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WAYNE PARSONS . ~ POLITICAS ~ PUBLICAS Una introducción a la teoría y la práctica del análisis de políticas públicas ID FLACSO .Mr;XICO Directora General de la FLACSO-México: Giovanna Valenti Nigrini Secretaria Académica: Gloria del Castillo Alemón Coordinadora de Fomento Editorial: Gisela Gonzólez Guerra Comité Editorial de la FLACSO-México: Carlos Alba Vega, Gloria del Castillo Alemón, Cecilia Bobes, Mónica Casalet Ravenna, Silvia Dutrénit Bielous, Víctor Godínez Zúñiga, Juan Carlos Moreno-Brid, Fernando Saavedra Pelóez, Ligia Tavera Fenollosa, Benjamín Temkin Yedwab, Francisco Valdés Ugalde y Giovanna Valenti Nigrini Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, Sede México . Carretera al Ajusco 377, Col. Héroes de Padierna Tlalpan 14200, México, D. F. Teléfono: (O 1) (55) 30 000 200 www.flacso.edu.mx En Buenos Aires: Mlño y Dávlla srl Pje. José M. Giuffra 339 (C1064ADC) tel-fax: (54 11) 4361-6743 Buenos Aires' Argentina e-moil producción:produccion@minoydavila.com.ar e-mail administración:administracion@minoydavila.com.ar En Madrid: Mlño y Dávlla editores Arroyo Fontarrón 113, 2° A (28030) tel-fax: (34) 91 751-1466 Madrid . España www.mlnoydavlla.com.ar ÍNDICE GENERAL Prefacio XV Prefacio a la edición en castellano XVII Presentación a la edición en castellano XXI Introducción 31 Capítulo 1: Meta-análisis Analizar el análisis 35 1.1 Introducción 35 I.2 Lo "público" y las "políticas" como conceptos 36 I.3 La evolución del enfoque de las políticas públicas 50 1.4 Tipos de analistas y análisis de políticas públicas 63 1.5 Variedades de marcos de análisis 66 1.6 Marcos filosóficos de análisis 75 1.7 El análisis yel proceso de las políticas públicas 89 1.8 Modelos, mapas y metáforas • 92 1.9 Paradigmas perdidos y encontrados: cambios en el objetivo y los marcos de análisis de las políticas públicas 102 1.10 Etapas y ciclos: el mapa del proceso de las políticas públicas 111 I.I I Contenido de los Capítulos II, III YIV de este libro 115 Capítulo 11: Meso-análisis Análisis de la definición del problema, el establecimiento de la agenda y la formulación de las políticas públicas 117 2.1 Introducción 117 2.2 Enfoques para el análisis de los problemas sociales 124 2.3 Opinión pública y políticas públicas 141 2.4 Teorías sobre el control de la agenda 156 2.5 Tipologías de los asuntos de las políticas públicas 162 2.6 El pluralismo, la no decisión y la tercera dimensión del poder 165 2.7 Enfoques neomarxistas y críticos 176 2.8 El conocimiento y la agenda de las políticas públicas 184 2.9 Las políticas públicas y los problemas como símbolos 206 2.10 Redes, corrientes, coaliciones promotoras y equilibrio interrumpido 213 2.11 El análisis de los límites 236 2.12 Globalización y formulación de políticas públicas: parámetros internacionales 260 Capítulo 111: Análisis de las decisiones Análisis del proceso de toma de decisiones y análisis de las políticas públicas para la toma de decisiones 273 3.1 Introducción 273 3.2 Toma de decisiones: marcos y contextos disciplinarios 275 3.3 Enfoques del poder ante la toma de decisiones 276 3.4 Racionalidad y toma de decisiones 300 3.5 El enfoque de la elección pública ante la toma de decisiones 333 3.6 Enfoques institucionales 349 3.7 Personalidad, cognición y procesamiento de la información en la toma de decisiones 362 3.8 Análisis de políticas públicas y decisiones públicas 405 3.9 La toma de decisiones racional y la búsqueda de una gobernanza informada .. 450 3.10 Críticas al análisis de políticas públicas 455 Capítulo N: Análisis de la implementaci6n y los resultados Análisis de la implementación, la evaluación, el cambio y el impacto .477 4.1 Introducción 477 4.2 Contenido del Capítulo IV 481 4.3 Implementación 481 4.4 Sistemas de implementación y resultados (de/ivery systemi) 509 4.5 Evaluación : 560 4.6 Cambio y continuidad en la formulación de políticas públicas 586 4.7 Promesas y desempeño: evaluar el impacto y los resultados 615 4.8 Conclusión: más allá de la implementación y los resultados, el camino hacia la democratización 629 Bib/iografía 633 Capítulo V: Casos latinoamericanos Introducción 685 El programa "Nueva Escuela Argentina para el Siglo XXI". Argentina, 1994-1999 InésAguerrondo 689 El "Programa de Capacitación para el Trabajo" de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social mexicana IvicoAhumada Lobo 701 Las redes ciencia-industria: nuevas perspectivas de la política científica y tecnológica en México Mónica Casales 707 El aseguramiento de la calidad en la educación superior en México: una experiencia exitosa de política pública Gloriadel CaJ/illo Alemán 715 La participación de organizaciones civiles en el diseño e implementación de políticas: el caso del proyecto de la Salud Sexual y Reproductiva en el Distrito Federal Fabiola Ferndndez Guerra 727 La seguridad en los Centros Federales de Readaptación Social en México Rodo!fó [iménez Gonzdlez 735 El programa "Bibliotecas de Aula": un caso exitoso de innovación y calidad gubernamental en México Pedro Langre Rosado y Jorge ~lasco y Félix 743 La naturaleza cambiante de lo público y lo privado. El caso de la política de privatización en México Tomislau Lendo , 751 La reforma de la educación secundaria en México. Una experiencia de política pública Francisco Miranda : ; 763 Políticas de combate a la pobreza en Costa Rica: el caso del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares. Fodesaf Carlos Sojoy GuillermoAcuña 773 Estudio de caso: una mirada a la evaluación de impacto del programa Oportunidades en México Iliana Yaschine, Citlalli Herndndezy Ana Núñez 781 Nuevos procesos de gestión pública: las mujeres en la forrnacíón de políticas sociales. Un análisis comparado del Consejo Provincial de la Mujer (Provincia de Buenos Aires, Argentina) y elServicio Nacional de la Mujer (Chile) Gisela Zarelnberg 789 Índiceanalítico 799 meros años y todavía se puede apreciar. aunque de cierta manera ha cedido a con- troles más estriél:os en años recientes. [... ) En resumen, RAND empezó su vida corporativacon un equilibrioentre loscientíficos de la Academia de Lagado [... ) de Losviajes de Gullioer, y loscientíficos del NeioAtlantis de Francis Bacon. Se trataba de una comunidad de inteleél:uales (jóvenes. brillantes, incansables. absolutamente comprometidos) que dlficilmente sería igualada en ningún lugar del mundo. (Wi//iams y Palmatier; 1992: 50-51) No obstante. debe destacarse que los jóvenes brillantes de RAND Corporation también fueron responsables de cierta especie de devoción tecnócrata (véase Smith, 1972: 61-62) que contribuyó considerablemente al desarrollo de una estrategia defensiva que alcanzaría su consumación con la crisis de los misiles en Cuba (véase la sección 3.3.6). Como se puede ver a partir del anterior repaso de los tbink-tank». la defini- ción precisa de thinle-tane varía: los hay enormes y con gran financiamiento. pequeños y altamente políticos, y enormes, con gran financiamiento y muy políticos. Pueden ser "académicos" en el sentido de que buscan producir infor- mes y publicaciones para contribuir al nivel general de conocimiento o bien tener un enfoque altamente "ideológico". Dror, por ejemplo. elimina una buena cantidad de organizaciones cuando afirma que "las organizaciones de investi- gación, diseño y análisis de políticas públicas" (think-tanks) son distintas de las "unidades que participan en la mejora de las decisiones dentro del gobierno" o de los "institutos de estudios avanzados" (Dror, 1984). Una forma más clara de expresarlo es decir que, en general, hay dos tipos de think-tane: los que están dentro y los que están fuera del gobierno. El Capítulo III de este libro (3.8.2) aborda los primeros. Los think-tanles externos pueden clasificarse dentro del espectro izquierda-derecha, mientras aquellos que se autodenominan indepen- dientes o "no partidistas" estarían cerca del centro (véase Barberis y May, 1993: 113 y más adelante) . •;. Los think-tanks James Cornford, "Performlng Fleas: Reflectlons from aThink-Tank'~ 1990 James Cornford abandonó el mundo de la academia en la década de 1970 para adentrarse en el mundo de los pensadores de políticas públicas a través de DuterPalieyCirc/e Unit. Posterior- mente, dirigió una de las mayores agrupaciones de patrocinio a las ciencias sociales en el Reino Unido, la Fundación Nuffield. En 1989 formó parte de un thtnk-tank de izquierda, el Instituto de Investigación en Políticas Públicas (IPPR). Este texto plantea que los think-tanks son actores me- nores en comparación con los departamentos gubernamentales, las corporaciones, los grupos de profesionales, los partidos políticos y los grupos de interés. Los think-tanks, afirma, son "pul- gas circenses"que siempre están buscando el momento o la oportunidad de picar al aparato po- lítico. En su papel de pulgas circenses, los think-tanks son básicamente intermediarios que viven sobre y de otros actores. Son menos importantes por la originalidad de su aportación a las polí- ticas públicas que por su capacidad de gestorla y mediación en cuanto a las ideas. La forma en que un think-tank realiza esta función depende de "su tamaño, la amplitud de sus atribuciones, horizontes temporales, participación en la investigación, compromiso ideológico, acceso a quie- nes detentan el poder y estrategia de influencia" Los tbink-tanks, concluye Cornford, están 194 Wayne Parsons "comprometidos con el gobierno por medio de la conversación, con el poder del debate racional como motor de las mejorías': Una buena gura de think-tanks En 1991-1992,TheEconomist(vol. 321,21 de diciembre -3 de enero de 1992,pp. 81-85)publicó una guía de los think-tanks más conocidos del mundo. Ihe Economistcalificó a los think-tanks en una escala de Oa 5 en las siguientes categorías: inteligencia, conexiones, astucia, habilidad para ob- tener ventajas con esfuerzos mínimos y excentricidad. A continuación se presenta la lista con las calificaciones en el orden antes citado: Council on Foreign Relations (Nueva York) Royallnstitute of International Affairs (Londres) Stiftung Wissenschaft und Politik (Ebenhausen. Alemania) Foreign Policy Association (Moscú) Center for Strategic and InternationalStudies (Washington) Internationallnstitute for Strategic Studies (Londres) Institute ofStrategic Studies (Kuala Lumpur) Centre for European Policy Studies (Bruselas) East-West Center (Hawai) Institute for International Economics (Washington) Institute ofEconomic Affairs (Londres) Adam Smith Institute (Londres) Economic Policy Institute (Washington) Instituto Libertad y Democracia (Lima, Perú) Korea Development Institute (Seúl) Institute for Policy Studies (Singapur) Promethée (París) Mazingera Institute (Nairobi) Brookings Institution (Washington) American Enterprise Institute (Washington) Cato Institute (Washington) Heritage Foundation (Washington) Hoover Institution on War, Revolution and Peace(Stanford University) 4-5-3-3-0 3-5-3-2-0 3-4-1-4-2 2-3-4-2-0 3-5-5-3-1 3-4-3-1-2 2-4-4-3-4 4-4-2-3-1 3-3-3-5-2 5-3-4-3-0 3-2-3-2-4 2-3-5-2-3 2-2-3-1-2 4-5-4-2-3 4-5-2:"3-1 3-4-1-4-2 3-4-2-3-1 4-2-1-0-2 4-3-3-4-1 4-4-3-2-2 4-1-3-2-5 2-3-5-3-4 5-3-3-5-3 Los think-tanks en la década de 1990 La década de 1980 vio el auge de los think-tanks. Sin embargo, como indicaba un reportaje de The Sunday Times publicado en 1994, los rumores del fin de los think-tanks eran exagerados: Trevor McDonald sedisculpó profusamente. Elamigo que acababa de aparecer en el pro- grama News at Ten hablando de la política financiera de los demócratas liberales no era, como se había dicho al público, Andrew Dilnot dellnstitute of FiscalStudies. No, se trataba de Madsen Pirie,del Adam Smith Institute. Nada de qué preocuparse; Dilnot apareció unos cuantos minutos después en Newsnight para debatir las propuestas de Paddy Ashdown, pisándole los talones a Helen WHkinson de Demos, que hablaba de la generación blanda. De pronto, las opiniones de los moradores de los think-tanks invaden los medios. La sen- sación es idéntica a la que experimentamos a principios de la década de 1980. ("Great minds think alike~The Sunday Times, 21 de agosto de 7994:4.3) El mapa de los think-tanks británicos Barberis y May (1993)presentan un mapa de los thi;,k-tanks británicos dentro de un continuo izquierda-derecha (diagrama 2.15). Capitulo 11: Meso-análisis 195 Diagrama 2.15 Un marro de análisis paralos think-tanks britdnicos Izquierda FabianSociely Centro Centre for Policy Srudies Deruha LabourResearch Departmenr Insrirurefor Public PolicyRcsearch Hansard Soeiery PolicySrudies Insnrure AdamSmith Instíture Insrirurefor Eamomic AJWrs Fum~ romado y adapradode Barberis y May (1993: 113) Másallá de GranBretañay Estados Unidos También han proliferado los think-tanks de diversos tipos fuera de Gran Bretaña y Estados Unidos, como lo evidencia la encuesta publicada por The Economist (citada anteriormente). Uno de los países en los que el desarrollo de los think-tanks ha sido notable es Japón: Hasta la década de 1960 se registraba una escasa participación activa organizada en la formulación de poUticas en Japón. Sin embargo, a principios de la década de 1970 había más de 70 grupos privados [... lla mayoría de los think-tanks japoneses tienen una estre- cha afiliación corporativa y sus vínculos con las universidades no son tan sólidos como ocurre en Estados Unidos. (Smith, 7989: 777) Self (1993) describe la forma en que los think-tanks de derecha llegaron a tener un impacto significativo en las agendas de políticas públicas en Australia, Nueva Zelanda y Canadá. Esteau- tor señala que en Australia y Nueva Zelanda "los vínculos entre los think-tanks y los políticos de derecha son sumamente estrechos" (Self, 1993: 66). Véasetambién Marsh (1991), donde se en- cuentra una revisión del papel de los think-tanks en Australia. Por otra parte, la Business Roundtable de Nueva Zelanda y el FraserInstitute de Canadá han sido importantes en el establecimiento de la agenda de políticas públicas en sus respectivos países. + Carol Weiss (1992) sostiene que hay cuatro grandes faél:ores que explican el desarrollo de las organizaciones de análisis de políticas públicas en Estados Unidos: fragmentación y desagregación política, la complejidad de los proble- mas sociales y la menor influencia de los servidores públicos. Estos faél:ores también son aplicables, en diversos grados. a otros sistemas políticos; llenan las lagunas creadas por mayor cantidad de conocimientos, mayor complejidad y mayor pluralismo. Anteriormente podía decirse que los "grandes hombres" y los partidos políticos cumplían la función de mediar y sintetizar los conocimientos y las ideas. Los personajes clave (líderes de opinión) servían como punto de entrada de ideas nuevas, inmersos como estaban en una red de opiniones, ideas y conocimientos. Se trataba de un mundo político habitado por una élite pequeña y relativamente coherente, con acceso a los tomadores de decisiones y 196 Wayne Parsons FLACSO -Biblioteca' ... que entraban y salían de los dominios de políticas públicas y toma de decisiones de las élites gobernantes. Sin embargo, por todas las razones señaladas por Weiss, más conocimiento, mayor complejidad y mayor pluralismo aél:ualmente signi- fican que las ideas se relacionan con el proceso de formulación de políticas públicas de manera muy distinta a los tiempos de Keynes. Por lo tanto, la expansión de los think-tanks es algo que puede verse tanto como una manifes- tación de pluralismo aél:ivoen una sociedad moderna de la información, como una amenaza a la democracia. Como pluralistas, es posible afirmar que con la proliferación de think-tanks el conocimiento puede presentarse, efeél:ivamente, como un argumento de políticas públicas, yen una sociedad abierta la contra- posición de conocimientos constituye una forma democrática de proceder. Por otra parte, en tanto amenaza, puede decirse que el tema de fondo son aquellas personas que no tienen el poder ni los recursos para acceder al análisis. Así, hay que considerar la relevancia de los argumentos de los teóricos que señalan cómo pueden los análisis de políticas servir para distorsionar y manipular el debate (2.7.3). Para ser efeél:iva, la participación en el proceso de las políticas públicas debe atender el tema de cómo el análisis de políticas puede coadyuvar a la equi- dad en lugar de profundizar la desigualdad de las influencias. En palabras de Bobrow y Dryzek: Las grandes corporaciones, las burocracias gubemarnentales, los grupos de interés nacionalesy las asociaciones profesionales están muy bien organizadas y cuentan con Jos recursosparacontratar a talentososy convincentesdefensores de suscausas. Como siempre, lasorganizaciones comunitarias.laspequeñasempresasy los pobres salen peor librados incluso en un foro de iguaJdad formal de acceso (como lasau- diencias legislativas. los juicios, las revisiones de proyectos, las audiencias públicas o lascomisionesespeciales). Elanálisis de políticaspúblicas puede actuar como an- tídoto de taJ desigualdad al educar a los participantes en relación con lasvíasdel proceso de las políticas públicas, aJ auspiciar redes informaJes y al dirigir la aten- ción a los temas clave. (Bobrow y DryZtk. 1987: 177) Fischer (1991) apunta que los think-tanks y los análisis de políticas públicas pueden encontrar un contrapeso en el regreso a los experimentos de las décadas de 1960 y 1970, época en que se formulaban proyeél:os para el trabajo conjunto de expertos y ciudadanos en la resolución de problemas. Otra respuesta podría ser la reevaluación de la idea de realizarseminarios de decisión, propuesta por Lasswell (Lasswell, 1960). No obstante, el impulso necesario para consolidar este tipo de cambios no es evidente para Fischer ni para el autor del presente libro. Así, sigue siendo válido decir que, en vista de la necesidad de que los grupos de interés y otros aél:oreselaboren argumentos analíticos para impaél:ar el proceso de las políticas públicas, la falta de análisis de políticas más allá de esas organi- zaciones yesos intereses capaces de asumirlo disminuye drásticamente la capa- cidad de los ciudadanos de participar en la formulación de las agendas y la construcción de los problemas. (Más adelante se volverá sobre este tema, al revisar la implementación y la evaluación de las políticas públicas; véanse las secciones 4.3 y 4.5.) Capitulo 11: Meso-análisis 197 La proliferación de think-tanks, taJ como lo vaticinara Trevor Srnith en la década de 1970, ha llenado efeél:ivamente el vacío que dejó la decadencia de los partidos y la política parlamentaria. Srnirh (1994) afirma que, sobre todo. se necesita una reforma urgente de los acuerdos constitucionales de las demo- cracias liberales, como Gran Bretaña, a fin de revitalizar el papel que el sufragio y la política pueden desempeñar, en oposición al papel del "análisis", en la defi- nición de la agenda política. En este sentido, los think-tanks son síntomas de una decadencia y una desilusión "postmodernas" más generalizadas en cuanto a la política "clásica". El peligro es, claro, que sin la renovación del proceso político democrático las ideas se enfrentarán en los "tanks" y no en foros polí- ticos abiertos (con elecciones). Lejos de constituir un medio para ampliar la gama de las ideas, una agenda política dominada por tbink-tanks puede acabar sirviendo a un limitado rango de opciones e ideas de políticas públicas (véase el caso de los think-tanles "sociales", 4.4.8). 