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Ipa Alarcon

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<p>1</p><p>Profesor Titular: Arq. ALBERTO MAIDANA</p><p>Profesor Adjunto: Arq. ENRIQUE CARBAJO</p><p>Jefes de Trabajos Prácticos: Arq. RAQUEL AIRAUDO</p><p>Arq. ROXANA DREHER</p><p>Arq. GUILLERMO QUILICI</p><p>Arq. MAXIMILIANO SZEIFERT</p><p>Auxiliares Docentes: Arq. CARLOS MEDRANO</p><p>Arq. FEDERICO RODRÍGUEZ</p><p>Arq. CAROLA VIDOZ</p><p>P</p><p>R</p><p>O</p><p>P</p><p>IE</p><p>D</p><p>A</p><p>D</p><p>E</p><p>S</p><p>D</p><p>E</p><p>L</p><p>O</p><p>S</p><p>M</p><p>A</p><p>T</p><p>E</p><p>R</p><p>IA</p><p>L</p><p>E</p><p>S</p><p>UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL</p><p>FACULTAD DE ARQUITECTURA DISEÑO Y URBANISMO</p><p>CONSTRUCCIONES I</p><p>2</p><p>APUNTES de los siguientes TEMAS:</p><p>• Introducción a la materia</p><p>• Dimensión de la materialización arquitectónica</p><p>• Propiedades de los Materiales de Construcción</p><p>Es nuestro objetivo exponer el saber</p><p>constructivo básico necesario para</p><p>participar profesionalmente en el mundo</p><p>de la Arquitectura, pero, y esto es lo</p><p>fundamental, con una manera de</p><p>estructurarlo y desarrollarlo mucho más</p><p>acorde con la realidad actual de ese</p><p>mundo que nos toca vivir. Su punto de</p><p>partida se encuentra en la experiencia</p><p>acumulada como docentes arquitectos en</p><p>ejercicio, profesionales en actividad,</p><p>profesores de Construcciones desde hace</p><p>más de veinte años, y, especialmente, en</p><p>las conclusiones de investigaciones en el</p><p>tema.</p><p>Dos frases extraídas de ellas pueden</p><p>presentarse aquí como claves para</p><p>entender la filosofía básica de todo el</p><p>trabajo. La primera justifica el esfuerzo</p><p>de escribir el texto: "La simple</p><p>observación de los apuntes y de los libros</p><p>habitualmente manejados por los</p><p>estudiantes y los profesionales permite</p><p>comprobar que el saber constructivo,</p><p>salvo escasas excepciones, sigue sin haber</p><p>encontrado la manera de estructurarse</p><p>según las mentalidades y actividades del</p><p>arquitecto.</p><p>En nuestro país, además, la pervivencia</p><p>de la tradición que prefiere la traducción a</p><p>la redacción impide una reflexión</p><p>colectiva sobre nuestros procedimientos</p><p>constructivos".</p><p>La segunda, el cómo se ha escrito: "El</p><p>hecho de que los edificios y la ciudad</p><p>estén implacablemente sometidos a las</p><p>leyes de la física y la economía,</p><p>diferencia cada vez más a la arquitectura</p><p>del resto de las artes y lleva a que el</p><p>equilibrio entre requerimientos</p><p>potencialmente divergentes tales como</p><p>expresión y función o poesía y eficacia</p><p>hacia una meta de dificultad creciente.</p><p>Sin embargo, a pesar que gran parte del</p><p>entramado teórico arquitectónico intenta</p><p>neutralizar esas divergencias, sigue sin</p><p>existir un cuerpo de doctrina que consiga</p><p>su integración efectiva, debido</p><p>esencialmente a la pervivencia de una</p><p>tradición teórica que arranca de la obra</p><p>escrita de Vitruvio, que a partir del siglo</p><p>XVIII genera y consolida una</p><p>disgregadora estructura teórica tripartita".</p><p>Por lo tanto el objetivo esencial de los</p><p>apuntes de la materia, es aportar una</p><p>manera de organizar el saber constructivo</p><p>con relación a la teoría de la arquitectura</p><p>que supere ese ya añejo esquema</p><p>disgregador en tres ramas autónomas y</p><p>sus derivados.</p><p>El resultado final que se busca no es otro</p><p>que un compendio sobre condiciones</p><p>mínimas que, integrando</p><p>sistemáticamente todos los factores en</p><p>juego, aporte métodos y saberes que</p><p>eviten los conflictos entre la eficacia y la</p><p>poesía de nuestra arquitectura, aquí y</p><p>ahora, en todo lo que depende de su parte</p><p>material.</p><p>El método para conseguirlo se basa en el</p><p>estudio de los elementos constructivos, y</p><p>de los principios que han de orientar su</p><p>concepción y realización, prestando una</p><p>atención muy especial a las relaciones por</p><p>las que unos y otros se condicionan y</p><p>potencian en el proceso de crear edificios</p><p>que han de integrar poesía y eficacia.</p><p>Los principios del construir</p><p>arquitectónico</p><p>3</p><p>La finalidad básica de construir edificios</p><p>(y sus diversas posibles agregaciones) es</p><p>facilitar aquellas actividades humanas que</p><p>se desarrollan mucho mejor en espacios</p><p>bien organizados y dotados de un</p><p>ambiente controlable que en espacios y</p><p>ambientes naturales. Son actividades de</p><p>todo tipo, de protección, como defenderse</p><p>de intrusos o tempestades, íntimas o</p><p>privadas, como dormir o amar, sociales o</p><p>públicas, como enseñar, parlamentar o</p><p>comunicarse con la divinidad.</p><p>Que un artefacto contenedor de espacios</p><p>ambientados, es decir, un edificio, facilite</p><p>e incluso potencie el desarrollo de esas</p><p>actividades permite calificarlo de útil.</p><p>Lógicamente, alcanzar esta utilidad pasa a</p><p>ser un objetivo inexcusable de quien</p><p>quiera construir bien.</p><p>Ahora bien, estos artefactos y sus</p><p>agregaciones, con su presencia</p><p>ineluctable, llegan a configurar el entorno</p><p>existencial de las personas de una manera</p><p>tan intensa y envolvente que quedan</p><p>sometidos, ineludiblemente, a las</p><p>exigencias estéticas, significativas,</p><p>simbólicas y comunicativas inherentes a</p><p>la naturaleza humana. Si el construir</p><p>satisface las razones de la utilidad</p><p>práctica y a la vez da la respuesta</p><p>conveniente a estas exigencias que la</p><p>trascienden y que podemos considerar</p><p>como propias del arte, se convierte en un</p><p>construir arquitectónico, o, sencillamente,</p><p>en arquitectura.</p><p>La arquitectura, especialmente la</p><p>contemporánea, se diferencia del arte</p><p>puro, sea la pintura o la escultura, porque</p><p>su justificación reside en que el uso de sus</p><p>espacios facilita las actividades humanas.</p><p>Y se diferencia de la mera construcción</p><p>en que participa intensa e inevitablemente</p><p>de las exigencias propias del arte. Ambas</p><p>son condiciones necesarias, pero ninguna</p><p>por sí sola suficiente. Un edificio</p><p>emocionante, pero inutilizable, no es una</p><p>obra de arquitectura, como mucho, una</p><p>escultura visitable. Un edificio totalmente</p><p>útil pero sin un mínimo de poesía</p><p>tampoco.</p><p>Pero la justificación por el uso no es el</p><p>único hecho diferenciador de la</p><p>arquitectura. La citada presencia</p><p>ineludible de sus obras es un factor clave</p><p>distintivo del resto de las artes. Ninguna</p><p>obra de escultura, pintura, literatura o</p><p>música nos impone implacablemente su</p><p>presencia como lo hacen las obras de</p><p>arquitectura.</p><p>Una novela mediocre no obliga a pasar de</p><p>la segunda página, una sinfonía requiere</p><p>la voluntad del oyente, o una pintura por</p><p>grande que sea es un objeto mueble. Una</p><p>obra de arquitectura, enorme e</p><p>inamovible, lo es con total independencia</p><p>de nuestros deseos y capacidades durante</p><p>toda su vida, en general, bastante más</p><p>larga que la de cualquiera de nosotros. Es</p><p>una razón poderosa para poder afirmar</p><p>que, si bien su utilidad interesa</p><p>especialmente a sus usuarios, su</p><p>conveniencia estética es una exigencia de</p><p>carácter colectivo y público.</p><p>Por si fuera poco, los enormes recursos</p><p>utilizados para la materialización y uso de</p><p>cualquiera de sus obras, muchísimo más</p><p>importantes que los necesarios para</p><p>cualquier otro tipo de obra de arte,</p><p>distancian todavía más si cabe la</p><p>arquitectura de otras actividades artísticas</p><p>ya que imponen un imperativo ético que</p><p>la obligan moralmente a varias</p><p>condiciones de tipo económico que</p><p>afectan a su misma esencia.</p><p>La primera es que la materialización del</p><p>edificio ha de ser lo más eficiente posible,</p><p>es decir, conseguir el máximo provecho</p><p>de los recursos utilizados. Desde este</p><p>punto de vista, el construir arquitectónico</p><p>es igual a la mayoría de las actividades</p><p>productivas humanas: la economía de</p><p>4</p><p>producción le es tan consustancial que</p><p>normalmente queda implícita, hecho que</p><p>provoca que muchas veces se ignore.</p><p>Ahora bien, el carácter limitado de esos</p><p>recursos, detectado en realidad hace</p><p>pocos años, además de obligar a la</p><p>economía de los medios energéticos que</p><p>comporta el uso, introduce un novísimo</p><p>criterio ecológico en la valoración de los</p><p>procesos de</p><p>para la duración de un edificio.</p><p>Conviene que el conjunto de los</p><p>elementos sustentantes esté</p><p>proyectado para duraciones iguales,</p><p>y es inútil colocar un elemento de</p><p>mucha duración sobre estructuras de</p><p>carácter provisional.</p><p>b) Prácticamente, se puede adoptar la</p><p>clasificación siguiente:</p><p>• construcción provisional: menos de</p><p>10 años de vida.</p><p>• Construcción semiprovisional: más</p><p>de 10 años de vida.</p><p>• Construcción durable: más de 40</p><p>años de vida.</p><p>• Construcción permanente: más de</p><p>100 años de vida.</p><p>c) La durabilidad de los elementos no</p><p>sustentantes no está</p><p>obligatoriamente ligada a la de los</p><p>elementos sustentantes. Se pueden</p><p>adoptar para la clasificación de estos</p><p>elementos, la de la tabla siguiente:</p><p>ELEMENTOS DURACION MINIMA(en años)</p><p>CALIDAD</p><p>SUPERIOR MEDIA NFERIOR</p><p>Paredes y tabiques 100 25 8</p><p>Cubiertas 100 20 5</p><p>revestimientos y revoques internos 100 15 5</p><p>Revoques interiores 50 20 5</p><p>Decoración interior 15 5 2</p><p>Se observará que no contiene</p><p>indicaciones para los pisos, elementos</p><p>cuya duración es muy importante, pero</p><p>que varía mucho con las condiciones de</p><p>su empleo.</p><p>Claro está que estos valores se dan solo</p><p>como una indicación y en el estado</p><p>actual de nuestros conocimientos no se</p><p>pueden precisar los períodos de vida</p><p>probable de más elementos que de los</p><p>que hemos hablado al principio de este</p><p>párrafo.</p><p>Por otra parte, es difícil muchas veces</p><p>determinar cuando acaba la vida de un</p><p>elemento, pues si para un elemento</p><p>sustentante se puede tomar su rotura</p><p>como criterio, también puede ser</p><p>necesario tomar como criterio una</p><p>flecha máxima (o un agrietamiento).</p><p>Para los revoques gruesos y finos</p><p>todavía es más complicado; aparte del</p><p>caso de que se despeguen del muro a</p><p>que están aplicados, fenómeno de rotura</p><p>bastante bien definido, el</p><p>envejecimiento puede ser lento y</p><p>limitarse a una modificación del</p><p>aspecto. Por esto es que es</p><p>esencialmente bajo un punto de vista</p><p>cualitativo que vamos a considerar el</p><p>problema de envejecimiento y de la</p><p>corrosión de los edificios, y de la</p><p>protección contra estos fenómenos.</p><p>El envejecimiento</p><p>Se distingue en general el fenómeno de</p><p>envejecimiento del de corrosión, pero</p><p>aquí tomaremos la primera expresión en</p><p>su sentido más general de deterioro</p><p>progresivo de los materiales, tanto si</p><p>este deterioro es lento como rápido,</p><p>profundo como superficial, o si se trata</p><p>solamente de una modificación de</p><p>aspecto perjudicial a la estética.</p><p>Los estudios sobre el envejecimiento</p><p>son bastante escasos en su aspecto total;</p><p>los más frecuente son observaciones</p><p>diversas sobre el deterioro de diversas</p><p>clases de materiales de construcción y</p><p>estudio sobre la corrosión de los metales</p><p>o el envejecimiento de las pinturas y los</p><p>impermeabilizantes. Estos problemas</p><p>pueden atenderse, ya por observación</p><p>directa, ya por estudios de laboratorio, y</p><p>25</p><p>es necesario conocer la limitada validez</p><p>de estos dos métodos.</p><p>Los estudios directos, por ejemplo, se</p><p>han llevado sobre la observación de las</p><p>corrosiones metálicas, de la</p><p>disgregación por el hielo de los</p><p>materiales porosos, de la influencia de la</p><p>radiación solar sobre las</p><p>impermeabilizaciones, de la penetración</p><p>de la lluvia, de la influencia de la</p><p>inclinación de los techos, de la</p><p>durabilidad de los revoques grueso y</p><p>fino, de la fisuración de los hormigones</p><p>livianos, del envejecimiento de las</p><p>pinturas, pero lo cierto es que, en</p><p>conjunto, por este procedimiento apenas</p><p>se han obtenido más que datos</p><p>cualitativos.</p><p>De todas maneras, veremos como puede</p><p>ser esto también indicaciones sobre la</p><p>influencia del clima en su</p><p>envejecimiento. Los estudios de</p><p>laboratorio son de dos categorías bien</p><p>distintas: en primer lugar, los estudios</p><p>analíticos sobre el envejecimiento o la</p><p>corrosión: acción de los productos</p><p>químicos, de agentes físicos, de las</p><p>bacterias, etc. Pero, para obtener</p><p>resultados de aplicación práctica, en</p><p>general es necesario intensificar o</p><p>acelerar la acción de estos diversos</p><p>causantes del envejecimiento. Y</p><p>llegamos aquí al problema de los</p><p>ensayos, que ya no son de investigación,</p><p>sino de control, cuya validez es</p><p>extremadamente difícil de precisar.</p><p>Este es el caso, por ejemplo, de los</p><p>ensayos de helacidad para las rocas,</p><p>ladrillos, hormigones, etc. En Canadá se</p><p>hicieron experiencias en 1947 sobre 485</p><p>muestras de ladrillos que demostraron</p><p>que el ensayo normalizado en este país</p><p>de helacidad para ladrillos no tenía</p><p>ninguna validez; esto es general, y el</p><p>desacuerdo entre los procedimientos de</p><p>ensayo utilizado en diversos países</p><p>demuestra bien nuestra inseguridad</p><p>actual.</p><p>En rigor, el ensayo de helacidad puede</p><p>servir para comparar entre sí las piedras</p><p>calizas y clasificarlas, pero no para</p><p>hacerlo con todos los materiales en</p><p>general. Añadamos por otra parte que si</p><p>se atribuye generalmente la</p><p>disgregación de los materiales porosos</p><p>por el hielo a la expansión producida</p><p>por la congelación del agua (10% de</p><p>volumen lo que se traduce en una</p><p>presión de 10 kg/cm2), hay autores que</p><p>creen está demostrado (en particular</p><p>para el hormigón) que esto es debido a</p><p>otro fenómeno (segregación de capas).