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Diccionario-de-Emociones-y-Conductas (1) - Francisco Ramirez

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3
C o l e c c i ó n A u t o a y u d a
Diccionario de
emociones, actitudes
y conductas
Eduardo Yentzen Peric
4
© Editorial Universidad Bolivariana S.A., Santiago de Chile, 2008.
Diccionario de emociones, actitudes y conductas
Inscripción Nº 172528
ISBN 978-956-8024-94-9
Primera Edición: Julio 2008.
Editorial Universidad Bolivariana.
Huérfanos 2917 - Santiago, Chile.
http://www.ubolivariana.cl
http://www.revistapolis.cl
aelizalde@ubolivariana.cl
Diseño y diagramación: Utopía diseñadores, elutopista@mi.cl
Impresión: LOM Ediciones Ltda., Concha y Toro 25 - Santiago, Chile.
Este estudio está protegido por el Registro de Propiedad Intelectual y su reproducción
en cualquier medio, incluido electrónico, debe ser autorizada por los editores. El texto
es de responsabilidad del autor y no compromete necesariamente la opinión de la Uni-
versidad Bolivariana.
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Página
Presentación 5
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 v 117
 z 122
Índice
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7
Presentación
Este diccionario busca motivar al lector a ex-
plorar su mundo emocional, y da algunas pistas para
hacer este viaje. Para ello nos hemos propuesto ofre-
cer una guía comprensiva de emociones, actitudes y
conductas, no para ser aprendidas y memorizadas, sino
para orientar a los lectores a que busquen o reconoz-
can las experiencias que esas palabras nombran.
Los términos que aquí se definen los he recogi-
do de lo poco que dicen los diccionarios, sumado a mi
lectura de diferentes libros de psicología –particular-
mente de las corrientes humanista y transpersonal–, y
también de la literatura en general; pero sin que las
haya tomado directa y completamente de ninguna fuen-
te. Además, todas ellas las he pasado por el tamiz de
mi comprensión y por su transformación a un lengua-
je asequible y no especializado.
Por lo antedicho, no se trata de definiciones que
aspiren a enmarcarse en la precisión de conceptos de
alguna tradición académica, sino sólo a constituir
aproximaciones a una comprensión de nuestro mundo
interior, en lo que éste contiene más allá de nuestro
pensamiento.
8
Tampoco aspira a ser exhaustivo en las pala-
bras, debido a que muchas de ellas sólo son sinónimos
lingüísticos útiles para no repetirlas o para hacerlas
rimar en piezas literarias, sin que representen distintas
vivencias interiores. Ellas remiten –como familia de
sinónimos– a un cierto tono interior, que no se com-
prende mejor por disponer para nombrarla de un ma-
yor números de palabras.
Como las definiciones de los términos aquí re-
unidos representa solamente mi comprensión de ellos
en este momento, ellas tienen la profundidad y el al-
cance al que yo he podido llegar, y permiten su am-
pliación y profundización a futuro tanto por mi mismo
como por cualquiera que las lea, y que en la explora-
ción de sus vivencias, agregue otros elementos de com-
prensión.
Este diccionario sólo aspira a vincularse con
personas a quienes las motive el autoconocimiento y
el desarrollo personal, y a aportarles algunas pistas
respecto del mundo interior del ser humano, en la con-
vicción de que las ideas sólo sirven como herramien-
tas auxiliares a la exploración práctica que cada quien
puede realizar por si mismo, la que representa el único
camino real hacia la autorrealización.
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a.
Abandonar
Conducta que en lo exterior representa dejar a alguien
con quien se convive o con quien se comparte, y que
en el plano emocional se expresa como desatención,
exista o no abandono físico. Si yo no pongo atención a
algo a alguien, estoy abandonándolo en el sentido que
sólo donde pongo mi atención ese otro o esa cosa existe
para mi, y al quitarle mi atención la hago inexistente
para mí.
Abatido
Estado emocional de la familia de la depresión, lo que
representa en general pérdida de energía, siendo lo
particular que sinónimos de abatir son derribar, piso-
tear, hundir, desesperanzar, e incluso aniquilar, o sea,
sentirse casi muerto. Por otro lado, abatir es a-batir,
donde el “a” actúa como prefijo de negación, lo que
significa que no está batido -o sea, no está agitado,
activo, energético o vivo- sino quieto, pasivo, en el
extremo, muerto.
Abogado del diablo
Actitud que consiste en discutirle a todos, lo que con-
tiene no su convicción de poseer la razón, sino su ne-
cesidad de demostrar que el otro no la tiene. Esta con-
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ducta en general surge desde la convicción de que la
única manera de evitar tener que hacer lo que el otro o
la figura de autoridad le exigen hacer, es a través de
demostrar que la autoridad o el otro están errados en
los fundamentos de lo que le exigen. Es una argumen-
tación defensiva para no ser dominado. Esta orienta-
ción de la conducta genera una gran capacidad para
descubrir la fragilidad y los vacíos en las argumenta-
ciones de la autoridad, en los fundamentos de sus ver-
dades. El abogado del diablo no ocupa el lugar de la
autoridad porque teme que de hacerlo, todos se aba-
lanzarían a criticarlo y a demostrarle lo equivocado
que está.
Abulia
Ausencia de energía e incapacidad de tomar iniciati-
vas. Es otra palabra que expresa un ánimo bajo en la
línea de sinónimos de abatimiento, depresión, etc.
Representa un alto grado de desinterés y de desgano.
Lo particular de este concepto es que se refiere a la
falta de energía en su manifestación conductual, des-
cribe el desgano físico, la incapacidad de movilizarse
en la acción, en tanto que la palabra depresión más
bien describe el desánimo emocional.
Aburrimiento
Actitud que surge a partir de realizar una comparación
mental que trae el recuerdo de lo entretenido, para de-
finir el estado actual por la ausencia de ese opuesto.
Es una fijación en el reclamo y el lamento por la no
entretención, es un grito de exigencia al otro para que
lo provea de entretención. Suele vincularse a una ne-
cesidad de alta estimulación, o también a una necesi-
dad de evasión.
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Aceptar
Acto de dar entrada al territorio propio, sea físico o
emocional, sin que surja desde uno una expresión o
sentimiento de rechazo. Cuando se acepta la entrada
pero en nuestro interior surge rechazo no expresado,
hablamos no de aceptar sino de tolerar.
Acomodaticio
Actitud de irse por el lado cómodo, para evitar con-
frontación, roce o esfuerzo. Se vincula a la capacidad
de ser adaptable; pero la adaptación tiene una conno-
tación positiva y lo acomodaticio una negativa. Lo
acomodaticio supone una renuncia a lo propio, y lo
adaptable supone flexibilidad.
Acostumbramiento
Adaptación ante una conducta o emoción propia o ante
una relación con el otro, que se genera a partir del he-
cho de su repetición, y que transforma la vivencia en
un hecho sin roce y sin sorpresa.
Acrecentar
Sumar o agregar objetos, pertenencias, bienes, títulos,
etc. Muchas veces esta conducta se realiza no desde la
necesidad, sino de la valoración de la acumulación per
se. O bien desde el temor a la carencia. O bien desde
la avaricia.
Actitud
Orientación o predisposición del psiquismo que está
por debajo, o es preliminar o previa a la conducta.
Actualizar
Acción de llevar al presente algo que se había queda-
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do atrás, sea un sentimiento, una relación o un objeto.
Acusar
Definir que el otro es culpable. Implica también decir-
le a una autoridad la falta cometida por otro. Al ser
acusado siento inseguridad; al acusar, estoy descon-
fiando del otro. Si el otro es culpable, si no es confiable,
me produce inseguridad depender de él. Una de las
grandes fragilidades de la conducta de la acusación es
que suele realizarse sin dar el derechoa la legítima
defensa, y esto particularmente en el campo de las re-
laciones humanas cotidianas.
Adaptarse
Establecer una relación de acomodo y por tanto caren-
te de conflictos con su ambiente social, con sus rela-
ciones, con las personas del círculo íntimo que la ro-
dea. Esta actitud tiene en general una connotación
valorativa: no es una persona disruptiva, conflictiva,
antisocial, etc. Sin embargo la adaptación contiene una
relativa anulación de uno mismo. De hecho, suele ocu-
rrir que la rebeldía es la acción contrafóbica de una per-
sona lucha contra su inclinación hacia la adaptación.
Adicción
Necesidad orgánica o psíquica que hace a la persona
débil y dependiente. Puede serlo a una sustancia quí-
mica, a una adulación o a un reconocimiento. Normal-
mente al adicto se le crea, a través de suministrarle
algo que le complace hasta que llega a depender de
ello. También se llega a la adicción por la necesidad
de evasión de sentimientos desagradables, sentimien-
tos que también fueron inoculados en la persona. Para
el adicto, e trata de un impulso que no puede evitar,
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porque la fuerza que tiene supera cualquier fuerza pro-
pia de contención. Necesita para luchar contra ello del
apoyo de una fuerza externa, proveniente de otra per-
sona o grupo. El adicto es víctima, su condición es
una de debilidad, no cabe la condena sino la compa-
sión y la ayuda.
Admiración
Admirar es ad-mirar. Mirar hacia arriba. La admira-
ción no tiene envidia cuando se siente al otro legíti-
mamente y cabalmente superior, cuando se le otorga a
cabalidad la condición. Frente al que es superior como
ser, su grandeza te agranda a ti también, porque te
muestra lo posible para tí. Ahí se siente pura admira-
ción. Pero si el otro sólo tiene ciertos atributos que los
quiere hacer valer como superiores, se cuida de no tras-
pasarte nada, de que tú nunca llegues a tenerlos, por-
que él depende de su sentimiento de superioridad. Él
necesita hacerte sentir bajo y rebajado por que tú no
los tienes. Busca tu envidia. Si enganchas con la envi-
dia una parte tuya se cree y se siente menos. Entonces
reaccionas queriendo destruir al otro, porque no tole-
ras la pequeñez de ti que sientes ante él. Si envidias a
una persona es que deseas los atributos que tiene, pero
no lo valoras como ser humano, porque percibes su
debilidad en su necesidad de ser admirado.
