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Ojeda Gónzalez, Abelardo y Mallen, Carlos -Ricardo Flores Magón- su vida y su obra frente al origen y las proyecciones de la Revolución Mexicana- estudios crítico biográficos-[1967] - Verónica Castill

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CUADERNOS DE LECTURA
POPULAR
66
PRECIO $1.50 - EBlelON BE LUJO $2.SO SERIE: a HOMBRE EN lA HISTORIA
SEP
SUBSECRETARIA
DE ASUNTOS CULTURALES
•
..
¡
1
/
,RICARDO FLORES MAGON
Su vida y su obra frente al origen y las
proyecciones de la Rev91ución Mexicana
por ABELARDO OJEDA
CUADERNOS DE LECTURA POPULAR
I
RICARDO FLORES MAGON
Su vida y su obra frente al origen y las
proyecciones de la Revolución Mexicana
Estudios crítico-biográficos de
ABELARDO OJEDA y CARLOS MALLEN
Serie: EL HOMBRE EN LA HISTORIA
,
MEXICO. B. P. 19' 7
Abelardo Ojedo.,
e Secretaría de Educación Pública
Subsecretaría de Asuntos Culturales
México, 1967
A Rosañsuia, mi compañera.
Cierra las puertas, echa la aldaba, carcelero.
Ata duro a ese hombre: no le atarás el alma.
Son muchas llaves, muchos cerrojos, injusticias:
no le atarás el alma.
Las Cárceles. MIGUEL HERNANDEZ.
?< 2
UN SOL CLAVADO EN LA SOMBRA
El abrupto paisaje oaxaqueño ha sido la cuna
de dos grandes personajes de la historia de Mé-
xico: Benito Juárez Y Ricardo Flores Magón. El
impasible indio de Guelatao es la figura clásica
del liberalismo. F10resMagón es el líder doctri-
nario de la clase obrera.
Enemigo de la injusticia desde los años mozos,
antiporfirista jurado y ardiente defensor de los
humildes, Ricardo Flores Magón destaca sobre
tOdo, como precursor intelectual de la revolución
de 1910 Y organizador dinámico y genial del Par-
tido Liberal Mexicano, la primera organización
política del proletariado nacional.
La voz valiente del escolar en los mítines ca-
llejeros, que se tornaría en la pluma enérgica Y
vibrante del periodista hombre, Ricardo F10res
Magón, fue un sol clavado en la sombra de la
inhumana sociedad porfirista.
----
11
12 ABELARDO OJEDA
EL AMBIENTE FAMILIAR
El 16 de septiembre de 1873, aniversario de la
independencia de México, Ricardo nació en San
Antonio Eloxochitlán, distrito de Teotitlán del
Camino, estado de Oaxaca.
El padre, de raza indígena, se llamaba Teodoro
Flores. Había combatido contra la intervención
norteamericana de 1847 y, bajo las banderas li-
berales, en la guerra de Reforma contra las fuer-
zas conservadoras como devoto seguidor de Juárezr en l.asheroicas jornadas contra la intervención
ímperíal francesa.
En las trincheras mexicanas de los defensores
~e Puebla, ante los furiosos embates del ejército
mv~r, se templaron voluntades patrióticas y se
f?rJaron amores. Allí Teodoro conoció a una va-
líente y hermosa mujer que desafiando las balas
enemigas llamaba a la. lucha e inflamaba los áni-
mos de los soldados mexicanos; Margarita Magón
se l~ama~. Y Teodoro fl?res se e~amoró de aque-
lla Joven, a ella le cautivó el arrojo y la presencia
de aquel hombre corpulento y vivaz.
~ innegable que los padres de Flores Magón
~Ian grandes virtudes. Aunque no llegó a par-
tícípar en. la. política, Teodoro era un patriota
que a su fídelldad por los principios juaristas au-
~ab~.un ampr .inmenso por el pueblo y por la
Justícía. Desílusíonado por la traición de Porfirio
Diaz,.alimentó en sus hijos las llamas de la incon-
fonmdad; les contab~ en las noches, después de la
~ el~en~ de frIJoles y tortillas, cuánta opre-
::.~ y miseria se debían al régimen del general
~. y al &JSl&!'pambilllt. semif~dal propicá-
RICARDO FLORES MAGóN 13
do por el dictador, Teodoro Flores oponía la vida
sencilla y generosa de las comunidades indígenas,
en donde los hombres se ayudaban mutuamente
y no se pedía que trabajaran ni los viejos ni los
niños, en -donde la cooperación y la camaradería
estaban por todas partes. Esta manera de ser y
de vivir de los pueblos indígenas de San Antonio
~oxochitlán, impregnó la mente, la vida hogare-
na y la conducta social de los Flores Magón.
y éste fue el signo ideológico del más inteli-
gente de los hijos de aquella familia: con sus pro-
fundas raíces en las costumbres comunales y con
su experiencia en la práctica de las mismas, Ri-
cárdo Flores Magón creyó que los hombres podrían
construir un nuevo mundo por convenio mutuo,
sin opresión autoritaria.
.-.-.
LA CIRCUNSTANCIAHISTORICA
La historia recuerda multitud de personajes
que, después de combatir con denuevo en favor
de las causas populares, se ligaron a los opresores
y ellos mismos acabaron subyugando al pueblo.
Esta fue la trayectoria de Porfirio Díaz. El gran
militar que en memorables contiendas derrotó a
los franceses y de manera espectacular escapó de
las prisiones imperiales, abandonó la causa del
pueblo, que le veneró como a uno de los suyos
y se alió a las familias encumbradas que contro-
laban la riqueza del país -minas, tierras, fábricai
ABELARDO OJEDA
y bancos--, una aristocracia que vinculaba sus
intereses económicos con los capitales europeos y
norteamericanos. Porfirio Díaz ascendió al poder
para convertirse en guardián de los Intereses de
esa minoría de la que él mismo terminó formando
parte. Su matrimonio con Doña Carmen Romero
Rubio, hija de un miembro destacado de la aris-
tocracia criolla, selló su pertenencia a la capa
social privilegiada y consolidó su dictadura que
explotaba sin piedad al pueblo de México. El
ascenso político de Díaz coincide con el auge mun-
dial del capitalismo, que rompiendo las fronteras
nacionales exporta sus ganancias a países atrasa-
dos como México: el imperialismo aparece en la
palestra mundial y los ínversíonístas ingleses y
norteamericanos asentados ya en el país con la
venia' del gobierno porfirista, encabezan la explo-
tación y el despojo a los pueblos a escala inter-
nacional.
Flores Magón conocerá los cimientos en que
descansa la dictadura porfiriana, sufrirá en carne
propia la persecución y la humedad de las cárceles
y cobrará conciencia de que no sólo había qu=
combatir a la tiranía de Díaz, sino también a sus
aliados extranjeros.
Bajo la justiciera y relampagueante pluma, su
arma preferida de combate, el luchador político
Flores Magón, llevará a la picota de la opinión
pública a los explotadores feudales y capitalistas:
denunciará los atropellos que sufren los peones en
las haciendas; las matanzas de indios yaquis y
mayas; las espantosas exacciones manchadas de
sangre como las de Papantla; las heroicas luchas
de los campesinos que en Acayucan, Viesca y Las
Vacas, dan cara a los esbirros porfiristas y las
16 ABELARDO OJEDA
inolvidables gestas de Río Blanco y Cananea. En
los periódicos de la época: El Demócrata, Rege-
neracián, El Ahuizote, El Hijo del Ahuizote El
Nieto del Ahuizote, El Bisnieto del Ahuizote 'Re-
generacián y Revolución,' en unión de abnegados
revoluciona~ios c~mo. Librado Rivera, Enrique
Flores Magon, Práxedis Guerrero, Juan Sarabia
Santiago de la Vega, Antonio l. Villarreal y otros:
Ricardo Flores Magón combatirá sin tregua a la
dictadura.
¡
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, ! -.
LA POBREZA ESTUDIOSA
La familia Flores Magón vivía modestamente
y llegó a sufrir miserias. Eso no doblegó a los
padres de Jesús, Ricardo y Enrique, que hicieron
todo género de sacrificios para costear los estu-
dios de sus hijos; lo que resultó dificil a la postre,
y desde adolescentes tuvieron que trabajar para
pagarse su carrera.
Er~ tiempos en que, debido al carácter brutal
y. retrogrado de la dictadura porfiriana, las prín-
eípales fuentes de riqueza del país sufrían la ex-
plotación desenfrenada del capital extranjero y el
atraso económico y el curso anticuado de la eco-
nom1a repercutían sobre las ciudades. Artesanos,
obreros y clases medias languidecian por la esca-
sez d-: fuentes de trabajo, por la ruina de los
pequeno. talleres y loa bajos Ingresos, Loa Floril
RICARDO FLORES MAGóN 17·
Magón pertenecían a las más empobrecidas capas
de la clase media; el reducido jornal del soldado
Teodoro Flores no podía resolver las angustiosas
necesidades familiares, por eso desde niño, Ricar-
do Flores Magón sintió también la' miseria engen-
. drada por el ambiente del porfiriato y ello fue un
acicate que le llevó a comprender mejor el sufri-
miento de los desheredados.
EL ESTUDIANTE REVOLUCIONARIO
La pobreza y los sentimientos de libertad in-
culcados por la palabra paterna, empujaron a los
jóvenesFlores Magón a participar en las manifes-
taciones estudiantiles contra la dictadura. La
oratoria llena de pasión y rebeldía de Ricardo
rendía sus frutos nacientes en las luchas juveniles
contra el dictador. La protesta contra la segunda
reelección de Díaz, síntoma del descontento popu-
lar contra el tirano y la camarilla de "científicos",
arrastró al pueblo dirigido por los estudiantes, a
los que llamaba "jefecitos": Entre éstos, ~ la
cabeza estaba Ricardo, estudiante preparatoríano,
que e~ aquella ocasión fue arrestado jU!lto .con
otros jóvenes. En ese año de 1892, el inquíeto
joven conoció uno de los aspectos más trágicos. de
la dictadura y que sufriría a lo largo de su vId~
extraordinaria: la cárcel. Aunque pronto recobro
su libertad, esa experiencia lo decidió -cur~ad~s
apenas los primeros años de la carrera de JurIS-
18 ABEItARD0 OJEDA
prudencia- a abandonar sus estudios y consa-
grarse a la lucha contra el tirano.
Las primeras labores periodísticas de Flores
Magón se encaminaban a pugnar por el cumpli-
miento del derecho y la constitcución de 1857.Re-
~, periódico independiente de combate,
sucede a esas primeras expresiones y sin temer a
las represalías, Ricardo se lanza a la oposición
abierta en contra de la dictadura; comienza a
transitar del terreno del derecho al terreno de la
política, del campo de la reforma al campo de la
revolución. Era el año de 1900. Ricardo y Jesús
Flores Magón.. redactores de Regeneración, mar-
caban una nueva línea de conducta en el perio-
dísmo que pondria al desnudo los vicios del ré-
gimen porfirista:
"Nosotros no nos arredramos ante el indife-
rentismo político, precisamente porque nos alien-
tan sanas Ideas, nos confortan firmes convicciones
y creemos poseer fuertes energías... El día en.
que algunas de esas cosas nos falten, habremos
muerto para lo que signifique civismo e iremos
a .esconder nuestra ignorancia; pero mientras
aliente en nosotros un soplo de las ideas liberales,
mientras el espíritu democrático de nuestros re-
formístas nos influencie con su vida sana y viril,
~ mientras los sagrados principios republicanos
Inflamen nuestras almas jóvenes y deseosas del
bien público, lucharemos sin descanso, hasta el
logro de nuestros ideales, pensando siempre que
esos mismos ideales fueron los de nuestros padres
del 57 sostenidos vigorosamente en la tribuna en
el libro, en la prensa y en los campos de batall~".
RICARDO FLORES MAGóN 1.
ORIGENES DEL MAGONISMO
Los años de 1900 a 1901 marcan un nuevo
impulso en las tendencias doctrinarias de Ricardo
Flores Magón. En aquellos tiempos todo intelec-
tual mexicano que manifestara reprobación por
el régimen de Díaz, se hacía llamar liberal y bajo
ese nombre se ocultaban los más diversos matices
ideológicos. Los liberales más distinguidos de la
época leían obras de contenido socialista y anar-
quista' pero .fue básicamente esta última tenden-
cia la que más arraigo alcanzó en las mentes in-
quietas de aquellos revolucionarios que procedían
principalmente de la clase media. Del príncipe
Kropotkin, el autor de mayor ínfluencia en las
ideas magonistas, Ricardo conoció "Apoyo Mu-
tuo", "Palabras de un Rebelde", "La Conquista
del Pan", "Campos, Fábricas y Talleres". De Eli-
seo Reclus, Proudhon, Carlos Malata y Max Stir-
ner, leyó textos representativos. Las obras de
Carlos Marx, "El Manifiesto Comunista" y "El
Capital", también fueron estudiadas por el gran
revolucionario oaxaqueño.
La existencia de una clase obrera débil en
número y el riguroso monopolio cultural que
ejercía la dictadura porfirista, fueron condíciones
que determinaron en forma limitativa las concep-
ciones políticas y teóricas de Flores Magón. Los
más destacados intelectuales de la época por su
erudición y vasta cultura eran los "científicos",
ideólogos del gobierno porfiriano. Los dírígentes
de la Revolución Mexicana de 1910 poseían una
cultura estricta, de necesidad. Ricardo pertenecía
20 ABELARDO OJEDA
a éstegénero de luchadores, le bastaba tener un
ciertonúmero de ideas claras y era capaz de en-
tregar la vida por ellas; él fue un anarco-comu-
nista, no sólo por su admiración a Kropotkin, sino
por mrehas actitudes políticas y destellos ideoló-
gicosque a momentos lo identificaban como dís-
cípulodeMarx. El ambiente material y cultural y
el origen social contribuyeron a su formación
mental. Pero Ricardo Flores Magón vivió casi
veinteaños en Estados Unidos, gran parte de su
vida polítíca; en éste país las inconsecuencias de
los seguidoresde Marx les restaron popularidad
entre el pueblo y los "Trabajadores Industriales
del Mundo",organización anarco-sindicalista, fue
la querespondió por un largo período a las exi-
genciasrevolucionarias de los trabajadores. Flo-
res Magóny la Junta Organizadora del Partido
Liberalse granjearon desde un principio la sim-
patía de distinguidos anarquista s, -miembros o
amigosde la citada agrupación obrera; de parte
de losTrabajadores Industriales del Mundo reci-
bieron repetidas muestras de solidaridad en las
más difícilescircunstancias, hecho que determinó
particularmente en Ricardo una mayor identidad
con losideales libertarios del anarquismo.
I
ABELARDO OJEDA
EL HOMBRE
A sus concepciones transformadoras, Ricardo
Flores Magón añadia una extraordinaria presencia
de ánimo. Alfonso Cravioto, su compañero en las
primeras andanzas periodísticas contra la dicta-
dura, lo describe así:
"Ricardo era sobrio. No tenía más vicio que el
de fumar. De espíritu abierto y fraternal. Siempre
que alguno de sus compañero~ necesitaba dine,ro,
la bolsa de Ricardo estaba abierta para el arrugo
necesitado. Parecía un toro. Siempre vestía de
negro y tocaba su cabeza con un hongo negro,
del que salían las madejas de "chinos". A nosotros
nos tenía deslumbrados con su carácter de hierro.
Desde ese tiempo ya brotaban de su cerebro las
ideas socialistas, aunque su acción se concretaba
al antiporfirismo". Y añadía con admiración: "Su
voluntad tenía algo de extrahumano; era el tipo
de un apóstol: Sus tendencias y sus procedimientos
eran absolutamente incorruptibles lo que le daba
una fuerza moral incontrastable. Tenía tres ca-
racterísticas principales: una orientación definida
en cuestión de objetivo político, una voluntad
siempre activa y una fuerza completa".
San Luis Potosí, en el mes de agosto de 1900,
fue la ciudad de la que partió el llamado a la
organización de todos los revolucionarios antipor-
firistas de todos los liberales del país. Camilo
Arriag~, descendiente del gran liberal Ponciano
Arriaga, presidía el grupo de firmas. La lucha
eontra los excesos políticos del Clero era el objeto
ptlneipal de la Invitación que ~ híso Ileaar • las
RICARDO FLORES MAGóN 23
oficinas de Regeneración. La gran actividad des-
plegada por el club liberal potosino d~mbocó
en la formación de más de cien grupos liberales
que crearon una importante corriente de opiruon,
manifiesta en todo su apogeo, en el Congreso de
Clubes Liberales celebrado el 5 de febrero de 1901
en la misma ciudad de San Luis Potosí. Este re-
surgimiento de las luchas políticas preocupó pro-
fundamente a Porfirio Diaz, quien se dispuso a
aplastar a los liberales.
BATALLA A LA DICTADURA
Ricardo Flores Magón, a invitación de los
liberales potosinos, asistió al Congreso y tuvo en
él destacada participación. El objetivo de la con-
vención era enfrentar la opinión de los liberales
a los desmanes políticos de la Iglesia. Pero Ricardo
fue más lejos en el curso de su alocución; no sólo
atacó a la iglesia y al clero, sino que fustigó du-
ramente al tirano y lo culpó de la miseria de las
clases laboriosas. El corolario de su discurso,
después de enumerar las lacras del régimen re-
presivo de Díaz fue el que sigue:
" ... porque la administración de Porfirio Díaz
es una madriguera de bandidos". Y ante los mur-
mullos que despertó el asombro de aquéllos,.más
flexibles y conservadores que deseaban eludir el
asunto, ante la expectación de los que impugnaron
en la agenda del Congreso cualquier alusión a la
11
24 ABELARDO OJEDA
autocracia, Ricardo repitió sin contemplacionesde ninguna especie: "Sí señores, porque la admi-
nistración de Porfirio Díaz es una madriguera de
bandidos". Entonces la concurrencia abandonó los
murmullos y estalló en aplausos plenos de júbilo; ,
los liberales jóvenes de izquierda del Congreso,
demostraron su simpatía sin reservas hacia la
valerosa conducta de Ricardo y lo protegieron de
un posible ataque de la policía porfirista hasta
que partió con destino a la ciudad de México.
La voz llena de firmeza de Ricardo decidió el
rumbo revolucionario de aquel trascendente acto
político. La respuesta del dictador no esperó mu-
cho tiempo: tres meses después del fogoso dis-
curso de San Luis Potosí, el órgano combativo:
Regeneración fue clausurado y sus redactores,
Ricardo y Jesús Flores Magón fueron a parar a
la tenebrosa cárcel de Belem.
LA PRISION
Pero esta Bastilla del régimen absolutista no
pudo quebrantar el espíritu revolucionario de
Flores Magón. En la cárcel de Belem había celdas
espantosas, capaces de doblegar la más férrea de
las voluntades. Ricardo escribió al cabo de los
años:
"Alguna vez, cuando aún era joven, fui inter-
nado durante semanas¡ en un calabozo oscuro, tu
I
, I
, I
26 ABELARDO OJEDA
oscuro que me impedía verme las manos. Esto
aconteció en la ciudad de México, durante aquel
horripilante período en que Díaz imperaba con
mano sangrienta. El calabozo carecía de pavi-
mento y constituía el piso una capa de fango de
tres o cuatro pulgadas de espesor, mientras que
las paredes rezumaban un fluido espeso que im-
pedía secar las expectoraciones que negligente-
mente habían arrojado sobre ellas los incontables
y.descuidadosocupantes anteriores. Del techo pen-
dían enormes telarañas, desde las que acechaban
enormes, negras y horribles arañas... En mi
horrible morada pude soportar el viscoso contacto
con las paredes; mis pulmones, entonces jóvenes
y sanos, pudieron resistir el veneno de aquella
tumba; mis nervios, aunque sensibles, pudieron
ser amaestrados a mi voluntad, para responder
con s?lo un leve estremecimiento a los asaltos y
mordiscos de las ratas en la oscuridad ... Mi
petate estaba húmedo, así como mi vestido; de vez
en cuando un golpe en el petate o en el fango, o
de mañana en mi cuerpo, me indicaba que una
araña había caído y un estremecimiento recorría
mi sistema nervioso".