</p><p>Se ha intentando relacionar la helacidad</p><p>con otras características de los</p><p>materiales, con la absorción de agua,</p><p>por ejemplo, o con la estructura de los</p><p>poros; pero los resultados no están muy</p><p>claros y hay que contentarse</p><p>actualmente con ensayos empíricos de</p><p>validez muy limitada. Los ensayos de</p><p>envejecimiento acelerado son otro</p><p>ejemplo de ensayos de control en los</p><p>que no se puede tener más que una</p><p>confianza limitada, y que ni aún pueden</p><p>servir, por ejemplo, para clasificar la</p><p>totalidad de los productos de una misma</p><p>clase, tales como los revestimientos</p><p>impermeabilizantes. Es bien evidente,</p><p>por otra parte, que cuando se trata de</p><p>reproducir -intensificándolas y</p><p>acelerándolas- los agentes de</p><p>envejecimiento, tan extremadamente</p><p>diversos, se presentan considerables</p><p>dificultades de principio.</p><p>Por ejemplo, exponer las pinturas a</p><p>ciclos acelerados de acción del calor, de</p><p>los rayos ultravioletas, de la humedad; o</p><p>las impermeabilizaciones a ciclos</p><p>acelerados de acción de la radiación, del</p><p>agua, del calor y del frío, no permiten</p><p>obtener informaciones válidas mientras</p><p>estos ensayos no hayan sido cotejados</p><p>con los envejecimientos reales; hasta</p><p>26</p><p>ahora este cotejo solo se ha podido</p><p>verificar en un número de casos muy</p><p>limitado.</p><p>Sin embargo, esta cuestión es esencial, y</p><p>confiamos en lo que hemos dicho a</p><p>propósito del concepto de durabilidad y</p><p>haber demostrado su importancia</p><p>económica; aunque no fuera más que</p><p>para los pliegos de condiciones, sería</p><p>casi indispensables para todos los</p><p>materiales recurrir a ensayos de</p><p>envejecimiento, pues este es el criterio</p><p>de calidad más esencial, sin el cual la</p><p>adopción de materiales más baratos</p><p>puede ser un error económico.</p><p>Prácticamente, tales ensayos funcionales</p><p>no son posibles y hay que resignarse a</p><p>los ensayos clásicos (porosidad,</p><p>permeabilidad, heladicidad, etc.) para</p><p>las piedras, ladrillos, hormigones,</p><p>maderas, etc.; para los materiales</p><p>nuevos (en particular plásticos) estos</p><p>ensayos empíricos no existen, lo que</p><p>muchas veces es un gran inconveniente.</p><p>Esto explica porqué el desarrollo de los</p><p>materiales o procedimientos no puede</p><p>ser muy rápido, a causa de la incógnita</p><p>que constituye el envejecimiento. Sin</p><p>duda, esta es una de las causas</p><p>esenciales de la lentitud de las</p><p>modificaciones en las técnicas de la</p><p>construcción.</p><p>Hay que subrayar también que, si los</p><p>estudios de envejecimiento permiten</p><p>conocer los procedimientos más</p><p>económicos, sólo lo permiten para</p><p>condiciones determinadas, en particular</p><p>para condiciones climáticas dadas,</p><p>citando un ejemplo concreto como</p><p>puede ser el estudio sobre</p><p>la duración de</p><p>las pinturas en función de la cantidad de</p><p>calor recibida por día en distintas</p><p>localidades tropicales.</p><p>Si este resultado, obtenido sobre el</p><p>conjunto de las pinturas, pudiese ser</p><p>más detallado y si se pudiesen distinguir</p><p>las diversas clases de pinturas, sería</p><p>posible, sin duda, determinar cuáles son</p><p>más económicas para cada clima.</p><p>Causas físicas y funcionales de la</p><p>depreciación</p><p>Mantenimiento de las obras</p><p>En lugar de clasificar estas indicaciones</p><p>por materiales, las clasificaremos por</p><p>los agentes de envejecimiento. Entre los</p><p>cuales distinguiremos:</p><p>1. Las acciones mecánicas (desgaste,</p><p>choques, vibraciones)</p><p>2. Las acciones climáticas (atmósfera)</p><p>3. Las acciones químicas:</p><p>a- Acción del suelo y de las aguas</p><p>subterráneas</p><p>b- Acción entre materiales</p><p>incompatibles.</p><p>c- Acción de las aguas de</p><p>abastecimiento y residuales.</p><p>d- Acción de los productos</p><p>químicos.</p><p>4 - La acción de los seres vivos.</p><p>1 Acciones mecánicas y su</p><p>protección</p><p>Desgaste</p><p>La resistencia al desgaste tiene</p><p>particular importancia en los</p><p>pavimentos y pisos. Hay que hacerse</p><p>cargo que el desgaste de una pequeña</p><p>capa de estos materiales es</p><p>perfectamente aceptable, si no se</p><p>modifica su aspecto. Existen ensayos,</p><p>llamados de resistencia al desgaste,</p><p>cuyo interés sería considerable si se</p><p>permitiese caracterizar verdaderamente</p><p>los pavimentos y clasificarlos;</p><p>lamentablemente -como ocurre en</p><p>muchos casos de ensayos de</p><p>27</p><p>envejecimiento los ensayos clásicos,</p><p>hechos sobre todo para materiales duros</p><p>y de estructura granular (mosaicos, etc.),</p><p>no se aplican con validez a los</p><p>procedimientos más modernos de</p><p>pavimentos y pisos, y en particular a los</p><p>pisos de plásticos.</p><p>El ensayo clásico de desgaste, por</p><p>frotamiento de una superficie abrasiva,</p><p>no corresponde exactamente con la</p><p>acción que se produce sobre el piso al</p><p>andar sobre él, acción que consiste en</p><p>un esfuerzo vertical bastante intenso</p><p>combinado con un esfuerzo rasante</p><p>horizontal y no en una abrasión, ya que</p><p>el pie no resbala sobre el suelo.</p><p>Además, estos esfuerzos se ejercen</p><p>sobre una superficie (huella del pie) que</p><p>varía según sea la dureza del material y</p><p>sería equivocado no tener en cuenta más</p><p>que la resistencia mecánica. Se puede</p><p>esperar que próximamente se lleven a</p><p>cabo ensayos más de acuerdo con la</p><p>realidad; de momento solo es posible,</p><p>sobre la resistencia al desgaste, dar</p><p>informaciones cualitativas. Un caso</p><p>particularmente importante de</p><p>protección contra el desgaste es el de las</p><p>aristas salientes de los peldaños de la</p><p>escalera, en donde deben colocarse</p><p>revestimientos especiales (con</p><p>preferencia guardacantos metálicos o de</p><p>caucho). El desgaste también puede</p><p>causarse al limpiar con productos muy</p><p>abrasivos, defecto que es muy</p><p>importante evitar para la conservación</p><p>de las superficies pintadas o esmaltadas.</p><p>Finalmente, el desgaste puede ser</p><p>producido en el exterior por el viento</p><p>cargado de polvo -peligro especialmente</p><p>importante cerca de las dunas o</p><p>médanos-; por esto conviene emplear</p><p>revestimientos bastante duros, ya que</p><p>ciertas piedras blandas y algunos</p><p>ladrillos resisten mal a estos efectos de</p><p>abrasión.</p><p>Choques y Vibraciones</p><p>Las paredes y los pisos deben ser</p><p>capaces de resistir los choques normales</p><p>en su servicio sin deteriorarse; este</p><p>punto requiere un examen particular en</p><p>las construcciones industriales. La</p><p>resistencia al choque es una</p><p>característica conocida para la mayor</p><p>parte de los materiales; en algunos casos</p><p>nos lleva a eliminar los materiales</p><p>duros, pero frágiles.</p><p>Las vibraciones o choques repetidos</p><p>tienen un efecto más perjudicial que los</p><p>choques ocasionales, pues pueden</p><p>conducir a un deterioro lento, por</p><p>ejemplo: ensanchamiento progresivo de</p><p>las juntas en seco; descenso y</p><p>amontonamiento en la parte inferior ;</p><p>aplastamiento y rotura de un material</p><p>con baja resistencia al choque, debajo</p><p>una losa flotante.</p><p>También se presentan a veces</p><p>fenómenos de fatiga (rotura por la</p><p>acción de esfuerzos repetidos con</p><p>frecuencia), por ejemplo, en tuberías de</p><p>plomo sometidas a un régimen</p><p>vibratorio de distribución de fluido. Se</p><p>pueden efectuar ensayos de resistencia a</p><p>las vibraciones y choques repetidos; son</p><p>indispensables para los materiales</p><p>livianos y materiales frágiles.</p><p>2 Las acciones climáticas</p><p>(atmósfera)</p><p>La corrosión atmosférica</p><p>La acción de aire húmedo es bien</p><p>conocida: es el fenómeno de la</p><p>corrosión, cuyo grado depende del</p><p>metal, pues hay algunos que resisten</p><p>mejor a la corrosión que otros, pero</p><p>depende también de las características</p><p>de la atmósfera, ya que la corrosión</p><p>aumenta considerablemente con la</p><p>presencia de humedad y de impurezas</p><p>28</p><p>(compuestos sulfurosos o sulfatados,</p><p>ávido, sales, cenizas, humos, etc.)</p><p>Se pueden distinguir cuatro tipos de</p><p>atmósferas esenciales para la corrosión:</p><p>Industrial: zonas industriales (grado de</p><p>corrosión más acentuado en el centro de</p><p>estas zonas y para determinadas</p><p>industrias).</p><p>Urbana: zonas urbanas residenciales</p><p>(pueden también contener industrias</p><p>medianas).</p><p>Marítima: sin industrias, pero con aire</p><p>cargado de sal.</p><p>Rural: sin problemas aparentes</p><p>La oxidación de los metales, más o</p><p>menos evitable, no es siempre fuente de</p><p>deterioro, ya que la película de óxido</p><p>formado constituye en ciertos metales</p><p>una verdadera capa de protección</p><p>(cobre, plomo, zinc, aluminio y algunas</p><p>de sus aleaciones). Para tener una</p><p>estimación cuantitativa de la corrosión</p><p>se puede observar el cuadro siguiente</p><p>que consigna las profundidades de</p><p>corrosión (espesor de la capa de metal</p><p>corroída, en milésimas de milímetros</p><p>por año).</p><p>METAL TIPOS de ATMOSFERAS</p><p>INDUST URBAN. MARITI. RURAL</p><p>ACERO DULCE 120 70 50 40</p><p>ACERO GALV AN. 15 7,5 - 2,5</p><p>Protección de los metales contra</p><p>la corrosión atmosférica</p><p>Existen numerosos procesos para la</p><p>protección contra la corrosión</p><p>atmosférica, y a veces es difícil elegir el</p><p>que conviene:</p><p>• La pintura para los metales ferrosos.</p><p>• La metalización (se cubre con un</p><p>metal más resistente a la corrosión)</p><p>puede ser:</p><p>a) por electrólisis (cromado, niquelado,</p><p>galvanizado, etc.)</p><p>b) por inmersión (estañado,</p><p>galvanizado, etc.)</p><p>• Los revestimientos pituminosos.</p><p>• Los revestimientos de plástico o de</p><p>caucho.</p><p>• Los revestimientos con capa delgada</p><p>de óxido (anodizado).</p><p>• La parkerización (protección</p><p>formada por una capa de fosfatos</p><p>sumergiendo la pieza en un baño)</p><p>adoptada sobre todo para los herrajes.</p><p>• El recubrimiento del acero por el</p><p>hormigón.</p><p>Protección de los materiales no</p><p>metálicos contra la corrosión</p><p>atmosférica</p><p>Las atmósferas secas en general no son</p><p>corrosivas, pero no ocurre lo mismo con</p><p>las atmósferas húmedas y la humedad es</p><p>responsable de numerosos</p><p>envejecimientos prematuros. La</p><p>corrosión se acentúa todavía si la</p><p>atmósfera contiene impurezas</p><p>industriales o si el clima hace que las</p><p>heladas sean muy rigurosas. Las</p><p>condiciones térmicas de verano también</p><p>pueden ser, en algunos casos, causa de</p><p>envejecimiento prematuro. Las</p><p>atmósferas industriales son</p><p>particularmente peligrosas por la</p><p>cantidad de anhídrido sulfuroso que</p><p>contienen, que se oxida en el aire</p><p>produciendo ácido sulfúrico altamente</p><p>corrosivo. Por este motivo las</p><p>atmosferas industriales son peligrosas</p><p>para las tejas, las piedras, las pizarras y</p><p>hasta para los hormigones y algunas</p><p>pinturas.</p><p>En estos materiales se producen</p><p>escamas a consecuencia de la</p><p>cristalización de sulfatos en los poros y</p><p>este efecto es más importante en las</p><p>superficies resguardadas que en las que</p><p>29</p><p>están expuestas a la lluvia. En estos</p><p>casos conviene elegir materiales de</p><p>calidad especial indicadas en general</p><p>por la experiencia local o por ensayos de</p><p>laboratorio, pues la utilización de</p><p>procedimientos para proteger los</p><p>materiales tiene el inconveniente de la</p><p>ineficacia del tratamiento al cabo de</p><p>algunos años.</p><p>El estudio de cementos resistentes a los</p><p>sulfatos para morteros y hormigones es</p><p>particularmente importante.</p><p>Los efectos de la humedad son muy</p><p>variables y pueden ser:</p><p>• Deterioro de los revoques y</p><p>cielorrasos de yeso, de los</p><p>empapelados bajo la acción de</p><p>humedad prolongada.</p><p>• Debilitación de las colas que fijan</p><p>los revestimientos.</p><p>• Alabeo de las maderas.</p><p>• Separación de las hojas de las</p><p>maderas terciadas.</p><p>• Decoloración de las pinturas.</p><p>• Despegue de las películas de pintura</p><p>o de los revoques impermeabilizantes</p><p>por la presión del vapor con la</p><p>temperatura.</p><p>• Acción de los sulfatos.</p><p>• Acción de las sales solubles.</p><p>• Acción de los microorganismos y</p><p>mohos sobre la madera.</p><p>• Heladicidad.</p><p>Los efectos de la sequedad pueden ser:</p><p>• Retracción en las maderas.</p><p>• Retracción el hormigón, que puede</p><p>producir fisuraciones de distintos</p><p>tipos.</p><p>Los efectos de la temperatura:</p><p>• Desarrollo de hongos y otros</p><p>insectos.</p><p>• Fraguado acelerado de morteros y</p><p>hormigones.</p><p>• Reblandecimiento de los</p><p>impermeabilizantes.</p><p>3 Las acciones químicas</p><p>a) acción del suelo y las aguas</p><p>subterráneas</p><p>• Se produce corrosión de los metales</p><p>en el suelo, por electrólisis cuando</p><p>existe agua con sales disueltas en el</p><p>suelo. Se crea una corriente entre el</p><p>metal y solución que provoca la</p><p>corrosión. No hay metal que pueda</p><p>resistir esta acción.</p><p>• Acción de las aguas subterráneas</p><p>sobre piedras, ladrillos y hormigones</p><p>por la presencia de sulfatos solubles,</p><p>aguas muy puras de nieve, aguas</p><p>selenitosas, las magnesianas.</p><p>Como medidas de protección se debe</p><p>emplear cementos aluminosos.</p><p>b) acción entre materiales</p><p>incompatibles</p><p>Materiales incompatibles (que no se</p><p>deben colocar juntos):</p><p>• Cobre y Zinc.</p><p>• Cobre y Acero galvanizado.