Modelos en los que se da la Economía Creativa. Fuente: elaboración propia con información de BID (2013) Hemos agrupado las áreas en las que la Econ...

Modelos en los que se da la Economía Creativa. Fuente: elaboración propia con información de BID (2013) Hemos agrupado las áreas en las que la Economía Creativa ha ganado terreno. De diez modelos planteados por diversos autores, lo reducimos a cinco de acuerdo a la temática y no por el contexto, aunque hubo épocas en que cada una de estas representaciones sobresalieron, por ejemplo, la arquitectura, el arte y la pintura tuvieron su época de oro, con el paso del tiempo otras cosas como la moda y los libros también mostraron un repunte y se han perpetuado desde siempre en los mercados con nuevas tendencias y estilos. Con la aparición del cine, la televisión o la radio se puso en marcha un nivel de creatividad muy exigente. Captar la atención del público ya no por el invento de estos, sino por el contenido requirió de una serie de esfuerzos que hizo a los autores echar a volar su imaginación. Es aquí donde vemos que la Economía Creativa estaba generando de manera oculta divisas económicas y posicionándose como una alternativa más de desarrollo sostenible que buscaba además la colectividad, la inclusión y que dejaba de un lado el individualismo. Desde mi punto de vista la Economía Creativa sigue teniendo su origen en el modelo manual, que es donde se pone de manifiesto el arte, la pintura, la arquitectura y otras disciplinas. Es aquí donde el hombre no solo se ha dotado de conocimiento sino de esa habilidad para materializar su imaginación, pero además para transmitir mensajes que calaran en lo colectivo, poniendo de manifiesto el interés por dar respuestas a las demandas sociales o de solidarizarse ante un mundo más desigual. Posterior a eso podemos decir que luego sigue el modelo de entretenimiento, y es que, con la aparición del cine, la televisión, la radio, la música y la literatura se pone de manifiesto la Economía Creativa, ya que es una forma de vender las ideas, pero también de llegar a calar en la mente o pensamiento de los ciudadanos que de una u otra forma necesitan de esa motivación para poder salir adelante. En tanto el modelo cultural comienza a tomar valor con la Economía Creativa, y surgen los patrimonios históricos, mientras que los museos ya son una forma de vender cultura, al igual que las galerías, pero no solo se trata de generar divisas sino del contenido y de la riqueza intelectual que se le está transmitiendo al individuo, a la sociedad y a diversas generaciones. Como ya hemos comentado anteriormente, la era digital sin duda alguna, es parte de la Economía Creativa, y es que en el modelo tecnológico claramente se identifican las características de la creatividad. Ya no solo basta con el surgimiento de las redes o el internet, sino que se requiere de elementos cibernéticos que capten la atención del público y que sean rentables. Es por eso que se inventan los programas informáticos, juegos en computadoras y también surgen medios de comunicación, es decir que trata de llenar o de cumplir con las demandas de la sociedad en un mundo que en ese entonces avanza hacia el consumismo. En cuanto al modelo audiovisual, podemos afirmar que esta área se puede considerar como la que más responde al consumismo, ya que dentro de ella se encuentra la publicidad, cuyo objetivo final es vender en grandes cantidades y no ofrecer un producto de calidad a como se busca en la Economía Creativa. Pero si es cierto que hay elementos que se pueden llevar un poco más a lo especializado como a las artes gráficas y las industrias editoriales. Queda más que claro que cada uno de los modelos en los cuales la Economía Creativa se destaca tiene sus similitudes y sus diferencias, pero no es más que un conjunto de ideas convertidas en bienes y servicios que hoy en día pueden garantizar desarrollo sostenible y crecimiento económico de un barrio, una ciudad o un país. Además de los modelos mencionados hay otros en los que se define claramente el valor expresivo. Entre estos podemos destacar el modelo de círculos propuestos por Work Fundation (2012) en el Reino Unido, que incluye varios elementos como la estética, lo social, espiritual, historia, símbolos y