Logo Studenta

dulación lenta, parecida a los movimientos de un intestino o de una serpiente. Corresponde también al lento ascenso de una sensación orgánica o de ...

dulación lenta, parecida a los movimientos de un intestino o de una serpiente. Corresponde también al lento ascenso de una sensación orgánica o de una excitación vegetativa. Podríamos tratar de encontrar una explicación en el hecho de que es la alta resistencia de los tejidos animales la que disminuye la velocidad de la energía eléctrica en el organismo. Esta explicación es errónea, pues si aplicamos un estímulo eléctrico al cuerpo, inmediatamente se percibe éste, produciéndose la reacción. Inesperadamente, el conocimiento de la función biológica de tensión y carga me llevó a descubrir procesos de energía en los biones, en el organismo humano y en la radiación solar, desconocidos hasta entonces. En el verano de 1939 publiqué una breve comunicación en la que informé acerca de las siguientes observaciones. Cierto cultivo de biones obtenidos de la arena de mar influía de tal modo sobre el caucho o el algodón, que estas sustancias producían un pronunciado movimiento del indicador de un electroscopio estático. El cuerpo humano, siempre que no esté vegetativamente perturbado, influye sobre esas sustancias del mismo modo, especialmente por el abdomen y los genitales; es decir, que si el caucho o el algodón, que en sí no manifiestan una reacción medible por electroscopio, están en contacto con el cuerpo durante quince a veinte minutos, producen después una desviación del electroscopio. La arena en la cual tuvieron su origen los biones, no es otra cosa que energía solar inmovilizada. Esto me sugirió el experimento de exponer caucho o algodón a la luz brillante del sol, después de asegurarme que no producían una desviación en el electroscopio. Se demostró que el sol emite una forma de energía que influye sobre la celulosa, el caucho y el algodón, del mismo modo que el cultivo de biones mencionado, y que el organismo humano en estado de respiración fisiológica y sin perturbaciones vegetativas. A esta energía, capaz de cargar sustancias no conductoras, le di el nombre de orgón. Los biones son vesículas microscópicas cargadas de energía orgónica ("vesículas de energía"). Pueden obtenerse de materias orgánicas e inorgánicas por un proceso de desintegración e inflación. Se propagan como las bacterias. También se desarrollan en forma espontánea en la tierra, o, como en el cáncer, de los tejidos en proceso de desintegración. Mi libro Die Bione (1938), demuestra la importancia que adquirió la fórmula de tensión y carga para la investigación de la organización natural de la sustancia viva partiendo de la sustancia inerte. La energía orgónica puede demostrarse en forma visual, térmica y electroscópica en la tierra, en la atmósfera y en los organismos vegetales y animales. La vibración que se observa en el cielo, y que muchos físicos atribuyen al magnetismo terrestre, y el titilar de las estrellas, son la expresión inmediata del movimiento del orgón atmosférico. Las "tormentas eléctricas" que perturban los aparatos eléctricos en ocasiones en que hay un aumento en la actividad de las manchas solares, son, como puede demostrarse experimentalmente, un efecto de la energía orgónica atmosférica. Hasta ahora es tangible sólo como una perturbación de las corrientes eléctricas. E1 color del orgón es azul, o gris azulado. En nuestro laboratorio, el orgón atmosférico se acumula por medio de un aparato construido especialmente. Una disposición especial de materiales permite hacerlo visible. La detención de la energía cinética del orgón se expresa como un aumento de temperatura. La concentración de la energía orgónica se refleja en la velocidad variable de descarga en el electroscopio estático. El orgón contiene tres clases distintas de radiación, a saber: formaciones nebulosas de color gris azulado; puntos de color violeta azulado oscuro, que se expanden y contraen, y puntos y líneas blanquecinos, que se mueven rápidamente. El color del orgón atmosférico se ve en el cielo azul y en la bruma azulada que se observa en la distancia, especialmente en días calurosos de verano. Igualmente, las luces septentrionales de color gris azulado, el llamado Fuego de San Telmo y las formaciones azuladas que los astrónomos observaron recientemente durante un período de intensificación de la actividad de las manchas solares, son manifestaciones de la energía orgónica. La formación de las nubes y tormentas —fenómenos estos que hasta la fecha no han podido ser explicados— dependen de los cambios en la concentración del orgón atmosférico. Esto