</p><p>• Aluminio y Cobre.</p><p>• Aluminio y Bronce.</p><p>• Cobre y Bronce y ciertos cauchos</p><p>galvanizados.</p><p>• Plomo y morteros en hormigón</p><p>fresco.</p><p>• Algunas aleaciones de aluminio en</p><p>mortero y hormigón fresco.</p><p>• Metales y oxicloruros de magnesio.</p><p>• Acero o Plomo y madera de roble</p><p>húmeda.</p><p>30</p><p>• Ciertas piedras y ladrillos entre sí.</p><p>• Cemento y ácidos inapropiados.</p><p>• Pintura y soporte alcalino, por</p><p>ejemplo, ciertos revoques de cemento</p><p>o cal</p><p>c) acción de las aguas de</p><p>abastecimiento y residuales</p><p>La protección contra las aguas</p><p>residuales es análoga a la de las aguas</p><p>subterráneas y afecta principalmente a</p><p>las aguas ácidas, en particular a los</p><p>desagües industriales. La ventilación de</p><p>los conductos de evacuación mejora la</p><p>resistencia a la corrosión al facilitar la</p><p>evaporación de los productos químicos</p><p>nocivos. Existe corrosión cuando se</p><p>utilizan distintos metales en una misma</p><p>distribución: al pasar el agua por un</p><p>tubo de Cobre disuelve algo de Cobre y</p><p>lo deposita más lejos, por ejemplo,</p><p>sobre un caño de hierro galvanizado.</p><p>Otro perjuicio son las incrustaciones.</p><p>Se evita tratando las aguas.</p><p>d) acción de los productos químicos</p><p>Interesa fundamentalmente en las</p><p>construcciones industriales ya que</p><p>ciertas sustancias atacan al hormigón</p><p>Nociones elementales de</p><p>resistencia</p><p>Tensiones y deformaciones</p><p>A los efectos del estudio del</p><p>comportamiento de los cuerpos bajo la</p><p>acción de las fuerzas que sobre ellos</p><p>actúan, podemos suponerlos compuestos</p><p>de moléculas, cuyas posiciones relativas</p><p>dentro de los cuerpos en cuestión, se</p><p>mantienen en virtud de la existencia de</p><p>ciertas fuerzas interiores, que podemos</p><p>llamar fuerzas moleculares, que se</p><p>oponen a todo cambio de su posición,</p><p>conservando de ese modo la forma de</p><p>los sólidos.</p><p>Cuando sobre un cuerpo se hace actuar</p><p>una fuerza exterior, ésta tenderá a</p><p>modificar las posiciones relativas de las</p><p>moléculas, a lo cual se opondrá, como</p><p>ya se dijo, las fuerzas internas, que</p><p>tratan de conservar las distancias</p><p>intermoleculares existentes. Estas</p><p>fuerzas interiores varían con las</p><p>modificaciones de dichas distancias, o</p><p>sea con la deformación del cuerpo y</p><p>crecen a medida que la deformación</p><p>aumenta, hasta que equilibran a la</p><p>fuerza exterior, con lo cual la</p><p>deformación cesa de crecer; si la fuerza</p><p>exterior excede de ciertos valores</p><p>propios de cada material, las fuerzas</p><p>internas no podrán equilibrarlas, las</p><p>distancias moleculares continuarán</p><p>creciendo y se harán demasiado</p><p>grandes, en cuyo caso dejarán de actuar</p><p>las fuerzas intermoleculares,</p><p>desaparecerá la cohesión y el cuerpo se</p><p>romperá.</p><p>Como vemos, las fuerzas exteriores que</p><p>actúan sobre los cuerpos, provocan en</p><p>los mismos ciertas deformaciones y</p><p>hacen nacer en su interior fuerzas</p><p>interiores que las equilibran, siempre y</p><p>cuando tales fuerzas exteriores no</p><p>sobrepasen de ciertos valores</p><p>determinados, cuya magnitud queda</p><p>definida por el tipo de material y la</p><p>forma en que se hace actuar las fuerzas.</p><p>Desde que las construcciones se hacen</p><p>para que puedan soportar las cargas que</p><p>sobre ellas pueden actuar, es de gran</p><p>importancia determinar para los</p><p>materiales destinados a ser usados en las</p><p>estructuras resistentes, los valores</p><p>máximos que puedan resistir sin</p><p>romperse, o, para usar la nomenclatura</p><p>usada al definir las propiedades de los</p><p>materiales la resistencia del material.</p><p>31</p><p>Pero el valor que se asigna a la</p><p>resistencia del material para</p><p>dimensionar estructuras es en general</p><p>muy inferior al que produce la rotura, a</p><p>fin de mantener las deformaciones por</p><p>debajo de ciertos límites. Hemos dicho</p><p>que toda fuerza que actue sobre un</p><p>cuerpo modifica sus distancias</p><p>moleculares, o sea que los deforma.</p><p>Esto es válido cualquiera sea la</p><p>magnitud de la fuerza y aunque la</p><p>deformación no sea aparente, cuando</p><p>haya una fuerza actuante existirá una</p><p>deformación, siendo la posibilidad de su</p><p>apreciación una cuestión de precisión</p><p>del instrumental usado. Ciertos cuerpos</p><p>tienen la posibilidad de recuperar su</p><p>forma primitiva, una vez que a</p><p>desaparecido la fuerza la fuerza que lo</p><p>deformó; hemos llamado a esta</p><p>propiedad física, elasticidad que ya la</p><p>hemos definido.</p><p>En realidad, no existen cuerpos y</p><p>materiales que sean perfectamente</p><p>elásticos, o sea que pierdan totalmente</p><p>la deformación adquirida, después de</p><p>actuar la fuerza, pues aún aquellas</p><p>producidas por fuerzas reducidas no</p><p>desaparecen del todo, quedando una</p><p>cierta parte que se denomina</p><p>permanente o residual. No obstante esto,</p><p>algunos materiales por debajo de</p><p>determinados valores máximos de las</p><p>fuerzas exteriores, sufren ciertas</p><p>deformaciones que una vez que cesa la</p><p>causa desaparecen y pueden ser</p><p>considerados dentro de ciertos límites,</p><p>como elásticos. A las deformaciones</p><p>que desaparecen al dejar de actuar la</p><p>fuerza que la produjo, las llamaremos</p><p>deformaciones elásticas. Para deformar</p><p>un cuerpo es necesario que las fuerzas</p><p>realicen un trabajo, por ejemplo, cuando</p><p>se comprime un resorte, si el cuerpo</p><p>deformado estaba en las condiciones</p><p>establecidas para ser considerado como</p><p>elástico, devolverá ese trabajo al</p><p>desaparecer la carga.</p><p>Otras veces el cuerpo es parcialmente</p><p>elástico, o sea que solo recupera en</p><p>forma parcial sus dimensiones</p><p>primitivas, conservando una parte de la</p><p>deformación como con carácter</p><p>permanente. En este caso al desaparecer</p><p>la fuerza, el trabajo restituido es el que</p><p>corresponde a la deformación elástica</p><p>mientras que el usado para producir la</p><p>deformación permanente se dispersa en</p><p>forma de calor.</p><p>En general, la utilización de materiales</p><p>resistentes en las construcciones se</p><p>realiza en condiciones tales que</p><p>las</p><p>cargas o fuerzas que sobre los mismos</p><p>actúan no superan las condiciones</p><p>establecidas para que actúen como</p><p>elásticos, y lo que es más aún se</p><p>conservan dentro de una cierta medida</p><p>por debajo de los límites máximos</p><p>establecidos, dejando un determinado</p><p>margen de seguridad para circunstancias</p><p>imprevistas.</p><p>Las deformaciones que sufren los</p><p>cuerpos dentro de los límites en los</p><p>cuales se comportan como elásticos son</p><p>por lo común considerablemente</p><p>menores que los que adquieren cuando</p><p>empiezan a comportarse en mayor o</p><p>menor grado como cuerpos plásticos, o</p><p>sea que retienen las deformaciones.</p><p>Esfuerzo Específico - Tensión o Fatiga</p><p>Si sobre una cierta área F de un cuerpo</p><p>(fig. 1.1) actúa una fuerza P, podemos</p><p>expresar que el esfuerzo promedio a que</p><p>está sometida el área F estará dado por</p><p>P</p><p>P = ------------</p><p> F</p><p>Cuando la fuerza P actúa, se la puede</p><p>considerar haciéndolo con igual</p><p>intensidad en toda el área F y el</p><p>esfuerzo promedio por unidad de</p><p>superficie dado por expresión anterior se</p><p>32</p><p>denomina esfuerzo específico, tensión o</p><p>fatiga. La fuerza P puede tener una</p><p>dirección o ángulo  cualquiera con</p><p>respecto al plano que contiene el</p><p>elemento superficial F. Cuando la</p><p>dirección de P es normal al plano de</p><p>F (ángulo de 90°) (fig. 1.2) las</p><p>tensiones que desarrollan se denominan</p><p>tensiones normales y se las identifica</p><p>con la letra . Si la fuerza P actúa en</p><p>el mismo plano que contiene a F (fig.</p><p>1.3) las tensiones se llaman tensiones</p><p>tangenciales, caracterizadas con la letra</p><p>. Si la fuerza actuante no es normal a</p><p>F ni coplanar con ella, siempre es</p><p>posible descomponerla en dos, que</p><p>realicen sobre el cuerpo una acción</p><p>equivalente.</p><p>Por lo tanto, si elegimos como</p><p>direcciones de las fuerzas que</p><p>reemplazaran a la primitiva dos que</p><p>sean respectivamente paralelas (T), y</p><p>normal (N) a F, éstas nos darán a su</p><p>vez una tensión normal  y una tensión</p><p>tangencial . Podemos entonces</p><p>establecer que la tensión P originada por</p><p>P en F puede ser siempre</p><p>descompuesta en una tensión normal y</p><p>en una tensión tangencial; cuando la</p><p>dirección de P coincide con N, la</p><p>tensión  valdrá cero y P será igual a  y</p><p>cuando P coincida con T la tensión</p><p>que se anulará será  y P valdrá  (fig.</p><p>1.2 y fig. 1.3).</p><p>Casos de resistencia simple</p><p>Tracción</p><p>Si consideramos una pieza de eje de</p><p>geométrico recto, que está sometida a</p><p>las fuerzas P, aplicadas en los extremos,</p><p>siendo sus direcciones opuestas y cuya</p><p>acción tiende a separar dos secciones</p><p>ideales tales como en A-A' y B-B' se</p><p>produce un trabajo de tracción (fig. 1.4),</p><p>las fuerzas son normales a las secciones</p><p>y se reparten uniformemente sobre sobre</p><p>su área F, originando tensiones</p><p>normales. La resistencia del elemento</p><p>depende solamente del material con que</p><p>está constituida y de la magnitud de la</p><p>sección transversal pero no de la forma</p><p>de la misma.</p><p>Compresión</p><p>Si por el contrario, la fuerza tiende a</p><p>aproximar las secciones que se</p><p>consideran (fig. 1.5), el trabajo es de</p><p>compresión. También aquí las tensiones</p><p>son normales.</p><p>Corte</p><p>En otro caso, la fuerza, en lugar de</p><p>acercar o separar dos secciones ideales</p><p>tales como A-A' y B-B' (fig. 1.6) tiende</p><p>a hacerlas resbalar, una con respecto a la</p><p>otra, el caso se denomina de trabajo de</p><p>corte. Como la fuerza actúa en el mismo</p><p>plano de la sección, tendremos</p><p>tensiones tangenciales.</p><p>Flexión</p><p>Supongamos ahora una pieza de eje</p><p>recto (fig. 1.7) a y b) estando</p><p>descargada. Al actuar las cargas la pieza</p><p>se curva, originando un trabajo de</p><p>flexión. Al curvarse la pieza las fibras</p><p>ideales situadas del lado de la</p><p>concavidad que presenta esta nueva</p><p>forma se acortan lo cual indica que están</p><p>siendo comprimidas (Fibra A-B). La del</p><p>lado opuesto, o sea la de la parte</p><p>convexa se alargan señalando que están</p><p>soportando tracciones (Fibra C-D). Las</p><p>fibras que sufren las máximas tracciones</p><p>o compresiones son las extremas que</p><p>corresponden a las caras exteriores</p><p>convexas y cóncavas, respectivamente.</p><p>A medida que las fibras van</p><p>correspondiendo a capas más alejadas</p><p>de las caras cóncavas y convexas las</p><p>tensiones van disminuyendo de valor</p><p>hasta anularse para una capa de fibras</p><p>33</p><p>ideales situadas en un plano que en la</p><p>flexión simple normal, caso que se</p><p>considera, es perpendicular al plano en</p><p>que actúan las fuerzas que producen la</p><p>flexión de la pieza y pasa por el centro</p><p>de gravedad de la sección trasversal.</p><p>Las fibras cuya tensión es nula se</p><p>denominan fibras neutras, y el plano en</p><p>que están situadas, plano Neutro. El</p><p>valor de las tensiones que sufren las</p><p>fibras situadas entre las caras exteriores</p><p>y el eje neutro puede admitirse dentro de</p><p>las hipótesis fundamentales en que se</p><p>basa la Resistencia de Materiales, que</p><p>varía linealmente, en forma</p><p>directamente proporcional a su distancia</p><p>al eje siendo nulas como ya se ha visto</p><p>en la figura 1.7 de diagrama de tensión,</p><p>donde los triángulos, uno corresponde a</p><p>los de tracción (lado cóncavo) y el otro</p><p>a los de compresión (lado convexo).</p><p>Simultáneamente con el trabajo de</p><p>flexión se produce otro tipo denominado</p><p>de resbalamiento.</p><p>Torsión</p><p>Por último en el caso de la figura 1.8 la</p><p>fuerza F, hará deformar la pieza</p><p>haciendo que puntos tales como las A y</p><p>B pasen a ocupar posiciones tales como</p><p>A' y B'. Para ello es necesario que las</p><p>secciones transversales paralelas que</p><p>contiene a los citados puntos A y B, se</p><p>desplacen una con respecto a la otra</p><p>conservando el paralelismo. El trabajo</p><p>que se efectúa en este caso se denomina</p><p>de torsión.</p><p>Las secciones ideales próximas</p><p>paralelas tienden a desplazarse una con</p><p>respecto a la otra sin cambiar su</p><p>distancia, lo cual implica que la fuerza</p><p>deformante debe actuar en el mismo</p><p>plano de las secciones consideradas, o</p><p>sea que las tensiones producidas serán</p><p>tangenciales. Análogamente con lo</p><p>dicho en el caso de la flexión, el de</p><p>torsión indicado en la figura 1.8 además</p><p>de torsión existen en el cuerpo indicado</p><p>trabajos de flexión y resbalamiento que</p><p>por las razones expuestas no</p><p>consideraremos.</p><p>Los cinco casos de trabajos detallados, a</p><p>saber: tracción, compresión, corte,</p><p>flexión y torsión, constituyen los casos</p><p>de resistencia simple. Dentro de un</p><p>mismo cuerpo o estructura pueden</p><p>ocurrir simultáneamente dos o más de</p><p>ellos con lo cual se estará en presencia</p><p>de casos de resistencia compuesta como</p><p>ya indicamos que sucedía en los</p><p>ejemplos de las figuras 1.7 y 1.8.</p><p>Normas I.R.A.M.</p><p>En el estudio de los diferentes</p><p>materiales de construcción nos</p><p>referiremos en todos los casos posibles a</p><p>normas argentinas, que están en</p><p>vigencia o estudio y que prepara el</p><p>IRAM (Instituto Argentino de</p><p>Racionalización de Materiales). Este</p><p>organismo, fundado en mayo de 1935,</p><p>es una entidad civil reconocida por el</p><p>Superior Gobierno de la Nación como</p><p>organismo centralizador para el estudio</p><p>de normas técnicas referentes a</p><p>materiales y sus aplicaciones. Dicho</p><p>estudio comprende diversas etapas a</p><p>saber:</p><p>• Preparación del esquema de la</p><p>norma, mediante al compilación de</p><p>antecedentes nacionales y extranjeros</p><p>sobre el tema que considerará luego</p><p>un Subcomité especializado, pasando</p><p>a discusión pública de productores,</p><p>distribuidores y consumidores, a</p><p>quienes se le pide su opinión.