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<p>Autor: Aurelio Luna Maldonado y Manuela Laborda Reboiro</p><p>TEMA 2: CONCEPTOS JURIDICOS.</p><p>Introducción</p><p>El Derecho es un producto de la actividad humana que establece unas normas de convivencia. Aun así, el sentimiento sobre la Ley y el Derecho aparece como algo ajeno, que se nos impone. Nacemos en un país con una determinada historia, tradiciones, leyes, costumbres, un ordenamiento, un país donde existe un derecho, una moral y unos usos sociales a los que tenemos que adaptar y acoger.</p><p>El Derecho tiene que ser, voluntad mayoritaria del pueblo y proporcionar igualdad ante la ley a todos sus conciudadanos, de esta forma se garantizará la seguridad y la libertad de los ciudadanos. Protegiendo a la Ley nos protegemos a nosotros mismos.</p><p>Conceptos jurídicos fundamentales</p><p>Derecho: Proviene del latín “ directum”, que quiere decir recto, correcto, adecuado, Justicia, razón.</p><p>Podriamos definirlo como el “Conjunto de principios, preceptos y reglas que están sometidas a las relaciones humanas en toda sociedad civil y sus individuos pueden ser obligados por la fuerza a cumplirlos”.</p><p>Justicia: Proviene del latín “ ius “, que quiere decir Derecho, razón, equidad.</p><p>Ley: Proviene del latín “ Lex-Legis “. Se podria definir como el Precepto dictado por la suprema autoridad, en que ese mando prohíbe algo en consonancia con la justicia y por el bien de los gobernados.</p><p>Legislación: Conjunto o cuerpo de leyes por las cuales se gobierna un Estado o una materia determinada.</p><p>Odontología Legal y Forense</p><p>Autor: Aurelio Luna Maldonado y Manuela Laborda Reboiro</p><p>Jurisdicción: Poder o autoridad que tiene alguien para gobernar y poner en ejecución las leyes o para aplicarlas en juicio.</p><p>Tribunal: Lugar destinado a los jueces para administrar justicia y dictar sentencias.</p><p>El Derecho se presenta en una sociedad como la interacción de tres dimensiones: la norma (una regla exterior que regula la conducta humana), el hecho social (situación en un contexto social) y el valor (el sentido, finalidad y justificación de una norma).</p><p>La norma jurídica</p><p>El Derecho en un Estado moderno es el conjunto de normas de conducta obligatorias o autorizadas por el Estado mismo y respaldadas por su poder. Hay tres criterios a tener en cuenta en una norma: la Validez ( si existe o no un sistema jurídico), la Eficacia ( si es aplicada por los tribunales y si se cumple o no por los sujetos destinatarios de la misma), y la Justicia ( la condición de justa o injusta de una norma, algo que dependerá de la sociedad y el contexto).</p><p>Las normas o usos sociales son un conjunto de pautas que regulan la convivencia en una comunidad o en algunos sectores de la misma. Estos usos sociales coinciden con el Derecho en que están dotados de obligatoriedad en su cumplimiento y sanción cuando se vulneran. El Derecho establece que el cumplimiento o incumplimiento provoca una serie de sanciones a la vez que existen órganos específicos que tienen atribuida la aplicación de sanciones. Cualquier Derecho debe incluir una serie de valores o exigencias, es decir deben ser: generales, públicas, claras,comprensibles, sin contradicciones, posibles de aplicar…</p><p>El Derecho se produce en cada sociedad concreta por los grupos y fuerzas que de manera desigual operan en ella, por tanto, es parte de esa</p><p>Autor: Aurelio Luna Maldonado y Manuela Laborda Reboiro</p><p>sociedad, en cuanto se encuentra en relación con los demás factores sociales.</p><p>En una sociedad madura no es algo que se transforme súbitamente a golpe de nuevas mayorías políticas sino que va evolucionando con el paso del tiempo. Responde a los deseos de una mayoría y puede existir la desviación de una minoría que no acepte esos usos.</p><p>El Derecho tiene que ser legítimo, es decir, obtener una legitimidad que no provoque su rechazo social. A la hora de establecer la legitimidad de un Derecho podemos señalar 5 premisas:</p><p>· Legitimidad de origen. El órgano que las dicta tiene que ser legítimo</p><p>· Legitimidad de contenido basada en el principio de integración (respetar la diversidad social y la tolerancia).</p><p>· Tiene que respetar a las minorías</p><p>· Los derechos fundamentales han de ser eficaces. No basta con que estén reconocidos.