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Propuesta de Reforma a la Ley Aduanera

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“PROPUESTA DE REFORMA AL ARTÍCULO 151 
DE LA LEY ADUANERA, EN RELACIÓN CON EL 
ARTÍCULO 157 DEL CÓDIGO FISCAL DE LA 
FEDERACIÓN, CON LA FINALIDAD DE QUE SOLO 
SEAN EMBARGADAS LAS MERCANCÍAS Y NO LOS 
MEDIOS EN QUE ESTAS SON TRANSPORTADAS” 
T E S I S 
 
 QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE : 
 LICENCIADO EN DERECHO 
 P R E S E N T A : 
 ANA CORINA GARCES MONTEALEGRE 
 SAN JUAN DE ARAGÓN, ESTADO DE MÉXICO 2006 
 
 UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA 
 DE MÉXICO 
 
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ARAGÓN 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 ASESOR: LIC. GUSTAVO JIMÉNEZ GALVÁN 
 
 
 
 
 
 
 
 
UNAM – Dirección General de Bibliotecas 
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************************************************************************************************************************************************************************************ 
ÍNDICE GENERAL 
 
INTRODUCCIÓN………………………………………………………………..…...I 
 
CAPÍTULO I. MARCO CONCEPTUAL. 
 
1.1. DERECHO FISCAL…..…………………………..…………...………..……..1 
 1.1.1. Potestad tributaria…………...………...……………..…………...……2 
 1.1.2. Contribuciones…………………...…………………………….…..…...4 
 1.1.2.1. Impuesto……………………………….………….…….……..6 
 1.1.3. Relación jurídico-tributaria………………..….…………..……………9 
 1.1.3.1. Sujeto activo…………….………………..….….……….….10 
 1.1.3.2. Sujeto pasivo………………………….…………………….14 
 1.1.4. Obligación fiscal………………...…………………….…….………...17 
 1.1.5. El Fisco……………………………….………………….……….....…18 
 1.1.5.1. Fisco federal……………………………….………………..20 
 1.1.5.2. Fisco estatal o local………………….……………….…….20 
 1.1.5.3. Fisco municipal……………………………………….……..21 
1.2. DERECHO ADUANERO…………………………………….......................22 
 1.2.1. Autoridad aduanera……………………….…………………….…….22 
 1.2.1.1. Primer reconocimiento aduanero….……….....................32 
 1.2.1.2. Segundo reconocimiento aduanero…………..................34 
 1.2.2. Aduana…………………….……………………………………….…..35 
 1.2.3. Recinto fiscal………………………………….……………………….36 
 1.2.4. Pedimento………………………………....…………………………..36 
 1.2.5. Agente aduanal…………….………………...……………………….38 
 1.2.6. Regímenes aduaneros…………………...……………….…….…....38 
 1.2.6.1. Importación……………...…………………….………...…..39 
 1.2.6.2. Exportación………..........…………………………………..41 
 1.2.7. Mercancía……………………………………………………………...42 
 1.2.8. Cuotas compensatorias…………..…………..……………………...43 
 1.2.9. Verificación de mercancía en transporte…………..……...….…….44 
1.3.GENERALIDADES EN EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO EN 
MATERIA ADUANERA……………………………….…………........................45 
 1.3.1. Proceso…….…………………………………………...……………...45 
 1.3.2. Procedimiento…….…………………………………….…………......46 
 1.3.3. Procedimiento administrativo……….………………….…………....47 
 1.3.4. Procedimiento administrativo en materia aduanera….……....…...48 
 
CAPITULO II. MARCO JURÍDICO-ADMINISTRATIVO. 
 
2.1. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS 
MEXICANOS…………………………..………………….……………………….50 
 2.1.1. Garantía de audiencia…………..……………………………………53 
 2.1.2. Garantía de legalidad………………..……………………………….57 
 2.1.3. Obligación de contribuir…………………..….……….…………...…59 
 2.1.4. Facultad privativa de la Federación………..……………………….61 
2.2. CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN…………………………..……...62 
 2.2.1. Facultades de comprobación de la autoridad fiscal…………..…..63 
 2.2.2. Garantía del interés fiscal…………………………..........................69 
 2.2.3. Aplicación de multas……………………………………….………....76 
 2.2.4. Fundamentación y motivación de las multas………….….………..80 
 2.2.5. Procedimiento para notificar………………………………..………..83 
2.3. LEY ADUANERA……………………………………………………..………90 
 2.3.1. Afectación de mercancías………….……………………….………..91 
 2.3.2. Acta de inicio del PAMA…………………………………….………..92 
 2.3.3. Importación prohibida de mercancías…….……………….………..95 
 2.3.4. Infracciones y sanciones……………………….…….......................97 
 
CAPITULO III. EMBARGO PRECAUTORIO Y RESOLUCIÓN 
ADMINISTRATIVA EN EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO EN 
MATERIA ADUANERA. 
 
3.1. EMBARGO PRECAUTORIO……...………………………………..……..102 
 3.1.1. Concepto………………….………………………………………….102 
 3.1.2. Origen y causas………………….………………………….……….106 
 3.1.3. Depositario………………………….………………………………..109 
 3.1.4. Sustitución…………………………….……………………………...112 
 3.1.5. Acta de embargo……………………….…………………………....114 
3.2. DISPOSICIONES GENERALES DE LA RESOLUCIÓN………….…....114 
 3.2.1. Concepto………………………………………………....................114 
 3.2.2. Clasificación……………………………………………….…….......117 
 3.2.2.1. Absolutoria…………………...………………….……...…117 
 3.2.2.2. Condenatoria…………………...……………….……...…119 
 3.2.3. Elementos……………………………………………...….…………120 
 3.2.3.1. Preámbulo………………………………………………....121 
 3.2.3.2. Resultandos…………………………………....................122 
 3.2.3.3. Considerandos…………………………………………….123 
 3.2.3.4. Liquidación…………………………………………………123 
 3.2.3.5. Puntos resolutivos…………………………………………124 
 3.2.3.6. Nombre, firma y cargo de la autoridad competente…...125 
 
CAPITULO IV. EL EMBARGO PRECAUTORIO DEBE SER SOLO DE LAS 
MERCANCÍAS Y NO DE LOS MEDIOS EN QUE SON TRANSPORTADAS. 
 
4.1. ANÁLISIS DEL ARTÍCULO 151 DE LA LEY ADUANERA…………..…126 
 4.1.1. Embargo de mercancías y transporte……..………………………126 
4.2. ANÁLISIS DEL ARTÍCULO 157 DEL CÓDIGO FISCAL DE LA 
FEDERACIÓN……..…….……………………………………………………….156 
 4.2.1. Bienes inembargables………..……………………………………..156 
4.3. EMPRESAS TRANSPORTISTAS…………………………..…………….162 
 4.3.1. Definición y objeto……………………………..…………………….162 
 4.3.2. Carta de porte……………………………………..…………...........164 
 4.3.3. Finalidad de la inembargabilidad de los medios de transporte…171 
4.4. REFORMA AL ARTÍCULO 151 DE LA LEY ADUANERA EN RELACIÓN 
CON EL ARTÍCULO 157 DEL CÓDIGO FISCAL DE LA 
FEDERACIÓN………………………………………………………………..…..172 
 4.4.1. Modificación al artículo 151 respecto a la frase “y de los medios en 
que se transporten”, para que sólo sean embargadas las mercancías objeto 
del procedimiento………….……………..……………………………………...173 
 
CONCLUSIONES………………………………..………………………………177 
BIBLIOGRAFIA…………...………………..………...………………………….189 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 I 
INTRODUCCIÓN 
 
El derecho es una disciplina amplia y compleja con la que se debe 
tener mucho cuidado al aplicar cada uno de los preceptos establecidos en los 
diversos ordenamientos jurídicos y al respecto es importante señalar que 
nuestro estudio está íntimamente relacionado con la interpretación que en la 
práctica se da a dichos ordenamientos y que en la mayoría de las veces es 
equívoco por llevarse a cabo actos en los que a simple vista se apegan a 
derecho, pero que estudiando a detalle se vislumbra que dichos actos 
adolecen de legalidad y sobre todo que contraría a otro precepto jurídico que 
perjudica en gran manera a quien se está adecuando a la norma jurídica 
aplicada en ese momento. 
 Ahora bien, el Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera 
(PAMA), que es el que nos ocupa en el presente trabajo, es uno de los 
procedimientos con los que cuenta el Sistema de Administración Tributaria 
(SAT) para comprobar la legal importación, tenencia y/o estancia de 
mercancía en el país. Dicho procedimiento implica necesariamente un 
embargo precautorio realizado por irregularidades detectadas en la 
verificación física y documental derivada de la verificación de mercancías en 
transporte que regula el artículo 150 de la Ley Aduanera en vigor. Toda 
aquella persona, ya sea una agencia aduanal, importador, transportista o 
exportador, que alguna vez ha experimentado un PAMA sabe que las 
consecuencias a las que se enfrenta suelen ser considerablemente 
desfavorables, pues llevan consigo el riesgo de desaparecer su empresa del 
mercado. 
La finalidad de la exposición de este tema es sin lugar a dudas la 
reforma al artículo 151 de la Ley Aduanera que regula el embargo 
precautorio, tanto de mercancías de procedencia extranjera como de los 
medios en que son transportadas. Dicho numeral tiene relación directa con el 
artículo 157 del Código Fiscal de la Federación, en tanto que menciona los 
 II 
bienes que son considerados como inembargables y a nuestro parecer, los 
medios de transporte son de los bienes estimados en la fracción tercera del 
artículo al supra mencionado, porque éstos representan la principal 
herramienta que necesita la empresa transportista para realizar su actividad 
habitual a través de la cual obtiene sus ingresos. 
En virtud de lo anterior, el embargo precautorio en la práctica se lleva 
a cabo al tenor de la ley; sin embargo, consideramos que se llevan a cabo 
arbitrariedades en cuanto que los conductores de los vehículos, que por 
obvias razones, en ese momento no cuentan con la documentación 
necesaria para la comprobación de la legal tenencia y/o estancia en el país 
de las mercancías, por lo que le son embargadas juntamente con los medios 
en que son transportadas, este último con la finalidad de garantizar el interés 
fiscal que la mercancía pudiera generar, a lo que manifestamos nuestro total 
desacuerdo, por no tener las partes más relación que la resultante del 
contrato de prestación de servicios que han celebrado con anterioridad. 
Ahora bien, considerando lo anterior, el tiempo que tardan las 
autoridades aduaneras correspondientes en el desahogo del PAMA, 
procedimiento que se desprende de la verificación de mercancías en 
transporte, significan pérdidas económicas de gran magnitud para dichas 
empresas pues no disponen de su objeto de trabajo, que ha sido embargado 
por dichas autoridades. 
Aunado al supra mencionado, consideramos que la Ley de la materia 
crea incertidumbre respecto a la redacción que en la misma se da, puesto 
que menciona que se está realizando verificación de mercancías EN 
transporte y no una verificación de mercancías Y transporte, por lo que 
entendemos que la facultad de la autoridad aduanera únicamente se debe 
limitar a verificar que la mercancía cumpla con los requisitos a los que se 
sujeta para su importación a territorio nacional y no de los medios en que 
éstas son transportadas. 
 III 
Es por lo anteriormente dicho que propongo una reforma a dicho 
artículo paraque sólo sean embargadas las mercancías objeto del PAMA y 
no los vehículos, que a nuestra consideración ampara la fracción tercera del 
artículo 157 del Código Fiscal de la Federación. 
Para lograr el objetivo planteado en este trabajo, partimos de la 
premisa básica de conocer los conceptos principales que debemos conocer 
para comprender a profundidad el tema que estamos tratando, así como 
cuáles son las fases del PAMA y los elementos principales que lo conforman, 
también se dan a conocer cuáles son los requisitos que establecidos en la 
Ley Aduanera debe contener un acta de inicio de este procedimiento para 
considerarse apegada a derecho. 
Por lo que resulta de medular importancia conocer y analizar cuáles 
son las causas más frecuentes por las que la autoridad aduanera da inicio a 
un embargo precautorio de mercancías de importación, estableciendo para 
cada una de ellas los planteamientos jurídicos que necesariamente hay que 
cumplir. 
Capítulo importante también es en el que se precisará quiénes pueden 
considerarse como autoridades aduaneras facultadas para dar inicio a un 
PAMA, facultades que emanan del Reglamento Interior del Servicio de 
Administración Tributaria y que tendrán que ser legalmente fundamentadas 
en el cuerpo del acta de inicio de PAMA o de lo contrario, el mismo no 
tendría validez jurídica por incompetencia. 
Resulta indispensable conocer la posibilidad de sustituir el embargo 
precautorio de las mercancías por alguna de las garantías que el propio 
Código Fiscal de la Federación establece, por lo que uno de los capítulos se 
refiere a dichas formas de garantía, mediante las que es posible que un 
particular afectado por PAMA logra que las mercancías no queden 
embargadas en tanto la investigación sobre las presuntas infracciones sigue 
su curso normal, así como cuáles son los requisitos que debe cubrir cada 
una de estas formas de garantía para hacerlas efectivas. 
 IV 
En un capítulo de manera breve se dan a conocer cuáles son las 
partes de la resolución, documento emitido por la autoridad mediante el cual 
se pone fin al procedimiento que nos ocupa, y en el que vendrá contenida la 
determinación sobre la situación fiscal del afectado, por lo que es de vital 
importancia saber leer su contenido a fin de que el particular evalúe la 
determinación que la autoridad aduanera le está notificando, lo que le 
permitirá estar en condiciones de actuar lo más rápido posible, ya sea para 
hacerse acreedor a los beneficios que la propia ley contempla, tales como la 
reducción de multas en algunos supuestos, o bien para preparar e iniciar la 
mejor defensa del caso en instancias superiores. 
Y finalmente hablaremos de nuestra propuesta, que fue lo que nos 
llevo a determinar la importancia de realizar una reforma al artículo 151 de la 
Ley Aduanera, así como establecer de manera clara y concisa las 
consecuencias y alcances de dicha reforma en la práctica y sobre todo los 
beneficios que traerá a las empresas transportistas. 
Y para lograr nuestro propósito utilizaremos el método analítico-
deductivo, que parte de lo general a lo particular analizando detalladamente 
cada uno de los elementos que conforman dicho procedimiento y que 
llevarán a comprender ampliamente nuestro estudio y sobre todo la razón de 
ser de nuestra propuesta planteada. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 1 
1.1. DERECHO FISCAL. 
El derecho es una de las ciencias sociales, cuya razón de ser es el de 
normar la conducta de los hombres en sus relaciones en sociedad. Por ello 
es necesario determinar la acepción de derecho sui generis para luego 
comprender la de derecho fiscal y lo que el mismo comprende. 
La palabra derecho proviene del vocablo latino “directum”, que 
significa no apartarse del buen camino, seguir el sendero señalado por la ley, 
lo que se dirige o es bien dirigido. En general, se entiende por derecho el 
conjunto de normas jurídicas creadas por el Estado para regular la conducta 
externa de los hombres y en caso de incumplimiento está provisto de una 
sanción judicial.1 
Para Gutiérrez Aragón, el derecho es el conjunto de normas jurídicas 
de carácter bilateral y coercible, es decir, normas cuyo cumplimiento puede 
ser exigido por la persona facultada para ello, y en caso necesario, obligarse 
por medio de la fuerza pública; siempre con la aspiración de realizar el valor 
de justicia.2 
Por su parte, el Lic. Rafael de Pina Vara lo concibe en general como: 
“el conjunto de normas eficaz para regular la conducta de los hombres, 
siendo su clasificación más importante la de derecho positivo y derecho 
natural”.3 
Por lo anteriormente expuesto, podemos determinar que el derecho es 
un conjunto de normas jurídicas que regulan la conducta de los seres 
humanos en sociedad. 
Ahora bien, por lo que se refiere al derecho fiscal, éste se ubica dentro 
del derecho público, y es definido por De la Garza como: “el conjunto de 
normas jurídicas que se refieren al establecimiento de los tributos, a las 
relaciones jurídicas que se establecen entre la administración pública y los 
particulares con motivo de su nacimiento, cumplimiento o incumplimiento, a 
 
1 CARVAJAL MORENO, Gustavo. Nociones de Derecho Positivo Mexicano. p. 47. 
2 GUTIÉRREZ ARAGÓN, Raquel. Esquema Fundamental del Derecho Mexicano. p 27. 
3 DE PINA VARA, Rafael. Diccionario de Derecho. P. 228. 
 2 
los procedimientos oficiosos o contenciosos que pueden surgir y a las 
sanciones establecidas por su violación”.4 
Rafael Bielsa lo concibe como el conjunto de disposiciones legales y 
de principios de derecho público que regula la actividad jurídica del Fisco. 
Rodríguez Lobato por su parte, considera al derecho fiscal como el 
sistema de normas jurídicas que, de acuerdo con determinados principios 
comunes a todas ellas, regula el establecimiento, recaudación y control de 
los ingresos de derecho público del Estado derivados del ejercicio de su 
potestad tributaria, así como las relaciones entre el propio Estado y los 
particulares considerados en su calidad de contribuyentes.5 
Con lo anterior, nos queda claro que el derecho fiscal es un conjunto 
de normas jurídicas que regulan la relación de los particulares, como 
contribuyentes, frente al Estado, quien tiene la potestad de regular los 
ingresos a través de las contribuciones. 
 
1.1.1. POTESTAD TRIBUTARIA. 
Se entiende por potestad tributaria la facultad que tiene el Estado para 
establecer contribuciones mediante ley, como consecuencia del poder 
tributario que es inherente al Estado por mandato constitucional. 
Ahora bien, el poder tributario en un sentido amplio es toda situación 
de ventaja o de dominio de un sujeto en materia de tributos; en un sentido 
restringido es el poder de establecer normas jurídicas en materia tributaria, 
dado que la facultad de dictar meras normas reglamentarias en la materia 
puede denominarse potestad tributaria. 
El poder tributario, como cualquier otro, ha de tener su fundamento en 
una norma jurídica; tiene también límites que pueden ser constitucionales, 
lógicos —espaciales y temporales— e internacionales. 
 
4 DE LA GARZA, Sergio F. Derecho Financiero Mexicano. p. 151. 
5 RODRÍGUEZ LOBATO, Raúl. Derecho Fiscal. p. 18. 
 3 
Los ingresos que obtiene el Estado en base a su potestad tributaria se 
denominan ingresos tributarios, los cuales se clasifican en impuestos, 
derechos, aportaciones de seguridad social y contribuciones de mejoras, y 
que se establecen a cargo de los contribuyentes para sufragar el gasto 
público lo cual debe ser en la forma y términos que establezcan las leyes 
tributarias. 
A la potestad tributaria se le ha dado diferentes denominaciones, 
siendo las más generales las siguientes: supremacía tributaria, potestad 
impositiva, poder fiscal, poder de imposición, potestad normativa tributaria, 
entre otras.Esta potestad normativa tributaria como tal, tiene los límites que sobre 
el particular establece nuestra Constitución, los cuales son: principio de 
legalidad, que serían en cuanto al establecimiento de tributos y en cuanto a 
la actuación de la autoridad (artículos 31, fracción IV y 16, respectivamente); 
principio de irretroactividad (artículo 14); libertad de trabajo (artículo 5); la no 
confiscación de bienes (artículo 22); y la no exención de impuestos (artículo 
28). 
Ahora bien, mediante la potestad tributaria se ejercita, por parte del 
Estado, el poder tributario por lo que sigue atento al principio de legalidad, en 
el sentido de que solo mediante ley se puede establecer un tributo y de que 
por ende, si no hay ley no hay tributo. Debemos entonces entender por 
potestad tributaria aquella mediante la cual se imponen contribuciones 
mediante ley, razón por la cual ésta se concretiza mediante la función 
legislativa, llevada a cabo por el Congreso de la Unión, al tenor de lo 
establecido en el artículo 73, fracción VII de nuestra Carta Magna. 
Cabe mencionar que la potestad tributaria es el poder jurídico para 
establecer las contribuciones forzadas, recaudarlas y destinarlas a expensar 
los gastos públicos, y es precisamente por ello que el poder tributario es 
exclusivo del Estado, quien lo ejerce en primera instancia a través del Poder 
Legislativo en observancia del principio de legalidad, puesto que es éste 
 4 
quien expide las leyes que establecen los tributos y sus elementos 
esenciales; en segunda instancia a través del Poder Ejecutivo en cuanto que 
es este poder quien debe aplicar la ley tributaria y proveer en la esfera 
administrativa para su cumplimiento y cuando es facultado por la ley tiene el 
deber de dirimir las controversias suscitadas entre la administración y el 
gobernado que surgen por la aplicación de la ley impositiva; y finalmente, a 
través del Poder Judicial porque este poder interviene cuando dirime las 
controversias entre el gobernado y la administración sobre cuestiones de 
legalidad o constitucionalidad de actuación de poderes. 
Por su parte, Rodríguez Lobato considera a la potestad tributaria como 
uno de los atributos de la soberanía y la denomina como la facultad de 
establecer a cargo de los particulares las contribuciones que considere 
necesarias para contar con recursos económicos suficientes que le permitan 
cumplir adecuadamente con las funciones del Estado.6 
 
1.1.2. CONTRIBUCIONES. 
Se entiende por contribución a una clase de tributo cuya base para 
gravarlo es la obtención por el sujeto pasivo de un beneficio o de un aumento 
de valor de sus bienes como consecuencia de la realización de sus obras 
públicas o del establecimiento o ampliación de servicios públicos; pudiéndose 
establecer en el ámbito estatal, regional o local, pero es en este último donde 
alcanzan su mejor expresión y significado, porque es más fácil señalar una 
cuota global para poder repartir entre la población de un determinado sector 
municipal que en áreas superiores, ya que es en las obras y servicios 
municipales donde se afecta más de cerca a los ciudadanos y donde se 
revela el beneficio o interés más especial, con el objeto de convertirlo en 
punto de referencia para la tributación y el pago de las cuotas de las cargas 
del Estado. 
 
6 RODRÍGUEZ LOBATO, Raúl. Op. Cit. p. 13. 
 5 
Al decir de Pina Vara, contribución es la aportación económica que los 
miembros del Estado y los extranjeros que residen en su territorio, están 
obligados a satisfacer de acuerdo con la legislación fiscal, para la atención de 
los servicios sociales y cargas nacionales.7 
Las contribuciones se clasifican en: contribuciones forzadas y 
contribuciones voluntarias. Las primeras son aquellas que fija la ley a cargo 
de los particulares que se adecuen a la hipótesis normativa que prevé la ley; 
también se les denomina tributos y abarcan diferentes exacciones tales 
como: impuestos, derechos o tasas y contribuciones especiales; y las 
segundas son aquellas que derivan de un acuerdo de voluntades entre el 
Estado y el particular o de una declaración unilateral de voluntad del 
particular que implica un acto de liberalidad que pueden ser la donación y/o 
legado. 
El pago de las contribuciones en general debe realizarse en moneda 
nacional, tal como lo establece el artículo 20 del Código Fiscal de la 
Federación, determinando además de los casos en que deba efectuarse en 
moneda extranjera, así como cuándo se debe aplicar el Índice Nacional de 
Precios al Consumidor. 
Para la realización del mismo, se aceptan como medios de pago: los 
cheques certificados o de caja y la transferencia de fondos regulados a favor 
de la Tesorería de la Federación, de conformidad con lo establecido al efecto 
por el Servicio de Administración Tributaria. 
El mismo artículo en comento, señala que aquellos contribuyentes que 
realicen actividades empresariales que en el ejercicio inmediato anterior 
hayan obtenido ingresos inferiores a $ 1, 750, 000. 00, así como aquellas que 
no lo son pero que obtienen ingresos inferiores a $ 300, 000. 00, efectuaran 
el pago en efectivo, transferencia electrónica de fondos a favor de la 
Tesorería de la Federación o cheques personales del mismo banco. 
 
 
7 DE PINA VARA, Rafael. Op. Cit. p. 194. 
 6 
1.1.2.1. IMPUESTO. 
El Código Fiscal de la Federación lo define en su artículo 2, fracción I, 
como las contribuciones establecidas en ley que deben pagar las personas 
físicas y morales que se encuentran en la situación jurídica o de hecho 
prevista por la misma y que sean distintas de las señaladas en las fracciones 
II, III y IV de dicho artículo. 
Muchos autores consideran que la definición que da el Código en 
comento no es tal, puesto que no determina con claridad el concepto, sino 
que sólo lo distingue de las demás fracciones al estipular que será impuesto 
la contribución que no sea aportación de seguridad social, contribución de 
mejoras o derechos. 
Para tal efecto, De la Garza da su propia definición de manera más 
clara y nos dice: “El impuesto es una prestación tributaria obligatoria “ex-
lege”, cuyo presupuesto de hecho no es una actividad del Estado referida al 
obligado y destinada a cubrir los gastos públicos”.8 
Por su parte, Rodríguez Lobato considera que el impuesto es la 
prestación en dinero o en especie que establece el Estado conforme a la ley, 
con carácter de obligatorio, a cargo de personas físicas y morales para cubrir 
el gasto público y sin que haya para ellas contraprestación o beneficio 
especial, directo o inmediato.9 
Ahora bien, dentro de este supuesto podemos considerar al impuesto 
como una relación jurídica existente entre el sujeto activo, que siempre será 
el Estado y el sujeto pasivo, que pueden serlo las personas físicas o morales 
con la finalidad de cumplir con determinada obligación que en este caso es 
fiscal y que servirá para satisfacer los gastos públicos conforme a las leyes 
fiscales. 
Son características de los impuestos: 
 
8 DE LA GARZA, Sergio. Op. Cit. p. 172. 
9 RODRÍGUEZ LOBATO, Raúl. Op. Cit. p. 61. 
 7 
A) Debe estar establecido en una ley expedida por el Poder 
Legislativo, atendiendo al principio de legalidad consignado en la Carta 
Magna en su artículo 31, fracción IV, que al tenor dice: 
“ARTÍCULO 31. Son obligaciones de los 
mexicanos: … 
IV. Contribuir para los gastos públicos, así de la 
federación como del distrito federal, estado o 
municipio en que residan, de la manera 
proporcional y equitativa que dispongan las leyes”. 
 
Acorde a lo anterior, los artículos 73, fracción VII y 74, fracción IV, de la 
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos disponen la facultad 
del Congreso de la Unión de imponer contribuciones necesarias a cubrirel 
presupuesto que debe discutir y aprobar anualmente durante su periodo de 
sesiones ordinarias la Cámara de Diputados. 
B) El pago del impuesto debe ser obligatorio; dicho supuesto lo 
establece claramente el artículo 31 en su fracción IV, constitucional, que ya 
ha quedado asentado en el inciso anterior. 
Al respecto, Emilio Margáin nos dice que la obligación deriva de la 
necesidad de dotar al Estado de los suficientes medios para sufragar los 
gastos públicos que la sociedad requiere, pero considera a ésta como la 
única obligación general en materia contributiva, pues las demás derivan de 
manera concreta de la realización de hechos o actos previstos por el Código 
Fiscal que son los generadores de la obligación fiscal y que se adecuan a lo 
establecido por la norma respectiva.10 
C) Debe ser proporcional y equitativo. Este supuesto, al igual que los 
anteriores, queda consagrado en el artículo 31, fracción IV, de la Norma 
Fundamental y es considerada como auténtica garantía individual, puesto que 
rige el principio de que aquel que tiene más paga más y el que tiene menos 
paga menos. 
 
10 MARGAIN MANAUTOU, Emilio. Introducción al Estudio del Derecho Tributario Mexicano. p. 98. 
 8 
Flores Zavala considera que ambas palabras son un solo concepto y 
por tal significan lo mismo, entendiendo entonces que se refiere a que los 
impuestos deben ser establecidos en función de la capacidad contributiva de 
las personas a quienes va dirigido, recogiendo así el principio de justicia de 
Adam Smith. 
Por lo anteriormente expuesto, debe entenderse por proporcional y 
equitativo al tributo que debe aplicarse en función de la capacidad económica 
de los contribuyentes. 
Son tipos de impuestos los siguientes: 
1) Directos: aquellos que no pueden ser trasladados, de modo que 
inciden en el patrimonio del sujeto pasivo de la obligación, puesto que no lo 
puede recuperar de otras personas. 
2) Indirectos: aquellos que sí pueden ser trasladados, de modo que no 
inciden en el patrimonio del sujeto pasivo, sino en el de otras personas, de 
quienes lo recupera el sujeto pasivo. 
3) Reales: son los que se establecen de manera exclusiva sobre 
bienes o cosas que gravan, desentendiéndose de las personas y sólo 
prescinden de una manifestación objetiva y aislada de riqueza. 
4) Personales: contrarios a los anteriores, éstos son los que se 
establecen en atención a las personas o contribuyentes, tomando en 
consideración la situación de cargas y familia del sujeto pasivo. 
5) Específicos: aquellos establecidos en función de una unidad de 
medida o calidad del bien gravado. 
6) Ad-valorem: aquel establecido en función del valor del bien gravado. 
7) Generales: aquellos que recaen sobre una condición económica 
global. 
8) Especiales: aquellos que exclusivamente recaen sobre un sólo 
elemento de esa situación económica global. 
 9 
9) Con fines fiscales: aquellos establecidos para recaudar los ingresos 
necesarios para satisfacer el presupuesto de egresos propuesto por el 
Congreso de la Unión, y que están establecidos en la ley. 
10) Con fines extrafiscales: son aquellos establecidos para satisfacer 
necesidades diferentes a las del presupuesto de egresos. 
11) Alcabalatorios: aquellos que gravan la libre circulación de 
mercancías de una entidad a otra o dentro de la misma. 
 
1. 1. 3. RELACIÓN-JURÍDÍCO TRIBUTARIA. 
Esta se define como aquella por virtud de la cual el acreedor tributario, 
que es la administración fiscal, tiene derecho a exigir al deudor tributario 
principal o a los responsables el pago del tributo, es decir, el cumplimiento de 
la prestación de dar cuyo contenido es el pago de una suma de dinero o la 
entrega de ciertos bienes en especie. 
Sobre este punto, Margáin sostiene que al dedicarse una persona a 
actividades que se encuentran gravadas por una ley fiscal, surgen de 
inmediato entre ella y el Estado relaciones de carácter tributario, se deben 
una y otro una serie de obligaciones que serán cumplidas, aún cuando la 
primera nunca llegue a coincidir en la situación prevista por la ley para que 
nazca la obligación fiscal, por lo tanto, la relación tributaria impone 
obligaciones a las dos partes a diferencia de la obligación fiscal que sólo esta 
a cargo del sujeto pasivo, nunca del sujeto activo. 
De lo anterior podemos observar que la relación tributaria implica la 
necesaria existencia de obligaciones fiscales formales y la posibilidad de que 
exista la obligación fiscal sustantiva, por el sólo hecho de haber causado el 
tributo. 
Con base en lo expuesto, podemos determinar que la relación jurídico 
tributaria esta constituida por el conjunto de obligaciones que se deben el 
sujeto pasivo y el sujeto activo, extinguiéndose al cesar el primero en las 
actividades reguladas por el Código Fiscal de la Federación. 
 10 
1.1.3.1. SUJETO ACTIVO. 
En derecho tributario existe un sólo sujeto activo, y es el Estado, que 
como ente soberano está investido de potestad tributaria; pero siendo el 
Estado una Federación, no sólo el Estado posee soberanía sino también las 
entidades federativas en lo concerniente a su régimen interior, ejerciéndola 
con plena independencia del poder central, representando esta situación una 
excepción a la regla general tributaria. 
De lo anterior se desprende que también las entidades federativas 
están investidas de potestad tributaria que es mejor conocida como 
competencia tributaria y que el propio Estado se las delega, para poder 
cumplir con los principios tributarios a los que se refiere el propio Código 
Fiscal de la Federación en cuanto a impuestos se refiere. 
Al respecto, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos 
en sus artículos 40 y 41 nos manifiestan lo siguiente: 
“ARTÍCULO 40. Es voluntad del pueblo mexicano 
constituirse en una república representativa, 
democrática, federal, compuesta de estados libres 
y soberanos en todo lo concerniente a su régimen 
interior; pero unidos en una Federación establecida 
según los principios de esta ley fundamental”. 
 
“ARTÍCULO 41. El pueblo ejerce su soberanía por 
medio de los Poderes de la Unión, en los casos de 
la competencia de éstos, y por los de los Estados 
en lo que toca a sus regímenes interiores, en los 
términos respectivamente establecidos por la 
presente Constitución Federal y las particulares de 
los Estados, las que en ningún caso podrán 
contravenir las estipulaciones del Pacto Federal”. 
 
 11 
Así nuestra Carta Magna recoge los principios de que los Estados se 
unen en una Federación y que como consecuencia de ello deberá respetar 
las estipulaciones del Pacto Federal. 
Acorde a lo anterior, el sujeto activo de la obligación tributaria es el 
Estado, más como éste se compone en nuestro orden constitucional en 
diversas competencias de naturaleza y alcance diversos, es necesario 
delimitar el campo de acción de las mismas. 
En el orden fiscal mexicano y de acuerdo con el artículo 31, fracción 
IV de la Constitución, tres son los sujetos activos a saber: 
1.- La Federación que es la persona jurídica que acumula el mayor 
número de facultades en materia fiscal. 
2.- Los Estados o entidades federativas, y 
3.- Los Municipios. 
Al ser el Estado el sujeto activo de los tributos, dentro de nuestro 
medio tenemos por fuerza que referir la cuestión a la estructura político-
administrativa del Estado Mexicano que obedece a la presencia de tres 
órganos de poder diversos: Federación, Estados o Entidades Federativas y 
Municipios. 
Por lo que la coexistencia dentro de un mismo Estado y dentro de un 
mismo territorio de estructuras político-administrativas federales y estatales, 
reclama la presencia de un sistema con potencial perfectamente definido que 
señale las atribuciones y los límites tanto del Poder Federal como de las 
Entidades Federativas. 
La Federación aparece como el poder supremo de la República cuyaautoridad soberana se ejerce en todo el territorio nacional y en el ámbito 
internacional, de acuerdo con las atribuciones que le otorga la Ley 
Fundamental. 
Las Entidades Federativas son las partes integrantes de la Federación 
dotadas de un gobierno autónomo en lo que toca a su régimen interior, 
relativo al manejo político-administrativo de sus respectivos problemas 
 12 
locales; a pesar de su autonomía relativa, no puede en ningún caso 
contravenir las estipulaciones del Pacto Federal. 
El Municipio puede definirse como la célula de la organización del 
Estado Mexicano al servir de base para la división territorial y para las 
estructuras políticas y administrativas de las Entidades miembros de la 
Federación. 
La idea de la división del país en múltiples células municipales tuvo 
por objeto constituir un primer frente de autoridad que localmente pueda 
atender y resolver los más pequeños, pero ingentes problemas de cada 
comunidad. 
Obviamente esto ocasiona que en el ámbito local se dé una situación 
similar a la que ocurre en el ámbito nacional; la coexistencia de dos tipos de 
autoridades (la estatal y la municipal), cuyas respectivas esferas de 
competencia también pueden quedar perfectamente delimitadas tanto por la 
Constitución Federal como por las Constituciones de cada Estado. 
La presencia de tres sujetos activos de los tributos o contribuciones es 
fuente de innumerables problemas; ya que al requerir tanto a las autoridades 
federales como a las estatales y las municipales de la recaudación de 
ingresos tributarios para sufragar el costo de las funciones de gobierno que 
respectivamente les corresponde, se corre el riesgo de que un mismo 
ingreso, rendimiento o utilidad, se vea grabado por tres clases distintas de 
tributos. 
En estas condiciones el Estado con su sistema fiscal actual se ha 
convertido en un poder arbitrario que confisca injustamente el acervo 
patrimonial de sus gobernados bajo el pretexto de tener que costear los 
gastos públicos, generando situaciones de inconformidad y descontento, 
desalentando la realización de todo tipo de actividades productivas, ya que a 
ningún ciudadano le interesa trabajar o hacer negocios si sabe de antemano 
que la mayor parte del producto de su esfuerzo se va a quedar en manos de 
la Hacienda Pública. 
 13 
Consecuentemente la coexistencia en un mismo país de un fisco 
federal, de uno local o estatal y de otro municipal, no deja de ser peligrosa, 
en especial si se toma en cuenta que las fuentes disponibles de recursos 
tributarios, al no ser precisamente abundantes, provocan que en los tres 
niveles, tiendan a reincidir repetidamente sobre los mismos recursos. 
Obviamente, debe existir una delimitación precisa de que las fuentes de 
riqueza reservadas a la potestad tributaria de uno de los sujetos activos, no 
puedan ser gravadas por cualquiera de los otros o viceversa. 
Acorde a lo anterior, determinamos que además del Estado puede 
haber otros sujetos activos de la obligación fiscal con competencia tributaria 
subordinada al propio Estado. Es el caso de determinados organismos 
independientes del Estado que colaboran con él en la administración pública 
realizando funciones originalmente atribuidas a él, con el fin de que estos 
cuenten con los recursos económicos que les permitan satisfacer sus 
necesidades financieras. 
La principal atribución del Estado como sujeto activo consiste en exigir 
el cumplimiento de esa obligación en los términos precisos fijados por la ley 
impositiva correspondiente, siendo esta irrenunciable; por lo que el Estado 
no puede actuar como cualquier acreedor en el campo del derecho privado, 
renunciando a exigir el cumplimiento de la obligación fiscal; siendo posible 
sólo en casos muy especiales. Dicha hipótesis está prevista en el artículo 39, 
fracción I, del Código Fiscal de la Federación que al tenor dice: 
“ARTÍCULO 39. El Ejecutivo Federal mediante 
resoluciones de carácter general podrá: 
I. Condonar o eximir, total o parcialmente, el pago 
de contribuciones y sus accesorios, autorizar su 
pago a plazo, diferido o en parcialidades, cuando se 
haya afectado o trate de impedir que se afecte la 
situación de algún lugar o región del país, una rama 
de actividad, la producción o venta de productos, o 
la realización de una actividad, así como en casos 
 14 
de catástrofes sufridas por fenómenos 
meteorológicos, plagas o epidemias…” 
 
Ahora bien, en México la Constitución Política considera como sujetos 
activos de la obligación fiscal a la Federación, al Distrito Federal, los Estados 
y Municipios, teniendo estos últimos competencia tributaria subordinada al 
Estado que es el único ente jurídico que goza de una verdadera potestad 
tributaria. Pudiéndolo constatar previo estudio del artículo 31, fracción IV, de 
la propia Constitución Federal. 
Con lo anterior queda determinado que no se prevé a ninguna otra 
persona, individual o colectiva, como sujeto activo en cuanto a potestad 
tributaria se refiere, pero el Estado se esta facultado para delegar el ejercicio 
de su potestad tributaria pero entonces aquí sólo se habla de competencia 
tributaria y no propiamente de potestad tributaria que, como ya ha quedado 
establecido, sólo corresponde al Estado. 
 
1.1.3.2. SUJETO PASIVO. 
En cuanto al sujeto pasivo, se desprende de la definición de impuesto, 
que pueden serlo las personas físicas o morales, circunstancia que queda 
establecida en el artículo 1 del Código Fiscal de la Federación que al tenor 
manifiesta lo siguiente: 
“ARTÍCULO 1. Las personas físicas y las morales 
están obligadas a contribuir para los gastos 
públicos conforme a las leyes fiscales respectivas…” 
 
El actual Código Fiscal de la Federación no da una definición del 
sujeto pasivo; sin embargo, siguiendo los lineamientos establecidos por la 
doctrina, el sujeto pasivo de la obligación fiscal es la persona física o moral, 
nacional o extranjera, que de acuerdo con la ley está obligado al pago de 
una prestación tributaria. 
 15 
En la ley comúnmente se le denomina contribuyente, entendiéndose 
por éste a la persona obligada al pago de la contribución o impuesto, y es 
aquél que conforme a la ley debe satisfacer una prestación determinada a 
favor del fisco, pero no siempre el sujeto que da origen al hecho generador 
es quien se adecua al precepto normativo, existiendo así un sujeto pagador, 
que es una tercera persona, de lo que se desprende que existen dos tipos de 
contribuyentes a saber: sujeto pasivo de derecho y sujeto pasivo de hecho. 
Al respecto, Pugliese hace una distinción y denomina deudor o sujeto 
pagador a quien deba en definitiva soportar una disminución patrimonial para 
cubrir el crédito del Estado, y llama responsable o sujeto generador a quien 
la ley designa como sujeto pasivo de la obligación hacia el Estado con el fin 
de dar cumplimiento a dicha obligación.11 
Por lo que se refiere a la Legislación Mexicana, se considera que sólo 
las personas físicas o morales pueden ser sujetos pasivos de la obligación 
fiscal, que veremos en el punto siguiente, pues son sólo ellos los que están 
previstos como contribuyentes por el Código Fiscal de la Federación en su 
artículo 1, párrafo primero, que ya ha quedado establecido. 
Como hemos visto, sin duda alguna, sujeto pasivo o contribuyente es 
aquel que al dar origen al hecho generador adecuándose a lo establecido por 
la norma respectiva, queda obligado al pago de una prestación tributaria 
mejor conocida como contribución. 
Ahora bien, la responsabilidad del sujeto pasivo puede provenir de 
distintos supuestos; puede ser que haya dado origen directamente al crédito 
fiscal o concurrencia con otras personas o que haya sustituido al deudor 
original voluntariamente o por imperio de la ley. También puede provenir del 
cumplimiento de una obligación que la misma ley impone o ser consecuencia 
de la adquisición de un objeto que se encuentra afectoal pago de un 
gravamen no cubierto por el deudor original. 
Al efecto, Pugliese ha elaborado la clasificación siguiente: 
 
11 PUGLIESE, Mario. Instituciones de Derecho Financiero. p. 197. 
 16 
A) Sujetos pasivos por deuda propia con responsabilidad directa: En 
este caso se trata del deudor directo del tributo o su causahabiente “mortis-
causa” o “inter-vivos”, como pueden ser los herederos, legatarios o 
donatarios a título universal; tratándose de personas morales, la que subsiste 
o se crea por fusión. 
B) Sujetos pasivos por deuda de carácter mixto con responsabilidad 
directa: Se trata de personas que pueden disponer libremente no sólo de sus 
bienes, sino también de los de terceros, por lo que la ley le designa como 
responsable directo por tener dicha facultad, aunque el hecho generador lo 
haya realizado un tercero. 
C) Sujetos pasivos en parte por deuda propia y en parte por deuda 
ajena con responsabilidad parcialmente directa o parcialmente solidaria: Se 
trata de copropietarios y coherederos, pues de cada uno de ellos se puede 
exigir el total del adeudo y no sólo una parte, reservándose su derecho a 
repetir contra los demás responsables. 
D) Sujetos pasivos por deuda ajena con responsabilidad sustituta: En 
este caso se trata de sustitutos legales del deudor directo ya sea 
voluntariamente o por ministerio de ley. 
E) Sujetos pasivos por deuda ajena con responsabilidad solidaria: Se 
trata de determinados funcionarios públicos a quienes se les impone 
obligaciones de carácter formal por ministerio de ley que no fueron 
cumplidas. 
F) Sujetos pasivos por deuda ajena con responsabilidad objetiva: Es el 
caso de personas que adquieren bienes que se encuentran afectos al pago 
de un tributo y que no fue satisfecho en su oportunidad, respecto del cual el 
bien constituye la garantía objetiva. 
Ahora bien, por lo que se refiere a la capacidad para sur sujeto pasivo 
de la obligación fiscal, ésta no se identifica con la capacidad jurídica del 
derecho privado, pues en derecho tributario basta con sólo tener capacidad 
de goce para estar en aptitud de ser sujeto pasivo. 
 17 
Por lo tanto y acorde a lo anterior, para el derecho fiscal toda persona 
es capaz de adquirir derechos y obligaciones fiscales; pues siguiendo a 
Jarach la capacidad de ser contribuyente consiste en la posibilidad de hecho 
de ser titular de las relaciones económicas que constituyen los hechos 
imponibles.12 
 
1.1.4. OBLIGACIÓN FISCAL. 
La obligación de forma genérica es la relación jurídica establecida 
entre dos personas, por la cual una de ellas llamada deudor, queda sujeta 
para otra llamada acreedor, a una prestación o a una abstención de carácter 
patrimonial, que el acreedor puede exigir del deudor. 
En materia fiscal, la obligación sustantiva del contribuyente consiste 
en el deber de entregar una cantidad de dinero al Estado en virtud de 
haberse causado un tributo, misma que puede ser exigida coercitivamente 
en caso de falta de pago oportuno. 
Pero no sólo prevé esta obligación sino otro tipo de obligaciones que 
están a cargo del propio contribuyente como de terceras personas y que son 
de naturaleza administrativa o de policía tributaria. Ambas obligaciones son 
de carácter fiscal y se diferencia una de otra por su objeto. 
En las obligaciones derivadas de la causación de los tributos, el objeto 
es siempre y exclusivamente un dar, que en este caso es la cantidad de 
dinero que se entrega al Estado. En el otro tipo de obligaciones, el objeto 
puede ser un hacer, un no hacer o un tolerar, la primera se relaciona con la 
determinación de los créditos fiscales, la segunda con la prevención de la 
evasión fiscal y la tercera con la represión a la evasión fiscal. 
Acorde a lo anterior, a la obligación fiscal cuyo objeto es un dar se le 
denomina obligación fiscal sustantiva, y a la obligación fiscal cuyo objeto 
puede ser un hacer, un no hacer o un tolerar, se le denomina obligación 
fiscal formal. 
 
