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La casa una aproximacioón -pgs 97 a 104

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Mtra. Catalina OurEm McKinster
RESPONSABLE DEL PROGRAMA EDITORIAL
fa\.
Casa abierta al tiempo
umVERSIOAD AUTOtlOMA MHROP[]UTANA· XOCHIMILCO
Dr. Jose Lema Labadie
RECTOR GENERAL
Mtro. Javier Melgoza Valdivia
SECRETARIO GENERAL
Dr. Cuauhtemoc Perez Llanas
RECTOR DE LA UNIDAD XOCHIMILCO
Lie. Hilda Rosario Davila IbMiez
SECRETARIA DE LA UNIDAD XOCHIMILCO
FOTOGRAFIA DE PORTADA
Victor Manuel Ortiz
Mtro. Juan Manuel Everardo Carballo Cruz
DIRECTOR DE LA DIVISI6N DE CIENCIAS Y ARTES PARA EL DISENO
Arq. Juan Ricardo Alarc6n Martinez
SECRETARIO ACADEMICO
Ing. Pedro Jesus Villanueva Ramirez
JEFE DEL DEPARTAMENTO DE TECNOLOGIA Y PRODUCCI6N
Mtro. Bruno De Vecchi Espinosa de los Monteros
JEFE DEL DEPARTAMENTO DE SINTESIS CREATIVA
Lie. Jose Luis Martinez Duran
JEFE DEL DEPARTAMENTO DE TEORIA Y ANALISIS
Arq. Manuel Lerin Gutierrez
JEFE DEL DEPARTAMENTO DE MtTODOS Y SISTEMAS
COMITE EDITORIAL DE LlBROS DE INVESTIGACI6N
Enrique Olivares, Alicia Gonzalez Riquelme y Gerardo Kloss Fernandez del Castillo
CORRECCI6N
Amelia Rivaud Morayta, Marta Prieto, Gloria Fuentes y Ricardo Rivera
DISENO DE LA COLECCI6N
Diana L6pez Font / lopezfont@terra.com.mx
DISENO Y FORMACI6N
Natzi Vilchis Ortega
Roset6n basado en una talla de madera de Gyula Varga.
~ndi.ce
AGRADECIMIENTOS
9
PRESENTACI6N
11
Geraldine Novelo
INTRODUCCI6N
13
SOBRE ESTA SEGUNDA EDICI6N
15
LA CASA COMO OBJETO DE ESTUDIO 23
LA NECESIDAD DE LA CASA
31
LA IMAGEN DE LA CASA
37
CASA Y LUGAR
51
CASA REAL-CASA IMAGINARIA 61
CASA Y VIDA COTIDIANA
71
CASA E INSTITUCI6N
81
Lo QUE LA CASA SIGNIFICA
89
LA FORMA DE LA CASA
97
LAS FORMAS DE LA CASA
107
00
APENDICES
Apendice 1: Una casa en Jacona, Michoacan: Casa
Ortiz-Maciel
Apendice 2: La casa de Manuel Caco Parra: una forma
sensual de hacer y habitar
EI camino
Vida y obra: vida construida
Equivalencias
La casa misma
EI procedimiento de este trabajo
Apendice 3: La casa de la familia Varga-Szasz en
Kisfalud, Transilvania, Rumania
La Rumania hungara
EI viaje de Viena a Kisfalud
Kisfalud
La familia Varga-Szasz
La casa propiamente dicha
151
155
159
163
169
171
117
119
127
129
133
137
143
147
BIBLIOGRAFiA 185
La forma de 1a casa
Las mujeres taman
siempre la forma del sueno
que las contiene.
