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24Capítulo Javier Ambrosio Hernández Contenido ■ Introducción ■ Características generales del parásito ■ Ciclo biológico y manifestaciones clínicas ■ Diagnóstico ■ Tratamiento ■ Prevención ■ Epidemiología que algunas veces fue citado indirectamente en escritos mé- dicos clásicos, entre los que destacan el papiro de Ebers, el Corpus Hippocratorum y los trabajos de Celso y Avicena (Cox, 2002), desde entonces ya se sabía que estos gusanos pertenecían al género Taenia. Por sus características morfo- lógicas Lineo los clasifi có como Taenia lata, aunque también han recibido otros nombres como Bothriocephalus latus, Di- bothriocephalus latus, Bothriocephalus taenioides y Dibo- thriocephalus minor. Asimismo, por su importancia médica se les ha clasifi cado dentro del orden Pseudophyllidea.2 La difi lobotriosis es una enfermedad parasitaria que se observa en personas que viven en regiones lacustres, así como en quienes consumen pescados crudos o poco cocidos, ya que éstos son huéspedes intermediarios de D. latum. Debido a la baja frecuencia con que se presentaba la difi lobotriosis en po- blaciones de algunas regiones del mundo, se consideraba como una enfermedad de amas de casa judías o escandinavas por la costumbre de éstas de probar platillos elaborados con pescado antes de que estuvieran totalmente cocidos. A pesar de que es una parasitosis de grandes poblacio- nes y D. latum sólo se relaciona con los hábitos de vida y alimenticios de los seres humanos, es un parásito conocido. Tan sólo en una búsqueda usando como palabra clave el nombre del parásito en Google se hallaron 2 310 sitios que se refi eren exclusivamente a él.3 Una forma indirecta de encon- trar referencias al parásito es el empleo de la palabra clave anemia megaloblástica o perniciosa, y una vez dentro del sitio elegido es necesario dirigirse a la sección que se refi era Preguntas de evaluación inicial 1. ¿Cómo adquiere la infección el humano? 2 . ¿Qué fase del parásito es eliminada junto con las heces del humano? 3 . El parásito utiliza una vitamina, lo que ocasiona defi ciencia de la misma en el humano. ¿Cuál es dicha vitamina? 4 . ¿Cómo se diagnostica la infección? 5 . ¿Cuál es el tratamiento más empleado contra la infección? Difi lobotriosis Introducción Los gusanos de Diphyllobothrium latum son los más largos que infectan a los seres humanos, y llegan a alcanzar hasta 15 metros de longitud.1 Se les conoce también como gusa- nos de peces, gusanos anchos o tenias anchas debido a lo dilatado de sus proglótidos. Los parásitos pertenecientes al género Diphyllobothrium deben cumplir con las caracterís- ticas anatómicas con las que se les ha defi nido, como dis (doble), phyllon (hoja) y bothros (acanaladura o ventosa). Los parásitos adultos producen la enfermedad conocida como difi lobotriosis o botriocefalosis en sus huéspedes defi - nitivos, reconocida desde la época de los médicos griegos y romanos. El parásito ya era tan conocido en la antigüedad a los factores etiológicos de defi ciencias de vitamina B12. Durante la difi lobotriosis se producen cuadros de anemia grave relacionados con defi ciencias de vitamina B12, tal es la causa de que en el tratamiento, aparte del antiparasitario que se emplee, es necesario restablecer los niveles de vitami- na B12.1 Características generales del parásito Diphyllobothrium latum no es el único parásito del género que infecta a seres humanos, ya que otras especies, como D. pacifi cum, D. cordatum, D. ursi, D. dendriticum, D. lanceo- latum, D. dalliae y D. yonagoensis lo hacen también, aunque con menor frecuencia. Otra enfermedad, también produci- da por D. latum (sólo que rara y que tiene que ver con una de sus formas intermedias de desarrollo, conocida como plerocercoide), es la esparganosis. Se trata de una enferme- dad relacionada con huéspedes considerados poco