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Intoxicação por Opioides: Conceito, Etiologia e Tratamento

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OPIACEOS
OPIÁCEOS
Materia: Toxicología
Orientadora: Dra. Susana Oviedo
Semestre: 7o Sección: A
Investigadores: 
Ana Paula Ribeiro silva – 1826
Énola Leandro Silva Mesquita – 12056
eulalio rosa figueredo - 11691
Heloísa de Mira Leal Parente – 11817
Ícaro Flávio Leal Urbano de Andrade – 10680
Islla Steffany Franco Bastos – 11000
Pedro Henrique Fuzari – 11402
Renata Martins de Brito – 2302
Victor Manoel Chaves Targino – 11516
Sumário
Introducción	4
Conceito	4
Etiologia	6
Clínica	8
Diagnostico	10
Los 10 tipos más comunes de opioides legales e ilegales incluyen:	11
Tratamento	13
1. Naloxona	13
2. Soporte respiratorio	13
3. Seguimiento médico	13
4. Tratamiento de apoyo	14
Prevenção	15
Conclusión	17
Referencias:	19
Introducción
La intoxicación por opioides ocurre cuando existe un alto consumo de una sustancia de esta clase, superando la dosis correspondiente a la ventana terapéutica del fármaco, provocando efectos tóxicos en el organismo. Esta intoxicación puede resultar de una sobredosis accidental, agonismo farmacéutico, interacción de drogas o abuso de cualquier sustancia de la clase opioide.
 Para una buena valoración y atención del paciente intoxicado es necesario conocer qué son los opioides, sus receptores, el mecanismo de acción en el organismo, los factores de riesgo de intoxicación, signos y síntomas de intoxicación aguda y crónica, signos de abstinencia, diagrama de flujo de atención y tratamiento, procedimientos de desintoxicación y tratamiento de adicciones.
Conceito
Los opioides son una clase de fármacos que actúan sobre el sistema nervioso central para aliviar el dolor y producir sensaciones de placer y bienestar. Se recetan para tratar el dolor de moderado a intenso, como el causado por una cirugía, una lesión o una enfermedad crónica. Entre los opiáceos más comunes se encuentran la codeína, la morfina, la hidrocodona, la oxicodona y el fentanilo. Los opiáceos son muy eficaces para tratar el dolor, pero también son adictivos y pueden provocar dependencia física y psíquica. El uso crónico de opioides puede conducir a la tolerancia, donde la persona necesita dosis cada vez mayores de la droga para sentir los mismos efectos, lo que aumenta el riesgo de dependencia y sobredosis.
El abuso de opioides es un problema de salud pública creciente en muchos países, especialmente en los EE. UU. La sobredosis de opioides es una de las principales causas de muerte relacionada con las drogas en todo el mundo, y la adicción a los opioides puede tener consecuencias devastadoras para la salud y el bienestar de las personas afectadas y sus familias. Es importante enfatizar la necesidad de usar los opioides con cuidado y bajo supervisión médica, y buscar ayuda si tiene problemas con la dependencia de estas sustancias.
Etiologia
La intoxicación por opioides se asocia con su uso excesivo agudo (sobredosis) y crónico (dependencia), teniendo el efecto de alterar la fosforilación de los receptores opioides, lo que modifica la capacidad de estos receptores para interactuar con sus ligandos o una proteína G, la disminución en esta proteína G disminuye la sensibilidad funcional de los receptores, lo que provoca tolerancia, siendo necesaria una mayor dosificación para su efecto terapéutico y acumulando más efectos tóxicos.
El mecanismo de acción de la intoxicación aguda está dado por la inhibición de las neuronas del LC - locus coeruleus, por la regulación de dos tipos de canales: el aumento de la activación de los canales de K+, y la inhibición de la despolarización lenta en canales catiónicos inespecíficos. La regulación de los cationes opioides está mediada por una caída inducida por la proteína G en el monofosfato cíclico de AMPc-adenosina 3,5 a nivel neural.
