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e UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO 
 
 FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES 
 ACATLÁN 
 
 
 TESIS PARA OBTENER EL GRADO 
 DE 
 MAESTRO EN DERECHO 
 
 
 
 
 
 
 
 Presenta: 
 Lic. Celso Escobar Salinas. 
 
 Tutor: 
 Dr. Augusto Sánchez Sandoval. 
 
 
 Noviembre de 2011. 
 
EL BINOMIO POLÍTICA-DERECHO 
COMO MECANISMO DE DOMINACIÓN 
EN LA POSMODERNIDAD. 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
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2 
 
CELSO ESCOBAR SALINAS. 
 
EL BINOMIO POLÍTICA-DERECHO 
COMO MECANISMO DE DOMINACIÓN 
EN LA POSMODERNIDAD. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
3 
 
ÍNDICE 
Página: 
 
AGRADECIMIENTOS. 7 
PRÓLOGO. 8 
INTRODUCCIÓN. 11 
 
CAPÍTULO 1. 
LOS PARADIGMAS POLÍTICO-JURÍDICOS 
DE DOMINACIÓN EN LA MODERNIDAD. 
 
1.1 Génesis de los paradigmas político-jurídicos de dominación 
en la modernidad. 14 
1.1.1 El Renacimiento. 15 
1.1.2 La Reforma. 16 
1.1.3 La consolidación de los Estados nacionales. 17 
1.2 Los paradigmas político-jurídicos modernos de d ominación. 18 
1.2.1 La justificación vertical del poder y de la ausencia de la 
 moral: El paradigma de Nicolás Maquiavelo. 18 
1.2.2 Justificación suprema del poder: Paradigma de la 
 soberanía por Jean Bodin. 21 
1.2.3 Paradigma del contrato societatis y de la separación 
 de poderes. 22 
1.2.3.1 Thomas Hobbes. 23 
1.2.3.2 John Locke. 24 
1.2.3.3 Charles-Louis de Montesquieu. 26 
1.2.3.4 Jean Jacob Rousseau. 28 
1.2.3.5 Gordon S. Wood. 29 
1.2.4 Reinventando un modelo basado en la ética: El paradigma 
 de Immanuel Kant. 31 
1.2.4.1 La estética trascendental o crítica de la sensibilidad. 33 
1.2.4.2 Analítica trascendental. 33 
1.2.4.3 Dialéctica trascendental o crítica de la razón. 34 
1.2.4.4 La crítica de la razón teorética pura. 34 
1.2.4.5 Concepción del Derecho. 36 
1.2.4.6 En defensa de la Ilustración. 37 
1.2.4.7 El pensamiento de Kant en su obra 
"Para la Paz Perpetua". 38 
1.2.5 Hegel y la apertura hacia nuevos paradigmas dialécticos. 39 
1.2.5.1 Concepción jurídica-política. 41 
1.2.5.2 La Fenomenología del Espíritu. 43 
1.2.6 El paradigma liberal. 44 
1.2.6.1 Liberalismo filosófico. 44 
1.2.6.2 Liberalismo político. 44 
4 
 
1.2.6.3 Liberalismo económico. 46 
 1.2.6.3.1 Adam Smith. 46 
1.2.7 El paradigma socialista. 48 
1.2.8 Paradigma macroeconómico de dominación: El nuevo 
liberalismo económico actual. 52 
1.2.8.1 Diferencia entre liberalismo y neoliberalismo. 55 
1.2.8.2 Principios del neoliberalismo. 56 
1.2.8.3 Características del neoliberalismo. 58 
1.2.8.4 El neoliberalismo como ideología. 59 
1.2.8.5 Consecuencias del neoliberalismo. 60 
 
CAPÍTULO 2. 
LA POLÍTICA Y EL DERECHO: 
HERRAMIENTAS DEL PODER. 
 
2.1 El concepto de Política. 62 
2.1.1 Definición de Giovanni Sartori. 63 
2.1.2 Definición de Gil Robles y Maggiore. 63 
2.1.3 Definición de Carlos Fayt. 65 
2.1.4 Definición de Maurice Duverger. 67 
2.1.5 Acepciones de “la política” y “lo político”. 67 
2.1.6 La política como teoría y la política como acción. 68 
2.1.7 La política instrumento del poder. 75 
2.2 El concepto de Derecho. 75 
2.2.1 La persona como base del Derecho. 79 
2.2.2 La esencia del Derecho. 82 
2.2.3 El Derecho y la justicia. 88 
2.2.4 El Derecho como delimitación de licitudes y deberes. 89 
2.2.5 El Derecho como instrumento de poder. 92 
2.2.6 Teorías sobre el Derecho. 99 
2.2.6.1 El Iusnaturalismo. 99 
2.2.6.2 El Iuspositivismo. 104 
2.2.6.2.1 Diferencias entre moral y Derecho según 
el iuspositivismo. 105 
2.2.6.2.2 Clases de Iuspositivismo. 108 
2.2.6.2.3 Derecho natural y Derecho positivo. 108 
2.2.6.3 El realismo jurídico. 112 
2.2.6.3.1 Realismo jurídico extremo. 113 
2.2.6.3.2 Realismo jurídico moderado. 114 
2.2.6.3.3 Carl Schmith y el realismo político. 115 
 
 
 
 
5 
 
CAPÍTULO 3. 
LA POSMODERNIDAD. RETOS Y CONSECUENCIAS 
DE LA IRREFLEXIVIDAD POLÍTICO-JURÍDICA. 
 
3.1 ¿Qué es la posmodernidad? 119 
3.1.1 Origen del posmodernismo. 120 
3.1.2 ¿Un periodo histórico de transición entre paradigmas? 124 
3.2 Características de la posmodernidad socio-polít ica. 125 
3.2.1 La posmodernidad como actitud filosófica. 128 
3.3 Crítica a la posmodernidad. 131 
3.4 La posmodernidad y algunas disciplinas. 132 
3.4.1 Posmodernidad e Historiografía. 132 
3.4.2 La introducción de la posmodernidad en la Historia. 132 
3.4.2.1 Consecuencias para la Historiografía. 133 
3.4.3 Posmodernidad y psicología. 134 
3.4.4 Posmodernidad en las artes. 135 
3.4.4.1 Literatura y posmodernidad. 136 
3.5 Definiciones y críticas de la posmodernidad seg ún autores. 136 
3.6 Las consecuencias perversas de la irreflexividad po lítico-jurídica 
en la posmodernidad. 138 
3.6.1 Posmodernidad y auto-identidad. 142 
3.6.2 Posmodernidad y ambivalencia. 144 
3.6.3 El concepto de riesgo en la posmodernidad. 145 
3.6.4 El futuro como riesgo y la contingencia como atributo 
de la sociedad posmoderna. 146 
3.6.5 La sociedad del riesgo. 147 
3.6.6 Teoría de la modernización reflexiva. 150 
 
 
CAPÍTULO 4. 
LA DOMINACIÓN POSMODERNA 
A TRAVÉS DE LA IDEOLOGÍA POLÍTICO-JURÍDICA. 
 
4.1 ¿Es realmente la posmodernidad la época del fin de las ideologías? 154 
4.2 Concepto de ideología. 156 
4.2.1 Diferentes acepciones del concepto ideología. 159 
4.2.2 ¿A qué hace referencia la ideología? 162 
4.2.3 La teoría de Louis Althusser. 165 
2.2.4 Discurso e ideología. 167 
4.3 La dominación posmoderna a través de la ideolog ía político-jurídica. 172 
4.3.1 La ideología política en la posmodernidad. 172 
 4.3.1.1 Características de la ideología política en la 
posmodernidad. 174 
6 
 
4.3.2 La ideología jurídica en la posmodernidad. 177 
4.3.2.1 Características de la ideología jurídica en la 
posmodernidad. 179 
4.4 Necesidad de replantear una nueva ideología pol ítico-jurídica 
en la posmodernidad. 180 
4.5 Propuesta para una nueva concepción de la Polít ica y del Derecho 
en la posmodernidad. 181 
4.5.1 El referente: La teoría de los sistemas biológicos. 182 
4.5.2 La Política y el Derecho como sistemas. 184 
4.5.3 Hacia un paradigma diferente al aristotélico. 187 
4.5.4 Propuesta para un sistema político de la sociedad. 188
 4.5.4.1 Clausura operativa y autopoiesis del sistema político. 191 
4.5.5 Hacia una nueva concepción del concepto “poder”. 191 
4.5.5.1 El poder como medio de comunicación. 199 
4.5.5.2 El poder en la teoría de Luhmann. 201
 4.5.5.3 Esquema causal y poder. 205
 4.5.5.4 La violencia física como medio de amenaza. 206 
4.5.6 Pilares para un nuevo binomio Política-Derecho 
en la posmodernidad. 208 
4.5.6.1 Justicia. 208 
4.5.6.2 Libertad. 210 
4.5.6.3 Propiedad social y libertad. Dos conceptos inseparables. 212 
4.5.6.4 Igualdad. 214 
4.5.6.5 Inclusión.219 
 
 
CONCLUSIONES. 222 
 
BIBLIOGRAFÍA. 229 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
7 
 
AGRADECIMIENTOS 
 
Quiero expresar mi agradecimiento al Dr. Augusto Sánchez Sandoval, catedrático 
del posgrado en Derecho en la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, por su 
constante tutoría que ha sido fundamental para esta tesis; al Dr. Delio Dante 
López Medrano por sus notables indicaciones a lo largo de los cursos de 
Metodología; así como a los distinguidos académicos: Dr. Gunther Aschemann 
Detje, Dr. Klaus Theodor Muller Uhlenbrock y Dra. Leticia García García, por su 
gran apoyo para la culminación de esta obra. 
 
Adicionalmente manifiesto mi más sincera gratitud a la Universidad de Sevilla, a la 
Universidad Nacional Autónoma de México y al Consejo Nacional de Ciencia y 
Tecnología porque su respaldo que sin duda ha trascendido en mi formación y por 
su espíritu para lograr una mejor sociedad. 
 