Juan JoseArreola
EI proceso de produccion capitalista es, en primera instancia, un proceso de produccion de
mercancias. La casa producida en este contexto no escapa a tales determinaciones. Aunque
responde a necesidades de usa: esto es, que satisface necesidades individuales y sociales, las
satisface para personas diferentes al mismo producto, para quien son fundamental mente
va/ores de cambio, objetos para ser cambiados en el mercado.1
Si entendemos por forma el resultado final de un proceso de prefigura-
cion, configuracion y materializacion que se ejerce en el interior de una sociedad determinada
o en un sistema de produccion, con el fin de obtener un objeto, que en el caso que nos
ocupa sera arquitectonico, propongo como hipotesis que a traves del proceso se reproducen
modelos sociales de valor, de manera que el producto resultante no solamente es el objeto
y las significaciones de que es directamente portador, sino tambien s~ forma, es decir su
argumentacion.
La forma de la casa esta determinada por el codigo de utilidad del ob-
jeto, pero ademas por las limitaciones impuestas por las relaciones sociales de produccion.
Sin embargo, en condiciones historicas iguales encontramos respuestas formales diferentes: las
formas no se dan, pues, simplemente porque son posibles en funcion del desarrollo de las
fuerzas productivas, sino porque, por un lado, coexisten paralelamente varias clases y, por
otro, porque, como las respuestas formales, cada clase tiene un comun denominador, y,
con los margenes que permite la manipulacion ideologica, existe la posibilidad de inscribirse
en un proceso mas 0 menos dinamico en la medida en que formen parte de una tradicion.
Tradicion en el sentido que Ie da Norberg-Schulz, es decir, "un espacio
cultural que tiene conexiones hacia delante y hacia los lados"; tradicion que expresa que todas
y cada una de las obras han de ser nuevas, para no sa/irse del perpetuo desarrollo" estilistico";2
tradicion que reune (que puede reunir en tanto se supere la alienacion) los productos indivi-
duales y los presenta (los puede presentar) como partes de un todo significativo.
1. Emilio Pradilla, "Notas ace rca del problema de la vivienda", en Arquitectura y autogobierno, num. 7,
Mexico, julio-agosta, 1977.
2. C. Norberg-Schulz, Intenciones en ... , op. cit.
La consecuencia ineludible de un objeto construido es su forma. Una
casa se presenta ante el Yo perceptor con determinadas caracteristicas que, aunque estipula-
das en terminos de dimensiones, co Iores, texturas, relaciones espaciales, etc., no se presen-
tan a traves de los sentidos como caracteristicas neutras. EI Yo es parte de un todo social: Yo
como "constelacion de relaciones, de informaciones, de comunicaciones que Ie condicionan
y estructuran, Ie conforman" 3 He dicho que la casa es la expresion fisica de un genero
de vida. Aun con las mas graves restricciones ffsicas y con los recursos tecnologicos mas
limitados, la casa ha side construida de maneras tan diversas que solo pueden atribuirse a
elecciones que comprenden unos valores culturales. De ahi que la casa pueda considerarse,
en terminos formales, "como un mecanismo ffsico que refleja y ayuda a crear la vision del
mundo, el ethos de un pueblo, equiparables a las distintas instituciones (0 mecanismos) que
hacen 10 mismo" 4
EIfundamento de la forma de la casa reside, pues, en el contexte social,
y su percepcion solo puede realizarse a partir de ese contexto. En toda percepcion de form as
actua ya una intencionalidad de los datos sensibles. Arnau Puig dice al respecto: "La forma es
la presencia que para nosotros reviste el mundo, pero no el mundo independientemente de
nosotros sino en nuestra percepcion de el, percepcion comprometida, viva, existencial, que
reviste la multiplicidad de formas a que hemos venido haciendo referencia. "5
La forma, como se insinuaba en el capitulo sobre la ideologia, tiene un
presupuesto ideologico. Durante muchos arios, en las escuelas de arquitectura de Mexico se
"enseri6" a los alumnos a buscar una forma especifica como si solo se tratara de encontrar
\.
una relacion mas 0 menDs adecuada entre medios y tecnicas constructivas y requerimientos
espaciales. Este procedimiento en realidad oculta de entrada la operacion selectiva de op-
ciones, tanto por parte del docente como del alum no (y se extiende despues en la practica
profesional); operacion correspondiente a la necesidad de organizar formas segun principios
que por 10 general constituyen elementos del lenguaje arquitectonico de clases dominantes
determinadas de la sociedad.