12 JARACH, Dino. El Hecho Imponible. p. 59. 
 18 
La obligación fiscal o tributaria, al decir de Emilio Margáin, es el 
vínculo jurídico en virtud del cual el Estado como sujeto activo exige a un 
deudor o sujeto pasivo el cumplimiento de una prestación pecuniaria 
excepcionalmente en especie.13 
Por su parte, De la Garza considera que de la realización del hecho 
imponible surge una relación jurídica que contiene la naturaleza de una 
obligación, teniendo en los extremos los elementos personales que son 
acreedor y deudor; y en el centro un contenido que es la prestación del 
tributo. A dicha relación la denomina relación tributaria principal o sustantiva 
y la define como: “aquella por virtud de la cual el acreedor tributario tiene 
derecho a exigir al deudor tributario principal o a los responsables el pago del 
tributo, es decir, el cumplimiento de la prestación de dar cuyo contenido es el 
pago de una suma de dinero o la entrega de ciertos bienes en especie”.14 
De lo anterior, podemos determinar que ambas definiciones coinciden 
en lo esencial y presentan un concepto de obligación fiscal o relación 
tributaria sustantiva muy semejante al concepto de obligación que existe en 
el derecho privado. 
 
1.1.5. EL FISCO. 
Al respecto, se dice que el origen de la palabra fisco se encuentra en 
el vocablo latino “fiscus”, que se utilizaba entre los romanos para llamar al 
tesoro del soberano (rey o emperador) en contra posición al erario, que era 
el tesoro del Estado; posteriormente se hizo extensivo el vocablo fisco para 
comprender el tesoro del Estado también cuando los príncipes llegaron a 
tener disposición del tesoro público. 
Las antiguas leyes castellanas dieron el nombre de fisco o cámara del 
rey al tesoro o patrimonio de la cosa real y el de erario al tesoro público del 
Estado. 
 
13 MARGÁIN MANAUTOU, Emilio. Introducción al Estudio del Derecho Tributario Mexicano. p. 64. 
14 DE LA GARZA, Sergio. Op. Cit. p. 185. 
 19 
La voz hacienda tiene su origen en el verbo latino “facera” aún cuando 
algunos sostienen que deriva del árabe “ekásena”, que significa cámara del 
tesoro. Con el adjetivo de fe pública, que significa toda la vida económica de 
los entes públicos y en sentido estricto hace mención a los ingresos 
pertenecientes y gastos de las entidades públicas. La Hacienda Pública, 
como organismo y como concepto en el derecho positivo español, aparece 
por primera vez al crear Felipe V la Secretaría de Hacienda, dentro de la 
organización administrativa del reino español. De ahí para América Latina y a 
México, donde la dependencia del gobierno federal encargada de realizar la 
actividad financiera estatal se ha conocido tradicionalmente como Secretaría 
de Hacienda, agregándosele posteriormente la innecesaria expresión “y de 
Crédito Público”. 
El maestro Flores Zavala sostiene que recibe el nombre de fisco el 
Estado considerado como titular de la Hacienda Pública y por lo mismo con 
derecho para exigir el cumplimiento de las prestaciones existentes a su favor 
y con obligación de cubrir los que resulten a su cargo. 
James Buchanan M., por su parte, dice que la Hacienda Pública 
estudia la actividad económica del Gobierno como unidad. En efecto, al igual 
que un individuo, podemos ver cuánto gana en su oficio o profesión, y luego, 
cuánto gasta, según sus necesidades, sus gastos y lujos, así sucede con el 
gobierno, debemos conocer cuánto percibe por la explotación de sus bienes 
propios y cuánto por concepto de tributos, y en consecuencia, sus gastos, 
tomando en cuenta las necesidades populares y sus lujos. 
En nuestra opinión, consideramos a la Hacienda Pública como una 
institución oficial que está constituida por el conjunto de bienes, recursos, 
inversiones y tributos que se recaudan por mandato legal con carácter 
generaly obligatorio, para atender las distintas tareas que tiene 
encomendadas el Estado y que se traducen en lo que llamamos ingresos y 
egresos públicos para beneficio de la misma colectividad. 
Se trata de una dependencia centralizada del Poder Ejecutivo Federal, 
 20 
Estatal y Municipal encargada de determinar, recaudar y administrar los 
ingresos que percibe tanto por vías de derecho público como privado de cada 
una de dichas esferas de gobierno, y que tiene como destino la de invertir 
dichos arbitrios para atender necesidades sociales, y por ello a la Hacienda 
Pública también se le ha equiparado como sinónimo de fisco o erario, sin 
embargo el término Hacienda es más genérico, y el relativo a fisco es más 
específico, en otras palabras aquél es el género y éste la especie. 
 
1.1.5.1. FISCO FEDERAL. 
Tradicionalmente dicha expresión nos ha conducido a referirnos a la 
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, cuyo origen lo encontramos en la 
Constitución de Apatzingan expedida el 22 de octubre de 1814, en donde se 
dieron las bases para la organización del Poder Público y del Supremo 
Gobierno al establecerse en su artículo 134 tres Secretarías que fueron: la de 
Guerra, de Hacienda y de Gobernación. 
Posteriormente la dependencia en cuestión alcanzó su nombre con la 
que se le conoce actualmente: Secretaría de Hacienda y Crédito Público. 
Sus atribuciones son visibles en el artículo 31 de la Ley Orgánica de la 
Administración Pública Federal, que será explicado con posterioridad. 
 
1.1.5.2. FISCO ESTATAL O LOCAL. 
Siguiendo una organización y funcionamiento similar a la Secretaría 
de Hacienda y Crédito Público del Gobierno Federal, con algunas 
excepciones en cuanto a su competencia por la materia y el territorio, los 
fiscos locales se encargan de las actividades propias de las Entidades 
Federativas concernientes a sus ingresos y egresos públicos, concretamente 
tienen encomendada la función de formular los proyectos de leyes fiscales, 
incluyéndose las relativas a los ingresos y egresos de la esfera local, las 
funciones administrativas se realizan a través de las tesorerías estatales, las 
controversias en materia fiscal son resueltas en algunos casos por los 
 21 
Tribunales Judiciales y en otros por los Tribunales de lo Contencioso 
Administrativo; sin embargo, no hay uniformidad para identificar o para 
explicar el nombre de cada uno de ellos, pues son diversificados en su 
denominación, utilizándose las siguientes expresiones: Tesorería del Estado, 
Secretaría de Finanzas o de Finanzas y Planeación, Secretaría de Hacienda, 
Dirección General de Hacienda, Departamento de Hacienda, entre otras 
terminologías. 
 
1.1.5.3. FISCO MUNICIPAL. 
Es identificado por lo que tradicionalmente se le ha llamado Hacienda 
Pública Municipal, cuyas funciones legales quedan en manos de la Tesorería 
Municipal, en esas condiciones se trata del órgano encargado de la 
recaudación de los ingresos públicos, asumiendo a su vez la responsabilidad 
de realizar las erogaciones que haga el Ayuntamiento Municipal. 
El Municipio, de conformidad con el primer párrafo del artículo 115 de 
la Constitución, es la base de la división territorial, de la organización política 
y administrativa de los Estados de la República, su órgano de representación 
política, jurídica y administrativa se denomina Ayuntamiento Municipal, quien 
debe atender los servicios públicos y todas las demandas y problemas que 
se le presenten a su población, participando con vocación, decisión y firmeza 
en sus obligaciones propias para preservar la seguridad, tranquilidad, 
salubridad, libertad y el orden público en su circunscripción territorial. 
Se trata de una entidad autárquica, porque tiene amplias facultades 
para gobernarse, y al contar con sus ingresos tributarios, con las 
participaciones de tributos federales y estatales, y con otros rubros que 
obtiene de su propio patrimonio o por vías de derecho público y privado, se 
fortalece y le da presencia a su Hacienda Pública. 
 
 
 
 22 
1.2. DERECHO ADUANERO. 
Se define como el conjunto de normas jurídicas que van a regir, 
controlar y fiscalizar la importación y exportación de mercancías. 
Otra definición determina que es el conjunto de normas legales que 
establecen el régimen fiscal a que deben someterse los intervinientes en el 
tráfico internacional de mercancías a través de las fronteras nacionales o 
aduaneras, por las vías marítima, terrestre, aéreas y postal que organizan el 
servicio público destinado a su control, le fijan sus funciones, señala las 
bases y formalidades de las operaciones sobre tales mercancías y establece 
por último los tribunales especiales y el procedimiento de las causas a que 
dichos tráficos tienen lugar. 
De manera general, el derecho aduanero entraña un conjunto de 
normas jurídicas, instituciones y principios de derecho público que se aplican 
en el tráfico y desempeño de los bienes, mercancías o afectos que entran y 
salen de un país determinado al gravamen así como a su afectación 
económica y social. 
Pertenece al derecho público porque interviene directamente el Estado 
y algunos autores consideran que es de derecho internacional público ya que 
contiene un elemento de extranjería, además de que cuenta con sus propias 
instituciones y principios. Y se considera, que el sujeto esencial y dominante 
de la relación jurídica es el Estado. 
 
1.2.1. AUTORIDAD ADUANERA. 
Para poder comprender perfectamente el significado de autoridad 
aduanera es necesario primeramente determinar el de acepción autoridad. 
Al respecto, De Pina Vara define a la autoridad como la potestad 
legalmente conferida y recibida para ejercer una función pública, para dictar 
al efecto resoluciones cuya obediencia es indeclinable bajo la amenaza de 
una sanción y la posibilidad legal de su ejecución forzosa en caso necesario. 
Se denomina también autoridad a la persona u organismo que ejerce 
 23 
dicha potestad.15 
Por otra parte, la autoridad es concebida como la facultad de imponer 
obediencia y de manera general, puede decirse que existen variaciones 
legales, militares, familiares y organizativas en cuanto a reglas, sanciones o 
símbolos de la autoridad. 
Max Weber distinguía tres tipos fundamentales de autoridad: 
tradicional, racional-legal y carismática. En el primer caso las fuentes 
tradicionales cuando alcanzan el rango de ley dan lugar normalmente al 
derecho consuetudinario. La autoridad tradicional se basa en el principio de 
la costumbre y suele reflejarse en instituciones políticas con cargos 
hereditarios, puesto que quienes ostentan la autoridad están legitimados por 
la fuerza de la costumbre; los cambios sólo pueden producirse si una porción 
de la población lo desea. El segundo caso está basado en el derecho 
positivo; es característica del derecho civil o administrativo destinado por lo 
general a restituir una condición o relación alterada, más que a vengar o 
castigar; refleja un reparto complejo del trabajo político-administrativo y se 
basa en el principio de legalidad que supone la regulación de las relaciones 
de autoridad por medio de leyes confeccionadas de forma racional. El tercer 
y último caso suele ser residual; aquí, un dirigente se presenta como guía o 
representante de la revelación divina. El caso típico es Jesucristo, el 
Vaticano, el Papa, los Cardenales y los Obispos, son ejemplos de carisma 
rutinario de la sucesión apostólica que con el tiempo tiende a convertirse en 
autoridad tradicional. Este permite identificar determinadas instituciones de 
autoridad como la iglesia, la monarquía o el Consejo de Ministros que se 
apoyan en una combinación de los tres tipos de autoridad citados por Weber. 
Casi por definición, ciertas formas de autoridad familiar como el 
patriarcado o el matriarcado, están basadas en la tradición, aunque también 
intentan apropiarse del valor añadido de fuentes racional-legales.La fuerza 
de la policía o de la Hacienda Pública tiende a ser racional-legal, mientras 
 
15 DE PINA VARA, Rafael. Op. Cit. p. 117. 
 24 
que el capitán del equipo de fútbol, el líder político, el predicador evangélico o 
el empresario innovador tienen autoridad carismática. 
Ahora bien, se puede deducir que al frente de cada órgano integrante 
de la administración pública, existe un titular al que generalmente se le ubica 
como autoridad administrativa; es por ello de suma importancia establecer 
qué debe entenderse por dicho término. 
Partiendo de la idea de que autoridad es la persona revestida de algún 
poder, mando o magistratura y de que para el maestro Ignacio Burgoa 
Orihuela la autoridad es: “El órgano estatal investido de facultades de 
decisión, cuyo ejercicio engendra la creación, modificación o extinción de 
situaciones en general de hecho o jurídicas con trascendencia particular y 
determinada de una manera imperativa”,16 podemos determinar que se 
puede considerar como autoridad administrativa a los individuos que 
mediante órganos estatales competentes, pueden tomar y ejecutar 
decisiones que afecten a los particulares u ordenar sean ejecutadas dichas 
ejecuciones. 
En el campo del derecho administrativo, la autoridad es toda persona 
investida de potestad o mando frente a los administrados o internamente 
dentro de un organismo público. 
Como conclusión, por autoridad administrativa se entiende al titular de 
los órganos del Estado que tienen atribuidas por la ley, facultades de 
decisión y ejecución de los actos que pronuncien; tiene la potestad 
legalmente conferida para ejercer su función pública, dictando resoluciones 
cuya obediencia es indeclinable bajo la amenaza de una sanción y la 
posibilidad de su ejecución forzosa en caso necesario. 
Como ha quedado establecido, entiéndase por autoridad aquella figura 
pública dotada de poder de mando y, aplicada a la materia aduanera, 
podemos determinar que por autoridad aduanera se entiende a aquella que 
de acuerdo con el reglamento interior de la Secretaría de Hacienda y Crédito 
 
16 BURGOA ORIHUELA, Ignacio. El Juicio de Amparo. p. 186. 
 25 
Público y demás disposiciones aplicables, tienen competencia para ejercer 
las facultades que la propia Ley Aduanera y la Ley de Comercio Exterior 
instituyen. 
Se establece que las autoridades aduaneras que intervienen en esta 
materia son la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a través del Servicio 
de Administración Tributaria y la Secretaría de Economía. 
Por lo que toca a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, ésta 
formula la política del Gobierno Federal en las materias financiera, fiscal, de 
gasto público, bancaria de divisas y de precios y tarifas de bienes y servicios 
del sector público. A través de las Direcciones Generales se encarga de ver a 
cuánto asciende el gasto que les es permitido a las entidades paraestatales y 
dependencias públicas; propone las fuentes de crédito y financiamiento 
provenientes ya sea del exterior o bien de organismos nacionales, y 
posteriormente lo autoriza, esto con el fin de que haya un equilibrio entre los 
recursos que tienen y aquellos que gastan dichos órganos públicos. También 
se encarga de manejar la deuda del gobierno y vigila el destino de estos 
recursos; lleva a cabo las solicitudes de financiamiento de empresas 
privadas, llevando el registro de su deuda externa. 
En relación con la política crediticia realiza los programas referentes a 
la negociación y contratación de financiamiento con organismos financieros 
tanto nacionales como internacionales, así como la captación de recursos en 
los mercados internacionales de capital realizando los estudios y análisis de 
los mismos. Promueve la inversión nacional y extranjera mediante el empleo 
de instrumentos financieros. Propone la política fiscal, aduanera, los 
proyectos de aranceles y medidas de regulación, autoriza el otorgamiento de 
estímulos fiscales, franquicias, exenciones y subsidios para el desarrollo de 
la economía nacional. Define la política impositiva, las tasas de impuestos 
que se aplicarán y el período de pago de los mismos. Lleva a cabo el 
proceso de recaudación de contribuciones a través de las tesorerías, realiza 
inspecciones vigilando que se cumplan las obligaciones fiscales e impone las 
 26 
sanciones si se comete alguna infracción. 
En lo que se refiere a aduanas, determina su establecimiento, regula 
la entrada y salida de mercancías del país, valúa dichas mercancías para 
determinar el impuesto que pagarán. Coordina los servicios aduanales en 
aeropuertos para que los pasajeros en vuelos internacionales hagan el pago 
de los impuestos respecto a mercancías que entren o salgan del país. 
Por lo que toca al Servicio de Administración Tributaria, éste se 
designa como un órgano desconcentrado de la Secretaría de Hacienda y 
Crédito Público, con el carácter de autoridad fiscal, y con las atribuciones y 
facultades ejecutivas que señala la Ley respectiva. 
El Servicio de Administración Tributaria tiene la responsabilidad de 
aplicar la legislación fiscal y aduanera con el fin de que las personas físicas y 
morales contribuyan proporcional y equitativamente al gasto público, de 
fiscalizar a los contribuyentes para que cumplan con las disposiciones 
tributarias y aduaneras, de facilitar e incentivar el cumplimiento voluntario de 
dichas disposiciones, y de generar y proporcionar la información necesaria 
para el diseño y la evaluación de la política tributaria. Implantará programas y 
proyectos para reducir su costo de operación por peso recaudado y el costo 
de cumplimiento de las obligaciones por parte de los contribuyentes. Gozará 
de autonomía de gestión y presupuestal para la consecución de su objeto y 
de autonomía técnica para dictar sus resoluciones. Tendrá su domicilio en la 
Ciudad de México, donde se ubicarán sus oficinas centrales; de la misma 
manera contará con oficinas en todas las entidades federativas y sus plazas 
más importantes, así como en el extranjero, a efecto de garantizar una 
adecuada desconcentración geográfica, operativa y de decisión en asuntos 
de su competencia conforme a esta ley, al reglamento interior que expida el 
Presidente de la República y a las demás disposiciones jurídicas que 
emanen de ellos. 
Para la realización de su objeto contará con los bienes muebles e 
inmuebles, recursos materiales y financieros que le sean asignados; los 
 27 
fondos y fideicomisos que se constituyan o en los que participe en 
representación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para tales 
fines; los ingresos que obtenga por la prestación de servicios y gastos de 
ejecución; y las asignaciones que establezca el Presupuesto de egresos de 
la Federación. 
En adición a las asignaciones para cubrir su gasto ordinario, recibirá 
anualmente recursos para destinarlos al mejoramiento de la infraestructura y 
servicios de atención al contribuyente, la modernización y automatización 
integral de sus procesos, la investigación e incorporación de nuevas 
tecnologías en apoyo de las funciones recaudadoras, fiscalizadoras y 
aduaneras y la instrumentación del Servicio Fiscal de Carrera y prestaciones 
derivadas del mismo. Estos recursos se asignarán con base en los esfuerzos 
de productividad y eficiencia del propio órgano, una vez que se hayan 
tomado en cuenta aquellos factores que determinan la evolución de la 
recaudación y que sean ajenos al desempeño del Servicio de Administración 
Tributaria. 
La Tesorería de la Federación prestará en forma gratuita y de 
conformidad con lo que establece la Ley respectiva, la asesoría y los 
servicios necesarios al Servicio de Administración Tributaria. 
Con base en la información y requerimientos que al efecto presente el 
Servicio de Administración Tributaria, la Tesorería dela Federación hará las 
previsiones necesarias para devolver a los contribuyentes, por cuenta de la 
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, las cantidades que, en su caso, 
corresponda. El Servicio de Administración Tributaria y la Tesorería de la 
Federación convendrán, de conformidad con las disposiciones jurídicas 
aplicables, los plazos y las condiciones bajo los cuales se efectuarán dichas 
devoluciones. 
De acuerdo a lo que establece el artículo 7 de la Ley del Servicio de 
Administración Tributaria, dicho órgano tendrá las siguientes atribuciones: 
I. Recaudar los impuestos, contribuciones de mejoras, derechos, 
 28 
productos, aprovechamientos federales y sus accesorios de acuerdo a la 
legislación aplicable; 
II. Dirigir los servicios aduanales y de inspección, así como la Unidad 
de Apoyo para la Inspección Fiscal y Aduanera; 
III. Representar el interés de la Federación en controversias fiscales; 
IV. Determinar, liquidar y recaudar las contribuciones, 
aprovechamientos federales y sus accesorios cuando, conforme a los 
tratados internacionales de los que México sea parte, estas atribuciones 
deban ser ejercidas por las autoridades fiscales y aduaneras del orden 
federal; 
V. Ejercer aquellas que, en materia de coordinación fiscal, 
correspondan a la administración tributaria; 
 VI. Solicitar y proporcionar a otras instancias e instituciones públicas, 
nacionales o del extranjero, el acceso a la información necesaria para evitar 
la evasión o elusión fiscales, de conformidad con las leyes y tratados 
internacionales en materia fiscal y aduanera; 
VII. Vigilar y asegurar el debido cumplimiento de las disposiciones 
fiscales y aduaneras y, en su caso, ejercer las facultades de comprobación 
previstas en dichas disposiciones; 
VIII. Participar en la negociación de los tratados internacionales que 
lleve a cabo el Ejecutivo Federal en las materias fiscal y aduanera, así como 
celebrar acuerdos interinstitucionales en el ámbito de su competencia; 
IX. Proporcionar, bajo el principio de reciprocidad, la asistencia que le 
soliciten instancias supervisoras y reguladoras de otros países con las cuales 
se tengan firmados acuerdos o formen parte de convenciones internacionales 
de las que México sea parte, para lo cual, en ejercicio de sus facultades de 
vigilancia, podrá recabar respecto de los contribuyentes y terceros con ellos 
relacionados, la información y documentación que sea objeto de la solicitud; 
X. Fungir como órgano de consulta del Gobierno Federal en las 
materias fiscal y aduanera; 
 29 
XI. Localizar y listar a los contribuyentes con el objeto de ampliar y 
mantener actualizado el registro respectivo; 
XII. Allegarse la información necesaria para determinar el origen de los 
ingresos de los contribuyentes y, en su caso, el cumplimiento correcto de sus 
obligaciones fiscales; 
XIII. Proponer, para aprobación superior, la política de administración 
tributaria y aduanera, y ejecutar las acciones para su aplicación. Se 
entenderá como política de administración tributaria y aduanera el conjunto 
de acciones dirigidas a recaudar eficientemente las contribuciones federales 
y los aprovechamientos que la legislación fiscal establece, así como combatir 
la evasión y elusión fiscales, ampliar la base de contribuyentes y facilitar el 
cumplimiento voluntario de las obligaciones de los contribuyentes; 
XIV. Diseñar, administrar y operar la base de datos para el sistema de 
información fiscal y aduanera, proporcionando a la Secretaría de Hacienda y 
Crédito Público los datos estadísticos suficientes que permitan elaborar de 
manera completa los informes que en materia de recaudación federal y 
fiscalización debe rendir el Ejecutivo Federal al Congreso de la Unión; 
XV. Contribuir con datos oportunos, ciertos y verificativos al diseño de 
la política tributaria; 
XVI. Emitir las disposiciones de carácter general necesarias para el 
ejercicio eficaz de sus facultades, así como para la aplicación de las leyes, 
tratados y disposiciones que con base en ellas se expidan; 
XVII. Emitir los marbetes y los precintos que los contribuyentes deban 
utilizar cuando las leyes fiscales los obliguen; y 
XVIII. Las demás que sean necesarias para llevar a cabo las previstas 
en esta Ley, su reglamento interior y demás disposiciones jurídicas 
aplicables. 
Para la obtención de su objeto y el ejercicio de sus atribuciones, el 
Servicio de Administración Tributaria contará con una Junta de Gobierno, un 
Jefe y unidades administrativas que el propio reglamento interior establecerá. 
 30 
Anualmente, el Servicio de Administración Tributaria deberá elaborar y 
hacer público un programa de mejora continua que establezca metas 
específicas sobre el combate a la evasión y elusión fiscales; el aumento 
esperado de la recaudación por menor evasión y elusión fiscales; el combate 
a la corrupción; la disminución en los costos de recaudación; el aumento en 
la recaudación por la realización de auditorias, con criterios de mayor 
rentabilidad de las mismas; el aumento estimado del número de 
contribuyentes en el Registro Federal de Contribuyentes y aumento esperado 
en la recaudación por este concepto; los mejores estándares de calidad en 
atención al público y reducción en los tiempos de espera; la simplificación 
administrativa y reducción de los costos de cumplimiento al contribuyente y el 
aumento en la recaudación esperada por este concepto; los indicadores de 
eficacia en la defensa jurídica del fisco ante tribunales; los indicadores de 
productividad de los servidores públicos y del desarrollo del personal del 
Servicio de Administración Tributaria; y las mejoras en la promoción de los 
servicios e información que el público puede hacer a través de la red 
computacional y telefónica. 
Cuando las Comisiones de Hacienda y Crédito Público de la Cámara 
de Diputados o de la Cámara de Senadores, requieran información adicional 
o aclaratoria, respecto de los datos estadísticos y demás informes a cargo 
del Servicio de Administración Tributaria, que haya presentado al Ejecutivo 
Federal, podrán solicitarla directamente al órgano desconcentrado 
mencionado. 
Dicha información deberá entregarse en forma impresa y en medios 
magnéticos en los términos que estas Comisiones determinen. 
Con el propósito de transparentar la relación fiscal entre la Federación 
y sus miembros, y de garantizar el estricto cumplimiento de la Ley de 
Coordinación Fiscal, el Servicio de Administración Tributaria proporcionará la 
información necesaria para que el Ejecutivo Federal, a través de la 
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, publique mensualmente en el 
 31 
Diario Oficial de la Federación la información relativa a la recaudación federal 
participable y a las participaciones federales, por estados y la 
correspondiente al Distrito Federal, incluyendo los procedimientos de cálculo. 
La publicación de referencia deberá efectuarse a más tardar, dentro de los 30 
días siguientes a la terminación del mes de que se trate y enviarse a las 
Comisiones de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados y 
Cámara de Senadores. 
Por lo que se refiere a la Secretaría de Economía, ésta formula y 
conduce las políticas generales de la industria, comercio interior y exterior, 
precios y abasto de bienes y servicios del país. Regula los precios con el fin 
de proteger al consumidor ante las alzas excesivas y fomenta el comercio 
para el crecimiento económico del país. Realiza diversas funciones como 
proponer los lineamientos para desarrollar las franjas fronterizas, 
promoviendo la creación de industrias maquiladoras, la operación de centros 
comerciales y de abasto en estas zonas. 
Para el fomento del comercio exterior, propone las estrategias en 
materia de intercambio de bienes y servicios en las negociaciones 
internacionales, ya sean multilaterales, regionales o bilaterales y difunde 
sistemas de informaciónrelacionados con lo anterior. Promueve sistemas de 
defensa contra prácticas desleales de comercio internacional, defendiendo 
los intereses de los exportadores mexicanos y asistiéndoles técnicamente 
cuando algún otro pías comete acciones desleales de tipo comercial que les 
perjudique. Propone los esquemas para suprimir las barreras arancelarias y 
no arancelarias a los organismos internacionales de negociación, además de 
presentar programas de participación en coinversiones. 
Ahora bien, aunado a lo anterior, las autoridades aduaneras 
competentes para tramitar el procedimiento administrativo en materia 
aduanera son: 
a) La Administración General de Auditoria Fiscal Federal y la 
Administración Local de Auditoria Fiscal. 
 32 
b) La Administración Central de Comercio Exterior y la Administración 
de Auditoria de Comercio Exterior adscrita a ésta. 
c) La Administración General de Grandes Contribuyentes y la 
Administración Local de Grandes Contribuyentes. 
d) La Administración General de Aduanas y aduanas, respecto de 
aquellos procedimientos iniciados por la propia aduana en términos del 
artículo 29, fracción XIII y 31, facción II del Reglamento Interior del Servicio 
de Administración Tributaria. 
 
1.2.1.1. PRIMER RECONOCIMIENTO ADUANERO. 
El reconocimiento aduanero es el examen físico o mediante 
documentos de las mercancías de exportación o importación, a fin de 
determinar la clasificación arancelaria de las mismas; es consecuencia de la 
presentación por parte de los exportadores o importadores de la declaración 
aduanera mediante la cual se determinan los impuestos a pagar, las 
mercancías que se presentan a control, la clasificación arancelaria, y se 
declara el destino económico al que se designan. La autoridad en ejercicio de 
sus atribuciones que le otorga el artículo 144, fracción II, de la Ley Aduanera 
del 15 de diciembre de 1995, procede a determinar si los datos vertidos en la 
declaración concretada en el pedimento se apegan o no a derecho, lo que 
realiza mediante el reconocimiento. 
Presentado el pedimento ante la aduana correspondiente, el vista que 
designe el administrador procederá a realizar el reconocimiento aduanero en 
los términos de los artículos 64, 65, 66 y 67 del Reglamento de la Ley 
Aduanera; para ello podrá tomar muestras de las mercancías, captar 
fotografías, constatar los resultados del proceso industrial a que fueron 
sometidas las mercancías. 
Si de la comprobación que realiza el vista, encuentra correctos los 
datos vertidos en el pedimento, entregará las mercancías al interesado, 
previo el pago de las contribuciones respectivas; y en caso de que observe 
 33 
discrepancias entre lo declarado por el importador o exportador y el resultado 
del reconocimiento, la autoridad aduanera procederá a la composición de las 
sanciones correspondientes, determinando correctamente lo declarado. 
De acuerdo a nuestro criterio, reconocimiento aduanero es un 
procedimiento mediante el cual se realiza una revisión de documentos y 
mercancías para precisar la veracidad de lo declarado en el pedimento, con 
la finalidad de determinar la cantidad, características y la plena identificación 
de las mercancías. 
Ahora bien, con fundamento en los artículos 43 primer párrafo, 44 de 
la Ley Aduanera vigente, y los artículos 65 al 67 del reglamento, es también 
conocido como reconocimiento único, este es un examen que realiza la 
autoridad a las mercancías tanto a las que se exportan como a las que se 
importan, ello cuantificando las mercancías, de acuerdo a los litros, kilos, 
metros cuadrados o cualquier sistema de medidas que permita cuantificar la 
mercancía, así como una descripción minuciosa de ésta, algunos productos 
tienen número de serie, registro o cualquier otro número o medio que 
identifique a cada mercancía como lo es la marca, cualquier herramienta que 
ayuda al funcionario de aduanas para identificar la mercancía y así se 
nacionalice tales, una vez despachadas, siendo un requisito indispensable 
establecer el origen de la mercancía, ya que algunas mercancías pueden 
estar exentas o tener aranceles más bajos, de acuerdo a los diferentes 
tratados de libre comercio, así como es importante por ello conocer su 
origen, que es distinto a su procedencia, entendiendo el primero como el 
lugar donde fue hecha la mercancía y el segundo, como el lugar desde 
donde se esta importando. 
Este es un procedimiento propio del importador o el exportador, ya 
que es la manifestación de los mismos ante las autoridades aduanales 
referente a las mercancías; se lleva a cabo por los verificadores de aduanas, 
empleados o servidores públicos de la aduana, y se limita a este 
procedimiento las mercancías que se destinan a la exportación, para eliminar 
 34 
obstáculos a los exportadores, o los pasajeros en viajes internacionales en 
vía aérea, despacho de mercancías de ciertas empresas que se encuentran 
reconocidas en los tratados de libre comercio con otros países. 
 
1.2.1.2. SEGUNDO RECONOCIMIENTO ADUANERO. 
Es como bien indica su nombre, una verificación de que lo 
manifestado en el reconocimiento único o reconocimiento aduanero, es 
correcto. Dicho reconocimiento está establecido paso a paso en la ley, las 
mercancías deben estar acompañadas de los pedimentos de importación que 
son indispensables pues hacen las veces de documento de declaración de la 
mercancía, siendo una declaración provisional respecto a los impuestos; así 
mismo, lo que se refiere a la factura comercial, el conocimiento de carga, 
manifiesto de embarque, entre otros, así como las limitantes arancelarias 
conforme a los tratados de libre comercio, y los permisos de importación que 
otorgan diferentes dependencias de gobierno como lo son la Secretaría de 
Economía, de Salud o Defensa. 
Una vez que cuenta con el pago de aranceles, se activa “mecanismo 
de selección automatizado”, concepto que se encuentra en el artículo 2, 
fracción VIII, de la Ley Aduanera que reza: “...Mecanismo de selección 
automatizado, el mecanismo que determinará si las mercancías se 
someterán a reconocimiento aduanero o segundo reconocimiento”. 
Se lleva a cabo por los denominados dictaminadores autorizados por 
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, siendo esta una actividad de 
carácter público, siendo sujetos distintos de los funcionarios de aduanas que 
tienen esta responsabilidad. Por ello tiene sanciones muy fuertes para los 
dictaminadores, de 300% a 400% con relación al valor de las mercancías. El 
dictaminador aduanero emite una presunción que admite trámite en contrario, 
asemeja al dictaminador de estado financiero. 
 
 
 35 
1.2.2. ADUANA. 
La Enciclopedia Universal la concibe como la oficina pública destinada 
para registrar los géneros y mercaderías que entran o salen en una nación y 
cobrar los derechos que adeuden. 
Otra definición determina que las aduanas son oficinas del Estado, 
establecidas en las fronteras nacionales, encargadas de percibir los derechos 
impuestos sobre las entradas y salidas de las mercancías y de velar para 
impedir las importaciones y exportaciones prohibidas. Así pues, la palabra 
aduana tiene dos sentidos, a saber: primero el de oficina del Estado o cuerpo 
de funcionarios, y segundo, el de impuesto indirecto (renta de aduanas), 
desde cuyo punto de vista es uno de los ingresos más importantes para el 
Estado y como medio de protección para las industrias nacionales, pues 
además del impuesto fiscal, se suele imponer un derecho extraordinario a los 
productos de las industrias extranjeras a fin de establecer el equilibrio entre 
el precio de ellos y el de los productos de las industrias nacionales. De estos 
dos sentidos el más importante es el segundo, del cual el primero no es más 
–como se desprende- que una consecuencia necesaria. 
Por otra parte, Rafael Bielsa señala que la aduana: “es el órgano de la 
Administración Pública que tiene por principalobjeto percibir los derechos 
fiscales de importación y exportación y hacer cumplir las disposiciones 
prohibitivas y de reglamentación del comercio internacional.17 
Pedro Fernández Lahanne, citado por Carvajal Contreras, afirma que: 
“la aduana constituye uno de los más importantes atributos de la soberanía 
de la Nación. Es el medio de ejercer el poder de policía fiscal en todo cuanto 
se relaciona con la importación, exportación y tránsito de mercancías por sus 
fronteras”.18 
Para el Consejo de Cooperación de Bruselas, las aduanas son los 
servicios administrativos especialmente encargados de la aplicación de la 
 
17 BIELSA, Rafael. Ciencia de la Administración. p. 184. 
18 CARVAJAL CONTRERAS, Máximo. Derecho Aduanero. p. 84. 
 36 
legislación relativa a la importación y a la exportación de las mercaderías y a 
la percepción de los ingresos públicos provenientes de los derechos e 
impuestos que se aplican a las mercaderías. 
Conforme al Glosario de Términos Aduaneros Latinoamericanos, la 
aduana el es organismo encargado de aplicar la legislación relativa a la 
importación y exportación de mercaderías y a los otros regímenes 
aduaneros, de percibir y hacer percibir los gravámenes que les sean 
aplicables y de cumplir las demás funciones que se les encomienden. 
Finalmente, entendemos por aduana al órgano de la Administración 
pública establecido por el Ejecutivo Federal, autorizado para controlar el 
comercio exterior con las limitaciones y prohibiciones que las leyes fijan a las 
mercancías, percibiendo los impuestos que generen y regulando la economía 
nacional. 
 
1.2.3. RECINTO FISCAL. 
De acuerdo con la Ley Aduanera vigente, en su artículo 14, párrafo 
segundo, el recinto fiscal se define como aquel lugar en donde las 
autoridades aduaneras realizan indistintamente las funciones de manejo, 
almacenaje, custodia, carga y descarga de las mercancías de comercio 
exterior, fiscalización, así como el despacho aduanero de las mismas. 
 
1.2.4. PEDIMENTO. 
Es una obligación aduanera accesoria regulada por la Ley Aduanera a 
quienes se sitúen en el hecho generador o imponible de los impuestos 
generales de importación o exportación, es decir, a los importadores o 
exportadores. 
El pedimento es una declaración de la mercancía efectivamente 
importada o exportada. 
El pedimento de importación acredita la legal estancia en el país de 
las mercancías o bienes de procedencia extranjera. 
 37 
Dentro del derecho aduanero tributario, el pedimento aduanal 
considerado obligación fiscal, forma parte de la relación jurídica tributaria 
aduanera en su sentido amplio. Retomando la idea de Sainz de Bujanda, 
esta obligación es una relación jurídica sin contenido patrimonial; es decir, 
una obligación accesoria a la principal del pago y que en ocasiones la 
doctrina le denomina deberes. 
La relación jurídica en materia aduanera, se refiere al comercio 
internacional de mercancías, esto es, entre el Estado como poseedor del 
poder impositivo y la persona que realiza dicho tráfico. En esa relación no 
necesariamente debe cubrirse el pago de un impuesto, debido al especial 
tratamiento de esta materia, así podemos encontrar regímenes suspensivos 
o liberatorios de impuestos. 
De acuerdo con Sánchez González, el pedimento es una vinculación 
aduanera pero no tributaria, es decir, que no tiene como obligación principal 
el pago de un tributo. Esta vinculación aduanera surge cuando se realiza el 
paso de mercancías de un Estado a otro con sistemas jurídicos diferentes. 
El concepto de pedimento es una declaración dentro del proceso de 
autoacertamento o autodeterminación por el sujeto pasivo, en el que se debe 
consignar la mercancía a introducir o enviar, fuera del territorio nacional, la 
clasificación arancelaria, el valor normal o comercial, los impuestos a pagar y 
el régimen aduanero al que se destinan las mercancías. Esta declaración 
aduanera es esencial, debido a que dan los elementos necesarios para 
determinar la obligación nacida y sin la existencia de dicho documento puede 
dar origen al delito de contrabando equiparado. O bien, si se realiza una 
inexacta clasificación arancelaria surge el contrabando documentado. 
Permitiendo a la autoridad aduanera realizar el procedimiento de verificación 
y reconocimiento de la mercancía. 
De acuerdo con la tradicional doctrina tributaria, el pedimento aduanal 
es una declaración arancelaria con efecto declarativo, es decir, declara la 
existencia de una obligación tributaria aduanera. 
 38 
La Ley Aduanera prevé diversos tipos de pedimentos en el artículo 36, 
que establece los de importación y de exportación, además de indicar los 
documentos necesarios que deberán acompañar dichas declaraciones. En 
los pedimentos de importación y exportación se determinan en cantidad 
líquida los impuestos al comercio exterior. 
 
1.2.5. AGENTE ADUANAL. 
Para De Pina Vara, agente aduanal: “es la persona física autorizada 
por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, mediante una patente, para 
promover por cuenta ajena el despacho de las mercancías en los diferentes 
regímenes aduaneros previstos por la ley”.19 
Por otra parte, Ricardo Xavier Basaldúa dice que: “son despachantes 
de aduanas las personas que profesionalmente y mediante habilitación 
previa del servicio aduanero, gestionan en nombre propio y por cuenta de 
sus clientes el despacho de mercaderías ante la aduana”.20 
Finalmente y de manera general, podemos decir que agente aduanal 
es la persona física que a través de una patente, otorgada por la autoridad 
hacendaría, interviene ante una aduana para despachar mercancía en 
cualquiera de los regímenes aduaneros en virtud de los servicios 
profesionales que presta. 
 
1.2.6. REGÍMENES ADUANEROS. 
El Consejo de Bruselas entiende por régimen aduanero el destino que 
pueden recibir según las leyes y reglamentos aduaneros, las mercancías 
sujetas al control de la aduana. 
En cambio, para la Asociación Latinoamericana el régimen aduanero 
es el tratamiento aplicable a las mercancías sometidas al control de la 
aduana, de acuerdo con las leyes y reglamentos aduaneros, según la 
 
19 DE PINA VARA, Rafael. Op. Cit. p. 66. 
20 BASALDÚA, Ricardo Xavier. Introducción al Derecho Aduanero. p. 455. 
 39 
naturaleza y objetivos de la operación. 
En el mismo sentido, Hugo Opazo Ramos determina que los 
regímenes aduaneros están constituidos por los tratamientos legales y 
reglamentarios que la aduana dé a las mercancías, de acuerdo con la 
naturaleza y objetivos de las distintas destinaciones aduaneras conocidos. 
De la lectura de las definiciones precedentes, podemos afirmar que las 
normas aduaneras establecen las formas de destinación y los particulares 
voluntariamente pueden seleccionar para su mercancía alguna de esas 
formas, debiendo cumplir con las obligaciones aduaneras propias del 
régimen elegido. 
Al respecto la Ley Aduanera en su artículo 90, establece una clara 
clasificación de los regímenes aduaneros a los que los particulares pueden 
apegarse y de acuerdo a ello podemos determinar que los regímenes 
aduaneros pueden ser definitivos, temporales, depósito fiscal, tránsito de 
mercancías y de elaboración, transformación o reparación en recinto 
fiscalizado. 
 