comunes para esta forma parasitaria y que, en el caso de los seres hu- manos, se presenta por ingestión accidental de copépodos, o bien por consumo de carne mal cocida de animales huéspe- des, como anfi bios, reptiles, pájaros y cerdos.4 Los parásitos adultos de D. latum son organismos de importancia médica, además de T. solium, T. saginata, Tae- nia asiatica e H. nana, los cuales han sido clasifi cados den- tro del orden Cyclophyllidea.2 Aunque en el siglo xviii se encontró cierta asociación entre la difi lobotriosis y las perso- nas cuya dieta principal era el pescado, no fue fácil defi nir el ciclo de vida de D. latum a causa de que participan tres tipos de huéspedes: los copépodos o crustáceos pequeños, los pe- ces y el humano. Esta defi nición se logró casi un siglo des- pués de 1790. La difi lobotriosis es una infección que puede persistir mucho tiempo en los individuos que la padecen, debido a que la mayoría de las veces es asintomática. Empero, existen manifestaciones clínicas que podrían ser resultado de la in- fección, como distensión abdominal, calambres abdomina- les intermitentes, fl atulencia, diarrea, vómito y pérdida de peso. Muchos de los problemas abdominales pueden co- menzar 10 días después del consumo de pescado crudo o mal cocido. La defi ciencia de vitamina B12 y la anemia per- niciosa son otras de las manifestaciones que suelen presen- tarse durante la infección. Ya se demostró que el parásito capta en forma selectiva la vitamina en pacientes con D. la- tum y, además, quizá compita por la captación de dicha vi- tamina con el huésped. Cuando las infecciones son masivas, los parásitos podrían captar toda la vitamina disponible, lo que generaría los cuadros clínicos más graves de anemia megaloblástica. Al parecer hay individuos que son más sus- ceptibles que otros a estas condiciones de uso de la vitamina B12, y pueden llegar a padecer anemia megaloblástica. Los síntomas de este padecimiento son palidez, glositis y pérdi- da de las papilas de la lengua. Es de llamar la atención el caso de Finlandia, ya que a pesar de ser considerado como un país con alta prevalencia de D. latum, no se encontraron casos relacionados con anemia durante un periodo de tres años. Existen posibilidades de obstrucción intestinal en caso de infecciones masivas. Debido al movimiento que presen- tan los proglótidos, éstos pueden migrar y provocar proble- mas de colecistitis o colangitis. Además, la parasitosis podría ocasionar otro cuadro clínico relacionado con síntomas neu- rológicos, como entorpecimiento, pérdida del sentido de la vibración y debilidad.1,4,5,6 Una de las características de los parásitos adultos de D. latum es que sus proglótidos grávidos tienen la capacidad de liberar huevos en forma periódica mediante los poros uteri- nos, sin que haya destrucción de la cadena estrobilar. La perio- dicidad de tal expulsión podría ocasionar que se liberen hasta un millón de huevos por día, aunque su viabilidad se pierde con rapidez en caso de desecación o putrefacción. Estos hue- vos, que en promedio miden 6 44 micras, se caracterizan por ser anchos, ovoides, operculados (fi gura 24-1), contienen em- briones inmaduros cuando se realiza la ovoposición y son ex- pulsados en las heces. Debido a las condiciones de humedad y temperatura (15 a 25 °C) que el medio acuoso ofrece a los huevos, éstos sufren una transformación que les permite desarrollarse hasta coracidios los cuales, a su vez, tienen la capacidad de Figura 24-1 Huevos de D. latum. Como se aprecia en la morfología de los huevos que se presentan, todos pueden mostrar una forma oval o elipsoidal con un opérculo en uno de sus extremos (señalado por la fl echa), el cual puede presentarse en forma de botón.7 Capítulo 24 Difi lobotriosis184 sanos mudan o se deshacen de sus proglótidos gastados re- cibe el nombre en inglés de anapolytic.4 Ciclo biológico y manifestaciones