~ madre de los hermanos Flores Magón,
agobiada por el pesar de ver a sus hijos en la
cárcel, enfermó de gravedad. Hasta su lecho de
muerte llegó un emisario de Díaz que ofreció a la
mujer agonizante la libertad de sus hijos, a cam-
bio de que ella les pidiera que abandonasen sus
ideales y su lucha política; esforzándose para dar
energía a sus palabras la anciana respondió:
"Prefiero ver a mis hijos muertos antes que
ser ea~te de su claudicación". y poco despuétl
Marganta Magón dejaba de existir.
RICARDO FLORES MAGóN 27
AL PIE DEL CAAON
La llama incesante del infatigable periodista
Fores Magón se sobrepuso a los sufrimientos y se
manifestó de nuevo con la ayuda de manos gene-
rosas que permitían sacar artículos de la cárcel
de Belem para llevarlos a publicación. Al descu-
brirse la reaparición de los artículos de Ricardo,
los esbirros porfiristas procedían con rapidez a
cerrar las imprentas que elaboraban los periódicos
magonistas. Así desaparecieron y reaparecieron
con nuevos bríos, "El Hijo del Ahuizote", "El
Nieto del Ahuizote" y otros más.
Los fracasos constantes para reanudar las pu-
blicaciones antiporfiristas, aplastadas con saña
por el gobierno de Díaz, lleva~0!l a los liberales
encarcelados a dos grandes decisiones:
"No nos engañemos, --dijo Ricardo- mien-
tras Díaz esté en el poder, es imposible llevar una
campaña de reforma que sea pacífica. Tenemos
que preparar la revolución". Y continuó: "No po-
demos llevar a cabo la propaganda inicial y la
organización desde México. Es imposible. En el
país pululan agentes y espías del déspota. Lo
único lógico, me parece a mí, es establecer nues-
tro cuartel general en los Estados Unidos, y en-
viar propaganda desde allí a nuestros partídaríos
para que ayuden a desarrollar el movímíento
revolucionario".
28 ABELARDO OJEDA RICARDO FLORES MAGÓN
EL DESTIERRO
Al obtener 'su libertad, Ricardo y sus comañe-
ros se expatriaron voluntariamente y radicaron
en Estados Unidos, dispuestos a contribuir con su
abnegada voluntad a despertar la conciencia re-
volucionaria del pueblo de México.
El prestigio que los Estados Unidos tenían
como país de democracia y libertades, suscitó ~n
los liberales dirigidos por Ricardo Flores Magon
la ilusión de que la lucha contra la dictadura
pudiese organizarse y "Regeneración" fuera im-
preso y enviado a los revolucionarios mexicanos
desde la tierra de Lincoln.
Los primeros días de noviembre de 1904 vie-
ron reaparecer Regeneración en Texas, E.U. La
desinteresada labor periodística y política de los
liberales llegó a contar con la ayuda de muchos
amigos dentro y fuera de los Estados Unidos.
Camilo Arriaga, promotor del Congreso de los
liberales en San Luis Potosí, enviaba importante
ayuda económica a los redactores de "Regene-
ración". Arriaga tenía un amigo -Francisco l.
Madero- admirador discreto de los magonistas
y lector de "Reqeneracum", quien llegó a donar
y prestar dinero para sostener el esfuerzo del
grupo liberal de Ricardo Flores Magón. Los hií-
mildes mexicanos, que habitaban los pueblos cer-
canos a la frontera con México, aportaban de
manera asidua al esfuerzo por sostener la labor
poUtica de los magonistas. Desde territorio me-
xicano, a través de muchos conductosy de maneR
29
principal a través de los grupos liberales existen-
tes en el país y del periódico de oposición "El
Colmillo Público", gentes del pueblo enviaban su
ayuda anónima a "Regeneración", periódico antí-
porfirista que consideraban una luz para su
propia vida de miseria y sufrimiento. Entre los
trabajadores de muchos sindicatos, seguidores del
grupo anarquista Obreros Industriales del Mundo,
el grupo de "Regeneración" encontró la solidari-
dad del pueblo norteamericano; era el pueblo de
John Reed y John Kenneth Turner que sentía
como algo suyo y sagrado la revolución que, se
gestaba en México.
LAS PERSECUCIONES
La nueva salida de "Regeneración" fue todo
un acontecimiento para la opinión pública de
México y de los Estados Unidos, y era imposible
que no concitara los odios del gobierno de Porfirio
Díaz y de los inversionistas norteamericanos. A
los pocos días de que el susodicho periódica viera
la luz pública, un individuo a sueldo del régimen
de Díaz entró a las oficinas de la publicación e
intentó apuñalar a Ricardo Flores Magón; su
hermano Enrique, que le salvó la vida, sufrió con
la cárcel la complicidad del gobierno norteameri-
cano con la dictadura porfirista, mientras el mer-
cenario que intentó dar muerte a Ricardo, era
puesto inmediatamente en libertad.
30 ABELARDO OJBlDA RIC4-RDQ FLORES MAQóN 31
El año de 1905, cuando en Rusia resp1andecian
las llamas de la revolución antizarista, en un
lugar de los Estados Unidos -San Louis Míssou-
ri- un grupo de revolucionarios mexicanos inte-
gra la Junta Organizadora del Partido Liberal.
Bajo la presidencia de Ricardo Flores Magón, la
Junta queda integrada con nombres que pasarán
a la historia: Juan Sarabia, Antonio 1. Villarreal,
Enrique Flores Magón, Manuel Sarabia, Rosaho
Bustamante YLibrado Rivera.
Desde su llegada a territorio norteamericano,
los liberales fueron acosados por el gobierno por-
firista. Los detectives privados de la agencia
Pinkerton, fueron comisionados por el régimen
dictatorial para seguirles los pasos. Al atentado
contra la persona de Ricardo siguieron una serie
de intentos por desbaratar la organización de los
liberales: la correspondencia era sistemáticamen-
te violada, se acusaba a los magonistas de falsos
delitos y se fraguaba toda clase de intrigas y
calumnias contra ellos. Los gobiernos mexicano y
norteamericano se daban la mano para aplastar
la lucha redentora de Flores Magón.
Pero las persecuciones no podían aniquilar una
lucha que tenía sus fuentes en la penosa vida del
pueblo mexicano bajo elyugo de la tiranía. Obli-
gados por el enemigo, los magonistas cambiaban
de residencia constantemente y, en la supuesta
sede de la libertad y la democracia, ({Regenera-
ción" tuvo que dejar de publicarse muchas veces,
pues sus autores vivían a salto de mata.
A las miserias, al hambre, al mucho trabajo
y poco descanso, habrían de sumarse mayores y
más encarnizadas persecuciones. En las más in-
creibles condiciones de dispersión y miseria de
los miembros de la Junta Liberal la lucha contra
la dictadura ~ebía desarrollarse ei-tel más riguro-
so secreto. BaJOla direccíón del visionario Ricardo
Flores Magón, el Partido Liberal puso en tensión
t<?rlassus ~uerzas y con voluntad de hierro levan-
to de~e tíerras extrañas la lucha contra el régi-
men barbaro y cruel de Porfirio Díaz.
LA HUELGA DE CANANEA
, A pesar ~e~ambie!1te represivo, los liberales
magonístas hicieron oir su voz ante los trabaja-
dores mexicanos. En Sonora había descontento
entre los operarios de la empresa norteamericana
que explotaba las minas de cobre, The Cananea
Oonsoluiaied Copper Company. A principios de
1906, bajo el influjo epistolar y periodístico del
m~?omsm<?,se fundaron dos grupos en Cananea:
el ~lub LIberal de Cananea" dirigido por Lázaro
Gutiérrez de Lara y el "Club Liberal Humanidad"
encabezado por los obreros Manuel M. Diéguez y
EBtebanBaca Calderón. .
Los bajos ~al:rrios y el trato humillante que
l~ obreros recíbían del personal norteamericano,
~I com? de algunos capataces, crearon una cre-
eíente tirantez en las relaciones obrero-patrona-
les. La huelga de C~anea comenzóello. de junio
de 1906; los. tr:abaJado~ Calderón y Diéguez
fueron los principales dírígentes del movimiento.
32 ABELARDO OJEDA
Esa tarde, cuando los tres mil mineros mar-
chaban en ordenada manifestación, fueron pro-
vocados por norteamericanos a sueldo de la com-
panía que arrojaron agua a los trabajadores. Los
mineros respondieron con una lluvia de piedras;
la contrarrespuesta fue un balazo que dió muerte
instantánea a uno de los obreros. La lucha co-
menzó: murieron los dos provocadores y rodaron
sin vida diez manifestantes. Los choques continua-
ron durante ese día y el siguiente. Tropas locales
y del Estado, empleados extranjeros armados y
fuerzas militares norteamericanas, fueron prepa-
rados para combatir la justa indignación de los
mineros de Cananea. Aunque los obreros consi-
guieron algunas armas, puede decirse que estaban
prácticamente inermes frente al enemigo. Los tra-
bajadores fueron masacrados con lujo de crueldad
y sus dirigentes que escaparon a la muerte,
aprehendidos y condenados a sufrir quince años
de prisión en las horribles y húmedas tinajas del
castillo de San Juan de Ulúa.
Cananea fue el primer brote del sindicalismo
moderno mexicano; la primera lucha por conquis-
tar la jornada de ocho horas y un salario mínimo
suficiente para satisfacer, dentro de un marco
decoroso, las necesidades del trabajador y su fa-
milia. La sangre derramada en la huelga de los
mineros sonorenses, abonó el ambiente para las
nuevas luchas revolucionarias que acercarían la
caída del déspota.
34 ABELAROO OJEDA
EL PROGRAMA LffiERAL DE 1906
El Programa del Partido Liberal fue expedido
ello. de julio de 1906. El contacto vivo con los
grandes problemas del pueblo mexicano, la expe-
riencia política de los liberales en su lucha contra
el régimen de Diaz y una interminable discusión
de horas y horas, precedieron la elaboración del
trascendente documento.
Este programa, que repercutiria en forma de-
cisiva en la Constitución de 1917, seguía aún una
línea democrática sin filosofía anarquista. Sus
conceptos innovadores se pueden resumir así: re-
ducción del período presidencial a cuatro años y
supresión de la reelección para el presidente y los
gobernadores de los estados; supresión del servicio
militar obligatorio y establecimiento de la guardia
nacional; aumento de la responsabilidad de los
funcionarios públicos, imponiendo severas penas
de prisión para los delincuentes; supresión de los
tribunales militares en tiempos de paz; diversas
medidas para el fomento de la instrucción pública;
clausura de las escuelas pertenecientes al clero;
enseñanza laica; reglamentaciones para restringir
los abusos del clero católico; jornada de trabajo
de ocho horas y salario mínimo en toda la repú-
blica; protección a la infancia; higiene de los ta-
lleres; abolición de las deudas de los jornaleros
del campo para con los amos; descanso dominical;
obligación de los terratenientes de hacer produc-
tivas todas las tierras que posean, so pena de
~rderlas en beneficio del Estado; dotación de
tierras por el Estado a quienquiera que lo solicite,
RICARDO FLORES MAGóN 35
sín .más condición que dedicarlas a la prodUCción
agrícola y no venderías: a los mexicanos residen-
tes en ~l extranje!o que lo soliciten, los repatriará
el Gobierno, pagandoles los gastos de viaje y les
proporcionará tierras de cultivo.
Hasta aquí el programa. Su contenido se debe
~damental~ente a Juan Sarabia y Antonio I.
Víllarreal. RIcardo Flores Magón, quien contri-
buyo en. s.~ parte más radical, se hizo cargo de
la exposición de motivos. Acerca de este plan el
anarco-socialista oaxaqueño diría en 1915: "¡'Un
tímido programa ... !". Pero Ricardo 10 había fir-
mado en 1906 con el propósito de atraer de esa
manera a los elementos liberales, entre los que
estaba la parte honesta y' sincera del pueblo
mexicano.
El Programa del Partido Liberal, que circuló
clandestinamente a lo largo del país en buen nú-
mero de centros de trabajo, invita al pueblo a
rebelarse contra la dictadura porfirista, Muchos
de los que andando el tiempo serian jefes de la
revolución y redactores de la Constitución de ] 917,
conocieron bien este programa: el artículo 123 de
nuestra carta magna así 10 testimonia.
LOS LEVANTAMIENTOS DE 1906
La publicación del Programa del Partido Li-
beral era sólo el preludio de un nuevo intento
revolucionario. Había necesidad de planearlo todo
para eludir la vigilancia de los sicarios de Diaz
S6 ABELARDO OJEDA
quienes estaban listos para reprimir a los libe-
rales. Infiltrados en los clubes magonistas, abrien-
do la correspondencia, siguiendo día y noche las
huellas de los revolucionarios, así lograron los
lacayos del porfirismo destrozar en más de una
ocasión los proyectos del Partido Liberal.
De fines de 1904 a julio de 1906, huyendo de
las persecuciones porfiristas para salvar su vida
y su ilbertad, Ricardo Flores Magón reside en
Laredo, Texas; San Louis Missouri; y Ontario y
Montreal en Canadá, y de huevo, para preparar
los levantamientos de 1906, en los Estados Uni-
dos; El Paso Texas --en septiembre de ese año-
fue el escenario de la proclama a los grupos libe-
rales del interior de México:
"Conciudadanos: en legítima defensa de las
libertades holladas, de los derechos conculcados,
de la dignidad de la Patria pisoteada por el cri-
minal despotismo del usurpador Porfirio Díaz; en
defensa de nuestra vida amenazada por un gobier-
no que considera un delito la honradez y ahoga
en sangre los más legales y pacíficos íntentos
emancipadores; en defensa de la Justicia, ultra-
jada sin tregua por el puñado de bandoleros que
nos oprimen, nos rebelamos contra la dictadura
de Porfirio Díaz, y no depondremos las armas que
. hemos empuñado con toda justificación, hasta que
en unión de todo el Partido Liberal Mexicano,
hayamos hecho triunfar el Programa promulgado
el día 10. de julio del corriente año, por la Junta
Organizadora del Partido Liberal".
En los últimos meses de 1906 tuvo lugar el
nuevo intento de los magonistas por derrocar al
dictador. En el país había organizados 40 grupos,
30 de los cuales estaban armados. Septiembre fue
RICARDO FLORES MAGóN 37
el mes que señaló el despertar del pueblo mexica-
no. En Acayucan, Veracruz y Jiménez, Coahuila
se realizaron importantes levantamientos. Pero l~
labor de zapa de los agentes de Díaz infiltrados
en los grupos liberales, contribuyó a que abortara
esta nueva acción insurreccional. Todo el poderío
de la. policía norteamericana se puso al serviciodel dictador y numerosas detenciones de mazonts-
tas se hicieron en los Estados Unidos. En México,
uno a uno, prisioneros, heridos o inmolados sus
elementos por la feroz batida, los grupos liberales
fueron arrasados por los esbirros de Díaz. Enorme
era la lista de detenidos y condenados a largos
años de prisión por la tentativa revolucionaria de
1906. Por primera vez la opinión pública mundial
volvió los ojos hacia México y prestó oídos a los
ayes de las víctimas del porfirismo: comités de
defensa y denuncias en la prensa progresista de
todos los países, condenaban acerbamente los crí-
. menes dél déspota de México.
DIFERENCIAS .CON MADERO
El movimiento revolucionario de 1906 fue el
-crisol en que se fundieron muchas voluntades y,
también, el inicio de la ruptura entre el abnegado
revolucionario Flores Magón y Francisco 1. Ma-
dero, el hombre acomodado que leía « Regenera-
ción" y luchaba por reformas políticas bajo el
porfiriato. Madero confiesa que su acaudalada
38 ABELARDO OJEDA
familia consagraba fortuna y esfuerzos al desarro-
llo de la agricultura, la industria y la minería, y
que gozaba de las garantías necesarias bajo el
gobierno de Díaz. Esta situación familiar influyó
en sus concepciones,' conservadoras frente a los
anhelos mag<:mistas de redimir a obreros y carn-
pesmos. Lag Ideas de Flores Magón sobre la revo-
lución eran bastante claras y efectivamente opues-
tas en muchos sentidos, aún a las más radicales
aspiraciones del maderismo. Así lo afirma el re-
volucionario oaxaqueño cuando escribe en 1907:
. "La revolución que se inició a fines de sep-
tiembre del año pasado y que está próxima a
continuar, es una revolución popular, de motivos
muy hondos, de causas muy profundas y de ten-
dencias bastante amplias. No es la revolución
actual del género de la de Tuxtepec, de La Noria,
verdaderos cuartelazos fraguados por empleados
mismos del gobierno, por ambiciones vulgares
que no aspiraban a otra cosa que a apoderarse de
los puestos públicos para continuar la tiranía que
trataban de derribar, o para sustituir en el poder
a gobernantes honrados como Juárez y como Ler-
d~ de Tejada, a cuya sombra los bandidos no po-
dían medrar. .. Una revolución como la que ha
organizado la Junta de San Louis Missouri, no
puede ser sofocada ni por la traición, ni por las
amenazas, ni por los encarcelamientos, ni por los
asesinatos. Eso es lo que ha podido comprobar
el dictador y de ello proviene su inquietud ... (es)
un movimiento que tiene sus raíces en las necesi-
dades del pueblo y que, por lo mismo, mientras
esas necesidades no sean satisfechas, la revolución
no morirá, así perecieran todos sus jefes; así se
RICARDO FLORES MAGóN 39
~blasen hasta. reventar los presidios de la Repú-
blica y se asesmase por millares a los ciudadanos
desafectos al Gobierno ... "
•
LA HUELGA DE RIO BLANCÓ
Siete meses después de los acontecimientos de
Can8f1ea, en Veracruz se registraban sucesos que
habrían de pasar a la historia. Los orígenes se
encuentran en una noche de junio de 1906: los
trabajadores de Río Blanco se reúnen en la hu-
milde casa del tejedor Andrés Mota, para rendir
cuentas de un acto de protesta realizado ese día.
. Al final de la reunión, Manuel Avila da lectura
al manifiesto lanzado por la Junta Liberal que los
hermanos Flores Magón habían fundado en los
Estados- Unidos e invita a los presentes a formar
una agrupación en contra del clero, el capital y la
tiranía de Porfirio Díaz --que estaban fuertemen-
te unidos=-. Se producen importantes y prolonga-
das discusiones y al fin se acuerda fundar el Gran
Circulo de Obreros Libres, con Rafael Moreno y
Manuel Juárez a la cabeza.
