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ci en ci a R e vi s ta d e l a A c a d e m ia M e x ic a n a d e C ie n ci as vo l. 73 n ú m . 2 a b ri l- ju n io 2 02 2 w w w .r e v is ta c ie n c ia .a m c .e d u .m x Contaminación por microplásticos El Caribe y su contaminación por microplásticos Basura plástica en tortugas del Caribe Participación ciudadana ante la contaminación por plásticos Biomarcadores a microplásticos en fauna marina Biorrefinería: control y aprovechamiento del lirio acuático En nuestro próximo número de julio-septiembre de 2022: Novedades científicas ISSN 1405-6550 Contaminación por microplásticos Mosca soldado negra Revista de la Academia Mexicana de Ciencias abril-junio 2022 volumen 73 número 2 Presentación. Contaminación por microplásticos 6 Dalila Aldana Aranda El Caribe y su contaminación por microplásticos 8 Dalila Aldana Aranda, Martha Enríquez Díaz y Víctor Castillo Escalante Microplásticos en agua y en organismos 14 Gilberto Acosta González, Ditza Valeria Carrillo Rosales y J. Adán Caballero Vázquez Basura plástica en tortugas del Caribe 22 Gisela Maldonado Saldaña, Dalila Aldana Aranda y Vanessa Labrada Martagón Contaminación marina por microplásticos en la península de Baja California 28 Héctor Reyes Bonilla, Lorena Viloria Gómora e Isabel Montserrat Arreola Alarcón Microplásticos en playas: realidad y percepción 36 Arely Areanely Cruz Salas, Alethia Vázquez Morillas y Juan Carlos Álvarez Zeferino Las dunas del Caribe y su contaminación por plásticos 42 Rigoberto Rosas Luis, Claudia González Salvatierra y Mayra Polett Gurrola Participación ciudadana ante la contaminación por plásticos 50 Laura M. Hernández Terrones, Judith Morales López y Jairo A. Ayala Godoy El impacto de microplásticos en organismos marinos 58 Andrea Zambrano Biomarcadores a microplásticos en fauna marina 62 Vanessa Labrada Martagón y Tania Zenteno Savín Biorremediación de la contaminación por plásticos 68 Carolina Peña Montes, Luis A. Peralta Peláez y Amelia Farrés Contaminación por microplásticos De actualidad Desde la UAM La educación superior en México en la pospandemia: ¿hacia dónde? 85 Judith Zubieta García Biorrefinería: control y aprovechamiento del lirio acuático 79 José Antonio Martínez Ruiz y José Fernando Méndez González Generación de candidatas a vacunas para la comorbilidad tuberculosis-diabetes 75 Mario Alberto Flores Valdez 94 Medir aleteos para salvar la biodiversidad 91 Una nueva visión del universo en infrarrojo 92 Un verano que dañó la capa de ozono 93 José Eduardo González Reyes Desde el Comité Editorial 3 Alonso Fernández Guasti Novedades científicas Noticias de la AMC Desde las redes ■ Portada: Depositphotos. ■ Separador: Ana Viniegra. , volumen 73, número 2, correspondiente a abril-junio de 2022, editado y distribuido por la Aca- de mia Me xi ca na de Cien cias, A. C. El con te ni do de los ar tí cu los es res pon sa bi li dad ex clu si va de los au- to res y no re fle ja de mane ra al gu na el pun to de vis ta de la Aca de mia Me xi ca na de Cien cias. Que da pro- hi bi da la re pro duc ción to tal o par cial del con te ni do por cual quier me dio sin la au to ri za ción ex pre sa de la Aca de mia Me xi ca na de Cien cias. Cer ti fi ca do de Re- ser va de De re chos al uso ex clu si vo del tí tu lo 04-2001- 072510183000-102 ex pe di do el 25 de julio de 2001 por el Ins ti tu to Na cio nal del De re cho de Au tor de la Se cre ta ría de Edu ca ción Pú bli ca. Cer ti fi ca do de Li ci tud de Título y Con te nido 17371 ex pe di do por la Co mi sión Ca li fi ca do ra de Pu bli ca cio nes y Re vis tas Ilus tra das de la Se cre ta ría de Go ber na ción. ISSN 1405-6550. Editor responsable: Francisco Salvador Mora Gallegos. For- mación: Intidrinero, S.A. de C.V., tel.: 55-5575 5846. Co rres pon den cia: Aca demia Me xi ca na de Cien cias, A. C., atención: Re vis ta Cien cia, Casa Tlalpan, km 23.5 de la Carretera Federal México-Cuernavaca, Av. Cipre- ses S/N, Col. San Andrés Totoltepec, Del. Tlalpan, C.P. 14400, Ciudad de México, tel.: 55-5849 4903, fax: 55-5849 5108, rcien cia @u nam.mx, http://www.amc.mx. Revista de la Academia Mexicana de Ciencias abril-junio 2022 volumen 73 número 2 Director fundador Ignacio Bolívar Urrutia (1850-1944) Director Alonso Fernández Guasti Comité editorial Raúl Antonio Aguilar Roblero Raúl Ávila Ana Cecilia Noguez Raymundo Cea Deborah Dultzin Ronald Ferrera Gerardo Gamba Adolfo Guzmán Juan Pedro Laclette San Román Miguel Ángel Pérez de la Mora Carlos Prieto de Castro Sergio Sánchez Esquivel Alicia Ziccardi Editora Rosanela Álvarez Corrección de estilo y enlace con autores Paula Buzo Social Media José Eduardo González Reyes Diseño y formación Intidrinero, S.A. de C.V. Ilustradora Ana Viniegra, pp. 9, 15, 37, 43, 63, 74, 82 Pixabay: pp. 6, 17, 52, 61, 84, 86, 88 Depositphotos: pp. 4-5, 10, 19, 20, 23, 24, 29, 32, 34-35, 40, 41, 44, 48, 51, 59, 62, 64, 66, 76-77, 79 Red Walter Galván Tejada Academia Mexicana de Ciencias, A.C. Casa Tlalpan, km 23.5 de la Carretera Federal México-Cuernavaca, Av. Cipreses S/N, Col. San Andrés Totoltepec, Del. Tlalpan, C.P. 14400, Ciudad de México tel.: 5849 4903, fax: 5849 5108 www.revistaciencia.amc.edu.mx @CienciaAMC Este número de la revista Ciencia ha sido posible gracias al patrocinio de la Desde el Comité Editorial ■ ■ ■■■ ■ ■ ciencia volumen 73 3 número 2 Les doy la bienvenida a este nuevo número de la revista Ciencia que contiene una interesante sección temática compuesta por una decena de artículos que analizan el problema de la contaminación por microplásticos. ¿Qué son los microplásticos? ¿Qué efectos tienen en los seres marinos (por ejemplo, tortugas, cetáceos, moluscos)? ¿Cuáles son las soluciones a esta contaminación? Este es un problema grave de toxico- logía ambiental, ya que en todo el mundo la basura en los océanos está dominada por plásticos; de ocho millones de toneladas de residuos sólidos que se vierten al océano cada año, 90% son plásticos. México ocupa el lugar número 12 en el mundo por su consumo de plásticos y el lugar 11 por su producción. Así, una gran cantidad de residuos plásticos llega a los ecosistemas y todas las especies de flora y fauna acuática son susceptibles a la acumulación e ingesta de microplásticos. Los microplásticos en sí son inertes, pero se vuelven tóxicos porque durante su manufactura o depósito en los mares absorben una serie de sustancias y toxinas que afectan la salud y la reproducción de los organismos. Los efectos tóxicos producidos por los microplásticos y sus sustancias asociadas incluyen la producción de especies reactivas de oxígeno, el aumento en los indicadores de estrés oxi- dativo, alteraciones en la transcripción y expresión de genes, daño al ADN, alteraciones por disrupción endócrina e, incluso, afectaciones a parámetros poblacionales, como la probabilidad de supervivencia y bajas tasas de fecundidad. Asimismo, hay un fenómeno curioso porque las personas que visitan las playas no siempre perciben esta contaminación por plásticos, o la subestiman, por lo que generar conciencia es el primer paso para llegar a la solución del problema. En la medida en que turistas y habitantes de las zonas costeras cuenten con información adecuada, prestarán más atención a las maneras en que puede prevenirse esta forma de contaminación. Ade- más, otra parte de la solución depende de cambios en la industria que fabrica los plásticos y en el fortalecimiento de los programas gubernamentales de acopio, reciclaje y desecho. Sin embargo, también recae en la responsabilidad que tenemos las personas como con- sumidoras de productos envasados en plásticos, sobre todo los de un solo uso. Así, en los sitios donde no se cuenta con sistemas de reciclaje, debemos disminuir el uso personal de productos que conlleven a la generación de residuos plásticos. En otras palabras, necesi- tamos promoverla participación ciudadana para ayudar a la solución. Vale la pena preguntarnos: ¿por qué es tan difícil degradar un plástico?, ¿a qué pode- mos transformar los plásticos? Existen diversas herramientas biotecnológicas para lograr la transformación de los plásticos en nuevos materiales o incluso en energía. Las solu- ciones biotecnológicas son multidisciplinarias y de cada una debe evaluarse su impacto ambiental. Es necesario degradar los plásticos hasta sus monómeros para su posterior reciclaje, o bien lograr la degradación completa para generar sustancias orgánicas que se ■■ ■ Desde el Comité Editorial 4 ciencia ♦ volumen 73 número 2 ♦ abril-junio de 2022 puedan integrar al ambiente. Todo esto lo pueden leer en la sección temática que, como ven, no sólo expone uno de los problemas más severos que está enfrentando la humanidad, sino que propone algunas alternativas, incluidas las de mayor importancia que tienen que ver con cambios de actitud de la población. Por otra parte, en la sección de Novedades científicas encontrarán un artículo que habla de la generación de vacunas para prevenir la comorbilidad tuberculosis-dia- betes. Una persona con diabetes tiene muy alta probabi- lidad de contraer tuberculosis, en comparación con una persona sin diabetes. Cuando alguien padece ambas en- fermedades simultáneamente sufre un mayor daño pul- monar, lo que deteriora su calidad de vida. En este artícu- lo se expone que una nueva candidata a vacuna mejora la protección contra el daño pulmonar en ratones duran- te etapas avanzadas de tuberculosis y diabetes. Además, de manera interesante, esta candidata a vacuna también favorece un mejor control de los niveles