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DOCUMENTO DE ESTUDIO - delito lavado de activos

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UNIDAD VII Y DELITO DE ENCUBRIMIENTO Y LAVADO DE DINERO – MODIFICACIONES DE LAS LEYES 25246/00 Y 26683/11
ENCUBRIMIENTO:
UBICACIÓN EN EL CODIGO PENAL ARGENTINO: Código Penal Comentado y Anotado Parte Especial ANDRÉS JOSÉ D'ALESSIO. Editorial La Ley.
La ley 25246 del 10 de mayo del 2000, introdujo al código penal el delito de lavado de dinero, en el capitulo XIII relativo al encubrimiento, bajo la denominación de “LAVADO DE ACTIVOS DE ORIGEN DELICTIVO”.
La ley 25246 modifica el art. 277 del C. Penal el que ha quedado redactado de la siguiente forma:
 Art. 277.-10 Será reprimido con prisión de seis (6) meses a tres (3) años el que, tras la comisión de un delito ejecutado por otro, en el que no hubiera participado:
a) Ayudare a alguien a eludir las investigaciones de la autoridad o a sustraerse a la acción de ésta.
b) Ocultare, alterare o hiciere desaparecer los rastros, pruebas o instrumentos del delito, o ayudare al autor o partícipe a ocultarlos, alterarlos o hacerlos desaparecer.
c) Adquiriere, recibiere u ocultare dinero, cosas o efectos provenientes
de un delito.
d) No denunciare la perpetración de un delito o no individualizare al
autor o partícipe de un delito ya conocido, cuando estuviere obligado a promover la persecución penal de un delito de esa índole.
e) Asegurare o ayudare al autor o partícipe a asegurar el producto o provecho del delito.
2° En el caso del inc. 1°, c), precedente, la pena mínima será de un (1) mes de prisión, si, de acuerdo con las circunstancias, el autor podía sospechar que provenían de un delito.
3° La escala penal será aumentada al doble de su mínimo y máximo, cuando:
a) El hecho precedente fuera un delito especialmente grave, siendo tal
Aquel cuya pena mínima fuera superior a tres (3) años de prisión.
b) El autor actuare con ánimo de lucro.
c) El autor se dedicare con habitualidad a la comisión de hechos de encubrimiento.
d) El autor fuere funcionario público.
La agravación de la escala penal prevista en este inciso sólo operará una
vez, aun cuando concurrieren más de una de sus circunstancias calificantes.
En este caso, el tribunal podrá tomar en cuenta la pluralidad de causales
al individualizar la pena.
4° Están exentos de responsabilidad criminal los que hubieren obrado
en favor del cónyuge, de un pariente cuyo vínculo no excediere del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad o de un amigo íntimo o persona a la que se debiese especial gratitud. La exención no rige respecto de los cas,?s del inc. 1°, e), ydel inc. 3°, b).
1. CONSIDERACIONES SOBRE EL BIEN JURÍDICO PROTEGIDO
Las modificaciones introducidas a este Capítulo por la ley 25.246 no han afectado el bien jurídico tutelado, que continúa siendo, para la mayoría de la doctrina, la administración de justicia, la que puede verse perturbada o entorpecida, en la individualización de los autores y partícipes de un delito, en virtud de la conducta desplegada por el encubridor 790.
A pesar de ello dicha realidad no da razón de todos los aspectos implicados en el encubrimiento, ya que algunos entienden que lo relevante, más que la administración de justicia, es el bien jurídico del hecho previo, es decir del hecho encubierto. Conforme a la redacción actual, en la que se prevén formas agravadas de encubrimiento (en virtud del ilícito que se encubre), lo que denota que el legislador ha querido dar trascendencia no sólo al acto en sí de encubrir sino también a analizar qué es lo que en definitiva sé encubre, cabría también indagar sobre esta segunda posibilidad. Al respecto, la doctrina ha asumido distintas posturas.
Según Núñez, las figuras descriptas en este Título lesionan la administración de justicia, en tanto su comisión interfiere, o entorpece, la acción policial o judicial dirigida a comprobar la existencia de un delito y decidir la responsabilidad y castigo de los partícipes 791. Este mismo autor ha señalado que el encubrimiento es un hecho en (790) STRACCHIA y otro, op. cit., p. 403.(791) N(¡J';EZ, op. cil., p. 175. Art.277 CÓDIGO PENAL 904
sí mismo delictivo que, no constituyendo un aporte material o moral para la concreción de un delito, implica a su respecto una ayuda posterior a su ejecución, mediante una de las conductas tipificadas por la ley. 792.
En igual sentido, Creus sostiene que el bien jurídico tutelado es la administración de justicia, cuya actividad en la individualización de los autores y partícipes de delitos o en la recuperación de los objetos puede verse perturbada por la conducta del encubridor 793.
En la postura de dar relevancia al bien jurídico tutelado por el delito encubierto, es importante tener en cuenta la opinión de Scimé, quien señala que "El encubrimiento es un delito que no obra por sí mismo, es decir no lesiona individualmente un bien jurídico propio como base delictiva absoluta tipificada expresamente por sí, sino que aun siendo su conformación la de una conducta que afecta en Su caso la administración de justicia, configura un hecho vinculado indefectiblemente con otro delito, que resultará ser el que se habría encubierto en el hecho de referencia"79'1.
En esa misma línea, Fontán Balestra entiende que el requisito que presupone para la existencia del encubrimiento la comisión de otro delito (anterior) resulta un obstáculo para alcanzar su autonomía y para la correcta determinación del bien jurídico lesionado 795.
Si bien de un modo indirecto (ya que lo que debía resolver eran cuestiones de competencia), la Corte Suprema, en reiteradas ocasiones, entendió que el encubrimiento afecta a la "administración de justicia" 796, siendo ésta la opinión unánime de nuestros tribunales.
2. PRESUPUESTOS y CONDICIONES COMUNES PARA LA EXISTENCIA
DEL DELITO DE ENCUBRIMIENTO
La configuración de este tipo penal, impone la concurrencia de ciertas condiciones o presupuestos, que resultan comunes a todas las hipótesis, a saber:
- Comisión de un delito anterior;
- Intervención del sujeto activo con posterioridad al delito preexistente del que no participa;
- Inexistencia de una promesa anterior.
2.1. DELITO ANTERIOR
La redacción actual del art. 277 ha abandonado la antigua expresión "sin promesa anterior al delito" por una mejor técnica legislatiya. que separa claramente la participación del encubrimiento al individualizar la conducta merecedora de pena con la expresión "El que tras la comisión de un delito ejecutado por otro, en el que no hubiera participado", De ello se deduce que sólo es posible hablar de encubrimiento sobre la base de un delito previo, del que no se ha participado. Al referirse a "delito previo", Creus 799 sostiene que la norma se refiere a un hecho típicamente penal, conforme al código de fondo, leyes complementarias y especiales (Núñez800 excluye estas últimas), quedando excluidas por tanto, las faltas o ilícitos de naturaleza no penal y las contravenciones.
El delito preexistente; a decir de Oderigo, puede ser doloso, culposo o preterintencional, reprimido con pena corporal o de cualquier otra especie 801. ((792) NOÑEz, op. cit., p. 178. (793) CREUS, "Derecho ... ", p. 339. (794) SCIMÉ, op. cit., p. 118. (795) FOKTÁN BALESTRA, op. cit., p. 439. (796) CS, Fallos: 300:884; o bien en "Daguerrre. Omar y otro". rta. 1998/03/29, publicada en La Ley, 1989-C, 656; o bien, "Del Ribero, I'abián", rta. 1996i02/27, publicada en La Ley, 1996-C, 669. (797) No obstante las condiciones que deben ad\'ertirse en todos los casos, es pacífica la opinión en cuanto a que "el encubrimiento, en cualquiera de sus formas. si bien presupone un delito anterior al cual sucede, es, en su naturaleza, independiente y distinto de él", CNCasación Penal, sala IH, "Puche, Néstor", rta. 1997/10/27, en La Ley, 2000-F, 402. (798) MOREKO, op. cit., p. 336; ~Ü:\;EZ, op. cit., p. 17S. 905 DELITOS CO~TR .. \ LA AD.\\I~ISTRACION PUBLICA Art.277)
Según Núñez, es indiferente que el delito anterior sea perseguible por acción pública de oficio o dependiente de instancia privada o que lo sea sólo por acción privada. Lo relevante es que al momento de ejecutarse el encubrimiento esté expedita la persecuciónpenal del delito. En los delitos de acción privada, el encubrimiento sólo es posible en la medida en que el ofendido prosiga la acción R02.
El delito anterior o previo tiene que haber existido realmente: el favorecimiento del perseguido por un delito inexistente o en el que no haya intervenido no es una acción típica 803.
La necesidad de que el delito efectivamente se haya cometido ha sido afirmada por nuestra jurisprudencia 804. Resulta indiferente que el delito que se encubre se haya consumado o no al momento de calificar la conducta del encubridor 805. La norma habla de "comisión" de un delito ejecutado por otro y, en ese sentido, comete un delito tanto quien lo tienta como quien lo consuma. Una vez extinta la pena como consecuencia de una amnistía o de un indulto no existe posibilidad de encubrir, porque como sostiene Soler 806 " ... el delito dejó de existir
como delito y la pena de ser pena". 
Un pronunciamiento absolutorio recaído en el proceso en el que se juzga la comisión del hecho precedente no impide una posterior condena al autor del encubrimiento, siempre que aquella sentencia no hubiere tenido por atípico o justificado el hecho encubierto 807; aunque cabe aclarar que -obviamente- el encubrimiento debe haberse cometido con anterioridad al fallo liberatorio, pues -de otro modo- no se obstaculizaría la acción de la justicia 808. ((799) CREUS, "Derecho ... ", p. 340.