Palabras en la familia de la admiración: soprenderse, mara-
villarse, encandilarse, suspenderse, deslumbrarse, sobreco-
gerse, fascinarse, encantarse, entusiasmarse, contemplar,
asombrarse, pasmarse, extasiarse
Adulación
Hay un dicho tradicional: dile al tonto que es bueno
para el hacha y se mata cortando palos. La adulación
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es una acción que tiene por propósito ensalzar las cua-
lidades de otro, a lo que suele suponer que en virtud
de ello el otro se hace adicto a recibir la adulación y
con ello creamos un poder sobre él que nos permite
manipularlo. La persona adulada se vuelve orgullosa,
es decir, pasa a considerarse superior a los demás, pro-
ducto de dicha adulación. Corporalmente, sube la bar-
billa, los ojos se dirigen hacia lo alto, y al mirar a los
otros tiene que bajarlos, representando con esta acción
física la actitud psicológica de mirar a los otros hacia
abajo. La adulación crea al orgulloso.
Agitación
Estado de inquietud o de actividad continua no enfo-
cada hacia objetivo alguno. Está popularizada la pala-
bra hiperquinético, que tiene que ver con la parte visi-
ble o motora de la agitación, que es una experiencia
emocional. Agitación tiene que ver con una disposi-
ción al movimiento. Si el movimiento no se realiza, se
percibe el impulso a moverse, contrastado con la inac-
tividad. La agitación se percibe cuando me prohíbo
convertir en movimiento o en acción el impulso de mi
agitación. Si me prohíben moverme, mi agitación me
llamará a moverme con más fuerza, y me juzgarán de
hiperquinético. La situación en las escuelas y en la
oficina es de una inactividad física que en general res-
tringe el llamado del cuerpo a moverse, a activarse. Se
realiza una gran adaptación a la inmovilidad del siste-
ma escolar y laboral. Los que no se adaptan son eti-
quetados de hiperquinéticos.
Agradar
Generar en los otros sensaciones o emociones gratas.
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Agresividad
Es la conducta que surge o desea surgir a partir del
estado emocional que contiene sentimientos de odio y
deseos de dañar a otra persona, animal u objeto. La
agresión es cualquier forma de conducta que pretende
herir física y/o psicológicamente a alguien. La agre-
sión pasiva consiste en general en resistirse o negarse
a hacer cosas para satisfacer o complacer al otro, como
modo de causarle dolor sin agredirlo directamente. El
deseo de dañar a otra persona normalmente surge de
la convicción de haber sido heridos. Pero también pue-
de surgir del movimiento expansivo de personas que
se mueven hacia otros territorios físicos o psicológi-
cos, invadiendo el territorio de otros. Esa expansión
hacia territorios de otros es agresividad, desde la idea
de que buscan ocupar más territorio que el que les co-
rresponde. La persona que tiende a la expansión no lo
verá como una invasión, sino como un despliegue na-
tural de sí misma obstaculizado por el otro; o se consi-
derará portadora de una misión cuya realización re-
quiere su expansión. La agresión producto de sentirse
agredido, atacado o herido suele contener una situa-
ción donde el otro no tiene idea que ha dañado o agre-
dido. Esto invita a examinar el mundo de la suscepti-
bilidad.
Palabras de la familia de agredir: atentar, herir, pegar, asal-
tar, golpear, arremeter, atacar, embestir, atracar
Aislamiento
Existe el aislamiento físico, donde la persona se retira
a vivir en soledad, siendo la analogía común la de irse
a una isla. Y existe el aislamiento emocional, donde la
persona se desvincula del otro, dejando de sentir emo-
ciones en relación al otro. Este es por lo general una
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reacción de tipo defensivo que consiste en el entume-
cimiento emocional, y se produce a través de una in-
consciente rigidización muscular que dificulta el flujo
emocional hasta en el extremo detenerlo. La emoción
emerge pero no circula hacia los centros de percep-
ción, hasta que dejamos de darnos cuenta de ella. La
posibilidad de volver a sentir emociones tiene como
una vía la descontracturación muscular.
Alegría
Estertor o sacudón corporal que provoca bienestar fí-
sico, y que normalmente se da un estado de relajación,
y con un sentimiento de liviandad. Existe la alegría
asociada a logros, o a la aprobación de otros, al térmi-
no de una dificultad o dolor, y también la alegría que
brota espontánea del sentimiento de plenitud.
Altanería
Sinónimo de orgullo. Es mirar desde lo alto hacia los
otros hacia abajo, teniendo la persona una tendencia a
considerarse psicológicamente ‘alta’ por lo que juzga
a los otros por debajo de ella.
Alterar
Sacar algo de su orden, de su control, de su tranquili-
dad, etc.; lo que implica el deseo o necesidad del otro
de que su espacio no sea intervenido.
Altruismo
Actitud que se centra en lograr el bien ajeno antes que
el propio, satisfaciendo las necesidades de los demás.
Amargura
Estado emocional que se describe por analogía con la
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percepción de un sabor detectado por el sentido del
gusto. La amargura del sabor produce un escalofrío
que asemeja a la reacción emocional de la amargura.
También representa un dolor que se arrastra en el tiem-
po, vinculado a un juicio de injusticia o de impotencia.
Ambición
Emoción que tiene tanto una connotación negativa
como positiva. Está referida a un afán ardiente e im-
petuoso de escalamiento social y económico, pero tam-
bién a tener metas altas y luchar por ellas. Es una ener-
gía movilizadora, potente. La ambición suele estar vin-
culada a que la autovaloración está conectada al logro
de ciertos resultados. Esto puede llevar a la persona
cuya autoestima depende de lograr lo ambicionado, a
realizar conductas de daño al otro al servicio de su
ambición.
Ambivalencia
Es tener ambas valencias;es decir, la persona valida o
valora tanto lo uno como lo contrario, o bien le atrae y
repele una misma persona o actividad. Desde el para-
digma del hombre racional o de la lógica aristotélica
se considera que esto es una situación anormal; en tanto
desde el paradigma del hombre complejo representa
una condición normal, en el sentido que la contradic-
ción habitaría estadísticamente en la absoluta mayoría
de las personas. Frente a la existencia de la ambi-
valencia, lo que se propone como camino de supera-
ción es en primer lugar no dar a ninguna mayor valor
que a la otra –de hecho, la ambivalencia ya está mos-
trando que en uno ambas tienen un valor más o menos
equivalente–; y desde esa premisa, buscar integrar la
ambivalencia a través del desarrollo personal, o bien
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–o en el intertanto– administrar la ambivalencia fa-
voreciendo una u otra de las opciones alternativa-
mente.
Amenazar
Manifestar al otro mi disposición a hacerle daño, nor-
malmente vinculado a algo que estoy exigiendo del
otro y donde la amenaza actúa para forzar el cumpli-
miento. Se conecta a la emoción de la rabia y a la vo-
luntad de poder o dominación. En muchos casos se da
que la amenaza es un alarde que no está conectado
con la disposición real a ejecutar la amenaza, y se ocupa
como una intimidación de la que se espera tenga efec-
to sin pasar al cumplimiento de ésta.
Angustia
La angustia no es
el miedo, sino el
acto psicológico de
encerrar el miedo.
Si sentimos miedo,
sentiremos que se
nos acelera el cora-
zón, y eso nos da aún
más miedo. Entonces
apretamos el pecho,
angostamos la garganta
–angustia es angostar–
como un reacción auto-
mática para evitar sentir
el miedo. Y son estos ac-
tos de apretar, de angosta-
miento, combinados con la agitación interior ate-
nuada, y con la reducción del aire asociada al
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angostamiento, lo que da la sensación física asocia-
da específicamente a la angustia. Si pudiéramos
aceptar la sensación de miedo, soltaríamos el
tensionamiento del cuerpo, y no tendríamos angus-
tia, sólo miedo.
Anhelar
Es un deseo combinado con una ensoñación, pues no
tiene la fuerza que despierta la acción para obtenerlo,
y más bien se queda en un estado un tanto etéreo vin-
culado también a la melancolía.
Ansiedad
Estado emocional que está referido a la vivencia de
que ahí afuera existe un peligro potencial para mí que
es permanente y que no lo tengo identificado. Un peli-
gro puede se la amenaza de a pérdida. Si tengo caren-
cias, si no recibo lo que necesito, puedo vivir temien-
do que me vayan a quitar lo poco que tengo, y que
puedo perderlo todo. La ansiedad como vivencia de
un peligro inminente y permanente puede provenir de
la amenaza de un abandono temprano. Es un miedo
anticipado a padecer un daño o desgracia futuros,
acompañada de un sentimiento de temor o de sínto-
mas somáticos de tensión.
Anular
Acción de llevar al otro a cero, es decir, a una con-
dición desde la que ya no se expresa, ni actúa, con-
denado así a una suerte de inexistencia para los de-
más. Es un no dejar ser o hacer al otro lo que es. Así
un defensa anula a un delantero, esto es, lo deja sin
tener la pelota para poder ser lo que es y hacer lo
que hace.
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Aparentar
Conducta orientada a mostrar a los otros lo que no es
real. Se vincula a crear una ilusión, y existe una dispo-
sición psicológica a vivir de las ilusiones, cuando lo
real resulta insatisfactorio. El ilusionismo es la capa-
cidad de hacer ver cosas que no son reales. Pero la
apariencia se conecta más frecuentemente a mostrar a
otros atributos o condiciones que no se poseen. Se apa-
renta por ejemplo con ropas o con modales para pasar
por otro tipo de persona o por representar otra condi-
ción social. Se aparenta ser responsable, cumplidor,
amable u obediente, para conseguir un trabajo o la
aprobación de alguien. Se trata de un disfraz psicoló-
gico al servicio de obtener un beneficio, o para no ser
visto de un modo que no toleraríamos ser vistos, por-
que nos rechazamos de esa manera. El dicho: aunque
la mona se vista de seda mona se queda, habla de la
ineficacia de la apariencia; pero existen numerosas
experiencias donde la apariencia sí engaña. Más im-
portante que el éxito o fracaso de la estrategia de apa-
rentar ser lo que no se es, puede considerarse la lesión
íntima a mi dignidad al falsearme para conseguir algo
o ser aceptado. Pero puede que en determinadas cir-
cunstancias, aparentar sea el único camino para con-
seguir algo que me es necesario y que de otra manera
no me darían. Finalmente, lo más importante sería
no engañarme a mi mismo con mis propias falsifi-
caciones.
