sus tributos. ( Dinastía XVIII, hacia elca. 1400 a. C.) 
paso junto al Wadi_Ara contra los traidores de toda Siria-Palestina que esta­
ban esperándole en la llanura de Megu_ido [ ... ] pero los traidores huyeron 
como pájaros a la ciudad con su caudillo. [ .. . ] Entregaron todo lo que pose­
ían a cambio de su vida. Su majestad regresó jubiloso a Egipto y todos los 
gobernantes de Siria-Palestina le ofrecieron tributos. 
Sala de la fiesta Hebsed en Harnak 
DtA VIGESIMOPRIMERO DEL PRIMER MES 
DE LA TERCERA ESTACIÓN DEL AÑO VIGESIMOTERCERO 
[ ... ] cuando Tutmosis III dirigió su ejército para vencer a los traidores, éstos 
huyeron aterrorizados a la ciudad de Meguido. Abandonaron sus carros de 
oro y plata, tirados por caballos, y fueron alzados sobre las murallas de 
Meguido gracias a las ropas que vestían y a las piezas de tela que les habían 
arrojado desde las murallas porque las puertas de la ciudad ya habían sido 
cerradas. Si los soldados de Tutmosis III no hubieran estado tan interesados 
en saquear todo lo que los traidores habían abandonado en la llanura de 
Meguido, podrían haber capturado la ciudad aquel primer día de batalla, 
mientras los traidores de Cadés y Meguido eran alzados sobre las murallas, 
paralizados por el miedo a la gran serpiente uraeus sobre la frente de su 
majestad. 
CARTAS DE EL AMARNA 
~ Las primeras trescien1{:ts tablillas que contienen las cartas de El 
Amarna fueron halladas en 1887 por una muj_g de un pueblg egipcio, 
que las ven_qió por unJólar aproximadamente. Después los arqueólo­
gos, en las excavacioneso comprándolas, recuperaron quinientq__s cua­
renta tablillas o fragmentos. Hasta la fecha se han publicado tresf._ien­
tas oche1J:_ta y do_s tablillas, de las cuales trescientas cincuenta son 
comunicados diplomáticos. Actualmente se conservan en el Vordera­
siatisches Museum de Berlín, en el British Museum de Londres, en el 
Museo de El Cairo y en el Museo del Louvre en París. Fueron escritas 
en un dialecto aca~io, en caracteres cuneifor_mes, pero incluyen 
muchas palabras y expresiones cana!leas. 
Akena.J_ón (1352-1335 a.C.) construyó la ciudad real de El Amar..na 
para reemplazar a Tebas como capital de Egipto. El lugar que escogió 
estaba situado a 240 km aproximadamente al sur de la actual ciudad 
de El Cairo y, al parecer, ocupaba el centro_geográfico exacto del Egipto 
de aquella época. Tebas estaba situada a unos 240 km más al sur de El 
Amarna. Las cartas de El Amarna fueron escritas a Ame!!ofis III 
(1398-1361 a.C.) y Akenatón por sus gobernadores en Siria-Palestina. 
Ninguno de estos dos faraones dirigió bien la política interior ni la 
exterior. Como consecuencia, los gobernadores de Egipto y su imperio 
comercial en Siria-Palestina se apoderaban de los rebaños y las cose­
chas de los pueblos para obtener materias primas y de las caravanas 
para obtener mercancías. En las cartas de El Amarna los gobernadores 
declaraban su lealtad al faraón y repetidamente pedían soldados que 
los protegieran de los demás gobernadores, a quienes tachaban de 
rebeld€_s (en acadio: 'apiru). 
Hoy tenemos pocas .pruebas para identificar a los 'apiru de las car­
tas de El Amarna con los hebr~s de la Biblia. No obstante, esta agita­
ción social en Siria-Palestina durante el Imperio Nuevo (1500-1250 
a.C. ) es comparable con la agitación social en Siria-Palestina durante 
el periodo del hierro I (1200-1000 a.C.) descrito en los libros de Josué 
y de los Jueces. 
138 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Pintura de una tumba egipcia que muestra 
a hombres característicos de Siria y Canaán, 
donde se escribieron las cartas de El-Amarna. 
Carta 244,1 -30 (Est 3,2; Is 45,23) 
A: Faraón, rey de los cielq_s y de la tierra 
De: Biri~iya, gobernador de Megujdo 
Un soldado egipcio 
con escudo 
honrando al faraón. 
Yo soy tu esclavo y renuevo mi alianza contigo como mi faraón inclinán­
dome ante ti siete y siete veces. 
El faraón tiene que saber que, desde que sus arqueros regresaron a 
Egipto, Labª-YU, el gobernador de Siqufn, no ha dejado de inva<F: las tierras 
de Meguido. Las gentes de Meguido no pueden abandonar la cmdad para 
esquilar tus ovejas por miedo a los soldados de Labayu. 
Debido a que has reemplazado a los arqueros, Labayu tiene ahora fuer­
za suficientes para atacar a la ciudad de Meguido. Si el faraón no refuerza 
la ciudad, Labayu la capturará. 
Los habitantes de Meguido están ya pasando hamb.re y sufriendo 
enfermedades. Suplico al faraón que envíe ciento i::incuenta soldados para 
proteger a Meguido de Labayu o éste ciertamente capturará la ciudad. 
CARTAS D E EL AMARNA 
Carta 254, 1-40 
A: Faraón, rey de los cielos y de la tierra 
De: Labayu, gobernador de Siquén 
-- ~ 
139 
Yo soy tu esclavo, soy menos que el polyo bajo tus pies, y renuevo mi alian­
za contigo como mi faraón inclinándome ante ti siete y siete veces. 
He recibiEo la ca~!ª del faraón. Tus temores son infun~ados. Soy 
demasiado insignific~nte para constituir una amenaza para las tierras del 
faraón en Canaán. 
Soy, y siempre lo he sido, leal al faraón. No soy un traidor ni un rebel­
de. Pago puntualmente el tributo y obedezco'i'odas las órdenes que me da 
el representante del faraón aquí en Canaán. Si el faraón quiere examinar el 
caso personalmente, verá que soy víctima de mentiras maliciosas. 
Mi único crimen es que he invadido las tierras de Gué~r para reem -
plazar las tierras de Siquén, que el faraón me_confiscó. Millsj.lu, el goberna­
dor de Guézer, ha cometido ofensas incluso peores que las mías, y el fara­
ón no le ha confisc~do sus tierras. 
El faraón ha acusado también a mi heredero como rebelde [ en acadio: 
'apiru ]. No sabía que mi hijo estaba asociado con rebeJdes. Desde entonces 
se lo he entregado a Addaya. Incluso si el faraón acusa a mi mujer, la entre-
garé para que sea juzgada. -
Ni siquiera me negaré a clav~r una daga de bronce en mi_corazón, si 
así lo ordenas. 
Carta 286,1 -64 (1 R 11,26; Mi 6,3) 
A: Faraón, rey de los cielos 
De: 'Abdi-Heba 
Yo soy tu esclavo y renuevo mi alianza contigo como mi faraón inclinán­
dome ante ti siete y siete veces. ¿Qué he hecho para disgustar al faraón? La 
acusación que circula en tu corte, según la cual «'Abdi_-Heba es un rebel­
de» , está destruyendo mi buen nombre. Soy perfectamente consciente de 
que debo mi autoridad a la mano poderosa del faraón, y no a una heren­
cia. ¿Por qué iba a rebelarme contra el faraón, mi señor? 
Una y otra vez he preguntado al representante del faraón: «¿Por qué 
apoyas a los rebeld~s que invaden las tierras de tus gobernadores en 
Canaán?». Ahora él me acusa con traición. Enha.tpu me culpa de que no 
140 PARA LELOS DEL ANT IG UO TES TAMENTO 
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Funcionarios del harén real se inclinan ante el faraón Akenatón. 
(De la tumba de Ramose en Tebas, dinastía XIX) 
protejo las tierras del faraón, pero fue el quien retiró a los soldados que el 
faraón envió para defender estas tierras. Hoy no quedan soldados para pro­
teger las tierras del faraón. Hoy corresponde exclusivamente al faraón hacer 
frente a los rebeldes a quienes Milkil_u, el gobernador de Gut zer, ha incita­
do para que se apoderen de las tierras del faraón. 
En muchas ocasiones he pedido una audien~ia con el faraón, pero la 
hostilidad contra mí me ha impedido acudir. Sólo si el faraón envía solda­
dos que protejan sus tierras podré llegar a la corte para hablar con él. Juro 
por la vida del faraón que pronto todas las tierras del faraón en Canaán se 
perderán y que ni uno solo de los gobernadores permanecerá fiel al faraón. 
Que el faraón tenga a bien enviar los arqueros necesarios para reforzar 
la guarnición. Sin oposición, los rebelEes continuarán saque~ndo las tierras 
del faraón a su antojo. El faraón sólo puede tener esperanzas de mantener 
sus tierras bajo control si envía arqueros este año. 
(Nota para el escriba del faraón: Cerciórate de que al menos esta parte 
de mi mensaje sea conocida directamente por el faraón, rey de toda la tie­
rra: «Las tierras del faraón, mi señor, en Canaán se perderán»). 
ANALES DE RAMSÉS III 
~ ~uand~ Napoleón inva~ió Egipto (1798-1803), en su expedición via­
;aban ciento sesenta y siete estudiosos con la misión de estudiar y cata­
logar sus antigüedades. Dominique Vivant Denon tomó notas sobre 
~edinet Habu en el valle de los faraones en Lu:[or, Egipto. Un alto 
pilono o puerta de entrada da acceso a un amplio atrio tras el cual se 
alza el pilono de 27 metros que conduce al santo de los santos. Bien 
graba,dos en las dos caras del pilono de entrada, con una profundidad 
de mas de ~O cm, se encuentran los anaJes de un faraón que conquista 
a sus enemigos. Jean Fran9ois Champollion tenía sólo ocho años cuan­
do Denon esbozó estos relieves, pero en 1822, a la edad de ·32 años, des­
cifró los jeroglíficos por primera vez. En 1829 había identificado con­
cluyentemente al faraón de Medinet Habu como Ramsés III (1194-
11~3 a.C~) y había traducido sus anales, que describen 1a defensa de 
Egipto, atacado por los Pueblos del Mar, entre los cuales se incluían 
los filisteos. ~ 
Los anales de Ramsés III guardan semejanzas con los relatos de 
Sansón en el libro de los Jueces (Je 13,1- 16,31), los de Samuel (1 S 
1,1-4,1 y 7,3- 8,13) y los de la subida de David al poder en los libros 
de ~amuel (1 S 8,4-2 S 18,13). El filisteo más famoso en la Biblia es 
Goliat (1 S 17,17-58). Los filisteos y los hebreos eran pueblos reunidos 
e~_el mismo país al mismo tiempo por Egipto, su enemigo común. Los 
filisteos se establecieron en el país, que otros llamarían «Philistia» o 
«Pal~s!ina». Los hebreQ_s se establecieronen el país llamado «Israel». 
Los filisteos procedían del Mediterráneo occidental, los hebreos venían 
de orie1:te. Filisteos y h~breQS aparecen aquí por primera vez a finales 
del_ perzodo del_ bronc_e final (1500-1250 a.C.), cuando los imperios de 
Micenas, Hatti y Egipto se hundie,;_on. Al comenzar la edad del hierro 
(1250-1~00 a.C.), estos dos pueblos compartían una frontera común 
en una tierra común, lo cual llevó a la competición y al conflicto. Esta 
~ucha entre DagóJJ, dios de los filisteos, y Yahvé, dios de los hebreos, 
iba a durar 250 años. 
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O $0 100 .___.,____..__..__.._ _ _.__ _________ _. cm. 
El faraón Ramsés llI entra en la cámara sacrijicial del templo 
con el bastón de mando Hrp. El faraón llevaba este cetro 
cuando actuaba como «maestro de ceremonias» 
con ocasión de las grandes ofrendas sacrijiciales. 
ANALES DE RAMSÉS III 143 
a:1 -26 (Jr 21,1 -10) 
AÑO OCTAVO DEL REINADO DE RAMSÉS III 
[ .. . ] los extranjeros de las isli!s formaron una alianza entre ellos. De repen-
te sus guerreros empezaron a invadir y destruir todos los países. Ningún 
país podía defenderse contra ellos. En una campaña redujeron Hatti, Kode 
y Arzawa en Turq~ía, Carque.!_Tlis en Siria y Alashiya en Chip_re. Montaron 
su campamento en Amor y empezaron a asesinar a las gentes de Siria­
Palestina y a devastar sus tierras como nadie lo había hecho nunca antes. 
Después se dirigieron hacia Egipto, que preparaba su fuego para devorar­
los. Esta alianza estaba formada por los filisteos, los tjeker, los shekelesh, los -
dannu_!la y los weshesh. Atacaron todos los p aíses sobre la faz de 1; tierra, 
jactándose con confianza: «¡Venceremos!». 
Ahora bien, mi divino corazón estaba tramando cómo los cazaría en la 
trampa como pájaros. [ ... ] 
Yo, soberano de la asamblea-divina, ordené a mis gobernantes y co­
mandantes en Siria-Palestina que desplegaran sus soldados y carros mar­
yanu en Djab i, en la cost'a. Les ordené equipar todos los barcos de guerra, 
baroos de carga y de transporte, de proa a popa, con soldados fuertemente 
armados y cuidadosamente elegidos, y bloqu~ar las bocas de todos los ríos 
de la costa. Aquellos barcos eran el orgullo de Egipto y rugían como leoµes 
en las montañas. Los corredores dirigían a los carros conducidos por los 
mejores soldados, cuidadosamente seleccionados. Los cuerpos de los caba­
llos se estremecían mientras esperaban para aplastar a los extranjeros bajo 
sus cascos. Como Mong¡, el guerrero divino, los conduje a la b'atalla, de 
modo que pudieran ver mi brazo extendido. [ .. . ] 
Batalla naval entre las fuerzas de Ramsés llI y los Pueblos del Mar. 
(Dinastía xx, siglo XII a.C.) 
144 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Los que llegaron a la frontera de Egipto por tierra fueron aniquil~dos. 
Su corazón y su alma no volverán a levantarse. Los que atacaron por mar 
fueron devorados en las bocas de los ríos, mientras las lanzas de los solda­
dos apostados en la orilla se cerraban a su alrededor como una emp~iza­
da. Fueron atrapados, arrastrados hasta la orilla, rodeados, ejecutados y 
apilados de pies a cabeza. Sus barcos y cargamentos iban a la deriva sobre 
el agui. - -
Decreté que nadie en los países de esos extranjeros dijera siquiera la 
palabra «Egipto». Si alguien la pronunciaba, tenía que ser quemadQ vivo. 
Desde el día que subí al trono de Ra-Harakhti, dios de los faraones, desde 
el primer día del poder divino de la serpiente uraeus que cabalga como Ra 
sobre mi frente, no he permitido a un solo extranjero ver la frontera de 
Egipto, ni a ninguno de los Nueve_b.rcos jactarse siquiera de haber luchado 
contra Egipto. Me he apoderado de sus tierras y he cruzado sus fronteras. 
Todos sus gobernantes y sus gentes cantan mis alabanzas, porque he segui­
do los caminos de Ra, señor de la tierra, mi incomparable padre, que 
gobierna la asamblea divina. -
CALENDARIO DE GUÉZER 
~ La calzada de la costa (en latín: via maris) fue una importante ruta 
comercial norte-sur que seguía la costa del mar Mediterráneo desde 
Egipto hasta el monte Carmelo. Un camino este-oeste conectaba esa 
calzada con Jerusalén. La antigua ciudad de Gu,ézer custodiaba el 
cruce. Allí, hacia el año 925 a.C., un estudiante practicó escribiendo 
hebreo sobre una tablilla de piedra caliza blanda y algo rectangular de 
más de 10 cm de largo por 10 cm de ancho aproximadamente. R.A.S. 
Macalister descubrió el texto en las excavaciones que realizó en 1908. 
El estudiante copió un calend3:.rio que identificaba cada mes del año 
agrícolg con tareas específicas. En Siria-Palestina el año agrícola 
empieza en oto'[l_o, cuando se recogen las aceitunas y las lluvias de 
octubre ablandan el suelo, reseco por el sol, lo suficiente para plantar. 
Paralelos del calendario de Guézer aparecen en los libros del Éxodo 
(Ex 9,31), Deuteronomio (Dt 24,20; 26,5-11), Josué (Js 2,6), Rut (Rt 
2,23), Samuel, (156,13) Reyes (1 R 19,19), Isaías (Is 5,6; 18,5; 24,13; 
28,25), Amós (Am 8,1), Jeremías (Jr 40,10), Eclesiastés (Qo 11,6) y 
Proverbios (Pr 20,4). 
El calendario de Guézer, escrito 
en hebreo arcaico. 
Después del exilio, Israel 
empezó a usar la escritura aramea. 
146 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Escena egipcia de la cosecha de cereales ( arriba) y la arada (abajo). 
(Tumba 3 de Beni Hasán, siglo XIX a.C.) 
Ago~to y septie112bre para recoger la aceituna, 
octuQ_re para sembrar la cebada, 
diciembre y enero para sembrar el trigo, 
febrero para escardar el lino, 
marzo y abril para cosechar la cebada, 
abril para cosechar el trigo y hacer fies!a, 
mayo y junio para podar las vides, 
julio para recoger el fruto del verano. 
Molde de una cabeza de mujer hallado en Petra. 
ARCHIVOS DE BABATHA 
~ Hacia el final de la segunda guerra entre Judea y Roma (132-135 
d.C.), unos judíos de Engqfl.í se refugiaron en una cueva de los riscos 
cercanos al mar Muerto, llamada actualmente por los arqueólogos 
«Cueva de las cartE_s» . Más tarde aquellos judíos fueron descubiertos 
y asesinados por los romanos. Entre ellos había una viuga llamada 
BabaQ!a. Ella y otros civiles abandonaron Engl!:_dí con los soldados 
judíos capitaneados por su cuñado Jonatán . Babatha se llevó consigo 
un paquete de documento!i)egales que había recibido de varios tribu­
nales entre los años 92 y 132 d.C. 
Los archivos de Babat~a fueron descubiertos durante 1960-1961 
por una expedición arqueológica isratlí dirigida por Yigael Yadfn. 
Estaban escritos en grt§go, nabateo y aran:!!º· Había 26 documentos 
escritos en griego, que era la leni-;J,a oficial de las provincias orientales 
del imperio romano. En algunos de ellos había notas en arameo y naba­
teo. Había seis documentos escritos en nabal_eo, que era la lengua de 
los habitantes de Petra, ciudad situada en el sur de la actual Jordania. 
Había tres documentos escritos en aramto, que era la lengua común 
hablada por los judíos de las provincias romanas de Judea y Siria a 
comienzos de la era común. Los archivos son una fuente única para 
reconstruir la vida cotidiana de esta región en la antigüedad, y arro­
jan luz sobre cuestiones como el sistema legal, la economía, las prácti­
cas religiosas, la geografía, la agricultura y la lingüística. 
Los archivos son también un fascinante testimonio de la tenacidad 
legal de una viuda ante los tribunales de justicia. Como Tamar en el 
libro del Génesis y Rut y Noemí en el libro de Rut, Babatha fue una 
persistente viuda dedicada a proteger los derechos legales de su fami­
lia . En el libro del Génesis, Mahoza o Soar (en árabe: es-Safi), la ciu­
dad de Babatha, concede asilo a Lot y sus hijas. 
150 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
ESCRITURA DE UNA PLANTACIÓN 
EN SOAR (13 DE JULIO DEL AÑO 120 D.C.) 
;;§§[] Babatha había nacido en el seno de una familia acaudalada en Soar, al 
sur del mar Muerto. La escritura de una plantación en Soar, con fecha 
de 13 de julio del año 120 d.C., es parte de un depósito creado por 
Simeónpara su esposa, Miriam, y su hija, Babatha. Simeón dispone 
que si Babatha enviuda, puede vivir en una de las casas de la planta­
ción hasta que vuelva a contraer matrimonio. 
[ ... ] el tercer día del mes de kislev, en el año vigesimooctavo de Rabael [ ... ] 
en vida de Obdat, hijo de su majestad, Rabael, rey de los nabateos que cuida 
de su pueblo y fo protege de sus enemigos, y en tiempos de Gami_!at y Hagru, 
sus hermanas, reinas de los nabateos, hijas de su majestad, Maniku, rey de 
los nabateos, hijo d~ Nare,!at, rey de los nabateos, que amaba a ~ pueblo. 
[ ... ] en el segundo consul~do de Lucio Cailio Severo y Marco Aurelio 
Antonino, en el año tercero del emperador y césar Trajano Adriano 
Augusto, y en el vigesimocuarto de Tammuz en el año decimoquinto en 
esta provincia de Arabia [ ... ] "' 
[ ... ] dado en Soar de Agalatain 
[ ... ] yo, Simeón~hijo de Menajén, vecino de Soar, libremente te entre-
go a ti, Miriam, mi esposa, hija de José, hijo de Manasés, y a los herederos 
de José, hijo de Dormenes, todo lo que poseo en Soar 
[ ... ] derechos de agua: una hora y la mitad de tres horas [ ... ] 
[ ... ] derechos de agua: domingo, media hora de agua corriente 
[ ... ] lunes, media hora -
[ ... ] derechos de agua: miércoles, una hora 
[ ... ] todo lo que compre en adelante y sea mío en el futuro. [ ... ] 
UN JUICIO CONTRA J ONAT ÁN EGLA 
(12 DE OCTUBRE DEL AÑO 125 D.C.) 
;;§§[] Babatha estuvo casada dos veces. Su primer marido fue Joshua. 
Tuvieron un hijo al que pusieron por nombre Joshua. Después de la 
muerte de su marido, el senado de Petra nombró dos guardianes para 
su hijo: Jonatán Egla, que era judío, y Abdobdas Illuta, un nabªteo. 
Esta acción seguía la tradición según la cual la protección de la viuda 
era responsabilidad de sus guardiane§_Jegales. Algunos de los archivos 
de Babatha documentan su batalla legal contra Egla e Illuta por el con­
trol de las tierras de su difunto marido. El 12 de octubre del año 125 
d.C., Babatha puso un pleito a Egla y le acusó de no pagar el ma1J:!e­
nimiento de su hijo. Ella quería que le fueran devuelt_g.s las tierras que 
administraban los guardianes de su hijo y a cambio pagaría a sus 
ARCHIVOS DE BABATHA 151 
guardianes legales una tasa de interés sobre ellas más alta que la que 
los guardianes podrían obtener en el mercado libre. 
[ ... ] habida cuenta de que tú, Jonatán~gla, no pagas adecuadamente el 
mantenimiento de mi hijo huérfano, Joshua [ ... ] 
[ ... ] Abdobdas Illuta me ha dado [ ... ] autorización para actuar como 
abogado de la herencia de Joshua y me ha permitido usar mi propiedad 
como fianza. Le pagaré el interés del salario de un día y medio en plata [ en 
latín: denarius], un mes por el salario en plata de cien días en herencia. Este 
ingenioso acuerdo para velar por mi hijo fue negociado durante los felices 
días en que Julio Julianos era gobernador. 
[ ... ] por ello, en presencia de Julio Julianos, yo, Babatha, te acuso, 
Jonatán, guardián legal de mi hijo, de no, pagar su mantenimiento [ ... ] 
DEVOLUCIÓN DE IMPUESTOS A BABATHA 
(2 DE DICIEMBRE DEL AÑO 127 D.C.) 
~ Cuando era gobernador (127-129 d.C.), Florentino, cuya tumba se 
halla en Petr_a, promulgó un decreto ordenando un cen.§o de la provin­
cia romana de Arabia. El evangelio de Lucas describe un censo similar 
realizado por Quirino en la provincia romana de Siria (Le 2,1 -7). El 2 
de diciembre del año 127 d.C., Babatha regresó a Rabbai-Moab, en el 
centro de la actual Jordania. Judá, su prometido, era su testigo. 
[ ... ] de acuerdo con el decreto que ordena un ce~o de Arabia promulgado 
por T. Aninio Sexto Florentino [ ... ]. -
[ ... ] Yo soy Babath-a, hija de Simeón de Soar, en el subdistrito de Soar, 
en el distrito de Pet_!:a, y vivo en mi propiedad en Soar. [ ... ] 
[ ... ] Yo, Babatha, he declarado todo lo que poseo en Soar. Judá, hijo de 
Eleazar de Engl!_dí, en el distrito de Jericó, en la provincia de Judea, que vive 
en su propiedad, es mi testigo. [ ... ] 
[ ... ] Juro por la FÓrtul)a del Cé~ar, mi Señor, que esta declaración es 
verdadera, correcta y completa. 
ACUERDO PRE-NUPCIAL DE JUDÁ Y BABATHA 
¡§¡!] Después de la muerte de su primer marido, Babatha volvió a contraer 
matrimonio. Un acuerdo pre-1J;upcial (en hebreo: ketubba) entre 
Babatha y Judá negocia las condiciones de este segundo matrimonio, 
que se celebró oficialmente el 2 de febrero del año 127 d.C. Judá murió 
casi inmediatamente después de la boda, dejando a Babatha una gran 
cantidad de bienes. Los parientes de Judá presentaron un recur_so con­
tra el acuerdo. 
152 
Líneas 5-6 
PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Cuenco de cerámica 
policromada de Petra. 
[ ... ] un acuerdo pre-nupcial con Babatha, la hija de Simeón [ ... ] que será mi 
esposa, según la ley-de Moisés y de los judíos. Tal y como establece este 
acuerdo pre-nupcial, te alimentaré, te vestiré y te introduciré en mi casa. 
- Pagaré a tu padre 1.500 gramos de plata como dote [ ... ]. 
Líneas 15-16 
[ ... ] si muero antes que tú, puedes seguir viviendo en mi casa y mantener­
te de las rentas que produce y del resto de mis propiedades, hasta que mis 
herederos te paguen lo estipulado en nuestro acuerdo pre-nupcial [ ... ]. 
S~AMUEL, 
rtEYES 
ANALES DE 
TEGLATFALASAR I 
~ Los anales de Teglatfalasar I (115-1077 a.C.) están escritos en el dia­
lecto asirio de la lengüa acadia con caracteres cuneiformes. La inscrip­
ción fue descubierta por un equipo de arqueólogos alemanes y se con­
serva actualmente en el Vorderasiatisches Museum de Berlín (VAT 
13833). 
En los anales se formula la siguiente pregunta: «¿Es posible que un 
asno escape de un cazador por mucho tiempo cuando la asamblea divi­
na iñterviene? » . El protagonista de la parábola es Teglatfalasar I, pre­
sentado como un cazador (en acadio: ba'iru). El antagonista es el rey 
de Murattash y Saradaush, a saber: un asno_yalvaje (en acadio: imeri 
sadi). El cazador persigue al asno hasta las montañas (Gn 16,12), 
donde tiene lugar una feroz batalla. La gráfica descripción de la aper­
tura de los vientres de mujeres embarazadas es típica de los anales y de 
la táctica militar del terrorismo psicológico. Una versión más común 
de este relato se encuentra en la inscripción en un cilinªro de este rey 
asirio correspondiente al quinto año de su reinado (ARI 2.25). 
Hay paralelos de los anales de Teglatfalasar I en el libro del Génesis 
(Gn 10,9), en el Segundo libro de los Reyes (2 R 8,11 -12; 15,16) y en 
el libro de Amós (Am 1,13). 
Obv. 21 -22; Rev. 1-4, 6-7 
[ .. . ] después que el cazador hubo consult~do a los pro_ietas, 
unció sus caballos a los carros tan rápido 
como Adad la tormenta y Samas el sol. 
Partió antes de -la salida del sol, 
recorrió la distancia de tres días antes del amanecer. [ ... ] 
156 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Dibujo mural que muestra al ejército asirio derrotando al enemigo. 
El cazador abrió los vientres de las embaraz_adas, 
dejó ciegQs a los nii1;~s. 
Cortó las gargan;as de los guerreros. [ ... ] 
Quienquiera que ofendía a Asur era destruido. 
Cantad el poder de Asiria, 
Asur el fuerte, que sale para la batalla. [ ... ] 
ANALES DE MESÁ 
~ Mesá de Moab inscribió sus anales en un bloque de basalto rectangu­
lar, con forma de arco en su parte superior, de 1,10 metros de alto por 
60 centímetros de ancho. Las treinta líneas de texto están escritas en 
lengua moabita, con caracteres del alefato.hebreo. La gramática, la sin­
taxis y el vocabulario del moabita y del hebreo son similares. La estela 
fue encontrada en Dib~n, Jordania, en 1868 por F.A. Klejn, un misio­
nero alemán. Después Charles Clermont_:Ganneau (1846-1923), 
investigador francés, hizo un molq,_e de la inscripción. Como reacción 
frente al interés que la estela suscitó en Europa, la población del lugar 
la puso al fuego y después la rompió en pedazos echando sobre ella 
agua fría con la esperanza de encontrar un tesQYo en su interior. Un 
terci9 de la estela se destruyó para siempre. Con los fragmentos res­
tantes fue reconstruidaen 1870 por el Museo del Louvre de París. 
Los anales de Mesá mencionan a Omrí de Israel (886-875 a.C.), el 
acontecimiento de una guerra santa (en hebreo: ½erem) y otros parale­
los del libro de Josué (Js 6,17-21) y los libros de los Reyes (1 R 16,23-
24; 2 R 3,4). 
