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14 Manejo de la patología urológica en Atención Primaria (143)

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evaluar las complicaciones postoperatorias y la función renal. 
El control a largo plazo mediante el FGe está indicado cuando hay insuficiencia renal tras la 
cirugía o un deterioro posterior a la intervención. 
La vigilancia por pruebas de imagen, en función del riesgo de aparición de recidivas o 
metástasis10:
• En la enfermedad de bajo riesgo, el uso de TC puede ser infrecuente (NE 4 GR C).
• Cuando el riesgo es intermedio, ha de realizarse un seguimiento intensivo que incluya 
TC a intervalos regulares (NE 4 GR C). 
• En los pacientes de alto riesgo, las exploraciones de seguimiento deben incluir TC 
sistemáticas (NE 4 GR C). 
El MAP, puede colaborar con el urólogo de referencia en el seguimiento del paciente tratado de 
CCR. Haciendo despistaje de posibles complicaciones a corto y largo plazo; y muy especialmente 
de las alteraciones de la función renal. 
TUMORES RENALES BENIGNOS.- 
Introducción62.-
Son tumores que pueden originarse de la corteza renal, del estroma o epitelio renal, y de la 
cápsula renal. A pesar de su comportamiento benigno, al alcanzar un gran tamaño pueden dar 
clínica de dolor por compresión o de sangrado de la lesión. 
Aunque a través de la clínica y las pruebas de imagen podemos establecer un diagnóstico 
diferencial con los tumores renales malignos, en algunos casos resulta difícil y se precisa del 
estudio patológico tras la nefrectomía. 
ONCOCITOMA.-
Introducción.-
Representa cerca del 3-7% de todos los tumores renales10, 63. 
Se forma a partir de las células intercaladas de los conductos colectores62. 
Clínica.-
En general asintomáticos. Cuando crecen pueden generar síntomas: masa palpable, dolor en 
flanco, hematuria62. 
Diagnóstico.-
El diagnóstico es muchas veces casual durante una nefrectomía por sospecha de CCR. Ni a 
través de la clínica o de las pruebas de imagen se discrimina de forma fiable del CCR62. 
El diagnóstico histopatológico sigue siendo el de referencia10, 64.
Pruebas de imagen:
• TC abdominal: lesión sólida renal con zona central estrellada hipodensa (este hallazgo es 
frecuente aunque no tiene valor predictivo por sí mismo63). Los oncocitomas, en contraste 
con el parénquima renal, son hipodensos tanto con contraste como sin él. Es incapaz la 
TC de diferenciar con alta seguridad, un oncocitoma de un carcinoma renal2, 64.
• RMN: muestra el oncocitoma como una masa renal rodeada de una cápsula bien definida, con 
un centro cicatricial estrellado en forma de una señal hipointensa/isointensa/hiperintensa. 
Tampoco aporta gran ayuda al diagnóstico diferencial con los tumores malignos62.
• Angiografía: imagen característica en “rueda dentada”, derivada de la disposición de

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