En el plano de lo estético, la racionalidad conlleva no solo compromisos éticos, implica una profunda actividad creadora y una manifestación de la ...
En el plano de lo estético, la racionalidad conlleva no solo compromisos éticos, implica una profunda actividad creadora y una manifestación de la sensibilidad “hablar de «racionalidad» estética es otra dimensión que no depende de la razón sino de la sensibilidad y la imaginación creadora” (Boaventura, 2006, p. 311). En el contexto analizado la racionalidad no depende solo de la razón, ni es el fruto de la “pretensión del sujeto cartesiano” (Boaventura, 2006); tampoco quiere instrumentalizar el pensamiento de los niños y las niñas, para que haga del dibujo la mera expresión de un recurso técnico. La tarea del pedagogo y de la familia, consiste en estimular al máximo su sensibilidad, motivarlo para leerse a sí mismo y al mundo, fortaleciendo en él la capacidad de establecer relaciones entre todos estos ámbitos, solo así se puede aportar en la formación de los niños y las niñas que desde del preescolar se encuentre. La experiencia estética de hoy, exige un alto nivel de compromisos institucionales y familiares para que los niños y las niñas puedan apreciar el arte, comprenderlo desde sus propias posibilidades y crear con libertad expresiva.
Compartir