Logo Studenta

Prevalencia-de-patologa-del-pie-en-una-poblacion-geriatrica-y-su-impacto-en-la-funcion-la-marcha-y-el-sndrome-de-cadas

¡Este material tiene más páginas!

Vista previa del material en texto

UNIVERSIDAD
NACIONAL

AUTÓNOMA
DE
MÉXICO

 
 
FACULTAD
DE
MEDICINA

DIVISIÓN
DE
ESTUDIOS
DE
POSGRADO.



THE
AMERICAN
BRITISH
COWDRAY

MEDICAL
CENTER,
I.A.P.





DEPARTAMENTO
DE
GERIATRÍA.



 
Prevalencia
de
Patología
del
Pie
en
una
población

geriátrica
y
su
impacto
en
la
Función,
la
Marcha
y
el

Síndrome
de
Caídas


 
 
 
TESIS
DE
POSTGRADO

PARA
OBTENER
EL
TÍTULO
DE
ESPECIALISTA
EN:



GERIATRÍA



 
P
R
E
S
E
N
T
A:



DRA.
LORENZA
MARTINEZ
GALLARDO
PRIETO



 
ASESOR
DE
TESIS
Y
PROFESOR
TITULAR:

DR.
CARLOS
d´HYVER
DE
LAS
DESES





MÉXICO
D.
F.
AGOSTO
DE
2010.



 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
Tesis Digitales 
Restricciones de uso 
 
DERECHOS RESERVADOS © 
PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN TOTAL O PARCIAL 
 
Todo el material contenido en esta tesis esta protegido por la Ley Federal 
del Derecho de Autor (LFDA) de los Estados Unidos Mexicanos (México). 
El uso de imágenes, fragmentos de videos, y demás material que sea 
objeto de protección de los derechos de autor, será exclusivamente para 
fines educativos e informativos y deberá citar la fuente donde la obtuvo 
mencionando el autor o autores. Cualquier uso distinto como el lucro, 
reproducción, edición o modificación, será perseguido y sancionado por el 
respectivo titular de los Derechos de Autor. 
 
 
 
 
 
 
CENTRO
MEDICO
ABC
I.A.P.







DIRECCIÓN
DE
INVESTIGACIÓN
Y
ENSEÑANZA

 
 
 
Prevalencia
de
Patología
del
Pie
en
una
población

geriátrica
y
su
impacto
en
la
Función,
la
Marcha
y
el

Síndrome
de
Caídas


 


Dr.
José
Halabe
Cherem

Jefe
de
la
división
de
Enseñanza







Dr.
Carlos
d'Hyver
de
las
Deses


Profesor
titular
del
curso
de
Postgrado
en
Geriatría







Dr.
Carlos
d'Hyver
de
las
Deses


Asesor
de
tesis

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Agradecimientos:





A
el
amor
de
mi
vida.
Hugh







A
mis
tres
soles:
Alec,
Joaco
y
Pat







A
Ces,
por
su
incondicionalidad










A
mis
papas
porque
todos
los
días
me
enseñan
lo
maravilloso
que
es
la
vida







A
Luis
por
compartir
conmigo
su
amor
por
los
pies







A

todos
los
profesores
que
me
han
ensayado
y
apoyado
a
lo
largo
de
mi

carrera;
en
particular
al
Dr.
d´Hyver
y
al
Dr.
Halabe







A
todas
las
señoras
de
Mater
que
con
entusiasmo
participaron
en
este

proyecto

















 
 
INDICE 
Marco
Teórico

Introducción

Cambios
por
Envejecimiento

Valoración
del
pie

Observaciones
Ortopédicas
y
Neuromusculares

Observaciones
Dermatológicas

Anormalidades
de
las
uñas

Observaciones
Vasculares

Patologías
comunes
del
pie

Metatarsálgia

Callos

Síndrome
de
Atrapamiento

Neuropatía
Diabética

Enfermedad
Arterial
Periférica

Onicomicosis

Onicocriptosis

Onicodistrofia

Facitis
Plantar

Pie
Cavo

Pie
Plano
Valgo

Neuroma
de
Morton

Bunion

Hallux
Valgus

Hallux
Rigidus

Hallux
Valgus
Interfalángico

Deformidad
Cruzada
del
segundo
dedo

Dedo
en
martillo
o
en
garra

Marcha,
Equilibrio,
Caídas
y
Función

Planteamiento
del
Problema

Justificación

Objetivo

Método

Descripción
de
las
Variables

Criterios
de
Inclusión

Criterios
de
Exclusión

Análisis
Estadístico

Resultados

Descripción
de
la
Población

Patologías
de
los
pies
en
el
grupo
de
estudio

Patologías
del
Pie
con
impacto
significativo
sobre
Función,

Marcha
y
Caídas

Otras
Variables
con
impacto
en
Función,
Marcha
y
Caídas

Discusión

Limitaciones

Estudios
Futuros

Consentimiento

Bibliografía

Anexos

 
 
MARCO
TEÓRICO

INTRODUCCION

Los
 pacientes
mayores
 a
 65
 años
 son
 un
 segmento
 de
 la
 población
 en
 crecimiento

acelerado.
 Actualmente
 se
 habla
 de
 más
 de
 30
 millones
 de
 personas
 (12.5%
 de
 la

población)
mayores
 a
 65
 años
 solo
 en
 los
 Estados
 
 Unidos.
 En
 nuestro
 país
 se
 calculan

alrededor
de
10
millones
de
habitantes
mayores
a
60
años.
 
El
aumento
en
 la
esperanza

de
vida
y
en
la
actividad
contribuye
al
desarrollo
de
problemas
de
extremidades
inferiores,

incluyendo
 degeneración
 de
 los
 huesos
 y
 articulaciones.
 Los
 ligamentos,
 tendones
 y

músculos
se
dañan
y
lesionan
con
mayor
facilidad.
Los
pies
y
tobillos
son

especialmente

vulnerables.


La
 patología
 de
 pies
 es
 común
 en
 la
 población
 geriátrica,
 ya
 sea
 por
 secuelas
 de

trauma
o
cirugía
en
años
anteriores,
deformidades
crónicas
y/o
patología
específica
de
las

articulaciones.



Después
de
los
75
años
de
edad,
menos
del
30%
de
los
pacientes
pueden
ocuparse
por

sí
mismos
de
sus
pies
ya
sea
por
alteraciones
de
la
vista,
por
no
poder
alcanzar
sus
pies,

por
no
tener
fuerza
de
agarre
o
tener
alteraciones
cognitivas.



Una
 encuesta
 clínica
 en
 mayores
 de
 65
 años
 encontró
 que
 más
 del
 50%
 tenían

problemas
 con
 sus
 pies,
 incluyendo
 Hallux
 Valgus
 (HV),
 deformaciones
 del
 arco,


hiperqueratosis
 (callos),
 patología
 de
 uñas
 y
 piel;
 
 alteraciones
 de
 inversión,
 eversión
 y

movimiento
del
tobillo.

En
un
estudio
realizado
en
Massachusetts,
EUA,
se
encontró
que
las
5
condiciones
que

mas
 afectaban
 al
 pie
 eran:
 alteraciones
 de
 las
 uñas
 (74.9%)
 Deformidades
 del
 5o
 dedo

(60%)
callos
(58.2%),
HV
(37.1%)
e
infecciones
por
hongos
(36.3%).
Las
infecciones
fueron

más
 comunes
 en
 hombres
 mientras
 que
 los
 callos
 y
 el
 hallux
 valgus
 (HV)
 fueron
 más

comunes
en
las
mujeres.




CAMBIOS
POR
ENVEJECIMIENTO

Con
 el
 paso
 de
 los
 años,
 la
 piel,
 los
 ligamentos,
 los
 músculos,
 las
 estructuras

neuromusculares
 y
 los
 huesos
 sufren
múltiples
 cambios.
 La
 piel
 es
 una
 de
 las
 primeras

estructuras
que
muestra
cambios
con
la
edad.
Cambios
tróficos,
como
la
perdida
de
vellos

por
debajo
de
la
rodilla
y
el
dorso
del
pie,
son
comunes.
La
piel,
pierde
aceites
normales.

Hay
pigmentación
café
relacionada
con
el
depósito
de
hemosiderina.


Las
 hiperqueratosis
 o
 callos
 en
 la
 piel
 del
 pie,
 son
 una
 manifestación
 frecuente
 de

alteraciones
en
la
alineación
y
mecánica
de
éste
segmento.




La
 uñas
 del
 pie
 
 se
 degeneran
 y
 sufren
 cambios
 tróficos
 con
 engrosamiento
 u

onicorexis
 lo
 cual
 es
 consecuencia
 de
 trauma
 repetitivo,
 enfermedad
 y
 alteraciones

 
 
nutricionales.
 La
 malformación
 de
 las
 uñas,
 el
 hematoma
 subungueal,
 la
 decoloración,

onicolisis,
 engrosamiento
 de
 la
 uña,
 queratosis
 subungueal
 y
 deformidad
 también
 son

comunes
entre
los
adultos
mayores.
Las
deformidades
de
las
uñas
del
pie
puede
ser
más

pronunciada
y
complicarse
por
cambios
xeróticos
en
los
pliegues
periungueales
de
la
uña

como
hiperqueratosis
y
onicomicosis
con
infección
periungueal.




Las
 repercusiones
 por
 comorbilidad
 tales
 como
 enfermedades
 vasculares,

neurológicas,
 dermatológicas
 y
 endocrinológicas
 pueden
 aumentar
 el
 dolor,
 limitar
 la

movilidad,
y
amenazar
el
estado
ambulatorio
de
las
personas
mayores.




Los
pies
son
estructuras
complejas,
conformadas
por
26
huesos
que
se
articulan
y
que,

en
 equilibrio
 con
 tendones
 y
 ligamentos,
 absorben
 y
 transmiten
 la
 carga
 para
 lograr
 la

marcha.



Durante
toda
la
vida,
el
pie
es
sujeto

a
micro
y
macrotrauma
por
tiempos
prolongados

y
repetitivos.
Cuando
el
pie
es
incapaz
de
adaptarse
al
estrés,
hay
cambios
inflamatorios

en
el
hueso
y
los
tejidos
blandos.
Estos
se
manifiestan
en
uno
o
varios
defectos
mecánicos

incluyendo
sinovitis,
fascitis
y
artritis.




Para
 los
 adultos
mayores,
 una
 enfermedad
o
disminución
 en
 su
 actividad,
 o
 ambos,

puede
 ocasionar
 osteopenia,
 pérdida
 progresiva
 de
masa
muscular
 y
 atrofia
 del
 tejido.

Esto
 puede
 afectar
 la
 estructura
 y
 función
 del
 pie.
 Manifestaciones
 de
 procesos

degenerativos
 afectando
 a
 los
 ancianos
 que
 son
 específicos
 del
 pie
 incluyen:
 fascitis

plantar,
atrofia
del
colchón
plantar
y
dedos
en
garra.




Problemas
ortopédicos
comunes
del
pie
en
los
ancianos
son
consecuencia
de
trauma

severo
 
 o
 repetitivo,
 inflamación,
 cambios
metabólicos,
 tensión,
 obesidad,
 osteoartritis,

artritis
 reumatoide,
 gota
 y
 osteoporosis.
 Manifestaciones
 de
 estos
 procesos
 en
 el
 pieincluyen
 fracturas
 por
 estrés,
 tendinitis,
 deformidades
 residuales,
 inflamación
 de
 la

articulación,
 bursitis,
 neuritis
 y
 neuromas.
 Ya
 que
 hasta
 un
 mínimo
 trauma
 puede

ocasionar
fractura,
una
fractura
por
estrés
debe
de
sospecharse
cuando
hay
dolor
severo

del
pie,
prolongado,
y
sin
otra
explicación
obvia.




Los
 problemas
 de
 los
 pies
 llevan
 a
 algunas
 de
 los
 síntomas
 más
 estresantes
 y

condiciones
más
incapacitantes
que
afectan
a
los
viejos.



Las
condiciones
del
pie
y
el
tobillo
en
los
ancianos
se
han
asociado
con
alteraciones
en

la
 movilidad,
 deambulación
 
 y
 el
 balance,
 incapacidad,
 caídas
 y
 fracturas.
 Algunas

patologías
 bien
 identificadas
 son
 la
 causa
de
dolor
 y
 deformidad
del
 pie
 en
 los
 anciano

son:
el
pie
plano
adquirido
del
adulto,
 la
artrosis
del
mediopié
y
las
deformidades
en
los

dedos.




La
 capacidad
 de
 mantenerse
 sin
 dolor
 y
 deambulando
 es
 la
 clave
 para
 un

envejecimiento
exitoso.


 
 
VALORACION
DEL
PIE

Los
 problemas
 funcionales
 en
 el
 pie
 son
 comunes,
 y
 la
 exanimación
 del
 pie
 de
 un

paciente
geriátrico
es
esencial
como
parte
de
su
valoración.
Dado
que
el
pie
es
la
parte
del

cuerpo
más
distal
al
corazón
y
al
cerebro,
claves
tempranas
de
enfermedad
cardiovascular

o
neurológica
pueden
aparecer
ahí

inicialmente.
Adicionalmente,
pies
poco
cuidados,
con

mala
 higiene,
 reflejan
 incapacidad
 de
 realizar
 cuidados
 propios
 lo
 cual
 frecuentemente

resulta
de
enfermedades
físicas
o
mentales.




El
 examen
 del
 pie
 se
 puede
 organizar
 en
 valoración
 ortopédica,
 neuromuscular,

dermatológica,
neurológica
y
vascular.
Cada
pie
debe
de
ser
explorado
a
detalle.

La
 evaluación
 empieza
 con
 una
 historia
 clínica
 detallada
 que
 incluye
 preguntas
 en

relación
 a
 la
 presencia
 del
 dolor.
 Es
 importante
 realizar
 una
 historia
 familiar
 acerca
 de

problemas
 de
 pie
 congénitos
 o
 adquiridos.
 
