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MEDICINA IV MIEMBRO ANTERIOR CANINO PROFESORA A CARGO: Dra. MONICA MERCADO 1 I. RECORDATORIO ANATÓMICO: A.- B.- ARTICULACIONES (Figuras N° 6, 7, 8, 9) C: MUSCULOS (Figuras N° 10, 11, 12, 13,14, 15) II. AFECCIONES DEL MIEMBRO TORACICO DE CANINOS Y FELINOS A.- REGION ESCAPULAR A.1.- FRACTURAS DE ESCAPULA Las fracturas de escápula no son de muy frecuente aparición. Suelen ocurrir debido a accidentes automovilísticos. Ante este tipo de fracturas es esencial realizar un minucioso examen de la cavidad torácica, debido a la frecuente asociación contusión pulmonar, neumotórax, hemotórax, quilotórax, fracturas costales, fracturas vertebrales, lesiones cardíacas (raras), así como la posible existencia de lesiones de los nervios del plexo braquial. Pueden ubicarse en diferentes sectores como ser el cuerpo, el cuello, la espina, el proceso acromial y la tuberosidad supraglenoidea. En las del cuerpo y las de la espina los cabos óseos no suelen sufrir desplazamiento debido a la poderosa masa muscular que lo envuelve, a diferencia de las del cuerpo en donde es frecuente ver cabalgamiento de los extremos. Cuando se fractura el acromion sufre un desplazamiento distal por el tironeamiento del músculo deltoides. Los síntomas clínicos locales son los típicos de todo traumatismo. La claudicación es más severa en las fracturas ubicadas en el cuello y las que comprometen la articulación del hombro que en las otras presentaciones. El diagnóstico debe ser confirmado radiológicamente, así como el posible compromiso de la cavidad torácica. El tratamiento dependerá del tipo de fractura. Generalmente aquellas que no presentan separación de los cabos fracturarios se solucionan mediante el uso de cabestrillos para hombro o simplemente el reposo. Las fracturas del proceso acromial se solucionan a través de cerclages de alambre o clavos y alambres. En las del cuello se puede recurrir al uso de clavos cruzados o placas con tornillos en forma de T o L. Las de la tuberosidad glenoidea comprometen a la articulación, y deben reducirse correctamente, fijándolas con un tornillo o una banda de tensión. FIGURA N° 1: Diferentes tipos de fracturas escapulares. A: De cuerpo, reducida con una placa B: De cuerpo y tuberosidad escapular fijada con dos cerclages sobre el cuerpo y una sobre la espina. C: Del proceso acromial, reducida con dos cerclages. D: Del proceso acromial, reducida mediante una banda de tensión. E: De cuello, fijada con dos clavijas. F: Articular, en T, del cuerpo escapular, reducida a través de un tornillo de tracción y clavijas. 2 A.2.- CONTRACTURA FIBROSA DEL MUSCULO INFRAESPINOSO: Ocurre generalmente en perros de caza o de trabajo. El cuadro comienza luego de una intensa actividad, y el animal presenta una claudicación dolorosa. El dolor cede rápidamente, pero no así la claudicación, que se perpetua en el tiempo provocando un andar característico. Lo que se produce es un esfuerzo de 2° y 3° del M infraespinoso, que lleva a contractura muscular y posterior fibrosis, que una vez completada deja de ser dolorosa. El paciente suele ser llevado a consulta presentando claudicación de primer grado y abducción del miembro al caminar (guadaña). En estación el animal coloca el codo hacia adentro y el antebrazo y mano hacia afuera. En la articulación escápulo- humeral se manifiesta marcada disminución de los movimientos y atrofia de los músculos escapulares. La afección es raramente bilateral. El tratamiento es quirúrgico, ya que es imposible cualquier rehabilitación fisioterápica al desaparecer el tejido muscular normal. Se corrige por miectomía parcial del sector fibrosado del M. Infraespinoso o tenotomía en su inserción en el tubérculo mayor del húmero, siendo necesario algunas veces liberar adherencias. Luego de la cirugía el animal recupera la funcionalidad del miembro en grado aceptable, pudiendo volver al trabajo en poco tiempo. El pronóstico es excelente. B. REGION DE LA ARTICULACION DEL HOMBRO B.1.- LUXACION DE HOMBRO Las luxaciones de hombro son de rara aparición tanto en perros como en gatos. Existe predisposición genética a padecerlas en las razas toy (por ejemplo Caniche), donde se observa luxación medial uni o bilateral, sin trauma previo aparente. Estas últimas generalmente son irreductibles debido a las malformaciones glenoideas y de la cabeza humeral. Las luxaciones traumáticas pueden ser mediales, laterales y, en muy pocos casos, craneales y caudales. En la etiología de la luxación medial traumática, la más común de ver en razas pequeñas, el animal reciba una fuerza enérgica, desde lateral, en la región del hombro u ocurre abducción brusca del miembro extendido. Como consecuencia, en ambos casos, la cabeza se ubica en medial de la cavidad glenoidea, con ruptura de cápsula articular, ligamento glenohumeral y tendón subescapular. En el último caso, por ejemplo una caída, todo el miembro actúa como una palanca que lleva las presiones hacia la articulación escápulo-humeral, provocando la luxación. Para que ocurra una luxación lateral, la forma más frecuente de ver en razas grandes, el miembro debe sufrir una aducción brusca, en la que todo el cuerpo incrementa la fuerza aductora, llevando a la cabeza humeral hacia lateral de la cavidad glenoidea. Los signos clínicos varían según el tipo y el origen de la luxación: * En las luxaciones congénitas la claudicación es crónica, sin historia de trauma brusco, y con escaso dolor a los movimientos pasivos. En muchas oportunidades es posible reducirla manualmente, pero rápidamente recidiva. * En las mediales traumáticas, además de los signos inflamatorios, a la palpación, la tuberosidad del húmero aparece en medial del proceso acromial, el codo está flexionado y la mano rotada externamente. * En las luxaciones laterales la tuberosidad humeral sobresale y la mano está rotada internamente. 3 Para el diagnóstico los signos suelen ser muy evidentes por la posición del acromion y la tuberosidad mayor del húmero, pero debe confirmarse radiográficamente, debiéndose tomar dos incidencias. El tratamiento varía según el tipo de luxación y la cronicidad de la misma. En las luxaciones traumáticas de reciente data (dentro de la semana), es posible intentar una reducción cerrada; si se tiene éxito se evaluará la estabilidad articular con movimientos pasivos; si permanece estable se realizara un vendaje de Velpeau, dejándolo colocado dos semanas. Si en los movimientos pasivos la articulación se vuelve a luxar se debe recurrir al tratamiento quirúrgico. En la luxación lateral puede utilizarse el desplazamiento lateral del tendón del bíceps braquial como soporte lateral de la articulación. En la luxación medial el mismo puede reubicarse medialmente. En ambos casos es indispensable realizar la cápsulorrafia y luego colocar el miembro en un vendaje de Velpeau durante dos semanas. En las luxaciones congénitas o crónicas muchas veces es necesario recurrir a la exéresis de la cabeza humeral o a la artrodesis articular. B.2.