Asimismo mi agradecimiento absoluto y dedicatoria de esta tesis a mis padres: 
Claudia Salinas Robles y Felipe Escobar Domínguez, por su inquebrantable e 
incondicional apoyo a lo largo de mi vida académica. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
8 
 
PRÓLOGO 
 
Esta obra intitulada: “ EL BINOMIO POLÍTICA-DERECHO COMO 
MECANISMO DE DOMINACIÓN EN LA POSMODERNIDAD ” tiene como objetivo 
general el analizar los desafíos a los que se enfrenta la Política y el Derecho, para 
proponer una nueva forma de concebir su naturaleza, en esta etapa histórica que 
es notoria en cambios. Es por ello que nuestro problema de investigación lo 
constituye el entendimiento de la Política y del Derecho como “sistemas” de 
Luhmann, para concebir un enfoque que proponemos debería ser circular, más 
que lineal, con la finalidad de ampliar el espectro de inclusión social. Ambas 
ciencias demandan ser actualizadas debido a estructuras pretéritas que muestran 
elementos a innovar y otros a sustituir. 
Los objetivos específicos de esta investigación son el analizar los 
paradigmas político-jurídicos de dominación de la modernidad; así como revisar 
los conceptos de Derecho y Política, desde un enfoque crítico, proponiendo que 
éstos son herramientas del poder; por otro lado se pretende revisar a la 
posmodernidad, sus retos y consecuencias derivados de su irreflexividad política y 
jurídica; finalmente se pretende analizar la dominación posmoderna ejercida a 
través de la ideología político-jurídica. Para lograr tales objetivos, es menester 
hacer un análisis de las principales ideas políticas y jurídicas surgidas en la 
modernidad, identificando la evolución o involución de las mismas, de manera que 
nos permita entender cómo se ha avanzado en la construcción de mejores formas 
de convivencia social gracias a la Política y al Derecho. 
Es así que en el CAPÍTULO UNO de esta obra se abordan las ideas de la 
Edad Moderna, donde tenemos el Renacimiento, la Reforma, los nuevos 
descubrimientos geográficos que forjan nuevas concepciones sobre la Política y el 
Derecho, destacando los obras de Nicolás Maquiavelo, Jean Bodin, Thomas 
Hobbes, John Locke, Montesquieu, Rousseau, Kant, Hegel, Karl Marx, Engels, 
Alexis de Tocqueville, Auguste Comte, Herbert Spencer, Jeremías Bentham, John 
Stuart Mill, Maynard Keynes, entre otros. 
En el CAPÍTULO DOS de esta tesis se analizan los conceptos de Política y 
9 
 
Derecho como herramientas del poder, también se estudia la naturaleza del ser 
humano como ser político y la evidente apatía en la posmodernidad del mismo, 
generando el hombre-apático frente a problemas que pueden solucionarse en las 
esferas de lo público, que requieren del esfuerzo y participación de todos. Por otro 
lado en este mismo capítulo se estudia la relación entre Derecho y Política, 
asentando que el primero es instrumento de la segunda. 
En el CAPÍTULO TRES de se analiza el concepto de posmodernidad, 
hablaremos del origen del posmodernismo, sus implicaciones en otras disciplinas 
como la Filosofía, la Psicología y el arte. Asimismo identificaremos las 
características de esta nueva etapa histórica: desencanto, indiferencia, falta de 
ideologías. Por otro lado se reflexiona sobre las consecuencias perversas de esta 
“modernidad” (Giddens), y el surgimiento de la así la denominada “sociedad del 
riesgo” y sus implicaciones en el campo jurídico y político. 
En el CAPÍTULO CUARTO de este texto se aborda el tema La dominación 
posmoderna a través de la ideología político-jurídica. Se analizan algunos de los 
retos presentes del binomio Política-Derecho y la imperante necesidad de romper 
paradigmas obsoletos para dar apertura a un nuevo modelo: considerar a la 
Política y al Derecho como sistemas, como recursiones, que reclaman una 
inclusión cabal, es por ello que se revisa la teoría de los sistemas biológicos, y 
asimismo analizamos la concepción de poder, como elemento sustancial para 
comprender el tema en cuestión, adicionalmente se proponen algunos “pilares” 
para el binomio Política-Derecho en la posmodernidad: la justicia, libertad, igualdad y 
la inclusión (conceptos que se estudian con teorías actuales). Por otro lado se 
esboza la necesidad de entender al Estado como una institución que se mantiene 
entre la caducidad y la innovación, y se llega a la propuesta del concepto de 
“meta-Estado”, como la nueva realidad política y jurídica, con la que individuos han 
encontrado viabilidad a su organización social en esta posmodernidad. 
Adicionalmente analizaremos un contenido sustancial para la comprensión de la 
Política y el Derecho en la posmodernidad a través del estudio de la ideología, 
como un tema vigente, que ha sido relegado de la especulación, pese a su 
importancia. Como veremos, lo cierto no es el fin de la ideologías, sino el inicio de 
10 
 
una gran ideología que anula la posibilidad de otras. 
Esperando que este conjunto de reflexiones lo inviten al debate y a la nueva 
forma de ver el binomio Política-Derecho frente a una época de grandes cambios 
como lo es la posmodernidad, invitamos al lector a continuar en el permanente 
estudio de estas disciplinas para lograr una mejor organización social, asequible 
a todos, más allá de la visión antropocéntrica, más allá de una sola concepción. 
 
 
Estado de México, México, Junio de 2011. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
11 
 
INTRODUCCIÓN 
 
El ser humano ha cimentado su acción en múltiples ideas, las cuales han sido 
el hito en la configuración de realidad. Resulta interesante analizar las concepciones 
políticas y jurídicas imperantes a través de la historia, pues partimos de este tópico, 
como el pilar organizacional sobre el que las diversas comunidades han hecho 
factible la esfera pluripersonal, y la consecuente estabilidad comunitaria. Desde el 
comienzo de las civilizaciones encontramos distintas maneras de pensar y actuar, 
no todas ellas aceptadas con el mismo vigor, algunas con el más extremo exilio y 
otras con aceptación supina. Tal es el mecanismo de las ideas que con éstas 
podemos errar por siglos o dar avances importantes. Partir del supuesto de la 
superación de la subjetividad ajena a la objetividad es el lente con el que miramos 
esta situación, pues entendemos que todo está ligado, y no existe objetividad o 
subjetividad puras, creyendo lo contrario caemos en un sofisma recurrente. 
Entendemos así que el binomio subjetivo-objetivo, es uno solo y no hay separación 
entre éstos, esta es la evidencia en la posmodernidad. 
Es importante comenzar nuestra exposición dilucidando el concepto “idea”, 
para lo cual recurrimos a la acepción de la Real Academia Española: “Imagen o 
representación que del objeto percibido queda en la mente”1. Así entendemos 
“idea” como el producto de la actividad intelectual con la que develamos la 
realidad de manera externa e interna: Pues es parte de lo que observamos, 
escuchamos, olemos, tocamos, pero es también un elemento del proceso internomental y espiritual, con lo que nos hallamos en el terreno del raciocinio y del 
sentimiento. Idea es un motor que comienza en la conjugación de un sujeto y 
termina en la acción de mundo. Es menester señalar que no todas las ideas son 
develadas a acción de mundo, muchas por irrelevantes, o todo lo contrario por 
sumamente principales, que se encuentran en censura y a destiempo en su 
contexto. Analizaremos más adelante el sentido, alcance y visión de las ideas en 
la configuración de la realidad, comprendiendo que el entramado de estas mismas 
 
1 Cfr. Real Académica Española. Diccionario de la Lengua Española. Vigésima segunda edición, en 
página web: www.rae.es (Mayo de 2011). 
12 
 
forman ideología, es decir, la constelación que ilumina el avance o retroceso de 
sociedades. 
La Política y el Derecho son dos sistemas imprescindibles para el sustento 
de nuestras sociedades, los cuales han evolucionado en algunos aspectos 
importantes, pero en otros (como comentaremos más adelante) han retrocedido, lo 
cual sin duda, requiere de reflexión. El avance en las ideas políticas y jurídicas a lo 
largo de la historia, ha servido para la configuración de realidad, adecuándose a 
su tiempo, no siempre partiendo de la lógica: reflexión para la acción, sino que en 
muchos casos se ha entendido a la inversa, es decir, se carecen de elementos 
preventivos, que pueden ser de mucha utilidad para la construcción de mejores 
estructuras y sistemas. En la posmodernidad encontramos un cuestionamiento a 
esos dos grandes sistemas (Derecho-Política), ya que las bases históricas, en las 
que se sustentan develan exclusiones que son reclamadas principalmente por los 
grupos minoritarios que han vivido al margen de la generalidad, y que ahora ante 
la apertura de sistemas cada vez más democráticos, han manifestado sus 
demandas. El deber ser se manifiesta en el sentido de fortalecer las lucideces 
históricas y de menguar los lapsos involutivos. 
Es falsa la afirmación del fin de las ideologías, porque actualmente, 
experimentamos una latencia evidente de éstas; es incorrecta la visión tradicional 
del Estado, como última versión de los acuerdos políticos y jurídicos, la existencia 
de acuerdos más allá de las fronteras de soberanía pone de manifiesto la 
necesidad de una nueva organización política y jurídica, el “meta-Estado”. La 
democracia, es una herramienta, que en este nuevo periodo de la historia, ha 
avanzado, pero no terminado de llegar a los sectores de la población con mayor 
rezago y exclusión. 
 
 
 
 
 
13 
 
 
 
 
 
 
CAPÍTULO 1. 
LOS PARADIGMAS 
POLÍTICO-JURÍDICOS 
DE DOMINACIÓN EN LA 
MODERNIDAD. 
 
 
“Dicen que la historia se repite, 
lo cierto es que sus lecciones no se aprovechan”. 
 
CAMILLE SÉE. 
 
 
 
 
 
 
 
14 
 
 
CAPÍTULO 1. 
LOS PARADIGMAS POLÍTICO-JURÍDICOS 
DE DOMINACIÓN EN LA MODERNIDAD. 
 