 Información
 adicional
 deberá
 incluir
 una

historia
de
lesiones
previas,
actividades
ocupacionales
y
recreacionales
y
cualquier
cambio

en
 el
 tipo
 y
 cantidad
 de
 actividad.
 Será
 importante
 preguntar
 sobre
 la
 efectividad
 de

tratamientos
previos.





Siempre
hay
que
revisar
los
zapatos;
particularmente
buscar
asimetría
en
las
suelas.
El

paciente
debe
de
pararse
viendo
hacia
el
otro
lado
del
examinador

para
valorar
su
parado

y
mala
alineación
de
pies
y
tobillos.
Es
necesario
revisar
la
marcha.
Caminar
con
el
talón
y

luego
con
los
dedos
es
normal
pero
hay
que
buscar
pies
planos
o
una
marcha
dedos‐talón

pues

podría
indicar
una
contractura
equina.




OBSERVACIONES
ORTOPEDICAS
Y
NEUROMUSCULARES

• Inspeccionar
cuidadosamente
la
anatomía
del
pie.

• La
 atrofia
 de
 músculos
 anteriores
 de
 la
 pierna
 (dorsiflexores)
 sugiere
 debilidad

para
lograr
la
dorsiflexión
del
pie,
que
podría
repercutir
en
dolor
en
el
antepié.
(Pie

caído.)


• En
dedos,
pie
y
arcos
buscar
lo
siguiente:



• Desviación
lateral
(valgo)
del
primer
dedo:
hallux
valgus

• Deformidad
de
los
dedos
en
garra.
Las
queratosis
más
frecuente
son
en
el
dorso
de

dichos
 dedos,
 así
 como
 en
 la
 unión
 de
 uña
 y
 piel
 de
 la
 punta
 (suelen
 ser
 muy

dolorosas).

• Hipoplasia
 del
 cuarto
 y
 quinto
 dedos:
 sugiere
 espina
 bífida
 oculta
 y
 una

predisposición
asociada
con
incontinencia
urinaria.


• Pie
plano
o
pie
cavo

• Atrofia
 plantar:
 signo
 temprano
 de
 tromboangeitis
 obliterante
 conocida
 como

enfermedad
de
Buerger.


• Desplazamiento
medial
 del
 tendón
de
Aquiles:
 cuando
es
 visto
por
 atrás
 sugiere

pie
plano.



• Explorar
el
rango
de
movimiento
pasivo
del
tobillo.

 
 
• Disminución
 en
 la
 inversión
 o
 eversión
 sugieren
 un
 problema
 con
 la
 articulación

subastragalina.

• Disminución
 en
 la
 dorsiflexión
 o
 flexión
 plantar,
 así
 como
 dolor
 y/o
 crepitación

sugieren
 artrosis
 de
 la
 articulación
 del
 tobillo.
 disfunción
 de
 la
 articulación

tibiotalar.


• Irregularidades
 óseas
 no
 doloras
 alrededor
 de
 la
 articulación
 en
 la
 ausencia
 de

trauma

previo
en
pacientes
diabéticos
sugieren
una
articulación
de
Charcot



• Después,
examinar
el
movimiento
activo
y
pasivo
del
pie:

• Revisar
flexión
plantar
activa
con
la
rodilla
a
90
grados
(decirle
al
paciente
que
“le

pise
al
acelerador”)
Debilidad

sugiere
lesión
de
la
raíz
nerviosa
de
S1
o
disfunción

del
nervio
tibial,


• La
 flexión
plantar
disminuida
 también
puede
sugerir
 lesión
muscular
o
 tendinosa

del
tríceps
sural
(Gastrocnemio,
Soleo,
tendón
de
Aquiles)

• Dolor
a
la
palpación
en
la
línea
articular
anterior
del
tobillo
sugiere
artrosis
de
esta

articulación.

• Revisar
 dorsiflexión
 activa
 del
 pie
 contra
 resistencia.
 Debilidad
 sugiere
 pie
 caído

(L5),
esguince
del
tobillo
tibiotalar
o
tendonitis
del
extensor.


• Revisar
 dorsiflexión
 del
 primer
 dedo:
 Debilidad
 sugiere
 pie
 caído
 o
 lesión
 de
 L5,

problema
 de
 la
 primera
 articulación
 metatarsofalángica,
 o
 tendinitis
 extensora

“hallucis
longus”.

• El
dolor
y
limitación
a
la
dorsiflexión
y
flexión
plantar
de
la
1ª
metatarso‐falángica

sugiere
una
patología
artrósica
(hallux
rigidus)

• Después
revisar
inversión

y
eversión
del
tobillo
contra
resistencia:


• Debilidad
en
inversión
con
resistencia
sugiere
pie
caído
(L5)

• Dolor
 a
 la
 eversión‐inversión
 así
 como
 dolor
 a
 la
 palpación
 lateral
 y
 medial

submaleolar
 sugiere
 artrosis
 subastragalina
 (presente
 en
 pie
 plano
 de
 larga

evolución)
esquince
subtalar
del
tobillo
o
tendinitis
del
tibialis
anterior.

• Debilidad
 en
 eversión
 con
 Resistencia
 sugiere
 problemas
 del
 nervio
 peroneal

superficial
(S1),
esquinza
subtalar
del
tobillo
o
esguince
peroneal
reticulum.




OBSERVACIONES
DERMATOLOGICAS
 

Inspeccionar
la
piel
sobre
tobillos
y
pies.
Normalmente,
en
los
pies
de
los
ancianos
la

piel
es
seca
y
con
apariencia
“polvosa”
como
resultado
de
mala
sudoración
por
alteración

autonómica.
Pies
mojados
sugieren
alcoholismo
o
abstinencia
alcohólica.
Observar
si
hay

callos
 o
 cuernos.
 Una
 ulcera
 en
 el
 pie
 sugiere
 neuropatía,
 insuficiencia
 vascular,
 o

diabetes;
una
ulcera
que
no
se
resuelve
sugiere
melanoma
u
otra
malignidad.



Rash
‐
La
presencia
de
rash
puede
sugerir:


• Rash
en
el
dorso
del
pie
es
 generalmente
 causado
por
eczema,
 tiña
pedís
o
una

superinfección
bacteriana.

• Rash
en
la
parte
medial
del
pie
sugiere
tiña
pedís.
Si
el
rash
es
bilateral,
considerar

tiña
rubrum
y
eczema.




 
 
• Hiperqueratosis
 de
 las
 plantas
 sugieren
 tilosis
 (buscar
 una
 malignidad

gastrointestinal),
psoriasis
o
eczema.


• Rash
 entre
 los
 dedos
 puede
 ser
 causada
 por
 tiña
 pedis,
 Cándida
 sp,
 eczema,

psoriasis
o
eritrasma.








ANORMALIDADES
DE
LAS
UÑAS

Una
 variedad
 de
 condiciones
 pueden
 producir
 cambios
 en
 las
 uñas.
 
 Quizá
 la

anormalidad
más
común
es
el
engrosamiento
de
las
uñas
ocasionado
por
onicomicosis.
La

gota
puede
causar
una
depresión
transversal
(línea
de
Beau)
un
el
uña
del
 
primer
dedo

después
de
un
ataque
de
podagra.





Edema

• Edema
difuso,
con
eritema

y
aumento
de
temperatura
sugieren
trombosis
venosa

profunda,
tromboflebitis
superficial
o
celulitis.

• Piel
hiperpigmentada
cafesosa
con
edema
sugiere
insuficiencia
venosa
crónica

• Según
los
antecedentes
de
la
paciente
un
edema
puede
sugerir
una
patología

sistémica
como
insuficiencia
cardíaca,
renal
o
hepática.






OBSERVACIONES
VASCULARES

Buscar
 claves
 de
 enfermedad
 vascular
 periférica
 palpando
 los
 pulsos


simultáneamente
 en
 ambos
 lados
 del
 pie,
 pedis
 dorsalis
 y
 tibial
 posterior.
 Un
 pulso

disminuido
en
un
lado
implica
un
proceso
vascular
en
ese
lado
del
pie.
El
pulso
del
dorsalis

pedis
se
siente
en
el
dorso
del
pie
a
 lado
del
 tendón
extensor
del
primer
dedo.
El
pulso

tibial
posterior
esta
generalmente
detrás
y
ligeramente
debajo
del
maléolo
medial.





Revisar
 llenado
vascular
el
cual,
si
mayor
a
3
segundos,
sugiere
enfermedad
vascular

periférica.




El
Índicebrazo
tobillo
nos
ayuda
a
definir
si
existe
o
no
enfermedad
vascular
periférica.




PATOLOGIAS
COMUNES
DEL
PIE



METATARSALGIA

Se
 refiere
 a
 la
 presencia
 de
 dolor
 en
 el
 antepie
 cerca
 de
 las
 cabezas
 de
 los

metatarsianos.



Puede
 deberse
 a
 hallux
 rigidus,
 
 inestabilidad
 de
 la
 segunda
 articulación

metatarsofalángica,
 necrosis
 avascular
 de
 la
 cabeza
 del
 metatarso,
 tumores
 nerviosos,

cuerpos
extraños
o
infección.




CALLOS

 
 
Un
callo
es
un
engrosamiento

o
hiperqueratosis
de
la
epidermis
el
cual
se
desarrolla

sobre
 una
 prominencia
 como
 mecanismo
 de
 protección
 en
 respuesta
 a
 trauma
 de

repetición
o
irritación.


Esto
puede
ocurrir
como
consecuencia
de
zapatos
 inadecuados
o
pronación
excesiva

al
caminar.


Tratamiento



Los
 cuernos
 y
 los
 callos
 se
 pueden
 desbridar
 usando
 un
 bisturí
 con
 una
 hoja
 del

numero
10
o
15
pues
la
reducción
del
grosor
de
estos
puede
reducir
el
dolor.
En
pacientes

diabéticos
se
debe
de
tener
especial
cuidado
por
la
presencia
de
neuropatía
y
enfermedad

arterial
periférica
que
aumentan
el
riesgo
de
infección.




Agentes
keratolíticos
pueden
ser
utilizados
con
precaución
para
evitar
daño
al
 tejido

circundante.
 Ya
 que
 frecuentemente
 se
 necesita
 de
 ortesis
 y
 zapatos
 con
 plantillas,
 es

prudente
referir
al
paciente
con
un
especialista
de
pies
y
tobillos
o
con
un
podólogo.




SINDROME
DE
ATRAPAMIENTO

Ocurre
 cuando
 se
 comprime
 un
 nervio
 por
 inflamación
 ligamentosa
 o
 de
 tejidos

blandos.
 Resulta
 en
 dolor
 y
 posiblemente
 en
 parestesias
 y
 síntomas
 neuropáticos.
 Los

sitios
 más
 comunes
 son
 el
 nervio
 tibial
 posterior
 y
 los
 nervios
 intermetatarsales.
 El

diagnóstico
es
clínico,
radiológico
y
el
tratamiento
quirúrgico.




NEUROPATIA
DIABETICA

La
polineuropatía
simétrica
distal
 (en
guante
y
calcetín)
es
 la
neuropatía
más
común

en
los
ancianos
con
diabetes.
El
dolor
puede
interrumpir
el
sueño
y
limitar
la
actividad.
Los

pacientes
 con
 polineuropatía
 tienen
 predisposición
 para
 desarrollar
 articulaciones
 de

Charcot
 las
 cuales
 pueden
 simular
 gota
 o
 enfermedad
 articular
 degenerativa.
 Una

radiografía
 simple
 del
 pie
 puede
 ayuda
 a
 hacer
 el
 diagnóstico
 diferencial.
 La

polineuropatía
 distal
 simétrica
 también
 predispone
 a
 los
 pacientes
 a
 presentar
 
 ulceras

neuropáticas
en
el
pie;
la
principal
causa
de
amputación
en
esta
población.





Los
 pies
 deben
 de
 ser
 inspeccionados
 en
 cada
 visita
 al
 consultorio.
 Examinar

sensibilidad
con
un
monofilamento

detecta
neuropatía
sensitiva.
Se
debe
de
recordar
al

paciente
de
la
importancia
de
examinar
si
pie

todos
los
días.





La
neuroartropatía
de
Charcot
es
consecuencia
 
de
 las
alteraciones
vasculo‐nerviosas

que
hay
en
 la
diabetes
 las
cuales
condicionan
 
erosiones
óseas
y
colapsos
articulares.
Es

importante
sospecharla
cuando
tenemos
un
paciente
con
una
deformidad
progresiva
del

pie
(por
lo
general
pie
plano
severo)


que
se
acompaña
de
eritema
y
edema
importante

en
sus
fases
agudas.



Tratamiento.


El
 adecuado
 control
de
 la
 glucosa
 y
 calzado
 terapéutico
diseñando
por
un
podólogo

pueden
prevenir
ampollas,
callos
y
ulceras
así
como
sus

devastadoras
complicaciones
en

 
 
diabéticos.
En
los
casos
de
fase
aguda
de
la
artropatía
de
Charcot,
es
importante
descartar

infección
por
lo
que
se
iniciará
el
protocolo
correspondiente
y
se
llamará
al
ortopedista.







ENFERMEDAD
ARTERIAL
PERIFERICA

La
EAP
es
una
manifestación
mayor
de
aterosclerosis
sistémica.
 
Se
ha
reconocido
ya

una
 estrecha
 asociación
 entre
 la
 EAP
 y
 la
 diabetes
 mellitus.
 Una
 morbilidad
 sustancial

resulta
 de
 la
 
 claudicación
 intermitente,
 ulceración
 e
 isquemia
 de
 extremidades

relacionadas
 con
 EAP
 que
 pueden
 culminar
 en
 amputación
 o
muerte.
 