</p><p>· Las normas jurídicas han de ser ajenas a cualquier arbitrariedad. Tienen que estar fundamentadas.</p><p>Tratados internacionales de justicia</p><p>La Organización de las Naciones Unidas (ONU) es la mayor organización internacional existente. Se define como una asociación de gobiernos global que facilita la cooperación en asuntos como el Derecho internacional, la paz y seguridad internacional, el desarrollo económico y social, los asuntos humanitarios y los derechos humanos.</p><p>Autor: Aurelio Luna Maldonado y Manuela Laborda Reboiro</p><p>La ONU fue fundada el 24 de octubre de 1945 en San Francisco (California), por 51 países, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, con la firma de la Carta de las Naciones Unidas. Desde su sede en Nueva York, los Estados miembros de las Naciones Unidas y otros organismos vinculados proporcionan consejo y deciden acerca de temas significativos y administrativos en reuniones periódicas celebradas durante el año.</p><p>Las NACIONES UNIDAS tienen una serie de propósitos, que son:</p><p>1. Mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin: tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a la paz.</p><p>2. Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos.</p><p>3. Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario.</p><p>Son Miembros originarios de las Naciones Unidas los Estados que habiendo participado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Organización Internacional celebrada en San Francisco, o que habiendo firmado previamente la Declaración de las Naciones Unidas de 1 de enero de 1942, suscriban esta Carta y la ratifiquen.</p><p>Los seis órganos principales de las Naciones Unidas son: la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el Consejo de Administración Fiduciaria, la Corte Internacional de Justicia y la Secretaría. El resto de los órganos se encuentran en Nueva York, en la Sede de las Naciones Unidas.</p><p>La Corte Internacional de Justicia (CIJ) es el principal órgano judicial de las Naciones Unidas (ONU) que se crea en junio de 1945 en San Francisco por la Carta de las Naciones Unidas y empiezan a trabajar en abril de 1946. La sede de la Corte se encuentra en el Palacio de la Paz en</p><p>Autor: Aurelio Luna Maldonado y Manuela Laborda Reboiro</p><p>La Haya (Países Bajos). De los seis órganos principales de las Naciones Unidas, es el único que no se encuentra en Nueva York.</p><p>La función del Tribunal es resolver, de conformidad con el derecho internacional, las controversias jurídicas que le presenten los Estados y emitir opiniones consultivas sobre cuestiones jurídicas planteadas por órganos de las Naciones Unidas autorizados y los organismos especializados.</p><p>El Tribunal está compuesto por 15 jueces, que son elegidos por mandatos de nueve años por las Naciones Unidas, la Asamblea General y el Consejo de Seguridad. . Los magistrados deben ser de distinta nacionalidad. Cada tres años se celebran elecciones para renovar la tercera parte de los miembros de la Corte, con la posibilidad de reelegir a los miembros salientes. Los miembros de la Corte no representan a sus gobiernos, sino que son magistrados independientes. Es asistido por una Secretaría que es su órgano de administración. Sus idiomas oficiales son Inglés y Francés.</p><p>En el Capítulo XIV, en su artículo 2 nos dice que un Estado que no sea Miembro de las Naciones Unidas podrá llegar a ser parte en el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia, de acuerdo con las condiciones que determine en cada caso la Asamblea General a recomendación del Consejo de Seguridad. Cada Miembro de las Naciones Unidas compromete a cumplir la decisión de la Corte Internacional de Justicia en todo litigio en que sea parte; si una de las partes en un</p><p>litigio dejare de cumplir las obligaciones que le imponga un fallo de la Corte, la otra parte podrá recurrir al Consejo de Seguridad, el cual podrá, si lo cree necesario, hacer recomendaciones o dictar medidas con el objeto de que se lleve a efecto la ejecución del fallo.</p><p>La Asamblea General o el Consejo de Seguridad podrán solicitar de la Corte Internacional de Justicia que emita una opinión consultiva sobre cualquier cuestión jurídica.