clínicas Como ya se mencionó, para mantener y completar su ciclo de vida los parásitos del género Diphyllobothriidae requie- ren forzosamente varios estadios parasitarios: huevo, cora- cidio (que es elestadio de vida libre de corta duración en el agua y el primer estadio larvario), un segundo estadio lar- vario o procercoide, un tercer estadio larvario o plerocer- coide, y una tenia o parásito adulto. Un sitio recomendable para consultar lo referente al ciclo de vida de este parásito es el de la división de enfermedades parasitarias de los CDC (Centers for Disease Control and Prevention) de Atlanta, EUA.5 Las dos formas larvarias requieren huéspedes inter- mediarios, como los copépodos y los peces, en tanto que los huéspedes defi nitivos, como el humano, son importantes para mantener el ciclo.1,4 De acuerdo con el ciclo de vida, el humano infectado por tenia de D. latum es la causa principal de que se man- tenga la infección. Si las heces del humano infectado alcan- zan sitios de agua dulce, los huevos liberados encuentran en este ambiente las condiciones perfectas para que sus em- briones maduren, eclosionen y sean liberados en forma de coracidios en un lapso aproximado de 12 horas. Estos cora- cidios tienen la capacidad de nadar libremente, lo que au- menta las posibilidades de que los ingieran los copépodos, en los cuales el embrión se desprende de su cubierta ciliada y penetra a la cavidad hemal. Luego de 2 a 3 semanas los embriones se transforman en larva procercoide. Si en ese lapso los copépodos fueran ingeridos por peces, las larvas se abrirían paso a través de los tejidos del pez y se instalarían libremente en sus fi bras musculares. Después de haberse instalado, la larva procercoide se transforma en una larva plerocercoide o espargano. El ser humano puede infectarse de manera accidental con las dos primeras formas larvarias de D. latum y sufrir esparganosis; el humano se infecta casi siempre con los pa- rásitos adultos; dicha contaminación puede ser resultado de la ingestión de copépodos infectados, así como de anfi bios, nadar libremente hasta que los copépodos los ingieren. En- tre éstos destacan Diaptomus vulgaris (el más común), D. gracilis, D. gracilioides, D. denticornis y Cyclops strenuus. En el intestino medio de los crustáceos, los embriones que se encuentran dentro de los coracidios abandonan su cubierta ciliada, y por medio de sus tres pares de ganchos penetran hasta la cavidad hemal de los crustáceos, en donde se trans- forman hasta la forma larvaria o procercoide y alcanzan hasta 600 micrómetros de largo. Los procercoides permane- cen dentro de los copépodos hasta que éstos son ingeridos por los segundos huéspedes intermediarios, que son algu- nos peces de agua dulce como el salmón. Luego de atravesar el intestino de los peces y haber llegado a sus músculos, los procercoides se transforman en plerocercoides o esparga- nos. Estas larvas son brillantes, de color blanco y poseen una polaridad anteroposterior y un extremo anterior inva- ginado, pero carecen de escólex y no están segmentadas. Puede ocurrir que los peces que ingirieron a los copépodos infectados sean peces pequeños y que, a su vez, sean ingeri- dos por peces más grandes como los lucios, las truchas o el salmón. Así, estos huéspedes intermediarios más grandes se convierten en huéspedes paraténicos en los que los plero- cercoides también migran hacia sus tejidos musculares. En dichos huéspedes alcanzan dimensiones visibles al ojo hu- mano; en pescados sin cocer tienen la apariencia de una masa blanca adherida al tejido muscular.4 El desarrollo de los plerocercoides hasta parásitos adul- tos sucede cuando los huéspedes defi nitivos, como perros, gatos, cerdos, lobos, zorros, osos y seres humanos ingieren los pescados infectados. Los gusanos que se forman, una vez adheridos al intestino (fi gura 24-2), sobreviven dentro de estos huéspedes