¿Las fuerzas de la resistencia europea como la Resistencia francesa, el Ejército Nacional polaco, etc., tomaron prisioneros alemanes e italianos...

Las fuerzas de resistencia libran guerra de guerrillas. No puedes darte el lujo de tomar prisioneros, salvo durante muy pocos días, y sólo si esperas poder canjearlos o interrogarlos, para conseguir información. Las unidades partisanas no podían permitirse mantener prisioneros. La unidad de mi abuelo (3ª Divisione Garibaldi "Cichero", Brigata "Coduri") tuvo que llevar una vez a un prisionero fascista, un oficial que el mando quería interrogar. En aquella época, todo lo que la unidad tenía para comer eran unas cuantas castañas. El prisionero fascista, según el reglamento de la brigada, recibía las mismas raciones de comida que cualquier otro. Mi abuelo, el intendente de la unidad, era el encargado de distribuir las raciones, cuando el prisionero se quejaba de la escasa cantidad de comida, mi abuelo le ofrecía intercambiar las raciones. Eran perfectamente idénticas, salvo que una de las castañas de mi padre era más pequeña. ¿Cómo te imaginas a unos partisanos que tenían que vivir con un puñado de castañas durante días, a veces semanas, y que no tenían ningún territorio bajo su control, ni habían establecido cuarteles o campamentos que pudieran retener a los prisioneros? Lo cierto es que los enemigos que no morían en las acciones, solían ser desarmados (las unidades necesitaban armas) y se les permitía volver a sus unidades, o a veces eran ejecutados.

El carnet de identidad de mi abuelo como partisano, liberado tras el final de la guerra. ¡Era muy guapo!

Por otra parte, la resistencia europea normalmente era en realidad una resistencia europea e internacional. Los partisanos en Italia tienen un número de combatientes internacionales: no sólo italianos sino también yugoslavos, rusos, estadounidenses, británicos, franceses, polacos, brasileños, etc. (generalmente prisioneros de guerra que escaparon de los campos y se unieron a la guerrilla, a veces por unos días hasta, que pudieron pasar las líneas y reincorporarse a sus ejércitos, o de forma más estable (especialmente los rusos y yugoslavos), pero también alemanes que o bien ayudaron ofreciendo información o que desertaron del ejército nazi para unirse a los partisanos, o incluso ex republicanos españoles, que se ofrecieron como voluntarios para ayudar a los italianos.

Una lápida recuerda a tres partisanos asesinados el 23 de abril de 1944, uno de ellos, Janez Repar, era de Yugoslavia

Monumento a Rudolf Jakobs, un antinazista alemán, que desertó y murió luchando como partisano italiano

De forma similar, los soldados italianos y alemanes que compartían los ideales antifascistas y antinazis solían encontrar la forma de vincularse con el movimiento de resistencia local y unirse a su lucha. Las unidades italianas estuvieron presentes en particular en Yugoslavia y en Grecia, donde la división Pinerolo se unió casi en su totalidad a los partisanos griegos.

La Resistencia no fue sólo un levantamiento nacionalista ante una ocupación extranjera, sino también una guerra popular contra una ideología inhumana, y adoptó muy a menudo el mismo carácter internacionalista, que también tuvo la guerra española.

El hombre del centro de la foto de arriba era "Sad", un soldado sij del ejército británico que, tras escapar del campo de prisioneros de guerra, se unió a la Brigada partisana Stella Rossa y luchó con ella, hasta que pudo enlazar con las fuerzas británicas y regresar a su unidad.