Logo Studenta

mar. Ubicada al sur de la península de Esmeralda, su supuesta posición estratégica originó un enclave militar que a su vez atrajo población civil. ...

mar. Ubicada al sur de la península de Esmeralda, su supuesta posición estratégica originó un enclave militar que a su vez atrajo población civil. Cuando el interés del ejército decayó, y de la misma forma que ha ocurrido en tantos lugares, Pueblo Verde ya era un lugar habitado por las suficientes personas como para intentar subsistir por sus propios medios, y lo hicieron pese a que la población más cercana, Santa María del Sur, se encontraba nada menos que a trescientos km. Por supuesto, nada de todo esto haría que todo el país conociera tanto a Pueblo Verde; no, era otra cosa, algo que todavía nadie había sido capaz de explicar, ni tan siquiera medianamente. La cuestión saltó a la luz hace ya muchos años, cuando, cotejando los resultados electorales locales con los resultados globales del país, en busca de eso que se llama territorios “modelo” o “muestra”, se comprobó que los resultados de Pueblo Verde, con apenas un censo electoral de varios miles de personas, eran prácticamente iguales que los resultados finales del país. Es decir, que si sólo se hubiera votado en Pueblo Verde, el Parlamento habría tenido exactamente la misma composición, diputado a diputado. Inmediatamente se investigó en la historia electoral, y se comprobó que eso siempre había sido así. Desde que se tienen resultados electorales, la votación de Pueblo Verde es idéntica al resultado global del país. Sin más. Naturalmente, a Pueblo Verde le cayó encima un auténtico alud de sociólogos, politólogos, antropólogos y todos los ogos habidos y por haber, además de periodistas y curiosos, claro. Sin embargo, tras estudios y más estudios, el interés decayó ante la imposibilidad de establecer o decir nada realmente convincente respecto al origen o razón del fenómeno. Eso sí, cada noche electoral todas las televisiones del país destacan una unidad móvil en Pueblo Verde, y cuando acaba su rápido recuento, el candidato que sonríe tiene razones para hacerlo: será el ganador. Es por esto que todo el mundo conoce Pueblo Verde. —¡Pueblo Verde! ¡Dios mío! Laura, ni se te ocurra aceptar, eso es la nada en medio de la nada. —Paula, no es tan sencillo, si renuncio me caeré no sé cuantas posiciones en la lista. —Y desde cuando te ha importado tanto eso, además tú misma dices que estás muy bien en tu escuela, que te respetan, que te dejan hacer. Nunca he acabado de entender tu interés por tener una plaza pública. —Te pasas la vida diciéndome que no tengo los pies en el suelo, y por una vez que hago lo mismo que todo el mundo, que todos mis colegas, pasarme de la privada a la pública, me dices que no lo entiendes. —De acuerdo, de acuerdo, ya sé que las condiciones son mejores, pero, ¿realmente vale tanto la pena como para pagar ese precio? —¿Qué precio? —Que te vas a desenraizar totalmente, dejas sola a tu madre, y a tu hermano, y a tus sobrinos…..y a mí. Paula no pudo evitar el llanto, nada estridente pero realmente sentido. —¡Paula! Mi Paula. El abrazo de Laura quiso decir muchas cosas, y quizás la primera era todo el amor que sentía por Paula. Sin embargo, se iba a Pueblo Verde. Lo supo desde el preciso instante en que leyó el correo. La conversación con Paula no era más que el primer ensayo del intento de dar una explicación convincente de por qué se iba. Iba a ser difícil. Ella no tenía esa explicación. —Me voy a Pueblo Verde, no me lo pongas más difícil, todavía no sé qué le voy a decir a mi madre ni a mi hermano. Me había preparado una argumentación racional, pero ya veo que no sirve para mucho. Sí, si no acepto la plaza me caigo, pero no demasiado, si ya o es moverme como un títere suspendido en el aire, que al final no va a ninguna parte. Y creo también que la muerte de papá me ha dejado como un mensaje, un mensaje que quizás no sé interpretar, pero siento que me viene a decir que me mueva, pero que esta vez, al moverme, me asegure de que realmente estoy haciendo camino. —Y lo que pasó en el teatro es como una señal ¿No? Una señal de que todo está bien, que has cumplido con él y que ya puedes pensar en ti. —¡Te voy a echar tanto de menos! Pero te prometo que vendré a menudo, ya sabes, nosotros siempre estamos de vacaciones, y además éste es sólo el primer destino, poco a poco me iré acercando, ya lo verás. La conversación con Elena y Luis no fue tan fácil, no entendieron nada, Elena nunca había sido de las madres que recriminan cosas a sus hijos, pero esta vez sí lo