- OSTEOCONDROSIS DISECANTE DE LA CABEZA HUMERAL (OCD): Es una enfermedad de la cabeza humeral que responde a las características de una osteocondrosis disecante típica y, dentro de éstas, es la de mayor incidencia en el canino. Si bien es más correcto referirse a ella como osteocondrosis, se ha popularizado el término osteocondritis, debido al cuadro clínico inflamatorio, razón por la que puede hallarse en la bibliografía bajo esta denominación. Las osteocondrosis en general se presentan en muchas especies animales, sobre todo en aquellas de rápido crecimiento y con grandes requerimientos (aves y cerdos para consumo, equinos, etc.) y, dentro de los caninos, casi exclusivamente en animales pertenecientes a razas grandes y gigantes. La OCD de la cabeza humeral no escapa a esta característica, apareciendo como las más afectadas en la República Argentina Gran Danés,San Bernardo, Labrador, Rottweiler, Pastor Inglés, Pastor Húngaro o Kuvaz, Pastor Ovejero Alemán y raramente puede verse en el Cocker Spaniel. La frecuencia es mayor en machos que en hembras (relación entre 2-3/1). Patogenia: La enfermedad se desarrolla durante el periodo más activo del crecimiento. Es un disturbio de la osificación endocondral del hueso subcondral de la cabeza humeral (el cartílago articular inmaduro es nutrido a partir del líquido sinovial, aumenta de espesor por el trastorno en su capa basal y la pierde, provocándose degeneración y necrosis). Es una forma clásica de osteocondrosis disecante en la que el flap cartilaginoso carece de contacto con zonas vascularizadas, por lo que tiende a desprenderse, formando un ratón articular (OCD Tipo I). En un principio el dolor comienza cuando el líquido sinovial toma contacto con el hueso subcondral. Este puede ser reabsorbido gracias a la acción enzimática del líquido sinovial, o nutrirse a partir de este último, crecer y calcificarse posteriormente. Cuando esto ocurre, dependerá de la ubicación que tome, la signología que produzca: si se ubica en caudal de la articulación (en el saco que forma la cápsula articular) es asintomático, pero si se desplaza entre las carillas articulares provoca gran dolor, generalmente abrupto. Con la evolución del proceso aparecerán cambios degenerativos. Cuando el flap se desprende el defecto de la superficie cartilaginosa se cubre con fibrocartílago. 4 Signología: La afección, a veces clínicamente silenciosa, más comúnmente, da signología dolorosa. El comienzo puede ser paulatino o brusco luego de un trauma leve. Se detecta a partir de los 5 ó 6 meses de edad, siendo bilateral en un 40 - 50% de los casos. La intensidad de la claudicación suele variar según el tamaño de la lesión, la evolución de la misma, la actividad del individuo, etc. El comienzo generalmente insidioso, con claudicación de 1° o 2°, que se manifiesta en frío y desaparece con el ejercicio. A la inspección los músculos del hombro se presentan con atrofia de grado variable, sobresaliendo en forma manifiesta la espina de la escápula. El animal demuestra dolor ante los movimientos pasivos, principalmente a la extensión de la articulación. Siempre se debe evaluar el hombro opuesto, ya que cuando el problema es bilateral, uno de ellos puede aparecer asintomático a la inspección. Como en todos los casos en que se sospeche del padecimiento de un tipo de osteocondrosis, se deben revisar el resto de las articulaciones en que sean frecuentes los problemas de OC o de otras patologías ortopédicas del crecimiento, ya que en algunas oportunidades se presentan conjuntamente. Diagnóstico: Se basa en la reseña, la anamnesis y la signología, siendo los elementos clave a considerar la edad, la raza y el dolor, que se incrementa al someter a la articulación a movimientos pasivos (flexión - extensión) y palpación. Se confirma radiológicamente. La incidencia látero-lateral con el miembro en extensión es la que permite la mejor evaluación de la lesión osteocartilaginosa. En general, en caudal de la cabeza humeral, la zona más afectada, se observa una falla en el hueso subcondral, o un aplanamiento del contorno de la cabeza, si el caso es leve. Con el agravamiento del cuadro aparece en el lugar un defecto manifiesto en forma de plato y esclerosis subcondral. En esta instancia el flap de cartílago aún no es visible, pero más adelante (alrededor del año de edad) se calcifica y se detecta radiológicamente. Tratamiento: El tratamiento conservador puede ser aplicado en pacientes en los que la afección se detectó tempranamente (falla en el hueso subcondral o aplanamiento del contorno de la cabeza, sin evidencia de flap). Consiste principalmente en control de peso, corrección de la dieta y reposo estricto, hasta que finalice el crecimiento. El mismo es difícil de llevar a cabo, dado el temperamento de los cachorros. Está basado en el tratamiento de los humanos. Algunos autores que sugieren la utilización de analgésicos y aumento de la actividad, para acelerar el desprendimiento y destrucción del flap. Este se puede llevar a cabo durante 4 a 6 semanas; pasado ese tiempo si no hay mejoría se sugiere la cirugía. La gran mayoría de los investigadores, así como por la experiencia personal, recomiendan un tratamiento quirúrgico antes de que se presenten cambios degenerativos. Consiste en la artrotomía, con eliminación del tejido lesionado, curetaje de la erosión hasta lograr el sangrado del hueso subcondral y eliminación de los bordes de cartílago erosionado. Una vez cumplimentados estos pasos se lava copiosamente la articulación con solución fisiológica estéril y se realizan la artrorrafia y la sutura del resto de los planos anatómicos. Se recomienda reposo durante dos semanas para evitar la formación de seromas. Pronóstico: Depende de factores tales como: 5 el momento de la intervención, ya que cuanto más crónica sea la afección, menor será la recuperación; el tamaño de la lesión. A mayor tamaño, más lenta será la recuperación, ensombreciendo el pronóstico, debido a una evolución prematura hacia enfermedad degenerativa articular. De todas formas, luego de una correcta cirugía el animal mejora ostensiblemente en 1 ó 2 meses, pero con los años se desarrolla indefectiblemente una enfermedad degenerativa articular, que no suele ser invalidante. B.3.- ALTERACIONES DEL TENDON DEL BICEPS: Este músculo se origina en el tubérculo supraglenoideo y se inserta a un lado de la tuberosidad bicipital del radio y cúbito. Puede, en cachorros de razas grandes, desprenderse por avulsión del tubérculo escapular, por falla en su núcleo de crecimiento (punto osteocondrótico). También esta descripto en los galgos el desplazamiento medial del tendón fuera de la corredera bicipital, por ruptura del ligamento humeral transverso. Estos animales manifestarán dolor de la palpación de la zona de origen del músculo, y en la flexión y extensión del hombro. deformación y claudicación leves. El tratamiento es quirúrgico y consiste en el primer caso en reinsertar a través de un tornillo o clavos y alambres el trozo de tubérculo desprendido. En el caso que fuera un desplazamiento se debe suturar el ligamento roto o hacer uno protésico. C. REGION DEL BRAZO (BRAQUIAL) C.1.- FRACTURAS DE HUMERO Para este tipo de fracturas también es válido un cuidadoso examen de la cavidad torácica así como la evaluación de los nervios del plexo braquial, principalmente el radial. El húmero es un hueso con una forma particular, que desde el punto de vista traumatológico puede dividirse en tres zonas: Una proximal, sin eminencias óseas y de mayor grosor, que constituye el lugar más resistente del hueso y, por lo tanto, menos propenso a las fracturas. En cachorros, debido a la debilidad natural a nivel del cartílago de crecimiento, en donde se las observa con mayor frecuencia, determinando fracturas Salter-Harris tipo 1 y 2. En la segunda zona, la diáfisis, adopta una forma retorcida, por lo que son comunes las fracturas espiroideas y en pico de flauta. En general, las fracturas diafisiarias se deben a traumas directos, en los que la fuerza se concentra en una zona del hueso, provocando fracturas simples o fragmentarias. Cuando la causa es una fuerza directa e indirecta simultáneas, debido a la forma del hueso, se instauran fracturas espiroideas. B: Fractura múltiple de húmero corregida mediante el uso de un K-E tipo 1 de cinco clavos. 