Apatía
A-pathos, donde pathos es entusiasmo. Representa
entonces la ausencia de entusiasmo, genéricamente
hablando, de entusiasmo por la vida. Lo visible es una
actitud de indiferencia o la ausencia de reacción ante
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estímulos que desde lo habitual activan o motivan a
las personas. Esta es por cierto un tipo de estado psi-
cológico pariente de la depresión, que es ausencia de
presión o de energía. Ahora bien, esto se juzga mu-
chas veces como un problema en sí, cuando es sólo el
síntoma de procesos psicológicos que están drenando
la energía, o determinando que la persona ha desistido
de intentar debido a un constante resultado de frustra-
ción. Todo esto suele ser inconsciente para el sujeto
que lo padece, pero a través de procesos de
autoconocimiento es totalmente posible desatascar los
factores que han generado la falta de interés.
Aportar
Dar uno a otro, o a un grupo, sea ello físico, moneta-
rio, emocional o conductual.
Apoyar
Así como un árbol naciente no se puede parar solo, se
apoya a alguien cuando no se puede parar emocional-
mente solo. Tam-
bién se apoya a
quien no puede re-
solver algo o reali-
zar una conducta
solo. El apoyo pre-
supone una persona
exterior que en ese
momento dispone
de la fortaleza para
cumplir ese rol.
Respecto de esta
conducta, todo el
arte está en saber
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discriminar cuándo se requiere y cuándo no. El
apoyador puede ser un obstaculizador al autoapoyo de
otro si no sabe retirarse a tiempo, y el apoyado puede
dejarse seguir apoyando para siempre y convertirse en
un parásito.
Apremiar
Conducta de presión y hostilización conducente a do-
minar, bien por el prurito de causar padecimiento, o
para conseguir algo de la otra persona.
Aprobar
Consideración mental de aceptación del otro, de su
conducta o de algún objeto o producto.
Armonía
Estado anímico, sentimiento, que proviene de una
realidad psicológica en que los opuestos dentro de
uno son vividos como complementarios y no como
antagónicos. Ello permite que no exista conflicto in-
terior.
Arrepentimiento
Disposición mental que surge del sentimiento de cul-
pa. Representa un lamentar a posteriori el haber rea-
lizado una acción que causó daño. Desde el arre-
pentimiento se puede pasar a una acción de pedir
disculpas o perdón. Al arrepentimiento suele acom-
pañarlo una autocrítica y un autocastigo. Sin em-
bargo existe el concepto de que el ser humano no
tiene culpa, pues no hace el mal conscientemente
sino mecánicamente, y que cuando causó un daño,
sus condiciones de ese momento no le permitían
hacer.
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Arribismo
Conducta dirigida al escalamiento de posiciones so-
ciales, destinada a igualarse a los que en esta escala
están más arriba.
Arriesgar
Colocarse en una situación en que su integridad física
o algo que valoran puede serles arrebatado.
Arrogancia
Expresión asertiva o aún agresiva de la convicción de
la propia superioridad.
Arrojo
Sinónimo de temeridad. Ocupa la analogía de arrojar
algo, donde lo que se arroja es a uno mismo, dándose
un impulso para realizar una acción que uno teme, y
hacia la que no se movería si no se da a sí mismo ese
empujón.
Arrugar
Expresión coloquial que
representa la conducta
del capitán Araya, que
embarca a los demás y
se queda en la playa.
Esta conducta tiende
a generar descon-
fianza en los otros y
frustración. Ahora
bien, como en ge-
neral todos esta-
mos divididos in-
teriormente, mu-
24
chas veces el arrugar se produce porqueuna parte nues-
tra que quiso quedar bien se comprometió a algo, y
luego otra parte nuestra cuando llega la hora de hacer-
lo no tiene la más mínima disposición a cumplir.
Artificial
Conducta que es intencionalmente construida, sin
responder a la emoción o reacción real, y que en
general se percibe como desvinculada del sujeto, por
verse exagerada, o por no fluir, o por ser rígida. El
sujeto la realiza para causar un efecto, pero inte-
riormente tiene resistencia a ella, y de ahí la impo-
sibilidad de que fluya natural y que se detecte su
carácter de forzada.
Asumir
Hacerse responsable, bien del daño causado o del éxi-
to logrado; también de una relación o de una pater-
nidad.
Atraer
Conducirse o manifestarse de modo tal de generar y
cautivar la atención del otro.
Austeridad
Disposición a prescindir de bienes y pertenencias, o
de actividades que produzcan goce. Tiene una conno-
tación positiva, y se emparenta con la avaricia, que se
refiere a no dar lo que se tiene, y que presenta una
connotación negativa. Ocurre que el avaro no da por-
que considera que necesita todo lo que tiene aunque
tenga mucho. El austero no tiene nada porque consi-
dera que no necesita nada. El avaro al no dar tampoco
recibe, creando una escasez crónica. El austero no tie-
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ne nada que dar. En lo psicológico, no tener y no dar
se vinculan a través de la amenaza que representa para
ambos la vinculación que contiene el dar y el recibir.
Si hablamos de austeridad y avaricia emocional, la ame-
naza para ambos está en el dar y el recibir emociones.
Hay en ambos casos una opción por el aislamiento.
Autenticidad
Refiere a la correlación entre lo sentido interiormente
y lo expresado exteriormente; pero no se refiere a una
situación más compleja que es la posibilidad de dis-
torsión interior donde lo sentido ya es consecuencia
de un juicio, y no corresponde a nuestra auténtica esen-
cia. No es extraño que las personas llegamos a perder-
nos sobre qué es lo auténtico en nosotros. Por ejem-
plo, podemos considerar que es auténtico criticar, pero
nos autoengañamos diciendo que lo hacemos para que
el otro se supere, en circunstancias que en realidad
estamos siguiendo un impulso vindicativo, o porque
con la crítica queremos cambiar la conducta del otro a
fin de que realice la conducta que nosotros considera-
mos buena, o la que nos beneficia. Es valiosa la inten-
ción de autenticidad, pero sólo seremos auténticos con
los otros si hemos clarificado la autenticidad de nues-
tra propia manifestación.
Autismo
Movimiento defensivo a través del cual la persona se
aísla del entorno, encerrándose en sí misma, conce-
diéndole una atención cada vez menor a la realidad
que lo rodea. Es un aislamiento que involucra a los
sentidos, a la comunicación y a la emoción. Es un
encerramiento en un mundo propio que deja de ser
accesible para terceros.
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Autoafirmación
Característica de la conducta que se singulariza por
una autovalidación de las propias capacidades y cuali-
dades, y de los propios derechos a procurarse la satis-
facción de sus deseos y metas. También representa una
autoargumentación que niega las críticas o cuestiona-
mientos externos.
Autoestima
Representa un quererse a sí mismo, aunque hay que
observar esta actitud con detención, para ver que no se
trate de autoensalzamiento, que es el camino a la vani-
dad, o que sea pura autoindulgencia. Estimarse es mi-
rarse y tratarse a sí mismo con afecto, con cariño.
Autoflagelación
Actitud hacia uno mismo que conlleva decirse co-
sas autodestructivas, tales como: soy un inútil, no
sirvo para nada, no hago nada bien, nada me resul-
ta, todo me sale mal, nunca cumplo, nunca me porto
bien, nunca la satisfago. Cosas así se dice la perso-
na que se autoflagela. Es lo contrario de la
autoestima. Es aserruchase el piso, autobajonearse,
autodestruirse.
Automatismo
Modo de funcionamiento del psiquismo que ocurre
de manera inconsciente, fruto del hábito y la aso-
ciación refleja. Aparte del automatismo motor exis-
te un automatismo mental y uno emocional. Reac-
cionamos automáticamente por ejemplo si nos in-
sultan: uno reacciona golpeando, otro deprimiéndo-
se, según el hábito de reacción que se forjó en cada
persona en su infancia.
27
Autoobservación
Acto de mirar hacia dentro –insight– a sus propios pen-
samientos, sentimientos, motivaciones y comporta-
mientos. Es cómo un video grabador vuelto hacia den-
tro; este acto de mirar lo realiza una función del ser
humano llamada atención. La evolución de la facultad
de atención es la conciencia.
Autoridad
La autoridad proviene de ser autor. Tener autoridad no
es tener mando o control, porque representa una rela-
ción donde la otra persona valida y respeta la condi-
ción de autoridad del otro sin que existan de por me-
dio cohersión o de imposición. La autoridad es acep-
tada. ¿En qué se basa entonces?, en que la persona que
la posee es tributaria de una capacidad o de una cali-
dad de ser que es percibida y reconocida por los otros,
quienes voluntaria y libremente le otorgan la condi-
ción de autoridad. Es inadecuado llamar autoridad a
quien posee un cargo de poder basado en la
institucionalidad o el dinero. Este último es detentor
de un cargo jerárquico, no es una autoridad, aunque
bien podría también serlo.
Autorrealización
Capacidad de hacerse real, a través de un trabajo de
desarrollo personal. Hacerse real tiene que ver con
descubrir todos los engaños en los que uno incurre res-
pecto de uno mismo, los que a su vez provienen de
que tenemos un retrato falseado e incompleto de no-
sotros mismos. Lo real en uno es algo que cada uno
tiene que descubrir en si mismo; no es algo que defi-
nan los otros. Es un trabajo de búsqueda honesta de lo
que uno realmente es. Hay otra acepción más habitual
28
de esta palabra que es la de realizarse en el sentido de
lograr algo que uno desea, que también contiene esto
de hacer real algo que uno desea. Es el aspecto exte-
rior de esta palabra, tiene que ver con hacer real un
hacer, un logro en el mundo. Existe entonces la
autorrealización en el ser y la autorrealización en el
hacer.
Autosugestión
Proceso a través del cual un sujeto se deja convencer
de algo que no sabe y que no trata de saber por sí mis-
mo. Toma por real algo que se le repite y que por alguna
razón lo seduce, sin realizar un chequeo de realidad.