 Entre
 pacientes

diabéticos,
 la
EAP
 representa
daños
adicionales,
 siendo
 la
 insuficiencia
arterial
el
mayor

componente
del
pie
diabético.
La
combinación
de
EAP
y
neuropatía
diabética
es
común,

particularmente
 en
 los
 viejos,
 resultando
 en
 pobre
 control
 de
 infecciones
 y
 mala

cicatrización
de
ulceras.
 EAP
 también
puede
 causar
ulceras
 isquémicas
en
extremidades

inferiores.




La
manifestación
clínica
predominante
del
pie
diabético
es
la
ulceración,
comúnmente

complicada
por
 infecciones
complejas
del
tejido
profundo
u
osteomielitis.
Se
estima
que

alrededor
del
10%
de
los
diabéticos
desarrollaran
una
ulcera
en
el
pie
durante
su
vida.



Tratamiento


El
manejo
 óptimo
 de
 isquemia
 de
 distal
 de
 extremidades
 inferiores
 requiere
 de
 un

manejo
 interdiciplinario
 entre
 diabetólogos,
 angiólogos,
 podólogos,
 radiólogos,

infectólogos
 y
 una
 clínica
 de
 rehabilitación.
 Frecuentemente
 se
 necesita
 de
 un
medico

experto
en
ortopedia
y
ortesis.




ONICOMICOSIS

Esta
es
una
infección
fúngica
de
la
uña
especialmente
común
en
viejos.




Representa
 la
 mitad
 de
 todas
 las
 afecciones
 a
 uñas
 
 y
 una
 tercera
 parte
 de
 las

infecciones
por
hongos.
Su
prevalencia
se
ha
calculado
en
18.5%.





Afecta
al
32%
de
las
personas
entre
60
y
70
años
de
edad.
Algunos
estudios
sugieren

que
el
48%
de
la
población
estará
afectada
para
los
70
años



La
onicomicosis
raramente
se
resuelve
espontáneamente,
generalmente
afecta
a
toda

la
uña
y
comúnmente
se
expande
a
otros
dígitos
y
en
ocasiones,

a
otros
tejidos.




La
onicomicosis
afecta
la
calidad
de
vida.
En
varios
estudios
se
reporto
una
percepción

de
mala
salud
física
y
peor
salud
mental,
alteración
en
funcionalidad
social
y
dolor.




Quizá
 el
 50%
 de
 todas
 las
 enfermedades
 de
 las
 uñas
 son
 causadas
 por
 hongos
 que

invaden
 a
 la
 uña
 por
 la
 placa
 de
 la
 misma.
 Es
 común
 que
 más
 de
 un
 organismo
 este

involucrado.
 
 La
mayoría
de
 los
 casos
de
onicomicosis,
 aunque
no
exclusivamente,
 
 son

 
 
causados
por
dermatofitos
y
afectan
a
 la
región
subungueal
distal.
Trichophyton
rubrum

es
el
agente
causal
más
común.




La
 uñas
 sanas
 e
 intactas
 sirven
 como
 una
 barrera
 protectora
 entre
 el
 ambiente

externo
 e
 interno
 y
 son
 esenciales
 para
 
 un
 balance
 adecuado,
 coordinación
 motora

normal
 y
 percepción
 sensorial.
 Los
 hongos
 de
 las
 uñas
 pueden
 favorecer
 infecciones

bacterianas
secundarias,
celulitis
y

urticaria.





El
diagnostico
clínico
de
onicomicosis
se
basa
en
una
historia
clínica,
exploración
física,

microscopia,
y
cultivo
de
especímenes
de
la
uña.




El
diagnostico
diferencial
se
debe
de
hacer

con
liquen
plano,
melanoma
de
la
cama
de

la
uña,
psoriasis,

onicolisis,
paroniquia,
síndrome
de
Reiter,
y
síndrome
de
uña
amarilla.




El
 cultivo
 micótico
 es
 esencial
 
 para
 determinar
 el
 agente
 causal
 y
 así
 escoger
 el

tratamiento
 adecuado.
 Aunque
 la
 exanimación
 con
 
 hidróxido
 de
 potasio
 no
 puede

diferenciar
entre
diferentes
patógenos,
su
positividad
indica
más
de
90%
de
probabilidad

de
infección
por
dermatofitos
en
los
dedos
del
pie,
y
por
lo
tanto
es
la
prueba
diagnóstica

más
útil.




Tratamiento


A

nivel
mundial
fluconazol,
intraconazol
y
terbinafine
oral
son
los
agentes
de
elección

para
el
tratamiento
de
la
onicomicosis.
La
administración
intermitente
de
intraconazol
(3
a

4
pulsos
de
una
semana
o
200‐400mg
diarios)
es
el
tratamiento
más
efectivo
con
menos

efectos
secundarios.
.

En
los
ancianos
es
indispensable
conocer
las
posibles
interacciones

entre
 los
 agentes
antimicóticos
orales
 y
otros
 fármacos
 comúnmente
prescritos
en
este

grupo.
Se
debe
de
monitorizar
la
función
del
hígado
en
pacientes
tomando
imidazoles
por

más
de
un
mes.




ONICOCRIPTOSIScause much disability 
La
 onicocriptosis
 es
 común
 en
 el
 primer
 dedo
 pero
 puede
 ocurrir
 en
 la
 uña
 de

cualquier
dedo.
Ocurre
cuando

la
placa
de
la
uña
penetra
o
traumatiza
la
piel
al
lado
de
la

uña,
 causando
 dolor,
 edema
 y,
 en
 ocasiones,
 infección.
 Las
 causas
 de
 onicocriptosis

incluyen
 inadecuado
 corte
 de
 uñas,
 zapatos
 inadecuados,presión
 externa,
 trauma
 o

infecciones
por
hongos
(onicomicosis).



Teorías
recientes
refieren
que
la
onicocriptosis
es
un
problema
más
relacionado
a
un

sobre
crecimiento
de
piel
alrededor
de
la
uña
que
a
la
forma
o
crecimiento
de
la
misma.


Vandenbos
and
Bowers
hipotizaron
que
hay
necrosis
por
presión
del
tejido
que
rodea
a

la

uña
debido
a
la
carga
de
peso
y
esto
es
la
principal
causa
de
onicocriptosis.











 
 
Tratamiento


El
 tratamiento
 va
 desde
 sumergir
 la
 uña
 en
 agua
 hasta
 cirugía.
 El
 tratamiento

adecuado
 dependerá
 de
 la
 severidad
 de
 la
 afección.
 En
 casos
 leves
 se
 recomienda

sumergir
el
pie
en
agua
caliente
y
sales
de
Epsom
y
aplicar
un
antiséptico
local.




La
mayoría
de
los
casos
detectados
de
forma
temprana
responden
adecuadamente

a

manejo
conservador
que
incluye:
adecuado
corte
de
uñas,
zapatos
con
dedos
expuestos,

sumergir
los
pies
en
sal
de
Epsom

o
en
subacetato
de
aluminio
y
manejo
antibiótico
si
hay

evidencia
de
infección.





Los
 pacientes
 que
 tienen
 un
 crecimiento
 interno
 de
 la
 uña
 severo
 (infección
 con

exudado
purulento)
 deberán
 someterse
 a
 una
 avulsión
 parcial
 de
 la
 uña
 a
 la
matriz.
 La

simple
escisión
de
la
esquina
del
crecimiento
de
la
uña
disminuye
el
dolor
temporalmente,

pero
con
una
recurrencia
alta.




ONICODISTROFIA

Se
refiere
a
cualquier
defecto
o
malformación
de
la
uña.
Las
anormalidades
de
las
uñas

pueden
 ser
 ocasionadas
 por
 una
 gran
 variedad
 de
 patologías
 dentro
 de
 las
 cuales
 se

encuentran
las
anormalidades
congénitas,
la
propia
onicomicosis,
enfermedades
de
la
piel

como
 la
 psoriasis
 o
 
 el
 liquen
 plano,
 tumores
 tanto
 benignos
 como
 malignos,

enfermedades
 sistémicas
 (falla
 cardiaca,
 enfermedad
 pulmonar,
 cirrosis
 hepática
 o

síndrome
 nefrítico),
 
 y
 reacciones
 secundarias
 a
 antibióticos
 o
 agentes

quimioterapéuticos.
Estrictamente,
 las
anormalidades
en
 la
uña
representan
cambios
en

lal
placa
de
la
uña
caracterizadas
por
distrofia
y/o
discromia.



Las
 enfermedades
 de
 la
 piel
 son
 habitualmente
 ignoradas,
 pero
 es
 factible
 que
 la

onicodistrofia
deteriore
la
calidad
de
vida,
afectando
el
funcionamiento
físico
y
social,
así

como
la
salud
emocional.
Pacientes
con
onicodistrofia
frecuentemente
se
quejan
de
tener

problemas
 para
 cortarse
 las
 uñas,
 dificultad
 para
 la
 marcha,
 disconfort
 con
 el
 uso
 de

zapatos,
dolor,
presión
en
la
uña
y
vergüenza.




Tratamiento


Los
 antimicóticos
 sistémicos:
 intraconazol,
 fluconazol
 y
 terbinafine
 son
 útiles
 en

micosis
unguiales.
Si
las
uñas
continúan
distróficas
después
de
un
tratamiento
adecuado,

hay
que
sospechar
de
alguna
enfermedad
 
 subyacente
que
pudo
haber
contribuido
a
 la

onicomicosis
y
per
ce
causar
la
onicodistrofia:
insuficiencia
vascular
periférica,
neuropatía,

diabetes
mellitas,
trauma
o
patología
osteoarticular,



Existe
 el
mito
de
que
 
 la
 suplementación
 con
 calcio
mejora
 la
 calidad
de
 la
 uña,
 sin

embargo,
no
se
ha
demostrado
aún
en
estudios
clínicos
controlados.




El
 uso
 de
 biotina
 oral
 ha
 favorecido
 a
 algunos
 pacientes
 con
 uñas
 delgadas

aumentando
su
grosor
y
evitando
que
se
separen.




 
 
Terapia
 tópica
 para
 onicodistrofia:
 
 Los
 glucocorticoides
 intralesionales
 
 como

tratamiento
para
distrofia
de
 la
uña
asociada
 con
alteraciones
de
 la
piel
 es
 considerada

una
opción
segura
y
aceptable.

En
el
tratamiento
de
la
psoriasis
de
la
uña
el
calcipotriol

tópico
 es
 una
 buena
 alternativa.
 
 El
 tratamiento
 tópico
 e
 intralesional
 es
 
 común
 pero

habitualmente
los
resultados
son
decepcionantes

por
no
haber
una
mejoría
importante.

Se
 ha
 mostrado
 que
 en
 psoriasis
 de
 las
 uñas,
 la
 urea
 propylen
 glycol,
 favorece
 la

penetración
mejorando
las
lesiones.










Tabla
1.
Patología
de
piel

y
anexos,
vascular
y
neuropática
de
los
pies

Patología
 Definición/Presentación
 Diagnóstico
 Tratamiento

Callos
y
Cuernos
 hiperqueratosis
de
la

epidermis
sobre
una

prominencia

Clínico
 Desbridamiento

Agentes
queratolíticos

Ortesis
y
plantillas

Cirugía

Tilosis
 Hiperqueratosis
de
la

planta
del
pie

Clínico
 

Neuropatía
diabética



polineuropatía
simétrica

distal:
dolor,
disminución

de
sensibilidad,
úlceras

Clínico,
potencial
es

evocados

Control
glucémico,
calzado

adecuado

Enfermedad
Arterial

Periférica

claudicación
intermitente,

ulceración
e
isquemia
de

extremidades.
Pie

diabético:
úlceras

Clínico,
ultrasonido

doppler

Manejo
interdisciplinario

Onicomicosis
 infección
fúngica
de
la
uña
 Clínico,

microscópico.

Cultivo
de
la
uña

Fluconazol,
Intraconazol
y

Terbinafina

Onicocriptosis

 Piel
traumatizada
por

crecimiento
inadecuado

de
la
uña

Clínico
 Sales
de
Epsom
y


subacetato
de
aluminio,

antiséptico
local
y
avulsión

parcial

Onicodistrofia Defecto
o
malformación

de
la
uña

Clínico.

USG
20Hz

Antimicoticos
orales

Biotina,
Glucocorticoides

Calcipotriol,
urea
propylen

glycol



PATOLOGIA
MUSCULO
ESQUELETICA
DEL
PIE



FACITIS
PLANTAR(FP)



La
 facia
 plantar
 es
 una
 banda
 fibrosa
 de
 tejido
 conectivo
 localizado
 en
 la
 superficie

plantar
del
pie.
Esta
fascia
asiste
en
formar
el
arco
longitudinal
del
pie.
Se
origina
cerca
del

proceso
medial
del
tubérculo
calcáneo
y
se
inserta
al
complejo
ligamento
capsular
plantar

 
 
de
la
primera
a
la
quinta
cabeza
metatarsal.
El
origen
de
la
fascia
es
la
porción
más
fija
y
es

este
sitio
el
que
más
se
lesiona.




La
FP
se
refiere
a
inflamación
y
dolor
en
relación
a
microtrauma
repetitivo
a
la
fascia

plantar,
 particularmente
 en
 su
 unión
 calcànea
 posterior;
 asociada
 con
 cambios

biomecánicos
 en
 la
 función
 del
 pie.
 Se
 relaciona
 a
 espolones
 calcáneos,
 calcificación

ligamentosa
y
atrofia
del
tejido.
Se
ha
demostrado
que
el
“espolón”
es
una
consecuencia,

ya
que
el
trauma
repetido
genera
un
depósito
de
calcio
que
adquiere
esta
forma
sobre
la

fascia
 plantar,
 por
 lo
 que
 no
 se
 debe
 pensar
 en
 retirar
 esta
 formación
 ósea
 como

tratamiento.