Pieza decorativa de 
marfil que muestra 
una esfinge 
de Samaría en 
tiempos del rey Omrí. 
158 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
(Js 6,24; 8, 1-2.18.24-27; 10,42; 1 S 23,4; 2 S 8,2) 
Yo soy Mesá, rey de Moab, el dibonita. Mi padre fue rey de Moab durante 
treinta años y yo reiné después de él. [ ... ] 
OmJí, rey de Israel, invadió Moab año tras año porque Call!.ós, dios de 
Moab, estaba irritado contra su pueblo. Cuando el hijo de Omrí le sucedió 
durante mi reinado, dijo presuntuosamente: «También yo invadiré Moab». 
Sin embargo, yo derroté al hijo de Omrí y expulsé a Israel de nuestro país 
para siempre. Omrí y su hijo reinaron sobre las llanuras de Madaba duran­
te cuaren_!a años, pero Camós mora allí en mi tiempo. Yo construí la ciudad 
de Baal-Maón con su piscina y la ciudad de Qiryatón. 
La tribu de Ga,_d invadió hace tiempo Atai;:ot, pero los derroté y captu­
ré la ciudad de Atarot que el rey de Israel había fortificado. Ofrecí en sacri­
ficio 'todos los habitantes de Atarot a Camós. Llevé el altar de Israel ·¡ en 
moabita: dwd] desde el santuario de Atarot y lo instalé ante Camós en el 
santuario de Keriot. Finalmente, establecí a las tribus de Sarán y Maharot 
en las tierras que había arrebatado a Isr<!_el a fin de reclamarlas para Moab. 
Entonces Cam~s me dijo: «Ve y quítale Ne~o a Israel». Desplegué mis 
soldados de noche y ataqué Nebo desde el amanecer hasta mediodía. 
Obtuve una gran victoria y ofrecí en sacrificio siete mil hombres, mujeres 
y niños de Nebo a Camós, com6 había jurado que h;ría. [ ... ] 
El rey de Israel estaba invadiendo Moab desde Yasá, fortificada por él. 
Camós, mi dios, lo expulsó ante mí. Establecí las familias de doscientos de 
mis mejores soldados eñ Yasá, a fin de reclamarla para Dib{m. 
Pintura egipcia de una plaza fuerte defendida desde sus parapetos. 
(Tumba de Beni Hasán, siglo XIX a.C.). 
ANALES DE MESÁ 159 
Construí Qeriho con puertas y torres, un palacio y aljibes. También 
decreté: «Cada una de las familias de Qeriho habrá de tener su propia cis­
terna». Ordené q~e los prisiogeros de guerra de Isreel cortaran las vigas 
para las construcc10nes reales en Qeriho. Construí Arq_er y una calzada a lo 
largo del valle del ArnQn [ en árabe: wadi el-Mujib]. También reconstruí las 
ciudades de Bet-Bamot y Beser para cincuenta familias de Dibón. 
Reiné en paz sobre cientos de pueblos que había conquistado y Camós 
habitó en ellos en mi tiempo. [ ... ] ' 
ANALES DE JAZAEL, 
DE TELL DAN 
~ En 1966 Avraham Biran empezó a excavar con su equipo por primera 
vez en el yacimiento de Tell Dan, en el norte de Israel . En treinta cam­
pañas de trabajos arqueológicos se produjeron hallazgos notables para 
comprender el mundo de la Biblia entre el año 1000 a.C., cuando 
David estableció un Estado en Israet y el año 721 a.C., cuando 
Salmanasar v de Asiria conquistó más de la mitad del país gobernado 
por David (2 R 17J-41; 18J-12). En 1993 el equipo de Biran descu-
Dibujo de la inscripción 
de Tell Dan. Las líneas 
7 a 9 mencionan 
una victoria siria 
contra Jorán y Ajazías 
de la casa d e David 
( siglo IX). 
ANALES DE JAZAEL, DE TELL DAN 161 
brió los anales de Jaza_el. Estaban inscritos en aranJio sobre una estela 
que había sido usada posteriormente como losa de pavimento. El pri­
mer fragmento tiene sólo 20 cm de ancho, pero originalmente pudo 
tener 50 cm. Sólo se han conservado trecr líneas. En las tres primeras 
líneas sólo hay tres letras, y cinco en la última línea. La línea más larga 
tiene sólo catorce letras . Las palabras están separadas por un punto. La 
estela se conserva actualmente en el Museo de Israel en Jerusalén. 
En 1994 se descubrieron dos fragmentos más pequeños de la misma 
inscripción. 
Jazagl (842-800 a.C.) fue rey de Siria. Sus anales en Tell Dan cele­
bran una victoria sobre Isr'!:_el y Juqá. Estos anales son la cuartq tradi­
ción extrabíblj.ca que en la que se menciova Isrq_el. Las otras son los 
anales de Merneptah (1224-1214 a.C.), los anales de Mesá de Moab 
(830 a.C.) y los analgs de Salmap asar III de Asiria (858-824 a.C.). Los 
anales de Jazael son la únicq_ tradición extrabJblica que menciona la 
«casg_ de David». 
Existen coincidencias entre los anales de Jazael y los de Je!Jú de 
Israel (844-815 a.C.) en el Segundo libro de los Reyes (2 R 8,25- 10,36; 
12,17-18). 
[ ... ] el padre de mi familia invadió Israel [ ... ] antes de ir a descansar con sus 
antepasados. Después el rey de Isr~el i~vadió el país de mi padre, y Hadad, 
mi dios, me hizo rey. Como Hadad cabalgaba delante de mí, salí de mi pi ís 
y destruí a setentª soberanos con sus cuerpos de carros y jinetes. Ejec_!l.té a 
[Jorán], hijo de [Ajab ] y rey de Isr~el, y a [Ajaz]ías, hijo de [Jorán] y rey de 
la casa de David. Destruí sus ciudades y dejé sus tierras baldías. [ Cuando 
Je~ fue nombrado rey de] Israel, asedié[ ... ]. 
ANALES DE AZITAWADA, 
DE KARATEPE 
;§{) Entre 1945 y 1947 la Universidad de Estambul descubrió cinco ,{ns­
cripciones de los anales de AzitaU}flda (730-710 a.C.) en Azatiwaqa­
diya, en Karatepe (Turquía). Dos estaban escritas en jeroglffj.cos lu­
wios y tres en feni<¿io, una lengua semítica occidental. La única ins­
cripción completa, que fue grabada en cuatro columnas contiguas y en 
uno de los dos leones de piedra que flanqueaban la puerta, contiene 
sesenta y dos líneas. Estos anales son las inscripci(!nes más largas 
conocidas en fenif iO. 
Azitawada fue nombrado gobernador de AdaJJa por Awariku [ en 
asirio: Urriki), rey de Kue. Actualmente K7:!_e y Adq_na se hallan en 
Cilicia, una región del sureste de Turquía. Los anales describen los 
pasos que dio Azitawada para satisfacer'1as necesidades de su pueblo y 
para mantener buenas relaciones con otros Estados. Su estilo en pri­
mera persona es semejante al de los anales de Mesá (840-820 a.C.). 
Títulos, fórmulas como « ... de la salida del sol hasta el ocaso», des­
cripciones del culto y del comercio, y el uso de maldiciones y bendicio­
nes en los anales de Azitawada, tienen todos ellos paralelos en la ora­
ción en que Salomón pide la sabiduría (1 R 3,1-15) y en otros pasajes 
bíblicos. 
Col. í,1 -3 (Is 22,21; 45,6; Ml 1,11) 
Yo soy Azita\\'._ada, el mayordomo de Baal. He sido elevado a mi posición de 
autoridad por mi padre, Awariku, rey de Ada!!ª· Con la bendición de Bª-al 
me he convertido en padr e y mad_!:.e de los danm1,itas en la llanura de 
Ada!_1a, cuyas tierras se extienden de la salida del sol hasta el ocaso. [ ... ] 
Col. í,3- ííí,2 (Gn 41,47-49; Je 19,22; 1 S 1,21; 
1 R 3,1 -15; 9,15-20; 2 R 17,24; Sal 101,8) 
En mi tiempo, Adan.a disfrutó de todas las cosas buenas de la vida, tuvo los 
almacenes llenos y gozó de prosperidad general. Llené los almacenes del 
templo de Pa'ar e incrementé sobremanera el suministro de armas y el ta­
maño del ejército a las órdenes de Bagl y la asamblea divina. 
ANALES DE AZITAWADA, DE KARATEPE 163 
Una madre amamantando a su hijo; 
tal vez se trate de la reina 
y el príncipe heredero. 
(Karatepe, en el sur de Turquía) 
Un dios fenicio 
de pie sobre un león. 
Sostiene una maza 
de guerra y un 
cachorro de león. 
(De Amrit) 
Traté severamente a los traidpres y expu!sé a todos los agitadores del 
reino. En Ada~a restablecí en el poder a la familia de Mups, aseguré una 
sucesión ordenada y mantuve buenas relaciones diplom~ticas entre Adana 
y los países que habían concluido pactos con ella. Mis hazañas hicieron que 
otros soberanos me tuvieran en alta estima. Misjustas e intachables accio­
nes fueron el resultado de mi_sabiduría y mi corazón que escucha. 
En todas las fronteras de Adana construí sólidas fortalezas para prote­
gerla contra los traidores que nunca habían servido a la familia de Mups. 
Yo, Azitawada, puse a todos estos traidores bajo miU)iesy Adana estuvo en 
paz al abrigo de mis fortalezas. 
Yo, Azitawada, conquisté las tierras occidentales, que nadie antes que 
yo había conquistado. Las sometí y deporté a sus poblaciones a las fronte­
ras orientales. Establecí a los danm1itas en su lugar, y en mis días el sol 
nunca se puso en Adana. 
En aquellos lugares que no habían estado en paz, donde los hombres 
tenían miedo de salir de casa, en mis días, con la ayuda de Baal y de la asam-
blea divina, las mujeres hilal2._an la~a a plena luz del día. -
164 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Inscripción fenicia sobre una puerta, con 21 líneas de escritura obra de 
un e scultor hitita. (De KaraJepe, siglo IX a.C.) 
En todos mis días, los almacenes estuvieron llenos, la vida era feliz y los 
danunitas vivían sin preocupaciones ni miedo. Ba~l y Rei ef, diqs de los 
ciervo~ me ordenaron construir esta ciudad y ponerla por nombre 
«Azitawadya». Los almacenes llenos, la prosperidad, la ley y el ors_!en pro­
porcionan protección a las llanuras de Adana y a la familia de Mups. 
Establecí el culto de Baªl Krntrys [ en luwio: Tarkhunza; en latín: 
Tars_us] en Azitawadya. Todos los años, en su día de fiesta, ofrezco un buey 
ante las estatuas de todos los miembros de la asamblea divina. En el tiem­
po de la arada y en el tiempo de la cosecha ofrezco en sacrificio una oveja. 
[ ... ] -
Col. iii,4-11 (Pr 3, 10) 
Que Baal Krn!rys y la asamblea divina de Azitawadya bendigan a Azitawada 
con muchos años de vida, autoridad para gobernar, y más fuerza que la de 
AN ALES D E AZITAWADA, DE KARATEPE 165 
cualquier otro rey. Que esta ciudad y el pueblo que habita en ella posean 
almacenes llenos de grano, y vino, bueyes y ganado en abundancia. Que 
tengan muchos hij (}s y sean poderosos por la fuerza de su número. Que 
todos ellos sirvan a Azitawada y a la casa de Mups como Baal y la asamblea 
divina han ordenado. [ ... ] 
Col. iii,12- iv,l (Gn 14,19; Js 6,26; Sal 72,17) 
Si un monarca, príncipe u hombre fuerte quita el nombre de Azitawada de 
esta puerta o de estas estatuas y pone su nombre en ella, o si al remozar la 
ciudad destruye esta puerta construida por Azit<l;wada y la sustituye por 
una puerta nueva que lleve su nombre, con buena o mala intención, que 
Ba?l, el JineJ.e de las nu,2es, y ~ ' el creador de los cielos y de la tierra, y todos 
los miembros de la asamblea divina borren el nombre de ese Estado y su 
rey u hombre fuerte. Que sólo el nombre de Azitawada dure por siempre, 
como los nombres del s<2_l y de la lupa. [ ... ] 
ANALES DE SALMANASAR III 
~ Después del año 1250 a.C., cuando los imperios griego, hitita y egip­
cio se derrum]2aron, en Siria-Palestina no hubo presencia de ningún 
poder mundial durante los 350 años siguientes, y empezaron a apare­
cer pequeños Estados como Siria, Amón, Moab, Edom, Israel, Judá y 
Palestina. Después del año 900 a.C., Asurna§).rpal II (883-859 a.C.) y 
Salman~ ar III (858-824 a.C.), grandes reyes de Asiria, pusieron los 
cimientos de una nueva era de imperios. 
En 1846 Austen Henry LayqJd (1817-1894) descubrió un obe/.i;,co 
de cuatro caras de piedra-negra, de dos metros de alto, en Nim_rud, ciu­
dad situada en lo que sería el actual Iraq. Se conserva en el British 
Museum de Londres. Cada cara contiene cinco escenas con títulos en 
escritura cuneiforme. También hay inscripciones en la pirámide esca­
lonada en la parte superior del obelisco y en una tercera parte de la 
base aproximadamente. Salmanasar narra en el obelisco su quiJ:Zta 
campafía del año 841 a.C., que incluyó la alianza de Asiria con Israel. 
Asiria reconoció a Jehú como rey de Israel (842-815 a.C.). A cambio, 
Jehú declaró un armisticio con Siria y abrogó la alianza de Israel con 
Judá. La alianza es descrita, no sólo en la inscripc)ón, sino también en 
un relieve que muestra a Jeh!J arrodillándose ante Salmanasar como 
vasallo suyo. Del mismo modo, en un monolito o estela con forma de 
arco en su parte superior, Salmanasar describe sus seis primeras cam­
pañas en Siria-Palestina. Este monolito contiene 102 líneas de ins­
cripción cuneiforme. Los arqueólogos británicos descubrieron esta 
estela en 1861 en Kurk (Turquía), junto al río Tigris . Actualmente se 
conserva en el British Museum (número 11884) de Londres. Con su 
victoria en Carc;gr del Orantes sobre los ejércitos de docu eyes, inclui­
do Hadad:;gzer de Siria y Aja_!? de Israel, S~lmanasar estableció una 
presencia asiria permanente al oeste del río Eufrates. 
Existen coincidencias entre los anales de Salmanasar III y los libros 
de los Reyes (1 R 16,29-22,40; 2 R 9,1- 10,33). 
ANALES DE SALMANASAR III 167 
168 PARALELOS DEL ANTIGUO TES TAMENTO 
Estela de Kurk (inscripción monolítica) ii,78-102 
(Nm 31,3-12; Js 10,1 -28; 11,1 -12; 2 S 10,6-8; Ez 37,1 -2; Jr 7,33) 
DíA CATORCE DEL MES DE AYARU 
DEL AÑO DEL EPÓNIMO DAYAN-ASUR 
Después de partir de Nínive, crucé el Tigris y marché a las ciudades de 
Giammu junto al río Balik. Mi presencia, que inspiraba terr2r, y el desplie­
gue de mis armas aterrorizaron tanto a los habitantes que mataron a 
Giammu, su jefe. 
Pasé a las ciudades de Sahlala y Til-sha-Turahi e instalé las imágenes de 
mis dioses en sus palacios. Celebré una fiesta y después saqu~é el tesoro de 
su palacio y envié el botín a Asur, mi capital. 
Crucé el Éufrates dos veces usando flotadores de pi~l de cabra. Marché 
al oeste del Éufrates§ y acampé en Ina-Asur-~ ir-asbat, junto al río Sagur, 
para recoger tributo de oro, plata, cobre y vasos de cobre de Sanagara, el rey 
de Carque:?is; de Kundashpi, el rey de Comm1gene; de Arame, el rey de 
Guzi; de Lalli, el rey de Melidea; de Haiani, el hijo de Gabari; de Kalparuda, 
el rey de Hattina; y de Kalparuda, el rey de Gurgum. 
Marché hacia el oeste hasta Alryo [ en acadio: HaIIJ.at]. Temeroso de 
luchar, el pueblo de Hamat se rindió [ en acadio: agarraton mis _pies ] y pagó 
tributo en oro y plata. Yo reconocí a Hamat como nuevo miembro del 
imperio ofreciendo un sacrificio a Ad<!,d, su dios. 
Marché hasta la tierra de Irhuleni, rey de Hamat. Conquisté las ciuda­
des de Adennu, Barga y Argana, y saqueé sus palacios antes de pren9-erles 
fuego. 
Soldados asirios cruzando un río a nado o usando flotadores 
de piel de cabra. (Del palacio de Senaquerib) -- -
ANALES DE SALMANASAR III 169 
Marché a Ca_!far y asedié la ciudad. Una vez conquistada, la incel!._dié. 
Irhuleni, el rey de Car9r, reunió sólo 700 carros, 700 soldados de caballe­
ría y 10.000 infantes, pero los do.fe gobernantes coalig<!_dos con él también 
presentaron sus ejércitos contra mí: 
Hada<btzer, rey de Arª-.m 
1.200 carros 
1.200 soldados de caballería 
20.000 infantes 
A~, rey de IsrMl 
2.000 carros 
10.000 infantes 
Gu 
500 infantes 
Mu_§ur 
1.000 infantes 
Irqanata 
10 carros 
10.000 infantes 
Matinubali, rey de Arpe,da 
200 infantes 
Usanatu 
200 infantes 
Adunabali, rey de Sianu 
30 carros 
[ ... ] infantes 
Gundibu, rey de Ar~ ia 
1.000 camel los 
Ba'sa, hijo de Ruhubu, rey de Ammón 
[ ... ] infantes ....., 
Servidores de Jehú llevando tributos de oro, plata, vasijas, cubos y pértigas 
al rey Sa[;;;,anasar m en el año 841 a.C. (Del Obelisco Negro) 
170 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Con la ayuda de Asur y Ne;:gal, mis dioses que van delante de mí, 
derroté a todos esos reyes, matando e hiriendo a 14.000 infantes. Como 
Adad, dios de la tormenta, hice llover la destrucción sobre ellos. Sus cadá­
veres cubrieron el campo de batalla, y su sang~e lleqó los valles. Los muer­
tos eran tantos,que no fueron enterrados y los cuerp9s formaron un Pl!~n­
te_ sobre el río Oro~s. Les arrebaté sus carros y sus caballos de guerra. 
AÑO DECIMOCTAVO 
Obelisco Negro: base, líneas 97-99 
Mi decimosexta campaña al oeste del Éufrates tuvo lugar en el decimocta­
vo año de mi gobierno como gran rey de Asiria. Ja~~~l, rey de Da~asco, se 
rebeló contra mí. Le ataqué y le derroté, y le arrebaté 1.121 carros, 470 
caballos y un convoy de aprovisionamiento. 
AÑO DECIMOCTAVO 
Anales asirios, texto fragmentario del año 18 (2 R 10,34)Mi decimosexta campaña al oeste del Éufrates tuvo lugar en el decimocta­
vo año de mi gobierno como gran rey de Asiria. Jaza~l, rey de Damasco, 
reunió un gran ejército y fortificó el monte Senir. Luché y le derroté; maté 
a 16.000 de sus soldados. Le arrebaté 1.121 carros, 470 caballos y un con­
voy de aprovisionamiento. Huyg de la batalla para salvarse y yo sitié la ciu-
., 
.-tn.cl - el-' ~ i:¡,( .s hei .::Y ,e Í, V 'rM.,(l 'Z. :S 1./ - L.+m, ti.. i, • t. 
T;::1 ';iH "'~f W T tf=7 ~ - TT tj¼. Y i>IT ~ i,Y7I ~ <4°C'tr ~ 
s: av "$' w ·\A . 
rl'n.;¡,.--. ~f{¡, - c.1t" Sri~ r»i.t¡_j-
El «Obelisco Negro» de Salmanasar lll muestra al rey Jel]j. sometiéndose 
al rey asirio como vasallo después de la batalla de Qa!_qar. 
ANALES DE SALMANASAR III 171 
dad de Dam~sco, su capital. Después de arrasqr sus huertos, marché hasta 
las montañas de Hau:rjn. A mi paso destruí todas las ciudades y me apode­
ré de grandes cantidades de botín. 
Después marché hasta las montañas de Ba'lira'si y erigí una est~la que 
contenía mi efigie real a la orilla del II!flr. Habiendo demostrado mi poder, 
acepté el trib~o del pueblo de Tu:,o y de Sidjn, y de Jel.!.,ú, hijo de O~í. 
AÑO DECIMOCTAVO 
Obelisco Negro: sobre el relieve de Jehú 
Jehg, rey de Isra~l, pagó resca,!e por su vida con plata, con cuencos, vasos, 
copas y jarras de oro, con estaño, con madera dura para cetros y lanzas. [ .. . ] 
ANALES 
DE TEGLATFALASAR 111 
~ Entre los años 1845 y 1851, Austen Henry Layard excavó, con el 
patrocinio del British Museum, Tell Nimryd, la antigua ciudad asiria 
de KallJ:.u, fundada por Asurna§.irpal II (883-859 a.C.) y ampliada por 
Salmanm;ar III (858-824 a.C.), Teglatfafasar III (744-727 a.C.) y 
Asaradón (680-669 a.C.). La ciudad fue destruida en el año 612 a.C. 
Los anales de Teglatfalasar III en Nimrud fueron grabados sobre losas, 
en el dialecto asirio de la lengua acadia, en escritura cuneiforme. 
Teglatfalasar inauguró formalmente una nueva era de imperios en 
el mundo de la Biblia. Reorganizó completamente la burocracia de 
Asiria para obtener el control político y económico de las rutas comer­
ciales que iban desde la costa mediterránea hacia el interior con el fin 
de impedir cualquier interrupción en las importaciones asirias de 
metales, maderas y caballos. 
Hay paralelos entre los anales de Nimrud y los anales de Menajén, 
rey de Israel, en el Segundo libro de los Reyes (2 R 15,17-22). 
AÑO 
150-157 
Yo, Teglatfalasar, recibí tributo de: 
Kushtashpi de Commagene, 
Res_yi de Dam~sco, 
' Menalén de Sa:rparía, 
Jirán de Tiro, 
Sipit-ba'il de Biblos, 
Urik de Qu' e, 
Pisiris de Carquemis, 
I'nil de Jamat, ., 
Panammu de Sam'al, 
ANALES DE TEGLATFALASAR III 
Tarhularu de Gurgum, 
Sulumal de Militene, 
Dadilu de Kaska, 
Uasurme de Tabal, 
Ushitti de Tuna, 
Urballa de Tuhana, 
Tuhame de Ishtundi, 
Urimi de Hubishna 
y Zabibe, re~a de Ara.J2ia, 
El rey Teglatfalasar m 
(745-728 a.C.). 
173 
[ ... ] que incluía oro, plata, estaño, hierro, piel de elefante, marfil, vestidos de 
lino bordados con diferentes colores, lana azul, lana púrpura, ébano, made­
ra de boj, objetos de lujo como[ ... ] aves que vuelen con alas teñidas de azul 
así como caballos, mulos, ganado mayor, ganado menor y camellos, algu~ 
nos ya criados. 
Tropas de Teglatfalasar m atacan una ciudad con arqueros, lanceros y arietes. 
Las víctimas enemigas aparecen empaladas o degolladas. 
(Relieve mural del palacio real de Teglatfalasar m) 
ANALES DE SARGÓN II 
;§§(] En el año 713 a.C., Sargón II (722-705 a.C.) de Asiria fundó una 
nueva ciudad llamada «la montaña de Sargón» [en acadio: Dur­
Sharrukin; en árabe: KhorsabadJ. Cuando murió, su sucesor, 
Senaquerib, trasladó la capital a N~nive. Entre 1842 y 1844 la capital 
de Sargón fue excavada por Paul Emile Botja (1802-1870) y Eugene 
Napoléon Flanq,in (1809-1876) para el Museo del Louvre de París. Los 
anales de Sargón II formaban parte de las inscripciones en el dialecto 
asirio de la lengua acadia en escritura cuneiforme que fueron grabadas 
en los relieves de las paredes del palacio de Sargón y en los umbrales 
de edificios públicos. Las informaciones de estos anales oficiales se 
repiten en la Inscripción de los Fastos de Khorsabad. 
Si uno de los coaligados con Asiria no podía entregar la cuota que 
le correspondía, perdía su autodeterminación y se convertía en vasallo 
o colonia de Asiria. En una colonia, los funcionarios nativos conser­
vaban sus títulos y sus cargos, pero el personal asirio revisaba todas 
las políticas domésticas con el fin de garantizar que la colonia contri­
buyera a sostener el presupuesto militar del imperio. Sólo los Estados 
con economías saneadas, gobiernos eficaces y soberanos populares con­
seguían mantener su autodeterminación. Las exigencias del presu­
puesto asirio aumentaban continuamente y eran pocos los Estados que 
podían cumplir sus expectativas y evitar una revuelta. Las deposicio­
nes y las revoluciones eran frecuentes. Cualquier reticencia o negativa 
por parte de los funcionarios locales dejaba a la colonia asiria someti­
da a una exclusión inmediata: Asiria deport,9;ba a todo el personal del 
gobierno, redistribuía la población de la colonia en regiones en desa­
rrollo del imperio y asignaba la colonia a un gobernador militar, ane­
xionándola por completo al imperio como provincia. 
Los anales de Sargón II narran los días en que Israel pasó del esta­
tus de aliado asirio en el año 738 a.C. a la condición de colonia asiria 
en el año 732 a.c. y, finalmente, a la de provincia_ asiria en el año 721 
a.C. Salmanasar v (727-722 a.C.) redujo al Israel de Oseas del estatus 
de coaligac:l.o de Asiria a colonia del imperio asirio. Sargón, que se pre-
ANALES DE SARGÓN 11 175 
sentaba como «conquistador de Samaría», convirtió a Israel en una 
provincia asiria una vez que Oseas dejó de pagar tributos. Asiria nece­
sitó más de tres gños para ganar la guerra contra «el país de Omrí» 
(en acadio: bit hu-um-ri-ia) y deporj_ar a la población de Samaría, la 
capital, a lugares lejanos como «Jalaj, el /aQ_or, río de Gozán, y-las ciu­
dades de los med,2.s» (2 R 17,6). Otros fueron deportados a zonas rura­
les cercanas de Israel: son los que en el Nuevo Testamento reciben el 
nombre de «samaritanos». 
Hay paralelos de los anales de Sargón II en los anales de Oseas, en 
el Segundo libro de los Reyes (2 R 17,3-6). 
AÑO PRIMERO 
Anales asirios 10-27 
El rey de Samarja, en conspiración con otro rey, dejó de pagar sus tributos 
y declaró que Samaría era independiente de Asiria. Con la fuerza que me 
dio la asamblea_divina, conquisté_~amaría y al país coaligado con ella, e hice 
27.290 prisioneros de guerra junto con sus carros. Alisté prisioneros sufi­
ci_entes para equ~par cincuenta equipos de carros. Reconsguí Samaría y la 
hice mayor y meJor de lo que era antes. La repoblé con habitantes de otros 
Estados que yo había conquistado, nombré co~o gobernador suyo a u~o 
de mis funcionarios y los conté como ciudada!).OS asirios. 
AÑO SEGUNDO 
Khorsabad, Inscripción de los Fastos 33-37 
En el año segundo de mi reinado, Yaubidi, un conspirador hitita e impos­
tor en el trono de Ja1!!_at en Siria, formó una alianza con Arpada, Simirra, 
Damasc.9 y SamaE_ía, y declaró su independencia de Asiria. Juntos formaron 
un ejército y me atacaron. A las órdenes d~ Asur, mi dios, yo, Sargón n, 
Carro de guerra 
del rey Sargón l! de Asiria 
(722-705 a.C.). 
176 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Tropas del rey Sargón II atacan la ciudad de GaJ.9 en Palestina. 
La ciudad aparece sobre un montículo con una rampa de asedio y arietes 
que intentan derribar la puerta. (Relieve mural del palacio de Sargón II). 
reuní un ejército y sitié Carear, la ciudad de Yaubidi. Después de arrasar 
Carear y arranf_ar la pi~l a Yal~-bi_di mientras aún estaba vivg, los habitantes 
de Arpada, Simirra, Dam<!_sco y Sam~ría asesin.g:on a sus soberanos para 
restablecer de nuevo la paz y la armonía. -
AÑO SÉPTIMO 
Anales asirios 120-125 
Habiendo recibido un oráculo favorable deAsur, mi dios, llevé a cabo una 
campaña contra las tribus delos tamudi, los iba didi, los marsimani, haya­
pa, los árab~es que habitan en el desieno y que nunca han estado sometidos 
a las órdenes de ningún oficial ni han pagado✓ tributo a ningún rey. Los 
supervivientes fueron deportados y establecidos en Samaría. 
Después recibí tributo de los reyes de las trib~s del desig:to y de la 
costa: el Fara~n, rey de Egipto, Samsi, reina de Ar~bi, e It'amra, el sah_eo. 
Ellos me enviaron polx.9 de or..9, piedras preciosas, marfil, hierbas y espe­
cias, caballos y camellos. 