6 La tercera zona obviamente es la distal, y es la más débil debido a que el hueso presenta el foramen supracondileo, que divide al hueso en una rama medial y una lateral más delgada y más frágil. Pueden ser supracondilares simples o condilares (generalmente el cóndilo lateral) y las intercondilares o fracturas en Y. La causa de estos dos últimos tipos suelen ser las caídas de altura, y en ambos casos está comprometida la articulación. El tratamiento dependeráde la forma de la fractura, y en la mayoría de los casos es quirúrgico. El abordaje en las fracturas diafisiarias es lateral, y la fijación puede ser a través de placas con tornillos o clavos intramedulares y cerclages de alambres, siendo también factible el uso de fijadores externos. Las fracturas en Y son muy complejas de resolver y requieren un abordaje posterior con osteotomía del olécranon, para tener una buena visualización de la articulación. El empleo de yesos o férulas está contraindicado, ya que es imposible inmovilizar la articulación del hombro, y al utilizarlos lo que se logra es aumentar el movimiento en el foco fracturario. D. REGION CUBITAL (DEL CODO) D.1. LUXACIÓN DE CODO Las luxaciones de codo en pequeños animales pueden ser congénitas o adquiridas. A su vez estas últimas pueden tener su origen en un trauma o en alteraciones de los cartílagos de crecimiento. D.1.a. LUXACIONES CONGÉNITAS: Se presentan aisladamente en caninos, principalmente en razas pequeñas, tales como Pekinés, Caniche toy, Pincher, etc., pero no en forma exclusiva, ya que pueden aparecer en Cocker Spaniels, Airedale Terrier, Doberman, Pointer y mestizos pequeños; es factible observarlas en hermanos de camada. Se manifiestan bajo formas uni o bilaterales. La etiología es poco clara. Algunos le atribuyen un defecto al ligamento colateral medial (esto permitiría la pronación del antebrazo y mano, y la lateralización del olécranon), pero otros sostienen que este no es importante en la estabilidad del codo. El codo se presenta flexionado y no es posible extenderlo debido a la contractura de los flexores. Existen tres tipos posibles de luxaciones congénitas: 1. Las más frecuentes son las húmero-ulnares. La ulna aparece rotada externamente, el olécranon en posición lateral, la mano pronada (el animal no puede usarla). Si bien el radio está girado sobre sí mismo, no hay luxación húmero- radial. 2. Las luxaciones húmero-radiales, menos frecuentes, se manifiestan por luxación lateral de la cabeza radial, con el radio curvado en su porción proximal, creciendo hacia proximal sin el "freno” del húmero. La articulación húmero-ulnar puede no tener alteraciones. En general el paciente usa el miembro intermitentemente. 3. Las luxaciones húmero-radio-ulnares, las de más rara presentación, es una combinación de las anteriores, donde el radio se luxa lateralmente y la ulna en posición lateral, pero el cuadro clínico es similar a la luxación húmero- ulnar. 7 Si bien puede resultar dificultoso, es de suma importancia llegar a un diagnóstico lo más temprano posible en la vida del animal, ya que se obtienen los mejores éxitos terapéuticos en pacientes con el esqueleto inmaduro. Cuando la enfermedad es bilateral, como el paciente no camina cuando los hermanos comienzan a hacerlo, es llevado rápidamente a consulta. Con experiencia, se puede llegar al diagnóstico semiológicamente, ya que para confirmarlo radiológicamente el animal debe estar cerca de los 2 meses. Si el diagnóstico se retrasa, y el animal ya presenta un esqueleto maduro, las posibilidades terapéuticas se reducen a la artrodesis, como único camino aceptable para mejorar el funcionamiento del miembro. El tratamiento es quirúrgico y debe realizarse cuanto antes: Luxación húmero-ulnar: con el animal anestesiado y el codo preparado asépticamente, se presiona con el dedo sobre el olécranon hasta ubicarlo en una posición fisiológica por detrás del húmero, para inmediatamente colocar una clavija desde el mismo hacia el húmero, esto mantendrá reducida la articulación. La clavija se deja alrededor de 15 días, luego se extrae y, en la mayoría de los casos, la luxación está resuelta. Si recidiva, deben ponerse en práctica técnicas más complicadas, mediante artrotomía, reducción de la luxación y estabilización en forma directa. Luxación húmero-radial: la resolución es más compleja, ya que debe realizarse una ostectomía radial para poder reducir la luxación y luego fijar el radio en su nueva posición. Luxaciones húmero-radio-ulnares: suelen necesitar una osteotomía del olécranon, para luego intentar la reducción del radio con clavijas y posteriormente reinsertar el olécranon en una posición correcta. D.1.b. LUXACIONES TRAUMATICAS: La luxación traumática del codo involucra húmero, radio y ulna, con desplazamiento caudo-lateral de estos dos últimos. Dentro de las luxaciones traumáticas, no es la más frecuente, ya que el codo, por su estructura, es una articulación bastante estable. Para que se luxe, en el momento del trauma, el codo debe presentarse en un ángulo de 90° o menor. En esa posición, el olécranon está fuera de la fosa olecraniana y al recibir un impacto lateral, el húmero se desplaza hacia medial, y el radio y la ulna hacia lateral. Es muy difícil que se presente una luxación contraria, ya que el epicóndilo medial es más grande, e impide la salida del olécranon, aún a 90°, por lo que debe fracturase el epicóndilo para que suceda. De acuerdo a la gravedad del trauma puede romperse sólo el ligamento colateral medial o también el colateral lateral. Si el trauma se produce en el momento en que el codo está en un ángulo mayor de 90°, además de la luxación se produce una fractura de olécranon (fractura de Monteggia). Signos: El animal se presenta con claudicación de cuarto grado, de aparición brusca, con el miembro abducido, supinado y ligeramente extendido, con mucho dolor frente a los movimientos pasivos e inclusive ruidos de roce articular. Hay inflamación de la zona. Diagnóstico: Se realiza en base a los signos clínicos y se confirma radiológicamente (la incidencia ántero-posterior es la de mayor relevancia diagnóstica). 8 Tratamiento: Depende del momento en que se lleve el paciente a consulta. Si es inmediatamente después del accidente, o dentro de los primeros 5 días, empleando una combinación anestésica que aporte buena relajación muscular y analgesia, se puede intentar la reducción cerrada. Primero se lleva el codo a una posición de 90° a 110°, luego se rota internamente y se presiona sobre el olécranon, tratando de “engancharlo” dentro de su fosa. Luego se presiona sobre el radio para llevarlo hacia el cóndilo humeral. La reducción se efectúa en dos etapas, debiéndose escuchar dos “clics”, que indican que ambas reducciones se llevaron a cabo. Una vez reducida, es posible flexionar y extender fácilmente el codo. Debe, en este momento, rotarse externa e internamente la articulación para evaluar si está estable. En caso afirmativo, se colocará un yeso o un vendaje en extensión, durante 10 días. Si la reducción no se mantiene, o no se puede reducir, debe recurrirse a la cirugía, que se lleva a cabo abordando la articulación por vía lateral, reduciendo la luxación y, a posteriori, reparando el ligamento dañado o colocando uno protésico. En los casos crónicos, con cambios degenerativos articulares, se recurre a la artrodesis (en un ángulo fisiológico 110 a 130°). D.1.c. LUXACIONES ADQUIRIDAS NO TRAUMATICAS: Las luxaciones adquiridas no traumáticas son secundarias a alteraciones de los cartílagos de crecimiento del radio y la ulna, durante la etapa del desarrollo. * La más frecuente es la luxación húmero-ulnar asociada al cierre prematuro del cartílago distal de la ulna. En este caso el olécranon sufre un desplazamiento distal y la cavidad troclear deja de articular con el cóndilo humeral. Estos animales además de presentar un radio curvo, manifiestan dolor y crepitación frente a los movimientos pasivos del codo. Se confirma radiológicamente observándose, además del cierre del cartílago ulnar, la luxación del codo. Para evitar que se desarrolle una enfermedad articular degenerativa el tratamiento quirúrgico debe realizare lo antes posible. Cuando el animal está en etapa de desarrollo, la forma más simplees realizando una ostectomía de la ulna, que llevará a la corrección de la luxación en unos días. Si ya se desarrolló el radio curvo debe hacerse una ostectomía cuneiforme para enderezar el radio, con posterior colocación de un fijador externo fijo o dinámico, según reste o no capacidad de crecimiento. * Menos frecuentes son los cierres prematuros completos del cartílago distal del radio, que producen un gran acortamiento del hueso, sin curvatura. Como la ulna crece normalmente, “empuja” al húmero hacia proximal, y se produce una luxación húmero-radial. Esta afección también es dolorosa, provocando claudicación de primero a segundo grado. Radiológicamente se aprecia un espacio considerable entre el radio y el húmero. El tratamiento consiste en practicar una osteotomía radial y separar ambos cabos óseos, con el objetivo de desplazar el radio hacia proximal y reducir la luxación. Luego se puede colocar un fijador externo, fijo o dinámico, según reste o no desarrollo por parte del animal. Cuando el cierre prematuro se produce sólo en un sector del cartílago de crecimiento, además de la luxación de codo se presenta radio curvo, siendo más compleja la corrección del defecto. En estos casos también se puede producir una subluxación radio- carpal. 