de glucosa. En la sección de Actualidad (dedicada a compartir ar- tículos que aborden el tema de la enfermedad COVID-19 y sus efectos) se habla de las acciones que deben observar las instituciones de educación superior para cumplir con su función docente tomando en cuenta, por un lado, la prevención de contagios y, por el otro, los cambios en los métodos de enseñanza mediante las nuevas tecnologías según las habilidades y los perfiles sociodemográficos de estudiantes y docentes. El hartazgo y aburrimiento de los primeros y el agotamiento de los segundos han obligado a repensar y evaluar lo que se tuvo que modificar, por razones de la pandemia, para impartir cursos en el nivel superior de enseñanza. En el artículo se revisan varios aspectos que incluyen, entre otros, el diseño y la actuali- zación curricular de la educación formal y las habilidades digitales del profesorado y el alumnado. Por último, me es grato comunicarles que a partir de este número contamos con la generosa aportación de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) que Desde el Comité Editorial ■ ■■ abril-junio de 2022 ♦ volumen 73 número 2 ciencia 5 permitirá la continuidad de la publicación de la revis- ta Ciencia. Gracias a la labor de la presidenta de la AMC, Susana Lizano Soberón, y del rector de la UAM, José Antonio de los Reyes Heredia, se nos ha otorgado un invaluable soporte que esperamos que permanezca durante muchos años. Así, se inaugura en este número una sección dedicada a difundir la la- bor académica que se desarrolla en dicha universidad, que hemos titulado Desde la UAM. En esta ocasión, en el artículo “Biorrefinería: control y aprovechamiento del lirio acuático”, los autores nos mencionan que esta planta acuática de crecimiento rápido forma una capa que cubre por completo un cuerpo de agua en un perio- do muy corto, lo cual ocasiona problemas importantes. Cuesta miles de pesos limpiar esta infestación y, hasta el momento, no se obtiene ningún beneficio. Ante ello, los autores muestran cómo una biorrefinería constituye una estrategia idónea para transformar el problema en oportunidad. Con creatividad y conocimiento, nos ex- plican que en la Biorrefinería LirMex III se rentabiliza el costo de extracción de esta planta gracias a la obtención de cuatro productos: composta, lombricomposta, mate- rial absorbente y biogás. Este sistema tiene la ventaja de carecer de residuos y usar únicamente al lirio acuático como materia prima. Espero que disfruten la lectura de este número. Alonso Fernández Guasti Director ciencia volumen 73 6 número 2 Dalila Aldana Aranda, editora huésped ■ ■ ■■■ ■ ■ La prensa y los noticieros con frecuencia emiten una nota impresionante con respecto a la omnipresencia de los microplásticos en el planeta: trillones de micropartículas de plástico que no podemos ver; pero que cada vez más los equipos de investigación científica detectan, cuantifican y muestran las evidencias de su presencia e impacto en las playas, en el mar, en los lagos y ríos, en nuestros alimentos, y hasta en la placenta humana. Si hacemos un recorrido en el tiempo, tenemos que hace 4 500 millones de años se formó la Tierra, hace apenas 200 000 años los primeros Homo sapiens caminaban en su superficie, pero tan sólo en los últimos 50 años se ha desarrollado la producción masiva de un sinnúmero de ob- jetos de plástico que están presentes en todo lo que utilizamos, desde el biberón de un recién nacido hasta un flamante auto de la Fórmula 1. Impactante resulta también saber que más de la mitad del total del plástico ha sido producido desde el año 2000 a la fecha. Se estima que la producción global por año es de 300 millones de toneladas de plástico, del cual menos de 70% será reciclado. Esto constituye una de las principales fuentes de contaminación antropogénica en el mundo, debido a los inadecuados o inexistentes sistemas de recolección, reciclado y disposición de resi- Presentación Contaminación por microplásticos Presentación ■ ■■ abril-junio de 2022 ♦ volumen 73 número 2 ciencia 7 duos urbanos e industriales (Banco Mundial, 2016). Resultado de lo anterior, 13 millones de toneladas de plástico terminarán en los océanos cada año, lo que representa más de 80% de la basura marina. A saber, cada minuto se compran en el mundo un millón de botellas de agua o de refrescos, que terminan siendo alrededor de 25% de la basura de los océanos, la cual es de nueve millones de toneladas de plástico, o lo equivalente a cinco bolsas de basura por cada 30 cm. Desafortunadamente, los plásticos no “desapare- cen”, sólo se fragmentan en pedazos cada vez más pequeños… hasta llegar a ser partículas microscó- picas, muchas de las cuales llegarán directamente al agua de los océanos o seguirán fragmentándose en el mar. La categoría de lo que conocemos como microplásticos está conformada por partículas con tamaños inferiores a 5 mm. Estos materiales pro- vienen de la degradación de piezas de plástico más grandes, así como de artículos de la industria cos- mética y de limpieza, que produce microesferas para incluirlas en cremas de afeitar, productos an- tiarrugas, pastas de dientes y pinturas. No obstante, sorprende saber que la mayor parte de los microplás- ticos (35%) proviene de la ropa que utilizamos, pues cada vez más se usan textiles sintéticos (como nai- lon) para hacerla más barata, pero en cada lavada se desprenden miles de fibras que van a parar en el agua de desecho. Otra fuente importante son las llantas de los autos (30%) y el polvo de las ciuda- des (25%). Las señales viales y pinturas, así como los productos de limpieza e higiene personal represen- tan 5%, respectivamente. Cabe considerar que los productos de plástico están elaborados con distintos compuestos químicos, por lo que tienen diferentes densidades. Por ejemplo, las bolsas de plástico, hechas de polietileno, son menos densas que el agua de mar, por lo que van a flotar; otros plásticos son más pesados y se van a hundir, hasta llegar al fondo del océano. Esto implica una evidente contaminación en el hábitat marino; pero, además, los microplásticos tienen la capacidad de acumular cientos de sustancias tóxicas, entre ellas insecticidas, herbicidas, fertilizantes y contaminan- tes orgánicos persistentesque son cancerígenos y dis- ruptores del sistema endocrino. Estas partículas tam- bién son colonizadas por bacterias que pueden actuar como acumuladores de otros contaminantes. Así, los microplásticos presentes en el agua de los océanos ingresan a la cadena alimentaria por el plancton y de éste pasan a larvas de peces, moluscos y crustáceos; de ahí a peces de mayor talla, hasta llegar a nuestro plato. En gran medida, el riesgo de los microplásticos para la población humana aún se desconoce, pero es un área de investigación activa y muy interesante. En este número de la revista Ciencia participan especialistas mexicanos que están trabajando en el tema de la contaminación por microplásticos en diversos ámbitos. Sus investigaciones abarcan des- de el monitoreo en el mar Caribe, golfo de México, océano Pacífico y la península de Baja California, hasta los estudios del impacto a nivel molecular o las alternativas para la biorremediación de la con- taminación por microplásticos. El conjunto de los trabajos permitirá tener un amplio panorama de la situación actual de este contaminante emergente en las playas, aguas y especies marinas de México. Por ello, se destaca la importancia de compartir el co- nocimiento mediante la cooperación científica y la divulgación. México cuenta con un amplio grupo de investi- gadores consolidados en el tema de la contamina- ción por microplásticos, por lo que es importante que existan los recursos para que se puedan integrar en una red nacional y participen con equipos inter- nacionales. En ese sentido, nuestro país debe contar con un Observatorio Nacional de Contaminación Marina, que certifique la calidad del agua y de los alimentos que provienen del mar. Se requiere no sólo de la legislación para prohibir los plásticos de un solo uso, sino también del desarrollo e impulso de la movilidad social para llevar a cabo programas de concientización sobre su consumo, disposición final y reciclado, como parte de una estrategia de biose- guridad nacional. Asimismo, como investigadores tenemos un compromiso con México y con nuestra sociedad, para contribuir mediante la comunicación de nuestros resultados a partir de la divulgación, por lo que este número de la revista Ciencia será de gran apoyo en este movimiento de ciudadanía responsa- ble con el ambiente. ciencia volumen 73 8 número 2 El Caribe y su contaminación por microplásticos Dalila Aldana Aranda, Martha Enríquez Díaz y Víctor Castillo Escalante ■ ■ ■■■ ■ ■ Cerca de 12.7 millones de toneladas métricas de plásticos terminan en los océanos del mundo; los más ubicuos son los microplásticos, presentes en los sedimentos y la co- lumna de agua, donde pueden ser ingeridos por organismos marinos. Se cuantificó la contaminación utilizando al caracol rosado como especie indicadora. Los microplásticos están presentes en todo el Caribe y son más abundantes en la parte noroeste. Antecedentes Desde la primaria aprendemos que los océanos ocupan 75% de la superficie de la Tierra, pero no nos enseñan que la existencia de la humanidad de-pende más de ellos de lo que creemos. De los océanos proviene 60% de las proteínas para nuestro consumo, que son además alimentos ricos en minerales y con bajo contenido de grasas. Pero lo más importante radica en que sus aguas son el verdadero