Autovaloración
Actitud similar a la de la autoestima, sólo que aquella
es más centrada en los sentimientos, en tanto la
autovaloración es una consideración auoafimativa de
los propios atributo y cualidades.
Avaricia
Orientación hacia la retención. Suele esta anclada en
una amenaza interior de pérdida, de que aquello que
tengo me va a ser quitado; o también de una orienta-
ción de la personalidad que niega el derecho a procu-
rarse cosas, por lo que tienen poco y se aferran a con-
servar eso poco que tienen. Pero un avaro puede tam-
bién tener mucho, y sin embargo atesorar de tal mane-
ra eso que tiene que no está dispuesto a entregar ni
una sola gota de ello.
Palabras en la familia de la avaricia: usura, tacañería, mez-
quindad, ambición, codicia, miseria, egoísmo, ruindad, avi-
dez, roñosería, rapacidad.
29
Avidez
Es una forma de la ansiedad vinculada a la necesidad
de posesión o logro.
Ayudar
Conducta de ponerme al servicio de la tarea de otro. A
veces se convierte en una compulsión psicológica que
obliga a la persona a hacer las tareas del otro sin que
éste se lo pida, y aún no dejando al otro hacer la pro-
pia parte que le corresponde de su propia tarea, lo que
actúa si se tiene el poder sobre el otro en un acto de
anulación del otro.
30
b.
Bajoneado
Actitud de sentirme tirado para abajo. Es un concepto
coloquial para el abatimiento o la depresión. La con-
ducta asociada a esta actitud es la de bajonear, o de
bajonearme.
Beligerancia
Disposición agresiva hacia el otro que normalmente
surge suponer en la intención de los demás la inten-
ción de aprovecharse de mí, de abusar de mí, de
sobreexigirme, de explotarme, de estrujarme, de no
valorizar nada de mí, de no vernada de bueno en mí,
de no agradecer nada de mí. Juzgo que hay intención
de desquite, de venganza, de falta de amor, de cuida-
do, de atención, de cobijo, de preocupación, de pro-
tección. Hay agresión hacia mí y hacia mis necesida-
des. Todo eso me hace belicoso. Y con el tiempo ya es
muy difícil saber si me estoy defendiendo o si estoy
atacando. Si estoy defendiendo mi territorio o si estoy
invadiendo el territorio ajeno. Si soy el conquistador o
el invadido.
Berrinche
También conocido como pataleta. Es un acto de agita-
ción en expresión de reclamo contra lo que se le exi-
31
ge, que en general termina por no evitar la realización
de la conducta exigida. Es una manifestación de dis-
conformidad con lo exigido sin que tenga la fuerza de
negación de lo exigido. Actúa como una descarga, que
al final contiene también una resignación frente a la
propia impotencia.
Bondad
Disposición de sentimiento y conducta de hacer un bien
a otro. Es una actitud altamente valorada, pero merece
una autoexploración, porque la bondad puede conte-
ner negación y autoocultamiento del impulso agresi-
vo, o contener una disposición a la adaptación. Por
otro lado, al contraponerse a la maldad, ingresa a ese
complejo territorio donde en muchos casos lo que es
malo y lo que es bueno representa categorías subjeti-
vas. Por otro lado, el psiquismo humano complejo tie-
ne muchos dobleces, y así se considera un acto de bon-
dad ayudar a otro, sin embargo muchas veces la dis-
posición a ayudar encubre un afán de controlar. No es
que no exista la bondad, pero cada quien puede intere-
sarse en interesarse en separar el grano de la paja.
Bulimia
Una forma de la ansiedad que se orienta hacia el acto
de ingerir alimentos, a la vez que se siente temporal-
mente aplacada a través de ello.
Burla
Se asocia a palabras como la ironía y el sarcasmo, y
consiste en una disposición a mirar los actos de otras
personas como ridículos o tontos. Burlarse es restre-
garle al otro esta supuesta acción inadecuada. Incluye
en general la conducta de reírse del otro. La risa se
32
vincula con el chiste, que es una disposición humana
en general valorizada. Pero el chiste en general con-
tiene el rebajamiento de alguien. Parece haber en el
chiste y en la burla una descarga de la agresividad lle-
vada a un grado bajo que produce satisfacción y mini-
miza la amenaza del desquite, pero que igual tiene un
grado de trasgresión, de osadía, que provoca esa exci-
tación agradable que contiene la risa. Es habitual que
las personas sujeto de burla sean los poderosos y los
pomposos; pero en general aquí la burla se realiza a
espaldas de ellos. En cambio otro sujeto de burla son
los débiles, y aquí la burla se realiza frente a ellos. Se
deja ver que la amenaza es menor o inexistente en este
último caso, y alta en el primero.
Palabras en la familia de la burla: escarnio, ironía, despre-
cio, bufonada, carnavalada, sarcasmo, engaño, fraude, chun-
ga, mofa, chacota,
desaire, chiste, cu-
chufleta, broma, chi-
rigota, novatada, ino-
centada, chanza, sáti-
ra, rechifla
33
c.
Cambiar
Acción de desplazarse físicamente o de reemplazar o
cambiar un aspecto de uno por otro. Supone en gene-
ral una disconformidad con el lugar o el aspecto exis-
tente. Puede ocurrir que de tanto cambiar se regrese
donde mismo, porque cuando uno se cambia, aquello
de donde uno se cambió, o el rasgo que uno dejó atrás,
no ha dejado por ello de existir.
Capricho
Actitud de exigencia al otro para que satisfaga los de-
seos propios no importa cuán extravagantes puedan
ser. Encierra una demostración de dominio o poder
sobre el otro, a la vez que una demostración hacia sí
mismo del propio valer, de la importancia de uno mis-
mo que supone la obligación del otro a satisfacernos.
Llega a no importarle la explotación del otro, el
sobreesfuerzo del otro. Suele contener una hiper
autovaloración, normalmente generada por el padre o
madre de ella o él. Ella o él lo merecían todo, eran
maravillosos y cualquier esfuerzo o sacrificio para que
ellos pudieran realizar sus potencialidades era insufi-
cientes. De allí se les instala su convicción del autovalor
y su convicción de que es natural de que el otro se
sacrifique por ellos. Si el otro no se ‘raja’ por ellos, les
34
invade el sentimiento de no valer nada.
Cautivar
Ejercer seducción sobre otro de modo tal de dejarlo
atado a uno.
Charlatanería
Predisposición hacia una locuacidad verbal que se rea-
liza por mero automatismo, o bien porque tiene como
finalidad generar una convicción en la otra persona
sobre la bondad de una propuesta o de un producto. Es
una forma de seducción verbal.
Cobardía
Es una conducta de rechazo a enfrentar una situación
considerada por la persona amenazante. Es muy para-
dójico que se exija una conducta percibida como de
riesgo para uno mismo. Se explica por el hecho de que
estaría en general algo grave en juego, como la ame-
naza al grupo humano al que uno pertenece, o la
autoestima. Cuando se está frente a la amenaza del
propio grupo humano, se demandan conductas que
superan el miedo en defensa de lo propio. Pero cuan-
do está amenazada la autoestima, cabría explorar si no
es más sano desinflar la autoestima que arriesgar la vida.
Codicia
Es una disposición a desear con ferviente intensidad
algo. Supone una crítica a este deseo intenso. En la
codicia se supone en general la prohibición a lo desea-
do: no codiciarás la mujer de tu prójimo. La pregunta
finalmente aquí es por la exploración al origen del
deseo intenso. ¿Qué es lo que me hace desear? Un
anhelo interno sincero y profundo, la envidia, el afán
35
de hacer daño a otro, mi necesidad de ser más impor-
tante o más poderoso que otro. Podría considerarse que
la ilegitimidad en la codicia no está en la intensidad
del deseo sino en la parte de uno que se está queriendo
satisfacer.
Colaborar
Disposición a incorporarse en un emprendimiento
realizando parte de la tarea. Tiene una cara que es
la de la ayuda, para la cual remito a esa palabra. El
colaborador puede hacerlo desde la necesidad de
hacerse valioso para el otro, o desde la suposición
que el otro no puede realizar solo la tarea, o desde
una real percepción a que el otro necesita de su ayu-
da, y aún de que necesitándola no es capaz de so-
licitarla. La colaboración también se puede entender
como una acción colectiva donde no es uno que cola-
bora con otro, sino que todos se colaboran y colaboran
en la realización de algo que sólo se puede lograr en
conjunto.
Comparar
Proceso mental de establecer una relación entre dos
entidades, y cuantificar el grado de diferencia entre
cualquiera de sus atributos.
Compasión
Sensibilidad hacia el sufrimiento del otro. Actitud
empática de conmoverse con el padecimiento del
otro. El sentirla contribuye al deseo de no producir
daño al otro. En su ausencia, al no ser sensibles al
sufrimiento del otro, no existe traba a la generación
de daño al otro, que no sea la del miedo a las conse-
cuencias.
36
Competir
Orientación cognitiva a mirar al otro como un rival, y
a que la situación que se enfrenta es una en la que triun-
fa el otro o triunfo yo. Levanta una disposición a ven-
cer con la consiguiente energía de activación propia.
Genera junto a la opción del triunfo, la de la derrota,
con la consiguiente polaridad de hipervalorización y
desvalorización, de éxito y fracaso. Como la alternati-
va genera opciones emocionales tan poderosas, surge
la tentación a actuar con trampas, o por fuera de las
reglas de la competencia, minar por cualquier vía la
capacidad del otro e incrementar artificialmente la ca-
pacidad propia. Todo esto coloca a las personas en una
posición de rivalidad donde el daño y sufrimiento del
otro son meros accidentes. La competencia está vali-
dada como una disposición natural del ser humano que
además produce el mejor resultado exterior tras la con-
secución de los bienes personales y sociales. El daño
al otro, las enfermedades asociadas, el sufrimiento, no
son incorporados en la ecuación. Es llamativo que exis-
ta otra acepción de la palabraque tiene que ver con ser
competente, es decir, con ser capaz y hábil en lo que
uno hace, sin que en esto intervenga el elemento com-
parativo. No se es competente en comparación con otro
sino como un hecho en sí en relación con la tarea y el
propósito propio. El giro de realizar competencias para
triunfar o perder, al de generar competencias para ha-
cer bien algo, cancela todos los efectos negativos se-
cundarios. Ahora bien, como predomina la competen-
cia como la confrontación para ganar o perder, el de-
sarrollo de competencias queda supeditado al objetivo
de ocuparlas para ganar en la competencia.