Bien pronto se crean círculos afines en Puebla
Querétaro, Jalisco, Oaxaca y Distrito Federal, lo~
cuales reconocían al de Río Blanco como centro
rector. Estos circulo s tuvieron en "Revolución
Social" su periódico reivindicativo, inspirado en
los ideales del magonismo. Las opiniones revolú-
,
ABELARDO OJEDA
cionarias de este periódico de inmediato alarma-
ron a los capitalistas; los industriales textiles de
Puebla y Talxacala no sólo prohibieron organizar-
se a los trabajadores, so pena de expulsión, sino
que propusieron la reducción de los salarios por
haber bajado el precio del algodón.
La reacción de los trabajadores de Puebla
-cuyos salarios ya eran de hambre- fue simple-
mente dejar de trabajar. Solicitaron por otra
parte el apoyo de sus compañeros de gremio de
Santa Rosa y Río Blanco, en Veracruz. La solida-
ridad no se hizo esperar. A pesar de su raquítica
situación económica, los obreros veracruzanos en-
viaron alimentos y dinero a sus hermanos de
clase que gracias a ésto, lograron conservarse en
pie de lucha. Las demandas de los huelguistas
llenaron de furor a los patrones que, de común
acuerdo y en represalia, decidieron cerrar todas
sus instalaciones textiles. El golpe iba dirigido a
los trabajadores veracruzanos por haber dado su
solidaridad a los de Puebla: 22 mil obreros fueron
arrojados a la calle. Entonces los operarios afec-
tados acudieron al presidente Díaz, quien después
de una tardanza angustiosa para los trabajadores,
falló en favor de los dueños de las fábricas.
De esta manera, Don Porfirio afirmó una vez
más su posición al lado del capital. Mientras tan-
to, la inconformidad estalló ruidosa entre los
trabajadores, quienes resolvieron no obedecer las
órdenes presidenciales. El 7 de enero de 1907, en
Río Blanco, los obreros no trabajaron y, apostados
en las puertas de la fábrica, vigilaron que ningu-
no de sus compañeros lo hiciera. Los encargados
de la tienda de raya se hicieron de palabras con
un grupo de trabajadores, menudearon las injurias
42 ABELARDO OJEDA
y sonó un disparo. Un obrero cayó muerto. Uno
de los dependientes lo había balaceado. La muche-
dumbre se arrojó sobre la tienda y después de
saquearla, la incendió. Ciega de rabia, la masa
trabajadora -hombres, mujeres, niños- decidió
marchar rumbo a Orizaba. Muchos jamás volve-
rían a sus jacal es: la, noche anterior un fuerte
contingente de tropas federales se situó en posi-
ciones estratégicas de los alrededores; en la Curva
de Nogales quedó una fracción del 120. Regimien-
to. No hubo aviso previo de intimidación; un to-
que de campaña fue la señal de la venganza
capitalista. Al aparecer la multitud, los soldados
dispararon sus armas una y muchas veces, dejan-
do un saldo de 200 víctimas 'entre muertos y heri-
dos; durante el resto del día y parte de la noche,
se encargaron de cazar a los dispersos grupos de
obreros que huían para salvarse.Tmplaéablemente
se consumó el asesinato colectivo de trabajadores
por el crimen de haber intentado reducir su mise-
ria y su fatiga.
A la mañana siguiente, frente a los escombros
de la tienda de raya de Río Blanco, fueron fusila-
dos Rafael Moreno y Manuel Juárez, presidente y
secretario del Gran Círculo de Obreros Libres,
Los acribillados cuerpos de los obreros fueron
conducidos en plataformas como fardos.' ~,arroja:
dos al mar para festín de los tiburones. Hubo
además cerca de 300 prisioneros; a 'los dirigentes
menores se les deportó al lejano e insalubre terri-
torio de Quintana Roo, condenados a trabajos
forzados. El resto de los obreros, al regresar a su
trabajo, fueron celosamente vigilados por solda-
dos situados en las azoteas. Los salarios no au-
44 ABELARDO OJEDA
mentaron ni disminuyó la jornada de trabajo;
los derrotados huelguistas pensaban en el Partido
. Liberal ansiando cada vez más que llegara la hora
de la rebelión.
UN HOMBRE ACOSADO
Sublevaciones campesinas dirigidas por el Par-
tido Liberal, huelgas obreras vinculadas con "Re-
generación"; poco antes de 1910 los magonistas
eran la fuerza más organizada y combativa que
dirigía las demandas del pueblo mexicano. Esto
preocupa profundamente al dictador, quien arre-
ció la persecución de los dirigentes liberales,
contando con la "bondadosa" ayuda del gobierno
norteamericano. .
Mientras en Río Blanco eran vencidos los tra-
bajadores, Ricardo era constantemente acosado.
Hombre de vasta cultura y exquisita sensibilidad,se veía obligado a huir de ciudad en ciudad, de
casa en casa, como un delincuente cualquiera.
Ricardo Flores Magón y Antonio l. Villarreal
se aventuraron a llegar a Los Angeles para salu-
dar a Librado Rivera. El 23 de agosto de 1907, la
casa en la que se alojaban los tres fue asaltada por
tres detectives al servicio de la tiranía porfirista;
les acompañaban dos reporteros. Sin orden de
arresto, sin cargo alguno en contra de los mexi-
canos, los ocho hombres forzaron su entrada a la
ABEL.A.RDO OJEO
casa. Uno de los reporteros, conmovido en su
sensibilidad al presenciar la titánica defensa de
Ricardo, escribió posteriormente:
"Repetidamente tirado al suelo, Ricardo Flores
Magón lograba levantarse, a veces con dos poli-
cías encima, y los aventaba. Maniatado, rompió
las esposas como si fueran mecates, y volvió a
luchar. Grande, de espléndida fuerza física, peleó
como un demonio, y mantuvo a raya a la policía
por más de una hora Por fin, fue derribado por
un golpe en la quijada, y antes de poder levantar-
se, fue amarrado con cable y así sometido".
Flores Magón, Villarreal y Rivera, una vez
aprehendidos, fueron recluidos en la' cárcel de
Los Angeles. Solamente la ingeniosa y abnegada
defensa del abogado norteamericano Job Harriman
y la oposición vigorosa del Partido Socialista
norteamericano y de otros grupos obreros, logra-
ron salvar-a los presos mxeicanos de ser deporta-
dos a México y perecer a manos de la dictadura.
La recompensa de 25 mil dólares que Don Porfirio
ofrecía por la captura de Flores Magón, como
agua se escapó de las manos de los detectives que
lo habían aprehendido.
RICARDO FLORES MAGóN
EL AMOR
En 1908, cuando Ricardo estaba incomunicado
en la prisión de Los Angeles, María Talavera, su
.amada, solía pasearse frente a la ventana de su
celda para que él la viera y supiese que lo acom-
pañaba en su soledad e infortunio. María le escri-
be entonces:
"Ricardo: encanto de mi vida. Tus enemigos
son colosales. Están resueltos a impedirte que
salgas; han tocado todo lo que está a su alcan-
ce ... No tengo fe más que en el pueblo. No creo
en nadie más. ¿Quién puede cuidar de tí más que
yo? Yo cuidaría que no te plagiaran y como so-
cialista agitaría al pueblo que se levante para
salvarte .. '. Recuerda el año pasado cuanta gente
hubo la primera vez que te sacaron. Yo en media
hora cuando más levanté esa gente; fuí volando
a la plaza de los mexicanos y me los traje. Esta
fue mi idea de hacerme socialista, tanto porque
quiero el bien de todos y para ser fuerte. " Creo
que fuera de aquí seríamos más felices porque
nadie nos conoce y no nos interrumpirían nuestra
dicha siquiera un tiempo corto. Te beso con toda
mi alma. Tuya. María".
y Ricardo responde a su compañera:
"María: Pasa en la noche entre seis y seis y
media, para que esté yo listo. No puedo estar
viendo continuamente para la ventana por no
hacerme sospechoso.Todas las noches estaré, listo
a la hora que te digo, y me verás. .. Yo no estoy
conforme con mi incomunicación, porque no pue-
do hablar contigo. .. No puedo suspirar a tu oído
48 ABELARDO OJEDA
mi amor, ni aspirar tu aliento. .. No. vol~e~éa
decirles adiós cuando pasen porque estan vígilan-
do mucho, pero.para que sepan que estoy.viendo
encenderé un fosforo. Espero que te vere pasar
esta tarde. Yo también te sueño. iQuién sabe cuán-
do estaremos juntos! ... Cualquiera que me vea,
pensará que no sufro. Es que sé mostrarme digno.
No quiero dar motivo a la compasión de nadie.
Sólo a tí, María, te digo lo que siento, porque tú
me entiendes, porque me amas, porque eres mía.
Recibe la devociónde tu Ricardo".
CONFESIONDE ANARQUISMO
De 1907 a 1910, Ricardo Flores Magón purga
condena en la\cárcel de Los Angeles. Desde esa
prisión --el 13 de junio de 1908- escribe a su
hermano Enrique y a Práxedis Guerrero una
carta en la que declara expresamente su anar-
quismo, y al referirse a los problemas de la revo-
lución frente a la dictadura porfirista, explica:
"Todo se reduce a mera cuestión de táctica.
Si desde un principio nos hubiéramos llamado
anarquistas, nadie, a no ser unos cuantos, nos
habría escuchado. Sin llamamos anarquistas he-
mos ido prendiendo en los cerebros ideas de odio
contra la clase poseedora y contra la casta guber-
namental. Ningún Partido liberal en el mundo
tiene laa tendencias del (nuestro) que está próxi-
RICARDO FLORES MAGóN 49
mo a revolucionar en México, y eso se ha conse-
guido sin decir que somos anarquistas, y no lo
habríamos logrado ni aunque nos hubiéramos ti-
tulado ya no anarquistas como somos, sino sim-
plemente socialistas. Todo es, pues, cuestión de
táctica. .. Debemos dar las tierras al pueblo en
el curso de la revolución; de ese modo no se en-
gañará después a los pobres. No hay un sólo go-
bierno que pueda beneficiar al pueblo contra los
intereses de la burguesía... Debemos también
dar posesión al pueblo de las fábricas, las minas,
etc. Para no echarnos encima a la nación entera,
debemos seguir la misma táctica que hemos ensa-
yado con tanto éxito: nos seguimos llamando
liberales en el curso de la revolución, pero en rea-
lidad iremos propagando la anarquía y ejecutando
actos anárquicos. Iremos despojando a los burgue-
ses y restituyendo al pueblo".
Los planes para la rebelión de 1908 salen de
contrabando de la cárcel del Condado de Los An-
geles. El movimiento revolucionario debía comen-
zar el 25 de junio de ese año. Pero nuevas trai-
ciones, el descubrimiento de la correspondencia
con los liberales de fuera y la intervención de
agentes policiales y delatores, condujeron al co-
nocimiento por parte del gobierno, de los hilos
de la nueva insurrección. y el 24 de junio -la
VÍspera- se operaron a lo largo de toda la repú-
blica, centenares de detenciones, decenas de ase-
sinatos' numerosos grupos de rebeldes fueron
sorprendidos antes de empuñar las armas. Así,
una vez más, la dictadura logró hacer fracasar la
empresa de los magonistas. A pesar de lo cual,
ABELARDO OJEDA
algunos .grupos revolucionarios seguían haciendo
esfuerzos aislados; pero no tardaron en ser so-
focados.
Sin embargo, este levantamiento -del que son
representativos los episodios de Las Vacas y
Viesca en Coahuila, Valladolid en Yucatán y
Palomas en Chihuahua- significa un intento
más serio en comparación con el producido en
1906.
El fracaso de las vías de hecho, las contínuas
prisiones y la abierta profesión de fe anarquista
de Ricardo, contribuyeron a que varios dirigentes
de la Junta organizadora se distanciaran de él.
Antonio 1. Villarreal, Juan Sarabia y Lázaro Gu-
tiérrez de Lara abandonan las filas del Partido
Liberal.
LLAMADO A LOS TRABAJADORES
Gracias a las activas gestiones de los revolu-
cionarios norteamericanos en defensa de los pre-
sos liberales, Ricardo obtiene su libertad en 1910.
El Partido Socialista norteamericano organiza un
mítin de solidaridad y simpatía con el magonismo
y la colecta que se lleva a cabo entre los asisten-
tes permite la publicación de nuevo del periódico
"Regeneración". En ese mismo año, Madero ini-
cia un movimiento político que lo convertiría en
uno de los líderes indiscutibles de la revolución.
Por su parte, Flores Magón en el mes de septiem-
bre publica un llamado a los trabajadores en los .
siguientes términos:
52 ABELARDO OJEDA
"Obreros, escuchad: muy pronto quedará rota
la infame paz que por más de treinta años hemos
sufrido los mexicanos. La calma del momento
contiene en potencia la insurrección del mañana.
La revolución es la consecuencia lógica de los mil
hechos que han constituido el despotismo que
ahora vemos en agonía. Ella tiene que venir inde-
fectiblemente, fatalmente, con la puntualidad con
que aparece de nuevo el sol para desvanecer la
angustia de la noche. Y váis a ser vosotros, obre-
ros, la fuerza de esa revolución. Van a ser vues-
tros brazos los que empuñen el fusil reivindicador.
"Vosotros pues, váis a ser los héroes, váis a
ser la espina 'dorsal de ese gigante de mil cabezas
que se llama insurrección; váis a ser el músculo
de la voluntad nacional convertida en fuerza ...
es preciso,es urgente que llevéis a la révolución
que se acerca la conciencia de la época. .. De lo
contrario, la revolución que con cariño vemos
incubarse en nada diferirá de las ya casi olvidadas
revueltas fomentadas por la burguesía y dirigidas
por el caudillaje militaresco, .en las cuales no [u-
gásteis el papel heroico de propulsores concíentes,
sino el nada airoso de carne de cañón.
"Y ya que la revolución tiene que estallar, sin
que nada ni nadie pueda contenerla, bueno es,
obreros, que saquéis de ese gran movimiento po-
pular todas las ventajas que trae en su seno y que
serían para la burguesía, si, inconscientes de
vuestros derechos como clase productora de la ri-
queza social, figuraseis en la contienda simplemen-
te como máquinas de matar y de destruir, pero sin
llevar en vuestros cerebros la idea clara y precisa
de vuestra emancipación y engrandecimientos so-
ciales. .
RICARDO FLORES MAGÓN 53
" , , .Casas, palacios, ferrocarriles, barcos, fá-
bricas, campos cultivados, todo, absolutamente to-
do está hecho por vuestras manos creadoras y sin
emba:rgo, de todo carecéis, " Mientras más pro-
ducís, más pobres sois y menos libres, por la sen-
cilla razón de que hacéis a vuestros señores más
ricos y más libres, porque la libertad política sólo
aprovecha a los ricos, " La libertad política re-
quiere de otra libertad para ser efectiva: esa li-
bertad e.s la económica: los ricos gozan de liber-
tad económica y es por ello que son los únicos
que se benefician con la libertad política".
EL MANIFIESTO LffiERAL DE 1911
Los años de 1910 y 1911 fueron testigos de
levantamientos populares cada vez más numero-
_ 80S en contra del gobierno del General Díaz. En
esta lucha, ya plena frente a la tiranía, Flores
Magón asumió con respecto al maderismo una
actitud definitiva e insistió en "la ninguna liga
que el Partido Liberal tiene con el partido made-
rísta , , ." y ampliaba:
"Madero está precipitando un movimiento
personalista que tendrá principio el día 20 de este
mes (noviembre) , ., Si ese movimiento maderista
se efectúa, los liberales tendremos la mejor opor-
tunidad que pueda presentársenos para rebelarnos
también, " La Junta no ha 'celebrado pacto algu-
54 ABELARDO OJEDA
no o alianza con los partidarios de Madero, porque
el programa del Partido Liberal es distinto del
programa del partido antirreleccionista... El
partido antirreleccionista sólo quiere libertad
política dejando que los acaparadores de tierras
conserv'en sus castas propiedades, que los traba-
jadores sigan siendo las mismas bestias de carga
y que los frailes continúen embruteciendo a las
masas. .. Madero ha dicho que no pondrá en vi-
gor las Leyes de la Reforma".
En enero de 1911 había grupos liberales insu-
rreccionales en Sonora, Chihuahua, Tlaxcala, Ve-
racruz, Oaxaca, Morelos y Durango, no obstante
que la circular arriba mencionada no llegó a s~r
del conocimiento de todos los liberales del país.
Esto explica también que contra lo recomendado
en la circular en el torrente revolucionario, libe-
rales y magonistas fraternizarán en múltiples
ocasiones.
El 23 de septiembre de ese mismo año de 1911,
el Partido Liberal Mexicano lanza un nuevo ma-
nifiesto mucho más revolucionario que cuales-
quiera de los anteriores:
"Mexicanos: La Junta Organizadora del Par-
tido Liberal Mexicano ve con simpatía vuestros
esfuerzso para poner. . . fin a esa ya bastante lar-
ga contienda del hombre contra el hombre, que
tiene su origen en la desigualdad de fortunas que
nace del principio de la propiedad privada.
"Capital, Autoridad, Clero: he ahí la trinidad
sombría que hace de esta bella tierra un paraíso
para los que han logradó acaparar en sus garras
por la astucia, la violencia y el crimen, el pro-
ducto del sudor, de la sangre, de las lágrimas y
RICARDO FLORES MAGON 55
~el sacrificio ?e. miles de generaciones de traba-
Jadore~,y !-ID ínñerno para los que con sus brazos
y su íntelígeneía trabajan la tierra mueven la
maquinaria, edifican las casas, tra~sportan los
produc~os, quedando de esa manera dividida la
humanidad en dos clases sociales de intereses dia-
metralmen~e opuestos: la clase capitalista y la
clase trabajadora, la clase que posee la tierra, la
maqumaria de producción y los medios de trans-
portacíón de las riquezas, y la clase que no cuenta
mas que con sus brazos y su inteligencia para
proporClOnarseel sustento.
"Entre estas dos clases sociales no puede exis-
tir vínculo alguno de amistad ni de fraternidad
porque la clase .poseedora está siempre dispuest~
a perpetuar el SIstemaeconómico,político y social ,
q~e garantiza el tranquilo disfrute de sus rapiñas,
mIentr:asla clase trabajadora hace esfuerzos por
destruir ese sistema inícuo para instaurar un me-
dio en el cual la tierra, las casas, la maquinaria de
producción y los medios de transportación sean
de uso común.
"Contra el Capital, la Autoridad y el Clero el
Partido Liberal Mexicanotiene enarbolada la ban-
dera roja en los campos de la acción en México,
donde nuestros hermanos se baten como leones
disputando' la victoria a las huestes de la burgue~
s!~, o sean: maderistas, reyistas, vazquistas, cien-
tífícos y tantas otras cuyo único propósito es en-
cumbrar a un hombre a la primera magistratura
del país para hacer negocio a su sombra sin con-
sideración alguna a la masa entera de la población
de México, y reconociendo todas ellas, como sa-
grado, el derecho de propiedad individual.
56 ABELARDO OJEDA
" ... en estos momentos de zozobra, de terror
para todos los privilegiados, masas compactas de
desheredados invaden las tierras, queman los tí-
tulos de propiedad, ponen las manos creadoras
sobre la fecunda tierra y amenazan con el puño
a todo lo que ayer era respetable: Autoridad, Ca-
pital y Clero. .. La libertad y el bienestar están
al alcance de nuestras manos. El mismo esfuerzo
y el mismo sacrificio que cuesta elevar a un go-
bernante, ésto es, un tirano, cuesta la expropia-
ción de los bienes que detentan los ricos. A esco-
ger, pues: o un nuevo gobernante, ésto es, un nue-
vo yugo, o la expropiación salvadora y la aboli-
ción de toda imposición religiosa, política o de
cualquier otro orden. ¡Tierra y Libertad!"