pulmón del planeta, pues en ellas se genera de 60% a 85% del oxígeno que va a la atmósfera, la mayoría producido por el plancton vegetal (fitoplancton). Además, en los océanos se absorbe más de la mitad del dióxido de carbono que emitimos para producir energía, transportarnos, fabricar los productos que utiliza- mos u obtener nuestros alimentos, pues en todos estos procesos se quema petróleo y otros combustibles. Los océanos son también reguladores de nuestro clima. Adi- cionalmente, diversas actividades económicas están vinculadas a sus aguas, con las cuales se generan cerca de tres billones de dólares al año. Éstos son algunos ejemplos de los múltiples beneficios que nos brindan los océanos. Por lo anterior, la Organización de las Naciones Unidas (onu) ha declarado al periodo 2021-2030 como el Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible. Esta declaratoria busca promover el trabajo conjunto para revertir el problema de salud de los océanos, la afectación por la sobrepesca y el impacto de la contaminación marina, para con ello hacer sostenible nuestra existencia. Éstas son algunas razones para que su conservación sea una prioridad en las agendas políticas de todos los países en los que artificialmente hemos dividido a nuestro planeta. En las escuelas, y entre la sociedad en general, se debe enseñar que los múltiples servi- El Caribe y su contaminación por microplásticos ■ ■■ abril-junio de 2022 ♦ volumen 73 número 2 ciencia 9 ■■ ■ Contaminación por microplásticos 10 ciencia ♦ volumen 73 número 2 ♦ abril-junio de 2022 cios que nos brindan los océanos tienen una función vital; si entendiéramos esto, utilizaríamos menos a los océanos como el gran basurero de la humanidad. El Caribe El Caribe es un mar cerrado entre el arco de las is- las de las Antillas menores, al este, y las Antillas ma- yores y la parte continental del Caribe, al oeste; en total, 37 países integran el litoral. Con una superfi- cie de 3 millones de km2, se formó hace 180 millones de años, en el Jurásico. En el Caribe vive 10% de la población mundial, mientras que 11% de la pesca se hace en sus aguas. Además, la diversidad es una sus principales características, pues aquí se encuentra la segunda barrera coralina más grande de la Tierra, con casi 25% de la biodiversidad de los corales del mundo. Relacionada con los arrecifes se mantiene una intensa actividad turística, perteneciente a la categoría de turismo triple S (en inglés: sun, sand and sea, “sol, arena y mar”), el cual representa aproxima- damente 6% del producto interno bruto en México. Sin embargo, el Caribe es el segundo mar más contaminado del mundo por plásticos y microplásti- cos, porque la mitad de los residuos urbanos de esta región van a basureros a cielo abierto y 85% de sus aguas residuales no son tratadas antes de llegar al mar. De acuerdo con la onu, 13 millones de tone- ladas de plástico llegan a los mares de todo el mun- do, lo equivalente a arrojar cada minuto un camión lleno de plástico. De la basura marina, 80% está conformada por plásticos y se calcula que en 2050 habrá más plástico que peces. Mucha de esta basura está asociada al turismo masivo; a saber, cada minuto se compran más de un millón de botellas de agua o refrescos, lo que representa 25% de la basura de los océanos. Alarmante resulta también saber que más de la mitad del total del plástico en sus aguas ha sido producido desde 2000 a la fecha. Los microplásticos Por lo que respecta a los microplásticos en los océa- nos, estos materiales derivan de la fragmentación de diferentes tipos de plásticos, pero también provienen de la producción de microesferas que son adicio- nadas a cremas, pastas de dientes, pinturas, abrasi- vos, detergentes, entre otros productos. No obstante, El Caribe y su contaminación por microplásticos ■ ■■ abril-junio de 2022 ♦ volumen 73 número 2 ciencia 11 sorprende saber que la mayor parte de las fibras de microplásticos proviene de mucha de la ropa que uti- lizamos y que es elaborada con textiles sintéticos (al menos 35%), ya que en cada lavada se desprenden en promedio 20 000 fibras que llegarán a los océanos junto con las aguas residuales. Asimismo, el desgaste de las llantas de nuestros autos contribuye en 30%, y el polvo de las ciudades, en 25 por ciento. Es importante saber que los plásticos tienen di- ferente densidad, por lo que hay unos que flotan, al tener una densidad menor que la del agua del mar (como las bolsas de plástico), pero hay otros que se hunden, como el tereftalato de polietileno (PET) y las fibras de poliéster de la ropa. Así, tanto los organismos del planctoncomo los que viven en los fondos mari- nos podrán llegar a ingerir microplásticos. Adicional- mente, un aspecto preocupante de los microplásticos es el hecho de que acumulan más de una centena de sustancias tóxicas; entre ellas, contaminantes como los insecticidas, fertilizantes organoclorados y conta- minantes orgánicos persistentes, que son altamente cancerígenos y disruptivos del sistema endocrino. “Los plásticos no desaparecen, sólo se fragmen- tan…” en pedazos cada vez más pequeños, hasta llegar a un tamaño microscópico. Es así como estos materiales, y las sustancias tóxicas que contienen, ■ Figura 1. Caracol rosa (Strombus gigas), especie de molusco utilizada como bioindicadora en la inves- tigación de la contaminación marina por microplásticos. Fotografía: Alejandro Aldana Moreno. Bioindicadora Especies que actúan como señal de alerta ante las condiciones ambientales. se integran en las cadenas tróficas; empiezan por el plancton, de éste pasan a larvas de peces, moluscos y crustáceos, y de ahí a estadios adultos de diversas especies marinas. Si consideramos que la mayor par- te de estas especies son nuestro alimento, esto quie- re decir que los microplásticos llegan finalmente a nuestros platos y organismos. Estudios de contaminación por microplásticos en el Caribe Para conocer el estado de la contaminación por microplásticos en el Caribe, en el departamento de Recursos del Mar del Centro de Investigación y de Es- tudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, unidad Mérida, llevamos a cabo una investigación en la cual utilizamos como especie bioindicadora al caracol rosa (Strombus gigas), por ser un molusco endémico del Caribe que se encuentra en todos los países que integran la región y que en su fase adulta está asociada al fondo marino (véase la Figura 1). Para no sacrificar a los caracoles en el estudio, con- forme a las prácticas bioéticas, y además porque se trata de una especie amenazada, en el laboratorio de Biología, Conservación y Cultivo de Moluscos de- sarrollamos un método no invasivo que consiste en ■■ ■ Contaminación por microplásticos 12 ciencia ♦ volumen 73 número 2 ♦ abril-junio de 2022 400 350 300 250 200 150 100 50 0T ot al d e m ic ro pl ás tic os /m ed ia p or c ar ac ol Localidades Ba rba do s Gu ad elo up e Sa n A nd rés Pr ov ide nc ia Alb uq ue rqu e Be lic e Ba nc o C hin ch orr o Xe l-H a Pu ert o M ore los Ala cra ne s Flo rid a ■ Figura 3. Resultados de la concentración de contaminantes microplásticos en varios sitios del Caribe. Elaboración: Dalila Aldana; diseño: Martha Enríquez Díaz. obtener y analizar las heces fecales de esta especie. El plástico que ingieren los caracoles no lo digieren, pues no cuentan con un sistema enzimático que lo permita, así que los materiales atraviesan el tracto digestivo y salen con las excretas. Para llevar a cabo el estudio, colocamos a los caracoles en acuarios y después de cuatro horas colectamos las heces (véase la Figura 2) para hacer su análisis con diferentes ti- pos de microscopia óptica y electrónica. En seguida, todos los caracoles fueron regresados al mar sin ha- ber sido afectados. Con la ayuda de colegas investigadores de otros países, obtuvimos muestreos realizados con este mé- todo en diversos sitios de todo el Caribe. En la Figura 3 se indica la cantidad de microplásticos encontrados en cada localidad: la mayor concentración se presen- tó en el Caribe mexicano y la parte menos contami- nada se encontró en las Antillas menores (frente a la isla francesa Guadalupe). El gradiente de contamina- ción, de menor a mayor, va de la parte oriental del Caribe a la parte noroeste. Como parte de los resultados, en la Figura 4 se muestran fibras de microplásticos que pueden servir de soporte para su desarrollo a algunos microorga- nismos. Sin embargo, el grave problema de los mi- croplásticos para la salud de la fauna marina, y para ■ Figura 2. Caracol rosa en acuarios donde se hace la toma de muestras de heces para el análisis de la presencia de microplásticos. Fotografía: Dalila Aldana Aranda. El Caribe y su contaminación por microplásticos ■ ■■ abril-junio de 2022 ♦ volumen 73 número 2 ciencia 13 nosotros al consumir pescados y mariscos, es la gran cantidad de sustancias tóxicas que contienen. Unas provienen de su proceso de fabricación, como el bis- fenol, el cual es un interruptor de la madurez sexual; otras sustancias, como los insecticidas, herbicidas y fertilizantes, son absorbidas por el plástico, el cual tiene la capacidad de concentrarlas. Conclusión Los resultados de esta investigación demuestran que todo el Caribe está contaminado por microplásticos y que 100% de los individuos de caracol rosa ana- lizados los presentan en sus excretas. Esto debe lle- varnos a reflexionar para que modifiquemos nuestras actividades, pues somos la fuente de contaminación de los océanos y su biodiversidad, y al mismo tiempo Referencias específicas Andrady, A. L. (2011), “Microplastics in the marine en- vironment”, Mar. Pollut. Bull., 62:1596-1605. Dispo- nible en: ‹https://doi.org/10.1016/j.marpolbul.2011. 