El AMPc inducido por opioides conduce a una alteración en la conducta del canal catiónico de despolarización lenta, esta conducta es responsable de los cambios asociados a la dependencia física por el uso prolongado. La exposición prolongada de los compuestos en el LC ha mostrado un aumento en los niveles de adenilato ciclasa, AMPc dependiente, proteína quinasa y algunas fosfoproteínas, como la tirosina y la hidroxilasa. La droga ilícita heroína es muy liposoluble en comparación con la morfina, por lo tanto atraviesa fácilmente la barrera hematoencefálica y provoca su efecto en el SNC, su principal efecto es la euforia, que provoca adicción con mayor facilidad que otros opioides.
El envenenamiento agudo por morfina y sus derivados, puede presentarse debido a sobredosis clínicas, sobredosis accidentales en adictos, intentos de suicidio y más remotamente por sobredosis de origen criminal. Llamamos la atención sobre la intoxicación en niños al repetir dosis de medicamentos antitusivos, con derivados opiáceos especialmente con codeína. Haremos aquí únicamente el enfoque de la intoxicación aguda, como emergencia toxicológica, dejando de lado los aspectos referentes a la toxicomanía.
Las dosis mortales por vía oral en los individuos no acostumbrados, varían desde 200 mg para la morfina, hasta un gramo para el dextropoxifeno. Estas dosis pueden ser hasta 100 veces menores en niños y hasta 20 veces mayores en adictos; pero es necesario tener en cuenta que estas dosis son extremadamente variables, ya que la tolerancia se adquiere muy rápidamente y existen grandes variaciones individuales. Con frecuencia la intoxicación produce náuseas, sialorrea y vómitos que son independientes de la vía de administración puesto que se deben a acciones sobre estímulos, finalmente el paciente llega a un estado de coma profundo. Simultáneamente con la pérdida de la conciencia se produce una depresión progresiva de la actividad respiratoria, el paciente puede tener entre dos y cuatro respiraciones por minuto, adoptando ocasionalmente una respiración tipo Cheyne-Stokes.
Clínica
Los hallazgos clínicos pueden involucrar múltiples sistemas y en la historia es importante tratar de identificar qué opioide es específicamente responsable de la intoxicación y el momento de la ingestión. El síndrome clásicamente descrito en pacientes con intoxicación por opiáceos incluye apnea, estupor y miosis, pero estos hallazgos no se presentan constantemente. El signo cardinal de la intoxicación grave por opioides es la depresión respiratoria, la administración de dosis terapéuticas de opioides en personas sin tolerancia a los opioides provoca una disminución notable en todas las fases de la respiración, que puede progresar a la apnea. Una frecuencia respiratoria menor o igual a 12 respiraciones por minuto en un paciente que no está en sueño fisiológico sugiere intoxicación aguda por opioides, particularmente si se acompaña de miosis o estupor. Aunque el cambio más frecuente en los signos vitales es la disminución de la frecuencia respiratoria, es común que los pacientes tengan una frecuencia cardíaca más baja de lo normal. La miosis por sí sola es insuficiente para inferir el diagnóstico de intoxicación por opioides.
 La ingestión de múltiples medicamentos puede causar pupilas reactivas o midriáticas como ocurre con el uso de meperidina, propoxifeno o tramadol. Por otro lado, la sobredosis de fármacos antipsicóticos, agentes anticonvulsivos, etanol y otros sedantes pueden causar coma y miosis, pero la depresión respiratoria, que define la toxicidad de los opioides, suele estar ausente. La hipoxemia en pacientes que respiran aire ambiente y con ventilación adecuada con concentraciones normales de dióxido de carbono arterial a menudo es causada por edema pulmonar que se hace evidente más tarde en el curso del paciente. Hay varias causas potenciales de edema pulmonar, una de las cuales es un intento de esfuerzo respiratorio contra una glotis cerrada, lo que conduce a una disminución de la presión intratorácica, lo que provoca que se produzca una fuga de líquido. Otra causa de edema pulmonar en estos pacientes es la aparición de una lesión pulmonar aguda por un mecanismo similar al postulado para el edema pulmonar neurogénico, cuando pueden ocurrir respuestas simpáticasvasoactivas al estrés que ocurren después de la reversión de la intoxicación, causando congestión de los capilares pulmonares. La hipotermia puede surgir cuando el paciente está expuesto a un ambiente frío o por los intentos erróneos de los transeúntes de revertir la intoxicación por opioides en un paciente en un ambiente húmedo. Además, las personas que han estado inmóviles en un estupor inducido por opioides pueden desarrollar rabdomiólisis e insuficiencia renal mioglobinúrica y síndrome compartimental. Otras anormalidades de laboratorio incluyen concentraciones elevadas de transaminasas séricas en asociación con daño hepático causado por/o paracetamol o isquemia. Se han asociado convulsiones con sobredosis de tramadol, propoxifeno y meperidina, se ha descrito prolongación del intervalo QT principalmente con metadona, propoxifeno y oxicodona, mientras que el síndrome serotoninérgico es más frecuente con meperidina.