9 * Muy raramente se cierra el cartílago proximal del radio. El cuadro clínico es similar al que aparece con un cierre distal completo, pero el espacio a nivel de la luxación es menor. El tratamiento es similar. D.2.- DISPLASIA DE CODO: Etimológicamente, se denomina displasia de codo a la incongruencia entre la cavidad troclear (cresta semilunar) y la tróclea humeral. Aún no se ha demostrado por completo si esta afección provocaría estrés a nivel de los diferentes componentes articulares, favoreciendo el desarrollo de lesiones específicas tales como proceso ancóneo no unido, proceso coronoides fragmentado y osteocondrosis disecante del cóndilo medial del húmero o, estas afecciones podrían ser la base de la incongruencia articular, aunque tomando como base el origen osteocondrótico se consideraría como más factible esta última posibilidad. D.3. OSTEOCONDROSIS DE CODO: Las lesiones osteocondróticas del codo presentan inicialmente cuadros clínicos similares. En general el paciente manifiesta trastornos deambulatorios en frío, con marcada rigidez de uno o ambos miembros anteriores, que están rotados hacia lateral durante la estación, con los codos contra el tórax. En este último caso para el propietario es más difícil darse cuenta de la alteración, dado que es simétrica. Dentro del conjunto de afecciones se consideran: a. Proceso ancóneo no unido (PANU) b. Proceso coronoides fragmentado (PCF) c. Osteocondrosis disecante del cóndilo medial del húmero D.3.a. PROCESO ANCONEO NO UNIDO Etiopatogenia: El proceso ancóneo no unido (PANU) es una enfermedad caracterizada por el desprendimiento o la falta de unión del proceso ancóneo al resto del olécranon. En las razas no condrodistróficas el proceso ancóneo crece a partir de un núcleo de crecimiento independiente, y se une al olécranon alrededor de los 5 meses de edad. En las razas condrodistróficas este núcleo de crecimiento no existe, y aparentemente habría un asincronismo entre el crecimiento de radio y ulna que al producir una fuerza excesiva sobre el proceso ancóneo, termina fracturándolo. En ambos casos el proceso ancóneo no se une al cuerpo óseo, lo que lleva a inestabilidad, con mal funcionamiento articular, que con el tiempo desencadena una enfermedad articular degenerativa. Si bien la etiología parece tener una base osteocondrótica, estudios recientes han demostrado que muchos animales que sufren PANU, presentan displasia de codo, o sea incongruencia entre la cavidad troclear y la tróclea humeral, lo que provoca un mayor estrés a nivel del proceso ancóneo, interfiriendo con su unión al resto del hueso. Junto con las lesiones correspondientes a PANU los pacientes pueden presentar proceso coronoides fragmentado y osteocondrosis disecante del cóndilo humeral. Reseña: Las razas más afectadas son Ovejero Alemán y San Bernardo (no condrodistróficas), y Basset Hound y Bulldog Inglés (condrodistróficas), pero cualquier animal de raza grande o gigante puede sufrir la enfermedad, durante la etapa del desarrollo. Signos clínicos: 10 Suelen aparecer insidiosamente a partir de los 5 a 6 meses de edad, manifestándose por típica claudicación en frío, codo y parte inferior del miembro ligeramente abducidos, garra rotada hacia afuera, y dolor y crepitación frente a los movimientos pasivos, principalmente en la máxima flexión. Puede detectarse dolor a la palpación presión del proceso ancóneo. Si el cuadro clínico no es reciente, es posible le distensión de la cápsula articular, deformación y otros signos de enfermedad articular degenerativa. También se debe evaluar el codo opuesto porque la afección es, a veces, bilateral. Diagnóstico: Se realiza en base a la reseña, los signos clínicos y se confirma a través de radiografías. La mejor incidencia radiológica es la lateral, con el codo en máxima flexión. Es conveniente hacer otras incidencias, para evaluar el proceso coronoides y el cóndilo medial del húmero. Tratamiento: El tratamiento es quirúrgico. Se puede extraer el proceso ancóneo a través de un abordaje póstero - lateral de la articulación, o intentar una fijación del mismo con un tornillo o un alambre. En el caso de extracción, si bien la articulación permanece inestable, se mejora marcadamente el cuadro clínico. Cuanto más rápido se realice, mejores serán los resultados, ya que a medida que se va desarrollando una enfermedad articular degenerativa, los resultados tienden a ser más pobres. Aunque la fijación del proceso ancóneo sería lo ideal, la cirugía es engorrosa y puede haber fallas de los implantes durante el período de consolidación. Algunos autores consideran que no mejora la respuesta. Los que sostienen que la displasia de codo es la causante del PANU proclaman la corrección mediante una osteotomía de la ulna, que produce el desplazamiento del olécranon hacia arriba eliminando el estrés sobre el proceso ancóneo y permitiendo su reunión al resto del hueso. Profilaxis: Ya que al igual que en el caso de la displasia de cadera existirían componentes heredables en la conformación del codo, que predispondrían a sufrir esta afección, se deberían evaluar radiográficamente en forma obligatoria, los codos de las razas predispuestas a padecerla. Esto ya se está haciendo actualmente en Alemania, en Ovejeros Alemanes que seleccionados para reproducción. Como en toda artropatía existe relación de riesgo vs. peso, motivo por el que se debe controlar la dieta estrictamente durante la etapa de desarrollo. D.3.b. PROCESO CORONOIDES FRAGMENTADO Y OSTEOCONDROSIS DISECANTE DEL CONDILO MEDIAL DEL HUMERO El proceso coronoides es el componente más distal de la cavidad troclear (cresta semilunar) y articula con el cóndilo medial del húmero. La displasia de codo determinaría un mayor estrés sobre el mismo, lo que llevaría a su desprendimiento. Esto podría verse favorecido por la presencia de lesiones osteocondróticas del proceso y del cóndilo medial. La fragmentación del proceso coronoides coexiste con osteocondrosis disecante del cóndilo humeral medial en aproximadamente el 37 % de los casos. Algunos autores suponen que la aparición en uno de los componentes llevaría a la afección en el otro. Reseña: Las razas más predispuestas son los Labradores y los Rottweiler, pero cualquier raza grande está predispuesta. Se manifiesta durante el periodo de crecimiento, entre los 5 a 8 meses de edad. Signología: 11 Los signos son muy parecidos en ambas afecciones. Los animales claudican más luego de un prolongado reposo, o después de un violento ejercicio. A la inspección del codo aparece deformado en medial, y hay dolor a la palpación- presión en la zona del ligamento colateral medial y ante la rotación de laarticulación. Cuando el proceso se hace crónico aparecen signos de enfermedad articular degenerativa. Siempre se debe revisar el miembro opuesto y otros puntos osteocondrogénicos. Diagnóstico: Se basa en la signología y se confirma radiológicamente (con tres incidencias radiológicas para la visualización del proceso coronoides fragmentado: cráneo - caudal, medio- lateral en semiflexión y cráneo- caudal con el codo rotado internamente, y ántero - posterior para la osteocondrosis disecante del cóndilo). Tratamiento: La solución es quirúrgica. Se aborda por medial, por osteotomía de epicóndilo medial, para evitar la desmotomía del colateral; se extrae el proceso coronoides y, en caso de coexistencia de osteocondrosis en el cóndilo se debe extraer el flap de cartílago y curetear