TIERRA Y LIBERTAD
La divisa Tierra y Libertad quedó en la con-
ciencia de la clase campesina, en espera de que
Madero la realizase desde el gobierno. Además de
la resistencia de los liberales, frente al maderismo
surgió en el Edo. de Morelos otro enemigo no me-
nos irreconciliable: Emiliano Zapata. El movi-
miento encabezado por este líder agrarista no hu-
biera sido factible tampoco, si no hubiese abonado
el terreno, la propaganda magonista. La insurrec-
ción zapatista se hizo muy popular y asimiló a
muchos simpatizantes del Partido Liberal, no obs-
tante ser claramente autoritarios los fines de Za-
RICARDO FLORES MAGóN 57
pata. Este dirigente campesino significaba siem-
pre un principio de revolución por sus métodos de
lucha y por sus medidas reformadoras, expropian-
do a los terratenientes y repartiendo la tierra a
los peones.
Mientras antiguos elementos de la dictadura
-ahora al servicio de Madero- declaraban que
en el Estado de Morelos había bandas de indios
que causaban molestias y que era menester exter-
minarlas., la Junta Liberal, radicada en Los An-
geles, mantenía contacto con el dirigente agraris-
ta de Morelos.
Al iniciarse en México la revolución, la policia
norteamericana redobló sus esfuerzos para per-
seguir a los liberales magonistas. Y en esta acti-
vidad persistió a lo largo de varios años.
. A fines de .~915y principios de 1916 la prensa
liberal denunció una matanza de mexicanos en el
estado de Texas y poco después condenó las atro-
cidades de Venustiano Carranza. Estos hechos fue-
ron más que suficientes para que las autoridades
norteamericanas hicieran prisioneros a Ricardo
y Enrique, el 28 de febrero de 1916. Esta era la
vida del revolucionario Ricado Flores Magón: re-
cién salía de la cárcel de purgar una condena, vol-
vía a continuar la batalla y de nuevo era perse-
guido y hecho prisionero una vez más. En el curso
de su heroicavida, Flores Magón sufrió cárcel en
nueve ocasiones distintas, purgando en total doce
años y medio de condenas. Esta fue la vida del
hombre que no podía comulgar con la opresión y
la mentira.
Sobre la masacre de mexicanos en Texas, Flo-
res Magón había dicho:
ABELARDO OJEDA
. "No es el ~eso. de poner, bajo el control de
MexICo,el terrítorío que abarcan los estados de
Texas, Nuevo México, Arizona, Colorado, Calí-
fornia y parte .de otros lo que ha impulsado a los
mexicanos residentes en Texas a levantarse en
arma~ contra las autoridades de los Estados Uni-
dos, smo otro muy distinto: el de ponerse a salvo
de los atentados de que son víctimas, con tanta
~~';l,~ncIa, en este país, las personas de nuestra
DENUNCIA A CARRANZA
El año d~ 1916 trajo penalidades sin fin al
pueblo trabajador de México, debido al descenso
c~mtmu? del poder adquisitivo de la moneda en
círculación, o sea d~l papel moneda, emitido por
el gobierno carrancísta. Esta situación insopor-
table ya.para los trabajadores, los condujo a adop-
tar medidas .de.resístencía. Y en vista del fracaso
de la~.negoCIa~IO~eScon la parte patronal, la Fe-
deración de Sindicatos Obreros del Distrito Fe-
?er~ resolvión declarar la huelga general el 31 de
jumo de 1916. Se dice que Carranza perdió enton-
ces completamente la serenidad. Que ordenó traer
~ los dirigentes obreros a su presencia y luego de
mcre~los con palabres enérgicas en exceso,Leandoencarcelarlos. Para el caso, fue aplicada la
la y del ~5 de el~erode 1862, de conformidad con
hcuaI- solo ha~I~.dos penas para los culpables:
OC o anos de pnsion o pena de muerte.
RICARDO FLORES MAGON
Los obreros que en apoyo de Carranza parti-
ciparon en los Batallones Rojos para combatir a
los campesinos, hoy eran aplastados por gente de
el mismo jefe constitucionalista. La indignación
que esta injusticia causó en Ricardo Flores Ma-
gón, lo llevó a escribir lo siguiente en "Regene-
ración".
"Obreros de la ciudad: expiáis en estos mo-
mentos la falta que falsos amigos os hicieron al-
meter: la de desligaros de la acción de vuestros
hermanos los obreros de los campos. Al hacer
armas contra los trabajadores del campo, hicis-
teis armas contra vuestros propios intereses, por-
que el interés del explotado es el mismo, ora em-
puñe el arado, ora empuñe el martillo. No
impúnemente fusilastéis al zapatista y al anar-
quista del Partido Liberal Mexicano, que son
vuestros hermanos de clase, pues que de esa ma-
nera hicistéis fuerte al enemigo, a la burguesía,
que hoyos paga vpestros servicios con la mise-
ría, y si protestáis, ¡con la muerte!
"Volved vuestros pasos, hermanos descarria-
dos. Haced vuestro el manifiesto del 23 de sep-
tiembre de 1911, expedido por la Junta Organiza-
dora del Partido Liberal Mexicano, y unidos a
vuestros hermanos los trabajadores de los cam-
pos, poned fin al sistema capitalista ... luchad con-
tra todo gobierno y toda explotación del hombre
por el hombre".
60 ABELARDO OJEDA
CONTRALA GUERRA
Después de la entrada ~e. los Estados Unido.s
a la Primera Guerra Mundiaí, en el mes de abril
de 1917, el contenido del periódico "Regenera-
ción" fue vigilado más estrechamente que nunca.
La actividad de denuncia que este órgano liberal
enarbola, era la causa. Pasado un año, el 16 de
marzo de 1918, la Junta Organizadora del Partido
Liberal Mexicano, lanza el siguiente manifiesto a
los miembros del partido, a los anarquista s de
todo el mundo y a los trabajadores en general:
"Compañeros: El reloj de la Historia está
próximo a señalar, con su aguja inexorable, el
instante en que ha de producir la muerte de esta
sociedad que agoniza.
"Todo indica, con fuerza de evidencia, que la
muerte de la sociedad burguesa no tarda en so-
brevenir. El ciudadano ve con torva mirada al
polizonte, a quien todavía a'yer consideraba su
protector y su apoyo; el lector asiduo de la prensa
burguesa encoge los hombros y deja caer con
desprecio la hoja prostituida en que aparecen las
declaraciones de los jefes de Estado; el trabaja-
dor se pone en huelga sin importarle que con su
actitud se perjudiquen los patrios intereses, cons-
ciente ya de que la patria no es su propiedad, sino
la propiedad del rico; en la calle se ven rostros
que a las claras delatan tormenta interior del des-
contento, y hay brazos que parece que se agitan
para construir la barricada. Se murmura en la
cantina: se murmura en el teatro; se murmura en
el tranvía, y en cada hogar, especialmente en
61RICARDO FLORES MAGóN
nuestros hogares, en los hogares de los de abajo,
se lamenta la partida de un hijo a la guerra, o
los corazones se oprimen y los ojos se humedecen
al pensar que mañana, que tal vez hoy mismo, el
mocetón que, es la alegría del tugurio, el joven
que con su frescura y su gracia envuelve en res-
plandores de aurora la triste existencia de los
padres que están en su ocaso, será arrancado del
seno amoroso de la familia para ir a enfrentarlo,
arma al brazo, con otro joven que es, como él, el
encanto de su hogar, y a quien no odia, y a quien
no puede odiar porque ni siquiera lo conoce.
"Compañeros: el momento es solemne; es el
momento precursor de la más grandiosa catástro-
fe política y social que la historia registra: la in-
surección de todos los pueblos contra las condi-
ciones existentes.
"Que cada' hombre y cada mujer que amen el
ideal anarquista, lo propaguen con tesón, con
terquedad, sin hacer aprecio de burlas, sin medir
peligros, sin reparar en consecuencias.
"Manos a la obra, camaradas, y el porvenir
será para nuestro ideal".
Cuarenta y ocho horas después de emitir esta
proclama, Ricardo Flores Magón y Librado Rive-
ra fueron arrestados por la policía norteamerica-
na, bajo el cargo de violar el Decreto de Espiona-
je, es decir, de obstaculizar el esfuerzo d~ guerra.
Fue imposible reunir el dinero para las fianzas de
los acusados, la campaña publicitaria no pudo
salvar a los dos liberales, quienes fueron convictos
y enviados a la prisión de la Isla McNeill,_en
Washington: Ricardo fue sentenciado a 20 anos
de prisión y Librado Rivera a 15.
·2 A.l5B:LARDO OJlIDA
LA MUERTE
Un escritor norteamericano que por los m!s-
mos días sufría condena en la carcel de McNelll,
narra lo siguiente:
"Frente a una casucha separada de los edifi-
cios estaba un viejo pelando papas, sentado en un
banco, que ni levantaba la cabeza, ni se endereza-
ba para descansar, cogía una papa tras otra de un
pequeño tonel y se la pasaba monda que monda,
monda que monda, dejando caer las cáscaras con
movimiento rítmico y lento. Era el verdulero de
aquella prisión, Ricardo Flores Magón.
"Poco a poco fui conociendo a ese mexicano de
piel broncínea y a comprender por qué los traba-
jadores de su tierra ponían toda su fe en él ...
Los numerosos mexicanos ahí recluídos estaban
dispuestos a ofrendar su vida con tal de darle a
Magón un rato de libertad y felicidad.
"Hablaba de sus amigos, de los que trabajaron
con él en los primeros días de la lucha y que ahora
eran gobernadores' de Estado, ministros, presiden-
tes de repúblicas; y aunque al hablar de ellos se
notaba su emoción en la voz, nunca dijo una sola
palabra discordante".
Pasados quince meses en la Isla de McNeill,
Ricardo fue enviado a la penitenciaria federal de
Fort Leavenworth, Kansas, y nueve meses des-
pués, Librado Rivera fue trasladado al mismo
sitio.
El 20 de noviembre de 1922, dos penados de la
cárcel de Leavenworth se encuentran en las filas
de los presos y se saludan como viejos amigos.
RICARDO FLORES MAGóN 63
Al día siguiente uno de ellos -Ricardo Flores
Magón- fue encontrado muerto en su celda. Su
estado de salud era delicado, pero no tan grave
como para temer la víspera un desenlace tan rápi-
do y tan trágico, unas doce horas después del
encuentro en filas. El superviviente- -Litlrado
Rivera- pudo ver a su amigo y compañero, el
21 en la mañana, tendido sobre una plancha del
hospital, con la cara negra hasta el cuello y la
frente tendida hacia atrás, como si el hombre
hubiese luchado poderosamente antes de despedir-
se de la vida.
Rivera abriga la convicción de que suamigo
fue muerto violentamente por las autoridades de
la prisión. La tragedia de la madrugada del 21 de
noviembre de 1922 en Leavenwort, tuvo un eco
de indignación en todos los rinconnes de la tierra;
la prensa de los trabajadores acusó espontánea-
mente al gobierno de los Estados Unidos de haber
. quitado la vida a ese penado semi-ciego.
El día 22 -unas horas después de la muerte
del gran luchador- la Cámara de Diputados de
México, rindió su tributo al revolucionario caído;
enlutó la tribuna y la bandera mexicana estuvo
a media asta en el país; se pronunciaron discursos
en su honor -Díaz Soto y Gama- concluyó el
suyo así:
"En lugar de pedir a ustedes algo de luto, algo
de tristeza, algo de crespones negros, yo pido un'
aplauso estruendoso, que los revolucionarios me-
xicanos, los hermanos de Flores 'Magón, dedican
al hermano muerto, al gran rebelde, al inmenso
inquieto, el enorme hombre ~e carácter. ja~ás
manchado, sin una mancha, sm una vacilación,
que se llamó Ricardo Flores Magón.
64 ABELARDO OJEnA
En esa sesión, la Cámara de Diputados tomó el
siguiente acuerdo:
"Unico: tráiganse a descansar al suelo de la
patria, por cuenta del gobierno mexicano, los res-
tos mortales de Ricardo Flores Magón".
Los amigos de Ricardo rechazaron los honores
gubernamentales y fue la Confederación de Socie-
dades Ferrocarrileras la que transportó por su
cuenta el cadáver, que fue recibido triunfalmente
por miles y miles de trabajadores al paso del fú-
nebre cortejo en diversas ciudades del país.
LA ACUSACION DE FILIBUSTERO
En 1937 se inició en nuestro país un movi-
miento que propugnaba porque los restos de Flo-
res Magón fueran trasladados a la Rotonda de los
Hombres Ilustres. Cuando en la Cámara de Se-
nadores se presentó una moción al respecto, en
sesión especial dedicada a discutirla, un senador
señaló que él sabía de rumores que achacaban a
Flores Magón el haber participado en un movi-
miento que tenía como fin desmembrar a Baja
California del territorio nacional, calificando tal
movimiento de filibusterismo.
Visitado por una comisión senatorial, nombra-
da específicamente para investigar el asunto, An-
tonio I. Villarreal, cercano compañero de lucha
de Flores Magón declaró: .
66 ABELARDO OJEDA
"Ricardo Fiores Magón no fue un filibustero.
La revolución de la Baja California fue tan sólo
un aspecto de la revolución mexicana".
Fue gracias a este testimonio, que los restos
de Fiores Magón, se trasladaron -y hasta la fe-
cha descansan ahí- a la Rotonda de los Hombres
Dustres.
Por otra parte, los infundios de filibusterismó,
lanzados por la maniobra reaccionaria a la per-
sona de Ricardo Flores Magón, han sido riguro-
samente desmentidos por los más serios historia-
dores contemporáneos: el 29 de enero de 1911,
para derrotar definitivamente a la dictadura por-
firista, grupos armados magonistas íncursionaron
en la Baja California, entrando por Mexicali. Re-
visando cuidadosamente la correspondencia mili-
tar del gobierno de Díaz al respecto, se encuentran
infinidad de incongruencias y, en ellas, el tras-
fondo de la calumnia para desprestigiar al mago-
nismo. Por más de 60 días los militares porfiristas
llamaron a los magonistas "revoltosos", "sedicio-
sos", "trastornadores del orden", "rebeldes" y,
por indicación de la Dirección de Operaciones
Militares -bajo la responsabilidad del dictador
Díaz y su hijo Porfirio, se comenzó a denominar
filibusteros a los grupos liberales insurrectos
En realidad, se trató de un arma política de
explosivosefectos que aprovechando el sentimien-
to nacional de nuestro pueblo, se empleó para
combatir a los magonistas y, por extensión' tam-
bién a los insurgentes maderistas.
El autor intelectual de esta maniobra antima-
gonista fue Victoriano Salado Alvarez, que el 16
de mayo de 1911, mandó un telegrama desde San
Diego, California (Estados Unidos) en el que lan-
RICARDO FLORES MAGóN 67
zaba la primera acusación ~ los magonistas, de
querer establecer en la Baja California un go-
bierno independiente. En la oficina del Consula-
do Mexicano del gobierno porfirista, en la ciudad
de Los Angeles, un escribiente -Guillermo Prieto
Yeme-- fue el encargado de redactar una carta
abierta, que por esos días circuló en un amplio
tiro de 20 mil ejemplares y que, por orientación
del cónsul, no firmó con su nombre. La menciona-
da carta que atacaba duramente a los magonistas,
fue escrita, para mejor ocultar su verdadero ori-
gen, con el estilo humilde, incoherente, defectuoso
y agresivo de un trabajador; y con el propósito
de lanzar a la opinión pública mexicana en contra
de los magonistas, firmada por una tal Sociedad
"Defensora de la Integridad Nacional".
El gobierno norteamericano, que sostuvo so-
bre la incursión magonista en la Baja Colifornia,
opiniones diferentes a las del gobierno de Díaz,
demostró por ese tiempo, al perseguir y encarcelar
a Flores Magón, que de ninguna manera Ricardo
estaba al servicio de los Estados Unidos, conclu-
sión a la que el dictador Díaz quería !tacer lle~8:r
al pueblo de México, al emplear el epíteto de fili-
bustero contra el gran revolucionario.
Por lo demás, vale la pena recordar que tam:
bién a maderistas y constitucionalistas se les llego
a hacer el mismo cargo.
.--
58 ABELARDO OJEDA
INMORTAL
Ricardo Flores Magón -y con él sus correli-
gionarios- puso la revolución en marcha. Sus
enemigos han tratado de hundirlo en la deshonra
y difaman su memoria con las palabras de "fili-
bustero" o "traidor terrorista de ojos fieros". El
insigne luchador oaxaqueño puede resistir éstas
y muchas otras calumnias.
Como Hidalgo, Morelos, Juárez y Zapata, Flo-
res Magón es inmortal: sobrevive en su invariable
convicción política y en su estatura de hombre
incorruptible. Nuevamente está en movimiento,
como si fuera el viento inmenso de que hablara
Práxedis Guerrero:
"Es el corazón del mundo que palpita bajo el
enorme tórax. Es el espíritu ígneo del gigante
que rompe su cárcel para lanzar al espacio su
verbo de llamas ... Es el empuje de la revolución
que avanza".
Ricardo Flores Magón, que no temía perder
la vida en la batalla por la libertad del pueblo,
escribió estas palabras que deben ser un emblema
para la siempre renovada juventud de México:
"No importa; los revolucionarios vamos ade-
lante. El abismo no nos detiene: el agua es más
bella despeñándose. Si morimos, moriremos como
soles: despidiendoluz".
RIC~O FLORES MAGON 69
. OBRAS CONSULTADAS
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Meléndez J. T.: Historia de' la Revolución Mexicana.
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Abad de Santillán, Diego: Ricardo Flores Magón, El
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tural "Ricardo Flores Magón". México. 192á,
Flores Magón, Ricardo: Vida 11Obra. Epistolario revolu-
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Buenos Aires. 1960.
,
RICARDO FLORES MAGON
por CARLOS MALLEN
; «$<
INTRODUCCION
Ricardo Flores Magón y su grupo entran a la
historia en una época cuya esencia es revoluciona-
ria: América, Europa, Asia, los Estados Unidos
mismos, arden bajo las llamasde una dobleconfla-
gración: primero, la ideológica,que una vez sedi-
mentada deja como rescoldopermanente el socia-
Iismo; después, en algunos sitios en mayor estruc-
turas sociales, bajo las llamas de la práctica re-
volucinaria hija de esas doctrinas.
El espíritu de la época era la revolución, y no
sólo la revolución social: es también la revolución
de la ciencia, que proyecta su larga sombra sobre
las doctrinas sociales; es también el cambio de
las fronteras nacionales y el derrumbamiento de
imperios construidos sobre siglos de explotación y
miseria: el alemán, el austrohúngaro, el ruso.
Europa no es ya más la vieja Europa, el equi-
librio del mundo empieza a variar para dar paso a
un nuevo equilibrio, basado en la prepotencia de
Estados Unidos: el mundo cambia, y con él y por
él, los hombres.
En esta época, en la que saltan hechas pedazos
las viejas estructuras ideológicas Y sociales, el
ti
76 CARLOS MALLlIlN
anarquismo de Bakunin toma cuerpo de doctrina
en dos tendencias: el anarco comunismo y el
anarco sindicalismo, siendo el principal represen-
tante de ésta última en nuestro país, Ricardo Flo-
res Magón, pero modificándola hasta darle carac-
terísticas propias.
