Garantizar la seguridad de la víctima es un requisito previo a cualquier intervención terapéutica. Cuando el suceso traumático es prolongado y actu...
Garantizar la seguridad de la víctima es un requisito previo a cualquier intervención terapéutica. Cuando el suceso traumático es prolongado y actual (como ocurre, frecuentemente, en los casos de abuso sexual en la infancia o de violencia doméstica en la mujer), la etapa inicial del tratamiento consiste en establecer un marco de seguridad y de exención de riesgos. Sólo después de que se haya garantizada esta premisa, con las medidas familiares, sociales o judiciales precisas, puede iniciarse propiamente el tratamiento psicológico.
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