la lesión subyacente. El pronóstico es favorable siempre que se intervenga antes de la presentación de una enfermedad degenerativa articular avanzada. En este último caso la terapia con analgésicos o la artrodesis son los únicos caminos. D.4. PROCESO OLECRANIANO NO UNIDO: Es un defecto en la fusión del cartílago de crecimiento de la ulna, entre la epífisis y la diáfisis, debido a la lesión osteocondrótica del núcleo de crecimiento. El hueso no unido puede ser grande siendo desplazado hacia dorsal por el tironeamiento del tríceps, o ser pequeño y quedar como un sesamoideo caudal a los cóndilos humerales, dentro del tendón del tríceps braquial, recibiendo el nombre de patela cubiti. Puede coexistir con otras lesiones osteocondróticas del codo. Es de rara aparición. Signos: Si se produce una fractura a nivel del cartílago de crecimiento, hay dolor y claudicación manifiesta. Si es una patela cubiti la claudicación es leve. Diagnóstico: Clínico y radiológico. Tratamiento: Es quirúrgico, mediante la osteosíntesis de los cabos óseos, como si se tratase de una fractura. Tratándose de una lesión extraarticular el pronóstico es muy favorable. Si el hueso desprendido es pequeño y esta inmerso dentro del tendón, este puede eliminarse y suturar el sector del tendón dañado. D.5. HIGROMA DE CODO: Por debajo del tendón del bíceps braquial, en proximal del olécranon se encuentra la bolsa subtendinosa olecraniana. Esta bolsa anatómica no debe ser confundida con la bolsa adquirida o higroma de codo, que se forma entre la piel y la zona lateral del olécranon. 12 Esta neoformación es una alteración relativamente frecuente en caninos de razas grandes y gigantes jóvenes, provocada por traumatismos repetidos que el mismo animal provoca al acostarse sobre suelos duros, antes de que se formen callos protectores. Este mecanismo induce a la instauración de lesiones inflamatorias que pueden derivar hacia la ulceración o hacia la formación de una bolsa adquirida, de cápsula fibrosa (tejido de granulación), con un revestimiento interno fibroblástico. En la luz se encuentran masas de fibrina y líquido seroso o mucinoso, a veces sanguinolento. En algunos casos puede observarse la combinación de ambas lesiones (ulceración e higroma). Los higromas de codo no complicados son asépticos, indoloros y generalmente se los trata por motivos estéticos. Sin embargo, cuando su tamaño alcanza proporciones importantes debe considerarse su eliminación desde un punto de vista preventivo, ya que la anatomía alterada de la zona la predispone a las complicaciones. Suele presentarse en animales jóvenes. En primera instancia puede intentarse la punción y evacuación en forma aséptica, con aplicación de corticosteroides inyectables de depósito intrabursales y posterior almohadillado y vendaje semicompresivo de la zona. Este tratamiento, de realizarse, se aplicará una única vez. De no dar resultados positivos su repetición no sólo resulta siempre infructuosa, sino que además predispone a la aparición de complicaciones (contaminación iatrogénica). Las complicaciones más frecuentes son la infección y la ulceración. Se presentan bajo la forma clínica de abscedación. Su tratamiento es quirúrgico, consistiendo en la eliminación completa de cápsula y contenido, teniendo en cuenta que los cuidados postoperatorios inmediatos y mediatos deben ser intensivos, ya que es muy frecuente la dehiscencia de la herida y la recidiva de la lesión, si no se instauran los medios para evitar los traumatismos repetidos en la zona. E. REGION DEL ANTEBRAZO (ANTIBRAQUIAL) E.1. FRACTURAS RADIALES Y/O CUBITALES: Las fracturas de radio y ulna se describen juntas porque en un gran número de casos se presentan asociadas. La principal etiología son los traumas directos, como accidentes automovilísticos, pero también pueden llegar por vía indirecta a través de caídas. Como en otros casos se puede dividir al hueso en sectores según sea su respuesta frente al trauma y a la consolidación ósea. En el tercio proximal es donde se halla más masa muscular, por lo que su irrigación es superior y también la velocidad de consolidación de las fracturas. El olécranon suele fracturarse sin la participación del radio. En este caso el músculo tríceps desplaza el cabo hacia proximal, por lo que es indispensable una resolución quirúrgica. La misma se realiza a través de una banda de tensión. Desde el punto anterior hacia distal, en general ambos huesos se fracturan simultáneamente y en raras ocasiones uno de ellos puede permanecer intacto; en estos casos no suele haber desplazamiento del fracturado. Las fracturas distales de radio y ulna en muchas oportunidades se exponen, dada la escasa masa muscular que los rodea. También son las que más tardan en cicatrizar debido a la menor irrigación de la zona. Cuando la fractura es cercana a los cartílagos de crecimiento, se debe considerar, al planear un tratamiento, la posibilidad de cierre prematuro de los mismos. Es frecuente de ver las fracturas distales en cachorros de razas toy con traumas leves como por ejemplo, al tirase de una silla. Esto se debería aparentemente a una 13 debilidad de la zona durante el desarrollo. Son de tratamiento quirúrgico porque tardan mucho en cicatrizar. Las fracturas del proceso estiloide desestabilizan el carpo ya que allí se inserta el colateral lateral. En general las fracturas de tercio medio y distal de radio y ulna pueden tratarse de muchas formas. FIGURA N° 15: A: Fractura múltiple de tercio medio de radio y cúbito. Colocación de K-E tipo 1 de seis clavos. B: Fractura simple de tercio distal de radio y cúbito. Colocación de clavo intramedular. C: Fractura distal simple de radio y cúbito, solucionada con dos clavos de Rush. D: Fractura simple de tercio proximal de radio y cúbito. Colocación de placa con tornillos en radio y clavo intramedular en ulna. Los yesos antibraquio - falangianos son una posibilidad en animales jóvenes. Se pueden utilizar clavos intramedulares, placas con tornillos o fijadores externos. E.2. ALTERACIONES DE LOS CARTILAGOS DE CRECIMIENTO DEL RADIO Y DEL CUBITO: Se sabe que los discos de crecimiento son estructuras cartilaginosas de gran actividad metabólica en donde se lleva a cabo, a través del proceso de osificación endocondral, el crecimiento en largo de los huesos. Durante la etapa del desarrollo pueden sufrir diferentes alteraciones, tales como osificación o cierre prematuro u osteocondrosis. En el caso particular del antebrazo existen cuatro cartílagos de crecimiento, dos por cada hueso. En el radio, el cartílago distal aporta el 60% del crecimiento y el proximal el 40% restante. La ulna posee un cartílago distal muy activo, ya que aporta el 85% del crecimiento, siendo el proximal el responsable del 15% restante. La disposición de estos huesos, unidos en proximal y distal, hace que cualquier lesión que asiente en uno de ellos rápidamente afecte al otro. Debe ocurrir una perfecta sincronía de crecimiento para que el mismo resulte armonioso. La alteración en uno de los núcleos lleva en muchas oportunidades a una deformación general del miembro. Si se tiene en cuenta que el que se afecta con mayor frecuenciaes el cubital distal (mayores requerimientos metabólicos, forma particular) la alteración suele ser importante. La gravedad del cuadro es inversamente proporcional a la edad del paciente en el momento de aparición de la afección. Alteraciones más frecuentes de los cartílagos de crecimiento: a. Osificación o cierre prematuro de origen traumático: Un cartílago de crecimiento puede cerrarse en forma prematura y definitiva debido a un trauma único y violento o por traumas menores constantes, cumpliendo con las leyes del comportamientoóseo (un cartílago sometido a presión deja de crecer). Generalmente afecta a un solo miembro, dada su etiología, pudiendo ser total o afectar sólo a un sector del disco. Las denominadas fracturas tipo Salter, que involucran a los discos de crecimiento, tienen como consecuencia este tipo de lesión. La causa es la alteración de al irrigación de la fisis. b. Retención u osteocondrosis: Un disco de crecimiento puede enlentecer su actividad osteoformadora en grado variable, en forma temporaria o definitiva. Se suele emplear el término “retención” 14 debido a que el cartílago, al no transformarse en hueso, aumenta de tamaño (se hipertrofia) y adopta diferentes formas según el hueso afectado. Las causas de este tipo de afección son variadas y, frecuentemente, asociadas o agravantes la una de la otra. Así, se reconocen etiologías hormonales (P.ej. hipotiroidismo), dietarias (desbalances ligados fundamentalmente a excesos energéticos y cálcicos) y fundamentalmente osteocondróticas. Estas afecciones se presentan casi exclusivamente en razas grandes y gigantes, afectan al organismo como un todo, pero se manifiestan marcadamente en miembros anteriores por las razones ya expuestas. ALTERACIONES A NIVEL DEL CARTÍLAGO DE CRECIMIENTO DISTAL DE LA ULNA: Son las que producen más velozmente deformaciones dada la gran intervención (85%) en el crecimiento total de la ulna, de la que es responsable este núcleo. Cuantitativamente, la ulna puede enlentecer en grado variable su crecimiento ante una retención de cartílago, o dejar de crecer frente a una osificación prematura(siempre el cierre es total), pero las consecuencias son cualitativamente las mismas: 1: El radio continua creciendo y se curva en dirección ántero-medial (antecurvatum). 2: La mano se desvía hacia afuera (valgo). 3: Se produce subluxación caudo-lateral del carpo, que con el tiempo puede ser dolorosa. 4: El radio ejerce presión hacia proximal, empujando hacia arriba al húmero, pudiendo provocar subluxación húmero-ulnar, muy dolorosa. Esta última lesión no siempre está presente; sí en cambio las tres primeras. Signos clínicos: Cuando la lesión es bilateral, su origen es osteocondrótico, y se presenta en razas grandes y gigantes. Ya puede detectarse desde los 3 meses de edad y si el cuadro no se corrige se deformará y acortara el miembro. La confirmación es radiológica, detectándose la lesión típica de retención de cartílago en forma de v invertida o en llama de vela, siendo más grave cuando más ancha sea su base y más baja su altura. La curvatura radial variará de acuerdo a la edad y la subluxación carpo radial será más grave con un gran antecurvatum. No suele haber claudicación en estos pacientes. Si el cuadro es unilateral, se debe pensar en un cierre prematuro, debiéndose investigar una historia de traumatismo. Cualquier raza puede verse afectada. La claudicación se hace evidente frente al trauma original o cuando se produce la subluxación de codo. Radiológicamente el cartílago de crecimiento aparecerá osificado. Junto a la deformación ósea puede aparecer una subluxación húmero- ulnar. Tratamiento: 1. Incipientes, sin radio curvo: suelen corregirse con el ajuste estricto de la dieta, y un programa de ejercicios controlados. Es importante evaluar su ingesta de calcio y energía y corregirla. Hoy existen alimentos especiales para cachorros de razas grandes que contemplan este problema. 2. Radio curvo leve, durante la etapa de crecimiento: ulnectomía segmentaria bilateral con periostectomía e implante de grasa autógena en el sitio del corte, liberando así al radio y permitiendo un normal crecimiento del antebrazo. Cuando el antecurvatum es marcado y todavía el paciente tiene margen de crecimiento estos dos tratamientos no suelen corregir el problema pero detienen su agravamiento. 3.Antecurvatum grave: además de la ulnectomía debe realizarse una ostectomía radial para corregir el valgo y la curvatura, debiéndose colocar inmediatamente un 15 sistema de fijación externo fijo (tipo K-E) o dinámico (K-E roscado, Ilizarov u otros), pudiendo así elongar el miembro para recuperar el acortamiento que sufrió el antebrazo. ALTERACIONES A NIVEL DEL CARTÍLAGO DE CRECIMIENTO DISTAL DEL RADIO: Dada su forma plana, este cartílago de crecimiento está mucho menos expuesto a sufrir aplastamientos y por lo tanto los cierres prematuros son mucho menos frecuentes. Suelen ser consecuencia de un trauma, pero no se deben desestimar otros orígenes. Puede producirse un cierre prematuro total o, más frecuentemente, uno parcial del cartílago de crecimiento distal del radio. 1: El radio siempre disminuye su crecimiento en largo siendo más grave cuando el cierre es total. 2: No se curva si el cierre es total, y sí lo hace en el caso de ser parcial. Hacia qué0 lado se curve depende de que parte del cartílago se cierre. Cuando se cierra el sector medial el radio curvo es similar al cierre del cartílago de la ulna, o sea antecurvatum ántero- medial y desviación lateral de la mano; cuando el cierre es lateral (menos frecuente), el cuadro es contrario. 3: Se puede producir una luxación húmero- radial, más grave en el cierre total, como consecuencia del acortamiento radial y el “empuje” hacia arriba que ejerce la ulna. En algunas oportunidades también se produce una subluxación dorsal de la ulna con respecto al húmero, siendo menos grave la separación húmero –radial. Es frecuente que se produzcan subluxaciones radio-carpales. Diagnóstico: La claudicación estará presente en el momento del trauma original, desapareciendo luego y reapareciendo cuando se producen las incongruencias articulares. Se confirman radiológicamente. Tratamiento: Dependerá del momento en que se llegue al diagnostico. La mayor parte de las veces el paciente llega en una etapa tardía, cuando ya se produjeron las curvaturas y luxaciones. Si el cierre es parcial y se diagnostica prematuramente, se puede realizar una cirugía que consiste en eliminar el hueso de la zona osificada, colocando posteriormente grasa para impedir su re- unión. De esta manera el radio crecerá sin curvarse a partir del resto del cartílago intacto. Si el cierre fue total y sólo hay acortamiento del radio y luxación, frente a una paciente con crecimiento finalizado, se puede realizar una osteotomía radial, separación de los cabos óseos para reducir la luxación, y estabilización de la fractura. Cuando hay acortamiento y curvaturas del antebrazo, se debe recurrir a las ostectomías correctivas junto a métodos de elongación del miembro. ALTERACIONES A NIVEL DEL CARTÍLAGO DE CRECIMIENTO PROXIMAL DEL RADIO: El cierre del cartílago proximal del radio es poco frecuente y, cuando ocurre, el origen es traumático. El radio se acorta. Se produce luxación húmero-radial, sumamente dolorosa. Diagnóstico: 16 Clínico y radiológico. Tratamiento: Similar al cierre total del cartílago distal. CONSIDERACIONES GENERALES PARA EL TRATAMIENTO: Se deben considerar la suplementación hormonal en los casos en que el paciente presenta carencias (p. ej. hipotiroidismo), sobre todo en los casos diagnosticados tempranamente, ya que es posible normalizar el crecimiento de sus huesos largos. Resulta esencial administrar una correcta alimentación, balanceada especialmente para animales en crecimiento, evitando el sobrepeso y controlando los ejercicios hasta la maduración ósea definitiva. F. REGION CARPIANAANATOMIA: El carpo constituye una estructura complicada, con tres articulaciones y múltiples ligamentos entre los numerosos huesos que lo componen. F.1. SINDROME DEL CARPO LAXO: En los cachorros y animales en crecimiento puede observarse una alteración caracterizada clínicamente por un apoyo plantígrado de la mano, es decir falanges, metacarpos y parte del carpo, en lugar de la posición digitígrada normal. No es dolorosa y puede manifestarse ya al mes de edad. La raza más comúnmente afectada es el Ovejero Alemán, pero puede aparecer en Doberman y Gran Danés. La causa exacta es desconocida, pero se debería a un déficit temporario de los músculos flexores en el soporte del carpo. Puede presentarse en hermanos. En un estudio los pacientes se movían en suelos duros o lugares reducidos. Tratamiento: En general los animales mejoran hacia el final del crecimiento y es conveniente que hagan ejercicio en suelos blandos. Están contraindicados los vendajes o yesos prolongados ya que sólo empeoran el cuadro. Si al finalizar el crecimiento no hubo corrección de la enfermedad se puede