¿Crees que para combatir y erradicar el narcotráfico en México es necesario la intervención internacional?

Pienso que lo que se necesita es más bien la no intervención.

La causa histórica de que el narcotráfico exista en México fue la imposición de Estados Unidos para que las drogas fueran prohibidas y perseguidas.

En 1939 México tenía una política sobre los narcóticos: Que fueran suministrados por el estado y que hubiera clínicas del estado para la rehabilitación de adictos. A nadie se le había ocurrido perseguir al consumidor y ni siquiera al vendedor. Pero la política del entonces presidente mexicano Lázaro Cárdenas naufragó apenas comenzaba. En 1940 Estados Unidos pidió a México la penalización de la producción, comercialización y consumo, so pena de promover un bloqueo para la importación de medicamentos.

Ante el riesgo de no poder importar ningún medicamento, el presidente Cárdenas tuvo que aceptar la imposición estadounidense que llegaba con los buenos modales de siempre.

El resto de la historia ya la conocen.

Lo interesante es cómo se han beneficiado algunos sectores de la economía estadounidense, por ejemplo la industria de armamentos, que le surte a ambos bandos.

Hoy por hoy el narcotráfico es un enorme motor de la economía para ambas naciones. Es muy buen negocio y la clave está en la prohibición.

Incluso empresas formalmente establecidas se ven enormemente beneficiadas. Por ejemplo, las empresas que operan el 10% del sistema carcelario de Estados Unidos, son empresas privadas. El negocio redituaba unos 5 mil millones de dólares en 2011. De 1990 a 2005 hubo un incremento en el número de prisioneros del 1600% en prisiones privadas.

Aunque el 90% de los prisioneros en Estados Unidos reside en prisiones públicas, el negocio privado es muy prometedor.

El incremento de prisioneros tiene una relación directa con los arrestos por drogas. Habiendo tantos jugadores en el tablero y siendo tan atractivas las ganancias, es muy difícil que el problema del narcotráfico tenga solución, porque los mismos que promueven su prohibición, son los que se benefician de que exista y lo hacen con la sartén por el mango.

Los mexicanos ponemos los muertos, los negros ponen los prisioneros y jala más el tren de ambos lados de la frontera.

Nos hacemos pendejos unos y otros, y unos a otros.