ANALES DE SENAQUERIB 
§§l:J Senaquerib, gran rey de Asiria (704-681 a.C.), mandó redactar los 
anales conmemorativos de och,2. campañas militares sobre un pri!1_ma 
de arcilla de seis_caras de 50 cm de alto aproximadamente. Están gra­
bados en el dialecto asirio de la lengua acadia, en escritura cuneiforme. 
R. Taylg_r descubrió este prisma en 1830 en NírJive (en árabe: Nebi 
Yunus), Iraq. El Pris17J:a de Taylor se conserva actualmente en el 
British Museum de Londres. 
Como consecuencia de las iniciativas tomadas por Ezequías de Judá 
después del año 715 a.C. con el fin de obtener la autonomía política, 
Senaquerib envió un ejército a Judá el año 701 a.C. para sofocar la 
revuelta. Asedió Jerusalén y devastó las tierras que la rodeaban y ciu­
dades cercanas como Laqujs. 
Hay paralelos entre los anales de Senaquerib y los anales de 
Ezequías en el Segundo libro de los Reyes (2 R 18,1- 20,21). 
Prisioneros judíos expulsados de una ciudad 
después de una derrota a manos de los asirios (701 a.C.). 
178 
El rey Senaquerib 
en su trono ante 
PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
las puertas de Laquis. 
(Relieve mural 
de su palacio real, 
701 a.C.) 
AÑO TERCERO 
Prisma de Taylor iii,20-40 (2 R 19,14-16) 
Debido a que Ezequ@s de Judj no se había sometido a mi yugo, asedié cua­
renta y seis de sus ciudades fuertes, amuralladas e incontables pueblos de 
sus alrededores. Los conquisté por medio de terraplenes y arietes de guerra. 
Estas máquinas de asedio contaban con el apoyo de infantes que abrían 
túneles bajo las muc.allas. Hice 200.150 prisioneros de guerra, jóvenes y vie­
jos, ;arones y mujeres, de estos lugares. También saquveé innumerables ca­
ballos, mulos, asnos, camellos, bueyes y ovejas. Hice prisi@ero a Ezeqyías 
de Jerusalén como un pájaro~enjaulado. Levanté fortificaciones con el fin 
de que nadie pudiera escapar por las puertas de la ciudad. Las ciudades de 
ANALES DE SENAQUERIB 179 
Judá que había conquistado se las di a Mitin ti, rey de Asd9d, a Padi, rey de 
Ecrg_n, y a Silbel, rey de Gai.a. De este modo reduje el país de Ezequías en 
esta campaña y también increl!!enté el tributs> anual de Eze~ías. 
Ezequías, que estaba abrumado por mi terrible resplandor, fue aban­
donado por sus trop~s de elite, que él había introducido en Jerusalén. Fue 
obligado a enviarme 30 talentos [900 kg] de oro, 800 talentos [24.000 kg] 
de plata, piedras preciosas, sillones y sillas con incrustaciones de marfil, 
pieles de elefa,.nte, ébano, boj, toda clase de tesoros valiosos y a sus hijas, 
concubinas y músicos varones y mujeres. Envió su mensajero personal para 
pagar este tribut9 e inclin31rse ante mí. 
INSCRIPCIÓN DE SILOÉ 
§§§{] Ezequías (715-687 a.C.), rey de Judá, ordenó la construcción de un 
túnel para asegurar el suministro de agua en Jerusalén en caso de que 
Asiria atacara la ciudad. La inscripción de Siloé fue descubierta en 
1880 por unos niños que estaban jugando junto a la entrada del túnel 
en la piscina de Siloé en Jerusalén. La inscripción tiene 50 cm de ancho 
por 65 cm de largo y fue graba_da en la_ pared ro~osa 1el _t,únel. Est~ 
escrita en hebrgg cursjvo. La przmera_mitad de la mscrzpc;wn fue reJi­
rada y aún no ha sido encontrada; el re~to se encuentra actualmente 
en el Museo de Estambul, en Turquía. 
La inscripción del túnel de Siloé en Jerusalén, con una ampliación 
de la inscripción arcaica en 1--¡{ que los constructores de Ezequías 
dejaron constancia de su proyecto de un túnel para el agua. 
I NSCRIPCIÓN DE SILOÉ 181 
No se ha aclarado aún cómo establecieron los ingenieros la ruta que 
los excavadores tenían que seguir. Lo más probable es que se limitaran 
a seguir una fa"/Ja en el lecho de roca por la que ya se filtrª-ba el agl!,a. 
El curso del túnel actual indica que los dos gquipos estuvieron a punto 
de nq encontrarse antes de dar un giro de noventa grados y conectar 
los dos canales. La inscripción describe esos emocionante?. momentos. 
TúneJ~s para el suministro de agua del mismo periodo (1000-587 a.C.) 
se han encontrado también en Gué;er, Jasar y Meguido, lo cual 
demuestra que eran una característica común de las defensas de una 
ciudad regia. La inscrivción rle Siloé tenía una función dedicatoria. 
P "<- é c..twi a .o . , b . . , d 1 . arece que no era un anm regio, sino mas zen expreswn e a satis-
facción de los trabajadpres por una obra bien hecha. En lo que queda 
de la inscripción n2...se menciona a Ezeq'!:!fas, ni a Yaf}Yé, y, a pesar de 
la fina ejecución de las letras, la inscripción no llena el espacio prepa­
rado en ella en la roca. Parece que aquellos expertos en cavar túneles 
eran principia]ltes en la graba<;jón de inscripcjqnes. 
Hay paralelos de la inscripción de Siloé en los anales de Ezequías 
en el Segundo libro de los Reyes (2 R 18,1- 20,21) y en el Segundo 
libro de las Crónicas (2 Cr 29,1- 32,33) 
(2 R 20,20; 2 Cr 32,30) 
[ ... ] éste es el relato del modo en que se unieron estos dosJúneles. Los dos 
equipos que trabajaban en direcciones opuestas iban al encuentro exca­
vando con picos. Los trabajadores empezaron a lanzarse gri!os cuando 
advirtieron que estaban a tres_ codos de distancia. Entonces los equipos se 
giraron con el fin de encontrarse siguiendo el sonido de los picos, hasta que 
retiraron la roca que quedaba y unieron los túneles. De este modo, el agua 
pudo fluir a través de este túnel a cien_codos de profundidad recorriendo 
1.200 codos aproximadamente desde la fuente de Guijón, fuera de la mura-
lla de la ciudad, hasta la piscina de Siloé. -
ANALES 
DE NABUCODONOSOR II 
~ Los anales de Nabucodonosor II de Babilonia (605-562 a.C.) contienen 
resúmenes de campañas militares durante los años cuarto a séptimo de 
su reinado (601 -598 a.C.). Durante este tiempo, Egipto y Babilonia 
reclamaron Siria-Palestina como territorio propio. Por ello Nabucodo­
nosor n y sus predecesores organizaron incursiones anuales en la 
región como una manera de mantener su pretensión. 
Los anales están redactados en lengua acadja y escritura cuneifor­
me sobre tablillas de barro cocido de poco más de 7 cm de alto. El 
British Museum descubrió las tablillas en Babilonia, a unos 90 km al 
sur de Bagdad (Iraq), y empezó a publicarlas en 1887. 
Como sucedió con muchos soberanos de Mesopotamia, Nabucodo­
nosor n usa el título «rey de Acad» como una manera de anudar su rei­
nado con la antigüedad, cuando gobernaban acadios como Sargón I . 
Nabucodonosor n llama a la región donde él y su ejército realizaron las 
campañas «Hatti», un nombre dado originalmente a Siria::Palestina 
por los egipcios. En tiempos de Nabucodonosor II este nombre era 
usado por los escribas de todo el Oriente Bíblico. Las campañas de 
Nabucodonosor n generalmente tenían lugar en dicie7flbre (en acadio: 
kislimu), como se lee en los libros de Zacarías y Nehemías (Zc 7,1; Nh 
1,1), o en mar~o (en acadio: adar), como dicen los libros de Esdras y 
Ester (Esd 6,15; Est 3,7). 
ANALES DE NABUCODONOSOR II 183 
Anal 5, BM 21946,5-7 (2 R 24,1-17; Jr 37,10) 
AÑO CUARTO 
Nabucodon_osor, el r«:r de Ac~d, dirigió su ejército sin resistencia hasta 
Hatj;i. En noviembre [ en acadio: kislimu] dirigió su ejército hacia Egipto. 
Cuando el far<!Ón tuvo noticia de ello, envió su propio ejército. En la bata­
lla resultante las dos partes sufrieron muchas pérd}das. Entonces el rey de 
Acad regresó con su ejército a Babilonia. 
Anal 5, BM 21946,8 
AÑO QUINTO 
Nabucodonosor, el rey de Acad, permaneció en supaís equipando sus 
carros y caballos. 
Anal 5, BM 21946,9-1 O 
NOVIEMBRE DEL AÑO SEXTO 
Nabucodonosor, el rey de Acad, dirigió su ejército hasta Hatti. Hizo incur­
siones en el desierto y tomó como botín una gran cantidad de ára!,es y esta­
tuas de sus dioses. El rey regresó a su país en febrero [ en acadio: addaru ]. 
(8) [8] ~ 
n 
Los defensores de Laquis rechazan al ejército asirio. Entre las ciudades 
fortificadas de Judá, La.quis era la segunda más extensa y una presa 
codiciada tanto por los conquistadores asirios como por los babilonios. 
184 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Un dragón mushashu de los muros de Babilonia en tiempos 
de Nabucodonosor ll. Hecho con azulejos vidriados. 
Anal 5, BM 21946,11 -13 (2 R 24,10.13-17) 
NOVIEMBRE DEL ANO SÉPTIMO 
~ En el año 598 a.C., el séptimo de su reinado, Nabucodonosor II sofocó 
una revuelta liderada por Joaqgjn, rey de Juii_á. El Segundo libro de los 
Reyes data la invasión en el año octavo de su reinado. Joaql{ín murió 
durante el asedio de Jerusalén. Le sucedió su hijo Jeco_nías. Nabuco­
donosor II llevó a Jeconías y su familia a Babilonia como reh(}.nes y 
nombró rey de Judá a Mata11Jas. Al subir al trono, Mata11ías cambió 
su nombre por el de Sedecj_as. 
Nabucodonosor, el rey de Acad, dirigió su ejército hasta Hatti. Asedió la 
ciudad de Judá. Conquistó la ciudad el segundo día de febrero. Nombró un 
nuevo rey a su gusto y se llevó un gran botín de Judá a Babilonia. 
CARTAS DE ARAD 
~ Entre 1962 y 1967 Yohanan Aharoni dirigió una excavación israelí en 
Argq, (en hebreo: Tell Arad), en la que se encontraron unos 200 óstra­
ca o fragmentos de cerámica con escritura o inscripciones en hebreo y 
arameo. Algunos de los fragmentos de cerámica tienen sólo 6 cm de 
alto. Estas cartas de Arad se conservan actualmente en el Museo de 
Israel en Jerusalén. 
La mayoría de las cartas en hebrgo son comunicados militares. En 
muchas de ellas se autoriza al comandante de Arad a enviar raciones 
de grano, vino y aceite a las tropas que están bajo su mando. En un 
curioso óstracon, el nombre «Arad» aparece grabado al re:pés sieje 
veces. 
Las cartas en hebn¡¿o se remontan a la edad de hierro (1000-587 
a.C.), cuando fortalezas como Arad, Ramot-Negueb (en hebreo: hor­
vat 'uza) y Quiná (en árabe: khirbet taiyib) custodiaban la ruta 
principal de EdoJJ:7., como las estaciones para las diligencias y los fuer­
tes de caballería en el oeste americano (2 R 3,8). Esta ruta comercial 
entre este y oeste conectaba la calza_da de la costa (en latín: via maris), 
en el oeste (Js 19,8; 1 S 30,27), con la calzada real, en el este. Desde 
Arad la calzada de Edo1J1 desciende hacia el extremo septentrional de 
las montañas del Jebel Usdum y desde allí sigue bajando hasta el valle 
de la Arabg. Hay paralelos en los libros de Samuel y de los Reyes, y en 
los de Esdras. Nehemías y Jeremías. Algunas cartas se refieren, por 
ejemplo, a las familias de sacerdotes como Pasur y Meremot, mencio­
nados en la Biblia (Jr 20,1; Esd 8,33). 
Óstracon 2 
~ El óstracon 2 es una orden que autoriza al comandante de Arad a 
enviar raciones a una unidad de mercenarios que está bajo su mando. 
Una ración de cuatro días para una unidad de 75 soldados aproxima­
damente estaba formada por 300 panes y 100 litros de vino. Por con­
siguiente, cada soldado recibía un pan por día (Jr 37,21) y 0,30 litros 
186 PARA LELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Fragmento df cerámica 
de un tal Ezllzshib 
en el qui se organizan 
envíos comerciales 
de aceite y vino. 
Hallado en Arad 
(ca. 598 a.c. r 
de vino. El vino nuevo había fermentado recientemente (Dt 32,14); 
el vino viejo estaba añejo o, al menos, pasado de fecha cuando estaba 
en mejores condiciones para beberlo (Rt 2,14; Sal 69,21). Los kittirn 
eran soldados~ mercenarios de islas como CreJa y Chipre en el oeste 
mediterráneo. 
A: Eliashib, comandante en Ar<!.,d 
De: [ ... ] comandante en [ .. . ] 
Envía a los kittim 2 raciones bat de vino y 300 panes para los cuatro días 
siguientes. Llena las jarras de la ración bat con vino !1uevo. Entrega las 
raciones mañana. No te retrases. Llena alguna de las jarras con vino~ iejo, 
si todavía queda algo. 
Óstracon 18 
§§{] El óstracon 18 fue escrito por un escriba profesional en correcto hebreo 
bíblico con caracteres paleoht;_breos. Un funcionario destinado en 
Jerusalén informa a Eliash.!JJ, que se encuentra en Arag. El informe 
contiene la más antigL!_a referf:_ncia extrabíblica al tert1plo (en hebreo: 
beth YHWH) . Los «hijos de Querós» son mencionados en la lista de los 
servidores del templo en Esd 2,44 y Ne 7,47. 
CARTAS DE A RAD 
Decoración en marfil de un palacio cananeo en Megido que muestra 
a un general victorioso que lleva a los prisioneros y el botín 
ante el rey sentado en su trono, decorado con quer1:!:._bines. 
A: Eliashib, mi comandante en Arad 
De: [ .. . ] en Jerusalén 
187 
Que Yahvé cuide de ti. 
Enví~ a Shemaryahu una ración letek de harina. Envía al querosita una 
ración homer de harina. He cumplido tus órdenes. La persona sob~ la que 
preguntaste ha buscado refugio en el tem_plo de Yahvé [ ... ]. 
Óstracon 24 
¡§§{] Arad era el cuartel general para su sector del Negueb. El óstracon 24 
es una orden para reforzar Ramot-Negueb, situada a 10 km al sureste 
de Arad. Al parecer, cuando Babilonia invadió Judá desde el norte en 
el año 594 a.C., Edom la invadió desde el sur (Sal 137,7-9; Lm 4,22). 
No está claro si las tropas de A~ad y Quin{ que está a unos 6,5 km al 
noreste de Arad, fueron desplegadas con éxito en Ramot-Negueb. El 
nivel de destrucción de Arad en el que se encontró este comunicado 
indica que Ed(!_m invq_dió ,no sólo Ramot-Negueb, sino también Ar3:.d. 
A: [ ... ] comandante en Arad 
De: [ ... ] comandante en Je¡;salén -
[ .. . ] envía 50 soldados de Arad y de Quiná [ .. . ] envíalos a Ramot-Negueb, 
bajo el mando de Malkiyahu, hijo de Qerab'ur, y él los hará volver a Eli~eo, 
el hijo de Jeremías, en Ramot-Negueb, antes de que le pase nada a la ciu­
dad. Tienes quecumplir estas órdenes del rry de Jug_á bajo pe~ de m11er­
te. Ésta es mi últill}a advertencia: envía estos soldados a Elis~o antes de que 
Edom _ataque. 
CARTAS DE LAQUIS 
~ Los arqueólogos británicos J.L. Starkey, Henry Wellcome y C~ar~es 
Marston descubrier~n, _entre 1932 y ~938, 2J Jri-g!flentos de ceram!ca 
u óstraca con inscnpcwnes en Laq7E-s (en ~ ~ Tell ed-Duweir), 
Israel. Algunos de los fragmentos_ tenían 1? cm de alt~. Los te~tos 
estaban escritos en cursipa, la escritura comun, con un calamo y tinta 
negra hecha de hollí?J y corte:?,a de ro~le. L~s cartas se en~ontraban en 
las ruinas de una garita en la puerta occidental ~e la ciudad, do:1-de 
fueron enterradas después de que Azecá. y Laq1!-is f:teran destruida~ 
por el ejército babilónico de Nabucodonosor II en el ano 587 a.C. Azeca 
se encuentra a 29 km al suroeste de Jerusalén, mientras que Laquis 
dista 45 km de la capital. La ciudad de Laquis ocupaba una extensión 
aproximada de 12 km2 en el Wadi Ghafr. Los óstraca se encuentran 
actualmente en el British Museum de Londres. 
Cuatro de las inscripciones son ilegib~es y otras cuatro_ son ~ist~s de 
nombres. Una está escrita sobre una jarra. Doce de las mscnpcwnes 
son cartªs; cinco de ellas están escritas sobre fragmentos de cerámica 
de la misma jarra. Estas cartas reflejan la crisi¿ ~~ la discipvna ante la 
invasión_babilónica. Jaosh es un comandante militar. Hosh.:Jahu es su 
Anverso y reverso de un fragmento de cerámica hallado en Laq!:!:_is 
cerca de la puerta. 
(Del tiempo de la destrucción por los babilonios en 598 a.C.; 
conocido como «Carta 4» ). 
CARTAS DE LAQUIS 
Relieve sobre el muro del palacio de Senaquerib que muestra 
a los defensores de la ciudad judía de Laquis (701 a.C.). 
189 
subordinl!:_do. Jaosh pregunta si Hoshiyahu está cooperando o no con 
un intento no autorizado de algunos miembros del iobierno de 
Jerusalén de solicil ar ayudq_militar de Egipto. 
El estilo de la escritura es similar al de los libros del Deuteronomio, 
Jeremías, Samuely Reyes, pero hay varias expresiones populares y 
numerosos erro_res ortogrqjicos. 
Carta 3 (Jr 26,20-22) 
A: Jaosh, comandante en Jerusalén 
De: Hoshi~hu, comandante en Laql_:!_is, tu siervo 
¡Que Yahv~ envíe pronto a mi señor noticias de paz! 
He recibido tu carta, pero no puedo comprender la instrucción de 
mi comandante: «Si no puedes entender mis órdenes, que te las lea un -
escriba». 
Como Yahvé vive, que no gecesito un escriba que me lea tus órdenes. 
Si ha llegado una orden, yo no he buscado un escriba. Siempre actúo de 
inmediato cuando se me envía directamente una orden. Nunca desobede-
ceré una orden directa. ~ -
190 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
He recibido el siguiente informe de inteligencia: «Konyahu, hijo de 
Elnatán, comandante del ejército, ha llegado a Egi12.to y ha solici!ado [ ... ] 
hombres y provisiones [ ... ] de Hodawyahu, hijo de Ahiyahu». 
En cuanto a la cart-ª de Tobíªs, funcionario real, dirigida a Shallum, 
hijo de Jaddua, de parte del pro~ta, que dice: «¡Ten cuidado!», ya te la he 
enviado. 
Carta 4 (Jr 34,6-7) 
A: Comandante en Jerus~én 
De: Comandante en Laquis, tu obediente siervo 
¡Que Yahvé te bendiga con un buen día! 
He puesto por escrito tus órdenes. He cumplido tus órdenes de hacer 
un reconocimiento de Bet-Harrapid y he comprobado que ha sido aban-
donada. -
Semaya ha arrest¿ido a Semakya, de modo que puede ser trasladado a 
Jerusalén para ser sometido a consejo de guerra. Hoy no he podido comu­
nicarme con él, pero lo intentaré de nuevo mañana por la mañana. 
Esta carta certifica al comandante en Jerusalén que permap.ezco en mi 
puesto para cumplir tus órdenes. Seguimos observ~ndo la señal de fuego de 
Juc!_á en Laqujs, incluso después que la única señal de fuego q;-ie quedaba en 
Azecá se haya extin~ido. · 
CRÓNICAS, 
ESDRAS, 
NEHEMÍAS 
.. 
DECRETO DE CIRO 
~ Hormuzd Rassgm (1826-1910) descubrió, en la bibliot.§ca de Asur­
banipgl en Nínive, un cilinjro en el que estaba inscrito un Decreto de 
Ciro, rey de Persia (557-529 a.C.). Actualmente se conserva en el 
British Museum. Ciro promulgó el decreto poco después de conquistar 
Babilonia en el año 540 a.C. El texto está redactado en lengua aca!Jia, 
en escritura cuneiforme, sobre un cilindro de 22 cm aproximadamen­
te. Pocos persas entendían acaq_io, pero era la lengua oficial, en la que 
se escribían todos los documentos formales. 
El decreto acl{sa a Nabo!Jido, al que Ciro derrotó, de no proteger y 
cuidar la tierra y a los habitantes de Babilonia. Después ordena la 
repatria<jón de los rehe'!}es que se encontraban en Babilonia, a quienes 
Nabucodonosor II y Nabonido habían deportado de los países que ha­
bían conquistado. Las familias de Judá habían sido deportadas en el 
año 597 a.C. y de nuevo en los años 587-586 a.C., después d/ que fra­
casaran sus rebeliones contra Babilonia (2 R 24-25; Jr 34,1-7) . El 
decreto prevé también la concesión de subsidiosJ eales a los pueblos 
que reconstruyeran sus ciudades y los santuarios de sus dioses 
(Esd 1,1-4; 6,3-5). 
Los paralelos del decreto de Ciro aparecen en los libros de Isaías y 
Esdras . El libro de Isaías (Is 45,1) acepta la validez del decreto cuando 
da a Ciro el título de «Ungido» o «Mesías». Es el ún~o no_hebreo a 
quien se concede semejante honor. En realidad, el Templo de Jerusalén 
no fue reconstruido hasta el añ-o 515 a.C. aproximadamente, durante 
el reinado de Dar[o, el sucesor de Ciro. El libro de Esdras (Esd 6,1-15) 
describe cómo Daría consultó en los archivos reales un decre_to de Ciro, 
que bien pudo ser una copia del decrlj:o que ahora nos ocupa. 
(1 R 12,4; Is 45,13; Ez 10,18-19) 
Nabonigo cambió en abominª ción el culto a Marduk, soberano de la asam­
blea divina en Babilonia. [ ... ] También esclay_izó a los habitantes de 
Babilonia y les hizo trabajar para el Estado durante todo el año. [ ... ] 
194 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
El «Cilindro de Ciro», que muestra la inscripción del rey Ciro el Gra~de 
escrita sobre una superficie cilíndr;jfa de arcilla con forma de ba!fzl. 
Marduk, el soberano de la asamblea divina, escuchó los gri!os de los 
habitantes cte Babilonia y se enfureció. Por ello él y los otros miembros de 
la asamblea divina abandonaron los santuarios que habían sido construi­
dos para ellos en Babilonia. Mardt;k [ ... ] buscó por todo~ los ~aíses un r:! 
1 justo que presidiera la procesión de añ~ nuevo [ en acadio: ~kttu]. Esc_2g10 
a Cir.9, el rey de An~han [ en árabe: tall-1 Malyan ], y lo ung~ como ~obera­
no de toda la tierra. [ ... ] Debido a que Marduk [ ... ] estaba complaodo con 
las buenas-~cciones y el recto _f9razón de Ci[_o, le ordenó marchar con~ra 
Babilonia. Caminaron juntos como amig2s, mientras los soldados de C1ro 
avanzaban sin miedo al ataque. Marduk permitió a Cir_o entrar en 
Babilonia sin una sola bataJla [ ... ] y puso a NaboJlido, el rey que no iba a 
presidir la p;ocesión de año nuevo en honor de Marduk, en man..9s de Cir.o. 
í§§{I Los ancianos y los soldados de Babilonia se entr~gan a Ciro y a su hijo, 
Cambises, que reanudan el culto a todos los miembros de la asamblea 
divina con santuarios en la ciudad. 
Entré en Babilo11ia como ami~ de Marduk y ocupé mi trono en el palacio. 
Tod~s los días ofrecí un sacrificio a Marduk, que hizo que el pueblo me 
amara y me obedeciera. Ordené a mis soldados que nQ saqueay.n la~ ~alles 
de Babilonia ni violaran a las mujeres de Sumer y Acad. No eg:lavice por 
más tiempo ; lo; habitantes de Babilonia con el fin de que tr~bajaran para 
el Estado, y les ayudé a reconstruir sus casas, que estaban arrumadas: Todos 
los reyes desde el mar ~perior hasta el infer~or, los reyes que hab~tan en 
palacios a oriente y los reyes que viven en tien~as a occid~nte, acudieron a 
Babilonia para entregarJile el trib~to y be~r mis _pies. 
DECRET O DE CIRO 
Babilonios y persas llevando tributos al rey Je!)_es de Persia. 
(Del palacio real de Persépolis) 
195 
Dev~lví las esta~as de los dios!s de todgs los paí~es - Asur, Su5a, Ag4de 
y Esnunna, Zambán, Me-Turnu, Der y Gutia- a sus santuarios. Cuando 
encontraba sus santuarios en ruinas, los recon~truía. También repayié a los 
habitant>s de esos países y reconstruí sus casas. 
Por último, con el permiso de Marduk, permití que las estatuas de los 
dioses de Sumer y Acad, que Nabonido había trasladado a Babilonia, fue­
ran devuel_gs a sus santi¿__arios [ ... ] q~e yo recoi:struí:-
Que todos los miembros de la asamblea divina, cuyas estatuas devol­
ví a sus santuarios, pidan todos los días a B~l y Ne_go larga vida para Il}Í. 
Que me recuerden ante Marduk, mi dios, con esta oración: «Acuérdate de 
CirQ_ y de su hijo, Cambises. Ellos soi'i los reyes que te dan cuJto trayendo la 
pa~ a este país. Ellos son los reyes que han llenado tu país de pa!_os y pa­
lomas. [ .. . ] ... ] Ellos son los reyes que han recons1!uido las paredes de fu 
santuario». 
CARTAS DE ELEFANTINA 
~ Los arqueólogos alemanes descubrieron en 1907 seis cartas escritas 
sobre papiro, pertenecientes a Yedonías, hijo de Gamarías, jefe de una 
comunidad judía en la isla de Elefantina, en la frontera meridional de 
Egipto. Actualmente se conservan en el Museo de Berlín. Las cartas 
están escritas en arameo, la lengua internacional del imperio persa, y 
datan del periodo que va del año 420 al 407 a.C. 
Las cartas de Elefantina explican cómo determinar la fecha de la 
Pascua. También describen la destrucción del templo judío en Elefan­
tina por soldados egipcios. Resulta curioso que estas cartas no se refie­
ran directamente en ningún momento a tradiciones del libro del 
Deuteronomio que exigen la celebración de la Pascua sólo en Jerusalén 
y el cierre de todos los santuarios consagrados a Yahvé, excepto el tem­
plo real en Jerusalén. 
Hay paralelos entre las preocupaciones de la comunidad judía en 
Elefantina y algunos de los problemas afrontados en Jerusalén y Judá 
bajo los persas en los libros de Esdras, Nehemías y Crónicas. Es posi­
ble que el Ananías mencionado en estas cartas como jefe de los admi­
nistradorespersas en Egipto sea el mismo que Jananí, el hermano de 
Nehemías (Ne 1,2; 7,2). 
Texto 30, AP 21; Berlín, St. Mus. P. 13464, restaurado 
(Ex 12,15; Lv 23,5-8; Dt 16,3-4.8) 
AÑO QUINTO DE DAR lO: 
419 a.c. 
~ El texto 30 es fragmentario, pero se puede restaurar gracias a los para­
lelos bíblicos. La carta no enseña a los judíos residentes en Egipto cómo 
celebrar la Pascua por primera vez, sino más bien cómo pueden ellos 
datar su celebración de un modo más exacto (Esd 6,20). 
BAJO 
EGIPTO 
FAYUM 
• Pi-Ramsés 
Gizteh• 
Saqq_ara • • Menfis SINAÍ 
MEDIO EGIPTO 
• Benj_Hasán 
DESIERTO ÁRABE 
DESIERTO LIBIO 
• Amarna 
BAJO 
EGIPTO 
O 100 Km 
Hierac_ónpolis 
• Elefantina • 
Mapa de Egipto, que muestra los principales emplazamientos antiguos, 
incluidas las ciudades de Sais, Menfis, Amarna, Tebas y Elefantina. 
198 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
A: La familia de Yedonías y los soldados de Judea en Elefantina 
De: Ananías, tu hermano 
Que Elohim os bendiga siempre, hermanos míos de Judea. 
[ ... ] El rey Darío envió este mensaje a Arshama, el gobernador: [ ... ] 
empezar la celebración de la Pascua el día decimocuarto de marzo [ en ara­
meo: nisan ] al ponerse el sol. Celebraréis la fiesta de los panes ázimos desde 
el día decimoquinto hasta el vigesimoprimero de marzo. Comeréis panes 
ázimos durante siete días. 