</p><p>• Vuelve al referido subcomité que</p><p>realiza ahora un estudio exhaustivo</p><p>del asunto en su faz técnica,</p><p>redacción, coordinación o relación de</p><p>dependencias con otras normas</p><p>existentes, etc.</p><p>34</p><p>• Aprobado el esquema por el</p><p>subcomité se eleva al Comité</p><p>encargado de revisarlo a fin de</p><p>uniformarlo y coordinarlo con las</p><p>demás normas IRAM de esa</p><p>especialidad.</p><p>• Aprobado el anteproyecto pasa al</p><p>Comité General de Normas como</p><p>proyecto de norma.</p><p>• Con esta etapa termina el estudio de</p><p>la norma faltando su consideración</p><p>por el Consejo Directivo.</p><p>• Oficialización de las Normas, una</p><p>vez que el Consejo Directivo aprueba</p><p>el proyecto, queda sancionado como</p><p>NORMA IRAM girándose entonces</p><p>al CUM (Comisión de Uniformación</p><p>de Materiales), para su oficialización,</p><p>quien la somete nuevamente a su</p><p>discusión pública por 6 meses para</p><p>luego ajustarlo si es necesario y</p><p>sancionarla como NORMA IRAM</p><p>PROVISONAL por un año.</p><p>• Si transcurrido ese lapso de tiempo</p><p>no se formulan observaciones de</p><p>fondo hacia la misma, la CUM la</p><p>sanciona como NORMA IRAM</p><p>OFICIAL, debiendo ser aplicada por</p><p>las reparticiones del Estado.</p><p>Las normas pueden ser modificadas</p><p>siguiendo el ritmo progresista de la</p><p>Técnica. A tal efecto la CUM hace</p><p>llegar a IRAM cualquier observación de</p><p>fondo que se formule.</p><p>35</p><p>materialización, que no sólo</p><p>han de ser eficientes en sí mismos, sino</p><p>compatibles con un desarrollo que no</p><p>malbarate el patrimonio medioambiental.</p><p>La tercera condición económica, a</p><p>cumplir a largo plazo, es que el edificio</p><p>ha de ser resistente al paso del tiempo.</p><p>No podemos reconstruir cada uno o dos</p><p>años nuestros edificios o alguna de sus</p><p>partes. Los edificios se han de construir y</p><p>usar (y reparar si es el caso), de manera</p><p>que permanezcan íntegros en su totalidad</p><p>un período de tiempo dilatado,</p><p>asegurando además la integridad de sus</p><p>usuarios frente a eventos catastróficos</p><p>para todos como incendios o terremotos.</p><p>Pero además, la integridad a largo plazo</p><p>puede ser algo más que una condición</p><p>económica y de seguridad para sus</p><p>usuarios directos. Algunos edificios o</p><p>algunas de sus agregaciones, barrios o</p><p>ciudades, constituyen parte importante de</p><p>la memoria de los pueblos y, en</p><p>consecuencia, signos de su identidad. La</p><p>perpetuación de un pueblo requiere de la</p><p>perpetuación de su patrimonio cultural y</p><p>especialmente el arquitectónico por ese</p><p>carácter envolvente y público.</p><p>Podemos reordenar todo lo dicho y</p><p>concluir que la arquitectura sólo se</p><p>justifica si facilita y potencia el uso y</p><p>disfrute de sus artefactos gracias a:</p><p>• la adecuación de sus espacios,</p><p>• la adecuación del ambiente de</p><p>esos espacios,</p><p>• la conveniencia pública y</p><p>privada de sus cualidades</p><p>estéticas y comunicativas,</p><p>• la integridad a largo plazo de sí</p><p>mismos y de sus ocupantes,</p><p>• la eficiencia directa y medio-</p><p>ambiental de sus procesos de</p><p>materialización.</p><p>Es razonable afirmar que son cinco</p><p>objetivos imprescindibles para quien</p><p>quiera construir bien, y los fundamentos</p><p>axiológicos sobre los que se han de</p><p>asentar sus criterios de valor, lo cual</p><p>permite poder considerarlos, en definitiva,</p><p>como los cinco principios del construir</p><p>arquitectónico.</p><p>Las dos fases del construir</p><p>arquitectónico.</p><p>El proceso global de construir una obra de</p><p>arquitectura pasa, necesariamente, por una</p><p>fase previa en la que alguien, el arquitecto</p><p>o profesional equivalente (individual o</p><p>colectivo), la debe imaginar y plasmar lo</p><p>imaginado en documentos gráficos y</p><p>escritos (el proyecto) para que después</p><p>pueda ser materializada por un colectivo</p><p>mucho más numeroso. Habitualmente a</p><p>esta fase también se le denomina proceso</p><p>de diseño.</p><p>El éxito final del edificio, es decir, el</p><p>cumplimiento de los cinco objetivos,</p><p>requiere que ya en este nivel imaginario</p><p>sea potencialmente adecuado, útil,</p><p>resistente, etc. ya que los procesos de</p><p>producción posteriores que lo hacen</p><p>realidad sólo materializan la idea y si ésta</p><p>no es correcta su realización difícilmente</p><p>la mejora. Lo cual no impide que la idea</p><p>pueda mejorarse durante la ejecución de</p><p>los trabajos.</p><p>Para materializar definitivamente la idea</p><p>es preciso disponer de materiales,</p><p>herramientas y una legión de operarios</p><p>hábiles en su manejo y montaje que hagan</p><p>realidad lo imaginado previamente. El</p><p>éxito final también dependerá de la</p><p>5</p><p>adecuación de los materiales finales y de</p><p>la exactitud de las formas elaboradas por</p><p>los operarios. Si los materiales no han</p><p>alcanzado las propiedades requeridas y las</p><p>formas son diferentes a las imaginadas</p><p>difícilmente se cumplirán todos los</p><p>objetivos propuestos.</p><p>Los diferentes conjuntos de</p><p>manipulaciones, transformaciones,</p><p>agregaciones, etc. de los materiales que</p><p>encontramos en la naturaleza, que</p><p>permiten el paso de lo imaginado a lo</p><p>real, se denominan aquí procesos de</p><p>producción y a los procedimientos</p><p>concretos para llevarlos a cabo, técnicas</p><p>de producción.</p><p>En resumen, el éxito del construir</p><p>arquitectónico depende del desarrollo</p><p>correcto de dos fases, la imaginativa y la</p><p>productiva, es decir:</p><p>• que lo imaginado sea</p><p>potencialmente útil gracias a</p><p>su espacio y previsible</p><p>ambiente, que</p><p>potencialmente asegure la</p><p>integridad del edificio y sus</p><p>ocupantes, que sea</p><p>estéticamente conveniente,</p><p>además de susceptible de ser</p><p>materializado</p><p>económicamente con los</p><p>procesos de producción al</p><p>alcance, y,</p><p>• que el proceso de producción</p><p>que hace real lo imaginado</p><p>consiga las propiedades</p><p>especificadas para los</p><p>materiales y configure las</p><p>formas dibujadas para los</p><p>elementos y el conjunto del</p><p>edificio, de manera que</p><p>aquellas potencialidades se</p><p>materialicen definitivamente.</p><p>Los elementos del construir</p><p>arquitectónico</p><p>El análisis de cómo se consigue que una</p><p>obra arquitectónica cumpla los cinco</p><p>objetivos requiere destacar su carácter</p><p>dual, espacio-materia. El edificio es un</p><p>objeto formado por un espacio cuyos</p><p>límites están definidos por la materia. Ésta</p><p>no tiene sentido sin el espacio, y éste no</p><p>puede existir sin aquélla.</p><p>En realidad, cuando construimos</p><p>organizamos la materia alrededor del</p><p>espacio. También podemos decir que</p><p>construir es configurar espacios</p><p>arquitectónicos, bien diferentes a los</p><p>espacios naturales, mediante la</p><p>organización inteligente de la materia a su</p><p>alrededor.</p><p>La materia de un edificio se compone de</p><p>partes y éstas de elementos. Según la</p><p>relación que tengan con el espacio del</p><p>edificio podemos definir tres partes</p><p>básicas:</p><p>• la situada en el espacio</p><p>exterior del edificio, o la</p><p>situada en el espacio interior</p><p>creado por el edificio,</p><p>• la que asume el papel de</p><p>frontera entre ambos</p><p>espacios que denominaremos</p><p>envolvente.</p><p>La envolvente se compone de elementos</p><p>exteriores de cerramientos verticales y</p><p>horizontales tales como cubiertas,</p><p>fachadas, etc. y la del interior de</p><p>divisiones verticales (tabiques, paredes,</p><p>etc.) y horizontales (losas o forjados,</p><p>entre pisos, etc.) todos ellos con</p><p>determinadas formas y realizados con</p><p>materiales concretos.</p><p>El espacio se configura mediante estos</p><p>elementos y al mismo tiempo éstos,</p><p>conjuntamente con las instalaciones (de</p><p>calefacción, de iluminación, etc.), definen</p><p>el ambiente de ese espacio. Las fachadas,</p><p>las cubiertas, las divisiones interiores, etc.</p><p>tienen, pues, una doble misión esencial,</p><p>configurar el espacio y su ambiente.</p><p>6</p><p>La integridad a lo largo de los años de</p><p>todo lo que se ha construido</p><p>(cerramientos, instalaciones y sus</p><p>soportes), dependerá, obviamente de la</p><p>propia materia. El espacio no interviene.</p><p>La resistencia al paso del tiempo</p><p>dependerá de la adecuación de los</p><p>materiales utilizados y, especialmente, de</p><p>las formas de los elementos y del propio</p><p>edificio.</p><p>El costo o coste de producción global</p><p>depende del costo de los materiales y sus</p><p>manipulaciones y, aunque en sí mismo el</p><p>espacio no tiene costo alguno, sí lo tiene</p><p>el terreno que ocupamos en planta. Y si</p><p>bien la percepción estética siempre ha de</p><p>considerar el conjunto espacio-materia, es</p><p>posible analizar la contribución de ésta</p><p>por sí misma.</p><p>Al conjunto de conocimientos sobre esos</p><p>elementos materiales, sus soluciones</p><p>constructivas y las reglas que rigen su</p><p>utilización y combinación con el fin de</p><p>alcanzar los cinco objetivos se denomina</p><p>aquí saber constructivo.</p><p>En general, cualquier estudio sobre</p><p>problemas y soluciones constructivas</p><p>requiere dos fases bien diferenciadas:</p><p>• en primer lugar, la comprensión de</p><p>las relaciones que existen entre los</p><p>problemas, sus soluciones y los</p><p>diferentes fenómenos físicos</p><p>cuantificables,</p><p>• y en segundo, el uso de métodos de</p><p>cálculo que, mediante la</p><p>modelización matemática de esos</p><p>fenómenos, permiten cuantificar</p><p>tanto los problemas como las</p><p>soluciones y, en parte, aumentar su</p><p>comprensión.</p><p>• Son entonces objetivos</p><p>fundamentales de los textos de la</p><p>materia ser:</p><p>una herramienta de análisis que le</p><p>permitirá comprender y valorar, en</p><p>una primera aproximación suficiente</p><p>en muchos casos, el qué, el cómo y</p><p>el porqué de las formas y los</p><p>materiales de los edificios habituales</p><p>de nuestro país,</p><p>• un</p><p>repertorio de elementos</p><p>constructivos y de criterios sobre su</p><p>utilización que le permitirán iniciar</p><p>los ejercicios de imaginar edificios</p><p>con suficiente garantía de su</p><p>potencial adecuación en todo lo que</p><p>depende de la materia,</p><p>• una estructura conceptual básica que</p><p>le permitirá ordenar</p><p>sistemáticamente los nuevos</p><p>conocimientos que, si desea</p><p>progresar en este campo, deberá</p><p>buscar en otras obras más</p><p>especializadas.</p><p>Según el diccionario de la lengua</p><p>española, arquitectura es el arte de</p><p>proyectar y construir edificios, por lo</p><p>que se infiere que la arquitectura</p><p>integral exige que la obra se</p><p>CONSTRUYA, se materialice, siendo el</p><p>proyecto solo una fase de la misma.</p><p>Etimológicamente la palabra</p><p>arquitectura está compuesta por otras</p><p>dos: archi cuyo significado es “más” y</p><p>technique “técnica” -“más allá de la</p><p>técnica”-, tal cual la consideramos, una</p><p>ciencia que se ubica más allá del puro</p><p>razonamiento técnico.</p><p>El proceso normal de materialización de</p><p>la obra de arquitectura puede</p><p>sintetizarse de la siguiente manera: el</p><p>arquitecto realiza el proyecto, que</p><p>complementa con cálculos de las</p><p>estructuras y el proyecto de las</p><p>instalaciones especiales (electricidad,</p><p>gas, sanitarios, etc) que preparan bajo su</p><p>dirección los ingenieros especializados;</p><p>por último la ejecución de la obra es</p><p>materializada siempre bajo la</p><p>supervisión del arquitecto, por el</p><p>constructor (que puede ser un</p><p>7</p><p>arquitecto, un ingeniero o un técnico en</p><p>construcciones). Tenemos entonces que</p><p>el arquitecto no sólo proyecta la futura</p><p>obra sino que también dirige la</p><p>ejecución de los proyectos de</p><p>estructuras e instalaciones</p><p>complementarias así como la</p><p>construcción de la obra misma; por lo</p><p>tanto debe dar normas y supervisar la</p><p>labor de ingenieros y técnicos que</p><p>complementan su labor.</p><p>Pero para que ello ocurra es necesario</p><p>que conozca el fundamento del proyecto</p><p>y cálculo de dichas estructuras e</p><p>instalaciones especiales, así como los</p><p>métodos y procedimientos de</p><p>construcción. Esto no significa que al</p><p>formar arquitectos se persiga como</p><p>finalidad la preparación de calculistas,</p><p>proyectistas de instalaciones especiales</p><p>o constructores sino lo que se busca es</p><p>capacitarlos para dirigir la ejecución de</p><p>las obras, dictando las normas</p><p>necesarias a dichos especialistas para su</p><p>concreción. La situación puede</p><p>asimilarse en este aspecto a la de</p><p>Director de Orquesta que puede dirigir a</p><p>un grupo de músicos, ejecutantes de</p><p>distintos instrumentos, sin que él</p><p>personalmente, sea capaz de tocar</p><p>ninguno de ellos, bastándole conocer la</p><p>técnica, las posibilidades y las</p><p>limitaciones de los instrumentos</p><p>musicales y de sus ejecutantes. Pero el</p><p>conocimiento de la técnica, de los</p><p>materiales y recursos de la construcción</p><p>no son solo útiles después de concebida</p><p>la obra arquitectónica sino, que influyen</p><p>directamente en su PROYECTO.</p><p>Debemos decir una vez más, que</p><p>proyecto y construcción son actividades</p><p>complementarias e inseparables de la</p><p>obra arquitectónica completa.