2.8.3/ Las ideas y el proceso de las políticas públicas .:. Textos clave Son varios los libros que ofrecen excelentes compilaciones de ensayos sobre este tema. Entre ellos destacan los siguientes: A. Gamble et al., Ideas, Interests and Consequences, 1989. P.A. Hall (editor), ThePolitical PowerofEconomic Ideas, 1989. D.w. Colander y A.w. Coats, TheSpread ofEconomic Ideas, 1989. Gran parte del debate abreva en el texto que aparece en las dos últimas páginas del libro de Keynes titulado GeneralTheory(1936). Parsons (1983, 1985 Y 1989) discute la visión keynesiana de la formulación de polfticas con base en las ideas. La literatura arriba citada aborda las ideas económicas y las políticas públicas. No obstante, puede consultarse la obra de Kingdon (1984) y Sabatier y Jenkins-Smith (1993), autores que in- tentan desarrollar nuevas vías para analizar, de manera más general. cómo las ideas dan forma a las políticas públicas.• El desarrollo de los think-tanhs en las décadas de 1970 y 1980 revelaba que las "ideas" eran consideradas cada vez más importantes dentro del proceso polí- tico. A lo largo de la historia, los teóricos y los filósofos han subrayado el papel de las ideas. La noción de que las ideas cambian al mundo y de que son los grandes hombres los paladines de las ideas fue el concepto central delliberaJismo del siglo XIX. John Stuart MilI (en el Capítulo III de su Ensayo sobre la libertad) señala, por ejemplo, lo siguiente: Hoy en día las masas no adoptan las opiniones de dignatarios eclesiásticos ni polí- ticos, ni de líderes notables ni de los libros. Sus ideas provienen de personas comu- nes, que se dirigen o hablan en su nombre, o al calor del momento. (MilI, 1968: 124) 198 Wayne Parsons Sin embargo, no puede esperarse la iniciación de nuevas ideas y "cosas nobles" a partir de esta "mediocridad coleé\:iva" denominada opinión pública. El pro- greso está en manos de la élite inteleé\:ual, en personas como el propio MilI: Ningún gobierno por una democracia o una aristocracia numerosa ha sabido ni podría elevarse sobre la mediocridad. ni en sus aétos políticos ni en sus opiniones, cualidades y tono del espíritu que alienta. excepto cuando el soberano muchos se ha dejado guiar l... ] por los consejo y la influencia de tino o variosmejor dorados e instruidos. (Mi//, 1968: 124) Podría afirmarse que esta aé\:itud vié\:oriana encuentra eco en los argumen- tos de los analistas de políticas públicas y los think-tanks hasta nuestros días. Lo que importa es la influencia de las personas clave y de sus ideas. El econo- mista J.M. Keynes expresa este punto de vista con gran elocuencia y es un autor frecuentemente citado como el principal defensor de la perspeé\:iva según la cual las ideas, a la postre, moldean el proceso de formulación de políticas. Como se lee en las famosas últimas líneas de su libro General 1heory 01Employment, IntereIl and Money (1936): las ideas de los economistas y los filósofos políticos l... ] son más poderosas de lo que comúnmente se cree l... ] Los hombres práélícos, que se creen exentos de toda influencia inteleétual, suelen ser esclavos de algún economista difunto. Los maniá- ticos con autoridad, que oyen vocesen el aire, destilan frenesí inspirados en algún escritorzuelo académico de algunos años atrás. Estoyseguro de que se exagera mu- cho el poder de los intereses creados en comparación con la intrusión gradual de las ideas. (Keynes, 1936: 383) Keynes ha sido muy criticado por su perspeé\:iva "ingenua" (Sweezy, 1964; Buchanan et al., 1978; Parsons, 1983; Gamble et al., 1989; Colander y Coats, 1989). Sin embargo, su argumento ha constituido durante mucho tiempo el centro del debate acerca de la relación entre las teorías, las ideas y las políticas públicas. Las ideas de Keynes en torno a la formulación de políticas serían tan influyentes, e incluso podría afirmarse que fueron más influyentes, que sus teorías económicas. Keynes creía en la primacía esencial de las ideas en los asuntos humanos: para bien o para mal, las ideas daban forma a la historia y las políticas del gobierno. La perspeé\:iva de Keynes sobre la relación entre el progreso yel conocimiento era, en gran medida, baconiana. La gobernanza de la sociedad implicaba el uso del conocimiento más que la búsqueda del interés. En Keynes se encuentra el florecimiento pleno de la convicción de Bacon en la razón y los experimentos: el conocimiento es poder. A partir de ahí, se derivaba que el mundo estaría mejor ordenado cuando aquellos que poseyeran los cono- cimientos alcanzaran una posición desde la cual pudieran influir elcurso de las políticas públicas. Esta "New Atlantis", situada inteleélualmente en algún punto entre Bloomsbury y Cambridge era un modelo de gobierno mucho más basado en el saber que en los intereses de una clase exclusiva o una élire en el poder. En todo caso, aunque es posible criticar la "Utopía" de Keynes gobernada por sabios Capitulo 11: Meso-análisis 199 y no por los intereses de los poderosos, la convicción de este autor en el cono- cimiento y las ideas como principal fuente de legitimidad gubernamental se acerca bastante a la realidad de la formulación de políticas públicas en la aéluali- dad. El mundo para el que Keynes imaginó una mayor importancia de la infor- mación, el conocimiento, los hechos, los asesores y los expertos era, en la práctica, cercano al modelo realista de formulación de políticas en la posguerra. Keynes argumentaba que los formuladores de las políticas públicas deberían tomar decisiones racionales, basadas en el conocimiento y el "experimento razonado" (Keynes, 1971: XXI, 289): debe ser asunto declarado y deliberado del gobierno responsabilizarse por la reco- pilación y la difusión general del conocimiento industrial. L1 primera condición para el control exitoso y la interferencia útil de cualquier tipo de individuo desde la jerarquía es atluar con conocimientos. (Krynes, 1971: XXI, 643) .:. Ideas y lideres Gabriel Welmann, "The Influential: Back to the Concept of Opinlon Leaders?'; 1991 Hace tiempo se ha argumentado, como Mili y Keynes, que los líderes o las personas que de- terminan tendencias influyentes constituyen el factor clave para el impacto de las ideas y las opiniones. Esta noción ha inspirado muchas investigaciones empíricas. En su artículo, Weimann hace un repaso de la literatura sobre el liderazgo de opinión a fin de medirlo empleando una esca- la de fortaleza de personalidad (PS). Su estudio está aplicado a Alemania e Israel. En 1957, Katz planteó el liderazgo de opinión como un asunto que depende de factores per- sonales y sociales: quién se es, qué se sabe y a quién se conoce (ElihuKatz,1957). El estudio de Weimann observa que estos factores deben estar relacionados con alguna ac- tividad en el ámbito de las comunicaciones: Los individuos identificados como "fuertes" en la escala PS presentan una combinación de características personales, competencia y posición social en su red personal que les permite ejercer cierta influencia en otras personas. Por lo tanto, no se trata simplemente de una medida unidimensional, sino de una combinación de rasgos personales con po- sición dentro de una red social. Sus conclusiones sugieren que el uso de la escala PSdemuestra la existencia de un grupo de influyentes clave en Alemania e Israel; además, señala que la identificación de tal grupo tiene implicaciones prácticas importantes para todos aquellos que combinan la investigación social con la comunicación persuasiva. La investigación de Weimann et al. parece confirmar los argu- mentos de Mili y Keynes acerca de la importancia de las ideas y los líderes de opinión. Para estos autores, por supuesto, la idea de una red habría sido bastante obvia. Laélite gobernante en los tiempos de Mili y Keynes estaba formada por un grupo muy pequeño. En realidad, la influencia significaba poco más que moldear las opiniones internas. David Burton, TheLearnedPresidency: TheodoreRoosevelt, Wil/iam Howard Taft,and Woodrow Wilson, 1988 Burton analiza cómo las ideas dieron forma a las presidencias de tres mandatarios y cómo la búsqueda de conocimientos fue parte integral de sus enfoques de política y de políticas públi- cas: Roosevelt, historiador y naturalista; Taft, académico en derecho, y Wilson, teórico político. 200 Wayne Parsons Para Burton, la influencia de las ideas y del aprendizaje en 105 gobiernos presidenciales de la segunda mitad del siglo xx ha sufridocambios considerables: Los presidentes posteriores a Franklin Delano Roosevelt han dependido enormemente de 105 medios de comunicación masiva [... ] Han proyectado sus personalidades y vendi- do sus imágenes, echando mano de dispositivosespeciales de comunicación masivapara ganar la presidencia y mantenerse en ella [... ] Los resultados,en cuanto al liderazgo en la escala nacional, no son homogéneos, pero difícilmente podría debatirse [oo.] el dominio de los nuevos especialistas en política [... ] el carácter exacto de una presidencia neole- trada sigue siendo poco claro [... ] Qué elementos del viejo mundo del conocimiento se conservarán,de qué manera ycon qué combinación [... ]está más alláde cualquiercálculo posible. (pp. 198-199). ¿C6mo influyen las ideas? Cuatro enfoques El enfoque de Hall. Keynes propuso un nuevo pape! para la economía, la teoría económica y los economistas en el gobierno, así como una nueva con- vicción en la capacidad de los diseñadores de políticas para emplear la creciente información económica y aplicarlaa lasintervenciones de política macroeconómica. Al final, lo que daba estructura a las políticas gubernamentales no era tanto el poder de las ideas sino e! poder de las instituciones para representarlas e incorpo- rarlas a los procesos de políticas públicas de los gobiernos occidentales, sobre todo los modelos y los supuestos económicos. Keynes aportó una objetificación del interés público y sentó las bases de la noción que dominaría la mayor parte de la