05.030›, consultado el 2 de febrero de 2022. Hidalgo-Ruz, V., L. Gutow, R. C. Thompson y M. Thiel (2013), “Microplastics in the marine environment: A review of the methods used for identification and quantification”, Sci. Technol., 46:3060-3075. Dispo- nible en: ‹https://doi.org/10.1021/es2031505›, con- sultado el 2 de febrero de 2022. ■ Figura 4. Imágenes de microscopía electrónica de barrido: A) vista ge- neral, en rojo, de fibras de microplásticos y, en verde, fragmento de dia- tomeas; B) y C) fibras de microplásticos colonizadas por microorganismos; D) microplásticos en forma de láminas; E) esferas de microplásticos con- tenidas en las muestras de heces del caracol rosa. Crédito: Eve Mouret, Marion Bardet y Paul Caillet, tesistas de maestría de la Universidad de las Antillas Francesas con el Cinvestav-IPN-Mérida, bajo la dirección de Dalila Aldana Aranda. Fotos tomadas en LANNBio-Área de Microscopía Electrónica de Barrido del Cinvestav-IPN-Mérida. estamos provocando consecuencias negativas para nuestra salud. Por otra parte, debemos tener presente que el plástico se produce a partir de petróleo, lo que implica un impacto al cambio climático. La subsis- tencia del planeta depende del modelo de consumo y producción que tengamos; por lo anterior, es impor- tante que evitemos los plásticos de un solo uso, y en su lugar siempre traer un termo para nuestras bebidas y una bolsa para las compras. Las acciones sencillas, llevadas a una escala planetaria, son efectivas. Dalila Aldana Aranda Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, Instituto Politéc- nico Nacional, unidad Mérida. daldana@cinvestav.mx Martha Enríquez Díaz Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, Instituto Politéc- nico Nacional, unidad Mérida. marthaenriquez_1999@yahoo.com Víctor Castillo Escalante Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, Instituto Politéc- nico Nacional, unidad Mérida. vicas@cinvestav.mx Agradecimientos Investigación financiada por el Caribbean Fisheries Mana- gement Council (CFMC). Muestreos realizados en diver- sos sitios del Caribe por: Hazel Oxenford, University of the West Indies, Barbados; Jairo Medina, Universidad Nacional de Colombia, Campus Caribe, San Andrés; Gabriel Delga- do, Florida Fish and Wildlife Conservation Commission, Fish and Wildlife Research Institute, Florida; y Claude Bou- chon, Université des Antilles, Guadeloupe, Francia. ciencia volumen 73 14 número 2 Microplásticos en agua y en organismos Gilberto Acosta González, Ditza Valeria Carrillo Rosales y J. Adán Caballero Vázquez ■ ■ ■■■ ■ ■ El alto consumo de plástico en México y su mal manejo en los últimos años ha generado un impacto negativo en el ambiente. Una gran cantidad de residuos plásticos llega a los ecosistemas acuáticos, donde se degradan en pequeñaspartículas llamadas micro- plásticos. Este artículo recopila la información actualizada de su concentración, longitud, forma y efectos, a partir de estudios realizados en el país. México ocupa el lugar número 12 en el mundo por su consumo de plásticos y el lugar 11 por su producción, con una tasa de crecimiento sostenido de 4.8% desde 2009; actualmente se fabrican siete millones de toneladas de plástico al año (Aguirrezabal, 2019). Una gran cantidad de residuos plásticos llega a los ecosistemas naturales desde vertederos mal gestionados o por produc- tos plásticos descargados de forma descuidada. Muchos de estos desechos plásticos son depositados en diferentes matrices ambientales, como aguas y sedimentos, y también se ha demostrado la presencia de residuos plásticos y microplásticos en organismos marinos a partir de estudios científicos realizados en México. Respecto a las investigaciones publicadas, hasta marzo de 2021 se tienen regis- trados 19 documentos: 11 artículos y 8 tesis, tanto de maestría como de licencia- tura. Los estudios se han llevado a cabo en las costas del océano Pacífico, golfo de California, golfo de México y mar Caribe; no obstante, también hay información que estima la concentración de microplásticos en los sedimentos de un río en Pue- bla y otro en Tijuana (véase la Figura 1). Microplásticos Los microplásticos son cualquier partícula sólida sintética o matriz polimérica, de forma regular o irregular, con tamaños comprendidos entre 1 μm y 5 mm. Estos materiales pueden clasificarse y agruparse tomando principalmente como crite- rio dos parámetros: forma y origen. Por su forma, en general se identifican como esferas, pellets, fragmentos irregulares, fibras, gránulos y películas. Las razones por las que los microplásticos pueden presentar las características de alguna de las Pellets Obtenidos por el proceso de compresión de un material a forma esférica, lo que mejora su procesamiento para obtener nuevos productos plásticos. Microplásticos en agua y en organismos ■ ■■ abril-junio de 2022 ♦ volumen 73 número 2 ciencia 15 ■■ ■ Contaminación por microplásticos 16 ciencia ♦ volumen 73 número 2 ♦ abril-junio de 2022 categorías antes mencionadas son muy diversas, pues dependen de los procesos que haya sufrido el objeto o su material de origen. En tanto, por su origen, los microplásticos se di- viden en dos: primarios y secundarios. Los de origen primario incluyen a las partículas que poseen un diá- metro menor de 5 mm desde su liberación al medio; usualmente son pellets de la materia prima utilizada en la industria y microperlas o microesferas que pro- vienen de productos cosméticos en los que son uti- lizadas como exfoliantes, así como para la elabora- ción de productos de limpieza para el hogar. Por otra parte, los microplásticos de origen secundario son el resultado de la fragmentación y la degradación. El primero de estos procesos ocurre principalmente por la acción mecánica de las olas, vientos, mareas y fricción con la arena. La degradación implica la disminución de su peso molecular mediante diferen- tes mecanismos, como biodegradación, fotodegra- dación, degradación termo-oxidativa, degradación térmica, hidrólisis y procesos físicos. Microplásticos en agua y sedimento Los microplásticos en el ambiente acuático se pue- den encontrar en diferentes entornos. Diversos estu- dios han demostrado la presencia de microplásticos en agua salada, donde su acumulación es mayor en la zona costera que en mar abierto. No obstante, tam- bién se ha reportado la existencia de microplásticos en sistemas de agua dulce, como playas fluviales, aguas superficiales y sedimentos de ríos, lagos y embalses. Por otra parte, la concentración de microplás- ticos depositados en los sedimentos es de cuatro a cinco veces más elevada que en el agua; esto es debido a la combinación de diversos factores, como la acción del clima, por lo que sufren procesos de oxidación de manera acelerada. La distribución de microplásticos en el sedimento es desigual porque depende de sus propiedades y la influencia de factores ambientales, como los vientos y corrientes. Se proyecta que 70% de los residuos marinos se hundirán y permanecerán en el sedimento marino (Frias y Nash, 2019). Microplásticos en organismos Constituidos por una amplia gama de polímeros y aditivos químicos, los microplásticos pueden ser ingeridos por una gran variedad de organismos acuá- ticos, con el potencial de causarles daños. Muchos estudios recientes han evidenciado la presencia de microplásticos en organismos, desde pequeños in- 119º0’0’’W 28º0’0’’N 21º0’0’’N 28º0’0’’N 21º0’0’’N 112º0’0’’W 105º0’0’’W 98º0’0’’W 91º0’0’’W 84º0’0’’W 119º0’0’’W 112º0’0’’W 0 Peces Sedimento Agua 500 km Microplásticos en: 250 105º0’0’’W 98º0’0’’W 91º0’0’’W 84º0’0’’W ■ Figura 1. Sitios de muestreo donde se ha estudiado la presencia de microplásticos en México. Elaboración propia con base en información de la revisión bibliográfica y datos del Inegi (división política estatal 1:250 000, 2015). Microplásticos en agua y en organismos ■ ■■ abril-junio de 2022 ♦ volumen 73 número 2 ciencia 17 vertebrados, tales como moluscos, hasta grandes ver- tebrados, como delfines. Los microplásticos pueden pasar a la biota ma- rina por diferentes rutas. Dependiendo de su modo de alimentación, los organismos pueden ser con- sumidores directos, al ingerir los microplásticos de los sedimentos o de partículas en suspensión, o bien pueden obtenerlos de manera indirecta, en el caso de depredadores o carroñeros, por medio de sus pre- sas. Al no existir rutas enzimáticas capaces de digerir los polímeros sintéticos, éstos deberían pasar por el organismo sin ser digeridos o absorbidos. Los peces son los animales marinos más estudia- dos en cuanto a la presencia de microplásticos. El efecto potencial que la ingesta de microplásticos tiene sobre estos organismos es la mala nutrición, inanición y reducción de las poblaciones, ya que se afecta su reproducción (Cole y cols., 2011). Tam- bién se han reportado microplásticos en otras espe- cies, como tortuga verde, aves marinas, focas, gusano de arena, delfín rosado, entre otros animales. Concentración de microplásticos La distribución de los microplásticos puede ser causada por varios factores, como la cercanía a una planta de tratamiento de aguas residuales, el tráfico de barcos, las actividades de investigación en la zona costera o el transporte por medio de corrientes oceá- nicas. Específicamente, en México se han encontra- do grandes cantidades de partículas microplásticas en sedimentos. Algunos autores reportaron