1.2.6.1. IMPORTACIÓN. 
Importar proviene del vocablo latino “importare”, que significa traer, 
hacer venir de fuera, introducir. Así, la importación es definida como la 
introducción a territorio nacional de mercancías, o bien de servicios, para ser 
destinados a consumo interno. 
En materia aduanera se debe entender este término como la acción 
de introducir mercancías a un país. Para ello deberán cubrir los requisitos 
tanto de forma como de fondo que el país receptor de la mercancía imponga. 
Estos requisitos son: 
1.- Que la mercancía físicamente sea introducida por loslugares que 
expresamente el país receptor ha autorizado para tales efectos; es decir, 
aduanas, y 
2.- Que la mercancía se encuentre amparada por un pedimento de 
 40 
importación, en el cual se asentará además de la descripción general de la 
misma, el cumplimiento de las contribuciones de comercio exterior, las 
restricciones y regulaciones no arancelarias y en su caso de las cuotas 
compensatorias. 
Dentro de la importación se encuentran diferentes modalidades a 
saber: 
a) Importación definitiva: es la entrada de mercancías de procedencia 
extranjera para permanecer en el territorio nacional por tiempo ilimitado. 
b) Importación temporal: es la entrada al país de mercancías para 
permanecer en él por tiempo limitado y con una finalidad específica, 
pudiéndose dar dos variantes: que retornen al extranjero en el mismo estado 
o para ser sujetas a procesos de elaboración, transformación o reparación en 
programas de maquila o de exportación. 
De lo anterior se desprende que la consecuencia más importante de 
una importación es la causación del impuesto general de importación, aun 
cuando pudiera tratarse de mercancías que, de acuerdo con la tarifa del 
propio impuesto general de importación, no están sujetas al pago de 
aranceles. También puede generarse la obligación de cumplir con las 
regulaciones o restricciones no arancelarias que resulten aplicables a las 
mercancías específicas. 
El hecho imponible de la importación en nuestro país varía según el 
tráfico o la vía por la cual la mercancía es transportada. Al efecto, el artículo 
56 de la Ley Aduanera vigente, prevé que las cuotas, bases gravables, tipos 
de cambio de moneda, cuotas compensatorias y demás regulaciones y 
restricciones no arancelarias, precios estimados y prohibiciones aplicables, 
serán los que rijan: 
 1.- En la fecha de fondeo, y cuando éste no se realice, la de amarre o 
atranque de la embarcación que transporte las mercancías al puerto al que 
vengan destinadas; 
2.- En la fecha en que las mercancías crucen la línea divisoria 
 41 
internacional; 
3.- En la fecha de arribo de la aeronave que las transporte al primer 
aeropuerto nacional; y 
4.- Tratándose de la vía postal, en cualquiera de las fechas señaladas 
anteriormente, según que las mercancías hayan entrado al país por los 
litorales, fronteras o por aire. 
También puede ser relevante la fecha en que las mercancías pasen a 
ser propiedad del Fisco Federal, en los casos de abandono, o bien de la 
fecha en que las mercancías entren o salgan del país por medio de tuberías 
o cables, o en la que se practique la lectura de los medidores si éstos 
cuentan con indicador de fecha. 
 
1.2.6.2. EXPORTACIÓN. 
Exportar deriva de la voz latina “exportare”, que significa llevar fuera, 
sacar, conducir, transportar. Así, la exportación es definida como la salida de 
mercancías, o bien de servicios, del territorio nacional para su consumo. 
La formalización de una exportación requiere igualmente del despacho 
aduanero, en el que están obligados a la realización de ciertos actos en la 
aduana las autoridades aduaneras y el remitente de la exportación 
respectiva, así como los agentes o apoderados aduanales. 
Puede ser objeto de una exportación las mercancías que son enviadas 
al exterior o servicios que se prestarán al extranjero para lo cual pueden 
distinguirse: 
a) Mercancías intangibles como la electricidad, el gas u ondas de 
telecomunicación; 
b) Mercancías que son el soporte de un valor inmaterial, por ejemplo: 
planos o escritos; 
c) Mercancías que carecen de valor comercial, como las muestras; 
d) Mercancías objeto de franquicias, como son el menaje de 
diplomáticos y residentes en el extranjero; y los servicios, cuando se 
 42 
encuentran materializados en una mercancía, como el transporte, el seguro o 
los financiamientos, o bien, el desplazamiento de un experto al extranjero 
para realizar el montaje de una maquinaria. 
Las exportaciones pueden estar sujetas al pago del impuesto general 
de exportación y al cumplimiento de restricciones y regulaciones no 
arancelarias. Las mercancías que se extraigan del territorio nacional, podrán 
ser destinadas al régimen aduanero de exportación definitiva o temporal. En 
este último régimen las mercancías deberán retornar en el mismo estado o 
se exportan temporalmente para elaboración, transformación o reparación. 
 
1.2.7. MERCANCÍA. 
En general es toda cosa útil y permutable que se destina a las 
operaciones del comercio. En las dos primeras condiciones coincide con el 
objeto de la relación jurídica ordinaria; la tercera, en lo que constituye su 
carácter distintivo como objeto de la relación jurídica mercantil. Se deduce de 
lo anterior que si bien toda mercancía es una cosa, no toda cosa es una 
mercancía, ya que esto último dependerá de que se destine a la práctica de 
operaciones comerciales; a su vez, una simple cosa puede cambiarse en 
mercancía y una mercancía puede pasar a la categoría de simple cosa. 
Etimológicamente deriva de “mercado”, del latín “mercatos” que 
significa comercio, tráfico, mercado. 
Para los economistas, mercancía es todo aquello que representa un 
valor económico. Al respecto, nuestra Ley Aduanera, en forma genérica 
define a las mercancías diciendo que son los productos, artículos, efectos y 
cualesquier otros bienes, aun cuando las leyes los consideren inalienables e 
irreductibles a propiedad particular. 
En nuestra opinión, son todos los bienes y servicios que cruzan 
nuestra frontera nacional aun cuando las leyes las consideren como no 
sujetas a una operación comercial. 
Sin embargo existe una definición más amplia que indica que son 
 43 
todos los bienes que se encuentran en el comercio y son susceptibles de 
pasar a propiedad de un particular, aún hablando de comercio restringido 
como lo puede ser ciertos químicos o sustancias que compra el Estado y 
luego vende a un particular. 
Por otra parte, Ricardo Xavier Basaldúa afirma que: “la palabra 
mercadería designa cualquier objeto susceptible de ser desplazado de un 
territorio a otro; es decir, todo objeto de ser exportado o importado”.21 
Aunado a lo anterior, las mercancías pueden clasificarse en los 
mismos grupos generales que las otras cosas, pues todos pueden 
convertirse en mercancías desde el momento en que se las dedique al 
comercio, y así serán: Por su origen: nacionales, nacionalizadas y 
extranjeras; por sus requisitos: libres, restringidas, reguladas y prohibidas; 
por pago de impuestos: exentas y gravadas; por su régimen aduanero: de 
importación, exportación, tránsito y a depósito; y por su lugar de destino: 
zona libre, zona fronteriza y zona gravada. 
 
1.2.8. CUOTAS COMPENSATORIAS. 
El artículo 63 de la Ley de Comercio Exterior vigente, señala que las 
cuotas compensatorias serán consideradas como aprovechamientos en los 
términos del artículo 3 del Código Fiscal de la Federación. 
Ahora bien, para el Código Fiscal de la Federación son 
aprovechamientos los ingresos que percibe el Estado por funciones de 
Derecho Público distintos de las contribuciones, de los ingresos derivados de 
financiamiento y de los que obtengan los organismos descentralizados y 
empresas de participación estatal. 
El artículo 31, fracción II, de la Ley Aduanera vigente hasta el 22 de 
julio de 1993, definía las cuotas compensatorias como impuestos a la 
importación de mercancías en condiciones de prácticas desleales de 
comercio internacional. 
 
21 BASALDÚA, Ricardo Xavier. Op. Cit. p. 123. 
 44 
Las cuotas compensatorias tienen la función de compensar el daño 
que se le causa a la producción de un país por prácticas desleales de 
comercio exterior, conocidas en otros países como prácticas dumping. 
Ahora bien, para que este punto quede totalmente claro, se entiende 
por prácticas desleales de comercio exterior o dumping: “la práctica que 
realizan lasempresas privadas y que opera cuando se vende un producto en 
un mercado extranjero a un precio más bajo que el establecido en el 
mercado del país que lo fabrica. Esta discriminación de precios debe ir 
aparejada de un aumento significativo de las importaciones en el país 
afectado, importaciones que bajo un nexo de causalidad dañan, perjudican o 
amenazan de daño a los productores nacionales de mercancías idénticas o 
similares”.22 
Para evitar esta competencia desleal se estableció la disposición en 
México relativa a estas cuotas, a fin de evitar la utilización del comercio 
desleal, imponiendo para ello un arancel sobre el valor-factura de la 
mercancía, con lo que se trata de compensar en cierta medida el daño a la 
producción nacional. 
 
1.2.9. VERIFICACIÓN DE MERCANCÍA EN TRANSPORTE. 
La verificación de mercancías en transporte es una facultad de 
comprobación de las autoridades aduaneras que se realiza con el objetivo 
fundamental de corroborar que las mercancías de procedencia extranjera 
que transitan por el territorio nacional acrediten se legal estancia o tenencia 
en territorio nacional, y que con ellas no se han cometido infracciones a la 
legislación aduanera. 
Puede llevarse a cabo por personal de la Administración General de 
Aduanas, las aduanas del país, por personal de la Administración General de 
Auditoria Fiscal Federal y las Administraciones Locales de Auditoria Fiscal 
 
22 WITKER, Jorge. Las prácticas desleales en E.U, México y Canadá, aspectos jurídicos del TLC. 
p.252 
 45 
Federal del país. 
Generalmente se practica cuando los medios de transporte en que se 
conducen mercancías de origen o procedencia extranjera circulan por las 
carreteras o caminos en territorio nacional, los cuales son detenidos por el 
personal antes citado para llevar a cabo la verificación. 
 
1.3. GENERALIDADES EN EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO 
EN MATERIA ADUANERA. 
En este apartado trataremos de desarrollar de manera general cada 
uno de los puntos a que hace referencia la propia autoridad aduanera en la 
elaboración y progreso del Procedimiento Administrativo en Materia 
Aduanera, que es lo que nos ocupa en el presente trabajo, para mayor 
comprensión de cada uno de los vocablos que son utilizados por los eruditos 
en el derecho. 
 
1.3.1. PROCESO. 
El Diccionario de la Lengua Española define proceso como el conjunto 
de las fases sucesivas de un fenómeno natural. 
Desde el punto de vista meramente gramatical, cuando es utilizada la 
expresión “proceso” se alude a una sucesión de actos, vinculados entre sí, 
respecto de un objeto común, siendo enteramente dinámico por su propia 
naturaleza. 
En su acepción jurídica más general, la palabra proceso comprende a 
los procesos legislativos, administrativos, judiciales, civiles, penales, 
mercantiles, etc. 
En el proceso jurisdiccional la finalidad que relaciona los diversos 
actos es la solución de una controversia entre partes que pretenden, en 
posiciones antagónicas, que se les revela favorablemente a sus respectivas 
reclamaciones, deducidas ante un órgano que ejerce facultades 
jurisdiccionales. 
 46 
Por su parte, De Pina Vara sostiene que proceso: “es un conjunto de 
actos regulados por la ley y realizados con la finalidad de alcanzar la 
aplicación judicial del derecho objetivo y la satisfacción consiguiente del 
interés legalmente tutelado en el caso concreto, mediante una decisión del 
juez competente. La palabra proceso es sinónima de la de juicio”.23 
En general, proceso significa un conjunto de fenómenos, de actos o de 
acontecimientos que se suceden en el tiempo y que mantienen entre sí 
determinadas relaciones de solidaridad o vinculación. El conjunto de actos 
deben estas regulados por la ley. Se realizan con el fin de alcanzar la 
aplicación judicial del derecho objetivo y la satisfacción consiguiente del 
interés legalmente tutelado en el caso concreto, mediante una decisión del 
juez competente. 
 
1.3.2. PROCEDIMIENTO. 
El Diccionario de la Lengua Española define procedimiento como la 
forma o método de ejecutar algunas cosas para alcanzar un fin. 
Procedimiento es la acción o modo de obrar; es decir, marca una serie 
de acaecidos en la realidad como consecuencia del desenvolvimiento del 
proceso en la actuación concreta. 
Por su parte, Clemente Soto Álvarez sostiene que procedimiento: “es 
el conjunto de normas que regulan el desarrollo de las distintas fases y 
trámites del proceso. La suma de estas normas forma un código de 
procedimiento que puede ser civil, penal, administrativo, etc., según el campo 
al que se refiere el juicio, la instancia o jurisdicción que deba conocer del 
asunto y la persona que intervenga como parte en el pleito”.24 
Al decir de Pina Vara, procedimiento: “es un conjunto de formalidades 
o trámites a que esta sujeto la realización de los actos jurídicos civiles, 
procesales, administrativos y legislativos. La palabra procedimiento referida a 
 
23 DE PINA VARA, Rafael. Op. Cit. p. 420. 
24 SOTO ÁLVAREZ, Clemente. Selección de Términos Jurídicos. p. 232. 
 47 
las formalidades procesales es sinónima de la de enjuiciamiento como la de 
proceso lo es de la de juicio. El procedimiento constituye una garantía de la 
buena administración de la justicia. Las violaciones a las leyes del 
procedimiento pueden ser reclamadas en la vía de amparo”.25 
De manera general, por procedimiento entendemos al conjunto de 
actos realizados conforme a ciertas normas para producir un acto. 
Cabe señalar que para algunos autores proceso y procedimiento son 
considerados como sinónimos y pata otros, uno es el género y el otro la 
especie. 
Finalmente, podemos decir que proceso implica el conjunto de 
actividades unidas en el tiempo y en la forma, dentro de un sólo propósito; y 
el procedimiento es la forma en que dichas actividades se realizan. 
 
1.3.3. PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO. 
Es el medio o vía legal de realización de actos que en forma directa o 
indirecta concurren en la producción definitiva de los actos administrativos en 
la esfera de la administración, quedan incluidos en este concepto los de 
producción, ejecución, autocontrol e impugnación de los actos 
administrativos y todos aquellos cuya intervención se traduce en dar 
definitividad a la conducta administrativa. 
Gabino Fraga considera, en su obra Derecho Administrativo, que el 
procedimiento administrativo: “es el conjunto de formalidades y actos que 
preceden y preparan el acto administrativo”.26 
Por su parte, Serra Rojas afirma que: “el procedimiento administrativo 
está constituido por un conjunto de trámites y formalidades ordenados y 
metodizados en las leyes administrativas que determinan los requisitos 
previos que preceden el acto administrativo como su antecedente y 
fundamento, los cuales son necesarios para su perfeccionamiento y 
 
25 DE PINA VARA, Rafael. Op. Cit. p. 420. 
26 FRAGA, Gabino. Derecho Administrativo. p. 255. 
 48 
condicionan su validez, al mismo tiempo que para la realización de un fin”.27 
La Ley del Procedimiento Administrativo del Distrito Federal, en su 
artículo 2, fracción XII, lo define como el conjunto de trámites y formalidades 
jurídicas que preceden a todo acto administrativo como su antecedente y 
fundamento, los cuales son necesarios para su perfeccionamiento, 
condicionan su validez y persiguen un interés general. 
Ahora bien, se considera que dicho procedimiento constituye una 
garantía de eficacia puesto que la administración tiene la pretensión de dictar 
sus actos conforme a derecho con el fin de mantener el equilibrio legal y justo 
en su ejercicio. 
De la misma manera, se considera que el procedimiento administrativo 
tiene carácter bilateral puesto que constituye un instrumento que regula la 
relación jurídico-administrativapues vincula a las partes que en él 
intervienen, es decir, entre el gobernado y la autoridad. 
Finalmente, el procedimiento administrativo tiene como finalidad la 
emisión del acto administrativo emanado de la función administrativa ejercida 
por los órganos del Estado. 
 
1.3.4. PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO EN MATERIA 
ADUANERA. 
Se denomina Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera al 
conjunto de actos previstos en la Ley Aduanera, ligados en forma sucesiva 
con la finalidad de emitir una resolución condenatoria o absolutoria, 
respetando la garantía de audiencia del particular al valorar las probanzas y 
analizar las argumentaciones que pretendan justificar la legal importación, 
tenencia o estancia de mercancías de procedencia extranjera en territorio 
nacional. 
Otra enunciación menciona que el procedimiento administrativo en 
materia aduanera es el conjunto de actos previstos en la Ley Aduanera, 
 
27 SERRA ROJAS, Andrés. Derecho Administrativo. p. 273. 
 49 
ligados en forma sucesiva, con la finalidad de determinar las contribuciones 
omitidas y en su caso imponer las sanciones que correspondan en materia 
de comercio exterior, respetando al particular su derecho de audiencia al 
considerarse las probanzas y argumentaciones que pretendan justificar la 
legalidad de sus actos. 
Existen dos procedimientos respecto al mismo, referente el primero a 
irregularidades de carácter formal que dan lugar al embargo de mercancías 
sin existir secuestro de las mercancías; sin embargo, el otro procedimiento es 
por faltas graves por las cuales si existe secuestro de las mercancías, dando 
inicio al procedimiento establecido por la ley. 
El Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera se puede iniciar 
por cuatro actividades que realiza la autoridad administrativa y que son: 
 1.- Reconocimiento aduanero de mercancías de importación y 
exportación. 
2.- Segundo reconocimiento. 
3.- El ejercicio de sus facultades de comprobación, y 
4.- Verificación de mercancías en transporte. 
Se da inicio formalmente al Procedimiento Administrativo en Materia 
Aduanera, con el acta que levanta el funcionario de hacienda. Una vez que 
se esta sujeto a dicho procedimiento, cuenta con diez días para ofrecer 
pruebas, la autoridad obliga a que se señale domicilio para que en un plazo 
de cuatro meses emita la resolución y determine un crédito, en caso de que 
existan irregularidades, éstos cuentan a partir del día en que se levanta el 
acta de inicio de procedimiento. 
Es así como a grandes rasgos se lleva a cabo el procedimiento 
administrativo en materia aduanera. 
 
 
 
 
 50 
2.1. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS 
MEXICANOS. 
Para poder comprender a profundidad el significado que entraña la 
acepción Constitución, es necesario acudir al método deductivo que va de lo 
general a lo particular, por lo que nos remontamos al derecho constitucional, 
concebido éste por Rafael de Pina Vara como la rama del derecho positivo 
integrada por el conjunto de las normas jurídicas contenidas en la 
Constitución Política del Estado y en sus leyes complementarias.1 
Al respecto, Eduardo García Máynez nos dice que: “El derecho político 
o constitucional es el conjunto de normas relativas a la estructura 
fundamental del Estado, a las funciones de sus órganos y a las relaciones de 
éstos entre sí y con los particulares”.2 
Por su parte, Gustavo Carvajal Moreno considera al derecho 
constitucional como aquel que regula la estructura de la administración 
pública y el funcionamiento de los órganos políticos supremos, define la 
posición del individuo frente al Estado y, en general, señala el sistema de 
gobierno o el régimen político del país.3 
Como podemos observar, al derecho constitucional compete todo 
aquello que tiene relación con la organización del Estado, estableciendo los 
órganos de su gobierno señalando sus facultades, así como sus relaciones. 
Ahora bien, por lo que se refiere a la Constitución, ésta es la ley 
fundamental del Estado, compuesta por un conjunto de normas supremas 
que dirigen la estructura y las relaciones entre los poderes públicos y la 
situación de los individuos gobernados frente al Estado. 
García Máynez refiere a la acepción desde dos puntos de vista: formal 
y material. El primero se aplica al documento que contiene las normas 
relativas a la estructura fundamental del Estado, y el segundo aplicase a esa 
 
1 DE PINA VARA, Rafael. Op. Cit. p. 232. 
2 GARCÍA MÁYNEZ, Eduardo. Introducción al Estudio del Derecho. p.137. 
3 CARVAJAL MORENO, Gustavo. Nociones de Derecho Positivo Mexicano. p.61. 
 51 
misma estructura, es decir, a la organización política, a la competencia de los 
diversos poderes y a los principios concernientes al status de las personas.4 
Los principios jurídicos que la caracterizan básicamente son: 
1.- Supremacía: implica que la Constitución es la máxima de las leyes, 
por lo que no existe ninguna otra por encima de ella. En el derecho positivo 
mexicano este principio se encuentra consagrado en el artículo 133 de la 
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que establece: 
ARTÍCULO 133. Esta Constitución, las leyes del 
Congreso de la Unión que emanen de ella y todos 
los tratados que estén de acuerdo con la misma, 
celebrados y que se celebren por el Presidente de 
la República, con aprobación del Senado, serán la 
Ley Suprema de toda la Unión. Los jueces de cada 
Estado se arreglarán a dicha Constitución, leyes y 
tratados, a pesar de las disposiciones en contrario 
que pueda haber en las Constituciones o leyes de 
los Estados. 
 
Por lo anterior, es incontrovertible que toda ley en México está 
subordinada a la Constitución, pues para serlo requiere emanar de ésta o 
estar de acuerdo con la misma. 
2.- Primacía: enuncia que la Constitución es la norma fundamental, por 
lo que dentro de la jerarquía de las leyes ocupa el primero de los lugares, 
resultando que toda otra ley del sistema jurídico deriva de la misma; es de 
resaltarse la íntima relación con el mandato enunciado en el punto anterior. 
3.- Legalidad: establece que todo acto jurídico para poder ser legal, 
debe estar de acuerdo antes que nada con la Constitución. 
4.- Inviolabilidad: significa que no existe ningún acto que pueda 
desconocer o nulificar la imperatividad constitucional. 
Es así como podemos determinar que la Constitución está integrada 
por dos partes: una dogmática y la otra orgánica. La primera hace alusión a 
 
4 GARCÍA MÁYNEZ, Eduardo. Op. Cit. p.137. 
 52 
los derechos fundamentales del hombre, conteniendo las limitaciones y 
alcances de la actividad del Estado frente a los particulares; la segunda tiene 
por objeto, como su nombre lo indica, organizar el poder público, 
estableciendo las facultades de sus órganos. 
Nuestra actual Constitución es producto de un Congreso Constituyente 
que se reunió en la Ciudad de Querétaro del 1º de diciembre de 1916 al 31 de 
enero de 1917, siendo promulgada el 5 de febrero y entrando en vigor el 1º de 
mayo de ese mismo año. 
Por las cambiantes necesidades del país, la Constitución ha sido 
reformada o adicionada, pero para que estas necesidades sean parte de la 
misma, se requiere que el Congreso de la Unión, por el voto de las dos 
terceras partes de los legisladores presentes, las acuerde y sean aprobadas 
por la mayoría de las legislaturas de los Estados. El Congreso de la Unión o la 
Comisión Permanente en su caso, harán el cómputo de los votos de las 
Legislaturas y la declaración de haber sido aprobadas. 
Habiendo quedado estudiado el derecho constitucional y comprendido 
la acepción de Constitución, entremos ahora al estudio de las garantías 
individuales para establecer su definición y alcance para posteriormente 
entrar al estudio de los puntos respectivos.La palabra garantía es algo que protege por algún riesgo. Se encuentra 
también en el término anglosajón “warranty”, que significa asegurar, proteger, 
defender o salvaguardar.5 
Afirma Jesús Rodríguez y Rodríguez que las garantías no son otra 
cosa que los diferentes recursos y procedimientos específicos tendientes a 
asegurar la protección efectiva de tales derechos y libertades.6 
Son varios los criterios de clasificación de las garantías individuales; 
por lo que se refiere a su contenido y a los valores que protegen, comprenden 
las garantías de igualdad, propiedad y seguridad jurídica. 
 
5 BURGOA ORIHUELA, Ignacio. Las Garantías Individuales. p. 135. 
6 RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ, Jesús. Derechos Humanos. Introducción al Derecho Mexicano. p. 
17. 
 53 
Por nuestra parte, entendemos por garantías individuales, los derechos 
inalienables e imprescriptibles que posee la persona en su carácter de ser 
humano, sin distinción alguna de nacionalidad, sexo, edad, religión, raza o 
ideología política. 
De lo anterior, cabe determinar que son inalienables estas garantías 
porque no son renunciables y porque están fuera de toda transacción; y son 
imprescriptibles porque no se pierden con el transcurso del tiempo. 
En esta materia las garantías que son de nuestro interés en este 
momento son las que a continuación estudiaremos. 
 
2.1.1. GARANTÍA DE AUDIENCIA. 
Contiene la principal defensa que pueden oponer los particulares frente 
a los actos del poder público y sus autoridades que busquen o pretendan 
privarlos de sus más importantes intereses, como son la vida, la libertad, 
posesiones, propiedades y en general derechos. 
El concepto de vida es muy difícil de definir, a tal punto que el 
pensamiento filosófico se ha concretado a considerarlo como una idea 
intuitiva contraria a la extinción o desaparición del ser humano en su ámbito 
terrenal. 
Simplemente nos conformamos con afirmar que la vida humana se 
traduce en un estado existencial del sujeto, entendiendo por existencia la 
realización de la esencia, desde el punto de vista aristotélico. Por tanto, a 
través del concepto “vida” la garantía de audiencia tutela la existencia misma 
del gobernado frente a actos de autoridad que pretendan hacer de ella objeto 
de privación; es decir, mediante esta garantía se protege al mismo ser 
humano en su substantividad psico-física y moral como persona, a su propia 
individualidad. 
En cuanto a la libertad, ésta se preserva por la garantía de audiencia 
como facultad genérica natural del individuo consistente en la formación y 
realización de fines vitales y en la selección de medios tendientes a 
 54 
conseguirlos; y como tal facultad natural, ostenta varios aspectos constitutivos 
cada uno de ellos de facultades o libertades específicas. Podemos concluir 
que la mencionada preservación constitucional se extiende a todas éstas, sin 
contraerse a la mera libertad física, con estricto apego al principio jurídico que 
dice: “Donde la ley no distingue, no debemos distinguir”. Es precisamente por 
ello por lo que las libertades públicas individuales, que como derechos 
subjetivos se consagran en la Constitución, están protegidas a través de la 
garantía de audiencia frente y contra cualquier acto de autoridad que importe 
su privación y específicamente la libertad personal, física o ambulatoria. 
Ahora bien, la posesión se revela como un speculum propietatis, 
puesto que no es sino un poder fáctico desplegado sobre una cosa a través 
del cual, quien lo ejerce, puede desempeñar, conjunta o separadamente, el 
ius fruendi, el ius utendi o el ius abutendi (disposición de la cosa). 
El poder de hecho que se ejerce sobre una cosa necesariamente debe 
tener una causa, reconocer un origen (causa possessionis). Si tal causa por 
su propia naturaleza jurídica es susceptible de generar para quien desempeña 
dicho poder fáctico, cualquier derecho normalmente atribuible a la propiedad, 
excluyendo el que estriba en la disposición de la cosa, entonces está en 
presencia de una posesión derivada. En cambio, si la causa possessionis por 
su misma índole imputa al que ejercita el poder de hecho, además del hecho 
de usar y disfrutar del bien de que se trate, la facultad de disponer de él (ius 
abutendi), el caso será posesión originaria. 
Cualquiera de las dos posesiones, ya sea originaria o derivada, deben 
reconocer una causa jurídicamente apta para imputar al sujeto que los 
desempeña alguno o todos los derechos normalmente atribuibles a la 
propiedad. 
Por lo que se refiere a la propiedad, que es el derecho real por 
excelencia, está protegida por la citada garantía en cuanto a los tres 
derechos subjetivos fundamentales que de ella se derivan, y que son: el de 
uso, disfrute y disposición de la cosa, materia de la misma. 
 55 
El primero se traduce en la facultad que tiene el propietario de utilizar el 
bien para la satisfacción de sus propias necesidades; por medio del segundo, 
el dueño de la cosa puede hacer suyos los frutos que ésta produzca, y el 
derecho de disponer de un bien se revela como la potestad que tiene el titular 
de la propiedad, consistente en celebrar respecto de aquél, actos de dominio 
de diversa índole. 
La propiedad es una relación jurídica existente, entre una persona a 
quien se imputan tales derechos específicos y un sujeto pasivo universal que 
tiene la obligación negativa de no vulnerar, afectar o entorpecer su ejercicio, 
distinguiéndose frente a terceros de la simple posesión originaria, en que el 
derecho de propiedad está investido de una formalidad especial, respecto a 
bienes inmuebles, consistente en su inscripción o registro público, las cuales 
son los únicos elementos que permiten diferenciar la propiedad de una cosa 
de su simple posesión a título de dueño. 
Aunado a lo anterior, la garantía de audiencia como garantía de 
seguridad jurídica que es, impone a las autoridades del Estado la obligación 
positiva consistente en observar, frente al gobernado, una conducta activa y 
que estriba en realizar todos y cada uno de los actos que tiendan a la 
observancia de las exigencias específicas en que el derecho de audiencia se 
revela. 
Se encuentra contenida en el segundo párrafo del artículo 14 
constitucional que dispone: “Nadie podrá ser privado de la vida, de la libertad 
o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido 
ante los tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las 
formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las leyes expedidas 
con anterioridad al hecho”. 
Al respecto, el maestro Burgoa observa que dicha garantía está 
integrada por cuatro garantías específicas de seguridad jurídica y que son: 
 56 
a) La de que en contra de la persona a quien se pretenda privar de 
alguno de los bienes jurídicos tutelados por dicha disposición constitucional, 
se siga juicio; 
b) Que tal juicio se substancie ante tribunales previamente 
establecidos; 
c) Que en el mismo se observen las formalidades esenciales del 
procedimiento, y 
d) Que el fallo respectivo se dicte conforme a las leyes existentes con 
antelación al hecho o circunstancia que hubiere dado motivo al juicio.7 
El goce de esta garantía como derecho público subjetivo corresponde a 
todo sujeto como gobernado en los términos del artículo 1º constitucional. 
No debe entenderse bajo otra acepción el término “nadie”, 
interpretándolo a contrario sensu. Por lo tanto, los atributos accidentales de 
las personas no excluyen a ningún sujeto de la tutela que imparte la garantía 
de audiencia, y siendo esta circunstancia acorde con los principios 
elementales de la justicia y del humanitarismo, hace del artículo 14 
constitucional un precepto protector no tal sólo del mexicano, sino de 
cualquier hombre, salvo las excepciones consignadas en la propia Ley 
Suprema. 
Ahora bien, siendo todo gobernado el titularde la garantía de 
audiencia, debe entenderse por dicho sujeto el concepto inseparable y 
correlativo, necesariamente de la idea de autoridad, de tal manera que no es 
posible la existencia del primero sin la de la segunda. 
La autoridad y el sujeto como gobernado se encuentran en una relación 
de supra a subordinación, que se traduce indispensablemente en multitud de 
actos de autoridad que tienen como ámbito de operatividad, la esfera del 
particular. 
 
7 BURGOA ORIHUELA, Ignacio. Op. Cit. p. 521. 
 57 
Esta amplia garantía se ha venido aclarando en sus alcances por la vía 
jurisprudencial, pues ha sido la Suprema Corte quien es sus sentencias de 
amparo ha definido sus elementos. 
 
2.1.2. GARANTÍA DE LEGALIDAD. 
La importancia de esta garantía reside en que mantiene y protege todo 
el sistema de derecho objetivo mexicano además de que recoge el principio 
consistente en que las autoridades sólo pueden hacer lo que la ley les 
permite. 
Está contenida en el primer párrafo del artículo 16 constitucional, 
encontrándose redactada de la siguiente forma: 
ARTÍCULO 16. Nadie puede ser molestado 
en su persona, familia, domicilio, papeles o 
posesiones, sino en virtud de mandamiento 
escrito de la autoridad competente, que 
funde y motive la causa legal del 
procedimiento. 
 
Como puede fácilmente observarse, esta garantía protege al 
gobernado de cualquier acto de molestia, a diferencia de la garantía de 
audiencia que ampara solamente contra actos de privación. 
Otras observaciones importantes son que en todos los actos de 
molestia las autoridades deben cumplir con la formalidad de constar por 
escrito, es decir, estar sustentados en una resolución escrita, y que también 
dichas autoridades deben tener competencia para esa resolución o acto, es 
decir, ser competentes. 
Por otra parte, en cuanto a la competencia es importante señalar que la 
garantía sólo ampara la constitucionalidad mas no la que se conoce como 
competencia de origen o legitimidad; es decir, ampara en contra de actos de 
autoridades que exceden las facultades que les otorga la ley, o bien, sin 
 58 
dichas facultades, pero no así en contra de la legalidad del proceso o acto por 
medio del cual las autoridades hayan sido analizadas. 
En este mismo orden de ideas, el contenido y alcance de esta garantía 
se expresa con la frase: “Que funde y motive la causa legal del 
procedimiento”, que recoge los conceptos técnico-jurídicos fundamentación y 
motivación, que han sido explicados de manera sencilla por nuestro Máximo 
Tribunal como sigue: 
FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LOS 
ACTOS DE AUTORIDAD LEGISLATIVA. – Por 
fundamentación y motivación de un acto 
legislativo, se debe entender la circunstancia de 
que el Congreso que expide la ley, 
constitucionalmente este facultado para ello, ya 
que estos requisitos, en tratándose de actos 
legislativos, se satisfacen cuando aquél actúa 
dentro de los limites de las atribuciones que la 
Constitución correspondiente le confiere 
(fundamentación), y cuando las leyes que emite 
se refieren a relaciones sociales que reclaman 
ser jurídicamente reguladas (motivación), sin 
que esto implique que todas y cada una de las 
disposiciones que integran estos ordenamientos 
deben ser necesariamente materia de una 
motivación específica. Instancia en Pleno. 
Apéndice de 1995. Tomo I, Parte SCJN. Tesis 
146. Página 149. 
FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. – De 
acuerdo con el artículo 16 de la Constitución 
Federal todo acto de autoridad debe estar 
adecuado y suficientemente fundado y 
motivado, entendiéndose por lo primero que ha 
de expresarse con precisión, las circunstancias 
especiales, razones particulares o causas 
inmediatas que se hayan tenido en consideración 
 59 
para la emisión del acto, siendo necesario 
además, que exista adecuación entre los 
motivos aducidos y las normas aplicables, es 
decir que en el caso concreto se configuren las 
hipótesis normativas. Instancia Segunda Sala. 
Apéndice de 1995. Tomo VI, Parte SCJN. 
Tesis 260. Página 175. 
Por lo antes expuesto, es de suma importancia que las autoridades 
tengan muy en claro dichas acepciones que marca la propia Constitución para 
que en todo momento se manifieste en los escritos las razones por las cuales 
se esta causando molestia a los gobernados y sobre todo, el precepto jurídico 
que ampara dicho acto de autoridad. 
 
2.1.3. OBLIGACIÓN DE CONTRIBUIR. 
El fundamento legal para que el Estado imponga contribuciones lo 
encontramos en el artículo 31, fracción IV, de la Constitución Política de los 
Estados Unidos Mexicanos, que establece: 
ARTÍCULO 31. Son obligaciones de los 
mexicanos: ... 
Fracción IV. Contribuir para los gastos 
públicos, así de la Federación, como del 
Distrito Federal o del Estado o Municipio en 
que residan, de la manera proporcional y 
equitativa que dispongan las leyes. 
 
Es importante este artículo constitucional, pues en él se encuentran no 
sólo los fundamentos para que el Estado pueda imponer tributos, sino que 
también contiene los requisitos que deben reunir para la imposición de los 
mismos. 
Todos los mexicanos y extranjeros residentes en el país, ya sean 
personas físicas o morales, están obligados a contribuir a los gastos públicos. 
 60 
Del mismo artículo 31, fracción IV, se desprende que al hablar de 
contribuir a los gastos públicos, se esta indicando que los tributos tienen que 
destinarse a satisfacer las funciones y los servicios públicos que debe prestar 
el Estado. 
Al respecto, el artículo 74, fracción IV, del mismo ordenamiento jurídico, 
establece que las facultades exclusivas de la Cámara de Diputados son 
examinar, discutir y aprobar anualmente el Presupuesto de Egresos de la 
Federación, discutiendo en primer lugar las contribuciones que de acuerdo a 
su juicio deben establecerse para cubrirlo, y es precisamente en el 
Presupuesto de Egresos en donde se establecen los gastos públicos del 
Estado. 
Acorde a lo anterior, cabe mencionar que año con año el Congreso de 
la Unión debe aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación, y para 
cubrir este presupuesto se requiere de fondos o dinero, por lo que también el 
Congreso de la Unión tiene que aprobar el Presupuesto de Ingresos de la 
Federación que es en donde se establecen las fuentes de ingresos que 
requiere el Estado para cubrir su Presupuesto de Egresos, es decir, los gastos 
que la Nación debe realizar para satisfacer las necesidades primarias de los 
gobernados. 
Así, podemos ver que una de las fuentes de ingresos del Estado son 
las contribuciones, así de la Federación como del Distrito Federal, del Estado 
y Municipio en que residan. 
También el artículo 31, fracción IV, contempla el aspecto de lo 
proporcional y equitativo. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha dicho 
que debe entenderse por proporcional la que atiende a la capacidad 
contributiva entre los sujetos pertenecientes a una misma categoría, es decir, 
gravar al contribuyente en función de su capacidad económica. 
Por otro lado, debe entenderse por equidad el tratar igual a los iguales 
y desigual a los desiguales. 
 61 
Finalmente, al referirnos a la parte del artículo 31, fracción IV que 
indica: “...que dispongan las leyes”, se le conoce como el principio de 
legalidad donde los elementos del impuesto deben establecerse con precisión 
en las leyes fiscales. Dicho de otra manera, significa que para la legalidad de 
un tributo tiene que existir primero una ley, y ya se sabe que el órgano 
responsable de elaborar las leyes es el Congreso de la Unión y así lo 
manifiestan los artículos 72, inciso h y 74 fracción IV de nuestra Carta Magna. 
 
2.1.4. FACULTAD PRIVATIVA DE LA FEDERACIÓN. 
Las leyes mediante las que se decretan las contribuciones emanan del 
Poder Legislativo; en el sistema constitucional, el fundamento en primer lugar, 
se encuentra en la fracción VII del artículo 73 de la CartaMagna, donde se 
manifiesta que este órgano de gobierno tiene la facultad de imponer todas las 
contribuciones que sean necesarias para cubrir el presupuesto. 
A este respecto, el gobierno federal no tiene ninguna limitante en 
relación con la materia tributaria, es decir, contrariamente a lo que algunos 
tratadistas expresan, en el sentido de que existen contribuciones que sólo 
pueden ser decretadas por los gobiernos estatales o municipales, el sistema 
constitucional de la Federación Mexicana permite a su Congreso Nacional la 
posibilidad, sin limite alguno, de imponer todas las contribuciones que se 
consideren necesarias para cubrir los gastos determinados en el Presupuesto 
de Egresos, siempre y cuando dichas contribuciones sean proporcionales y 
equitativas. 
Con relación a este punto, el artículo 131 del mismo ordenamiento 
constitucional, señala que en determinadas actividades económicas, la 
Federación tiene la facultad privativa de imponer contribuciones en cuanto a 
comercio exterior se refiere; es decir, que únicamente el Gobierno Federal 
puede decretar determinado tipo de contribuciones, ya sea de importación o 
exportación, con exclusión de las haciendas públicas: estatales y municipales 
 62 
que están privadas de la posibilidad de gravar esas actividades con 
contribuciones locales, ya que eso es facultad exclusiva del Gobierno Federal. 
El precepto constitucional de referencia señala que sólo la Federación 
puede expedir contribuciones sobre el comercio exterior. 
Aunado a lo anterior, podemos afirmar que la facultad privativa de la 
Federación consiste en que el Ejecutivo señala de manera exclusiva 
determinado tipo de contribuciones al comercio exterior, mismas que son 
marcadas por la propia Ley Suprema. 
 
2.2. CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN. 
Primeramente, para poder comprender el contenido y alcance del 
Código Fiscal de la Federación es preciso determinar qué debe entenderse 
por el mismo, comenzando por determinar el concepto de código, que para 
muchos autores ha sido cuestionable tal concepto por mencionar si código y 
ley es lo mismo o por el contrario son diferentes. 
Al respecto, De Pina Vara considera al código como: “La ordenación 
sistemática de preceptos relativos a una determinada rama del derecho, que 
la comprende ampliamente, siendo elaborada por el Poder Legislativo y 
dictado para su general observancia”.8 
En cambio, la ley es considerada por el mismo autor como: “La norma 
jurídica obligatoria y general dictada por legítimo poder para regular la 
conducta de los hombres o para establecer los órganos necesarios para el 
cumplimiento de sus fines”.9 
Creemos que entre ley y código no existe ninguna diferencia de 
esencia, puesto que el código es una especie de ley. 
El Código Fiscal de la Federación vigente, fue publicado en el Diario 
Oficial de la Federación el 31 de diciembre de 1981, entrando en vigor a partir 
del 1º de enero de 1983, a partir de esa fecha ha tenido importantes 
 
8 DE PINA VARA, Rafael. Op. Cit. p. 161. 
9 Ibidem. p. 355. 
 63 
modificaciones que se han ido publicando conforme se aprueba la Ley de 
Ingresos y Egresos de la Federación en los distintos períodos del gobierno 
federal. 
Por su parte Giuliani Fonrouge nos dice que codificar es en esencia 
crear un cuerpo orgánico y homogéneo de principios generales regulatorios de 
la materia tributaria en el aspecto substancial, en lo ordinario y en lo 
sancionatorio, inspirado en la especificidad de conceptos y que debe servir de 
base para la aplicación e interpretación de las normas. 
Conforme a nuestro criterio, el código fiscal es un conjunto de 
preceptos jurídicos que tienden a la regulación en lo referente a las 
contribuciones, así como de los procedimientos a seguir en caso de 
incumplimiento de pago de los créditos fiscales y, en su caso, los recursos 
procedimentales a que haya lugar. 
 
2.2.1. FACULTADES DE COMPROBACIÓN DE LA AUTORIDAD 
FISCAL. 
Toda autoridad fiscal requiere de facultades para poder verificar si lo 
declarado por los contribuyentes por concepto de contribuciones a su cargo es 
correcto o bien para cerciorarse del debido cumplimiento de todas las 
obligaciones a cargo de ellos son satisfechos en los términos de la legislación 
tributaria en vigor. 
En nuestra legislación fiscal federal, dichas facultades se encuentran 
recogidas en el artículo 42, mismo que se ha ido ampliando a medida que va 
avanzando la doctrina sobre el comportamiento del contribuyente o nuevos 
métodos o sistemas que tienden a lograr un mejor comportamiento de parte 
de éstos en las obligaciones que se les impone. 
De acuerdo con Emilio Margain Manautou, se ha sostenido que el uso 
de las facultades de comprobación constituye un procedimiento administrativo 
semejante a un juicio, a lo que la Sala Superior de Tribunal Fiscal Federal ha 
resuelto: 
 64 
FACULTADES DE COMPROBACIÓN DE LA 
AUTORIDAD.- NO CONSTITUYEN 
PROCEDIMIENTOS SI NO PROCEDER 
DISCRECIONAL DE LA AUTORIDAD, POR 
LO QUE LA ACTUACIÓN ILEGAL EN SU 
EJERCICIO TRAE COMO CONSECUENCIA 
LA NULIDAD LISA Y LLANA DE LA 
RESOLUCIÓN.- El desarrollo de las 
facultades de comprobación de la autoridad 
a fin de corroborar el debido cumplimiento 
de las obligaciones de los particulares, no 
puede considerarse como un procedimiento 
administrativo llevado en forma de juicio, 
que puede afectar las defensas del 
particular, pues se trata del desarrollo de 
facultades discrecionales de la autoridad 
administrativa. Por ello, en el caso de que la 
autoridad no se hubiese ajustado a las 
disposiciones aplicables en la práctica de las 
facultades de revisión, deberá declararse la 
nulidad lisa y llana de la resolución que se 
emitió como consecuencia de su ilegal 
proceder; con fundamento en la fracción IV 
del artículo 238 del Código Fiscal de la 
Federación, ya que la resolución 
administrativa emitida como consecuencia del 
ejercicio de facultades de fiscalización 
estaría emitida en contravención de las 
disposiciones aplicadas. (Juicio Atrayente 
No. 72/92/2294/92, Revista del Tribunal 
Fiscal Federal juicio de 1993, p. 9) 
 
El artículo 42 del Código Fiscal de la Federación, nos establece las 
facultades de dichas autoridades fiscales, y al tenor nos indica: 
 65 
“ARTICULO 42. Las autoridades fiscales a 
fin de comprobar que los contribuyentes, los 
responsables solidarios o los terceros con 
ellos relacionados han cumplido con las 
disposiciones fiscales y, en su caso, 
determinar las contribuciones omitidas o los 
créditos fiscales, así como para comprobar 
la comisión de delitos fiscales y para 
proporcionar información a otras autoridades 
fiscales, estarán facultadas para: 
I. Rectificar los errores aritméticos, 
omisiones u otros que aparezcan en las 
declaraciones, solicitudes o avisos, para lo 
cual las autoridades fiscales podrán requerir 
al contribuyente la presentación de la 
documentación que proceda para la 
rectificación del error u omisión de que se 
trate. 
II. Requerir a los contribuyentes 
responsables solidarios o terceros con ellos 
relacionados, para que exhiban en su 
domicilio, establecimientos o en las oficinas 
de las propias autoridades, a efecto de 
llevar a cabo su revisión, la contabilidad, así 
como que proporciones los datos, otros 
documentos o informes que se les requieran. 
III. Practicar visitas a los contribuyentes, 
los responsables solidarios o terceros 
relacionados con ellos y revisar su 
contabilidad, bienes y mercancías. 
IV. Revisar los dictámenes formulados por 
contadores públicos sobre los estados 
financieros de los contribuyentes y sobre las 
 66 
operaciones de enajenación de acciones que 
realicen, así como la declaratoria por 
solicitudes de devolución de saldos a favor 
de impuesto al valor agregado y cualquier 
otro dictamen que tenga repercusión para 
efectos fiscales formulado por contador 
público y su relación con el cumplimientode 
disposiciones fiscales. 
V. Practicar visitas domiciliarias a los 
contribuyentes a fin de verificar el 
cumplimiento de las obligaciones fiscales en 
materia de la expedición de comprobantes 
fiscales y de la presentación de solicitudes o 
avisos en materia del registro federal de 
contribuyentes, así como para solicitar la 
exhibición de los comprobantes que amparen 
la legal propiedad o posesión de las 
mercancías y verificar que los envases o 
recipientes que contengan bebidas alcohólicas 
cuenten con el marbete o precinto 
correspondiente o, en su caso, que los 
envases que contenían dichas bebidas hayan 
sido destruidos, de conformidad con el 
procedimiento previsto en el artículo 49 de 
esta código. 
Las autoridades fiscales podrán solicitar a 
los contribuyentes la información necesaria 
para su inscripción en el citado registro e 
inscribir a quienes de conformidad con las 
disposiciones fiscales deban estarlo y no 
cumplan con este requisito. 
VI. Practicar u ordenar se practique avalúo 
o verificación física de toda clase de bienes 
incluso durante su transporte. 
 67 
VII. Recabar de los funcionarios y 
empleados públicos y de los fedatarios, los 
informes y datos que posean con motivo de 
sus funciones. 
VIII. Allegarse las pruebas necesarias para 
formular denuncia, querella o declaratoria al 
Ministerio Público para que ejercite la acción 
penal por la posible comisión de delitos 
fiscales. Las actuaciones que practiquen las 
autoridades fiscales tendrán el mismo valor 
probatorio que la ley relativa concede a las 
actas de la policía judicial; y la Secretaría 
de Hacienda y Crédito Público, a través de 
los abogados hacendarios que designe será 
coadyuvante del Ministerio Público Federal, 
en los términos del Código Federal de 
Procedimientos Penales. 
Las autoridades fiscales podrán ejercer estas 
facultades conjunta, indistinta o 
sucesivamente, entendiéndose que se inician 
con el primer acto que se notifique al 
contribuyente”. 
 