política económica (y otras políticas públicas) hasta la década de 1980: la noción de que era posible conocer e! interés público. El modelo keynesiano de formulación de políticasen el que las ideas y no los intereses determinan las de- cisiones ha sido objeto de debate durante largo tiempo. La importancia de las ideas para la formulación de políticas es un tema que adquirió especial prepon- derancia en la década de 1980, cuando en muchos países e! diseño de políticas económicas se aferraba a una revolución "contra keynesiana". Una compilación de ensayos editada por Hall con el rítulo 7he Polítical Power o/Economic Ideas (1989) abordaba el modelo keynesiano con una perspeél:iva comparariva. La conclusión de Hall propone el modelo que aparece en eldiagrama 2.16, basado en la relación de las nuevas ideas con tres fa6l:ores necesarios para que un nuevo grupo de ideas influya la formulación de las políticas. Las ideas son importantes en e! modelo de Hall, pero también lo son otros faél:ores capaces de asegurar o arruinar su progreso. Para que una idea sea adop- tada como política pública necesita ajustarse bien a las circunstancias econó- micas del momento, debe aparecer como parte de los intereses políticos dominantes y debe juzgarse faél:ible en términos administrativos. Como mues- tra Hall, estos elementos constituyen una base efectiva para comparar la forma en que las ideas (económicas, en este caso) llegan a definir las políticas públicas en diversos países en distintos momentos. Capitulo II: Meso-análisis 201 Diagrama 2.16 El modelo de Hall sobre la influencia de /as ideas en /as políticas públicas UNA NUEVA TEORIAECONÓMICA/ ¡ ~ I • Limiaciones internacionales • Asociaciones colectivas conI poUticas similares+ y sus exponentes • VIABILIDAD ECONÓMICA I ~ • VlABIUDAD POLITICA y~ .ADOPCiÓN COMO POÚTICA • Relación con las teorías actuales I • Naturaleza de la economía internacional • Metas generales de los partidos en el poder • Intereses de los posibles aliados en una coalición • Sesgos administrativos y poder relativo de lasagencias relevantes I • Capacidades estructurales para la implemenación ! • VIABILIDAD ADMINISTRATIVA -: Fuente: tomado y adaptado de Hall (1989) Coats y Colander: tres modelos dela difusión de /as ideas. Como economistas, Coats y Colander están habituados a pensar en función de modelos. En su libro sobre la difusión de las ideas económicas proponen tres modelos para explicar la propagación de las ideas (Colander y Coats, 1989: 10-1S): 1 El modelo de la enfermedad infecciosa. 2 El modelo del mercado de ideas. 3 El modelo de la teoría de la información. El modelo 1 sugiere el estudio de la difusión de una idea como si ésta fuera una enfermedad. En este modelo, la cuestión es establecer puntos de contacto entre los portadores de la enfermedad y los susceptibles de ser contagiados. La función del propagandista y el popularizador es debilitar a los individuos y los grupos para aumentar su receptividad ante nuevas ideas. Por otra parte, el modelo 2, ve el proceso en función de las ideas en un mercado de compradores y vendedores. ¿Laoferta crea su propia demanda o las ideas buscan comprado- res? ¿Cuál es la relación entre los produél:ores y los consumidores de ideas? ¿Cómo cambian la oferta y la demanda en el tiempo yel espacio?¿Ngunas ideas son más aptas para un mercado que otro? ¿Existen condiciones de monopolio, competencia u oligopolio? ¿Hay tendencias y modas en el mercado de las ideas? ¿Cómo se publiciran, comercializan y venden las ideas?El modelo 2 corresponde estrechamente a la "teoría económica de la democracia" y la teoría de la elección 202 WayneParsons pública (véanse Downs, 1957 y Tullock, 1976). El modelo 3 aplica otra metá- fora: las ideas como un Rujo de información. ¿Cuáles son las fuentes? ¿Quiénes son los receptores? ¿La señal es fuerte o imprecisa? ¿Cómo se transmiten las señales? ¿Cómo se codifican las señales? ¿La retroalimentación es eficiente? El modelo 3 encuentra eco en el estudio sobre la opinión pública y las comunica- ciones de Lasswell (1972). No obstante, como Coats y Colander saben, ningún modelo es capaz de explicar la difusión y las influencias de las ideas. Lo que sí pueden hacer los modelos es sugerir vías para abordar el proceso. Enfoques de la "red"y la "comunidad" sobre lapolítica de las ideas. Los cien- tíficos políticos plantean otros modelos que buscan aportar explicaciones más generales de la relación entre las ideas y las políticas públicas mediante el uso de metáforas del proceso de las políticas públicas: "redes", "subsistemas", "corrientes" y "coaliciones". En la sección 2.10 se hace un repaso de estas metá- foras. De especial relevancia para el estudio de las ideas son las teorías de Kingdon (2.10.3) YSabatier y jenkins-Smirh (2.10.4). Estas explicaciones se concentran en la manera en que las redes y las comunidades de políticas públicas (incluyen a políticos, servidores públicos, analistas de políticas públicas, expertos, grupos de interés, erc.) promueven ideas en determinadas áreas de las políticas públicas. Así, para explicar cómo ha impactado (o no) cierta idea a cierta política públi- ca hay que analizar a la red o a la comunidad en cuestión. Uno de los enfoques estrechamente vinculados a los modelos de cambio de políticas públicas del "subsistema de las políticas" es la idea de las "comunidades epistémicas" (véanse Holzner y Marx, 1979; Foucault, 1973; Evan (editor), 1981 j Crane, 1972 y Haas, 1990). La exposición más acabada de este enfoque es aportación de Haas (l990), autor que considera a las "comunidades epistérnicas" como entidades compuestas por profesionales que comparten el "compromiso con un modelo causal común y una serie de valores políticos comunes. Los une la convicción en la verdad de su modelo y el compromiso de traducir dicha verdad en polí- ticas públicas, convencidos de que así mejorará el bienestar de los seres huma- nos" (Haas, 1990: 41; véase también la idea de los "mundos de los supuestos" en la sección 3.7.7). Haas se enfoca al papel de estas comunidades en las orga- nizaciones internacionales, pero su marco es igualmente aplicable al ámbito nacional. Este autor señala que las comunidades adoptan la forma de "univer- sidades invisibles" o "redes de personas con ideas afines". La adopción de las ideas de las comunidades depende de dos faltores: 1) la aseveración de la verdad propuesta debe resultar más convincente para los tomadores de decisiones dominantes en el ámbito político que otras aseveraciones y 2) el establecimiento de una alianza exitosa con la coalición política dominante. Se puede decir que las comunidades epistémicas buscan monopolizar el acceso a las posiciones estratégicasde toma de decisiones, aunque algunas de ellasconsiguen preservar alguna de esas posiciones durante largo tiempo. (Hans, 1990: 42) Capitulo 11: Meso-análisis 203 Desde esta perspectiva, algo como la revolución keynesiana puede leerse como la exitosa monopolización de las posiciones de toma de decisiones por personas "de ideas afines". Algunas de esas personas detentarían el poder durante largo tiempo, hasta que otra comunidad epistémica rival (economistas "mone- taristas", políticos, académicos, periodistas y otros) planteara demandas que parecieran más atraétivas a los formuladores de políticas que la comunidad keynesiana en funciones. El éxito de las comunidades es variable. Haas afirma que lasciencias naturales han tenido un éxito más "espectacular" que lasciencias sociales porque pueden afirmar la posesión de conocimientos más "certeros". Además, las comunidades del mundo de las ciencias sociales tienden a carecer de "intermediarios" de políticas públicas capaces de informar a los "consumi- dores políticos del conocimiento" de la importancia de sus hallazgos. El resul- tado es que los diseñadores de las políticas públicas (como muestra Lynn, 1978) tienden a estar un poco menos interesados en la aplicación del conocimiento social cuando se trata de tomar decisiones (Haas, 1990: 221-222). El papel de los intermediarios de ideas es, en el modelo de Haas, crucial, tanto como resulta poco probable que una idea demuestre su capacidad de influencia cuando no hay personas que integren ideas al proceso de las políticas públicas. Como ocu- rrió con la revolución keynesiana y la "contrarrevolución" en la década de 1970, los intermediarios capaces de intervenir y llevar las teorías a la práctica y pene- trar el centro del poder tuvieron gran importancia (véanse Parsons, 1989; Bar- beris y May, 1993: 107-119). 2.8.4/ La aportación del enfoque histórico a las políticas públicas .:. Las ideas en la historia Los procesos de la naturaleza pueden por lo tanto describirse como secuencias de sim- ples eventos; no así los procesos de la historia. No se trata de procesos de simples even- tos, sino procesos de acciones con una dimensión interior de pensamiento; lo que el historiador busca son esos procesos de pensamiento. Toda historia es la historia del pen- samiento. (Collingwood, 7974:26) Uno puede aventurarse a decir que, desde el registro de la historia, pareciera que las ideas más poderosas son aquellas que hablan por todos [... ] La idea es,en sí misma, el actor más longevo del escenario humano [... ] La gran idea es [...] una agencia del cambio, un deli- neador del orden moral. (Redfield, 7968 ' 8: 89-97) ¿Elfin de la historia? Una de lasteorías más influyentes (o por lo menos más debatidas) acerca del poder de las ideas es la teoría que planteara Francis Fukuyama tras el desmembramiento del Bloque del Estey la caí- da del comunismo a fines de la década de 1980. Ensu obra titulada TheEndofHistory (Fukuyama, 1992a), el autor argumenta que, lejos de haber llegado a la convergencia, como algunos autores 18 La edición en castellano es Redfield, R., El mundoprimitivoy sus transformaciones (1963). 