</p><p>Autor: Aurelio Luna Maldonado y Manuela Laborda Reboiro</p><p>Organización de la justicia</p><p>El Libro I de la Ley Orgánica 6/1985 de 1 de julio del Poder Judicial, regula la extensión y límites de la jurisdicción y de la planta y organización de los juzgados y tribunales. La Ley 38/1988, de 28 de diciembre de Demarcación y Planta Judicial desarrolla la materia. Así, se establece que el ejercicio de la potestad jurisdiccional se atribuye a los siguientes juzgados y Tribunales:</p><p>· Juzgados de Paz.</p><p>· Juzgados de Primera Instancia e Instrucción, de lo Mercantil, de Violencia sobre la Mujer, de lo Penal, de lo Contencioso-Administrativo, de lo Social, de Menores y de Vigilancia Penitenciaria.</p><p>· Audiencias Provinciales.</p><p>· Tribunales Superiores de Justicia.</p><p>· Audiencia Nacional.</p><p>· Tribunal Supremo</p><p>En cuanto al carácter unipersonal o colegiado de los órganos, son todos unipersonales excepto el Tribunal Supremo, la Audiencia Nacional, los Tribunales Superiores de Justicia y las Audiencias Provinciales.</p><p>El Tribunal Supremo se compone de su presidente, de los presidentes de sala y los magistrados que determine la ley para cada una de sus salas y secciones. Tiene cinco salas: de lo Civil, de lo Penal, de lo Contencioso- Administrativo, de lo Social y de lo Militar.</p><p>La Audiencia Nacional se compone de su presidente, los presidentes de sala y los magistrados que determine la ley para cada una de sus Salas y</p><p>Autor: Aurelio Luna Maldonado y Manuela Laborda Reboiro</p><p>Secciones (de Apelación, de lo Penal, de lo Contencioso-Administrativo y de lo Social).</p><p>Los Tribunales Superiores de Justicia constan de cuatro salas (civil, penal, contencioso-administrativo y social). Se componen de un presidente, que lo será también de las salas civil y penal; de los presidentes de sala y de los magistrados que determine la ley para cada una de sus salas.</p><p>Las Audiencias Provinciales se componen de un presidente y dos o más magistrados. Conocerán de los órdenes civil y penal, pudiendo existir secciones con la misma composición.</p><p>El Artículo 122 de la Constitución española de 1978 establece, que el Consejo General del Poder Judicial es el órgano de gobierno de los jueces y magistrados.</p><p>Estará integrado por el Presidente del Tribunal Supremo, que lo presidirá, y por veinte miembros nombrados por el Rey por un periodo de cinco años. De estos, doce entre Jueces y Magistrados de todas las categorías judiciales, en los términos que establezca la ley orgánica; cuatro a propuesta del Congreso de los Diputados, y cuatro a propuesta del Senado, elegidos en ambos casos por mayoría de tres quintos de sus miembros, entre abogados y otros juristas, todos ellos de reconocida competencia y con más de quince años de ejercicio en su profesión.</p><p>La composición, atribuciones y estatuto de los miembros del Consejo General del Poder Judicial se regulan en el Título II del Libro II de la Ley Orgánica 6/1985 de 1 de julio del Poder Judicial.</p><p>El Artículo 124 de la Constitución española de 1978 establece que el Ministerio Fiscal, sin perjuicio de las funciones encomendadas a otros órganos, tienen como misión promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los interesados, así como velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante éstos la satisfacción del interés social.</p><p>Autor: Aurelio Luna Maldonado y Manuela Laborda Reboiro</p><p>El Ministerio Fiscal ejerce sus funciones por medio de órganos propios conforme a los principios de unidad de actuación y dependencia jerárquica y con sujeción, en todo caso, a los de legalidad e imparcialidad.</p><p>El Fiscal General del Estado será nombrado por el Rey, a propuesta del Gobierno, oído el Consejo General del Poder Judicial.</p><p>La Ley Orgánica 6/1985 de 1 de julio del Poder Judicial (Título I del Libro VII) así como la Ley 50/1981de 30 de diciembre regulan el estatuto orgánico del Ministerio Fiscal.</p><p>Los Secretarios Judiciales son funcionarios públicos que constituyen un Cuerpo Superior Jurídico, único, de carácter nacional, al servicio de la Administración de Justicia, dependiente del Ministerio de Justicia, y que ejercen sus funciones con el carácter de autoridad.</p><p>Se trata de un Cuerpo ordenado jerárquicamente bajo la superior dependencia del Ministerio de Justicia.</p><p>El Secretario General de la Administración de Justicia, como órgano incardinado en la estructura orgánica del Ministerio de Justicia, es el encargado de la dirección y coordinación de los Secretarios de Gobierno y del resto de los Secretarios Judiciales.