No habría nada que objetar a estos cambios, pues con ellos no se destruía el rito existente, sino que se le vivificaba y como había ocurrido a lo l...
No habría nada que objetar a estos cambios, pues con ellos no se destruía el rito existente, sino que se le vivificaba y como había ocurrido a lo largo de los siglos precedentes, se le desarrollaba de manera orgánica. Examinemos ahora las novedades aportadas por el "ordo missae" de 1969, por consiguiente cuatro años después de la revisión de 1965, así como las aportaciones de la versión alemana de 1976.
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