La
 FP
 es
 una
 causa
 común,
 generalmente
 auto
 limitada,
 de
 dolor
 de
 talón
 en
 los

adultos.

El
dolor
plantar
es
invariablemente
causado
por
FP.
El
dolor
del
pie
relacionado

con
fascitis
plantar
ocurre
inmediatamente
después
de
pararse
o
caminar,
especialmente

si
 es
después
de
un
periodo
 largo
de
estar
 sentado.
 
 Por
 lo
 tanto,
 lo
pacientes
 refieren

dolor
 particularmente
 en
 la
 mañana
 después
 de
 tomar
 su
 primer
 paso.
 Al
 inicio
 de
 la

enfermedad
 
 el
 dolor
 se
 resuelve
 habitualmente
 si
 se
 continúa
 caminando.
 
 Cuando
 el

dolor
ocurre
en
 la
noche
o
persiste
en
posición
prono,
hay
que
buscar
otras
 causas
del

dolor.



Característicamente
 afecta
 a
 corredores
 que
 han
 incrementado
 la
 intensidad
 de
 su

rutina
 o
 que
 recientemente
 han
 comprado
 zapatos
 para
 correr
 nuevos.
 
 La
 obesidad
 y

ocupaciones
 que
 requieren
 de
 estar
 parado
 por
 periodos
 prolongados
 también
 se

consideran
factores
de
riesgo
para
FP.



Los
 síntomas
 bilaterales
 deben
 de
 hacer
 sospechar
 una
 espondiloartropatía.
 A
 la

exploración
 física,
 el
 aspecto
 arteromedial
 del
 talón
 habitualmente
 es
 doloroso
 a
 la

palpación.
 In
 algunos
 individuos,
 una
 radiografía
 simple
 puede
 ayudar
 a
 descartar
 una

fractura
calcánea
de
estrés.
Es
común
ver
espolones
en
el
talón
en
las
radiografías,
pero
el

espolón
por
si
mismo
puedo
no
contribuir
al
dolor.





Los
estudios
diagnósticos
se
deben
de
reservar
para
casos
en
los
cuales
el
diagnostico

no
está
claro
o
que
no
han
respondido
a
tratamiento
adecuado.





Tratamiento

La
FP
habitualmente
se
auto
limita
y
resuelve
en
el
80%
de
los
pacientes
en
el
curso
de

un
año
independientemente
del
tratamiento.




Por
 lo
 tanto
 sería
 razonable
 un
 abordaje
 conservador
 costo‐beneficio
 basado
 
 en

intervenciones
 tales
 a
 plantillas
 acolchonadas
 en
 ambos
 talones,
 ejercicios
 de

estiramiento
del
tendón
de
Aquilesque
ha
comprobado
provocar
mejoría
en
el
90%
de
los

casos,
 limitación
 de
 actividad
 física
 y
 AINES.
 En
 pacientes
 que
 continúen
 
 con
 dolor,
 se

recomienda
referir
al
especialista
de
pie
y
tobillo
para
la
aplicación
de
ortésis
y
en
un
10%

de
los
casos
cirugía.

 
 


PIE
CAVO

Representa
 un
 arco
 más
 alto
 de
 lo
 normal
 y
 comúnmente
 se
 asocia
 con
 cambios

neurológicos.
 En
 los
 adultos
 mayores,
 la
 presión
 excesiva
 es
 normalmente
 sobre
 las

cabezas
 de
 los
metatarsos.
 Con
 la
 atrofia
 de
 el
 colchón
plantar
 y
 su
 desplazamiento,
 la

presión
aumenta,
lo
cual
contribuye
a
la
presencia
de
dolor
y
formación
de
ulceras.





Tratamiento

Este
 consiste
 inicialmente
 en
 plantillas
 que
 ayuden
 al
 pie
 a
 distribuir
 el
 apoyo
 y

aligerar
las
hiperpresiones
de
algunas
cabezas
metatarsianas.
En
casos
graves
en
donde
la

deformidad
 en
 varo
 o
 la
 rigidez
 de
 las
 articulaciones
 hagan
 imposible
 la
 mejoría
 con

medidas
conservadoras
se
propondrá
una
reconstrucción
quirúrgica.

PIE
PLANO
VALGO



Se
 
 refiere
 a
 un
 aplanamiento
 del
 arco
medial
 longitudinal
 del
 pie
 y
 pronación
 del

mismo
 con
 una
 desviación
 lateral
 del
 tendón
 de
 Aquiles.
 Se
 le
 conoce
 como
 Pie
 Plano

Adquirido
del
Adulto
o
insuficiencia
del
Tibial
Posterior.



En
 la
 fase
de
apoyo
(2ª
 fase)
el
pie
se
encuentra
completamente
plantígrado
con
un

valgo
que
 le
permite
 absorber
 la
 carga
del
 peso
 y
 justo
 antes
de
 iniciar
 el
 despegue,
 el

tendón
tibial
posterior
actúa
cambiando
el
valgo
a
varo
para
poder
convertir
al
pie
en
un

bloque
rígido
y
con
ayuda
del
 tríceps
sural
y
 flexor
 largo
del
hallux
entre
otros,
hacer
el

desplante
apoyado
en
los
metatarsianos.



En
 el
 pie
 plano,
 las
 estructuras
 mediales
 del
 retropié
 (tendón
 tibial
 posterior,

articulaciones
 astrágalo‐escafoidea
 y
 subastragalina,
 ligamento
 de
 Spring,
 ligamento

deltoideo)
sufren
constante
estiramiento
por
falta
del
mecanismo
compensatorio
de
varo

al
 final
de
 la
 fase
de
apoyo
durante
 la
marcha.
Esto
 lleva
 también
a
un
pinzamiento
del

lado
lateral
del
tobillo.



La
 clínica
 de
 esta
 entidad
 es
 dolor
 en
 la
 zona
medial
 del
 tobillo
 por
 inflamación
del

tibial
posterior,
además
de
dolor
en
 la
planta
en
el
mediopié.
En
 la
superficie
 lateral
del

tobillo
el
dolor
puede
ser
severo
por
el
pinzamiento
del
maleolo
peroneo.




El
tratamiento
consiste
en
colocar
plantillas
o
soportes
para
elevar
el
arco
(air
lift)
para

los
 casos
 flexibles.
 Cuando
 el
 pie
 plano
 y
 valgo
 es
 rígido,
 las
 plantillas
 pueden
 ser

insuficientes
por
 lo
que
 las
opciones
conservadores
se
reducen
y
 la
artrodesis
quirúrgica

es
la
indicación.




NEUROMA
DE
MORTON

Fibrosis
 reactiva
de
 la
 rama
comunicante
del
 tercer
nervio.
Histopatológicamente
no

es
un
neuroma
real.

Se
cree
que
es
inducido
mecánicamente.





 
 
Factores
 anatómicos
 mas
 lesión,
 irritación
 o
 presión
 por
 usar
 tacones
 
 altos
 o

puntiagudos
resultan
en
compresión
e
irritación
del
tercer
nervio
digital
común
y
llevan
a

degeneración
 de
 la
 fibra
 nerviosa,
 fibrosis
 intraneural
 y
 juxtaneural
 e
 hipertrofia
 del

nervio.
Factores
anatómicos
que
podrían
contribuir
a
esta
condición
incluyen
movimiento

excesivo
 del
 tercer
 y
 cuarto
 metatarsos,
 juxtaposición
 de
 la
 tercera
 y
 cuarta
 cabezas

metatarsales
y
las
ramas
de
los
nervios
plantares
medial
y
lateral
entre
el
tercer
nervio,
y

el
 tercer
 ligamento
 intermetatarsal
 transverso
 que
 se
 encuentra
 sobre
 el
 tercer
 nervio

digital
común
y
sus
ramas
comunicantes.




Hallazgos
 patológicos
 por
 si
 solos
 son
 insuficientes
 para
 explicar
 los
 síntomas
 del

neuroma
 de
Morton,
 ya
 que
 estos
mismos
 hallazgos
 pueden
 encontrarse
 en
 pacientes

asintomáticos.
El
diagnóstico
de
neuroma
de
Morton
se
sospecha
clínicamente
cuando
el

paciente
se
queja
de
dolor
localizado
en
el
espacio
interdigital
del
pie.



Al
inicio
de
la
enfermedad,
los
pacientes
refieren
sensación
de
quemazón
o
cosquilleo

en
esta
zona.
Estos
síntomas
pueden

progresar
a
dolor
paroxístico,
severo,
que
ocurre
al

realizar
actividad
que
requiera
cargar
peso
o
caminata
y
mejora
al
sentarse,
quitarse
 los

zapatos
 y
 masajear
 y
 manipular
 la
 región
 afectada
 del
 ante
 pie.
 El
 dolor
 típicamente

involucra
 el
 tercer
 y
 ocasionalmente
 el
 cuarto
 espacio
 interdigital
 y
 puede
 irradiarse
 al

tercer
y
cuarto
dedo.




La
 prueba
 de
 compresión
 del
 espacio
 interdigital
 consiste
 en
 sentar
 al
 paciente
 en

posición
 prona,
 comprimir
 a
 la
 tercera
 y
 cuarta
 cabeza
 metatarsal
 con
 una
 mano
 y

comprimir
 al
 tejido
 blando
 que
 involucra
 el
 espacio
 interdigital.
 Un
 resultado
 positivo

resulta
en
dolor.


En
caso
de
incertidumbre
diagnostica
se
puede
utilizar
ultrasonido.




Tratamiento


Las
 opciones
de
 tratamiento
para
 el
 neuroma
de
Morton
 incluyen
el
 evitar
 zapatos

puntiagudos
y
tacones,
usar
colchones
metatarsales
y
administrar
corticosteroides
locales.

En
casos
refractarios,
se
puede
realizar
neurolísis,
transposición
o
escisión
quirúrgica
del

nervio.




BUNION

El
 bunion
 se
 refiere
 a
 un
 saco
 o
 bolsa
 que
 se
 desarrolla
 sobre
 la
 articulación

metatarsofalangica
 (AMF)
 del
 primer
 dedo
 como
 resultado
 de
 la
 deformación
 hallux

valgus
 (HV)
 de
 este
 dedo.
 HV
 se
 refiere
 a
 la
 desviación
 lateral
 del
 primer
 dedo.
 Sin

embargo,
comúnmente,
la
palabra
bunion
se
le
atribuye
a
cualquier
“bola”
o
deformidad

asociada
con
la
AMF
del
primer
dedo

con
desviación
lateral
de
este
mismo
dedo.




Los
 bunions
 ocurren
 comúnmente
 en
 familias
 lo
 cual
 sugiere
 una
 predisposición

genética
a
laxitud
ligamentosa
e
hiperpronación
del
pie.

La
mayor
incidencia
en
mujeres

se
atribuye
el
tipo
de
zapatos
que
utilizan.
Sin
embargo
el
calzado
por
si
solo
no
explica
el

 
 
desarrollo
de
bunions,
hay
una
serie
de
factores
que
se
juntan
y
dan
como
resultado
una

deformidad
de
la
AMF.




El
 dolor
 asociado
a
 los
bunions
 es
 causado
por
presión
 y
 fuerza
de
 fricción
 sobre
 la

piel,
 tejidos
 blandos
 y
 bursa
 en
 la
 prominencia
 de
 la
 primera
 AMF.
 Con
 el
 tiempo
 la

formación
de
callos
y
 la
progresión
de
 la
deformidad
del
pie
causan
subluxación
 interna

con
mecánica
anormal
y
deterioro
articular.
Cambios
adicionales
en
la
biomecánica
del
pie

causan
que
el
paciente
cambie
su
peso
 lateralmente
y
aumente
 la
presión
y
dolor
en
 la

cabeza
de
los
metatarsos.
(metatarsalgia)



La
desviación
progresiva
del
primer
dedo
produce
una
carga
retrograde
en
el
primer

metatarso
el
cual
se
desvía
medialmente
iniciando
un
ciclo
vicioso.
Subsecuentemente,
el

primer
dedo
puede
encimarse
al
segundo
o,
aun
mas
común,
pasar
por
debajo
de
el.
La

elevación
del
segundo
dedo
puede
causar
dolor
en
la
AMF
y
una
deformidad
en
martillo

del
segundo
dedo.



Frecuentemente,
el
dedo
en
martillo
causa
más
malestar
que
el
propio
bunion.





Tratamiento


El
manejo
debe
de
ser
conservador
 inicialmente
y
enfocarse
al
calzado
del
paciente.

Los
parches,
aparatos
ortopédicos,
antiinflamatorios
y
ejercicios
del
pie
deben
intentarse

antes
de
proponer
un
manejo
quirúrgico.
Se
debe
de
permitir
que
haya
suficiente
especio

en
el
zapato
para
evitar
mayor
daño.
La
cirugía
se
debe
de
considerar
cuando
el
dolor
o

discapacidad
funcional
persisten
o
progresan
a
pesar
de
tratamiento
conservador.




HALLUX
VALGUS(HV)

HV
 es
 una
 condición
 en
 la
 cual
 la
 primera
 AMF
 se
 subluxa
 de
 manera
 progresiva,

llevando
 
 a
 una
desviación
 lateral
 del
 hallux,
 a
 un
desplazamiento
medial
 de
 la
 porción

distal
 del
 primer
metatarso
 y
 a
 crecimiento
 óseo
 de
 la
 primera
 cabeza
metatarsica.
 La

prevalencia
de
HV
aumenta
con
 la
edad.
Hay
estudios
comunitarios
que
reportan
HV
en

12‐56%
de
las
personas
mayores
a
65
años.




HV
es
una
condición
común
que
puede
 llevar
a
dolor
e
 incapacidad.
Existe
evidencia

para
 apoyar
 que
 HV
 puede
 alterar
 el
 equilibrio
 y
 aumentarel
 riesgo
 de
 caídas
 en
 los

ancianos.