Palabras de la familia de competir: combatir, medirse, por-
37
fiar, desafiar, luchar, disputar, emular, pugnar, rivalizar, con-
cursar, contender
Complacencia
Estado de satisfacción con lo que uno es o tiene. Por
otro lado, complacer es la disposición a dar al otro lo
que desea o necesita, con el propósito de brindarle sa-
tisfacción. Quien está satisfecho siente bienestar. Pero
la complacencia como actitud estable suele contener
una actitud defensiva destinada a no vivir la frustra-
ción, que frena la posibilidad de mejoramiento o logro
que surgiría de la insatisfacción. Es importante
visualizar que en los procesos, el estado de satisfac-
ción tiene un límite temporal, y existe una dinámica
de funcionamiento que está constantemente producien-
do equilibrios/desequilibrios, de modo que se produce
una alternancia entre la insatisfacción, la acción para
complacer, y la satisfacción.
Comprensión
Acto interior que combina un entender mental suma-
do a un sentimiento, que es un tipo de percepción que
representa algo que se podría expresar como: eso que
has hecho, o eso que has dicho, o ese modo de enten-
der el mundo, le hace sentido a mis emociones.
Compulsión
Manifestación de alguna conducta que aflora con fuer-
za y frente a la cual no tengo fuerza interior para con-
tenerla. Se repiten actos, movidos por un sentimiento
de necesidad no sometible al control de la voluntad.
Comunicar
Acción de traspasar a otro una experiencia, idea o
38
emoción mía. Existen diferentes vías para hacerlo, sien-
do las más habituales la verbal y la simbólica, y me-
nos ocupadas aunque igual actúan, la corporal y la
expresiva.
Conducta
Manifestación motriz de nuestro cuerpo, en respuesta
al funcionamiento orgánico, o a nuestro pensamiento,
o a nuestras emociones.
Palabras en la familia de la conducta: comportamiento, cos-
tumbre, proceder, hábito, actuación, táctica, pauta
Conectar
Vincular personas o aspectos de mi mundo interior. Se
vincula al propósito terapéutico de integración.
Confianza
Sentimiento que me permite descansar, y en particular
descansar frente al otro, bien porque sé que no estoy
bajo amenaza, bien porque sé que lo que deseo o nece-
sito y he encargado a esa persona va a ser realizado
con toda dedicación y a cabalidad.
Conformidad
Declaración a partir de una definición de equilibrio
en una ecuación de transacción. Yo te di tanta plata, tú
me diste tal objeto; yo gané plata en el trabajo, tú cui-
daste a los niños; yo te acompañé donde tu madre, así
que tú me dejas leer el diario tranquilo. Si estoy con-
forme con la transacción quedo conforme. Si no, que-
do disconforme. A la conformidad en la transacción la
acompaña un estado interior emocional de conformi-
dad, que es de un momentáneo estado de paz, tranqui-
39
lidad, reposo y satisfacción. Lo habitual sin embargo es
que en las transacciones emocionales y conductuales, no
hemos definido la “moneda de equivalencia” y lo usual
es que ambas partes queden disconformes, lo que es
un hecho bastante sorprendente en una transacción. Y
es más sorprendente que frente a este resultado, nor-
malmente las personas prosigan con la misma tran-
sacción, lo que produce un incremento de la discon-
formidad, generando con ello un clima permanente en
esa determinada relación humana.
Conformismo
Calificativo aplicado a la persona a quien se evalúa
que queda conforme con transacciones cuyo resultado
va en desmedro de ella. Aquel que se estima que que-
da conforme con menos de lo que le corresponde. Sin
embargo en general no es la persona que hace la tran-
sacción la que se muestra inconforme, siendo más bien
un juicio que le hace otro, o bien, otra parte de sí mis-
ma. Si hay conformismo frente a algo en lo que ínti-
mamente no quedaría conforme, es que hay domina-
ción y miedo.
Confusión
Estado interior de desorden que puede referirse a mo-
tivaciones, decisiones, emociones o conductas. Es un
estado que analógicamente se define como de
nublamiento u oscurecimiento. Éste puede surgir como
un acto defensivo, donde en el fondo se busca dilatar
una decisión que no se desea tomar; pero también se
puede tratar de un exceso de información respecto de
lo que la persona está capacitada para procesar; o bien
una incapacidad de discernir bien los diferentes ele-
mentos contradictorios que están actuando frente a una
40
situación o estímulo, los que se enredan en la persona
sin que ésta tenga capacidad para separarlos. En gene-
ral la confusión viene del bloqueo a querer ver, de la
acumulación de material psicológico que dificulta su
procesamiento, o de su circulación caótica dentro de
uno que no permite diferenciarlos.
Palabras de la familia de la confusión: desasosiego, turba-
ción, alboroto, consternación, desconcierto, aturdimiento,
caos, perplejidad, lío, desbarajuste, error, equivocación, ye-
rro, desorden.
Congregar
Sinónimo de convocar y de reunir, pero con la especi-
ficidad de que a quien se reúne es a la congregación, y
supone por también lo gregario, es decir, lo que ya
está constituido como grupo.
Consensuar
Lograr una disposición de dos personas a seguir una
línea de acción común o intermedia, aunque sus visio-
nes o posturas no coincidan.
Contemplar
Acción de ver que supone una pasividad corporal, y
también acción psicológica que supone darse cuenta
de los sucesos sin intervenir en ellos ni transformarlos.
Contener
Aplicar una fuerza que neutralice un impulso o una
acción, sin buscar eliminarlo.
Contradecir
Oponerse a otro verbalmente.
41
Contrafobia
Ir contra la fobia, es decir, imponerme una conducta
que revierta toda conducta que rechace tener. Ejem-
plo. Si soy inseguro, me exijo volverme arrojado, te-
merario. La contrafobia proviene del rechazo de la fi-
gura de autoridad a mi miedo, o de la ausencia de una
figura de autoridad que me proteja en mis miedos, lo
que hace que yo me tenga que levantar como mi pro-
pio protector.
Contribuir
Aportar de lo propio a un propósito o necesidad co-
mún o colectiva.
Controlar
Acción mental, emocional y física, que consiste en
impedir que cualquiera de estas funciones actúe como
respuesta impulsiva frente a un estímulo, y que en cam-
bio se manifieste de acuerdo a una pauta o mandato
preestablecido.
Convencionalismo
Disposición a seguir los valores y costumbres estable-
cidas por la sociedad, la institución o el grupo, sin va-
riarlos ni desafiarlos.
Cooperar
Sinónimo de contribuir, pero refiere más a la acción
que al aporte de bienes.
Coraje
Actitud de enfrentar fuerzas que se ven o suponen su-
periores a las propias, sin ser detenido por temor al
daño que se puede llegar a padecer.
42
Crecer
Orgánicamente es un hecho que lo genera la naturale-
za, y psicológicamente es un hecho voluntario a partir
de un propósito de desarrollo personal.
Creer
Acto de suscribir a algo sin tener uno mismo la expe-
riencia o comprobación propia.
Criticar
Expresar una ira intelectual a partir de definir que un
otro no realizó algo como debió haberlo hecho. Ello
supone que una persona o grupo definió previamente
lo que debía hacerse. Hay ocasiones en que esa defini-
ción es producto de un acuerdo, otras proviene de una
autoridad legítima, y
otras de una autoridad
ilegítima. Puede pro-
venir de manda-
mientos morales, de
leyes civiles o de re-
glas paternas. Lo
que en general no
se toma en consi-
deración cuando
se critica es si la
persona criticada
tenía realmente
los recursos
como para rea-lizar lo exigido.
Muchas veces se considera que la
crítica es un mecanismo de motivación para tener es-
píritu de logro, pero también en muchos casos resulta
43
ser una inhibidora de la motivación, e incluso un fac-
tor que puede generar una depresión.
Culpa
Representa un autorreproche por haber causado daño,
o de haber realizado algo que enjuicio como “malo”.
La culpa suele venir asociada al arrepentimiento, que
es un acto del pensamiento que dice: ojalá no lo hu-
biera hecho. Subyace la idea que el recordarme como
culpable y el sentir el arrepentimiento en algo atenúa
mi culpa, porque estoy padeciendo, lo que actuaría
como retribución a mi falta. Frente a la culpa, a lo que
se aspira es al perdón del afectado, o de alguien con el
poder de perdonar. Obtener el perdón representa el
permiso para olvidarla. La otra forma de anular la cul-
pa es la de cumplir el castigo o la penitencia. Desde el
ángulo de la persona ante quien se es culpable –de la
víctima– nuestra culpa le confiere a ella gran poder
sobre nosotros. Puede exigirnos cosas. Ahora bien,
cuando hay culpa es porque tenemos la experiencia de
haber sido declarado culpable; he sido declarado cul-
pable cuando he transgredido normas, pero aquí exis-
te todo el tema de la validez de las normas, y el tema
de los juicios injustos. La culpa surge también de lo
que se llama ‘cobrar sentimientos’: te lo hemos dado
todo, ¿y qué nos devuelves?, es un llamado a la culpa.
Siempre en la aparición de la culpa hay una acusa-
ción, y una exigencia. Debería hacer algo que no hago,
por tanto soy culpable de no hacerlo. Otro tema de
gran importancia acá es la proporcionalidad entre la
culpa y el castigo. Otro de los ángulos en el tema de la
culpa es el de esquivarla: no es mi culpa, ellos me
empujaron, me obligaron, me amenazaron, me cria-
ron. Es la línea de la autojustificación. Cuando no hay
44
autojustificación, hay remordimiento, que viene de
sentir que se hizo daño a otro, es el dolor por un hacer
mío que causó daño a otro. Ese dolor puede actuar
como motivación para descubrir qué es lo que en mí
produce esa acción que causa daño al otro y para no
incurrir hacia adelante en causar nuevos daños. En vez
de autocastigarme por algo que hice, puedo orientar-
me a descubrir si tengo la fuerza para dejar de hacerlo.