Hay siempre una descripci6n de un modelo formal que se presenta
como alternativa a seguir. Ya el Libra de los Muertos, egipcio, a la vez que instruia al muerto
sobre los diversos procedimientos para alcanzar la salvaci6n, Ie ofrecfa una minuciosa des-
cripcion de la Sala del Juicio de Osiris en la que seria definitivamente juzgado. Descripcion
que traducida a la vida cotidiana prefiguraba una imagen a ser emulada en cada casa, en
cada edificio:
3. Arnau Puig, Sociologia de las formas, Gustavo Gili, Barcelona, 1979, p. 27.
4. Amos Rapoport, Vivienda y cultura, p. 68.
5. A. Puig, op. cit., p. 28.
6. Citado por 1. Rykwert, op. cit., p. 234.
7. Tritogenia: epiteto de Atenea. Hay divergentes versiones sobre la procedencia del nombre, una de elias
es "nacida allado del rio Triton".
8. Jose Lezama Lima, Paradiso, Era, Mexico, 1970, p. 377.
Ven pues (dicen los dioses) y entra a traves de la puerta de esta sala de doble
Maatr, pues nos conoce. No te dejaremos entrar a traves de nosotros, dicen los
cerrojos de esta puerta, a menDs que nos digas nuestros nombres: Lengua de
la Balanza del lugar de Justicia y verdad es vuestronombre. No te dejare pasar
a traves, dice el recto dintel de esta puerta, a menDs que digas mi nombre.
Balanza del soporte de justicia y verdad es tu nombre.
"Y asf sucesivamente a traves del dintel, el umbral, la aldaba, las hojas de la puerta, el suelo,
etcetera" 6
Existe una situacion ideologica del perceptor: ambito perceptual de
contexto social desde el que se percibe y se desea la forma, intereses particulares conscientes
e inconscientes, momenta y circunstancias de la percepcion y la prefiguracion. Gusto 0 dis-
gusto, satisfaccion 0 insatisfaccion, molestia 0 placer, no se captan como mera sensacion, en
el mismo instante son atribuidos 0 referidos a algo. Gusto, Jose Cemf, uno de los personajes
de Paradiso, la barroca y genial novela de Jose Lezama Lima, habla sobre un objeto pequeno
(objeto de deseo) que habfa visto en una vitrina, cuando por la tarde habfa bajado por la
calle de Obispo (en La Habana):
Casi siempre la adquisicion del objeto se debra a que ya frente a la vitrina, cuan-
do comenzaban a distinguirse algunos pespuntes colcu;,eados, en el momenta
en que su mirada 10distingura y 10aislaba del resto de los objetos, 10adelantaba
como una pieza de ajedrez que penetra en un mundo que logra en un instante
recomponer todos sus cristales. Sabra que esa pieza que se adelantaba era un
punto que lograba una infinita corriente de analogra, corriente que hacfa una
regia reverencia, como una tritogenia7 de gran tamafio, que querra mostrarle su
rendimiento, su piel para la caricia y el enigma de su permanencia8
Rechazo, el mismo Cemf explica de su exclusion de ciudades tibetanas:
La esencia del tiempo, que es 10 inasible, por su propio movimiento, que ex-
presa toda distancia, logra reconstruir esas ciudades tibetanas, que gozan de
todos los mirajes, la gama de cuarzo de la vra contemplativa, pero en las que
no logramos penetrar, pues no Ie ha sido otorgado al hombre un tiempo en el
que todos los animales comiencen a hablarle, todo 10 exterior a producir una
irradiaci6n que 10 reduzca a un ente diamante sin murallas. EI hombre sabe que
no puede penetrar en esas ciudades, pero hay en ella inquietante fascinaci6n
de esas imagenes, que son la (mica realidad que viene hacia nosotros, que nos
muerde, sanguijuela que muerde sin boca, que por una manera contemplativa