Se
ha
encontrado
que
pacientes
con
hallux
valgus
moderado
tienen
reducción
en
 
 la

velocidad
y
longitud
del
paso
en
superficies
planas
y
en
superficies
irregulares.




HALLUX
RIGIDUS(HR)

HR
se
refiere
a
artritis
degenerativa
de
la
primera
AMF.

Se
caracteriza

por
limitación

dolorosa
del
movimiento
de
 la
primera
AMF.
Después
de
HV,
es
 la
afección
más
común

del
primer
dedo
del
pie
y
la
forma
más
común
de
enfermedad
degenerativa
del
pie.


 
 


No
se
conoce
la
etiología
exacta
de
HR.
Se
cree
que
trauma
u
osteocondritis
disecans

podrían
 dañar
 las
 superficies
 articulares
 de
 las
 AMF.
 Varios
 factores
 biomecánicas
 y

estructurales
 podrían
 tener
 un
 papel
 en
 el
 desarrollo
 de
 HR.
 Nilsonne
 propuso
 que
 un

primer
metatarso
 largo
podría
aumentar
el
estrés
concentrado
en
 la
AMF
al
 inicio
de
 la

marcha.
 Lambrinudi
 teorizo
 que
 un
 primer
 metatarso
 elevado
 lleva
 a
 flexión
 plantar

excesiva
de
las
falanges
resultando
en
una
contractura
de
flexión
de
la
articulación.




También
 se
 han
 implicado
 
 la
 hipermovilidad
 del
 primer
 rayo,
 pronación,
 HV

interfalángico,
 HV
 y
 metatarso
 aducto.
 Condiciones
 metabólicas
 e
 inflamatorias
 como

gota,
 artritis
 reumatoide
 y
 artropatías
 seronegativas
 también
 se
 ha
 sugerido
 como

posibles
etiologías
de
HR.




Sin
embargo,
todas
estas
explicaciones
no
están
suficientemente
respaldadas.




Presentación
clínica
y
evaluación

Los
 pacientes
 comúnmente
 se
 presentan
 con
 dolor
 y
 rigidez
 de
 la
 primera
AMF.
 En

etapas
tempranas,
predomina
un
“disconfort”
del
aspecto
dorsal
de
la
articulación
el
cual

se
 hace
 más
 difuso
 con
 la
 progresión
 de
 la
 enfermedad.
 Caminar
 empeora
 el
 dolor,

particularmente
con
elevación
del
 talón
y
al
despegar
el
primer
dedo
del
piso.
Actividad

prolongada
 estando
 descalzo
 o
 con
 zapatos
 con
 suela
 suave
 se
 dificulta.
 Los
 pacientes

pueden
presentar
dolor
en
el
borde
lateral
del
pie
debido
a
mecanismos
compensatorios

durante
la
marcha.




Los
pacientes
frecuentemente
refieren
de
inflamación
y
dolor
de
la
prominencia
dorsal

secundaria
 a
 fricción
 constante
 contra
 el
 zapato.
 Esta
 presión
 directa
 puede
 irritar
 el

nervio
 dorsomedial
 cutáneo
 resultando
 en
 discinesia
 o
 parestesias
 a
 lo
 largo
 del
 borde

medial
del
hallux.
En
algunos
casos,
puede
haber
una
sinovitis
importante
acompañando
a

este
 problema.
 A
 la
 exploración
 física,
 el
 movimiento
 de
 la
 articulación
 se
 encuentra

restringido,
especialmente
a
ala
dorsiflexión.




Al
 inicio
 de
 la
 enfermedad
 puede
 haber
 dolor
 al
 final
 de
 la
 dorsiflexion
 o
 flexión

plantar.
En
etapas
más
tardías,
se
pueden
desarrollar
dolor
y
crepitación
en
el
arco
medio

durante
el
movimiento
pasivo.

La
marcha
del
paciente
puede
volverse
antálgica
conforme

la
 AMF
 se
 pone
 rígida
 y
 la
 transferencia
 del
 peso
 al
 borde
 del
 pie
 continúa.
 Existe

evidencia
de
haber
metatarsalgía
por
transferencia,
deformidades
de
los
otros
dedos
del

pie
y
mal
alineamiento
del
pie.




Se
 deben
 de
 obtener
 placas
 del
 pie
 anteroposteriores,
 laterales
 y
 oblicuas.
 La
 vista

lateral
puede
mostrar
un
osteofito
en
la
cabeza
del
metatarso.
Otros
hallazgos
indicativos

de
HR
incluyen
la
disminución
del
espacio
articular,
formación
de
un
quiste
subcondreal
y

esclerosis.
 Al
 inicio
 de
 la
 enfermedad
 estos
 hallazgos
 se
 limitan
 al
 aspecto
 dorsal
 de
 la

articulación.
Conforme
avanza
la
enfermedad
se
extienden
al
resto
de
la
articulación.





 
 
Tratamiento


Manejo
conservador.

El
uso
de
ortesis,
la
modificación
del
calzado
aun
zapato
ancho
y
de
suela
semirígida
o

rígida,
 la
 limitación
 en
 actividad,
 las
 inyecciones
 con
 corticosteroide
 o
 hialuronato
 de

sodio,
 son
 medidas
 comúnmente
 empleadas
 
 en
 el
 manejo
 no
 quirúrgico
 de
 HR.
 Sin

embargo,
no
existe
suficiente
evidencia
para
definir
su
efectividad.




Las
ortesis
para
el
pie
y
la
modificación
del
calzado
se
utilizan
para
limitar
la
irritación

del
 osteofito
 dorsal
 y
 para
 reducir
 movilidad,
 pinzamiento
 nervioso
 y
 estrés
 mecánico

sobre
la
articulación.





Un
zapato
con
suela
baja
y

dura
limitara
la
dorsiflexion
durante
la
marcha.
Una
ortesis

hecha
a
 la
medida
con
una
plantilla
navicular
 también
 limitara
el
movimiento.
Mientras

que
estudios
biomecánicos
han
mostrado
que
las
ortesis
funcionales
pueden
restringir
la

dorsiflexion
en
una
articulación
dolorosa
o
aumentar
 la
dorsiflexion
para
etapas
 iniciales

de
HR.
Un
estudio
clínico
encontró
que
47%
de
los
pacientes
responden
a
ortesis
mientras

que
otro
10%
responde
a
un
simple
cambio
de
calzado.




Las
inyecciones
con
corticosteroides
o
hialuronato
de
sodio
provén
mejoría
temporal

de
los
síntomas.
Se
ha
visto
una
mejor
respuesta
con
el
hialuronato
de
sodio.
El
efecto
de

ambos
dura
de
3‐6
meses
dependiendo
de
la
etapa
en
la
que
se
encuentre
la
enfermedad.




Grady
y
Cols.
encontraron
que
el
55%
de
los
pacientes
con
HR
respondieron
a
manejo

conservador,
por
lo
cual
ellos
sugieren
medidas
no
quirúrgicas
para
el
manejo

inicial.






Manejo
quirúrgico.

Se
han
descrito
varios
procedimientos
quirúrgicos
para
el
tratamiento
de
HR.

Estos
se

pueden
 dividir
 en
 dos
 grupos:
 Salvamiento
 de
 la
 articulación
 y
 procedimientos

destructores
de
la
misma.
Los
procedimientos
que
intentan
salvar
la
articulación
incluyen

queilectomía
y
osteotomías
de
metatarso
o
falange.
Los
procedimientos
destructores
de

la
 articulación
 incluyen
 la
 artrodesis,
 la
 artoplastía
 reseccional,
 la
 artroplastía

interposicional
 y
 la
 artroplastía
 con
 implante.
 La
 decisión
 de
 que
 procedimiento
 elegir

dependerá
 de
 la
 edad,
 el
 nivel
 de
 actividad,
 la
 severidad
 de
 la
 enfermedad
 y
 la

comorbilidad
del
paciente.




HALLUX
VALGUS
INTERFALANGICO

La
falange
proximal
del
dedo
gordo
tiene
una
deformidad
en
curva
que
obliga
al
dedo

a
deformarse
en
valgo
y
en
ocasiones
a
invadir
el
espacio
del
2º
dedo.

El
 eje
 longitudinal
 de
 esta
 falange
 no
 debe
 exceder
 los
 10º
 de
 angulación
 lateral,
 y

cuando
lo
hace,
podemos
hablar
de
un
hallux
interfalángico.

Puede
o
no
asociarse
con
hallux
valgus
y
en
algún
momento
de
 la
vida
provocará
 la

garra
del
2º
dedo.



 
 
Por
lo
general
es
asintomática,
excepto
en
casos
severos
o
en
coexistencia
con
hallux

valgus
y
2º
dedo
en
garra.



El
 tratamiento
 de
 esta
 entidad
 consiste
 en
 atender
 los
 casos
 sintomáticos
 con

osteotomía
de
la
falange
proximal.



DEFORMIDAD
CRUZADA
DEL
SEGUNDO
DEDO

Esta
tiene
una
 incidencia
pico
en
mujeres
 
mayores
a
50
años.
 
Se
relaciona
con
una

mayor
incidencia
de
hallux
valgus
y
artritis
degenerativa
de
la
primera
AMF.




Radiológicamente
se
relaciona
con
una
desviación
angular
medial
de
la
segunda
AMF

en
relación
con
el
ángulo
de
la
tercera
AMF.


Dolor,
inflamación
y
subluxación
de
la
segunda
AMF
son
problemas
comunes
del
ante

pie.
 Frecuentemente
 el
 segundo
 dedo
 se
 desvía
 medialmente
 o
 dorsomedialmente
 en

referencia
 al
 1º
 y
 tercer
 dedo
 del
 pie,
 llevando
 a
 lo
 que
 se
 conoce
 como
 deformidad

cruzada
del
dedo
del
pie.




Es
común
que
esta
deformidad
empiece
con
dolor
en
la
segunda
AMF,
seguida
de
una

inclinación
medial
en
la
AMF
manifestada
como
un
aumento
leve
en
el
intervalo
entre
el

segundo
y
tercer
dedos
del
pie.
Conforme
progresa
la
deformidad,
la
falange
proximal
se

sobreextiende
y
puede
desviarse
dorsomedialmente.
Puede
progresar
al
punto
en
que
el

segundo
dedo
cruza

y
sobre
el
primero
descansando
en
la
superficie
dorsal
de
este.



Factores
que
contribuyen
a
esta
deformidad
incluyen
causas
extrínsecas
como
trauma,

zapatos
modernos,
presión
en
el
Segundo
dedo
por
hallux
valgus
o
atrapamiento
por
el

tercer
dedo
vecino.
Factores
anatómicos
como
desbalance
muscular
entre
la
musculatura

intrínseca
y
extrínseca
de
los
dedos
con
hiperextensión
resultante
de
la
falange
proximal

también
podrían
contribuir
la
inestabilidadde
la
AMF.


Es
más
común
en
mujeres.





La
 afección
 primaria
 
 de
 la
 subluxación
 de
 la
 AMF
 es
 en
 el
 complejo
 colateral

ligamentosos
solo
o
en
combinación
con
la
paleta
plantar.
Atenuación
de
estas
estructuras

lleva
 a
 inestabilidad
 de
 la
 AMF
 con
 inicio
 subsecuente
 de
 dolor
 y
 deformidad
 de
 la

articulación.




El
diagnóstico
es
 clínico
 con
un
 signo
de
cajón
positivo.
 
 El
 segundo
dedo
del
pie
 se

detiene
en
flexión
plantar
a
20
grados
para
relajar
al
tendón
flexor
largo,
después
moverlo

para
arriba
y
para
abajo.
Es
positivo
se
hay
subluxación
de
la
articulación.

Tratamiento




Calzado
adecuado,
y
manejo
conservador
inicialmente.
Se
aplica
cinta
adhesiva
en
el

entre
la
AMF
y
la

interfalángica
proximal
lo
cual
evita
la
dorsiflexión
de
la
AMF.
El
manejo

quirúrgico
es
generalmente
necesario.




 
 
Tabla
2.
Patología
de
pies
músculo‐esquelética

Patología
 Definición/Presentación
 Diagnóstico
 Tratamiento

Fascitis
Plantar
 inflamación
y
dolor
por

microtauma

de
repetición

a
la
fascia
plantar

Clínico.
Radiografía

simple
del
pie
en

caso
de
sospecha
de

otro
diagnóstico

Plantillas
en
talones,
ejercicios
de

estiramiento
de
Aquiles
y
Fascia.

10%
de
los
casos
son
quirúrgicos.

Neuroma
de

Morton



Fibrosis
reactiva
de
la

rama
comunicante
del

tercer
nervio.
Dolor
que

ocurre
al
realizar
actividad

con
carga
de
peso

Prueba
de

compresión
del

espacio
interdigital

Ultrasonido

RMN

Calzado
adecuado,
almohadillas

metatarsales,
corticosteroides

locales.

Neurolísis,
transposición
o
escisión

quirúrgica
del
nervio

Hallux
Valgus

(HV)

Subluxación
de
la
primera

AMF
con
desviación
lateral

del
hallux,
desplazamiento

medial
de
la
porción
distal

del
primer
metatarso
y

crecimiento
óseo
de
la

primera
cabeza

metatarsica.

Radiografías
del
pie

en
proyección
dorso‐
plantar
y
lateral
con

apoyo.

Calzado
adecuado,
parches,

aparato
ortopédico
y
AINES.

Cirugía

Hallux

Rigidus(HR)



Artritis
degenerativa
de
la

primera
AMF.

Dolor
y
rigidez
primera

AMF.

Clínico
y
radiografía

anteroposterior,

lateral
y
oblicua
con

apoyo

Ortésis,
corticosteróides
o

hialuronato
de
sódio

Cirugía

Deformidad

cruzada
del

Segundo
dedo



Desviación
angular
medial

de
la
segunda
AMF
en

relación
con
el
ángulo
de

la
tercera
AMF.