[ ... ] No trabajaréis el día decimoquinto ni el vigesimoprimero de 
marzo. No beberéis vino ni cerveza. No comeréis ni conservaréis pan fer­
mentado en vuestra casa desde la puesta del sol del día decimoquinto hasta 
el vigesimoprimero de marzo [ ... ] 
Texto 34, AP 30/31; Berlín, St. Mus. P. 13495 / El Cairo P. 3428 
(Nm 23, 11; 1 R 13,2-3; 21,23-24.27; 
Esd 8,23; Ne 2,5; 4,1; 9,1; Sal 137,7-9) 
AÑO VIGÉSIMO DE MARSHESHWAN, 
AÑO DECIMOSÉPTIMO DE DAR1O 
25 DE NOVIEMBRE DEL AÑO 407 a.C. 
~ El texto 34 describe la destrucción del templo de Elefantina por los 
sacerdotes de Khnum y Vidranga, el gobernador. Siene, la actual ciu­
dad de Asuán, es el mayor asentamiento a orillas del río Nilo junto a 
la isla de Elefantina. 
A: Nuestro señor Bagohi, gobernador de Judea 
De: Yedonías y los sacerdotes de Elefantina 
Que Yahvé, creador de los cielos, te bendiga a ti, nuestro señor, por siem­
pre, y te conceda el favor del rey Darío mil veces más que ahora. ¡Que ten­
gas una larga, sana y feliz vida! 
[ .. . ] durante el mes de junio [en arameo: tammuz] del año 404 a.C. [en 
arameo: el año decimocuarto de Darío], cuando Arshama, el gobernador 
[ en arameo: sátrapa] persa de Egipto, estaba fuera del país, los sacerdotes 
de Khnum [ ... ] dieron un ultimátum: «¡El templo de Yahvé [en arameo: 
YHW] en Elefantina tiene que ser destruido!». Así pues, Vidranga, el gober­
nador de Elefantina, envió una carta a su hijo, Nafaina, el comandante de 
Siene, ordenándole que destruyera el templo. Nafaina respondió dirigien­
do sus soldados a Elefantina con armas y hachas. 
Los soldados entraron por la fuerza en el templo y lo destruyeron por 
completo. Hicieron añicos sus columnas de piedra, destrozaron sus cinco 
pórticos de piedra y quemaron las puertas apoyadas en goznes de bronce, 
CARTAS DE ELEFANTINA 
Un posible modelo del Templo de Salomón, que muestra las dos columnas, 
Yaquín y Boaz, en la entrada principal que da al Este, 
y las dependencias laterales. 
199 
el techo y todo el mobiliario. Saquearon el templo y se llevaron los cuencos 
de oro y plata y todos los objetos de valor. 
Después nosotros y nuestras familias nos vestimos de saco, ayunamos 
y rogamos a Yahvé, creador de los cielos:« [ ... ] ¡Que Vidranga sea devorado 
por perros, que toda su propiedad sea destruida, que sean asesinados todos 
los que tramaron el mal contra el templo y que nosotros vivamos para 
verlo!». 
Hace ahora tres años desde que te enviamos esta carta a ti, a Yehojanán 
el sumo sacerdote, a Avastana hermano de Anani, y a los otros funcionarios 
de Judea [ en arameo: Yehuda ]. Pero no hemos recibido respuesta. 
_ De modo que nos hemos vestido de saco y ayunado desde junio del 
ano 403 a.C. Durante tres años no hemos tenido relaciones con nuestras es­
posas, no nos hemos ungido con aceite ni hemos bebido vino. No hemos 
ofrecido cereales ni animales en el templo. 
Si es. del agrado de nuestro señor, ya que no se nos ha permitido 
recon_strmr este templo, que se tome en consideración su reconstrucción. 
Considera la fidelidad de tus siervos y amigos en Egipto. Podrías enviarles 
una ~arta de tu puño_ y letra con el encargo de reconstruir el templo de 
Yahve en Elefantma. S1 accedes a ello, entonces llevaríamos en tu nombre al 
alta~ ?e Yahvé, ofrendas de incienso y animales. Nosotros y todas nuestras 
familias roganamos constantemente por ti. Si lo haces, será una acción ver­
daderamente justa ante Yahvé, digna de más de mil talentos de plata y oro 
de ofendas y sacrificios. 
200 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Hemos enviado también los detalles de estos acontecimientos en una 
carta a Delayah y Shelemyah, hijos de Sanballat [en arameo: Sin-uballit], 
gobernador de Samaría. Ten en cuenta que Arshama no ha tenido conoci­
miento de lo que se ha hecho contra nosotros. 
Texto 35, AP 32, Berlín, St. Mus. P. 13497 (Esd 6,1-5) 
AÑO 407 a.C. 
El texto 35 contiene un memorándum que parece establecer un acuerdo 
entre Bagohi de Jerusalén y Delayah de Samaría para la reconstrucción del 
templo de Elefantina. Presumiblemente Arshama, el gobernador persa de 
Egipto, también lo aprobó. Lo interesante es que no se mencionan los sacri­
ficios de animales, posiblemente como una manera de minimizar la impor­
tancia del templo de Elefantina con respecto al templo de Jerusalén. 
A: Arshama, gobernador de Egipto [ ... ] 
De: 
El templo de Yahvé, creador de los cielos, fue construido antes del tiempo 
de Cambises en Elefantina y después fue destruido en el año decimocuar­
to de Darío por el criminal Vidranga. 
Que sea reconstruido en su emplazamiento original. Que sean ofreci­
dos alimentos e incienso en su altar como se hacía en el pasado. 
Texto 36, AP 33, El Cairo P. 3430 - J. 43467 
AÑO 407 a.C. 
§§t] El texto 36 menciona la prohibición de los sacrificios de animales. No 
hay pruebas claras de que el templo de Elefantina fuera reconstruido 
efectivamente. Las crónicas de la colonia militar allí establecida termi­
nan después del año 399 a.C. y no se han descubierto restos arqueoló­
gicos. El siguiente borrador de carta no contiene destinatario. 
A: 
De: Yedaniyah hijo de Gemariyah, Mauzi hijo de Natán, Shemayah hijo de 
Haggai, Oseas hijo de Yatom, Oseas hijo de Nattum, todos ellos residen 
legalmente en Siene y poseen tierras en la isla de Elefantina. 
Si nuestro señor nos concede permiso para que el templo de Yahvé, nuestro 
dios, sea reconstruido en Elefantina, accedemos a no ofrecer sacrificios de 
ovejas, bueyes o cabras, sino únicamente incienso y cereales. Si nuestro 
señor promulga este decreto, entonces haremos una donación a la familia de 
nuestro señor de [ ... ] plata y mil celemines [en arameo: artabe] de cebada. 
JOB, 
ECLESIASTÉS 
DECLARACIONES 
DE INOCENCIA 
~ Como los Textos de las pirámides y los Textos de los sarcófagos, el 
Libro de los Muertos o el Libro de la salida al día era esculpido o pin­
tado en el interior de las pirámides y tumbas en Egipto ya desde una 
fecha tan temprana como el año 2500 a.C. El Libro de los Muertos no 
alcanzó su forma final hasta el año 500 a.C. No hay ningún rollo en el 
que se haya encontrado el libro completo. Desde el año 1500 a.C. apro­
ximadamente estaban disponibles, para las familias que podían adqui­
rirlos, extractos del Libro de los Muertos producidos en serie. Actual­
mente se conservan copias del Libro de los Muertos en el British Mu­
seum (Papiro de Nu, # 10477) de Londres y en el Museo Egipcio de El 
Cairo. 
El dios egipcio Osiris envuelto 
como una momia para mostrar su poder 
sobre el país de los muertos. 
204 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Las declaraciones de inocencia o confesiones negativa,s eran tal vezlos extractos más populares del Libro de los Muertos. Este consta de 
ciento !!Oventa y do~ capítulos -como mínim~- de diferente ~~tensión. 
Cada uno de ellos está destinado a producir la resurre__ccwn de los 
muertos y asegurar una inmortalid~ biena~e~turada. También hay 
descripciones del mundo subterráneo [en egipcio: duatJ, las puertas, 
las cavernas, el día, la noche y una oración a Ra. 
Hay paralelos de las declaraciones de inocencia en el libro de Job 
(Jb 31). 
Capítulo 125 
-+- Cuando llegues a la Sal~ de las dos verda.9-es, confie~a tus peca1os y di: 
No he pecado contra mi prójimo. 
No he maltratado al ganado. 
No he cometido perjurio en el templo. 
No he tratado de conocer lo que no se debe. 
No he hecho mal. 
No he hecho que los esclavos trabajaran más tiempo del debido. 
~ ~~~~~~ 
nfr ~ gr,¡¡ V¡i/1 
~ ~ - -
;¡ 
.,,,, 
Preparación de 
la momia y presentación 
de ofrendas al difunto. 
( De un papiro de 
El Libro de los Muertos.) 
DECLARACIONES DE INOCENCIA 205 
La «Sala del juicio de Osiris», de una pintura fúnebre egipcia que muestra 
a diversas divinidades menores del país de los muertos ante Osiris. 
No he sido denunciado ante Amón-Ra. 
No he blasfemado. 
No he privado al pobre de su propiedad. 
No he hecho nada prohibido por la asamblea divina. 
No he dado falso testimonio contra los esclavos ante sus amos . 
No he hecho sufrir a otros. 
- No he dejado morir de hambre a nadie. 
No he hecho llorar a otros. 
No he matado. 
No he mandado matar. 
No he dejado de presentar ofrendas ante la asamblea divina. 
No he comido el pan de la asamblea divina. 
No he robado las ofrendas de alimentos para los muertos. 
No he abusado sexualmente de los niños. 
No me he masturbado. 
No he disminuido la medida del celemín. 
No he movido los mojones del campo de otro. 
No he usado falsos pesos en las balanzas. 
,., No he quitado la leche de la boca de los niños. 
No he privado a los rebaños de sus pastos. 
206 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
No he puesto trampas a las aves de la asamblea divina. 
- No he desviado el agua de riego a mis campos cuando no debía. 
No he construido una presa en un río para regar mis campos. 
No he apagado un fuego para cocinar cuando era necesario. 
No he retrasado las ofrendas de carne para la asamblea divina. 
No he ofrecido sino mi mejor ganado para la asamblea divina. 
No he dejado de apartarme ante la procesión de la asamblea divina. 
¡Declaro solemnemente que soy inoc~nte! 
Declaración de inocencia ante 42 miembros de la asamblea divina 
No he hecho nada malo. 
No he robado. 
No he sido avaricioso. 
No he hurtado. 
No he asesinado. 
No he disminuido la ración de cereales. 
No he estafado. 
No he robado un sacrificio de la asamblea divina. 
No he cometido perjurio. 
No he robado pan. 
No he estado de mal humor. 
No he transgredido nada. 
No he matado el ganado de la asamblea divina. 
No he cometido extorsión. 
No he robado la ración de pan. 
No he murmurado. 
No he permitido que mi boca me traicionara. 
No he disputado con nadie sobre derechos de propiedad. 
No he cometido adulterio. 
No me he mancillado. 
No he inspirado temor a nadie. 
No he transgredido nada 
No he sido inmoderado. 
No he sido ciego ante la verdad. 
No he sido pendenciero. 
No he cerrado mis ojos ante la justicia. 
No he abusado sexualmente de un menor de edad. 
No me he aprovechado de nadie. 
No he actuado con demasiada precipitación. 
No he desfigurado imagen alguna 
perteneciente a la asamblea divina. 
DECLARACIONES DE INOCENCIA 207 
No he hablado demasiado. 
No he cometido traición. 
No me he bañado en agua reservada para beber. 
No he levantado mi voz. 
No he maldecido a la asamblea divina. 
No he sido jactancioso. 
No he sido arrogante. 
No he deseado más que lo que poseo. 
No he maldecido al dios de mi ciudad. [ ... ] 
DIÁLOGO DE UN DESESPERADO 
CON SU ALMA 
;§§[I El Diálogo de un desesperado con su alma es una disputa sobre el saj­
cidfo compuesta durante el Imperio ]v1edio en el Antiguo Egipto entre 
los años 2050 y 1800 a.C. Se escribió sobre hojas de papiro, cuya parte 
superior estaba ya destruida cuando los arqueólogos las descubrieron 
poco antes de 1900. Actualmente se conservan en el Museo de Berlín 
como Papiro de Berlín 3024. 
Durante el primer periodo intermedio entre los años 2258 y 2050 
a.C., se desmoronaron las estructuras sociales, políticas y económicas 
de Egipto. Como consecuencia, los maestros empezaron a reevaluar 
también la cosmovisión egipcia. El Diálogo de un desesperado con su 
alma lleva a juicio a Egipto por sus ideas sobre la vida y la muerte. En 
el juicio, el desesperado es el abogado de la muert~ ~ ~' el alrr!,_~, ~sel 
abogado de la vida. El desesperado propone la posibilidad de suicl_dar­
se como un antídoto contra el dolor y el fracaso. El alma argumenta 
que los suicidas no pueden recibir un funeral apropiado, lo cual les 
priva a ellos de los placeres de la vida del más allá y a sus supervi­
vientes de toda ayuda pública. El alma argumenta que los funerales 
son una pérdida de tiempo para ricos y pobres por igual. Como alter­
nativa al suicidio, el alma propone que el desesperado deje de amol-
.-!-. ~+ 111 ~~ ~= :7 ft:.'; 
--~~""'""",.,...,... 
Procesión funeraria naval a lo largo del Nilo. Las plañideras y las vísceras 
del difunto van en el primer barco, y el cadáver en el segundo. 
(Beni Hasán, siglo XIX a.C.). 
DIÁLOGO DE UN DESESPERADO CON SU ALMA 209 
darse a las expectativas de la sociedad y empiece a gozq.r de la vfda. El 
alma concluye su contra-argumentación con dos parábolas a las que el 
desesperado responde con cuatro lamentaciones. La primera lamenta­
ción equipara el consejo del alma con una serie de metáforas pútridas, 
la segunda enumera todas las razones por las que la muerte es preferi­
ble a la vida cuando las cosas van mal, la tercera describe la muerte 
como un amigo que quiere liberar a los seres humanos dolientes de s'us 
penosas vidas y la cuarta promete que todos los que mueren vivirán 
feliz y eternamente con sus dioses. Las primeras líneas en todas las 
estrofas de cada lamentación son idénticas. 
El Diálogo de un desesperado con su alma evalúa varias respuestas 
al fenómeno del pesimi§mo en personas que se amoldan a todas las 
expectativas de la sociedad, pero que se hastíq_n de vivir cuando sus 
esfuerzos no las llevan a ninguna parte. Los maestros en Mesopota­
mia y en el antiguo Israel usaron géneros forenses parecidos en obras 
como, por ejemplo, el libro del Eclesiastés y el de Job. Estas tradicio­
nes no presentan soluciones al sufrimiento, sino que sencillamente lo 
estudian. 
1-39 (lb 3,17-19) 
Escúchame, alma mía: 
Mi vida ahora es más de lo que puedo soportar, 
ni siquiera tú, alma mía, puedes entenderme. 
Mi vida ahora es más terrible de lo que nadie puede imaginar. 
Estoy solo. 
Ea, ven conmigo, alma mía, a la tumba. 
Sé mi compañera en la muerte. [ .. . ] 
Si no puedes llevarte la miseria de la vida, 
no me prives de la misericordia de dejarme morir. 
Abre la puerta de la muerte para mí. -
¿Es esto pedir demasiado? 
La vida es sólo un paso. 
Hasta los árboles se caen. 
Aplasta esta desdichada vida. 
Pon fin a mi miseria. 
Que Toth, el juez divino, preste oído a mi causa, 
que Khonsu, guardián de los faraones, me proteja. 
Que Ra, el barquero divino, me juzgue, 
que Isis [ ... ] me defienda. 
210 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Egipcios en barco sacan del Nilo el cadáver de un ahogado. 
(Beni Hasán, siglo XIX a.C.). 
Escucha, mi amigo humano: 
Es una gran locura que un humano ordinario como tú 
quiera el funeral de un faraón. 
Líneas 40-59 
Pero, alma mía, 
No moriré sin preparar un digno funeral. 
Sólo cuando la muerte es un lad~ón, 
no se han previsto los funerales . 
Si me ayudas, 
puedo descansar en paz en la tierra de los muertos. 
Te llevaré conmigo a la tumba, 
cuidaré de tu tumba como tu hijo. 
Con mi sombra te protegeré del calor del sol, 
haré que las almas errantes te envidien. [ ... ] 
Si continúas oponiéndcrte ami muerte, 
nunca encontrarás descanso en la tierra de los muertos. 
Confía en mí, alma mía, mi compañera, 
mi heredero realizará mis últimos deseos. 
Mi heredero estará junto a mi tumba el día de la sepultura, 
mi heredero llevará mi cuerpo a la tumba. 
Líneas 60-89 (Qo 3,12) 
Escucha, mi amigo humano, 
No hay ningún funeral feliz, 
los funerales siempre hacen llor¡J.r. 
DIÁLOGO DE UN DESESPERADO CON SU ALMA 
Vosotros sacáis el cuerpo de la casa, 
lo enterráis en una colina estéril y sin sol. 
Hasta las capillas de granito y las pirámides se desmoronan, 
los monumentos se olvidan en cuanto mueren sus constructores. 
Son tan miserables como las tumbas de los pobres a orillas del Nilo, 
no son diferentes de los entierros sin funerales. 
Tienen sólo al Nilo como andeyo, 
al sol como embalsamador, a los peces como plañideras. 
Así pues, escúchame, - -
acepta mi consejo. 
~Goza de la vida. 
Deja de afligirte. 
Ya conoces la parábola sobre la muerte. [ ... ] 
Una vez un hombre sembró un campo, 
cargó la cosecha en una barca y la llevó al mercado. 
Al ponerse el sol, se desencadenó una terrible tormenta. 
El hombre, a salvo en la ciudad, sobrevivió, 
pero su mujer y sus hijos, que estaban en casa, perecieron, 
se perdieron cuando su casa flotante 
zozobró en el Lagg de los Cocodrilos. 
El hombre se sentó y lloró: 
«Si tengo que llorar por una esposa, enterrada sin funeral, 
entonces, ¿quién no puede ser resucita.90 a una nueva vida? 
¿O tengo que llorar por un hijo, 
enterrado antes incluso de tener una vida que vivir?». 
También conoces la parábola sobre el hombre ter~o. [ ... ] 
Una vez, un hombre ordenó a su esposa 
que sirviera toda la comida a mediodía, 
pero ella se negó: «Estos alimentos son para la cena». 
El hombre salió de casa rabioso 
y se devanó los sesos mientras iba a trabajar. 
Cuando regresó a casa, 
todavía estaba furioso. 
¿Por qué no escuchó el consejo de su mujer, 
por qué no pudo nadie de su familia razonar con él? 
Líneas 90-140 (Pr 5,5; Jr 9,4-5; Am 5,14-15; Si 24,15) 
Alma mía, ¿de verdad quieres que siga viviendo 
cuando mi vida huele peor que [ ... ] 
[ ... ] un pájaro muerto en un día tórrido, 
[ ... ] carne podrida a pleno sol, 
211 
212 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
[ ... ] el suelo de un corral de patos, 
[ ... ] el sudor de los pescadores, 
[ ... ] una laguna de peces con agua estancada, 
[ ... ] el aliento de un cocodrilo? 
¿De verdad quieres que siga viviendo 
cuando mi reputación es peor que la de quien [ ... ] 
[ ... ] acusa de adulterio a una mujer fiel, 
[ ... ] llama bastardo a un hijo legítimo, 
[ ... ] trama derrocar al gobierno? 
¿Puedes verlo? 
Todos son ladrones, 
no hay amor entre unos y otros. 
¿Puedes verlo? 
Los corazones son avariciosos, 
la gente se apodera de lo que pertenece a otros. 
¿Puedes verlo? 
Los justos han perecido, 
los locos están en todas partes. 
¿Puedes verlo? 
Todos escogen el mal, 
todos rechazan el bien. 
¿Puedes verlo? 
Los crímenes no afrentan a nadie, 
los pecados hacen reír a todos. 
La muerte está hoy ante mí 
como la salud para el enfermo, 
como la libert~d para el prisionero. 
La muerte está hoy ante mí 
como el aroma de la mirra, 
como un refugio en un día de viento. 
La muerte está hoy ante mí 
como el perfume del loto, 
como sentarse en la tierra de la embriaguez. 
La muerte está hoy ante mí 
como un camino trillado, 
como un soldado que vuelve a casa de la guerra. 
La muerte está hoy ante mí 
como el cielo claro después de la lluvia, 
como un tesoro escondido en un campo. 
DIÁLOGO DE UN DESESPERADO CON SU ALMA 
Escena de la tumba de un noble, con el difunto sentado ante abundantes 
viandas para su vida en el más allá. 
(Beni Hasán, siglo XIX a.C.). 
La muerte está hoy ante mí 
como casa para el viajero, 
como el país de origen para el exiliado. 
A buen seguro, quien va a la tierra de los muertos 
vivirá con la asamblea divina, 
juzgará los pecados de los malvados. 
A buen seguro, quien va a la tierra de los muertos 
navegará en la Barca del Sol, 
recogerá dones ofrecidos en los templos. 
A buen seguro, quien va a la tierra de los muertos 
será sabio, 
tendrá una audiencia ante Ra, el creador. 
Líneas 150-160 (Sal 94,19) 
Mi amigo humano, 
Arroja tus preocupaciones al fuego con tus ofrendas, 
sigue adelante con tu vida. 
213 
214 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Quédate aquí conmigo, 
deja de pensar en la muerte. 
Cuando te llegue el momento de morir, 
cuando tu cuerpo vuelva a la tierra, 
entonces viajaré contigo, 
entonces viviremos juntos para siempre. EL CAMPESINO ELOCUENTE 
~ El campesino elocuente es parte de los papiros 3023 y 3025 de Berlín, 
descubiertos por arqueólogos alemanes antes de 1900. Contiene las 
protestas de un elocuente campesino que reivindica sus derechos ante 
los tribunales egipcios durante el primer periodo intermgdio (2258-
2052 a.C.). Las secciones narrativas en prosa introducen nueve diálo­
gos, compuestos en verso, entre el campesino y varios jueces. Resulta 
claro que los maestros que redactaron El campesino elocuente durante 
el imperio medio (2134-1786 a.C.) consideraban que los acontecimien­
tos tuvieron lugar en un tiempo de agitación causada por la inestabi­
lidad política y social en Egipto. 
Paralelos de El campesino elocuente aparecen en más de una tradi­
ción del antiguo Israel. Los libros de los Jueces y de Rut reflejan tam­
bién el prejuicio de un periodo posterior según el cual en los tiempos 
antiguos no hubo leyes. Los profetas defienden los derechos humanos 
para los pobres con un lenguaje muy semejante al del campesino. El 
libro de Job tiene una estructura parecida a la de El campesino elo­
cuente. En ambos escritos el peticionario se ve obligado a formular una 
alegación tras otra, aparentemente sin esperanza de solución, hasta 
que de repente su causa es estimada y le restituyen sus bienes. Por 
último, el libro de la Sabiduría y El campesino elocuente subrayan que, 
si bien los individuos humanos pueden morir, la justi<;ia que practican 
(Sb 8,13) y su buen nombre duran por siempre (Sb 1,15). 
R,1 -50 (1 R 21,1 -14) 
Hubo una vez un campesino llamado Khun-Anup, que vivía en el distrito 
del Campo de la Sal, cerca de Tebas. Un día dijo a Marye, su esposa: «Voy a 
bajar a la ciudad a comprar alimentos. Ve al granero y mira cuánta cebada 
queda de la cosecha del año pasado». Después de determinar que había 
veintiséis medidas de cebada, el campesino se llevó seis para comerciar con 
ellas y dejó el resto como alimento para su familia. 
216 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Escenas agrícolas del antiguo Egipto, que muestran la vendimia y la p i.!_a de 
la uva ( arriba) y la pesca y el baño del ganado (abajo). 
De Beni Hasán. 
El campesino cargó los asnos con sal, cañas, pieles de leopardo, pieles 
de lobo, palomas y otros productos de su distrito para comerciar con ellos. 
Después se marchó a la ciudad. Viajó en dirección sur hacia Heracleópolis, 
pasando por Per-fefi, al norte de Medenit. Tut-nakht, hijo de Isri, que era 
un subordinado del intendente Rensi, hijo de Meru, estaba de pie a la ori­
lla del canal y vio llegar al campesino. 
Al ver cómo el campesino se acercaba, Tut-nakht se dijo: «Pienso que 
tengo un plan que puedo usar para robar los productos de este campesino». 
En un determinado lugar el camino público que seguía el dique del 
canal frente a la casa de Tut-nakht no era más ancho que un taparrabos. Un 
lado del camino estaba inundado de agua y el otro estaba repleto de ceba­
da del campo de Tut-nakht. Éste dijo a uno de sus esclavos: «¡Sácame algu­
nas ropas de mi casa!». Cuando el esclavo se las dio, Tut-nakht las extendió 
sobre el agua. 
Bl,1 -190 (Ex 20,16; Dt 10,18; 2 S 15,4; 2 Cr 19,7; Is 6,10; Am 5,14; 8,5; 
Mi 6,11 -12; Zc 8,16; Jb 20,20; 24,12; Sal 22,22-26; 25,17; Mt 7,12) 
Justo en ese momento apareció el campesino. Tut-nakht le gritó: «¡Ten cui­
dado, campesino! Estás a punto de pisar mis ropas». 
El campesino respondió: «¡Estoy teniendo cuidado! No quiero ofen­
derte,pero tus ropas están en medio de mi camino. No puedo escalar el 
dique que hay junto al canal a un lado de ellas, ni quiero pisar el grano de 
tu campo que está al otro lado. Por favor, dame permiso para pasar» . 
EL CAMPESINO ELOCUENTE 217 
Mientras estaba en pie hablando, uno de los asnos arrancó una espiga 
de cebada. Entonces Tut-nakht dijo: «Ahora voy a confiscar tu asno por 
haber comido mi cebada. Lo sentenciaré al trilJo por esta ofensa». 
Pero el campesino replicó: «Mis intenciones son buenas. Sólo se ha 
comido una espiga. Si no me permites pagar por el daño producido para 
recuperar mi asno, apelaré a Rensi, el hijo de Meru, que es el intendente y 
gobernador de este distrito. ¿Es posible que él permita que me roben en su 
distrito?». 
Tut-nakht respondió: «¿Por qué los pobres siempre quieren hablar con 
los señores? ¡Ahora estás hablando conmigo, no con el intendente!». 
Entonces tomó un bastón, golpeó al campesino y confiscó sus asnos. 
El campesino protestó contra la penosa sentencia y la injusticia que le 
habían hecho. 
Tut-nakht trató de que guardara silencio en nombre de Osiris, el dios 
del silencio. 
El campesino protestó contra el intento de silenciarlo y juró por Osiris 
que no guardaría silencio hasta que su propiedad le fuera devuelta. 
Durante diez días el campesino apeló a Tut-nakht sin éxito. Así pues, 
se dirigió a Heracleópolis con el fin de apelar a Rensi, el hijo de Meru, que 
era el intendente. Mientras se daba prisa a subir a su barcaza, el subordina­
do indicó al campesino que presentara su protesta ante un tribunal infe­
rior, que finalmente aceptó su alegato. 
Después Rensi y su consejo consideraron el caso y decidieron que Tut­
nakht era culpable sólo de hostigar a un campesino que ya no trabajaba 
para él y tenía que ser sentenciado sólo a restituir los bienes del campesino. 
Pero Rensi no anunció el veredicto. Por ello el campesino decidió defender 
su apelación personalmente. 
«Tú eres el intendente, 
tú eres mi señor. 
Tú eres mi última esperanza, 
tú eres mi único juez. 
Cuando navegas por el Lago de la Justicia, 
la imparcialidad llena tu barco. 
Tú, padre del huérfano, , 
tú, esposo de la viuda. 
Tú, hermano de la divorciada, 
tú, madre de quien no tiene madre. -
Ensalzaré tu nombre por todo el país, 
te proclamaré juez justo, 
218 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
[ ... ] gobernante sin codicia, 
[ ... ) un gran hombre sin tacha, 
[ ... ] un destructor de mentiras, 
[ ... ] un juez justo, que escucha el grito de los pobres. 
Escúchame cuando hablo, 
hazme justicia. 
Alíviame de esta carga de pobr~za, 
[ ... ) de la preocupación que me hunde». 
El campesino apeló a Rensi en nombre de Neb-kau-Ra, faraón del Alto 
y el Bajo Egipto. 
Así pues, Rensi se presentó ante el fara_§n y dijo: «Mi señor, estoy juz­
gando el caso de un campesino elocuente de verdad. Sus bienes han sido 
robados por un hombre que está a mi servicio y él ha acudido a mí bus­
cando justicia». 
El faraón dijo: «Te ordeno que mantengas a ese hombre esperando sin 
darle ninguna respuesta. Deja que hable. Tienes que escribir cada una de 
sus palabras y enviármelas. Además, sin que él lo sepa, tienes que mantener 
a su esposa e hijos y también proveer a sus necesidades». 