Conforme a lo trascrito, sólo quienes son autoridades fiscales pueden 
ejercer estas facultades, no así quienes son auxiliares de ellas. En ocasiones 
son las leyes las que establecen quiénes son las autoridades, en tratándose 
del Fisco Federal, ha habido en ocasiones en que el reglamento de una ley 
tributaria señala quiénes son las autoridades fiscales, como aparecía en el 
Reglamento del Impuesto Sobre la Renta promulgado el 30 de noviembre de 
1954, derogado en cuanto a las actividades por el decreto que crea la 
Dirección General de Auditoria Fiscal Federal en 1954, o bien ello se llegó a 
omitir totalmente como sucedió durante la vigencia de la Ley del Impuesto 
Sobre la Renta del 30 de diciembre de 1964 o cuando se promulgó el Código 
 68 
Fiscal Federal de 30 de diciembre de 1967, cuyo artículo 2, fracción IV 
transitorio, derogó el decreto de 21 de abril de 1959, que estableció la 
Auditoria Fiscal Federal, dejando durante buen tiempo a las autoridades 
fiscales sin facultades de comprobación. 
Antes de que transcurriera el año de 1967, se corrigió lo anterior en el 
Reglamento Interior de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, 
incorporándose esa unidad administrativa, cuyo error resultó costoso para el 
Fisco Federal. 
Se alude a los contribuyentes, como los obligados al pago de 
contribuciones, a los exentos y a los afectados a la tasa 0% del impuesto al 
valor agregado o del impuesto especial sobre producción y servicios. También 
a los responsables solidarios que señala como tales el artículo 26, en sus 
diversas fracciones del Código Fiscal de la Federación, entre los que se 
encuentran los que la doctrina llama solidarios retenedores, recaudadores, 
verificadores, sustitutos o con responsabilidad objetiva. 
Se menciona a los terceros que son aquellos que llegan a tener 
relación con el contribuyente como proveedores de bienes o servicios, o por 
conceder el uso o goce temporal de bienes, o por haber tenido ingerencia en 
la relación tributaria surgida entre el contribuyente y el fisco. 
Al poder determinar contribuciones omitidas, llámense impuestos, 
derechos o contribuciones especiales, o créditos fiscales, como lo son los 
accesorios de éstos: recargos y multas o bien solamente éstos cuando se 
infrinjan disposiciones fiscales secundarias, se ejercen facultades de las 
cuales las autoridades administrativas deben de estar investidas. 
Igualmente se ejercitan las facultades para comprobar la comisión de 
delitos fiscales sean por el contribuyente, los responsables solidarios o los 
terceros. 
Y por último, para proporcionar información a otras autoridades fiscales, 
como puede ser cuando el Fisco Federal descubre que no todo el personal 
que se emplea por el contribuyente como asalariado está inscrito en el 
 69 
Registro Federal de Contribuyentes, seguramente tampoco está inscrito en el 
IMSS y en el INFONAVIT, por lo que se les proporciona la información 
correspondiente para que la cotejen con el personal que tiene declarado ese 
contribuyente ante estos institutos. 
 
2.2.2. GARANTÍA DEL INTERÉS FISCAL. 
Esta se da cuando el particular pretende no cumplir con sus 
obligaciones de pago de una contribución dentro de los plazos que para el 
efecto señalen las disposiciones fiscales, ya sea porque va a solicitar una 
prórroga o un plazo para pagar en parcialidades o porque va a impugnar por 
algún medio de defensa legal la acción de cobro del fisco para que éste 
suspenda el procedimiento de cobro de las contribuciones que adeude, 
deberá garantizar el interés fiscal; es decir, tendrá que otorgar al fisco, 
mediante alguno de los medios establecidos por las disposiciones fiscales, la 
seguridad absoluta de que cubrirá el crédito en caso de que su impugnación 
no proceda, o en el plazo convenido, si obtiene la prórroga o autorización 
para pagar en parcialidades. 
Es importante señalar a este respecto, que si bien existen varias formas 
autorizadas por la legislación para garantizar el importe del crédito fiscal 
adeudado, es al Fisco al que le corresponde como acreedor calificar, y en su 
caso, autorizar la garantía elegida por el deudor, claro está que tomando en 
cuenta sus posibilidades económicas. 
Las disposiciones fiscales aplicables al efecto, establecen por orden de 
preferencia las formas de garantía del interés fiscal a las que deberán 
sujetarse los deudores y de acuerdo con la legislación fiscal mexicana los 
créditos fiscales federales se pueden garantizar por los siguientes medios: 
1. - Depósito en dinero en institución autorizada: es común que 
mediante reglas de carácter general las autoridades fiscales determinen ante 
qué instituciones bancarias deberá hacerse el depósito en dinero, en una 
suma equivalente a los créditos fiscales adeudados. En este caso el depósito 
 70 
debe hacerse a nombre de la autoridad fiscal y en consecuencia, el particular 
no lo podrá retirar mientras el Fisco, a cuyo favor se depositó, no extienda la 
anuencia correspondiente, ya que él es quien se queda con el billete de 
depósito, y como es lógico, si el depositante no lo presenta no puede retirar la 
suma que garantiza el interés fiscal. Esta forma de garantía no es frecuente, 
en virtud de que si el particular tiene que desprenderse de la suma de dinero 
adeudada, le resulta más económico y sencillo pagar al acreedor la cantidad 
que reclama, y después de ejercer los medios de defensa legal, si el cobro del 
crédito resulta indebido, solicitar la devolución de la cantidad pagada, o bien, 
la compensación en los términos legales contra otro adeudo fiscal. 
2. – Prenda o hipoteca: la hipoteca como forma de garantía del interés 
fiscal consiste en que el deudor ofrece al fisco en garantía un bien inmueble 
propio o ajeno, en este último caso con el consentimiento del propietario, para 
que con base en el precio del inmueble, se elabore un contrato de garantía 
hipotecaria y así pueda estar en condiciones de responderen su oportunidad 
con el pago del crédito fiscal. Este tipo de garantía es la menos utilizada de 
entre todas las formas que existen en la legislación fiscal, debido a que el 
procedimiento para constituir la hipoteca es caro y un poco largo. En efecto, 
para lograr el perfeccionamiento de la garantía hipotecaria es necesario, al 
menos en la legislación mexicana, acudir ante un notario público para que se 
encargue de redactar el contrato y de conseguir todos los documentos 
registrables, tanto previos como posteriores a la celebración del contrato de 
hipoteca que en este caso se celebraría entre el propietario del bien, como 
deudor hipotecario, y la autoridad fiscal, como acreedor. 
En cambio la prenda como forma de garantía fiscal es un poco más 
frecuente por su bajo costo, y porque se realiza mediante un sencillo 
procedimiento administrativo, lo que la hace más fácil de realizar que la 
hipoteca. Esta forma de garantía consiste en ofrecer al fisco un bien mueble 
propio o ajeno, en este último caso con el consentimiento del dueño para que, 
previa celebración del contrato y depósito del bien a disposición de la 
 71 
autoridad fiscal, ésta pueda disponer de él en caso de que el crédito cuya 
efectividad se pretende haya quedado firme, y con su aprobación, pueda 
darse por pagado el crédito fiscal. Esta forma de garantía, como en el caso de 
la hipoteca, tampoco es muy aceptada por las autoridades fiscales y por lo 
tanto, independientemente del grado de dificultad que existe para su 
constitución, el fisco no puede disponer de ellos con facilidad para la 
adecuada satisfacción del interés fiscal, por lo que se refiere a emplear otras 
formas menos complicadas y con resultados más positivos y sencillos. 
3. – Fianza de compañía autorizada: esta forma de garantía del interés 
fiscal se constituye mediante un contrato que celebra el deudor con una 
compañía de fianzas que cuenta con autorización gubernamental para operar. 
El procedimiento para constituir la fianza consiste en que el deudor al que se 
llama fiado, celebra con la empresa fiadora un contrato de garantía a favor del 
acreedor, por medio del que la fiadora se compromete con el Fisco, que en 
este caso es el acreedor, a pagar por el deudor, si éste no lo hace; inclusive 
se exige en la legislación fiscal que en el contrato de fianza que se otorgue a 
favor del fisco, la fiadora renuncie a los beneficios de orden y exclusión que le 
otorgan las disposiciones legales aplicables y que consisten en el beneficio de 
orden que radica en que la fiadora pueda pedir al acreedor que, en caso de 
exigibilidad del adeudo, primero se ejerzan acciones de cobro en contra del 
deudor directo, y sólo en el caso de que éste no pague, se le exija a ella que 
cubra la deuda. El beneficio de excusión por su parte, consiste en que la 
fiadora puede pedir al acreedor que primero ejerza las acciones de embargo y 
remate sobre los bienes del deudor, y sólo en el caso de que éste no tenga 
bienes susceptibles de ser embargados, o que se haya trabado ejecución 
sobre ellos, pero su valor no alcance a cubrir el adeudo, la fiadora cubrirá la 
totalidad del crédito, o la parte que haya quedado insoluta. 
Esta forma de garantía del interés fiscal es la más utilizada por el alto 
índice de seguridad que ofrece al Fisco para la recuperación de créditos 
fiscales insolutos, al menos en la legislación mexicana. 
 72 
4. – Obligación solidaria ofrecida por tercero: aquí un tercero ajeno a la 
relación jurídico-fiscal se ofrece a cubrir el adeudo en sustitución del 
directamente obligado, y hace del conocimiento de la autoridad que tiene 
amplia solvencia económica y moral en el medio. Esta opción para garantizar 
el interés fiscal resulta también excepcional en su aplicación, en este caso 
debido a que es difícil para el Estado, velar por la persistencia de la garantía, 
ya que podría suceder que el obligado solidario perdiera su solvencia, 
falleciera o se ausentara de la localidad sin informar de su nueva residencia y 
domicilio, lo que traería como resultado la insubsistencia de la garantía. Por 
esa razón es frecuente que las autoridades al ejercer su derecho a aceptar 
una garantía, no acepten esta por los explicables índices de inseguridad que 
presenta. 
5. – Embargo precautorio en la vía administrativa: esta forma de 
garantía, junto con la fianza de compañía autorizada, es de las que con mayor 
frecuencia acepta y califica como procedentes la autoridad fiscal. Esta 
consiste en que el Fisco a propuesta del deudor traba fuera del procedimiento 
administrativo de ejecución, y como su nombre lo indica, en forma preventiva, 
embargo sobre los bienes de la persona de tal forma que su valor alcance a 
cubrir el importe del crédito fiscal y sus accesorios. En caso de que el deudor 
no cubra los créditos fiscales, cuando éstos hayan quedado firmes, se iniciara 
el procedimiento económico-coactivo, con la certeza de que el embargo 
precautorio en la vía administrativa, se transformará simplemente en un 
embargo en la vía ejecutiva para el efecto de sacar los bienes a remate y con 
el producto de la venta cobrarse el Fisco los créditos en cuestión. 
6. – Títulos valor o cartera de créditos del propio contribuyente, en caso 
de que se demuestre la imposibilidad de garantizar la totalidad del crédito 
mediante cualquiera de las garantías mencionadas con anterioridad, los 
cuales se aceptarán al valor que discrecionalmente fije la Secretaría de 
Hacienda y Crédito Público. 
 73 
Acorde a lo anterior, podemos determinar que todas las personas 
deben otorgar la garantía del interés fiscal cuando exista el adeudo de un 
crédito fiscal a su cargo que por cualquier causa no cubran dentro de los 
plazos legales, y en caso de no hacerlo, se iniciará en su contra el 
procedimiento administrativo de ejecución para obtener en forma coactiva el 
pago de esos créditos. 
Es frecuente que el Fisco al aceptar el otorgamiento de una garantía 
del interés fiscal, se preocupe, conforme a las disposiciones legales 
aplicables, de que ésta sea suficiente para solventar con ella, en caso 
necesario, el importe del crédito fiscal. 
En la legislación mexicana, existe un precepto legal que expresa que el 
Fisco calificará y aceptará las garantías sobre la base de que alcancen a 
cubrir el importe del crédito fiscal principal y sus accesorios, ya sean recargos 
o actualizaciones del crédito, así como de los otros accesorios que puedan 
causarse durante los doce meses siguientes a su otorgamiento. Así mismo, 
las autoridades fiscales vigilarán en todo momento que esas garantías sean 
suficientes para cubrir, con la amplitud señalada, los créditos y sus 
accesorios. En caso de que no suceda así, deberá solicitarse al deudor la 
ampliación de las garantías o, en su caso, iniciar el procedimiento 
administrativo de ejecución de las partes que no estén suficientemente 
garantizadas. 
En el momento en que por cualquier causa el deudor no cumpla con su 
obligación de pago, ya sea porque operó el plazo concedido para pagar el 
crédito fiscal sin que éste se haya solventado o porque el deudor interpuso un 
medio de defensa legal que se resolvió en definitiva en su contra y en 
consecuencia el crédito quedó firme, y aún así no se pagó voluntariamente, el 
fisco de manera directa, en los casos de depósito de dinero o de fianza de 
compañía autorizada, procederá a hacer efectivas las garantías sin mayor 
tramite que la solicitud de pago a las empresas involucradas. En todos los 
 74 
otros casos será necesario iniciar el procedimiento administrativo de 
ejecución. 
Cuando por el contrario, el deudor haya solventado voluntariamente el 
crédito, o éste haya quedado insubsistente en virtud de una resolución dictada 
de manera firme por autoridad competente, la autoridad fiscal procederá a 
dictar la cancelación de la garantía otorgada, con todas las consecuencias 
legales que el hechoproduzca, tanto para el particular como para el garante, y 
para el propio Fisco. 
La garantía deberá comprender las contribuciones adecuadas 
actualizadas, los accesorios causados y los que se causen en los doce meses 
siguientes a su otorgamiento presentado en alguna de las formas enumeradas 
en el artículo 141 del Código Fiscal de la Federación y efectuarse en pago de 
gasto de ejecución que se cause anticipadamente. 
El contribuyente cuenta con seis formas para garantizar su crédito, que 
ya han quedado explicadas con anterioridad, debiendo presentarse ante la 
dirección de recaudación con los requisitos previstos en los artículos 60 al 71 
del Reglamento del Código Fiscal de la Federación. 
El artículo 65 del Código Fiscal de la Federación establece que las 
contribuciones omitidas que las autoridades fiscales determinen como 
consecuencia del ejercicio de sus facultades de comprobación, así como los 
demás créditos fiscales, deberán pagarse o garantizarse, junto con sus 
accesorios, dentro de los cuarenta y cinco días siguientes a aquél en que 
haya surtido efectos su notificación. 
Asimismo, el artículo 144, segundo párrafo del código en mención, 
señala que cuando el contribuyente haya interpuesto en tiempo y forma el 
recurso de revocación, el plazo para garantizar el interés fiscal será de cinco 
meses a partir de la fecha en que se interponga el mismo. 
En consecuencia, si el contribuyente impugna mediante recurso de 
revocación un acto administrativo que determina un crédito fiscal y la 
resolución recaída a éste confirma la validez del mismo, es procedente exigir 
 75 
el pago del crédito fiscal al día siguiente de haber surtido efectos la 
notificación de la resolución del recurso de revocación, procediendo en la 
diligencia al embargo de bienes, aún cuando no hubiese transcurrido el plazo 
de cinco meses establecido en el artículo 144 en cita. En este caso, se podrá 
suspender el procedimiento administrativo de ejecución si se garantiza de 
inmediato el interés fiscal. 
Lo anterior, en razón de que dicha resolución pone fin al recurso de 
revocación y, por ende, ya no es aplicable lo señalado en el artículo 144 del 
Código Fiscal de la Federación. 
Ahora bien, el artículo 142 del Código en mención nos establece que 
procede garantizar el interés fiscal cuando se solicite la suspensión del 
procedimiento administrativo de ejecución, se solicite prórroga para el pago de 
los créditos fiscales o para que los mismos sean cubiertos en parcialidades, si 
dichas facilidades se conceden individualmente, se solicite la aplicación del 
producto en los términos del artículo 159 de este Código y en los demás 
casos que señalen este mismo ordenamiento y las leyes fiscales aplicables al 
efecto. 
Por su parte, el artículo 143 del mismo ordenamiento jurídico, establece 
que las garantías constituidas para asegurar el interés fiscal a través de 
prenda o hipoteca, obligación solidaria asumida por tercero que compruebe su 
idoneidad y solvencia, y embargo precautorio en la vía administrativa, se 
harán efectivas a través del procedimiento administrativo de ejecución. 
Si la garantía consiste en depósito de dinero en institución nacional de 
crédito autorizada, una vez que el crédito fiscal quede firme se ordenará su 
aplicación por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. 
Tratándose de fianza a favor de la Federación, otorgada para garantizar 
obligaciones fiscales a cargo de terceros, al hacerse exigible, se aplica dicho 
procedimiento con las siguientes modalidades: 
a) La autoridad ejecutora requerirá de pago a la afianzadora, 
acompañando copia de los documentos que justifiquen el crédito garantizado 
 76 
y su exigibilidad. Para ello la afianzadora designará, en cada una de las 
regiones de competencia de las Salas Regionales del Tribunal Federal de 
Justicia Fiscal y Administrativa, un apoderado para recibir requerimientos de 
pago y el domicilio para dicho efecto, debiendo informar de los cambios que 
se produzcan dentro de los quince días siguientes al en que ocurran. La citada 
información se proporcionará a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, 
misma que se publicará en el Diario Oficial de la Federación para 
conocimiento de las autoridades ejecutoras. Se notificará el requerimiento por 
estrados en las regiones donde no se haga alguno de los señalamientos 
mencionados. 
b) Si no se paga dentro del mes siguiente a la fecha en que surta 
efectos la notificación del requerimiento, la propia ejecutora ordenará a la 
autoridad competente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que 
remate, en bolsa, valores propiedad de la afianzadora bastantes para cubrir el 
importe de lo requerido y hasta el límite de lo garantizado, y le envíe de 
inmediato su producto.10 
Por todo lo anterior, podemos darnos cuenta que la garantía del interés 
fiscal es una forma de asegurar el pago de las contribuciones omitidas, sin 
darle oportunidad al contribuyente de evadir su responsabilidad y de la misma 
forma, cumplir con su obligación fiscal adquirida al ubicarse en la situación 
prevista por la ley. 
 
2.2.3. APLICACIÓN DE MULTAS. 
El fundamento principal se encuentra en el artículo 21 constitucional, el 
cual, en términos generales, establece que corresponde a las autoridades 
administrativas el imponer multas por infracción a los reglamentos 
gubernativos. Existe aquí la discusión de si es o no constitucional la 
imposición de multas fiscales, en virtud de que éstas son apoyadas por una 
 
10 Artículo 143 del Código Fiscal de la Federación. 
 77 
ley y no por un reglamento gubernativo. Esta situación esta muy clara en la 
actualidad y la discusión que en otra época se planteó ya fue superada. 
En relación con la constitucionalidad de las multas, se dice que la 
fracción XXX del artículo 73 de la Constitución faculta al Congreso de la Unión 
para expedir todas las leyes que se estimen necesarias para hacer efectivas 
las facultades otorgadas a éste para la expedición entre otras, de las leyes 
tributarias, así como para llevar a un fin eficaz las facultades concedidas a los 
otros Poderes de la Unión por la propia Constitución. En consecuencia, si el 
Poder Ejecutivo tiene la facultad de proveer en la esfera administrativa a la 
exacta observancia de las leyes, resulta lógico deducir que en esas leyes se 
deben contemplar todas las medidas de coacción como por ejemplo, las 
multas administrativas y otras sanciones, para hacer que los contribuyentes, 
los responsables solidarios y aun los terceros, encuentren una respuesta del 
Estado a sus conductas ilícitas. 
Si a lo expuesto se suma el hecho de que el contenido del artículo 21 
de la Carta Magna debe interpretarse en sentido amplio y no estricto, se 
tendrá que la palabra reglamento no sólo significa el acto administrativo 
expedido por el Poder Ejecutivo, sino toda regla en la que se apoye la 
autoridad administrativa o gubernativa para sancionar a los infractores de un 
precepto legal. 
Al respecto, el artículo 22 de la Carta Magna expresa entre otras 
prohibiciones, que a ninguna persona se le puede imponer una multa 
excesiva, entendiéndose por ésta, aquella que se encuentra en exagerada 
desproporción con el tipo, naturaleza y gravedad de la infracción cometida, 
así como con la capacidad económica del infractor. Es decir, se parte del 
concepto de que multa fiscal es una contribución, ésta deberá reunir los 
requisitos de proporcionalidad y equidad, y si una sanción económica de esta 
naturaleza, no se determina en proporción con el tipo de infracción cometida y 
con la capacidad económica del infractor, se deberá considerar que está 
 78 
violando la garantía de seguridad jurídica consagrada en el artículo 22 
constitucional que se esta comentando. 
En el régimen fiscal mexicano se encuentran algunos casos de multas 
violatorias de esta garantía constitucional.Por ejemplo, las consagradas en la 
fracción I del artículo 129 de la Ley Aduanera, en donde se expresa que las 
personas que cometan la infracción de contrabando, se harán acreedoras a 
una multa equivalente a un tanto y medio de los impuestos omitidos. En el 
párrafo segundo de este mismo artículo, se indica que en el caso de que el 
infractor tenga el carácter de pasajero la multa será equivalente a cuatro 
tantos del valor comercial de la mercancía por la que se hubieren omitido los 
impuestos. El contenido de este último párrafo es notoriamente 
inconstitucional, en virtud de que es evidente que el legislador está en primer 
lugar aplicando a dos hechos iguales, sanciones muy diferentes en su 
cuantía, violando con ello la garantía de igualdad prevista por el artículo 13 
constitucional, ya que se esta frente a una ley que se le aplica sólo a los 
pasajeros. En segundo lugar, la multa es sin duda desproporcionada a la 
naturaleza de la infracción y muy probablemente a la capacidad económica 
del infractor. 
Por todas estas razones se estima que sí existe aquí un caso claro de 
multa excesiva prohibida por el artículo 22 en comento. 
De la interpretación del artículo 6 del Código Fiscal de la Federación, 
se desprende que la aplicación de las multas que dicho Código establece, 
debe ser de acuerdo a la disposición que este vigente en el ejercicio fiscal en 
que se actualicen las situaciones jurídicas o de hecho que sancionan, 
independientemente de que se impongan con posterioridad. 
Ello, sin perjuicio de lo dispuesto por el artículo 70 del Código en 
comento, que menciona que cuando la multa aplicable a una misma conducta 
infraccionada, sea modificada posteriormente mediante reforma al precepto 
legal que la contenga, las autoridades fiscales aplicarán la multa que resulte 
 79 
menor entre la existente en el momento en que se cometió la infracción y la 
multa vigente en el momento de su imposición. 
Sin embargo, dicho beneficio debe entenderse en el sentido de que 
únicamente procede conforme a la ley vigente, sin que sea posible que la 
autoridad, con fundamento en este precepto legal, pueda modificar la sanción 
cuando después de que ésta ha sido notificada al infractor se reforma el 
precepto legal estableciendo una sanción menor. 
Por último, en caso de que mediante reforma a la legislación fiscal se 
hubiere suprimido en su totalidad alguna infracción, las autoridades fiscales 
no aplicarán las multas correspondientes a dichas infracciones derogadas, 
puesto que de acuerdo con la disposición en comento, se aplicará la multa 
que resulte menor entre la existente en el momento en que se cometió la 
infracción y la vigente en el momento de su imposición y en el caso señalado, 
al haber sido suprimida la infracción, no existe sanción vigente por aplicar. 
El artículo 70 del Código Fiscal de la Federación dispone que cuando 
las multas no se paguen en la fecha establecida en las disposiciones fiscales, 
el monto se actualizará desde el mes en que debió hacerse el pago y hasta 
que el mismo se efectúe, en los términos del artículo 17-A del mismo 
ordenamiento legal. 
De conformidad con el artículo 65 del Código Fiscal de la Federación, 
las contribuciones omitidas que las autoridades fiscales determinen como 
consecuencia del ejercicio de sus facultades de comprobación, así como los 
demás créditos fiscales, deberán pagarse o garantizarse, junto con sus 
accesorios dentro de los cuarenta y cinco días siguientes a aquél en que haya 
surtido efectos su notificación. 
Por lo tanto, cuando las multas no se paguen en la fecha establecida 
en las disposiciones fiscales, deberán actualizarse a partir del día siguiente 
del vencimiento del plazo de 45 días a que hace referencia el artículo 65 del 
Código Fiscal de la federación. 
 
 80 
2.2.4. FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LAS MULTAS. 
Hablando de fundamentación y motivación se puede sostener que de 
acuerdo con el artículo 16 constitucional todo acto de autoridad debe estar 
adecuado y suficientemente fundado y motivado, entendiéndose por lo 
primero que ha de expresarse con precisión el precepto legal aplicable al caso 
y, por lo segundo, que también debe señalarse, con precisión las 
circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se 
hayan tenido en consideración para la emisión del acto, siendo necesarios, 
además, que exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas 
aplicables, es decir, que en el caso concreto se configuren las hipótesis 
normativas. 
Todo mandamiento escrito por la autoridad fiscal debe estar fundado y 
motivado, pues con esto se garantiza que las autoridades realicen 
únicamente lo que la ley les permite. 
Fundar, es expresar los preceptos legales en que se apoya el acto en 
el cual existe una previa adecuación entre el motivo y el fundamento 
señalado. 
El vocablo fundamentación, se refiere a las normas generales que 
prevén una situación abstracta, así como a la situación concreta que 
encuadra en la hipótesis normativa. La autoridad, en consecuencia, 
únicamente puede realizar aquello que precisamente determina la ley vigente 
o no en relación con el momento de llevar a cabo la comprobación, pero 
aplicable al caso concreto. 
Lo anterior es en virtud de que el artículo 6 del Código Fiscal de la 
Federación, que establece que las contribuciones se causan conforme se 
realiza las situaciones jurídicas o de hecho contempladas en las normas 
fiscales. 
La fundamentación legal de todo acto de autoridad debe gozar de 
facultades expresas para actuar, es una consecuencia directa del principio de 
 81 
legalidad que consiste en que las autoridades sólo pueden hacer lo que la ley 
les permite. 
Al respecto, el tratadista Carlos A. Cruz Morales considera que es 
necesario diferenciar entre leyes que otorgan competencia y los 
ordenamientos que fundan actos de gobierno, al expresar lo siguiente: “las 
leyes que autorizan a imponer la ley son las que dan competencia, y las leyes 
aplicadas son la fundamentación de los actos de gobierno. En la orden escrita 
se deben señalar los artículos que otorgan competencia a la autoridad que 
actúa y los artículos que de la ley aplica”.11 
Respecto a la motivación, podemos decir que motivar es un acto con el 
cual se manifiesta las consideraciones relativas a las circunstancias de hecho, 
que la autoridad formuló al establecer adecuación del caso concreto a la 
hipótesis señalada en la ley. 
La motivación del mandamiento de autoridad, son las razones 
particulares que lleven al órgano a dictar el acto, esto es, siempre coincide en 
que motivar es exponer que se ha actuado con los supuestos de la ley. 
La motivación implica la necesaria adecuación que debe hacer la 
autoridad entre la norma general fundatoria del acto de molestia y el caso 
específico en el que éste va a operar o a sustituir sus efectos. 
La motivación se refiere a que los órganos del Estado en su actuación 
no cometan ninguna arbitrariedad, ya que este habrá de expresar las 
circunstancias de derecho que influyeron en la emisión del acto y además las 
razones que ha tenido la autoridad para emitir el acto, es decir, el propósito 
que ha perseguido al dictarlo. 
El maestro Gabino Fraga, manifiesta que: “se integra la motivación 
cuando existe previa y realmente una situación legal o de hecho; cuando esta 
situación es la prevista por la ley para provocar la actuación administrativa y 
 
11 CRUZ MORALES, Carlos A. Los artículos 14 y 16 constitucionales. p. 99. 
 82 
cuando el acto particular que se realiza es el que la misma ley ha 
determinado”.12 
Por lo tanto, para que el acto tenga validez y, por ende, para la 
regulación de la función tributaria, se requiere el surtimiento de los siguientes 
supuestos: 
1. – Que el órgano de la Administración Pública esté investido de 
facultades expresamente consignadas en lanorma jurídica para emitirlo; 
2. – Que la acción de la autoridad fiscal se encuentre prescrita por una 
norma jurídica general; y 
3. – Que el proveído o mandamiento escrito que al efecto se expida, se 
consigne, conste, cite o mencione, la norma general en donde, para 
fundamentar este acto debe aplicar al caso concreto los preceptos específicos 
que lo apoyan. 
El criterio jurídico que explica la razón de la existencia de un 
mandamiento escrito de autoridad competente que funde y motive la causa 
legal del procedimiento; se debe esto a que es una de las formas de exigir a 
las autoridades que se apeguen a la ley. 
El propósito que se percibe al citar la ley y los preceptos que en ella se 
apoyan, es que la autoridad justifique legalmente que sus resoluciones no son 
arbitrarias. Por lo que ésta es una manera de justificación necesaria, en 
cuanto que dentro de nuestro régimen constitucional la autoridad no tiene más 
facultades que las que expresamente le atribuye la ley. 
El artículo 75 del Código Fiscal de la Federación establece la 
fundamentación y motivación de las multas, dichos términos han quedado 
claramente establecidos con anterioridad, por lo que se desprende de dicho 
artículo en mención, que no podrá aplicarse multa alguna si no se adecua a lo 
previsto por la norma jurídica correspondiente. 
Cuando el artículo 16 constitucional establece la obligación para las 
autoridades de fundar y motivar sus actos, dicha obligación se satisface, 
 
12 FRAGA, Gabino. Derecho Administrativo. p. 179. 
 83 
desde el punto de vista formal, cuando se expresan las normas legales 
aplicables, y los hechos que hacen que el caso encaje en las hipótesis 
normativas. Pero para ello basta que quede claro el razonamiento substancial 
al respecto, sin que pueda exigirse formalmente mayor amplitud o abundancia 
que la expresión de lo estrictamente necesario para que substancialmente se 
comprenda el argumento expresado. Sólo la omisión total de motivación, o la 
que sea tan imprecisa que no dé elementos al afectado para defender sus 
derechos o impugnar el razonamiento aducido por las autoridades, podrá 
motivar la concesión del amparo por falta formal de motivación y 
fundamentación. Pero satisfechos estos requisitos en forma tal que el 
afectado conozca la esencia de los argumentos legales y de hecho en que se 
apoyó la autoridad, de manera que quede plenamente capacitado para rendir 
prueba en contrario de los hechos aducidos por la autoridad, y para alegar en 
contra de su argumentación jurídica, podrá concederse, o no, el amparo, por 
incorrecta fundamentación y motivación desde el punto de vista material o de 
contenido, pero no por violación formal de la garantía de que se trata, ya que 
ésta comprende ambos aspectos. 
 
2.2.5. PROCEDIMIENTO PARA NOTIFICAR. 
En la relación fisco-particulares que se establece con motivo de la 
aplicación de las disposiciones fiscales, se encuentra como elemento 
fundamental la manera de cómo, cuándo y dónde las autoridades 
administrativas deben formalmente establecer comunicación con los 
gobernados que de alguna manera deban responder al cumplimiento de una 
obligación de carácter fiscal. 
En un país de derecho escrito, como es el caso de nuestro país, esta 
relación se establece adoptando las formalidades que exige el artículo 16 
constitucional, en donde se asienta con claridad que cuando los órganos de 
autoridad pretendan inferir un acto de molestia a un particular en cualquiera 
de sus intereses jurídicamente protegidos, tendrá que mediar un 
 84 
mandamiento por escrito, emitido por autoridad competente, que esté 
debidamente fundado y motivado. Esta es la causa por la que en la legislación 
ordinaria, concretamente en el artículo 38 del Código Fiscal de la Federación, 
se exige que en las notificaciones, es decir, en la formulación de los 
comunicados que se hacen llegar a los gobernados para hacerles saber una 
exigencia de carácter fiscal pretendida por el fisco, se reúnan los siguientes 
presupuestos legales: 
 
1. – Que la comunicación se formule por escrito, en consecuencia, no 
son legalmente válidas las comunicaciones que la autoridad formule de 
manera verbal a los particulares; 
2. – Las comunicaciones deben expresar con claridad qué autoridad las 
está emitiendo. Esta exigencia corresponde a dos razones fundamentales: 
primero, a la importancia de que el gobernado sepa con absoluta claridad ante 
qué autoridad tendrá que dirigirse para cumplir con la obligación exigida, y 
segundo, a la necesidad de que el particular detecte enseguida si esa 
autoridad es incompetente, es decir, que carezca de facultades legales para 
formular esa comunicación, para que si es este el caso pueda interponer los 
correspondientes medios de defensa legal y pueda negarse con razón a 
cumplir con las pretensiones de esa autoridad; 
3. – Deben estar fundadas y motivadas. Para poder comprender a 
profundidad este punto es necesario determinar qué es lo que se entiende por 
fundación y motivación. 
La fundamentación consiste en que la autoridad debe citar en toda 
comunicación escrita que formule al gobernado, los preceptos legales que la 
facultan para emitir y notificarle esa comunicación y para que el particular, a 
su vez, dé cumplimiento a las pretensiones que la autoridad le exige y que 
están fundadas en derecho y cumpla con ellas. 
La motivación por su parte consiste en citar en la comunicación escrita 
todas las razones, causas y situaciones que facultan a la autoridad y la 
 85 
justifican para inferir al gobernado el correspondiente acto de molestia, es 
decir, los deberes de fundamentación y motivación por parte de la autoridad, 
se satisface en una comunicación notificada al particular obligado, cuando se 
expresan en ésta las normas legales aplicables, y se relacionan con los 
hechos que hacen encajar el caso o la situación en la hipótesis normativa. 
En este caso se considerará que el acto o resolución de la autoridad 
que se notifica al gobernado, si reúne los requisitos tanto constitucionales 
como legales que se acaban de comentar. 
En la fundamentación de un acto o resolución es importante precisar 
que, cuando esas notificaciones se deban hacer de manera personal o por 
correo certificado se deben entregar necesariamente en el domicilio que la 
persona tiene declarado en los registros o padrones fiscales. Si la autoridad 
no notificara los actos o resoluciones en ese domicilio, éstos y todos los actos 
que le sigan estarán violando este requisito legal y, en consecuencia, podrán 
ser impugnados y nulificados por los gobernados. 
Desde luego, en la motivación se debe incluir también todo lo referente 
a la resolución, objeto o propósito de que se trate la comunicación. 
4. – Deben ostentar la firma de un servidor público competente para 
emitir el acto o la resolución que se está notificando. Si la comunicación 
carece de la firma de la persona física que representa al órgano de autoridad, 
esa notificación podrá ser invalidada legalmente por carecer de ese requisito 
fundamental. 
Aquí es importante mencionar que en el derecho fiscal mexicano que 
se caracteriza por ser muy formalista, no se permite que firme otra persona en 
lugar del funcionario facultado para hacerlo, suplantándolo con la simple 
anteposición de las iniciales “P.P”. Esa comunicación notificada en esos 
términos al gobernado podrá ser impugnada y anulada. Para corregir esas 
deficiencias que en otra época se presentaban con frecuencia en la materia 
fiscal, las disposiciones administrativas ahora señalan con absoluta claridad, 
cómo y bajo qué circunstancias pueden suplirse las ausencias de los 
 86 
servidores públicos directamente facultados para emitir los actos de 
resolución de carácter fiscal que deban ser notificadas a los particulares. 
5. – Las notificaciones que se formulen deben contener el nombre dela 
persona o personas a quienes se dirijan, y cuando esto se ignore, se deben 
proporcionar todos los elementos que permitan su identificación. 
En algunos tipos de notificaciones como por ejemplo, en las aduaneras, 
cuando se trata de infracciones al comercio exterior, causadas por los no 
poco frecuentes casos en que se detecta el tránsito ilegal de mercancías 
extranjeras y el infractor esconde su identidad para evitar que se le apliquen 
las sanciones que la ley establece. De cualquier manera, al embargarse o 
secuestrarse esas mercancías, se debe llenar un procedimiento 
administrativo, y en virtud de que se ignora el nombre y domicilio del presunto 
infractor, en la notificación que al efecto se formule por estrados, a las puertas 
de la oficina fiscal, se anotarán todos los datos y elementos que pudieran 
permitir identificar al sujeto responsable de la infracción. Lo mismo podrá 
acontecer, por ejemplo, con la elaboración clandestina de bebidas alcohólicas 
sujetas al pago de contribuciones, con las contribuciones a la propiedad raíz o 
con cualquier otra situación similar a las anteriores, cuyos ejemplos pueden 
multiplicarse en la legislación fiscal. 
6. – En los casos en los que se notifique a un gobernado resoluciones 
que determinen obligaciones fiscales a cargo de un responsable solidario, las 
disposiciones jurídicas exigen que además de todos los requisitos anteriores, 
se inserten en la comunicación las causas por las que se determinó 
legalmente la responsabilidad solidaria. 
Esto es parte de la motivación de un acto de autoridad que está 
justificado, en virtud de que en los casos en los cuales una persona, en su 
carácter de responsable solidario, deba cumplir con una obligación ajena, 
resulta lógico que se exija a las autoridades que inserten en la comunicación 
todas las causas y circunstancias por las que esa persona asumió la 
responsabilidad solidaria. 
 87 
En la legislación mexicana existen diferentes formas y procedimientos 
para efectuar una notificación. Si las autoridades cumplen con las 
formalidades exigidas por las disposiciones fiscales expedidas para ese 
efecto, la notificación efectuada en esos términos, tendrá carácter legal. 
Ahora bien, las diversas notificaciones que se hagan a los particulares, 
pueden efectuarse, según el caso, de las siguientes formas: 
a) Notificaciones personales: son las que deben hacerse directamente 
a la persona a quien va dirigida, o a su representante legal. En este último 
caso el servidor público encargado de hacer la notificación deberá verificar 
este extremo, y entregarla al representante legal del particular, ya que de no 
hacerlo, ésta podría ser válidamente impugnada, pues se correría el riesgo de 
entregarla a alguna persona que suplantara al representante legal del sujeto 
notificado. El fisco, incluso, para no quedar a merced de quien deba ser 
notificado, tiene establecido un procedimiento legal que consiste en que si el 
notificador no encuentra a la persona en el domicilio en que se debe hacer la 
notificación, o el presunto representante legal no puede en ese momento 
acreditar tal carácter, se deberá dejar citatorio con quien se encuentre en el 
domicilio para que esperen al notificador de la autoridad en un día y hora 
determinado. Si el notificador se presenta y la persona a quien se de deba 
hacer la notificación, estuviere ausente, o el presunto representante legal 
tampoco pudiera esta vez acreditar su personalidad, se dejará la 
comunicación que se esté notificando con la persona que se encuentre en el 
domicilio o, en su defecto, con un vecino. Si el servidor público encargado de 
hacer la notificación ha seguido este procedimiento de manera estricta, y 
existe constancia escrita de que así lo hizo, la notificación se considerará 
legalmente efectuada. 
Las notificaciones que se deben hacer de manera personal y conforme 
al procedimiento antes expresado, son los que se refieren a citatorios, 
requerimientos, solicitudes de informes y documentos, y toda clase de actos 
emanados de las autoridades fiscales que sean susceptibles de ser recurridos 
 88 
por los particulares; es decir, que puedan ser impugnados por ellos utilizando 
al efecto los medios de defensa legal que autorizan las disposiciones fiscales. 
En otras palabras, las notificaciones mediante las que se pretenda 
cobrar un crédito fiscal o se practique el requerimiento de pago, al inicio del 
procedimiento administrativo de ejecución, por ejemplo, deben entregarse de 
manera personal al sujeto afectado, salvo en aquellos casos en que se ignore 
el domicilio del particular y no pueda ser localizado por ninguno de los 
procedimientos que al efecto tienen establecidos las autoridades fiscales. 
Estas notificaciones personales se deberán hacer en el domicilio último que 
las personas hubieren señalado para los efectos del Registro Federal de 
Contribuyentes, salvo, desde luego, en el caso de formulación de alguna 
promoción o la interposición de algún medio de defensa legal que establezca 
que la notificación deberá hacerse en el domicilio que la persona hubiere 
designado expresamente para recibir las notificaciones relacionadas con el 
asunto. También es válido que dichas notificaciones se hagan en el domicilio 
de la autoridad, si las personas a quienes se debe notificar se presentan en 
ese lugar, y están conformes en recibir ahí la notificación. 
b) Notificaciones por correo certificado con acuse de recibo: las 
notificaciones mediante las que se hace del conocimiento del particular actos 
de autoridad que pudieran ser legalmente recurribles como ya se expuso 
pueden ser notificados por la autoridad eligiendo la forma personal, o por 
medio del correo. En este último caso la autoridad tiene que utilizar el sistema 
de correo certificado con acuse de recibo, a fin de que exista constancia 
indubitable de que el particular en efecto recibió la notificación. Este sistema 
no se ha perfeccionado en la práctica debido a que los empleados públicos de 
las oficinas de correos son poco escrupulosos para seguir las disposiciones 
jurídicas que al efecto determina el manejo de este tipo de correspondencia. A 
menudo esa actitud ha provocado que los particulares impugnen 
notificaciones efectuadas mediante este conducto por no estar hechas de 
manera correcta. 
 89 
c) Notificaciones por correo ordinario o por telegrama: por exclusión 
podrán hacerse notificaciones utilizando la vía ordinaria del correo, o inclusive 
el sistema telegráfico, cuando se trate de comunicaciones de las autoridades 
fiscales que no sean susceptibles de ser recurridas por los particulares. 
Ejemplos de este tipo de notificaciones son los avisos para informar el nuevo 
domicilio de una oficina fiscal, la disgregación de un nuevo titular, las 
facilidades que la autoridad acordó otorgar en forma general a los 
contribuyentes de determinado gravamen, o bien, las modificaciones a 
determinado régimen u ordenamiento fiscal, que aunque ya han sido 
debidamente publicadas en los diarios o periódicos oficiales se busque darles 
mayor difusión. 
d) Notificaciones por edictos: este tipo de notificaciones se efectúan 
cuando no obstante las averiguaciones que haya hecho la autoridad para 
localizarlas, se ignora en absoluto el domicilio de las personas a quienes 
deben entregarse. En este caso se publicará el contenido del acto o 
resolución en el diario o periódico oficial, según el caso, y en un periódico de 
amplia circulación en la localidad. La legislación fiscal mexicana exige que se 
publique el edicto en ambos medios durante tres días consecutivos. 
Transcurridos éstos, se tendrá como legalmente efectuada la notificación, con 
todas las consecuencias jurídicas que ello traiga consigo, tanto para el 
particular como para las autoridades fiscales. 
e) Notificaciones por estrados: reciben este nombre, las notificaciones 
de actos o resoluciones de autoridad que sehacen colocando el contenido de 
la comunicación en lugares o sitios abiertos al público, dentro de las oficinas 
de la propia autoridad que la emitió. Generalmente este tipo de notificaciones 
se hace como consecuencia directa de una primera notificación hecha por 
edictos; es decir, cuando se ignora el domicilio o el lugar en donde un 
particular afectado con un acto o resolución fiscal pueda ser notificado, y 
después de efectuar la notificación que debiera ser personal, por medio de 
edictos, las posteriores sobre el mismo asunto o negocio se harán por 
 90 
estrados. En este caso una vez transcurrido un plazo prudente, que para 
efectos fiscales se ha fijado en cinco días después de que se expuso en un 
rotulo la notificación y su contenido, ésta se considera legalmente hecha. 
f) Notificaciones por instructivo: en los casos en que no se localice a la 
persona en su domicilio, no obstante el citatorio que previamente le dejó el 
notificador, y quien se encuentre ahí se niegue a recibir la notificación, o bien, 
cuando el domicilio se encuentre cerrado, el servidor público procederá a 
efectuarla colocándola en un lugar visible y asentando las razones y 
fundamentos que se tuvieron para hacerla por ese medio. Se fijará junto con 
ella el contenido de la comunicación de la autoridad, y el notificador procederá 
a levantar un acta en donde dará cuenta a la autoridad del procedimiento 
utilizado, así como las causas por las que recurrió a él. 
Actualmente en la práctica, podemos ver que todas y cada una de las 
anteriores formas de notificación se realizan por la autoridad fiscal y aduanera 
a través de los servidores públicos mejor conocidos como notificadores, 
atendiendo estrictamente lo que señala la ley al respecto. 
 