</p><p>“la finalidad de la arquitectura es la</p><p>obra y no el proyecto”</p><p>razón por la cual la creación</p><p>arquitectónica debe ser concebida</p><p>integralmente. La obra arquitectónica</p><p>completa comprende dos etapas:</p><p>1. la composición y representación</p><p>planimétrica</p><p>2. y la materialización</p><p>La técnica, llamando así al conjunto de</p><p>conocimientos que se refieren a los</p><p>materiales, elementos y disposiciones</p><p>constructivas de los que puede disponer</p><p>el arquitecto para materializar su</p><p>concepción, influyen ampliamente en</p><p>las dos etapas. La primera etapa, o sea</p><p>la composición comprende la</p><p>imaginación de la obra con sus formas,</p><p>proporciones relativas y detalles</p><p>funcionales y estéticos. El</p><p>desconocimiento o el conocimiento</p><p>imperfecto de las posibilidades y</p><p>limitaciones de los materiales con los</p><p>que se construirá la obra (sus</p><p>propiedades), puede traducirse en la</p><p>imposibilidad de ejecutarla una vez</p><p>completada la etapa de cálculos de</p><p>estructuras e infraestructuras</p><p>(instalaciones sanitarias, eléctrica, gas,</p><p>aire acondicionado, etc.). Situaciones</p><p>como éstas conducen al abandono</p><p>parcial o total del proyecto original. Por</p><p>otra parte, el desconocimiento o el</p><p>conocimiento imperfecto de las</p><p>propiedades de los materiales y de la</p><p>técnica constructiva a emplear, traen</p><p>como consecuencia la incapacidad del</p><p>proyectista para el desarrollo de su idea.</p><p>Esta inhabilitación nace de su</p><p>inseguridad en las posibilidades de</p><p>concreción del diseño y el temor al</p><p>fracaso. El desconocimiento más o</p><p>menos grande de los recursos de la</p><p>técnica, convierte a ésta en un enemigo</p><p>del proyectista, manteniendo su poder</p><p>creador dentro de limites muy estrechos,</p><p>obligándolo a repetir una y otra vez,</p><p>soluciones conocidas carentes de</p><p>originalidad, con lo cual su producción</p><p>se vuelve rutinaria, retrasando la</p><p>8</p><p>evolución y el progreso de la</p><p>arquitectura. En cambio, un</p><p>conocimiento profundo de las</p><p>propiedades de los materiales y de las</p><p>técnicas de construcción, abre nuevos</p><p>horizontes a la facultad creadora del</p><p>individuo, le da mayor libertad. La</p><p>industria de la construcción se desarrolla</p><p>y evoluciona constantemente, buscando</p><p>nuevos y mejores materiales de</p><p>construcción y mas eficientes empleos a</p><p>los ya existentes. Los recursos técnicos</p><p>tienen dos fuentes de origen:</p><p>• a veces es creado para satisfacer</p><p>una necesidad especifica de la</p><p>arquitectura</p><p>• y otras veces ésta aprovecha del</p><p>recurso técnico desarrollado en otro</p><p>campo de acción.</p><p>En cualquier caso, su conocimiento</p><p>posibilita su uso y la consecuente</p><p>resolución del problema,</p><p>frecuentemente la disponibilidad del</p><p>recurso técnico sugiere la solución. La</p><p>lista de materiales es permanentemente</p><p>aumentada y un conocimiento básico de</p><p>los más importantes y sus propiedades,</p><p>es esencial para toda persona vinculada</p><p>al proyecto, planeamiento, cómputos,</p><p>presupuestos y construcción de</p><p>edificios. En la segunda etapa es decir,</p><p>en la ejecución de la obra arquitectónica</p><p>también tiene suma importancia el</p><p>conocimiento de los materiales de</p><p>construcción y sus propiedades, en</p><p>efecto, a la obra ingresan materiales ya</p><p>elaborados, como ser ladrillos, metales,</p><p>maderas, cerámicas, plásticos, pinturas,</p><p>etc., los cuales es necesario someterlos a</p><p>ensayos para admitir su empleo en el</p><p>supuesto que respondan a las exigencias</p><p>establecidas por los pliegos de obra.</p><p>Además, se preparan en obra otros</p><p>materiales (morteros, hormigones), que</p><p>deben también responder a los</p><p>requerimientos técnicos de sus</p><p>propiedades y que se verifican mediante</p><p>ensayos. El conocimiento técnico que</p><p>debe adquirir el arquitecto reviste</p><p>lógicamente formas y alcances</p><p>especiales, adaptados a sus necesidades.</p><p>El número de materiales, dispositivos,</p><p>técnicas especializadas, instalaciones</p><p>complementarias, etc., que intervienen</p><p>en las construcciones es tan grande que</p><p>su dominio completo excede la</p><p>capacidad humana. La arquitectura ha</p><p>superado ya el estado en que</p><p>relativamente pocos elementos</p><p>integraban una obra y era factible un</p><p>estudio a fondo, por el propio</p><p>arquitecto, de todos ellos. Por tanto y</p><p>frente al número creciente de factores a</p><p>considerar, es necesario fijar los limites</p><p>dentro de los cuales debe intensificarse</p><p>la enseñanza y el aprendizaje de los</p><p>futuros arquitectos. Así por ejemplo, no</p><p>interesa tanto al arquitecto el estudio</p><p>geológico, mineralógico o químico de</p><p>las piedras como el de sus propiedades</p><p>físicas o tecnológicas que tengan</p><p>relación con su empleo en las</p><p>construcciones, sin perder de vista que</p><p>ciertos aspectos de la geología o de la</p><p>química aplicada y la mineralogía</p><p>pueden tener su importancia desde el</p><p>punto de vista de la técnica; en otro</p><p>campo, el de los materiales cerámicos</p><p>pongamos el caso, interesa precisamente</p><p>al arquitecto conocer los</p><p>productos, tal</p><p>como el ladrillo terminado, más que el</p><p>horno en el que fue cocido, en tanto el</p><p>cambio del sistema de cocción no altere</p><p>las características del material que se</p><p>empleará en las construcciones. Por lo</p><p>expuesto, se procurará orientar el</p><p>presente curso hacia el estudio de</p><p>productos y tecnología de los</p><p>materiales, elementos y disposiciones</p><p>constructivas, sin profundizar aspectos</p><p>como el de formación, extracción y</p><p>elaboración primaria de los materiales o</p><p>el de investigación de los elementos y</p><p>disposiciones constructivas en cuanto no</p><p>sea necesario su conocimiento para</p><p>orientar o decidir su adopción en el</p><p>proyecto.</p><p>Evolución del arte de construir</p><p>9</p><p>La obra de fábrica o de mampostería</p><p>constituye una parte muy importante en la</p><p>construcción, aun cuando en la gran</p><p>mayoría de las obras se incluye una</p><p>estructura resistente, ya sea en hierro o en</p><p>hormigón armado. Las construcciones</p><p>primitivas, cuando el hombre decidió salir</p><p>de sus cuevas y socavones (a mediados de</p><p>la Edad de Piedra, según los</p><p>historiadores), fueron habitaciones</p><p>construidas con ramas entrelazadas y</p><p>barro; es decir, elementos trabajables sin</p><p>otra herramienta que sus propias manos y</p><p>de fácil obtención. Cuando el hombre en</p><p>su gradual adelanto ascendente, fabrica</p><p>sus primeras herramientas, en las que</p><p>tiene como base principal el sílex,</p><p>emprende decidido el uso de la piedra a</p><p>fin de conseguir una construcción</p><p>duradera y segura, y debido a las</p><p>dificultades que tuvo para cortar la piedra,</p><p>prefirió utilizar grandes bloques antes que</p><p>los pequeños y manuables. Ejemplos de</p><p>este tipo de construcciones, aunque ya</p><p>más avanzadas, los constituyen las</p><p>famosas pirámides egipcias, en las que</p><p>hubo de afrontar el transporte de grandes</p><p>bloques y luego la elevación para</p><p>asentarlos en el lugar destinado. El</p><p>problema del transporte fue solucionado</p><p>haciendo rodar los bloques sobre rodillos</p><p>de madera empujados y tirados mediante</p><p>cuerdas por una gran cantidad de esclavos</p><p>tomados a las tribus vecinas, o bien por</p><p>medio de rampas sucesivas. En cuanto al</p><p>sistema de elevación, se valieron de</p><p>ingeniosos medios. Excavaron alrededor</p><p>de la piedra y por medio de palancas la</p><p>elevaron, rellenando luego debajo de la</p><p>piedra y el terreno a su alrededor, para</p><p>volver a comenzar el procedimiento en</p><p>forma sucesiva hasta llegar al nivel que se</p><p>le hubo destinado. En aquellas regiones</p><p>donde la piedra era escasa o no fue</p><p>posible obtenerla, el hombre trató de</p><p>sustituirla por medios artificiales. Así, en</p><p>el Oriente del Mediterráneo y en la</p><p>Mesopotamia (ocupada por los caldeos en</p><p>especial), empleó el adobe, al que, con el</p><p>adelanto gradual y creciente de la cultura</p><p>humana, sustituyó con el ladrillo cocido</p><p>(primera piedra artificial), y por último,</p><p>con las piezas vidriadas recubrió los</p><p>ladrillos con vistosas decoraciones, de las</p><p>cuales quedan unos pocos ejemplos. La</p><p>fabricación de la piedra artificial se</p><p>prolonga hasta nuestros días con los</p><p>morteros y en especial con el hormigón</p><p>armado. En la península egea, cuya</p><p>piedra es el mármol calcáreo, fácil de</p><p>trabajar, ello permitió a los griegos la</p><p>construcción de sus espléndidos</p><p>monumentos, en los cuales se combinan</p><p>los efectos de luces y sombras con los</p><p>colores de variadas tonalidades. Los</p><p>bloques eran de tamaño grande, pero</p><p>mucho más manuables que los empleados</p><p>por los egipcios. Con la introducción del</p><p>mortero de cal por los romanos, la</p><p>construcción pudo dar un paso más rápido</p><p>en su adelanto gradual. Ya en el Oriente</p><p>del Mediterráneo se había ensayado</p><p>asentar los ladrillos en una capa de betún</p><p>obtenido en el mar Muerto, pero no tuvo</p><p>éste la facilidad de aplicación ni dio los</p><p>resultados obtenidos con los morteros de</p><p>cal. El uso de la piedra calcárea en Europa</p><p>permitió una labra más intensa, por lo que</p><p>su aplicación caracterizó al estilo Gótico</p><p>con sus decoraciones y el adelanto en la</p><p>estática, que permitió la construcción de</p><p>bóvedas de grandes luces, y como</p><p>consecuencia de ellas las agujas</p><p>características del estilo. El clima, la</p><p>naturaleza de los materiales y métodos de</p><p>construcción, la modalidad y, en fin, la</p><p>adaptación al medio de vida, hacen</p><p>aparecer una forma de estructura y de arte</p><p>en general más o menos característico,</p><p>influyendo en esto también el origen de</p><p>los habitantes y la presencia de los</p><p>llegados de otras regiones como</p><p>emigrantes, quienes aportan las</p><p>características propias de su origen. El</p><p>estudio de los materiales en forma</p><p>experimental y con miras a su resistencia,</p><p>tuvo su origen en 1638, año en el cual</p><p>Galileo efectuó la primera aplicación</p><p>estática del material a la rotura, solicitado</p><p>10</p><p>a la tracción simple y lo estableció en la</p><p>forma siguiente:</p><p>"Si un sólido dispuesto verticalmente,</p><p>de sección constante, es suspendido por</p><p>su extremo superior, cuando la longitud</p><p>del cuerpo tiene un cierto valor, se</p><p>rompe en la sección más débil</p><p>cualquiera que sea la superficie de la</p><p>sección, porque aumentada ésta,</p><p>aumenta en la misma proporción el peso</p><p>sobre la resistencia".</p><p>Antiguamente, por falta de conocimiento</p><p>sobre la resistencia de los materiales en la</p><p>construcción, se procedía por tanteo y</p><p>siempre con un excesivo empleo de</p><p>material, el cual fueron disminuyendo</p><p>gradualmente con la base de la</p><p>experiencia. Así, las columnas egipcias</p><p>tenían de 5 a 6 diámetros de altura; en</p><p>cambio, los griegos llegaron a los 9</p><p>diámetros en el orden Corintio, y los</p><p>romanos en el orden Compuesto lo</p><p>aumentaron a 10 diámetros. Un ejemplo</p><p>de este derroche de material lo tenemos</p><p>en el edificio ocupado por la Facultad de</p><p>Arquitectura y Urbanismo de la</p><p>Universidad Nacional de Buenos Aires,</p><p>donde hay muros interiores de 0,60 m de</p><p>espesor. Otro se halla en Mar del Plata,</p><p>donde en el antiguo Bristol Hotel, debajo</p><p>de los salones y el comedor, se encontró</p><p>un muro perimetral en piedra de 1,10 a</p><p>1,20 m, que se supone sirvió para la</p><p>contención de las aguas del mar por las</p><p>crecientes. Aparentemente y según</p><p>algunos historiadores, los griegos</p><p>construyeron en piedra, pero imitando el</p><p>sistema constructivo de la madera, de tal</p><p>manera que aplicaban invariablemente el</p><p>dintel recto. Cupo a los romanos la</p><p>aplicación del arco de medio punto, en el</p><p>cual las piezas se transmiten</p><p>recíprocamente las cargas constituidas por</p><p>su peso propio, el del muro y los que éste</p><p>soporta. El único criterio que tenían era</p><p>el del peso del material empleado. En</p><p>todas las naciones se efectúan estudios y</p><p>ensayos de los materiales susceptibles de</p><p>ser aptos para la construcción. A fin de</p><p>unificar los métodos y poder comparar los</p><p>resultados para un mayor beneficio</p><p>general, se realizan conferencias de</p><p>técnicos. Bauschinger resumió en un</p><p>Memorial la esencia básica de tales</p><p>trabajos. Esta obra fue continuada por</p><p>Tetmajer, quien fundó la Asociación</p><p>Internacional, para el ensayo de los</p><p>materiales de construcción en los años</p><p>1890 a 1897. Esta Asociación estableció</p><p>las normas para el examen de los</p><p>aglomerantes, madera, piedras y metales.</p><p>A los primeros estudios físicos se</p><p>añadieron los químicos y luego los</p><p>microscópicos, que permitieron</p><p>evolucionar la metalurgia al poderse</p><p>seguir el proceso de las modificaciones en</p><p>el interior de los metales. Los estudios y</p><p>ensayos efectuados permiten, como</p><p>primera medida, economizar los</p><p>materiales al establecer el justo límite de</p><p>su capacidad de trabajo. De las obras de</p><p>mampostería corriente que limitaban el</p><p>tamaño de casas y puentes, se pasó a la</p><p>inclusión de una estructura resistente, la</p><p>cual absorbiendo la totalidad de las cargas</p><p>liberó de ellas a la obra de mampostería,</p><p>transformándolas en simples muros de</p><p>cerramiento. Con éstos se pudieron</p><p>construir los hermosos puentes de grandes</p><p>luces y los edificios de gran altura.</p><p>Llegados a la época</p><p>actual, el estudio de</p><p>los materiales tiene por objeto conocer las</p><p>propiedades inherentes a cada uno, la</p><p>utilidad actual y posible de ellos, sus</p><p>condiciones como aislantes de humedad,</p><p>sonido, temperatura, resistencia a los</p><p>agentes atmosféricos, el fuego,</p><p>posibilidad de aumentar las condiciones</p><p>de las estructuras resistentes, etc. Este</p><p>estudio debe hacerse ordenadamente,</p><p>comenzando por su clasificación en</p><p>grupos adecuados.