1.1 Génesis de los paradigmas político-jurídicos de dominación 
en la modernidad. 
 
Por paradigma2 se entiende un patrón o modelo de pensamiento en una 
época determinada que llega a tener trascendencia para la sociedad. Dicha forma 
de concepción del mundo, domina el actuar de los individuos y aquellos que se 
encuentran fuera del modelo han sido criticados, perseguidos, desterrados, e 
incluso eliminados. Es precisamente el conocimiento una forma de poder y de esta 
manera las clases dominantes han mantenido su status quo, forjando ciertos 
patrones de “verdad”3. 
Los paradigmas político-jurídicos modernos de dominación surgen en el 
período histórico conocido como Edad Moderna. En esta época triunfan los 
valores del progreso, la comunicación, la razón, frente a los modelos de sumisión 
y fuerte estratificación heredados de la Edad Antigua y la Edad Media4. El espíritu 
de la Edad Moderna buscaría un referente de “luz” para cimentar sus bases y éste 
lo encuentra en el pensamiento antiguo de grandes clásicos. Como elemento de 
gran relevancia a esta época tenemos la integración de dos mundos humanos que 
 
2 Paradigma es un modelo o patrón en cualquier disciplina científica u otro contexto epistemológico. 
El concepto fue originalmente específico de la gramática; en 1900 el diccionario Merriam-Webster 
definía su uso solamente en tal contexto, o en retórica para referirse a una parábola o a una fábula. 
En lingüística Ferdinand de Saussure (fuerte impulsor del estructuralismo) ha usado paradigma 
para referirse a una clase de elementos con similitudes. El término tiene también una concepción 
en el campo de la psicología refiriéndose a acepciones de ideas, pensamientos, creencias 
incorporadas generalmente durante nuestra primera etapa de vida que se aceptan como 
verdaderas o falsas sin ponerlas a prueba de un nuevo análisis. 
 
3 Esos paradigmas político-jurídicos buscan el control de las conciencias de las personas. Por tanto 
ejercen poder de control y dominación. Para entender más sobre la relación conocimiento-poder, 
se recomienda el estudio de los libros: “Genealogía del Racismo” y “Microfísica del Poder” de 
Michael Foucault. 
 
4 Es este período considerado de gran atraso, aislamiento y oscurantismo. 
15 
 
habían permanecido aislados desde la Prehistoria: el nuevo mundo (América) y 
el viejo mundo (Europa, Asia y África). 
La modernidad pone énfasis en el hombre como centro del universo, por lo 
que deja atrás la visión teocéntrica (Dios centro del universo). El auge en el 
desarrollo de muchas ciencias y artes se hace evidente. De manera particular en 
el Derecho y la Política tendremos avances importantes en lo referente al universo 
de inclusión y en el reconocimiento de derechos a un mayor número de personas, 
que paulatinamente van alcanzando el status de ciudadanos (iguales frentes a 
iguales) y no de desiguales como en épocas anteriores. Sin embargo esta 
integración ha sido una constante a lo largo de mucho tiempo y no ha sido 
absoluta, incluso en la actualidad tenemos diversos sectores de la población5 
soslayados de sus derechos fundamentales, porque si bien es cierto en la teoría 
se les reconocen, en la praxis el saldo aun es negativo. 
 
1.1.1 El Renacimiento. 
 
En la Edad Moderna surge el Renacimiento, que constituye un movimiento 
intelectual que repercutirá en todas las ramas del pensamiento occidental. Su eje 
principal fue poner en el centro del mundo al hombre mismo. Ejemplos de este 
“renacer” son muchos: Por una parte la concepción de Copérnico que rompe con 
una tradición de más de mil años; las observaciones, experimentos y propuestas 
de Galileo Galilei; los estudios de Leonardo da Vinci sobre el cuerpo humano, la 
mecánica y la naturaleza; la creación de la imprenta por Johannes Gutenberg 
(hacia 1450); el uso de la pólvora, invento de oriente que renovará las “artes de la 
guerra” y la estructura de los ejércitos; los avances en la navegación, tanto en la 
fabricación de navíos o el uso de la brújula, permitirán el descubrimiento de nuevos 
territorios, que serán una muy importante fuente de recursos para el viejo mundo 
durante varios siglos, a la par del sometimiento y genocidio de las civilizaciones 
 
5 En el caso de México a finales de la primera década del siglo XXI tenemos varios grupos a los 
que constantemente se les violan sus derechos e incluso algunos otros a los que aun no se les 
reconcen: indígenas, mujeres, jóvenes, diversidades sexuales, migrantes, entre otros. 
 
16 
 
americanas6. En suma tenemos la concepción de un nuevo paradigma de la 
realidad, que a su vez constituirá una nueva forma de dominación: el reinado de la 
razón del hombre (el antropocentrismo) que destierra cualquier otra forma de 
interpretación de realidad. 
 
1.1.2 La Reforma. 
 
No es posible entender la modernidad sin hacer alusión a un movimiento que 
trascendió en las esferasdel poder de aquel entonces, y es la Reforma religiosa, 
que hizo evidentes una serie de situaciones ajenas a los dogmas religiosas, 
develando la exclusión y dominación ejercida en ese entonces. Tenemos así que 
el movimiento de la Reforma fortalecerá la ruptura de la unidad cristiana en 
Europa, que mantuvo a una clase en el poder por mucho tiempo: el clero. Por otro 
lado, la centralización de poder por parte de los monarcas. 
Los antecedentes de dicha disputa los tenemos en el año de 1517 cuando 
el Papa León X autoriza la venta de indulgencias con el fin de recaudar fondos para la 
construcción de la basílica de San Pedro en Roma, lo cual fue visto más bien 
como un negocio de la iglesia. Martín Lutero7 criticó lo anterior, ya que lo 
consideraba opuesto a lo dictado en la Biblia, por Io que fijó en las puertas de la 
iglesia de Wittenber la llamadas Noventa y cinco tesis contra Roma, este acto 
puede considerarse como el inicio de la reforma protestante. Lutero estaba en 
favor del libre examen de las escrituras y la superioridad de éstas sobre la 
autoridad papal, la salvación por medio de la fe y no por las obras. Hecho 
 
6 Es importante revisar este episodio de la historia con un referente crítico, pues la llamada 
colonización fue un genocidio. Al respecto se recomienda la lectura de Clavero, Bartolomé. 
Genocidio y justicia: la destrucción de las Indias, ayer y hoy. Madrid, 2002. 
 
7 Martín Lutero (Eisleben, Alemania,10 de noviembre de 1483–Eisleben, Alemania, 18 de febrero 
de 1546), nacido como Martin Luder, después cambiado a Martin Luther, como es conocido en 
alemán, fue un teólogo, fraile católico agustino recoleto y reformador religioso alemán, en cuyas 
enseñanzas se inspiró la Reforma Protestante. Inauguró la doctrina teológica y cultural 
denominada luteranismo e influyó en las demás tradiciones protestantes. Su exhortación para que 
la Iglesia regresara a las enseñanzas de la Biblia, impulsó la transformación del cristianismo y 
provocó la Contrarreforma, como se conoce a la reacción de la Iglesia Católica Romana frente a la 
Reforma protestante. 
 
17 
 
fundamental de la Reforma fue la traducción que realizó Lutero de la Biblia del 
latín al alemán, acción que fue considerada herética por la Iglesia, sin embargo 
dicha acción fue ampliamente aceptada por personas disidentes. Con el anterior 
contexto, el norte de Alemania estaba fuera del control papal, sin embargo, aún 
cuando Lutero condena el poder del papa se alía a la autoridad del monarca, de 
esta forma ambos se convirtieron en los reguladores de la religión de sus súbditos, 
por lo que la nueva iglesia quedaba bajo control del príncipe8. Termina de esta 
manera una forma de dominación y se consolida otra. 
Por otro lado Juan Calvino9 menciona que todo el poder proviene de Dios, 
que la autoridad existe para facilitar a los hombres la salvación y debe ser 
obedecida, pues no es admisible la rebelión contra ésta. Asimismo interpreta las 
escrituras conforme a la razón y no según la tradición de la iglesia universal. Su 
pensamiento trae como consecuencia la obediencia rigurosa de la ley dada por 
Dios mediante los pastores del nuevo clero, que implica una concepción de una 
dictadura de la religión. 
La Reforma religiosa en Europa traerá la ruptura de la unidad existente hasta 
ese momento, pero de igual forma implica la crisis de la autoridad sobre los 
monarcas. La modernidad es un resultado del momento histórico, no se puede 
entender sin el Renacimiento, la consolidación de los Estados nacionales, pero 
especialmente por la Reforma religiosa. La discusión de los poderes temporal y 
celestial, queda rebasada por los acontecimientos del momento. La política se 
pensará en términos modernos y se encaminará a justificar y explicar el poder del 
monarca, un poder absoluto que tendrá en los siglos venideros. 
 
1.1.3 La consolidación de los Estados nacionales. 
 
Los diversos movimientos económicos, políticos y sociales configuran una 
 
8 Cfr. Gottfried, Fitzer. Lo que verdaderamente dijo Lutero. México, 1972, pp. 100 y ss. 
 
9 Juan Calvino (10 de julio de 1509–27 de mayo de 1564), fue un teólogo francés, considerado uno 
de los padres de la Reforma Protestante. Más tarde, las doctrinas fundamentales de posteriores 
reformadores se identificarían con él, llamando a estas doctrinas “calvinismo”. Particularmente los 
“5 puntos del calvinismo” surgen como contraposición a las doctrinas de Jacobo Arminio. 
18 
 
nueva realidad que cambia al mundo, se han dejado atrás estructuras reducidas 
de organización social, surge una mayor complejidad social, donde los asuntos 
requieren ser atendidos con una visión general. La Política y el Derecho serán 
herramientas indispensables para la fortaleza de las unidades de poder llamados 
Estados nacionales, en donde los monarcas absolutos en primera instancia 
jugarán ese papel indispensable para consolidar las dispersiones comunitarias. 
Sin embargo ¿cómo entender esta nueva realidad? ¿cómo lograr el control de la 
nueva situación? Estas posiblemente fueron las preguntas que originaron que 
diversos teóricos escribieran sobre el tema, así Maquiavelo, Bodin, Hobbes, 
Montesquieu y Rousseau, darán una serie de reflexiones que a marcarán el inicio 
de los paradigmas modernos de dominación. 
 
