Clasificación de las esporas

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Clasificación de las esporas
Las esporas pueden clasificarse de varias formas dependiendo de ciertos factores.
· Diásporas: son las esporas que dispersan los musgos, los hongos y algunas plantas.
· Clasmisdosporas: son las esporas multicelulares que se emiten en la reproducción asexual.
· Zygosporas: son las esporas de la reproducción sexual. Estas se dividen por meiosis cuando consiguen las condiciones aptas para germinar.
· Conidospora: son las esporas asexuales de los hongos.
Dependiendo del origen biológico de las esporas, se pueden clasificar en:
· Meiosporas: cuando las esporas son producidas por meiosis, significando esto que son células haploides que darán origen a individuos haploides.
· Mitosporas: cuando las esporas son producidas por esporulación durante la mitosis con el fin de reproducir asexualmente al organismo.
Dependiendo de su motilidad, de su capacidad para moverse, las esporas pueden clasificarse en:
· Zoosporas: son aquellas esporas que pueden moverse gracias a uno o varios flagelos.
· Autoesporas: son aquellas esporas que no pueden moverse y no pueden desarrollar flagelos.
· Balistosporas: son aquellas esporas que se descargan del cuerpo fructífero activamente, como es el caso de la seta.
· Estatismosporas: son aquellas esporas que no se descargan del cuerpo fructífero activamente, como es el caso del pedo de lobo.
Esporas
 	Dentro de la biología, se denomina como espora al cuerpo microscópico, ya sea pluricelular o unicelular, que forma un organismo para dispersarlo en el ambiente y asegurar así su supervivencia y reproducción en condiciones adversas. Las esporas por lo general son células haploides que se generar por medio de mitosis, en el caso de los hongos, o por meiosis, en el caso de las plantas. 
En estos casos, a diferencia de otras células reproductivas, las esporas no necesitan fusionarse con otra célula para desarrollarse; mientras que en las bacterias las esporas se forman sin fines reproductivos, como una forma de sobrevivir. El término espora proviene del griego sporá (σπορά), que puede traducirse como “semilla”. Así, las esporas son uno de los elementos de mayor importancia en la vida de los hongos, las algas, las plantas y varios protozoos.
Las plantas poseen un ciclo vital formado por una alternancia de generaciones, variando entre una esporofítica y otra gametofítica. En algunos casos, los esporófitos crean esporas haploides por medio de la meiosis, que luego se desarrollan hasta volverse gametofitos. Estas meiosporas pueden clasificarse en microsporas, esporas masculinas que producen polen; y macrosporas, esporas femeninas que producen óvulos al interior de las flores y los conos de las coníferas. En el caso de las plantas vasculares, las esporas son siempre haploides, siendo en algunos casos isosporas u en otros heterosporas. Estas, a su vez, pueden clasificarse según su tamaño en megasporas, encargadas de producir gametófitos femeninos; y microsporas, encargadas de producir gametófitos masculinos. Dependiendo de las marcas de desarrollo, las esporas de las plantas vasculares pueden ser monoletas, con una sola línea elevada; o triletas, cuando se forman cuatro esporas con origen común.
En las algas, las esporas tienen una gran diversidad, estando presentes en las cloraracniofitas, las heterocontofitas, las algas verdes y las rodofitas. Se cree que los esporangios se formaron en estos organismos hace 1200 millones de años. En el caso de los psudohongos, las oosporas son fundamentales para su ciclo sexual, como es el caso de los oomicetos. En los hongos, las esporas pueden clasificarse en varios tipos según qué estructura las produzca.