204 WayneParsons afirmaron en la década de 1970, las ideas occidentales hablan triunfado. Fukuyama afirmaba que lo que estaba ocurriendo no era simplemente el fin de la guerra fría, sino el "fin de la historia co- mo tal" El conflicto ideológico está muerto y está siendo reemplazado por la "mercantiJización común" en las relaciones internacionales. En retrospectiva, reflexionando sobre la controversia que despertó su teorta, (en un articulo periodístico) Fukuyama sostuvo su observación de que "lademocracia liberal había sido ampliamente aceptada yesa tendencia se mantendrá en el muy largo plazo'; independientemente del surgimiento de fundamentalismos y nacionalismos en mu- chos lugares del mundo (Fukuyama. 1992b).• El análisis del papel de las ideas constituye un tema particularmente idóneo para el enfoque histórico. En lugar de las teorías simplistas y generalizadas acerca del impacto de las ideas, el análisis histórico de cambios específicos en las polí- ticas públicas tiende a ser menos tajante acerca del momento en que las ideas realmente ejercen determinada influencia y cómo impaétan la formulación de políticas. El libro de Harris sobre eldesempleo y la política británica entre 1886 y 1914 es un buen ejemplo de ello. La autora afirma que "Al rastrear la evolu- ción de una política nacional sobre el desempleo resulta difícil señalar la influen- cia individual. decisiva de cualquier serie de ideas reformistas o descubrir alguna secuencia lógica de cambios institucionales" (Harris, 1972: 362). Esto no quiere decir que las ideas no desempeñen un papel, sino que localizar el punto "deci- sivo" en el que éstas dan forma a las políticas públicas no es una tarea fácil. Las motivaciones políticas de los tomadores de decisiones y los servidores públicos, así como el contexto en el que se enmarca una política pública hacen ver que los intereses y las ideas son, en la práética, difíciles de separar. Además, la rela- ción de la innovación en políticas públicas con la continuidad de las políticas públicas no siempre es tan clara como muchos científicos sociales suponen (véase la sección 4.6). El análisis histórico tiende a mostrar que no es fácil definir, loca- lizar o precisar el cambio en las políticas públicas. Como señala Hartwell: Por supuesto, las ideas influyen las políticas públicas, mas no de manera pura. En el micronível de la historia cotidiana, es posible explicar la evolución de una polí- tica en particular y la forma en que las ideas se traducen en acciones, y reconocer en todo momento el poder de una filosofíagubernamental general para inAuir de- terminadas políticas. Sin embargo, las ideas l...] si bien determinan el caráél:er ge- neral de la legislación [lo hacen] a la par de otras influencias. (Hartw~/l1989: 119) Entre las "otras influencias", Hartwell incluye las condiciones sociales' y económicas, los cambios dentro de las instituciones, el aplazamiento de las aétivídades gubernamentales en tiempo de guerra y el impaéto de los empren- dedores de las políticas públicas. Así, es necesario situar a las ideas en el (com- plejo) contexto de las fuerzas sociales y económicas, así como las instituciones y los motivos y la forma de operar de las personalidades clave (sobre el papel de las personalidades, véanse las secciones 3.7.2 y 3.7.7). Capitulo 11: Meso-análisis 205 2.91 Las politicas públicas y los problemas como sfmbolos .:. Textos clave El punto de partida para estudiar el lenguaje en el proceso de las políticas públicas es la obra de Edelman (1964,1971,1977,1985 Y1988).Enparticular, su artículo"Political Languageand Political Reality" (1985) contiene una excelente introducción breve al enfoque de este autor. Edelman parte del trabajo de autores como Orwell,Wittgenstein, Chomsky, Derrida, Foucault, Habermas y otros, entre ellos Lasswell y Burke (1945). De particular relevancia para el estudio de las políticas públicas son los textos de Habermas (1970,1973) YLasswell (1930a, 1949). Como estrategia de lectura, sesugiere empezar porOrwell ("Politics and the English l.anquaqe" en Orwell, 1984, y la novela 7984,1954), Edelman y Lasswell (véase Elshtain, 1985), y después ex- plorar el material a partir del cual Edelman desarrolló sus argumentos. En términos generales, la mejor reseña de los cambios del lenguaje político se encuentra en Ball eral. [editores] (1989).• 2.9.11 Lenguaje, poder y políticas públicas L os think-tanhs y otras modalidades de análisis y propugnación de las polí-ticas públicas influyen y definen el discurso de dichas políticas (Fischer, 1991). Es decir, buscan desempeñar un pape! en el contexto de los asuntos y en el lenguaje que se emplea para debatir y analizar los problemas que abordan las políticas. Sin embargo, e! estudio de esta dimensión de las políticas públicas constituye una de las aristas menos consideradas dentro del análisis. En las palabras de Oye: La televisión ha hecho que la imagen de las políticas públicas sea tan importante como su contenido. Elanálisissistemático de las políticas públicas se concentra en lo que los gobiernos hacen, en por qué lo hacen y en la diferencia que ello implica. Dicho análisis dedica menos atención a lo que los gobiernos dicen. Tal vezse trate de una debilidad del análisisde las políticas públicas. Nos hemos dedicado. prin- cipalmente. a lasaétividadesde los gobiernos y no a su retórica. (Dy~, 1987: 35.5) .:. Las mismas palabras con distintos significados Being There:una historia plausible En su película BeingThere (basada en un libro de Jersey Kosinski), Peter Sellers interpreta a Chauncey, un jardinero poco ocurrente y obsesionado con la televisión que, debido a una serie de accidentes, se hace amigo de un tipo muy influyente y poderoso. Chauncey recurre al lengua- je de la jardinería (el único que conoce) y éste resulta ser efectivo para comunicarse con su po- deroso amigo, con la televisión y. finalmente, con el presidente. Cuando Chauncey habla de las estaciones en el jardín no quiere decir nada más que eso; no obstante, el público cree que está hablando de la economia y la situación del país. No hay información alguna sobre él; el poder de sus (aparentes) metáforas es tal que la gente lo ve como candidato ideal a la Presidencia de Es- tados Unidos. Maravillosamente, Chauncey no se percata de que sus palabras significan mucho más que aspectos de jardinería. 206 Wayne Parsons Elcaso del "espacio entre las palabras" El hecho de que haya un acuerdo acerca de la definición sintáctica de un problema no signi- fica que exista un consenso en torno al problema de políticas públicas. Por ejemplo, en un deba- te acerca de las políticas de relaciones raciales pertinentes a la igualdad de oportunidades, Ken Young señala: El debate sobre la igualdad de oportunidades en el empleo está plagado de las ambigüe- dades y confusiones típicas de los temas de políticas públicas, donde un lenguaje común puede enmascarar múltiples y conflictivos significados [... ] Aunque dichas ambigüeda- des pueden facilitar la consolidación de acuerdos en un nivelsimbólico, excluyen laespe- cificación clara de los fines de la política pública en cuestión e inhiben la adecuada identificación de medios factibles para su consecución. (Young, 7987:94) La profesionalidad como "lenguaje" Como se mencionó antes (2.8.1), Laffin y Young describen la profesionalidad no como "pro- piedad de un individuo, sino como un lenguaje dentro del cual el individuo afirma ciertas atribu- clones" Para estos autores, la política es "una "actividad" constituida lingüísticamente; es decir, tiene que ver con el lenguaje y con las ideas que tal lenguaje expresa o elude. El lenguaje de la profesionalidad pertenece, al menos en parte, al discurso de la discreción y la rendición de cuen- tas" (Laffin y Young, 1990: 3 y 7). La retórica como análisis Con demasiada frecuencia se sustituye a la retórica con conceptualización adecuada, y así se genera ambigüedad y falta de dirección en todo el proceso de formulación e implementación. El resultado final parece un programa que fracasó en el intento de re- solver un problema, aun cuando nadie está muy seguro de cuál es el problema [... ] Las agendas de las políticas públicas reflejan la movilización de las demandas políticas y no un proceso racional de evaluación de necesidades, valores y objetivos. Por ende, no es raro que los "problemas" aparezcan en la agenda de toma de decisiones sin haber sido adecuadamente conceptualizados o reflexionados. (Wolman, 7987:463) El lenguaje que rodea los problemas y las políticas cumple una función estratégica. Como se- ñala Edelman, la ambigüedad en la definición de los problemas puede ser un recurso útil en la formulación de las políticas y puede aprovecharse para lograr objetivos "políticos" • La importancia del lenguaje en la política y el poder se ha reconocido desde la época de los clásicos. La retórica o arte de las palabras y la persuasión era materia de estudio impartida a los jóvenes como parte fundamental de su edu- cación. Los autores griegos y romanos abordan el tema frecuentemente. San Agustín fue, antes de su conversión, profesor de retórica. En el siglo XIX, Herbert Spencer y J.S. Mili se ocuparon de la importancia de la retórica en el discurso humano (Dixon, 1990 y Bailey [editor], 1965). No obstante, hace relativamente poco que el papel del lenguaje en la política ha vuelto a ocupar un lugar en el estudio moderno de la política (véanse Wilson, 1990 y Fowler, 1991). Asimismo, en el análisis de las políticas públicas es necesario estar pendientes del uso de la jerga política por parte de los diseñadores de las políticas públicas y de los sig- nificados subyacentes a la presentación yel discurso de dichas políticas. Capitulo": Meso-análisis 207 Francis Bacon, el filósofo que se mencionó en elCapítulo 1 como una espe- cie de "padre fundador" del análisis de las políticas públicas, tenía mucho que decir acerca de la relación entre las palabras y su efeé\:odeformador. Las palabras, afirmaba, pueden obstruir la comprensión, ya sean palabras o cosas que no existen o cosas que sí existen pero están mal definidas. Las palabras son, para Bacon, produé\:o de los "ídolos de la mente". Una de las tareas básicas del apren- dizaje es exponer y liberar al mundo de tales ídolos (Bacon, 198519: 277-285). Harold Lasswell también creía que el análisis del lenguaje, los símbolos y el "estilo" de los comunicados políticos constituía un aspeé\:o esencial del estudio de la política, el poder y la identificación de los valores para las políticas públicas (véanse Lasswell, 1936. 