Signo
de
Drawer

positivo

Radiografía
de
pie

anteroposterior
y

lateral

Calzado
adecuado,
cinta
cruzada
la

cual
evita
la
dorsiflexión
de
la
AMF.

Cirugía.

Dedo
en

martillo
o
en

garra



Flexión
de
la
articulación

interfalángica
proximal

(AIFP)
con
una
AMF

neutral
o
hiperextendida

Clínico

Radiografía
de
pie

anteroposterior
y

lateral

Silicones,
inmovilización
con
tela

adhesiva.

Cirugía.


Amputación
del
segundo
dedo.





DEDO
EN
MARTILLO
O
EN
GARRA

Uno
de
los
cuadros
más
frecuentes
y
causantes
reales
de
dolor
son
las
deformidades

de
los
dedos
menores.
Puede
aparecer
en
uno
o
más
dedos
y
ser
factores
de
dolor
intenso

durante
la
marcha.



Un
dedo
involucra
flexión
de
la
articulación
interfalángica
proximal
(AIFP)

con
una
AMF
neutral
o
hiperextendida.
La
AMF
puede
estar
subluxada
o
dislocada
en

deformidades
 más
 severas
 (dedo
 en
 garra)
 Estos
 pacientes
 frecuentemente
 tienen

metatarso
primo
varo
y
HV.
Dolor
del
primer
dedo
puede
ocurrir
en
la
AIFP
dorsalmente
o

en
la
cabeza
del
metatarso
plantarmente
(o
en
ambas
localidades).
El
dolor
asociado
con

los
dedos
en
martillo
es
una
de
las
quejas
más
comunes
a
la
que
se
enfrenta
el
ortopedista

de
pie
y
tobillo
y
la
frecuencia
va
en
aumento
conforme
aumenta
la
población
geriátrica.





 
 
Entre
 los
 dedos
 pequeños,
 el
 Segundo
 dedo
 tiene
 la
mayor
 prevalencia
 de
 dedo
 en

martillo.
 La
 deformación
puede
 ser
 fija
 o
 flexible,
 con
 la
AMF
 involucrándose
 conforme

avanza
la
enfermedad.




Tratamiento


Existen
 múltiples
 procedimientos
 quirúrgicos
 en
 caso
 de
 no
 haber
 respuesta
 al

manejo
 conservador.
 Se
 recomienda
 la
 amputación
 del
 segundo
 dedo
 en
 pacientes

ancianos
 con
 dolor
 relacionado
 únicamente
 al
 primer
 dedo.
 La
 morbilidad
 asociada
 a

reconstrucciones
más
avanzadas
 se
evita,
mientras
que
se
elimina
el
dolor
y
mejorando

calzado
y
función.
La
desviación
del
primer
dedo
hacia
valgus
por
lo
general
no
representa

un
problema
clínico.




A
pesar
de
que
el
manejo
conservador
es
prioridad
en
el
tratamiento
de
una
población

geriátrica,
 los
 procedimientos
 quirúrgicos
 avanzados
 de
 mínima
 invasión
 para
 pies
 y

tobillos
 han
disminuido
 en
 gran
medida
 las
 complicaciones
 perioperatorias,
 haciendo
el

manejo
quirúrgico
una
opción
viable
para
muchos
adultos
mayores.
Esto
no
implica
que
la

valoración
y
manejo
perioperatoios
no
deban
de
ser
estrictos
y
detallados
tomando
todas

las
precauciones
necesarias
para
evitar
complicaciones.




La
intervención
quirúrgica
ambulatoria
resuelve
múltiples
problemas
entre
los
que
se

encuentra
el
dolor,
la
deambulación
limitada,

y
la
disminución
en
la
calidad
de
vida.


Técnicas
 actuales
 en
 reconstrucción
 de
 articulaciones
 en
 el
 ante
 píe
 y
 medio
 pie

permiten
soportar
peso
desde
el
día
de
 la
cirugía.
La
mayoría
de
 las
cirugías
de
tobillo
y


pie
posterior,
permiten
 resección
ósea
mínima
e
 incisión
por
artroscopía,
 resultando
en


mejor
reparación
de
músculos
y
tendones
y
más
temprano
soporte
de
peso.




Los
 cambios
 en
 el
 abordaje
 quirúrgico
 a
 pacientes
 geriátricos
 han
 permitido

intervenciones
más
efectivas
y
rápidas
en
problemas
afectando
ambulación
y
calidad
de

vida
en
nuestra
población
envejecida.




MARCHA,
EQUILIBRIO,
CAIDAS
Y
FUNCION

El
aumento
en
la
inestabilidad
de
la
marcha,
desequilibrio
marcado
e
inconsistencia
de

un
paso
a
otro
son
comunes
en
los
ancianos,
aún
en
ausencia
de
otras
enfermedades.
La

inestabilidad
 de
 la
 marcha
 predispone
 a
 individuos
 a
 caerse
 y
 contribuye
 a
 cambios

neuropsicológicos,
 deterioro
 del
 estatus
 funcional,
 miedo
 a
 caerse,
 pérdida
 de

autoconfianza
 y
 restricción
 en
 la
 movilidad
 por
 miedo.
 
 Inestabilidad
 marcada
 de
 la

marcha
puede
deteriorar
la
calidad
de
vida
y
llevar
a
dependencia.




Déficits
 fisiológicos
 secundarios
 al
 envejecimiento
 y
 
 desuso
 pueden
 perturbar
 al

sistema
 locomotor
 del
 adulto
 mayor
 causando
 inestabilidad
 de
 la
 marcha.
 Algunos

factores
 relacionados
 con
 la
 edad
 que
 pueden
 contribuir
 a
 esto
 son
 la
 reducción
 en
 el

rango
de
movimiento,
la
disminución
la

capacidad
aeróbica
y
la
disminución
en
la
función

muscular.




 
 
La
inestabilidad
de
la
marcha
es
multifactorial.



Las
deformidades
del
pie
entorpecen
la
biomecánica
del
pie
durante
la
marcha.
Como

resultado
 de
 la
 cronicidad
 de
 algún
 trastorno
 mecánico,
 las
 diferentes
 estructuras

ligamentarias,
 tendinosas,
 articulares
 y
 óseas
 se
 manifiestan
 en
 forma
 de:
 sinovitis,

tendinitis,
 fascitis,
 artritis
 y
 entidades
 mas
 específicas
 como:
 hallux
 rigidus,
 dedos
 en

garra,
neuroma
de
Morton,
atrofia
de
la
grasa
plantar,
metatarsalgias,
etc.



Este
 impacto
 de
 las
 patologías
 de
 los
 pies
 
 parece
 aumentar
 el
 riesgo
 de
 caídas
 y

contribuir
a
una
pérdida
en
la
función.



En
un
estudio
se
busco
 la
prevalencia
de
patología
del
pie
y
de
 tipo
de
calzado
y
 su

relación
con
un
aumento
de
riesgo
de
caídas
en
dos
hospitales
de
manejo
subagudo
que

atendían
 pacientes
 geriátricos.
 En
 esta
 población,
 el
 98%
 de
 los
 pacientes
 tenían

problemas
de
pies
y
41%
requerían
de
manejo
médico
por
ella.
El
86%
usaban
zapatos
que

aumentaban
su
riesgo
de
caída
y
66%
usaban
pantuflas
o
mocasines. 
En
 este
 estudio
 se
 corroboro
 la
 importancia
 de
 
 hacer
 una
 adecuada
 evaluación
 de

pies
y
valoración
del
tipo
de
calzado,
en
todo
paciente
con
riesgo
de
caídas
o
con
historia

de
caídas.


 

PLANTEAMIENTO
DEL
PROBLEMA

¿Cuáles
 son
 las
 patologías
 del
 pie
 que
 más
 afectan
 a
 una
 población
 de
 mujeres

institucionalizadas?

¿Cuáles
de
estas
patologías
 impactan
másen
la
función,
 la
marcha
y
 la
 incidencia
de

caídas?



JUSTIFICACION

La
gran
mayoría
de
la
población
geriátrica
tiene
alguna
patología
en
los
pies
resultado

de
trauma
repetitivo,
degeneración
o
alguna
enfermedad
sistémica,
que
podría
tener

un

impacto
en
su
calidad
de
vida
al
afectar
su
funcionalidad,
su
marcha
y,
como
consecuencia

de
esto,
aumentar
el
riesgo
de
caerse.




Muchos
 de
 los
 trabajadores
 de
 la
 salud
 no
 prestan
 atención
 a
 los
 pies,
 omitiendo

preguntar
 a
 los
 adultos
mayores
 si
 sufren
 de
 algún
 problema
 en
 el
 pie
 y
 
 perdiendo
 la

oportunidad
 de
 realizar
 prevención
 primaria
 sugiriendo
 cambios
 en
 el
 calzado,
 apoyos

para
la
marcha
o
apoyo
de
familiar
o
cuidador
en
el
cuidado
de
los
pies.




Al
 conocer
 el
 impacto
 que
 tienen
 las
 enfermedades
 del
 pie
 en
 función,
 marcha
 y

caídas,
podremos
realizar
campañas
de
prevención
y
cuidados
en
los
pies
así
como
insistir

con
mayor

autoridad
en
la
evaluación
y
manejo
rutinario
del
pie
y
sus
patologías.









 
 
OBJETIVO

El
objetivo
de
este
trabajo
es
definir
la
prevalencia
de
las
distintas
patologías
del
pie
y

si
existe
o
no
impacto
de
estas
sobre
la
función,
la
marcha
y
el
síndrome
de
caídas;

en
una

población
cerrada
de
mujeres
mayores
que
viven
en
una
residencia.





Grafico
1.
Hipótesis
del
estudio









METODO


Se
 realizó
 una
 historia
 clínica
 y
 una
 valoración
 geriátrica
 completas
 a
 todas
 las

habitantes
de
una
residencia
para
mujeres
en
la
ciudad
de
México
durante
el
periodo
de

abril
del
2009
a
agosto
del
mismo
año.



 

Se
les
pesó,
midió,
tomó
su
presión
arterial,
frecuencia
cardíaca,
saturación
de
oxigeno

y
 glucosa.
 
 Se
 tomó
 la
 fotografía
 de
 un
 pie
 de
 cada
 participante
 desde
 4
 diferentes

ángulos:
dorsal,
laterales
y
plantar.
Dichas
fotografías
fueron
evaluadas
por
un
ortopedista

especialista
 en
 pie
 y
 una
 dermatóloga,
 ambos
 ciegos
 a
 la
 población
 y
 a
 la
 información

arrojada
 por
 la
 valoración
 clínica
 geriátrica.
 Estos
 realizaron
 diagnóstico
 solo
 de
 las

patologías
 del
 pie
 que
 pudieran
 diagnosticarse
 por
 sus
 manifestaciones
 clínicas

anatómicas.




 
 
La
historia
se
realizó
por
el
mismo
médico
en
todas
las
participantes.
Esta
se
realizó
en

las
habitaciones
de
las
residentes
en
orden
aleatorio.

El
peso,
signos
vitales,
saturación
de

oxigeno
y
glucosa
fueron
tomados
con
el
mismo
equipo.




DESCRIPCION
DE
LAS
VARIABLES


 En
 la
 siguiente
 tabla
 se
muestran
 las
variables
 incluidas
en
el
análisis
estadístico.

Las
 variables
 dependientes
 son
 función,
 marcha
 y
 síndrome
 de
 caídas.
 Las
 variables

independientes
son
todas
las
patologías
del
pie
en
las
pacientes.
Las
variables
distractoras

son
 las
 características
 de
 las
 pacientes
 que
 no
 son
 afectaciones
 del
 pie
 pero
 que
 se

incluyeron
 en
 la
 regresión
 pues
 pudieran
 tener
 un
 efecto
 independiente
 
 sobre
 las

variables
dependientes
y,
por
lo
tanto,
afectar
los
resultados.



Tabla
3.
Descripción
de
las
variables

VARIABLES
DEPENDIENES
 VARIABLES
INDEPENDIENTES
 VARIABLES
DISTRACTORAS

Función
según
independencia
en
AVD
 Probable
Tiña
 Diabetes
Mellitus

Función
según
independencia
en
AIVD
 Onicomicosis
 Hipertensión
Arterial
Sistémica

Alteraciones
de
la
Marcha
 Onicodistrofia
 Tabaquismo

Síndrome
de
Caídas
 Pie
Cavo
 Peso


 Pie
Plano
 Polifarmacia


 Pie
Cuadrado
 Enfermedad
de
Parkinson


 Callo
Plantar
 Déficit
visual


 Hallux
Rígido
 Edad


 Hallux
Interfalangico
 Sedentarismo


 Hallux
Valgus
 


 Dedos
en
Garra
 


 Insuficiencia
Vascular
Periférica
 


 Osteoartritis
 



La
 presencia
 o
 ausencia
 de
 las
 distintas
 variables
 durante
 la
 valoración
 clínica
 se

consideró
según
las
siguientes
características:




Se
consideró
a
la
paciente
con
tabaquismo
positivo
si
fumaba
o
lo
había
hecho
durante

los
últimos
15
años.
Pacientes
que
reportaron
no
realizar
actividad
física
por
al
menos
30

minutos
más
de
2
veces
por
semana,
fueron
consideradas
sedentarias
en
este
estudio.




Las
 pacientes
 que
 tuvieron
 la
 presión
 elevada
 y/o
 toman
 algún
 medicamento

antihipertensivo
se
tomaron
como
hipertensas.
Se
consideró
diabética
a
quien
se
conocía

con
 dicho
 diagnóstico
 y
 tomaban
 algún
 medicamento
 hipoglucemiante
 o
 se
 aplicaban

insulina.