2.3. LEY ADUANERA. 
Es aquel ramo del derecho tributario que estudia las normas legales y 
reglamentarias que regulan el paso de mercancías a través de las fronteras 
aduaneras, la relación jurídico-tributaria generado por dicho paso, y en 
general, todas las materias que se relacionan con la técnica aduanera y los 
factores económicos por ella afectados. 
El campo regulado por estas normas es evidentemente el que tiene 
relación con la tributación al comercio exterior y su especificidad se halla en 
los múltiples efectos, ya sean derechos u obligaciones, que genera la relación 
jurídica de la legislación aduanera. 
Dicha relación jurídica no siempre genera una obligación tributaria de 
“dar”, originando generalmente en sus inicios, obligaciones de “hacer” o “no 
hacer”, por ejemplo: las obligaciones de reexportar y reimportar dentro del 
 91 
plazo en los regímenes suspensivos de derechos de la importación y 
exportación temporal, o no alterar la naturaleza de las mercaderías acogidas 
a los regímenes antes indicados. La obligación tributaria aduanera de “dar”, 
es meramente eventual, puede nacer si los interesados solicitan dentro del 
plazo el régimen definitivo de la importación o exportación. 
 
2.3.1. AFECTACIÓN DE MERCANCÍAS. 
Primeramente debemos entender lo que es afectación, y el Diccionario 
de la Lengua Española nos manifiesta que es la carga o vehículo que grava 
una cosa o derecho.13 
La ley aduanera en su artículo 60, párrafo primero, determina que las 
mercancías están afectas directa y preferentemente al cumplimiento de las 
obligaciones y créditos fiscales generados por su entrada o salida del territorio 
nacional. 
Las mercancías responden ante el Fisco Federal en forma directa y 
preferente por el cumplimiento de las obligaciones y créditos fiscales que se 
generen por la entrada o salida del territorio nacional. 
El mismo artículo en su párrafo segundo nos revela que las autoridades 
aduaneras tienen la facultad, en los casos previstos y con las formalidades de 
la ley retenerlas, embargarlas o secuestrarlas a menos que se compruebe 
que han sido satisfechos las obligaciones y los créditos generados. 
Finalmente, en el párrafo tercero de dicho artículo en mención, 
manifiesta que los medios en que se transporten las mercancías quedan 
afectos al pago de las contribuciones y cuotas compensatorias de las 
mercancías si sus propietarios, empresarios o conductores no dan el debido 
cumplimiento a las disposiciones que la ley les imponga. 
En este punto entendemos que la afectación de mercancías se refiere 
a que éstas quedan sujetas a las normas establecidas al efecto para la 
importación o exportación de las mismas, debiendo cubrir todas y cada una 
 
13 RALUY POUDEVIDA, Antonio. Diccionario de la Lengua Española. p. 14. 
 92 
de las obligaciones fiscales que se generan por la entrada o salida de las 
mercancías del territorio nacional. 
 
2.3.2. ACTA DE INICIO DE PAMA. 
El maestro De Pina Vara manifiesta que acta es: “documento escrito en 
que se hace constar -por quien en calidad de secretario deba entenderla- la 
relación de lo acontecido durante la celebración de una asamblea, congreso, 
sesión, vista judicial o reunión de cualquier naturaleza y de los acuerdos o 
decisiones tomados. En términos generales, es un documento acreditativo de 
un evento o suceso, que se transcribe a papel para su mejor constancia”.14 
Al respecto, el Manual General para la Tramitación del Procedimiento 
Administrativo en Materia Aduanera manifiesta que cuando la autoridad 
aduanera realice el embargo precautorio de mercancías de procedencia 
extranjera, deberá levantar un acta de inicio de Procedimiento Administrativo 
en Materia Aduanera, conforme al formato que se anexa, cumpliendo, entre 
otros, con los siguientes requisitos: 
a. Hacer constar los hechos y circunstancias de tiempo, modo y lugar 
que motiven el inicio del Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera, 
elaborando una relación sucinta de los acontecimientos que se presentaron. 
b. Señalar lugar, hora y fecha en que se lleva a cabo la diligencia y 
cualquier otra circunstancia que auxilie a precisar el acto. 
c. Anotar la orden de verificación o de visita detalladamente (fecha de 
expedición, número de oficio, fundamentación legal de la expedición de la 
orden, etc.), para tener por debidamente circunstanciado este hecho. 
d. Citar de manera detallada los datos de identificación (fecha de 
expedición, número de oficio, filiación, cargo que desempeña, autoridad que la 
expide, vigencia, fundamentación legal de la expedición de la Constancia de 
Identificación, etc.), del personal actuante, para tener por debidamente 
circunstanciado este hecho. 
 
14 DE PINA VARA, Rafael. Op. Cit. p. 45. 
 93 
e. Solicitar al interesado para que designe dos testigos, apercibiéndolo 
que de no hacerlo o los designados no aceptan servir como tales, la autoridad 
los designará (artículo 150 Ley Aduanera). 
f. Requerir al interesado para que señale domicilio para oír y recibir 
notificaciones dentro de la circunscripción territorial de la autoridad 
competente para tramitar y resolver el procedimiento correspondiente, salvo 
que se trate de pasajeros, en cuyo caso, podrán señalar un domicilio fuera de 
dicha circunscripción (artículo 150 Ley Aduanera). 
En ambos casos, se le apercibirá de que en caso de no señalar o 
señalar uno falso, la resolución correspondiente será notificada por estrados 
(artículo 134, fracción III y 139 del Código Fiscal de la Federación). 
g. Levantar inventario de las mercancías embargadas, señalando el 
estado físico y descripción de las mismas al momento de ser embargadas por 
la autoridad (por ejemplo, descripción, naturaleza u origen, indicando 
cantidad, No. De serie, marca, modelo, estado en que se encuentran, si son 
nuevas o usadas, etc.). Dependiendo del volumen del inventario, podrá 
hacerse constar dentro del cuerpo del acta o en papeles de trabajo que 
formarán parte de la misma, haciendo constar tal hecho dentro del acta 
respectiva. 
h. En caso de ser necesario, setomarán muestras y otros elementos 
probatorios necesarios para allegarse de elementos que permitan motivar 
adecuadamente la resolución que se dicte. 
En este caso, el personal que realice la verificación deberá actuar 
conforme lo establecen los artículos 62, 65 y 66 del Reglamento de la Ley 
Aduanera, así como seguir el procedimiento para toma de muestras, 
establecido en el Manual de Operación Aduanera, Sección Primera, Capítulo 
Primero. 
i. Fundar legalmente el embargo precautorio, considerando que 
solamente debe invocarse en el acta de embargo precautorio e inicio del 
PAMA la infracción que se conoció en dicha actuación, y en su caso las que 
 94 
se presuman, resultando indebido que se señalen otras sin que exista motivo 
para presumir su comisión. 
j. Notificar al interesado que cuenta con un plazo de diez días para 
ofrecer las pruebas y alegatos que a su derecho convengan indicando la 
autoridad y el domicilio competente para recibirlas, el cual se computará 
conforme se señala en el artículo 153 de Ley Aduanera. 
En el caso de que las irregularidades se detecten durante el despacho 
aduanero, la notificación se realizará al Agente Aduanal o su representante 
legal, como responsable solidario, así como al importador o exportador como 
responsable directo a través del citado Agente Aduanal o su representante 
legal, o cualquiera de los empleados, dependientes autorizados o apoderados. 
k. Se deberá tener especial cuidado de describir con todo detalle las 
circunstancias en que fueron descubiertas las mercancías. 
El acta de inicio del Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera, 
deberá estar firmada por la autoridad que la levanta, los testigos, el presunto 
infractor, (el Agente Aduanal o su representante, en su caso). En el supuesto 
de que alguno se niegue a firmar, se asentará en el acta dicha negativa. Es 
importante que quede claramente asentada esta última circunstancia, toda 
vez que de ello depende que no se invalide la actuación del personal 
verificador. Tanto el personal verificador como los testigos y la persona con 
quien se entienda la diligencia deberán firmar los papeles de trabajo, que 
formen parte integrante del acta. 
Se entregará una copia con firma autógrafa del acta de inicio del 
Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera copia del inventario en el 
cual consta el estado del vehículo, así como los papeles de trabajo en los 
cuales se relacione la mercancía embargada en el presente caso, mismos 
que formen parte integrante del acta, al interesado o a su representante legal, 
al Agente Aduanal o al transportista, en su caso, quienes al firmar de recibido 
(acuse de recibo) se darán por notificados del inicio del Procedimiento 
 95 
Administrativo en Materia Aduanera, situación que deberá quedar también 
claramente asentada en el acta respectiva. 
En caso de que el contribuyente se ausente durante el levantamiento 
del acta, o bien se niegue a recibirla, se asentará dicha circunstancia en el 
acta, a efecto de no viciar su validez, señalándose que será notificada por 
estrados, en términos del artículo 134, fracción II del Código Fiscal de la 
Federación. 
 
2.3.3. IMPORTACIÓN PROHIBIDA DE MERCANCÍAS. 
La Ley Orgánica de Aduanas en su artículo 41, establece que podrán 
ser objeto de tránsito las mercancías inflamables, explosivas, de importación 
prohibida, las que expresamente señalen el Ministerio de Finanzas y las leyes 
especiales, no obstante contempla la posibilidad que la Administración 
Aduanera, en casos especiales debidamente justificados autorice tales 
operaciones. 
En este caso, si las mercancías estuvieren a la vez, sometidas a 
restricciones a la importación, deberá dárseles cumplimiento antes del 
ingreso. 
Para obtener este tipo de autorizaciones, la empresa que realice el 
transporte deberá ser nacional, salvo lo establecido en Convenios 
Internacionales suscritos por Venezuela, de acuerdo a lo establecido en el 
artículo 123 del Reglamento de la Ley Orgánica de Aduanas. 
El interesado el obtener autorización para una operación de tránsito de 
las mercancías en referencia, debe formar la solicitud en original (con el 
equivalente a 0,02 VT en timbres fiscales por cada hoja) y dos copias; en la 
cual indicará además de su requerimiento con exactitud y los motivos del 
mismo, la siguiente información: 
1. – Nombre, apellido o razón social, dirección y números telefónicos 
del interesado; 
 96 
2. –Nombre o razón social del representante legal autorizado por la 
empresa, y números telefónicos; 
3. – Tipo de mercancía objeto de la solicitud (si es inflamable, 
explosivo, de importación prohibida o de las que expresamente hayan 
señalado el Ministerio de Finanzas o las leyes especiales); 
4. – Nombre y dirección del consignatario; 
5. – Descripción detallada de las mercancías, con indicación de su 
denominación comercial, clasificación arancelaria, cantidad peso bruto en 
kilogramos y valor CIF. ; 
6. – Aduanas de entrada, de salida y de paso que serían utilizadas; 
7. – Ruta que utilizaría el vehículo de transporte e identificación del 
mismo. 
De acuerdo con la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de 
Exportación, son mercancías de importación prohibida: 
1.- Peces vivos depredadores, en sus estados de alevines, juveniles y 
adultos; 
2.- Totoaba, fresca o refrigerada (pescado); 
3.- Huevos de tortuga de cualquier clase; 
4.- Semilla de amapola, (adormidera); 
5.- Harina de semillas de amapola, (adormidera); 
6.- Semillas y esporas de marihuana, (cannabis indica), aun cuando 
esté mezclada con otras semillas; 
7.- Marihuana, (cannabis indica); 
8.- Jugos y extractos de opio, preparado para fumar; 
9.- Extractos y jugos derivados de marihuana, (cannabis indica); 
10.- Mucílagos y espesativos derivados de la marihuana, (cannabis 
indica); 
11.- Estampas o calcomanías impresas a colores o en blanco y negro, 
presentadas para su venta en sobres o paquetes, aun cuando incluyan goma 
de mascar, dulces o cualquier tipo de artículos, conteniendo dibujos, figuras o 
 97 
ilustraciones que representen a la niñez de manera denigrante o ridícula, en 
actitudes de incitación a la violencia, a la autodestrucción o en cualquiera otra 
forma de comportamiento antisocial conocidas como “Garbage Pail Kids”, por 
ejemplo, impresas por cualquier empresa o denominación social; 
12.- Sulfato de talio; 
13.- Insecticida, (isodrin o aldrin); 
14.- Insecticida, (heptacloro o drinox); 
15.- Insecticida, (endrin o mendrin o nendrin o hexadrin); 
16.- Imida del ácido N-ftalilglutámico, (talidomida); 
17.- Insecticida, (leptofos); 
18.- Heroína, base o clorhidrato de diaceltimorfina; 
19.- Preparaciones medicamentosas a base de marihuana, (cannabis 
indica); 
20.- Preparaciones medicamentosas a base de acetil morfina o de sus 
sales o derivados; 
21.- Pieles de tortuga o caguama; y 
22.- Bienes que hayan sido declarados monumentos arqueológicos por 
la Secretaría de Educación Pública. 
Y de acuerdo a lo mencionado en el cuadro anterior los contribuyentes 
en su calidad de importadores o exportadores se deberán abstener de 
adecuarse en el supuesto que la misma Ley Aduanera establece para no 
importar o exportar mercancías que a criterio de la autoridad aduanera y de la 
misma ley respectiva son prohibidas. 
 
2.3.4. INFRACCIONES Y SANCIONES. 
Para comprender el contenido del presente punto es necesario 
entender el alcance y sobre todo el concepto de las mismas. 
Comenzaremos diciendo que infracción proviene del latín “infractio”, 
que significa quebrantamiento de ley o pacto. Es la contravención a normar de 
carácter administrativo derivada de una acción u omisión. 
 98 
Las leyes administrativas constituyen un conjunto de normas jurídicas 
que tienden a asegurar el orden público, otorgando derechos y obligaciones a 
los gobernados, limitando así la actuación de los individuos. Sin embargo, hay 
ocasiones enlas que los ciudadanos no respetan esas normas de carácter 
general, impersonal y abstracto, ya sea por que las cuestionan o porque son 
objeto de controversia o violación, en entonces cuando el Estado interviene 
para hacer respetar el derecho violado a través de la potestad sancionadora 
de la administración pública. El Estado inicia, entonces, un procedimiento de 
investigación de carácter administrativo para que de conformidad con las 
formalidades de la ley y respetando las garantías constitucionales, se 
determine la existencia o no de una infracción administrativa que deba ser 
sancionada. 
Existen infracciones administrativas que a su vez se consideran delitos, 
entre ellos se pueden mencionar: el contrabando, la tenencia ilegal, la 
defraudación fiscal, entre otros; por ello es importante distinguir entre 
infracción y delito: 
a) La infracción es sancionada generalmente por una autoridad 
administrativa subordinada mientras que el delito lo sanciona el poder judicial 
a través de tribunales independientes; 
b) El acto u omisión que da lugar a la infracción viola disposiciones de 
carácter administrativo, el delito vulnera normas de derecho penal que 
protegen la vida, la salud, el patrimonio; 
c) La infracción puede ser atribuida a personas físicas y a personas 
morales, el delito únicamente puede ser llevado a cabo por individuos; 
d) Los elementos de culpabilidad como el dolo y la culpa, no son 
esenciales para que la infracción exista, por el contrario, el delito requiere el 
elemento de culpabilidad para existir; y 
e) La sanción aplicable en el caso de la infracción se traduce en 
multas, mientras que el delito priva de la libertad. 
 99 
Como podemos observar, se puede concluir que existen diferencias de 
carácter esencial que distinguen a ambos conceptos. La existencia de este 
sistema dual que se ha ido generalizando en nuestro derecho positivo, se 
opone a la garantía consagrada por el artículo 23 constitucional que dispone 
que nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito. 
De conformidad con el artículo 21 constitucional, la autoridad 
administrativa únicamente puede sancionar las infracciones mediante multa o 
arresto hasta por 36 horas. 
En cuanto a la sanción, podemos decir que es el castigo que imponen 
las autoridades administrativas a los infractores de la ley administrativa; 
presupone la existencia de un acto ilícito, que es la oposición o infracción de 
un ordenamiento jurídico administrativo. 
El daño que se causa por la infracción o ilícito administrativo a la 
administración, a la colectividad, a los individuos o al interés general tutelados 
por la ley, tiene como consecuencia jurídica el castigo consistente en la 
sanción administrativa. 
En la doctrina, hay quienes definen a la sanción administrativa no como 
castigo sino como un medio represivo que se pone en marcha precisamente 
porque la obligación no se ha cumplido, y la distinguen de la coacción que se 
encamina al cumplimiento de lo ordenado contra la voluntad del obligado a 
ello. 
Cumple en la ley y en la práctica distintos objetivos: preventivos o 
represivos, correctivos o disciplinarios, tributarios o de castigo. Predomina sin 
embargo, la idea de castigo o de pena que se impone al infractor, prevalece el 
poder punitivo de la administración a su poder ejemplificador o meramente 
correctivo. Mueve fundamentalmente al Estado el propósito de castigar o 
penar al infractor de la ley administrativa que no la obedece, no la cumple, 
que cualquier otra motivación. 
Sería un grave error servirse del camino de la sanción administrativa o 
multa, como una importante fuente de recursos tributarios del Estado, por esto 
 100 
la política sancionadora de la administración debe orientarse a escoger la 
sanción que logre frenar o desaparecer las prácticas infractoras que dañan 
gravemente al interés colectivo. 
En la legislación administrativa económica se observa que la multa 
administrativa es un mero paliativo político que utiliza la administración 
federal, ante su ineficacia para poner orden en la vida económica del país y 
para los infractores resulta “barata” o inocua. 
En los países que se vive un régimen de estado de derecho, el único 
fundamento de la potestad sancionadora de la administración es el derecho. 
De aquí parte su más amplio poder, el de policía administrativa, que le 
permite sujetar al orden jurídico-administrativo vigente a todos los 
administrados. 
El fundamento de esa potestad se encuentra en principio en el texto del 
artículo 21 constitucional que dice: “... compete a la autoridad administrativa la 
aplicación de sanciones por las infracciones de los reglamentos gubernativos 
y de policía, las que únicamente consistirán en multa o arresto hasta por 36 
horas”. 
Decimos en principio, porque en la doctrina y en la jurisprudencia de 
los Tribunales Federales del Poder Judicial, se discute el alcance de este 
texto constitucional que parece imponer dos graves limitaciones a la potestad 
sancionadora de la administración: 
1 - Sólo por violaciones a reglamentos gubernativos y de policía, pero 
no de leyes administrativas; y 
2. –Sólo pueden imponerse dos tipos de sanciones administrativas: 
multa o arresto, pero ninguna otra como la clausura, el decomiso, la 
suspensión de actividades, etc. 
El artículo 176 de la Ley Aduanera manifiesta que comete las 
infracciones relacionadas con la importación o exportación quien introduzca al 
país o extraiga de él mercancías. En los artículos sucesivos, se mencionan 
los casos en los que se cometen infracciones y que son: por circulación 
 101 
indebida dentro del recinto fiscal, las relacionadas con el destino de las 
mercancías, con las obligaciones de presentar documentación y 
declaraciones, con las obligaciones de llevar contabilidad, con el control, 
seguridad y manejo de las mercancías de comercio exterior, con la clave 
confidencial de identidad, con el uso indebido de gafetes de identificación 
utilizados en recintos fiscales, con la seguridad o integridad de las 
instalaciones aduaneras y con las derivadas de la actuación del Agente 
Aduanal en el despacho. 
Respecto a las sanciones, el artículo 178 de la misma ley, dice que se 
aplicarán a quien cometa las infracciones que se mencionan en la Ley 
Aduanera en su artículo respectivo y se aplicarán a quien enajene, comercie, 
adquiera o tenga en su poder por cualquier título mercancías extranjeras, sin 
comprobar su legal estancia en el país, el monto de las mismas se aplicará de 
acuerdo al tipo de infracción que se haya cometido. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 102 
3.1. EMBARGO PRECAUTORIO. 
El embargo precautorio es la causa principal por la que inicia el 
Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera, mismo que estudiaremos 
a continuación. 
 
3.1.1. CONCEPTO. 
Del verbo “embargar”, que proviene del latín vulgar “imbaricare”, usado 
en la península ibérica con el significado de cerrar una puerta con trancas o 
barras, que era el procedimiento originario del embargo. 
En términos generales, el embargo puede ser definido como la 
afectación decretada por una autoridad competente sobre un bien o conjunto 
de bienes de propiedad privada, la cual tiene por objeto asegurar 
cautelarmente la eventual ejecución de una pretensión de condena que se 
plantea o planteará en juicio o bien, satisfacer directamente una pretensión 
ejecutiva. 
Al respecto, el Diccionario de la Lengua Española determina que el 
embargo es una afectación sobre un bien o un conjunto de bienes, en cuanto 
somete dicho bien o bienes a las resultas de un proceso pendiente o la 
satisfacción de una pretensión ejecutiva, regularmente fundada en una 
sentencia de condena. 
Por otra parte, De Pina Vara opina que el embargo es: “La intimación 
judicial hecha a un deudor para que se abstenga de realizar cualquier acto 
susceptible de producir la disminución de la garantíade un crédito 
debidamente especificado”.1 
De lo anterior se desprende que el embargo constituye una limitación 
del derecho de propiedad mismo que afecta al derecho a la disposición del 
mismo, y que subsiste mientras no sea levantado por la autoridad judicial 
competente. 
 
1 DE PINA VARA, Rafael. Op. Cit: p. 262. 
 103 
Al respecto, los autores discuten si el embargo es un derecho real o 
personal; pero tratándose de una institución procesal, es claro que la 
clasificación del derecho real y personal no es aplicable en modo alguno al 
embargo. 
El procedimiento de embargo comprende dos momentos: 
1. - El auto o resolución que ordena el embargo o auto de exequendo, 
como también se le llama, no sin cierta impropiedad; puede dictarse, según 
el caso, antes del juicio, al iniciarse éste o durante él, como una medida 
cautelar o providencia precautoria, o bien, con motivo de la iniciación de un 
juicio ejecutivo. 
En estos supuestos, como ya se ha indicado, el embargo tiene un 
carácter preventivo, cautelar o provisional y sus efectos quedan supeditados 
a lo que se resuelva en la sentencia definitiva. 
Tienen tal carácter el llamado embargo precautorio o secuestro 
provisional y el embargo decretado como medida inicial en los juicios 
ejecutivos. 
2. - El auto o resolución que ordene el embargo también puede 
dictarse dentro del procedimiento o vía de apremio, para tratar de lograr la 
ejecución coactiva de la sentencia de condena o de algún otra título 
ejecutorio; en este caso, el embargo tendrá carácter definitivo, ejecutivo o 
apremiativo. 
En términos generales, la diligencia de embargo -que cuando es 
judicial debe ser conducida por el actuario, y cuando es de carácter 
administrativo debe ser dirigido por el ejecutor- se desenvuelve en los 
siguientes actos: 
a) Requerimiento de pago que hace el actuario o ejecutor a la parte 
demandada, condenada u obligada; 
b) En caso de no obtenerse el pago, sigue señalamiento de los bienes 
que van a ser embargados, para lo cual se suele conceder la oportunidad de 
 104 
señalarlos, primero al ejecutado y ante su omisión, al ejecutante o ejecutor, 
de acuerdo con el orden previsto en los respectivos ordenamientos; 
c) Señalados los bienes, el actuario o ejecutor traba formalmente 
sobre ellos el embargo; 
d) Después el ejecutante o el ejecutor, según sea el caso, debe 
nombrar, bajo su responsabilidad, al depositario, administrador o interventor 
de los bienes embargados, con las excepciones previstas en las leyes 
respectivas, en las que el embargo no requiere de este nombramiento; y 
e) Al final, el actuario o el ejecutor deben levantar un acta de la 
diligencia de embargo, que más adelante analizaremos. 
Expuesto lo anterior, podemos determinar que el embargo 
propiamente dicho es un acto procesal por virtud del cual se aseguran 
determinados bienes según la naturaleza de los mismos para que estén a las 
resultas del juicio. 
Lo que caracteriza al embargo, es que se asegura jurídica y 
materialmente, cuando es posible, determinados bienes y se les afecta 
legalmente para hacer efectiva en ellos la sentencia que se pronuncie en el 
proceso. 
Consideramos entonces que el embargo constituye una limitación del 
derecho de propiedad en cuanto afecta el derecho de disposición del bien o 
bienes embargados. 
En cuanto a materia fiscal y aduanera se refiere, el embargo 
precautorio, como su nombre lo precisa, es un embargo de corte provisional, 
preparatorio, no definitivo, razón por la cual solo resulta procedente en 
determinados casos excepcionales justificándose su aplicación en la 
necesidad de que el Fisco asegure el interés fiscal a su cargo en forma 
inmediata. 
Por su parte, el embargo o secuestro de las mercancías de 
procedencia extranjera es un acto más de la actividad aduanera del Estado, 
 105 
que se ejerce por conducto de las autoridades aduaneras sólo en ciertos 
casos y por causas determinadas que la propia ley dispone. 
Es importante destacar que la ley de la materia y su reglamento se 
refieren a él con los términos: retención, aseguramiento, embargo y 
secuestro de mercancías, mismos que no tienen acepciones diferentes sino 
más bien son sinónimos. 
Por lo que el secuestro o embargo, es una institución procesal que 
consiste en la retención de bienes o mercancías hasta en tanto se resuelve 
una cuestión, generalmente litigiosa, y proviene del “sequestrum” o depósito 
en manos de un tercero, “sequester”, de una cosa sobre la que hay contienda 
entre dos o varias personas con cargo de conservarla y devolverla a la parte 
que gane la causa. 
Es conveniente precisar que existen dos clases de embargos: uno 
ejecutivo y otro precautorio. El primero se decreta sobre los bienes o 
mercancías del deudor para cobrar de manera coactiva una deuda con el 
producto de su enajenación, mientras que el segundo, sólo tiene una 
finalidad de garantía o cautelar, que no necesariamente derivará de la 
enajenación de los bienes embargados. 
El embargo precautorio en materia fiscal se prevé en el Código Fiscal 
de la Federación en los artículos 41, fracción II, por no presentar las 
declaraciones periódicas; 145, por peligro inminente de que el obligado 
realice cualquier maniobra tendiente a evadir su cumplimiento, por cierto 
declarado inconstitucional, y en el artículo 151, el embargo ejecutivo que se 
traba sobre los bienes del contribuyente para hacer efectivos créditos fiscales 
exigibles a su cargo, permitiendo el artículo 154 que el embargo se amplíe 
cuando los bienes resulten insuficientes para cubrir dichos créditos. 
Es importante destacar que el embargo que se practica en materia 
aduanera es de naturaleza precautoria por lo que debe entenderse que su 
efecto sólo es privar, durante el tiempo que dure el procedimiento, de la libre 
circulación de las mercancías que han sido sujetas de embargo, las cuales 
 106 
quedarán depositadas físicamente en algún recinto fiscal para su manejo, 
guarda y custodia, manteniendo dichas mercancías un status diferente de las 
que aún no han sido sometidas a los trámites de despacho aduanero y sus 
principales características serán objeto de estudio a continuación. 
 
3.1.2. ORIGEN Y CAUSAS. 
El motivo principal de este tipo de procedimientos y el cual lo hace 
distinguible de otros, es que involucra necesariamente el embargo 
precautorio de las mercancías que es motivo de la presunción de 
irregularidades o infracciones, e incluso los medios en que se transporten, 
que aunque no estén en supuesto de irregularidad o infracción se quedan 
bajo embargo precautorio para “garantizar el interés fiscal”, y en algunos 
supuestos la autoridad aduanera puede llegar al embargo precautorio de lo 
que la propia Ley Aduanera denomina como “el resto del embarque”, 
entendiéndose dentro de este concepto a las mercancías que se presenta 
ante las autoridades aduaneras que no son sujetas de observación alguna 
pero que se presentan con otras que son motivo de infracción. 
Al respecto, el artículo 60 de la Ley Aduanera establece que en los 
casos previstos por esa ley, las autoridades aduaneras procederán a 
embargarlas en tanto se comprueba que han sido satisfechos las 
obligaciones y créditos fiscales. 
De lo anterior se deduce, sin cabida a la menor duda, que el embargo 
es una facultad reglada de las autoridades aduaneras que requiere que se 
funde y motive, en las actividades y por las causas que prescribe 
taxativamente la Ley Aduanera. 
En el embargo, sólo durante la ejecución de ciertas funciones, la 
autoridad aduanera únicamente esta facultada para decretar el embargo de 
las mercancías de procedencia extranjera y de los transportes que las 
conducen durante el desahogo de las siguientes actividades o funciones: 
a) En el reconocimiento aduanero ordenado en el despacho aduanero. 
 107 
b) En el segundo reconocimiento aduanero ordenadoen el despacho 
aduanero. 
c) En la verificación de mercancías en transporte decretada en orden 
escrita de la autoridad competente, y 
d) En el ejercicio de facultades de comprobación y en particular 
durante la práctica de visitas domiciliarias. (Ver artículos. 150 y 155 de la Ley 
Aduanera vigente). 
Dentro de las causas de embargo de las mercancías y de los 
transportes, no basta que la autoridad desahogue esas funciones para 
ordenar el embargo, sino que es menester que durante las mismas detecten 
y comprueben las causas que señalan los artículos 144 fracción X y 151 de 
la Ley Aduanera y que son: 
1. - Que las mercancías se introduzcan a territorio nacional por lugar 
no autorizado, cuando los tránsitos internacionales se desvíen de las rutas 
fiscales o los tránsitos internos se conduzcan en medios distintos a los 
autorizados. 
2. - Que se trate de mercancías de importación o exportación 
prohibidas o sujetas a regulaciones no arancelarias y no se acredite su 
cumplimiento, incluso la omisión de pago de cuotas compensatorias. 
3. - Que no se acredite con la documentación aduanera 
correspondiente, que las mercancías se sometieron a los trámites previstos 
en esa ley para su introducción a territorio nacional. En el caso de pasajeros, 
sólo se procederá el embargo respecto de las mercancías no declaradas. 
4. - Se descubran sobrantes de mercancías o no declaradas en más 
de un 10% del valor total manifestado en el pedimento, causal que no es 
procedente en los casos de ejercicio de facultades de comprobación. 
5. - Que se introduzcan dentro del recinto fiscal vehículos de carga 
que transporten mercancías de importación sin el pedimento que 
corresponda para realizar el despacho de las mismas. 
 108 
6. - Que el proveedor o importador señalado en el pedimento o factura 
sea falso o inexistente, el domicilio no se pueda localizar o la factura sea 
falsa. 
7. - Que el valor de lo declarado en el pedimento sea inferior a un 50% 
o más al valor de transacción de mercancías idénticas o similares. 
8. – Que se ocasionen daños a los recintos fiscales, supuesto en que 
sólo se embargará el transporte para garantizar el pago de la multa 
respectiva. 
Para efectos del embargo de los medios de transporte, la regla 
general 149-A para 1994 disponía que se considera como medio de 
transporte únicamente el remolque, cuando se tratara de tractores de 
carretera para semiremolques denominados quinta rueda, que presten 
transporte público federal y hubieran expedido la respectiva carta de porte, 
sin proceder en estos casos al embargo del tractor. 
Esta regla ya no apareció posteriormente porque el artículo 181 del 
Nuevo Reglamento de la Ley Aduanera dispuso que no procederá el 
embargo de los tractocamiones, camiones, remolques, semiremolques y 
contenedores cuando transporten mercancías de procedencia extranjera que 
hayan sido objetos de embargo precautorio, siempre que se encuentren 
legalmente en el país, se presente la carta de porte al momento del acto de 
comprobación y, se deposite la mercancía en el recinto fiscal o fiscalizado 
que determine la autoridad aduanera. Se devolverán sin que sea necesario 
exhibir garantía del interés fiscal. 
Los medios de transporte que hubieren sido objeto de embargo por no 
contar con la carta de porte al momento del reconocimiento, segundo 
reconocimiento o verificación en transporte, podrán sustituirlo, como se vera 
más adelante, por una forma de garantizar el interés fiscal en los términos del 
artículo 141 del Código Fiscal de la Federación. 
 
 
 109 
3.1.3. DEPOSITARIO. 
De Pina Vara considera que depositaria es la persona encargada de la 
guarda de la cosa objeto del depósito2. 
Al respecto, el Código Civil en su artículo 2516, manifiesta que depósito 
es un contrato por el cual el depositario se obliga hacia el depositante a recibir 
una cosa mueble o inmueble, que aquel le confía, y a guardarla para restituirla 
cuando la pida el depositante. 
De lo anterior se desprende que el depositario es el sujeto pasivo de la 
relación jurídica que nace de la celebración de dicho contrato. 
En materia fiscal, el depósito es considerado como el almacenamiento 
de mercancías de procedencia extranjera o nacional en almacenes generales 
de depósito autorizados para ello y bajo el control de las autoridades 
aduaneras, el cual se efectúa una vez determinados los impuestos a la 
importación o exportación. 
En el plazo autorizado, que no excederá de dos años, podrán retirarse 
del depósito la totalidad o parte de las mercancías para su importación o 
exportación definitiva, pagando previamente los créditos fiscales 
correspondientes. 
Desde la fecha en que las mercancías de procedencia nacional 
queden en depósito fiscal se entenderán exportadas virtualmente y se podrán 
aplicar los beneficios fiscales correspondientes. 
El depósito debe recaer en una persona capaz, pudiéndolo ser un 
tercero, el ejecutante o la persona embargada. 
El depositario será nombrado por el acreedor ejecutante bajo su 
responsabilidad, no siendo necesario dicho nombramiento cuando se trate de 
dinero o créditos realizables en el acto, que se llevan a cabo en ejecución de 
sentencias, pagándose de inmediato al acreedor. 
 
2 Ídem. p. 225. 
 110 
El depositario debe prestar en la guardia y custodia así como la 
conservación de la cosa depositada, el cuidado y la diligencia que emplea 
para sus cosas y restituirla cuando así lo requiera la autoridad judicial que se 
la entregó, si dispone dolosamente de la cosa incurre en responsabilidad 
penal por delito de abuso de confianza. 
De lo anteriormente expuesto, se entiende por depositario a aquella 
persona nombrada por el mismo contribuyente o en su defecto por la 
autoridad aduanera al momento de realizar el embargo de la mercancía, con 
el objeto de tener bajo su cuidado la guardia y custodia de la misma en tanto 
se resuelve el procedimiento aduanero que al efecto se llevará a cabo, para 
determinar la suerte de dicha mercancía. 
Ahora bien, las mercancías pueden quedar en depósito ante la aduana 
en los recintos fiscales o fiscalizados con el propósito de destinarlas a un 
régimen aduanero, siempre que se trate de aduanas de tráfico marítimo o 
aéreo. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, mediante reglas, puede 
autorizar el depósito ante la aduana de tráfico terrestre. Respecto a 
mercancías explosivas, inflamables, corrosivas, contaminantes o radiactivas 
sólo pueden descargarse o quedar en depósito ante la aduana a su ingreso o 
salida del territorio nacional cumpliendo los siguientes requisitos: 
1.- Que las mercancías cuenten con la autorización de las autoridades 
competentes 
2.- Que el recinto cuente con lugares apropiados para su almacenaje, 
por sus condiciones de seguridad. 
Tratándose de mercancías radiactivas y explosivas que queden en 
depósito ante la aduana en recintos fiscales, las autoridades aduaneras las 
entregarán de inmediato a las autoridades y organismos competentes en la 
materia, bajo cuya custodia y supervisión quedarán almacenadas. 
Los pasajeros internacionales que requieran los servicios de un 
agente aduanal porque rebasaron los mil o cuatro mil dólares en valor de 
 111 
mercancía deben acudir con el jefe de la sala de revisión de equipajes de la 
aduana para que la mercancía quede en depósito ante la aduana mientras 
contratan un agente aduanal y se cubren los requisitos necesarios para su 
despacho. Tienen un plazo para retirarla de lo contrario causará abandono y 
deberán cubrir los gastos de almacenaje. 
Los pasajeros internacionales en tránsito que ingresen a territorio 
nacional por vía aérea o terrestre pueden utilizar el depósito ante la aduana 
aunque no vayan a destinar las mercancías a un régimen aduanero, y 
cuando salgan del país las retornen al extranjero. Tambíen tienen un plazo 
para causar abandono y debencubrir los gastos de almacenaje. 
Las mercancías en depósito ante la aduana pueden ser objeto de 
actos de conservación, examen (reconocimiento previo por el agente 
aduanal), etiquetado, marcado, colocación de leyendas de información 
comercial y toma de muestras, siempre que no se altere o modifique su 
naturaleza o las bases gravables para fines aduaneros. Las muestras 
requieren autorización de la autoridad aduanera y deben pagar los impuestos 
correspondientes. 
Si las mercancías en depósito ante la aduana se destruyen por 
accidente, la obligación fiscal se extingue salvo que los interesados destinen 
los restos a algún régimen aduanero. El fisco federal responde por el valor de 
las mercancías depositadas en recinto fiscal y custodiadas por autoridades 
aduaneras que se extravíen, así como por los créditos fiscales pagados. 
El propietario de mercancías extraviadas tiene un plazo de dos años 
para solicitar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el pago del valor 
que tenían las mercancías en el momento de quedar en depósito ante la 
aduana, debiendo acreditar que en el momento del extravío las mismas se 
encontraban en el recinto fiscal y bajo custodia de las autoridades 
aduaneras, así como el valor de las mercancías extraviadas. 
Los recintos fiscalizados son responsables ante el fisco federal por los 
créditos fiscales que debieran pagar las mercancías extraviadas y ante los 
 112 
interesados por el valor que tenían las mercancías al momento de su 
depósito ante la aduana. 
Se considera que una mercancía se ha extraviado cuando hayan 
transcurrido tres días a partir de la fecha en que se haya pedido para examen, 
entrega, reconocimiento u otro propósito y no sea presentada por el personal 
encargado de su custodia. Si la mercancía extraviada aparece antes del pago, 
la autoridad aduanera notificará al interesado para que éste elija entre la 
devolución o el pago del valor de los bienes. En caso fortuito o fuerza mayor 
el fisco y sus empleados no son responsables. 
 
3.1.4. SUSTITUCIÓN. 
Al respecto, el diccionario de la Real Academia Española determina 
que sustitución es la acción y efecto de sustituir, y por éste último, poner a 
alguien o algo en lugar de otra persona o cosa. 
Y de acuerdo a lo anterior podemos determinar que cuando existen 
mercancías embargadas precautoriamente en virtud de que la autoridad 
aduanera consideró que el valor de las mismas declarado en el pedimento es 
inferior en un 50% o más al que tenga en su base de datos, de mercancías 
idénticas o similares, que haya sido determinado conforme a los artículos 72 
y 73 de la Ley Aduanera, el particular podrá solicitar a la autoridad que le 
sustituya el embargo de las mercancías presentando depósito efectuado en 
las cuentas aduaneras de garantía de cualquiera de las instituciones del 
sistema financiero mexicano que haya autorizado el Servicio de 
Administración Tributaria. 
El artículo 154 de la Ley Aduanera permite que el embargo de las 
mercancías pueda ser sustituido por las garantías que establece el artículo 
141 del Código Fiscal de la Federación y que son: 
a) Depósito en dinero; 
 113 
b) Prenda o hipoteca; 
c) Fianza otorgada por institución autorizada; 
d) Obligación solidaria asumida por un tercero; 
e) Embargo en la vía administrativa; 
f) Títulos valor o cartera de créditos del propio contribuyente; 
Quedan exceptuados los casos señalados en el artículo 183-A del 
mismo ordenamiento jurídico, que señala las mercancías que pasarán a 
propiedad del Fisco Federal y que son: 
1. – Vehículos que no hayan obtenido el permiso de autoridad 
competente, 
2. – Mercancías de importación y exportación prohibida, 
3. – Mercancías que no comprueben el cumplimiento de las 
regulaciones no arancelarias, inclusive las cuotas compensatorias, y que no 
cumplan con ellas dentro del plazo de 30 días siguientes a la notificación del 
acta de embargo. 
4. – Mercancías que no acrediten con la documentación aduanal 
correspondiente que se sometieron a los trámites previstos en la ley para su 
introducción al territorio nacional, y 
5. – Mercancías con facturas, nombres y domicilio falsos. 
Este medio de sustitución de embargo precautorio sólo podrá utilizarse 
para mercancías que hayan sido sujetas al procedimiento por las razones de 
valoración expresadas anteriormente y no opera para situaciones distintas. 
Cuando las mercancías embargadas no se encuentren sujetas a 
alguno de los precios estimados que de a conocer la Secretaría de Hacienda 
y Crédito Público, dicho embargo podrá ser sustituido mediante depósito que 
se efectúe en las cuentas aduaneras de garantía; para este caso, el depósito 
deberá ser equivalente a un monto igual a las contribuciones y cuotas 
compensatorias que se causarían por la diferencia entre el valor que se haya 
 114 
declarado en los documentos aduaneros y el valor de transacción de 
mercancías idénticas o de las similares que la autoridad aduanera hubiere 
considerado para practicar el embargo. 
 