1949 Y 1972). Según Lasswell, los políticos y los diseña- dores de las políticas públicas son, básicamente, "especialistas en símbolos". Sin embargo, hasta fechas relativamente recientes, el estudio de esos temas no había sido fundamental para el análisis del proceso de las políticas públicas. Como señala Oye (I 987), este descuido ha implicado ciertos costos para el análisis de las políticas públicas, ya que ha significado que los analistas se hayan preocupado más por la racionalidad de las políticas ("obras") que por el discurso de las políticas y la retórica o las "palabras". No obstante, para Lasswellla política se entiende mejor como el proceso en el que lo irracional se hace público (Lasswell, 1930a). A partir de ahí, afirma que el estudio de la formulación de las políticas debe atender a la construcción de la irracionalidad: cómo las élites hacen desplie- gues de palabras, lenguajes, símbolos, señales, mitos e imágenes, pues: Toda élite se defiende y afirma en nombre de los símbolos de un destino común. Esos símbolos son la "ideología" del orden establecido, la "utopía" de los grupos antiélites, Mediante el uso de palabrasy gestos autoritarios, la élite arranca sangre, trabajo, impuestos y aplausos a las masas. (Ltuswell. 1959: 31) Así, el estudio de las políticas públicas debe concentrarse en la forma en que los símbolos se manipulan para definir la composición y la distribución de los valores, y para explotar el sentido de inseguridad personal de los ciudadanos. Por desgracia, durante gran parte de la historia, el estudio de las políticas públi- cas ha hecho caso omiso de este aspecto absolutamente crucial del tema. •:. El lenguaje y el poder George Orwell y la polftlca del lenguaje Uno de los escritores más perceptivos de todos los tiempos acerca de la relación entre el len- guaje y la política es George Orwell, autor de 79842°. En 7984, Orwell retrata un mundo en el que el poder. el "Gran Hermano'; necesita reestructu- rar el lenguaje, al que el autor denomina neolengua, cuyo objetivo "era no solamente disponer de un medio de expresión para describir la visión del mundo y los hábitos mentales l ... ] sino im- posibilitar cualquier otra forma de pensar" 19 La edición en castellano es Bacon. F.. Ensayos (1974). 20 La edición en castellano es Orwell, G., 1984 (2000). 208 Wayne Parsons Ensu ensayo titulado "Politics and the English t.anquaqe" Orwell plantea que la degradación del lenguaje obedece a razones políticas y económicas: Losdialectos políticos que seencuentran en los panfletos, los artículos de vanguardia y los manifiestos varían de un partido a otro, pero todos se parecen en el sentido de que difí- cilmente contienen el sabor fresco, vfvido y casero del giro del discurso [... ] Estereducido estado de conciencia, si no indispensable, en todo caso es favorable a la conformidad po- fítica [... ] el lenguaje político tiene que consistir, en gran medida, en eufemismos, razona- mientos circulares y ambigüedad descarnada [oo.] Cuando hay diferencia entre los objetivos reales y los objetivos expresados públicamente, las personas recurren, como si fuera un instinto, a las palabras largas. (Orwell, 7954: 367-363) Brendan Bruce, Images afPawer, 1992 Bruce fue asesordel Partido Conservador de Gran Bretaña. Suobra enfatiza la importancia que tiene para los políticos inventar y usar lenguajes capaces de "socavar el argumento del enemigo": El lenguaje suele ser un factor determinante para ganar la batalla de las ideas. Por ejem- plo, el Partido Laborista tuvo éxito al sustituir el "cargo comunitario"por el "impuesto elec- toral (poli tax)" y "autonomía" por "exclusión voluntaria" [...] Los demonios se conjuran para que 105 exorcistas lleguen, cual caballeros, en el momento ideal. "Dormirse en sus laureles'; ya seaen el contexto de la expansión o la integración europea es, sin duda, una mala idea. Del mismo modo, estar "fuera de ritmo" o "aislado" siempre evoca una imagen de terror... (pág. 176). Mortunadamente, el interés de Lasswell por la naturaleza comunicativa. simbólica y deformante de la formulación de las políticas se ha tornado más vital para el estudio de las políticas públicas a partir de los últimos años de la década de 1980 gracias a la influencia de Habermas. Foucault, Derrida y otros autores en el desarroJlo de lo que se conoce como enfoque "argumentativo" (véase Fischer y Forester [editores], 1993). Este enfoque ya ha sido analizado en el presente libro (secciones 2.7.3.3.9 y 3.10.5). Murray Edelman es el autor protagónico del estudio de los aspeélos simbólicos y lingüísticos de la política y la formulación de políticas públicas desde la década de 1960. En la siguiente sección se revisan sus ideas. 2.9.2/ Edelman: las palabras que triunfan y las políticas públicas que fracasan Edelman es el especialista en ciencias políticas más dedicado a explorar la relación entre el aspeéto simbólico yel aspecto sustantivo de los problemas y de la política pública después de Lasswell. En obras como 1heSymbolic Uses o/ Politia (1964), Politics as Symbolic AElion (1971), Political Language (1977) y Conf/ruEling the Political Speilacle (1988) ha analizado el uso que los políticos y los burócratas hacen del lenguaje como un elemento para la fabricación}' la manipulación de símbolos que funcionan como placebos del interés público. Edelman considera que elverdadero poder en la formulación de políticas públ ¡- cas radica en el proceso de construcción y articulación de problemas, ya que las personas viven la política a través del lenguaje: "ellenguaje que interpreta obje- Capitulo 11: Meso-análisis 209 tos y acciones también constituye al sujeto" (Edelrnan, 1988: 9). Este autor se ha encargado de analizar el contenido simbólico de las políticas y la política, además de las formas en que los diseñadores de las mismas participan de la explotación de los símbolos y el lenguaje. Los símbolos pueden. afirma, ser referenciales, es decir, pueden referirse a algo tangible y relacionarse con recom- pensas y recursos reales. No obstante, debido a que los símbolos referenciales son un bien limitado, es más probable que los diseñadores de las políticas con- tribuyan a la producción de símbolos de condensación o emocionales, que reafirman y dan la ilusión de interés o solución. (Cf el argumento de Lasswell acerca de la relación entre la inseguridad personal y la formulación de políticas: Lasswell, 1930a y 1935.) Por ejemplo, en Political Langttnge, Edelman sostiene que la capacidad de estructurar problemas complejos usando palabras y formas que convienen a los diseñadores de las políticas distorsiona las percepciones de los ciudadanos. Lejos de resolver los problemas, éstos "se construyen" para justificar soluciones (Edelman, 1988: 20-22). (Véase, en comparación, el modelo "del cesto de basura": March y Olsen, 1976; véase también la sección 2.10.3.) En el mundo contemporáneo. los diversos temas que tratan [os gobiernos están profundamente interrelacionados. aunque se nos induce a percibirlos como si es- tuvieran separados. Debido a que las noticias diarias y las declaraciones guberna- mentales cotidianas evocan ansiedades y reafirmaciones acerca de "problemas" concretos que se perciben como entidades independientes [... ] nuestros mundos políticos están segmentados, desarticulados,siempre concentrados en una pequeña serie de ansiedades. aun cuando cada tema forma parte de un todo cada vez más integrado [... ] Lejosde dotarnos de la aptitud para abordar los temas a partir de los vínculos lógicosy empíricos que los unen, el lenguaje de la política nos alienta a verlos como cuestiones separadas [oo.] Muchas de nuestras convicciones acerca de cuáles son nuestros problemas, cuálessus causas, cuál su gravedad y cuál nues- tro éxito o fracasoal momento de hacerles frente provienen de sutiles usos del len- guaje y de las medidas gubernamentales asociadas a ellos. (Edelman, 1977: 40-41) En el texto titulado ConflruOing tbe Politieal SpeOacle (1988), Edelman analiza cómo las dimensiones más visibles de la agenda política están dominadas por ideas e interpretaciones que tienden a preservar el flatu quo y a apoyar a los poderosos. así como a contravenir el cambio y afe6l:ar a los carentes de poder. Este autor se concentra específicamente en el papel de los medios de comuni- cación masiva y los programas de noticias, así como en la relación entre los líderes y su público. Ladefinición de los problemas ocurre en un proceso en el que les políticos y los medios manipulan los significados y los símbolos con el fin de facilitar el control de aquello quese discute, la forma en que se discute y la importancia que se le da a cada tema. Por ende, para Edelman, el ciudadano no tiene ante sí un mundo de hechos, sino un mundo de ficciones políticas: El espeétáculo del reportajenoticiosoconstruyey reconstruye.continuamente, pro- blemas sociales. crisis, enemigos y líderes, generando una cadena de amenazas y reafirmaciones. Estos problemas y personalidades construidas alimentan el