(800) Op. cit., p. 175. (80l) ODERIGO, op. cit., p. 398. (802) N(¡ÑEZ, op. cit., p. 176. (803) CREUS, "Derecho ... ", p. 340. (804) MILú:O<, op. cit., p.49, citando CNCrim. y Corree., causa 9488 "Sáenz Valiente", del 1968/07/30: "La existencia del delito allterior es presupuesto esencial del encubrimiento, no su simple inferencia': Ibídem Fallos: t. VI, pág. 186; JA, 1965-IV-361; La Ley, 97-500. También CNCrim. y Corree., sala VII, "Oviedo, José", rta. 1991/03/05, "Para la configuración del delito de encubrimiento resulta presupuesto indispensable la existencia de un delito anterior", en La Ley, 1992-B, 603; o bien CNCrim. y Corree., sala VII, "MOREi'iO, Manuel", rta. 1992/09/04: "Es presupuesto imprescindible para la configuración del encubrimiento la existencia de un delito anterior y no tan sólo su inferencia", en La Ley, 1995-A, 492. (805) SOLER, op. cit., p. 328. (806) Op. cit., p. 330. (807) Sobre la atipicidad de la conducta de quien encubre un hecho justificado confrontar DONNA, op. cit., p. 473 Y BUOMPADRE, op. cit., p. 470. (808) FONTAN BALESTRA, op. cit., p. 450.
Art.277 CODIGO PENAL 906)
En los casos en que media inimputabilidad -u otra causa de inculpabilidad del autor del hecho encubierto, o alguna excusa absolutoria en su favor, la doctrina ha considerado que no se excluye la tipicidad del encubrimiento 809, de modo que para satisfacer la exigencia del "delito" precedente bastaría con la corroboración de un injusto penal. Sin embargo, dado que en la dogmática existe cierto consenso respecto de que un delito es una acción típica, antijurídica y culpable, en los citados supuestos de inculpabilidad del autor del hecho precedente no resultará fácil afirmar que lo que se ha encubierto es, efectivamente, un delito. Con respecto a la posibilidad de encubrir delitos prescriptos, la doctrina 810 es pacífica a! diferenciar el caso en que el encubrimiento haya ocurrido con anterioridad a la prescripción de la acción, de aquel en que el encubrimiento se produce una vez prescripta la acción penal por el delito principal, siendo delictiva la conducta en la primera hipótesis y atípica en la segunda.
Nada impide que el delito encubierto sea a su vez un encubrimiento 811.
El delito encubierto puede haber sido cometido en el país o en el extranjero, afirmación válida en particular luego de la reforma introducida por la ley 25.246, que ha contemplado esta posibilidad al analizar las conductas tipificadas como "lavado de dinero" y la característica transnacional de estos delitos.
2.2. INTERVENCIÓN DEL SUJETO ACTIVO CON POSTERIORIDAD AL
DELITO PREEXISTENTE DEL QUE NO PARTICIPA
La conducta encubridora es posterior al delito cuando se produce después de consumado éste o cuando han dejado de producirse los actos que configuran su tentativa, de forma tal que no haya significado un aporte material en el proceso de su producción, sea en calidad de autor, cómplice o instigador. Núñez 812 señala que basta que sólo una parte de la ayuda ocurra antes de la ejecución del delito para excluir el
encubrimiento, debiéndose en este caso analizar la cuestión a la luz de las reglas de la participación crimina!.
Para Donna, la ausencia de la participación en el delito anterior, resulta ser un presupuesto negativo de la figura de encubrimiento. Señala el autor que ello es así ya que la autonomía de la figura existe sólo cuando no puede afirmarse la participación del autor en el delito anterior, dado que si la misma tuvo lugar entrarían a jugar las reglas de la participación criminal 9l3.
La jurisprudencia también ha sido pacífica en cuanto a la exigencia de la no participación en el hecho anterior como requisito ineludible para la configuración del delito de encubrimiento 814.
2.3. INEXISTENCIA DE PROMESA ANTERIOR
Si bien en la actual redacción la ausencia de promesa anterior al delito no se encuentra consignada expresamente, su inexistencia previa es lo que, justamente, permite diferenciar el encubrimiento de la participación. (809) FO:""TÁ:-i BALESTRA, op. cit., p. 450. (810) DÓI\NA, "Derecho ... ", p. 475. (811) BUOMPADRE, op. cit., p. 469. (812) Op. cit., p. 178. (813) DO:-iNA, "Derecho ..... , p. 477. (814) TS Córdoba, sala Crim. y Corree., 1971106/22. '~-\cevedo, P. y otros", EJC, XVI-27: "No puede calificarse el hecho como encubrimiento si el imputado participó en la ejewción del apoderamiento': 907 DELITOS CO'TRA LA AD.\IINISTRACIÓN PUBLICA Art.277 Los actos de favorecimiento que, aunque prestados después de la consumación del hecho o de la cesación de su tentativa, respondan a una promesa previa, excluyen el encubrimiento y configuran casos de complicidad secundaria 815 conforme a lo previsto por el art. 46 del Cód. Penal.
En nuestra legislación, las figuras de encubrimiento y participación son incompatibles: la segunda excluye siempre a la primera, siendo indispensable que el agente se haya obligado a prestar la ayuda posterior y se haya mantenido en esa posición al momento de la ejecución. Señala Soler que el mero conocimiento anterior, sin que medie promesa, no transforma la posterior ayuda en participación 816.
3. FAVORECIMIENTO PERSONAL
La figura que nos ocupa acepta lo que se denomina como favorecimiento ya que la acción desplegada tiende a beneficiar a otro. Este favorecimiento puede ser personal o real, radicando su diferencia en que en el primero la acción recae sobre la persona misma, en tanto que en el segundo recae sobre las cosas 817.
El elemento común está dado en que en ambos casos el agente obra en beneficio de un tercero, a diferencia de lo que ocurre en los casos de receptación, donde el sujeto activo actúa en su propio beneficio, resultando ser ésta la otra forma de cometer el delito de encubrimiento.
La nueva redacción del art. 277 mantiene las dos formas de encubrimiento personal establecidas por el texto anterior, modificándolo solamente en cuanto a su ubicación sistemática, teniendo ahora independencia la una de la otra. Mientras que la redacción anterior incluía ambas en el inc. l°, en la actual éste es subdividido en letras, ubicando la modalidad positiva en el subinc. "a" y la negativa en el "d".
3.1. MODALIDAD POSITIVA (INC. lo "A")
El accionar conminado con pena en el inc. a), consiste en ayudar a alguien a evadir las investigaciones de la autoridad o a sustraerse de la acción de ésta.
3.1.1. ESTRUCTURA TfPICA
Tipo objetivo
a) Sujeto activo: La norma no exige características especiales en el autor de esta modalidad de encubrimiento.
b) Acción típica: La ley habla de prestar ayuda a alguien, entendiéndose por tal la que es idónea para facilitar o posibilitar que la persona favorecida logre eludir las investigacioneso la acción de las autoridades. Debe tratarse de una acción material positiva, de allí el nombre de la modalidad de favorecimiento, siendo indiferente que se logre o r10 el fin buscado. Quedan fuera de esta figura las omisiones, consejos o meros apoyos de contenido moral.(815) TS Santa Cruz, sala I1,1974/06/24, "v. V. J. R. Y otros", BJSC, X-I1I-135: "El encubridor debe ser ajeno al delito cometido,)' no debió haber mediado promesa anterior por parte del autor directo; de no ser así, se lo consideraría partícipe secunriario': (816) SOLER, op. cit., p. 332. (817) FONTÁN BALESTRA, op. cit., p. 453. Art.277 CÓDIGO rENAL 908)
Es indiferente que el favorecido sea un condenado, imputado, procesado o no, o sospechado de un delito 818. 
Lo relevante es que el encubridor conozca esta circunstancia, pues sus fines están dirigidos precisamente a que el sujeto quede sustraído del accionar de la justicia 819.
Finalmente, cabe señalar que la ayuda debe brindarse a alguien, con lo cual se quiere decir que al estar dirigida la acción a un tercero se descarta la punibilidad del auto encubrimiento 820.
Tipo subjetivo
El tipo en cuestión requiere dolo directo, entendido como el efectivo conocimiento de la totalidad de los elementos constitutivos del tipo objetivo, y la voluntad dirigida a beneficiar al favorecido para, de ese modo, entorpecer el accionar de la justicia. No existe consenso en doctrina en punto a las características de ese conocimiento. Para Creus, la sospecha es suficiente para configurar el tipo 821. En tal sentido, equipara la sospecha al conocimiento, agregando a ello la voluntad de ayudar al sujeto con las finalidades típicas descriptas por la ley.
En contra, Scimé entiende que el conocimiento de ese favorecimiento debe ser efectivo y actual y no estar constituido por un simple "debía saber" 822.
Para Donna 823, de acuerdo a la redacción de la norma, el autor debe conocer la existencia de un delito previo y que se está ayudando a eludir la acción de la justicia.
3.1.2. CONSUMACIÓN y TENTATIVA
Conforme Creus 824, esta forma de favorecimiento se consuma con la sola prestación de la ayuda con las finalidades típicas, sin que sea necesario que éstas hayan logrado su objetivo. Tratándose de un delito formal es difícil imaginar la existencia de actos ejecutivos que no sean consumativos. Sin embargo, la doctrina no es conteste en este punto, por lo que debería recurrirse a un estudio más profundizado (en la parte general) para analizar la posibilidad de tentativa en los delitos formales. Al respecto señala Pessoa 825 que en los delitos formales son admisibles tanto la tentativa inacabada como la tentativa inidónea, quedando obviamente excluida la tentativa acabada por implicar la realización completa de la conducta sin producir el resultado, lo cual es imposible en los delitos de esta clase.(818) SOLER, op. cit., p. 34l. (819) SOLER, op. cit., p. 34J. (820) STRACCHIA y otro, op. cit., p. 404. (821) CREUS, "Derecho ... ", op. cit., p. 342. (822) SCIMB, op. cit., p. 118. En idéntico sentido: C:--:Crim. y Correc. sala V. 1994/04/25, "Bernotas", c. 25.994; "El conocimiento de lajinalidad de ese fauorecimiento debe ser positillO y actual y no puede ser sustituido por IIn debía saber por C1/allto resulta necesario probar que el autor haya tenido conocimiento expreso de que la persona a la que se le brinda ese fallorecimiento
se trata de un sujeto requerido por la justicia o q/le debe serlo en uirwd de lo que sabe que ha hecho (SOLER, "Derecho Penal Argen tino': t. 5. p.281 J' ss.) ': (823) Dm;¡-';A, "Derecho .. ,-', p. 483 (824) CREUS, "Derecho ... ", op. cit., p. 353. (825) PESSOA, op. cit., p. 114. 909 .