autenticidad. Este modelo planteado por la fundación establece una distinción entre las industrias culturales y creativas. Además, plasma una estrecha conexión entre la expresión creativa y la propiedad intelectual de un individuo, o simplemente de los derechos de autor por lo que se hace necesario retomar dicho patrón para entender hacia donde se dirige la Economía Creativa. Por otro lado, la expresión cultural surge como un proceso social (la creatividad en sí es social) que se elabora en contextos comunitarios, así que el círculo central debería ser rebautizado como “expresión cultural central”, se derivan el resto de alternativas o modelos sobre la Economía Creativa que deben ponerse en marcha para lograr la sostenibilidad. Ámbitos de la Economía Creativa. Fuente: elaboración propia con información de Work Fundation (2012) Como se puede observar en el gráfico anterior el núcleo del proceso se encuentra en el ámbito creativo básico, es decir, que todo producto comercial tiene un gran nivel de expresión o el sello de un autor que merece ser reconocido como tal, y es que la creatividad parte o se inicia en el momento mismo de la idea de un rubro y este se materializa para luego comercializarlo a gran escala o posicionarlo en los mercados. En la imagen también se destacan las industrias culturales por el valor que representan para las masas, por lo que en esta parte también se hace mucho énfasis en los derechos de autor, que no es más que el reconocimiento de esas personas que plantearon una idea y se materializó para un público meta. Posterior a esto hay que mencionar las actividades e industrias creativas y es aquí donde se destaca el valor que tiene la expresión para diversos sectores. Plantear una idea a través de un producto ha ido tomando cada vez mayor importancia en los modelos sobre la Economía Creativa. Y, por último, pero no menos importante se agrega en este modelo el resto de los componentes económicos. Todos los sectores de la economía, principalmente el manufacturero explotan los recursos creativos para poder lograr su objetivo, o para poder llegar a que el público consuma lo que están tratando de vender o de ofrecer a través de una marca o sello. En este sentido se puede deducir que la Economía Creativa está presente en casi todos los aspectos del ámbito económico y social, convirtiéndose en una alternativa para garantizar sostenibilidad y ofrecer una nueva forma de hacer negocios y garantizar oportunidades justas a quienes no logran superar una crisis, o se enfrentan a la terrible situación de no encontrar empleo en los países en vías de desarrollo. Es por eso que en estas naciones es en donde más auge viene tomando en los últimos años la creatividad. Una vez definidos los distintos modelos es necesario situar el contexto y los contornos de la Economía Creativa y es que, la UNESCO (2013), señala que a diferencia de los otros sectores económicos, esta disciplina necesita políticas modificadas ya que se han generado modelos industriales genéricos que no responden a las necesidades de las mismas. Para Miller (2016), el enfoque que existe en este ámbito sigue siendo uniforme, lo que perjudica la particularidad local y regional. Se continúa apostando a lo global y restándole importancia a lo micro a pesar de estar demostrado que en lo pequeño es donde se le encuentra el verdadero significado a la Economía Creativa. La Economía Creativa se diferencia de otros sectores a través de la forma organizativa y del riesgo de mercado asociado a nuevos productos, lo micro es lo más común en este sector sobre todo en los países en vías de desarrollo (UNESCO, 2013). La UNESCO (2013), además ha identificado tres niveles distintos en los que se puede situar la Economía Creativa: Según esta clasificación en el primer nivel se encuentran los productores, quienes son independientes y de pequeña escala. No tienen contratos con empresas y no producen en grandes cantidades, sin embargo, conservan un alto grado de calidad ya que buscan darle al cliente un valor agregado. En segundo lugar están las sucursales, en este nivel se va perdiendo poco a poco la independencia que tienen los productores porque ya no trabajan para ellos mismos, sino para algunas empresas. Lo que hacen es aprovechar el recurso