contc- 210 Wayne Parsons nido del periodismo político y los datos para el apoyo histórico y analítico. así co- mo la oposición para las causas políticas y las políticas públicas. (Edelman, J988: J) Por lo tanto, la definición de los problemas y el lenguaje de las políticas públicas son necesariamente ambiguos (Edelman, 1988: 25-30). En la jerga de las políticas públicas, al igual que en todo lenguaje y comportamiento pragmá- ticos (véase John Wilson, 1990) hay un trasfondo en aquello que se dice o que puede decirse. La forma en que se expresa una política pública es un elemento central para comprender qué está pasando cuando se definen los temas, los problemas y las políticas. El lenguaje es un elemento clave en la problematización de un tema y la definición de soluciones. El marco de todas las políticas públi- cas es muy importante para adaptarse a lascircunstancias, dar cabida a lasdemandas y fomentar el cumplimiento del público. Así, aunque las políticas públicas ten- gan éxito como dispositivos políticos, pueden fracasar en el intento de atender o aminorar un problema, excepto en los términos que hayan definido los diseña- dores de las políticas. En Political Language (1977), Edelman presenta una interesante descripción de este fenómeno: "las palabras que triunfan y las polí- ticas públicas que fracasan". Las políticas pueden ser un éxito en el nivel sim- bólico de la reafirmación, pero un fracaso rotundo en la práél:ica, como la expresión "la operación fue un éxito, pero el paciente murió". Por ende, desde esta perspeél:iva la formulación de políticas puede verse como la manipulación de los símbolos (Lasswell, 1936) o la fabricación/construcción del "espeétáculo" (Edelman, 1988). Las políticas públicas tienen que ver con "hacer algo" más que con "resolver problemas". Como manifestara Bacon mucho tiempo atrás. las palabras que se usan en las políticas públicas se convierten en ídolos o sím- bolos para definir algo que quizás ni siquiera esté ahí. De este modo, el diseña- dor de las políticas puede suponer que determinada política pública ha "resuelto" un problema o mejorado una situación cuando "en realidad" lo que ha sucedido es que los símbolos fueron manipulados. Estas acciones reafirman al público y los diseñadores de las políticas mantienen o sacan brillo a su legitimidad: El lenguaje político puede granjearse o mantener el apoyo o la aceptación del pú- blico ante otras acciones violatorias de los escrúpulos morales y, por lo general. lo logra al negar las premisas sobre las que se basan dichas acciones al tiempo que re- tiene rastros de la premisa. tEdelma», J988: 116) Si bien la coerción y la intimidación ayudan a verificar la resistencia en todos los sistemas políticos, la táél:ica clave siempre debe ser la evocación de significados que legitimen las medidas preferidas y que amenacen o reafirmen a la población con el fin de alentarla a mostrar su apoyo o permanecer inaél:iva [... ] Al tiempo que la ma- yor parte del lenguaje político guarda poca relación con el bienestar real de la gen- te, tiene mucho que ver con la legitimación de regímenes y la pasividad de las poblaciones en medidas decididas sin su participación. (Edelman. J985: JJY J4) Capitulo 11: Meso-análisis 211 Para Edelman, la formulación de políticas es poco más que una especie de teatro o función política que se presenta ante un público (la ciudadanía) para asegurar la pasividad pública. Su propósito es ensombrecer, y no arrojar luz sobre los problemas públicos; reducir y no ampliar el poder del público. Bene- ficia a los privilegiados y deja en desventaja a los carentes de poder: El limitado poder del público está implícito en práélicamente todo el lenguaje en torno al diseño de las políticas [a travésde} [... ] su representación del diseño de las políticas como algo que tiene lugar en un foro alejado de la vida cotidiana [... ] En este sentido, el espeéláculo político evoca algo parecido al asombro y al sentido de impotencia personal caraélerísticos de las posturas religiosas [... ] Al igual que los mi- tos religiosos sobre grandes acontecimientos en tiempos y lugares externos a la ex- periencia cotidiana, estas explicaciones políticas fabrican un atractivo intensificado y su lejanía provoca una respuesta pasiva. (Edt/man. 1988: 98) Así, para Edelman, una de las tareas centrales del análisis de las políticas públicas debería ser la deconstrucción de los discursos políticos y la desmitifi- cación de los mitos y símbolos de los que se aprovechan los diseñadores de políticas. •:. La poUtlca como actividad simbólica Ken Young y Charlie Mason. "The Slgnificance of Urban Programmes'~en Young y Mason (edi- tores), 1983 Hace tiempo que los ciudadanos inteligentes se han percatado de que gran parte de la actividad gubernamental es más simbólica que sustantiva. La diferencia esencial resulta familiar a quienes nunca han leído a Walter Bagehot, George Sorel, Graham Wallas o Murray Edelman. Lasdeclaraciones de políticas públicas, la nueva maquinaria y la asigna- ción de recursos frescos casi sejustifican a sí mismas cuando sederivan de decisiones to- madas en un clima de creciente y aguda preocupación pública. Hay poco sitio para el iconoclasta que pide una lógica más firme que la comodidad de "hacer algo" (pág. 216l. La formulación de polftlcas como teatro: la representación de las polftlcas en la vida cotidiana Afirmar que seestá haciendoalgo, hacercomo que sehacey no emprender acciones sustantivas ante la "realidad" es, desde luego. una característica humana tanto individual como grupal. Esta pregunta acerca de cómo se hacen presentaciones o se establece comunicación en la esfera pública fue el tema del libro de Erving Goffman titulado ThePresentation ofSelfin Everyday Life (1971l. Goffman plantea la necesidad de distinguir entre regiones de comunicación que considera análogas al teatro. Hay comunicación o representación, es decir, un frente público de actividad en un escenario, y hay otro espacio equivalente a los bastidores o bambalinas. las representa- ciones son, básicamente. comportamientos manejados y Goffman encuentra que la jerga teatral es adecuada para el análisis del comportamiento social.Elmundo es un escenario. Paraeste autor, los diseñadores de las políticas tienen rutinas y parlamentos, pies. entradas y salidas de escena. Tienen decorados y luces, pueden salir como perfectos don nadie y volver convertidos en estre- llas. Pueden fracasar y hacer el ridículo. 212 WayneParsons En el Estado moderno, la política está definida en gran medida por el discurso de las"políti- cas públicas'; La presentación de las políticas es un asunto de gran interés. De hecho, se sabeque los diseñadores de políticas argumentan que las políticas públicas son buenas, pero que la pre- sentación no les hizo justicia: la gente "no captó el mensaje real'~ Si se contempla la formulación de políticas bajo este reflector teatral, entonces puede decirse que las agendas y los problemas forman parte de una relación entre el ciudadano como espectador y el diseñador de políticas como intérprete. Así: Elfactor clave en esta estructura es mantener una sola definición de la situación; esta de- finición debe manifestarse, y dicha manifestación debe sostenerse ante una multitud de posibles interferencias. El personaje sobre el escenario del teatro no es, en cierta forma. real, ni tiene el mismo tipo de consecuencias reales que el carácter profundamente artifi- cial interpretado por un timador; en todo caso,el montaje exitoso de cualquiera de estas figuras falsas implica el uso de técnicas reales. (Goffman, 7977:247) Las Imágenes como condición postmoderna David Harvey, The Condition otPostmodernity, 1992 La mediatización de la política lo invade todo [...] La producción y la mercadotecnia de semejantes imágenes de permanencia y poder requieren un importante grado de sofis- ticación [...] Los materiales para producir y reproducir dichas imágenes, si es que no exis- tían, se han convertido en el centro de la innovación: cuanto mejor sea la reproducción de la imagen. mayor será el mercado masivo para la fabricación de imágenes. F.n sí mis- mo, es un tema importante que nos lleva [...] a considerar el papel del "simulacro" en el postmodernismo. Por"simulacro"se entiende el estado de una reproducción casi perfec- ta, tanto que resulta prácticamente imposible notar la diferencia entre el original y la copia [... ] Ciertamente, podemos verlo en el ámbito de la política a medida que los fa- bricantes de imágenes y los medios adquieren un papel más poderoso en la definición de las identidades políticas ... (pp. 288-289) • 2.10/ Redes, corrientes, coaliciones promotoras y equilibrio interrumpido 2.10.1/ Nuevos enfoques del análisis de la agenda y formulación de políticas públicas El argumento de que las agendas de políticas públicas de los países condemocracias liberales y otros tipos de régimen convergen (Fukuyarna, 1992a y 1992b) sustenta la idea de que se necesitan más modelos y teorías más gene- rales para explicar los procesos antes analizados. No hay escasez de modelos de rango medio que expliquen diversos aspeél:os de [as etapas formativas de las políticas públicas. De hecho, el despliegue de ideas puede dejar perplejos a estudiantes y a analistas profesionales por igual. Como consecuencia de la pro- liferación desmedida de enfoques, una de las principales caraél:erísticas del análisis de las políticas públicas en años recientes ha sido la búsqueda de rnode- [os de mayor alcance. Este deseo de síntesis ha encontrado eco en varios mode- los. A continuación se analizan cuatro grandes enfoques: Capitulo 11: Meso-análisis 213 • Redes y comunidades de políticas públicas (2.10.2). • Corrientes de políticas públicas (2.10.3). • Coaliciones promotoras (2.10.4). • Equilibrio interrumpido (2.10.5). 