Diagnostico
Debido a su potencial de abuso y dependencia, los opioides están regulados y controlados por ley en muchos países. Desafortunadamente, el abuso de opioides se ha convertido en un problema de salud pública en muchos lugares, con un aumento significativo en el número de sobredosis y muertes relacionadas con el mal uso de estas sustancias.
Por esta razón, es importante que los opioides se receten solo cuando los indique y los controle cuidadosamente un profesional de la salud calificado. Además, es fundamental educar a pacientes y profesionales de la salud sobre los riesgos y beneficios del uso de opioides, así como promover el acceso a tratamientos alternativos para el manejo del dolor.
El diagnóstico de la adicción a los opioides generalmente se basa en una combinación de síntomas y comportamientos. Algunos de los signos y síntomas que pueden indicar adicción a los opioides incluyen: 
1. Dificultad para controlar el uso de opioides.
2. Uso continuo de opioides, incluso cuando el paciente sufre consecuencias negativas
3. Desarrollo de la tolerancia, donde se necesitan dosis crecientes para sentir los mismos efectos
4. Síntomas de abstinencia como náuseas, vómitos, dolor, ansiedad e insomnio
5. Continúa usando opioides a pesar de intentar detener o reducir el uso
6. Cambios en los hábitos de sueño y alimentación
7. Aislamiento social y falta de interés en actividades que solían ser agradables.
El diagnóstico de dependencia de opiáceos generalmente lo realiza un profesional de la salud calificado, como un médico, un psiquiatra o un terapeuta. Algunos de los pasos comunes para diagnosticar el uso de opioides incluyen:
1. Llevar a cabo una evaluación completa de la salud física y mental del paciente, incluidos los antecedentes médicos y de drogas.
2. Evaluar los síntomas que presenta el paciente, tales como dolor crónico, ansiedad, depresión, insomnio, cambios de humor y comportamiento.
3. Realizar pruebas de laboratorio para detectar la presencia de opiáceos en el organismo del paciente, como análisis de orina o de sangre.
4. Investigar el historial de uso de drogas del paciente, incluidas las recetas de opioides, las compras ilegales o el uso de heroína.
5. Evaluar la gravedad del uso de opioides, incluidos factores como la frecuencia, la dosis y la duración del uso.
6. Diagnosticar la presencia de trastornos por uso de sustancias, como la dependencia de opiáceos.
Los 10 tipos más comunes de opioides legales e ilegales incluyen:
1. Morfina
2. Codeína
3. Oxicodona (Oxycontin)
4. Hidrocodona (Vicodin)
5. Fentanilo
6. Metadona
7. Tramadol
8. Meperidina (Demerol)
9. Heroína
10. Metadona
Los médicos prescriben legalmente morfina, codeína, oxicodona e hidrocodona para tratar el dolor. La metadona y el tramadol son agonistas de los receptores de opioides y se pueden usar para tratar el dolor y la dependencia de los opioides. El fentanilo es un potente analgésico que se utiliza en situaciones clínicas específicas, mientras que la meperidina se utiliza en algunas cirugías. La heroína es un opioide ilegal altamente adictivo y la metadona también se puede usar ilegalmente.
Si bien son eficaces para controlar el dolor, los opioides también pueden causar efectos secundarios como náuseas, vómitos, estreñimiento, somnolencia, confusión y depresión respiratoria, que pueden ser graves e incluso mortales.
Tratamiento
La intoxicación por opioides es una afección grave que requiere tratamiento médico inmediato. El tratamiento de la intoxicación por opioides puede variar según la gravedad de la intoxicación y la salud general de la persona.