la cantidad de microplásticos por kg, mientras que otros lo hi- cieron por m2. No obstante, el promedio obtenido fue de 547 unidades de microplásticos/kg y 129 unida- des de microplásticos/m2. Por otro lado, la concentra- ción de microplásticos en agua fue de 2 970 unidades de microplásticos/m3. Asimismo, el promedio de mi- croplásticos encontrados en organismos marinos (pe- ces) fue de 4.5 unidades de microplásticos/individuo. Longitud La longitud promedio de los microplásticos encon- trados en agua (1.9 mm) es mayor que la de los mi- Efluente En hidrología, corresponde a un curso de agua que desde un lugar se desprende en una derivación menor. croplásticos en sedimento (1.6 mm), lo cual se debe a que en el sedimento los residuos plásticos tienen una mayor velocidad de fotodegradación por las al- tas temperaturas y la elevada concentración de oxí- geno, a diferencia de los materiales plásticos que se encuentran flotando en el mar o que se hunden bajo la superficie (Toledo, 2019). Por otro lado, los microplásticos de menor tamaño (0.9 mm) se han encontrado dentro de los estómagos de los peces, ya que estas partículas, al ser muy pequeñas, son fácil- mente ingeridas por los organismos que las confun- den con su alimento. Forma La diferencia entre la forma de los microplásticos en- contrados en aguaradica en las actividades de cada región. Las fibras pueden originarse a partir de efluen- tes domésticos, rotura de redes y líneas de pesca; los gránulos se encuentran comúnmente en muchos pro- ductos de limpieza y cosméticos o se producen por la descomposición de plásticos degradables más grandes (Cole y cols., 2011); los pellets se utilizan como materia prima para la producción de plásti- co; mientras que las películas pueden provenir de la fragmentación de envoltorios y bolsas de plástico más grandes. Así, cabe considerar que los vertidos de estuarios y aguas residuales podrían incrementar la proporción de fibras, mientras que las pla- yas turísticas podrían tener mayores concentraciones de fragmentos rígidos y espumas, producidos por la degradación de cubiertos desechables y bolsas plásticas (Álvarez Zeferino y cols., 2020). La fibra fue la forma más abundante de los micro- plásticos encontrados en los estudios realizados en México, tanto en sedimentos como en peces (véase la Figura 2); esto se atribuye a la alta liberación de partículas microplásticas durante el lavado de tex- tiles y prendas (Cole y cols., 2011). En el agua, la forma más común fue el fragmento; esta forma pro- viene de la descomposición de muchos productos ■■ ■ Contaminación por microplásticos 18 ciencia ♦ volumen 73 número 2 ♦ abril-junio de 2022 plásticos, como bolsas y recipientes, así como tam- bién materiales de embalaje. Efectos en los organismos De los peces muestreados en México, 59% presen- taron partículas microplásticas en sus estómagos, lo cual es un alto porcentaje. Además de peces, se han estudiado otros organismos para evaluar la presencia de los microplásticos y sus posibles efectos. Por ejem- plo, Angélica Isabel Amaya (2016) reportó que, en la especie de equinodermos conocidos como ofiuros (Ophiocoma echinata), la tasa de ingestión varía entre 0 y 248 unidades de microplásticos en un lapso de 48 horas. También evaluó si los microplásticos tienen algún efecto sobre la regeneración de brazo, motili- dad y supervivencia en esta especie; sin embargo, no se observó ninguna relación. Por otra parte, Izchel Romana Gómez (2016) in- vestigó los efectos de los microplásticos de polivinil cloruro (PVC) y fluoranteno en dos especies: una de poliqueto (Eupolymnia rullieri) y una ostra (Isogno- mon alatus). Los resultados obtenidos señalan que el fluoranteno disminuye la cantidad de arena que am- bos organismos pueden procesar. También se demos- tró que en la ostra (I. alatus) aumentó el consumo de alimento, al igual que su tasa de respiración. No obstante, no se observó ningún cambio significativo en el crecimiento y en la tasa de mortalidad de am- bas especies. En animales de mayor tamaño, como mamífe- ros marinos (cetáceos), también se ha demostrado la presencia de microplásticos. Tabata Olavarrieta (2017) reportó los valores de ftalatos encontrados en hembras de la ballena conocida como rorcual común (Balaenoptera physalus). Los ftalatos (aditivos quími- cos de los microplásticos) son disruptores endocrinos que afectan las funciones reproductivas, particular- mente durante la gestación o en estadios tempra- nos del desarrollo, ya que se asemejan e interfieren con hormonas, factores de crecimiento y neurotrans- misores. 0 2010 30 50 Porcentaje 40 60 70 90 10080 Otros Gránulo Esfera Espumas Pellets Hoja Filamento Films Fragmento Fibra Peces Sedimento Agua ■ Figura 2. Formas de los microplásticos en agua, sedimento y peces en estudios realizados en México. Elaboración propia con base en información de la revisión bibliográfica. Microplásticos en agua y en organismos ■ ■■ abril-junio de 2022 ♦ volumen 73 número 2 ciencia 19 Por otro lado, Isabel Montserrat Arreola (2020) es- tudió la relación entre el número de microplásticos encontrados y las colonias de corales lesionadas; sin embargo, no fue posible identificar ninguna rela- ción estadística. No obstante, existen otras investi- gaciones que sí demuestran los efectos negativos de los microplásticos sobre las colonias de corales. Es importante mencionar que la tendencia de los datos indica que la cantidad de corales afectados fue pro- porcional a la cantidad de microplásticos registrados. La ingesta de microplásticos por parte de los orga- nismos puede producir bloqueo intestinal, sensación de saciedad y pérdida de la capacidad para alimen- tarse, lo que provoca la reducción de las tasas de cre- cimiento y reproducción debido a la disminución en la ingesta de nutrientes. Una vez en el tracto digesti- vo, las partículas pueden ser expulsadas o retenidas. De esta manera, los microplásticos y sus sustancias asociadas pueden ingresar a los niveles inferiores de la cadena trófica acuática y transferirse a las siguien- tes especies. Otro efecto adverso es que sobre la superficie de los microplásticos pueden adsorberse algunos conta- minantes que luego son transportados junto con las partículas. Propiedades como la polaridad y el grado de cristalinidad influyen en la capacidad del material para adsorber estos contaminantes. También se ha demostrado que la electronegatividad de los micro- plásticos parece ofrecer las condiciones ideales para la acumulación de metales como cobre y cinc. Los llamados contaminantes emergentes también son adheridos a los microplásticos en el medio marino; un experimento controlado demostró que los anti- bióticos sulfadiazina, tetraciclina y trimetoprima pueden ser retenidos por los principales polímeros (Li y cols., 2018). Por último, es importante destacar que existe cierta interacción entre los microplásticos y los se- res humanos. La mayoría de los estudios científicos existentes confirman su presencia en mariscos, por lo que se convierten en la fuente mejor conocida de microplásticos a los cuales se expone una persona. En cambio, las probabilidades de ingesta de estos ma- teriales a partir del consumo de pescados son bajas, considerando el porcentaje de ingreso de partículas Contaminantes emergentes Reconocidos reciente- mente, son sustancias que tienen efectos negativos para el medio, los organismos y la salud. ■■ ■ Contaminación por microplásticos 20 ciencia ♦ volumen 73 número 2 ♦ abril-junio de 2022 por los peces y la localización de éstas en el cuerpo de los organismos marinos, ya que usualmente se en- cuentran en el intestino o en el tracto digestivo, lo que no suele ser consumido por los humanos. Así, la fuente más importante de exposición a microplásti- cos por medio de la dieta parecen ser los moluscos bivalvos, debido a que en la mayoría de los casos se consume todo el organismo (Wright y cols., 2013). Conclusión La gran cantidad de microplásticos encontrados en el ecosistema acuático en México indica que no hay un manejo adecuado ni una buena regulación al respecto, lo que está causando un deterioro ambien- tal progresivo. Por lo tanto, es de suma importancia ser conscientes del uso del plástico y sus consecuen- cias. La educación ambiental, la investigación y la implementación de estrictas normativas y leyes son necesarias para evitar que este problema siga proli- ferando. A pesar de que los resultados reportados son des- alentadores, es posible impulsar pequeñas acciones desde nuestro hogar para detener esta situación. Lo primero es tomar conciencia del gran impacto que generamos como seres humanos, y lo siguiente es to- mar acción. Es posible reducir nuestro consumo de plástico si utilizamos otros materiales, como el vidrio o el cartón; también podemos reutilizar y reciclar ciertos productos plásticos, como bolsas, envases, empaques, etc. Mantenernos informados y actuali- zados sobre este tema, y en general sobre el cuidado del ambiente, a partir de fuentes confiables, también es de suma relevancia. La búsqueda de nuevas soluciones, como la im- plementación de la biorremediación, es fundamen- tal. Esto consiste en aprovechar ciertos microorga- nismos para recuperar los ecosistemasdañados; en este caso, se podría estudiar la capacidad de ciertas bacterias, hongos o plantas que degraden estos resi- duos plásticos. La implementación y el uso de nue- vas tecnologías también son algo indispensable; por ejemplo, se han diseñado ciertos aparatos capaces de filtrar y degradar los microplásticos. Por lo anterior, la ciencia y la investigación desempeñan un valioso papel en la solución de los problemas ambientales. Gilberto Acosta González Centro de Investigación Científica de Yucatán, A. C. gilberto.acosta@cicy.mx Ditza Valeria Carrillo Rosales Centro de Investigación Científica de Yucatán, A. C. ditza_carrillo@hotmail.com J. Adán Caballero Vázquez Centro de Investigación Científica de Yucatán, A. C. adan.caballero@cicy.mx MICROPERLAS EN COSMÉTICOS ABRASIVOS INDUSTRIALES NANOPLÁSTICOS MICROPLÁSTICO PROVENIENTE DE LA ROPA DESECHOS PLÁSTICOS Microplásticos en agua y en organismos ■ ■■ abril-junio de 2022 ♦ volumen 73 número 2 ciencia 21 Referencias específicas Andrady, A. L. (2011), “Microplastics in the marine en- vironment”, Mar. Pollut. Bull., 62:1596-1605. Dispo- nible en: ‹https://doi.org/10.1016/j.marpolbul.2011. 