Cada día, un amigo del intendente entregaba diez panes y dos jarras de 
cerveza al campesino. Rensi ordenó también al gobernador del distrito del 
Campo de la Sal que entregara cada día tres medidas de trigo a la esposa del 
campesino. 
La segunda vez que el campesino acude a defender su apelación, el 
intendente le pregunta si realmente merecía la pena ir a la cárcel por esos 
bienes. 
Atravesando un cocodrilo con una lanza en el Nilo. 
I 
EL <;:AMPESINO ELOCUENTE 
Sirvientes transportando abundante comida y otros bienes a la tumba 
del difunto para la otra vida ( de Beni Hasán). 
El campesino responde. 
«Los que distribuyen el grano ponen más en su propia ración. 
Los que tiene autoridad para dar medidas completas 
las acortan a sus gentes. 
Los legisladores aprueban el robo 
- ¿quién queda para castigar al malhechor? 
El Inspector excusa la corrupción. 
Uno comete crímenes en público, -
el otro tolera la injusticia. 
No aprendas de quienes son como éstos. 
El castigo dura un momento, 
la injusticia se mantiene por siempre. 
El buen ejemplo se recuerda perpetuamente. ~ 
Sigue esta enseñanza: 
"Haz a otros . 1' 
lo que quieres que ellos 1$! hagan". 'f 
Agradece a los otros su trabajo, 
esquiva los golpes antes de que los descarguen, 
da trabajo a los más cualificados. 
[ ... ] Haz de tu línea de costa un refugio, 
aniquila a los cocodrilos que infestan tu embarcadero. 
Di la verdad, -
no tuerzas tu lengua. 
No perjures, 
no des falso testimonio en el tribunal. 
219 
220 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
No aceptes sobornos, 
no te alimentes de mentiras [ ... ]». 
La tercera vez, el campesino dijo: 
~ «Practica la justicia 
y vivirás. 
El dios Thoth 
con cabeza de ibis. 
Haz cumplir las sentencias contra los condenados 
y cumple con tu deber por encima de todos los demás. 
¿No pesa bien la balanza? 
¿Se inclina la balanza? 
¿Lo pasa por alto Toth, el dios de las balanzas? 
No te dejes tentar por la corrupción [ ... ] 
+-+ no devuelvas mal por bien, 
no sustituyas bienes mejores por otros peores [ ... ] . 
No robes, 
no hagas tratos con ladrones. 
La avaricia es ciega. 
Cierra tus ojos a la violencia, 
y nadie castigará a los criminales. 
Lleva en barca sólo a quienes pueden pa_gar 
y te convertirás en un hombre honrado echado a perder 
[ .. . ] un tendero que no presta a los pobres». 
EL CAMPESINO ELOCUENTE 221 
Cuando el campesino hizo esta apelación ante el intendente junto al 
tribunal de la puerta, Rensi hizo que dos guardias lo detuvieran y azotaran. 
No obstante, el campesino dijo: 
«El hijo de Meru sigue haciendo el mal. 
Ve, pero no ve, 
escucha, pero no escucha, 
hace caso omiso de lo que se dice [ ... ]». 
¡§;{¡ El campesino presenta su denuncia ante Rensi nueve veces. En cada 
una de las apelaciones, el campesino enumera todas las injusticias 
cometidas contra él, describe Egipto como el mundo del revés donde los 
legisladores se convierten en transgresores, y apela a Rensi y a quienes 
tienen autoridad para que tomen en serio su responsabilidad y le 
hagan justicia. En un estallido final de frustración, el campesino deci­
de que su única esperanza de justicia está en el má:¿_allá, donde Anubis 
es el juez divino (Jb 10,20-22; 14,7-14). 
B2, 114-135 (lb 5,26; 7, 1-10) 
«Dado que no atiendes a mi apelación, 
la presentaré yo mismo ante Anubis». 
¡§;{¡ Entonces Rensi, hijo de Meru e intendente, envió dos guardias que 
arrestaran al campesino. El campesino estaba aterrorizado, pensando 
que iba a ser condenado a muerte. 
Escenas de la vida y el trabajo diario en Egipto. 
(Beni Hasán, siglo XIX a.C.). 
222 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
_ «La muerte largamente deseada llega como agua para el sediento 
[ .. . ] como la primera gota de leche a la lengua de un niño». 
~ Rensi asegura al campesino que no le harán ningún daño. Después 
ordena que el texto de las apelaciones del campesino, que él ha enviado 
al faraón Neb-kau-Ra, sea leído en voz alta y que el juicio del faraón 
sea anunciado. Tut-nakht es citado ante el tribunal y le dan un inven­
tario de todas las propiedades que tiene que restit!f ir al campesino. 
EL DOLIENTE Y SU AMIGO 
~ El doliente y su amigo es una teodicea o diálogo sobre la miseria_huma­
na. Esta versión de la tradición se desarrolló en Babilonia hacia el año 
1000 a.C. Fue escrita con caracteres cuneiformes; las copias más anti­
guas proceden de la biblioteca asiria de Asurbanipal (668-626 a.C.) en 
Nínive y los fragmentos más recientes datan posiblemente del periodo 
persa (siglo v a.C.) . Los arqueólogos reconstruyeron veintisiete estro­
fas (formadas por once líneas en las que habla el desesperado y otras 
once en las que habla el amigo) a partir de las tablillas que Austen 
Henry Layard (1817-1894) descubrió en TellNimrud en 1845. 
Actualmente se conservan en el British Museum de Londres. 
El doliente y su amigo es un poema acrósJ_ico. Las primeras letras 
de cada pareado forman el siguiente texto: « Yo soy Saggil-kinam­
ubbib, sacerdote, cantor, siervo de la asamblea divina y del gran rey». 
El doliente y su amigo es semejante al libro de Jºb . Ambos son con­
versaciones, diálogos o disputas. También es semejante al libro del 
Eclesiasté.§. Ambos sostienen que un mundo lleno de sufrimiento y 
mal prueba que la asamblea divina no puede ser justa. 
Líneas 1-20 (Dt 6,24; 1 S 12,24; Sal 34,9; Mi 6,8) 
El doliente 
Ven, mi sabio amigo, 
déjame hablar sinceramente contigo. 
¿Dónde se puede encontrar un maestro con tus habilidades? 
¿Dónde hay un estudioso con tu sabiduría? 
¿Dónde hay un consejero que escuche mi lamento? 
No tengo recursos, 
estoy perdido en la desespe~ación más profunda. 
224 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Una figurilla (¿un dios?) 
de terracota 
de tipo fenicio 
(hallada en Ayia Irini). 
Cuando yo era niño, el destino me arrebató a mi padre, 
la madre que me dio a luz se fue al país del que nadie regresa. 
Mis padres me dejaron huérfano. 
El amigo 
Tu historia es demasiado triste, amigo mío. 
No sigas pensando en esos males. 
Has cerrado tus ojos al sentido común. 
el enfado ha surcado tu rostro. 
Los padres mueren, 
cruzan el río. 
Si fuera posible escoger [ ... ] 
¿quién no escogería ser rico? 
,., Quien es fiel a su dios será protegido, 
quien humildemente teme a su diosa prosperará. 
EL DOLIENTE Y SU AMIGO 
Líneas 66-77 (Ir 12,1; Jb 21,7-16) 
El doliente 
Tus pensamientos apaciguan como el viento del norte, 
aportan alivio. 
Amigo mío, teóricamente tu consejo es acertado. 
en la práct~a sucede lo contr.gio. 
Quienes se olvidan de sus dioses prosperan. -
Quienes oran constantemente no tienen casa y son indigentes. 
En mi juventud hice la voluntad de mis dioses, 
oré y ayuné. 
La oración y el ayuno no me llevaron a ninguna parte. -
La asamblea divina decretó la pobreza, no la riqueza, para mí. 
Los lisiados y los locos me aventajan. -
Los pecadores prosp~ran. He fracasado. 
Líneas 235-242 (lb 8,5-7; 18,5-21) 
El amigo 
Los pecadores perderán la posición que tú codicias. 
Pronto desaparecerán. 
Los pecadores perderán la riqueza amasada sin la ayuda de sus dioses. 
Sus riquezas se convertirán en presa de los ladrones. 
Si no haces la voluntad de tus dioses, 
¿qué esperanza de éxito tienes? 
Quienes se someten al yugo de sus dioses nunca pasarán hambre. -
Comerán incluso cuando escasee la comida. 
Busca el viento apaciguador de la asamblea divina, 
y las pérdidas de un año serán restituidas en un momento. 
Líneas 243-253 (Gn 25,27; Qo 3,16) 
El doliente 
He buscado orden en el mundo, 
pero todo está al rev~s. 
La asamblea divina es impotente. 
225 
226 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
El padre remolca su barco a través del canal, 
mientras su hijo se queda ociqso en la cama. 
El hijo mayor presume como un león, 
mientras el hijo menor tiene que contentarse 
trabajando como carretero. 
El hijo mayor recorre la calle sin preocuparse, 
mientras el hijo menor da comida a los pot!res. 
¿Qué bien me ha hecho inclinarme ante la asamblea divina, 
cuando ahora me inclino ante la hez de la sociedad, 
que me trata con despr~cio? -
Líneas 254-264 (lb 11,7; 15,2-4) 
El amigo 
Eres sabio y estás bien informado. 
No endurezcas tu corazón. 
No acuses falsamente a tus dioses. 
La mente de la asamblea divina es tan insondable como los cielos, 
- el camino de tus dioses está por encima del entendimiento humano 
[ ... ]. 
El primer ternero de una vaca puede ser excesivamente pequeño, 
mientras que el segundo puede ser grande y sano. 
El primogénito puede ser enfermizo, 
mientras que el segundo puede convertirse en un valiente guerrero. 
Aunque uno pueda atestiguar la voluntad de sus dioses, 
. nadie puede comprenderla. 
Líneas 265-275 (lb 21,2; Jr 5,12; Am 2,7; 5,10) 
El doliente 
Escucha, amigo mío, mis palabras, 
escucha mis irrefutables argumentos. 
- La gente alaba a los poderosos que matan, 
a la vez que persigue a los impotentes, que son inocentes. 
La gente escucha a los malvados, que desprecian a sus dioses, 
a la vez que ignora a los honrados, que les obedecen. 
La gente llena el almacén de los malvados con oro, 
a la vez que roba la escudilla del mendigo. 
La gente echa una mano a los poderosos [ ... ] 
a la vez que pone trampas a los necesitados bajo los pies. 
Pese a ser pobre, aún soy oprimido, 
pese a mi insignificancia, soy perseguido 
por quienes se consideran importantes. 
EL DOLIENTE Y SU AM I GO 
Líneas 276-286 (lb 15,5, Am 2,8) 
El amigo 
Antigua placa babilónica 
que muestra siete demonios 
en la parte superior 
y a Lamashtu, un temido 
demoniQ.jemenino, 
en la inferior. 
Cuando Enlil, soberano de la asamblea divina, creó a los humanos, 
cuando Ea el glorioso los tomó del bar ro [ ... ] . 
Cuando Mami, madre y reina, los formó, 
la asamblea divina dotó a los humanos de un lenguaje retqrcido. 
Los dioses dieron a los humanos la capacidad de mentir, 
les dieron permiso para hablar falsamente. 
La gente halaga a los ricos como si fueran .soberanos, 
les habla como si fueran divinos. 
La gente trata a los pobres como ladrones, 
les difama como criminales. 
La gente trama matar a los pobres, 
les impone multas porque son impotentes. 
La gente aterroriza mortalmente a los pobres, 
apaga sus vidas como una llama. 
Líneas 287-297 (Sal 28,9; 31,9; 69,17) 
El doliente 
Has sido amable, amigo mío. 
Ahora mira cuánto sufro. 
227 
228 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Marduk ( derecha), Adad y otros dioses en un sello-cilindro babilónico. 
Ayúdame en mi angustia. 
Comprende mi sufrimiento. 
Soy el humilde esclavo de mis dioses, 
, pero ellos no me ayudan. 
Camino, sin quejarme, por la plaza de la ciudad, 
hablo en voz baja, no grito. 
Mantengo baja mi mirada, 
miro sólo a la tierra. 
No doy culto con otros, 
ni siquiera estoy con los esclavos. 
Que mis dioses, que me abandouaron, 
tengan ahora misericordia de mí. 
Que la asamblea divina, que me abandonó, 
tenga ahora misericordia de mí. 
Que Samas, el buen pastor, 
pastoree de nuevo a su pueblo como debería. 
SALMOS, 
LAMENTACIONES 
LAMENTACIÓN 
POR LA CIUDAD DE UR 
§§:tJ La Lamentación por la ciudad de Ur se encontraba dispersa en más de 
veinte tablillas de arcilla descubiertas en Nipp_ur, ciudad situada a 
unos 150 km al sureste de Bagdad, en el actual Iraq. Las excavaciones 
de Nippur empezaron en 1888. Fueron las primeras excavaciones nor­
teamericanas en el Oriente Bíblico. John P. Peters, Herman V 
Hilprecht y John H. Haynes fueron los directores del proyecto para la 
Universidad de Pennsylvania. En Nipp71r se descubrieron más de 
30.000 tablillas cuneiformes. La Lamentación por la ciudad de Ur fue 
compuesta entre los años 2000 y 1500 a.C. Está redactada en sums rio. 
El sumerio, el hurrita ~ el eblaítajse escriben con caracteres cuneifor­
mes, pero no son lenguas indoeuropeas ni semíticas. Estas tablillas se 
conservan actualmente en el Museo de la Universidad de Pennsyl­
vania en Philadelphia. 
Tablillas votivas sumerias 
de Nippur que muestran 
a sacerdotes desnudos 
y a otros personajes 
adorando a dioses sedentes. 
-----
~~ 
Típicos adoradores sumerios 
representados en un fragmento 
de un bajorrelieve 
hallado en La.gas. 
232 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Ur (en árabe: Tell al-Muqayyar) fue colonizada por las gentes de 
Ubaid hacia el año 5000 a. C. Los sumerios la transformaron en una 
importante ciudad portuaria después del año 3500 a.C. con el fin de 
unir Mesopotamia con el Golfo Pérsico y el Valle del Indo. Aunque Ur 
estuvo habitada hasta la conquista de Alejandro (333 a.C.), la 
Lamentación por la ciudad de Ur llora la conquista de Ur en el año 
2004 a.C. por Kindattu, rey de Ela_m - Estado situado en lo que sería 
el suroeste del actual Irán- . Los once cantos de la lamentación contie­
nen 436 líneas. Cada uno de ellos tieneun colofón o título (en sume­
rio: ki-ru-gu). También contienen antífonas o estribillos. La tradición 
suele cantar a los monarcas. No obstante, estos cantos admiten que 
incluso los mayores monarcas pueden morir sin honor y hasta los 
Estados más poderosos terminan cayendo. En el Oriente Bíblico la 
reconstrucción de un templo en ruinas era una empresa peligrosa. 
Lamentaciones como la de Ur se cantaban en etapas críticas de la 
reconstrucción para recordar a la asamblea divina que los constructo­
res que estaban restaurando el templo no eran los invasores que pre­
viamente lo habían destruido. 
Hay semejanzas entre la Lamentación por la ciudad de Ur y las 
Lamentaciones por la ciudad de Jerusalén - destruida por los babilonios 
el año 587 a.C. - , que se encuentran en los libros de las Lamentaciones, 
de Jeremías, de Ezequiel y de los Salmos (Sal 137). 
PRIMER CANTO 
§§l1J El primer canto es una letanía que nombra a Enlil, Ninlil, Inanna, 
Sin, Ningal, Enki y todos los demás miembros de la asamblea divina 
que abandonaron Ur, Kes, !sin, Uruk, Eridu, Umma, Lagas y todas las 
demás ciudades que fueron destruidas. Todas las estrofas tienen la 
misma forma. 
1; 37 (Lm 2,9) 
El buey se ha escapado del establo, 
el viento pasa por la puerta del pesebre. 
Enlil, rey de toda la tierra, ha huido de su templo, 
el viento pasa por la puerta de la ciudad. 
Enlil ha huido de Nippur, 
el viento pasa por la puerta de la ciudad [ ... ] 
el viento gime lastimosamente por sus puertas. 
SEGUNDO CANTO 
§§l1J El segundo canto es también una lista en la que los miembros de la 
asamblea divina mandan a sus santuarios que lloren por Ur. Como en 
el primero, todas las estrofas tienen la misma forma. 
LAMENTACIÓN POR LA CIUDAD DE UR 233 
62 
Que el templo de Eridu se lamente, 
hasta que el dios de Eridu no pueda llorar más por Ur. 
TERCER CANTO 
~ En el tercer canto Ningal llora la destrucción de Ur sobre las ruinas 
del templo de Nanna (Sin), su marido. Ella emplea la expresión « .. . el 
día de la tormenta» del mismo modo que la Biblia usa la expresión 
« . .. el día del Señor» (Am 5,1 -20) o « ... en aquel día» (Is 24,21; 26,1; Zc 
13,1-4). Una mujer que llora la muerte de su marido o una madre que 
llora por su hijo (en latín: mater dolorosa) son motivos comunes en 
las lamentaciones que cantaban las plañideras (en sumerio: gala; en 
acadio: kalu). 
88-109 (Jb 7,13-14) 
Yo, Ningal, lloro el día de la tormenta, 
el día de la tormenta predestinado para mí. 
Mi carga, la causa de mis lágrimas, 
el día de la tormenta predestinado para mí. 
Mi carga, predestinada para mí, diosa madre de Ur, 
la causa de mis lágrimas. 
Temblé al acercarse el día de la tormenta, 
el día de la tormenta predestinado para mí. 
Mi carga, la causa de mis lágrimas, 
el cruel día de la tormenta predestinado para mí. 
No pude huir de la brutal violencia de aquel día, 
su furia era mayor que todas las alegrías de mi vida. 
Temblé al acercarse aquella noche, 
la noche de las lágrimas predestinada para mí. 
No pude huir de la cruel violencia de aquella noche. 
La furia de la tormenta me llenó de miedo. 
La destrucción de la tormenta me impidió dormir. 
Aquella noche no pude ir a la cama, 
aquella noche no pude dormir. 
Noche tras noche no pude ir a la cama, 
noche tras noche no pude dormir. 
La tierra de Ur está llena de aflicción, 
la aflicción predestinada para mi tierra. 
234 PARALELOS D EL AN TI GUO TES TAMENTO 
El dios sumerio Ningursu 
sujeta en una red a los 
enemigos vencidos. 
El águila con que se cierra 
la red es un símbolo del dios. 
( «Estela de los buitres» 
del Museo del Louvre). 
¿Tengo que gritar por la vida de mi ternero, 
clamar por su liberación? 
No pude salvar mi tierra de su miseria. 
Mi tierra estaba en un apuro, 
el apuro predestinado para mi tierra. 
Aunque pudiera batir mis alas como un ave, 
aunque pudiera volar para salvar mi ciudad, 
mi ciudad sería destruida, 
mi ciudad sería completamente arrasada, 
los cimientos de mi Ur serían destruidos. 
CUARTO CANTO 
;§§!] En el cuarto canto N~n:fal, co1:20 la viuda de ~écoa (2 5 ~4,1 -20), se 
dirige a la asamblea divina y pide a Anu y Enltl que cambien su vere­
dicto de destrucción de Ur. Pero ellos se niegan. 
157-164 
«Libra mi ciudad de la destrucción», yo, Ningal, lo pedí. 
«Libra a Ur de la destrucción», imploré. 
«Libra a su pueblo de la muerte», rogué a Anu y Enlil. 
LAMENTAC I ÓN P O R LA CIUDAD DE UR 
Anu no me escuchó, 
Enlil no mitigó mi angustia, 
no decretó: «¡Que se conceda esta petición!». 
En lugar de ello ordenaron que la ciudad fuera destruida, 
ordenaron que Ur fuera destruida. 
Su destino quedó sellado, 
su pueblo fue condenado. 
QUINTO CANTO 
235 
~ El quinto canto describe la tormenta que Enlil desencadena para des­
truir la ciudad de Ur. Usa metáforas como sequías, terremotos, inun­
daciones e incendios para describir la invasión de Ur por Elam. 
173-190 (Sal 57,1; Jr 49,36; Ez 13,13) 
Enlil prepara la tormenta. Que el pueblo se lamente. 
Retiene los vientos que traen la lluvia a la tierra. Que el pueblo se lamente. 
Almacena los vientos beneficiosos en Sumer. Que el pueblo se lamente. 
Da sus órdenes a los vientos abrasadores. Que el pueblo se lamente. 
Pone a cargo a Quingaluda, 
lo nombra guardián de la tormenta. 
Él prepara la tormenta de muerte. Que el pueblo se lamente. 
Él prepara los vientos abrasadores. Que el pueblo se lamente. 
Enlil y Gibil preparan el siroco. Que el pueblo se lamente. 
El abrasador siroco ulula. Que el pueblo se lamente. 
La tormenta de muerte barre la tierra. Que el pueblo se lamente. 
El viento abrasador se precipita sin freno hasta el mar. 
Grandes olas engullen los barcos de la ciudad. 
Terremotos sacuden los pilares de la tierra. Que el pueblo se lamente. 
Tormentas de fuego se declaran y explotan en el viento. 
Que el pueblo se lamente. 
Fuegos flanquean el camino del viento, 
abrasando como el calor del desierto, 
ardiendo como el sol del mediodía. 
El polvo envuelve al sol, detiene su luz vivificadora. 
236 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
SEXTO CANTO 
~ El sexto canto describe las consecuencias de la tormenta. Los cadáve­
res forman un montón elevado a la puerta y sólo quedan las ruinas de 
las murallas y de los edificios de la ciudad. 
208-228 (Am 4,3; Jr 9,21 -22; 16,4; Lm 4,3-5; 2,21) 
Cuando la tormenta pasa, la ciudad está en ruinas. 
El templo de Nanna está en ruinas. Que el pueblo se lamente. 
Cuando la tormenta pasa, los cadáveres yacen como vasijas rotas, 
los muertos están sembrados por doquier. Que el pueblo se lamente. 
_ Las murallas están destruidas, 
las puertas están llenas de cadáveres. Que el pueblo se lamente. 
Las calles principales están repletas de muertos. 
Los cuerpos llenan las calles. 
En todas las calles, donde las muchedumbres celebraban fiestas, 
yacen cuerpos, hay cadáveres amontonados en todos los caminos. 
En las plazas donde la gente danzaba hay montones de cadáveres. 
_ La sangre de los muertos llena todos los huecos 
como metal fundido en el molde de un trabajador. 
La carne de los muertos, como manteca bajo el sol, se derrite. 
Los guerreros heridos por el hacha yacen desangrándose; 
nadie atiende a los guerreros heridos por la lanza. 
_ Los soldados yacen en el polvo, los combatientes sin aliento 
como gacelas traspasadas por las lanzas de los cazadores. 
Los ancianos de Ur han sido degollados. Que el pueblo se lamente. 
Los sabios de Ur han sido dispersados. Que el pueblo se lamente. 
Las madres hán abandonado a sus hijas. Que el pueblo se lamente. 
Los padres han desheredado a sus hijos. Que el pueblo se lamente. 
Mujeres y niños han sido abandonados, 
su propiedad ha sido saqueada. 
SÉPTIMO CANTO 
;§§fJ En el séptimo canto Ningal llora la destrucción de Ur catalogando 
todas las personas, lugares y cosas destruidas. Después de cada estro­
fa, los oyentes cantan «¡Ay!». 
LAMENTACIÓN POR LA CIUDAD DE UR 237 
261; 265; 283; 292-295 (Am 5,16; Is 5,13; Jr 11,19) 
Todas las construcciones fuera de las murallasestán destruidas. 
Que el pueblo diga: «¡Ay!». 
Ur, mi inocente c~rdero, ha sido degollado. 
Su buen pastor se ha ido. 
Las hijas de Ur han sido desposadas con Shimashki y Susa. 
Que el pueblo diga: «¡Ay!». -
¡Ay! La ciudad y el templo están destruidos. 
Oh, Nanna, el santuario de Ur está destruido, su pueblo ha muerto. 
¡Ay! No tengo ~n lugar para se!ltarme o estar de pie. 
¡Ay! Una cmdad descono_c1da ocupa el lugar de mi ciudad. 
ÜCTAVO CANTO 
~ E~ octav? canto enumera los desastres que han golpeado a Ur. Su 
dwsa, Nmga,l, ya no disfruta con las ofrendas que antes Ur le presen­
tab~. Desp,ues de cada d~sastre, los ore:7-tes cantan: «Si Ur ha desapa­
recido, ¿corr:o puede Nmgal ~obrevzvzr?». La lamentación concluye 
con una sene de ruegos que piden la reconstrucción de Ur (Jr 30 8-9 · 
31,38-40). ' ' 
381 -384 (Lm 3,31-33) 
Que An~, soberano de la asamblea divina, decrete: «¡Basta!». 
Que Enlil, emperador de toda la tierra, 
conceda a Ningal un destino mejor. 
Que Anu reconstruya Ur, que restaure la grandeza de Ningal. 
Que Anu devuelva a tu ciudad su anterior esplendor, 
que haga de ti, de nuevo, su reina. 
~ L~ con~l~s~ón de la Lamentación por la ciudad de Ur repite las peti­
ciones zmczadas en el cuarto canto. Ruega que se libre a Ur de la tor­
menta o que sea reconstruida después de la destrucción. 
HIMNO A NINKASI 
~ El himno a Ninkasi se encuentra en varias tablillas de arcilla: AO 
5385 en el Museo del Louvre en París; una tablilla de Nippur (Ni 
5469) en el Museo Arqueológico de Estambul y un texto en la colec­
ción de tablillas cuneiformes en el Staatliche Museum de Berlín 
(VAT 6705). 
El himno describe cómo elaboraban cerveza los sumerios. Cocían 
un pan (en acadio: bappirum) de cebada o espelta y lo endulzaban con 
miel de dátiles. Una vez desecado, el pan era desmigado y cocido con 
agua y cebada germinada. Para enfriar la masa, la extendían sobre una 
estera grande. Después la sazonaban con miel de dátiles y fer7:1entaba. 
Finalmente la filtraban con un colador y la conservaban en ¡arras. Y 
bebían la cerveza no filtrada en un cuenco común con largas cañas o 
pajitas de metal. 
La cerveza es mencionada con frecuencia en la Biblia (Dt 29,5; 1 S 
1,15; Is 29,9; 28,7; 24,9) y era ofrecida a Yahvé como sacrificio (Nm 
28,7; Dt 14,26). Los reyes sabios (Pr 31,4), los nazireos (Nm 6,3; Je 
13,4-14) y los sacerdotes, en los días en que estaba previsto que entra­
ran en el santuario (Lv 10,9), no bebían cerveza. Los pobres bebían cer­
veza para olvidar sus penas (Pr 31,6). Los necios, que bebían dema­
siada cerveza, se convertían en borrachos (Sal 69,12; Is 5,11.22; 
56,12), provocaban peleas (Pr 20,1) y pasaban a ser falsos profetas 
(Mi 2,11). 
Tú, Ninkasi, naciste en la fuente de los ríos, 
fuiste criada por Ninhursag. [ .. . ] 
Ella puso los cimientos de tu gran ciudad en el lago sagrado, 
ella concluyó las murallas para ti. [ ... ] 
Tu padre era Enki-Nudimmud, 
tu madre era Nin ti, reina del mundo subterráneo. [ ... ] 
Tú, que apaciguas la boca, amasas la pasta con una paleta grande, 
tú endulzas el cuenco del pan con dátiles. 
HIMNO A NINKASI 
Nobles asirios celebrando un banquete. 
Tú cueces el pan en un gran horno, 
tú apilas la cebada para que germine. [ .. . ] 
Tú, que apagas la sed, humedeces las pilas de malta, 
mientras tus grandes perros las guardan de los ladrones. [ ... ] 
Tú fermentas el pan y lo malteas en una jarra, 
olas de espuma suben y bajan. [ ... ] 
239 
Tú, diosa de los cerveceros, extiendes la masa sobre grandes esteras de caña, 
tú enfrías la malta. [ .. . ] 
Tú presionas la masa con las dos manos, 
tú filtras el brebaje endulzado con miel. [ ... ] 
Tu colador, Ninkasi, produce una música dulce, 
mientras hábilmente cuela la malta en una jarra [ ... ] 
Cuando sirves la cerveza filtrada de la jarra, 
sale a borbotones como el Tigris y el Éufrates. [ ... ] 
ARCHIVOS DE EBLA 
~ Durante las excavaciones de 1974, Giovanni Pettinato y Paolo 
Matthiae de la Universidad de Roma, descubrieron los archivos reales 
de Ebla (~n árabe: Tel Mardikh) en Siria. Estos archivos se conservan 
en tablillas de arcilla escritas en eblaíta con caracteres cuneiformes. La 
lengua de Ebla es semítica. Las lenguas semíticas se dividen en len-
Copia de una tablilla cuneiforme hallada en Ebla (anverso). 
ARCHIVOS DE EBLA 241 
guas semíticas orientales y semíticas noroccidentales. El acadio es la 
única lengua semítica oriental. El arameo es la lengua semítica noroc­
cidental dominante. El eblafta puede ser un dialecto del arameo o del 
acadio. Las tablillas son de arcilla cocida. La mayoría son cuadradas y 
miden 15 por 15 cm. Hay también tablillas redondas de 2,5 a 10 cm de 
diámetro y tablillas rectangulares de 25,5 por 23 a 35,5 por 30,5 cm. 