No es, con todo, el anarquismo la única co-
rriente filosófico política de la época; ni siquiera
la predominante: tuvo que medirse, para ser ven-
cida, con el marxismo. Inicialmente, en el seno de
la I Internacional, después en los campos de bata-
lla de la revolución.
Por eso, el magonismo no se explica en si y
por sí, por eso, para comprenderlo, hay que echar,
cuando menos, un ligero vistazo al espíritu de la
época, ya que escribir sobre el magonismo es es-
cribir sobre la doctrina que en un momento de
nuestra historia eligió la mayoría de la clase obre-
ra mexicana para guiar su camino hacia una vida
mejor: el anarco sindicalismo.
Puede o no ser justa la teoría, pero son he-
chos, y hechos que suscitan nuestra admiración,
la sangre derramada por el cumplimiento del
ideal, la muerte en prisión, casi ciego, pero con la
voluntad entera, de Ricardo Flores Magón.
Otro hecho, ya poco discutido, es la influencia
del magonismo en nuestra legislación obrera; esto
sólo justifica el estudio de ese movimiento, pero
existe algo más: la doctrina del sindicalismo re-
formista, que es hoy por hoy la que determina
la vida de los grandes sindicatos mexicanos; es
una consecuencia del anarquismo en su variante
sindicalista, que determinó la actividad de la Casa
del Obrero Mundial, y su pacto con el Constitu-
eionalismo, del cual son fruto los Batallones Rojos.
RICARDO FLORES MAGóN 77
Es lo anterior lo que nos obliga a definir los
rasgos esenciales del anarco comunismo y el anar-
co sindicalismo; a estudiar, en esta pequeña intro-
ducción, las modificaciones que el último tuvo en
manos de Flores Magón, a precisar los rasgos
permanentes del magonismo.
"La libertad es el comienzo y el fin de la teo-
ría social de Bakunin", escribe G. H. D. Coole en
su Historia del Pensamiento Socialista. Esta pre-
misa habría que completarla diciendo: y la solída-
ridad, la base de su interpretación de la sociedad
humana presente y futura.
Todo el anarquismo trabaja en torno a esas
dos ideas fundamentales: libertad y solidaridad.
Pero la libertad, dice el anarquismo, es negada en
la sociedad actual por el Estado y la Iglesia, sobre
todo por el primero; el Estado es el principal cul-
pable de los males de la sociedad y como tal debe
ser eliminado cuanto antes. El Estado es una crea-
ción de los capitalístas para mantener la propie-
dad privada, a la cual el anarquismo también ata-
ca; basta con destruirlo para que ésta desaparez-
ca. No es sostenido por ella, es su sostenedor. El
Estado niega la libertad, la idea de Dios es tam-
bién contraria a ella; es, en sentido positivo, una
idea que provoca la abyección. Existe, por así
decirlo, una división del trabajo entre Estado e
Iglesia: el primero ejecuta el material de sojuz-
gamiento; la segunda, la abyección moral del hom-
bre. Por eso, el anarquismo está contra toda au-
toridad, en especial contra la de la Iglesia y la
del Estado. El Estado, la Iglesia y el Capital, son
los enemigos de toda sociedad humana bien en-
tendida. Ellos provocan que la solidaridad no se
manifieste; ellos, 1 ~'O sobre todo, el Estado.
78 CARLOS MALLltN
Desaparezca el Estado, dice el anarquismo, y
desaparecerá la propiedad privada y el capital.
Destruidos ambos, la solidaridad ahora sojuzgada
resurgirá con toda su fuerza. No será ya necesa-
rio ningún órgano de coacción y la sociedad hu-
mana se bastará para administrarse a sí misma.
Los hombres -creía Bakunin- se organizarán
en pequeñas comunas autónomas, que a su vez se
federarán, pero conservando esa autonomía; den-
tro de ellas, cada individuo la suya. En esta socie-
dad ideal no habrá siquiera contradicciones entre
mayorías y minorías, entre el individuo y la co-
muna.
Respecto al cómo y el quién hará esta revolu-
ción, el anarquismo no deja de confiar en las ea-
pacidades naturales de los individuos. Cualquiera
podrá hacer una revolución como ésta, se nos
dice; será una explosión de las masas más atrasa-
das y explotadas de la sociedad, en la que darán
libre curso a su inventiva, harán la revolución y
construirán el mundo nuevo. La conciencia, en
esta interpretación del progreso humano no tiene
un papel que jugar, la fuerza creadora de las ma-
sas lo resuelve todo. A lo más, una pequeña mino-
ría anarquista conocerá el fin último; las masas,
arrastradas, se darán cuenta de su obra cuando la
hayan realizado.
Las ideas anteriores, expuestas por Bakunin,
son conservadas por Kropotkin y constituyen la
base de sustento del anarco comunismo.
Kropotkin vió también, como Bakunin, el ideal
de una sociedad compuesta por pequeños produc-
tores libres; su formación científica, sin embargo,
lo hizo apreciar con mayor justeza que su antece-
sor el papel de la máquina el a sociedad moder-
RICARDO FLORES MAGóN 79
na, pero su ideal siguió siendo el del obrero que
combina el trabajo industrial con el del campo.
Consecuente con lo anterior, insistía en que en
los grupos pequeños se desarrolla la inclinación
del hombre a la cooperación y que una vez des-
truido el Estado, quedando elhombre en absoluta
libertad, por instinto construirá la sociedad futura
sin que para ello hagan falta planes anteriores.
Tal es la opinión que sostendrá en México, Libra-
do Rivera. 1
Es lógicoque el papel de la conciencia sea para¡
Kropotkin, como fue para Bakunin, írrelevante.l
El trasfondo de las ideas sociales de ambos es
el mismo: la vieja sociedad rusa, con el mire")
en descomposición, del cual habría de salir el co-
munismo sin pasar por el capitalismo. La idea,
heredada de Hertzen y los decembristas, se vió
fortalecida por el medio social en que ellos actua-
ron en Europa: Bakunin entre los campesinos de
Nápoles; Kropotkin entre los relojeros de los can-
tones suizos que combinan tal trabajo con el cul-
tivo de la tierra. Kropotkin, en las épocas en que
vivió en Londres, se encontró a disgusto: no era
la sociedad campesina a la que estaba acostum-
brado.
Al entrar el anarquismo a los centros indus-
triales, especialmente los franceses, necesariamen-
te sufrió una transformación; tuvo que ceder ante
los sindicatos. ,
Esta modificación fue asimilada por Flores
Magón. Tomó en cuenta a estas organizaciones
como factores en la lucha, y como elementos en
(*) Organización cooperativa elemental de los campesinos
rusos.
80 CARLOS MALLl1:N
la construcción de la sociedad comunista. Cori
todo encuadró esta apreciación en el contexto ge-
nerai de la filosofía anarquista y pedía su des-
centralización.
La división entre quienes consideraban el em-
pleo de los sindicatos como justo y necesario y
quienes la rechazaban, escuela ésta :epres~~t~~a
por Jean Grave (1854-1939), marco la división
del anarquismo en dos campos: el an.arc.oc?mu-
nismo propiamente dicho, y el anarco sindicalismo,
Sin embargo, como an.te~decíamo~,es~aé~ca
se caracteriza por las múltiples teon~s filosófico
políticas que respondiendo a la necesidad ~e re-
solver los problemas del hombre, de humamzarlo
sacándolo de su calidad de simple máquina pro-.
ductora se enfrentan entre sí y ofrecen sus solu-
ciones ~ la problemática social. Ofreciendo salidas
a las mismas necesidades, es natural que tengan
puntos de contacto, pero por trabajar con métodos
diferentes y ser producto de medios sociales di-
versos, tienen grandes divergencias.
Una de esas doctrinas es la que defendió la 1
Internacional de los Trabajadores. Si bien se
identifica con el anarquismo en la necesidad de
eliminar la propiedad privada y el Estado, difiere
en cuanto a quién y cómo ha de realizar la tarea:
en tanto que el anarquismo considera que la
conciencia no tiene un papel que jugar, la 1 In-
ternacional sostenía la necesidad de que quienes
participaran en la revolución fueran totalmente
conscientes de sus fines y establecía éste como
diferencia de esencia en relación a todas las re-
voluciones anteriores. Pero sobre todo, en tanto
Bakunin y Kropotkin creían que las masas más
RICARDO FLORES MAGóN 81
atrasadas harían su revolución, la Internacional
concedía este papel a los trabajadores.
Flores Magón hizo suyo este postulado y tomó
incluso el grito de batalla: la emancipación de los
trabajadores debe ser obra de los trabajadores
mismos.
Flores Magón entreveía, oponiéndose en esto
a Kropotkin, un período de transición antes de
llegar al ansiad? comunismo, ocupado por los sin-
dícatos, pero sm que existiera ningún gobierno,
en tanto que desapareciendo el Estado, la coope-
ración y la solidaridad, liberadas, ocuparían su
lugar en la sociedad; en ésto se diferenciaba de
las teorías marxistas de la I Internacional que
consideraban indispensable que esta etapa fuera
cubierta por la dictadura de los trabajadores, ar-
guyendo al efecto que el Estado es producto y no
causa de la propiedad privada, por lo que al des-
aparecer, las capas dominantes de la sociedad no
perderían su poder ni desaparecerían de golpe
siendo necesario un período en el que se les que-
brantara con la violencia organizada de las anti-
guas clases desposeídas.
Ese llamado permanente de Flores Magón a
los desposeídos para que se hicieran justicia por
su propia mano, difiere del anarquismo clásico en
que no confía en las capas más atrasadas de la
sociedad, sino que hace recaer e) peso de la obra
.revolucionaria en los sectores productivos, obre-
ros y campesinos.
Otra diferencia entre Flores Magón y Kropot-
kin es la necesidad de la organización revolucio-
naria. Aquí Flores Magón hállase nuevamente
influído por la 1 Internacional: el llamado a los
trabajadores para luchar y obtener por sí mismos
82
IU liberación implica u~,mínimo de organización
y centralización. También, por complemento, es
un llamado a organizarse independientemente,.Y
a un enfrentamiento con otr~s clases de la ,SOCIe-
dad, que se opongan a los fmes obreros aSI con-
siderados.
El Partido Liberal Mexicano, que en un prin-
cipio contuvo en su seno militantes no anarquís-
tas, pero que con el tiempo se convirtió en un
verdadero partido anarquista, está en contra. ,de
la interpretación bakununista de la revolución.
En este sentido, el PLM propugnaba por la cen-
tralización de las fuerzas opuestas al régimen
existente aun cuando lo viera como etapa transí-
toria en' tanto que Bakunin, por ejemplo, cuando
los p~ianos invadieron a Francia rec?mendó co-
mo táctica a los franceses que cada ciudad, cada
pueblo, diera la lucha por sí mis!'ll0'oponién?ose.a
un Estado Mayor, en virtud, decía, de que la íntelí- .
gencia colectiva del pueblo francés, así liberada,
daría buena cuenta del ejército prusiano, que
estaba supeditado, él si, a un Estado Mayor y a
una inteligencia individual.
Durante la revolución española de 1873, que
estalló a la abdicación del rey Amadeo, los ba-
kununistas españoles propugnaron, y ellos sí, em-
plearon esa táctica. Cada villa, cada pueblo, cada
ciudad combatió por sí sola y donde los bakunu-, . ,
nistas tuvieron el mando se constituyo una comu-
na independiente. A los franceses el despreciar
los consejos de Bakunin les valió el triunfo, a los
españoles, el seguirlos, la derrota. El ejército pudo
liquidar, gracias precisamente a la centralización,
a todas las comunas, y lo hizo destruyendo una
por una.
RICARDO FLORES MAGóN 81
Flores Magón procuró apegarse al máximo de
democracia dentro de las duras condiciones de
centralización, y así, por ejemplo, hacía que sus
tropas eligieran sus jefes, según escribe Librado
Rivera; pero estuvo bien lejos de caer en la erró-
nea posición bakununista.
Todo lo antes dicho nos permite ya fijar los
rasgos sobresalientes del magonismo: el ataque
a la propiedad privada, y al Estado, así como a la
Iglesia; el llamado permanente a los oprimidos
para actuar por sí mismos y organizarse como
fuerza independiente de otras clases; su interna-
cionalismo, pues en su concepto, todos los traba-
jadores del mundo son hermanos y deben ayu-
darse mutuamente. Otro rasgo, quizá no menos
importante, es el papel que Flores Magónconcedia
a la propaganda y a la educación revolucionaria.
En su concepto, si había que apresurar la revolu-
ción, si había que hacerla antes de educar a todos
los oprimidos, era porque los marxistas podían
tomar la delantera, según explicaba en una carta
a su camarada Elena White.
Con lo ya escrito, creemos, se cumple el papel
señalado a esta introducción: explicar la génesis
del pensamiento magonista, darle su lugar en el
contexto general de las ideas políticas, hacer re-
saltar lo que en él hay de permanente.
Sólo nos resta comentar un hecho, que tal vez
sea la principal enseñanza de esta etapa de nues-
tra historia: el papel del revolucionario, tal como
lo entendemos nosotros, y como el propio Flores
Magón lo hacía, es el de cambiar el mundo. Pero
si la teoría que se posee es errónea, o se la aplica
falsamente, esto es, si no se conoce la realidad que
se intenta cambiar, sólo quedan dos perspectivas
CARLOS MALLlllN
al revolucionario: una, el sacrificio, o .retlrarse
desilusionado de la lucha; otra, plegarse a la rea-
lidad, no intentar transformarIa.
El magonismo nos presenta los dos casos: Ri-
cardo Flores Magón, el gran luchador, el apóstol
primero dela Revolución Mexicana el hombre a
9uier.t ni ~us enemigos negaran vaior, honradez,
ínteligencía, muere abrazado a su bandera, quizás
asesinado, en una cárcel del que "antes fuera país
de los bravos y los libres", según frase de Rivera;
otros de sus partidarios, quizá no menos capaces
que aquel gigante, prefirieron adaptarse a la rea-
lidad.
,
><
••¡Sumisión! es el grito de los débiles;
¡Rebeldia!. es el grito de los hombres.
Luzbel rebelde es más digno que Ga-
briel, sumiso".
Ricardo Flores Magón.
1
El artista, el filósofo, el hombre de accion:
esos son los materiales que conforman un refor-
mador social, y esas eran las características que
hicieron de Ricardo Flores Magón el apóstol pri-
mero de la Revolución Mexicana, y el forjador del
Partido Liberal Mexicano. El era revolución.
Su vida fue un llamado permanente a la re-
beldía; su obra, la lucha constante contra la ti-
ranía.
Muy joven, a los 19 años, sufre su primera
prisión. La causa: haber participado en una ma-
nifestación estudiantil contra la segunda reelec-
ción de Porfirío Díaz.
Muere la madrugada del 21 .de noviembre de
1922 en la prisión de Leavenworth, Kansas. La
causa: haber dedicado su vida a la lucha contra
toda tiranía.
11
86 CARLOS MALLltN
Ricardo Flores Magón no conoció el triunfo.
Tan sólo, para usar sus palabras, practicó "la
más bella de las virtudes, la virtud del sacrificio
fecundo Y desinteresado".
Los restos mortales de Ricardo Flores Magón
se encuentran en la Rotonda de los Hombres ilus-
tres desde 1944. Parte de lo que él deseaba se
halla en el articulo 123 de nuestra Constitución.
Aún después de muerto protege a aquellos a quie-
nes dedicó su vida: a los trabajadores mexicanos.
Una motivación determinó su vida: la lucha
contra la injusticia, el deseo sublime de colaborar
en la construcción de un mundo nuevo en que no
existiera la explotación del hombre por el hombre,
un mundo en el que el hombre fuera hombre.
. Un año después de su primera prisión, en 1893,
entró en la Escuela Nacional de Jurisprudencia;
en ella permaneció tres años, a los cuales la aban-
donó para dedicarse de lleno a la lucha revolu-
cionaria.
Ese mismo año 1893 empezó a colaborar en
un periódico de oposición, El Demócrata, que la
dictadura porfirista suprimió encarcelando a par-
te de sus redactores; Ricardo, por esta vez, pudo
eludir a los gendarmes.
Sin embargo, a partir de entonces combatió
a la tiranía con un arma que a la postre mostra-
ría ser invencible,a la vez que inmortal: su pluma.
Hizo del perodismo su arma predilecta, compren-
dió que en tanto el puñal, la pólvora, son' sólo
armas destructivas, el periódico, el folleto, la li-
teratura, son a la par constructivas; preparan a
los hombres para el ejercicio de aquello que es
sagrado, su libertad, y le hacen entender que no
RICARDO FLORES MAGON 87
sólo tiene derecho a vivir dignamente, sino que es
cobardía no intentarlo.
"Este periódico es el producto de una convic-
ción dolorosa", escribió en el primer número de
Regeneración. Con esta frase, el 7 de agosto de
1900, inició la publicación del órgano de combate
que haría temblar a la tiranía, que araría el cam-
po para que otros cosecharan el poder, los mismos
que le ofrecieran el cargo de vicepresidente del
gobierno provisional de la revolución, a los que
contestó: "en las filas del pueblo trabajador soy
más útil a la humanidad que sentado en un trono,
rodeado de lacayos y de politicastros. Si el pueblo
tuviera algún día el pésimo gusto de elegirme para
ser su gobernante, le diría: yo no nací para verdu-
go. Busca a otro".
Pero Regeneración, que se convertiría en el
vocero de los magonistas, hizo más, mucho más,
que hacer conciente el descontento que acabaría
con el régimen diizta: dió a la Revolución lo me-
jor de su ideología, pues, como un diputado dijera
al anunciar en la Cámara la muerte de Flores
Magón, éste fue el autor intelectual de la Revo-
lución.
Regeneración circunscribió su crítica, prime-
ro, a la simple esfera de administración de la
Justicia. Pero al hacerlo, sus redactores tenían
un horizonte más amplio. Maestro en táctica re-
volucionaria, Flores Magón intuyó que un órgano
de combate, como lo fue El Demócrata, sería su-
primido antes de hacer prender en los cerebros la
llama de la libertad.
Para entonces no desconocía lo que explicara
el 31 de diciembre del mismo año al anunciar la
salida de «Regeneración como periódico indepen-
88 CARLOS MAI..I.Jm
diente de combate": que "la administración de
Justicia no es más que un complemento, como
Poder, de los otros dos: el Ejecutivo y el Legisla-
tivo. .. y... si uno de ellos marcha mal y tiene
inmensas Y deplorables lagunas, los otros dos de-
ben tenerlas igualmente".
Otra consideración obliga a llegar a esta con-
clusión: para 1900 Magón conocía ya La Con-
quista del Pan y La Filosofía Anarquista de
Pedro Kropotkin. No era, pues, un ignorant~ en
materia política; su crítica, aparentemente dirigi-
da a la administración de Justicia, era la crítica
a todo el régimen porfirista, a la atmósfera de
asfixia de la época.
En ese mismo artículo protestó contra el indi-
ferentismo político, "esa odiosa forma de cobar-
día política", a la que más tarde dedicaría lo
mejor de su verbo, e hizo el juramento que nor-
mó su vida: "mientras aliente en nosotros un
soplo, d.e ideas liberales, mientras el espíritu de-
mocrátíco de nuestros reformista s nos influencie
con su vida sana y viril. . . lucharemos sin descan-
so hasta el logro de nuestros ideales".