</p><p>Propiedades generales de los</p><p>materiales de construcción</p><p>Dentro de la técnica de las</p><p>construcciones se califica como</p><p>11</p><p>MATERIALES DE CONSTRUCCION</p><p>al conjunto de sustancias o materias</p><p>primas utilizadas para construir con</p><p>ellas todo tipo de obras. Estas</p><p>sustancias pueden en ciertos casos</p><p>emplearse en la misma forma tal cual se</p><p>encuentran en la naturaleza, sin haberlas</p><p>sometido a procesos de elaboración o</p><p>transformación que modifiquen sus</p><p>cualidades, salvo operaciones menores</p><p>propias de su EXTRACCION,</p><p>CONFORMACION o DEPURACION</p><p>en cuyo caso se las llama</p><p>NATURALES, como ejemplo se puede</p><p>citar a la ARENA, los MARMOLES y</p><p>GRANITOS, etc. Otras veces no es</p><p>posible la aplicación directa de los</p><p>materiales, por lo que éstos deben ser</p><p>tratados previamente para modificar sus</p><p>propiedades, a fin de hacerlos</p><p>adecuados a su destino,</p><p>denominándoselos ELABORADOS o</p><p>productos ARTIFICIALES, como lo</p><p>son por ejemplo: los METALES, el</p><p>CEMENTO PORTLAND, el VIDRIO,</p><p>etc. No existe un limite perfectamente</p><p>definido entre ambos grupos, pero como</p><p>criterio general de clasificación puede</p><p>decirse que son:</p><p>• NATURALES todos aquellos</p><p>materiales en que no se alteran sus</p><p>propiedades a través de las</p><p>operaciones previas que deben</p><p>soportar antes de su empleo en las</p><p>obras.</p><p>• ARTIFICIALES los que las han</p><p>modificado.</p><p>El conocimiento de los materiales</p><p>implica el conocimiento de sus</p><p>propiedades. Para el caso de las</p><p>construcciones una clasificación de las</p><p>propiedades mas importantes puede ser</p><p>la siguiente:</p><p>1- propiedades FISICAS en las que se</p><p>incluyen las:</p><p>1.1- propiedades TERMICAS</p><p>1.2- propiedades ACUSTICAS</p><p>1.3- propiedades OPTICAS</p><p>1.4- propiedades ELECTRICAS</p><p>2- propiedades QUIMICAS (sirven para</p><p>determinar los componentes de cada</p><p>material y su cuantía, la intervención de</p><p>cada uno de ellos en la resistencia o</p><p>acomodo a las acciones de los agentes</p><p>externos atmosféricos o artificiales, para</p><p>conocer la reacción de cada material y</p><p>con ello determinar su aspecto exterior,</p><p>duración, brillo, color y la aceptación o</p><p>rechazo del material de acuerdo al tipo</p><p>de trabajo y lugar de colocación).</p><p>3- propiedades MECANICAS (sirven</p><p>para determinar las resistencias a los</p><p>distintos esfuerzos a que pueden ser</p><p>sometidos los materiales y la</p><p>determinación de los respectivos</p><p>coeficientes de seguridad para el</p><p>máximo aprovechamiento de los</p><p>mismos).</p><p>4- propiedades TECNOLOGICAS</p><p>(están relacionadas con las físicas y son</p><p>las que hacen a los materiales aptos o no</p><p>para ser sometidos a transformaciones</p><p>industriales).</p><p>En la enunciación de una propiedad</p><p>determinada va implícita muchas veces</p><p>la opuesta; así por ejemplo al</p><p>mencionarse el concepto de</p><p>ELASTICIDAD como condición</p><p>MECANICA, se involucra el concepto</p><p>de PLASTICIDAD que es el opuesto.</p><p>El estudio de las propiedades de los</p><p>materiales es imprescindible para fijar el</p><p>criterio que habrá que seguirse en su</p><p>empleo en obra. Las tres cuestiones</p><p>fundamentales a resolverse son las</p><p>siguientes:</p><p>¿QUE material utilizar?</p><p>¿CUANTO material utilizar?</p><p>¿COMO utilizar dicho material?</p><p>12</p><p>Sin que ello sea completamente cierto</p><p>en todos sus aspectos ni valedero en</p><p>todos los casos, puede estimarse en</p><p>forma aproximada, que muy</p><p>frecuentemente la elección estará</p><p>orientada en primer término por las</p><p>propiedades FISICAS-QUIMICAS y</p><p>afines, la determinación de la cantidad</p><p>por las MECANICAS y la indicación de</p><p>cómo utilizarlo por las</p><p>TECNOLOGICAS, pero la decisión</p><p>definitiva resultará de la consideración</p><p>conjunta de todos los factores ya que</p><p>para utilizar un material a veces algunas</p><p>propiedades pueden ser convenientes</p><p>mientras que otras del mismo pueden</p><p>ser perjudiciales, por ejemplo los</p><p>aditivos para hormigones y morteros. A</p><p>continuación, clasificaremos y</p><p>definiremos brevemente cada una de</p><p>ellas:</p><p>1- PROPIEDADES FISICAS</p><p>1.1-DIMENSIONES y FORMAS</p><p>1.2-DENSIDAD o PESO ESPECIFICO</p><p>1.3-POROSIDAD RELATIVA y ABSOLUTA</p><p>MODULO de SATURACION</p><p>1.4-CONTENIDO de HUMEDAD</p><p>1.5-ABSORCION (%)</p><p>1.6-PERMEABILIDAD</p><p>1.7-HIGROSCOPICIDAD</p><p>1.8-TERMICAS</p><p>1.8.1-TRANSMISION del CALOR</p><p>1.8.1.1- POR CONDUCCION</p><p>1.8.1.2- POR CONVECCION</p><p>1.8.1.3 POR RADIACION</p><p>1.8.2-REFLEXION del CALOR</p><p>1.8.3-DILATABILIDAD</p><p>1.8.4-CALOR ESPECIFICO</p><p>1.9-ACUSTICAS</p><p>1.9.1-TRANSMISION del SONIDO</p><p>1.9.2-REFLEXION del SONIDO</p><p>1.10-OPTICAS</p><p>1.10.1-TRANSMISION de la LUZ</p><p>1.10.2-REFLEXION de la LUZ</p><p>1.11-ELECTRICAS</p><p>2-PROPIEDADES QUIMICAS</p><p>2.1-COMPOSICION QUIMICA</p><p>2.2-RESISTENCIA a la OXIDACION y</p><p>CORROSION</p><p>2.3-ESTABILIDAD QUIMICA</p><p>3-PROPIEDADES MECANICAS</p><p>3.1-RESISTENCIA a los ESFUERZOS</p><p>3.2-TENACIDAD y FRAGILIDAD</p><p>3.3-ELASTICIDAD</p><p>3.4-PLASTICIDAD</p><p>3.5-RIGIDEZ</p><p>3.6-ISOTROPIA</p><p>3.7-DUREZA</p><p>4-PROPIEDADES TECNOLOGICAS</p><p>4.1-DE AGREGACION</p><p>4.1.1-SOLDABILIDAD</p><p>4.1.2-ADHERENCIA</p><p>4.2-DE SEPARACION</p><p>4.2.1-CORTE</p><p>4.2.2-PUNZONADO</p><p>4.3-DE TRANSFORMACION</p><p>4.3.1-FORJABILIDAD</p><p>4.3.2-MALEABILIDAD</p><p>4.3.3-DUCTILIDAD</p><p>1 Propiedades físicas</p><p>Dimensiones y formas</p><p>Investigación de si las rectas o planos</p><p>del material lo son en efecto y si los</p><p>ángulos poseen la debida magnitud.</p><p>Para ello se utilizan reglas, cuñas</p><p>graduadas, escuadras, etc. Además, este</p><p>aspecto abarca el conocimiento de las</p><p>formas y dimensiones en que pueden</p><p>obtenerse los materiales lo que siempre</p><p>es conveniente para su uso. La</p><p>imposibilidad de conseguir piezas de un</p><p>tamaño determinado ya sea por su</p><p>inexistencia en la naturaleza o por</p><p>resultar poco factible o imposible su</p><p>extracción o fabricación, obliga a unir</p><p>otras menores, mediante procedimientos</p><p>adecuados.</p><p>Peso especifico</p><p>Es el cociente entre el peso de un</p><p>material y su volumen.</p><p>P</p><p>Pe = ------</p><p>V</p><p>Cuando el volumen es el del material</p><p>compacto, sin poros o vacíos, se llama</p><p>13</p><p>volumen real o absoluto (Vo) y el peso</p><p>especifico real o absoluto. ( o)</p><p>P</p><p>o = ------</p><p>Vo</p><p>Si se considera el volumen con poros y</p><p>vacíos se llama volumen aparente (V) y</p><p>peso específico aparente (  ).</p><p>P</p><p> = ------</p><p>V</p><p>Para obtener V, cuando el sólido no</p><p>tenga forma geométrica ubicable, se</p><p>emplea la balanza hidrostática: si Ps es</p><p>el peso seco y PE es el peso material</p><p>embebido (saturado) de un líquido de</p><p>densidad 1 y PL el peso del mismo en</p><p>el seno líquido, el peso específico</p><p>aparente vale</p><p>PS</p><p> = ------------- . 1</p><p>PE - PL</p><p>y si el líquido es agua ( 1=1)</p><p>PS</p><p> = --------------</p><p>PE - PL</p><p>Para el peso específico absoluto se tiene</p><p>Ps</p><p>o = ------------- . 1</p><p>Ps - PL</p><p>y si 1=1</p><p>Ps</p><p>o = ------------------</p><p>Ps – PL</p><p>Para hallar el peso específico absoluto</p><p>cuando el material es pulverulento,</p><p>como arenas, cementos, etc., se utilizan</p><p>dos sistemas: el picnómetro,</p><p>que registra</p><p>pesos y el volumenómetro, que</p><p>determina volúmenes.</p><p>El picnómetro es un frasco de vidrio con</p><p>tapón que se prolonga en un tubo capilar</p><p>provisto de embudo y señal de envase</p><p>que corresponde a un volumen</p><p>conocido; envasándolo con un líquido</p><p>de densidad 1, se pesa, obteniendo Pp</p><p>= peso líquido + picnómetro. Se vacía</p><p>luego el recipiente, se seca y se</p><p>introduce en su interior Pm del material</p><p>pulverizado previamente secado a</p><p>estufa, añadiendo líquido hasta lograr</p><p>igual envase anterior y pesando el</p><p>conjunto picnómetro + líquido +</p><p>muestra (PQ). En esas condiciones el</p><p>peso específico real o absoluto está dado</p><p>por la siguiente relación:</p><p>Pm</p><p>o = ------------------- . 1</p><p>Pm - (PQ-Pp)</p><p>Y si el liquido es agua:</p><p>Pm</p><p>o= ------------------------</p><p>Pm - (PQ - Pp)</p><p>Pero en algunas ocasiones como en el</p><p>caso de ciertos aglomerantes como</p><p>cementos, no se debe utilizar agua pues</p><p>reacciona con ella, debiendo utilizarse</p><p>nafta, kerosene, etc.</p><p>El volumenómetro es un frasco de</p><p>cristal provisto de largo cuello graduado</p><p>en unidades de volumen, destinado a la</p><p>lectura resultante de añadir a cierto</p><p>volumen de líquido, el peso conocido</p><p>del material pulverulento (P). Por</p><p>diferencia de lecturas se obtiene el</p><p>volumen real o absoluto buscado (Vo).</p><p>P</p><p>Vo = --------</p><p>Vo</p><p>El sistema del volumenómetro, si bien</p><p>es menos exacto que el picnómetro por</p><p>14</p><p>los errores propios de toda lectura por el</p><p>menisco es rápido y suficiente en la</p><p>mayoría de los casos.</p><p>Porosidad</p><p>Es el cociente entre el volumen de poros</p><p>de un sólido y su volumen aparente. Los</p><p>poros contenidos en un material son de</p><p>dos clases: externos o en comunicación</p><p>con el exterior o internos o inaccesibles</p><p>desde el exterior. En consecuencia,</p><p>existen dos tipos de porosidades: la</p><p>aparente y la absoluta.</p><p>P = E (1)</p><p>Va</p><p>Los valores de los dos tipos de</p><p>porosidades se expresan siempre en %</p><p>del volumen aparente del sólido, tomado</p><p>por unidad.</p><p>Modulo de saturación</p><p>Es el cociente entre la porosidad de</p><p>poros penetrables desde el exterior y la</p><p>porosidad de todos los poros. De este</p><p>módulo depende la heladicidad del</p><p>material. Un material cuyo módulo de</p><p>saturación es mayor del 70 % es</p><p>sospechoso de ser heladizo.</p><p>Contenido de humedad</p><p>Se determina pesando el cuerpo tal</p><p>como se presenta (Ph) y luego</p><p>desecándolo en la forma que establezca</p><p>la norma respectiva hasta lograr</p><p>diferencias entre dos pesadas sucesivas</p><p>inferior a ciertos valores que también</p><p>establecen las normas (de 0,1 gr a 0,5</p><p>gr.) (Ps). El contenido de humedad es:</p><p>Ph - Ps</p><p>H% = -------------------- 100</p><p>Ps</p><p>Absorción normal</p><p>Si a un material lo saturamos de un</p><p>líquido (se colman los espacios vacíos)</p><p>hasta peso constante PE, la expresión:</p><p>PE - Ps</p><p>A% = ------------------ = 100</p><p>Ps</p><p>mide en porcentaje el coeficiente de</p><p>absorción. El proceso a seguir para la</p><p>saturación se especifica en las normas</p><p>respectivas.</p><p>Permeabilidad</p><p>Es esta una propiedad vinculada con la</p><p>porosidad, pero no debe ser confundida</p><p>con ella. Debe entenderse por</p><p>PERMEABILIDAD a la capacidad de</p><p>ciertos materiales para dejarse</p><p>atravesarse por los líquidos, es decir,</p><p>exige comunicación de los poros entre</p><p>sí, a diferencia de la porosidad. El paso</p><p>de un líquido a través de un cuerpo</p><p>puede hacerse por capilaridad, por</p><p>presión o por ambas cosas a la vez. Se</p><p>comprende, por ejemplo, que un</p><p>hormigón celular puede ser muy poroso,</p><p>pero poco permeable, pues sus poros no</p><p>están comunicados entre sí. La</p><p>permeabilidad se mide por la cantidad</p><p>de líquido que pasa por un cuerpo de</p><p>espesor y superficie dada en un tiempo</p><p>y bajo una presión de determinada</p><p>temperatura. Este ensayo se practica con</p><p>ayuda de un aparato llamado</p><p>permeabilímetro.</p><p>Higroscopicidad</p><p>Es la propiedad de algunos cuerpos o</p><p>materiales de absorber el agua y variar</p><p>su peso. Se expresa mediante un</p><p>coeficiente porcentual cuyo valor está</p><p>dado por:</p><p> H + 1</p><p>---------------- .100</p><p> H</p><p>15</p><p>en el cual H es el peso específico</p><p>aparente del cuerpo con un grado de</p><p>humedad H y H + 1 el peso específico</p><p>del mismo material, pero con un grado</p><p>de humedad H + 1. Siendo H el</p><p>contenido de humedad por unidad de</p><p>peso seco (porcentual)</p><p>PH - Ps</p><p>H = ----------------------- 100</p><p>Ps</p><p>Propiedades térmicas</p><p>Transmisión del calor</p><p>La experiencia cotidiana nos enseña</p><p>que, al hallarse en presencia de varios</p><p>cuerpos a distintas temperaturas se</p><p>producen cambios de calor entre ellos,</p><p>hasta que se halla el equilibrio térmico.</p><p>Dicho intercambio calorífico puede</p><p>verificarse de tres formas diferentes:</p><p>conducción, convección o radiación.</p><p>Conducción térmica</p><p>En este proceso el calor se propaga a</p><p>través de la materia sin movimiento</p><p>visible de ésta. La transmisión por</p><p>conducción no interviene más que en el</p><p>interior de un sólido o entre varios</p><p>sólidos en estrecho contacto entre sí. La</p><p>agitación molecular se transmite en que</p><p>otros factores interfieran.</p><p>Consideremos un muro de capas</p><p>paralelas S1 y S2 cuyas temperaturas</p><p>respectivas son t1 y t2 tales que t1> t2.</p><p>En estas condiciones la cantidad de</p><p>calor Q expresada en calorías que</p><p>atraviesa el muro durante el tiempo T</p><p>es:</p><p>(t1 - t2)</p><p>Q = -------------------- . S. T</p><p>e</p><p>donde:</p><p>S = Superficie de la cara del muro en</p><p>m2.</p><p>e = Espesor del muro en m.</p><p>T = Tiempo en horas.</p><p>t1 = temperatura en cara S1 en °C.</p><p>t2 = temperatura en la cara S2 en °C.