Las
 
 pacientes
 que
 refirieron
 haber
 tenido
 un
 evento
 coronario
 agudo
 y
 llevaban

seguimiento
 por
 un
 cardiólogo
 por
 dicho
 diagnóstico,
 se
 tomaron
 como
 positivas
 para

cardiopatía
isquémica.





Se
 considero
 dislipdemia
 a
 quienes
 contaban
 con
 estudios
 de
 laboratorio
 que

mostraban
colesterol
 LDL
elevado
o
 triglicéridos
elevados
o
a
quienes
estaban
 tomando

 
 
algún
 medicamento
 hipolipemiante
 por
 haber
 tenido
 alguna
 alteración
 en
 el
 perfil
 de

lípidos.




A
quien
tomaba
levotiroxina
se
considero
hipotiroidea.
Para
considerar
a
una
paciente

con
 enfermedad
 pulmonar
 obstructiva
 crónica,
 esta
 tenía
 que
 conocerse
 con
 el

diagnóstico
 de
 enfisema
 o
 bronquitis
 crónica,
 tomar
 broncodilatadores
 o
 esteroides

inhalados;
o
contar
con
una
espirometría
con
patrón
obstructivo
o
mixto.





En
 cuanto
a
enfermedad
vascular
 cerebral
 
 se
 interrogo
por
el
 antecedente
 y
 tomó

como
 positivo
 a
 quienes
 refirieron
 un
 evento
 isquémico,
 contaban
 con
 evidencia

tomográfica
 de
 un
 evento
 o
 tenían
 secuelas
 neurológicas
 sugestivas
 de
 un
 evento

cerebrovascular.





Las
 residentes
 que
 presentaban
 cambios
 en
 
 la
 piel
 de
 las
 extremidades
 inferiores

distales,
cambios
en
coloración
o
temperatura,
o
pulsos
pedios
y/o
poplíteos
inadecuados,

fueron
positivas
para
insuficiencia
vascular
periférica.




Osteoartritis
 se
 diagnostico
 en
 toda
mujer
 que
 no
 se
 conocía
 con
 otra
 enfermedad

articular
 crónica
 como
 artritis
 reumatoide,
 que
 tenia
 cambios
 en
 las
 articulaciones

interfalángicas
y
en
las
rodillas
y
que
refería
dolor
articular
sobre
todo
por
las
tardes.




Para
 la
 valoración
 de
 nuestras
 variables
 dependientes
 se
 utilizaron
 las
 siguientes

escalas:
para
funcionalidad
se
utilizaron
la
escala
de
Katz
para
actividades
de
la
vida
diaria,

de
 A‐B
 se
 considero
 como
 independiente,
 de
 C‐H
 como
 dependiente;
 
 y
 la
 escala
 de

Lawton
para
actividades
instrumentales
de
la
vida
diaria;
para
marcha
se
realizo
la
prueba

de
“Get
up
and
Go”,
considerándose
alterada
la
marcha
si
la
prueba
se
realizaba
en
más

de
20
segundos
sin
utilizar
apoyo
alguno,
o
más
de
10
segundos
utilizando
un
auxiliar
de
la

marcha.




El
 síndrome
 de
 caídas
 fue
 tomado
 como
 positivo
 en
 quien
 refirió
 dos
 caídas
 en
 los

últimos
6
meses
o
una
caída
en
el
mismo
lapso
de
tiempo
que
haya
ameritado
acudir
al

médico



El
 resto
 de
 los
 síndromes
 geriátricos
 también
 fueron
 evaluados.
 
 Para
 diagnosticar

demencia
se
utilizo
el
mini
mental
considerando
este
positivo
para
demencia
si
 tenía
24

puntos
o
menos.




Para
el
diagnóstico
de
depresión
se
uso
el
Geriatric
Depression
Scale
(GDS)
el
cual
se

consideró
sugestivo
de
depresión
si
 tenía
más
de
5
reactivos
positivos.
Se
utilizó
el
Mini

Nutritional
Assessement
(MNA)
para
el
diagnostico
de
desnutrición.




Se
 considero
 como
polifarmacia
 a
 toda
 residente
 tomando
4
 o
más
medicamentos.

Las
 pacientes
 que
 refirieron
 goteo
 diario
 u
 ocasional
 por
 urgencia
 o
 estrés,
 pérdida

 
 
involuntaria
de
orina
al
menos
una
vez
al
mes
o
cualquier
pérdida
que
ameritara
el
uso
de

protectores
o
pañales
fue
considerada
como
con
incontinencia
urinaria.





Cualquier
 paciente
 dependiente
 de
 un
 medicamento
 para
 conciliar
 el
 sueño
 o
 que

refiriera
al
 interrogatorio
tener
dificultad
para
dormirse,
despertares
durante
 la
noche
u

otro
 dato
 claro
 de
 insomnio
 se
 consideró
 con
 alteración
 del
 
 sueño.
 
 Pacientes
 que

durante
 el
 
 interrogatorio
 refirieron
 diagnostico
 de
 Enfermedad
 de
 Parkinson
 por

especialista
 y
 estaban
 bajo
 tratamientoantiparkinsoniano,
 
 se
 consideraron
 con
 dicha

enfermedad.





La
osteoporosis
 se
 tomó
como
diagnóstico
en
 toda
participante
que
 
 contara
 con
el

diagnóstico
por
densitometría
ósea
o
en
quien
refería
diagnostico
por
facultativo
y
estaba

bajo
tratamiento
con
bifosfonatos,
estrógeno,
paratohormona
u
otro
medicamento
para

osteoporosis.





El
sobrepeso
se
calculo
con
el
índice
de
masa
corporal
(IMC)
tomando
como
sobrepeso

a
quien
 tuviera
25
o
más
y
 como
obesidad
a
quien
 tuviera
un
 IMC
de
30
o
mayor.
 
 Las

alteraciones
de
la
vista
y
el
oído
fueron
autoreportadas
y
apoyadas
por
el
uso
de
auxiliares

visuales
 o
 auditivos.
 Las
 pacientes
 que
 a
 pesar
 de
 usar
 lentes
 correctivos
 referían

problemas
 para
 ver
 fueron
 quienes
 se
 consideraron
 positivas
 para
 alteraciones
 de
 la

visión.



CRITERIOS
DE
INCLUSION

Pacientes
femeninos
que
vivieran
en
la
residencia
para
mujeres
mayores.



CRITERIOS
DE
EXCLUSION

Religiosas
que
viven
en
la
residencia

Pacientes
que
no
aceptaran
participar
en
el
estudio
por
cualquier
razón.




ANALISIS
ESTADISTICO

El
estudio
es
un
estudio
observacional,
transversal,
en
el
cual
se
valoro
la
presencia
de

pie
plano,
pie
cavo,
forma
del
pie,
hallux
valgus,
hallux
rígido,
hallux
interfalángico,
dedos

en
garra,
dedos
cruzados,
callos,
onicomicosis,
onicodistrofia,
tilosis,
 
tiña,
osteoartritis
e

insuficiencia
 vascular
 periférica
 como
 variables
 independientes;
 y
 su
 impacto
 en
 la

presencia
 de
 síndrome
 de
 caídas,
 alteración
 en
 las
 escalas
 de
 Katz
 y
 de
 Lawton
 para

funcionalidad,
y
alteraciones
en
la
marcha,
como
variables
dependientes.




Se
realizó
un
análisis
multivariado
usando
modelos
de
regresión
logística
para
estimar

el
 efecto
de
 las
 variables
 independientes
 sobre
 las
 variables
dependientes.
Dado
que
 la

función
 está
 medida
 en
 escalas
 categóricas
 (Katz
 y
 Lawton),
 estos
 índices
 se

transformaron
en
 indicadores
dicotómicos
que
asignan
un
1
a
pacientes
dependientes
o

 
 
parcialmente
dependientes
y
un
0
a
pacientes
independientes.
Se
utilizó
para
el
análisis
el

programa
estadístico
STATA
versión
11.




En
las
tablas
se
presentan
la
razón
de
momios
(RM)
y
el
intervalo
de
confianza
de
95%

(IC)
asociados
a
cada
variable
independiente.
El
coeficiente
indica
el
cambio
en
la
razón
de

momios
 con
 un
 incremento
 de
 una
 unidad
 en
 la
 variable
 independiente.
 Una
 razón
 de

momios
 mayor
 a
 1
 indica
 que
 la
 variable
 independiente
 en
 cuestión
 se
 relaciona

positivamente
 con
 (o
 aumenta
 el
 riesgo
de)
 la
 variable
 dependiente.
 Se
 asumió
que
 las

variables
 independientes
 mostraban
 una
 relación
 estadísticamente
 significativa
 con
 las

variables
dependientes
si
el
valor
de
p
era
menor
a
.05.



Para
cada
una
de
las
variables
dependientes
se
corrieron
2
modelos.
En
el
primero
se

incluyeron
todas
 las
variables
 independientes
y
 los
controles.
En
el
segundo
se
excluyen

las
 variables
 que
 no
 fueron
 significativas
 en
 el
 primer
 modelo.
 Los
 resultados
 que
 se

muestran
son
los
de
el
modelo
depurado
(modelo
2).

Se
incluyen
ambos
modelos
en
los

anexos.




 
 

RESULTADOS


DESCRIPCIÓN
DE
LA
POBLACIÓN

De
 las
 180
 residentes,
 no
 se
pudo
 realizar
 la
 historia
 clínica
 geriátrica
 en
9
 señoras.

Esto
fue
debido
a
que
no
se
encontraron
en
la

residencia,

fallecieron
durante
el
periodo

del
 estudio
 o
 nunca
 se
 encontraron
 durante
 los
 horarios
 destinados
 a
 realizar
 las

valoraciones.
Únicamente
una
de
las
residentes
rehusó
a
que
se
le
hiciera
la
valoración.


 
 




Tabla
4.
Características
de
nuestro
grupo
de
estudio

HAS:
Hipertensión

Arterial
Sistémica,
CI:

Cardiopatía
Isquémica,

EPOC:
Enfermedad

Pulmonar
Obstructiva

Crónica,
EVC:
Evento

Vascular
Cerebral,
IVP:

Insuficiencia
Vascular

Periférica

















































El
promedio
de
edad
de
las
residentes
es
de
81.3
años.
El
71.93%
de
las
residentes
son

viudas,
 25.7
 fumadoras,
 más
 de
 la
 mitad
 sedentarias
 e
 hipertensas;
 el
 9.94
 %
 de
 las

participantes
portadoras
de
diabetes
mellitus,
el
14.61
con
antecedente
cardiovascular

y

el
 22%
 
 con
diagnóstico
de
dislipidemia.
 22.80
de
 las
 señoras
 se
 conocen
hipotiroideas,

mientras
 que
 el
 9.35%
 refirieron
 diagnóstico
 
 de
 enfisema
 o
 bronquitis.
 7.60
 %
 tienen

antecedente
de
EVC.
6.45%
de
las
habitantes
de
la
residencia
tienen
o
tuvieron
y
fueron

manejadas
por
cáncer
de
mama.




Según
 densitometría
 y/o
 su
 manejo
 farmacológico,
 32%
 de
 las
 pacientes
 tienen

osteoporosis.
 Clínicamente,
 43.25%
 de
 las
 participantes
 tienen
 datos
 compatibles
 con

insuficiencia
vascular
y
32.16%
osteoartritis.



















 CANTIDAD
 PORCENTAJE
%

NUMERO

DE

RESIDENTES
 171
 

EDAD
PROMEDIO
 81.3
AÑOS
 

ESTADO
CIVIL

Solteras:

Casadas:

Divorciadas:

Viudas:

Separadas:



35

1

11

123

1



20.46

.58

6.43

71.92

.58

TABAQUISMO
 44
 25.73

SEDENTARISMO
 89
 52.04

COPAS/DIAS
 .25
 

HAS
 86
 50.29

DIABETES
MELLITUS
 17
 9.94

CI
 25
 14.61

DISLIPIDEMIA
 38
 22.22

HIPOTIROIDISMO
 39
 22.80

EPOC
 16
 9.35

EVC
 13
 7.60

IVP
 74
 43.27

OSTEOPOROSIS
 55
 32.16

OSTEOARTRITIS
 62
 36.25

CANCER
DE
MAMA
 11
 6.43

 
 




Tabla
5.Prevalencia
de
síndromes
geriátricos











GUAG:
Get

Up
and
Go,


AVD:

Actividades

de
la
Vida

Diaria,


AIVD:

Actividades

Instrumenta
les
de
la

Vida
Diaria,


IMC:
Indice

de
Masa

Corporal











































El
síndrome
geriátrico
mas
prevalente
en
la
residencia
es
la
alteración
en
el
sueño,
la

cual
fue
reportada
por
el
62.5%
de
las
señoras.
46.7%
refirieron
déficit
visual
a
pesar
del

uso
de
 lentes,
49.1%
refirieron
déficit
auditivo,
28
señoras
usan
aparato
auditivo,
54.9%

de
la
población
tiene
polifarmacia
con
un
promedio
de
4.87
medicamentos
por
residente.


 CANTIDAD
 PORCENTAJE
%

DEFICIT
VISUAL

Lentes

85

155

46.70

90.64

DEFICIT
AUDITIVO

Aparato

84

28

49.12

16.37

POLIFARMACIA

Promedio
fármacos/residente

94

4.87

54.97



INCONTINENECIA
URINARIA
 62
 36.25

ESTREÑIMIENTO
 78
 45.61

INMOVILIDAD
 8
 4.67

SUEÑO
 107
 62.57

CAIDAS
 48
 28.07

ULCERAS
DE
PRESION
 3
 1.75

DEPRESION
 44
 25.73

DETERIORO
COGNITIVO
SEGUN
MINIMENTAL

Leve

Moderado

Severo

42

22

8

12

24.56

12.86

4.67

7.01

DELIRIUM
 0
 0

PARKINSON
 10
 5.84

ALTERACIONES
DE
LA
MARCHA
(GUAG)

Bastón

Andadera

Otro

85

39

22

13

49.70

12.86

22.80

7.60

INDICE
DE
KATZ:
AVD

Independiente

Independencia
Parcial

Dependencia




137

14

20



80.11

8.18

11.69

INDICE
DE
LAWTON:
AIVD

Independiente

Independencia
Parcial

Dependencia




114

37

20



66.66

11.69

21.63

SOBREPESO
POR
IMC
>25
 52
 21.51
(de
165)

OBESIDAD
POR
IMC
>30
 26
 15.75
(de
165)

NUTRICION

Rieso
de
Desnutrición

Desnutrición



42

5



24.56

2.92

 
 
36.2%
de
 las
 señoras
presentan
datos
 compatibles
 con
 incontinencia
urinaria,
 45.6%
de

ellas
reportan
estreñimiento.
 