1.2 Los paradigmas político-jurídicos modernos de d ominación. 
 
1.2.1 La justificación vertical del poder y de la ausencia de la moral: El 
paradigma de Nicolás Maquiavelo. 
 
Nicolás Maquiavelo (1469-1527) puede ser considerado un clásico hombre 
del Renacimiento italiano, de gran importancia en el estudio del Estado. Plasma 
sus ideas principalmente en dos obras: El Príncipe10 (que posiblemente sea la más 
conocida y comentada) y en Discursos sobre la primera década de Tito Livio (donde 
analiza las formas de gobierno de la antigüedad, especialmente de Roma11) Este 
ensayista muestra un profundo conocimiento de los autores clásicos: Analiza las 
diversas formas de gobierno expuestas por Platón, Aristóteles y Polibio; resalta el 
 
10 El Príncipe (en el original en italiano: Il Principe) es un tratado de doctrina política compuesto por 
Nicolás Maquiavelo en 1513 mientras se encontraba en San Casciano confinado por la acusación 
de haber conspirado en contra de los Médici. Maquiavelo dedicó la obra a Lorenzo II de Médici, hijo 
de Pedro II de Medici, con la esperanza de reconquistar el encargo de Secretario de la República, 
y fue publicada póstumamente en 1532. Se trata sin duda de su obra con más renombre, aquella 
por la cual ha nacido el sustantivo "maquiavelismo" y el adjetivo "maquiavélico". A pesar del uso 
despectivo que se le da al término "maquiavélico" no es otra cosa sino un ser con un gran 
conocimiento de la psicología humana, un gran sentido común y sobre todo muy pragmático, 
inclusive muchos hombres de negocios han extrapolado algunas ideas de él. 
 
11 Cfr. Maquiavelo, Nicolás. Discursos sobre la primera década de Tito Livio. Madrid, 1987, p. 85. 
19 
 
papel de la República Romana por el equilibrio alcanzado en sus instituciones, 
sin desconocer los riesgos de perversión que puedan llegar a presentarse; 
acepta la idea de un dictador institucional, pero sólo con el objeto de mantener el 
orden de la República y no como una usurpación del poder o la degradación de la 
forma de gobierno. 
Menciona Maquiavelo que para poder alcanzar el ideal de la República, 
primeramente es necesario poseer el control del poder político, y sólo se logra en la 
medida en que el príncipe concentre el poder y lo ejerza de una manera efectiva: 
en la obra de El Príncipe, nos muestra una serie de estrategias y acciones que 
debe llevar a cabo el monarca para conservar el poder político, esto se entiende 
claramente si tenemos en cuenta la anarquía políticaque se vive en la época, de 
ahí que este autor proponga como un primer momento en la organización del 
Estado, centralizar el poder en un hombre. Por otro lado señala las cualidades 
que debe tener el príncipe, entre ellas debe ser generoso y no ser considerado 
como un avaro, entre ser amado y ser temido dice que es preferible ser temido12. 
Norberto Bobbio señala que en el libro El Príncipe: 
 
“…se hace un estudio a los principados clasificándolos en: principados hereditarios y 
principados nuevos. El libro está dedicado casi completamente a los principados nuevos, a 
cómo establecer premisas que le permitan mantener el poder a éste. En cuanto a los 
principados hereditarios lo hay: por un príncipe que elige entre sus siervos, que son todos 
los ministros que lo ayudarán a gobernar, o por un príncipe asistido por barones que, no a 
la gracia del señor, sino a la antigüedad de su linaje, deben la posición que ocupan. En 
cuanto a los principados nuevos, Maquiavelo distingue cuatro especies de acuerdo con el 
diverso modo de conquistar el poder: a) por virtud; b) por fortuna; c) por maldad (es decir 
por violencia y d) por el consenso de los ciudadanos. Estas cuatro especies se disponen en 
parejas antitéticas: virtud-fortuna, fuerza-consenso. El principado por maldad es mediante 
crímenes. El criterio para distinguir la buena política de la mala es el éxito; el éxito para un 
príncipe nuevo se mide por su capacidad de conservar el Estado. Buen tirano es quien 
logra conservarse en el poder, mal tirano es quien cae del mismo. Maquiavelo acota que 
‘el fin justifica los medios’”13. 
 
Por otro lado Bobbio añade que Maquiavelo enunció una ley de los ciclos de 
las formas de gobierno: “Ésta es la rotación de las constituciones; ésta es la ley 
natural por la cual las formas políticas se transforman, decaen y regresan al punto 
 
12 Cfr. Maquiavelo, Nicolás. El Príncipe. México, 1991, p. 76. 
 
13 Bobbio, Norberto. La teoría de las formas de gobierno en la historia del pensamiento político. 
México 1989, pp. 70-75. 
 
20 
 
de partida” 14. Después de agregar la tesis del círculo comenta: “Pero rara vez la 
misma organización gubernativa, porque casi ningún Estado tiene tan larga vida 
que sufra muchas de estas mutaciones sin arruinarse, siendo frecuente que por 
tantos trabajos y por falta de consejo y de fuerza quede sometido a otro Estado 
vecino, cuya organización sea mejor”15. 
Maquiavelo cree que el historiador puede prever los acontecimientos futuros 
a condición de que sea agudo y profundo, para explicar los sucesos del pasado. 
La comprensión de la historia no solamente sirve para prever lo que sucederá, 
sino también, aunque parezca una contradicción, para prevenirlo. Podemos decir 
que este autor es considerado como el fundador de la Ciencia Política moderna por 
alcanzar un objeto de estudio específico de la política, separándola de la ética, y de 
la filosofía: Con El Príncipe el objeto de estudio se convierte en el poder político. 
Maquiavelo fue un autor que presentó elementos para que el poder político 
pudiera fortalecer su control y dominación de conciencias. Como hemos 
comentado sus aportaciones al campo de la Ciencia Política son muy relevantes, 
pero no deja de llamarnos la atención su visión vertical de concebir lo político, es 
decir, de justificar una relación de supra-subordinación, la cual ha sido así 
entendida y justificada desde esa época, sin embargo como veremos más 
adelante, dicha acepción vertical debería ser inasequible en la posmodernidad, 
pues la política debe aspirar a una relación horizontal, toda vez que su praxis es 
entre ciudadanos, por lo tanto el fin último de la democracia no es colocar una 
persona sobre otra, sino asentarlas en una colaboración, de esta manera 
estamos frente a un sofisma: se nos dice que somos iguales, pero en la praxis 
política somos diferentes. 
 
 
 
 
 
14 Bobbio, Norberto. Op. cit., México, 1989, p. 75. 
 
15 Íbidem. 
21 
 
1.2.2 Justificación suprema del poder: Paradigma de la soberanía 
por Jean Bodin. 
 
Jean Bodin16 tuvo una amplia visión de la política francesa de su época. 
Posiblemente su principal obra sea Los seis libros de la República en el cual 
realiza un estudio de las formas de gobierno de la antigüedad clásica, además 
de dar los elementos para sustentar y fortalecer la monarquía francesa17. Este 
autor considera que la base del Estado es la familia entendida en el sentido 
romano, y a su vez aristotélico, es decir, una familia patriarcal, de ahí que el 
Estado se sustituya como una serie de familias con un poder soberano. El 
mayor aporte de este teórico fue el concepto de soberanía que entendió como 
potestad absoluta y perpetua de una República18. Es perpetua por estar siempre, 
sin importar la forma en que se opongan al poder; de esta forma si la soberanía 
radica en un solo hombre será una monarquía, si la comparte el pueblo será Estado 
popular, y si está en manos de unos cuantos será un Estado aristocrático. Será 
absoluta en la medida que el soberano no esté sujeto al mando de otro y pueda 
dar, quebrantar o anular leyes. Otra característica de la soberanía, que menciona 
Bodin, es la indivisibilidad, ya que se deposita específicamente en alguien, el 
monarca, el pueblo selectos, la soberanía no se confunde con las formas de gobierno. 
En este momento Bodin considera que la monarquía constituye la mejor forma de 
gobierno pues el príncipe soberano es la imagen de Dios en la tierra19. 
El concepto de soberanía trascenderá a su época y en siglos venideros se 
encontrarán reelaboraciones teóricas de este concepto, el cual se constituirá 
como parte fundamental del pensamiento político moderno; la soberanía implicará 
la idea de unidad del poder político, ya no en manos de varias, sino en la del 
 
16 Jean Bodin (Angers, 1529/30 -Laon, 1596) fue un destacado intelectual francés que desarrolló 
sus ideas en los campos de la Filosofía, el Derecho, la Ciencia Política y la Economía. Sus aportes 
a la teoría del Estado, en particular mediante el concepto de soberanía, han sido de gran 
importancia para la modernidad y conservan en gran medida su valor. 
 
17 Cfr. Bodin, Jean. Los seis libros de la república. España, 1997, p. 152. 
 
18 Cfr. Touchard, Jean. Op. cit., p. 228. 
 
19 Íbidem. 
22 
 
monarca, quien se erige como la propuesta de Estado. 
Como se ha analizado la soberanía es un poder supremo e indivisible, pero 
valdría la pena cuestionar en la posmodernidad ¿quién ejerce tal poder 
supremo? ¿realmente es el pueblo en las democracias? ¿se trata de un 
‘fantasma’ que justifica un actuar injusto? ¿es un sofisma? Bodin crea un 
monolito al pretender justificar el poder político, tal vez sea tiempo de reanalizar 
ese “magno poder”, con una dosis de democracia sin calificativos y 
desenmascarar dicho paradigma que encierra en el fondo una forma de 
dominación moderna. 
 