recurrir a la artrodesis total o panartrodesis. Un cuadro parecido puede verse junto a afecciones tales como enanismo, retención del cartílago de crecimiento cubital distal, desbalances minerales, hipotiroidismo, etc. pudiendo ser uni o bilateral, dependiendo del origen. El tratamiento debe apuntar a la enfermedad de base. F.2. ESFUERZOS ARTICULARES: Si bien anatómicamente el carpo está constituido por muchas articulaciones, desde un punto de vista clínico-patológico se considera formado por tres articulaciones principales: la antibraquiocarpal, la mediocarpal y la carpo-metacárpica. La primera está mantenida fundamentalmente por verdaderos ligamentos colaterales en cambio las articulaciones distales presentan múltiples refuerzos ligamentosos además del fibrocartílago palmar que mantienen a toda la estructura en su conjunto. Las lesiones son más frecuentes en animales de deporte (caza, salto o carrera), cuando están sometidos a una gran actividad o a caídas de altura en cualquier paciente. Los esfuerzos pueden ser 1° , 2° ó 3° grado, dependiendo de la extensión 17 de la lesión ligamentosa y capsular. Cuando son de 3er grado dan origen a luxaciones o subluxaciones. Signología: En los esfuerzos de 1° y 2° grado la claudicación es variable (de leve a moderada), la zona se encuentra inflamada y el dolor se intensifica a la palpación y movimientos pasivos. En los de 3° grado los signos son más evidentes. La claudicación es severa, hay inestabilidad articular, y una placa radiográfica mostrará gran tumefacción de los tejidos blandos y cual puede ser el ligamento dañado. Lesiones carpo- radiales Son de rara presentación y se ven en rupturas de ambos ligamentos colaterales (luxación carpo- radial) o de uno de ellos (subluxación). Rara vez aparece una luxación del hueso carporradial con desplazamiento hacia posterior. Lesiones medio - carpales y disto - carpales En general las lesiones a este nivel están asociadas al síndrome de hiperextensión carpal pero pueden presentarse en forma independiente. Son más comunes las subluxaciones que las luxaciones. Hiperextensión del carpo No debe confundirse con el síndrome de carpo laxo. Se produce por caídas de altura de animales pesados. Pueden afectarse ambas articulaciones. El cuadro clínico al principio es claudicógeno, pero con el correr de los días el dolor pasa y se presenta un caminar plantígrado. La lesión radica en la ruptura los ligamentos palmares y del fibrocartílago palmar. El 90 % de los casos la ruptura es a nivel medio y/o disto carpal. F.3. SUBLUXACION CARPAL POR ARRASTRE Esta afección aparece cuando una rueda de automóvil pisa y arrastra sobre el asfalto el miembro. Se produce una pérdida de tejido que involucra a la piel, ligamento colateral y hueso. Es una lesión articular expuesta y se debe actuar rápidamente para evitar la artritis séptica. Se maneja quirúrgicamente a través del lavado enérgico, eliminación de detritus, reemplazo próstetico del ligamento dañado, colocación de un fijador externo y la herida se deja abierta. F.4. FRACTURAS CARPALES: Los huesos más comúnmente afectados son el carpo radial y el accesorio. En el primer caso la forma puede ser variable pudiendo desprenderse un flap de la parte anterior o fracturarse verticalmente en el medio. En el accesorio generalmente son fracturas por avulsión que, debido al requerimiento de un óptimo estado músculo-esquelético en los perros de carrera, han sido estudiadas y clasificadas especialmente, en cinco grados, pudiendo ser tanto intra como extraarticulares. Signológicamente aparece reducción de los ángulos de extensión y flexión, con marcado dolor ante la flexión forzada, tumefacción relativa de los tejidos blandos periarticulares y claudicación variable. Se confirma radiológicamente. 18 DIAGNÓSTICO GENERAL DE LAS LESIONES CARPALES En general luego de un trauma el carpo se presenta inflamado y dolorido. El diagnóstico preciso es a través de las radiografías. Se deben tomar siempre las siguientes incidencias: anterior, lateral en posición fisiológica y en hiperextensión. En el caso de fracturas puede requerirse una toma oblicua para un detalle más preciso. TRATAMIENTO GENERAL DE LAS LESIONES DEL CARPO Las luxaciones y subluxaciones radio carpales pueden manejarse con el reemplazo del ligamento dañado. Las hiperextensiones suelen necesitar una artrodesis de la articulación involucrada o una panartrodesis. Estas se llevan a cabo a través de una placa con tornillos y luego un yeso o por medio de fijadores externos. Las fracturas del hueso carporradial pueden corregirse con tornillos o clavijas. Las del accesorio con tornillos. En las fracturas con un fragmento pequeño puede eliminarse el mismo. Cuando se presentan esfuerzos de 1 o 2 grado puede recurrirse al uso de un yeso, con falseo de apoyo por el término de 30 a 40 días. AFECCIONES DE LA MANO Y DEL PIE DE CANINOS Y FELINOS Los caninos y felinos son animales digitígrados, es decir que reciben todo el peso de su cuerpo sobre los dedos. Por lo tanto la integridad de los mismos es de suma importancia. Cualquier enfermedad que asiente a este nivel alterará en primer lugar la armonía de la marcha y puede, en caso de hacerse crónica, llevar a modificaciones permanentes de estructuras articulares y óseas superiores. Inversamente, alteraciones ubicadas en otras zonas de un miembro, pueden repercutir sobre el pie. Por lo antedicho se deduce que no se deben minimizar ni obviar las lesiones que asientan a este nivel. 1. CON BASE OSTEOARTICULAR: 1.a. FRACTURAS DE METACARPIANOS/METATARSIANOS: Son relativamente frecuentes en caninos y raras en felinos, pudiendo incluir desde uno a los cuatro huesos. Pueden ser simples o múltiples, y lo más común cuando su origen es el aplastamiento es que se fracturen varios huesos y haya lesión de tejidos blandos concomitantemente. El trauma directo suele acompañares de fractura de uno o dos huesos solamente. Cuando están involucrados los 4 huesos suele haber desviación de la mano. Los signos y el diagnóstico son los de las fracturas en general, debiéndose recurrir a la palpación presión para detectar dolor cuando solo un hueso esta roto. El tratamiento puede ser conservador o quirúrgico, dependiendo del tipo de fractura y la cantidad de metacarpianos involucrados. Con 1 o 2 quebrados se puede recurrir a un vendaje compresivo o yeso liviano. Con los 4 fracturados conviene colocar un clavo intramedular en cada uno y luego un yeso con estribo. También se puede recurrir al uso de miniplacas y tornillos. 1.b. SUBLUXACIONES Y LUXACIONES INTERFALANGIANAS: Aparecen con relativa frecuencia, sobre todo en animales deportivos. Se atribuyen a que el dedo queda fijo en el piso cuando el animal gira. Las subluxaciones de las articulaciones interfalangianas proximal y distal son comunes, y van seguidas de reducción espontánea.Por el contrario, las luxaciones son raras. 19 Signos: El animal comienza a claudicar inmediatamente después de ocurrido el accidente. La articulación involucrada está tumefacta y hay dolor. Radiológicamente, en proyección ántero-posterior, se observa un espacio articular agrandado. Articulaciones proximales: A la palpación la segunda falange se mueve en todas direcciones. Luego de 10 o 15 días la reacción inflamatoria local disminuye y el animal comienza a apoyar, pero la articulación queda engrosada debido a la formación de tejido fibroso periarticular La reducción es fácil, pero la inmovilización es dificultosa, excepto por reemplazo de los ligamentos colaterales. En este caso en 6 a 8 semanas el perro vuelve al trabajo. También se puede emplear la artrodesis en posición fisiológica. El último camino a seguir es la amputación. Articulaciones distales: Cuando los ligamentos colaterales se distienden o rompen, pero el ligamento elástico dorsal permanece intacto, la uña se desvía hacia arriba. Si este último se rompe, la uña se va hacia atrás. La posición anormal de la tercera falange es patognomónica. Puede ser movilizada en todas direcciones. En este caso se procede a la amputación, y el animal vuelve a correr en 6 a 8 semanas. 