</p><p> = coeficiente de conductibilidad</p><p>térmica que definiremos a continuación</p><p>y que caracteriza al material de que está</p><p>hecha la pared considerada. Si en la</p><p>fórmula anterior hacemos:</p><p>S = 1m2; e =1metro; (t1 - t2) = 1°C y</p><p>T =1hora</p><p>Tendremos que: Q =  igualdad que nos</p><p>permite definir el coeficiente como la</p><p>cantidad de calor que atraviesa, en una</p><p>hora, un metro cuadrado de la superficie</p><p>de una pared de 1 metro de espesor</p><p>siendo 1°C la diferencia de temperatura</p><p>entre las dos caras opuestas.</p><p>Dicho coeficiente se denomina</p><p>coeficiente de conductibilidad térmica y</p><p>se expresa en la unidad Cal / m / h / °C.</p><p>En la siguiente tabla damos los valores</p><p>medios del coeficiente  de los</p><p>materiales más usuales de construcción.</p><p>De la visualización de la siguiente tabla</p><p>se deduce que los valores de los</p><p>materiales de construcción para</p><p>estructuras resistentes son relativamente</p><p>elevados, es decir, buenos conductores</p><p>del calor.</p><p>MATERIAL  Kcal/m.h.°C</p><p>Hormigón armado 1,30</p><p>Maderas protegidas 0,12</p><p>Hormigón alveolar 0,17</p><p>Maderas a la intemperie 0,18</p><p>Bloques de hormigón 0,90</p><p>Madera aglomerada 0,80-0,11</p><p>Acero 40-50</p><p>Ladrillos cerámicos huecos 0,30-0,75</p><p>Cinc 56</p><p>Mampostería lad. Comunes 1,35-2,10</p><p>Fundición 45</p><p>Vidrio de ventana 0,65</p><p>16</p><p>Fibrocemento 1,60</p><p>Poliestireno expandido 0,030</p><p>Granitos 2,50</p><p>Tejas y pizarra 1,20</p><p>Mármoles 2,50</p><p>Baldosas (cto y cerámicas) 0,90</p><p>Placa de yeso p/tabiques 0,35</p><p>Yeso en cielorrasos 0,30</p><p>Revoque común exterior 0,75</p><p>Vermiculita (inerte p/hormig) 0,11</p><p>Revoque común interior 0,60</p><p>Cámara de aire 0,025</p><p>Espuma de poliuretano 0,030</p><p>Lana de vidrio 0,028</p><p>Se investiga el coeficiente mediante un</p><p>aparato constituido por series de placas</p><p>conductoras calentadas con resistencias</p><p>eléctricas, en contacto con la probeta</p><p>protegida por placas aislantes.</p><p>Convección térmica</p><p>Denominamos convección cuando la</p><p>propagación del calor se realiza a través</p><p>de fluidos, acompañados por un</p><p>movimiento; el calor se transmite de las</p><p>partes calientes a las frías a causa del</p><p>movimiento del</p><p>fluido caliente hacia las</p><p>zonas cuya temperatura es más baja,</p><p>sustituyéndolas o mezclándose ambas o</p><p>viceversa. El movimiento del fluido es</p><p>debido a la diferencia de temperatura</p><p>que produce una diferencia de densidad</p><p>formándose entonces las corrientes</p><p>convectoras.</p><p>La cantidad de calor transmitida por</p><p>convección, por m2 de superficie y por</p><p>cada hora, es representada por la</p><p>fórmula:</p><p></p><p>Q = --------- . t</p><p>e</p><p>En la cual</p><p>Q = Cantidad de calorías</p><p>= coeficiente de conductibilidad</p><p>térmica</p><p>e = espesor considerado</p><p>t = diferencia de las temperaturas ti y te</p><p>(interior y exterior)</p><p>Radiación térmica</p><p>La transmisión por radiación se produce</p><p>sin intervención de los medios</p><p>materiales; es así como el calor del sol</p><p>llega a la Tierra. Se trata de propagación</p><p>de radiaciones del mismo tipo que las</p><p>luminosas y se denominan rayos</p><p>infrarrojos. Vale decir que la</p><p>transmisión por radiación no está ligada</p><p>a un vehículo material. Cada superficie</p><p>irradia energía térmica (rayos infrarrojos</p><p>en cantidad siempre más acentuadas</p><p>paralelamente al aumento de la</p><p>temperatura). Los cuerpos calientes</p><p>emiten así constantemente energía hacia</p><p>los cuerpos fríos con quienes están en</p><p>contacto por un cuerpo opaco o</p><p>atérmano a las radiaciones infrarrojas.</p><p>Reflexión del calor</p><p>Los cuerpos pueden clasificarse según</p><p>su permeabilidad al calor radiante, en</p><p>atérmanos o sea impermeables en mayor</p><p>o menor grado a las radiaciones</p><p>caloríferas y diatérmanos a los</p><p>permeables al calor radiante, que los</p><p>atraviesa sin alterar su temperatura. La</p><p>energía se transforma en calor y</p><p>aumenta la temperatura del cuerpo</p><p>atérmano en un proceso de absorción y</p><p>de reflexión. La energía absorbida se</p><p>transforma en calor y aumenta la</p><p>temperatura del cuerpo, mientras que la</p><p>parte reflejada, no lo afecta, salvo el</p><p>hecho de convertirlo a su vez; en un</p><p>poco de radiación calorífica reflejada.</p><p>Por ejemplo una chapa de aluminio en</p><p>un cuerpo atérmano pues refleja la</p><p>mayor parte del calor radiante del sol. El</p><p>conocimiento del poder reflejante o de</p><p>absorción del calor por los diversos</p><p>materiales tiene gran importancia en la</p><p>construcción, desde que permite regular</p><p>la cantidad de calor que absorberá una</p><p>estructura determinada, expuesta a la</p><p>radiación de una fuente de calor, el Sol</p><p>17</p><p>por ejemplo, influyendo en este aspecto</p><p>la naturaleza, el calor y la terminación</p><p>superficial de los materiales.</p><p>Dilatabilidad</p><p>Es la propiedad de los cuerpos de</p><p>modificar sus dimensiones con los</p><p>cambios de temperatura. Puede interesar</p><p>la dilatación lineal, superficial o cúbica.</p><p>La dilatabilidad es variable según los</p><p>límites de temperatura que se consideran</p><p>y se expresa generalmente bajo la forma</p><p>de coeficiente. El conocimiento de la</p><p>magnitud de la dilatabilidad de los</p><p>materiales de construcción es</p><p>importante, por cuanto es necesario</p><p>prever el libre juego de las estructuras al</p><p>dilatarse o contraerse por las variaciones</p><p>de la temperatura, o los efectos que</p><p>pueden originar la imposibilidad de</p><p>deformarse libremente o la aislación</p><p>térmica necesaria tendiente a evitar la</p><p>dilatación.</p><p>Calor especifico</p><p>Se denomina calor específico o</p><p>capacidad calorífica, a la cantidad de</p><p>calor, expresada habitualmente en</p><p>kilocalorías o calorías grandes,</p><p>necesaria para elevar 1°C la temperatura</p><p>de un kilogramo de un material</p><p>determinado. La caloría grande o la</p><p>kilocaloría es, a su vez, la cantidad de</p><p>calor necesaria para elevar la</p><p>temperatura de 1 kg de agua a la presión</p><p>atmosférica de 14,5 °C a 15,5°C. El</p><p>calor específico, para un mismo cuerpo</p><p>o sustancia, es variable según la</p><p>temperatura que se considera, pero para</p><p>las necesidades de la construcción puede</p><p>operarse en general con valores medios,</p><p>determinados experimentalmente.</p><p>Propiedades acústicas</p><p>Transmisión y Reflexión del Sonido</p><p>El sonido se origina por vibraciones de</p><p>frecuencia generalmente bajas. Puede</p><p>propagarse en el aire o a través de los</p><p>cuerpos. El sonido, al igual que la</p><p>radiación de calor, al chocar con un</p><p>cuerpo puede ser reflejado, absorbido o</p><p>ambas cosas a la vez. De la fracción</p><p>absorbida, una parte se disipa bajo otras</p><p>formas de la energía y el resto se</p><p>transmite.</p><p>La determinación del poder reflejante y</p><p>de la capacidad de disipar y transmitir el</p><p>sonido por los materiales, se efectúa con</p><p>el objeto de controlar y regular su</p><p>intensidad en los distintos ambientes.</p><p>Propiedades ópticas</p><p>Reflexión de la Luz</p><p>Como en los casos del calor y el sonido,</p><p>la luz es un fenómeno vibratorio, pero</p><p>de frecuencia y velocidad mucho</p><p>mayores. La energía vibratoria al chocar</p><p>un cuerpo puede ser reflejada o</p><p>absorbida; cada uno de esos fenómenos</p><p>en forma total o parcial. El estudio del</p><p>poder reflejante tiene interés en algunos</p><p>aspectos de la arquitectura.</p><p>Pero donde adquiere verdadera</p><p>importancia es en el estudio</p><p>luminotécnico de los ambientes y en la</p><p>construcción de aparatos, artefactos o</p><p>dispositivos de iluminación de</p><p>superficies reflejadas, donde es</p><p>necesario estudiar la forma y la cantidad</p><p>de energía luminosa que se refleja.</p><p>Transmisión de la Luz</p><p>Este es un aspecto mucho más</p><p>importante que el anterior. De la energía</p><p>luminosa que se absorbe en el cuerpo,</p><p>una parte se disipa en otras formas y el</p><p>resto puede pasar a través del mismo. Se</p><p>estudia especialmente la cantidad de luz</p><p>que pasa, cómo se ha modificado la</p><p>composición de la luz al pasar y por</p><p>18</p><p>último, cómo se difunde en el ambiente</p><p>la luz que pasó.</p><p>Propiedades eléctricas</p><p>Conductibilidad Eléctrica</p><p>Se estudian también los materiales bajo</p><p>el aspecto de su menor o mayor</p><p>capacidad para conducir la energía</p><p>eléctrica a través de su masa, con el</p><p>objeto de utilizarlos muchas veces como</p><p>elementos conductores cuando la</p><p>resistencia al paso de la energía es</p><p>reducida y como aislantes cuando es</p><p>muy grande. Habitualmente se mide con</p><p>preferencia la resistencia específica y</p><p>ésta se expresa en ohms por m2 de</p><p>sección y por cada metro de longitud.</p><p>Propiedades químicas</p><p>Composición Química</p><p>El conocimiento de la composición</p><p>química tiene importancia porque la</p><p>presencia o ausencia de ciertos</p><p>compuestos o elementos en los</p><p>materiales pueden definir algunas de sus</p><p>características o propiedades. Por</p><p>ejemplo, algunas de las impurezas de</p><p>los metales alteran su comportamiento</p><p>bajo determinadas solicitaciones.</p><p>Además, la cantidad o proporción en</p><p>que se encuentran ciertos elementos, en</p><p>general influyen en las propiedades de</p><p>los materiales de construcción. Por</p><p>ejemplo, un alto contenido de silicato</p><p>tricálcico en un cemento produce en los</p><p>morteros y hormigones preparados con</p><p>el mismo, un endurecimiento rápido con</p><p>resistencias altas a temprana edad.</p><p>Resistencia a la oxidación y / o</p><p>corrosión</p><p>Los materiales tienen la característica de</p><p>deteriorarse por la acción del tiempo y</p><p>los agentes naturales o artificiales que</p><p>los rodean. Esta acción hace que el</p><p>material se desintegre paulatinamente</p><p>por lo que pierde sus propiedades.</p><p>La oxidación es producida por la acción</p><p>del oxígeno sobre el metal. El fenómeno</p><p>se intensifica con la temperatura. Se</p><p>forma una película de óxido sobre el</p><p>metal. Hay materiales que tienen mayor</p><p>o menor afinidad con el oxígeno. Entre</p><p>los que tienen mayor afinidad figuran el</p><p>aluminio y el magnesio. Entre las de</p><p>menor afinidad el cobre y el estaño. El</p><p>hecho de que tenga mayor o menor</p><p>afinidad con el oxígeno no es el único</p><p>factor que determina la oxidación total</p><p>del metal.</p><p>Si el óxido que se forma determina una</p><p>película cerrada y continua, le resulta</p><p>muy difícil al oxígeno atravesar esa</p><p>capa, como sucede con el aluminio. En</p><p>cambio, si la película de óxido es</p><p>porosa, el oxígeno penetra carcomiendo</p><p>el núcleo, desprendiéndose las capas</p><p>exteriores; tal es el caso del hierro.</p><p>La corrosión se diferencia de la</p><p>oxidación porque el agente</p><p>intensificador es la electrólisis. En la</p><p>unión de los metales diferentes se</p><p>origina una pila galvánica al entrar en</p><p>acción el agua (humedad del ambiente)</p><p>que hace las veces de electrolito. El</p><p>metal se va desintegrando por la acción</p><p>de la electricidad. La corrosión de una</p><p>chapa del mismo material se explica</p><p>como que los granos cristalinos que</p><p>constituyen la chapa están compuestos</p><p>por distintas faces del metal, por lo que</p><p>se origina una diferencia potencial que,</p><p>unido a la acción del agua, da como</p><p>resultado la picadura del metal.</p><p>La corrosión se protege cubriendo la</p><p>pieza con un material que tenga mayor</p><p>resistencia la corrosión que la pieza en</p><p>cuestión, por métodos electrolíticos</p><p>(niquelados, cromados, etc.) También se</p><p>pueden proteger con sustancias</p><p>19</p><p>orgánicas que impidan el paso de los</p><p>agentes corrosivos, como las pinturas,</p><p>barnices, etc.</p><p>Estabilidad química</p><p>En general es una propiedad más</p><p>importante que la anterior. Interesa en</p><p>algunos casos la resistencia que opone</p><p>un cierto material al ataque de los</p><p>agresivos químicos, que pudieran alterar</p><p>sus propiedades tal como la resistencia a</p><p>los esfuerzos mecánicos, el pulimento,</p><p>el color, la duración, etc. Otras veces lo</p><p>que interesa es la inestabilidad química</p><p>de ciertos materiales en determinados</p><p>estados, como ocurre con los</p><p>aglomerantes.</p><p>Propiedades mecánicas</p><p>Resistencia a los esfuerzos</p><p>Se denomina resistencia de un material</p><p>al mayor o menor grado de oposición</p><p>que presenta a las fuerzas que tratan de</p><p>deformarlo. Las moléculas de los</p><p>cuerpos tienden a mantenerse unidas, en</p><p>virtud de la cohesión existente entre</p><p>ellas y que se opone a la separación o,</p><p>en general a la modificación de las</p><p>distancias intermoleculares. El grado de</p><p>resistencia se define, para algunos tipos</p><p>de solicitaciones, por el cociente entre la</p><p>fuerza que se ejerce sobre el cuerpo y la</p><p>sección transversal del mismo. En</p><p>consecuencia, si la carga se expresa en</p><p>kilogramos y la sección en centímetros</p><p>cuadrados, la unidad de resistencia será</p><p>Kg/cm2, aunque en algunas ocasiones</p><p>se utiliza también t/cm2 y Kg./mm2.</p><p>Tenacidad y Fragilidad</p><p>Al hacer actuar una fuerza sobre un</p><p>cuerpo, éste sufre deformaciones que</p><p>aumentan a medida que la fuerza</p><p>también aumenta. Estas deformaciones</p><p>en algunos materiales pueden ser</p><p>relativamente grandes con respecto a la</p><p>dimensión primitiva, antes de</p><p>producirse la rotura, mientras que en</p><p>otras se llega a la rotura por incremento</p><p>de las fuerzas actuantes, con pequeña</p><p>deformación.</p><p>Se llama tenacidad, a la propiedad de</p><p>los materiales de admitir una</p><p>deformación considerable antes de</p><p>romperse. También se define como</p><p>tenacidad a la medida de la energía</p><p>requerida para hacer deformar o hacer</p><p>fallar un material. La energía que es el</p><p>producto de la fuerza por distancia y que</p><p>se expresa en kilogramos-metro (kgm)</p><p>está íntimamente ligada con el área bajo</p><p>la curva esfuerzo-deformación.