1.2.3 Paradigma del contrato societatis y de la separación de 
poderes. 
 
Ya no será la voluntad divina la que ordena regir la manera el actuar de 
las personas, como sucedía en la teocracias de la Edad Antigua y la Edad 
Media, será ahora un “contrato social”. Entendiendo por tal el acuerdo plural de 
voluntades, para crear derechos y obligaciones. En donde si bien se pierde 
libertad, se gana seguridad. Este es el paradigma justificatorio de la forma de 
organización social en la modernidad: el pacto societatis. Hobbes, Locke, 
Montesquieu y Rousseau disertarán exposiciones para explicar el nuevo 
paradigma, tratando de incluir en el espectro social, la conciencia no de 
dominación, sino de participación, sin embargo desde una visión crítica, 
podemos aseverar que no se trató de un acuerdo incluyente, toda vez que en 
esa época diversos sectores de la población estaban vedadosen sus derechos 
fundamentales: mujeres, personas con capacidades diferentes, minorías 
sexuales, afro-descendientes, entre otras muchas más. Por lo que podemos 
concluir que el “contrato social” es una ficción que intenta justificar el poder de 
unos cuantos sobre las conciencias de las mayorías. Adicionalmente las 
posturas contractualistas auspician la teoría de la división de poderes, sin 
embargo en la posmodernidad, se ha viciado esa aspiración, pues los factores 
reales de poder, han interferido en la organización social de manera notoria. 
23 
 
1.2.3.1 Thomas Hobbes. 
 
Thomas Hobbes20 vivió la Revolución Inglesa, y que por tal se vio obligado a 
estar en el exilio durante once años en Francia, sin embargo, en su obra se puede 
apreciar a un hombre comprometido con su momento histórico (que fue de gran 
inestabilidad). Fue filósofo, matemático, naturista y político21, por lo que podemos 
decir que su carácter multidisciplinario, le sirvió para entender de manera más 
profunda su realidad. 
Este teórico elaboró una trilogía de obras: De corpore (Al Cuerpo), De hominie 
(Al Hombre) y De cive (Al ciudadano), que quedaron concluidas en 1658, sin 
embargo en 1651 aparece el Leviatán, su principal aportación política, donde acota 
como símbolo maligno entre los egipcios y asirios, descrito en el libro de Job, el 
monstruo de las aguas (es el clásico dibujo que acompaña la edición de este libro) 
que aparece con una visión antropomórfica, dicho ser que es compuesto de una 
cantidad de pequeños seres humanos, poderoso, con la espada y la cruz22. 
Señala que el hombre es malo por naturaleza ya que lo rige el deseo de 
poder el cual sólo termina con la muerte (homo homini lupus23) por tanto, el Estado 
surge de un pacto necesario en el que los individuos ceden sus derechos a 
cambio de protección y seguridad, garantizados por la ley, dando término a esa 
permanente guerra. Es de destacar que la soberanía se deposita en dicho 
 
20 Thomas Hobbes (5 de abril de 1588 – 4 de diciembre de1679), fue un filósofo inglés, cuya obra 
Leviatán (1651) estableció la fundación de la mayor parte de la Filosofía Política occidental. Es el 
teórico por excelencia del absolutismo político. 
 
21 Cfr. González Díaz Lombardo, Francisco Xavier. Op. cit., pp. 193 y 194. 
 
22 Cfr. Hobbes, Thomas. Leviatán. México, 1984, p. 63. 
 
23 Homo homini lupus es una locución latina de uso actual que significa "el hombre es un lobo para 
el hombre". Es originaria del comediógrafo latino Tito Marcio Plauto (254 a.C. – 184 a.C.) en su 
obra Asinaria, donde el texto exacto dice: "Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non 
novit." (Lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro). Fue 
popularizada por Thomas Hobbes, filósofo inglés del siglo XVII, en su obra Leviatán, que dice que 
el egoísmo es básico en el comportamiento humano, aunque la sociedad intenta corregir tal 
comportamiento favoreciendo la convivencia. A menudo se señala equivocadamente a este filósofo 
como autor de la cita. Se acota con frecuencia cuando se hace referencia a los horrores de los que 
es capaz la humanidad para consigo misma. Gramaticalmente, está formada con el nominativo y 
dativo de homo, -inis (hombre), y el nominativo de lupus-i(lobo). Como contrapunto a la frase de 
Plauto, Séneca escribió que "el hombre es algo sagrado para el hombre". 
24 
 
Estado, y a su vez los súbditos reconocerán la autoridad y su legitimación. 
Hobbes reconoce que existen algunos aspectos que los súbditos pueden 
objetar, tales como dañarse a sí mismos, a no resistir un ataque, matar o 
suicidarse, declarar contra sí o emprender guerra no voluntaria. Sin embargo se 
justifica el poder absoluto. Podemos resumir que el modelo de Hobbes es de corte 
racionalista, ya que excluyó a Dios como única justificación del poder temporal. 
Con el pensamiento de ese autor, la Política, se reafirma en su independencia de 
otras disciplinas, asimismo tenemos que justifica el poder absoluto del monarca 
sobre las conciencias de las personas, que en ese entonces vivían en una notoria 
desigualdad, pobreza y carencia de los derechos fundamentales. 
 
1.2.3.2 John Locke. 
 
John Locke24 es considerado como el padre del liberalismo, especialmente por 
su obra Dos ensayos sobre el gobierno civil elaborado durante los años de la 
Revolución Gloriosa de 1688, que significó el fin de la monarquía de Derecho divino 
en Inglaterra. En el primer ensayo Locke se dedica a criticar la obra de Robert 
Filmer El patriarca o el poder natural de los reyes, que encerraba una concepción 
absolutista de la monarquía. Locke señala que el poder no proviene de la voluntad 
divina que se remonta a Adán, sino que es resultado de la unión de hombres 
libres e iguales25. 
Locke parte de un estado de naturaleza de los hombres sin embargo los 
individuos poseen derechos en virtud de una ley natural, por ende tienen la 
facultad de hacer respetar sus derechos mediante sus propios medios, sin 
embargo, para evitar una anarquía se acuerda el Estado para proteger esos 
derechos naturales que son la libertad, la vida y la propiedad. Contrariamente a 
Hobbes, Locke estima que el estado de naturaleza es un estado pacífico, o al 
menos relativamente pacífico. La naturaleza no es para él ni feroz, como para 
 
24 John Locke (Wrington, 29 de agosto de 1632 - Essex, 28 de octubre de 1704) fue un pensador 
inglés considerado el padre del empirismo y del liberalismo moderno. 
 
25 Cfr. Touchard, Jean. Historia de las Ideas Políticas. México, 1977, pp. 294-297. 
25 
 
Hobbes, ni perfecta, como para Rousseau. El estado de naturaleza es un estado 
de hecho, una situación perfectible. Contrastando también con Hobbes, Locke 
estima que la propiedad privada existe en el estado de naturaleza, que es anterior 
a la sociedad civil: 
 
“…es el hombre "industrioso y razonable" —y no la naturaleza— quien está en el origen de 
casi todo lo que tiene valor. Por consiguiente, la propiedad es natural y bienhechora, no 
sólo para el propietario, sino para el conjunto de la humanidad: El que se apropia de una 
tierra mediante su trabajo no disminuye, sino que aumenta, los recursos comunes del 
género humano. La propiedad confiere la felicidad, y la mayor felicidad coincide con el 
mayor poder: La mayor felicidad no consiste en gozar de los mayores placeres, sino en 
poseer las cosas que producen los mayores placeres"26. 
 
Vemos entonces como el Estado aparece como el medio para superar esa 
situación de naturaleza en que se encuentra el hombre, pero no se otorgan al Estado 
todos los derechos del individuo como en el pensamiento de Hobbes. Para Locke 
se constituye una sociedad civil cuando crea la autoridad política por un acto de 
confianza de la sociedad, con el único fin de terminar con el estado de naturaleza, así 
el individuo no pierde sus derechos, y la autoridad sólo se crea para evitar la 
aplicación de la ley natural por cada hombre (la justicia por propia mano). En este 
sentido Touchard comenta: “… para garantizar la propiedad, los hombres salen del 
estado de naturaleza y constituyen una sociedad civil, cuyo fin principal es la 
conservación de la propiedad. Por consiguiente podemos decir que el poder 
político es una especie de depósito confiado por propietarios a propietarios donde 
los gobernantes son administradores al servicio de la comunidad; su misión 
consiste en asegurar el bienestar y la prosperidad”27. 
Con Locke se encuentra modernamente la división de poderes o la distinción 
de poder, distinguiendo al legislativo, el ejecutivo y el federativo. El legislativo se 
considera como el poder supremo ya que es el encargado de hacer las leyes, 
pero no es un poder ilimitado sino restringido por el respeto de los derechos 
naturales de los individuos. El ejecutivo es el encargado de proveerel bien 
público en los casos en que las leyes no señalen algo específico. El federalista 
será el encargado de realizar las actividades relativas a las relaciones 
 
26 Cfr. Touchard, Jean. Op. cit., p. 295. 
 
27 Íbidem. 
26 
 
internacionales o exteriores del Estado, como celebrar tratados o declarar la 
guerra a otra potencia28. 
El pensamiento político de Locke es fundamentalmente laico. Separa 
rigurosamente lo temporal de lo espiritual y, contrariamente a Hobbes, declara que 
el poder del gobierno civil no tiene relación más que con los intereses civiles. 
Podemos sintetizar que el pensamiento de Locke, en los siguientes puntos: 
defensa de la propiedad privada y llamamiento a la moral; preocupación por un 
poder eficaz y necesidad del consentimiento; un individualismo que se inclina ante 
la mayoría; empirismo y racionalismo; tolerancia y dogmatismo. Las ideas de este 
filósofo fueron torales para Montesquieu y Rousseau, especialmente en la 
concepción de la división de poderes y del contrato social respectivamente. 
 