05.030›, consultado el 2 de febrero de 2022. Hidalgo-Ruz, V., L. Gutow, R. C. Thompson y M. Thiel (2013), “Microplastics in the marine environment: A review of the methods used for identification and quantification”, Sci. Technol., 46:3060-3075. 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Introducción El desarrollo turístico del estado de Quintana Roo se detonó a principios de la década de 1970 en Cancún, propuesto por el Fondo Nacional de Fomen-to al Turismo (Fonatur) como un centro integralmente planeado (CIP) que formaría parte del Sistema Regional Turístico de la Riviera Maya. Según cifras de la dependencia gubernamental, actualmente el estado cuenta con una oferta hotelera de más de 107 000 cuartos, con una ocupación anual de 73%, que recibe a 8.7 millones de turistas al año, de los cuales alrededor de 70% son extranjeros. Toda esta carga de turismo masivo supone la demanda de bienes y servicios que generan grandes volúmenes de desechos de todo tipo, entre ellos los desechos sóli- dos urbanos. Desafortunadamente, el crecimiento de la oferta turística no ha sido acompañado al mismo ritmo por los programas y servicios municipales de recolecta y manejo adecuado de los desechos, por lo que este asunto ha tomado proporciones desastrosas para los ecosistemas marinos y costeros. Como parte de las acciones de manejo y control de los residuos sólidos urbanos en el estado, en junio de 2019 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la actualización de la Ley para la prevención, gestión integral y economía circular de los residuos del estado de Quintana Roo. Conforme a este instrumento norma- tivo se reconocen 13 principios en materia ambiental y de política pública para la interpretación y aplicación de la ley, entre los que destacan la sostenibilidad, la prevención, el derecho a un ambiente sano y, en particular, el principio sobre la pro- tección del medioambiente marino en zonas de exclusión (islas y áreas natura- les protegidas). En dicho principio se establecen las acciones puntuales para la Basura plástica en tortugas del Caribe ■ ■■ abril-junio de 2022 ♦ volumen 73 número 2 ciencia 23 ■■ ■ Contaminación por microplásticos 24 ciencia ♦ volumen 73 número 2 ♦ abril-junio de 2022 prevención y el control de la contaminación del medioambiente marino, para la conservación y pre- servación de la flora y fauna de estas zonas. Entre los materiales prohibidos para su uso en el estado y sus zonas de exclusión se incluyen los popotes plásticos, envases para bebidas, platos, va- sos, tazas, copas, charolas y cubiertos desechables de plástico, productos derivados del poliestireno expan- dido, anillos de plástico para bebidas enlatadas, así como bolsas de plástico desechables en mercados, supermercados, tiendas de servicio, autoservicio y restaurantes, entre otros. No obstante, este tipo de materiales se siguen consumiendo a la fecha y los desechos llegan al mar, ya sea por acciones delibe- radas o por su disposición inadecuada. Los desechos plásticos quedan expuestos a la intemperie, por lo que se degradan y fragmentan por medio de la abrasión y los rayos solares (luz ultra- violeta), hasta quedar como pequeños trozos de diversos tamaños (de nanómetros a centímetros). De esta ma- nera, los plásticos son más susceptibles de convertirse en residuos ubicuos y per- sistentes, disponibles para en- trar fácilmente a las redes tróficas de los ecosistemas marinos y costeros. El microplástico Todos los embalajes, envolturas, envases y produc- tos derivados o elaborados a partir de plásticos y di- versos polímeros se fragmentarán en partículas me- nores de 5 mm que constituyen los microplásticos y, a la larga, se incorporarán tanto a las playas como a la columna de agua marina. El término microplástico fue acuñado por el investigador Richard Thomson de la Universidad de Plymouth (Reino Unido), en un estudio conjunto con investigadores de la Uni- versidad de Southampton, publicado en 2004 y titulado “Perdido en el mar: ¿dónde está todo el plástico?”. En dicho artículo se hizo referencia por primeravez a los fragmentos plásticos de menos de 5 mm de tamaño. Posteriormente, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Uni- dos de América (noaa) amplió su definición a todo fragmento menor de 5 mm susceptible de ser ingeri- do por los organismos marinos; esta institución, in- cluso, ha instrumentado una extensa campaña para advertir sobre los peligros que implican estos conta- minantes emergentes. En la actualidad se ha determinado la presencia de microplásticos en todo el planeta, en ambientes tanto terrestres como marinos, donde se encuentran en sedimentos, arena marina, la columna de agua y el agua superficial de todos los océanos, incluida la Antártica. Mediante el uso redes de arrastre se ha estimado que hay más de cinco billones de trozos de plástico que flotan en los cinco giros marinos sub- tropicales, de los cuales la gran mayoría casi alcanza los 5 mm de diámetro y su peso en conjunto podría llegar a las 270 000 toneladas. Efectos de los desechos plásticos en las tortugas marinas Muchos autores han documentado el ingreso de los microplásticos a las cadenas tróficas de diver- sos organismos marinos, tanto invertebrados como vertebrados. Los residuos y partículas plásticas que son arrastradas hacia las zonas marinas revisten un especial peligro, pues además de entrar a las cadenas tróficas de la fauna, se suman a los riesgos que his- tóricamente han enfrentado algunas especies, como en el caso de las tortugas marinas. Además del en- mallamiento por redes de deriva, la pesca incidental y los varamientos –que ya en sí representan un gra- ve peligro para las especies–, la ingesta de residuos macroplásticos, como bolsas o envolturas, genera problemas adicionales para la salud de estos orga- nismos. El enmallamiento en basura plástica altera el comportamiento y la flotabilidad de las tortugas marinas, lo que favorece la malnutrición y propicia a largo plazo una reducción de las tasas de crecimien- to y un aumento de la mortalidad (Santos y cols., 2015). Adicionalmente, los restos plásticos que son ingeridos se acumulan en todo el sistema digestivo de las tortugas marinas, desde el esófago y estómago Basura plástica en tortugas del Caribe ■ ■■ abril-junio de 2022 ♦ volumen 73 número 2 ciencia 25 hasta los intestinos (Eastman y cols., 2020); estos úl- timos son el órgano en donde se ha observado mayor acumulación de plásticos. Asimismo, se han repor- tado casos de ahogamiento y de daños gastrointes- tinales, como obstrucción y perforación intestinal, relacionados con el plástico (Nicolau y cols., 2016; Colferai y cols., 2017). Las tortugas marinas tienen diversos hábitos ali- menticios (pueden ser omnívoras, herbívoras o car- nívoras), por lo que están expuestas a ingerir una amplia variedad de residuos plásticos y microplás- ticos al momento de consumir pastos marinos o a sus presas. Un estudio con videocámaras en los am- bientes costeros demostró que las tortugas marinas confunden fácilmente los desechos sólidos con sus alimentos naturales. Por ejemplo, la tortuga cagua- ma (Caretta caretta) y la tortuga verde (Chelonia mydas) consumen basura flotante siguiendo un com- portamiento similar al de la captura de sus presas (como medusas). La determinación de los colores que predominan en el contenido gastrointestinal de las tortugas marinas ha permitido corroborar dicha hipó- tesis; los colores encontrados con mayor frecuencia en el sistema gastrointestinal de las tortugas marinas son los trasparentes, blancos, azules y negros. Cabe agregar que la tortuga verde es la especie más susceptible por la exposición a basura plástica, ya que la presencia de restos sólidos en sus órganos y en excretas se observa en 90% a 100% de los ejem- plares estudiados. En comparación, la frecuencia en la tortuga caguama es de 35% a 85%. En general, el tipo de restos más frecuentemente observados en las tortugas marinas son los microplásticos (Eastman y cols., 2020). ¿Cómo podrían afectar los microplásticos a las tortugas marinas del Caribe mexicano? Quintana Roo es el hábitat natural de cuatro es- pecies de tortugas marinas: la tortuga verde del At- lántico (Chelonia mydas), cuya población es las más numerosa de la región (véase la Figura 1), seguida de la tortuga caguama (Caretta caretta), la tortuga carey (Eretmochelys imbricata) y muy esporádicamente la tortuga laúd (Dermochelys coriacea). Estas especies se alimentan, reproducen y anidan en toda la costa del estado y están catalogadas en peligro de extinción, de acuerdo con la norma oficial mexicana NOM-059- SEMARNAT-2010. En estudios recientemente realizados en distintas bahías de alimentación en la