Administración es el ciego brazo ejecutor de la ley-; la racionalidad de la Administración –la ejecución de la ley es considerada una técnica racio...
Administración es el ciego brazo ejecutor de la ley-; la racionalidad de la Administración –la ejecución de la ley es considerada una técnica racional-; y la transparencia de la Administración –la aplicación de la ley no debe tener una intencionalidad política que distorsione la voluntad política del legislador-. Sin embargo, la consideración de la Administración como promotora del cambio social y su creciente intervencionismo impiden seguir sosteniendo que se mantienen en la actualidad las características de la Administración antes descritas. Con ello, la legitimación formal de la Administración debe completarse con criterios materiales de legitimación. Se argumenta que la Administración debe buscar su legitimidad en la eficacia, esto es, en su capacidad para materializar los fines encomendados por la ley; y en la aceptación, por parte de los interesados, de las decisiones administrativas. Estas líneas de reflexión se han materializado en un conjunto de medidas bien definidas.
Compartir