</p><p>Los Secretarios de Gobierno son órganos superiores que ostentan la dirección de los Secretarios Judiciales que prestan sus servicios en las Oficinas judiciales dependientes de los Tribunales Superiores de Justicia correspondientes. Hay un Secretario de Gobierno en el Tribunal Supremo, en la Audiencia Nacional y en cada Tribunal Superior de Justicia, así como en las ciudades de Ceuta y Melilla.</p><p>Los Secretarios Coordinadores Provinciales son órganos superiores, que ejercen sus competencias bajo la dependencia directa de los Secretarios de Gobierno. En cada provincia hay un Secretario Coordinador, salvo en las Comunidades Autónomas uniprovinciales, dónde las funciones del Secretario Coordinador serán asumidas por el Secretario de Gobierno, exceptuando aquéllas en las que sea aconsejable su existencia.</p><p>Autor: Aurelio Luna Maldonado y Manuela Laborda Reboiro</p><p>La nueva oficina judicial</p><p>La estructura atomizada de los órganos judiciales en España, que responde a un diseño del siglo XIX, ha sido una de las causas de la dilación que sufren los procedimientos. Nuestros juzgados y tribunales se organizan hasta hoy en pequeñas oficinas judiciales formadas por un juez, un secretario judicial y siete u ocho funcionarios, inundadas de papel y poco accesibles a los ciudadanos. Son oficinas que funcionan como compartimentos estancos en los que se realizan todas las tareas del proceso judicial, desde la demanda hasta la ejecución de la sentencia.</p><p>Consciente de las carencias del modelo, el Gobierno de España, a través del Ministerio de Justicia, ha impulsado decididamente la transformación de la oficina judicial para convertirla en un modelo de gestión que favorezca la eficacia, la agilidad y la transparencia que la sociedad reclama.</p><p>Como motor de cambio, el Ministerio de Justicia ha impulsado una amplia reforma normativa con la finalidad de dar la conveniente cobertura legal al nuevo modelo de Administración de Justicia.</p><p>La reforma de la legislación procesal para la implantación de la Nueva Oficina Judicial, aprobadas por unanimidad en el Parlamento, modifica un total de 16 leyes ordinarias y 4 leyes orgánicas, entre ellas, la propia Ley Orgánica del Poder Judicial.</p><p>Objetivos de la implantación de una nueva oficina judicial:</p><p>Autor: Aurelio Luna Maldonado y Manuela Laborda Reboiro</p><p>Se pretende implantar un nuevo sistema de organización de la Administración de Justicia que permita una mayor agilidad en la respuesta al ciudadano y que esa respuesta sea de mejor calidad. La Nueva Oficina Judicial funcionará con criterios de agilidad, eficacia, eficiencia, racionalización del trabajo y responsabilidad por la gestión, incorporando además la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación.</p><p>Nueva estructura :</p><p>Estos principios se plasman en una nueva estructura que modifica el modelo tradicional de oficina y en el que se distinguen dos unidades claramente diferenciadas: las Unidades de Apoyo Directo y los Servicios Procesales Comunes.</p><p>Las Unidades de Apoyo</p><p>Directo prestan atención especializada a jueces y magistrados en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales. Funcionan como el equipo administrativo y técnico del juez o magistrado.</p><p>Los Servicios Procesales Comunes no están integrados en ningún órgano judicial concreto sino que prestan servicios a varios de ellos. Permiten optimizar recursos y agilizar procedimientos. Actúan bajo la dirección de un secretario judicial y cuentan con unidades especializadas para realizar funciones de gestión y apoyo en actuaciones procesales como actos de comunicación, registro y reparto, ordenación del procedimiento, ejecución, etc.</p><p>Para el adecuado despliegue de la Oficina Judicial es necesaria, además, la implantación generalizada de nuevas tecnologías y de herramientas informáticas adecuadas:</p><p>Expediente Judicial Digital, que haga posible establecer un itinerario telemático de los expedientes entre las diferentes unidades que componen la oficina.</p><p>Grabación autenticada de las vistas, que permitirá potenciar las garantías de los ciudadanos y liberara recursos personales.