¿Qué fue lo más irrespetuoso que un huésped de tu casa le dijo a un miembro de tu familia, a ti mismo o a otro huésped?

Esto me pasó hace varios años, en 2012 para ser exactos. Lo que se dijo no sólo fue irrespetuoso, sino también cruel e inapropiado. Voy a dar un poco de historia de fondo, para que puedas tener una mejor comprensión de todo el cuadro, en cuanto a por qué lo que se ha dicho mm y cuando se ha dicho, fue mucho más doloroso y cruel de lo que parecería.

Soy originaria de Europa del Este, he vivido en los Estados Unidos por más de 20 años. Dejé mi casa cuando tenía 24 años (era periodista y cubría historias sobre la guerra, la corrupción política, la brutalidad policial, etc., lo que provocó un acoso y amenazas hacia mí y mi familia, que se volvieron tan graves y fuera de control que tuve que huir de mi país, sólo para que mi familia quedara sola y fuera de peligro). Pasaron 7 años después de haber huido del país, hasta que finalmente pude volver a casa para ver a mi familia. Desde entonces sólo puedo visitar a mi familia una vez cada 2 o 3 años.

En 2012 estaba pasando por un divorcio brutal y desagradable. Fue un matrimonio muy volátil y el divorcio fue aún peor. Mi ex era (todavía lo es) un adicto severo y después de casi 10 años de matrimonio de infierno, no podía soportarlo más, me destruyó absolutamente. Gracias a mi ex, perdí mi salud, mi condominio, mi trabajo. Robó casi 100 mil dólares de nuestras cuentas bancarias y tarjetas de crédito, cometió un fraude y trató de culparme y hacer que me arrestaran por sus crímenes. Tuve que declararme en bancarrota por su deuda. Acoso, amenazas, intentos de suicidio falsos, sofás contra la puerta de entrada para evitar los robos, revisar mi auto todos los días antes de conducirlo, para asegurarse de que no estaba templado con... Cosas repugnantes y crueles que mi ex haría y diría a mí o sobre mí, para justificar sus acciones inmorales. A veces estaba demasiado asustada para salir. Y no tenía a nadie a mi lado. Estaba completamente sola.

No podía soportarlo más, no quería estar más aquí. Tenía que cambiar algo. Necesitaba cambiarme a mí misma. Me sentía fea, dañada y no amada. No quería ser yo más. Odiaba mi vida, me odiaba a mí misma... Así que me subí al avión y me fui a Europa para estar con mi familia, para sentirme amada.

Como parte de mi cambio, decidí comenzar por cambiar mi apariencia y finalmente hacerme la cirugía de reconstrucción de la nariz (para arreglar mi nariz dos veces rota con el tabique desviado que causa problemas respiratorios, además de tener un ligero chichón en el puente).

Como pueden ver, no estaba en un buen lugar ni física ni mentalmente. Lo único positivo era que finalmente estaba pasando algo de tiempo con mi familia, después de estar separado de ellos durante 13 años. He visto a la mayoría de mis amigos y parientes todos esos años. Así que una tarde, pocos días después de mi cirugía reconstructiva de nariz, la prima de mi padre vino a visitarme (somos cristianos ortodoxos. Esta prima estaba casada con un hombre judío, pero mantuvo su religión. Sin embargo, cuando la vida se puso difícil en mi país, debido a varias guerras, la invasión rusa, la corrupción del gobierno, etc., esta prima abandonó su religión, se convirtió al judaísmo y toda la familia se mudó a Israel).

Mi cara estaba toda hinchada y vendada después de la cirugía. Con fuertes dolores.

Aún así, me levanté de la cama, me puse unos pantalones Capri y una camiseta y bajé a ver a un primo que no había visto en más de 13 años. Cuando entré en la habitación, si no me hubieran dicho de antemano quién era ella, ni siquiera la habría reconocido, estaba cubierta de la cabeza a los pies (imagínese que era mitad del verano, con un calor infernal), con un vestido largo hasta el suelo, un cuello de tortuga de manga larga y Tichel (un pañuelo en la cabeza), nada de lo cual es requerido por nuestra religión, sino que era requerido por su recién conversión. Comprender los códigos de vestimenta de las mujeres judías ortodoxas y sus diversas interpretaciones. Lo cual estaba bien para mí. No soy una persona religiosa loca, tengo mis creencias y respeto las de los demás, siempre y cuando no traten de imponerme su religión y sus creencias.

De todos modos, estaba feliz de ver a mi pariente, eso es todo lo que me importaba. Incluso dominé una sonrisa a través del dolor y un enorme yeso en mi cara. Nos abrazamos y empecé a preguntarle cómo estaba ella, mientras me cortaba y "¡Vas a ir al infierno!" - me dijo. Fue tan de la nada, que pensé que la había escuchado mal. La miré desconcertada. Señaló un pequeño tatuaje por encima de mi tobillo (tal vez de 15 cm), y repitió "te vas a ir al infierno".

Me quedé atónita. Pensando para mí misma, tú eras la que andaba por ahí acostándose con tipos (lo que estaba absolutamente en contra de nuestra religión y cultura en ese entonces), quedando embarazada de uno de ellos y obligando al pobre tipo a casarse contigo. Luego cambiaste tu religión porque se adaptaba a tus necesidades. ¡¿Pero yo soy la pecadora y voy a ir al infierno, porque tengo un pequeño tatuaje de una flor en mi pierna?!

Estaba tan apagada y asqueada por ella en ese momento. Estás en mi casa, siendo atendida por mis padres, comiendo mi comida, y básicamente me está maldiciendo, en lugar de preguntarme cómo estoy, especialmente después de no verme en años, de haberme hecho una cirugía mayor y de que mi cara esté cubierta de vendas... sin mencionar que ella estaba al tanto de mi situación, de cómo mi vida se estaba desmoronando y de lo devastada que estaba. Cualquier persona normal, pariente o no, tendría algo de compasión y ofrecería palabras de aliento, o simplemente diría "Hola, ¿cómo estás?", no "Te vas a ir al infierno".

Pero no quería faltarme el respeto y rebajarme a su nivel, así que simplemente dije: "Cariño, ya estoy en el infierno, pero si crees que puedes fingir tu camino al cielo con tu pañuelo, te espera un duro despertar" y salí de la habitación.

(Mis disculpas por una respuesta tan larga y algunas posibles erratas)