3.1.5. ACTA DE EMBARGO. 
Como ha quedado establecido en puntos anteriores, acta es el 
documento escrito en el que se hace constar la relación de lo acontecido 
durante la verificación de mercancías en transporte. 
Es importante destacar que esta acta de embargo se realiza en el 
mismo momento en que es redactada el Acta de Inicio, en atención a los 
hechos señalados durante el desahogo de la verificación que se esta 
llevando a cabo, señalando los fundamentos jurídicos aplicables al efecto, el 
lugar en el que quedarán depositadas las mercancías; así como la autoridad 
ante quien quedara la guarda y custodia de las mismas. 
 
3.2. DISPOSICIONES GENERALES DE LA RESOLUCIÓN. 
En este apartado se abordará de manera general y abstracta la 
resolución para comprender su contenido y alcance desde un concepto 
simple y llano hasta el contenido de la misma en materia aduanera. 
 
3.2.1. CONCEPTO. 
Para de Pina Vara, resolución es: “el modo de dejar sin efecto una 
relación jurídica contractual, bien en virtud del mutuo disenso de las partes 
(resolución voluntaria), bien a causa del no-cumplimiento de una de ellas, por 
 115 
la imposibilidad del cumplimiento de la prestación o por la excesiva 
onerosisad de esta (resolución legal)”.3 
Para el Diccionario de la Lengua Española, resolución es un decreto o 
fallo de autoridad gubernativa o judicial, acto que deja sin efecto 
extinguiéndola, una relación jurídica y más comúnmente una relación 
contractual. 
Por su parte, Cipriano Lara determina al respecto que es toda decisión 
o providencia que adopta un juez o tribunal en el curso de una causa 
contenciosa o de un expediente de jurisdicción voluntaria, sea a instancia de 
parte o de oficio.4 
José Ovalle Favela considera que las resoluciones judiciales son los 
actos procesales por medio de los cuales el órgano jurisdiccional decide 
sobre las peticiones y los demás actos de las partes y los otros 
participantes.5 
La Ley Adjetiva Civil Federal al hablar de las resoluciones judiciales 
las clasifica en los términos siguientes: 
Las resoluciones judiciales son decretos, autos o sentencias; decretos 
si se refieren a simples determinaciones de trámite; autos cuando decidan 
cualquier punto dentro del negocio, y sentencias cuando decidan el fondo del 
negocio. 
Ahora bien, la resolución administrativa es el acto de autoridad 
administrativa que define o da certeza a una situación legal o administrativa. 
Al respecto, las leyes pueden ser provisionales o definitivas; las primeras son 
las que requieren de otra u otras intervenciones administrativas para producir 
efectos legales y las segundas las producen por sí sin necesidad de otro acto 
de autoridad. 
 
3 Ídem. p. 442. 
4 GÓMEZ LARA, Cipriano. Teoría General del Proceso. p. 376. 
5 OVALLE FABELA, José. Teoría General del Proceso. p. 284 – 285. 
 116 
Toda resoluciónadministrativa es un acto administrativo de autoridad, 
pero existen actos administrativos que no revisten el carácter jurídico de 
verdaderas resoluciones administrativas. Son numerosos los casos en que la 
autoridad opina o solicita opinión, consulta o propone, investiga, constata o 
verifica hechos o situaciones. Todos son actos administrativos producidos 
por mandato legal y con determinadas consecuencias jurídicas pero son 
decidir ni resolver. 
Existe una importante actividad material que lleva a cabo la 
administración y que por no tener naturaleza jurídica es suficiente para no 
reconocer en ella índole de resolución. 
Excluidos de tal categoría están también los llamados actos de la 
administración o sea, los actos sin efectos concretos como son los 
reglamentos que poseen el carácter de actos jurídicos generales y 
abstractos, materialmente asimilados a la ley. 
Por último, tampoco será resolución administrativa los actos que 
formalmente provienen de un órgano administrativo pero que intrínsecamente 
son actos de naturaleza jurisdiccional. 
Como acto administrativo comparte de éste la presunción de 
legitimidad, es decir, la resolución administrativa tiene legalidad, partiendo 
del principio de que es legal salvo prueba en contrario. En otras palabras, el 
que dude de la legalidad de una resolución de autoridad administrativa tiene 
que acreditar que carece de ella. 
Esta presunción de legalidad no exime a toda resolución de autoridad 
de cumplir con los requisitos de legalidad que previene el artículo 16 
constitucional, o sea, que debe estar motivada y fundada y provenir de 
autoridad competente. 
 117 
Es en el documento en el que consta la resolución administrativa 
donde deben precisarse los hechos o situaciones que motivan la resolución y 
los ordenamientos y preceptos legales que la fundan. 
Hacerlo en documento distinto, anterior o posterior, significa no cumplir 
con el mandato constitucional, es violarlo o desconocerlo. 
En cuanto a resolución aduanera, podemos determinar que tiene la 
finalidad de poner fin al procedimiento que se esta llevando a cabo, lo que la 
caracteriza o diferencia de las demás, es que es la autoridad aduanera quien 
la emite. 
La Ley Aduanera establece que la autoridad aduanera tendrá cierto 
tiempo en el que deba resolverse el procedimiento, así mismo se establecen 
determinados tiempos en los que la ley concede el derecho de replica o 
garantía de audiencia. 
El tiempo que la Ley Aduanera establece para emitir una resolución al 
Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera, contado a partir del día 
siguiente al que surte efectos la notificación del Acta de Inicio es de cuatro 
meses. 
 
3.2.2. CLASIFICACIÒN. 
Para que se dicte resolución al procedimiento que se haya iniciado 
existen dos supuestos a saber: 
 
3.2.2.1. ABSOLUTORIA. 
Si la autoridad que levantó el Procedimiento Administrativo en Materia 
Aduanera, al analizar las pruebas que el interesado presentó en su defensa, 
encuentra que con lo presentado se aclara el motivo que originó el 
levantamiento del mismo, es decir, se desvirtúan los supuestos por los cuales 
 118 
se efectuó el embargo precautorio y en consecuencia se acredita la legal 
estancia o tenencia de las mercancías en el país, se determina que las 
irregularidades no son tales y por lo tanto las presuntas infracciones que se 
establecieron no existieron en realidad, deberá de proceder a dictar una 
resolución absolutoria de inmediato, con excepción hecha de un 
Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera iniciado a través de una 
visita domiciliaria ya que en este caso el tiempo para dictar la resolución será 
hasta de cuatro meses a partir del día siguiente a aquel al que surta efectos 
la notificación del Acta de Inicio, lo anterior como lo ordena el artículo 155 de 
la Ley Aduanera. 
Esta resolución no contendrá por lo tanto la imposición de sanción 
alguna y en consecuencia el interesado podrá retirar de las instalaciones de 
la autoridad aduanera su mercancía, sin problema alguno, por lo anterior no 
estará obligado al pago de ningún concepto pecuniario, toda vez que ha 
quedado absuelto de todo cargo. 
Cabe hacer mención que si esta resolución es dictada por una 
aduana, la misma tendrá el carácter de provisional, lo anterior de 
conformidad con lo que dispone el artículo 153 de la Ley Aduanera por lo que 
de acuerdo con lo que establece el Reglamento Interior del Servicio de 
Administración Tributaria en su artículo 25, fracción II, en relación con el 
artículo 23, fracción XIII del mismo, le correspondería a las Administraciones 
Locales de Auditoria Fiscal Federal dictar la resolución definitiva. 
Esta resolución definitiva deberá dictarse en un plazo que no excederá 
de cuatro meses y en caso de dictarse fuera de ese plazo, la provisional 
adquirirá el carácter de definitiva por el solo paso del tiempo al darse el 
vencimiento de los cuatro meses. 
Al respecto, según reformas a la Ley Aduanera del 1º de enero de 
2002, lo anterior tuvo vigencia sólo hasta el 31 de diciembre de 2002, y a 
partir del 1º de enero de 2003, dejan de existir las resoluciones provisionales, 
 119 
es decir, la autoridad estará obligada a valorar las pruebas que se presenten 
en el plazo de audiencia y si éstas desvirtúan las infracciones presumidas, 
procederá a emitir de inmediato la resolución definitiva. 
 
3.2.2.2. CONDENATORIA. 
Se perfecciona cuando el interesado no desvirtúe en el tiempo de diez 
días hábiles, mediante el ofrecimiento o presentación de pruebas 
documentales, los hechos y circunstancias que motivaron el inicio del 
procedimiento, así como cuando ofrezca pruebas que no se relacionan con la 
materia del procedimiento. 
En este caso la autoridad aduanera a la que lo competa emitir la 
resolución correspondiente, que generalmente son la Administraciones 
Locales de Grandes Contribuyentes, las Aduanas del país, la Administración 
General de Auditoria Fiscal y las propias Administraciones Centrales de la 
Administración General de Auditoria deberán emitirla en un período que no 
excederá de los cuatro meses. 
De acuerdo a lo que dispone el artículo 153 de la Ley Aduanera, estos 
meses se empezarán a contar a partir de que se realizó el levantamiento del 
Acta de Inicio de Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera. 
Es preciso mencionar que muchas de las administraciones 
competentes para emitir resolución no distan la misma en los cuatro meses y 
se toman hasta poco antes de cinco años para emitirla, lo anterior respaldado 
en lo que dispone el Código Fiscal de la Federación en su artículo 67, que 
indica que las facultades de las autoridades fiscales para determinar 
contribuciones omitidas y sus accesorios, así como para imponer sanciones 
por infracciones a dichas disposiciones, se extinguen en el plazo de cinco 
años. 
 120 
Por reforma a la Ley el 1º de enero de 2001 para los procedimientos 
que se inicien a partir del año 2003 las autoridades aduaneras deberán de 
emitir la resolución en los cuatro meses, ya que de lo contrario las 
actuaciones de la autoridad quedarán sin efecto. 
La resolución o liquidación deberá contener los elementos que lo 
hagan válido como son el número de oficio, firma de la autoridad competente, 
y la alusión al número de acta con el que se dio inicio al procedimiento. 
Este documento será notificado por la propia autoridad aduanera que 
instruyó el procedimiento en caso de que fuese absolutorio, pero en caso de 
que fuese condenatorio corresponderá enviarlo a la autoridad que el propio 
Reglamento Interior del Servicio de Administración Tributaria establece como 
competente. 
 
3.2.3. ELEMENTOS. 
El documento con el que se pone fin al Procedimiento Administrativo 
en Materia Aduanera, denominado resolución o liquidación, se compone de 
varias partes que son las que se mencionan y describen a continuación. 
Este documento se presenta enpapel oficial y generalmente va 
rubricado por alguna o todas las personas que participan en su elaboración 
en cada una de sus páginas, las cuales aparecen impresas sólo por un lado. 
En la parte superior derecha de cada una de las páginas se coloca el 
nombre de la dependencia que emite el oficio o resolución. 
Así mismo se coloca el número de oficio con el que se da fin al 
procedimiento y el cual deberá citarse las veces que el particular quiera 
referirse a su expediente en algún medio de defensa posterior, ya que este 
será el número de la resolución con el que las autoridades controlarán el 
expediente en sus archivos y registros. 
 121 
En muchas ocasiones en el mismo párrafo se cita el número de acta 
con la que se dio inicio al procedimiento. 
Estos datos aparecen en cada hoja de la resolución, la cual puede 
estar compuesta desde dos hasta cincuenta o cualquier número de páginas, 
y en las que estarán contenidas las partes que se citan a continuación: 
 
3.2.3.1. PREÁMBULO. 
En esta parte se identifica la autoridad que emite la resolución a través 
de la colocación del nombre completo de la misma como aparece en el 
Reglamento Interior del Servicio de Administración Tributaria. 
Adicional a ello se citan las disposiciones legales que facultan a la 
autoridad para emitir la resolución que pone fin al procedimiento, las más 
comunes son: 
a) La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en sus 
artículos 14 y 16, 
b) La Ley del Servicio de Administración Tributaria, señalando los 
artículos que se consideraron para la emisión de la resolución 
correspondiente, 
c) El Reglamento del Servicio de Administración Tributaria con sus 
artículos que identifican a la autoridad que emite la resolución y en los cuales 
funda su competencia y facultades, 
d) El Acuerdo por el que se señala sede y circunscripción territorial de 
las autoridades hacendarías y la fecha de su publicación en el Diario Oficial 
de la Federación, 
e) La Ley Aduanera con los artículos que establecen las obligaciones 
de los particulares y los que tienen relación directa con el procedimiento que 
se concluye, 
 122 
f) El Código Fiscal de la Federación con sus artículos que señalan la 
configuración de créditos fiscales y aquellos que se aplican de manera 
supletoria a la Ley especifica que en estos casos es la Ley Aduanera, 
g) La Ley Federal de Derechos que regula la tributación de los 
derechos y servicios aduaneros, 
h) La Ley del Impuesto al Valor Agregado, citando sólo los artículos 
que tienen aplicación directa en el caso que se resuelve, y 
i) La Ley del Impuesto Sobre la Renta en caso de que dentro de una 
visita domiciliaria se determine alguna relación con las contribuciones y 
aprovechamientos que tienen que ver con las mercancías sujetas al 
procedimiento. 
Asimismo, generalmente en el encabezado de la primera página se 
enuncia que se procede a determinar la situación fiscal en el procedimiento 
administrativo iniciado a mercancías de comercio exterior, y en cuyo caso se 
cita el número del acta de Inicio con el que se controla el expediente. 
 
3.2.3.2. RESULTANDOS. 
En esta parte se hace una reseña en forma cronológica de todos y 
cada uno de los hechos más relevantes que motivaron el levantamiento del 
inicio del Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera, se señalan los 
nombres de las personas que intervinieron en el levantamiento, las 
mercancías materia del procedimiento, las fechas en que se sucedieron los 
hechos, la documentación que se presentó y analizó, las irregularidades que 
se encontraron, las presuntas infracciones, la mención del embargo 
precautorio y en general todas y cada una de las circunstancias más 
relevantes que motivaron el inicio del Procedimiento Administrativo en 
Materia Aduanera. 
 123 
Esta parte sirve para hacer un recuento de cómo sucedieron los 
hechos que motivaron el inicio del procedimiento, y que el particular esté 
enterado exactamente de qué es lo que se le esta resolviendo. 
 
3.2.3.3. CONSIDERANDOS. 
En esta parte la autoridad aduanera procede a realizar un análisis de 
las irregularidades que se señalaron en el Acta de Inicio, las disposiciones 
legales que se violaron, el análisis y el resultado de la valoración de las 
pruebas que se aportaron durante el derecho de audiencia y la determinación 
de la autoridad en el sentido de si se configuran infracciones o no, también si 
se procede a la imposición de sanciones, y la fundamentación legal de las 
mismas. 
Esta es la parte más importante de la resolución ya que es en ella 
donde la autoridad aduanera emite la motivación necesaria de por qué 
considera que las irregularidades encontradas se configuran como 
infracciones a la Ley Aduanera y en todo caso establece la fundamentación 
legal que da validez a sus motivaciones. 
Para muchos autores ésta representa más importante de la resolución 
ya que de haber algún considerando que no se encuentre debidamente 
sustentado el particular estará en posibilidad de controvertir el documento. 
 
3.2.3.4. LIQUIDACIÓN. 
Si en la parte de considerandos la autoridad determina que procede la 
aplicación de sanciones así como se es procedente el cobro de alguna 
contribución o aprovechamiento omitido se desglosa en esta parte de la 
resolución. 
 124 
Asimismo en esta parte se realiza detalladamente el cálculo de la 
actualización de contribuciones y aprovechamientos omitidos, el cálculo de 
los recargos por cada mes desde que se omitieron enterar las cantidades y 
se dan a conocer las tasas y los días en que fueron publicados en el Diario 
Oficial de la Federación, así como la suma resultante de dicho cálculo. 
También en esta parte se realiza el cálculo en cantidad en moneda 
nacional de las multas que deban de aplicarse las cuales se colocan en un 
solo apartado pero diferenciándose las multas por omitir el pago del impuesto 
general de importación, la multa por la omisión del derecho de trámite 
aduanero o en su caso de cuotas compensatorias o bien el Impuesto al Valor 
Agregado. 
Aquí se determina el monto total del crédito fiscal a pagar, la forma en 
que queda conformado en cantidades totales por cada uno de los conceptos 
que haya determinado la autoridad; en caso de que la resolución sea 
absolutoria no se colocará esta parte en la resolución y se pasará a la 
siguiente. 
 
3.2.3.5. PUNTOS RESOLUTIVOS. 
Esta parte constituye un resumen de lo que concluyó la autoridad 
aduanera en todo el procedimiento, aquí se hace mención de manera 
concreta de las que consideró infracciones cometidas, así como de las 
sanciones a las que se hace acreedor. 
También se señala si debe de pagar, dónde puede hacer el pago, en 
qué tiempo deberá pagarse, así como la fecha hasta la que se encuentran 
calculadas las cantidades a pagar, y asimismo se hacen las indicaciones al 
importador de los descuentos a los que puede tener derecho si paga su 
crédito fiscal en los términos que se le fijan. 
 
 125 
3.2.3.6. NOMBRE, FIRMA Y CARGO DE LA AUTORIDAD 
COMPETENTE. 
Por último, se termina con la mención del nombre de la persona que le 
da validez al acto de autoridad a través del estampado de su firma autógrafa 
y se menciona el cargo del mismo. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 126 
4.1. ANÁLISIS DEL ARTÍCULO 151 DE LA LEY ADUANERA. 
Dicho numeral es el principal fundamento legal de que la autoridad 
aduanera dispone para llevar a cabo, dentro de sus facultades de 
comprobación, el embargo precautorio, mismo que en su primer párrafo nos 
manifiesta que se llevará a cabo el embargo de las mercancías y de los 
medios en que se transportan, que en argumentos de la misma autoridad 
aduanera, este último se embarga con el objeto de garantizar el pago del 
interés fiscal que sea generado por la mercancía embargada o por la omisión 
del pago de contribuciones específicas, mismo que estudiaremos a 
continuaciónpara determinar con claridad lo que comprende dicho numeral y 
sus alcances en la vida práctica. 
 
4.1.1. EMBARGO DE MERCANCÍAS Y TRANSPORTE. 
Las causas en las que procede el embargo precautorio se describen 
en cada una de las fracciones a las que alude el artículo en comento, mismas 
que serán estudiadas con el fin de desentrañar el sentido de cada una de 
ellas. 
FRACCIÓN I. Cuando las mercancías se 
introduzcan a territorio nacional por 
lugar no autorizado o cuando las 
mercancías extranjeras en tránsito 
internacional se desvíen de las rutas 
fiscales o sean transportadas en medios 
distintos a los autorizados tratándose 
de tránsito interno. 
 
Las autoridades aduaneras estarán facultadas para proceder al 
embargo precautorio de las mercancías cuando detecten que éstas han sido 
introducidas a territorio nacional por lugar no autorizado. 
 127 
Acorde a lo anterior, el artículo 10 de la Ley Aduanera establece de 
manera categórica que la entrada o salida de mercancía de o al territorio 
nacional sólo deberá efectuarse por lugar autorizado en días y horas hábiles. 
Por su parte, el artículo 7 del Reglamento de la Ley Aduanera 
establece que son lugares autorizados para la entrada al territorio nacional de 
mercancías en primer término las aduanas, que a la fecha son 48 repartidas a 
lo largo y ancho de nuestro país, clasificadas en fronterizas, marítimas e 
interiores. 
Tenemos además a las secciones aduaneras y a los aeropuertos 
internacionales que también son considerados como lugares autorizados para 
la entrada y salida de mercancías. Las primeras se encuentran cercanas a las 
aduanas y los segundos, en distintos puntos de nuestro país. 
Otro lugar autorizado son los cruces fronterizos que han sido 
acreditados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para fungir como 
tales. 
Los puertos que cuentan con servicios aduanales son también lugares 
autorizados y en México tenemos entre otros: al Puerto de Veracruz, en 
Veracruz; Puerto de Altamira, en Tamaulipas; Puerto de Manzanillo, en 
Colima; y el Puerto de Tuxpan, en Veracruz. 
Por último tenemos a las terminales ferroviarias que tienen servicios 
aduanales. 
Ahora bien, si los poseedores de una mercancía de procedencia 
extranjera no comprueban ante la autoridad aduanera correspondiente, a 
través de la documentación conveniente que la mercancía fue ingresada por 
alguno de los lugares autorizados, se procederá al embargo precautorio de la 
mercancía y también de los medios en que sean transportadas, en la 
inteligencia de que estos últimos quedarán en garantía del interés fiscal que 
pudiera generarse. 
En el segundo supuesto que menciona la fracción en estudio, al 
referirse al desvío de las rutas fiscales en tratándose de tránsito internacional, 
 128 
el artículo 124 de la Ley Aduanera determina que el régimen de tránsito de 
mercancías consiste en que éstas sean trasladadas bajo control fiscal de una 
aduana en territorio nacional a otra, cuyo régimen aduanero puede ser interno 
o internacional. 
A su vez, el artículo 130 de la misma Ley, establece que se entenderá 
que un tránsito de mercancías es de tipo internacional cuando entren al país 
mercancías por una aduana para ser enviadas bajo control fiscal de esa a otra 
aduana donde se les tramitará la salida del país o cuando se trate de 
mercancías que habiendo sido producidas en territorio nacional o en el 
extranjero y que hayan sido sometidas a un proceso de nacionalización, sean 
trasladadas en medios de transporte por territorio extranjero para volver a 
ingresarlas a territorio nacional. 
Tratándose de tránsito interno de mercancías y éstas sean 
transportadas en medios distintos a los autorizados, la Ley Aduanera en su 
artículo 125 manifiesta que se puede utilizar el tránsito interno de mercancías 
cuando la transportación de las mismas ocurre bajo alguno de los siguientes 
supuestos: 
1. – Cuando una aduana por la que entre la mercancía al país a la que 
se le denomina aduana de entrada, envié las mercancías de procedencia 
extranjera a otra aduana que se encargará de su despacho para su 
importación. 
2. – Cuando una aduana de despacho envíe las mercancías, que bien 
pueden ser nacionales o nacionalizadas, a una aduana denominada de salida 
para que en esta última se realicen los trámites para su salida del país, es 
decir su exportación, y 
3. – Cuando una aduana de despacho envíe las mercancías que 
hubiesen sido importadas temporalmente por alguna empresa que goce de un 
programa de maquila o de exportación, hacia una aduana de salida, para su 
posterior retorno al extranjero. 
 129 
Para efectuar este tipo de operaciones de tránsito interno se tiene que 
cumplir con ciertos requisitos; y al respecto la Ley Aduanera nos manifiesta 
que una mercancía será embargada precautoriamente en conjunto con sus 
medios de transporte cuando no sean transportadas en los medios que para 
tal efecto prevé la Secretaría de Hacienda y Crédito Público a través de 
reglas, y éstos serán los siguientes: 
a) Los medios de transporte en que se conduzca la mercancía en 
tránsito interno deberán encontrarse debidamente inscritos en un registro 
denominado de empresas transportistas de mercancías en tránsito, el cual se 
tramita y obtiene ante la Administración General de Aduanas. 
b) Para el caso de mercancías denominadas “bienes de consumo final”, 
éstas deberán ser contenidas en remolques, semiremolques o contenedores 
transportados por ferrocarril, ya sea de estiba doble o sencilla, y el recorrido 
del convoy se efectuará en tren unitario sin escalas desde los puntos de 
origen-destino. 
Es preciso determinar que se consideran como mercancías de 
consumo final los textiles, las confecciones, el calzado, los aparatos 
electrodomésticos, los juguetes, las llantas usadas, los plaguicidas, 
fertilizantes y sustancias tóxicas, así como los aparatos electrónicos. 
Asimismo, cuando sea necesario internar mercancías de procedencia 
extranjera o que hayan sido legalizadas de una franja o región fronteriza a 
otra, dicho traslado se podrá efectuar bajo el régimen de tránsito interno. 
Las personas que requieran efectuar el traslado de mercancías de una 
localidad ubicada en una franja o región fronteriza a otra y que para tal efecto 
requieran de transitar por una parte del territorio nacional tendrán que 
inscribirse en el padrón de tránsitos intra fronterizos. 
En caso de que la autoridad encuentre a transportistas circulando con 
esta mercancía y no aparezcan inscritos en el registro de empresas 
transportistas de mercancías en tránsito o bien, en el padrón de tránsitos intra 
 130 
fronterizos, se considerará que se encuentran en este supuesto de embargo 
precautorio. 
FRACCIÓN II. Cuando se trate de 
mercancías de importación o exportación 
prohibida o sujetas a las regulaciones y 
restricciones no arancelarias a que se 
refiere la fracción II del artículo 176 
de esta Ley y no se acredite su 
cumplimiento o sin acreditar el 
cumplimiento de las normas oficiales 
mexicanas, excepto las de información 
comercial o, en su caso, se omita el 
pago de cuotas compensatorias. 
 
La tarifa de la Ley del Impuesto General de Importación y de 
Exportación, contempla mercancías que son consideradas como de 
importación prohibida o exportación prohibida. 
Al respecto, es pertinente señalar que dichas mercancías prohibidas 
por ningún motivo podrán ser ingresadas a nuestro país, ya que han sido 
identificadas como nocivas para la salud o como agresivas para la población 
humana. 
Por otro lado, la exportación de algunas mercancías también ha sido 
prohibida en virtud de que preservan su carácter exclusivo y único de nuestro 
país, o bien por sus fines de uso o por alguna razón de preservación en 
territorio nacional, o por la riqueza que dichos productos signifiquen, es 
necesario que no sean extraídos del país. 
Por lo tanto, estas mercancías no pueden ser motivode operaciones 
de importación o exportación, y en caso de que alguna persona sea 
descubierta realizando este tipo de actividades, les será embargada dicha 
mercancía por la autoridad aduanera. 
En cuanto a la omisión en el cumplimiento de regulaciones y 
restricciones no arancelarias, el artículo 176, fracción II señala que ésta es 
 131 
una de las infracciones más graves tipificadas en la Ley Aduanera, y por ende 
es causal de embargo precautorio. 
Los grupos a los que se refiere el supuesto anterior se encuentran 
listados de la manera siguiente: 
1. – Cuando se verifique la introducción a territorio nacional de 
mercancías que estando obligadas a ello, no cumplan con la obtención y 
presentación del permiso previo de importación que emita la Secretaría de 
Economía de conformidad con las fracciones arancelarias publicadas en el 
Acuerdo por el que se sujeta a permiso previo de importación por parte de la 
entonces Secretaría de Comercio y Fomento Industrial, publicado en el Diario 
Oficial de la Federación. 
2. – Cuando en el ejercicio de las facultades de comprobación el 
importador de mercancías sujetas a permiso previo de importación por parte 
de la Secretaría de Economía, no presente el pedimento de importación con 
la firma electrónica que demuestre el descargo total o parcial del permiso, el 
cual deberá de imprimirse antes de que se hayan realizado los trámites del 
despacho aduanero de las mercancías. 
3. – En el artículo 176, fracción II, de la Ley Aduanera, se encuentran 
especificadas las regulaciones o restricciones de tipo no arancelarias emitidas 
conforme a la Ley de Comercio Exterior. En este sentido baste decir que el 
artículo 17 de la citada Ley establece que estas medidas deberán de ser 
expedidas por acuerdo de la Secretaría de Economía y en su caso 
conjuntamente con la autoridad competente. 
Esta disposición legal establece que tales medidas de regulación y 
restricción de tipo no arancelario serán aplicadas a través de los permisos 
previos, los cupos máximos, el marcado de país de origen, las certificaciones, 
las cuotas compensatorias y en general los demás instrumentos que se 
consideren adecuados para los fines que prevé la Ley de Comercio Exterior. 
4. –Cuando se omita el cumplimiento de disposiciones emitidas para 
proteger la seguridad nacional, y no se acredite tal cumplimiento. Estas 
 132 
disposiciones son las que en un momento dado han sido o serán emitidas por 
la Secretaría de la Defensa Nacional. 
5. – Cuando se incumplan disposiciones contenidas en la Ley General 
de Salud destinadas a la preservación de la salud pública, cuya aplicación y 
vigilancia corresponderá a la Secretaría de Salud. 
6. – Cuando se incumplan disposiciones que tienen que ver con la 
preservación de la flora o la fauna. 
7. – Cuando se dicten medidas para la protección del medio ambiente y 
éstas no sean respetadas en el punto de entrada de las mercancías al país. 
8. – Cuando no se respeten las disposiciones que tengan como fin 
último la sanidad fitopecuaria, a través de la importación o exportación de 
mercancías. 
9. – Cuando se incumplan disposiciones que hayan sido contratadas 
por parte de nuestro país a través de compromisos internacionales, y 
 
10. – Cuando se infrinjan requerimientos de orden público o cualquier 
otra regulación que esté mencionada en alguna disposición oficial. 
Respecto al cumplimiento de Normas Oficiales Mexicanas, la entonces 
Secretaría de Comercio y Fomento Industrial publicó el 2 de junio de 1997 un 
Acuerdo mediante el cual se listaban las mercancías que para su ingreso e 
incluso, salida del territorio nacional, debían cumplir con determinadas 
Normas Oficiales Mexicanas. Ese acuerdo se ha ido modificando en diversas 
fechas mediante publicaciones en el Diario Oficial de la Federación y en ellas 
se establecen las mercancías que en casos especiales no estarán obligadas a 
realizar el cumplimiento de las mismas. 
Dentro de la Normas Oficiales Mexicanas existen algunas cuyo 
cumplimiento se realiza con la adhesión o colocación de manera temporal o 
permanente de etiquetas que expresan la información comercial del producto 
que se importa, denominándoseles Normas de Información Comercial. 
 133 
Existen también otras Normas Oficiales Mexicanas cuyo cumplimiento 
se realiza a través de certificaciones que expiden organismos autorizados por 
la Secretaría de Economía para verificar que los productos a importarse 
cumplan con las condiciones de calidad en el uso y funcionamiento final del 
consumidor denominándosele a éstas Normas de Calidad o Seguridad. 
A partir de 2002 se estableció en la Ley Aduanera que sólo procederá 
el embargo precautorio de las mercancías que a su importación estén sujetas 
al cumplimiento de Normas Oficiales Mexicanas que no sean de las de 
información comercial y de las cuales no se acredite dicho cumplimiento. 
En el caso de que se trate de mercancías sujetas a Normas Oficiales 
Mexicanas de información comercial y no se acredite su cumplimiento, de 
acuerdo a lo que establece el artículo 158 de la Ley Aduanera, sólo procederá 
la retención de las mercancías hasta que se cumpla la Norma respectiva. 
Las reformas a la Ley Aduanera vigente a partir de 2003 ordenan que 
las autoridades aduaneras procedan al embargo precautorio de mercancías 
cuando durante la verificación en transporte o durante la práctica de una visita 
domiciliaria encuentren que no se cumplieron con las Normas Oficiales 
Mexicanas, incluso las de información comercial. 
Esto resulta consistente con las demás disposiciones establecidas en 
la ley, ya que en el caso de que se practique reconocimiento aduanero o 
segundo reconocimiento aduanero se efectuará la retención de mercancías y 
se dará la oportunidad al tenedor de que cumpla con la Norma 
correspondiente, pague su multa y salga de la aduana, pero en caso de que 
no le haya tocado alguna de estas facultades se entenderá que se encuentran 
debidamente cumplidas todas y cada una de las obligaciones, incluso la de 
“etiquetar” conforme a la Norma Oficial Mexicana correspondiente, por lo que 
al no verificarse tal cumplimiento procederá el embargo precautorio. 
Por otra parte, existen muchas mercancías que para su importación a 
territorio nacional se encuentran sujetas al pago de cuotas compensatorias 
cuando su país de origen está identificado en los Acuerdos respectivos que 
 134 
haya dictado la Secretaría de Economía, o bien cuando sean mercancías 
idénticas o similares a aquéllas, y no se acredite fehacientemente dicho 
origen a través de la presentación del documento comprobatorio como puede 
ser el certificado de país de origen o cualquiera de las formas de acreditación 
de origen establecidas para ese fin en el Acuerdo respectivo. 
Por esto cuando el importador de estas mercancías no pueda obtener 
el documento que acredite que su origen es distinto al de las mercancías que 
se encuentran obligadas a pagar cuotas compensatorias, se deberá efectuar 
el pago total de este aprovechamiento, o de lo contrario la autoridad aduanera 
presumirá que dicho pago se omitió estando obligado a él y estará facultado 
para efectuar el embargo precautorio. 
FRACCIÓN III. Cuando no se acredite 
con la documentación aduanera, que las 
mercancías se sometieron a los tramites 
previstos en esta Ley para su 
introducción al territorio nacional o para 
su internación de la franja o región 
fronteriza al resto del país y cuando no 
se acredite su legal estancia o tenencia, 
o se trate de vehículos conducidos por 
personas no autorizadas. En el caso de 
pasajeros, el embargo precautorio 
procederá sólo respecto de las 
mercancías no declaradas, así como del 
medio de transporte, siempre que se 
trate vehículo de servicio particular, o 
si se trata de servicio público, cuando 
esté destinado a uso exclusivo del 
pasajero o no preste el servicio normal 
de ruta. 
 
