No compartimos, sin embargo, una visión tan optimista de las bondades de la sociedad y de los individuos. Tampoco el Derecho demuestra una confianz...
No compartimos, sin embargo, una visión tan optimista de las bondades de la sociedad y de los individuos. Tampoco el Derecho demuestra una confianza ciega en la autorregulación al punto de confiarle la satisfacción de ciertos fines públicos. Así, todas las manifestaciones de la autorregulación regulada poseen un elemento, derivado de la regulación pública de la autorregulación, que es indispensable para comprender este fenómeno. Dicho elemento deriva de una nueva correlación de responsabilidades entre el Estado y la sociedad, en concreto, del principio de corresponsabilidad en la
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