Claro, la concepción de los géneros literarios según la teoría clásica se basa en la división de la literatura en tres géneros principales: épica, lírica y dramática. Estos géneros tenían características y estructuras específicas que se mantenían dentro de ciertos parámetros. En el Romanticismo, esta concepción evoluciona hacia una mayor libertad creativa, donde los autores románticos buscan romper con las reglas establecidas, explorar emociones intensas y dar prioridad a la expresión individual. Los límites entre los géneros se vuelven más difusos, permitiendo una mayor experimentación y una mayor diversidad en la forma y el contenido de las obras literarias.
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