Cumplir
Significa realizar la tarea encomendada. Es una ac-
ción sujeta a evaluación. Si yo defino que cumplí, sig-
nifica que he estado a la altura de mi superyo exigen-
te. Soy ‘El Cumplidor’. Pero puedo dejo de cumplir si
las demandas suben de nivel, o si se vuelven capricho-
sas. Siempre habrá un límite por sobre el cual no se
puede cumplir al deseo o la exigencia del otro. Lo que
cabe aprender es que eso no me hace incapaz, o todos
somos incapaces pasado cierto nivel, por consiguiente
el no-cumplimiento no debiera menoscabarme. La ta-
rea a realizar es el coteja entre exigencia y condicio-
nes para su umplimiento, para lelgar a definir mi me-
dida en el momento presente. Luego vendrán los
propóitos de mayor cumplimiento, cuyo logro debe ser
gradual.
45
Dañar
Causar destrozo o perjuicio a objetos, al cuerpo del
otro o a su mundo emocional.
Dar
Desprenderse de algo propio para su uso y propiedad
de un tercero.
Decepción
Estado emocional que surge en contraste con haber
tenido previamente una ilusión respecto de alguien,
en particular, de haber querido o esperado una con-
ducta de alguien –las más de las veces hacia uno- que
no se cumple.
Deficiencia
Condición de estar por debajo de la norma o normali-
dad que se supone o exige a una persona.
Degradar
Bajar de grado a alguien, lo que representa una eva-
luación de que esa persona es o está actuando a un
nivel más bajo de aquel en que se le había puesto, o
bien porque ha cometido una falta que no la hace dig-
na del grado en que se le había situado.
d.
46
Depender
Situación en que el bienestar y aún la sobrevivencia
propia depende del otro, pudiendo ser esta material o
emocional. Es la condición natural al nacer y durante
un tiempo más, situación que se va gradualmente de-
jando. Pero existe la distorsión de prolongarla por parte
de los padres o autoridades para mantener el control y el
dominio. Se hace a través de negar o no aportar al otro
los elementos para que se vaya haciendo independiente.
Depresión
Describe ausencia de presión o de energía, y se produ-
ce en general porque en uno existen fuerzas contra-
puestas que generan la perdida de la energía. Cuando
una persona hace un gallito se le agota la fuerza, y
normalmente en nuestro psiquismo estamos haciendo
gallitos con nosotros mismos. Una parte nuestra nos
exige algo, y la otra se resiste.
Palabras de la familia de la depresión: abatir, derrocar, aver-
gonzar, pisotear, vilipendiar, aniquilar, cernirse, postrar,
oprimir, doblegar, decaer, humillar, degradar, sojuzgar, hun-
dir, desesperanzar, recaer, apocar, descorazonar, desanimar,
desalentar, agotar, debilitar, desfallecer, rebajar, extenuar,
desbaratar, volcar, aplastar, tumbar, lanzarse, deshacer, des-
mantelar, arruinar, destruir, desarmar, derrumbar, derribar.
Derrochar
Gastar más de lo que se posee, o de lo que se dispone
para un período, o más de lo que sería lo justo o ade-
cuado para una situación o necesidad.
Desafiar
Proponer al otro una confrontación para dirimir algo
que está en juego, o que ambos desean.
47
Desagradar
Información emocional o física de rechazo.
Desapego
Actitud de no involucramiento emocional, que se orien-
ta a querer vivir tranquilo sin que nadie moleste, sin
tener que andándole rindiendo cuentas a nadie. Se
orientan hacia esta disposición las personas que eva-
lúan que en el intercambio emocional salen perdien-
do, o bien que en las relaciones, por su debilidad emo-
cional, su sumisión, su inseguridad o cualquier razón,
les impone cosas, ello las lleva a sentir emociones
desagradables, y para no sentirlas, se desapegan.
Palabras de la familia del desapego: desinterés, frialdad,
indiferencia, alejamiento, desentendimiento, distanciamiento
Desarmar
En las metáforas bélicas de las relaciones humanas,
las personas nos hieren emocionalmente, y las con-
ductas o juicios que ocupan para herirnos son para
nosotros armas. Desarmamos al otro para que no nos
hiera. También los otros –y nosotros, por cierto- se
defienden con armas, por ejemplo, con el arma de la
justificación; y aspiramos a que el otro no se defienda,
para que puedan llegarle las verdades. Por cierto que
quien se defiende lo hace porque no considera lo que
le decimos como verdades.
Desatención
Acción de no poner o negar mi atención a otro. Ve-
mos en la definición de atención, que allí donde está
la atención está la vida. Si atendemos a una perso-
na, ésta existe para nosotros, y si no lo hacemos, no
48
existe para nosotros. La atención es una facultad muy
potente que es distinta a pensar o sentir, es como un
foco de luz que hace algo visible a nosotros. Las
personas queridas requieren de nuestra atención
como un factor de nutrición. Lo que se enreda en
las relaciones surge de los reclamos de desatención,
y de exceso de demanda de atención; es decir, la
diferente evaluación entre cuánto se da y cuánto se
necesita.
Descalificar
Disposición a encontrar que la otra persona lo hace
mal. Esta disposición supone que quien descalifica tie-
ne una exigencias de cumplimiento para las cuales la
otra no cualifica. Esta escala normalmente es arbitra-
ria y no se correlaciona con las posibilidades reales de
la persona exigida. Normalmente la actitud de desca-
lificación contiene por un lado un afán de perfeccio-
nismo, pero por otro una gran agresividad y un espíri-
tu de resentimiento.
Palabras de la familia de descalificar: desacreditar, desau-
torizar, anular, ofender, excluir, incapacitar, invalidar
Desconfiar
Actitud de suponer que los otros me quieren o necesi-
tan en función de sus propios deseos y necesidades;
sea como demanda pasiva o activa. Activa es: pórtese
bien, haga las tareas solo, sáquese buenas notas, no se
ensucie, no doble las hojas, no manchenada, no des-
ordene las cosas. Pasiva es: no me moleste, no me al-
tere, no me cause problemas o dificultades o esfuer-
zos, no me haga exigencias, no desee nada que no pue-
da darle, ojalá no desee nada.
49
Desear
Movimiento del pensamiento, la emocionalidad o la
sexualidad que demanda satisfacción.
Palabras de la familia de desear: anhelar, pretender,
prendarse, querer, aspirar, aficionarse, ansiar, antojarse, ape-
tecer, ambicionar, codiciar, encapricharse, preferir
Desintegrar
Acción de separar lo que estaba integrado. Se podría
representar en el mundo físico como un proceso que
convertiría un continente en un archipiélago.
Desorientación
Tipo particular de confusión circunscrita al hacer y al
mundo externo.
Despilfarrar
Sinónimo de derrochar.
Despreciar
Actitud hacia el otro en la que no se le asigna valor –
haciendo analogía con no valer porque su precio es
cero. Es una actitud aprendida que normalmente refle-
ja las discriminaciones que realiza el grupo del que
forma parte hacia otros grupos, o hacia cierto tipo de
personas o de condiciones. El que desprecia está en
ese acto auto-definiéndose como superior, a lo menos
en esa característica o condición particular que está
despreciando.
Palabras de la familia de despreciar: menospreciar, subesti-
mar, postergar, desairar, desdeñar, vilipendiar, humillar, de-
jar de lado, desechar, mirar por encima del hombro, desesti-
mar, tener a menos, relegar, burlarse, rechazar.
50
Destreza
Capacidad para realizar motoramente o conductual-
mente tareas o desafíos con éxito.
Diferenciación
Orientación destinada a ser visto, a recibir atención,
pero también un llamado interior hacia el encuentro
de la propia individualidad, a salir de la imitación
mecánica de patrones, modas y costumbres. Cada quien
tiene que ver en sí cuál es el caso, y normalmente es-
tán las dos fuentes de causa mezcladas.
Dificultar
Poner obstáculos para que otro logre un resultado o
meta.
Palabras de la familia de dificultar: retener, oponer, contra-
riar, impedir, entorpecer, embrollar, complicar, obstaculizar,
confundir, enmarañar, fastidiar, obstruir, imposibilitar, em-
barazar, estorbar, enredar.
Dirigir
Conducir personas, o a uno mismo, hacia un lugar pre-
viamente definido. Supone el liderazgo o el poder de
la persona que dirige.
Palabras de la familia de dirigir: conducir, liderar, educar,
capitanear, encauzar, gobernar, encabezar, acaudillar, presi-
dir, encarrilar, mandar, adiestrar, canalizar, coordinar, orien-
tar, enfocar, marchar, controlar, apuntar, manejar, aconse-
jar, guiar.
Disciplinar
Someter la conducta propia o ajena al cumplimiento
de pautas previamente determinadas.
51
Discutir
Contraponer mis ideas a las de otro, con el propósito
de que el otro acepte las mías.
Palabras de la familia de discutir: impugnar, rebatir, dispu-
tar, argumentar, razonar, examinar, contender, refutar, con-
tradecir, pelear, litigar, deliberar, debatir, polemizar, con-
trovertir, argüir.
Disimular
Esconder algo o alterarlo para que no sea visto por el
otro. Se disimulan las emociones que uno tiene hacia
otro porque se teme la reacción de ese otro si las de-
tectara.
Palabras de la familia de disimular: enmascarar, simular,
aparentar, fingir, ocultar, encubrir, disfrazar, esconder, ca-
muflar, esconder.
Disociación
Alteración de las funciones normalmente integradas
de conciencia, memoria, identidad, o percepción del
ambiente, ciertos comportamientos o pensamientos
pierden la relación normal con el resto de la personali-
dad y actúan de una manera autónoma. El trastorno
puede ser repentino o gradual, transitorio o crónico.
Disponibilidad
Actitud a la que se asigna el valor de la generosidad o
de la fidelidad; corresponde a las personas que asig-
nan un valor central a la disposición a ayudar. Pero
desde otro ángulo representa una negación de mis ga-
nas para ponerme al servicio de las ganas del otro, en
circunstancias que desde una visión de igualdad de
todos los seres humanos, las ganas de todos son igual
52
de válidas. Hay personas que se ponen a disposición
de otros y después se encolerizan porque abusan de
ellas.