3.2. MODALIDAD NEGATIVA (INC. lo "D")
3.2.1. ESTRUCTURA TÍPICA
Tipo Objetivo:
a) Sujeto activo: Algunos autores han advertido las dificultades que presenta la nueva redacción del artículo a la hora de determinar quién puede ser sujeto activo de este tipo penal y distinguirlo del autor del delito previsto por el art. 274 del Cód. Penal. 
Las discrepancias doctrinales se centran en el alcance que debe dársele a la expresión "promover la persecución penal de un delito':
Cevasco y Donna sostienen que la actual redacción resulta más restrictiva que la anterior, ya que sólo ciertos funcionarios públicos se encuentran facultados para promover la acción penal y pueden, por ende, ser alcanzados por la figura, mientras que la antigua norma simplemente exigía que el sujeto activo se viese obligado a denunciar el
hecho, abarcándose de este modo una más amplia variedad de sujetos. Con acierto señala Cevasco 827 que "denuncia" y"promoción de la acción" no son sinónimos. Si bien el segundo concepto abarca al primero, la denuncia no siempre implica promoción de la acción, puesto que si una denuncia es desestimada, la acción no ha sido promovida.
El mismo autor caracteriza la figura como un tipo penal en blanco que debe ser completado por las leyes y reglamentos que determinen quiénes son los funcionarios públicos obligados a promover la acción penal. A su vez, afirma que el nuevo texto excluye los profesionales del arte de curar, los cuales si bien se encuentran obligados a denunciar no tienen por función la promoción de la persecución penal.
En el mismo sentido, Donna limita la autoría de este delito a los fiscales, los funcionarios policiales y los jueces en los sistemas inquisitivos o mixtos 828, tesis que hasido acogida por la Cámara Nacional de Casación Penal al señalar que se trata de un "delito de sujeto activo especial cuyo ámbito de posibles autores se circunscribe a los funcionarios del Ministerio Público Fiscal. a los de las fuerzas del orden en su tarea prevencional y, en su caso, a los jueces ... " 829.
Esta interpretación nos confronta con dos problemas distintos. Por un lado, si la autoría de este delito está reservada a funcionarios públicos, la agravante que para ellos prevé el art. 279 del Cód. Penal no resultaría de aplicación. A su vez, resulta dificultoso distinguir el ámbito de aplicación del tipo que nos ocupa del que delimita el art. 274 del Cód. Penal. Los autores mencionados opinan que el conflicto debe ser resuelto de conformidad con las reglas que rigen el concurso de delitos.
Es imposible soslayar que la defectuosa redacción por la que se ha optado pareciera resultar en una superposición normativa que termina por perseguir, a través de dos figuras distintas que contemplan sanciones diferentes, una misma conducta.
Con el fin de evitar una interpretación que afirme la existencia de una inconsecuencia por parte del legislador, parte de la doctrina 830 y de la jurisprudencia 831 han elegido una interpretación más amplia de la norma que permita armonizar la figura en estudio con el resto del Cód. Penal. Así. este otro sector destaca que el concepto de promover la acción penal incluye la actividad de denunciar y, por ende, que ciertos sujetos que se encuentran obligados a denunciar y que no son funcionarios públicos pueden cometer la conducta perseguida por el art. 277, inc. 1 d). (826) CEVASCO, op. cit., p. 25 Y ss. (827) Op. cit., p. 25. (828) DONNA, "Derecho ... ", p. 511. (829) CNCasación Penal, sala III, "Alderete, Víctor slrecurso de casación", reg. 722.01.3, rta. 2001/11/27; también se dijo: "Habida ClIf?Ilta qlle el hecho por el que se inician las actuaciones es anterior a la entrada en uigencia de la citada ley, si se entiende que ésta ha apartado del deber de denunciar la perpetración de un delito a los fllllcionarios plÍblicos que, como el aquí imputado, /la sean de aquellos que se encuentren obligarlos a promo/ler la persecución penal de un delito, por estricta aplicación de la regla preuista en el arto 2° del córl. Penal yen /lirtud de que no rerJestiría la calidad rle sujeto actiuo exigida por dicha disposición, deberá declararse la nulidad de la resolución atacada'; La Ley, 20Q3-A, 84. Art.277 CODIGO rE~AL 910
. b) Situación típica: Conforme a la estructura del tipo, el sujeto activo debe haber tomado conocimiento de la comisión de un delito -que él está obligado a denunciar-,o hallarse interviniendo en una investigación en la que se procura individualizar a los responsables de un ilícito ya conocido.
El nuevo texto ha sustituido la palabra "hecho" por "delito", descartando de este modo la tipificación de la conducta de quien favorezca personalmente al autor de un hecho antijurídico de naturaleza extrapenal.. Por otra parte, cabe destacar que la obligación de denunciar debe tener su origen en la ley 832 (en el orden nacional, véase el arto 177, CPPN).
c) Omisión: La conducta consiste en no denunciar la perpetración de un delito o en no individualizar al autor o partícipe de un delito ya conocido. Se trata, por lo tanto, de un tipo penal de acciones alternativas. 
d) Posibilidad de realizar la conducta debida: Como en toda omisión, se requiere que el autor se encuentre en condiciones de realizar la conducta debida, es decir que le sea materialmente posible denunciar el hecho delictivo o individualizar a sus responsables.
Tipo subjetivo
Es una figura que requiere dolo, consistente en el efectivo conocimiento de la existencia de un delito y la omisión de denunciarlo o perseguirlo pese a estar obligado a ello. Es suficiente la voluntad de omitir la conducta debida, cuando se tiene conocimiento de la existencia de un deber jurídico que impone su realización 833.
3.2.2. CONSUMACIÓN y TENTATIVA
Tratándose de un delito de pura actividad. se consuma con la simple omisión de la conducta debida, sin que se requiera resultado alguno. Lo que importa es la infracción del deber de actuar por parte del funcionario obligado a denunciar o promover la investigación.
Si bien el delito se ha de consumar al momento de expirar los plazos procesales sin que se formule denuncia, debe tenerse presente que si ese retardo en la denuncia ya ha adquirido las características de injustificado 831 se debería tener por consumada la conducta, aun cuando no haya expirado aquel plazo. Sin embargo, esta posición no es unánime, ya que la jurisprudencia ha entendido que existiendo una disposición legal o reglamentaria que determine un plazo para la presentación de la denuncia, el delito se consuma una vez vencido el término previsto 635.
4. FAVORECIMIENTO REAL (INC. 10 "B" y "E")
El actual texto de la norma no ofrece diferencias sustanciales en cuanto al modo como el favorecimiento real era legislado con anterioridad. Sólo resulta innovador en punto a que lleva la última parte del antiguo inc. 2° al apartado e) del actual inc. 1 ° y, por otra parte, elimina de la 'norma el término "procurar" de forma tal que esa acción, motivadora de opiniones encontradas, ahora queda fuera de la figura, al menos en su
forma consumada 636. (830) KEsSLER, op. cit. (831) CNFed. Crim. y Corree., sala 11, "Rimoldi, c..\."', c.:--J° 16.810,2000/10/19. (832) CNFed. Crim. y Corree., sala 11, c. 6776/96, "~1aradona, D. y Grandona, J.", 1997/06/30, en JPBA, 100-37, "La obligación de denunciar el delito que, en caso contrario, se
encubre, debe provenir de la misma ley para que la omisión pertinente devenga penalmente repudiable. Las normas internas que reglan el funcionamiento y gobierno de una asociación civil no tienen el carácter de leyes ... ". (833) BUO~IPADRE, op. cit., p. 499. (834) Para MILL~:-':, la demora injustificable. equivale a omisión (op. cit., p. 114). 911 DELITOS CO'.lTRA lA AO,\\INISTRACION PUBLICA Art.277 
4.1. ESTRUCTURA TÍPICA
Tipo objetivo
a) Sujeto activo: No se requiere ninguna característica especial para ser autor de esta figura.
b) Acción típica: En el supuesto previsto en el inc. 10 b), configura el tipo penal la acción de ocultar, alterar o hacer desaparecer o la de ayudar al autor o partícipe a realizar esas acciones. El término ocultar importa el guardar, tapar, encubrir, impedir que se pueda saber la ubicación de la cosa, sustrayéndola a los sentidos o al conocimiento de quienes la buscan 837. Alterar implica cambiar o modificar el objeto en forma suficiente para entorpecer de ese modo su empleo por la autoridad para determinar responsabilidades 838. Según Millán, hacer desaparecer consiste en suprimir o quitar de delante por cualquier medio, como sería quemar, lavar, borrar, evaporar, diluir, embadurnar, pintar o engullir.
Los objetos sobre los cuales recaen estos verbos típicos son los rastros, pruebas o instrumentos del delito, estos últimos en cuanto medios materiales usados para ejecutar el hecho 839. Núñez, por su parte, sostiene que los rastros del delito son vestigios dejados por él (sangre derramada de la herida) mientras que las pruebas del delito son todos los medios que pueden comprobar la existencia del hecho o la responsabilidad del autor o partícipe (testimonios, documentos o indicios).
En el inc. l. e), la conducta consiste en asegurar o ayudar al autor o al partícipe a asegurar el producto o el provecho del delito 840.
Acierta a nuestro juicio Soler 8·11 cuando destaca que en este caso la ley reprime la conducta de quien tiene en mira el favorecimiento de una situación futura como lo es el disfrute de lo mal habido.
Tipo subjetivo
No encubre el que hace desaparecer los rastros o pruebas, sino el que, sabiendo o maliciando su origen, intencionalmente lo hace H12.
Tanto la hipótesis prevista en el subinc. b) como en el e) requiere del autor un actuar doloso; específicamente que el sujeto activo conozca y sepa que a través de su accionar brinda o presta ayuda para el favorecimiento real, con el fin de hacer desaparecer, ocultar o alterar los rastros, pruebas o instrumentos del delito o ayudar al autor a tales fines 813, de lo que se desprende que resulta atribuible entonces a título de dolo 841, .directo o eventual.
