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A continuación, explicamos las alteraciones del lenguaje oral más frecuentes. Retraso del habla Es una alteración en el desarrollo de la adquisició...

A continuación, explicamos las alteraciones del lenguaje oral más frecuentes. Retraso del habla Es una alteración en el desarrollo de la adquisición del habla que hace que esta sea bastante ininteligible. Hay un desajuste entre la evolución de las competencias fonéticas y fonológicas y el conjunto de las otras capacidades lingüísticas, que en principio siguen un patrón de normalidad. Supone poca habilidad en el dominio del habla a pesar de que puede haber buena comprensión del lenguaje. La fonética y la fonología son dos disciplinas lingüísticas complementarias, que están relacionadas con el retraso de habla. La fonética estudia los sonidos, como se perciben auditivamente y como se articulan. Y la fonología estudia los fonemas, es decir, la representación mental de los sonidos compartida por los hablantes de una lengua y las posibilidades de combinarse dentro de la sílaba. El trabajo logopédico estribará en organizar las habilidades motrices básicas de los órganos bucofonadores, adquirir noción propioceptiva de los órganos implicados en el habla y tomar conciencia de la importancia de ajustar la producción oral con el objetivo de hacerse entender por los demás. Dislalia Es una alteración del habla que se manifiesta con errores que alteran la producción de la palabra. Se altera la articulación de los fonemas. El término dislalia (Perelló, 1987; Pascual, 1988) define este trastorno de articulación. La incapacidad para la producción se puede dar en un solo fonema (por ejemplo «r») o en un grupo de fonemas (consonante + «r»). Este sonido puede ser percibido de forma correcta pero la persona no lo produce ni por imitación, ni en el habla espontánea, ni aisladamente. La incorrección perdura y se puede producir siempre del mismo modo, es estable. Los motivos de esta mala pronunciación pueden ser por función alterada de los órganos articulatorios, que hacen movimientos incorrectos o mal coordinados. Normalmente la percepción y la representación mental del sonido son correctos. En esta situación, la persona afectada intenta compensar el sonido para hacer el error menos evidente y tanto ella como su entorno más cercano suelen tener conciencia del sonido mal producido. Hay varios tipos de dislalia, según el sonido afectado o según la edad en que se adquiere la habilidad para producirlos (Laura Bosch, 1987). Se puede diferenciar entre dislalia productiva o trastorno fonético (Crystal, 1983) y dislalia perceptiva o trastorno fonológico, que afecta la combinación de sonidos. El trabajo logopédico tiene como objetivo instaurar un nuevo patrón motriz para conseguir la articulación adecuada y una diferenciación del sonido para poderlo automatizar en todas las posiciones. Trastorno fonológico Los errores en el habla no afectan a un solo fonema sino a la selección de fonemas que debemos producir para que lo que decimos se entienda. La alteración está en la elección de los sonidos y en su combinación. Por ejemplo, el caso de quien confunde el sonido de la «d» y la «r» entre vocales. Está alterada la discriminación, la diferenciación de los fonemas por vía auditiva. Los errores no siempre son estables, cambian y acostumbran a darse en las palabras largas, que se simplifican. En la imitación se pueden corregir pero en el habla espontánea los errores no se resuelven. La comprensión puede no estar afectada pero las frases suelen ser más sencillas y el habla ininteligible (M. Massana, 2003). Ciertos procesos de simplificación son normales en el transcurso de la adquisición del habla. Los niños pequeños hacen simplificaciones o sustituciones de sonidos para facilitar su producción, pero se habla de alteraciones fonológicas cuando estos procesos se dan en una etapa ya tardía o quedan fijados sin resolverse más allá de lo que es deseable. La doctora y logopeda Laura Bosch (2003) describe los perfiles fonológicos de cada edad y los procesos de simplificación del habla, que agrupa en tres bloques: los que hacen referencia a procesos de sustitución, los que hacen referencia a los de asimilación y los que implican la estructura silábica. Teniendo en cuenta estos perfiles, los entendidos sitúan el habla del niño en retraso o en trastorno. Se puede describir un lenguaje que obedece a un perfil fonológico de doce-dieciocho meses en retraso, o un perfil fonológico que no obedece a los criterios evolutivos sino que se rige por otros factores que no tienen que ver con la evolución. La reeducación logopédica en este trastorno tiene como finalidad la diferenciación de los sonidos de la lengua con la estimulación adecuada