Distinguir
Diferenciar a otro, pero desde la perspectiva de su su-
perioridad. Por ello a quien se distingue se le da una
distinción.
Distraerse
Incapacidad para mantener la atención, lo que puede
responder a una tendencia a pasar de un tema a otro
con una provocación mínima, y sin ninguna capaci-
dad de anclaje en aquello en lo que estaba; o también
por una disposición a fijar la atención en estímulos
externos alejados de un propósito u obligación. La ten-
dencia a distraerse puede ser un acto evasivo para no
focalizarse en situaciones ingratas o dolorosas, o tam-
bién ser un hábito a partir de experiencias aburridas.
Divertirse
Acción que produce liviandad del ánimo y excitación
gratificante.
Diversificar
Acción de abrir en distintas direcciones la acción o las
conductas, a fin de que éstas no se repitan, en general
con el propósito de que no se vuelvan monótonas, o
bien si se trata de obtener resultados, para aumentar
las posibilidades de conseguirlo a través de diferentes
caminos.
Dudar
Acción mental que genera una indefinición frente a la
53
exigencia de tomar una determinación. Se suele atri-
buir a una debilidad de la persona, en circunstancia de
que en muchos casos se debe a la exigencia de dos
opciones igualmente válidas, o a dos fuerzas interio-
res igualmente poderosas, o a la existencia de factores
represivos que impiden actuar. Todo ello lleva a no
descalificar la existencia de la duda, sino a explorar
qué la genera.
54
e.
Eficiencia
Capacidad de cumplimiento de acuerdo a estándares
de exigencia.
Egocentrismo
Asertividad en ponerse siempre a sí mismo en el cen-
tro de la mesa, a hablar de sí y de sus virtudes, etc.
Suponen ser lo más interesante para todos los demás.
Contiene la pasión de la vanidad, y representa una in-
capacidad de ver lo de los otros como relevante. No
conceden desde su propia iniciativa atención o tiempo
a los otros. Para los demás. La única manera de ocu-
par el lugar es compitiendo con el egocéntrico. Esto
suele hacerlo solamente otro egocéntrico. Hay otra
acepción para este concepto, que retrata a prácticamen-
te todas las personas, y que se refiere a que en el
psiquismo humano estamos centrados en el Ego y no
en la esencia, siendo el ego un tipo de construcción
arbitraria que se forma debido a las influencias, en tanto
la esencia es aquello que realmente somos.
Egoísmo
Actitud de procurarse sin pudor o represión todo lo
que desea, anteponer sus deseos y necesidades por
sobre los de todos los demás. También tiene la acep-
55
ción de ser -como el cristianismo o el marxismo- la
adscripción al ego, que representa una forma particu-
lar de ser y de hacer las cosas, que es lo que son las
ideologías y las religiones para los grandes grupos.
Embotamiento
Atenuamiento en la intensidad de la vivencia emocio-
nal.
Emoción
Función humana que se percibe como una energía, y
que genera una expresividad corporal. La intentamos
comunicar por medio del lenguaje a través de analo-
gías.
Empatía
Actitud a través de la cual un sujeto se identifica con
otra persona, compartiendo el mismo estado de áni-
mo. Se le suele considerar una cualidad de ponerse en
el lugar del otro, pero también se le considera como la
debilidad de no tener nada propio, y por tanto vibrar y
moverse de acuerdo a los intereses, entusiasmos y ob-
jetivos de los otros.
Encantar
Generar una fascinación o seducción en el otro, a tra-
vés de obsequios, halagos o atenciones, o de tener ‘gra-
cias’ o belleza. La otra persona queda encantada, lo
que contiene la idea de un cierto hipnotismo en el cual
ha perdido el sentido de realidad o la voluntad, y por
ello queda a merced del encantador.
Enfermar
Producir malestar físico o emocional a otro.
56
Engañar
Acción intencional de hacer pasar por verdadero algo
que se sabe que no lo es. Es sinónimo de mentir, pero
este último término refiere más a la acción mental o
verbal, en tanto el primeromás a una conducta.
Envidiar
Surge de un sentimiento de carencia y de desear los
atributos de otro, porque esos atributos le representan
el logro de atención, beneficios, halagos, etc. Lleva a
un resentimiento hacia el otro y a una auto-desvalori-
zación. Puede llevar a la persona a tratar de adquirir
las cualidades deseadas, pero puede llevar también a
un ánimo de destrucción del otro por poseerlas. Es
como la madrastra de la Cenicienta, que cuando el es-
pejo le dice que hay otra más bella que ella, su solu-
ción es eliminarla. Cuando está en un grupo, resiente
ver que los gestos de reconocimiento, celebración de
gracias y atención van a otros y no a ella. Puede haber
tenido desde su infancia una carencia de atención, o
pudo haber recibido una tremenda atención y después
no obtenerla.
Equilibrio
Conducta que supone balancearse frente a condicio-
nes exteriores dinámicas, o a fuerzas que empujan en
direcciones diferentes. El equilibrio representaría en-
tonces no una quietud o rigidez, sino un permanente
movimiento para no caer debido al movimiento o a las
fuerzas exteriores que actúan sobre mí en una y otra
dirección.
Escalamiento
Conducta física de ascender montañas, que por analo-
57
gía se ocupa a una orientación psicológica de querer
subir en los peldaños laborales o en la posición social.
Tiene una connotación negativa asociada al arribismo,
es decir, a la necesidad de vincularse e identificarse
con quienes están más arriba en las calificaciones la-
borales y sociales.
Escrupuloso
Actitud de particular cuidado de no caer en faltas a la
moral o a las costumbres, de no causar mal o hacer
daño.
Erradicar
Sacar algo de raíz de un espacio determinado y llevar-
lo a otro.
Esfuerzo
Sobreponerse a lo que nuestro funcionamiento está
dispuesto a rendir. Requiere para hacerlo una fuerza
de motivación interior o de presión externa. Existe tam-
bién un límite al esfuerzo, que al ser sobrepasado pue-
de causar daño.
Especial
Condición de ser diferente a todos que conlleva la idea
de exclusividad, de superioridad, de estar por encima
de todos. Suele provenir de un juicio materno, que
confunde la emoción maravillosa que le produce su
hijo en tanto hijo, con que se trate de cualidades parti-
culares maravillosas del hijo. Esto genera después una
constante fuente de frustración por cuanto no se en-
cuentran las personas que lo sigan considerando espe-
cial. Restringe la vida finalmente a un par de personas
que sí lo tratan como tal.
58
Espontaneidad
Cualidad de la acción que no pasa por controles inter-
nos, y que se manifiesta afuera en forma pura de acuer-
do al estímulo.
Estrechez
Insuficiente espacio disponible en relación a los ele-
mentos que ocupan ese espacio. El movimiento de los
elementos al interior de un espacio requieren cierto
volumen de ese espacio. Ser estrecho de ideas no es
tener pocas ideas sino de tener poco espacio para que
estas se muevan permitiendo con ello producir combi-
naciones nuevas. Si las ideas están encerradas en casi-
lleros y no se juntan unas con otras, la persona respon-
de siempre con estas ideas encasilladas, sin pensamien-
to propio.
Estrés
Efecto sobre el cuerpo de una demanda emocional o
de conducta que represente una amenaza para la per-
sona, y que se traduce en una reacción de rigidización
corporal que puede ser temporal o prolongarse en el
tiempo hasta hacerse permanente. Esta reacción cor-
poral puede tener diferente intensidad, hasta el grado
de causar intenso dolor.
Estupor
Estado en el que no se responde a la estimulación y se
acompaña de inmovilidad y mutismo.
Euforia
Aceleración psíquica acompañada de una alta carga
emocional. Suele existir en contraposición a la depre-
sión o apatía, y está vinculada a los momentos en que
59
se cree que se es una persona muy superior, o que se
está ad portas de logros fabulosos; en contrapunto al
estado depresivo en que se considera no ser capaz de
lograr nada. Se trata de tendencias polares que repre-
sentan desequilibrios polares, a la vez que muestran
un enorme desequilibrio en la disponibilidad de ener-
gía del individuo, donde en el estado eufórico esta apa-
rece acumulada y se gasta explosivamente, en tanto
en el estado depresivo para carecer de toda energía.
Evitar
Acción consistente en pasar por el lado a los proble-
mas o situaciones, probablemente debido a una per-
cepción interior de no estar en condición de lidear con
ellos.
Exaltación
Se refiere al aspecto visible, motriz, de la euforia, sien-
do esta última el aspecto emocional de la misma actitud.
Excluir
Declarar al otro como no parte de una unidad, y reali-
zar las acciones necesarias al propósito de mantenerlo
fuera.
Exhibicionismo
Necesidad imperiosa de mostrarse, de ser el centro
exclusivo de la atención. Se vincula al egocentrismo,
a la egolatría, a la vanidad. Suele conectarse a una dis-
posición a exhibir lo que normalmente o socialmente se
oculta, y se expresa por ejemplo en mostrarse desnudo.
Exigir
Mandatar a otro a ejecutar algo, sobre la base de un
60
poder que se tiene sobre esa persona.
Exitismo
Compulsión hacia el éxito.
Explotar
Suceso físico que consiste en un concentrado y acele-
rado movimiento expansivo de fuerzas y materiales.
Como suceso emocional es análogo, y representa la
expansión de la energía, en tanto que como suceso
conductual representa la expresión física de esa ener-
gía condensada. En su otra acepción, explotar es abu-
sar de alguien, así como al explotar un recurso natural
se le deja exhausto y sin riqueza propia, también al
explotar a una persona la dejamos exhausta y sin re-
cursos.
Exponerse
Colocarse en una situación en que puede ser agredido.
Éxtasis
Estado descrito por místicos o maestros espirituales,
que poseería una cualidad de experiencia a la que no
se accede desde la normalidad de todos nosotros.
Extraversión
Estar vertido hacia fuera. Abierto y disponible. Donde
no hay interioridad, o no hay una contención de la ex-
periencia, apareciendo esta como reacción inmediata
hacia fuera. Suele asociarse a estados alegres y acti-
vos, conversadores y chispeantes, expresivos y
motrices.