4.2. CONSUMACIÓN y TENTATIVA
El favorecimiento real es un delito de pura actividad, de peligro concreto e instantáneo, que se consuma con la realización de las acciones típicas descriptas, sin que se requiera ningún resultado, como podría ser la frustración de la investigación 845.
En contra de ello, Donna sostiene que se trata de un delito de resultado, afirmación que la funda en la comparación del anterior texto legal con éste 846 requiriendo por tanto, para su consumación, el logro del fin perseguido, esto es la obtención de la efectiva ocultación, alteración o desaparición 847. Si se sigue esta última postura, las conductas anteriores a la obtención del resultado, o son tentadas, debido a que hubo comienzo de ejecución, o constituyen actos preparatorios impunes 5. RECEPTACIÓN
Mientras que en la antigua redacción de la norma, la receptación aparecía en los arts.277, inc. 3°, y 278, en la actual redacción, si bien se mantienen dos tipos de receptación diferentes, la figura básica dolosa constituye el inc. l°, apartado c), y los requisitos de "ánimo de lucro" y "habitualidad" resultan supuestos agravantes de la estructura básica (inc. 3° apartados "b" y "c"). La figura culposa es captada por el inc. 2°
de la norma. La receptación ha sido siempre considerada como un delito contra la administración pública. No obstante ello, Soler sostenía que aun cuando esta forma de encubrimiento podía constituir una infracción contra la administración de justicia, también el autor podría incurrir en responsabilidades de carácter patrimonial, ya que su delito también ha de afectar el patrimonio. En este caso y siguiendo a Soler, el encubridor,
sea o no a título lucrativo, deberá responder por el daño causado al propietario al asegurar los resultados de lo que sabe delictivo 848.
(835) CNFed. Crim. y Corree., sala 11, c. 13.234, "Grandona, J. H,", 1997/06/05, en JPBA,
101-32, "Debe tenerse presente que la infracción al arto 277, inc, 1°, del Cód. Penal se consuma
cuando ha vencido el término legal o reglamentario fijado para formular la denuncia o cuando,
no prescribiéndose un plazo, pueda afirmarse la existencia de un retardo injustificado sin que
aquélla se haya formulado".
(836) DONNA, "Derecho ... ", p. 486.
(837) MILlÁN, op. cit., p. 141.
(838) CREUS, "Derecho ... ", op. cit., p. 343.
(839) MILLÁN, op. cit., p. 141
(840) BUOMPADRE, op. cit., p. 498.
(841) Op. cit., p. 345.
Art.277CÓDIGO PENAL 912
 (842) NÚ;\;El, op. cit., p. 183.
(843) DONt-;A, "Derecho ... ", p. 492.
(844) CNCrim. y Corree., sala IlI, 1991109/03, "Villanueva, David", c. 29.252.
(845) B110~lPAllRE, op. cit., p. 485.
(846) DO:\NA, "Derecho ... ", p. 494.
(847) En el mismo sentido que DO:\:\A, ver STR-\CCI.-\ y otro, op. cit., p. 405.
(848) SOLER, op. cit., p. 267.
913
5.1. RECEPTACIÓN DOLOSA
5.1.1. ESTRUCTURA Típica
Tipo objetivo
a) Sujeto activo: Autor de receptación puede ser cualquier persona que realice el comportamiento típico, siempre que no haya intervenido como autor ni como cómplice en la comisión del delito anterior.
b) Acción típica: Las acciones típicas consisten en adquirir, recibir, u ocultar dinero, cosas o efectos provenientes de un delito 849.
Para Donna, las acciones típicas son las taxativamente dispuestas por el legislador y no otras 850.
Adquirir es obtener el objeto en propiedad 831 o con voluntad de ejercer sobre él cualquier otro derecho real, cualquiera sea el modo (compra, permuta, donación) o título (oneroso o gratuito).
Lo recibe quien lo toma, admite o acepta, de quien se lo da o envía por un modo que no importe la transmisión de la propiedad u otro derecho real.
Ocultar importa quitar de la posibilidad de localización por terceros, no exigiendo el traslado del objeto sino su simulación por cualquier medio, incluso la destrucción con ánimo de que terceros no lo encuentren.
El objeto material lo constituyen el dinero, cosas o efectos. Por dinero debe entenderse la moneda corriente empleada como medio de cambio; cosas son los objetos materiales susceptibles de tener un valor, según el art. 2311 del Cód. Civil 852; y por efectos deben entenderse los bienes muebles de cualquier naturaleza, comprendiendo los valores mercantiles y los documentos de crédito público.
Singular problema se ha planteado en torno a la expresión "proveniente de un delito". Cuando el bien en cuestión es de los que ostentan una numeración para su identificación, la supresión de la misma constituye un hecho típico (art. 289, inc. 3D , CÓd. Penal); sin embargo, cabe preguntarse sobre la tipicidad de la conducta de quien recibe la cosa en ese estado. La jurisprudencia mayoritaria ha entendido que nada obsta a que la acción de suprimir la numeración sea objeto de un posterior encubrimiento.
No obstante, compartimos con Donna que la cosa, en este caso, no "proviene" de un delito. En realidad, es el objeto de un delito 853.
De este modo parece haberlo entendido recientemente la Cámara Nacional de Casación Penal 854.
Tipo subjetivo
La doctrina tradicional ha entendido de manera unánime que se requiere dolo directo por parte del agente, debiendo pues éste conocer que el objeto que adquiere, recibe u oculta proviene de un delito.
(849) DONNA, "Derecho ... ", p. 497.
(850) DONNA, "Derecho ... ", p. 500. En idéntico sentido: CNCrim. y Corree., sala VI, 1987/05/
07, "Miño, Héctor", c. 14.306; CNCrim. y Corree., sala VI, 1987/09/30, "Cosman, Héctor", c. 15.082;
y CNCrim. y Corree., sala 1,1997/11/28, "Petrelli Silva, Leonardo", La Ley, 1998-E, 681, JPBA,
103-11.
(851) En los términos establecidos por el Cód. Civil en el arto 1323 y ss. y en el Cód. de
Comercio en' el art. 450 y ss.
(852) MILLÁN, op. cit., p. 162.
(853) CNCrim. y Corree., sala 1, "Marzoa, Víctor", voto en disidencia del doctor DONNA. La
Ley, 2001-B, 534.
(854) CNCasación Penal, sala m, "Pacheco, Nino E." rta. 2002/09/04, en La Ley, 2003-B,
201.
Art.277 CODillO PENAL 914
.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que se ha eliminado con la nueva redacción el término "sabía", lo cual reviste crucial importancia a los efectos de la configuración del tipo subjetivo, toda vez que dicho término importaba un conocimiento positivo, no equiparable con la duda o la sospecha. La nueva redacción permite, para un sector de la doctrina, compatibilizar el tipo con el dolo eventual, en el caso en que el
agente realiza cualquiera de las actividades típicas (adquiere, recibe u oculta), sin perjuicio de la duda que pueda tener sobre la procedencia ilícita del objeto 855. En contra, la mayoría de la doctrina sostiene que la figura requiere dolo directo, debiendo el sujeto activo saber, de manera clara y precisa, que el objeto proviene de un delito 856.
La disputa doctrinal que se presentara años atrás acerca de la clase de dolo que exigía el encubrimiento por receptación, se encuentra des actualizada, dado que tuvo lugar con una redacción de la norma diferente a la vigente y con la existencia de una figura específica hoy derogada (antiguo arto 278, Cód. Penal), que obligaban a un tratamiento
de la cuestión sobre bases distintas a las actuales. Por ello resulta de poca utilidad la consulta tanto de la doctrina como de la jurisprudencia anterior a la reforma, que pugnaba por echar luz sobre este punto.
Por nuestra parte, consideramos que la actual redacción acepta que el tipo objetivo sea abarcado por el dolo eventual del autor. Ello es así en los casos en que las circunstancias fácticas que rodean a la receptación de la cosa hagan sospechar al autor que la misma proviene de un hecho ilícito, no obstante lo cual éste actúa despreciando la producción del resultado.
Esta interpretación se ve reforzada por la introducción de una forma culposa de receptación que hiciera la última reforma legislativa en la materia. Por lo que, de este modo, la ley reprime todas las formas ilícitas de receptación, ya sea que el autor haya obrado con dolo directo, con dolo eventual o con culpa.
El aspecto subjetivo no exige que el autor conozca la naturaleza del delito precedente 857.
La figura no contiene en la nueva redacción un elemento subjetivo del tipo distinto del dolo como sí lo hacía en la antigua redacción, por lo que de concurrir éste (ánimo de lucro) la conducta se vería captada por la agravante prevista en el inc. 3° b) del arto 277.
5.1.2. CONSUMACIÓN y TENTATIVA
Las particularidades que hacen a las distintas acciones típicas que configuran la norma determinan diferentes momentos consumativos. La adquisición se consuma en el momento en que la cosa es entregada, por el ladrón o por el tercero que interviene, al adquirente o a la persona que se ha encargado de transportarla. Pero si la acción consiste en recibir u ocultar, la consumación se dará al momento en que la cosa quede en poder del encubridor que decide recibirla u ocultarla 858.
Según Creus, son delitos instantáneos que pueden eventualmente tener el carácter de permanentes 859,
(855) STRACCIA, op. cit., p. 407 Y CE\:"CO, op. cit., p. 37.
(856) DON:--iA, "Derecho .. .'·, p. 50l.
(857) BUm!PAORE, op. cit., p. 494.
915 DELITOS C00lTR,\ L-\ AD.\ll'JISTRACIÓN PUIILlCA Art.277
Se trata de un delito de resultado, no requiriendo para su consumación la obtención de un beneficio patrimonial o de otra índole 860.