Una vez con Regeneración como periódico
independiente de combate, la lucha de Flores Ma-
gón fue dedicada a despertar el espíritu público,
a preparar el Congreso Liberal que se efectuó el
5 de febrero de 1901 en la ciudad de San Luis. Su
voz profética anunció: "comienza el renacimiento
de nuestras muertas instituciones, que dará como
sazonado fruto la regeneración política y social".
RICARDO FLORES MAGON
II
. El Co~greso de ~901, como el propio Partido
LIberal, tienen su origen inmediato en el manifies-
to que en agosto de 1901 lanzaron desde San Luis
Potosí,. Camilo ~rriaga, Antonio Díaz Soto y Ga-
ma, Librado RIvera, Rosalío Bustamante, Juan
SaI:abIa y otros más.En él se proponía la constí-
tución de la Confederación de Círculos Liberales
y lograr la .apli.c:aciónde la~ Leyes de Reforma y
la nacionalizacíón de los bienes eclesiásticos, en
suma, poner coto a la creciente influencia de la
Iglesia Católica en el país. •
Un discurso pronunciado en París por el obis-
po de San Luis Potosí, Ignacio Montes de Oca y
Obregón, en el que declaraba que a pesar de las
Leyes de Reforma la Iglesia se encontraba en
s~tuación satisfactoria y prosperaba, provocó el
.CItado documento. .
Siendo ~l Congreso la clarinada que agrupó a
los combatientes por la libertad, en esta ocasión
c?I?o en l~ lucha por la República, en la que par:
tícípara Díaz, los liberales estaban unidos en fun-
ción de enfrentarse a un enemigo común' en esa
primera ~poc~, a Maximiliano, en esta ~egunda,
a el propio Díaz. En ambos casos, el Partido Li-
beral llevaba en su seno la división, pero en tanto
ésta se producía, permitió el agrupamiento de los
revolucionarios.
La consigna organizativa emanada de San
~uis obtuvo amplia respuesta, pues en menos de
CInCOmeses, se formaron 125 clubes y se fundaron
90 CARLOS MALLltN
cerca de 50 periódicos, que combatían a los cien-
tíficos, quienes unidos con el clero, formaban lo
que Magón llamaba "ese Partido de sombras y de
ruinas".
El Congreso se reunió en el Teatro de la Paz
y a él asistieron representaciones de toda la Re-
pública. En tanto la mayoría de los delegados se
limitaron a lanzar ataques a la Iglesia, Ricardo
Flores Magón desenmascaró al propio Díaz, y a
su sistema. Allí se conocieron él y Librado Rive-
ra, quien después sería uno de sus más cercanos
colaboradores.
Meses después, Camilo Arriaga y José María
Facha declararon sobre el Congreso: "Traemos el
fin político de combatir al clero como facción po-
lítica y por ende, de poner en claro la conciliación
del gobierno de Díaz, esa conciliacióntibia y bo-
chornosa: tenemos la imprescindible obligación de
infiltrar el valor civil en las masas y denunciar
todos los abusos que cometan los empleados públi-
cos sean quienes fueran, y de acusar a los que
violan la Constitución y las Leyes de Reforma".
Cuando los liberales hicieron público su deseo
de lanzar un candidato a la presidencia de la Re-
pública para las elecciones de 1904, Ricardo Flo-
res Magón escribió en Regeneración: "Trabaje-
mos porque no haya reelección, que no se haga
más burla de la democracia y pongamos en la
Presidencia a un ciudadano que sea liberal, hon-
rado, patriota y progresista, sin dar oídos a los
consejos de los serviles, que no se han conforma-
do con medrar a la sombra de un gobierno opre-
sor, sino que tienen el antipatriótico proyecto de
derrumbar nuestra nacionalidad, que no a otra
C!05a nos arrastrará una autocracia barnizada de
RICARDO FLORES MAGóN 91
legalidad, como la que tenemos el infortunio de
soportar".
La represión, una vez que los liberales indica-
ron la necesidad de luchar por la no reelección,
principio que había enarbolado Díaz contra Juá-
rez, no se hizo esperar. En mayo de 1901, los
hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón fueron
arrestados a fin de evitar la salida de Regenera-
ción, que sin embargo continuó publicándose;
más de 50 periódicos fueron suprimidos y encar-
celados sus directores; los clubes, disueltos por la
fuerza. El 24 de enero de 1902, el club Ponciano
Arriaga, no obstante existir ya antecedentes en
este sentido, celebró una reunión pública en un
teatro de San Luis, que fue interrurnpida por la
policía. Camilo Arriaga, Librado Rivera, Juan
Sarabia, y otros 25 miembros del club fueron a
dar a la penitenciaría del Estado, donde perma-
necieron ocho meses.
Igual suerte corrió el club de Lampazos, Nuevo
León, en el que militaba Antonio 1. Villarreal.
Con estas acciones, la dictadura mostraba una
vez más ser ciega. Ciega ante los sufrimientos y
dolores del pueblo, antes; ciega ahora al creer
que a los revolucionarios se les nulifica encerrán-
dolos en un calabozo y la obra de renovación so-
cial termina con la muerte de los dirigentes: la
agitación liberal continuó; don Porfirio se tam-
baleaba en su trono.
La lucha de los magonistas por la libertad de
prensa fue constante. Al referirse al gobierno del
general Díaz, que "ha llevado siempre inscrita en
su bandera la persecución a la prensa", Magón
dijo en Regeneración: "no falta un juez despro-
visto de conciencia, ajeno a todo sentimiento pro-
92 CARLOS MALLJtN
fesional, que a trueque de unos cuantos pesos
mensuales, consienta en ser el verdugo de los
hombres libres", más "el juez lleva a su casa un
pan amargo, el gobierno cumple una obra de ti-
ranía".
Imposible era a los liberales continuar la lu-
cha en el país. A la prisión había que agregar que
cada represión significaba el incautamiento o la
destrucción de las imprentas, el que la prohibi-
ción de circulación de sus periódicos se hacía efec-
tiva por todos los medios posibles; en suma, el
ambiente opresivo de la dictadura hacía necesario
continuar la obra revolucionaria desde el exilio.
Don Porfirio había desatado contra ellos todo
su aparato de destrucción de libertades: la policía
uniformada y la secreta, dos veces más numerosa
ésta que aquella, lo que dará un índice de cuál
era su función primordial: persecusiones políti-
cas; el ejército; la "acordada", cuerpo de choque
utilizado para eliminar silenciosamente a los ene-
migos del sistema.
En febrero de 1904, Camilo Arriaga, Ricardo
Flores Magón, Santiago de la Hoz, y Juan Sara-
bia, dirigían a sus correligionarios de México,
desde Laredo, Texas, una circular en la que hacían
notar que la "lucha se hacía del todo imposible en
México", no quedando .otro camino para contí-
nuarla que "venir a un lugar en que tuviéramos
libertad para ello".
Poco duró la ilusión, sin embargo, a quienes
esperaban encontrar en Estados Unidos la ansia-
da libertad para combatir a Díaz: tan sólo un mes
después de aparecido Regeneración, un asesino a
sueldo intentó acabar con la vida de Ricardo, a
quien salvó la oportuna intervención de su herma-
RICARDO FLORES MAGóN 93
no Enrique. Tal acción costó a éste el ser encarce-
lado y finalmente multado "por perturbar el or-
den público".
Otro connato de asesinato, también impune,
obligó a Ricardo a establecerse en San Louis Mis-
souri, donde se reanudó la publicación de Regene-
ración, el mes de febrero de 1905.
La batalla era, pues, en apariencia, desigual:
un puñado de hombres se enfrentaba a lo que pa-
recía ser uno de los gobiernos más estables de
América encabezado por el hombre a quien Cecil
Rhodes Ílamaba "el primer obrero de la civiliza-
cíón" Rockefeller, "Moisés y Josué de su pue-
blo"; 'el Káiser, "Benefactor de América"; al que
la Universidad de Boston titulara "Doctor InSIg-
ne"; que contaba con to~o un ejército, policía es-
pecializada en la represión, con el apoyo de un~
potencia extranjera. Sin embargo, el barco desti-
nado a hundirse era el de la dictadura; los uto-
pistas, los científicos, no los liberales: ést<;>s.con-
taban y lo sabían, con la fuerza de los oprimídos,
Contaban con el apoyo de todo el pueblo, al que
sólo hacía falta educar, despertar, y a ello dedí-
caron lo mejor de sus esfuerzos.
El 28 de septiembre de ese año constituyeron
la Junta Organizadora del Partido Liberal Mexi-
cano, con Ricardo Flores Magón como.preside~te;
Juan Sarabia vicepresidente; AntOnIO l. Vílla-
rreal, secreta;io; y Librado Rivera, Manuel Sara~
bia, y Rosalío Bustamant~,. vocales. Su lema fue.
Reforma, Libertad y Justicia,
La labor de propaganda de la Junta, encami-
nada a orientar y fomentar el descontento, funda-
mentalmente en los centros obreros, llego a crear
una organízacíón poderosa, que al iniciar sus m-
94 CARLOS MALLS:N
chas ínícíaría también el fin del portir1srno, al
quebrar la leyenda de lo que nunca existió: la paz
porfiriana, "paz de los sepulcros", como Magón
la llamara.
Desde el exilio, valiéndose de uno y mil medios,
se enviaban a México más de 15 mil ejemplares
de Reaeneracíon; distribuidos principalmente en
los centros obreros de Sonora, Chihuahua, Nuevo
León, San Luis Potosí, Puebla, Oaxaca, Tabasco
y Veracruz. .
El historiador Salado Alvarez, sospechoso de
todo, excepto de magonismo, refiere que "valién-
dose de no se qué medios, que siempre son distin-
tos pero siempre son eficaces, el semanario se fil-
traba por todas partes, y aparecía de la manera
más inopinada. Se ocurría a la introducción en
latas que aparentemente tenían conservas, a colo-
carlo como papel de envoltura, o ponerlo hasta en
las valijas diplomáticas. Bastaba que un número
llegase a un pueblo para que pasara de mano en
mano, se copiara o refiriera el contenido a cuanto
ser anida en cada clima. Nada podía contra esa
propaganda ni el periódico ni la propaganda
gobiernistas". .
Sorprende, al leer los manuales de Historia de
la Revolución Mexicana, la poca o ninguna impor-
tancia que se concede a esta labor de la Junta e
incluso, que se consideren las huelgas de Río Bl~n-
co y Cananea como ajenas al Partido Liberal. Lo
que ha dado en llamarse los "pródromos", no fue-
ron otra cosa que la lucha y la labor de educación
que Ricardo Flores Magón y su grupo llevaron a
cabo. Si las huelgas mostraron que la clase obrera
estaba sometida, pero no vencida, y llevaron algu-
na luz al exterior sobre la situación real de la Re-
RICARDO FLORES MAGóN 95
pública, las intentonas insurreccionales, a más de
ello, contribuyeron a d9I al traste con la moral
del ejército pretoriano de Díaz y a elevar la de los
combatientes revolucionarios.
La Junta causaba daño al viejo y resquebra-
jado edificio de la dictadura; ésta, consecuente con
su línea de aniquilar a los magonistas, de acabar
por la fuerza a quienes no podía vencer con la
razón, inició un proceso contra los hermanos Flo-
res Magón y Juan Sarabia, sirviéndose para ello
de Esperón y de la Flor, jefe político en el Estado
de Oaxaca, quien los acusó por libelo en el mes
de octubre.
Para entonces,la connivencia entre los gobier-
nos estadunidense y mexicano era el hecho más
notorio. "Todo fue secuestrado en la oficina del
periódico: imprenta, máquinas de escribir, libros,
muebles, etc., y vendido antes de que se nos hicie-
ra jurado", escribiría Flores Magón años después.
Pero las ideas defendidas por la Junta habían
enraizado en el suelo patrio y los magonistas eran
ya estimados y respetados en Estados Unidos. La
libertad caucional fijada a los reos ascendía a cua-
tro mil dólares, mismos que fueron aportados por
los simpatizantes residentes en la República, tra-
bajo organizado por El Oolmülo Público, semana-
rio de caricaturas editado en la ciudad de México.
El Sto Louis Star Ohronicle y The Sto Louis Post
Despatcñ, de San Louis Missouri, colaboraron en
la defensa.
Varios meses duró esta prisión; el registro de
Regeneración fue cancelado y se iniciaron trámi-
tes de extradición 'contra los tres inculpados,quie-
nes se refugiaron en Canadá esperando escapar de
los esbirros diiztas.
96 CARLOS MALLltN
En tanto ellos se encontraban en Canadá, Li-
brado Rivera, profesor de Matemáticas, excate-
drátíco de Historia y Geografía en la Normal de
San Luis Potosí, se hizo cargo de Regeneración
y de la correspondencia de los liberales.
Pero el 19 de octubre, el secretarío de Rela-
ciones Exteriores, Mariscal, dirigió un telegrama
.a su embajador en Washington ordenándole que
pidiera, entre otras, la detención de Rivera. Sp
logró esta captura, realizada sin documento judi-
cial de ningún género y se intentó pasarlo subrep-
ticiamente a territorio mexicano, cosa que no pu-
dieron realizar, dada la campaña levantada en
pro de su localización por el Sto Loui» Post Des-
patch, el Sto Louie Globe Democrat y algunos
_ otros diarios. Fue acusado de asesinato y robo en
una oficina postal en Hermosillo, pero el juez de
su causa lo dejó en libertad, "al aparecer en las
pruebas que el delito -ímputado fue de naturaleza
enteramente política". De inmediato tuvo que
huir, sin embargo, ya que se preparaba un nuevo
arresto .. Abandonando a su esposa e hijos, em-
prendió la caminata a Los Angeles, para reunirse
con los miembros de la Junta.
El dinero del pueblo, arrancado al pueblo por
la dictadura, era utilizado para combatir a los
que luchaban por ese pueblo sometido pero insu-
miso. El cónsul mexicano M. E. Diebold, que como
casi todos los diplomáticos de Díaz ejercía funcio-
nes políticas, en su informe al secretario del ra-
mo, escribió: "En noviembre de 1906 por orden
de esa secretaría (Relaciones) este consulado em-
pleó los servicios de 'Furlong's Secret Service Co.'
de esta ciudad (San Luis), cuyo presidente es el
señor Thomas Furlong, quien demostró el mayor
RICARDO FLORES MAGóN 91
empeño, eficacia y honradez durante los dos años
que prestó sus servicios en el asunto de referencia
(la persecución de los magonistas)". El 14 de
noviembre de 1906, Furlong informaba haber lo-
calizado a Enrique Flores Magón en Montreal
quien logró. huír. El 23 pidió a Di~bold qué obtu~
VIera permiso para violar la correspondencia de
l~s magomstas, permiso que debería conceder el
director de Correos de Montreal.
Dos cifras darán idea de la actividad desple-
gada por Furlong: en dos años él y sus agentes
recorrieron 180 mil 400 kilómetros; el término
medio de los gastos mensuales fue de 2 mil 400
pesos. Además, entregó al gobierno de Díaz 180
magonistas.
!Ir
En Cananea, donde la "Canaaea Consolidated
Cooper CO."pagaba a los obreros mexicanos dólar
y medio y a los estadunidenses tres y medio'
donde existía una ley, vigente en todo el Estad¿
de Sonora, que prohibía los aumentos de sueldo y
donde hacía poco se había alargado la jornada de
trabajo, dejando los salarios estacionados, se dejó
sentir por primera vez el ansia de renovación
social inspirada por Regeneración.
Desde principios de 1906 Esteban B. Calderón
y Lázaro Gutiérrez de Lara fundaron allí un club
liberal, que como todas las organizaciones mago-
nistas, hacía suyas las relvíndicaciones del Parti-
do Liberal. Calderón se proponía incluso formar
98 CARLOS MALLltN
la Liga Minera de los Estados Unidos Mexicanos"
que si bien inicialmente no realizaría actividad
política, se adhiriría más tarde al P. L. M.
El primero de julio estalló la huelga, precedida
por una asamblea secreta el 28 de mayo, y un
mitín público el 28 de ese mes, en el que Gutiérrez
de Lara tomó la palabra para agitar a los obreros.
Al día siguiente, los mineros hicieron conocer
a la empresa sus reivindicaciones; en ellas estaba
contenido lo que más tarde exigió para México
la Junta: jornada de 8 horas (por primera vez se
hacía esta demanda en el país), salario mínimo
decoroso (en este caso 5 pesos), reducción de la
mano de obra extranjera y pago y trato igual
para trabajo igual.
El movimiento, en cuanto al cumplimiento de
sus demandas, fracasó. Pero dejó una experiencia
invaluable a los trabajadores mexicanos: el régi-
men de Díaz no sólo estaba al servicio de los ca-
pitalistas extranjeros y nacionales, sino que era
capaz de echar mano de fuerzas armadas extran-
jeras para mantener la decantada "paz social". El
gobernador Izábal trajo "rangers" de Arizona y
una buena cantidad de tropas mexicanas para so-
focar el "levantamiento" obrero. Manuel M. Díé-
guez, Esteban B. Calderón y José María Ibarra
fueron condenados a pasar 15 años en las tinajas
de San Juan de Ulúa. Lázaro Gutiérrez de Lara,
inicialmente condenado a muerte, pudo eludir la
sentencia, gracias a la intervención de su herma-
no y amigos influyentes, que en el despacho del
gobernador Izábal obtuvieron su libertad. De in-
mediato se dirigió a Estados Unidos, donde fue
aprehendido, pero soltado casi de inmediato. Era
un socialista, no anarquista, qué más tarde partí-
RICARDO FLORES MAGóN 99
cíparía al lado de los mineros estadunidenses en
sus luchas; rompería con la Junta, para dedicarse
al trabajo sindical después de una breve pertenen-
cia a las filas maderistas.
El primero de julio de 1906, un mes después
de los sucesos de Cananea, la Junta lanzó su Ma-
nifiesto y Programa, que acabarían por dar con-
tenido ideológicoa la RevoluciónMexicana. Jesús
Herzog dice que "le consta personalmente que
muchos de los jefes revolucionarios conocieron
bien el Manifiesto y Programa del Partido Libe-
ral, y que indudablemente influyó en su pensa-
miento". Ambas obras son colectivas; Ricardo
escribió la parte expositiva, Juan Sarabia, la re-
lativa a las demandas obreras, y Antonio 1. Villa-
rreal, más tarde ministro de Agricultura y Fo-
mento de Obregón, se encargó del problema
campesino.
Los documentos sentaban bases mínimas para
garantizar un desarrollo social efectivo: supresión
del servicio militar obligatorio; las más amplias
libertades de prensa y de palabra, ya que "bajo
los gobiernos populares no hay delitos de impren-
ta"; supresión de las jefaturas políticas y de las
escuelas del clero, y el impulso a la enseñanza
nacional; la nacionalización de los bienes eclesiás-
ticos y la aplicación de las Leyes de Reforma; la
confiscaciónde los bienes de los funcionarios enri-
quecidos durante el porfirismo; restitución de eji-
dos y repartición de tierras ociosas; la creación
de un Banco Agrícola; la prohibición a los extran-
jeros de poseer bienes raíces; jornada máxima de
ocho horas; salario mínimo variable de acuerdo
con las diferentes zonas del país; reglamentación
del trabajo doméstico y a domicilio; prohibición
100 CARLOS MAL~N
de emplear a menores de 14 años: indemnización-
por accidentes de trabajo; declaración de nulidad
de las deudas contraídas por los campesinos y
supresión de las tiendas de raya, a las que también
estaban sujetos los obreros; igualdad de condicio-
. nes para los trabajadores mexicanos y extranje-
ros.