hizo. —Te vas cuando más te necesito. —Mamá, Luis se va a ocupar de ti, y también Dolores, que ya sabes cómo es y lo que te quiere. —Sí, nos ocuparemos de mamá, claro, pero Pueblo Verde está demasiado lejos, y tu escuela de ahora te gusta mucho, siempre lo dices. —Tengo que irme, ya sé que no soy capaz de dar explicaciones Todavía quedaba una tercera conversación, y Laura no sabía decir si no era la que más temía. —¡A Pueblo Verde! ¡Te vas a Pueblo Verde! Era Luisa, la directora, y también su amiga en muy buena medida, y desde luego su cómplice permanente. Si el aula de Laura había sido un aula donde investigar, donde ensayar, había sido en gran parte por el apoyo constante de Luisa, siempre dispuesta a escuchar a Laura y dar cauce a todas sus ideas sobre la educación infantil. —Sí, me voy, y como me digas media palabra, sólo media palabra, ya sabes que no me voy, no me puedo ir contra ti, contra ti, no. —Sé de sobra que no puedo competir, que esto es un goteo, que un día u otro, muchos de los que tenéis valor, os vais, pero no deja de dolerme cada vez que pasa. No deja de dolerme. Claro que también tenía que pasar contigo. Mi soñadora favorita también es capaz de echar un ancla a tierra. —No es sólo eso de las mejores condiciones, que al final creo que sólo es una excusa. Nunca le tuve mucha fe a ese cambio, de hecho pensaba que probablemente cuando llegara el momento no lo haría... Luisa, estoy un poco confundida. —¿Confundida? —Sí, nunca he acabado de saber por qué me presenté a la pública, pero lo hice, y luego me olvidé, de verdad. Pero mi padre se muere, algo me dice que tengo que cumplir un encargo vital para él. Un encargo vital después de su muerte ¡Qué paradoja! Y lo hago, lo hago gracias a la más insospechada ayuda. Y justo el día después de hacerlo: Pueblo Verde. Leo el correo y no lo dudo ni por un momento, me voy. —O sea, que, como mínimo, ya van tres cosas que tu razón no comprende pero que sin embargo has hecho o vas a hacer. —Justo eso, y ahora ya necesito ordenarlo un poco todo. —Y en Pueblo Verde estará la respuesta, ¿No? —No lo sé, pero es la siguiente etapa, tiene que ser la siguiente etapa, aunque quizás sea simplemente la primera etapa. —No te vas contra mí, no, y te doy las gracias, te doy las gracias por todo lo que has intentando y por todo lo que has logrado. Sé que a veces no tienes demasiado buen concepto de ti misma, pero déjame que te diga algo: eres una maestra como la copa de un pino. Una de las mejores docentes que he conocido. Tienes mis mejores deseos y también una cosa que no es una frase hecha, no lo es. Laura ésta será siempre tu casa. IV No le hicieron esperar demasiado, finalmente la señora Perdomo resultó tener más o menos la misma edad de Laura, y su aspecto también resultó parecido al suyo, distando un tanto del que suele asociarse a la imagen de los probos funcionarios. —Creo que ya está todo. Pese a las nuevas tecnologías, seguimos cumpliendo el ritual de entregar toda la documentación en mano; pero no se preocupe, en la escuela tienen duplicado de todo, prácticamente podría presentarse únicamente con su cédula de identificación. Como ya le he dicho, la escuela se ocupa de todo, ya verá como al llegar le estará esperando una linda casita totalmente acondicionada y con un alquiler muy asequible, y apuesto a que también tendrá a su disposición alguien de la escuela para que le explique todo lo que puede hacer en Pueblo Verde, que quizás no sea mucho; pero siempre hay que saber dónde comprar y solventar las cuestiones de eso que llamamos vida cotidiana. —Muchas gracias. Laura estaba comprobando que Ángeles Perdomo, además de muy amable, era realmente diligente. —El día 20 accederá usted a la función pública, por supuesto desde aquí ya nos ocupamos de realizar los cambios para las cotizaciones sociales y demás cuestiones legales. —Realmente usted lo hace todo muy fácil. —Es mi trabajo… Laura, y ahora creo que debo recordarle una cosa, una cosa

Esta pregunta también está en el material:

348 pag.

Literatura e Ensino de Literatura Universidad Bolivariana de VenezuelaUniversidad Bolivariana de Venezuela

💡 1 Respuesta

User badge image

Ed IA de Studenta Verified user icon

Tienes que crear una nueva pregunta.

0
Dislike0

✏️ Responder

FlechasNegritoItálicoSubrayadaTachadoCitaCódigoLista numeradaLista con viñetasSuscritoSobreDisminuir la sangríaAumentar la sangríaColor de fuenteColor de fondoAlineaciónLimpiarInsertar el linkImagenFórmula

Para escribir su respuesta aquí, Ingresar o Crear una cuenta

User badge image

Otros materiales

Otros materiales