</p><p>Autor: Aurelio Luna Maldonado y Manuela Laborda Reboiro</p><p>La moderna organización distingue claramente, por tanto, tres tipos de actividad que se realizan en los órganos judiciales: La jurisdiccional, que se residencia en los jueces y magistrados. La procedimental que recae en el secretario judicial y los servicios de apoyo y procesales. La administrativa o de gestión, que corresponde al Ministerio de Justicia o comunidades autónomas con competencias transferidas.</p><p>Con este nuevo modelo se consigue que los jueces y magistrados dediquen todo su esfuerzo a la función que les atribuye la Constitución: juzgar y hacer ejecutar lo juzgado. Para ello se les libera de las tareas administrativas.</p><p>Potenciación de las atribuciones de los secretarios judiciales, quienes, como auténticos directores de la oficina judicial, cobran un papel más activo en el impulso de los procedimientos y su ejecución.</p><p>En definitiva una especialización en las tareas que se realizan en los órganos judiciales y una reestructuración más eficiente del trabajo y de los medios y un reparto más preciso y racional de funciones.</p><p>La ley y las normas</p><p>1.1 LA LEY</p><p>La ley es una norma escrita emanada del poder legislativo, por lo que es la norma por excelencia del ordenamiento jurídico y prima sobre las demás. Dentro de esta categoría podemos distinguir a su vez distintas clases de leyes:</p><p>1.2 LEYES ORGÁNICAS Y LEYES ORDINARIAS.</p><p>Autor: Aurelio Luna Maldonado y Manuela Laborda Reboiro</p><p>Las Leyes Orgánicas son aquellas que sólo puede promulgar el Estado, y están previstas para las materias que señala el artículo 81 de la Constitución así como otras previstas en la Norma Fundamental. Requieren su regulación por Ley Orgánica:</p><p>-el desarrollo de los derechos fundamentales y de las libertades públicas (Sección 1ª del Capítulo II del Título Primero).</p><p>-la aprobación de los Estatutos de Autonomía.</p><p>-el régimen electoral general.</p><p>-las demás que prevea la Constitución, como por ejemplo:</p><p>· regulación de los estados de alarma, excepción y sitio (art. 116)</p><p>· regulación del Defensor del Pueblo (art. 55)</p><p>· regulación del Tribunal Constitucional (art. 165)</p><p>Lo que diferencia a esta Leyes es que el procedimiento de aprobación y modificación es más garantista que el previsto para las leyes ordinarias (se exige mayoría absoluta del Congreso para su aprobación), y ello porque las materias sobre las que versan se aspira a que no pueden verse afectadas por los continuos cambios de gobierno y su regulación ha de ser fruto del mayor consenso posible.</p><p>Por contra, todo lo que no requiera Ley Orgánica, será una Ley Ordinaria, para cuya aprobación basta sólo la mayoría simple.</p><p>1.3. LAS LEYES DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS.</p><p>Las Comunidades Autónomas, en las materias objeto de su competencia pueden dictar leyes de igual rango que las del Estado. Estas leyes de las Comunidades Autónomas, no son ni superiores ni inferiores a aquéllas. Entre unos y otras rige el principio de separación de competencias</p><p>Autor: Aurelio Luna Maldonado y Manuela Laborda Reboiro</p><p>(las que pueden asumir las Comunidades Autónomas se enumeran en el art. 148 de la Constitución y las exclusivas del Estado, en el 149) y no el de jerarquía. Ahora bien, como puede surgir algún conflicto, el texto constitucional prevé mecanismos para decidir si es o no una ley legítima, que sólo puede ser atacada ante el Tribunal Constitucional.</p><p>1.4. NORMAS NO PARLAMENTARIAS EQUIPADAS A LA LEY</p><p>En este caso, y cómo señala la rúbrica, se trastocan un tanto los postulados tradicionales de la división de poderes, pues se trata de disposiciones de rango legal que emanan del Gobierno, del poder ejecutivo, o dicho de otra forma, son normas con rango de Ley pero que no aprueba el poder legislativo.</p><p>El fundamento de este poder para el Ejecutivo es fundamentalmente de orden práctico y lo encontramos en el gran número de materias existentes a regular; la urgencia en la regulación de determinadas cuestiones y lo incompatible de ello con la lentitud del parlamento, además de la necesidad de entrar a regular por el Derecho determinadas materias de un modo tan detallado que al Parlamento le resultaría técnicamente muy dificultoso. En cuanto a las normas no parlamentarias equiparadas a la Ley tenemos:</p><p>1.5. EL REAL DECRETO-LEY</p><p>El Decreto-Ley o Real Decreto-Ley, es una norma con fuerza de ley, emanada del Gobierno en el ejercicio de una facultad originaria que le es otorgada directamente por la Constitución (art. 86). Su fundamento está en la necesidad de afrontar circunstancias excepcionales que hagan precisa la publicación inmediata de determinadas disposiciones con rango de ley,</p><p>Autor: Aurelio Luna Maldonado y Manuela Laborda Reboiro</p><p>cuya urgencia y apremio impide esperar a la intervención del legislador ordinario y los trámites más pausados.