Interesa destacar una demanda de la Junta:
"firmes lazos de unión entre los paises latino-
americanos. " para la conservación de su inte-
gridad, haciéndose respetables por la fuerza de
la unión ante otros poderes que pretendieren abu-
sar de la debilidad de alguna nación latinoameri-
cana". Los miembrosde la Junta, pues, tenían
conciencia del peligro que entraña. convivir con
los poderosos, y que la única manera de hacer res-
petar los principios de soberanía e independencia
es el internacionalismo, al que ya hemos califica-
do de idea permanente en el magonismo.
En Regeneración, Flores Magón escribía en
octubre de 1915: "Se nos llamó locos, desequili-
brados, .lunáticos, utopistas, a pesar de que era
poca cosa 10 que en el programa se pedía: repar-
tición de tierras, leyes sobre el trabajo, etc. Un
tímido programa socialista.
"Pasó el tiempo. El pueblo se levanta en' ar-
mas contra sus tiranos y de mil maneras demues-
tra que quiere mejorar de condición. Entonces,
los 'sensatos', los 'serios', los 'cabezas frías', adop-
tan nuestro programa de 1906 y no se conforman
con adoptarlo como una promesa que deberá
cumplirse al triunfo de cualquier bandería políti-
ca, de las que quieren el gobierno, sino que para
aplacar el ardor revolucionario de las masas, que
no se conforman con simples promesas escritas,
RICARDO FLORES MAGóN 101
sino que quieren ver desde luego, sin tardanzas
la realización de los programas, se apresuran ~
poner en práctica las tímidas reformas que ayer
llamaron utopias. Carranza, por ejemplo, está re-
partiendo tierras, suprimiendo tiendas de raya,
suprimiendo jefaturas políticas, aboliendo las deu-
das de los peones, esbozando leyes protectoras del
trabajador; en una palabra, está poniendoen prác-
tica el Programa del Partido Liberal Mexicano
expedido el primero de julio de 1906".
Cuando se publicó el citado documento, Ri-
cardo y algunos de sus partidarios eran ya anar-
quistas. Veían en él, según comenta Abad de
Santillán, "sólo un valor pasajero, para atraer a
los elementos liberales"; en 1905, al decir de Li-
brado Rivera, Ricardo "trabajaba en el seno del
Partido Liberal para extender en el pueblo me-
xicano los hermosos ideales que él ya acariciaba
y que eran los anarquistas".
Desde luego, el arribo de los magonistas al
anarquismo, así como las alteraciones de esencia
que hicieron en la doctrina, no son casuales.
Durante el porfiriato, no obstante el alto par-'
cial que P.Se régimen significó para el progreso de
México (1), tomaron fuerza dos clases sociales:
(1) Erróneamente se atribuye a Díaz ser el constructor
del México moderno. En realidad, la República se
desarrolló pese a él. Al respecto, recuérdese que fue pre-
cisamente en la época de su reinado en la que el mundo
vió totalmente alterada su estructura económica: gran-
des progresos en la maquinaria industrial y agrícola, y su
aplicación; afianzamiento de Estados Unidos como po-
tencia mundial; el ascenso de Japón, Italia, Alemania.
En cambio, en México, se restableció el uso de la mano
de obra esclava, (Yucatán y Valle Nacional son los me-
jores ejemplos), se araba con métodos rudimentarios, y
en las grandes haciendas aún se usaba el metate en lu-
gar del molino de nixtamal.
102 CARLOS MALLl!lN
el proletariado Y la burguesía. Ninguna de ellas
era una clase pura. La burguesía, arraigada a la
tierra, tenía caracteres feudales; el proletariado,
heterogéneo en su composición, formado por ar-
tesanos recién salidos de esa condicióny campesi-
nos sin absolutamente ninguna experiencia en la
lucha contra el sistema de explotación de las fá-
bricas. Así, la dirección del movimiento obrero la
tomaron en su mano los antiguos artesanos, con
conceptos, por consiguiente, pequeñoburgueses, y
los excampesinos a más de caer espontáneamente
bajo esa dirección (por la simple consideración de
la mayor cultura de los artesanos), fortalecieron
esa conciencia, por el propio carácter de sus aspi-
raciones a un pedazo de tierra, etc.
Los primeros intentos de asociación obrera
fueran mutualistas y cooperativistas. En esta épo-
ca (1870-1880) el periodismo obrero, yesos dos
tipos de organización, tuvieron gran auge.
El Gran Círculo de Obreros, fundado en 1872,
adoptó, en 1876, como producto del Primer Con-
greso Obrero Permanente, una serie de principios
entre los que destacan, además del cooperativis-
mo y la ahora llamada escala móvil de salarios
la participación en política. '
En 1876,el Gran Círculo apoyó la candidatura
presidencial de Lerdo de Tejada y la del general
Trinidad Garcia de la Cadena, en el período si-
guiente. Con el porfirismo se alió en 1881, al apo-
yar la candidatura de Díaz a la gubernatura de
Oaxaca. Lo mismo en el intento de obtener la pre-
sidencia por vías legales, que perdiera.
Se favoreció el peonaje, que bien poco difería
de la esclavitud. El progreso industrial, si puede
llamarse así al empleo de maquinaria más o me-
RICARDO FLORES MAGóN 103
nos moderna en algU'YUl8 ramas de la industria,
con enormes sacrificios de los productores directos,
los obreros, fue debido a la expansión mundial del
capitalismo, cuya entrada fomentó Díaz para man-
tenerse en el poder. En 1880, había 13 mil opera-
rios textiles; en 1901, 51 mil, 4 veces más en 20
años. .
Pero como pago a esa ayuda, sólo recibió re-
presión. En tanto se trató de formar sociedades
mutualistas y cooperativas, Díaz no intervino, pe-
ro al plantearse por los agitadores y propagandis-
tas del Gran Círculo la necesidad del cambio de
sistema económico y la lucha de clases, empeza-
ron las persecuciones.El Congreso Obrero Perma-
nente fue obstaculizado, Y por ñn, en 1880, des-
apareció.
Necesariamente, el auge de la organizacíón
obrera, así como el de su prensa y la propaganda
por la "cooperación", "fraternidad", "solidari-
dad", etc., repercutió en aquellos que después in-
tegrarían los grupos magonistas. La misma parti-
cipación política, debió ser analizada por los ideo-
lagos, y nada más lógicoque para quienes la lucha
entre obreros y patrones era algo nuevo, sacaran
la conclusión de que la participación política era
inconveniente, era hacer el juego a los patrones.
Por otra parte, el gobierno de Díaz era :'in~er-
nacionalista" en cuanto a las fuerzas aconormcas
y sociales de las que dependía para su sostenimien-
to. En 1910, Estados Unidos tenía invertidos .900
millones de dólares, e Inglaterra, 700. En mmas
y petróleo, según datos de Chávez Orozco, la si-
tuación era esta:
104 CARLOS MALLltN
Procedencia del capital cantidad
americano
inglés
francés
mexicano
499.000,000
87.200,000
10.000,000
29.000,000
La situación era tal que John Kenneth Turner
pudo afirmar: "las cifras de ninguna manera re-
presentan la proporción de la influencia políti-
ca. .. En este sentido, los Estados Unidos están
en mejor situación que todos los demás países
juntos". "Generalmente, el país ha caído en manos
de sus funcionarios, de sus amigos y de los extran-
jeros. y por todo esto el pueblo ha pagado, no
sólo con sus tierras sino con su carne y su sangre.
Ha pagado con el peonaje y la esclavitud; ha per-
dido la libertad, la democracia, y la bendición del
progreso, y como los seres humanos no renuncian
a estas cosas sin luchar, la maquinaria de Díaz se
creó necesariamente otra función distinta a la de
distribuir donativos; otro medio que forma parte
de la estructura del gobierno: la represión. El
privilegio y la represión van siempre de la mano".
Lo anterior no pudo sino determinar en los
revolucionarios de la época, una posición antiim-
perialísta, que llevada a sus últimos extremos, es
internacionalista, en el sentido de la alianza de
todos los oprimidos.
En el terreno meramente ideológico, después
de la difusión de las ideas del socialismo utópico
de Fourier y Owen, circularon en gran cantidad,
a partir de 1900, obras anarquistas editadas en
España; fundamentalmente de Kropotkin (La
Conquista del Pan;, Evolución y Revolución;
RICARDO FLORES MAGON 1()(í
Campos, Fábricas y Talleres; Palabras de un Re-
belde, etc.).
El auge del anarquismo en Estados Unidos,·
representado por la "Industrial Workers of the
World" y "The Knights of Labour", cuyos miem-
bros en México realizaban labor de proselitismo,
pero sobre todo el que la "IWW" haya sido una de
las organizaciones, sino la que más, ayudara a los
magonistas, es otra influencia importante.
Como seve, todo era campo abonado para que
el anarquismo prendiera en el país, yeso sucedió:
"A partir de 1905, el anarquismo fue la bandera
de un grueso sector del movimiento obrero orga-
nizado". "El grueso del movimiento sindical en
México durante los primeros años del siglo, fue de
marcada tendencia anarquista" (Alfonso Gonzá-
lez Aparicio, El Movimiento Obrero en México).
El auge de la organización obrera, en México
como en Estados Unidos, complemento indispensa-
ble del crecimiento de esa clase, determinó, ade-
más, que el anarquismo fuera adoptado en su va-
riante sindicalista. Los propios magonistas dedi-
caron parte de su esfuerzo a la formación de sin-
dicatos, esa nueva, y en parte, sobrevalorada arma.
Los mejores ejemplos son Cananea y Río Blanco.
A la par que el trabajo de educación, los ma-
gonistas realizaron el de preparación de la insu-
rrección armada, único medio capaz de hacer
desaparecer el anacrónico régimen de Diaz. Para
.ello se recurrió a quienes, participando en el apa-
rato burocrático y militar del porfirismo, podían,
sin embargo, estar de acuerdo en luchar por las
clases populares; a la organización de pequeños
grupos de gente selecta, a asegurar enlaces entre
e1108, ate.
106 CARLOS MALLll'lN
La labor de la Junta Organizadora fue espe-
cialmente difícil por lo que respecta al armamen-
to. La colaboración pecuniaria de los liberales, los
sacrificios que los propios afiliados se imponian,
trabajando turnos dobles con el objeto de obtener
, un remanente que pudiera dedicarse a la compra
de equipo, etc., no alcanzaban a garantizar la po-
tencialidad requerida a los grupos. En la insurrec-
ción que estalló a fines de septiembre de 1906, de
40 organizaciones que deberían participar, sólo
30 estaban armadas.
Para participar en este levantamiento, los her-
manos Flores Magón y Juan Sarabia se translada-
ron secretamente desde Montreal a El Paso, Texas.
Mas su presencia "fue descubierta por los esbirros
norteamericanos y mexicanos, quienes, en octu-
bre de ese año, asaltaron el cuarto donde tenía yo
que conferenciar con algunos de mis compañeros.
Antonio 1. Villarreal, que ahora es ministro de
Agricultura en el gabinete de Obregón, y Juan
Sarabia, fueron arrestados. Yo escapé, poniéndose
precio sobre mi cabeza. Un premio de 25 mil dó-
lares fue ofrecido por mi captura ... " (De una
carta de Ricardo Flores Magón).
La insurrección estalló en Jiménez, Chih., el
día 26 y en Acayucan, el 30 de septiembre. Esta
se extendió a la región de los Tuxtlas, a Minati-
tlán. y al Estado de Tabasco.
Las intentonas fueron derrotadas por el ejér-
'cito; el 4 de octubre, el gobernador Creel, de Chi-
huahua, envió a Díaz un telegrama pidiendo fuer-
zas para practicar las detenciones a que alude
Flores Magón en el párrafo transcrito.La traición
había hecho fracasar la revolución: "dos villanos
RICARDO FLORES· MAGóN 107
oficiales del ejército del dictador" la habían he-
cho. Solo los dos grupos citados pudieron actuar.
El 15 de octubre de ese mismo año, una circu-
lar del Partido Liberal firmada por Ricardo Flores
Magón y Manuel Sarabia hacía notar que "El go-
bierno, pues, cierra todos los caminos paciñeos
que se necesita recorrer para conseguir el bienes-
tar económicoy la libertad. No le queda al pueblo
más que un recurso supremo y terrible: ¡la rebe-
lión! La rebelión, santo derecho de los oprimidos.
"La rebelión fue iniciada por los bravos de Jímé-
nez y Acayucan y toca a todos los hombres de
corazón continuarla".
El año 1907 se inició con una' nueva acción li-
beral, que marcaría, como ninguna otra, el inicio
de la nueva era: la huelga de Río Blanco.
"La jornada del 7 de enero de 1907. . . no bro-
ta como un hecho subitáneo e instintivo; no es la
respuesta a la violencia que se cubre con la violen-
cia como último recurso: tuvo su proceso de inci-
piente preparación y respondió al llamado de
aquella Junta Revolucionaria formada por Ricar-
do Flores Magón, Librado Rivera, Praxedis Gue-
rrero, Juan Sarabia Y otros más ... Es el primer
puño, crispado por el encono, que el proletariado
. mexicano levanta con resolución, amenazando la
frente de sus opresores y todo su proceso muestra
el empeño de una clase de sacudirse las ~denas
que la sujetan", señalaron los hermanos LISt M-
zubide en su estudio La Huelga de Río Blanco.
En junio de 1906 se fundó en Río Blanco el
Gran Círculo de Obreros Libres} con un programa
público y otro secreto; éste preveía que el Círculo
"mantendrá relaciones secretas con la Junta Re-
volucionaria. .. de la cual es presidente Ricardo
108 CARLOS MALLltN
Flores Magón"; del que se constituirían sucursales
en otras poblaciones; la ayuda pecuniaria a la
Junta; el fomento de publicaciones revolucionarias
en el país.
El Círculo publicó el periódico Revolución So-
cial cuyo título indica ya los caminos que sus
co~Í><mentes se proponían seguir; formó en poco
tiempo cerca de 80 sucursales en Puebla, Tlaxca-
la, Veracruz, Querétaro y el Distrito Federal.
Al terminar el año 1906, el Centro Industrial
de Puebla intentó frenar el auge de la idea liberal
prohibiendo toda forma de organización obrera;
como el descontento se manifestara, ordenó un
cierre general en Puebla y Tlaxcala, que arrojó a
una miseria aún mayor de aquella en la que ya
vivían, a miles de trabajadores. Orizaba protestó,
y Revolución Social pidió solidaridad para con los
despedidos. El Centro aplicó en Veracruz el regla-
mento de Puebla.
A propuesta del Centro, Díaz fue designado
árbitro inapelable en el conflicto. El 5 de enero,
las representaciones obreras que en México se
entrevistaban con e¡ tirano, informaron a los obre-
ros que don Porfirío había fallado a su favor.
No era tal el laudo. El dictador había obligado
a las comisiones a enviar ese telegrama con el
objeto de engañar, desorientar. y sorprender a los
trabajadores. La resolución decía: "El lunes 7 de
enero se abrirán todas las fábricas que actualmen-
te están cerradas en los Estados de Puebla, Vera-
cruz jalisco, Querétaro, Oaxaca y en el Distrito
Fed~ral, y todos los obreros entrarán a trabajar
en ellas sujetos a los reglamentos vigentes al
tiempo de clausurar, o que sus propietarios
1w,1J{L1r. dictado p08teriormente~ Y a las costumbres
RICARDO FLORES MAGÓN 109
establecidas"; se estableció el sistema de tarjetas,
"en las cuales se anotarán los datos que se consi-
deren necesarios respecto a la buena conducta,
laboriosidad y aptitud del operario", misma que
al "ingresar a una fábrica, tendrán la obligación
de presentar".
En cuanto a la organización obrera, el artícu-
lo 80. encargaba a los jefes políticos la dirección
de los periódicos, "con el objeto de que en ellos no
se deslicen injurias para nadie, ni se publiquen
doctrinas subversivas", y el 90. establecía que "los
obreros se comprometen a no promover más huel-
gas, y menos intempestivamente".
Inútil resulta comentar este decreto de la ig-
nominia hecha gobierno. Los obreros no lo acep-
taron.
"El lunes 7 de enero amaneció brumoso y pesi-
mista. Las fábricas lanzaron su ronco silbido lla-
mando a los trabajadores a la faena; los industria-
les estaban seguros de que los obreros no se atre-
verían a desobedecer el laudo presidencial, máxi-
me cuando habían hecho correr la versión de que
las autoridades del cantón tenían órdenes estric-
tas de hacer que el trabajo se reanudara desde
luego, para que el comercio no siguiera sufriendo
el paro. De todas las calles que conducen a las
factorías se vió avanzar a la masa compacta de
obreros, que los amos, satisfechos, veían regresar
vencidos. Pronto se desengañaron: aquel conglo-
merado no llegaba como otros días, sumiso y
dominado; cada' trabajador traía los puños fuer-
temente crispados y había en su rostro odio y
dolor. Los días de huelga, con su cortejo de ham-
bre, de zozobra, les habían acuñado un gesto de
amargura, y sabiendo que había llegado el mo-
110 CARLOS MA.LLli:N
mento de la lucha, afinaban su paso formidable.
Vinieron a situarse frente al edificio de la fábri-
ca en actitud de desafío para que los propietarios
vieranclaramente que se negaban a trabajar a
pesar de la conminación presidencial, y vinieron
también para saber quienes, entre ellos, flaquea-
ban rompiendo las filas protestativas, para casti-
garlos". " ... ninguno, de los que componían el
numeroso conjunto plantado frente a la puerta
intentó rendirse a los amos, y cuando el último
llamado de la fábrica sonó, la multitud levantó
un enorme grito de desafío", se lee en el estudio
citado.
Pero la innoble profesión de verdugo del pue-
blo siempre ha tenido adherentes; quienes no en-
cuentran valor para actuar como hombres, es
fácil que lo encuentren para asesinar, como co-
bardes. Rosalíno Martínez, jefe de armas de Orí-. '
zaba, era uno de éstos.
A su mando, "cerca de 4 mil hombres fueron
arrojados como hambrienta jauría, contra los
obreros indefensos. La carnicería fue atroz. No
menos de 400 obreros, entre los que se contaban
muchas mujeres y numerosos pequeños, fueron
asesinados por los soldados de Rosalino Martínez.
Durante los días ocho y nueve, los habitantes de
Orizaba vieron pasar, llevados en plataformas, en
montón informe, numerosos cadáveres; detrás de
tan macabros despojos corrían mujeres y niños
llorando, gritando que allí iba uno de los suyos".
Los obreros lucharon valientemente, pero fue-
ron vencidos.Rosalino Martínez, en el Hotel Fran-
cia, celebró la victoria con un banquete.
RICARDO FLORES MAGóN 111
IV
El 27 de agosto de 1907 fueron aprehendidos,
en Los Angeles, Ricardo Flores Magón, Librado
Rivera y Antonio 1. Villarreal, sin las formalida-
des del orden' de arresto. El objetivo era depor-
tarIos clandestinamente a México, donde su fin
era seguro. "Nosotros evitamos ser plagiados a
México gritando por las calles las intenciones de
nuestros aprehensores. Una gran multitud se reu-
nió y fue necesario a nuestros plagiadores llevar-
nos a la estación de policía y manufacturar rápi-
damente alguna acusación en contra nuestra".
