Módulo III. Manejo de Ecosistemas Terrestres. M.Sc. Milton Cabrera Síntesis de Aprendizajes Sesión I. Estructura y Dinámica y de los Ecosistemas E...

Módulo III. Manejo de Ecosistemas Terrestres. M.Sc. Milton Cabrera Síntesis de Aprendizajes Sesión I. Estructura y Dinámica y de los Ecosistemas El adecuado manejo de ecosistemas, requiere cierto conocimiento base para su intervención. Para conocer un ecosistema, se debe inicialmente identificar su estructura, es decir, la forma en que está constituido, tanto en el espacio que ocupa, como en el tiempo en que se desarrolla. Además, es necesario hacer notar las diferentes actividades que se llevan a cabo dentro de un ecosistema y los distintos sistemas que interactúan en forma equilibrada en él. Uno de los principales fenómenos que se observan al analizar un ecosistema, es sin duda alguna, la presencia de cadenas alimenticias que relacionándose entre sí, constituyen complejas redes alimenticias. Estas relaciones determinan el orden de alimentación de los diferentes organismos que habitan en el ecosistema, y con ello, la forma en que la energía es transferida de un sub sistema a otro. La naturaleza de un ecosistema, depende del equilibrio en las relaciones que se establezcan entre los factores bióticos y abióticos que radiquen en él. Dichas relaciones determinan las poblaciones existentes y el tamaño de las mismas. Cuando un ecosistema mantiene características muy similares en cuanto a su vegetación se refiere, en un área considerable, este es considerado un bioma. En Guatemala, encontramos una gran variedad de ecosistemas de este tipo, que se encuentran entrelazados entre sí, mediante la existencia de zonas transicionales llamadas ecótonos. De esta cuenta, pueden observarse diversos conjuntos vegetales que determinan (y a su vez son determinados por) las condiciones climáticas del lugar, dando como resultado, una amplia gama de climas y paisajes a lo largo y ancho del territorio nacional. Además fenómenos naturales que pueden inducir un cambio brusco en la estructura de un ecosistema. Sin embargo, la acción humana, tiende a acelerar dichos cambios e inclusive a provocar que el proceso de maduración de un ecosistema retroceda, llevándolo a etapas menos estables. El hombre, continuamente reconoce variadas razones para promover una modificación a los ecosistemas, haciendo cambio de uso de la tierra, deforestando, manipulando y modificando el cauce natural de los ríos o bien, haciendo uso irracional de los recursos naturales que le rodean, provocando la mayoría de las veces, alteraciones graves en el ecosistema que tienden a desequilibrarlo y consecuentemente a destruirlo. Sesión III y IV. Impacto del ser humano en los ecosistemas La constante y creciente necesidad de poder que caracteriza al ser humano, lo ha conducido a la práctica de actividades que le otorgan grandes beneficios económicos, bajos costos de inversión y grandes facilidades de ejecución, aún a costa de los altos precios ambientales que dichas actividades traen consigo y que no son pagados a corto plazo por quienes las realizan (al menos no en el momento en que lo hacen). Dichos costos ambientales, son además acumulativos, por lo que la deuda ambiental que la humanidad tiene hoy parece ser imposible de saldar. Prueba de ello, es la cantidad de desechos que día a día son reportados en cada localidad, cuyo origen es en mínima parte vegetal, y variando desde envases de plástico, bolsas, vidrio, carburos y sustancias químicas (con moléculas mucho más complejas que las que se encuentran en la naturaleza), que resultan por de más difíciles de degradar, para la hoy insuficiente población microbiana que tiene esa labor. Todas y cada una de las actividades productivas que el hombre ha ideado para su satisfacción y confort, llevan consigo (entre otros), la utilización en alguna medida del recurso agua, y la mayoría de estas, no contemplan la utilización de este recurso asegurando su calidad al final del proceso. Hoy, la humanidad ha ideado la forma de “apropiarse” de los recursos naturales, manipulándolos, contabilizándolos y adjudicándoles según su conveniencia valores económicos que lejos de impedir su deterioro, parecieran impulsarlo aún más. Sesión V. Principios de manejo para el aprovechamiento de los recursos naturales El manejo sostenible de nuestros recursos establece satisfacer las necesidades de los seres humanos en el presente sin comprometer la capacidad de satisfacer las propias necesidades y las de las generaciones futuras, así como es una propuesta a nivel mundial para la conservación del medio ambiente. Para el desarrollo sostenible se deben considerar : El respeto a la vida en todas sus manifestaciones. Mejorar la calidad de vida humana Respeto y aprovechamiento de la vitalidad y diversidad El desarrollo sostenible se entiende como un proceso de cambio progresivo en la calidad de vida del ser humano colocándolo como centro y sujeto primordial del desarrollo, por medio del crecimiento económico con equidad social y la transformación de los métodos de producción y de los patrones de consumo que se sustentan en el equilibrio ecológico. Sesión VII. Experiencias locales de aprovechamiento de recursos naturales La Administración del agua debe estar acorde a un reglamento local y uno local dirigido a VELAR POR EL APORTE EN ESPECIE O ECONÓMICO. PARTICIPACIÓN EQUITATIVA DE TODOS Y TODAS EQUILIBRIO EN LA DISTRIBUCIÓN DE BENEFICIOS Y RESPONSABILIDADESNEGOCIAR LOS CONFLICTOS Y NO UTILIZAR EL AGUA COMO HERRAMIENTA DE DOMINACIÓN Existe mucha explotación de los bienes y servicios ambientales entendiendo como un bien un recurso que utiliza el ser humano