</p><p>Un material dúctil, con igual resistencia</p><p>que un material no dúctil, requerirá más</p><p>energía para fallar, y será más tenaz.</p><p>Para medir la tenacidad se usan los</p><p>ensayos de CHARPY o de IZOD, que</p><p>sólo difieren en la forma y sujeción de</p><p>las probetas y en el método de</p><p>aplicación de la energía.</p><p>Por el contrario, se llama fragilidad a la</p><p>propiedad de los materiales de romperse</p><p>con poca o ninguna deformación o bien</p><p>cuando se requiere pequeña energía</p><p>empleada para hacer fallar al material.</p><p>Elasticidad</p><p>Hemos dicho que los materiales al ser</p><p>sometidos a un esfuerzo sufren</p><p>deformaciones en general. Si al</p><p>suprimirse la carga que produjo la</p><p>deformación, ésta desaparece, se dice</p><p>que el cuerpo es o se ha comportado</p><p>como elástico; pudiéndose definir la</p><p>elasticidad como la propiedad de los</p><p>cuerpos deformados de recuperar su</p><p>forma inicial una vez desparecida la</p><p>fuerza deformante.</p><p>Para producir la deformación es</p><p>necesario desarrollar cierto trabajo, el</p><p>cual es restituido cuando se deja al</p><p>20</p><p>cuerpo que recobre su forma; puede</p><p>también definirse la elasticidad en la</p><p>siguiente manera: capacidad de un</p><p>cuerpo deformado de devolver el trabajo</p><p>de deformación. En rigor no existen</p><p>materiales que sean perfectamente</p><p>elásticos, o sea, que pierdan totalmente</p><p>la deformación adquirida al cesar de</p><p>actuar la fuerza, pues aún aquellas</p><p>producidas por fuerzas reducidas no</p><p>desaparecen del todo, quedando una</p><p>cierta parte que se denomina</p><p>deformación permanente o deformación</p><p>residual.</p><p>Pero en los casos en que dichas</p><p>deformaciones permanentes son de</p><p>magnitud suficientemente reducidas, se</p><p>lo considera dentro de ciertos límites</p><p>como elásticos. A las deformaciones</p><p>que desaparecen totalmente al cesar de</p><p>actuar la fuerza que la produjo, se</p><p>llaman deformaciones elásticas.</p><p>Plasticidad</p><p>Es la propiedad contraria a la</p><p>elasticidad. Es decir que un cuerpo es</p><p>plástico cuando mantiene la</p><p>deformación después de haber</p><p>desaparecido la carga que la produjo, sin</p><p>que se note pérdida apreciable de</p><p>cohesión entre las moléculas, es decir</p><p>sin que sobrevenga la rotura.</p><p>Rigidez</p><p>La rigidez tiene que ver con la magnitud</p><p>de la deformación que ocurre bajo la</p><p>carga; dentro del período de</p><p>deformaciones elásticas, la rigidez se</p><p>mide por el módulo de elasticidad.</p><p>Cuando mayor es este coeficiente, más</p><p>rígido es este material, mientras mayor</p><p>sea el esfuerzo requerido para producir</p><p>una deformación dada, más rígido se</p><p>considera el material. No existe ninguna</p><p>de la medida de la rigidez en el período</p><p>plástico.</p><p>Isotropía y Anisotropía</p><p>Un material es isótropo cuando tiene las</p><p>mismas propiedades en todas las</p><p>direcciones y es anisótropo teniendo</p><p>diferentes propiedades en diferentes</p><p>direcciones. Pueden considerarse</p><p>prácticamente como isótropo a los</p><p>metales fundidos. Casos típicos de</p><p>materiales anisótropos los constituyen</p><p>las maderas que ofrecen marcadas</p><p>diferencias de sus propiedades según la</p><p>dirección de las fibras.</p><p>Propiedades tecnológicas</p><p>Estas propiedades, que no detallamos en</p><p>particular por su gran número, son las</p><p>que permiten a los materiales recibir las</p><p>formas requeridas para su empleo en</p><p>construcción.</p><p>Las operaciones pueden ser de</p><p>agregación (adherencia – soldabilidad)</p><p>y consiste en la unión de materiales de</p><p>igual o distinta especie ya sea por</p><p>medios físicos, químicos o mecánicos,</p><p>de separación, las que se efectúan para</p><p>dar la forma y tamaño deseado al</p><p>material, cortándolo, separándolo o</p><p>dividiéndolo y por último las de</p><p>transformación que son las que</p><p>modifica la forma de un material sin</p><p>agregarle o sacarle nada buscando la</p><p>forma óptima para su utilización en obra</p><p>(laminación, forjado, plegado,</p><p>moldeado).</p><p>Forjabilidad</p><p>Facilidad de dar forma a golpes.</p><p>Maleabilidad</p><p>Posibilidad de reducir el material a</p><p>laminas delgadas.</p><p>Ductilidad</p><p>21</p><p>Posibilidad de reducir el material a hilos</p><p>delgados.</p><p>Los ensayos tecnológicos son en</p><p>general cualitativos a diferencia de los</p><p>mecánicos que son cuantitativos.</p><p>Ensayos de materiales</p><p>Los ensayos de materiales pueden ser</p><p>realizados con uno de tres objetos:</p><p>1. Suministrar información de la</p><p>calidad de un producto. Se realizan</p><p>entonces Ensayos de control y se</p><p>refieren a las condiciones que deben</p><p>reunir los materiales indicados por</p><p>especificaciones establecidas en los</p><p>contratos. Generalmente son</p><p>ensayos estándar, de rutina, que</p><p>pueden realizarse con un equipo</p><p>simple. El grado de precisión</p><p>exigido no es muy alto y el personal</p><p>que realiza el ensayo no necesita</p><p>tener una preparación científica muy</p><p>especializada.</p><p>2. Desarrollar una mejor información</p><p>de materiales conocidos y obtener</p><p>información de materiales nuevos.</p><p>Son los ensayos de investigación y</p><p>están destinados a obtener nueva</p><p>información de materiales</p><p>conocidos, o descubrir propiedades</p><p>de nuevos materiales, o bien</p><p>introducir reformas a los</p><p>procedimientos de ensayos</p><p>utilizados, requieren mayor</p><p>capacitación científica del personal</p><p>encargado pues ya no son ensayos</p><p>de rutina siguiendo fielmente</p><p>especificaciones ya establecidas. En</p><p>general es necesario hacer</p><p>adaptaciones en las operaciones a</p><p>los casos nuevos que se presentan.</p><p>3. Obtener medidas muy cuidadosas y</p><p>precisas de las constantes físicas o</p><p>de propiedades fundamentales. Son</p><p>los ensayos científicos, que</p><p>suministran datos muy precisos que</p><p>exigen la utilización de personal</p><p>altamente especializados y un</p><p>instrumental muy preciso. La</p><p>duración, en general, de estos</p><p>ensayos es grande y exigen mucho</p><p>cuidado, paciencia y precisión.</p><p>Ensayos de control</p><p>Son estos ensayos los que efectúa más</p><p>frecuentemente el profesional</p><p>Arquitecto en obra. Este tipo de ensayo</p><p>desde el punto de vista de la</p><p>complejidad del instrumental y</p><p>magnitud de las instalaciones del</p><p>laboratorio necesarias, se pueden</p><p>clasificar en:</p><p>a) Ensayos de Campaña que se</p><p>refieren a los que pueden realizarse</p><p>en obra y en forma expeditiva, con</p><p>elementos muy simples y de rápida</p><p>realización, como por ejemplo, un</p><p>ensayo de granulometría de</p><p>agregados para hormigón. Los</p><p>realiza generalmente un laboratorista</p><p>bajo la vigilancia del inspector de la</p><p>obra.</p><p>b) Ensayos de Laboratorio.</p><p>Perteneciendo a este grupo los</p><p>22</p><p>ensayos que exigen una serie de</p><p>aparatos y un local con ciertas</p><p>comodidades mínimas y personal</p><p>estable, etc. Estos pueden ser:</p><p>1) Ensayos Destructivos</p><p>(cuando se utiliza la pieza</p><p>ensayada).</p><p>2) Ensayos no Destructivos</p><p>(cuando la pieza ensayada</p><p>no sufre deterioro y puede</p><p>ser utilizada para el fin que</p><p>está destinada, por ejemplo,</p><p>ensayos con rayos x,</p><p>algunos ensayos de dureza</p><p>en los metales, análisis</p><p>magnético, detector</p><p>eléctrico de fallas, martillo</p><p>para ensayos de hormigón,</p><p>etc.)</p><p>Normas de ensayos y</p><p>especificaciones de calidad</p><p>El comportamiento de los materiales se</p><p>verifica mediante los ensayos. Por</p><p>ejemplo, el comportamiento mecánico</p><p>de los materiales se verifica mediante</p><p>los ensayos de resistencia o ensayos</p><p>mecánicos, en los lo que se determina la</p><p>carga de rotura, deformaciones,</p><p>tensiones elásticas y plásticas, y las</p><p>variaciones que estos valores pueden</p><p>experimentar con los distintos tipos de</p><p>ensayos, cargas y temperaturas, a fin de</p><p>disponer de los datos prácticos</p><p>necesarios para mayor seguridad en el</p><p>proyecto del mecanismo o estructura.</p><p>Dada la gran variedad de materiales</p><p>empleados en las construcciones y a la</p><p>gran variedad que pueden presentar sus</p><p>propiedades por cambio de formas,</p><p>dimensiones, temperatura, humedad,</p><p>etc., es que para caracterizarlos y</p><p>obtener de las experiencias valores que</p><p>resulten comparables, los ensayos no</p><p>pueden realizarse a voluntad sino</p><p>siguiendo ciertas normas dadas por</p><p>Institutos o Sociedades especializadas,</p><p>que imponen los procedimientos a</p><p>seguir, como resultado de</p><p>investigaciones propias y por la consulta</p><p>con las grandes industrias, que en</p><p>definitiva son las que dan el uso</p><p>práctico al material.</p><p>Por ejemplo, en un ensayo de tracción</p><p>de metales, la norma establece la forma</p><p>y dimensiones de las probetas, la</p><p>velocidad de la aplicación del esfuerzo,</p><p>la temperatura, etc., pues si no se hacen</p><p>ensayos con diferencias en estos</p><p>factores, los resultados obtenidos no son</p><p>comparables.</p><p>Ensayos mecánicos</p><p>Para verificar en los materiales el</p><p>comportamiento bajo la acción de los</p><p>esfuerzos, en condiciones análogas, se</p><p>realizan los distintos ensayos</p><p>mecánicos:</p><p>Clasificación de los ensayos mecánicos</p><p>Se clasifican en:</p><p>1) Ensayos estáticos: Aplicación lenta</p><p>y progresiva de la carga donde la</p><p>rotura del material sobreviene, en el</p><p>lapso de algunos minutos, puede ser:</p><p>a) Tracción: metales, morteros,</p><p>tierras, plásticos y maderas.</p><p>b) Comprensión: Hormigones,</p><p>maderas, metales y plásticos.</p><p>c) Flexión: Hormigones, maderas,</p><p>metales y plásticos.</p><p>d) Torsión: metales y hormigones.</p><p>2) Ensayos dinámicos (o de choque):</p><p>cargas dinámicas de impacto</p><p>donde la rotura del material es</p><p>instantánea. Puede ser:</p><p>a) Flexión por choque: metales y</p><p>maderas.</p><p>b) Tracción por choque: metales,</p><p>cables.</p><p>23</p><p>c) Torsión por choque: metales.</p><p>3) Ensayos de duración: consiste en la</p><p>aplicación de cargas estáticas o</p><p>dinámicas durante días, semanas o</p><p>meses. Se clasifican a su vez en:</p><p>3.1) de tensiones repetidas (fatiga y</p><p>cargas dinámicas) que pueden ser:</p><p>a) Flexión rotativa: en</p><p>metales y hormigones.</p><p>b) Torsión rotativa: en metales.</p><p>c) Tracción y comprensión: en</p><p>metales y hormigones.</p><p>d) Impactos repetidos: en metales.</p><p>3.2) de deformaciones en el tiempo</p><p>(efecto creep, cargas estáticas</p><p>constantes): a) Tracción: metales,</p><p>hormigones, maderas.</p><p>Periodo económico de una obra</p><p>Durabilidad de los materiales</p><p>Al referirnos a las técnicas de</p><p>construcción sea albañilería, carpintería,</p><p>cubiertas, instalaciones, etc. es necesario</p><p>destacar la importancia del concepto de</p><p>durabilidad.</p><p>Para precisar este concepto, es necesario</p><p>recurrir al de duración de la vida de los</p><p>elementos que intervienen en la</p><p>construcción. Tomemos como ejemplo</p><p>el caso de una lámpara de</p><p>incandescencia. Actualmente no se</p><p>puede exigir a esta lámpara un</p><p>funcionamiento perpetuo, aparte de las</p><p>roturas accidentales (choques, etc.).</p><p>Tampoco sería económico exigir una</p><p>gran duración, pues esto llevaría a</p><p>dificultades de fabricación que, aunque</p><p>no imposible, sería muy costoso</p><p>resolverlas; y el aumento del precio no</p><p>sería compensado por el aumento de</p><p>duración.</p><p>Actualmente el tiempo de vida</p><p>económico de una lámpara de</p><p>incandescencia se sitúa entre las 1000 y</p><p>1500 horas. Esta duración,</p><p>relativamente pequeña en comparación</p><p>con los demás elementos de la</p><p>construcción, ha debido ser introducida</p><p>en forma contractual, pues evidente es</p><p>que sin cláusula sobre dicha duración, el</p><p>peligro de aceptar lámparas de mala</p><p>calidad será grande.</p><p>El pliego de condiciones aceptadas por</p><p>los fabricantes de las lámparas obliga,</p><p>para las lámparas de incandescencia una</p><p>vida mínima de 1000 horas, a adoptar</p><p>actualmente en todos los países y que es</p><p>válida como valor medio y para</p><p>determinadas condiciones de ensayo.</p><p>Hay que tener en cuenta que se trata de</p><p>una duración de laboratorio,</p><p>determinadas en condiciones</p><p>estadísticas.</p><p>En realidad, si se examina una partida</p><p>de lámparas se encuentra, por ejemplo,</p><p>que hay solamente un 35% de lámparas</p><p>cuya vida pasa de 1000 horas. Por el</p><p>contrario, un porcentaje no despreciable</p><p>(20%) tiene una vida corta (menos de</p><p>200 horas), lo que es de lamentar. En</p><p>otros términos, no debería introducirse</p><p>solamente el concepto de duración dela</p><p>vida sino también la dispersión media</p><p>alrededor de esta duración, ya que ésta</p><p>tiene gran importancia en los pequeños</p><p>lotes de lámparas, que son los que</p><p>intervienen generalmente en la</p><p>construcción.</p><p>Lamentablemente, todavía no estamos</p><p>en condiciones de precisar estas cosas y</p><p>hay pocos elementos de construcción de</p><p>los que se conozca el valor medio de la</p><p>duración de su vida. Además de las</p><p>lámparas de incandescencia, se pueden</p><p>citar las lámparas fluorescentes cuya</p><p>vida varía, según los tipos, entre 2500 y</p><p>1500 horas. Si se estudia en conjunto el</p><p>problema de la duración de la vida de un</p><p>edificio, hay que tratar por separado la</p><p>durabilidad de los elementos</p><p>24</p><p>sustentantes y la de los demás</p><p>elementos.</p><p>a) La durabilidad de los elementos</p><p>sustentantes (fundaciones,</p><p>estructura, paredes de carga,</p><p>entrepisos, suelos, entramados de</p><p>cubiertas) es la condición esencial</p>