por mucho tiempo (Willms, Sotelo, 2001). Aunque los perros pueden infectarse con facilidad, los gu- sanos que se desarrollan alcanzan menor tamaño y su vida es mucho más corta que la que llegan a tener en el humano. Por consiguiente, los huevos que se producen tienen menor viabilidad. Los parásitos adultos presentan las regiones clá- sicas que caracterizan a los ténidos: una porción cefálica que es similar a un dedo y que presenta un escólex con bo- trios en las superfi cies dorsal y ventral, un cuello no seg- mentado y más largo que la cabeza, y un estróbilo largo en el que se distinguen con claridad los proglótidos. Estas últi- mas, al igual que en los ténidos, se localizan en la porción estrobilar dependiendo de su grado de desarrollo y diferen- ciación; las grávidas son las últimas, y en ellas se encuentran los huevos. Sin embargo, a diferencia de los cestodos ciclofi - lideos, los proglótidos maduros en estos parásitos son más anchos y prácticamente están ocupados por los órganos sexuales. En este grupo de cestodos no existe una diferencia clara entre los proglótidos grávidos y los maduros. No obs- tante, en el caso de los primeros se dice que presentan como característica un útero en forma de roseta.4 No existe una separación del estróbilo de los proglótidos más distales, como en los ténidos, ya que cuando dejan de funcionar se desintegran en forma gradual. Este fenómeno en que los gu- Figura 24-2 Proglótidos de D. latum. En la porción estrobilar que se presenta aquí se muestran proglótidos de longitud variable. Estos pro- glótidos son anchos, a diferencia de los encontrados en otros ténidos.7 Ciclo biológico y manifestaciones clínicas 185 reptiles, pájaros o cerdos mal cocinados. Como en los peces grandes, los plerocercoides migran a través de los tejidos musculares de los humanos, y una vez ahí inducen la forma- ción de nódulos debido a la reacción del huésped. Los pará- sitos son muy peligrosos en esos sitios y llegan a sobrevivir muchos años. En algunas personas proliferan y llegan a en- contrarse grandes cantidades de ellos en los tejidos.4 Según la dinámica de la cadena alimenticia, los peces pequeños infectados con esparganos sirven de alimento a grandes peces comestibles, los cuales también resultan infec- tados con estas formas larvarias, que terminan por alojarse en sus tejidos musculares. Cuando los huéspedes defi nitivos consumen estos peces comestibles infectados, crudos o coci- dos inadecuadamente, se infectan con plerocercoides. Ya en el interior de estos huéspedes, los plerocercoides se desarro- llan hasta parásitos adultos inmaduros y luego maduran una vez fi jos en el intestino delgado del huésped. El proceso de maduración se ve refl ejado luego de 5 a 6 semanas, tiempo en el cual el huésped empieza a arrojar huevos junto con sus he- ces, con lo cual se cierra el ciclo de vida de D. latum. Diagnóstico El diagnóstico específi co de difi lobotriosis se logra con la identifi cación microscópica de los huevos arrojados en las heces de los pacientes. Los huevos son tan numerosos que no se requiere aplicar técnicas de concentración, pero sí pueden ser concentrados mediante sedimentación. Aunque los huevos presentan una morfología clásica, ya que son operculados y dan la impresión de presentar un tapón en uno de sus extremos, es necesario diferenciarlos de los hue- vos de Nanophyetus spp. Otra forma de diagnóstico macros- cópico es la observación de pequeñas cadenas de proglótidos que se encuentren en las heces.5,6 Tratamiento Se recomienda como fármaco de elección el praziquantel (5-10 mg/kg en una sola dosis), así como la administración parenteral de vitamina B12 para suplir la defi ciencia causada por la parasitosis. Otro fármaco que ha sido utilizado con éxito y efectividad es la niclosamida.4,5 Prevención Debido a que los hábitos alimenticios de la población humana y las heces de los seres