Es verdad, frente a la crisis lo que provoca es marcharse. Trabajar sería más conveniente que estudiar, y en otro país, ¡uff!, las ofertas lloverían. Las oportunidades se multiplicarían. ¿Qué tendríamos que hacer? : buscar el dinero, planear el viaje, llegar al destino, trabajar. ¡Et voilà!. Sencillo ¿no?. Sin embargo, como al principio del texto, es fácil decirlo y difícil hacerlo. La experiencia de familiares nos lo confirman.