Señala Donna que la tentativa es admisible en tanto es posible la existencia de actos ejecutivos previos a la consumación 8(,1,
5.2. RECEPTACIÓN CULPOSA
La ley 25.815 introdujo un nuevo inciso al arto 277, el cual guarda ciertas semejanzas con el derogado art. 278. 862, reimplantando así una modalidad de receptación que en su momento fuera eje de discrepancias jurisprudenciales en cuanto al contenido subjetivo de la figura, Las diferencias entre la actual y la antigua figura son varias, Por un, lado, la exigencia típica de que exista ánimo de lucro ya no constituye la figura básica, sino que ha pasado a ser una forma agravada de comisión, aplicable tanto al tipo doloso del inc, 1°c) como al tipo culposo del inc, 2°, Por otra parte, si bien el agravamiento por habitualidad se encuentra presente, hoy no forma parte de la figura básica, sino que se presenta como una agravante genérica, aplicable a todas las formas de encubrimiento.
En materia de penas, la sanción actual prevé un mínimo de un mes (menor al que contemplaba la norma en su anterior redacción) y el mismo monto máximo con el que se castiga la conducta de receptación dolosa (superior al previsto en el artículo derogado).
Sin embargo, el cambio más significativo consiste enla sustitución del verbo "deber" por el verbo "poder", lo cual a nuestro juicio denota la voluntad legislativa de crear una modalidad culposa de encubrimiento por receptación. Con la antigua redacción del arto 278 algunos sostenían que se trataba de un tipo culposo 863, otros afirmaban que el tipo se conformaba con el dolo eventual 864 y hasta se llegó a decir que
admitía tanto el dolo eventual como la culpa 865.
Entendemos que la nueva redacción presenta la situación de una manera diferente, requiriendo el tipo la mera posibilidad de sospecha que tenga el autor respecto del ilícito origen del bien que recibe, es decir, que le haya sido posible representarse que provenía de un delito.
5.2.1. ESTRUCTURA TÍPICA
a) Sujeto activo: No se exige ninguna calidad particular para ser autor del delito.
b) Acción típica: Consiste en adquirir, recibir u ocultar una cosa o efecto proveniente de un ilícito, sin sospechar de su origen ilícito. Los verbos típicos son los mismos previstos por el tipo doloso, aun cuando la posibilidad de ocultar culposamente no es evidente. El actuar imprudente o negligente del autor, violatorio del deber de cuidado, es el que le impide advertir las circunstancias y lo conduce a programar su conducta de un modo defectuoso y lesivo para el bien jurídico, fundando de este modo el reproche penal. El sujeto incumple con el objetivo deber de cuidado cuando las circunstancias que rodean la receptación de la cosa o efecto son anómalas y, no obstante ello, realiza la acción sin advertir la proveniencia ilícita de la cosa o efecto. La irregularidad en el acto puede evidenciarse a través del precio vil por el que se adquiere la cosa, el lugar donde se efectúa la transacción, la personalidad de quien transfiere el bien, etc.
Tratándose de la adquisición de bienes muebles registrables, el deber de cuidado indica verificar el estado registral anterior del bien a fin de acreditar el legítimo origen de la cosa.
6. AGRAVANTES
La actual legislación del encubrimiento prevé las formas agravadas en el inc. 3° del art. 277." La ocurrencia de las circunstancias calificantes determina el aumento de la escala penal al doble de su mínimo y máximo.
6.1. DELITO ANTERIOR ESPECIALMENTE GRAVE (INc. 3º A)
El subinc. 3°.a consagra una nueva clasificación de delitos, dividiéndolos en graves y menos graves, y por otro lado vuelve al sistema de vincular la pena del encubrimiento a la gravedad del delito anterior H6G•
La clasificación de los delitos según su gravedad es toda una novedad para la legislación de nuestro país, que nunca adhirió al sistema francés del Código Napoleónico que estatuía diversas consecuencias penales y procesales sobre la base de la categoría de la infracción.
La ley considera como especialmente grave todo delito que prevea una pena mínima superior a tres años de prisión.
La totalidad de los elementos que determinan la tipicidad del hecho precedente debe encontrarse acreditada para que opere la agravante 8G7 (ejemplo: si la cosa encubierta proviene de un robo con armas deberá corroborarse la existencia del arma y eventualmente, que aquélla -si es con arma de fuego- resulte apta para el disparo conforme a las exigencias impuestas por el juego armónico de los tipos previstos en el art. 166, inc. 2° del Cód. Penal, y la doctrina sentada en el plenario Costas) 868. En caso contrario, la duda que exista sobre el carácter grave del delito precedente debe jugar en favor del reo (art. 3°, CPP).
Otra discusión que esta figura agravante plantea se refiere al conocimiento, por parte del autor, de la gravedad del delito precedente, entendiendo que de no conocer éste dicha circunstancia no-incurriría en la calificante.
6.2. EL ÁNIMO DE LUCRO (INC. 30 B)
El art. 277, inc. 3°, subinc. b), agrava la conducta cuando se advierte ánimo de lucro. En el texto anterior el ánimo de lucro integraba el tipo subjetivo de la receptación; en cambio ahora actúa como calificante de todas las formas de encubrimiento contenidas en el art. 277, incs. 1 ° Y 2°. El fin de lucro importa la obtención de una ventaja 869, comporta el propósito del agente de obtener ganancia o provecho material 870, para sí o para un tercero 871, que puede traducirse en dinero o su equivalente en cualquier clase de valores. beneficios o ventajas materiales 872, descartándose el beneficio moral o espiritual.
A decir de Donna, el ánimo de lucro, como especial elemento del tipo subjetivo en la agravante, se traduce en el propósito del agente de obtener cualquier tipo de ventaja patrimonial, apreciable económicamente, independientemente de que el propósito se consiga o no 873.
Es mayoritaria la jurisprudencia que ha considerado el simple uso de la cosa como un objetivo que satisface la exigencia típica del fin de lucro 874.
En cambio, una parte minoritaria de la doctrina nacional 875 entiende que el mero uso de la cosa mal habida para sus fines naturales no permite inferir la existencia del ánimo de lucro.
Parecería lógica una revisión de la doctrina y la jurisprudencia imperante en lo que respecta a la asimilación del uso de la cosa con la voluntad de lucrar. Existiendo hoy en día la posibilidad de penar la receptación sin exigir una ultraintención, la que en la actual redacción califica la conducta, nos parece apropiado reconsiderar el uso de la cosa de origen ilícito como una finalidad distinta de la de obtener un provecho patrimonial y, por ende, distinta de la requerida por la agravante.
6.3.HABITUALIDAD (INC. 3° c)
Por su parte el subinc. cl agrava la figura cuando el autor habitualmente se dedica a la comisión de este tipo de hechos. La habitualidad requiere no sólo la reiteración de actos sino además cierta permanencia en la actividad específica, revelada por la continuación en ella, aunque no sea su medio de vida 876.
La habitualidad de la receptación reviste particular gravedad y brinda el sentido de agravamiento de la pena, porque los delincuentes, antes del delito, ya saben que pueden contar, aun sin promesa previa, con la ulterior cooperación de quienes expresamente se dedican a ello.
Debe diferenciarse el concepto de habitualidad del de profesionalidad. Así lo ha entendido la jurisprudencia al señalar que "El agravamien to de la pena del encubrimiento por habitualidad no exige la profesionalidad, puesto que ésta excede los recaudos del tipo penal y desvirtúa el sentido de éste, que sólo requiere el hábito de la actividad" 877.
6.4. FUNCIONARIO PÚBLICO (INC. 3° D)
La reforma introducida por la ley 25.815 ha agravado la sanción para el caso de que las conductas descriptas anteriormente fueren cometidas por un sujeto en el ejercicio de la función pública y en ocasión de su desempeño.
En lo que atañe a quiénes son los sujetos considerados por la ley como funcionarios públicos nos remitimos al desarrollo de la cuestión que se hiciera en la parte general al analizar el art. 77 del Cód. Penal.
La agravante no procedería cuando la acción realizada fuera la descripta en el inc. 1 ° d del artículo, puesto que dicho tipo penal exige un sujeto activo especial que, si se sigue una tesis restrictiva, debe ser necesariamente un funcionario público, por lo cual esta agravante no podría operar so pena de incurrir en un doble reproche. 
(858) MILlÁN, op. cit., p. 178
(859) CREUS, "Derecho ... ", op. cit., p. 347. En igual sentido, MILlÁN, op. cit., p. 178.
(860) CREUS, "Derecho ... ", op. cit., p. 347. En idéntico sentido, BIJOMPADRE, op. cit., p. 495.
(861) DO:-\NA, "Derecho ... ", p. 505.
(862) El art. 278 del Cód. Penal derogado por la ley 25.246 y sustituido por el actualmente
vigente rezaba: "El que, confin de lucro, adquiriere, recibiere u ocultare dinero, cosas o efectos que
 (863) "El tipo del arto 278 del eód. Penal es unaforma culposa, pues la dolosa por dolo elienUtal
queda aún sin estar preliista, dado que 110 tiene cabida en el arto 278'; CNCrim. y Correc., sala
IV, "Zárate, M. A.", rta. 1992/11/26, JPBA, 82-21.
(864) "El tipo del arto 278 del eód. Penal no es culposo sino doloso, aunque corresponde a la
forma conocida como dolo eventual.La sola redacción di' la ley, dificulta que la norma se refiera
a la culpa, ya que nada tiene que ver COIl los tipos descriptos en esa forma por el eód. Penal';
CNCrim. y Correc., sala V, "Tihista, A.", rta. 1993/4/26, en JPBA, 82-21.
(865) "No es imprescindible la acreditación de la IJigencia subjetiIJa de la sospecha bastando
con que las circunstancias obligasen al autor a presIlmir el origen ilícito de las cosas; porque la
Art.277 CODIGO rENAl 916
Corree., sala IV, "Okun, M.", rta. 1992/3/17, en ¡PBA. 79-29.
(866) DONNA, "Derecho ... ", p. 513.
(867) TOral Crim. N° 5 C. 1274 sIc "Delgado Galeano, Serafín", rta. 2002/04/29 " ... el arma
de fuego utilizada no fue disparada al mamen to del hecho, ni pudo seCllestrarse, de modo que se
ignora su ap!itud para el disparo, si estaba cargada. etc., cirC//llstancias que impiden, objeti/Jamente,
que se considere el hecho precedente con el agraz'ante del arto 166, inc. 2°, del Cód. Penal':
 (868) CNCrim. y Correc, en pleno, "Costas, Héctor y otros", 1986/10/15, en La Ley, 1986-E,
376.