2.10.21 Redes y comunidades Estos enfoques abordan los aspectos más relacionales e informales de la formulación de políticas. Como vocablo, el uso de la palabra "red" data del siglo XIX con el significado de cubrir con redes o con un trozo de red. Tulloch afirma que aétual mente esta palabra se utiliza en dos sentidos, ambos empleados por los teóricos de las redes. Como verbo, hacer trabajo de redes significa apro- vechar los contaétos, por ejemplo: A medida que el movimiento feminista adquirió impulso en la década de 1970. se advirtió que los hombres siempre habían aprovechado las viejas redes masculinas para avanzary no había ninguna razón por laque las mujeresno debieran hacer Jo propio [...] Hacia finesde la década de 1980 el trabajo de redes ya se reconocía como una importante vía para promover todo tipo de intereses. Evidentemente, el otro sentido moderno de esta palabra se refiereal lenguaje de la informática: la idea de ínterconeétar aparatos de cómputo (Oxford Didionary, 1992: 211). El uso de esta palabra en ciencias sociales data de las décadas de 1940 y 1950, cuando se empleaba para analizar y trazar mapas de las relaciones, interconexiones y dependencias personales (véanse Bott, 1957 y Frankenburg, 1966). Los politólogos y otros académicos empezaron a usarla en la década de 1970 porque permite un análisis más fluido y realista de la interacción social en diversos niveles. Su atractivo en cuanto a la formulación de políticas públi- cas es indiscutible, pues enfatiza la manera en que cada política es resultado de una compleja interconexión de personas y organizaciones, y presenta un cuadro más informal de la manera en que ocurre la política en la realidad (real politics). Hacia fines de la década de 1970, la metáfora de la red se convirtió, como seña- lan Kenis y Schneider, en "una metáfora adecuada para responder a una serie de observaciones empíricas relacionadas con los cambios críticos en la gober- nanza política de lasdemocracias modernas" (I 991: 34). En las décadas de 1930 y 1940, la red de las políticas públicas parecía relativamente pequeña a los ojos de Keynes. Sin embargo, con la expansión del gobierno y de las aél:ividades rela- cionadas con la formulación de políticas, el rango de participantes en las redes ha crecido en tamaño y complejidad. La mayor diversidad social y de los pro- gramas de políticas públicas diseñados para llegar a objetivos y cumplir funcio- nes específicas, así como el incremento en el número de participantes en el proceso de las políticas públicas determinan que la metáfora de la red sea más afortunada cuando se trata de la formulación moderna de las políticas que el pluralismo, el corporativismo (véase la sección 3.3) y otros modelos "tradicio- nales". El resultado es la producción de diversas tipologías que buscan definir 214 WayneParsons los nuevos patrones relacionales de las sociedades modernas. La fortaleza del enfoque de las redes radica en que aporta una metáfora para esta complejidad que "encaja" con los cambios tecnológicos y sociológicos de la sociedad moderna. En su contra tiene la diversidad de usos e interpretaciones de esta metáfora. La metáfora de una red o comunidad busca concentrarse en el patrón de Jos contaélos formales e informales y de las relaciones que definen las agendas de las políticas públicas y la toma de decisiones. en contraposición a la interacción que tiene lugar dentro y entre las organizaciones e instituciones formales encar- gadas de las políticas públicas. Esto es particularmente importante en las socie- dades que tienen un alto grado de pluralismo, en las que hay múltiples influencias en el proceso de las políticas públicas. El análisis de las redes se basa en la idea de que toda política pública está enmarcada en un contexto de rela- -ciones y dependencias. Como han señalado David Knoke y James Kuklinski, el análisis de las redes supone que los aélores participan en un sistema social en el que otros aélores influyen en las decisiones de los demás y. en segundo lugar. que la investigación debe ocuparse de los niveles de estruélura dentro de un sistema social. Al analizar el contexto de las relaciones y las estruéluras en la que éstas tienen lugar. se argumenta que dicho contexto aporta un "poderoso brochazo cuando se trata de pintar un cuadro sistemático de las estructuras sociales mundiales y de los elementos que las conforman" (Knoke y Kuklinski, en Thomson et al. [editores], 1991: 173)21. Uno de los primeros autores de ciencias políticas que recurrió a esta idea fue Hedo (1978), quien escribió un ensayo en el que comparaba las "redes de temas" con los "triángulos de hierro" en el contexto del poder ejecutivo estadounidense. Posteriormente, Richardson y Jordan (1979) aplicaron la idea al sistema britá- nico. Plantearon que el mapa de la formulación de políticas en Gran Bretaña se caraélerizaba por una fragmentada colección de subsistemas: una "serie de com- partimentos o segmentos verticales, cada uno de ellos habitado por un conjunto distinto de grupos organizados y generalmente imposibles de ser penetrados por 'grupos no reconocidos' o por el público en general" (Richardson y Jordan, 1979: 174). Rhodes ha aplicado la teoría de la dependencia de recursos y el intercambio, así como la idea de las redes de políticas públicas al estudio de las relaciones locales-centrales (véase Rhodes, 1981, 1986 Y1988). Asimismo, este autor sigue a Benson al definir las redes de políticas públicas como "un complejo de organizaciones vinculadas entre sí por dependencias de recursos" (Benson, 1982: 148) y propone hacer modelos de las redes a partir de las diversas estruc- turas de dependencia (véase la sección 4.3.7). Richardson etal. (1982) desarrollaron comparativamente la idea de lascomu- nidades de políticas públicas a partir de la idea de que cada país tiene un patrón (o estilo) propio de formulación de políticas y toma de decisiones. Las dos dimen- siones principales del estilo de las políticas públicas según Richardson son: 21 El caso presentado por Mónica Casalet muestra el impacto de las redes ciencia-industria en el proceso de elaboración de las políticas científicas y tecnológicas. Véase el Capítulo V: Casos latinoamericanos. Capitulo 11: Meso-análisis 215 • Estilo anticipatorio (tendencia a anticiparse a los problemas) o estilo reac- cionario (tendencia a reaccionar ante eventos y circunstancias conforme se presentan). Diagrama 2.17 . Dimensiones del ~flilo de las políticas públicas Los formuladores de políticas tratan de lograr elconsenso 2 Los formuladores de pollticas prevén los problemas Los formuladores de --------11------ políricas reaccionan ante los problemas 4 Los formuladores de políticas tratan de imponer sus decisiones 3 Fumk: lomado y adaptado de Richardson (1982: 13) • Estilo de búsqueda de consenso (tendencia a tomar decisiones mediante acuerdos entre las partes interesadas) o estilo que tiende a imponer sus decisiones a la sociedad. El modelo del estilo de las políticas públicas (diagrama 2.17) plantea que, si bien las modalidades de formulación de políticas en los países industrializados muestran un viraje hacia estructuras más "comunitarias" o "redes", existen importantes diferencias en la forma en que interactúan las comunidades de políticas públicas. Por ejemplo, en el cuadrante 1, el estilo de las políticas públi- cas hará que el gobierno trate de planear y consultar a las comunidades. En el cuadrante 2 se puede encontrar un estilo de formulación de políticas asociado a la política "incrementalísra": pluralista, fragmentada, toma de decisiones improvisadas, conocimientos imperfeél:os, etc. En el cuadrante 3 el gobierno no formula políticas mediante la planeación y el consenso, sino que reacciona a los problemas cuando es necesario e impone sus decisiones. En el cuadrante 4 el gobierno recurre a la planeación, la racionalidad, la predicción, etc., y se reserva la prudencia de imponer sus planes y soluciones. (Compárese con el modelo planteado por Braybrooke y Lindblom, 1963: 67; véase la sección 3.4.3.). 216 Wayne Parsons Evidentemente, el "estilo" que enmarca el funcionamiento de las comuni- dades y redes de políticas públicas cambiará con el tiempo y de un seétor a otro. Ríchardson, por ejemplo, afirma que en Gran Bretaña predomina el estilo de políticas públicas del cuadrante 2: es decir, una tendencia a negociar con las co- munidades y "reaccionar" a los problemas en vez de anticiparse a ellos de manera "racional". Jordan y Richardson (1983 y 1987) lo describen básicamente como un sistema de "acomodo burocrático" entre las comunidades más relevantes de políticas públicas. Sin embargo, en el gobierno de la "Dama de Hierro" (sic) el estilo se situaba definitivamente en el cuadrante 3: no era una política con inclinaciones por el "consenso" sino un exponente del "estilo contencioso" (véase Richardson, 1990). En países donde el estilo ha tendido a situarse en los cua- drantes 1 y 4, la formulación de políticas suele implicar algún tipo de proceso de planeación (Francia y Japón, por ejemplo). Como las comunidades de polí- ticas públicas cambian de un sector a otro, el estilo del sector que cuenta con una comunidad de políticas públicas bien organizada y poderosa será muy dis- tinto del estilo del sector en el que los diseñadores de las políticas disponen de una red laxa y difusa. En el primer caso, la formulación de políticas se conso- lidará después de muchas e intensas negociaciones; en el segundo, el gobierno podría optar por un enfoque más "robusto" e imponer sus decisiones sin dar demasiada importancia a las consultas a la comunidad. Algunos asuntos propios de las políticas públicas (corno la defensa) pueden tratarse confidencialmente en pequeños círculos
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