1.2.3.3 Charles-Louis de Montesquieu. 
 
Montesquieu29 escribe su principal obra El espíritu de las leyes30 en 1748, en 
la que resalta la división de poderes, la cual tiene el mérito de salvar las 
insuficiencias de otras concepciones, así como de alcanzar su expansión y 
aceptación generalizada. Al respecto Jean Touchard resalta que: “La separación 
de poderes se ha convertido, gracias a Montesquieu, en una especie de dogma. El 
artículo 16 de la Declaración de Derechos del Hombre proclama: "Toda sociedad 
en la que no esté asegurada la garantía de los derechos ni determinada la 
separación de poderes carece de constitución…Montesquieu preconiza una 
armonía entre los poderes, una atribución conjunta e indivisa del poder a tres 
órganos, la co-soberanía de tres fuerzas políticas, y también de tres fuerzas 
 
28 Cfr. Touchard, Jean. Op. cit., pp. 294-297. 
 
29 Charles Louis de Secondat, Señor de la Brède y Barón de Montesquieu (18 de enero de 1689 - 
10 de febrero de 1755), fue un cronista y pensador político francés que vivió en la llamada 
Ilustración. Es uno de los filósofos y ensayistas ilustrados más relevantes en especial por la 
articulación de la teoría de la separación de poderes, que se da por descontado en los debates 
modernos sobre los gobiernos, y ha sido implementado en muchas constituciones a lo largo del 
mundo. 
 
30 Cfr. Montesquieu, Charles. El espíritu de las leyes. México, 1998, p. 210. 
 
27 
 
sociales: rey, pueblo y aristocracia”31. 
Existe una correspondencia entre las ideas constitucionales y las ideas 
sociales de Montesquieu: Su aparato gubernamental aparece como la proyección 
en el plano constitucional de su imagen de la sociedad, tres fuerzas sociales están 
encarnadas por tres fuerzas políticas, la correspondencia es perfecta. Podemos 
asimismo decir que en realidad, no existe en Montesquieu una teoría (jurídica) de 
la separación de poderes, sino una concepción (político-social) del equilibrio de 
poderes, equilibrio que tiende a consagrar a un poder entre los demás: el de la 
aristocracia. 
Para Montesquieu la libertad política del individuo es la tranquilidad del 
espíritu que proviene de la confianza que cada delega para su seguridad, para que 
exista libertad es necesario el gobierno. Cuando el legislativo y el ejecutivo se 
reúnen en la misma persona en el mismo cuerpo no hay libertad, falta la confianza 
ya que se pueden generar leyes tiránicas; no hay libertad si el poder juzgar no se 
encuentra bien separado del legislativo y el ejecutivo, ya que si los jueces no están 
separados del ejecutivo, el juzgador podría tener la fuerza de opresor. 
El poder legislativo expresa la voluntad del Estado y el ejecutivo ejecuta la 
misma voluntad, el poder judicial no tiene por función única aplica a las leyes 
relativas a los particulares sino que impone límites a otros poderes. La 
perfección del Estado consiste en que los poderes al mismo tiempo se auxilian 
y se complementan entre sí estableciendo un equilibrio es cuanto funciones frente al 
individuo. Por lo que se refiere al legislativo propone que esté compuesto por dos 
cámaras una que represente a los nobles y otra al pueblo, ya que tiene la 
delicada tarea de hacer las leyes. 
Montesquieu propone los mismos principios de Locke en lo relativo a la 
división de poderes, pero se diferencia de acuerdo al método que Locke emplea 
la deducción y la razón, en cambio Montesquieu utiliza la intuición y la experiencia 
para llegar al equilibrio de poderes y su contención recíproca. La división de 
poderes constituirá uno de los conceptos políticos de mayor importancia en la 
teoría política en siglos posteriores, aún en este momento se vislumbra una 
 
31 Touchard, Jean. Op. cit., p. 311. 
28 
 
división clara y delimitada de cada poder, como el objeto de imponer un freno al 
poder absoluto, sin embargo la tesis con el transcurso del tiempo sufrirá profundas 
observaciones en torno a su alcance y funcionamiento en la práctica. 
 
1.2.3.4 Jean Jacob Rousseau. 
 
Las ideas de Rousseau32 indudablemente se consideran como paradigmáticas 
para entender la idea de la soberanía y del contractualismo, si bien es cierto estas 
ideas ya se encuentran presentes en el pensamiento político de su época, este 
autor le imprimirá una particularidad, la cual influirá notablemente en las 
concepciones políticas. Rousseau parte de que los hombres se encuentran en un 
estado de naturaleza, sin embargo al momento que se crea la propiedad privada, 
se originaron las desigualdades sociales además de otros problemas como la 
posibilidad de mantener un orden en la sociedad33. Ante esta situación los 
hombres se ponen de acuerdo y pactan el contrato social, así Rousseau señala: 
"Encontrar una fórmula de asociación que defienda y proteja con la fuerza común 
la persona y los bienes de cada asociado y por la cual cada uno, uniéndose a 
todos, no obedezca sino a sí mismo y permanezca tan libre como antes, tal es el 
problema fundamental cuya solución da el contrato social”34. 
Mediante el contrato social se deja ese estado de naturaleza y se 
convierte a sociedad civil, para lograr una situación de orden que haga viable la 
vida del hombre, de esta forma: “Dándose cada individuo a todos no se da a 
nadie y como no hay un asociado sobre el cual no se adquiera el mismo derecho 
 
32 Jean-Jacques Rousseau (Ginebra, Suiza, 28 de junio de 1712-Ermenonville, Francia, 2 de julio 
de 1778) fue un escritor, filósofo y músico definido como un ilustrado; a pesar de las profundas 
contradicciones que lo separaron de los principales representantes de la Ilustración. Las ideas 
políticas de Rousseau influyeron en gran medida en la Revolución Francesa, el desarrollo de las 
teorías republicanas y el crecimiento del nacionalismo. Su herencia de pensador radical y 
revolucionario está probablemente mejor expresada en sus dos más célebres frases, una 
contenida en El contrato social: “El hombre nace libre, pero en todos lados está encadenado”; la 
otra, contenida en su Emilio, o De la educación: “El hombre es bueno por naturaleza”, de ahí su 
idea de la posibilidad de una educación. 
 
33 Rousseau, Juan Jacobo. El contrato social. México, 1992, p. 111. 
 
34 Rousseau, Juan Jacobo. Op. cit., p. 9. 
 
29 
 
que se cede, se gana la equivalencia de todo lo que se pierde y mayor fuerza 
para conservar lo que se tiene”35. El pacto social crea al Estado como un poder 
político centralizado, creación de la voluntad popular, este argumento 
indudablemente tiene antecedentes ingleses, sin embargo, el papel del pueblo 
como creador y depositario de la soberanía modifica de manera esencial la 
concepción pactista. La persona que se creaasí por la unión de todas las demás 
tomaba en otro tiempo el nombre de ciudad y hoy el de república o cuerpo 
político, el cual es denominado Estado cuando es activo, potencia en 
comparación a sus semejantes. 
La soberanía entendida como ese poder indivisible, inalienable, 
imprescriptible descansa en la voluntad popular, la cual constituye a las 
autoridades, pero nunca pierde ese poder el pueblo, a diferencia de otros 
modelos en los cuales se cedían los derechos de una manera total o parcial al 
Estado, es decir, se renunciaba a éstos. Mediante el pacto social el ser humano 
adquiere su libertad civil perdiendo esa libertad natural en la que se encontraba 
originariamente, la libertad civil tiene como límite la voluntad general expresada 
mediante la ley. A través de esta concepción, la libertad es vista como una 
construcción jurídico política que trasciende el dato empírico, siendo entendido 
como un concepto el cual servirá para el pensamiento político moderno. 
Las concepciones políticas de Rousseau tendrán un gran eco en la 
Revolución Francesa, especialmente en la Declaración Universal de los Derechos 
del Hombre y del Ciudadano de 1789, en la cual se ve plasmada la concepción 
de la soberanía popular. De igual forma se señala que las ideas de Rousseau 
llegarán al nuevo mundo y serán la fuente ideológica para varios movimientos 
independentistas en las colonias españolas. 
 
1.2.3.5 Gordon S. Wood. 
 
Gordon S. Wood36 ofrece un relato histórico del desarrollo de ideas y 
 
35 Íbidem. 
 
36 Gordon S. Wood (nacido el 27 de noviembre de 1933) es profesor de la Universidad de Alva o. 
30 
 
conceptos clave, así como su efecto en el gobierno durante la guerra de la 
independencia de los Estados Unidos de Norteamérica. Surgido de un concepto 
de soberanía único utilizado para justificar la independencia del dominio colonial, 
ideas de soberanía se vieron afectados por despotismo democrático y problemas 
de representación. Esto llevó al desarrollo de "soberanía popular" mediante el cual 
se convirtió en institucionalizado la separación de poderes y revisión judicial donde 
se establecieron las bases para un gobierno nacional37. 
Los primeros pensadores durante y antes de la revolución se asentaron en el 
concepto de soberanía única para un Estado, utilizándolo para justificar la 
independencia de 1780. Los proponentes argumentaron que debido a que podría 
haber sólo una soberanía. Pero fue voluntad del pueblo, basado en ideas de 
libertad civil, la que llevó a estar mejor representados y la redefinición del concepto 
de soberanía. Había múltiples vicios en el sistema de ese entonces: faccionalismo, 
materialismo, capitalismo, la falta de igualdad y despotismo democrático. Esto a su 
vez llevó a la revisión de los gobiernos dominados por el poder legislativo y se 
buscó un cambio institucional recomendado a través de la educación. 
En el debate en 1776 para la Constitución de Pennsylvania se abogó por la 
separación de poderes, la bicameralidad y un ejecutivo elegido de forma 
independiente. Los conceptos de representación y soberanía popular sufrieron 
cambio debido a la discrepancia entre el electorado y legisladores, un ejecutivo 
elegido directamente fue el representante único y verdadero y el método de regla 
popular. Wood resalta que efectivamente la residenciación del poder está en la 
soberanía popular: no en dios, no en el parlamento: “El poder reside en el pueblo”. 
Este autor reafirma el paradigma de la soberanía para justificar la organización 
política y social. 
 
