No es lo mismo. Los leones y las hienas son competidores directos, y parece que no se gustan mucho.
Sin embargo, las hienas no odian a los perros salvajes africanos. De hecho, les resulta bastante conveniente tenerlos cerca. Debido a que los perros salvajes son cazadores tan eficientes (atrapan hasta el 80% de la presa que persiguen, que es una tasa mucho más alta que la de los leones, que tienen una tasa de éxito de aproximadamente el 30%), las hienas saben que una manada de perros salvajes africanos significa comida oportunista.
Las hienas son más grandes y fuertes que los perros salvajes, y pueden matar fácilmente a un perro salvaje con una sola mordida bien certera. Una sola hiena a menudo intentará robar una víctima de caza de la jauría de perros salvajes. Por supuesto, los perros harán todo lo posible para evitar que esto suceda, tratando de evitar las mandíbulas de la hiena y morder en sus cuartos traseros, ¡por eso las hienas a menudo terminan arrastrando sus traseros cuando están rodeados de perros enojados! Pero las hienas son muy duras y tenaces y a menudo se saldrán con la suya. Naturalmente, si hay varias hienas, no tienen problemas para apropiarse de una matanza de perros salvajes.
Aquí hay una hiena que roba la caza de algunos perros salvajes, y los perros que intentan morder la grupa de la hiena:
Por supuesto, esto significa que a los perros salvajes africanos realmente no les gustan las hienas, ya que a menudo pierden sus bien merecidos almuerzos frente a depredadores más grandes.
A veces, las hienas también matan perros salvajes africanos solitarios, heridos o jóvenes, pero no parecen perseguirlos tan cruelmente como lo hacen los leones.
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