(869) CREUS, "Derecho ... ", p. 347.
(870) "El fin de lucro se configura con el propósito del agente de obtener algún beneficio
apreciable en dinero, sin necesidad de que la utilidad llegue a concretarse de modo efectivo,
pues basta la finalidad", CNCrim. y Correc .. sala VI, "Restigo, Gregario", rta. 1981/12/21, en JA,
982-IV-507.
(871) FONTÁ~ BALESTR.~, op. cit., p. 469.
(872) MILLÁN, op. cit., p. 168.
(873) DONNA, "Derecho ... ", p. 517.
(874) CCrim. Santa Rosa, c. N° 26/92, ¡PBA, 83-66: "El fin de IIlCro no sólo se acredita cuando
el comprador adquiere la cosa con lafinalidad de uenderla posteriormente y de obtener con dicha
operación un beneficio monetario, sino también Cllando la adquiere para uso personal. En este
caso también existe en su accionarfin de lucro': En sentido similar y en referencia ala receptación
de automotores, CNCrim. y Corree., sala IV, c. "Zárate, M. A.", rta. 1992/11/26, JPBA, 82-20: "El
uso de la cosa robada configura 'fin de lllcro: pues es un beneficio personal que al usuario fauorece
económicamente al darle transporte gratis". En sentido opuesto, CNCrim. y Corree., sala 1, causa
N° 45.577, "Petrelli Silva, L.", 1997/11/28. "El fill de lucro no significa la posibilidad concreta de
satisfacer una necesidad que la cosa pueda brinda¡; sino que la idea de ese fin /leua ínsito el sentido
de sacar (obtener) ganancias o prouec/¡o de la cosa misma'; La Ley, 1998-E, 681.
(875) CEVASCO, op. cit., p. 43.
Art.277 CODIGO PENAL 918
6.5. LAs NORMAS GENERALES PARA EL AGRAVAMIENTO (INC. 2°, ÚLTIMO PÁRRAFO)
La circunstancia de que el legislador haya resuelto que sólo operará el agravamiento de la escala penal una vez, resuelve problemas que a diario se suscitan en nuestros tribunales con las demás figuras del cód. Penal que prevén agravantes para la figura básica. Señala Donna que sin esta norma, y habida cuenta de que en las agravantes la pena es elevada, terminaría el encubrimiento convirtiéndose en un delito más grave que incluso el homicidio 878.
7. EXIMENTES DE RESPONSABILIDAD
En el art. 277, inc. 4°, se establece que estarán exentas de responsabilidad criminal distintas personas que, pese a obrar a favor del sujeto activo del delito anterior, dado su grado de relación con aquél. no deberán responder por dicha colaboración y/o ayuda.
Citando a Scimé, señala Millán que el fundamento de la eximente de responsabilidad, reside en que los vínculos de sangre, de familia, o los derivados de la amistad o nacidos de la gratitud, han determinado constantemente que se exceptuara del deber de denunciar, y / o de abstenerse a ayudar, ya que sostener lo contrario, implicaría contrariar las leyes de la naturaleza R79.
Para Donna, la cuestión sólo pasa por una decisión de política criminal, en la que se pondera la circunstancia de que el autor, si no fuera por esas circunstancias particulares (en las que debe ocultar o ayudar al familiar, al amigo, etc.), no actuaría de tal modo. RRO.
La noción de cónyuge abarca solamente a quienes están unidos en legítimo matrimonio, de acuerdo con las leyes del país, mientras que el parentesco por consanguinidad abarca a los ascendientes y descendientes hasta el cuarto grado, sea matrimonial o extramatrimonial, incluido el vínculo que genera la adopción. En línea colateral. el beneficio llega a los hermanos y primos hermanos. El parentesco por afinidad no ofrece tampoco mayores dificultades, mientras que en la causal de amistad íntima se ha incluido el concubina R81. Por último, y tal como se encuentra redactada la norma, no quedan comprendidos los supuestos de ayuda al autor o a quien participa para preservar el producto o el provecho del delito.
Tampoco entran los casos en que el autor hubiese obrado con ánimo de lucro, sin distinción en cuanto al hecho ni a la relación personal con el favorecido, habida cuenta de que la finalidad buscada ya no es la ayuda a la persona, sino al fin personal del autor, es decir al ánimo de lucro 882. (876) DONNA, "Derecho ... ", p. 518; MILL~¡';, op. cir .. p. 183. (877) CNCrim. y Corree., sala \'1, 1991/07131, "~Ionri. J.", c .. 21.573. (878) DONNA, "Derecho ... ", p. 519. 919 DELITOS CO'.;'RA L.. > .
DELITO DE LAVADO DE DINERO
Consideraciones preliminares:
En los umbrales del siglo XXI, el hombre debe enfrentar un fenómeno criminal sin precedentes en la historia de la humanidad, denominado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) “DELINCUENCIA TRANSNACIONAL ORANIZADA” 
Con semejante’ epígrafe se alude, sintéticamente, a buena parte de las consecuencias que en el marco del delito produjo ese otro fenómeno contemporáneo conocido como GLOBALIZACION, organizaciones criminales cada vez más poderosas potencian asombrosamente sus actividades ilícitas – en cantidad y calidad – merced a la utilización de uno de los logros más destacables del siglo que concluye: la tecnología.
Los apabullantes avances científicos y técnicos de las últimas décadas están disponibles para todos los interesaos a través de la informática; la fluidez de las comunicaciones modernas, por su parte, elimino las distancias. El mundo entero en definitiva quedó al alcance de la mano.
Delitos como el narcotráfico y terrorismo, analizados en este contexto, adquieren una dimensión inquietante.[footnoteRef:0] [0: Mecikovsky, Jaime L. “Lavado de dinero y Evasión Fiscal” Editorial La Ley. Enero 2012. Pag.7] 
¿Por qué se le dice Lavado al Lavado de Dinero?
Comúnmente se considera que la denominación de lavado de dinero surge de los EE. UU de época de la ley seca cuando un grupo de delincuentes vinculados a actividades como producción de bebidas alcohólicas, juego y prostitución al mando de Meyer Lasky (alias “El contador de la Mafia”) idearon la adquisición de cadenas de lavandera para, sobredeclarando sus ventas reinsertando por esa vía y de manera mas disimulada los dineros obtenidos en sus actividades reales justificando así el origen de los giros bancarios que realizaban.
Los métodos más usuales. El sistema bancario. Los paraísos fiscales.
Dado que por lo general las acciones de lavado de dinero involucran un complejo entramado de operaciones que concluyen con la inserción de los fondos con apariencia de legitimidad resulta necesario el paso por entidades bancarias y entonces ha sido históricamente útil y necesario tener alguna ventana que posibilite la entrada al sistema sin demasiadas preguntas alrededor del origen de los fondos.
En tal sentido y más allá de las modificaciones que se han ido produciendo en los últimos años unas de las tradicionales ventanas tenía lugar en los denominados centros off shore, o bancas de ultramar, que se entendieron por todo el mundo.
En cuanto al régimen tributario se asume que los paraísos fiscales son aquellos cuyas tasas del impuesto a las ganancias no superen el 10%.
Las características distintivas de estos centros de regímenes bancarios muy liberales que permitían las transferencias de manera de garantizar la anonimia sobre los titulares y ostentan casi por definición, una situación internaestable desde lo político que brinde las necesarias garantías para los dueños de los fondos. Entre los paraísos fiscales mas conocidos tenemos a Holanda, Suiza, Panamá, Gibraltar, entre otros.[footnoteRef:1] [1: Mecikovsky, Jaime L. “Lavado de dinero y Evasión Fiscal” Pag. 10. Editorial La Ley. Enero 2012.] 
Concepto: Se denomina lavado de dinero al proceso en virtud del cual los bienes de origen delictivo se integran en el sistema económico legal con paraciencia de haber sido obtenidos en forma licita.
ETAPAS:
Tres etapas diferentes han sido reconocidas en al proceso de lavado una inicial o de colocación, en la cual la organización criminal dispone del producto de su actividad y obtiene su ingreso en el sistema financiero. Luego tiene lugar la estratificación, durante el cual se llevan a cabo el mayor número posible de transacciones diferentes, con la finalidad de impedir que puedan reconocerse, luego de todo el proceso, el arbitrio utilizado para la “colocación”. Finalmente llega el momento de la integración, cuando puede disponerse de los fondos dentro del marco económico legitimo porque provienen de actividades financieras que, en si mismas, son licitas. [footnoteRef:2] [2: D’albora (h.) Francisco J.: “Lavado de dinero (eol delioto de legitimación de actibiods provenientes de ilícitos), en este volumen, p. 13: un desarrollo mas exhaustivo puede verse en Legitimacion de activos provenientes de ilícitos, Senfdonar, 1998, esp. Pp. 15 y s.s.; sobre el panorama normativo de España y Europa, véase Duiaz Maroto y Villarejo, Julio: El blanqueo de capitales en el derecho español. Madrid. 1999.] 
Jorge E. Boumpadre: sostiene que el procedimiento de lavado de dinero tiene por finalidad dar apariencia de legalidad al dinero o bienes procedentes de la comisión de un delito.
Este proceso recorre varias etapas:
1)	FASE DE COLOCACION U OCULTACION: Se pretende hacer desaparecer o transformar el dinero ilícitamente obtenido en otros bienes que faciliten su manejo o que eviten despertar sospechas sobre su ilícita procedencia. Otros autores opinan, es aquella donde se produce la acumulación del capital ilícito realizado, atravesando la típica actividad criminal – delito previo, conforme los tipos regulados por cada legislación. 