 
 
 
Way y profesor de historia emérito en la Universidad de Brown y el destinatario del Premio Pulitzer 
de 1993 para la historia para el radicalismo de la guerra. Su libro la creación de la República de 
América, 1776–1787 ganó un premio de Bancroft de 1970. 
 
37 Wood, Gordon S. Creation of the American Republic. USA, 1969, p. 593. 
31 
 
1.2.4 Reinventando un modelo basado en la ética: El paradigma de 
Immanuel Kant. 
 
Immanuel Kant38 es sin duda uno de los más eminentes filósofos de todas las 
épocas. Con este autor termina la Escuela del Derecho natural y comienza la del 
Derecho racional. El Derecho natural se convierte en Derecho de razón. Para 
González Díaz: "Kant, no fue un gran innovador en Filosofía del Derecho… se 
limitó sólo a perfeccionar y depurar con método riguroso el procedimiento de la 
Escuela del Derecho Natural. Distingue lo histórico y lo racional, sosteniendo el 
valor puramente ideal de los principios del Derecho natural"39. 
Sus obras se distinguen en dos épocas: el período pre-crítico (antes de la 
aparición de la Crítica de la Razón Pura) y el crítico. La obra más importante de la 
primera etapa: El único argumento posible para una demostración de la existencia 
de Dios (1763). En 1770 publica su disertación latina "De mundi sensibilis at que 
intelligibilis forma et principiis". Tras un silencio de diez años aparece su Crítica de 
la Razón Pura en 1781. En 1783, publica los Prolegómenos a toda Metafísica 
futura que quiera presentarse como Ciencia; en 1785 la Fundamentación 
metafísica de las costumbres. En 1788 la obra completa de su ética: Crítica de la 
Razón Práctica. En 1790 publica Crítica del juicio. Tienen gran importancia 
también Antropología y las Lecciones de Lógica en 1800. La obra kantiana 
comprende además un gran número de escritos más o menos breves, de 
extraordinaria importancia como Para la Paz Perpetua (1795) y Principios 
Metafísicas de la Doctrina del Derecho (1797). 
El origen principal del kantismo está en la filosofía cartesiana y, por lo tanto, 
en el racionalismo. En Descartes la res cogitans40 y la res extensa41 tienen algo de 
 
38 Immanuel Kant (Königsberg, Prusia, 22 de abril de 1724– ibídem, 12 de febrero de 1804) fue un 
filósofo alemán de la Ilustración. Es el primero y más importante representante del idealismo 
alemán y está considerado como uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y 
de la filosofía universal. 
 
39 Cfr. González Díaz Lombardo, Francisco Xavier. Op. cit., p. 214. 
40 Del latín “res”, cosa, y “cogito”, pensar. La mente o substancia pensante. El atributo por el que 
conocemos esta substancia, el que constituye su esencia y del que dependen todas las demás 
es el pensamiento. Todas las propiedades que encontramos en la “res cogitans” no son sino 
32 
 
común: el ser. Este ser en Dios, es el que hace que haya una unidad entre las dos 
res, y sea posible el conocimiento. Llama al entendimiento “razón pura” y a la 
voluntad, movida por éste hacia el bien y el deber “razón práctica”. Con la primera 
se propone resolver a fondo el problema de las posibilidades cognoscitivas de la 
mente. Nuestra mente consta de tres facultades: La sensibilidad, el entendimiento 
y la razón. Al estudio de estas facultades dedica las tres partes de su Crítica de la 
Razón Pura, que son la Estética Trascendental o Crítica de la Sensibilidad, La 
Analítica Trascendental o Crítica del Entendimiento y la Dialéctica Trascendental o 
Crítica de la Razón. Para que pueda haber ciencia debe concurrir un elemento 
material, experimental, individual, continente con otro a priori, universal, necesario, 
al cual llama forma. El primero debería ser objetivo, el segundo es subjetivo. En el 
objeto del conocimiento distingue: entre lo que el objeto parece o aparece que 
llama fenómeno (del griego fainomenon, aparición), y lo que nosotros pensamos 
que el objeto es, el noúmeno42 al cual declara incognoscible. 
 
 
 
 
diferentesmodos de pensar: la imaginación, el sentimiento y la voluntad, dependen de tal modo de 
una cosa que piensa, que no podemos concebirlos sin ella. Recordamos que, en realidad, con 
“pensar” no se refiere aquí Descartes al pensamiento en sentido estricto sino propiamente al “ser 
consciente de”, a todo aquello que puede estar acompañado de consciencia. Por esto, como nos 
dice en las “Meditaciones Metafísicas”, “una cosa que piensa es una cosa que duda, que entiende, 
que concibe, que afirma, que niega, que quiere, que no quiere, que imagina también y que siente”. 
 
41 Del latín “res”, cosa. Las substancias corpóreas o materiales. El atributo por el que conocemos 
esta substancia, el que constituye su naturaleza y esencia, y del que dependen todas las demás, 
es la extensión en longitud, anchura y profundidad. El resto de características que podamos atribuir 
a los cuerpos (como la figura y el movimiento) presuponen la extensión. Descartes presenta con 
estas ideas una concepción geométrica o matematizante de la realidad física, puesto que 
considerará como reales sólo aquellas propiedades físicas que se pueden describir 
matemáticamente. Los animales son pura extensión, no poseen mente alguna. 
 
42 El noúmeno (del griego"νοούµενoν" "noúmenon": "lo pensado" o "lo que se pretende decir"), en 
la filosofía de Kant, es un término problemático que se introduce para referir a un objeto no 
fenoménico, es decir, que no pertenece a una intuición sensible, sino a una intuición intelectual o 
suprasensible. Por otra parte, el término también ha sido usado para hablar de la cosa-en-sí, es 
decir, la cosa en su existencia pura independientemente de cualquier representación. En la filosofía 
de Platón representa una especie inteligible o idea e indica todo aquello que no puede ser 
percibido en el mundo tangible y a la cual sólo se puede arribar mediante el razonamiento. El 
noúmeno como concepto fundamenta la idea de la metafísica en Platón. 
 
33 
 
1.2.4.1 La estética trascendental o crítica de la sensibilidad. 
 
Por ella entiende no sólo la imaginación y el sentido cenestésico43 como 
unificadoras de todas las sensaciones internas y externas, sino sobre todo nuestra 
facultad mental, en cuanto que transforma en ideas o intuiciones todo lo que los 
sentidos le brindan. Dos son las formas a priori, independientes de la experiencia, 
con que la sensibilidad reviste los fenómenos sensibles: una externa, el espacio y 
otra interna, el tiempo; las cuales no constituyen objetos existentes fuera de 
nosotros, sino sólo condiciones del pensamiento. 
 
1.2.4.2 Analítica trascendental. 
 
El entendimiento como la facultad de juzgar o ver intelectivamente, toma 
como materia las intuiciones elaboradas por la sensibilidad, sometiéndolas a un 
tratamiento de transformación, mediante formas propias a priori, que llama 
categorías. Distingue cuatro clases de categorías cardinales, la cantidad, la 
cualidad, la relación y la modalidad, que a su vez subdivide en tres cada una. De 
allí deriva las doce formas de los juicios. A éstos los divide en analíticos que son 
aquellos en que el sujeto está contenido en su predicado y no sirve para conocer 
algo nuevo, y sintéticos que son aquellos cuyo predicado se encuentra fuera del 
sujeto. Son una verdadera composición lógica. Los subdivide en sintéticos a priori, 
que no sirven para la verdadera ciencia por referirse a los hechos individuales y 
contingentes y sintéticos a posteriori que tienen la estabilidad de los analíticos y al 
mismo tiempo toman su materia de la experiencia. Las ciencias se integran por 
leyes cuyos juicios son sintéticos a priori, pero la metafísica no sirve de nada por 
trabajar con juicios analíticos. Es de indicarse que universalidad y necesidad son 
categorías a priori y por experiencia se entienden meras apariencias de las cosas 
reales, espaciadas y temporizadas por la sensibilidad. 
 
 
43 Sensación general de la existencia y del estado del propio cuerpo, independiente de los sentidos 
externos, y resultante de la síntesis de las sensaciones, simultáneas y sin localizar, de los 
diferentes órganos y singularmente los abdominales y torácicos. 
34 
 
1.2.4.3 Dialéctica trascendental o crítica de la razón. 
 
Por razón, Kant entiende la facultad de raciocinar44. Toma como materia los 
juicios elaborados por el entendimiento y forma tres nuevas prioridades 
unificadoras que llama "Ideas". La idea del sujeto absoluto, el alma; la del objeto 
absoluto, el mundo; la de la causa absoluta, Dios. Se ha dicho que este filósofo ha 
quedado en el idealismo, como el "Copérnico del pensamiento", pues mostró que 
no es la mente la que gira, sino que es el mundo real, el que traza su órbita 
alrededor del pensamiento. Para Kant, el hombre es la medida de todas las cosas; 
pero entendido como sujeto de conocimiento, el yo universal. El sofista Protágoras 
en cambio, decía que cada hombre (individuo) es la medida de todas las cosas, lo 
que llevó a negar directamente la posibilidad de toda ciencia, para sustituirla por la 
"opinión individual, y mudadiza". 
 
1.2.4.4 La crítica de la razón teorética pura. 
 
Kant45 refiere que en tanto el conocimiento teórico de lo absoluto es 
imposible, en la esfera práctica, el ser subjetivo se encuentra en una condición 
mejor y puede alcanzar la evidencia. Hay un principio que nos dice lo que 
debemos hacer y omitir, que es la ley del deber. Sostiene Kant el primado de la 
razón práctica sobre la teorética. Refuta la moral basada en la utilidad y el placer. 
Añade que si se obra por utilidad pierde su valor el acto moral, el cual es superior 
a aquél; la moral manda imperativamente; es como una voz sublime que nos 
impone respeto, que nos amonesta invisiblemente, aunque queramos hacerla 
callar y tratemos de no escucharla. La ley moral de Kant que llama imperativo 
categórico, la formula en los siguientes términos: ''Obra de tal manera que la 
máxima de tus actos pueda valer como principio de una legislación universal". Nos 
dice este principio cómo y con qué intención debemos obrar. No sólo hay que 
 
44 Usar la razón para conocer y juzgar. 
 
45 Paráfrasis de Kant, Immanuel. Crítica a la razón pura. pp. 81 y ss. Librodot.com en página web: 
http://www.linksole.com/v1ufcr (Julio de 2011). 
 