Al respecto, la Ley Aduanera estableceque toda mercancía que 
ingrese a territorio nacional se someterá a los trámites que la misma prevé, 
para efecto de comprobar en territorio nacional su legal estancia o tenencia. 
 135 
En el mismo sentido, existe una disposición expresa en el artículo 146 
de la misma Ley Aduanera que establece que la tenencia, transporte o 
manejo de mercancías deberá de ampararse en todo tiempo con alguno de 
los siguientes documentos: 
1. – Documentación Aduanera, que fundamentalmente es el pedimento 
en el que se indica que las mercancías de origen o procedencia extranjera se 
sometieron a los trámites previstos en la legislación aduanera. 
Es importante señalar que el artículo 36 de la citada Ley, establece que 
al pedimento de importación se debe anexar la siguiente documentación: 
a) La factura comercial; 
b) El documento que acredite la celebración del contrato de 
transportación; 
c) Los documentos que acrediten el cumplimiento de regulaciones y 
restricciones de tipo no arancelario emitidas conforme a la Ley de Comercio 
Exterior; 
d) El documento con base en el cual se determine la procedencia y el 
origen de las mercancías para efectos de la aplicación de preferencias 
arancelarias, cuotas compensatorias, cupos, marcados de origen y otras 
medidas que al efecto se establezcan de conformidad con las disposiciones 
aplicables; 
e) El documento en el que conste la garantía otorgada mediante 
depósito efectuado en la cuenta aduanera de garantía a que se refiere el 
artículo 84-A de la Ley Aduanera, cuando el valor declarado de las 
mercancías sea inferior al precio estimado que establezca la Secretaría de 
Hacienda y Crédito Público; 
f) El certificado de peso o volumen expedido por la empresa 
certificadora autorizada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público 
mediante reglas expedidas en la Resolución Miscelánea de Comercio Exterior 
para cada año, tratándose del despacho de mercancías a granel en aduanas 
 136 
de tráfico marítimo, en los casos que el Reglamento de la Ley Aduanera lo 
establezca; 
g) Información que permita la identificación, análisis y control que 
señale la propia Secretaría de Hacienda y Crédito Público mediante reglas; y 
h) Los datos de identificación de aquellas mercancías que son 
susceptibles de ser identificadas individualmente a través de números de 
serie, parte, marca, modelo, especificaciones técnicas o comerciales 
necesarias para identificar las mercancías y distinguirlas de otras similares, 
cuando dichos datos existan, así como la información a que se refiere en 
inciso anterior. 
Esta información podrá señalarse en el pedimento, en la factura, en el 
documento de embarque o en relación anexa que señale el número de 
pedimento correspondiente, firmado por el importador, agente o apoderado 
aduanal. 
2. – Nota de venta expedida por autoridad fiscal federal o institución 
autorizada por ésta, o en su caso documentación que acredite la entrega de 
las mercancías por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y 
3. – Factura expedida por empresario establecido e inscrito en el 
Registro Federal de Contribuyentes que cumpla con los requisitos que al 
efecto establece el Código Fiscal de la Federación. 
Las reformas a la Ley Aduanera en vigor a partir de 2003 establecen 
que las empresas con programas de exportación autorizados no tendrán la 
obligación de identificar individualmente a las mercancías con relación a su 
número de serie, parte, marca o modelo, en la documentación aduanera, 
cuando se trate de insumos, componentes y artículos semiterminados que se 
importen temporalmente. Sin embargo, sí tendrán que cumplir con tal 
obligación cuando opten por pasar del régimen de importación temporal al 
régimen de importación definitiva dichas mercancías, por lo que en caso de 
que la autoridad en algún ejercicio de facultades encuentre mercancías de 
este tipo sin identificarse debidamente, procederá al embargo precautorio en 
 137 
virtud de no acreditar que se sometieron a los trámites previstos para su 
introducción a territorio nacional. 
Por lo tanto, con esta documentación se está en posibilidad de 
acreditar la legal estancia de la mercancía siempre y cuando el pedimento de 
importación haya sido validado por los medios electrónicos de la Secretaría 
de Hacienda y Crédito Público y asimismo, ostente el sello de la Institución 
Bancaria donde se haya realizado el pago de las contribuciones y 
aprovechamientos que en su caso corresponda pagar; dicho documento 
deberá ostentar la firma del agente o apoderado aduanal o de la persona 
autorizada por parte del agente aduanal, así como los sellos que indiquen que 
la mercancía se ha sometido a un proceso de desaduanamiento, es decir, el 
pedimento debe de contener las marcas de que se sometió a los trámites 
previstos en la Ley Aduanera. 
En caso contrario a lo anterior, se embargará precautoriamente la 
mercancía. 
Ahora bien, en nuestro país existen zonas geográficas para las cuales 
se conceden ciertos beneficios en materia de pago de impuesto general de 
importación, las cuales se conocen como regiones o franjas fronterizas. 
En términos de la Ley Aduanera, se considera como franja fronteriza al 
territorio comprendido entre la línea divisoria internacional y la línea paralela 
ubicada a una distancia de 20 kilómetros hacia el interior del país, por lo que 
tenemos dos franjas fronterizas, una que se ubica al norte del país y que se 
encuentra colindante con los Estados Unidos de América y otra al sur que 
colinda con Guatemala y Belice. 
Por otra parte, podemos entender como región fronteriza a aquel 
territorio dentro del país que se determina por parte del titular del Ejecutivo 
Federal a través de un decreto, como territorio con ese carácter, y en el cual 
se gozarán de ciertos beneficios en materia de pago de impuesto general 
para la importación de mercancías para uso exclusivo de dicho territorio 
 138 
En dichos territorios la Secretaría de Economía, previa opinión de la 
Secretaría de Hacienda y Crédito Público, determinará a través de 
disposiciones de carácter general cuáles serán las mercancías que estarán 
parcial o totalmente desgravadas del impuesto general de importación. 
Ahora bien, para ingresar al resto del territorio nacional las mercancías 
que hubiesen sido importadas a dichas franjas o regiones fronterizas, los 
importadores de las mismas tendrán que realizar una operación denominada 
“reexpedición”, que se puede efectuar cuando se trate de mercancías que se 
hubieran importado temporalmente o en forma definitiva a la franja o región 
fronteriza y en este último caso se hubieran cubierto las contribuciones 
aplicables al resto del territorio nacional; cuando se trate de mercancías que 
habiendo sido importadas a la franja o región fronteriza hayan sido objeto de 
procesos de elaboración o transformación; y cuando las mercancías 
importadas se internen temporalmente al resto del país para ser sometidas a 
un proceso de transformación, elaboración o reparación. Y para poder 
efectuar tal reexpedición de mercancías, los importadores tendrán que 
elaborar un pedimento de importación el cual deberá presentarse en la forma 
oficial aprobada ante la aduana correspondiente; asimismo, deberá llevar 
impreso el código de barras o cualquier otro medio de control que establezca 
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, debiendo ser acompañado de la 
copia del pedimento mediante el cual se efectuó la importación a la franja o 
región fronteriza, y cuando se trate de persona distinta del importador, la 
factura que reúna los requisitos establecidos en el Código Fiscal de la 
Federación; y los documentos que comprueben el cumplimiento de las 
regulaciones y restricciones de tipo no arancelario aplicables en el resto del 
territorio nacional. 
Como podemos observar, se debe cumplir con ciertos trámites y 
requisitos para que una mercancía, que habiendo estado demanera temporal 
o definitiva en una franja o región fronteriza, se pueda reexpedir al resto del 
territorio nacional, y en este sentido la Ley Aduanera establece que cuando la 
 139 
autoridad aduanera descubra mercancía sobre la que no se compruebe que 
se ha sometido a los trámites que ya han quedado señalados, se procederá a 
su embargo precautorio. 
Otra causa de embargo precautorio mencionada en la fracción en 
estudio, es cuando no se acredite la legal estancia de la mercancía en 
territorio nacional, y al respecto el artículo 146 de la multicitada Ley aduanera 
nos señala que la tenencia, transporte o manejo de mercancías de 
procedencia extranjera, con excepción de las de uso personal, deberá 
ampararse en todo tiempo con la documentación aduanera correspondiente, 
que acredite su legal importación, pudiendo ser el pedimento de importación, 
la nota de venta expedida por una Autoridad Fiscal Federal o Institución 
autorizada por ésta, o la factura expedida por algún empresario que se 
encuentre debidamente establecido e inscrito en el Registro Federal de 
Contribuyentes, misma que deberá cubrir todos y cada uno de los requisitos 
que al efecto establece el Código Fiscal de la Federación para considerarse 
como válida. 
Es pertinente aclarar que el hecho de que el poseedor de una 
mercancía de origen o procedencia extranjera ampare su tenencia con alguno 
de los documentos supra mencionados, no significa necesariamente que con 
el mismo documento se está acreditando su legal tenencia en territorio 
nacional, puesto que una mercancía extranjera debe pasar por un proceso de 
trámite para su importación, ya sea definitiva o temporal, y para ello se tiene 
que acreditar el cumplimiento de las disposiciones legales que rigen tal 
introducción. 
La legal estancia de una mercancía sólo se podrá acreditar con los 
documentos que la propia Ley Aduanera establece como obligatorios anexar 
al pedimento de importación, mismos que deben amparar que se cubrieron 
las formalidades para su ingreso a territorio nacional. 
En el caso de vehículos conducidos por personas no autorizadas, la 
Ley Aduanera establece en su artículo 106, fracción II, inciso e), que pueden 
 140 
ingresar a territorio nacional por un tiempo de seis meses los vehículos que 
sean importados por mexicanos con residencia en el extranjero, o bien por 
mexicanos que acrediten haber laborado en el extranjero por más de un año y 
siempre que comprueben mediante documentación oficial la calidad 
migratoria que los autorice para tal fin y que se trate de un solo vehículo en 
cada periodo de doce meses. 
En el mismo sentido, la Ley Aduanera establece que estos vehículos 
importados temporalmente podrán ser conducidos en territorio nacional 
directamente por el importador, su cónyuge, sus ascendientes, sus 
descendientes, sus hermanos, siempre y cuando puedan comprobar que son 
residentes en un país extranjero. Asimismo, se autoriza que el vehículo pueda 
ser conducido por un extranjero que sea turista, visitante local, inmigrante 
rentista o no inmigrante, a excepción de refugiados y asilados políticos. 
También se permitirá que los automóviles sean manejados por una 
persona distinta a las que se han mencionado siempre y cuando el importador 
invariablemente viaje a bordo del vehículo. 
Por otra parte, el artículo 106, en su fracción IV, de la Legislación 
Aduanera, establece que los vehículos propiedad de extranjeros que se 
internen al país con calidad de inmigrantes rentista o de no inmigrantes 
podrán ser importados temporalmente hasta el plazo que dure su calidad 
migratoria. Gozarán de este mismo derecho los turistas y visitantes locales 
con los vehículos que incluso puedan no ser de su propiedad, siempre y 
cuando se trate de un solo vehículo. Es importante manifestar que puede 
darse el caso de que el vehículo que originalmente fue importado en forma 
temporal y en buen estado llegase a sufrir alguna avería, descompostura o 
accidente, y sólo en estos supuestos la Legislación Aduanera permite que 
pueda ser conducido para efectos de su reparación por empleados o 
propietarios de talleres automotores, con el único propósito de probarlos en su 
funcionamiento. 
 141 
Finalmente, se llevará a cabo el embargo precautorio de las 
mercancías cuando no sean declaradas por pasajeros y, de conformidad con 
lo que establece la Regla 2.7.1 de las Reglas de Carácter General en Materia 
de Comercio Exterior para 2002, son considerados pasajeros aquellas 
personas que introduzcan mercancías al territorio nacional a su llegada al 
país, o bien que las transporten al transitar de la franja o región fronteriza al 
resto del territorio nacional. 
Como podemos observar se mencionan dos supuestos, a saber, el de 
aquellos pasajeros que introduzcan mercancías al territorio nacional a su 
llegada al país y el de aquellos pasajeros que las transporten al transitar de la 
franja o región fronteriza al resto del territorio nacional. 
En el primer supuesto se consideran dos grupos de pasajeros: 
El primero formado por aquellos pasajeros que tienen su residencia en 
territorio nacional o extranjero y que ingresan al país después de un viaje de 
placer o de negocios teniendo derecho a transportar consigo ciertas 
mercancías a las que se denominan “equipaje de pasajero”, que de 
conformidad con el artículo 61, fracción VI de la Ley Aduanera, se encuentran 
exentas del pago del impuesto general de importación y de otras 
contribuciones. 
Es considerado equipaje de pasajeros residentes en territorio nacional 
o extranjero las siguientes mercancías: 
1. Bienes de consumo personal usados o nuevos, tales como ropa, 
calzado y productos de aseo siempre que sean acordes a la duración del viaje 
y que por su cantidad no puedan ser objetos de comercialización. 
2. Una cámara fotográfica y una de video grabación, en su caso 
fuente de poder, hasta 12 rollos de película virgen o video cassettes, material 
fotográfico impreso o filmado, un aparato de telefonía celular y un radio 
localizador, una máquina de escribir, un equipo de cómputo portátil que sea 
nuevo o usado de los denominados laptop, notebook, omni book o similares, 
para los cuales no se requerirá contar con el permiso previo de importación. 
 142 
3. Dos equipos personales deportivos usados, siempre que puedan 
ser transportados normal y comúnmente por una persona. 
4. Un aparato de radio portátil para el grabado o reproducción del 
sonido o uno mixto. 
5. Cinco discos láser, cinco discos DVD, veinte discos compactos o 
cintas magnéticas denominadas audio cassettes para la reproducción del 
sonido. 
6. Libros y revistas que por su cantidad no puedan ser objeto de 
comercialización. 
7. Cinco juguetes, siempre que sean transportados normal y 
comúnmente por una persona. 
8. Medicamentos de uso personal y en el supuesto de que se trate 
de substancias psicotrópicas deberán de mostrar la receta médica. 
9. Velices, petacas, baúles y maletas necesarios para el traslado 
de las mercancías. 
10. Tratándose de pasajeros mayores de edad, podrán traer consigo 
un máximo de 20 cajetillas de cigarros, 25 puros de 6200 gramos de tabaco y 
hasta 3 litros de vino, cerveza o licor, en el entendido de que no se podrá 
introducir una cantidad mayor de puros, sin que se cumpla con las 
regulaciones y restricciones aplicables. 
11. Un binocular. 
12. Un instrumento musical, siempre que sea transportado normal y 
comúnmente por una persona. 
13. Una tienda de campaña y un equipo para acampar. 
14. Un deslizador acuático con o sin vela. 
15. Tratándose de personas con discapacidad, las mercancías de 
uso personal que suplan o disminuyan dicha capacidad. 
Hasta $300.00 dólares de los Estados Unidos de América o su 
equivalente en otras monedas extranjeras, en uno o varios artículos, excepto 
 143 
tratándose de cervezas, bebidas alcohólicas y tabaco labrado en cigarros o en 
puros cuando elarribo a territorio nacional sea por vía marítima o aérea. 
Hasta $50.00 dólares de los Estados Unidos de América o su 
equivalente en otras monedas extranjeras, en uno o varios artículos, excepto 
tratándose de cervezas, bebidas alcohólicas, tabaco labrado en cigarros o 
puros y combustible automotriz, salvo el que se contenga en el tanque de 
combustible del vehículo que cumpla con las especificaciones del fabricante, 
cuando el arribo a territorio nacional sea por vía terrestre así como cuando 
arribe por vía aérea y el aeropuerto de partida se encuentre en la franja o 
región fronteriza o en las ciudades del extranjero ubicadas un una franja de 25 
millas a lo largo de la frontera con el territorio nacional. En este caso se 
deberá de contar con la factura, comprobante de venta o cualquier otro 
documento que exprese el valor comercial de las mercancías. 
Como podemos observar, se trata de una lista importante de 
mercancías que en conjunto es considerada como equipaje de pasajeros. 
Aunado a lo anterior, se permite que se adquieran en el extranjero 
artículos nuevos o usados a los que se les denominará franquicia, por un 
monto no mayor a $300.00 dólares de los Estados Unidos de América o su 
equivalente en otras monedas extranjeras, y en caso de que el viaje haya sido 
por vía terrestre o bien por vía aérea, pero el aeropuerto de partida no se 
encuentre fuera de una distancia mayor a 25 millas o dentro de alguna zona o 
región fronteriza, la franquicia sólo será del orden de $50.00 dólares de los 
Estados Unidos de América o las monedas equivalentes. 
Esta franquicia se considerará parte del equipaje de pasajeros y por lo 
tanto será exenta del pago de impuesto general de importación, pero para ello 
es requisito indispensable que se compruebe que las mercancías no superan 
los valores ya establecidos; esta comprobación se podrá realizar con la 
presentación ya sea de una factura comercial o bien de una nota de venta o 
cualquier otro documento que exprese tal valor. 
 144 
Ahora bien, si un pasajero transporta consigo mercancías extranjeras 
que rebasen dichas cantidades, y desea introducirlas a territorio nacional de 
manera legal, tendrá que declarar dichas mercancías en el documento 
denominado “Declaración de Aduanas”, por las que debe pagar 
contribuciones a través del formato denominado “formulario de pago de 
contribuciones al comercio exterior”, el cual deberá ser realizado en el módulo 
de la Institución de Crédito autorizada que se encuentre dentro de la aduana 
correspondiente. 
Es importante subrayar que para que estas mercancías puedan ser 
importadas a territorio nacional a través del procedimiento simplificado supra 
mencionado, el interesado debe portar consigo la factura comercial, el 
comprobante de venta o cualquier otro documento que exprese el valor de la 
mercancía. 
En cuanto al valor de las mercancías importadas bajo este 
procedimiento no podrá ser deducido para efectos fiscales, y en caso de que 
necesite obtener dicho beneficio, las mercancías necesariamente deberán ser 
introducidas al país por medio de un agente o apoderado aduanal a través de 
una aduana de carga, y para ello deberán de cumplir con todas y cada una de 
las formalidades que la propia mercancía requiera. 
Tratándose de mercancías que estén sujetas al cumplimiento de 
regulaciones y restricciones de tipo no arancelario, necesariamente tendrán 
que ser importadas a través de agente o apoderado aduanal cumpliendo con 
los requisitos que de acuerdo a la fracción arancelaria de las mercancías 
corresponda. 
Por su parte la Ley Aduanera establece en su artículo 5, que es 
obligación de los pasajeros declarar ante la autoridad aduanera si traen 
consigo mercancías distintas de su equipaje a través de la Declaración de 
Aduanas para que una vez presentada ésta, realice el pago de las 
contribuciones correspondientes y pueda elegir solicitarle a la autoridad 
aduanera que le practique el reconocimiento aduanero a las mercancías que 
 145 
transporta consigo, o bien activar el mecanismo de selección automatizado 
que determinará si se le practicará el reconocimiento aduanero. 
De lo anterior se impone el hecho de que todas las mercancías que no 
formen parte del equipaje al que un pasajero tiene derecho y no sean 
declaradas ante la autoridad aduanera, las consecuencias de esta omisión 
implicaría el embargo precautorio con el que se daría inicio al Procedimiento 
Administrativo en Materia Aduanera. 
El segundo grupo formado por aquellos pasajeros que ingresan 
temporalmente a territorio nacional en casas rodantes o embarcaciones que 
no presten servicio de transporte público de pasajeros, tendrán derecho 
además de las mercancías señaladas en el grupo de pasajeros anterior a las 
mercancías siguientes: 
1. Utensilios de cocina y cubiertos acordes a las necesidades de su 
viaje; 
2. Equipos y aparatos de cocina acordes a las necesidades de su 
viaje y del medio de transporte en que se internen al país; 
3. Sábanas, cobijas, almohadas, toallas y mantelería acorde a las 
necesidades de su viaje y al medio de transporte en el que se internen al país; 
4. Alimentos y bebidas enlatadas o envasados, acordes a las 
necesidades y duración del viaje; 
5. Un aparato de televisión que no exceda de 25 pulgadas, en este 
caso se permitirá la entrada de una pieza por cada una de las habitaciones 
con que cuente la casa rodante o la embarcación; 
6. Una video casetera, para la que también se podrá permitir la 
entrada de una pieza por cada una de las habitaciones con que cuente la 
casa rodante o la embarcación; 
7. Una reproductora de discos láser para la que también es posible 
que se introduzca una pieza por cada una de las habitaciones con que cuente 
la casa rodante o la embarcación; y 
 146 
8. Una reproductora de discos DVD para la que también es posible 
que se introduzca al país una pieza por cada una de las habitaciones con que 
cuente la casa rodante o la embarcación. 
Como sucede en el caso anterior la mercancía que no sea declarada a 
la entrada al país a través de los documentos y procedimientos establecidos 
se procederá al embargo precautorio de las mismas. A este respecto, cabe 
mencionar que para las casas rodantes existe un formato especial con el que 
se solicita la entrada al país, el cual se denomina “solicitud de autorización de 
importación temporal de casas rodantes”, que deberá llenarse totalmente en 
forma paralela a la declaración para cada uno de los jefes de las familias que 
vayan a pasar con la misma al territorio nacional. Asimismo, para el caso de 
embarcaciones deberá llenarse el “formato oficial de embarcaciones”, también 
en forma paralela a la declaración de aduanas que debe cubrir cada jefe de 
familia que ingrese a territorio nacional. 
Al igual que en el grupo anterior, la mercancía adicional a su equipaje y 
que no sea declarada a la autoridad aduanera, será embargada 
precautoriamente. 
El segundo supuesto lo conforma aquellos pasajeros que viajan desde 
una zona o región fronteriza al resto del territorio nacional y transportan 
consigo mercancías de origen o procedencia extranjera. 
Se dan casos en los que un residente en una franja o región fronteriza 
debe realizar un viaje al resto del territorio nacional para lo cual deberá llevar 
consigo mercancías que necesitará durante el mismo. 
La Legislación Aduanera establece que las mercancías que podrá 
trasportar consigo sin que realice algún trámite adicional serán los que 
conformen su equipaje, el cual estará formado por las mismas mercancías a 
que tiene derecho un pasajero que sea residente nacional o en el extranjero, 
adicionado con las mercancías que conforman la franquicia por $300 dólares 
de los Estados Unidos de América, para lo cual el pasajero deberá comprobar 
tal circunstancia con el comprobante expedido en la franja o región fronteriza. 
 147 
En el supuesto de que el pasajero necesitellevar consigo mercancía de 
procedencia extranjera que hayan sido previamente importadas a la franja o 
región fronteriza con valores superiores a los señalados, deberá 
necesariamente realizar el procedimiento de reexpedición para lo cual se 
cubrirá la diferencia de contribuciones y se cumplirán con las regulaciones y 
restricciones de tipo no arancelario. 
Estas mercancías tendrán que ser declaradas a la autoridad aduanera 
en el punto de entrada de las mismas al resto del territorio nacional, ya que en 
caso contrario, si llegan a ser detectadas por alguna autoridad aduanera y no 
se acredite tal cumplimiento se procederá al embargo precautorio de las 
mismas con lo que iniciara el Procedimiento Administrativo en Materia 
Aduanera. 
Finalmente, menciona la fracción en estudio, que se embargará el 
medio de transporte en el que viajen los pasajeros cuando se trate de 
vehículos de uso particular o bien cuando, aún tratándose de un transporte de 
servicio público el mismo, esté destinado a prestarle un uso exclusivo al 
pasajero que no declaró las mercancías o no preste el servicio normal de ruta; 
entendiéndose como transporte de servicio normal de ruta aquel que se 
presta no a un solo pasajero en exclusivo sino a varios pasajeros que hayan 
adquirido el boleto respectivo en las taquillas en las que normalmente se 
venden. 
 
FRACCIÓN IV. Cuando con motivo del 
reconocimiento aduanero, del segundo 
reconocimiento o de la verificación de 
mercancías en transporte, se detecte 
mercancía no declarada o excedente en 
más de un 10% del valor total declarado 
en la documentación aduanera que 
ampare las mercancías. 
 
 148 
Comúnmente ocurre que el proveedor en el extranjero incluya en el 
embarque de mercancías para repuesto de algunas que se hayan enviado 
previamente y que hubieran salido defectuosas o mercancías adicionales a 
las que se solicitaron ya sea porque quiera agradar al cliente haciéndole un 
regalo o porque quiera prevenir que algunas mercancías se deterioren 
durante el transporte y llegue como faltante y generalmente factura una 
cantidad menor a la que realmente embarca. 
De esta manera es que muchas veces llega mercancía excedente en 
los embarques, que no son detectadas durante la práctica del reconocimiento 
previo por parte del personal autorizado del agente aduanal, ya que no 
siempre es posible revisar todas y cada una de las piezas en cada embarque, 
o bien no se tiene la costumbre de realizarlo, e incluso cuando se realiza se 
lleva a cabo en forma somera o con descuido, lo que no permite percatarse 
de que la cantidad de mercancías arribó en cantidad mayor a la que se señala 
en la factura. 
En otras ocasiones el personal autorizado si detecta que llegan a 
territorio nacional mercancías de más pero toman la decisión de declarar en el 
pedimento de importación sólo las que vienen declaradas en la factura y se 
arriesgan a que en el ejercicio de sus facultades de comprobación la 
autoridad aduanera detecte dicha circunstancia 
En este sentido, si durante la práctica de un reconocimiento aduanero, 
de un segundo reconocimiento o bien de una verificación de mercancías en 
transporte, se llegaran a encontrar mercancías que representen más del 10% 
del valor total que venga expresado en la documentación aduanera que 
ampare a las mismas, se considerará como una causal de embargo 
precautorio, en términos de lo que señala la fracción en estudio; y en este 
caso el medio en que se transportan las mismas quedará en garantía del 
interés fiscal a menos que se cumpla con los requisitos que establece el 
Reglamento de la Ley Aduanera, de los cuales el más importante consiste en 
 149 
presentar debidamente llenada una carta porte que acredite la celebración de 
un contrato de transporte. 
FRACCIÓN V. Cuando se introduzcan 
dentro del recinto fiscal vehículos de 
carga que transporten mercancías de 
importación sin el pedimento que 
corresponda para realizar el despacho 
de las mismas. 
 
Acorde a lo establecido por el artículo 14 de la Ley Aduanera, se 
entiende como recinto fiscal a aquel lugar donde las autoridades aduaneras 
realizan indistintamente las funciones de manejo de mercancías que 
provienen del extranjero para su importación o del territorio nacional para su 
exportación; asimismo, donde se realiza el almacenamiento de dichas 
mercancías en tanto éstas son sometidas a un régimen aduanero; también es 
el lugar donde se custodia la integridad de éstas y donde para tal efecto se 
llevan a cabo las funciones de carga y descarga de las mismas, además es 
ahí donde las autoridades aduaneras llevan acabo sus actividades de 
fiscalización, así como donde se realiza el despacho de las mercancías. 
En el texto de la fracción en estudio, señala que cuando se llegue a 
introducir a recintos fiscales vehículos que vayan cargados con mercancías 
que sean de importación y que los conductores de los mismos no presenten 
ante las autoridades aduaneras en ejercicio de sus facultades de 
comprobación el pedimento que corresponda para que se realice el despacho 
de las mercancías y puedan ingresar de manera legal a territorio nacional, las 
autoridades aduaneras procederán a efectuar el embargo precautorio de las 
mismas y de los propios medios en que se transporten. 
FRACCIÓN VI. Cuando el nombre o 
domicilio fiscal del proveedor o 
importador, señalado en el pedimento o 
en la factura, sean falsos o inexistentes 
 150 
o cuando en el domicilio fiscal señalado 
en dichos documentos, no se pueda 
localizar al proveedor o la factura sea 
falsa. 
 
En muchas ocasiones se colocan en el pedimento razones sociales o 
nombres de los importadores de manera equivocada o incompleta, estos 
errores pueden llevar a suponer a la autoridad aduanera que los datos son 
falsos. 
Esta situación en ocasiones sucede sin que haya sido necesariamente 
planeado o realizado de forma intencional con fines de evadir o eludir el 
cumplimiento de las obligaciones fiscales. 
Comúnmente se da cuando una empresa tiene su denominación social 
compuesta por varias palabras y no se colocan todas ellas al momento en que 
se realiza el llenado del pedimento. Es importante puntualizar que esta labor 
generalmente la realiza el personal autorizado del agente o apoderado 
aduanal y en ocasiones no es tan representativo que falte una de las palabras 
de las que integran la denominación social de la empresa. 
El error al que aludimos puede originar que la autoridad aduanera 
suponga que tales nombres sean falsos o inexistentes. 
Ahora, es preciso determinar qué se entiende por falso e inexistente; y 
al efecto, el Diccionario Enciclopédico Larousse Ilustrado nos dice que falso 
es equivalente a decir que algo no es verdadero, que es contrario a la verdad 
o realidad, que está falto de ponderación o que es inexacto; en esto 
encuadra lo que se ha comentado anteriormente, que al declarar un nombre 
de manera errónea se está faltando a la verdad, que tal nombre puede no 
corresponder a la realidad, ya que realmente una empresa no podría 
comprobar la utilización de cierto nombre a través de la presentación de un 
documento oficial que así lo establezca, por lo que la autoridad aduanera 
puede en ese momento proceder a efectuar el embargo precautorio de la 
 151 
mercancía. Y por inexistente nos dice que es aquello que carece de 
existencia y por lo tanto de valor, por lo que la utilización de tal nombre no 
puede tenerse por válida si se quiere aceptar que tal documentación ampara 
a ciertas mercancías para la acreditación de la legal estancia de las mismas 
en el territorio nacional. 
Lo mismo sucede si los datos correspondientes a los nombres de los 
proveedores no coinciden o no se encuentran expresados correctamente, una 
vez que las autoridades aduaneras buscan la existencia de tales empresas 
que generalmente residen en el extranjero, a través de mecanismos de 
intercambio de este tipo de informacióncon las entidades competentes en los 
países extranjeros con los que nuestro país ha celebrado relaciones 
comerciales. 
Por lo anterior, se tiene que cuando los nombres, ya sea del que 
importa mercancías como del que exporta las mismas del extranjero hacia el 
territorio nacional, son falsos o inexistentes, se está ante un supuesto de 
embargo precautorio de mercancías. 
La misma suerte correrá las mercancías si la autoridad aduanera 
determina que el domicilio fiscal que se encuentra manifestado en la factura o 
pedimento es falso o inexistente, por lo que para evitar dicha situación es 
conveniente que tanto el importador como el personal autorizado del agente o 
apoderado aduanal verifiquen que los datos del proveedor o del importador 
sean correctos. 
En el segundo supuesto mencionado por esta fracción, se establece 
que cuando la autoridad aduanera tenga conocimiento de que el domicilio 
fiscal que se ha señalado tanto en el pedimento o en su caso el señalado en 
la factura comercial no se pueda localizar al proveedor porque no exista tanto 
la calle o el número, e incluso la colonia o población de que se trate, se 
presumirá que se incurre en falsedad de declaraciones y en consecuencia no 
se le dará validez a dicho documento, por lo que la autoridad aduanera 
procederá a realizar el embargo precautorio de las mercancías. 
 152 
Al respecto, es imprescindible manifestar que de acuerdo a lo 
establecido por el artículo 10 del Código Fiscal de la Federación, se considera 
domicilio fiscal: 
 Tratándose de personas físicas cuando realizan actividades 
empresariales, el local en que se encuentre el principal asiento de sus 
negocios; cuando no realizan las actividades anteriores y presten servicios 
personales independientes, el local que utilicen como base fija para el 
desempeño de sus actividades, y en los demás casos, el lugar donde tengan 
el asiento principal de sus actividades. 
Con respecto a las personas morales cuando sean residentes en el 
país, el local donde se encuentre la administración principal del negocio; si se 
trata de establecimientos residentes en el extranjero, lo será dicho 
establecimiento, en el caso de varios establecimientos, el local donde se 
encuentre la administración principal del negocio en el país o en su defecto el 
que designen. 
Finalmente, cuando la factura sea falsa y la autoridad aduanera detecte 
que el documento al que el importador le concede el valor de la factura, no 
tiene valor o puede ser falso, estará facultada para proceder a realizar el 
embargo precautorio de las mercancías. 
Una factura puede calificarse como falsa cuando el nombre del 
exportador no exista, no sea verdadero, sea inexacto o cuando sea evidente 
que ostenta datos que no son reales ya que no pueden demostrarse a través 
de la verificación de los mismos por parte de las autoridades aduaneras 
nacionales o extranjeras que las lleven a cabo. 
FRACCIÓN VII. Cuando el valor 
declarado en el pedimento sea inferior 
en un 50% o más al valor de transacción 
de mercancías idénticas o similares 
determinado conforme a los artículos 72 
y 73 de esta Ley, salvo que se haya 
 153 
otorgado la garantía a que se refiere el 
artículo 86-A fracción I de esta Ley. 
 
Para entender este supuesto por el que se realiza un embargo 
precautorio de mercancía de procedencia extranjera, es necesario explicar 
primeramente que éste se inicia cuando una autoridad aduanera detecta que 
la factura que se presenta para estas mercancías no cumple con los 
requisitos que marca la Legislación Aduanera para ser considerada como 
válida y, en consecuencia, no se acepta como método de valoración el 
método de valor de transacción de mercancías. 
En consecuencia, la autoridad aduanera procederá a darle valor a las 
mercancías aplicando el método contemplado por la Legislación Aduanera, y 
que conforme con la misma se debe usar los métodos de valoración por orden 
sucesivo y por exclusión. 
El método siguiente en orden es el de valor de transacción de 
mercancías idénticas, es decir, se deberá dar el valor utilizando datos 
verídicos y comprobables de mercancías que sean iguales en todo a las que 
se tienen que valorar. Si no existieran datos verídicos y comprobables que 
permitieran realizar la valoración de mercancías conforme al método de valor 
de mercancías idénticas, se deberá utilizar el método siguiente que es el de 
valor de transacción de mercancías similares, el cual se aplica con base en 
datos objetivos y cuantificables que tenga en su poder la autoridad aduanera. 
La Ley Aduanera establece en caso de que la autoridad aduanera al 
ejercer sus facultades llegara a encontrar en los pedimentos de importación 
valores para ciertas mercancías que sean inferiores en un 50% o más del 
valor que en su momento se determinará conforme a los métodos de 
valoración de mercancías idénticas, o en su caso conforme al método de 
valoración de mercancías similares, entonces se procederá a efectuar el 
embargo precautorio de las mismas. Pero éste no se efectuará en caso de 
que el importador, previo conocimiento de que las mercancías que introduce a 
 154 
territorio nacional, tuviera un precio por debajo del que tienen otras 
mercancías idénticas o similares, efectúe un depósito en una cuenta 
aduanera de garantía, y presente su comprobante ante la autoridad aduanera 
correspondiente. En caso de que no presente comprobante de dicho depósito 
la autoridad aduanera procederá a efectuar el embargo correspondiente. 
Es importante determinar que las cuentas aduaneras de garantía sirven 
para garantizar mediante depósitos en Instituciones de Crédito o casas de 
bolsa autorizadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el pago de 
contribuciones y en su caso, cuotas compensatorias que pudieran causarse 
con motivo de alguna de las operaciones de comercio exterior que se 
mencionan a continuación: 
1. – Cuando los importadores efectúen la importación definitiva de 
mercancías y declaren en el pedimento un valor inferior al precio estimado 
que dé a conocer la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la garantía 
será por un monto igual a las contribuciones y en su caso cuotas 
compensatorias que se causaría por la diferencia entre el valor declarado y el 
precio estimado. 
Esta garantía se cancelará a los seis meses de haberse efectuado la 
importación, salvo que se hubiera iniciado el ejercicio de facultades de 
comprobación en cuyo caso el plazo se ampliará hasta que se dicte 
resolución definitiva y cuando se determinen contribuciones o cuotas 
compensatorias omitidas, hasta que las mismas se paguen, o se ordene su 
cancelación por autoridad competente. 
2. – Cuando efectúen el tránsito interno o tránsito internacional de 
mercancías por un monto igual a las contribuciones y cuotas compensatorias 
que se determinen provisionalmente en el pedimento, tomando en cuenta el 
valor de transacción de mercancías idénticas o similares acorde a los 
artículos 72 y 73 de la Ley Aduanera. 
Es relevante precisar que tal garantía no se aplicará cuando se trate de 
importaciones temporales que efectúen las empresas maquiladoras y las 
 155 
empresas con programas de exportación autorizados por la Secretaría de 
Economía, siempre y cuando las mercancías se encuentren previstas en los 
programas respectivos. 
En estos casos la garantía se cancelará cuando se tramite el 
pedimento correspondiente en la aduana de despacho o de salida, según se 
trate de tránsito interno o internacional y se paguen las contribuciones y 
cuotas compensatorias. 
En los dos casos anteriores cuando la autoridad aduanera competente 
realice la cancelación de la garantía, el importador podrá recuperar el monto 
de las cantidades que hubiera depositado conjuntamente con los rendimientos 
que se hayan generado a partir de la fecha en que se hubiera efectuado el 
depósito y hasta la fecha en que se haya autorizado su cancelación.Como puede apreciarse el legislador establece varios supuestos en los 
que procederá el embargo precautorio de una mercancía, teniendo la 
autoridad aduanera la obligación de aplicarlos en el momento en que presuma 
cometido alguno de estos supuestos. 
Acorde a lo antes descrito, podemos determinar que el embargo de 
mercancías se origina por la falta de acreditación de manera satisfactoria de 
su legal importación, tenencia y estancia en territorio nacional ante las 
autoridades aduaneras y que por ende no cumplen con todas y cada una de 
las obligaciones que en la materia dispone la legislación aduanera, teniendo 
entonces por objeto retener la mercancía en tanto se lleva a cabo el 
Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera, en el que, como 
sabemos, el importador o tenedor de la mercancía tratara de mostrar que 
cumple con todos y cada uno de los requisitos que la misma Ley Aduanera le 
impone para realizar la importación de la mercancía a territorio nacional. 
Ahora bien, todas y cada una de las causas de embargo precautorio de 
las mercancías lleva consigo el embargo de los medios en que éstas son 
transportadas, tal y como se desprende del primer párrafo del artículo 151 de 
la Ley Aduanera en estudio, que en propias palabras del legislador, 
 156 
plasmadas en dicho numeral, tiene como finalidad garantizar el pago del 
interés fiscal que la propia mercancía embargada pueda generar a lo que 
estamos en desacuerdo, pues si bien es cierto se trata de verificación de 
mercancías en transporte, también lo es que se entiende por la misma, el 
estudio del cumplimiento de todos y cada uno de los impuestos que por la 
mercancía se deben pagar para tener la legal tenencia y estancia de la misma 
en el país, tal y como la Ley Aduanera dispone. Es por ello que consideramos 
necesario desde el punto de vista de una empresa transportista que debe ser 
deslindado dicho embargo de los vehículos que representan la fuente de 
ingresos de dichas empresas y que sólo tienen relación jurídica con el 
importador de la mercancía respecto al contrato de prestación de servicios 
que han celebrado las partes que intervienen en dicho acto y no para que 
responsabilicen al conductor o propietario del vehículo en el que son 
transportadas dichas mercancías. 
 
4.2. ANÁLISIS DEL ARTÍCULO 157 DEL CÓDIGO FISCAL DE LA 
FEDERACIÓN. 
La finalidad del análisis de este artículo es determinar con claridad su 
significado y alcance, así como su relación con el artículo 151 de la Ley 
Aduanera y sobre todo con nuestra propuesta planteada. 
 
4.2.1. BIENES INEMBARGABLES. 
Para poder realizar el desarrollo del término en estudio es necesario 
previamente determinar que se trata de una palabra compuesta por dos 
términos diferentes, pero que unidos entrañan un amplio y detallado 
significado, mismos que estudiaremos a continuación. 
Los bienes forman parte del patrimonio de una persona, y entiéndase 
como patrimonio el conjunto de bienes, derechos y obligaciones, susceptibles 
de apreciación pecuniaria, es decir, apreciables en dinero. 
 157 
Jurídicamente se considera como bien todo aquello que puede ser 
objeto de apropiación, y de acuerdo a lo dispuesto en el Código Civil, es 
objeto de apropiación las cosas que no estén excluidas del comercio, 
señalando el mismo Código que: “las cosas pueden estar fuera del comercio 
por su naturaleza o por disposición de la ley”. Por su naturaleza son aquellas 
que no pueden ser poseídas por un individuo y por disposición de la Ley las 
que ésta declara no susceptibles de propiedad particular. 
La clasificación de los bienes es útil porque en primer lugar la Ley las 
somete a regímenes diversos, y en segundo lugar, porque en este sentido no 
están sujetos a las mismas reglas en cuanto a su enajenación, ni a su 
adquisición, ni tampoco son semejantes los actos que determinadas personas 
pueden ejecutar sobre ellos cuando se encuentra dentro de determinados 
cuadros distintos de clasificación. 
Son múltiples las clasificaciones relativas a los bienes, las que 
consideramos se incluyen en algunos de sus aspectos en el Código Civil. 
Los bienes se clasifican en: 
1. – Muebles e inmuebles. 
Esta clasificación es la más importante y tradicionalmente se ha 
considerado que bienes muebles por su naturaleza son los que pueden 
trasladarse de un lugar a otro por medio de una fuerza exterior o por sí 
mismos; y son bienes muebles por determinación de la Ley, las obligaciones y 
los derechos o acciones que tienen por objeto cosas muebles o cantidades 
exigibles en virtud de acción personal, tal y como se desprende del artículo 
754 del Código Civil. 
Los bienes inmuebles son los que no pueden ser trasladados de un 
lugar a otro, sea por su naturaleza o por disposición de la Ley. Por su 
naturaleza son aquellos que en atención a su fijeza imposibilitan su traslado 
de un lugar a otro; y por disposición de la Ley los que ésta determina como 
tales, atendiendo al uso al que están destinados. 
 De acuerdo con el artículo 750, son bienes inmuebles: 
 158 
I. El suelo y las construcciones adheridas a él; 
II. Las plantas y árboles, mientras estuvieren unidos a la tierra, y los 
frutos pendientes de los mismos árboles y plantas, mientras no sean 
separados de ellos por cosechas o cortes regulares; 
III. Todo lo que esté unido a un inmueble de una manera fija, de modo 
que no pueda separarse sin deterioro del mismo inmueble o del objeto a él 
adherido; 
IV. Las estatuas, relieves, pinturas u otros objetos de ornamentación 
colocados en edificios o heredades por el dueño del inmueble, en tal forma 
que revele el propósito de unirlos de un modo permanente al fundo; 
V. Los palomares, colmenas, estanques de peces o criaderos análogos 
cuando el propietario los conserve con el propósito de mantenerlos unidos a 
la finca y formando parte de ella de un modo permanente; 
VI. Las máquinas, vasos, instrumentos o utensilios destinados por el 
propietario de la finca, directa o exclusivamente, a la industria o explotación 
de la misma; 
VII. Los abonos destinados al cultivo de una heredad, que estén en las 
tierras donde hayan de utilizarse, y las semillas necesarias para el cultivo de 
la finca; 
VIII. Los aparatos eléctricos y accesorios adheridos, al suelo o a los 
edificios por el dueño de éstos, salvo convenio en contrario; 
IX. Los manantiales, estanques, aljibes y corrientes de agua, así como 
los acueductos y las cañerías de cualquiera especie que sirvan para conducir 
los líquidos o bases a una finca o para extraerlos de ella; 
X. Los animales que formen el pie de cría en los predios rústicos 
destinados total o parcialmente al ramo de ganadería, así como las bestias de 
trabajo indispensables para el cultivo de la finca, mientras están destinadas a 
ese objeto; 
 159 
XI. Los diques y construcciones, que, aun cuando sean flotantes, estén 
destinados por su objeto y condiciones a permanecer en un punto fijo de un 
río, lago o costa; 
XII. Los derechos reales sobre inmuebles; y 
XIII. Las líneas telefónicas y telegráficas y las estaciones 
radiotelegráficas fijas. 
1. – De dominio del poder público o de propiedad de los particulares. 
Esta clasificación se refiere a las personas a quienes los bienes pertenecen; 
considerándose como bienes de propiedad pública los de dominio del poder 
público, o sea que pertenecen a la Federación, Estados o Municipios, y son 
bienes de propiedad de los particulares todas las cosas cuyo dominio les 
pertenece legalmente y de las que no puede aprovecharse ninguno sin 
consentimiento del dueño o autorización de la Ley. 
2. - Vacantes y mostrencos. Esta clasificación parte de la distinción 
entre los bienes cuyo dueño es cierto y conocido y aquellos abandonados o 
cuyo dueño se ignore. 
El Código Civil determina como vacantes a los inmuebles sin dueño y 
como mostrencos a los muebles perdidos o abandonados. 
La importancia de esta clasificaciónestriba en la posibilidad de obtener 
una participación sobre los bienes para el descubridor ya sean mostrencos o 
vacantes, ésta consistirá en la cuarta parte del valor del bien. 
3. - Fungibles y no fungibles. Esta clasificación es sólo aplicada a los 
bienes muebles. Ahora bien, son bienes fungibles aquellos que pueden ser 
cambiados entre sí, los que pueden ser reemplazados por otros de la misma 
especie, calidad y cantidad. Son cosas fungibles las susceptibles de pesarse, 
medirse o contarse, cosas que son de un mismo género y calidad, en tal 
forma que se puede cumplir con una obligación mediante la entrega de 
objetos similares. 
 160 
Los bienes no fungibles, por el contrario, son los que por sus 
características especiales no pueden ser sustituidos por otros de la misma 
especie, calidad y cantidad. 
4. - Consumibles y no consumibles. Consumibles son aquellos que no 
permiten un uso reiterado, sino que se agotan en la primera oportunidad en 
que son usados, como sucede con los comestibles; y no consumibles son los 
que pueden tener un uso constante y duradero. 
Como hemos visto, el estudio de los bienes es muy amplio en su 
contenido por lo que sólo nos limitamos a determinar que los medios de 
transporte son considerados como bienes muebles, puesto que como ya 
quedó establecido se pueden trasladar de un lugar a otro. 
Respecto a la inembargabilidad, creemos necesario primero 
determinar qué se entiende por embargable como término genérico, y éste se 
refiere a lo sujeto a embargo o susceptible de tal medida preventiva o 
ejecutiva de carácter judicial y para garantía o satisfacción de un derecho, 
que como ya ha quedado establecido en capítulo anterior, el embargo se 
refiere a un conjunto de actividades que tienen como principal finalidad 
señalar bienes concretos de un deudor para que éste pueda enfrentar sus 
deudas, que en materia aduanera simplemente se limita a secuestrar los 
bienes o mercancías, en tanto se lleva a cabo el procedimiento respectivo 
para determinar los créditos fiscales en su caso omitidos por el importador, 
agente o apoderado aduanal, sin necesidad de que sea el deudor quien 
señale dichos bienes o mercancías. 
Pero no todos los bienes son embargables, puede que la Ley declare 
inembargable un bien por razones de interés público o motivos de interés 
social; así, lo inembargable se refiere a lo no susceptible de embargo por 
declaración legal, fundada en el carácter vital para subsistencia del deudor y 
los suyos o para la continuidad laboral del mismo y obtención de nuevos 
medios con que superar su temporal insolvencia. 
 161 
Se han considerado como bienes exceptuados de embargo, entre 
otros: 
I. El lecho cotidiano y los vestidos del deudor y de sus familiares; 
II. Los muebles de uso indispensable del deudor y de sus 
familiares, no siendo de lujo a juicio del ejecutor; 
III. Los libros, instrumentos, útiles y mobiliario indispensable para el 
ejercicio de la profesión, arte y oficio a que se dedique el deudor; 
IV. La maquinaria, enseres y semovientes de las negociaciones, en 
cuanto fueren necesarios para su actividad ordinaria a juicio del ejecutor, pero 
podrán ser objetos de embargo con la negociación en su totalidad si a ella 
están destinados; 
V. Las armas, vehículos y caballos que los militares en servicio 
deban usar conforme a las leyes; 
VI. Los granos, mientras éstos no hayan sido cosechados, pero no 
los derechos sobre las siembras; 
VII. El derecho de usufructo, pero no los frutos de éste; 
VIII. Los derechos de uso o de habitación; 
IX. El patrimonio de familia en los términos que establezcan las 
leyes, desde su inscripción en el Registro Público de la Propiedad; 
X. Los sueldos y salarios; 
XI. Las pensiones de cualquier tipo; y 
XII. Los ejidos. 
Como se puede observar, se trata de bienes de uso indispensable 
tanto para el deudor como para su familia, puesto que sin ellos no podrían 
subsistir y por ende, resultaría aún más difícil solventar la deuda contraída, 
que en el caso de omisión del pago de contribuciones, contrae con el Fisco 
Federal; cabe entender por bienes de uso indispensable aquellos que 
cumplen una función a tal punto necesaria dentro del hogar por referencia a 
 162 
un modesto nivel de vida que su privación causaría mortificación al deudor y 
su familia. 
A nuestro parecer este numeral tiene íntima relación con el artículo 151 
de la Ley Aduanera que previamente hemos estudiado, puesto que la misma 
Legislación Fiscal determina los bienes que no pueden ser embargados, por 
constituir éstos el principal uso y sustento del deudor que en este caso sería 
la empresa transportista de la mercancía y que por medio de éstos bienes 
inembargables el deudor pueda con mayor facilidad lograr reunir la cantidad 
debida a la autoridad fiscal sin deterioro en su patrimonio y con la garantía de 
que su familia no quede en desamparo económico. 
Ahora bien, respecto a nuestra propuesta planteada en el presente 
trabajo es sin duda alguna la inclusión de los medios de transporte de 
mercancías como bienes inembargables por representar una herramienta 
indispensable para el desarrollo de su principal actividad, en el caso de 
empresas transportistas o particulares dedicados única y exclusivamente al 
transporte de mercancías, razones que detallaremos en capítulos posteriores. 
 
4.3. EMPRESAS TRANSPORTISTAS. 
El objetivo de este punto en estudio es conocer y comprender el objeto 
principal de una empresa dedicada el transporte, así como su funcionamiento 
en caso de ser contratados sus servicios por un agente o apoderado 
aduanal, en representación del importador de la mercancía. 
 
4.3.1. DEFINICIÓN Y OBJETO. 
Al respecto, el Código Fiscal de la Federación en su artículo 16, último 
párrafo establece que se considera empresa la persona física o moral que 
realice las actividades a que hace referencia el citado artículo en sus 
fracciones numeradas del I al VI, ya sea directamente, a través de fideicomiso 
o por conducto de terceros. 
 163 
Por su parte, la Ley Federal del Trabajo en su artículo 16 manifiesta 
que para las normas de trabajo se entiende por empresa a la unidad 
económica de producción o distribución de bienes o servicios. 
Se entiende por empresa la organización económica, que en las 
economías industriales, realiza la mayor parte de las actividades. Son 
organizaciones jerarquizadas, con relaciones jurídicas, y cuya dimensión 
depende de factores endógenos (capital) y exógenos (economías de escala). 
Las empresas son, al menos la mayor parte, sociedades, entidades 
jurídicas, que realizan actividades económicas gracias a las aportaciones de 
capital de personas ajenas a la actividad de la empresa, los accionistas. La 
empresa sigue existiendo aunque las acciones cambien de propietarios o 
éstos fallezcan. 
Una empresa o compañía posee una serie de activos; cuando se crea 
una empresa hay que redactar una serie de documentos públicos en los que 
se definirá el objeto de la misma, cual es su razón social, su domicilio fiscal, 
quiénes son los socios fundadores, cuál es el volumen del capital social 
inicial, en cuántas acciones o participaciones se divide el capital social y 
cuáles son los estatutos de la sociedad, entre otros. 
La actividad y la estructura legal de las empresas se regulan mediante 
el derecho mercantil, que establece los requisitos contables, las obligaciones 
de los gestores o administradores y los derechos de los accionistas. 
Existen otras formas jurídicas, como la empresa unipersonal o la 
cooperativa, pero lo más usual es la organización en forma de sociedad. 
Por lo general, los accionistas de la empresa tienen una 
responsabilidad limitada: sólo responden por las deudas de la empresa con 
la cuantía de su aportación, medida por el valor de las acciones. Existen 
distintos tipos de compañías que, en función del grado de responsabilidad de 
los socios o accionistas,reciben distintos nombres. 
 164 
En primer lugar, hay que distinguir entre públicas y privadas; las 
públicas pertenecen al sector público, administración central o local, mientras 
que las privadas pertenecen a individuos particulares y pueden vender sus 
acciones en el mercado de valores. 
Las compañías o empresas públicas a veces venden parte de sus 
acciones a individuos particulares, pero se consideran públicas siempre que el 
51% de las acciones estén en manos del sector público. 
En función del grado de responsabilidad de los socios y del número de 
accionistas, las empresas pueden ser sociedades anónimas o sociedades de 
responsabilidad limitada. 
También se puede distinguir entre las compañías o empresas privadas 
los siguientes tipos: empresas asociadas, cuando dos empresas tienen entre 
el 20 y el 50% de las acciones de la otra; holding, cuando una empresa 
(conocida como empresa matriz) es propietaria de otra u otras empresas, 
cuya actividad es dirigida por la primera; y, por último, empresa subsidiaria, 
que está controlada por la empresa matriz (poseedora de más del 50% de las 
acciones de la subsidiaria). 
Ahora bien, se denomina empresa transportista la organización y 
coordinación de los distintos factores productivos, de circulación y custodia de 
bienes o prestación de servicios insertados en un determinado sistema 
económico, con un esquema interno de adopción de decisiones y externo de 
relación con terceros, variable de acuerdo con las características propias de 
cada uno de ellos. 
 