que soporta la imagen, como gran parte de la pintura egipcia, nos hiere preci-
samente con aquello de 10que carece9
Las descripciones que hace Jose Joaquin Blanco de la burguesia mexi-
cana no solo son festivas sino que hacen evidente 10 anterior:
Nuestros ricos contemporaneos sufren de la cursilerfa de quien recuerda como
elegancia las viejas leyendas del Babilonia, pero las mezcla con La guerra de las
galaxias [ ... J 10 mismo que en las viejas Lomas de hace treinta 0 cuarenta anos,
pero ahora con los estragos de la science fiction y las ganas de sentirse arqui-
tect6nicamente en el planeta Krypton: palacetes con nostalgias monarquicas,
fingiendose trianoncitos; vitrales, torreones, cenadores, balcones y terrazas;
setos, columnas, escalinatas, blasones, mascarones; frontispicios, frisos, alme-
nas, jardines con andadores y banquitas, relativamente estilizados para que se
vean mas "modernos" que los edificios de sus padres [ ... J nuestros ricos siguen
sonando en los cuentos de hadas, y se construyen casitas de comics, con sLls
estatuas y blasones falsificados, techitos de tejas; jardines japoneses y escalina-
tas relamidas (cuando ya no hay vestidos de cola que arrastrar) las residencias
a veces se recubren de arboleda, con bardas enhiedradas 0 empedradas, de
modo que a veces se entrevean esbozos baJo la descollante cupula de la capilla
domestica.'O
Forma que instituye 0 preserva un orden jerarquico de valores, implicaciones que Veblen ana-
liza en terminos semejantes desde el punto de vista de la condicion de la mujer en la sociedad
patriarcal, y que podemm extender a la casa: "Asi como no se alimenta al esclavo para que
coma, sino para que trabaje, tampoco se viste suntuosamente a una mujer para que este
hermosa, sino para que su lujo testimonie la legitimidad 0 el privilegio social de su amo".
EI objeto casa se da como tal, en el marco del capitalismo, cuando se
consume, cuando se realiza como valor de uso, yen esto, su forma material es fundamental.
Si su forma es inadecuada para cubrir la necesidad, la casa no se usa ni consume, y al no
consumirse no tiene razon de ser como objeto, asi como no tendria objeto su produccion."
Por eso el universo de la casa se ve obligado a menudo a inscribirse en una determinacion
9. J. Lezama Lima, op. cit., p. 380.
10. Jose Joaquin Blanco, Diario Uno mas Uno, 1980, Mexico.
11 R. Lopez Rangel, La forma como expresi6n ... , 1979, op. cit.
consagrada al culto del valor de cambio. Confusion entre las necesidades formales del valor
de uso con los requerimientos del valor de cambio, fetichismo: "10 que en Marx describe la
ideologia vivida de la sociedad capitalista, es decir, el modo de sacralizaci6n, de fascinacion,
de sujecion psicologica por el que los individuos interiorizan el sistema generalizado del
valor de cambio"12
EI fetichismo seria aqui la sacralizacion del sistema como tal, de la casa
como mercancia, de la mercancia como sistema.
Se Ilega asi al consumo de la casa motivado por formas con falso con-
tenido. Proceso de legitimaci6n de estructuras (Ienguajes) formales que no cumplen ninguna
funcion social. Mejor dicho, que la cumplen en tanto que se constituyen en elementos de la
logica del sistema capitalista: mediacion entre el mercado y la empresa, anticipacion de las
condiciones del mercado, difusi6n de modelos de consumo formal que repercuten en la vida
cotidiana.