Actualmente se conservan en el Museo de Alepo en Siria. 
Entre los años 3000 y 2275 a.C., Eb[a entabló relaciones comercia­
les y guerreó con Estados del mundo de la Biblia entre los que se inclu­
yen Ur, Mari, Biblos, Jasar, Meguido, Gaza y Jaffa. Hasta el descubri­
miento de los enormes templos y palacios de Ebla, los estudiosos daban 
por supuesto que Egipto y Mesopotamia fueron las únicas grandes 
culturas durante el periodo del bronce antiguo (3000-2000 a.C.). Hoy 
los miles de tablillas descubiertos en Ebla constituyen el mayor hallaz­
go individual de ese periodo. El ochenta por ciento de las tablillas 
encontradas en Ebla son de carácter administrativo. Hay también lis­
tas de palabras o diccio11arios en los que los sustantivos eblaítas son 
traducidos al sume,jo o al acaqjo. Algunas tablillas contienen cartas, 
documentos diplomáticos y unos pocos himnos. 
Al principio causó sensación la idea de que el libro del Génesis 
habría modelado el personaje de Abrahán en sus negociaciones con Lot 
(Gn 13,5- 14,24) basándose en Ibriw , un funcionario de Ebla, cuyo 
dios era Yf!. Parecía que «Abraham» e «Ibrium», « Ya» y « Yahweh» 
eran idénticos. Sin embargo, un estudio más atento ha mostrado que 
hay más diferencias que semejanzas entre esas tradiciones de Ebla y la 
Biblia. ~ 
HIMNO AL CREADOR 
DEL CIELO Y DE LA TIERRA 
~ Tres tablillas de ejercicios contienen casi el mismo texto, traducido 
aquí como un himno que canta al dios de Ebla como el creador del cielo 
y de la tierra. El mismo texto ha sido traducido también como una lista 
de nombres de persona sumerios que empiezan con Lugal y dos citas. 
El himno sigue un patrón que también se encuentra en el mito Enuma 
elis babilónico, en el himno a Ptah y en el himno a Atón de Egipto, así 
como también en el relato de la creación del libro del Génesis 
(Gn 1,1- 2,4a). 
TM.75.G.1682 (Gn l,l - 2,4a; Sal 104,5-9) 
Tú eres el cread,2r del cielo y de la tierra. 
No había tierra antes de que tú la crearas. 
No había luz antes de que tú la crearas. 
242 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
No había sol antes de que tú lo crearas. 
Sólo tú reinas sobre toda la creación. 
• Sólo tú nos alimentas. 
Sólo tú nos proteges. [ ... ] 
Sólo tú nunca duermes. 
- Sólo tú nunca mueres. 
Sólo tú nos libr~s de nuestros enemigos. 
Sólo tú nos das paz. 
ADMINISTRACIÓN 
~ Parte de la práctica administrativa en el palacio de Ebla era la distri­
bución de raciones de pan, vino, vestidos y herramientas a varios fun­
cionarios, dignatarios visitantes y mensajeros. 
TM.75.G.411 
Al rey Ibbi-Sipis (¿2280-2250 a.C.?), 
cinco raciones ninda [ ... ] y dos raciones ninda de pan. 
A la reina, dos raciones ninda de pan. 
A los funcionarios reales, dos raciones ninda de pan. 
A los hijos de los funcionarios reales, tres raciones ninda de pan. 
A Dubuhu-Hada, cuatro raciones ninda de pan. 
A Iptura, dos raciones ninda de pan. 
A los hijos del rey, dos raciones ninda de pan. 
A las hijas del rey, dos raciones ninda de pan. 
A los ancianos, dos raciones ninda de pan [ ... ] 
un hacha, ocho raciones ninda [ ... ]. 
A los embajadores de Estados extranjeros, 
cuatro hachas, diez raciones ninda de pan. [ ... ] 
UNA CARTA DE ENNA-DAGAN 
~ Dagan era el comandante del ejército que conquistóMqri. El rey de 
Ebla lo nombró posteriormente gobernador de Mari, aunque él se pre­
senta como «rey de Mari» al final de su carta. Frases como «causé 
muchas bajas» y el estilo repetitivo de este comunicado militar son 
típicos de los anales no sólo de Mari, sino también de Asiria. Se pue­
den encontrar paralelos de este tipo de tradición en los relatos de las 
guerras de los reyes de Israel en los libros de Samuel y de los Reyes. 
ARCHIVOS DE EBLA 
TM.75.G.2367 (2 S 8,1-12; 1 R 15,16-22) 
De: Enna-Dagan, comandante en Mari 
A: [ ... ] rey de Ebla 
243 
Asedié las ciudades de Aburu e Ilgi en el país de Belán. Allí derroté al rey de 
Mari. En el país de Labanán causé muchas bajas [ en eblaíta: amontoné 
cadáveres] . 
Asedié las ciudades de Tibalat e Ilwi. Allí derroté al rey de Mari. En el 
país de Angai causé muchas bajas. [ ... ] 
Asedié las ciudades de Raeak, Irim, Asaltu y Badul. Allí derr_?té al rey 
de Mari. Junto a la frontera de Nahal causé muchas bajas. 
En-Emar, Lalanium y una colonia comercial en Ebla, derroté a los sol­
dados de Mari, capitaneados por Istup-sar. En Emar y Lalanium causé 
muchas bajas. 
Liberé Gala1abi [ .. . ] y una colonia comercial. 
En Zahiran derroté a Iblul-11, el rey de Mari y Asur. Causé muchísimas 
bajas [ en eblaíta: siete montones de cadáveres]. 
En Sada, Addali y Arisum, en el país de Burmán, derroté a Iblu!-Jl, el 
rey de Mari y sus aliados de Sukurrim. Causé muchas bajas. 
En Sarán y Dammium derroté a Iblul-Il, el rey de Mari. Por dos veces 
causé muchas bajas. 
Iblul-11, el rey de Mari, huyó hacia Nerad y se refugió en su fortaleza de 
Hasuwan. Envió los impuestos que Mari debía a Ebla a la ciudad de Nema. 
Derroté a Emar, causando muchas bajas. 
En Ganane, Nahal y Sada, en el país de Gasur, derroté a Iblul-Il, el rey 
de Mari. Causé muchísimas bajas. 
Yo, Enna-Dagan, actual rey de Mari, derroté a Iblul-Il, el anterior rey 
de Mari, por segunda vez en la ciudad de Barama. En Aburu y Tibalat, en 
el país de Belán, causé muchas bajas. 
MITO «EL PALACIO DE BAAL» 
Y «LA LUCHA 
ENTRE BAAL Y YAMMU» 
~ El mito «El palacio de Baal» y «La lucha entre Baal y Yammu» se con­
serva en seis tablillas de arcilla en estado fragmentario procedentes de 
Ugarjt. Fueron escritas en ugarítico cuneiforme hacia el año 1400 a.C. 
Las descubrió, junto con varios centenares más, un equipo francés 
dirigido por Claude F.A. Schaeffer (1898-1982), que excavó en Ras 
Shamra, Siria, en los años 1929-1939 y después de 1950. Hans Bauer 
(1878-1937) fue el pionero de la traducción del ugarítico, una lengua 
cuyo alfabeto está formado por treinta y dos letras. 
Gran parte del texto del mito «El palacio de Baal» y «La lucha 
entre Baal y Yammu» es fragmentario. Por ello es imposible precisar el 
orden exacto de los relatos. Es posible que fueran contados durante 
una fiesta estacional como la celebración del año nuevo, cuando los 
habitantes de Ugarit lloraban la muerte de Baal durante la estación 
seca que terminaba y su resurrección a la vida durante la estación de 
las lluvias, que acababa de empezar (Ez 8,14). 
Hay paralelos del mito «El palacio de Baal» y «La lucha entre Baal 
y Yammu» en el libro de los Salmos y en los profetas. 
I,ii,1-42 (Ex 19,10; Je 7,12; 2 R 9,30; Is 63,3-6; Ct 4,13-14; 
Est 2,9; Sal 16,9; 104,3; Ap 14,18-20; 19,13) 
~ Anatu celebra el año nuevo o la fiesta de la vendimia con una batalla 
en la que pisa la sangre de sus enemigos como los campesinos de 
Ugarit pisaban las uvas. Las esclavas arman a Anatu para la batalla 
con cosméticos como si estuviera preparándose para hacer el amor. El 
lenguaje y los motivos de la guerra y las relaciones sexuales son inter­
cambiables. Ambas son actividades apasionadas que avivan los cinco 
sentidos. 
Siete esclavas masajearon la piel de Anatu con crema, 
pintaron sus manos y sus pies con alheña. 
MITO «EL PALACIO DE BAAL» Y «LA LUCHA ENTRE BAAL Y YAMMU» 245 
Las esclavas perfumaron el cuerpo de Anatu con fragancia de coriandro, 
la vistieron con una túnica roja. 
Anatu cerró las puertas de su santuario. 
Se unió a sus guerreros al pie de la montaña. 
Anatu entabló una feroz batalla en el llano, 
exterminó a los ejércitos de dos ciudades. 
Venció a los soldados de la costa occidental, 
destruyó a los soldados del este. 
Sus cabezas yacían como terrones bajo sus pies, 
sus manos se apiñaban como langostas alrededor de ella. 
Anatu ensartó sus cabezas para hacerse un collar, 
tejió sus manos para hacerse un cinturón. 
Caminó con la sangre de los guerreros hasta las rodillas, 
con sus vísceras hasta los muslos. 
Con la espada derrotó a soldados experimentados, 
con el arco hizo retroceder a los veteranos. 
Anatu regresó a su santuario, 
la guerrera divina volvió a su palacio. 
La feroz batalla en el llano no había sido suficiente para ella, 
con la masacre de dos ejércitos no estaba contenta. 
De modo que colocó gradas como soldados, 
dispuso mesas como guerreros [ ... ] tronos como héroes. 
Una vez más Anatu podía luchar con vigor, 
una vez más podía asesinar a todos los enemigos a la vista. 
El cuerpo de Anatu se estremeció de felicidad, 
su corazón se llenó de alegría, se regodeó con el triunfo, 
de nuevo caminó con la sangre de los guerreros hasta las rodillas, 
con sus vísceras hasta los muslos. 
Finalmente, se sintió satisfecha de estos juegos de muerte, 
se sintió contenta con la masacre en la arena. 
Cabeza de hacha de Ugarit con una inscripción cuneiforme. 
246 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Se quitó de su casa la sangre de los guerreros, 
se vertió el aceite de paz de una vasija. 
Anatu, la virgen guerrera, se lavó las manos, 
Anatu, la viuda valiente, se limpió las uñas. 
Se quitó de las manos la sangre de los guerreros, 
[ ... ] sus vísceras de las uñas. 
Desmontó las gradas, 
puso a un lado las mesas y retiró los tronos. 
Se lavó con rocío del cielo, 
se ungió con aceite de la tierra, 
se bañó con lluvia del Jinete de las nubes, 
con rocío del cielo y llovizna de las estrellas. 
I,iv,47- v,4 (1 R 2,9; Is 46,4; Jr 11,19) 
~ A diferencia de los otros miembros de la asamblea divina, Baal no tiene 
un santuario propio (2 S 7,1-17; 1 R 5,3-6; 1 Cro 17,1-14). Comparte 
la casa de El, su padre, junto con sus hermanas. Cuando se queja de 
esta situación, Anatu intercede por él ante El. 
Baal apela a Anatu: 
«No tengo casa como los otros miembros de la asamblea divina, 
ni santuario como los otros hijos de Atiratu. 
Tengo que permanecer en la casa de El, mi padre, 
tengo que alojarme en la casa de mujeres solteras, 
con Atiratu, el mar, 
con Pidrayu, el rocío, 
con Tallayu, la lluvia, 
con Arsayu, la crecida». 
Anatu jura a Baal: 
«El toro El me escuchará, 
me cercioraré de que me responda. 
Lo conduciré como un cordero al matadero, 
cubriré su vieja cabeza cana de sangre, 
su vieja barba cana de vísceras [ ... ] 
si no da a Baal una casa como a los otros miembros de la asamblea divina, 
si no da a Baal un santuario como a los otros hijos de Atiratu». 
MITO «EL PALACIO DE BAAL» Y «LA LUCHA ENTRE BAAL Y YAMMU» 
El dios Baal representado 
como dios de la tormenta, 
con la lanza de los 
relámpagos y la maza 
de los truenos. 
I,v,5-39 (Pr 9,1; Qo 11,2; Jb 36,26; 38,16; Sal 29,10; 95,3; 96,4; 97,9) 
Anatu apoyó el pie y la tierra tembló, 
se encaminó directamente hacia EL 
Viajó a la fuente de los ríos gemelos, 
viajó a la fuente de las aguas gemelas. 
Caminó directamente hasta el complejo real de El, 
irrumpió en la tienda del rey, el padre del tiempo. [ ... ] 
Entonces Anatu la virgen habló: 
«El, ¿cómo puedes alegrarte con tus hijos, 
cómo puedes hacer fiesta con tus hijas, 
cómo puede atreverse alguien a ser feliz en tu palacio? [ ... ] 
Voy a aplastar tu cráneo, 
a cubrir de sangre tu vieja cabeza cana 
y a llenar de vísceras tu vieja barba cana. 
Voy a expulsarte de las siete salas de la sabiduría, 
de los ocho salones del juicio». 
Habló El: 
«Hija mía, tú eres belicosa, 
nadie te supera en ferocidad. 
247 
248 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTODime, Anatu, mi hija virgen, 
¿qué quieres que haga?». 
Anatu, la virgen guerrera, respondió: 
«El, tus decretos son sabios. 
Tu sabiduría dura por siempre. 
Feliz la vida que tú diriges. 
Baal el magnífico es nuestro jefe, 
Baal es el mejor libertador. 
Todos nosotros tenemos que llevar su cáliz, 
todos nosotros tenemos que pasarle la copa». 
El toro El gritó, 
el rey El, que lo creó. 
Atiratu y sus hijos gritaron, 
la diosa madre y su familia: 
«Baal no tiene casa como los otros miembros de la asamblea divina. 
No tiene santuario como los otros hijos de Atiratu». 
§!§!(] Gracias a esta combinación de amenazas y adulación, Anatu conven­
ce a El de que Baal ha de tener un santuario propio. El ordena a 
Kotaru-Hasisu, el artesano divino, que construya la casa de Baal. 
III,i,12-38 = KTU 1.2 I (1 R 18,42; Sal 24,9) 
§!§!(] Yammu, el mar, y Naharu, el río, rebaten el derecho de Baal a un san­
tuario propio. Pronto se entabla una lucha entre Baal, cuyas tormen­
tas proporcionan la lluvia vivificadora, y Yammu y Naharu, cuyas 
olas e inundaciones destruyen la vida. 
Yammu el mar envió mensajeros a la asamblea divina, 
Naharu el río despachó enviados a los santos. [ ... ] 
Ellos partieron de inmediato, 
no se retrasaron. 
Se encaminaron directamente a la montaña de El, 
fueron derechos a la asamblea divina. 
Los miembros de la asamblea divina estaban comiendo, 
los santos estaban justo a media comida. 
Baal se puso en pie ante El. 
MITO «EL PALACIO DE BAAL» Y «LA LUCHA ENTRE BAAL Y YAMMU» 
Cuando los miembros de la asamblea divina 
vieron que llegaban los mensajeros de Yammu, 
cuando divisaron a los enviados de Naharu en el camino, 
apoyaron las cabezas sobre las rodillas, 
ocultaron los rostros en los cojines sobre sus lechos. 
Baal les increpó: 
«¿Por qué apoyáis las cabezas sobre vuestras rodillas, 
por qué ocultáis los rostros en los cojines sobre vuestros lechos? 
No tengáis miedo de los mensajeros de Yammu, 
no temáis a los enviados de Naharu. 
Alzad las cabezas de sobre vuestras rodillas, 
levantad las cabezas de los cojines de vuestros lechos. 
Yo hablaré a los mensajeros de Yammu por vosotros, 
trataré con los enviados de Naharu». 
Los miembros de la asamblea divina 
alzaron las cabezas de sobre sus rodillas, 
levantaron las cabezas de los cojines de sus lechos. 
Cuando los mensajeros de Yammu llegaron, 
cuando los enviados de Naharu entraron, 
no se inclinaron ante El, no se postraron ante la asamblea divina. 
Se dirigieron al toro El, padre de Yammu [ ... ]: 
«Escucha la palabra de Yammu, nuestro señor. 
Éste es el decreto de Naharu, nuestro dueño: 
El tiene que extraditar a este prisionero, 
la asamblea divina tiene que dejar de proteger a Baal. 
Entrega a Baal y a sus seguidores. 
yo custodiaré al hijo de Dagón». 
El toro El, el padre de Yammu, respondió: 
«Baal es el esclavo de Yammu, 
el hijo de Dagón es el prisionero de Naharu. 
La asamblea divina te entrega a Baal como regalo, 
acéptalo como presente de los santos». 
249 
¡§¡{] Baal toma su hacha de guerra y está a punto de matar a los mensaje­
ros cuando Atiratu le recuerda que gozan de inmunidad diplomática 
(Jr 26,16-19). No obstante, parece que Yammu no consigue alejar a 
250 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Cabezas de hacha 
ocelada de bronce. 
Los elementos decorativos 
sobre el ojo representan 
crines o dedos. 
Baal del monte Sajón. Entonces Yammu trata de obtener el permiso de 
El para construirse una casa. Attartu, que controla el riego, alega que 
Yammu no debería tener una casa porque no tiene esposa. Yammu res­
ponde pidiendo a El que le dé una esposa y una casa. Por último, 
Kotaru-Hasisu convence a Baal para que intervenga. 
III,iv,8-23 = KTU 1.2 IV (Je 5,27; 2 S 7,13; Sal 68,4; 145,13; Ap 11,15) 
Kotaru-Hasisu dijo: 
«Escúchame, Baal todopoderoso, 
escúchame, Jinete de las nubes, 
ha llegado el momento de golpear, 
de destruir a tus enemigos y eliminar a tus rivales. 
Ha llegado el momento de encontrar un reino eterno, 
de establecer tu dominio para todas las generaciones». 
Entonces Kotaru-Hasisu forjó un hacha de guerra. 
La llamó «Expulsadora». 
«Expulsa a Yammu, 
expulsa a Yammu de su trono, 
expulsa a Naharu de su sede de poder. 
Salta de la mano de Baal, 
vuela como un águila de sus dedos. 
Parte el hombro de Yammu el mar, 
corta los brazos de Naharu el río». 
Pero Yammu era muy fuerte 
y no cayó. 
Yammu ni siquiera vaciló, 
no se derrumbó. 
MITO «EL PALACIO DE BAAL» Y «LA LUCHA ENTRE BAAL Y YAMMU» 
Entonces Kotaru-Hasisu forjó otra hacha de guerra. 
La llamó «Arrojadora». 
«Arroja a Yarnmu, 
arrójalo de su trono, 
arroja a Naharu de su sede de poder. 
Salta de la mano de Baal, 
vuela como un águila de sus dedos. 
Parte el cráneo de Yammu el mar, 
separa los ojos de Naharu el río». 
Entonces Yammu caerá, 
entonces Naharu se derrumbará sobre la tierra». 
251 
~ «Arrojadora» ayuda a Baal a derrotar a Yammu, pero no a destruirlo. 
Sólo es posible mantener a raya temporalmente a las feroces tormentas 
de invierno a lo largo de la costa mediterránea. Baal es proclamado 
«Soberano de la asamblea divina». 
TV,vii,50-52; V,i,15-35; V,ii,2-13 (Is 5,14; Pr 1,12; Jb 10,9; 42,2; 
Qo 3,20; Sal 42,1; 49,14; 132,7; 141,7; Ha 3,17) 
~ La casa de Baal es construida sobre las nubes. En ellas hay una gran 
ventana a través de la cual se puede oír la voz atronadora de Baal que 
anuncia el envío de la lluvia a los campos de toda la tierra (1 R 18,36-
45). Sin embargo, la vida y la fertilidad tienen que seguir luchando 
con la muerte y la infertilidad. Motu, soberano del país de los muer­
tos, envía el siroco para que seque la humedad de las lluvias de Baal. 
Los cultivos y los huertos se marchitan (Os 13,15). Baal envía dos 
mensajeros a Motu para defender su derecho a reinar en el país de los 
vivos. 
Baal proclamó: 
« Yo solo gobierno la asamblea divina, 
¿quién sino yo puede alimentar a los santos? 
¿quién sino yo puede alimentar a los pueblos de la tierra [ ... ]? 
Motu, el hijo de El, respondió, 
la Muerte respondió a Baal: 
«Mi apetito es como el de un león, 
mi energía es como la de los delfines en el mar. 
La muerte es un estanque que atrae a los toros salvajes, 
la muerte es una fuente que atrae a manadas de ciervos. 
252 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
El polvo de la tumba devora su presa, 
la muerte devora todo lo que quiere con las dos manos. [ ... ] 
Beberé la humedad de Baal, 
mi garganta engullirá la lluvia del hijo de EL 
La boca del amado de El te consumirá. [ ... ] 
El labio inferior de Motu se extiende hasta la tierra, 
su labio superior llega al cielo, 
lamerá las estrellas con su lengua. 
La lluvia de Baal se precipitará en la boca de Motu, 
su humedad será engullida por la garganta de Motu». 
Los olivos se secan, 
los frutos de la tierra se mueren, 
los frutos de los árboles se caen. 
El todopoderoso Baal se aterra, 
el Jinete de las nubes está aterrorizado. 
«Id y hablad a Motu, el hijo de El, 
entregad este mensaje al amado de EL 
Escucha la palabra de Baal, el Todopoderoso, 
éste es el mensaje del mayor de todos los héroes: 
"Ven a mí, oh Motu, hijo de El, 
seré tu esclavo para siempre"». 
~ Baal muere cuando la humedad de la lluvia se filtra en lo profundo de 
la tierra y la estación de la cosecha llega a su término. La asamblea 
divina, especialmente El y Anatu, llora la muerte de Baal. Se echan 
polvo en el pelo y se cortan la piel con cuchillos (Jr 16,6; Ez 27,30). 
Anatu organiza un solemne funeral y sacrifica cientos de animales. 
Como es una viuda sin hijos, pide a Atiratu un hijo que suceda a Baal 
(Gn 38; Dt 25,5-10; Rt 4). Atiratu nombra a dos candidatos. 
VI,i,48-65 (Sal 132,7) 
Atiratu dijo a El: 
«Nombra rey a Yadi Yalhan [ ... ]». 
El se negó amablemente. 
El respondió atentamente: 
«Yadi Yalhan es demasiado débil para ocupar el lugar de Baal, 
no puede empuñar la lanza del hijo de Dagón». 
MITO «EL PALACIO DE BAAL» Y «LA LUCHA ENTRE BAAL Y YAMMU» 
w 
Entonces Atiratu dijo, 
el mar habló: 
«Nombra rey a Attaruel terrible. 
Que Attaru el terrible sea rey». 
Attaru el terrible subió al monte Safón, 
Cabezas de maza en tres formas: 
manzana, pera y platillo, 
tal como aparecen 
representadas en los 
monumentos egipcios. 
se sentó en el trono de Baal el todopoderoso. 
Sus pies no llegaban siquiera al escabel, 
su cabeza no tocaba siquiera el reposacabezas. 
Así que Attaru renunció: «No puedo servir como rey, 
no puedo morar en las alturas del monte Safón». 
Entonces Attaru el terrible descendió, 
bajó del trono de Baal el todopoderoso. 
Attaru llegó a ser rey en el mundo subterráneo, 
se convirtió en soberano del río de los muertos. 
253 
254 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
VI,iii,3-9 (Jr 11,5; Jb 19,25; Sal 126,4) 
¡§§f] Anatu persigue a Motu. Sirviéndose de un gesto legal, agarra la orla 
de la túnica de Motu (1 S 15,27) y exige que se rescate a Baal de entre 
los muertos. Motu argumenta que Baal no es mejor que ninguna otra 
víctima de las que él cosecha en las insaciables vueltas que da por la 
tierra. Anatu se apodera de Motu, lo corta en pedazos con su espada y 
esparce los pedazos como semillas en un campo. Después regresa 
donde El y le pregunta si Baal está de verdad muerto. 
«Si Baal el Todopoderoso vive, 
si el altísimo, el soberano de la tierra, respira. 
Entonces en un sueño de El, el benigno y compasivo, 
que vea yo a Baal a través de los ojos del creador de todas las cosas. 
Que los cielos lluevan aceite de oliva, 
que el seco lecho del río fluya con miel. 
Entonces sabré que Baal el Todopoderoso vive, 
que el altísimo, el señor de la tierra, respira». 
¡§§f] El sueña y empieza a reírse cuando advierte que Baal está vivo y que 
los cultivos florecerán de nuevo. El dice a Anatu que hable con 
Shapshu el sol y le pide que cuide de Baal. Shapshu está de acuerdo y 
empieza vertiendo vino en los surcos resecos de los campos. Baal derro­
ta a Yammu y a Motu y recupera su título de soberano de la asamblea 
divina. Su vuelta a la vida coincide con la llegada de las lluvias que 
devuelven la vida y la fertilidad a la tierra. 
VI,v,9-24 (Sal 129,3; 132,18; Is 26,14; Jr 15,7; 51,2) 
En el año séptimo, Motu, el hijo de El, habló, 
gritó a Baal el Todopoderoso: 
«Por tu causa, Baal, he sido humillado [ ... ] 
por tu causa [ ... ] 
he sido cortado con una espada, 
he sido devorado con fuego. 
He sido molido con una rueda de molino, 
he sido aventado con una criba. 
He sido esparcido como semilla en los campos, 
he sido sembrado en el mar. 
Ahora, dame uno de tus hermanos para que lo coma, 
y hagamos la paz. 
MITO «EL PALACIO DE BAAL» Y «LA LUCHA ENTRE BAAL Y YAMMU» 255 
-~' -~ '') ; ... , ...... .. 
' ~, • .. " 1 .. . _....___ _ _,, 
Si no me das uno de tus hermanos, 
haré que los muertos devoren a los vivos». 
Placa ugarítica con figura 
de la fertilidad femenina 
que alimenta a dos chivos 
o ciervos. 
~ Baal engaña con astucia a Motu, que devora a sus propios hermanos. 
De este modo gana el combate, al mismo tiempo que satisface la nece­
sidad de Motu de consumir a los vivos. Así, Baal sale del mundo sub­
terráneo, mientras que Motu tiene que reconocer que no puede triun­
far sobre Baal. 
VI,vi,16-40 (Je 16,3; 1 S 18,7; Sal 124,1 -5; 125,3) 
Motu subió al monte Safón, 
se postró ante Baal, lamentándose: 
«Motu era fuerte, pero también Baal lo era. 
Se cornearon como toros salvajes. 
Motu era fuerte, pero también Baal lo era. 
Se golpearon como serpientes. 
Motu era fuerte, pero también Baal lo era. 
Se dieron coces como sementales. 
Motu era fuerte, pero también Baal lo era [ .. . ]». 
Shapshu se burló de Motu: 
«Escúchame, Motu, hijo de EL 
Nunca podrás derrotar a Baal, el Todopoderoso, 
el toro El, tu padre, no puede ignorarte. 
256 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Arrancará las jambas de la puerta de tu casa, 
volcará tu trono, partirá en dos tu cetro». 
El temor se apoderó de Motu, el hijo de EL 
El amado de El tembló al escuchar las palabras de Shapshu. 
Finalmente, Motu capituló. [ ... ] «Que Baal sea entronizado como rey, 
que su majestad dure por siempre». 
HIMNO A ATóN 
~ El himno a Atón fue compuesto en egipcio jeroglífico sobre el muro de 
la tumba de Eye (o Apy), que el faraón Akenatón (1353-1335 a.C.) 
construyó para el pad~ de la reina Nefe7:titi en Tell el-Amarna. El­
Amarna se encuentra en la orilla oriental del Nilo, justo al norte del 
macizo de Jebel Abu Feda, a 160 km al sur de la actual ciudad de El 
Cairo. Las tumbas reales fueron excavadas en las paredes de un 
barranco situado a "'6,5 km de la ciudad, en el wadi Abu Hasah el­
Bahari. La Egypt Exploration Fund excavó el lugar en 1891 y la 
Orientgesellschaft alemana continuó el trabajo en los años 1911-
1914. 
El himno a Atón contiene algunas líneas de himnos más antiguos 
que cantan a Atón -el disco 2olar- y a otros miembros de la asamblea 
divina egipcia como Ra en cuanto Horus-del-horizonte y Shu. 
Akenatón puso el acento en el culto a Atón y a su hijo, el faraón. 
Considerada desde un punto de vista técnico, esta cosmovisión no era -
igual que el actual monoteísmo del judaísmo, el cristianismo y el 
islam. Akenatón intentó federar el gobierno de Egipto elevando a Atón 
a la condición de único j ios de EgiP._to, cambiando su nombre de 
Amenofis IV por el de Akenatón y trasladando el palacio real de Tebas 
a Amarna. Quería aumentar la autoridad del faraón y disminuir la 
autoridad de los sacerdotes y de su dios, Amón-Ra. La reforma tuvo 
éxito sólo hasta la coronación de Tutanka;nón (1333-1323 a.C.), cuan­
do los sacerdotes se hicieron de nuevo con el control. 
