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El trabajo de las empleadas domésticas-Entre lo doméstico (privado) y lo asalariado (público)

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El trabajo de las empleadas domésticas: Entre lo doméstico (privado) y lo asalariado (público)
Mariana de Dios Herrero
Definir el empleo doméstico como una forma de trabajo más, resulta dificultoso, si por “trabajo” se entiende a la actividad que realizamos a cambio de una remuneración.
La industrialización marcó un momento clave en la asignación de labores: Cuando se separó el hogar del lugar de trabajo se postuló el sexo como la única razón de las diferencias entre hombres y mujeres en el mercado laboral.
El capitalismo asoció al trabajo con la actividad predominantemente masculina, productora de valor en la esfera pública, objeto de valoración social, eje de relaciones sociales, reservando la esfera privada al desarrollo de actividades del hogar, área de la reproducción, del trabajo doméstico, no remunerado, impago y realizado casi exclusivamente por las mujeres.
Esta división del trabajo responde a una organización de la sociedad denominada patriarcal, la cual se caracteriza por un papel protagónico del hombre adulto quien dirige la actividad de los miembros de la familia, mientras que la mujer se hace cargo de las tareas reproductivas. 
La mujer desde la infancia es socializada para el desempeño de tareas domésticas, de reproducción, que constituyen un trabajo invisible, que al no ser remunerado, no tiene valor de cambio dentro de la sociedad, y queda circunscrito al espacio privado de la intimidad del hogar. 
La empleada doméstica, queda confinada a la esfera privada, ocupándose de un trabajo socialmente desvalorizado, y cuya desvalorización hunde sus raíces en la misma subvaloración del trabajo doméstico por considerarse éste, "propio", "natural" de la mujer (ama de casa) realizado "por amor" a su familia.
Esta zona difusa, en la que se ubicaría el empleo doméstico, donde lo privado y lo público se presenta solapado, aparece como un rasgo distintivo, que abre nuevos interrogantes con relación a las representaciones y sentidos ambivalentes que origina para quienes se ven involucrados en esta peculiar relación laboral.
La empleada doméstica cuando realiza el trabajo doméstico como tarea remunerada divide su tiempo en trabajar afuera, esfera de lo público, pero a su vez adentro de la unidad doméstica, esfera de lo privado pero que para ellas es público. Como consecuencia en la vida de la empleada doméstica, los límites entre lo público y lo privado se desdibujan, lo que agrava su carga de doble jornada. 
Tanto la conceptualización del trabajo asalariado como el doméstico, deviene del capitalismo, mientras uno se asocia a la producción, valorización y masculinidad, el otro es vinculado a la reproducción, desvalorización feminidad.
Hay un elemento constitutivo fundamental que hace a la dificultad de su definición aun para las mismas trabajadoras. Esto es, el tipo de relación laboral que allí, en el ámbito privado se establece entre la empleada y su patrona (junto a la familia, marido, hijos, mascotas y otros integrantes que vivan en el hogar o se relacionen con él). 
Más que una "relación laboral", se trata de un vínculo constituido por un conjunto de representaciones que los actores implicados construyen sobre lo afectivo y personal que a su vez se mezcla con lo laboral. Esto hace que no pueda considerárselo como un trabajo asalariado más.
Se prefiere la idea de cuidado del otro como una forma de explicar lo doméstico en contraposición a la ideología de "servir a otros", que relaciona al empleo doméstico como una forma de extensión del trabajo doméstico, el que realiza la mujer, ama de casa por su condición de carácter "natural". Conserva de éste la desvalorización social, pero cuando la reciprocidad no se produce, la empleada se va.
El empleo doméstico emerge de una trama compleja atravesada por percepciones y significados que la misma trabajadora construye y deconstruye a lo largo de su trayectoria laboral (esfera pública) y familiar (privada). Ambas trayectorias y esferas interconectadas e implicadas constituyen al empleo doméstico como un objeto de estudio multidimensional.
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