costa de Quintana Roo se han detectado variaciones bioquímicas y alteracio- nes en el ADN de las tortugas verdes inmaduras; en particular, hay evidencia de respuestas relacionadas a distintos grados de perturbación ambiental y activi- dad humana. Cuando las tortugas verdes que habitan en la bahía de Akumal, Quintana Roo, son inmadu- ras, pueden residir hasta por 14 años alimentándose en dicha área antes de alcanzar la talla de anidación para reproducirse; las tasas de recaptura observadas en la zona denotan que existe poco movimiento o inter- cambio de individuos entre bahías de la misma región (Labrada Martagón y cols., 2017). Lo anterior con- tribuye a evidenciar la susceptibilidad de esta especie ante cualquier alteración de la calidad del hábitat en las zonas utilizadas para su alimentación. A partir de 2019, como integrantes de la Red de Microplásticos del Caribe (Remicar) dimos inicio a un proyecto para cuantificar la frecuencia y compo- sición de los microplásticos en la tortuga que habi- ta en la costa de Quintana Roo. Todas las tortugas ■ Figura 1. Tortuga verde del Atlántico (Chelonia mydas) en una zona de alimentación en el Caribe mexicano. Fotografía: Gisela Maldonado Saldaña. ■■ ■ Contaminación por microplásticos 26 ciencia ♦ volumen 73 número 2 ♦ abril-junio de 2022 muestreadas fueron inmaduras, con un rango de talla de 49.4 a 66.6 cm de largo curvo de caparazón (LCC). Los resultados preliminares indican que 100% (n = 6) de las tortugas verdes presentaron residuos sólidos plásticos en el contenido esofágico. Todos los resi- duos sólidos detectados en el contenido esofágico fueron fibras (100%, n = 12) de color oscuro (50%), transparente (42%) o azul (8%). Por otra parte, en las muestras de agua superficial colectadas en las bahías de Xcalak (18°17’32.1” N; 87°49’35.6” O), Mahahual (18°42’12” N; 87°42’45.3” O) y Akumal (20°23’42” N; 87°18’51” O) –sitios de alimentación donde fueron capturadas las tortugas marinas– tam- bién se detectaron residuos sólidos plásticos (n = 236) en forma de fibras (89%), fragmentos (10%) y lámi- nas (1%). Los colores de los residuos encontrados en el agua marina fueron desde el transparente y azul hasta el negro (véase la Figura 2). La siguiente etapa del estudio consistirá en deter- minar mediante microanálisis la composición química del tipo de plásticos encontrados. Hasta el momento, se ha determinado que una fibra de aproximadamente 2.14 mm de longitud encontrada en el contenido del esófago de una tortuga marina (62.3 cm LCC) sí tiene una composición plástica (véase la Figura 3). Conclusiones El Caribe mexicano es un hábitat importante para la anidación, crecimiento y desarrollo de cuatro espe- cies de tortugas marinas; la historia de vida de estos organismos (dieta, preferencia de hábitat, tiempos de residencia en sitios de alimentación, longevidad, etc.) y su elevada sensibilidad fisiológica (Labrada Marta- gón y cols., 2011) convierte a las tortugas marinas en organismos indicadores de perturbaciones como la contaminación por plásticos. Los resultados prelimi- nares de nuestro estudio demuestran que las pobla- ciones de tortugas marinas que habitan en la costa de Quintana Roo están expuestas a los microplásticos. Debido al crecimiento y desarrollo urbano de la re-gión, se vuelve prioritario continuar los estudios que permitan determinar el nivel de consumo de plásti- co por parte de las tortugas marinas de Quintana Roo, así como sus posibles efectos en la salud. Nuestro equipo de trabajo continuará realizan- do el monitoreo de la presencia de plástico en estos organismos por un método no invasivo, que no re- quiera capturar a las tortugas marinas y que permita cuantificar de manera indirecta la frecuencia y com- posición de dichos residuos. El proyecto de investi- 40% 23% 11% 8% 6% 6% 3% 3% Transparente Azul Negro Rojo Blanco Café Verde Oscuro ■ Figura 2. Proporción de residuos plásticos por color detectados en agua superficial de tres zonas de alimentación (Xcalac, Majahual y Akumal) en la costa de Quintana Roo. Elaboración: Vanessa Labrada Martagón. ■ Figura 3. Imagen de microscopía electrónica de barrido de la fibra extraída de una muestra de esófago de tortuga marina. Crédito: Víctor Castillo y Dalila Aldana Aranda, LANNBio-Área de Microscopía Electrónica de Barrido, Cinvestav-IPN-Mérida. Basura plástica en tortugas del Caribe ■ ■■ abril-junio de 2022 ♦ volumen 73 número 2 ciencia 27 gación tiene como objetivo determinar la frecuen- cia de tortugas marinas afectadas, la frecuencia de dichos contaminantes emergentes en estas especies en peligro de extinción y, a largo plazo, su relación con biomarcadores del estado de salud de estas po- blaciones. Lo anterior permitirá generar un mapa de ocurrencia de estos microplásticos, evaluar la efec- tividad de las medidas de mitigación adoptadas por el estado para abatir la contaminación de los mares y costas de Quintana Roo, así como dar sustento a mayores y más efectivas medidas de prevención y control de residuos sólidos para ser empleadas por las autoridades, tanto federales como estatales y muni- cipales, en el ámbito de su competencia. Entre las actividades de la Remicar, y con base en los resultados de los proyectos de investigación conjuntos, se pretende involucrar también a la ini- ciativa privada, por conducto de las cámaras de la industria hotelera y la restaurantera, para crear con- ciencia sobre la importancia del cumplimiento en materia de manejo y control de los desechos sólidos urbanos generados en gran volumen por dichas acti- vidades. Asimismo, se producirá material impreso y audiovisual para involucrar a la sociedad y se espera poder dirigir o acompañar campañas de concientiza- ción y de generación de soluciones ante el problema Referencias específicas Colferai, A. S., R. P. Silva-Filho, A. M. Martins y L. Bugoni (2017), “Distribution pattern of anthropo- genic marine debris along the gastrointestinal tract of green turtles (Chelonia mydas) as implications for rehabilitation”, Mar. Pollut. Bull., 119:231-237. Dis- ponible en: ‹http://doi.org/10.1016/j.marpolbul.2017. 03.053›, consultado el 7 de febrero de 2022. Eastman, C. B. et al. (2020), “Plastic ingestion in post- hatchling sea turtles: Assessing a major threat in Flo- rida near shore waters”, Front. Mar. Sci., 7:693. Dis- ponible en: ‹http://doi.org/10.3389/fmars.2020.00693›, consultado el 7 de febrero de 2022. Labrada Martagón, V., P. Tenorio, L. C. Méndez Rodrí- guez y T. Zenteno Savín (2011), “Oxidative stress indicators and chemical contaminants in East Pacific green turtles (Chelonia mydas) inhabiting two fora- ging coastal lagoons in the Baja California Peninsu- la”, Comparative Biochemistry and Physiology, Part C, 154(2):65-75. Nicolau, L., A. Marçalo, M. Ferreira, S. Sá, J. Vingada y C. Eira (2016), “Ingestion of marine litter by loggerhead sea turtles, Caretta caretta, in Portuguese continental waters”, Mar. Pollut. Bull., 103:179-185. Disponible en: ‹http://doi.org/10.1016/j.marpolbul.2015.12.021›, consultado el 7 de febrero de 2022. Santos, R. G., R. Andrades, M. A. Boldrini y A. S. Martins (2015), “Debris ingestion by juvenile marine turtles: An underestimated problem”, Mar. Pollut. Bull., 93:37- 43. Disponible en: ‹http://doi.org/10.1016/j.marpol- bul.2015.02.022›, consultado el 7 de febrero de 2022. del plástico. De esta manera, también se busca lograr un fortalecimiento del marco regulatorio que dé ma- yor certeza al manejo y tratamiento de los residuos sólidos, para prevenir la afectación y degradación ambiental. Agradecimiento El presente trabajo se realizó bajo el permiso de colecta científica SGPA/DGVS/6729/19. Agradecemos a la pasan- te de Biología, Mara Daniela Tercero, por su apoyo du- rante el muestreo y por el procesamiento y análisis de las muestras. Gisela Maldonado Saldaña Grupo Tortuguero del Caribe, A. C. gpotortuguerodelcaribe@gmail.com Dalila Aldana Aranda Laboratorio de Biología y Cultivo de Moluscos. Centro de Investi- gación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, unidad Mérida. daldana@mda.cinvestav.mx Vanessa Labrada Martagón Laboratorio Ecología de la Salud, Facultad de Ciencias, Universi- dad Autónoma de San Luis Potosí. vanessa.labrada@uaslp.mx ciencia volumen 73 28 número 2 Contaminación marina por microplásticos en la península de Baja California Héctor Reyes Bonilla, Lorena Viloria Gómora e Isabel Montserrat Arreola Alarcón ■ ■ ■■■ ■ ■ Este trabajo resume la información obtenida sobre la presencia y los efectos de los mi- croplásticos en los corales, peces y mamíferos marinos que habitan el golfo de California. Los datos muestran que las concentraciones de estos residuos son bajas en el ambiente y en los organismos. Sin embargo, es necesario mantener sistemas de monitoreo para conocer con detalle la evolución de este problema. El problema de la basura marina Los océanos han sido parte esencial de la vida de las sociedades humanas desde hace más de 20 000 años, cuando nuestra especie comenzó a surcarlos; además, desde hace siglos hemos incluido a mamíferos, peces e invertebra- dos marinos en nuestra dieta (Fagan, 2017). Desafortunadamente, el manejo de los mares no ha sido el ideal; un alto porcentaje de los recursos pesqueros se ha sobreexplotado, el exceso de dióxido de carbono en la atmósfera resultado de la quema de combustibles está acidificando el mar (Hilborn y Hilborn, 2019), y recientemente se ha descubierto otro agente que afecta a los ecosistemas marinos: la basura, con un enorme volumen y diversidad de materiales que las