Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
50 | GUSTAVO MALIANDI Tabla 2 Diagnóstico diferencial: Torsión testicular y epididimitis 2. Torsión testicular: i) Complejo sintomático: severo dolor testicular de comienzo brusco, de carácter cons- tante y progresivo, asociado a nauseas, sin hipertermia, ni secreción uretral o cistitis. Grupo etario entre los 11 y 19 años. ii) Examen físico y laboratorio: el testículo está localizado más alto en el escroto, en posición horizontal, y carente de reflejo cremasteriano. La elevación del mismo no alivia el dolor. El análisis de orina es normal. iii) Estudios radiológicos: la ECO con doppler color es de gran utilidad cuando se la asocia al cuadro clínico y examen físico. Debe considerarse su uso en todo escroto agudo aunque han sido reportados falsos positivos y negativos. La cámara gamma aunque muy específica es muy difícil de obtener en la sala de urgencia. iv) Destorsión manual: debe ser realizada rotando desde el medio a los laterales; la direc- ción dependerá del lado. El izquierdo en sentido de las agujas de reloj mirando desde abajo. El derecho al revés. Puede necesitarse más de una vuelta. Aunque la destorsión sea realizada en la sala de guardia por un urólogo, es necesario explorarlo quirúrgica- mente . v) Cirugía: todos los pacientes luego de la destorsión manual deben ser explorados en forma quirúrgica, completando si hiciera falta la desrotación, y si corresponde fijando ambos testículos, pues esta anomalía es frecuentemente bilateral. Si antes de la fija- ción se observara necrosis testicular o hubiese dudas de su viabilidad, deberá extir- parse la gónada para reducir el riesgo de infección y de agresión inmunológica del opuesto. vi) Torsión extravaginal. Es una forma rara de torsión intraútero y en el recién nacido. El cordón espermático rota por debajo del testículo por falta de fijación del gobernácu- lum a la pared escrotal. Existe una masa escrotal dura con transiluminación negativa, sin sensibilidad. Algunas veces se puede salvar la glándula. El riesgo de la cirugía debe ser evaluado.
Compartir