El himno canta al creador de Egipto, protegido por el sol. Desde 
detrás de esta pantalla solar, el calor y la luz de los rayos de Atón lle­
gan suavemente a todos los rincones del país y llevan la vida a Egipto. 
Hay estrechos paralelos del himno a Atón en el libro de los Salmos. 
Resulta interesante que Atón y Yahvé sean ensalzados por hacer todo 
lo que las comadronas buenas hacen por las madres y sus hijos. Ambos 
unen a una mujer y un varón, aconsejan a las embarazadas sobre la 
nutrición más apropiada, masajean al agitado Jeto durante los traumas 
de la mitad del embarazo, facilitan la respiración del recién nacido y 
proporcionan todas las demás cosas que el bebé necesita. 
258 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Estrofas 2-4 (Sal 104,20-23) 
Cuando tú, Atón, te elevas sobre el horizonte, 
Akenatón, 
con su esposa y sus hijas, 
adora al disco solar, 
llamado Atón, 
que extiende los rayos 
dadores de vida, 
representados 
en forma de manos. 
tu belleza, Dador de Vida, se hace manifiesta. 
Te alzas en oriente, 
llenas el país de belleza, 
Tu gloria resplandece en lo alto sobre el país, 
tus rayos enriquecen el país que has creado. 
Oh Ra, tú llegas hasta los confines de la tierra, 
y se los concedes a Akenatón, tu hijo amado. 
Aunque estás muy lejos, 
tus rayos tocan la tierra. 
Aunque brillas sobre todos los rostros humanos, 
nadie ve tu marcha. 
Cuando te pones en el horizonte occidental, 
la tierra yace en oscuridad y muerte. 
Los que duermen yacen bajo sus cobertores, 
sin ver a nadie a su alrededor. 
Sus almohadas podrían desaparecer, 
ni siquiera lo notarían. 
HIMNO A ATÓN 
El león sale de su guarida, la serpiente ataca, 
cuando la oscuridad cubre la tierra. 
Los países están en silencio, 
su creador descansa en el horizonte. 
Al amanecer, te elevas de nuevo sobre el horizonte, 
brillas como Atón que trae el día. 
Tus rayos disipan la oscuridad, 
los dos países de Egipto se regocijan. 
Despiertos y erguidos, 
tú los has alzado. 
Estrofas 5-8 
(Gn 7,11; 11,9; Sal 8,1; 104,11-14.25-27; 139,13; Col 1,15-20) 
Bañados y vestidos, 
alzan sus manos para alabar. 
Todo el mundo sale a trabajar. [ ... ] 
El ganado pasta satisfecho, 
los árboles y las plantas reverdecen. 
Las aves vuelan a sus nidos, 
extienden sus alas para alabar tu ka. 
Todas las cosas cobran vida 
cuando te has alzado. 
Los barcos y las barcazas navegan al norte y al sur, 
los canales se abren cuando te elevas. 
Los pecesnadan en el río, 
tus rayos penetran incluso en las oscuras aguas. 
Oh Señor, nuestro Señor, que magnífico es tu nombre. 
Tú unes a un varón y una mujer. 
Masajeas al feto en el vientre de su madre, 
apaciguas al no nacido que llora. 
Alimentas al que tiene hambre en el vientre, 
insuflas en sus narices el primer aliento de vida. 
Abres la boca del recién nacido el día de su nacimiento, 
satisfaces todas las necesidades humanas. [ ... ] 
En Siria-Palestina, Etiopía y Egipto, 
asignas a cada uno un lugar. 
Repartes a todos necesidades y comida, 
cuentas los días de vida de cada uno. 
Tienen lenguas separadas 
y también naturalezas variadas. 
259 
260 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Sus pieles son diferentes, 
porque así has distinguido a los pueblos. 
Has hecho un Nilo en el mundo subterráneo, 
y puede fluir cuando lo ordenes 
para alimentar a las gentes del país. 
Así los has hecho, fatigándote. 
En su nombre eres señor de todos. 
De esta manera el Atón del día se alza, 
majestuoso en su grandeza. 
Estrofas 10-11 (Sal 104,10.24) 
También das vida a todos los países lejanos, 
pues has puesto un Nilo en los cielos, 
de modo que la lluvia caiga sobre el mar y produzca olas 
sobre las montañas como las del mar, regando los campos. 
¡Qué eficaces son tus designios, oh Señor de todos los tiempos, 
con un Nilo en los cielos para los demás países y sus criaturas, 
con un Nilo que brota del mundo subterráneo para Egipto. 
Tus rayos sustentan a todos los campos, 
tu elevación les da vida y crecimiento. 
Has establecido las estaciones 
para nutrir a todo lo que has hecho. 
El invierno para enfriarlos y el verano, 
para que puedan sentir tu toque. 
Hiciste los cielos para alzarte en ellos, 
para poder observar todas las cosas. 
Sólo tú eres Atón, sólo tú te elevas, 
sólo tú eres la fuente de la vida. 
Apareces, resplandeces, te marchas y reapareces, 
tus manifestaciones son incontables. 
Tú eres Atón, la fuente de vida. 
Todas las ciudades, puertos, campos, 
caminos y ríos ven tu luz, sienten tu calor. 
Tú eres Atón, 
tú eres la luz de la tierra. [ ... ] 
H IMNO A AT ÓN 
Estrofas 12-13 (Sal 104,29-30) 
Tú eres mi deseo, 
nadie te conoce excepto Akenatón, tu hijo. 
Te has revelado a mí, 
me has mostrado tus planes y tu poder. 
Tus manos hicieron Egipto, tú lo creaste. 
Cuando te alzas, la tierra vive. 
Cuando te pones, la tierra muere. 
Tú eres la vida misma, todo vive gracias a ti. 
Todos los ojos ven con claridad hasta que te pones, 
todos los trabajos tienen que esperar hasta que te elevas de nuevo. 
Cuando te alzas, todos los brazos trabajan para tu faraón, 
en tu creación todos los pies salen a trabajar. 
Mantienes a las gentes para el hijo de tu cuerpo, 
para el faraón del Alto y el Bajo Egipto. 
Akenatón gobierna con el espíritu de Maat, 
la diosa del conocimiento. [ ... ] 
Akenatón y su alteza real, Nefertiti. 
261 
PROVERBIOS, 
SIRÁCIDA, 
SABIDURÍA 
ENSEÑANZAS DE 
PTAH-HOTEP 
~ Ptah-HQtep enseñó durante el Imperio antiguo en Egipto (2575-2134 
a.C.). Las enseñanzas de Ptah-Hotep se conservan en hojas de papiro 
en hieráti_fp o escritura cursiva y también en tablillas de arcilla en 
egipcio jeYQglífico. Fueron descubiertas en Egipto hacia 1900 por 
arqueólogos franceses y se conservan en la Bibliotheque Nationale de 
París. 
En el Oriente Bíblico un maestro como Ptah-Hotep recibía el títu­
lo de «Padre» o «Madre» (Pr 1,8). Un discípulo era llamado «hijo». 
Los maestros enseñaban a los discípulos a observar, juzgar y actuar. 
Usaban el dicho (Pr 1,17) para transmitir sus observaciones y la ana­
logía (en hebreo: mashal) para transmitir sus juicios (Pr 9,17; 10,1). 
La colección de analogías constituía un ensayo, que es el género más 
común en las enseñanzas de Ptah-Hotep. Entre un ensayo introducto­
rio y otro conclusivo - que ofrecen a los discípulos un estímulo general 
para sobresalir en la vida- se insertaban ensayos que proporcionaban 
consejos sobre las carreras y profesiones específicas que podían estu­
diar. Los discípulos competentes, que aplicaban las enseñanzas y 
actuaban de acuerdo con ellas, eran como «manzanas de oro con ador­
nos de plata» (Pr 25,11). A los incompetentes, que no practicaban lo 
que aprendían, se les podía aplicar esta sentencia: «Como las piernas 
renqueantes del cojo, el proverbio en la boca del necio» (Pr 26,7). 
En el libro de los Proverbios, en el Eclesiastés y en el Sirácida hay 
muchos paralelos de las enseñanzas de Ptah-Hotep. Las tradiciones 
sapienciales enseñan a los discípulos cómo evitar el orgullo, buscar 
consejo (Pr 2,4), comportarse bien en la mesa (Pr 23,1; Si 31,12), ser 
dignos de confianza (Pr 25,13), hacer amigos (Si 6,7) y tratar con 
mujeres (Pr 6,24; Si 9,1). 
266 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
50-60 (Pr 2,1-5; 19,20) 
Discípulos míos, en todas las cosas sed inteligentes, no arrogantes, 
sed sabios, no altaneros. 
- Buscad el consejo de los que no tienen poder, 
así como el de los poderosos. 
Nadie alcanza nunca el pleno desarrollo de sus posibilidades, 
- siempre hay algo más que aprender. 
La sabiduría está oculta como las esmeraldas, 
pero siempre puede ser descubierta [ ... ] 
[ ... ] en un hombre pobre, 
[ ... ] en una joven que muele trigo. -
85-95 (Pr 11,21; 17,13) 
Si llegas a ser gobernante, haz lo que es jus!o, 
no hagas nada reprochable. 
Sé justo en tus decisiones, 
- no ignores nunca la ley. 
La injusticia trae el castigo, 
la injusticia arruina todo tu trabajo. 
La injusticia produce un éxito momentáneo, 
el éxito de la justicia dura dos generaciones. [ ... ] 
120-142 (Pr 23,1-3) 
Si trabajas para otro, 
toma lo que tu amo te ofrece. 
No mires a tu alrededor con envidia, 
no esperes siempre más. 
Adopta una actitud humilde hasta que tu amo te hable, 
responde sólo cuando te dirijan la palabra. 
- Ríe cuando tu amo se ría, 
trata de agradar a tu amo en todo. 
Pero recuerda 
• que nadie conoce lo que hay en el corazón de otra persona. 
Cuando los amos están a la mesa, 
tal vez dispensen favores según crean conveniente, 
[ ... ] para favorecer a quienes son útiles, 
[ ... ] para favorecer a quienes piensan como ellos. 
El ka [alma] es guiado por la asamblea divina. 
Así pues, n<? te quejes de sus deciJiones. 
ENSEÑANZAS DE PTAH-HOTEP 
Escribas egipcios trabajando 
( de Beni Hasán). 
147-160 (Pr 25,13; Si 19,7.10) 
Si llegas a ser mensajero de los poderosos, . 
sé completamente fidedigno en todos los cometidos. 
Cumple tus órdenes al pie de la letra. 
- No ocultes nada, 
no olvides nada, 
no falsees nada, 
no repitas nada, 
no adornes nada. 
No empeores el lenguaje duro. 
- La vulgaridad convierte a los poderosos en enemigos. 
175-185 
Si trabajas para los nuevos ricos, 
~ignora su anterior falta de riqueza y distinción. 
No tengas prejuicios contra ellos, 
no los detestes porque antes pertenecieran a la clase baja. -
Respétalos por sus logros, 
reconócelos por las tierras que han adquirido. 
Las tierras no vienen solas, 
hay que ganárselas. 
Tal es su ley para quien la desea, 
su ganancia él mismo la recogerá. 
Es la asamblea divina la que determina la calidad de las personas . 
Ella nos defiende a todos, incluso cuando dormimos. [ ... ] ., 
265-276 
Si llegas a ser juez, 
escucha pacientemente la petición del demandante. 
267 
268 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
~ Da a los acusadores tiempo para que expongan sus casos. 
el demandante prefiere que su petición, 
más que escuchada, sea satisfecha. 
Si interrumpes a los acusadores y eres duro con los peticionarios, 
la gente se quejará: «¿Por qué hace esto el juez?». 
~ No es preciso satisfacer"todas las peticiones, 
pero escuchar las súplicas cal~a las pasiones y evita la violencia. 
278-296 (Pr 6,23-29; 7,24-27) 
Si llegas a ser padre de familia o eres invitado, 
mantente alejado de las mujeres de la casa. -
Céntrate en tus asuntos, aparta los ojos de los rostros herll}osos. 
Los soñadores necios acaban siendo víctimas de acciones insensatas. 
- Rehúye el amor funesto y la concupiscencia,y tendrás éxito en todo lo que hagas. 
318-323 (Pr 15,27) 
Si heredas parte de una tierra, toma sólo tu porción, 
- no codicies la tierra de otros. 
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Mural del templo fune rario (mastaba) de Ptah-Hotep 
(dinastía v; año 2500 a.C.). 
ENSEÑANZAS DE PTAH - HOTEP 
Quienes respetan la tierra de otros, se ganan respeto, 
quienes defraudan a otros
1
pierden su propia tierra. 
Codiciar incluso algo pequeño 
es transformar a los pacíficos en guerreros. 
328-334 (Pr 12,4; 31,10-11.27-31) 
Si llegas a poseer tierras, funda una familia, 
sé fiel a tu esposa. 
Aliméntala, vístela, hazla feliz, 
y ella te dará un heredero. 
No la denuncies ante el tribunal, 
pero no permitas que te domine. 
Juzgar el humor de una mujer 
es leer los ojos de una mujer. 
Una esposa que comparte la riqueza de su marido 
es una esposa fiel a su marido. 
429-431 (Qo 6,2-3) 
Si eres ascendido, 
~sé generoso con la riqueza que te da la asamblea divina, 
cuida de tu ciudad natal ahora que puedes. 
565-574 (Os 14,9; Pr 2,1 -5; 19,20) 
Recordar, discípulos, que el sabio sigue el consejo de sus maestros 
y por eso sus proyectos no fracasan. 
El sabio accede a puestos de confianza, 
guiado por la instrucción de sus maestros. 
El sabio madruga para empezar a trabajar, -
el necio madruga para preocuparse por todo lo que hay que hacer. 
269 
ENSEÑANZAS DE KHETY 
~ Los arqueólogos han descubierto más de seiscientas copias de las ense­
ñanzas de Khety. En el British Museum de Londres se conservan dos 
copias, realizadas por el mismo escriba de la dinastía XIX, sobre el papi­
ro Sallier II (art. 10182) y sobre el papiro Anastasi VII (art. 10222). 
Hay fragmentos del texto en el papiro Chester Beatty (art. 10699), que 
también se conserva en el British Museum. Una tablilla escrita de la 
dinastía XVIII contiene fragmentos de las enseñanzas de Khety y se 
conserva actualmente en el Museo del Louvre en París. 
Las enseñanzas de Kh~ty son una sátira que ensalza el trabajo de 
los escribas y se burla de todos los demás oficios existentes en Egipto. 
Se debieron redactar en el Imperio medio (2040-1640 a.C.) y fueron 
copiadas por los escribas durante el Imperio nuevo (1550-1070 a.C.) 
para practicar escribiendo en egipcio jeroglífico. 
Hay paralelos de las enseñanzas de Khety en las enseñanzas de 
Ptah-h_gtep y en las de Amen~mope. El uso de las profesiones como 
tema y la glorificación de la profesión de los escribas se encuentran 
también en el libro del Sirácida (Si 38,24- 39,11). La importancia de 
los escribas y la estima en que eran tenidos son muy comunes en la 
Biblia (1 Cro 27,32; Esd 7,6.11; Mt 13,52), al igual que la atribución 
de habilidad y sabiduría a los escribas profesionales (1 Ca 1,20). 
KheJy dio a su hijo Pepy esta instrucción mientras estaban sentados en el 
camarote sobre la cubierta de un barco que navegaba hacia el sur, hacia la 
ciudad donde reside el faraón. Iba de viaje con el fin de poner a Pepy como 
aprendiz de los escribas que servían al faraón. 
«Aprende a escribir, hijo mío. He visto que otras muchas clases de tra­
bajo destruyen a los trabajadores. El aprendizaje de la escritura puede sal­
varte de todo este sufrimiento. Como dice el libro Kemit: "Hazte escriba, 
satisface las necesidades de otros y nunca serás pobre". Ninguna otra profe­
sión puede tener esta pretensión. 
ENSEÑANZAS DE KHETY 
Escribas egipcios escriben sobre papiro mientras sostienen 
paletas con tinta roja y negra. Portan plumas de caña en sus orejas. 
Entre ellos, las cajas para los rollos de papiro (ca. 2400 a.C.). 
271 
Te haré ver que tienes que am_¡ir la escritura incluso más que a tu -
madre. Está claro que la escritura es mejor que cualquier otro trabajo en 
todo el país de Egipto. Ya en la juventud, el escriba es tratado con cortesía 
y le encomiendan tareas importantes. Poco después de empezar su carrera 
viste la ropa de su oficio. 
Nunca vi a un escultor u orfebre servir como mensajero. Pero los he 
visto trabajando, junto a la boca de su horno; sus dedos se parecen a las -
garras de los cocodrilos, cubiertas de esca:g1as. Su sudor apesta como el olor 
del pescado podrido. 
El leñador es más miserable que un campesino. Su campo es el bosque, 
su azada es un hacha. Trabaja hasta el anochecer. Le duelen los brazos de 
tanto trabajar y aún tiene que encender su fuego. 
El joyero trabaja con piedras duras todos los días. Para terminar una 
pequeña alhaja necesita trabajar todo un día. Cuando se acuesta al anoche­
cer, le duele la espalda y tiene calambres en los músculos. 
El barbero se dedica a afeitar de la mañana a la noche. Se hace esclavo ~ 
de las barbillas del mundo. Como abejas en busca de flores, los barberos 
revolotean de calle en calle en busca de barbillas que afeitar. Sólo los que 
persisten pueden llenar su vientre. 
El fabricante de flechas tiene que navegar hacia el norte, hasta los pan­
tanos del delta, en busca de cañas para fabricar flechas. Al terminar sus días, 
picado por los mosquitos y torturado por las moscas de la arena, su cuer­
po se convierte en una concha debilitada. 
El alfarero está condenado a vivir en el barro aunque todavía esté entre 
los vivos. Está tan sucio como un cergo que se revuelca en el fango. Mien-
272 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
tras pone al fuego sus vasijas, sus ropas se endurecen con la arcilla y su cin­
turón de cuero se pudre. Cada vez que respira, inhala el fuego del horno. 
Amasa el barro con sus pies y está exhausto por su peso. Camina pesada­
mente por las calles y deja un rastro de suciedad en todos los patios. [ ... ] 
El hortelano lleva un yugo. Sus hombros se doblan con la edad y en el 
cuello tiene una llaga ulcerosa. Por la mañana riega las verduras, al atarde­
cer las legumbres y a mediodía trabaja en el huerto. Más que cualquier otra 
profesión, el hortelano se mata a trabajar. [ .. . ] 
La vida del tejedor es peor que la de una mujer. Sentado sobre sus pies, 
nuca respira el aire fresco. Si deja de tejer antes de que termine el día, reci­
be cincuenta latigazos. Tiene que sobornar al portero con su comida para 
ver la luz del día. [ ... ] 
El mensajero recorre con dificultad el desierto, después de dejar su 
propiedad a los herederos. Enfrentado a la amenaza de los leq.9es y los asiá­
ticos, sólo puede ser él mismo cuando está en Egipto. Cuando regresa a 
casa, está agotado por el viaje. Pero en su casa, tanto si es una tienda como 
si las paredes son de adobe, no encuentra nunca su alegría. [ ... ] 
El oficio del pesc~dor es el peq__r de todos, pues se afana en el río en 
medio de los cocodi;:.ilos. Cuando se anuncia su cuota de pescado, sólo 
puede lamentarse. El miedo que tiene a los cocod:ilos lo ciega, le hace mal­
decir mientras otros lo desprecian. 
Trabajadores que talando un árbol (Antiguo Imperio). 
ENSEÑANZAS DE KHETY 
Representación antigua 
de un escriba egipcio 
(dinastía v; ca. 2500 a.C.). 
273 
Si sabes escribir, te irá mejor que a cualquiera de los otros trabajado­
res. Serás tu propio jefe. Soy responsable de hacer este viaje contigo a la ciu­
dad donde reside el faraón. Tu tiempo como aprendiz no dura más que un 
día. Tu trabajo como escriba durará una eternidad, más que las montañas. 
El tiempo pasará deprisa, muy deprisa. [ ... ]». 
ENSEÑANZAS 
DE AMENEMOPE 
~ Poco después de 1900 los arqueólogos descubrieron dos versiones de 
las enseñanzas o «sabias palabras» de Amen3mope. Una versión fue 
escrita en hierátj_co o escritura cursiva sobre hojas de papiro y actual­
mente se conserva en el British Museum (# 10474) de Londres. La otra 
versión se encuentra en una tablilla de arcilla en Turín, Italia. 
Amenemope enseñó en Egipto entre los años 1250 y 1000 a.C. Lasenseñanzas de Ptah-Jiotep (3000-2000 a.C.) y las enseñanzas de 
Amenemope demuestran la coherenr__ia de la cosmovisió7:- egipcia a lo 
largo de los dos mil años que separan a una tradición de la otra. Ambas 
establecen un contraste entre los sabios y los necios. Los sabios hablan 
suavemente o permanecen en silencio. Los necios tienen mal genio o 
son impulsivos. Los sabios saben cuándo hablar y cuándo escuchar. 
Los necios dejan que la cólera dirija o arruine su vida. Hay, no obs­
tante, notables diferencias entre una tradición y la otra. Las enseñan­
zas de Ptah-Hotep prometen el éxito_material. Las enseñanzas de 
Amenemope recuerdan a los estudiantes que sólo los miembros de la 
asamblea divina son perfectos y que pocos__sabios tienen éxito Jnaterial. 
Como la mayoría de los pueblos de Siria-Palestina, los hebreos 
odiaban a Egipto como una casa de esclavos, pero amaban a Egipto 
como un gran maestro representado por Ptah-Hotep y Amenemope. El 
libro de los Proverbios (Pr 22,17- 24,22) conserva partes de las ense­
ñanzas de Amenemope e imita su estructura. Ambos tienen una intro­
ducción general seguida por treinta capítulos que contienen consejos 
sorprendentemente similares sobre temas específicos. «Te he escrito 
treinta sentencias de consejos y experiencias, para que conozcas con 
certeza la verdad, y puedas responder con la verdad a quien te envíe» 
(Pr 22,20-21). Las enseñanzas de Santiago en el Nuevo Testamento 
(St 3,1 -18) son también deudoras de las enseñanzas de Ameng_mope. 
ENSEÑANZAS DE AMENEMOPE 
CAPÍTULO l 
iii,9-18; iv,l (Pr 22,17-18) 
Escucha lo que digo, 
aprende de memoria mis palabras. 
La prosperidad viene a quienes guardan mis palabras en su corazón, 
la pobreza a quienes las descartan. 
Venera mis palabras en tu alma, 
enciérralas en tu corazón. 
Cuando las palabras de los necios se levanten como una tormenta, 
las palabras del sabio se mantendrán como un amarradero. 
Vive tu vida con mis palabras en tu corazón 
y la vivirás con éxito. 
Mis palabras son un manual para vivir en la tierra, 
mis palabras llevarán la viqa a tu cuerpo. 
CAPÍTULO 2 
iv,3-16; v,1 -8 (Pr 22,22; 25,21-22) 
- No robes a los pobres, 
no engañes a los lisiados. 
No abuses de los ancianos, 
no te niegues a permitir que los viejos hablen. 
No conspires para defraudar a nadie, 
ni animes al que comete fraudes. 
No demandes a quienes te perjudican, 
no testifiques contra ellos en el tribunal. 
Escribas dejando constancia de la presentación de ofrendas 
a un noble (de Beni Hasán). 
275 
276 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
La injusticia se puede volver contra los necios antes de que 
[ ... ] las inundaciones erosionen la orilla de un canal, 
[ ... ] el viento del norte amenace con hundir una barca, 
[ ... ] se formen tormentas, 
[ ... ] descarguen los rayos, 
[ ... ] ataquen los cocodrilos. 
Los necios gritan, 
chillan para pedir ayuda a la asamblea divina. 
Que Toth, dios de la luna, juzgue sus crímenes. 
Tú tienes que dirigir la barca para rescatarlos. 
~No trates a los necios como ellos te tratan. 
Sácalos de las aguas bravas. 
Alimenta a los necios hasta que se sacien, 
- dales tu pan hasta que estén avergon1ados. 
CAPÍTULO 3 
v,9-10 
- Párate a pensar antes de hablar. 
Es una cualidad que complace a la asamblea divina. 
CAPITULO 4 
vi,1 -12 (Sal 1; Jr 11,16; 17,5-8; Ez 17,5) 
Los necios que hablan públicamente en el templo 
son como un árbol plantado bajo techo. 
El árbol florece, pero después se seca. 
Es arrojado a la zanja, 
flota lejos de casa, 
es quemado como hojarasca. 
Los sabios que son reservados 
~ son como un árbol plantado en un jardín. 
El árbol florece y dobla su producción. [ ... ] 
Su fruto es dulce, 
su sombra es agradable, 
florecerá para siempre en el jardín. 
ENSEÑANZAS DE AMENEMOPE 
CAPÍTULO 6 
vii,12-25; viii,10-20; ix,1 -8 
(Pr 15,16-17; 16,8; 17,1; 19,1.22; 22,28; 23,10; Os 5,10) 
No muevas un moj~n para robar un campo, 
. no desplaces el lindero para apoderarte de una granja. 
No codicies la tierra de otro, -
no caces furtivamente en el campo de la viuda. 
Para reivindicar el derecho al camino público a través de un campo, 
grita para pedir justicia a Toth, dios de la 11.!na. 
Los que se apoderan de terrenos públicos 
son los eneJ1?.igos de los pob_res [ ... ] . 
Los enemigos de la vida pública 
son los destructores de todo lo que ven. 
Los que roban a la comunidad 
son aquellos cuyos depósitos serán robados, 
a cuyos herederos les privarán fraudulentamente de la herencia. 
No tumbes las marcas de los linderos de un campo 
o tu conciencia te destruirá. 
Para agradar al faraón, nuestro divino soberano, 
respeta los límites de los cai:npos de tus vecinos. 
Para agradar al faraón, rey de todos, 
mantén los límites de tu propio campo. 
No ares sobre el surco del límite de tus vecinos 
y tus vecinos no ararán sobre los tuyos. 
Ara sólo tus propios campos ~ 
come sólo pan de tu era. Siempre habrá suficiente. 
Mejor un solo celemín de tu dios 
que cinco mil robados. 
El grano robado no hace buen pan en el cuenco, 
ni buen pienso en el granero, 
ni buena cerveza en la jarra. 
El grano robado sólo pasa la noche en tu granero. 
Al amanecer desaparece. 
Mejor pobreza de la mano de tu dios 
que riqueza de un granero lleno de trigo robado. 
Mejor un solo pan y un corazón feliz 
que todas las riquezas del mundo y aflicción. 
277 
278 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
CAPÍTULO 7 
ix,9- x,4 (Sal 39,6; 52,7; 62,10; Pr 21,6; 23,4-5; Qo 5,10) 
- No gastes las riquezas de mañana, 
la riqueza de hoy es todo lo que posees. 
No pongas tu corazón en los bienes materiales, 
el tiempo nos convierte a todos en men_digos. 
No trabajes para atesorar un excedente, 
afánate sólo por lo que nec~itas. 
Los bienes robados sólo duran una noche, 
al amanecer desaparecen. 
El alba revela dónde pasaron la noche los bienes robados, 
pero han desaparecido. 
De noche, la tierra abre su boca 
y da su veredicto sobre los bienes robados. 
De noche, la tierra consume los bienes robados 
y los absorbe en el mundo subterráneo. 
De noche, los bienes robados abren un foso en el mundo subterráneo. 
Vuelan como los gansos al cielo. 
CAPÍTULO 9 
xi,13-20; xii,l; xii,8-9 (Pr 14,7; 19,20; 22,24-25; 24,25) 
_ No te dejes aconsejar por los necios, 
no busques su consejo. 
No repliques a tus superiores, 
no les insultes. 
No permitas que tus superiores hablen contigo de sus problemas, 
no les aconsejes gratuitamente. 
Busca el consejo de las personas de tu condición, 
no ignores a tus iguales. 
Las palabras de los necios son más peligrosas 
que los vientos tempestuosos en mar abierto. [ ... ] 
No te apresures a abrazar a los necios, 
para que su consejo no te ahogue como una tempestad. 
ENSEÑANZAS DE AMENEMOPE 
!.:,,Cfl-l• 
~r¡:--•, 
:;:.i :. !~ ::;,1.~ ♦)~ 
Zf~ 
,.. "'\' 
i-
Trabajadores sacrificando ganado para carne 
( de Beni Hasán). 
CAPÍTULO 11 
xii,10-14; xiv,9-14 (Pr 23,8) 
No codicies los bienes de los pobres, -
no tengas hambre de su pan. 
Los bienes de los pobres se pegarán a tu garganta, 
no podrás tragarlos. 
Quienes cometen perjurio para defraudar a los pobres 
mienten sólo para roba!se a sl mismos. 