61
f.
Facilitar
Conducta destinada a generar condiciones para que se
pueda realizar un determinado propósito.
Falsedad
Acto intencional de decir algo que se conoce como no
cierto.
Faltar
Fantasear
Disposición a crear a través de la mente imágenes de
la realidad que en general están destinadas a generar
estados de ánimo que la persona prefiere a aquellos
que le producen los hechos reales. Fantasear es una
potencialidad de la mente que tiene influencia sobre
los estados emocionales. Ahora bien, la vivencia ima-
ginada tiene menos intensidad que la vivencia real, pero
como muchas veces la realidad cotidiana no tiene nin-
guna intensidad, imaginar situaciones especiales se
vivencia con más intensidad que la realidad cotidiana
que está al alcance de uno. Un amor real es más poten-
te que un amor imaginado, pero si no tengo un amor
real, el amor imaginado es más potente que la ausen-
cia de amor. Pero las personas también imaginan ame-
62
nazas, afrentas, engaños, deslealtades, abusos, ataques.
En general hay algún tipo de razón en las historias de
las personas que explican la necesidad de elegir una
imaginación negativa.
Fijación
Estado psicológico en el que en vez de movernos in-
ternamente de una a otra de nuestras características o
formas de ser, nos quedamos atascados en alguna de
ellas, como por ejemplo en el resentimiento, la envi-
dia, la fantasía, la conducta de ayudar, etc. Ello supo-
ne que hay una hipervalorización o una hiperexigencia
sobre la actuación de ese rasgo, a costa de todos los
demás. Esto da una rigidez a la persona, porque deja
de fluir con las nuevas situaciones que la vida le va
presentando. Así, una persona fijada en la melancolía
no sale a divertirse con los amigos, o no ríe de un chis-
te; y una persona fijada en la culpa no deja de hacer
penitencia, aunque la persona agraviada haya olvida-
do hace mucho tiempo el tema.
Flojera
Conducta de inactivi-
dad o pasividadque
implica la decisión de
dejar de hacer tareas.
Juzgar a alguien de flo-
jo supone haber valida-
do la necesidad o el
deber de realizar la ta-
rea, porque sólo desde
la validación del deber
es que la inacción pasa
a ser flojera. Si no exis-
63
te deber, la inactividad puede ser descanso, relajo, sa-
ber gozar la vida, etc. En el otro polo de la flojera está
el trabajolismo, que representa la fijación de no poder
descansar. Desde la fijación del trabajolismo, todo
descanso es flojera. Desde la fijación de la flojera, toda
acción es trabajolismo.
Focalizar
Función del psiquismo que tiene que ver con su posi-
bilidad de concentrar la atención en algo. Por ejem-
plo, en algo que queremos resolver, o en la sensación
de nuestra respiración, o en tener una conducta impe-
cable para ser aprobados, o en contemplar el rostro de
alguien que amamos. Contrasta con la posibilidad que
también tiene el psiquismo de dispersarse, de tener una
atención vaga y difusa en las cosas y en los sucesos.
Frugalidad
Disposición a procurarse o proveerse o ingerir lo mí-
nimo posible.
Frustrar
Acción de no conceder o impedir que otro alcance lo
que desea, o logre una meta. Esta puede ser una ac-
ción intencional o inconsciente. El que frustra a otro
puede verlo como una acción educativa o
ejemplarizadora, pero si este objetivo no es real, no es
legítimo, o no es válido, la acción de frustrar cae de
plano en el campo de la agresión. Y por cierto que la
validación se puede realizar tanto del polo del
frustrador como del que ha sido frustrado, siendo ex-
cepcional que éstas coincidan. En el terreno de las
interacciones psicológicas, se puede atender a si una
persona se frustra muy fácilmente frente, por ejemplo,
64
a la dificultad de algo; o si el frustrador es demasiado
estricto o severo y genera condiciones donde el éxito
es virtualmente imposible. Desde el punto de vista de
la persona que se frustra, lo que se puede comenzar a
instalar es el sentimiento de impotencia, y con ello la
aparición de la anomia. El concepto de resiliencia se
refiere a personas que tienen una fuerte disposición a
seguir intentando lograr algo o salir adelante a pesar
de condiciones adversas y por consiguiente de muchos
episodios de frustración.
Palabras de la familia de frustrar: desilusionar, dificultar,
estropear, impedir, malograr, abortar, evitar, anular
65
Gozar
Conducta que busca experiencias de deleite y que tie-
ne los órganos perceptivos abiertos a la sensación del
deleite.
Grandeza
Ella puede ser real o imaginaria. Puede poseerse atri-
butos superiores o la condición de ser superior, pero
también puede tratarse de un autoinflamiento, una eva-
luación exagerada del propio valer, poder, conocimien-
tos o importancia de uno mismo. Por otro lado, la gran-
deza se suele atribuir a personas que detentan cargos,
donde la grandeza en realidad no es un atributo de la
persona, sino que ella es grande porque está parada
sobre una acumulación, sea ésta una montaña de dine-
ro o una montaña de institucionalidad.
Gratitud
Sentimiento que surge al haber recibido un bien, y se
diferencia del acto mecánico de dar las gracias, que
suele hacerse sin que haya un sentimiento interior de
gratitud. La vivencia de este sentimiento incluso pue-
de no ser expresada, y no requiere tampoco ni contie-
ne necesariamente una acción de reciprocidad, pues
quien nos ha brindado un bien lo ha hecho desde su
g.
66
posibilidad de hacerlo y no como un depósito a co-
brar. Por cierto, lo mas habitual es que las personas
que hacen un bien a otro, particularmente las personas
que ayudan, lo hacen a manera de un depósito por co-
brar, y normalmente con intereses altos.
Gula
Pasión por el placer, por el hedonismo, que representa
una debilidad hacia toda tentación en general. El go-
loso es un ‘tentado’. La gula representa una insaciabi-
lidad genérica. La disposición psicológica a la gula se
relaciona a una avidez por ingerir que se desconecta
de los límites que le marca el recipiente. Así, cuando
como, deja de escuchar al cuerpo que le dice que ya
está satisfecho. Cuando se entretiene, deja de escuchar
al cuerpo que le dice que ya está cansado. Cuando ne-
cesita experiencias para sentirse excitado y vivo po-
drá ingerir drogas sin considerar que dañará su cuer-
po. En la gula hay una ansiedad por el estímulo, que
normalmente surge de un impulso por evitar el sufri-
miento, el dolor, el esfuerzo, el aburrimiento, la ruti-
na, etc.
Gustar
Experiencia conectada a la percepción de los sentidos
que representa la información de que lo ingerido o lo
observado o lo palpado nos hace un bien. Lo placente-
ro a través de los sentidos y las emociones es una in-
formación del beneplácito que otorga el cuerpo o el
mundo emocional. Por el contrario, lo que nos disgus-
ta lo repelemos, y parece haber en ello una protección
a nuestro bienestar. Existe por cierto la posibilidad de
que nuestros gustos y disgustos puedan estar
distorsionados; así pueden no gustarnos las rubias o
67
las morenas por prejuicios raciales que no dejan que
el gusto hable por sí mismo. Un tema psicológico aso-
ciado al gusto está en una disposición a no darse gus-
tos, lo que se vincula a una valoración del ascetismo,
del sacrificio, de la frugalidad o de cualquier disposi-
ción a asignar una valoración negativa a darse gustos.
68
h.
Halagar
Acción de ensalzar los atributos de otro, que puede
provenir de una verdadera convicción sobre la magni-
ficencia del otro, o puede ser un mecanismo
manipulativo, porque la persona halagada suele vol-
verse adicta del halago, y por tanto dependiente del
halagador, lo que le da finalmente a quien halaga un
dominio la persona halagada.
Hedonismo
Orientación a proveerse placer. Se vincula a la lujuria.
Herir
Acción de atentar contra el cuerpo físico de otro, o
bien de atentar contra el cuerpo emocional del otro,
con un objeto o acción que impacta al otro producién-
dole dolor.
Heroísmo
Disposición a desatender el cuidado de la propia vida
en función de realizar una conducta en beneficio o en
salvaguarda de otro u otros.
Histrionismo
Disposición a exagerar la conducta y la expresividad
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emocional, para producir un cierto efecto en el otro.
Honestidad
Acción de no hacer declaraciones falsas, sino cohe-
rentes con lo que uno conoce como verdades.
Honradez
Conducta de no apropiación ilegítima de lo que no le
pertenece de acuerdo a los códigos de convivencia y
de propiedad del grupo.
Hostigar
Acción de agresividad hacia el otro de un grado me-
nor al de la hostilización, que consiste en molestar
permanente e intensivamente.
Hostilizar
Representa un grado de agresión, siendo lo particular
a ella que se trata de una acción de daño leve pero
constante de tipo psicológico o físico. Puede ser con
crítica, con burla, con retos, con correcciones, hacien-
do trabajar excesivamente, acusando a la persona de
incompetente o inepta, etc. Suele provenir de un ren-
cor arrastrado que actúa como una fijación en la per-
sona hostilizadora, por lo que no es capaz de soltar esa
conducta. Lo normal es que se realice sobre una per-
sona más débil, que no puede defenderse o luchar de
vuelta, lo que implica que a esta conducta va asociada
una cobardía.
70
i.
Idealización
Disposición mental a atribuir cualidades exagerada-
mente positivas. Representa a no ver los hechos reales
sino sólo ver la idea que tenemos de ellos. Así por ejem-
plo, se puede dejar de ver las manifestaciones de mal-
dad de otro para mantener en alto una imagen ideali-
zada de persona bondadosa. Todo esto que se aplica a
los demás, opera respecto de uno mismo. Nos idealiza-
mos, y para ello nos ocultamos ante nosotros todos los
rasgos que no corresponden con esa imagen idealizada.
Identidad
Concepto que tengo de mi mismo o mi propia defini-
ción de cómo soy. Ella constituye para efectos prácti-
cos mi definición de mi forma de ser. Sin embargo en
cada proceso de desarrollo personal surge el reconoci-
miento de que la persona ha tergiversado en algún
menor o mayor grado su percepción de sí

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