35 
 
obrar conforme al deber, sino por deber, de modo que sea posible una legislación 
universal según la acción particular. "Dos cosas, dice, me llenan siempre de nuevo 
el alma de admiración y estupor: el cielo estrellado sobre mi y la ley moral dentro 
de mí". Esta ley, el deber, es la mayor certeza que poseemos. Podemos dudar de 
todo menos de esto46. 
La libertad en Kant no precede al deber, sino que es una consecuencia del 
mismo. La libertad es una noción metafísica, que teóricamente no puede 
demostrarse pues sería conocer lo absoluto; en lo práctico debemos creernos 
libres, porque si así no fuera, no se explicaría la conciencia del deber. Como 
corolario de su imperativo Kant admite la existencia de Dios y la inmortalidad del 
alma; porque la razón exige necesariamente el premio, según dice, o la pena por 
las acciones realizadas y porque sin Dios no podrían darse esas penas y 
recompensas. Sin embargo, el fundamento del sistema lo sigue siendo el 
imperativo categórico que es un signo de lo absoluto vivo en nuestra alma. 
Distingue Kant, entre lo ontológico y lo deontológico, entre lo que es y lo que 
debe ser, sosteniendo una antítesis entre la moral y el Derecho, fundándose en los 
motivos del obrar, a los que denomina acciones internas, y el aspecto físico que se 
llama acción externa. De esta manera la ley moral no debe ser por sí misma el 
motivo de la acción, lo esencial es obrar con la conciencia del deber, conforme y 
por deber. Obrar por una pasión, impulso o sentimiento, solamente, no da al acto 
el carácter de moral, puespuede ser o inmoral o simplemente amoral. Se ha 
hecho la crítica a Kant de que su rigorismo ético es duro pues no hace distinción 
entre los motivos superiores e inferiores, altruistas y egoístas, nobles y no nobles. 
Sin embargo, afirma que el dominio sobre nosotros mismos nos es dado por la 
razón y no por el sentimiento por muy bueno que éste sea, ya que todo impulso 
debe ser regulado y todo sentimiento subordinado a la razón. "La moral exige 
autonomía pura", que no es otra cosa que la determinación según la ley universal 
del deber, que supera todo sentimiento, pasión o afecto sensible. No distingue 
grados intermedios. 
 
46 Paráfrasis de Gaarder, Jostein. El mundo de Sofía. México, 2004, pp. 388-413. 
 
36 
 
1.2.4.5 Concepción del Derecho. 
 
El pensamiento jurídico de Kant que se refiere al aspecto externo de los 
actos, considera sólo si una acción se ha cumplido o no, prescindiendo los motivos 
que determinan la acción o la omisión, lo cual no es correcto pues la teoría 
práctica y jurídica nos dan cuenta de que es imposible prescindir de los motivos en 
el Derecho. El Derecho es esencialmente coercible, lo define como el conjunto de 
condiciones por las cuales el arbitrio de cada cual puede coexistir con el arbitrio de 
los demás según una ley universal de libertad47. 
La voluntad sigue siendo el supremo valor ético. El hombre debe ser 
considerado como bien en sí mismo. La libertad es un Derecho natural, innato. 
Para Kant todos los derechos naturales se compendian en el derecho de libertad, 
que es el valor supremo, ya que si el hombre fuera sólo un fenómeno estaría 
sometido al determinismo natural, pero el hombre tiene en sí un modo de 
determinarse superior al de la casualidad natural, que es la libertad. El hombre es 
libre en cuanto se determina según la ley moral, que es un principio absoluto, 
implícito en su mismo ser. Así la acción, en cuanto ya se ha producido, pertenece 
al orden de los fenómenos; y como tal aparece determinada. De tal suerte se 
concilian la libertad y el determinismo. 
Kant es influenciado por Rousseau en diversos aspectos de sus estudios 
sobre esta materia. Así, acepta la teoría del contrato social. Define Kant al Estado 
como una multitud de hombres bajo las leyes jurídicas, la cual debe ser entendida 
como asociada en virtud de un contrato en la que interviene la voluntad de todos. 
El contrato es por tanto, el presupuesto ideal del Estado, que se debe organizar 
como una síntesis de la libertad humana. Acepta Kant la doctrina de la división de 
poderes. El fin del Estado es tutelar el Derecho, quien debe asegurar a las 
personas el disfrute de sus derechos, pero no debe tutelar, ni inmiscuirse en los 
intereses individuales. El Estado ha cumplido su función cuando ha asegurado la 
libertad de todos y en este sentido debe ser considerado como Estado de 
 
47 Cfr. Barceló, Joaquín. Selección de escritos políticos de Imannuel Kant. pp. 10 y 11. En página 
web: http://www.4shared.com/get/iveXX_V7/Kant_Emmanuel_-_Escritos_Polit.html (Julio de 2011). 
 
37 
 
Derecho. A la pena la considera como un bien en sí mismo, en cuanto que es una 
reafirmación ética necesaria de la ley del deber violado. 
 
1.2.4.6 En defensa de la Ilustración. 
 
Kant dilucida el concepto de teoría: como principios, reglas con cierta 
universalidad, y el de práctica como consecución de un fin con los principios 
representados por teorías. Debate sobre la importancia de saber equilibrar la 
teoría y la práctica, para lo que presenta dicha relación en tres apartados: primero, 
en la moral en general (con el propósito del bien en todo hombre); segundo en la 
política (en relación con el bien de los estados); tercero en la relación cosmopolita 
(con el propósito del bien de la especie humana en conjunto). Es decir la relación 
entre moral, el derecho político y el derecho de gentes48. 
Menciona que la moral es una ciencia, que no enseña no como debemos de 
ser felices, sino cómo hemos de llegar a ser dignos de felicidad. El sentimiento 
moral es la predisposición de la voluntad a encontrarse, bajo una ley como 
obligación. 
La unión de muchos con vistas a un fin común (que todos tienen) se halla en 
todo contrato social: “El derecho de los hombres bajo las leyes coactivas públicas, 
pues mediante las que se pueden estipular a cada uno lo suyo y asegurárselo 
frente a la usurpación de otro”49 y añade que: “el derecho es la limitación a la 
libertad de cada uno, a la coalición de su concordancia, con la libertad de todos, 
en cuanto sea posible, según una ley universal; y el derecho público es el conjunto 
de leyes externas, que hacen posible la concordancia sin excepción”50. 
Para lo anterior rescata como principios la libertad, igualdad e 
independencia, como anteriores a la creación del Estado. Denomina ley general al 
contrato originario, de donde surge la voluntad popular unida. Ahí se legitima la 
constitución y puede establecerse una República. Argumenta a favor del derecho 
 
48 Cfr. Kant Immanuel. En defensa de la ilustración. Barcelona, 1999, pp. 244 y 245. 
 
49 Kant Immanuel. Op. cit., p. 259. 
 
50 Íbidem. 
38 
 
de rebelión cuando el gobernante se vuelve tirano. Ese jefe puede errar, si 
creyéramos lo contrario dice: “asumir que el jefe no puede siquiera equivocarse, o 
desconocer algo sería como representárselo, dotado de inspiración celestial, y 
elevado sobre lo humano”51. 
No es posible concebir un contrato que prohíba el conocimiento, si esto 
sucediera, de facto sería nulo y vano. Atentaría contra los fines de la humanidad. 
El progreso debe ser lineal, y no debe interrumpirse. Lo que vale por fundamentos 
racionales para la teoría, vale también para la práctica. 
 
1.2.4.7 El pensamiento de Kant en su obra "Para la Paz Perpetua". 
 
Kant en su estudio Para la Paz Perpetua (1795) se refiere al Derecho 
Internacional. Acota que la humanidad tiende a formar un Estado único. La 
formación del Derecho Internacional es análoga en cierta manera al Derecho 
Interno. El Estado actual es efecto de una síntesis de elementos que fueron un día 
discordantes: los individuos combatieron entre sí durante largo tiempo, hasta que 
un buen día fue posible la instauración de un poder unitario sobre elementos 
aislados, antes en pugna. Los Estados deben salir del "Estado de naturaleza" en 
el que se encuentran para seguir el imperativo categórico: "no debe haber guerra", 
"y construir un Estado cosmopolita"52. 
En esta obra Kant se refiere a los artículos de una especie de tratado 
internacional, que debe asegurar la paz perpetua a la humanidad y algunos 
artículos preliminares encaminados a evitar las contiendas internacionales. Aun en 
el estado de guerra debe ser mantenida la posibilidad de la paz y jamás 
menoscabarse por la buena fe. Los tratados deben ser respetados. No pueden ser 
usados medios de guerra que disminuyan la estima recíproca de los beligerantes, 
como la traición, el asesinato de los jefes enemigos por medio de sicarios, la 
difusión de las enfermedades infecciosas, el envenenamiento de las aguas, etc. El 
Estado no puede ser considerado como propiedad, y por consecuencia, no puede 
 
51 Kant Immanuel. Op. cit., p. 277. 
 
52 Cfr. Kant Immanuel. Sobre la paz perpetua. Madrid, 1998, p. 5. 
39 
 
ser adquirido por herencia, compra-venta o permuta. Y que no es lícito a ningún 
Estado inmiscuirse con violencia en el gobierno de otro Estado. 
Kant tuvo fe en el progreso de la humanidad, en un tiempo en que se 
sostenía que sólo puede progresar el individuo pero no el género humano. Si 
nosotros, dice Kant, tenemos el deber de cooperar al mayor bien de la humanidad, 
debemos tener fe en que nuestros esfuerzos no serán baldíos. 
 
1.2.5 Hegel

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