1. Naloxona
La naloxona es un fármaco que se utiliza a menudo en el tratamiento de la intoxicación por opioides. La naloxona es un antagonista de los opioides que puede revertir rápidamente los efectos de dos opioides, incluida la depresión respiratoria que puede provocar una sobredosis. La naloxona se puede administrar por inyección o por aerosol nasal. La dosis y el modo de administración varían según la gravedad de la intoxicación y el tipo de opioide involucrado. Naloxona 0,4 mg a 2 mg IV (para niños < 20 kg, 0,1 mg/kg)
2. Soporte respiratorio
En casos graves de intoxicación por opioides, las personas pueden necesitar asistencia respiratoria, como intubación y ventilación mecánica. Es necesario cuando la persona tiene una frecuencia respiratoria muy baja o una pausa en la respiración. Es importante monitorear constantemente la respiración y la oxigenación de la persona para evitar complicaciones.
3. Seguimiento médico
Las personas con intoxicación por opioides deben ser supervisadas de cerca por un profesional de la salud durante el tratamiento. Esto incluye monitorear la frecuencia cardíaca, la presión arterial, dos niveles de oxígeno y otros signos de disfunción. Además, la persona puede requerir pruebas de laboratorio para evaluar el nivel de opioides en la sangre y otros problemas de salud relacionados con la intoxicación.
4. Tratamiento de apoyo
Además del tratamiento específico para la intoxicación por opioides, las personas pueden necesitar atención de apoyo para controlar otros síntomas, como convulsiones, deshidratación o latidos cardíacos rápidos. La atención de apoyo puede incluir administrar líquidos por vía intravenosa, medicamentos para controlar la presión arterial y controlar los síntomas de abstinencia si una persona tiene dependencia física de los opioides.
La clínica de tratamiento de intoxicación por opioides puede variar según el lugar donde se brinde el tratamiento. En un hospital, las personas pueden ser ingresadas para monitoreo y tratamiento por envenenamiento. En un centro de rehabilitación o clínica de tratamiento de adicciones, las personas pueden recibir apoyo médico y psicológico para prevenir futuras intoxicaciones y tratar la adicción.
En conclusión, el tratamiento de la intoxicación por opioides implica la administración de naloxona, soporte respiratorio y seguimiento médico. Además, es posible que se necesite atención de apoyo para controlar otros síntomas. La clínica de tratamiento de intoxicación por opioides puede variar según el lugar donde se realice el tratamiento, pero es importante que la persona reciba el apoyo médico y psicológico adecuado para prevenir futuras intoxicaciones y tratar la adicción.
Prevención
Las sobredosis de opioides a menudo se pueden prevenir. Los protocolos claros para el personal de los departamentos de emergencia y los centros de atención de urgencia pueden reducir las recetas de opioides para las personas que se presentan en estos entornos y que tienen comportamientos de búsqueda de drogas o que tienen antecedentes de abuso de sustancias. Los comportamientos de búsqueda de medicamentos incluyen, entre otros, obsesión o impaciencia cuando se trata de obtener medicamentos, buscar múltiples medicamentos complementarios para el dolor y una presentación fisiológica inconsistente. Un programa de control de recetas puede ayudar a determinar si una persona está recibiendo dosis altas de opioides o combinaciones de medicamentos, como benzodiazepinas y opioides, que la ponenen alto riesgo. Una cantidad limitada de evidencia sugiere que la terapia con opioides con formulaciones de liberación prolongada o de acción prolongada puede aumentar el riesgo de sobredosis no intencional en comparación con los agentes de acción más corta. Se recomienda el cribado de rutina utilizando herramientas como el CAGE-AID y el Drug Abuse Screening Test (DAST-10) en adultos y el CRAFFT en personas de 14 a 18 años. Otros comportamientos de "búsqueda de drogas" e indicaciones físicas del uso de drogas deben usarse como pistas para realizar pruebas formales.