En la teorfa de Jose Villagran Garcia e Ignacio Diaz Morales se postulan
nueve premisas que debera reunir la obra arquitectonica gracias al genio creador del arqui-
tecto, y que deberan ser conjugadas y ordenadas de manera que esta cumpla y solucione
los requisitos para los cuales fue proyectada y logre, al mismo tiempo, poseer belleza. Estas
premisas son partido, unidad, claridad, contraste, simetria, caracter, estilo, _3roporcion y mo-
dernidad. Como es facil observar, las nueve tienen relacion directa con la forma en terminos
tan abstractos que permiten delimitar parametros de una ambiguedad tal que, ademas de
aceptar cualquier contenido, se prestan a una manipulacion que oculta su presupuesto ideo-
16gico y el caracter historico de toda determinacion formal.
Fetichismo, fascinaci6n por la forma. Deseo como un deseo perverso,
deseo no del objeto sino del c6digo, del sistema como tal. Fascinacion, culto, goce, deseo
que se estructura en funci6n de las necesidades de reproduccion del sistema y no del objeto
arquitectonico.
Fascinante porque esta tomado de modelos, porque son signos sometidos a
una disciplina que codifica formas y contenidos. Como ocurre con el cuerpo,
tatuajes, labios distendidos, pies contrahechos, sombreador de parpados, base
de maquillaje, depilacion, rimel, a mas de brazaletes, collares, joyas todo es
bueno para reescribir sobre el cuerpo el orden cultural, y esto es 10 que surte
efecto de belleza. 13
La forma no es solamente una envolvente, es parte de un todo semantico y sintactico que
ayuda a consolidar y a definir la formaci6n economica y social en la que es producida. Ya
hace mucho tiempo Pascal 10descubrio:
12. Baudrillard, Critica de la.. , op. cit., p. 90.
13. Baudrillard, op. cit., p. 97.
Nuestros magistrados conocen bien este misterio. Sus trajes rojos, sus arminos,
los palacios en que juzgan, las flores de lis, todo este atuendo augusto es muy
necesario, y si los medicos no Ilevasen sotanas y mulas y los clerigos bonetes
cuadrados y amplios manteos, no habrfan logrado enganar al mundo, incapaz
de resistir a estas muestras tan autenticas de sabidurla. Si se hiciese verdadera
justicia y se ejerciese el verdadero arte de curar, no harlan falta exterioridades,
y la venerabilidad de estasciencias se impondrfa por sf misma. Mas no siendo
sino ciencias imaginarias, preciso es que adopten un exterior capaz de infundir
respeto.'4
La misma realidad social genera la forma. Es la complejidad de esta realidad la que motiva
que algo se formalice de determinada manera. Formacion social que comparte una serie de
ideas, una manera de leer el mundo como ya he mencionado. Ideas que se materializan en
un lenguaje, en unos ritos, en formas concretas de una casa. Ideologfa cierta y valida para
los sujetos que integran esa formacion social. Proceso de formalizacion que se traduce en
instrumentalizacion de analogfas que transparentan las relaciones sociales.
Por 10 anterior, criterios de valoracion como la buena forma 0 la forma
desagradable apenas pueden considerarse como elementos de un~teorfa unitaria y conclu-
yente que pasa por alto el complejo de actitudes valorativas (posibles a determinar), cuyo
origen debe buscarse en las norm as culturales "tradicionales" y su continua publicidad. EI
"mundo Marlboro", la casa que como el brandy puede "tener el Don", constituyen un
fenomeno institucionalizado garantizado, cuyos interpretes "competentes", desde quienes
somos docentes en las escuelas de arquitectura, hasta los gremios de 105 arquitectos, com-
panfas fraccionadoras e inmobiliarias, etc., nos preocupamos cotidianamente por mantener
y reproducir el universo de las formas.