1.c. FRACTURAS DE FALANGES: No es frecuente hallar sólo falanges fracturadas. Cuando aparecen suelen involucrar al pie en conjunto, es decir, metacarpianos o metatarsianos y falanges, debido a accidentes por aplastamiento o caídas. En caso de presentarse, generalmente basta con sacar el miembro del apoyo (yeso con estribo, férula, vendaje acolchado en cachorros). Frente a fracturas conminuta o similares, puede indicarse la amputación. 2. LESIONES DEL ESPACIO INTERDIGITAL: 2.a. PIODERMIAS: Son aquellas dermatitis causadas por microorganismos piógenos, en este caso ubicadas en el espacio interdigital o entre los dedos y la almohadilla plantar. Pueden ser primarias o secundarias, de la superficie, superficiales o profundas, como todas las piodermias, obedeciendo a los mismos factores predisponentes y determinantes. En los casos más graves, cuando la infección se extiende a través de todos los planos tisulares, abscesos, fístulas y necrosis de los tejidos, pueden provocar claudicación de grado variable, más grave en presencia de osteomielitis. Al tratamiento médico-etiológico se debe agregar el curetaje de las lesiones, pudiendo en casos extremos, llegar a la amputación. 20 2.b. INFECCIONES MICOTICAS: Ciertos agentes micóticos, como Phycomicetos, Actinomices y Nocardia, son capaces de provocar lesiones de tipo granulomatoso, de curso crónico, con tractos fistulosos, a veces edema e involucrando diferentes planos (hasta hueso). Se ubican principalmente en las extremidades, en especial en el pie. En algunos casos estas infecciones pueden generalizarse, apareciendo masas en otras zonas, como p. ej. abdomen. El diagnóstico se realiza por observación de un extendido directo, cultivo y/o biopsia. El único tratamiento efectivo es la escisión quirúrgica de las lesiones, fijando un margen de seguridad similar al estipulado para las neoplasias. Este se debe combinar con el tratamiento médico antibiótico específico. Cuando aparecen recidivas, o no es posible respetar los márgenes de seguridad (profundidad), se indica la amputación. 3. LESIONES DE LAS UÑAS: 3.a.- INFLAMACION DE LA MATRIZ UNGUEAL: Es la inflamación del tejido queratógeno ungueal. Puede ser séptica o aséptica, provocada por contusiones, heridas o piodermias. En su forma aguda la matriz se presenta tumefacta, sensible a la presión, a veces exudante y ulcerada. La claudicación es marcada. Al transcurrir el tiempo, de no mediar tratamiento, se cronifica, apareciendo fibrosis, exudación y úlceras, con crecimiento anormal de la uña. En casos recientes suele bastar con la aplicación de baños antisépticos tibios, antibióticos y vendaje. En los casos crónicos con desviación de la uña se recomienda la amputación de la tercera falange. 3.b.- ONICOGRIFOSIS: Esta es una lesión causada por el crecimiento excesivo de la uña, que por su curvatura penetra en la almohadilla digital, provocando una herida que posteriormente se infecta (vulgarmente conocido como uña encarnada). Se ve con mayor frecuencia en los dedos sin apoyo (1°dedo o garra de lobo), aunque también puede ocurrir ante la falta de desgaste por mal apoyo. El tratamiento consiste en seccionar la uña en su parte media, extraer la parte impactada, limpiando posteriormente la zona lesionada. 3.c. ONICORREXIS: La onicorrexis o ruptura de uña puede ocurrir tanto en forma espontánea como por acción de un trauma accidental o iatrogénico. En el primer caso parece haber predisposición racial, siendo muy común en el Daschund, desconociéndose el mecanismo que la produce. Requiere especial atención cuando el corion queda expuesto, produciéndose hemorragia, que alarma al propietario. El tratamiento se basa en detener la hemorragia aplicando compresión, limpieza de la zona con una solución antiséptica suave y, en caso de ser necesario, vendaje. Ante fracturas espontáneas reiteradas se debe tener en cuenta la posibilidad de amputación de las terceras falanges. 21 4. LESIONES DE LA ALMOHADILLA PLANTAR Y ALMOHADILLAS DIGITALES: 4.a. IMPACTACION DE CUERPOS Extraños: Un cuerpo extraño puede impactar en forma brusca dentro de las almohadillas, determinando trastornos inmediatos (hemorragia, claudicación), o penetrar de a poco, en cuyo caso suelen pasar inicialmente inadvertidos. Cuando son enquistados por el organismo, no presentan signología, pero pueden provocar reacción fibrogranulomatosa deformante, que debe diferenciarse de masas neoplásicas. Dependiendo del objeto, de la reacción o de su contaminación pueden provocar una intensa reacción inflamatoria, supuración y fistulización. El diagnóstico se basa en los signos, en la radiología (útil únicamente frente a elementos radiopacos) y en la citología o histopatología, cuando se desea establecer diagnóstico diferencial con neoplasia. El tratamiento se instaura cuando provocan claudicación, deformación o reacción inflamatoria con fistulización, pudiendo variar desde la eliminación del cuerpo extraño sólo o del mismo más el tejido que lo rodea, hasta la amputación de un dedo o de la almohadilla plantar (que requiere el empleo de técnicas de reconstrucción). 4.b. HERIDAS: Las heridas en las zonas de la mano o del pie son mucho más frecuentes en caninos que en felinos. Son muy sangrantes y, dependiendo de su ubicación, de tratamiento complicado. Si bien se deben seguir los lineamientos generales de la terapia de cualquier herida, se debe tener en cuenta la protección durante la etapa de cicatrización, que muchas veces requiere del empleo de vendajes que sustraigan el miembro del apoyo para evitar la dehiscencia. Se describen técnicas de reconstrucción que utilizan el tejido de las almohadillas digitales para la reparación de la almohadilla palmar o plantar, o viceversa. Estas se deben tener en cuenta en heridas con grandes pérdidas de sustancia o en quemaduras (por caminar sobre ácidos o álcalis, o suelos calientes como asfalto recién colocado), ya que ese es el único tipo de tejido sobre el que puede caminar el animal. De no ser posible la reconstrucción se debe evaluar la posible amputación del miembro. BIBLIOGRAFIA 1- ALEXANDER, L.: Ortohopedic Surgery of the dog and Cat. Ed. Saunders. 1985 2- ARCHIBARLD, J.: Canine surgery. 2° Edición. American Veterinary Publications Inc. 1974. 3- BEDFORD, P.G.C.: Atlas de técnicas quirúrgicas caninas. Editorial Acribia. 1990. 4- BOJRAB, J.: Fisiopatología y clínica quirúrgica en animales pequeños. Segunda Edición. Editorial Intermédica. 1993. 5- BOJRAB, J.: Técnicas actuales de Cirugía en Pequeños Animales. 3° Edición. Editorial Intermédica. 1993. 6- BRASNER, J.: Acutely traumatized small animal patient. Editorial Saunders. 1979 7- BRINKER; PIERMATTEI; FLO. : Handbook of small animal orthopedicsand fracture treatment. 2° Edición. Ed. Saunders. 1990. 22 8- Clínicas Veterinarias de Norteamérica: Manejo de las fracturas de los miembros en los pequeños animales. Editorial Hemisferio Sur. 1981 9- DENNY, H.: Fundamentos de Cirugía ortopédica canina. Editorial Acribia. Año 1982. 10- HARARI, J.: Surgical Complications and wound healing in the small animal practice. Ed. Saunders. 1993 11- HOULTON; TYLOR. : Manejo de perros y gatos traumatizados. Editorial Manual Moderno. Año 1988 12- LEIGHTON, R.; JONES, K.: Compendio de cirugía de animales pequeños. 1° Edición. Editorial Hemisferio Sur. 1986. 13- PASTORE, J.: Vendajes Enyesados y Conformados en Pequeños Animales. 1° Edición. Prensa Veterinaria Argentina. 1990 14- SLATTER, D.: Texto de Cirugía en pequeños animales. Editorial Salvat. Año 1990. 15- SUMNER - SMITH.: Toma de decisiones en cirugía ortopédica de pequeños animales. Editorial Interamericana - Mc Graw - Hill. 1988 23 A.1.- FRACTURAS DE ESCAPULA B.1.- LUXACION DE HOMBRO B.2.- OSTEOCONDROSIS DISECANTE DE LA CABEZA HUMERAL (OCD): C.1.- FRACTURAS DE HUMERO D.1. LUXACIÓN DE CODO D.3.a. PROCESO ANCONEO NO UNIDO Lesiones carpo- radiales Lesiones medio - carpales y disto - carpales Hiperextensión del carpo DIAGNÓSTICO GENERAL DE LAS LESIONES CARPALES TRATAMIENTO GENERAL DE LAS LESIONES DEL CARPO
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