El hogar es un espacio físico en el que se construye buena parte de la infancia, se desarrollan las vivencias de seguridad, se toma conciencia de l...
El hogar es un espacio físico en el que se construye buena parte de la infancia, se desarrollan las vivencias de seguridad, se toma conciencia de la singularidad y la intimidad. Todo ello ha entrado masivamente en crisis con el impacto de la pobreza sobre la vivienda. Estímulos, seguridad y afectos, en medio de la vivencia de sentir que su vida está vinculada, que importa, a un adulto (“Mi casa es un poco desoladora porque mi madre nunca está”). Eso es lo que proporciona un grupo familiar y hay que evitar que la pobreza lo destruya o haga imposible que la familia lo proporcione. Eso es lo que tendremos que compensar de distintas formas, con diferentes apoyos a la familia y a los niños. Un grupo familiar es, o se vuelve, inadecuado cuando no existe un clima afectivo positivo básico que les haga sentir a todos útiles e importantes, cuando no se dan los estímulos de todo tipo para el aprendizaje, el desarrollo y la socialización, cuando todo es precario y amenaza permanentemente de crisis.
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