</p><p>Procede su aprobación "en casos de extraordinaria y urgente necesidad” en los que “el Gobierno podrá dictar disposiciones legislativas provisionales que tomarán la forma de Decretos-Leyes".</p><p>Ahora bien, a pesar de ser un poder originario del Gobierno, esta norma, el Decreto-Ley, tiene ciertas limitaciones por cuanto no podrán afectar, no podrán regularse por Decreto-Ley:</p><p>-el ordenamiento de las instituciones básicas del Estado (por ejemplo Tribunal Constitucional).</p><p>-los derechos, deberes y libertades de los ciudadanos regulados en el Título I de la Constitución.</p><p>-el régimen de las Comunidades Autónomas.</p><p>-el Derecho electoral general.</p><p>La calificación de "provisionales" que la Constitución da a estas normas es porque inmediatamente a su publicación deben ser sometidas a debate y votación del Congreso de los Diputados como máximo en el plazo de 30 días, y habrá de pronunciarse expresamente dentro de dicho plazo sobre la convalidación o derogación del Decreto-Ley, pudiendo durante ese plazo tramitarse como proyectos de ley. Una vez publicados en el BOE, pueden modificar y derogar Leyes u otros Decretos-Leyes.</p><p>1.6. LOS REALES DECRETOS LEGISLATIVOS</p><p>Autor: Aurelio Luna Maldonado y Manuela Laborda Reboiro</p><p>En este caso, y para esta clase de normas con rango de Ley, más que de poderes previos y originarios reconocidos al Gobierno, se trata de un instrumento de colaboración entre el Parlamento y el Gobierno. Se encuentran regulados en los artículos 82 a 85 de la Constitución, que permiten que el Gobierno puede dictar leyes previa autorización expresa o delegación del Parlamento, sobre materias concretas no reservadas a Ley Orgánica. De ahí, por tanto, que las disposiciones del Gobierno que contengan legislación delegada reciben el nombre de Decretos Legislativos (art. 85 CE). Lo que diferencia, sobre todo, a estas normas de los Decretos- Leyes es que los primeros son un poder originario del Gobierno, que utiliza cuando sea oportuno,mientras que los Decretos Legislativos sólo pueden aprobarse si existe una previa autorización de las Cortes, que puede ser de dos formas:</p><p>a) Mediante una Ley de bases, que contiene la autorización para elaborar</p><p>un texto articulado, con arreglo a los principios y con los límites que se fijan en la misma Ley de Bases.</p><p>b) Mediante una ley ordinaria, cuyo objeto sea elaborar un texto refundido, esto es, una disposición legal sobre una materia cuya regulación anteriormente estaba esparcida en diversas normas.</p><p>1.7.- EL REGLAMENTO</p><p>El Reglamento es una “disposición administrativa de carácter general y de rango inferior a la Ley”. Son, pues, normas jurídicas, pero no hay que confundir con el Decreto-Ley o a los Decretos-Legislativos, que tienen rango de Ley. El fundamento de esta potestad es muy variado. Y ante la pregunta de por qué se otorga a la Administración la potestad de dictar normas jurídicas de rango inferior al de la Ley, de Reglamento, se han ofrecido varias razones. Unas de ellas son de orden práctico, por el rigor técnico que es necesario para realizar regulaciones de materias concretas, al parlamento le resulta imposible por su propio modus operandi, entrar en</p><p>Autor: Aurelio Luna Maldonado y Manuela Laborda Reboiro</p><p>tantos detalles de una materia. Por ello siempre existirá una necesidad de desarrollar y completar la tarea del legislador, de las leyes. Pero en cambio existen razones formales, que son las más relevantes. Esto es, la potestad reglamentaria se atribuye por la Constitución, sin perjuicio de la legislación ordinaria, a la Administración, según lo dispuesto en su artículo 97.</p><p>REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS</p><p>RUIZ MANERO, J., "Principios jurídicos", en VV.AA., El derecho y la justicia (E. Garzón, F.J. Laporta, eds.) Trotta, Madrid, 1996.</p><p>PRIETO,L.; Ley, principios, derechos, Dykinson, Madrid, 1998.</p><p>image1.jpeg</p>