Según Boumpadre, los mecanismos que pueden utilizarse para la sustitución de unos bienes por otros se realiza frecuentemente a través de cuatro grandes canales: 
a)	Instituciones financieras tradicionales (bancos, empresas de créditos, transferencias de cuenta a otras cuentas, etc.).
b)	Instituciones financieras no tradicionales: (por ejemplo corredores de bolsa, intermediarios de metales preciosos, compraventa de premios de loterías, etc.) 
c)	La introducción de los bienes en la economía diaria (ejemplo inversiones en negocios de gran movimiento, grandes almacenes, supermercados, discotecas, etc.)
d)	Otras modalidades tendientes a colocar el dinero fuera del país (transporte de caudales por medio de correos, utilización de los llamados paraísos fiscales, etc.) 
2)	FASE DE CONTROL Y COBERTURA:
Esta fase persigue ocultar o encubrir la previa sustitución de los bienes ya producida, se pretende alejar el dinero de su origen mediante la superposición de transacciones y operaciones mas complejas, tendientes a dificultar el seguimiento de los que se conoce como “huella o rastro del dinero”, muchas veces se acude a la creación de sociedades fantasmas o testaferros.
Como consecuencia de este laberinto de operaciones contables y financieras se deriva que se dificulte notablemente la investigación, persecución de este delito dada la complejidad técnica que es inherente a esta fase del proceso legitimador.
3)	FASE DE INTEGRACION, REINVERSION O BLANQUEO: En esta ultimas se el capital obtenido de forma ilícita cuenta con la apariencia de legalidad que pretendía dársele y puede usarse en el circuito económico financiero como si fuera de origen licito.
Consideraciones generales: Antecedentes Normativos[footnoteRef:3] [3: Delitos contra la administración publica Jorge Eduardo Boumpadre.] 
La ley 25246 del 10 de mayo del 2000, introdujo al código penal el delito de lavado de dinero, en el capitulo XIII relativo al encubrimiento, bajo la denominación de “LAVADO DE ACTIVOS DE ORIGEN DELICTIVO”.
No es este el primer antecedente en la legislación penal argentina, pues con anterioridad la ley 23.737 sobre Estupefacientes y Psicotrópicos, vigente desde el 11 de octubre de 1989, sanciono en el art. 25 el delito de lavado de dinero[footnoteRef:4], derivado del trafico ilícito de drogas constituyendo el primer caso en Latinoamérica introducido, inclusive, antes de la ratificación de la Convención de Viena en 1988. En la actualidad esa figura fue derogada por la ley 25246. [4: Art. 25 ley 23.737. — Será reprimido con prisión de dos a diez años y multa de seis mil a quinientos mil australes, el que sin haber tomado parte ni cooperado en la ejecución de los hechos previstos en esta ley, interviniere en la inversión, venta, pignoración, transferencia o cesión de las ganancias, cosas o bienes provenientes de aquéllos, o del beneficio económico obtenido del delito siempre que hubiese conocido ese origen o lo hubiera sospechado. Con la misma pena será reprimido el que comprare, guardare, ocultare o receptare dichas ganancias, cosas, bienes o beneficios conociendo su origen o habiéndolo sospechado. A los fines de la aplicación de este artículo no importará que el hecho originante de las ganancias, cosas, bienes o beneficios se haya producido en el territorio extranjero. El tribunal dispondrá las medidas procesales para asegurar las ganancias o bienes presumiblemente derivados de los hechos descritos en la presente ley. Durante el proceso el interesado podrá probar su legítimo origen en cuyo caso el tribunal ordenará la devolución de los bienes en el estado en que se encontraban al momento del aseguramiento o en su defecto ordenará su indemnización. En caso contrario el tribunal dispondrá de las ganancias o bienes en la forma prescripta en el artículo 39.
] 
El delito de lavado de dinero no constituye ciertamente un fenómeno nuevo en el derecho penal argentino. Aun antes de la ley 23.737 sobre Estupefacientes y Psicotrópicos, nuestra legislación previo como forma de encubrimiento, el denominado favorecimiento real, consistente en “ procurar, ayudar a alguien a procurar la desaparición, ocultamiento o alteración de los rastros , pruebas o instrumentos del delito, o a asegurar el producto o el provecho del mismo”(inc. 2) o bien la figura conocida como RECEPTACION consistente en “adquirir, recibir u ocultar dinero cosas o efectos que sabia provenientes de un delito o interviniere en su adquisición, recepción u ocultamiento, con fin de lucro” (inc. 3).
El creciente aumento de las actividades relacionadas con el blanqueo ilícito de capitales, no obstante ha demostrado la insuficiencia de estas previsiones, ya sea por:
· no contemplar la variedad y complejidad de las maniobras constitutivas del blanqueo de dinero,
· como, fundamentalmente, por su pena relativamente leve y
· por la carencia de órganos especializados que cooperen en la investigación de estos ilícitos.
Las mismas insuficiencias se observaron durante la vigencia del art. 25 de la ley 23.737/89, especialmente por la circunstancia de no resultar abarcadora de otros sectores de la criminalidad tan graves como el narcotráfico, como son ciertamente, el terrorismo, los secuestros extorsivos, la trata de personas, etc. Y tantas otras actividades ilícitas vinculadas con el crimen organizado.
¿Cómo llega a la ley penal el delito de lavado de dinero? Esto ocurre por la adopción de una línea de lucha contra los delitos relativos al tráfico de drogas, y en segundo lugar contra otros delitos (patrimoniales, económicos o de cualquier clase) que pueden también producir grandes sumas de dinero, que por esa misma razón tienen dificultades de incorporarse al trafico ordinario sin que se detecte su procedencia.
A nivel internacional se viene asistiendo en los últimosaños a un fuerte movimiento tendiente a combatir las operaciones de lavado de dinero tanto a través de normas jurídico penales como de medidas estrictas de control de los movimientos financieros y en general patrimoniales, sin dejar de lado medidas de cooperación internacional en materia penal.
La atención se ha centrado fundamentalmente en suscribir acuerdos, recomendaciones y textos dirigidos a procurar que el blanqueo de bienes no sea una actividad impune, especialmente por tres razones fundamentales:
1) El blanqueo de capitales influye de manera manifiesta en el aumento de la delincuencia organizada en general y del trafico de estupefacientes.
2) La utilización de las entidades de crédito y de las instituciones financieras para el blanqueo del producto económico de las actividades delictivas puede poner en peligro la solidez y la estabilidad de la institución; 
3) Pierde credibilidad el sistema financiero en su conjunto.
4) Al efectuarse el blanqueo de capitales, por lo común en un contexto internacional que permite encubrir más fácilmente el origen delictivo de los bienes, eludir la aplicación de medidas tomadas en el orden nacional soslayando la cooperación internacional.
El análisis de estos antecedentes legislativos son los que nos permiten comprender porque razón el delito de lavado de dinero se encontró desde el año 2000 con la sanción de la ley 25.246 incorporado en el capitulo XIII del Titulo XI del Código Penal Argentino, bajo la denominación de “Encubrimiento y lavado de activos de origen delictivo”.
Lavado de dinero. Por Francisco D’albora (H)
Durante la vigencia de la ley 23.373, con su artículo especifico 25, estuvo vigente durante 12 años, derogado por la ley 25246. Sin embargo si uno compulsa los repertorios de jurisprudencia para tratar de encontrar antecedentes donde la aplicación del art. N25 de la ley de drogas haya permitido arribar a una sentencia condenatoria por lavado de dinero proveniente del narcotráfico, se va a encontrar con que no los hay. Solo haya un caso asilado dictado por el Tribunal Oral Federal de San Martín.
La conclusión entonces es que la ley anterior a la 25246, no fue eficaz para aprehender el fenómeno y para permitir que las cuestiones vinculadas al lavado de dinero con matices delictivos, acotados según la ley anterior a los originados en el narcotráfico o delitos conexos, pudiesen convertirse en sentencias condenatorias.
La ley 25246 toma como base para su existencia, la experiencia del desarrollo del tema en el mundo durante la década de los noventa.
Entre los antecedentes internacionales más destacados quiero mencionar dos: El primero es el del grupo internacional GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional) que se crea sobre la base de otro grupo internacional OCDE (Organización de Comercio y Desarrollo) que nuclea las economías mas importantes del planeta. A comienzo de los noventa se planteo que las economías más fuertes las más desarrolladas del mundo eran las que se veían mas afectadas por los mecanismos del lavado de dinero.
Pero además al comienzo de los noventas, cuando se creo la GAFI desarrollo un documento base, que ha sido el documento marco de todas las leyes de lavado de dinero en el planeta, conocido como las “Cuarenta recomendaciones” de la GAFI.
Promediando los 90 desarrollo otro documento conocido como “ Los veinticinco criterios” 
Los veinticinco criterios los primero que establecen son una serie de parámetros en virtud de los cuales los países miembros de la GAFI evalúan a los países que no lo son con relación al cumplimiento de las legislaciones internas a los parámetros fijados por el GAFI. Lo primero que nos preguntamos cómo hombres de derecho es porque debemos acatar la evaluación del GAFI cuando en realidad no somos miembros de este organismo internacional? La respuesta es muy clara son los países mas importantes del planeta, los países que no adoptan las recomendaciones de las GAFI se ven seriamente marginados del contexto planetario.
La argentina paso a ser miembro pleno de la GAFI en junio de 2001.
La ley 25246 vigente desde el 11 de mayo de 20000, modifica todo el capitulo del encubrimiento que se mantenía sin alteraciones prácticamente desde 1921 en el C. penal, porque en vez de seguir la tendencia internacional de crear el delito de lavado de dinero como una figura autónoma , tipifico el lavado de dinero como una especie de delito de encubrimiento.
Los tres elementos importantes que tomo el legislador Argentino de la GAFI son:
1) Creación de un organismo de contralor que la ley argentina denomina UIF Unidad de información financiera, órgano técnico de análisis exhaustivo para operaciones financieras.
2) No tiene nada que ver con los órganos que intervienen en la investigación del delito como es el Ministerio Publico y el Juez.
3) Tiene funciones puramente técnicas bien definidas en el art. 6 de la ley 25246
LA NUEVA LEY DE LAVADO DE DINERO. Por Francisco J. D’albora (h)
Por fin a dos semanas de la reunión del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI), a celebrarse en México el 20 de junio de 2011, el poder legislativo sanciono la ley 26.683 que modifica sustancialmente aspectos nodales de la actual ley 25246. Creemos que este es el primer paso que debe dar la Argentina para adecuar el funcionamiento de su sistema jurídico a los requerimientos de las 40 – rectius 49- recomendaciones de la GAFI, es que en definitiva el marco legal no es mas que uno de los aspectos que inciden en la eficacia real del sistema de prevención y control del lavado de dinero.