Aun 105 referentes de belleza y de fealdad son, como 10 ha estudiado
recientemente Eco, acotados historicamente, referidos a un sujeto concreto y, por tanto, re-
lativos. Escribe Eco: "La fealdad no es solo ellado opuesto de la belleza. Ni el desequilibrio de
la armonfa 0 la carencia de algo que produce rechazo 0 repulsion. Es un concepto estetico,
y por tanto subjetivo que depende de la cultura, la epoca, la sensibilidad del observador e
incluso de factores polfticos 0 sociales" .'5
No hay que identificar, sin embargo, la fetichizacion de la casa con
las posibilidades mismas de la forma en tanto que, en determinadas circunstancias, puede
enriquecer la cultura material de la sociedad, aunque el capitalismo tienda de por sf a frenar
este desarrollo" al anteponer el interes mercantil y la ganancia privada a las posibilidades pro-
ductivas y creativas de la sociedad" .'6 Tambien es posible inscribir el proceso de formalizacion
14. Citado par A. Puig, op., cit, p. 181.
15. Umberto Eco, Historia de /a fea/dad, Lumen, Barcelona, 2007.
16. R. Lopez Rangel, La forma como .. , op. cit., p. 4.
FIGURA 23. "Todo es bueno para reescribir sobre el cuerpo de orden cultural y esto es 10que surte efecto
de belleza". Fuente: www.infotatuaje.com
FIGURA 24. EI "mundo Marlboro" Fuente: wwwtaringa.net
en un proceso de cuestionamiento, para colaborar en la elaboraci6n de c6digos reveladores
y descifradores de nuevas maneras de leer la realidad. EI mismo concepto de utopia "es una
etiqueta dada por otros, que intenta invalidar un discurso". En este sentido, "Ia utopia es
una identificaci6n dada desde fuera a un discurso para establecerlo ante 10 real y negarlo
como posibilidad" _17
Consumo de formas, podemos hablar incluso de una arquitectura de
casas kitsch, cuyas caracteristicas formales esti3n determinadas -como en el Cadillac Escala-
de- en las Ilaves doradas y en 105 muebles afrancesados; por una relaci6n entre casa y usuario
que se sobreariade a las funciones tradicionales.
En el contexto de la casa como carencia, como techo que hay que cui-
dar por la noche del desalojo de la policfa, encontramos tam bien la arquitectura tragica de
105 modelos de casa anunciadas por televisi6n: formas de casas que entre otras cosas nunca
son novedad, se presentan como" respuesta a las masas" y se proponen como sistema. Di-
seriadores que parten de la doctrina cultural publicitaria, segun la cual al publico" hay que
darle 10 que pida". Demagogia formal instrumentada con el basurero, con 105 desechos de
elementos que en un momenta dado se presentaron como signos de la gran burguesia.
Encontramos asf el exito de 105 edificios ne6coloniales, las casas con
mansarditas falsas, las balaustradas de plastico y los ojitos de buey simulados. Reino de 105
arquitectos vestidos a la Francisco Artigas. Reino de las caricaturas de palacios medievales con-
vertidos en casitas suburbanas. Mito de 105 mitos. Mientras se decreta la fealdad de las barriadas
y establecemos anatemas por la degradaci6n de la vivienda vernacula, elaboramos concien-
zudamente la polftica del juego gratuito. Secreci6n de las formas que venden su producto
en una sociedad de clases construida tambien de f6rmulas, decretos, supuesta solemnidad y
formalismo. Pais de mascaras, de formas que se sobreponen a la forma, formas que ocultan
la forma, casas de postigos cerrados, casas detras de 105 muros de cal y canto.
En efecto, este es precisamente el camino correcto [ .. J
empezar por las cosas bellas
de este mundo y, sirviendose de elias a modo de
escalones, ir ascendiendo continuamente: de un solo cuerpo a dos,
de dos a todos los cuerpos bellos, de los cuerpos bellos
a las bellas normas de conducta, de las normas de conducta
a los bellos conocimientos, ya partir de los conocimientos acabar
en aquel que no es otra cosa que la belleza absoluta,
para que conozca por fin 10que es la belleza en 51.
Platon
EI banquete
17. V M. Garcia Romero, op. cit., p. 81.

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