y favorecer los contrastes entre los sonidos para ir desvelando una buena escucha. Déficit auditivo Existen varias patologías que afectan el aparato auditivo. Los trastornos de la audición se pueden clasificar según varios criterios. Según el lugar donde está situada la lesión que produce el déficit, por el grado de la pérdida auditiva, teniendo en cuenta el momento de su aparición y según su evolución en el tiempo. Una otitis, es decir, una inflamación de la oreja media, puede provocar una hipoacusia de transmisión. La otitis media aguda tiene un origen infeccioso. Provoca dolor, a menudo intenso y persistente. Si la enfermedad progresa, la supuración acumulada en la oreja media puede ocasionar una perforación del tímpano. La otitis adhesiva se da cuando el tímpano se retrae y se engancha a la cadena de huesecillos debido a repetidas infecciones. Eso puede implicar una pérdida auditiva. La causa más frecuente de la sordera de los adultos es la otosclerosis, que implica la formación de un hueso anormal de consistencia muy dura que provoca una disminución de la audición y zumbido en el oído. La pérdida auditiva es progresiva. Si la lesión es en la oreja interna se da una hipoacusia neurosensorial o de percepción. Estos déficits auditivos se producen por una lesión en el órgano de Corti (sorderas cocleares, hipoacusias sensoriales); por alteración de las vías acústicas (hipoacusias retrococleares, neurales o neuropatías), y por trastornos en el córtex cerebral auditivo (hipoacusias corticales). Y también por ausencia de cóclea o mal funcionamiento del nervio auditivo. También las hay mixtas, que son las producidas por varias lesiones coexistentes, que afectan al mismo tiempo al oído medio y la cóclea. En este caso hay un componente de transmisión y un componente de percepción. La sordera varía según el grado de pérdida auditiva y del momento de aparición de la sordera. Es diferente una sordera que aparece antes de la etapa en la que se inicia el habla (sordera prelocutiva), que una sordera adquirida después de un primer aprendizaje del lenguaje oral (sordera postlocutiva). Aun así, en todos los casos, se pueden producir una serie de alteraciones importantes. En función del grado de pérdida auditiva, la sordera puede ser leve, media, severa o profunda. Según Gotzens y Marro (2000), las personas con sordera profunda en el ámbito perceptivo tienen una recepción distorsionada del habla, tanto cuantitativamente como cualitativamente, importantes dificultades de discriminación del habla en ambientes ruidosos, confusión de palabras parecidas y no pueden hacer la discriminación de las oposiciones fonológicas. El papel del logopeda en la atención de las personas con deficiencia auditiva es muy relevante, puesto que la sordera tiene severas repercusiones en el ámbito lingüístico. Se hace imprescindible un estrecho acompañamiento para ayudar a adquirir todos los aspectos lingüísticos del habla: fonética, fonología, morfología, sintaxis, semántica y pragmática, a través de la lectura labial. Hay una serie de objetivos referidos a la voz y el habla que actualmente se logran de forma más óptima gracias al apoyo de los aparatos electrónicos. Es básica la coordinación entre el logopeda y el audioprotésico para sacar el máximo rendimiento de las diversas prótesis auditivas, ya sean audífonos, vibradores óseos, prótesis de oreja media, implante coclear o implante de tronco cerebral. Las personas con sordera prelocutiva pueden o no utilizar apoyos electrónicos, pero tanto en unas como en otras, el logopeda tiene una tarea a desarrollar. Las personas sordas que no hacen uso de las ayudas electrónicas, por la razón que sea, pueden comunicarse

Esta pregunta también está en el material:

La logopedia (Nolla)
108 pag.

Fonoaudiologia Universidad de ValènciaUniversidad de València

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Entiendo que estás buscando información sobre las alteraciones del lenguaje oral más frecuentes. El retraso del habla es una alteración en el desarrollo de la adquisición del habla que hace que esta sea bastante ininteligible. Supone poca habilidad en el dominio del habla a pesar de que puede haber buena comprensión del lenguaje. La dislalia, por otro lado, es una alteración del habla que se manifiesta con errores que alteran la producción de la palabra, mientras que el trastorno fonológico implica errores en la selección de fonemas que deben producirse para que lo que se dice se entienda. Por último, el déficit auditivo puede ser causado por varias patologías que afectan el aparato auditivo, como la otitis, la otosclerosis y otros trastornos que afectan la percepción del habla. Espero que esta información te sea útil.

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