Lo cierto es que después del informe sobre la tercera evaluación mutua del GAFI presentado el 22 de octubre de 2010, las autoridades argentinas vienen realizando importantes esfuerzos para modificar sus gravísimas conclusiones y evitar las consecuencias que de ellas podrían derivarse.
La reforma llega cuando la ley anterior cumplió once años de vigencia circunstancia que permite emitir un preciso juicio de valor sobre su absoluta ineficacia. En este lapso no dicto prácticamente ninguna sentencia condenatoria y hasta hace escasos meses tampoco se aplicaron sanciones administrativas por el incumplimiento de las obligaciones de informar operaciones inusuales o sospechosas. SU reformulación, en definitiva, estaba pendientes desde su entrada en vigencia.
La nueva ley se puede analizar desde un punto de vista de naturaleza penal y el otro de prevención y control administrativos.
Es en el delito de lavado de dinero donde, se pregona, se ha realizado aparentemente las principales reformas. Se lo quita, derogación del artículo 278 CP, de la ubicación sistemática que le había dado la ley 25246, como una especie de género de encubrimiento, dentro de los delitos contra la administración publica y se lo ubica en un nuevo título XIII que añade al Libro II como delito contra el orden económico y financiero. Menuda modificación que implica, nada más y nada menos que afectar la estructura del Código Penal.
Entiéndase bien, una cosa es añadir nuevas formas de afectación a los bienes jurídicamente protegidos de la Parte Especial, creando delitos que respondan a la evolución del tema a través del tiempo y otra, absolutamente distinta, añadir un nuevo Título para otorgar protección penal a un bien jurídico diferente. Más aún, teniendo en cuenta la significativa evolución del marco teórico de discusión sobre el punto durante los más de noventa años que van desde la entrada en vigencia del Código y la sanción de la nueva ley. Es que la tipificación de nuevos delitos para proteger penalmente bienes jurídicos supraindividuales[5] o pluripersonales, ajenos a la sistemática de nuestro código por una cuestión meramente histórica –la discusión al respecto irrumpe en el Derecho Penal con posterioridad a su sanción-, debiera encararse a través de leyes penales especiales, en las que no existe óbice metodológico alguno para ello, o en una reformulación integral, tanto de la Parte Especial como de las reglas de la Parte General. Lo contrario implica asumir la posibilidad de afectar unsistema que no fue pensado para acoger consideraciones dogmáticas que no pudieron ser tenidas en cuenta en la época de su redacción.
En definitiva, se vuelve a la denominación anterior del Capítulo XIII del Título XI del Libro Segundo del Código Penal –encubrimiento-, se deroga el artículo 278 id y se sustituye el artículo 279 por un texto similar, que ahora aclara en su inciso 4º la referencia correcta al ámbito espacial de validez de la ley penal, que algún desaprensivo modificó por “especial” en el texto originario de la Ley 25.246[6], y que suprime del inciso 3º la referencia al artículo 278.
 
1.2. El nuevo Título XIII, de los delitos contra el orden económico y financiero está compuesto por tres artículos, del 303 al 305, circunstancia que obliga a reenumerar las disposiciones complementarias como nuevos artículos 306 al 308. Con fecha Ley N° 26.733 B.O. 28/12/2011) la Ley N° 26.734 B.O. 28/12/2011 se crean los delitos económicos los cuales se ubican desde el art. 306 a 313, inclusive y del 314 al 316 se reenumeran las disposiciones complementarias.
 El tipo penal de lavado de activos se ubica ahora en el artículo 303. La novedad termina a poco que se repare que su estructura mantiene buena parte de los elementos que dificultaron su aplicación a casos concretos durante más de una década.
BIEN JURIDICO PROTEGIDO
PUBLICACION EN LA LEY: Publicación 24/06/2011
Titulo: El nuevo régimen legal del lavado de activos
Autor: Reggiani Carlos
Metodológicamente se incorpora el Titulo XIII “Delitos contra el orden económico y financiero”, en el Libro Segundo, con tres nuevos artículos 303, 304 y 305, produciendo el corrimiento de las ultimas tres normas del código Penal. 
La ley 26.683 ha decidido que el lavado de activos afecta , al menos principalmente, si lo consideramos pluriofensivo, el orden económico y financiero. Este bien jurídico no se encontraba contemplado en esta ley.
Como pauta hermenéutica orientativa sobre que se ha querido custodiar al hablar de orden económico y financiero, podemos citar como expresión del legislador un extracto del discurso del Diputado Albrieu: “…la calificación del lavado de dinero como un delito contra la administración publica es decir, la calificación de un accionar que tiende a perjudicar, dañar o poner en peligro la administración publica, mas concretamente, la administración de justicia , se muestra a todas luces escasa en su determinación porque este tipo de actividades daña o pone en peligro todo el orden económico y financiero de un país. Es claro que el lavado de activos produce modificaciones en todos los mercados económicos y financieros de un país y genera graves riesgos para la estabilidad, habida cuenta de los montos que se manejan. Debemos tener en cuenta que según las estimaciones de los organismos internacionales, el monto lavado en todo el mundo asciende a mas de un billón y medio de dólares, lo cual produce un desequilibrio muy grande en las finanzas nacionales de los países, poniendo en riesgo su estabilidad. De ahí la importancia de que nuestro país siga las recomendaciones de los organismos internacionales, pero también de que tomemos la decisión de ajustar estas herramientas jurídicas al momento en que vivimos, porque así lo requiere nuestra seguridad y el equilibrio económico financiero del país..”[footnoteRef:5] [5: Versión taquigráfica provisoria, Cámara de Diputados de la Nación sesión especial del 4 de mayo de 2011.] 
El lavado de activos es una amenaza contra el orden formal económico financiero, que atenta contra su seguridad y estabilidad, generando economías paralelas, especulación financiera y posiciones ilegales de poder en el mercado.
El delito de lavado de activos se incorpora como articulo 303 del tipo penal del delito de lavado de activos siguiendo la estructura del derogado articulo 278.
La finalidad central de la reforma fue cumplir con la exigencia internacional de reprimir el “auto lavado” es decir, la conducta de lavar activos provenientes de un delito previo cometido por el propio lavador.
El método empleado fue eliminar la expresión “en el que no hubiera participado” referida al no involucramiento del lavador en el delito generador de bienes ilícitos a lavar. Esta ausencia de participación en el delito previo era un presupuesto negativo del delito de lavado, ya que estaba regulado como una forma de encubrimiento.
EL BIEN JURÍDICO PROTEGIDO EN EL DELITO DE LAVADO DE DINERO Por Roberto Durrieu (h.[footnoteRef:6]) [6: 1El autor es abogado (UCA, 1998), Master en Derecho (Duke University, 2001) y Doctor en Derecho de
Oxford University (Candidate, 2012). Su tesis doctoral se titula: ‘Towards a New Definition of the International
Crime of Money Laundering’.
] 
¿Protege un único bien jurídico; o bien, se trata de un delito que protege, simultáneamente, dos o más bienes jurídicos? Cuando un delito protege un único bien jurídico la doctrina penal lo suele denominar delito uni-ofensivo. A su vez, cuando salvaguarda en forma simultanea dos o más valores jurídicos, se lo suele identificar con el nombre de delito pluriofensivo o multiofensivo.2
Dar respuesta a nuestros interrogantes, servirá para comprender el grado de autonomía que debe tener el delito de lavado de dinero del de encubrimiento, o de cualquier otro delito penal. Cabe destacar que, un delito es realmente independiente de otro, cuando protege bienes jurídicos distintos y autónomos de los resguardados por otros delitos.
Fuera del alcance de este trabajo, debemos decir que la autonomía del delito penal de lavado de dinero, es de vital importancia a los efectos de comprender la naturaleza jurídica de este delito y, a su vez, para resolver otros interrogantes que asiduamente se debaten en los tribunales penales de nuestro país y del mundo. Ejemplos de estos interrogantes son: ¿Debe existir una condena sobre el delito previo al de lavado, para que pueda formalizarse una acusación por el delito de blanqueo de capitales? Entendiendo que el delito de lavado de activos debe ser visto, tipificado e investigado como una norma penal independiente a cualquier otro, la respuesta lógica a este último interrogante es que la condena o investigación del delito previo no es condicionante de la investigación del lavado de activos.
Finalmente, concluiremos que el delito de lavado de dinero debe ser visto y tipificado como un delito independiente del resto de los delitos, ya que se trata de un crimen pluriofensivo, que protege bienes jurídicos independientes y que van más allá de los valores jurídicos resguardados por cualquier otro delito penal.
Consideración de que el Bien Jurídico contemplado por la ley es el orden económico y financiero. La doctrina lo denomina “ Resguardo del sistema socio-económico.”
En este apartado se encuentran los autores que coinciden en subrayar, más allá de las particularidades de cada legislación, que la protección de intereses de carácter macroeconómico son la clave para determinar el bien jurídico resguardado por el delito de reciclaje de activos criminales.
De todos modos, cabe indicar que no todos los autores utilizan el término ‘orden socioeconómico’ para definir esta realidad. Otros términos igualmente usados son: ‘sistema financiero, economía lícita y sistema bursátil’, ‘orden social y económico’,33 ‘estabilidad público económico y ‘orden en la libre competencia’, entre otros.
Cualquiera de los términos enunciados será útil para definir el duro golpe a la competencia leal producido por agentes económicos que cuentan con una fuente de capital criminal, a un costo económico muy inferior al del capital legalmente originado.
De este modo las ventajas que obtienen determinados agentes de la actividad económica que cuenten con activos provenientes de un ilícito, con respecto a otras que se manejan con dinero “limpio”, son notables.
Otro aspecto del orden socioeconómico que puede ser lesionado por el blanqueo es la credibilidad del sistema financiero. Queda claro que, bajo una perspectiva macroeconómica el blanqueo de capitales perjudica la estabilidad

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