4.3.2. CARTA DE PORTE. 
Primeramente, es preciso determinar qué es el contrato mercantil de 
transporte ya que, como veremos, la carta de porte es el elemento formal de 
dicho contrato. 
El contrato es la figura principal dentro del acto jurídico y podemos 
determinar que contrato es un acuerdo entre dos o más voluntades para 
 165 
crear o transmitir obligaciones y derechos, por lo que podemos observar que 
su ámbito es más reducido que el del convenio, ya que éste es el acuerdo de 
dos o más voluntades para crear, transmitir, modificar, o extinguir 
obligaciones y derechos; el convenio en sentido estricto modifica o extingue 
obligaciones y derechos. 
Ahora bien, el contrato mercantil de transporte es aquel en virtud del 
cual uno se obliga a trasladar de un lugar a otro convenido, bajo su inmediata 
dirección o la de sus dependientes, mercaderías o cualquier otro objeto, 
mediante una retribución con el fin de entregarlas a una persona designada 
para ello. 
Sus principales características son: 
1.- La existencia de una empresa de transporte. La calificación de la 
mercantilidad por razón del sujeto, deviene de la intervención de una 
empresa que profesional o habitualmente tiene por objeto el ejercicio del 
transporte al público en general y que se denomina empresa porteadora. 
2.- Traslado de un lugar a otro. El traslado de un sitio a otro de los 
efectos es lo que constituye la característica fundamental, la causa misma 
del contrato de transporte. 
3.- Bajo la dirección de la empresa porteadora o la de sus 
dependientes, a pesar de no ser un contrato real, supone que las cosas a 
transportar sean entregadas al porteador o a algún dependiente autorizado 
para ello. 
4.- Debe mediar una retribución económica. Uno de los elementos 
constitutivos del objeto del contrato es precisamente el precio por la 
actividad; así, la onerosidad de la figura es esencial a su existencia. 
5.- La entrega de los efectos debe hacerse a una persona designada; 
la entrega es esencial en la fase ejecutiva del contrato, ya que el objeto del 
mismo no es únicamente el transporte en abstracto, sino la entrega de lo 
 166 
transportado a un sujeto. Así, por la finalidad económica de la figura se 
precisa de la entrega a un sujeto designado, que bien puede ser el propio 
cargador o un consignatario tercero. 
Ahora bien, como principales elementos personales se desprenden 
diversos sujetos a saber. Por un lado, las partes que lo celebran: cargador o 
remitente y el porteador o transportista; y por otro, una tercera persona que 
normalmente surge en función de las relaciones derivadas del transporte: el 
consignatario o destinatario. 
A) Cargador o remitente: es la persona que contrata el transporte con 
el porteador y que por ello deviene titular del derecho para exigir su plena 
realización o las consecuencias de la no ejecución, ejecución parcial o 
defectuosa del mismo; es la persona en cuyo nombre se estipula el contrato 
de trasporte de manera que en caso de actuación en nombre propio y por 
cuenta ajena el remitente será quien prestó su nombre y no el titular del 
negocio. 
El remitente o cargador es el acreedor del transporte en su etapa 
inicial, debiendo por su parte pagar el precio por la actividad. Sin embargo, 
una vez que el consignatario de las mercancías interviene desarrollando sus 
derechos según lo estipulado en el contrato de transporte, el cargador cesa 
en su carácter de acreedor del transporte; puede sin embargo, pactarse que 
los portes sean pagados en destino por el consignatario; pero en todo caso, 
al ser el cargador parte en el contrato de transporte el porteador insatisfecho 
en su derecho crediticio está legitimado para dirigirse contra el cargador que 
es con quien contrató y quien de origen ha quedado obligado al pago por el 
servicio. 
B) Porteador o transportista: es la persona que asume la obligación y 
las responsabilidades derivadas de la ejecución del transporte, lo esencial en 
esta figura es precisamente la obtención de las obligaciones y 
responsabilidades propias del contrato, importando poco que la actividad 
 167 
misma del desplazamiento lo realice por sí o por otros, si sobre él repercuten 
económica y jurídicamente los riesgos del cumplimiento de la obligación de 
transportar. 
Al respecto, la redacción del artículo 577 del Código de Comercio, 
permite dicha interpretación. Esto es, el hecho de que el porteador, salvo 
pacto en contrario pueda estipular con otros la conducción de las 
mercancías, conservando pese a ello su mismo carácter de porteador 
respecto de la persona con quien haya contratado primero; por lo que 
podemos determinar que el porteador puede fungir únicamente como 
porteador contractual o bien como porteador contractual y como porteador 
efectivo. 
La disposición mercantil prevé expresamente la intervención sucesiva 
de varios porteadores. El carácter del primer porteador se transformará en 
cargador bajo el segundo de los transportes sucesivos; el último de los 
porteadores es quien tiene la obligación de entregar la carga al consignatario. 
La relación cargador-porteador varía de la existencia o no de éstos en 
la carta de porte. En el supuesto de que no conste éste, únicamente habrá un 
acreedor de las obligaciones asumidas en el contrato; sin embargo, si en la 
carta de porte se prevén de forma expresa sucesivos porteadores, se 
aplicará el artículo 74 de la Ley de Vías Generales de Comunicación, en el 
sentido de responsabilidad de cada uno de ellos, y a la del último de los 
porteadores, frente al destinatario o consignatario. 
C) Destinatario o consignatario: es el sujeto que recibe la prestación 
del transporte una vez que éste ha sido realizado; es el acreedor en la etapa 
ejecutiva del mismo, a pesar de que es designado dentro de la relación 
contractual perfeccionada entre cargador y porteador, su status como 
acreedor en la relación queda en suspenso, latente, intangible, en tanto no 
adquiera el derecho para que los bienes objeto del transporte le sean 
entregados. Es sólo hasta este momento que sustituye al cargador en su 
 168 
posición de acreedor del transporte; así es como su función transita de un 
estado latente para actualizarse como sujeto acreedor. 
El consignatario adquiere un derecho tangible, irrevocable, cuando es 
tenedor de la carta de porte, en tanto que mientras esto no ocurre 
únicamentetiene un derecho condicionado por el no ejercicio, por parte del 
cargador, de su derecho a alterar la designación misma del consignatario o el 
lugar de entrega. 
Es por ello que la doctrina ha podido decir que el consignatario tiene 
un derecho sujeto a condición suspensiva, negativa y a un plazo 
determinado. 
Acorde a lo anterior, es de medular importancia mencionar que los 
elementos reales del contrato mercantil de transporte son: 
A) El precio: se entiende que el precio es pagadero en dinero, ya que 
si consistiera en una prestación diversa, este elemento real del contrato 
quedaría desvirtuado. Sin embargo, tenida cuenta de que en general nos 
situamos ante una figura de derecho privado y considerando la autonomía de 
la voluntad, podría estipularse válidamente que una proporción minoritaria del 
porte fuere cubierta mediante una prestación distinta. 
El precio del transporte debe ser determinable o determinado, siendo 
las partes libres para fijarlo cuando se trate de transporte que se realiza no 
sujeto a tarifa impuesta a partir de un régimen de concesión del servicio 
público. 
Por último señalaremos que el precio debe ser cubierto aun cuando se 
rescinda el contrato a voluntad del cargador, la mitad o la totalidad de él, 
según la rescisión sea antes o después de iniciado el viaje, y 
B) Las cosas transportadas: es erróneo pensar que el transporte de 
cosas sólo se refiere al transporte de mercancías, ya que si se esboza el 
concepto de mercancía como cosa corporal, mueble, susceptible de tráfico 
 169 
jurídico, resulta que los títulos valores, el dinero y las embarcaciones que no 
son como tal mercancías, quedarían excluidos del transporte de cosas. 
Por otra parte, algunos objetos fuera del tráfico jurídico también son 
susceptibles de ser transportados, tal es el caso de los cadáveres o en 
general, de los objetos de ilícito comercio. De esto se infiere que a pesar de 
que el Código de Comercio se refiera únicamente a mercancías, debe 
afirmarse que no sólo éstas son transportables, sino todas las cosas, sean 
mercantiles o no que por su naturaleza física puedan ser transportadas. 
Finalmente, el elemento formal del contrato mercantil de transporte lo 
conforma la carta de porte que no es más que un documento utilizado en el 
transporte de cosas; es un útil elemento probatorio de la relación contractual 
celebrada por la empresa transportista y el agente o apoderado aduanal. 
La Ley de Caminos, Puentes y Auto transporte Federal, en su artículo 
2, fracción II, determina que la carta de porte es el título legal del contrato 
entre el remitente y la empresa y por su contenido se decidirán las cuestiones 
que se susciten con motivo del transporte de las cosas, contendrán las 
menciones que exige el Código de la materia, y surtirá los efectos que en él 
se determinen. 
Por su parte, la Ley General de Vías de Comunicación establece que 
en el momento de la contratación del servicio correspondiente los 
prestadores de servicios de vías generales de comunicación deben expedir a 
los usuarios, carta de porte, conocimiento de embarque, factura o documento 
similar que contenga las condiciones en que se prestará el servicio de 
conformidad con lo dispuesto por la propia Ley General de Vías de 
Comunicación y sus reglamentos. 
Abascal Zamora opina que es un documento firmado en el que se 
especifican los objetos transportados y las condiciones de transporte, que el 
porteador de mercancías deberá extender al cargador de modo obligatorio y 
en el que se expresará el nombre, apellido y domicilio del porteador; el 
 170 
nombre, apellido y domicilio de la persona a quien o a cuya orden vayan 
dirigidos los efectos, o si han de entregarse al portador de la misma carta, la 
designación de los efectos, con expresión de su calidad genérica, de su peso 
y de las marcas o signos exteriores de sus bultos en que se contengan el 
precio del transporte, la fecha en que se hace la expedición, el lugar de la 
entrega al porteador, el lugar y el plazo en que habrá de hacerse la entrega al 
consignatario y la indemnización que haya de abonar el porteador en caso de 
retardo, si sobre este punto mediare algún pacto. 
Con relación a la anterior, ha quedado asentado como criterio 
jurisprudencial el que las cartas originales de porte, de conformidad con el 
artículo 585 del Código de Comercio, constituyen los títulos legales del 
contrato entre el cargador y el porteador, por cuyo contenido deben decidirse 
las cuestiones que concurran sobre su ejecución y cumplimiento, por lo que 
en tal carácter no admiten más excepción que la de falsedad y error material 
en su redacción. 
El porteador, en su calidad de emisor de la carta de porte, responde 
de la verdad respecto de su contenido y, en su caso, debe soportar todas las 
consecuencias derivadas de una falsa indicación de la misma. 
Por lo anteriormente expresado, podemos concluir que la carta de 
porte es el elemento formal del contrato mercantil de transporte y por lo tanto 
es un documento mercantil, pero para el ejercicio del derecho no es un 
documento necesario, pues en caso de extravío u otra causa no puede el 
consignatario devolver, al momento de recibir los géneros, la carta de porte 
que hubiere recibido suscrita por el porteador, entonces podrá en su lugar 
expedirse un recibo de los objetos entregados, produciendo éste los mismos 
efectos que la devolución de la carta de porte. 
 
 
 
 171 
4.3.3. FINALIDAD DE LA INEMBARGABILIDAD DE LOS MEDIOS DE 
TRANSPORTE. 
Como hemos visto, la verificación de mercancías en transporte, 
practicada por la autoridad aduanera en cumplimiento de sus facultades de 
comprobación, trae como consecuencia el embargo precautorio de los medios 
en que las mercancías son conducidas, que en argumentos de la propia Ley 
Aduanera tiene como finalidad garantizar el pago del interés fiscal que la 
misma mercancía pudiera generar, a lo que consideramos inadecuado pues, 
como es sabido, no siempre el importador y el transportista de las mercancías 
recae en la misma persona. 
Ahora bien, desde el punto de vista de una empresa dedicada 
exclusivamente al transporte de mercancías, dicho embargo representaría 
una pérdida considerable tanto de ingresos como de clientes, tomando en 
cuenta el tiempo que tarda la autoridad aduanera para resolver el 
Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera, que es de cuatro meses, 
por lo que las consecuencias económicas de la utilización del transporte son 
decisivas para la producción y el consumo, con lo que la actividad del 
transporte de mercancías es sin duda fundamental para la economía en 
general. 
De lo anterior se desprende que la producción y el consumo requieren 
sistemas de distribución y transportación y que éstos inciden necesariamente 
en el costo unitario del producto y para su buen funcionamiento y éxito 
dependen de una continua actividad. 
Consideramos también que en la mayoría de los tráficos, el vendedor 
no es el comprador de las mercancías, ni el comprador es su consumidor 
final. Así, entre ellas, varios intermediarios desempeñan alternativamente el 
rol de comprador y vendedor, por lo cual exigen una gestión estricta de sus 
corrientes cada vez más complejas y caras de mercancías, exigencia que ha 
 172 
dado origen a una profunda transformación de la demanda de servicios de 
transporte. 
Por lo anteriormente expresado, creemos de vital importancia que los 
medios de transporte constituyen parte de los bienes no susceptibles de 
embargo por representar éstos la principal fuente de ingresos de las 
empresas transportistas y sobre todo porque consideramos que la 
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos otorga, en este caso 
a la empresa transportista, la garantía de libertad de trabajo que puede y 
debe ejercer ampliamente con todas las herramientas y útiles necesarios 
para el desarrollo de su actividad. Aunado a lo anterior,consideramos que la 
propia Ley Aduanera crea incertidumbre en cuanto a la redacción de sus 
preceptos jurídicos en cuanto que menciona que se realizará verificación de 
mercancías EN transporte, por lo que simplemente se debe limitar la 
autoridad aduanera a la verificación de la mercancía, no así de los medios de 
transporte. 
 
4.4. REFORMA A LOS ARTÍCULOS 151 DE LA LEY ADUANERA EN 
RELACIÓN CON EL ARTÍCULO 157, FRACCIÓN III, DEL CÓDIGO FISCAL 
DE LA FEDERACIÓN. 
La finalidad de este punto es, sin lugar a dudas, determinar con 
claridad la propuesta planteada en el presente trabajo, y sobre todo, las 
consecuencias que traería como resultado la reforma de dichos numerales 
que tienen intima relación por derivar uno del otro. 
 
 
 
 
 
 
 173 
4.4.1. MODIFICACIÓN AL ARTÍCULO 151 RESPECTO A LA FRASE 
“Y DE LOS MEDIOS EN QUE SE TRANSPORTEN”, PARA QUE SÖLO 
SEAN EMBARGADAS LAS MERCANCÍAS OBJETO DEL 
PROCEDIMIENTO. 
En la actualidad, el artículo en estudio textualmente manifiesta en su 
párrafo primero que: “las autoridades aduaneras procederán al embargo 
precautorio de las mercancías y de los medios en que se transporten”, 
a respecto de lo cual no estamos de acuerdo pues si bien es cierto que la 
practica de las facultades de comprobación se llevan a cabo en ese momento 
con el transportista de las mercancías, también lo es que dicha persona no 
es la más idónea para poder acreditar en ese instante la legal importación 
tenencia o estancia de la mercancía en el país, al respecto la Ley menciona 
que el transportista se debe amparar con la carta de porte que tiene como 
finalidad demostrar la relación contractual celebrada con el importador de la 
mercancía, pero esto no garantiza que con dicho documento se deje de llevar 
a cabo el embargo del vehículo, pues en la práctica se argumenta que se 
debe llevar a cabo el procedimiento respectivo para comprobar que tanto las 
mercancías como los vehículos cumplen con todos y cada uno de los 
ordenamientos que regulan la legal tenencia y estancia de los mismos en el 
país, así como de los impuestos correspondientes. Pero dicho procedimiento 
tarda en resolverse cuatro meses en los que la empresa transportista habrá 
dejado de percibir tanto una gran cantidad de dinero como de clientes, y esto 
se traduce en pérdidas económicas fundamentales para la empresa y sobre 
todo en desprestigio para la misma, si durante dicho tiempo tenían que 
realizar traslados de mercancías por haber celebrado contratos con otras 
empresas importadoras o importadores independientes. 
Como lo hemos manifestado con anterioridad, es una arbitrariedad 
cometida en contra de las empresas transportistas que únicamente cumplen 
con transportar la mercancía a su destino y no tienen interés alguno en la 
mercancía; de la misma forma se presupone que el importador de las 
 174 
mercancías, objeto del contrato de prestación de servicios, ha cumplido con 
todos y cada uno de los requisitos que la Ley Aduanera señala para su 
importación. 
Como es sabido, en la práctica de las facultades de comprobación la 
autoridad aduanera embarga el vehículo con el fin de garantizar el pago del 
interés fiscal que la misma mercancía pudiera generar, tomando en 
consideración que no hay relación alguna entre el importador y la empresa 
transportista, el transportista o porteador, tan sólo la que resulta de la 
celebración del contrato de prestación de servicios. Quien debería garantizar 
dichos intereses es el importador o propietario de la mercancía y no la 
empresa transportista a través del vehículo de su propiedad y principal 
herramienta de trabajo; además, es importante mencionar que la autoridad 
aduanera sujeta de la misma forma a ambas partes como si tuvieran la 
misma responsabilidad, lo cual es erróneo, pues como ya lo manifestamos, 
dichas personas son independientes y se les debe tratar de manera 
diferente, apegándose únicamente a la verificación y, en su caso, embargo 
de la mercancía, pues la Ley Aduanera manifiesta que se trata de verificación 
de mercancías en transportes, por lo que de su redacción entendemos que 
sólo se va a verificar la mercancía para determinar si ha cumplido con todas 
y cada una de las regulaciones aduaneras que al efecto se han establecido. 
Distinto sería si manifestara que se trata de verificación de mercancías y 
transportes, por lo que entenderíamos que la autoridad aduanera se apega a 
lo que textualmente la ley manifiesta y realizaría la verificación, tanto de las 
mercancías como de los medios en que son conducidas; no hay que dejar de 
lado que una palabra o una letra pueden hacer la diferencia. 
Por lo que nuestra propuesta es que dicho párrafo sea modificado y 
simplemente manifieste que: “Las autoridades aduaneras procederán al 
embargo precautorio de las mercancías”... para que sólo sean 
embargadas las mercancías y no los medios de transporte y no sean 
 175 
afectadas las empresas transportistas en lo que consideramos parte de su 
patrimonio. 
Del estudio realizado al artículo 157 del Código Fiscal de la Federación, 
nos damos cuenta que, siendo los vehículos la principal herramienta de las 
empresas transportistas para realizar su actividad, se encuadra perfectamente 
dentro de la fracción III de dicho numeral, y por ende, se trata entonces de 
bienes no susceptibles de embargo. 
De lo anterior se desprende que la autoridad aduanera está 
contraviniendo el precepto fiscal establecido en el artículo en estudio al 
embargar un bien que la misma Ley a través del Código Fiscal de la 
Federación prohíbe. 
Ahora bien, para el buen funcionamiento de una empresa transportista, 
es menester tener a su plena disposición los vehículos que son el instrumento 
a través de los cuales realiza su principal actividad: que es el transporte de 
mercancías, y sin ellos entonces no lograría cumplir con su primordial objetivo 
y por ende, con todos aquellos contratos que haya realizado y estaría 
entonces frente a un incumplimiento de contrato, por lo que podría ser 
demandado civilmente. Pero, hasta qué punto sería responsable la empresa 
transportista, pues en tal supuesto el Fisco Federal también resultaría 
responsable y tendría que responder tanto frente a la empresa transportista 
como a quien contrató sus servicios y que por el embargo del vehículo resulto 
perjudicada. 
Es por lo anteriormente dicho que consideramos se debe modificar el 
artículo 151 de la Ley Aduanera, para que en el caso de empresas 
transportistas contratadas para el traslado de mercancías de procedencia 
extranjera no se vean afectadas por la falta de cumplimiento de alguno de los 
ordenamientos al efecto aplicables a la importación de mercancías, así como 
a su legal tenencia y estancia en el país por parte de los importadores, 
agentes o apoderados aduanales, quienes son responsables directos de la 
 176 
mercancía objeto de importación. Y con lo que de manera más clara quedaría 
manifestado que la autoridad aduanera no contraviene lo previsto en la Ley 
Aduanera que manifiesta textualmente en su artículo 150, párrafo primero: 
“verificación de mercancías en transporte”, así como con lo manifestado 
en el artículo 157 del Código Fiscal de la Federación, por considerar que 
dichos vehículos empleados para el transporte de mercancías son la principal 
herramienta de trabajo de las empresas transportistas y por ende no 
susceptibles de embargo, además de que las empresas transportistas no 
tienen relación alguna con la importación de la mercancía que es sujeta de 
procedimiento administrativo en materia aduanera. 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 177 
CONCLUSIONES 
 
PRIMERA. Como ya vimos, el derecho fiscal es un conjunto de 
normas jurídicas encargadas de regular el establecimiento, recaudación y 
control de los ingresos del Estado, así como de las relaciones entre el propio 
Estado en su calidad de sujeto activo y el particular en sucalidad de sujeto 
pasivo o contribuyente. 
 
SEGUNDA. Los ingresos que obtiene el Estado con base en su 
potestad tributaria se denominan contribuciones, mismas que se clasifican 
en: impuestos, derechos, aportaciones de seguridad social y contribuciones 
de mejoras, establecidas a cargo de los contribuyentes para sufragar el gasto 
público; siendo el más importante en nuestro estudio el impuesto, 
considerado como la prestación en dinero que establece el Estado conforme 
a la Ley, a cargo de personas físicas o morales, según sea el caso, para 
cubrir el gasto público, debiendo ser éste proporcional y equitativo. 
 
TERCERA. El fundamento legal para que el Estado imponga 
contribuciones lo hayamos en el artículo 73, fracción VII, y en el artículo 31, 
fracción IV, de la Constitución Federal, que manifiesta como obligación de los 
mexicanos el contribuir para los gastos públicos, tanto de la Federación como 
del Distrito Federal o del Estado o Municipio en que residan; pero no sólo los 
mexicanos están obligados a contribuir, sino también los extranjeros 
residentes en el país, ya sean personas físicas o morales. Y es el Congreso 
de la Unión, a través de la Cámara de Diputados, el encargado de examinar, 
discutir y aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación, que es 
precisamente donde se establecen los gastos públicos del Estado. 
 
CUARTA. La relación que surge entre el Estado y el particular se 
denomina obligación fiscal sustantiva que consiste en el deber que tiene el 
sujeto pasivo o contribuyente de entregar una cantidad de dinero al sujeto 
activo que es el Estado, en virtud de haberse causado un tributo, misma que 
puede ser exigida coercitivamente en caso de falta de pago oportuno. 
 
QUINTA. El derecho aduanero, por su parte, es el encargado de regir, 
controlar y fiscalizar la entrada y salida de mercancías del territorio nacional; 
es decir, de la importación y exportación, regímenes aduaneros regulados 
por la Ley Aduanera vigente. 
 
SEXTA. Es la autoridad aduanera quien de acuerdo con el 
Reglamento Interior de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, tiene 
competencia para ejercer las facultades de comprobación que le otorga la 
Ley Aduanera a través del primer y segundo reconocimiento y por supuesto, 
de la verificación de mercancías en transporte, con la finalidad de comprobar 
 178 
que se cumple con todos y cada uno de los requisitos que para importación o 
exportación establecen la Ley Aduanera y la Ley de Comercio Exterior, 
respectivamente. 
 
SÉPTIMA. Son autoridades aduaneras competentes para tramitar el 
Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera: la Administración 
General de Auditoría Fiscal Federal, las Administraciones Locales de 
Auditoría Fiscal, la Administración Central de Comercio Exterior, la 
Administración Local de Grandes Contribuyentes, la Administración General 
de Aduanas y las aduanas, respecto de los procedimientos iniciados por la 
propia aduana en términos del artículo 29, fracción XII y 31, fracción II, del 
Reglamento Interior del Servicio de Administración Tributaria. 
 
OCTAVA. El Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera es el 
conjunto de actos previstos en la Ley Aduanera con la finalidad de determinar 
las contribuciones omitidas y establecer las sanciones que correspondan en 
comercio exterior, respetando en todo momento la garantía de audiencia al 
considerarse las probanzas y argumentaciones que pretendan justificar la 
legalidad de sus actos, garantías que le son otorgadas al contribuyente por la 
propia Carta Magna. Dichas garantías contienen la principal defensa que 
pueden oponer los individuos frente a los actos del poder público y sus 
autoridades que pretendan privarlos de sus más importantes intereses. La 
garantía de audiencia ampara al gobernado únicamente de actos de 
privación; en cambio, la garantía de legalidad protege al gobernado de 
cualquier acto de molestia; cabe entonces mencionar, que todo acto de 
molestia debe constar por escrito y estar debidamente fundado y motivado. 
 
NOVENA. El Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera se 
iniciará únicamente cuando con motivo del reconocimiento aduanero, 
segundo reconocimiento, verificación de mercancías de procedencia 
extranjera en transporte y vehículos de procedencia extranjera en tránsito, 
así como cuando en visitas domiciliarias o cualquier otro acto de 
comprobación, se embarguen precautoriamente mercancías de procedencia 
extranjera conforme al artículo 151 de la Ley Aduanera en vigor. 
 
DÉCIMA. Cuando la autoridad aduanera realiza el embargo 
precautorio de mercancías de procedencia extranjera, levanta un Acta de 
Inicio del Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera, en la que se 
hacen constar los hechos y circunstancias de tiempo, modo y lugar que 
motivan el inicio de dicho procedimiento, elaborando una relación sucinta de 
los acontecimientos que se presentaron, así como los datos de identificación 
tanto del personal actuante como del interesado. 
 
DÉCIMO PRIMERA. Es importante determinar que no procederá el 
inicio del Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera cuando: la 
 179 
mercancía se encuentre en condiciones deplorables por lo que no represente 
ningún costo benéfico o el embargo se derive de incumplimiento de 
regulaciones y restricciones no arancelarias pero las piezas o casos a 
embargar sean mínimos, por lo que existe la certeza que el probable crédito 
fiscal a determinar es poco representativo, en cuyo caso, se deberá levantar 
un acta circunstanciada en la que se haga del conocimiento del interesado 
que cuenta con un plazo de diez días para el cumplimiento de dichas 
regulaciones y restricciones no arancelarias, quedando obligado el infractor 
al pago de la multa que corresponda. 
 
DÉCIMO SEGUNDA. Durante la tramitación del Procedimiento 
Administrativo en Materia Aduanera el poseedor o tenedor, propietario o 
importador de la mercancía embargada podrá sustituir el embargo 
precautorio por alguna de las garantías que establece el Código Fiscal de la 
Federación, excepto cuando proceda que pasen a ser propiedad del Fisco 
Federal, esto de conformidad con el artículo 183-A de la Ley Aduanera. 
 
DÉCIMO TERCERA. Finalmente, se dictará la resolución una vez 
realizadas todas las actuaciones necesarias durante el desarrollo del 
procedimiento, en los términos previstos en ley. Dicha resolución pondrá fin 
al procedimiento, la cual deberá estar debidamente fundada, motivada y 
contener los elementos esenciales que son: proemio, resultandos, 
considerandos, liquidación, actualización, recargos, multas y puntos 
resolutivos. 
 
DÉCIMO CUARTA. Cuando el interesado presenta pruebas 
documentales con las que acredita la legal importación, tenencia o estancia 
de las mercancías en el país, la autoridad que levantó el Acta de Inicio del 
Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera, dictará de inmediato la 
resolución absolutoria, sin que en este caso se impongan sanciones ni se 
esté obligado al pago de gastos de ejecución; y de existir mercancías 
embargadas, se ordenará su devolución, esto de acuerdo a lo establecido 
por el artículo 153, segundo párrafo de la Ley Aduanera. Cuando se trata de 
resolución parcialmente absolutoria, se deberá señalar que la mercancía 
respecto de la que sí se acreditó su legal importación, tenencia o estancia, 
quedará en garantía del crédito fiscal, con fundamento en lo señalado por el 
artículo 60 de la Ley Aduanera. 
 
DÉCIMO QUINTA. Cuando la resolución sea condenatoria, en la 
misma se determinarán: las contribuciones a cargo del particular, incluyendo 
en su caso, al Agente Aduanal cuando existan elementos suficientes para 
acreditar su responsabilidad; las multas impuestas por infracciones 
cometidas; los recargos sobre las contribuciones omitidas; si la mercancía es 
prohibida o sujeta a regulaciones y restricciones no arancelarias o no se 
presentó documentación que acreditara que se sometió a los trámites 
 180 
aduanales,la misma se adjudicará a favor del Fisco Federal, cumpliendo con 
los requisitos establecidos en la Ley Aduanera. 
 
DÉCIMO SÉXTA. Al motivar las infracciones deberán tomarse en 
cuenta todas las pruebas ofrecidas y en general la documentación que 
integra el expediente, y de ser procedente y existir elementos determinarse 
otras infracciones que resulten, verificando en todo momento la vigencia de 
las disposiciones legales aplicables. 
 
DÉCIMO SÉPTIMA. Cuando por un acto u omisión se infrinjan 
diversas disposiciones fiscales a las que correspondan varias multas, sólo se 
aplicará la que corresponda a la infracción cuya multa sea mayor. 
Para la imposición de sanciones cuyo monto haya variado desde la 
fecha de comisión de la infracción, deberá considerarse lo dispuesto en el 
artículo 70, último párrafo, del Código Fiscal de la Federación y aplicarse la 
multa que resulte menor entre la existente en el momento en que se cometió 
la infracción y la vigente en el momento de su imposición. 
Cuando además de las sanciones que correspondan, la mercancía 
deba pasar a propiedad del Fisco Federal en términos del artículo 183-A de 
la Ley Aduanera, y exista imposibilidad material para ello, el infractor deberá 
pagar el importe del valor comercial de la mercancía, el cual no esta sujeto a 
actualización. 
 
DÉCIMO OCTAVA. La notificación de la resolución definitiva 
condenatoria corresponde a la Administración Local Jurídica del domicilio 
fiscal que el infractor haya declarado para efectos de oír y recibir 
notificaciones. En caso de que sea resolución absolutoria, se notificará en las 
oficinas de la autoridad que haya tramitado el Procedimiento Administrativo 
en Materia Aduanera. 
La resolución también podrá notificarse en el último domicilio que el 
interesado haya señalado para efectos del Registro Federal de 
Contribuyentes, salvo que hubiera designado uno distinto para oír y recibir 
notificaciones, la anterior acorde a lo establecido en los artículos 136 y 10 del 
Código Fiscal de la Federación. 
 
DÉCIMO NOVENA. El artículo 151 de la Ley Aduanera es el principal 
fundamento legal con el que cuenta la autoridad aduanera para llevar a cabo, 
dentro de sus facultades de comprobación, el embargo precautorio de las 
mercancías, que de acuerdo al estudio y análisis del mismo, no comprueban 
su legal estancia y tenencia en el país, y por ende no cumple con todos y 
cada uno de los requisitos que para su importación establece la Ley 
Aduanera y la Ley General de Importación. 
Aunado a lo anterior, el artículo supra mencionado en su párrafo 
primero determina que juntamente al embargo de las mercancías se realizará 
el embargo de los medios en que son transportadas, con la finalidad de 
 181 
garantizar el pago del interés fiscal que la propia mercancía pudiera generar. 
Desde el punto de vista de una empresa transportista dicha situación 
resulta desfavorable para la misma puesto que la única relación existente con 
el importador o propietario de la mercancía es la que resulta del contrato de 
prestación de servicios que han celebrado ambas partes y que no va más 
allá de simplemente entregar la mercancía a su destino final. 
 
VIGÉSIMA. La empresa transportista tiene el deber de entregar al 
conductor del vehículo la carta de porte en la que se determinará el origen de 
la mercancía así como su destino final, pero dicho documento no garantiza 
que, en caso de inicio del Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera, 
el vehículo quedará inmediatamente exento de responsabilidad que por falta 
de requisitos cumplidos para la importación de mercancías se requiere; 
entonces, dicho documento únicamente probará la relación contractual 
celebrada por la empresa transportista y el agente o apoderado aduanal. 
Por lo anterior, determinamos que la carta de porte no es un 
documento necesario para el ejercicio del derecho, pues en caso de extravío 
en su lugar podrá expedirse un recibo de los objetos entregados, 
produciendo éste los mismos efectos que la devolución de la carta de porte, 
entonces el transportista no tendría forma alguna de comprobar que sólo 
existe una relación contractual de transporte con el importador de la 
mercancía, por lo que sería embargado el vehículo injustamente. 
 
VIGÉSIMO PRIMERA. Es importante precisar que la redacción del 
artículo 150 de la Ley Aduanera menciona que se realizará verificación de 
mercancía EN transporte, por lo que de su lógica interpretación se desprende 
que se va a verificar la mercancía y que la misma cumple con lo establecido 
al respecto en la Ley Aduanera para su importación, no siendo objeto de 
verificación el medio de transporte, por lo que deducimos entonces que 
estamos frente a una contradicción en la norma de la materia, pues 
considero que la autoridad aduanera va más allá de lo que la norma relativa 
establece textualmente; distinto sería entonces si mencionara verificación de 
mercancías Y transporte, con lo cual se apegaría a lo estrictamente 
manifestado por la Ley Aduanera. 
 
VIGÉSIMO SEGUNDA. El artículo 157 del Código Fiscal de la 
Federación regula los bienes que por ministerio de ley no pueden se 
embargados. Es trascendente determinar que lo inembargable se refiere a lo 
no susceptible de embargo por declaración legal que se funda en el carácter 
vital para la subsistencia del deudor y de los suyos o para la continuidad 
laboral del mismo y obtener así nuevos medios con que superar su precaria 
insolvencia. 
Del estudio minucioso del numeral supra citado se desprende que los 
medios de transporte encuadran perfectamente en lo manifestado por la 
fracción III, al mencionar que serán inembargables los libros, instrumentos, 
 182 
útiles y mobiliario indispensable para el ejercicio de la profesión arte y oficio a 
que se dedique el deudor, que en este caso es la empresa transportista. 
Al respecto, vemos que lo anterior está sustentado por lo que 
manifiesta el artículo 5, párrafo primero, constitucional, en cuanto que a 
ninguna persona podrá impedirse que se dedique a la profesión, industria, 
comercio o trabajo que le acomode siendo éstos lícitos, y más aún, que nadie 
puede ser privado del producto de su trabajo sino por resolución judicial; 
siendo entonces una garantía constitucional que ampara el medio de 
transporte como herramienta indispensable para el desempeño de su 
principal actividad, resulta entonces que éste es un bien inembargable. 
Acorde a lo anterior y sin lugar a dudas, los medios de transporte 
encuadran perfectamente en la fracción III del artículo 157 del Código Fiscal 
de la Federación, por lo que resulta indispensable reformar el artículo 151 de 
la Ley Aduanera para que sólo se embarguen las mercancías sujetas al 
Procedimiento Administrativo en Materia Aduanera, con motivo de la 
verificación de mercancías en transporte, y no los medios de transporte que 
sólo cumplen con su principal objeto: el transporte, y que representan una 
herramienta indispensable para el desarrollo de la principal actividad de la 
empresa transportista. 
 
VIGÉSIMO TERCERA. Del análisis minucioso realizado en la presente 
investigación, se desprende la necesaria reforma al artículo 151 párrafo 
primero, de la Ley Aduanera en vigor, que a la letra señala: 
 
“ARTÍCULO 151. Las autoridades 
aduaneras procederán al embargo 
precautorio de las mercancías Y DE 
LOS MEDIOS EN QUE SE 
TRANSPORTEN, en los siguientes 
casos: 
 
I. Cuando las mercancías se 
introduzcan a territorio nacional por 
lugar no autorizado o cuando las 
mercancías extranjeras en tránsito 
internacional se desvíen de las rutas 
fiscales o sean transportadas en 
medios distintos a los autorizados 
tratándose de tránsito interno. 
 
 183 
II. Cuando se trate de mercancías de 
importación o exportación prohibida o 
sujetas a las regulaciones y 
restricciones no arancelarias a que se 
refiere la fracción II del artículo 176 
de esta Ley y no se acredite su 
cumplimiento o sin acreditar el 
cumplimiento de las normas oficialesmexicanas, excepto las de información 
comercial o, en su caso, se omita el 
pago de cuotas compensatorias. 
 
III. Cuando no se acredite con la 
documentación aduanera 
correspondiente, que las mercancías se 
sometieron a los trámites previstos en 
esta Ley para su introducción al 
territorio nacional o para su internación 
de la franja o región fronteriza al 
resto del país y cuando no se acredite 
su legal estancia o tenencia, o se trate 
de vehículos conducidos por personas no 
autorizadas. En el caso de pasajeros, 
el embargo precautorio procederá sólo 
respecto de las mercancías no 
declaradas, ASÍ COMO DEL MEDIO 
DE TRANSPORTE, siempre que se 
trate de vehículo de servicio 
particular, o si se trata de servicio 
público, cuando esté destinado a uso 
exclusivo del pasajero o no preste el 
servicio normal de ruta. 
 
IV. Cuando con motivo del 
reconocimiento aduanero, del segundo 
reconocimiento o de la verificación de 
mercancías en transporte, de detecte 
 184 
mercancía no declarada o excedente en 
más de un 10% del valor total 
declarado en la documentación 
aduanera que ampare las mercancías. 
 
V. Cuando se introduzcan dentro del 
recinto fiscal vehículos de carga que 
transporten mercancías de importación 
sin el pedimento que corresponda para 
realizar el despacho de las mismas. 
 
VI. Cuando el nombre o domicilio fiscal 
del proveedor o importador, señalado 
en el pedimento o en la factura, sean 
falsos o inexistentes o cuando en el 
domicilio fiscal señalado en dichos 
documentos, no se pueda localizar al 
proveedor o la factura sea falsa. 
 
VII. Cuando el valor declarado en el 
pedimento sea inferior en un 50% o 
más al valor de transacción de 
mercancías idénticas o similares 
determinado conforme a los artículos 
72 y 73 de esta Ley, salvo que se 
haya otorgado la garantía a que se 
refiere el artículo 86-A fracción I de 
esta Ley. 
 
En los casos a que se refieren las 
fracciones VI y VII se requerirá una 
orden emitida por el administrador 
general o el administrador central de 
investigación aduanera de la 
Administración General de Aduanas del 
Servicio de Administración Tributaria, 
para que proceda el embargo 
 185 
precautorio durante el reconocimiento 
aduanero, segundo reconocimiento o 
verificación de mercancías en 
transporte. 
 
En los casos a que se refieren las 
fracciones I, II, III, IV, VI y VII EL 
MEDIO DE TRANSPORTE QUEDARÁ 
COMO GARANTÍA DEL INTERÉS 
FISCAL, salvo que se cumpla con los 
requisitos y las condiciones que 
establezca el Reglamento. 
 
Por lo que se refiere a las fracciones 
III y IV, el resto del embarque 
quedará como garantía del interés 
fiscal, salvo que se trate de 
maquiladoras o empresas con programas 
de exportación autorizados por la 
Secretaría de Comercio y Fomento 
Industrial, en este caso, sólo se 
procederá al embargo de la totalidad 
del excedente, permitiéndose 
inmediatamente la salida del medio de 
transporte y del resto de la mercancía 
correctamente declarada. 
 
Se embargarán precautoriamente los 
medios de transporte, cuando con ellos 
se ocasionen daños en los recintos 
fiscales, con el objeto de garantizar el 
pago de la multa que corresponda”. 
 
Con lo que no estamos de acuerdo por los argumentos vertidos con 
anterioridad y porque sin lugar a dudas, el embargo precautorio del medio de 
transporte contraviene lo establecido tanto en el artículo 157 del Código 
Fiscal de la Federación, como en el artículo 5, constitucional y como 
 186 
consecuencia inmediata, lo manifestado por el artículo 150 de la propia Ley 
Aduanera, y entonces dicha reforma sería de la siguiente manera: 
 
“ARTÍCULO 151. Las autoridades 
aduaneras procederán al embargo 
precautorio de las mercancías, en los 
siguientes casos: 
 
I. Cuando las mercancías se introduzcan 
a territorio nacional por lugar no 
autorizado o cuando las mercancías 
extranjeras en tránsito internacional se 
desvíen de las rutas fiscales o sean 
transportadas en medios distintos a los 
autorizados tratándose de tránsito 
interno. 
 
II. Cuando se trate de mercancías de 
importación o exportación prohibida o 
sujetas a las regulaciones y restricciones 
no arancelarias a que se refiere la 
fracción II del artículo 176 de esta ley 
y no se acredite su cumplimiento o sin 
acreditar el cumplimiento de las normas 
oficiales mexicanas, excepto las de 
información comercial o, en su caso, se 
omita el pago de cuotas compensatorias. 
 
III. Cuando no se acredite con la 
documentación aduanera correspondiente 
que las mercancías se sometieron a los 
trámites previstos en esta ley para su 
introducción al territorio nacional o para 
su internación de la franja o región 
fronteriza al resto del país y cuando no 
se acredite su legal estancia o tenencia, 
o se trate de vehículos conducidos por 
 187 
personas no autorizadas. En el caso de 
pasajeros, el embargo precautorio 
precederá sólo respecto de las 
mercancías no declaradas. 
 
IV. Cuando con motivo del 
reconocimiento aduanero, del segundo 
reconocimiento o de la verificación de 
mercancías en transporte, se detecte 
mercancía no declarada o excedente en 
más de un 10% del valor total declarado 
en la documentación aduanera que 
ampare las mercancías. 
 
V. Cuando se introduzcan dentro del 
recinto fiscal vehículos de carga que 
transporten mercancías de importación 
sin el pedimento que corresponda para 
realizar el despacho de las mismas. 
 
VI. Cuando el nombre o domicilio fiscal 
del proveedor o importador, señalado en 
el pedimento o en la factura, sean falsos 
o inexistentes o cuando en el domicilio 
fiscal señalado en dichos documentos, no 
se pueda localizar al proveedor o la 
factura sea falsa. 
 
VII. Cuando el valor declarado en el 
pedimento sea inferior en un 50% o más 
al valor de transacción de mercancías 
idénticas o similares determinado 
conforme a los artículos 72 y 73 de esta 
ley, salvo que se haya otorgado la 
garantía a que se refiere el artículo 86-
A fracción I de esta ley. 
 
 188 
En los casos a que se refieren las 
fracciones VI y VII se requerirá una 
orden emitida por el administrador 
general o el administrador central de 
investigación aduanera de la 
Administración General de Aduanas del 
Servicio de Administración Tributaria, 
para que proceda el embargo precautorio 
durante el reconocimiento aduanero, 
segundo reconocimiento o verificación de 
mercancías en transporte. 
 
Por lo que se refiere a las fracciones 
III y IV, el resto del embarque quedará 
como garantía del interés fiscal, salvo 
que se trate de maquiladoras o empresas 
con programas de exportación 
autorizados por la Secretaría de 
Comercio y Fomento Industrial, en este 
caso, sólo se procederá al embargo de la 
totalidad del excedente, permitiéndose 
inmediatamente la salida del medio de 
transporte y del resto de la mercancía 
correctamente declarada. 
 
Se embargarán precautoriamente los 
medios de transporte, sin incluir las 
mercancías que los mismos transporten, 
cuando con ellos se ocasionen daños en 
los recintos fiscales, con el objeto de 
garantizar el pago de la multa que 
corresponda”. 
 
 
 
 
 189 
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México, 1989. 
 
	Portada 
	Índice General
	Introducción 
	Capítulo I. Marco Conceptual
	Capitulo II. Marco Jurídico-Administrativo
	Capitulo III. Embargo Precautorio y Resolución Administrativa en el Procedimiento Administrativo en
Materia Aduanera
	Capitulo IV. El Embargo Precautorio Debe Ser solo de las Mercancías y no de los Medios en que Son Transportadas
	Conclusiones 
	Bibliografía