 Hay varios tratamientos asistidos por fármacos disponibles para personas con trastorno por consumo de opiáceos o dependencia de opiáceos, que corren un mayor riesgo de sufrir una sobredosis de opiáceos. La selección del tratamiento depende de varios factores, como la preferencia de la persona, la accesibilidad y el historial de tratamiento. Ejemplos de tratamientos asistidos por medicamentos son la buprenorfina (con o sin naloxona), la naltrexona y la metadona. Los grupos de apoyo de pares tienen evidencia tentativa de beneficio. También hay algunas pruebas que indican beneficios en los programas comunitarios de educación sobre sobredosis y distribución de naloxona. La buprenorfina y la metadona pueden ayudar a disminuir los antojos de drogas. La combinación de tratamientos farmacológicos con terapia conductual, como grupos de apoyo o recuperación, puede aumentar la probabilidad de superar la adicción y reducir el riesgo de sobredosis de opioides.
Las personas diagnosticadas con dependencia de opiáceos deben recibir naloxona para prevenir una sobredosis y deben derivarse a una de las opciones de tratamiento disponibles, como programas de intercambio de agujas y centros de tratamiento. También se recomienda recetar naloxona cuando existen factores de riesgo de sobredosis de opioides, como antecedentes de sobredosis, trastorno por uso de sustancias o dosis más altas de opioides. También se puede realizar una breve entrevista motivacional y se ha demostrado que mejora la motivación de las personas para cambiar su comportamiento. A pesar de estas oportunidades, la difusión de las intervenciones de prevención en los Estados Unidos se ha visto obstaculizada por la falta de coordinación y la lenta respuesta del gobierno federal.
En los Estados Unidos, 49 estados y el Distrito de Columbia han ampliado el acceso a la naloxona a nivel de farmacia a través de una orden permanente, una orden de protocolo, un acuerdo de práctica colaborativa específico de naloxona o una autoridad de prescripción farmacéutica.
 La Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias (EE. UU.) organiza una celebración anual de salud conocida como Semana Nacional de Prevención. Cada tercera semana de mayo, alientan a las comunidades de todo el país a unirse para compartir historias positivas sobre la salud mental y del comportamiento y la importancia de implementar métodos de prevención. También patrocinan el Mes de la Recuperación cada septiembre. El Mes de la Recuperación tiene como objetivo crear conciencia sobre los trastornos mentales y el uso de sustancias y honrar a las personas que se recuperan al promover el mensaje positivo de que la prevención funciona y el tratamiento es efectivo.
Conclusión
La intoxicación por opioides se asocia con su uso excesivo agudo (sobredosis) y crónico (dependencia), teniendo el efecto de alterar la fosforilación de los receptores opioides, lo que modifica la capacidad de estos receptores para interactuar con sus ligandos o una proteína G, la disminución en esta proteína G disminuye la sensibilidad funcional de los receptores, lo que provoca tolerancia, siendo necesaria una mayor dosificación para su efecto terapéutico y acumulando más efectos tóxicos. El mecanismo de acción de la intoxicación aguda está dado por la inhibición de las neuronas del LC - locus coeruleus, por la regulación de dos tipos de canales: el aumento de la activación de los canales de K+, y la inhibición de la despolarización lenta en canales catiónicos inespecíficos. La regulación de los cationes opioides está mediada por una caída inducida por la proteína G en el monofosfato cíclico de AMPc-adenosina 3,5 a nivel neural. El AMPc inducido por opioides conduce a una alteración en la conducta del canal catiónico de despolarización lenta, esta conducta es responsable de los cambios asociados a la dependencia física por el uso prolongado. La exposición prolongada de los compuestos en el LC ha mostrado un aumento en los niveles de adenilato ciclasa, AMPc dependiente, proteína quinasa y algunas fosfoproteínas, como la tirosina y la hidroxilasa. La droga ilícita heroína es muy liposoluble en comparación con la morfina, por lo tanto atraviesa fácilmente la barrera hematoencefálica y provoca su efecto en el SNC, su principal efecto es la euforia, que provoca adicción con mayor facilidad que otros opioides.
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12. SANAR. Farmacologia dos Opiodes: tudo que você precisa saber! Disponível em: <https://www.sanarsaude.com/portal/carreiras/artigos-noticias/farmacia-farmacologia-artigo-opiodes-tudo-em-um-so-lugar>. 
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