8
mujeres
tienen
síndrome
de
 inmovilidad.
31.57%
tienen

síndrome
de
caídas,
solo
3
señoras
tienen
una
úlcera
por
presión.
5.7%
de
las
residentes

tuvieron
un
GDS
sugestivo
de
depresión,
mientras
que
el
24.5%
tuvieron
un
minimental

compatible
con
deterioro
cognitivo.
10
participantes
tienen
diagnóstico
de
Enfermedad
de

Parkinson.



49.70%
 de
 las
 señoras
 tienen
 alteración
 en
 la
 marcha;
 12.8%
 usan
 bastón
 y
 22.8%

andadera.
Según
el
índice
de
Katz,
el
80.11%
de
las
residentes
son
independientes,
8.18%

parcialmente
 independientes
 y
 22.69%
dependientes.
 En
 las
 actividades
 independientes

de
 la
 vida
 diaria,
 el
 66.6%
 de
 las
 mujeres
 son
 independientes,
 11.69%
 parcialmente

independientes
y
21.63%
dependientes.




Más
 de
 37%
 de
 la
 residencia
 tiene
 sobrepeso
 según
 su
 IMC;
 24.56
 tiene
 riesgo
 de

desnutrición
y
2.92%
están
desnutridas.





PATOLOGIAS
ENCONTRADAS
EN
LOS
PIES
DE
NUESTRO
GRUPO
DE
ESTUDIO

Grafico
2.
Prevalencia
de
Patologíasdel
pie
en
nuestra
población



De
 las
 171
 residentes
 estudiadas
 no
 encontramos
 alteración
 obvia
 en
 los
 pies
 en

únicamente
12
señoras.
Tomando
en
cuenta
alteraciones
ortopédicas,

de
la
piel
y
de
las

uñas,

las
participantes
tuvieron
un
promedio
de
2.84
patologías
del
pie.
En
esta
cifra
no

están
 incluidas
 quienes
 sufren
 de
 insuficiencia
 vascular
 periférica
 a
 de
 neuropatía

diabética.




67

8

7

51

35

22

79

3

39

63

112

74

0
 20
 40
 60
 80
 100
 120

INSUFICIENCIA
VASCULAR
PERIFERICA

DEDOS
EN
GARRA

HALLUX
VALGUS

HALLUX
INTERFALANGICO

HALLUX
RIGIDO

CALLO
PLANTAR

PIE
PLANO

PIE
CAVO

ONICOMICOSIS

ONICODISTROFIA

TIÑA

TILOSIS

 
 
La
afección
a
los
pies
mas
encontrada
en
la
casa,
fue
la
presencia
de
dedos
en
garra,
la

cual
 se
 encontró
 en
 112
 señoras.
 79
 señoras
 tienen
 callos,
 63
 hallux
 valgus
 y
 51

onicomicosis.
 39
 participantes
 tienen
 hallux
 
 interfalángico
 y
 3
 hallux
 rígido.
 8
 señoras

tienen
datos
que
sugieren
tiña
plantear
y
7
tienen
onicodistrofia.
35
residentes
tienen
pie

cavos
y
22
señoras
pie
plano.



PATOLOGIAS
DEL
PIE
CON
IMPACTO
SIGNIFICATIVO
SOBRE
FUNCION,
MARCHA
Y
CAIDAS




A
 continuación
 se
 presentan
 únicamente
 los
 resultados
 relacionados
 a
 las

enfermedades
 del
 pie
 que
 tuvieron
 un
 impacto
 significativo,
 una
 p<0.05,
 sobre
 las

variables
dependientes.





Tabla
 6.
 
 A.
 Relación
 entre
 patologías
 del
 pie
 y
 AVD,
 B.
 y
 AIVD,
 C.
 y
 alteraciones
 de
 la

marcha

y
D.
y
Síndrome
de
Caídas



La
primera
variable
dependiente
es
 la
marcha
 (Tabla
6C).
De
entre
 las
patologías
de

pies,
 la
 marcha
 se
 relaciono
 positivamente
 con
 hallux
 rígido
 (RM
 24.897,
 p=0.036)
 e

Insuficiencia
 vascular
 periférica
 (RM
 2.481,
 p=0.030).
 En
 contraste,
 el
 tener
 pie
 cavo

parece
 proteger
 o
 disminuir
 el
 riesgo
 de
 tener
 alteraciones
 en
 la
 marcha
 (RM
 0.36,

p=0.044).




En
relación
a
caídas
y
patología
del
pie
(Tabla
6D),
la
tilosis
parece
disminuir
el
riesgo

de
presentar
una
caída
 (RM
0.371,
p=0.021).
 
 La
presencia
de
Hallux
Valgus
aumenta
el

riego
de
caídas
con
una
RM
19.27
y
una
p=0.043.



 
 
La
presencia
de
tiña
pedis
es
la
única
afección
del
pie
que
parecería
aumentar
el
riesgo

de
dependencia
en
las
actividades
de
la
vida
diaria
(Tabla
6A;
RM
11.52,
p
0.027).



El
 pie
 cavo
 fue
 protector
 
 para
 dependencia
 en
 las
 actividades
 instrumentales
 de
 la

vida
 diaria
 RM
 0.152,
 p=0.007
 (Tabla
 6B).
 El
 hallux
 rígido
 y
 la
 insuficiencia
 vascular

periférica
fueron
factores
de
riesgo
con
significancia
estadística
para
dependencia
en
 las

AIVD
(RM
44.166,
p=0.011
y
RM
2.659,
p=0.035,
respectivamente).



El
Gráfico
3
presenta
el
 impacto
de
 las
afecciones
del
pie
sobre
 la
 función,
marcha
y

caídas
de
manera
gráfica.
La
Tabla
7
expande
la
presentación
de
los
resultados
para
incluir

los
controles.




Grafico
3.
Impacto
de
distintas
patologías
del
pie
sobre
función,
marcha
y
caídas.




A.
Marcha
 
 
 
 
 
 
 B.
AVD



A.
Relación
entre
Patologías
del
Pie
y
Marcha,
B.
y
AVD,
C.
y
AIVD,
D.
y
Síndrome
de
Caídas











TILOSIS 
RM
0.371,


p0.021 
PIE
CAVO 
RM
.306
 
p0.044 
HALLUX
RIGIDO 
RM
24.897,
p0.036 
INSUFICIENCIA
VASCULAR

PERIFÉRICA 
RM
2.481,
P
0.030 
4 2 8 32 16
6 
.5 
1 
RAZON DE 
MOMIOS 
.2
5 
16
6 
RAZON DE 
MOMIOS 
4 

2 
1 
8 .5 
HALLUX
RIGIDO 
RM
19.27,
p0.043 
 
16
6 
RAZON DE 
MOMIOS 
4 

2 
1 8 
TIÑA
PEDIS 
RM
11.52,
p0.027 
PIE
CAVO 
RM
.152,

p0.007 
HALLUX
RIGIDO 
RM
44.166,
p0.011 
RAZON DE 
MOMIOS 
INSUFICIENCIA
VASCULAR

PERIFÉRICA 
RM
2.659,
P
0.035 
4 2 8 
1 
32 16
6 
.5 .2
5 
C.
AIVD

D.
Síndrome
de
Caídas


 
 






Tabla
7.
Otras
variables
y
su
impacto
en
función,
marcha
caídas



A.
Relación
entre
patologías
del
pie
y
AIVD,
B.
y
AVD,
C.
y
Síndrome
de
Caídas
y
D.
y

Alteraciones
en
la
Marcha





DISCUSION



A
diferencia
de
las
prevalencias
reportadas
en
la
población
general,
nuestra
población

tuvo
menos
 enfermedades
 de
 las
 uñas
 (33.9%
 
 vs.
 74.9%),
mas
 patología
 de
 los
 dedos

pequeños
(65.5%
vs.
60%),
menos
callos
(46%
vs.
58.2%),
menos
afección
al
primer
dedo

(33.9%
vs
37.1%)
y
menos
casos
de
infección
fúngica
(4.6%
vs
36.3%).
Dunn
J.E.
y
Cols.




Aquel
artículo
se
realizo
en
Estados
Unidos,
en
una
población
abierta
de
mayores
de

65
 años
 que
 incluía
 adultos
 mayores
 de
 ambos
 sexos
 y
 era
 multiétnico,
 
 participando

hispanos,
áfrico‐americanos
y
blancos.
Las
características
de
la
población
son
tales
que
no

se
pueden
comparar
ambas
poblaciones
directamente.
Dado
el
nivel
socio
económico
más

alto
 de
 la
 población
 estudiada,
 es
 de
 esperarse
 que
 nuestra
 población
 tenga
 un
mejor

cuidado
 de
 los
 pies
 y,
 en
 consecuencia,
menos
 afecciones
 al
 pie.
 Sin
 embargo,
 nuestra

población
 tuvo
 una
 incidencia
mayor
 de
 dedos
 en
 garra.
 Quizá
 esto
 se
 deba
 al
 tipo
 de

calzado
que
utilizaron
las
señoras.




Llama
la
atención,
sin
embargo,

que
encontramos
alguna
afección
en
los
pies
en
casi

el
93%
de
nuestra
población.
Esta
cifra
tan
elevada
podría
explicarse
por
la
edad
promedio

 
 
de
nuestras
pacientes
y
el
hecho
de
que
es
una
población
exclusivamente
femenina.
Esto

sugeriría
más
años
de
desgaste
y
mayor
trauma
por
el
uso
de
tacones.




La
 función
 y
 movilidad
 están
 estrechamente
 relacionadas
 con
 la
 calidad
 de
 vida,

especialmente
 en
 la
 población
 geriátrica;
 el
 dolor
 y
 la
 deformidad
 del
 los
 pies
 limitan

inevitablemente
la
capacidad
de
desplazarse.
Por
esto
es
importante

valorar,
diagnosticar

y
dar
un
manejo
oportuno
a
cualquier
deformidad
o
enfermedad
que
afecte
a
los
pies.




Existen
en
la
literatura
un
número
reducido
de
estudios
que
hablan
de
los
trastornos

del
pie
y
su
repercusión
sobre
 la
 función,
por
 lo
que
estudios
como
éste,
contribuyen
al

mejor
entendimiento
del
 tema.
Documentar
 la
 relación
entre
 los
 trastornos
del
pie
y
su

repercusión
sobre
 las
actividades
de
 la
vida
diaria
y
 las
actividades
 instrumentales
de
 la

vida
diaria
 en
pacientes
 ancianos,
 aporta
datos
que
nos
orienten
a
 su
 tratamiento
para

disminuir
las
consecuencias.




Adicionalmente,
en
mi
conocimiento,
no
existe
ningún
estudio
que
valore
 la
relación

entre
 las
 diferentes
 patologías
 del
 pie
 
 con
 la
 funcionalidad,
 la
 marcha
 y
 las
 caídas,

independientemente
de
la
presencia
o
no
de
dolor.
 
En
México
no
existe
ningún
estudio

que
 hable
 de
 la
 incidencia
 de
 las
 enfermedades
 del
 pie
 en
 la
 población
 geriátrica
 y
 su

relación
con
la
función
y
marcha.




En
un
 estudio
 en
 717
pacientes
mayores
 a
 65
 años,
 Keysor
 J.J
 y
 Cols.
 ,
 se
 valoraron

diferentes
enfermedades
del
pie
y
su
impacto
en
la
función
y
discapacidad.
En
ese
estudio

no
 se
 demostró
 relación
 entre
 la
 patología
 del
 pie
 y
 la
 presencia
 de
 alteración
 en
 la

función;
únicamente
se
encontró
relación
entre
el
dolor
del
pie
y
la
debilidad
del
talón
con

limitación
en
la
función.



En
este
estudio,
sin
embargo,
si
encontramos
cambios
en
la
función
con
presencia
de

ciertas
patologías
del
pie.
Resulta
lógico
pensar
que
al
tener
alteración
en
la
marcha
por

dolor
o
inestabilidad,
ocasionara
cambios
en
la
función
al
limitar
la
deambulación.




El
propio
dolor
y
la
limitación
en
la
movilidad
pudieran
contribuir
a
un
deterioro
de
la

función
que
se
traduce
en
dificultad
para
realizar
AIVD.




Las
señoras
de
la
residencia
tienen
en
su
mayoría
el
antecedente
de
usar
de
manera

crónica
“tacones.”
La
cultura
de
los
años
1920
a
1970,
así
como
la
moda,
repercuten
en
la

vida
 de
 las
mujeres
 de
 edad
 avanzada.
 Este
 tipo
 de
 calzado,
 por
 su
 forma
 puntiaguda,

pudieron
 contribuir
 a
 un
 trauma
 repetitivo
 de
 los
 dedos
 y
 degeneración
 crónica
 de
 la

primera
articulación
metatarsofalángica
debido
a
 la
deformidad
que
el
pie
sufre
durante

la
marcha.



Con
 respecto
 al
 hallux
 
 valgus
 
 y
 su
 impacto
 sobre
 la
 marcha,
 Menz
 y
 cols.,

Continuar navegando