El éxito obtenido con fraude no puede durar, 
el mal sólo estropea el bien. -
Cuando vomitas un trozo de pan demasiado grande para tragarlo, 
lo que habías ganado se pierde. [ ... ] 
CAPITULO 13 
xv,20-27; xvi,9-14 (Pr 14,5; 17,1; 22,26-27; Mt 18,27) 
No engañes a tu prójimo con registros falsos, 
es una abominación para la asamblea divina. 
No des falso testimonio 
ni destruyas a tu prójimo con tus palabras. -
No sobrevalores la propiedad de tu prójimo 
ni aumentes lo que se te debe. 
Si un vecino pobre tiene contraída contigo una gran deuda, 
perdónaLe dos tercios y pídele un tercig. 
Haz de la honestidªd tu guía en la vida, 
y dormirás profundamente y te despertarás felizmente. 
279 
280 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Mejor que te elogien por am!!_r a tu próji12,10 
que por amar tu riqueza. 
Mejor pan comidocon un corazón contento 
que riqueza gastada con pesar. [ ... ] 
CAPITULO 18 
xix,11 -22; xx,1-7 (Pr 16,9; 19,21; 20,9; 27,1; Mt 6,34; St 4,13-15) 
No te vayas a la cama preocupado, 
preguntándote: «¿Qué nos deparará el mañana?». 
Nadie sabe lo que trae el mañana. 
La asamblea divina es perfecta, pero los humanosJallan. 
Una cosa son las palabras humanas 
y otra las acciones divinas. 
No digas: «Soy inocente», 
para poner después un pleito. 
El juicio pertenece a l~utiPa, O, o;; di 'v J 0 f 
los veredictos son sellados por decreto divino. 
Ante la asamblea divina nadie es perfecto, -
ante la asamblea divina todos tienen fallos. 
Los que siempre se esfuerzan por lograr la perfección 
pueden destruirla en un momento. · 
Controla tu temperamento, salva tu vida. 
No dirijas tu vida sólo con tu lengua. 
Haz de tu lengua el timón de tu barco, , 
pero haz de Amón-Ra su piloto. 
CAPITULO 20 
xx,8-9; xxi,1 -16 (Ex 23,8; Sal 15,5) 
No des falso testimonio contra tu prójimo -­
ni difames al justo. 
No busques el favor de los que visten espléndidamente 
ni ignores a los harapientos. -
No aceptes sobornos de los poderosos 
ni oprimas a los pobres por causa de ellos. --
La justicia es el don de la~ J: /) ti o} 1 P <$' e-r­
dado a quien clla quiere.y{ ... ] 
ENSEÑANZAS DE AMENEMOPE 
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Noble egipcio pescando en los cenagales de papiro del Nilo 
(Beni Hasán, siglo XIX a.C.), 
) o;;,· .;;/1 O e:: e.~- _ 
No alteres los decretos que )a asamb.l~Vma ha,.escnto, ,- --
-~ ni vulneres los designios de la-a-samblea--divi-~a. L1~: .::'l < ,;,s 11-
No pretendas el poder de la asamblea_diyina,-k.o_c; e,) l ó .f'C'[ 
porque estás sujeto al destino y la fortuna. --- - --
CAPITULO 25 
xxiv,9-20 (1 S 21,14; Jb 10,8-9; 33,6; Sal 103,14; 
Is 64,8; Pr 17,5; 29, 13; Qo 3, 1-10) 
No te burles de los ciegos, 
no ridiculices a los enanos, 
ni pongas la zancadilla a los cojos. -
No te rías de los locos 
ni pierdas la paciencia con ellos cuando se equivoquen. 
281 
282 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
Los humai;ios son barro y paja, 
la asamblea divina es su escultora. 
Todos los días la asamblea divina los destruye 
y todos los días los reconstruye. 
Puede establecer un tiempo para que miles sean poderosos 
y un tiempo para que miles carezcan de poder. 
Dichosos los que viajan a la tierra de los muertos. 
Estarán a salvo en las manos de la11asa-mhlea-ai~na. ,:;[ i-c,,;·r:~ ,; 
CAPÍTULO 28 
xxvi,9-14 (Rt 2,2-9; 1 R 17,12-16) 
No arrestes a la viuda que rebusca en tus campos, -
ni dejes de ser paciente con su respuesta. 
Da al forastero aceite de oliva de tu alcuza 
y doblarás los ingresos de tu familia. 
La asamblea divina desea respeto para los pob~es 
más que honor para los poderosos. 
CAPÍTULO 30 
xxvi,15-26 (Dt 6,4-8; Os 14,9; Pr 22,20.29) 
Estudiar estos treinta capítulos 
es ser educado y estar instruido. 
Son el libro de los libros, 
dan sabiduría a los ignorantes. 
Dichosos quienes se los enseñan a los sencillos, 
pues complacen a lafásamblea-.dwina. ~/ , o.,s ~:i 
Llena tu alma con estas enseñanzas, 
ponlas en tu corazón. 
Domina estas enseñanzas, 
transmíteselas a otros. 
El hábil escriba 
se convertirá en un protegido del faraón. 
ENSEÑANZAS DE AJICAR 
~ Ajica! (en arameo: 'hyqr) se presenta como un con5:.!dero de 
Senaquerib - que gobernó Asiria en los años 704-681 a.C.- o de 
Asaradón - que gobernó en los años 680-669 a.C.- . En 1906 los arque­
ólogos alemanes descubrieron una edición de sus enseñanzas en la isla 
de Elefantina, que actualmente forma parte de la ciudad de Asuán en 
el sur de Egipto. Esta copia de las enseñanzas de Ajicar fue escrita en 
aramfi) hacia el año 500 a.C. sobre once hojas de papiro palimpsesto 
-es decir, hojas de las que se borró el texto escrito previamente para 
poder escribir las enseñanzas- . Actualmente se encuentran en el 
Staatliche Museum de Berlín. 
Ajicar. no tuvo un hijo que pudiera ser su heredero; por ello adoptó 
a Nadin y lo formó para que pudiera desempeñar su cargo en la corte 
asiria. Sin embargo, una vez que Nadin accedió al cargo, fue des!§al a 
Ajicar y lo acusó de traü;_ión. Ajicar fue condenado a muerte, pero el 
verdugo ejecutó a otrq,persona .y Ajicar pudo ocultarse. Después reco­
bró su honor ayudando al grJn rey de Asiria a ganar una enorme 
apuesta hecha con el faraón de Egipto y poniendo al descubierto la 
necedad de Nadin. 
Siete hojas de papiro, con un total de nueve columnas, conservan 
mashalim, que son dichQ?, prover..bios y adagios como los que se 
encuentran en el libro de los Proverbios. Hay también fábujas, en las 
que plantas y animales se burlan unos de otros, como en el apólq_go del 
libro de los Jueces (Je 9,8-15) y en las fábulas de Esopo. Cuatro hojas 
de papiro, con un total de cinco columnas, conservan relatos como los 
de las enseñanzas de José en el libro del Génesis (Gn 37,2- 50,26), los 
de las enseñanzas de Tobit (Tb 1,1- 14,15) - donde Ajicgr aparece como 
sobrif!Q de Tobj_t (Tb 1,21-22; 4QTobaramª)- y el relato árabe de Las 
mil y una noches. 
vi,81 (Pr 13,24; 19,18) 
Si no usas el palo, 
echarás a perder a tu hijo. 
284 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
vi,88 
Los leone,s acechan a los ciervos, derraman su sangre y comen su carne. 
Así sucede cuando se reúnen los humanos. 
vi,92 (Pr 6,16-19) 
Dos clases de personas son una delicia. 
La tercera complace a Samas, el juez divino: 
quienes comparten su vino, 
quienes siguen el buen consejo, 
quienes pueden guardar secretos. 
vii,98 (Pr 26,2; Qo 10,20; Si 27,16-19) 
Por encima de todo, controla tu leQgua. 
No repitas lo que has oído. 
Una palab.,ra humana es un páj<!_ro: 
una vez liberado, nunca podrá ser recobrado. 
vii,99 (Qo 5,2) 
Escoge cuidadosamente las palabras para enseñar a otro. 
La palabra es más fuerte que la espa_da. 
vii,100 (Sal 52,2; Sb 18,15-16; Hb 4,12) 
Los gobernantes suelen hablar suavemente, 
pero sus palabras son espadas de doble filo. - -
vii,101.104 (Qo 6,10; Is 10,15; 45,9) 
Nunca cuestiones las palabras de un gobernante. 
- ¿Puede la leña vencer a la llama? 
¿Puede la carne vencer al cuchillo? 
¿Pueden los campesinos vencer a los gobernantes? 
vii,105 (Pr 25,15; Si 28,17) 
Amable es la lengua de un gobernante, 
pero puede romper los huesos de un dragón. 
ENSEÑANZAS DE AJICAR 
Pieza decorativa en marfil de la ciudad siria de Arslan Tash, 
con criaturas deiformes aladas que protegen una figurilla. 
viii,111 (Si 22,15; 29,4-5) 
He transportado arena y acarreado sal, 
pero nada es más pesaq._o que una del!..da. 
viii,114 (Sal 8,2; Sb 10,21; Jr 1,6-9; Mt 21,16) 
285 
Cuando los jóvenes pronuncian poderosas palabras que remontan el vuelo, 
sus palabras se convierten en profecías. 
Con la ayuda divina, hasta pueden tener sentido. 
viii, 118 
Había una vez un leopardo que estaba hambriento 
y una cabra que tenía frío. 
286 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
El leopardo preguntó: «¿Quieres que te sirva de abrigo? 
¿Quieres que te cubra?». 
La cabra respondió: «¿Para qué quiero yo tu abrigo? 
Tú sólo quieres m~pellejo». 
Un leopardo sólo se acerca a una gacela 
cuando busca su sa~gre. 
viii,125 (lb 24,13-17) 
A ojos de ~ ina, un leñador que trabaja en la oscuridad 
es como un ladrón que roba una casa. 
ix,126 (Sal 11,2; 64,2.7) 
No tenses tu arco ni dispares una flecha contra el inocente. 
Sus dioses acudirán en su ayuda y volverán tus flechas contra ti. 
Arco compuesto, 
con cuerda 
y sin cuerda. 
ENSEÑANZAS DE AJICAR 
ix, J30 (Pr 6,1-5) 
No pidas prestado a los malvados. 
cuando pidas prestado dinero, 
trabaja día y noche para devolverlo. 
Recibir un préstamo es dulce. [ ... ] ~ 
Pagar un préstamo te puede costar todo lo que posees. 
ix,136 (Ex 20,17; Sal 131,1) 
No estés insatisfecho de tu vida. 
No codicies honores que te han sido negados. 
ix,137 (Sal 62,10; Ez 28,5; Le 12,13-21; 1 Tm 6,10) 
Amasar riquezas corro_E1pe el corazón. 
ix,138 (Ex 20,12; Pr 20,20; Si 3,1-16) 
A quienes no honran el nombre de sus padresSamas, el juez divino, los maldjce por su mal. 
x,142 (Si 8,1) 
No compitas con los que son más poderosos que tú, 
no compitas con los que son más fuertes que tú, 
pues sólo añadirán tu poder y fuerza al suyo. 
x,148 
No seas tan dulce que te traguen, "' 
ni tan amargo que te escupan. 
xi,165 (Je 9,8-15; 2 R 14,9) 
Una zarza preguntó a un granado: 
«¿Por qué tantas espinas para proteger un fruto tan pequeño?». 
El granado respondió: 
«¿Por qué tantas espinas si no_ tienes fn~to alguno que proteger?». 
287 
288 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
1 
Sello-cilindro que representa al dios Samas sentado con un dios bifronte, 
un hombre-pájaro y otras divinidades menores 
(British Museum). 
xi,171 (Ex 22,26-27) 
Si unos acreedores sin escrúpulos se adueñan de tu manto, déja_.§elo. 
Samas, el juez divino, les quitará toda su ropa y te la d~rá a ti. 
xiii,192 (Mt 25,14-30) 
Guarda cuidadosamente el pozo de tu amo 
y la próxima vez te confiará su oro. 
xiii,204 (lb 39,5-8) 
Una vez alguien dijo a un asno: «Si dejas que te monte, 
te permitiré vivir en mi establo». 
El asno replicó: «¿Por qué no vives tú en el establo -
y así no tendré que dejar que me montes?». 
xiv,208 (Jr 13,23) 
No mandes al beduino al mar, ni al marinero al desierto. 
_ El trabajo de cada uno es único. 
ENSEÑANZAS 
DE ANKHSHESHONQ 
§§ll Las enseñanzas de Ankhsheshonq se compusieron hacia el año 200 
a.C. Están escritas en demótico, una escritura egipcia curs{va. El dete­
riorado papiro en el que fueron escritas contiene veintiocho columnas. 
Actualmente se conserva en el British Museum de Londres(# 10508). 
AnkhsheshQnq fue sacerdote de Ra en un periodo situado entre los 
años 945 y 712 a.C. Como Ajic!!:_r, fue acusado de traición y condena­
do a prisión. Él había tratado de disuadir a un amigo, implicado en un 
complot que tenía como objetivo asesi-lJ:ar al faraón. Cuando se descu­
brió la intriga, Ankhsheshonq fue inculpado como cómplice por no 
haber presentado ante el faraón una acusación contra su amigo. En la 
cárcel escribió a su hijo sus pensamientos sobre fragmentos de cerámi­
ca de las jarras en las que le servían su ración de vino ( 4,18). Como las 
enseñanzas de AjiclJ:r, las enseñanzas de Ankhsheshonq se dirigen al 
pueblo §_encillo, no a los funcionarios reales. 
Hay paralelos de las enseñanzas de Ankhsheshonq en el libro de los 
Proverbios y en el Sirácida. 
7,4-5 (Pr 23,9; Si 22,7) 
No instruyas a un necio que sólo quiere odiarte. 
No instruyas a quien no quiere oírte. __ 
7,18 (Pr 29,19) 
Un esclavo que no es azotado se vuelve desob~diente. 
,, 
290 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
7,24 
_ No digas todo lo que piensas. 
8,12 (Pr 6,25-26) 
No te cases con una mujer cuyo marido vive 
a no ser que quieras tener un ene~igo. 
8,17- 9,4 (1 S 2,12- 4,22; Pr 14,3; 15,4; St 3,1-18) 
Bendita la ciudad que tiene un gobernante justo. 
Bendito el santuario que tiene un sacerdote sabio. 
Bendito el campo que es fértil. 
Bendito el granero que está lleno. 
Bendito el tesoro bien administrado. 
Bendita la casa dirigida por una mujer_sabia. 
Bendito el hombre que piensa antes de hablar. 
Bendito el ejército que tiene un comandante valiente. 
Bendito el pueblo cuyos ancianos no pueden ser sobornados. 
Bendito el artesano que tiene buenas herramientas. 
9,5-9 
No ignores una demanda legal. 
No ignores un posible remedio. 
No ignores la orden del faraón. 
No ignores las necesidades del ganado. 
Quien ignora asuntos importantes lo pagará con la vida. 
Serpiente usada como carácter jeroglífico. 
ENSEÑANZAS DE ANKHSHESHONQ 
9,12-13 
No vivas en la misma casa que tus suegros. -r 
No vivas como veci,~o de tu amo. -
10,6 (Pr 23,9; Si 22,7) 
Los necios no pueden distinguir la enseñanza del insulto. 
11,8-10 
No mates una serpiente dejándole la cola. 
No arrojes una lanza que no puedes dirigir. 
El que escupe al aire puede resultar mojado. 
11,11 -14 
El honor se basa en la propia familia. 
El honor se basa en la propia salud. 
El honor se basa en un rostro honrado. 
El honor se basa en lo que uno hace con las manos. 
11,19 
No avergüences a tu hijo delante de su madre 
si no quieres avergonzar también a su padre. 
12,6 (Mt 7,12) 
No hagas mal a nadie, 'i-
pues de este modo incitas a que otro te lo haga a ti. 
13,2 
El sabio busca amigos, -
el necio busca enemigos. 
13,12 
Si encuentras a tu esposa con un amante, 
ha llegado el momento de buscar una nueva prometida. 
291 
292 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
14,9 (Le 17,11-19) 
Un bien hecho a cien personas y agradecido sólo por UJla de ellas 
_ es un bien que no ha perecido. 
14,14 
Quien ha sido mordido por una serpiente 
· tendrá siempre miedo de una cuqda. 
16,9-12 
Pide prestado dinero para ampliar una granja, 
para casai:_te, para celebrar tu cumpleaños. 
No lo pidas para llevar una vidc!,fácil. 
18,11 (Dt 21,18-21) 
Los hijos de los necios vagan por las calles, 
los hijos de los sabios están al lado de sus padres. 
18,19-20 
Benditos los que calientan sus casas hasta el techo. 
Malditos los que construyen casas y las hipo~can. 
19,10 (Qo 11,1) 
Haz una obra buena y arrójala al agua. 
Cuando se seque, la encontrarás. 
19,11 -12 (Pr 26,17) 
Si dos hermanos se pelean, 
no te metas entre ellos. -
Quien se entromete entre dos hermanos cuando se pelean 
se convierte en su enemjgo cuando ellos hacen las pa~es. 
ENSEÑANZAS DE ANKHSHESHONQ 
Figura de serpiente, también 
usada como carácter jeroglífico. 
20,4 
Empieza plantando un sicómoro, 
termina plantando cualquier árbol. 
20,13 
Las serpientes que son alimen~adas ,no atacan. 
20,22-25 
Se malogra una casa vacía. 
Se malogra una mujer no casada. 
Se malogra un as~o que sólo acarrea ladri~los. 
Se malogra un barco que sólo transporta p~ja. 
21,14 
Los maridos que se avergüenzan de sus mujeres no tendrán hijos. 
22,3 
No enciendas un fuego que no puedes apagar. -
22,19 
Da un pan a tu labrador, 
pero saca dos del trabaj9 de sus hombros. 
293 
,, 
294 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
23,6-7 (Pr 6,25-26) 
El que hace el amor con una mujer casada 
será ejecutado en su umbral. 
23,8 (Sal 37,16; Pr 16,8) 
~ Mejor vivir en tu propia casa 
que en la mansión de otro. 
24,12 
La borrachera de ayer no apaga la sed de hoy. 
26,5-8 
Los que salvan vidas van a la cárcel. 
Los asesinos se mueven libremente. 
Los que salvan vidas pasan hambre. 
Inescrutables manos divinas dirigen el desti1.10 de todos. 
26,14 (Pr 16,1.9) 
Una cosa son los planes divinos 
y otra los pensamie'iitos humanos. 
Una mujer noble, 
de una pintura hallada 
en la ciudad cananea 
de Megido. 
CANTAR 
DE LOS CANTARES 
CANTOS DE AMOR EGIPCIOS 
~ El papiro Harris 500 fue descubierto por arqueólogos británicos a 
principios del siglo xx en las dependencias que Ramsés II (1290-1224 
a.C.) añadió al templo de Karnak cerca de la ciudad de Luxar, situada 
en el centro del actual Egipto. El rollo, gravemente deteriorado en 
algunos lugares, contenía diecinueve_s;antos de ª11!:.or, divididos en tres 
grupos separados y escritos en jeroglíficos egipcios. El rollo se conser­
va actualmente en el British Museum de Londres, catalogado como 
papiro 10060. 
La literatura amorosa, como la de los cantos de amor egipcios, ense­
ña a los enamorados cómo hacer el amor y les motiva para hacerlo bien. 
En el mundo de la Biblia, hacer el amor es una actividad apasionada, 
como cultivar la tierra, comer, luchar, aprender y ofrecer sacrificios. El 
lenguaje y las imágenes que describen una de ellas se suelen usar para 
describir las otras. Por ello la amada canta: « ... banquetea en mis 
pechos». La literatura amorosa enseña a los enamorados cómo desper­
tar cada uno de los cinco sentidos con el fin de crear la pasión necesa­
ria para hacer el amor. Los cantos están llenos de imágenes relativas a 
las sensaciones de tocar, gustar, oler, oír y ver. 
Aunque los cantos de amor egipcios puedan ser mil años más 
antiguos que los del Cantar de los cantares, los paralelos son in­
confundibles.La amada: 
Yo estoy todavía aquí contigo, 
pero tu corazón ya no está aquí conmigo. 
¿Por qué has dejado de abrazarme? 
¿Qué he hecho [ ... ]? 
Ya no tratas de acariciar mis muslos. [ ... ] 
¿Quieres dejarme para buscar algo que comer? 
¿Hasta tal punto eres esclavo de tu estómago? 
¿Quieres dejarme para buscar algo que ponerte? 
¿ Vas a dejarme abrazada a la sábana? 
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PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
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Una difunta egipcia disfrutando de un rico banquete en el más 
allá, atendida por sus hijos y servidores (Beni Hasán). 
Si estás pensando en algo que comer, 
entonces banquetea en mis pechos, haz que mi leche fluya para ti. 
Mejor un día en el abrazo del amado [ ... ] 
que miles en otro lugar. [ ... ] 
La amada: 
Mezcla tu cuerpo con el mío [ .. . ] 
como la miel se mezcla con el agua, 
como la mandrágora se mezcla con la goma, 
como la masa se mezcla con la levadura. [ .. . ] 
Ven a tu amada, 
como un caballo que carga en el campo de batalla, 
como un halcón que se lanza en picado hacia el pantano. [ ... ] 
El amado: (Ct 7,5.13) 
Mi amada es un pantano, 
mi amada crece lozana. [ ... ] 
Su boca es un brote de loto, 
sus pechos son flores de mandrágora. 
Sus brazos son vides, 
sus ojos están sombreados como bayas. 
Su cabeza es una trampa hecha de ramas [ ... ] y yo soy el gan_§o. 
Su cabello es el cebo en la trampa [ ... ] para hacerme caer en ella. 
CANTOS DE AMOR EGIPCIOS 
La amada: (Je 15, 1-8; Ct 4, 10; 5, 1) 
Mi copa no se ha llenado aún de hacer el amor contigo. [ ... ] 
Pequeño chaql mío, tú me emborrachas. 
No dejaré de beber tu amor, 
aunque me lleven a golpes hasta el pantano, 
aunque me lleven a golpes hacia el norte, hasta Siria, 
aunque me flagelen con ramas de palma 
y me lleven al sur, hasta Nubia, 
aunque me azoten con látigos hasta las colinas, 
aunque me apaleen con juncos hasta las llanuras. 
No seguiré su consejo, 
no abandonaré al que deseo. 
El amado: (Gn 30,14-20; Ct 2,10-13; 7,13) 
Navego hacia el norte siguiendo la corriente, 
remando a las órdenes del capitán. 
Mi cama está preparada para una amante, 
voy a celebrar un día de fiesta en Menfis. 
Pediré a Ptah, el Señor de la Verdad, 
que una amante duerma conmigo esta noche. 
El Nilo me emborracha de amor. 
Veo a Ptah entre las cañas, 
veo a Sekhmet en las hojas de loto, 
veo a Yadit engendrado en los brotes del loto 
veo a Nefertem concebido en las flores del loto. [ .. . ] 
El país refleja la alegría de Hathor, la Diosa dorada, 
Menfis es una jarra de dulce vino de mandrágoras, 
un don para Ptah, el de hermoso rostro. 
Pescando en el Nilo o en uno de sus canales 
(Beni Hasán). 
299 
300 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
El amado: (2 S 13,4-6; Ct 2,5; 5,8) 
Me acostaré dentro de mi casa, 
fingiré que estoy enfermo. 
Entonces mis vecinos vendrán a verme, 
y mi amada vendrá con ellos. 
Ella avergonzará a los médicos, 
pues sabe cómo curar mi enfermedad. 
El amado: (Ct 5,2-6) 
La mujer a la que amo es la señora de una gran casa. 
Puedes entrar hasta el centro de su casa. 
Las puertas están abiertas de par en par, el cerrojo no está echado, 
porque está furiosa con su amado. [ ... ] 
Noble egipcio cazando pájaros en los pantanos y matorrales 
de papiro del Nilo 
(tumba 3 de Beni Hasán, siglo XIX a.C.). 
CANTOS DE AMOR EGIPCIOS 
Si me contratara para custodiar su puerta, 
al menos cuando la enojé, 
conseguiría escuchar su voz, 
aunque tiemble como un niño. 
La amada: (Est 2, 12; Rt 3,3) 
Navego hacia el norte 
por el canal del faraón. 
Giro hacia el canal de Pre, 
pondré mi tienda donde pueda vigilar el canal. 
He corrido sin descanso 
desde que pensé por primera vez en el canal de Pre. 
Puedo ver ya a mi amante [ ... ] 
se dirige a la alcoba. 
Estaré contigo a la entrada del canal de Ity 
y tú me conducirás a Heliópolis. 
Mientras caminamos [ ... ] entre los árboles alrededor de la alcoba, 
recojo ramas y hago con ellas un abanico. 
Veremos si funciona, 
veremos si me abanica en mi camino hacia el jardín del amor. 
Mis pechos están repletos de frutos, 
mi cabello resplandece por el bálsamo. 
Cuando estoy contigo [ ... ] 
soy una noble mujer llena de placer, 
soy la reina de Egipto. 
301 
I' 
ISAÍAS, 
JEREMÍAS, 
EZEQUIEL, 
DANIEL, 
OSEAS, 
AMóS 
1' 
RELATOS DE ISTAR 
Y TAMMUZ / DUMUZI 
¡;§l[] Austen Henry Layard (1817-1894) excavó Nim r._ud en 1845 para el 
British Museum y localizó el palacio de Senaquerib (704-681 a.C.) y 
la biblioteca de Asurbanjpal (668-626 a.C.), que c ontenía una de las 
dos importantes copias de los relatos de Istar y Tammuz. La otra, hecha 
durante el periodo del bronce medio (2000-1500 a.C.), se encontró en 
Asur, en Koujunik (Iraq). Sólo se han conservado ciento cincuenta 
líneas de estos relatos. Eran nuevas versiones de relatos más antiguos, 
escritos en lengua sumeria y con caracteres cuneiformes, y descubier­
tos en NipP.Jlr (en árabe: Nuffar). J.P Peters, J.H. Haynes y H. V 
Hilprecht dirigieron las excavaciones de Nippur para la Universidad 
de Pennsylvania entre 1889 y 1900. Éstas fueron las primeras exca­
vaciones importantes en Mesopotamia bajo auspicios norteamerica­
nos. En trece tablillas se han conservado cuatrocientas diez líneas de 
relatos sumeri_Qs. Algunas se conservan actualmente en el Museo del 
antiguo Oriente de Estambul, Turquía, y otras en el Museo de la 
Universidad de Pennsylvania en Philadelphia. 
Desde el comienzo de la edad del br':l{~fv _(§ Q,00-1250 a.C.) Tammuz 
(en sumerig: Dumuzi) e Istar (en ~ :' Astarte, Ashtartu, 
Ashtoreth) fueron ensalzados como dioses de la ganadería, la agricul­
tura y la maternidad. Istar y Tammuz eran amantes separados por la 
muerte, pero reunidos por el amor. En algunas tradiciones es Istar la 
que desciende al país de los muertos, y en otras es Tammuz. En los dos 
grupos el viudo o la viuda sigue fielmente al otro y lo rescata de entre 
los muertos. Los relatos hablan no sólo de dos amantes, sino también 
de la muerte de la tierra durante la larga estación seca, y su nuevo 
nacimiento al comienzo de la estación húmeda bajo el incesante traba­
jo de los campesinos. Estos relatos se contaban durante una celebra­
ción (en acadio: taklimtu) al final de la larga estación seca en los 
306 PARALELOS DEL ANTIGUO TESTAMENTO 
meses de junio y julio (en acadio: 27-29 de Du'uzu), cuando Tammuz 
como los cultivos, se había secado y había muerto. Como el últim~ 
resto de humedad que el suelo abrasado absorbía hasta lo profundo de 
la tierra, Tammuz era llevado en etapas hasta la tierra de los muertos. 
Istar, sin embargo, no lo abandonaba. Como la lluvia que humedece el 
suelo al final de la estación seca, de modo que los campesinos pueden 
arar y plantar, las palabras y acciones de Istar en el país de los muer­
tos devuelven la vida a Tammuz. Ella lo resucita de entre los muertos 
del mismo modo que aparecen en el suelo los primeros brotes de los cul­
tivos gracias al cuidado de los campesinos al comienzo de la estación 
de la cosecha. 
Hay paralelos de los relatos de Istar y Tammuz en el libro de los 
Jueces, en los de Samuel, en los de los Reyes y en el de Ezequiel. Al 
final del relato que narra cómo Jefté libera a Israel de Amón (Je 11,1-
40) hay una nota que dice: « Y se hizo costumbre en Israel: las hijas de 
Israel van, de año en año, cuatro días al año, a lamentarse por la hija 
de Jefté el galaadita» (Je 11,39-40). Esta referencia podría describir el 
modo en que se conmemoraban y transmitían en el antiguo Israel las 
celebraciones y los relatos de Istar y Tammuz. En un juicio sobre Ajab 
y Jezabel (1 R 16,29-22,40), los narradores ridiculizan el nombre de la 
reina de Israel (2 R 9,37). Ciertamente sus padres la llamaron 
«¿Dónde está mi señor?» o «¿Dónde está Tammuz? » (en hebreo: 'ize­
bul), porque fue uno de los primeros niños nacidos al final de la esta­
ción seca y su nacimiento ofrecía una promesa de renovación de la vida 
en el país. Sin embargo, en el juicio es llamada «desvergonzada»