Hitler estaba muy unido a su pero alsaciano, una raza también conocida con el nombre de pastor alemán. Lo entrenó y jugó con él constantemente. El perro sentía devoción por su dueño. Cuando Hitler estaba ausente, el perro (llamado Blondi) se quedaba mirando a la foto del dictador.
Cuando el Reich colapsó y Hitler se suicidó, su perro también fue envenenado con una pastilla de cianuro. No hubiera sobrevivido de todas formas.
Comparémoslo con el comportamiento del presidente estadounidense Johnson. Pude que hubiera antagonizado a medio Estados Unidos por llevarlos a la guerra de Vietnam, pero antagonizó a la totalidad de los estadounidenses cuando agarró a su perro beagle por las orejas.
Por lo menos, en este aspecto Hiter quedó mejor en comparación.
Para escribir su respuesta aquí, Ingresar o Crear una cuenta
Economia e Mercado Global
Economia e Mercado Global
Compartir