personas y las industrias desechan, y que llegan al mar acarreados por el viento o la lluvia, o bien son liberados directamente por los humanos. Debido al descubrimiento de la “isla de basura” en el norte del océano Pacífico, la opinión pública centró su atención en los microplásticos, que son fibras o frag- mentos de un tamaño menor de 5 mm, constituidos por distintos materiales, como tereftalato de polietileno (PET, proveniente de botellas para bebidas), policloruro de vinilo (PVC) y poliamidas (nailon y telas sintéticas). Estos contaminantes han sido localizados desde los polos hasta el ecuador, y desde la zona intermareal hasta los mares profundos (FAO, 2017). Además, en pruebas de laboratorio se ha demos- trado que pueden afectar a los organismos marinos de manera directa e indirecta. El objetivo del presente artículo es abordar la información acerca de la presen- cia de los microplásticos en los sedimentos costeros, la columna de agua y la fauna marina de la península de Baja California, una región reconocida mundialmente Zona intermareal Franja de la costa situada entre los niveles que marcan las mareas máximas y mínimas. Contaminación marina por microplásticos en la península de Baja California ■ ■■ abril-junio de 2022 ♦ volumen 73 número 2 ciencia 29 ■■ ■ Contaminación por microplásticos 30 ciencia ♦ volumen 73 número 2 ♦ abril-junio de 2022 por su buen estado de conservación y su alta pro- ducción pesquera, y que es estratégica para México dado el gran volumen y la diversidad de servicios ambientales que provee para la sociedad. Por lo an- terior, existe un gran interés en conocer el estadode salud de sus ecosistemas para llevar a cabo un mejor manejo de los recursos. Microplásticos en sedimentos Los trabajos científicos dedicados a conocer el es- tado de los sedimentos en playas de la península de Baja California son muy recientes e iniciaron con la publicación de Teresita de Jesús Piñón Colín y cols. (2018), quienes identificaron un promedio de 135 partículas/kg de sedimento en 21 playas a lo lar- go de la península, tanto del lado del océano Pacífico como del golfo de California. Las playas en el Pací- fico presentaron poco más del doble de la abundan- cia de microplásticos que los sitios ubicados en el golfo. Del lado del océano destacan las zonas con gran intensidad de turismo, como Rosarito en Baja California (entre Tijuana y Ensenada) y Cabo San Lucas en Baja California Sur, con cantidades de en- tre 230 y 300 partículas/kg de sedimento. Con base en lo anterior, los autores citados proponen que la descarga de aguas residuales y el turismo son las principales fuentes de contaminantes. Es importante mencionar que 91% de las partículas identificadas eran fibras, que es el tipo más común que se encuen- tra en otros estudios realizados en todo el mundo. Por otro lado, Juan Carlos Álvarez Zeferino y cols. (2020) llevaron a cabo una investigación que abarcó 33 playas de todo el país y en la cual se mos- tró que el golfo de California es la región con la mayor variabilidad en concentraciones de micro- plásticos por unidad de área, con un pico en los alre- dedores de las ciudades de Topolobampo en Sinaloa (545 microplásticos/m2) y un mínimo a las afueras de La Paz en Baja California Sur (32 microplásti- cos/m2). Estas cifras son inferiores a las encontradas en otros análisis hechos en Brasil, Sudáfrica y Co- rea del Sur (700 piezas/m2), pero además los autores comentan que es posible que haya un factor de so- breestimación, ya que antes del muestreo la región estuvo bajo los efectos de un huracán, y el viento y las escorrentías desde tierra pudieron haber aportado material en exceso a la zona marina. Asimismo, entre 2018 y 2019 se llevó a cabo una investigación sobre la cantidad y el tipo de micro- plásticos presentes en sedimentos de la zona inter- mareal de dos parques nacionales de Baja California ■ Figura 1. Ejemplo de toma de sedimento en la zona intermareal del Parque Nacional Cabo Pulmo. Crédito: Isabel Montserrat Arreola Alarcón. Contaminación marina por microplásticos en la península de Baja California ■ ■■ abril-junio de 2022 ♦ volumen 73 número 2 ciencia 31 Sur: el Archipiélago de Espíritu Santo y Cabo Pulmo (Arreola Alarcón, 2020). Ambos sitios tienen gran relevancia para la conservación, pues el primero está inscrito en la Lista Verde de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el segundo es Patrimonio de la Humanidad, decretado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). En las dos áreas se registraron microplásticos (véase la Figura 1), cuya forma más común fueron fibras. Los contaminantes aparecieron principal- mente en la temporada cálida (mayo a octubre) y el área con mayor presencia de partículas fue Cabo Pul- mo, con un promedio de 113.41 partículas/100 g sedimento, mientras que en Espíritu Santo se encon- traron 53.83 piezas/100 g sedimento. La autora su- giere que la mayor concentración en Cabo Pulmo se debe a su ubicación geográfica, cercana a la entrada del golfo de California, que lo hace ser un sitio ex- puesto al material particulado que viaja con las co- rrientes desde el Pacífico central mexicano, donde debido a la concentración poblacional, el turismo y la industria, el aporte de desechos plásticos al mar debe ser elevado. Impacto en los invertebrados marinos Con respecto a las especies de invertebrados, en el mundo se han llevado a cabo, principalmente, es- tudios de la concentración de microplásticos en los tejidos de moluscos y corales, y se ha demostrado que la presencia de estos contaminantes los vuelve más susceptibles a las enfermedades. Considerando es- tos antecedentes, y el hecho de que no hay trabajos sobre este tema en la costa del Pacífico mexicano, una de las autoras (Arreola Alarcón, 2020) analizó la relación entre la cantidad de microplásticos en el sedimento y la salud de los corales en el Parque Na- cional Cabo Pulmo y en el Archipiélago de Espíritu Santo (véase la Figura 2). La investigación buscó relacionar el número to- tal de partículas de plástico encontradas en los se- dimentos de la zona arrecifal con la proporción de colonias de coral que presentan algún tipo de le- siones o síndromes (enfermedades). Los resultados mostraron que la cantidad de plástico no estuvo estadísticamente relacionada con la cantidad de co- lonias afectadas, probablemente porque la cantidad de partículas por muestra (100 g de sedimento seco) fue pequeña (113 piezas/100 g de sedimento en Cabo Pulmo y 47 piezas/100 g de sedimento en Espíritu Santo); también cabe considerar que más de 80% de los corales estaban en condición sana. No obstan- te lo anterior, se observó que los corales presentes en sitios con mayores cantidades de plástico tenían va- lores más altos de afectaciones, lo cual hace pensar que si en el futuro este material llega a acumularse en las zonas de estudio, puede llegar a representar un factor de perturbación para los corales y gene- rar efectos negativos. ■ Figura 2. Monitoreo del estado de salud de los corales. Crédito: Isabel Montserrat Arreola Alarcón. ■■ ■ Contaminación por microplásticos 32 ciencia ♦ volumen 73 número 2 ♦ abril-junio de 2022 Efectos de los microplásticos en peces En relación con los microplásticos encontrados en peces marinos, se desarrolló un estudio a escala nacio- nal (Greenpeace México, 2017), el cual es importan- te como referencia básica para conocer la situación dentro del golfo de California. En la investigación se analizaron casi 800 peces de todo el país, y en parti- cular para el golfo se trabajaron los tractos digestivos (esófago, estómago e intestino) de 320 peces de 25 especies, todos provenientes de la captura comercial de la ciudad de La Paz. Esta zona fue elegida porque es donde se desembarca el mayor volumen de pesca artesanal en la península de Baja California. De los organismos estudiados, en 21% aparecie- ron microplásticos, en especial fibras posiblemente provenientes de aparejos de pesca, aunque también se encontraron piezas provenientes de la fragmen- tación de botellas o bolsas (microplásticos secunda- rios). Los peces presentaron un promedio de apenas 0.34 contaminantes por individuo, con conteos de entre 1 y 7. Al comparar estas cifras con las obte- nidas para peces recolectados en el puerto de Vera- cruz (96% de los peces con microplásticos, con hasta 37 piezas en un individuo) y en Puerto Morelos en Quintana Roo (61% de la muestra con los conta- minantes, y un máximo de 45 piezas en un pez), es evidente que la condición de los peces del golfo de California es mucho mejor. Los tipos de peces mayormente afectados en La Paz fueron las rayas guitarra, los jureles, atunes y lenguados; de éstos, más de 55% de los individuos revisados presentaron microplásticos. En contras- te, los pargos, cabrillas y tiburones martillo y perro estuvieron libres de las partículas. Estos resultados indican que los fragmentos plásticos son consumidos principalmente por especies que se alimentan del fondo o en la columna de agua (lenguados, atunes); en cambio, los carnívoros arrecifales (pargos, cabri- llas, tiburones) se ven poco afectados. Este resultado también hace pensar que, al menos en esta región de México, la transferencia de plástico entre depreda- dores y presas es mínima. Contaminación marina por microplásticos en la península de Baja California ■ ■■ abril-junio de 2022 ♦ volumen 73 número 2 ciencia 33 La situación de los mamíferos marinos La interacción que los mamíferos marinos (balle-
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