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Trabajo sobre:
¿Qué es la cultura de masas?
La cultura de masas recibe su nombre por el hecho de que utiliza técnicas industriales para producir y comercializar sus productos, y ve a los miembros de la sociedad como consumidores.
La génesis del fenómeno tuvo lugar entre la Revolución Industrial y el comienzo de la Primera Guerra Mundial, con el surgimiento de una sociedad masiva e innovación en comunicación como los periódicos, imprentas y radios. La propagación posterior se multiplicó proporcionalmente a medida que aumentaba su diversificación y complejidad por medio del cine, la televisión e internet.
El concepto de cultura popular está intrínsecamente ligado a la manera en que opera el capitalismo, incluyendo sus prácticas y su visión del mundo; Esto abarca un conjunto de valores y principios derivados del mismo como son: la acumulación, el individualismo, la competencia y el prestigio social relacionados con el consumo.
Las primeras exploraciones acerca de la cultura popular se originaron en el centro del siglo XX mediante los análisis realizados por miembros de la Escuela de Frankfurt. Los pensadores pertenecientes a esta corriente vertieron críticas sobre cómo las obras artísticas eran consideradas solo como objetos comerciales que respondían al entretenimiento, empleándose para influir intencionalmente en los anhelos y acciones públicas según lo requerido por las demandas económicas del momento.
¿Cuál fue la Escuela de Frankfurt?
El grupo de pensadores conocidos como la Escuela de Frankfurt estaba compuesto por Theodor Adorno (1903-1969), Max Horkheimer (1895-1973), Walter Benjamin (1892-1940), Herbert Marcuse (1898-1979) y otros filósofos pertenecientes al Instituto de Investigación Social de la Universidad Goethe en Alemania. Su "teoría crítica" se centraba en las implicaciones culturales del capitalismo y la sociedad masificada, dando origen a conceptos clave, tales como industria cultural y alienación, que resultaron cruciales para entender el fenómeno cultural construido bajo los modelos de sociedades masivas.
La mayoría de los sociólogos han interpretado que las personas inmersas en la cultura popular somos consumidores apáticos, incapaces de contemplar el impacto que tienen sobre nosotros los productos y medios de comunicación, así como su capacidad para poner en riesgo nuestra sensibilidad e instinto reflexivo.
Otros pensadores contemporáneos como Edgar Morin (1921-) y sus seguidores proponen una visión más compleja y menos pesimista de la cultura de masas. Si bien reconocemos las amenazas, entre ellas la percepción distorsionada, la desunión social, la manipulación política, la alienación y las cuestiones de dependencia; También lo vinculan a cierta democratización del conocimiento.
Los expertos más esperanzadores reconocen que si bien la cultura popular ha sido eficaz para difundir las ideas capitalistas, también puede ser utilizada de manera reflexiva y aprovechar su amplia audiencia para cuestionar el sistema y mejorar las condiciones sociales.
Una persona comprometida y reflexiva con la sociedad, que cuenta con una mayor disposición a la información, tiene la oportunidad de emplear los medios de comunicación y consumo para fortalecerse internacionalmente e involucrarse más activamente en los aspectos socioculturales. Estas son las características propias de nuestra cultura masificada.
1. Su dependencia se encuentra en los medios de comunicación masivos
Los medios de comunicación de gran alcance son determinantes para la cultura popular. La televisión, la radio, el cine, los periódicos y revistas, las redes sociales e internet funcionan como herramientas esenciales al momento de alcanzar amplios sectores poblacionales con una influencia que puede modificar sus gustos personales y creencias ideológicas o actitudes individuales.
Sin embargo, un uso adecuado de las herramientas de comunicación puede fomentar una sensación comunitaria y crear nuevas modalidades artísticas o científicas.
Sigue la lógica de los patrones industriales y las prácticas de consumo.
Según los críticos Theodor Adorno y Max Horkheimer, en la cultura de masas se considera que las obras artísticas y culturales son productos industriales destinados al consumo masivo.
A pesar del intenso intercambio de creaciones entre individuos de diversos orígenes y procedencias, hoy todo está estandarizado, comercializado y distribuido con base en métodos de marketing que priorizan la rentabilidad económica.
Concentrar el poder en manos limitadas
En la cultura popular, las grandes corporaciones que fabrican bienes y servicios tienen el poder de controlar la difusión y propagación de contenidos e ideas, lo cual perpetúa los valores que refuerzan su dominio mientras socavan los derechos del resto de la sociedad.
Estandariza, simplifica y homogeneiza.
Una característica de la cultura de masas es que excluye determinadas expresiones culturales. Aunque la globalización permite la conexión de comunidades distantes, las diferencias culturales a menudo quedan reducidas a patrones preestablecidos con contenido fácil y repetitivo.