humanos infectados son las causas de que se mantenga el ciclo de vida, se recomienda considerar estos factores para evitar la propagación de la enfermedad. En primer lugar es imprescindible la cocción completa de todos los peces de agua dulce sospechosos de estar infectados o congelarlos a –12 °C por lo menos 24 horas. Las aguas negras que se vierten en los ríos o lagosdeben ser tratadas previa- mente con cloro.4 Es necesario tener presente que cuando se practica la pesca en sitios potencialmente contaminados con coraci- dios y los pescados son llevados a otras comunidades leja- nas, se debe inspeccionar éstos para evitar que se propague la enfermedad a otras comunidades. Es recomendable que antes de la preparación de alimentos con pescado crudo o semicocido, como en el caso de platillos de poblaciones ju- días (y sobre todo cuando se preparan a base de lucio), se efectúe una inspección microscópica de fi letes delgados de pescado o de la digestión de los mismos para verifi car la inexistencia de plerocercoides.6 Existen informes que seña- lan que el consumo de sushi de salmón produjo difi lobotrio- sis en seres humanos.6 Es evidente que si se quiere contar con pescados aptos para el consumo humano, se requieren sistemas continuos y efi cientes para la vigilancia y el diag- nóstico de pescado congelado con objeto de evitar aparicio- nes de difi lobotriosis. Epidemiología Hasta la fecha no existen informes de la presencia de esta enfermedad en México, o al menos no se ha dado a conocer ofi cialmente. Sin embargo, en países como Argentina y Cuba se hicieron públicos casos que demostraban la presen- cia de difi lobotrosis. A pesar de que se considera que la en- fermedad por D. latum no existe en países como EUA, se han identifi cado casos por consumo de sushi de salmón. Recientemente se dio a conocer por primera vez en Malasia el caso de un paciente tratado con éxito con prazi- quantel. La enfermedad se considera endémica en países del norte de Europa.1,6 Bibliografía Bouza-Suárez M, Hormilla-Manso G, Dumenigo-Ripoll B et al. Th e fi rst certain case of Diphyllobothrium latum in Cuba. Rev Cub Med Trop 42(1):9-12. 1990. Cox FE. History of human parasitology. Clin Microbiol Rev 15(4):595-612. 2002. Faust EC, Russell PF, Jung RC. Gusanos planos. Morfología, bio- logía y clasifi cación. En: Parasitología clínica. México: Sal- vat, 407. 1983. Rohela M, Jamaiah I, Chan KW. Diphyllobothriasis: the fi rst case report from Malaysia. SE Asian J Trop Med Public Health 33(2):229-30. 2002. Semenas L, Kreiter A, Urbanski J. New cases of human diphyllo- bothriasis in Patagonia, Argentina. Rev Saude Publica 35(2):214-6. 2001. Willms K, Sotelo J. Cestodes. Principles and practice of clinical parasitology. En: Gillespie S, Pearson RD (ed.). John Wiley & Sons 613-633. 2001. Capítulo 24 Difi lobotriosis186 Direcciones en Internet 1. http://www.emedicine.com/ped/topic597.htm 2. http://www.biosci.ohio-state.edu/~parasite/taxonomic_pla- tyhelminthes.html 3. http://www.google.com 4. http://martin.parasitology.mcgill.ca/jimspage/biol/d_latum.htm 5. http://www.cdc.gov/ncidod/dpd/parasites/dipylidium/factsht_ dipylidium.htm 6. http://vm.cfsan.fda.gov/~mow/chap26.html 7. http://www.dpd.cdc.gov/dpdx/HTML/ImageLibrary/Diphyl- lobothriasis_il.htm 1. ¿Por qué no existe la difi lobotriosis en México? 2. ¿Cómo se controlaría la presencia de peces infectados? 3. ¿Qué factores geográfi cos infl uyen en la existencia de esta parasitosis? Preguntas para refl exionar 1. Al consumir peces que no están bien cocidos e infectados con larvas plerocercoides. 2 . Los huevos. 3 . Vitamina B12. 4 . Mediante exámenes coproparasitoscópicos por sedimenta- ción. 5 . Administrar praziquantel. Respuestas a las preguntas de evaluación inicial Respuestas a las preguntas de evaluación inicial 187 Capítulo 24. Difi lobotriosis
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