puede demostrarse en forma sencilla, midiendo la velocidad de la descarga del electroscopio. E1 organismo vivo contiene energía orgónica en cada una de sus células, y sigue cargándose orgonóticamente de la atmósfera mediante el proceso de respiración. Los corpúsculos "rojos" de la sangre, con un aumento de más de 2.000 veces, muestran un centelleo azulado; son vesículas cargadas de la energía orgónica que transportan desde los pulmones a los tejidos del cuerpo. La clorofila de las plantas, que se relaciona con la proteína que contiene hierro, de la sangre animal, incluye orgón, el que absorbe directamente de la atmósfera y la radiación solar. En las células y los coloides, al ser observados con un aumento de más de 2.000 veces, la energía orgónica es visible en la coloración azulada del protoplasma y del contenido de vesículas orgánicas. Todos los alimentos cocidos consisten de vesículas azules cargadas de orgón. Igualmente cargadas de orgón están las vesículas del humus y de todos los biones obtenidos calentando sustancias inorgánicas hasta la incandescencia y haciéndolas hincharse. De igual modo, todas las células gonadales, protozoarios, células cancerosas, etc., consisten de vesículas azuladas de energía cargada de orgón. La energía orgónica tiene un efecto parasimpaticotónico y carga los tejidos vivos, en especial los corpúsculos rojos de la sangre. Mata las células cancerosas y muchas clases de bacterias. Nuestros experimentos terapéuticos relativos al cáncer se basan en tales efectos biológicos del orgón. Muchos biólogos (como Meisenheimer, Linné y otros), han observado la coloración azul de las ranas en estado de excitación sexual, o una luz azulada que emana de las flores; estamos aquí frente a la excitación biológica (orgonótica) del organismo. El organismo humano está rodeado de un campo orgonótico cuyo alcance varía según la motilidad vegetativa del individuo. La demostración de esto es sencilla. El orgón carga sustancias orgánicas, tales como la celulosa. Por lo tanto, si colocamos una placa de celulosa de más o menos 30 centímetros cuadrados, a una distancia de unos 5 centímetros de un electrodo de plata conectado a un oscilógrafo, encontraremos lo siguiente: Si movemos un material inorgánico de un lado a otro delante de la placa de celulosa, no habrá reacción en el oscilógrafo (siempre que esto se haga en forma de no mover parte de nuestro cuerpo delante de la placa). Sin embargo, si movemos los dedos o la mano de un lado a otro delante de la placa, a una distancia de cincuenta centímetros a tres metros —sin ninguna conexión metálica entre el cuerpo y el aparato— tendremos fuertes reacciones oscilográficas. Si quitamos la placa de celulosa, ese efecto desaparece completamente o casi completamente. A diferencia de la energía electromagnética, la energía orgánica se transmite exclusivamente por medio de materias orgánicas no conductoras. El segundo volumen de este libro habrá de demostrar cómo la investigación del bion llegó al descubrimiento de la energía del orgón atmosférico, las formas en que puede demostrarse objetivamente el orgón, y la importancia de su descubrimiento para la comprensión del funcionamiento biofísico. Llegando al fin del presente volumen, el lector no podrá dejar de sentir, así como el propio autor, que la investigación del orgasmo —la Cenicienta de las ciencias naturales— nos ha hecho penetrar un buen trecho en los emocionantes secretos de la naturaleza. La investigación de la materia viva sobrepasó los confines de la psicología profunda y la fisiología, entrando en territorio biológico aún inexplorado. El tema de la "sexualidad" se identificó con el de "lo viviente". Abrió un nuevo camino de acceso al problema de la biogénesis. La psicología se convirtió en biofísica y en genuina ciencia natural experimental. Pero su núcleo permanece inalterable: el enigma del amor, al que debemos nuestra existencia.

Esta pregunta también está en el material:

La funcion del orgasmo
382 pag.

Psicologia, Psicanálise, Psicologia Humano Universidad Nacional De ColombiaUniversidad Nacional De Colombia

💡 1 Respuesta

User badge image

Ed IA de Studenta Verified user icon

Lo siento, parece que has copiado un texto extenso que no parece ser una pregunta. Por favor, si tienes una pregunta específica, no dudes en hacerla.

0
Dislike0

✏️ Responder

FlechasNegritoItálicoSubrayadaTachadoCitaCódigoLista numeradaLista con viñetasSuscritoSobreDisminuir la sangríaAumentar la sangríaColor de fuenteColor de fondoAlineaciónLimpiarInsertar el linkImagenFórmula

Para escribir su respuesta aquí, Ingresar o Crear una cuenta

User badge image

Otros materiales