"Fuímos, sin embargo, sentenciados a 18 meses
de prisión, cuya sentencia cumplimos en Yuma y
en Florence, Arizona, siendo puestos en libertad
ello. de agosto de 1910,después de haber pasado
tres años tras las rejas de la prisión" (Ricardo
Flores Magón).
Pero esta prisión no logró liquidar la propa-
ganda y obra revolucionaria de los magonistas.
Antonio P. Araujo; Praxedis G. Guerrero, que se
había unido a la Junta a mediados de 1906,Libra-
do Rivera y Enrique Flores Magón se encargaron
de mantener vivo el ideal de regeneración social
y de preparar grupos para la insurrección, la que
estalló el 25 de junio de 1908.
Nuevas traiciones, la violaciónde la correspon-
dencia, el registro minucioso de cuanto entraba
y salía de la cárcel, actividades todas dirigidas
por los "cónsules" mexicanos, en las que coopera-
ban de la mejor buena voluntad las autoridades
112 CARLOS MALLltN
de Estados Unidos, determinaron un nuevo fra-
caso.
Ricardo, desde la cárcel, seguía siendo el di-
rector intelectual de la obra revolucionaria.
En carta de 7 y 8 de junio de 1907, por ejem-
plo, daba las siguientes indicaciones: anunciaba la
salida de Juan Olivares a la región de Orizaba, a la
que debía levantar contra la tiranía (fue fundador
de Revolución Social); exponía un plan para to-
mar la población de Orizaba; daba orientaciones
organización y distribución de propaganda y el
movimiento de la correspondencia de la cárcel;
devolvía una lista "en la que van señalados los
que son buenos amigos"; prometía enviar diez
hombres armados a El Paso para que participa-
ran en la próxima revuelta; marcaba los linea-
mientas para, en Estados Unidos, en el momento
propicio hacer "una agitacíón en contra de la in-
vasión gringa"; indicaba la forma de avisar a los
grupos armados el día de la insurrección, que al
fin se realizó a fines de junio de 1908.
Casas Grandes, Viesca, Las Vacas y Palomas,
en el norte; Valladolir, en Yucatán, dieron fe del
heroismo de los magonistas. De estas acciones
surgieron los Episodios Revolucionarios, escritos
por Praxedis G. Guerrero, bellas páginas litera-
rias, que deberían ser conocidas por los interesa-
dos en el proceso de gestación de la Revolución
Mexicana.
Sobre esta fallida insurrección, Guerrero es-
cribió: "En 1908 las tropas de la tiranía no ven-
cieron en ninguna parte. La traición aplazó el
triunfo de la Revolución: fue todo".
Como antes dijimos, Ricardo y sus compañe-
ro¡ abandonaron la prisión ello. de agosto de
RICARDO FLORES MAGóN 113
1907. El 3 de septiembre, desde Los Angeles, vol-
vía a circular Regeneración.
En este número apareció el artículo de Ricar-
do "A los proletarios", en el que se lanza un lla-
mado a los proletarios para que se organicen como
fuerza social independiente en el proceso revolu-
cionario, y no luchen por la sola vigencia de una
Constitución, sino por el cambio de formas eco-
nómicas; después de hacer ver que ellos son "los
productores de la riqueza social", se dice: "Si no
sóis conscientes de vuestros derechos como clase
productora, la burguesía se aprovechará de vues-
tro sacrificio, del mismo modo que hoy se apro-
vecha de vuestro trabajo, de vuestra salud y de
vuestro porvenir, en la fábrica, en el campo, en el
taller, en la mina". Con la Constitución de 1857,
" ... habréis adquirido al menos por escrito vues-
tra libertad política; pero en la práctica seguiréis
siendo tan esclavos como hoy, sólo tendréis un
derecho: el de reventar de miseria". "La libertad
política requiere la concurrencia de otra libertad
para ser efectiva; esa libertad es la económica: los
ricos gozan de libertad económica y es por ello
que son los únicos que se benefician con la liber-
tad política".
En A los Proletarios se propugnan tres' ideas
centrales: la organización política independiente
.de las clases pobres; el cambio de régimen econó-
mico y político, y la necesidad de que los trabaja-
dores tomen conciencia, se den cuenta, de su pa-
pel en el proceso revolucionario. Se concluye:
"Proletarios: tened presente que váis a ser el
nervio de la revolución; id a ella no como el gana-
do que se lleva al matadero, sino como hombres
conscientes de todos sus derechos. Id a la lucha,
114 CARLOS MA.I...LJtN
tocad resueltamente a las puertas de la epopeya;
la gloria os espera impaciente de que no hayáis
hecho pedazos todavía vuestras cadenas en el crá-
neo de vuestros verdugos".
Las autoridades mexicanas no sólo empleaban
los métodos violentos para combatir a los revolu-
cionarios magonistas. Pretendieron, muchas ve-
ces, comprarlos: don Porfirio sostenía la extraña
tesis de que en el país no había bandidos porque,
o bien les había dado puestos públicos, o los había
colgado. En una carta, Ricardo Flores Magón
describe así el intento de comprarlo que hizo Díaz
cuando se hallaba en prisión, intento realizado por
el cónsul Lozano: "Con la baja maña del jesuíta,
ha venido a tentarme el lacayo, ... Lanzando mi-
radas furtivas en todas direcciones, trémulo el
canijo cuerpo, colgante el belfo hediondo, comen-
zó a hablar el representante del tirano. . .. Veía
yo transcurrir a los transeúntes como a través de
un velo de lágrimas. Pensé en los peones encor-
vados en su trabajo, en las mujeres del pueblo
prostítuidas. por los amos; pensé en la desnudez
de los que trabajan, en el desamparo de las famí-
li~ humildes, en la desesperación de las mujeres
VIoladaspor la soldadesca del César. Mi memoria
me trajo los árboles cargados de frutos humanos.
Creí oír los sollozos de los huérfanos, el estertor
de los fusilados y el ruído del puñal desgarrando
las carnes de los hombres altivos. Y al lado de
todo esto, ví los ricos automóviles de los amos y
sus palacios y sus lujos, y sus orgías como un in-
sulto cobarde a los esclavos que sudan, que se
desploman y que revientan como bestias espolea-
das. ¡No, no, no, -grité- no quiero! Un oficial
me tomo de la oficina y me devolvióa mi celda".
RICARDO FLORES MAGóN 111
v
Poco después estallaría la revolución made-
rista. Desde sus inicios, los magonistas la enten-
dieron como una revolución diferente a la suya,
una acción personalista destinada a perpetuar laexplotación. Los magonistas insistieron más que
nunca que lo que se necesitaba no era un cambio
de hombres, sino un cambio de sistemas, sobre
todo en lo económico. En la circular enviada a
los miembros del Partido Liberal para orientarlos
al respecto, la Junta les hacía notar la diferencia
de programas, y terminaba instándolos a aprove-
char los desórdenes causados por los maderistas
para ellos también actuar. Esta posición fue man-
tenida públicamente en Regeneración: el 19 de
noviembre, en su artículo La Revolución, Flores
Magón escribió: "Si queréis ser libres de veras,
agrupáos bajo las banderas libertarias del Partido
Liberal; pero si queréis solamente daros el extraño
placer de derramar sangre y derramar la vuestra
jugando 'a los soldados', agrupáos bajo otras ban-
deras, las antirreeleccionistas, por ejemplo, que
después que juguéis a 'los soldados' os pondrán
nuevamente el yugo patronal y gubernamental,
pero eso sí, os habréis dado el gustazo de cambiar
el viejo presidente, que ya os chocaba, por otro
flamante, acabadito de hacer".
Su propaganda se radicalizó al paso de los
acontecimientos. Ricardo acribilló a los deshere-
dados con su verbo para que llevaran a la revo-
lución "el espíritu del siglo". Ahora, los ma-
116
gonistas luchaban no solamente por el cambio de
sistemas: lo fundamental para ellos era que los
obreros cobraran conciencia de su papel, no fue-
ran más "carne de cañón". Su llamado era casi
patético, desesperado; una voz en el desierto:
"Derriba, pero cuida de remover los escombros
y de arrancar los cimientos. Quebranta con la ac-
ción el llamado derecho de propiedad; pero no
para que te apoderes individualmente de lo que
detentan tus amos, porque entonces te converti-
rías en amo, oprimirías a tus hermanos y serías
tan ladrón y tan malvado como los que te explo-
tan ahora. Tu liberación debe estar comprendida
en la liberación de los humanos". "Ve a la lucha,
proletario, pero no para encumbrar a nadie, sino
para elevar a tu clase, para digníñcarla ... " (De
un artículo de Ricardo Flores Magón).
La pluma de Ricardo, tanto tiempo contenida
voluntariamente, atacó ahora todos y cada uno de
los valores de los que otros hacían depender la
revolución. El 11 de febrero de 1911, en La Gue-
rra Social, escribió: "La república burguesa ya no
satisface a los hombres inteligentes y de buena
fe. . .. La república burguesa es un cadáver. Mu-
rió desde el momento en que, al hacer la Declara-
ción de los Derechos del Hombre, todo se garanti-
zó menos la igualdad social de los seres humanos
que componen las naciones, y su cadáver no tiene
derecho a infeccionar el ambiente: hay que ente-
rrarlo. El deber de los revolucionarios es cavar
una fosa y arrojar en ella a la República burguesa.
"Necesitamos los pobres una revolución social
y no una revolución política, esto es, necesitamos
una revolución que ponga en manos de todos,
hombres y mujeres, la tierra que hasta ahora ha
RICARDO FLORES MAGóN 117
sido patrimonio exclusivo de los mimados de la
fortuna".
Catorce días después, Magón publicó un ar-
tículo contra Madero en el que le acusaba de trai-
ción, concretamente a Guadalupe Silva, viejo li-
beral, y de haber delatado a las autoridades esta-
dunidenses al "compañero Cano, para evitar que
las tropas de Silva se robustecieran". Decía que
el triunfo de Madero era debido a la vieja propa-
ganda del Partido Liberal, efectuada sin descanso
desde 1900 cuando "Madero era aún un descono-
cido", y al miedo que sentía Díaz "por la revolu-
ción con que lo tenía amagado el Partido Liberal",
viéndose precisado a "dar facilidades y garantías
a Madero para su campaña electoral, en vista de
que el pueblo había despertado, sacudido por la
propaganda liberal y la acción de las armas".
"Madero continúa embaucando a los liberales.
En el Dictamen Público de Veracruz, aparece con
grandes encabezados que Francisco I. Madero y
Ricardo Flores Magón han lanzado un Manifiesto
a la Nación Mexicana declarando que se han uni-
do -los dos partidos, y que Madero firma como
presidente provisional, y yo como vicepresidente,
igualmente provisional. No se sí ha circulado o no
ese menguado manifiesto, pero lo que sí es cierto
es. que la noticia. ha volado en los periódicos de
México por orden de Madero,-para que el pueblo
continúe engañado y le preste al ambicioso políti-
co el apoyo que necesita para llegar a la presiden-
cia". Flores Magón añadió: "yo no .nací para
verdugo".
Combinando, como siempre, la propaganda
con la acción de las armas, los magonistas orga-
nizaron levantamientos en todo el país. Sonora,
H8 CARLOS MALL~
Chihuahua, Durango, Tlaxcala, Veracruz, Oaxa-
ea, Morelos, se vieron agitados por las armas y
la propaganda liberal". De entonces data, precisa-
mente, la gran calumnia que se les ha hecho:
filibusterismo, traición a la patria, por la acción
en la que pretendieron fundar una República So-
cialista en la Baja California, al servicio, se dice,
del imperialismo estadunidense. No nos detendre-
mos a desvanecer el cargo: otros, más capaces,
ya lo han hecho. Nos basta señalar lo siguiente:
Flores Magón y muchos de sus partidarios vieron
transcurrir gran parte de su vida, que pudo ser de
riqueza y poder con sólo estrechar la mano del
tirano Díaz o aliarse con Madero, tras las rejas
, de las prisiones estadunidenses. Ricardo murió en
una de ellas; ¿se pagan así los servicios de un
agente que sirve fielmente al extranjero contra su
país de origen? ¿Permanece el traidor callado
ante pago tan poco grato?
El 30 de diciembre de 1910, en Janos, Chí-
huahua, perdió la vida Praxedis G. Guerrero. Al
subir a una de las azoteas, a inspeccionar si se
acercaban los federales, uno de sus hombres 10
confundió con un enemigo y disparó. La bala pe-
netró "por el ojo del mártir, destrozando la masa
cerebral, aquella masa que había despedido luz,
luz intensa que había hecho a los humildes visi-
ble el camino de su emancipación", escribió Ri-
cardo Flores Magón, al cumplirse un año de la
.muerte de Guerrero. El hacendado-peón,el capi-
talista-obrero, el que naciera en la riqueza y se
pasara a las filas de los humildes, para comer el
amargo pan del explotado, había dejado de vivir.
Fiel a la filosofía a la que identificó su vida, fiel
RICARDO FLORES MAGóN 119
a sus palabras. "Vivir para ser libres o morir para
dejar de ser esclavos".
El año 1911 los magonistas lanzaron dos Ma-
nifiestos de importancia; el primero, dirigido a
los trabajadores del mundo, apareció en Rege-
neración con fecha 3 de abril.
En él se hacia notar que "tomando parte en la
general insurrección, se encuentran los sostenedo-
res de las ideas modernas"; las ideas fundamen-
tales contenidas en el Manifiesto son: la emanci-
pación de los trabajadores debe ser obra de los
trabajadores mismos (tomado textualmente de
los llamados de la I Internacional); desconoci-
miento del "sagrado derecho de propiedad"; des-
trucción de "las cadenas del salario", mediante un
cambio económico y social; expropiación de las
tierras y útiles de trabajo para entregarlas al
pueblo; se explicaban los objetivos de los partidos
Liberal y Antirreeleccionista, presentándolos co-
mo defensores de clases opuestas, "la de los ex-
plotadores y la de los explotados"; se explicaba
la revolución que transcurría corno "la lucha
formidable de dos clases sociales. .. en el primer
acto de la gran tragedia universal, que bien pron-
to tendrá por escenario la superficie toda del pla-
neta", y planteaba que frente a "la acción solida-
ria de la burguesía de todos los países del mundo" .
manifiesta en la movílízacíón de tropas estaduni-
denses, los trabajadores de Méxiconecesitaban la
ayuda de todos los trabajadores del mundo para
poder triunfar .
Sorprende en este manifiesto la mezcla de
teorías marxistas y anarquistas. La concepciónde
los partidos como representantes de clases socia-
les en pugna, fue, en especial, lo que trajo sobre
l~O 'CARLOS MALL1!:N
los magonistas la desconfianza de "los viejos re-
volucionarios que en más de 40 años de constante
propaganda no habían podidoarrastrar ningún
pueblo a la revolución", ya que "sospechaban de
nuestra sinceridad y buena fe; nos veían militar
en el seno de un partido político y eso era bastan-
te" (Librado Rivera, en su prólogo a la biografía
de Ricardo Flores Magón escrita por Abad de
Santillán). Cabe señalar también que pocos años
después sobrevendría la 1 Guerra Mundial y en
1917 se establecería en la Rusia Zarista la Repú-
blica de los Soviets.
En el manifiesto del 23 de septiembre de 1911,
dirigido a los mexicanos, se insiste en las concep-
ciones del de 3 de abril, y se invita a los pobres a
expropiar tierras y útiles de trabajo en el curso
mismo de la lucha, formando comunas al estilo
Kropotkin, que deberían servir de base para ex-
tender la revolución.
En ambos documentos, sin embargo, se insiste
en la lucha contra todo gobierno. En el de septiem-
bre salta a la vista una incongruencia: se asienta
que "abolir este principio (el de propiedad priva-
da) significa el aniquilamiento de todas las ins-
tituciones políticas, económicas y sociales", pero
más adelante, "el Partido Liberal Mexicano re-
conoce que la autoridad y el Clero son el sostén
'de, la iniquidad Capital". .La vieja contradicción
insoluble del anarquismo: la propiedad privada
produce el Estado, pero basta destruir éste para
que desaparezca aquella: aniquilad el efecto y
desaparecerá la causa.
Durante el régimen de Madero, los hermanos
Flores Magón, Librado Rivera y Anselmo L. Fí-
gueroa, sufrieron una prisión más. El 14 de junio
RICARDO FLORES MAGóN 121
de 1911, horas después de haber rechazado el
ofrecimiento de paz que Juan Sarabia les hiciera,
a nombre de Madero, las oficinas de Regeneración
fueron asaltadas y conducidos a prisión. Al die-
tarse sentencia en junio de 1912, los inculpados
fueron sentenciados a 23 meses de prisión en la
isla McNeill.
Muerto Madero, los magonistas continuaron
su lucha, en las nuevas condiciones contra Ca-
rranza. Merece destacarse su actitud: perfecta
diferenciación' de los jefes'y los hombres que les
seguían. Ricardo, al atacar a Carranza, por ejem-
plo, lo hizo en función de creer que representaba
intereses diferentes' a los del Partido Liberal, pero
se dirigió al soldado carrancista para tratar, tam-
bién a él, de orientarlo.
Diversos ataques a Carranza motivaron que
en febrero de 1916 Ricardo y Enrique Flores Ma-
gón fueran detenidos y condenados, éste a tres
años de prisión, Ricardo a uno, en vistas a su
precario estado de salud: "porque se esperaba que
no viviría arriba de unos cuantos meses, pues se
me levantó de la cama de un hospital para He-
várseme a jurado". La fianza que se les fijó fue
de 5 mil dólares. Apelaron la sentencia, se pagó
la cantidad estipulada, y en julio fueron puestos
en libertad
VI
El 16 de marzo vió la luz un manifiesto fir-
mado por Ricardo Flores Magón y Librado Rive-
ra. Por él, Ricardo fue condenado a 20 años de
prisión y Librado a 15. El 21 de ese mes los
122 CARLOS MALLÉN
arrestaron, bajo el cargo de violar la ley de es-
pionaje.
El manifiesto, un llamado a los anarquistas
del mundo y a los trabajadores en general para
oponerse a la guerra, era en realidad un análisis
de la situación mundial, en el que se predecía la
"insurrección de todos los pueblos contra las con-
diciones existentes".
Es imposible, dada la índole de este trabajo,
y su extensión, detenernos más en este punto.
Baste señalar los siguientes hechos: una ola de
huelgas se desató en México para apoyar la exi-
gencia de libertad a Flores Magón, Rivera, y
otros presos políticos mexicanos en Estados Uni-
dos. El gobernador de Yucatán, el socialista Felipe
Carrillo Puerto, encabezó la lucha en su Estado
para lograr esá justa causa. Antes, la Cámara de
Diputados había decretado una pensión para
Ricardo y Librado, mientras ambos permanecie-
ran en prisión, la que éstos rechazaron, por pro-
venir del Estado, al cual por sus principios anar-
quistas, odiaban. Los dos creían que su única
posibilidad de salir de la prisión radicaba en que
lo exigiera la clase trabajadora de México.
En estas condiciones, Ricardo murió en la prí-
síón de Leavenworth, según el parte médico, de
un ataque cardiaco. Pero Ricardo nunca se había
quejado de un padecimiento de esta clase. Por
otra parte, según Librado Rivera, que vió el ca-
dáver, éste ostentaba "unas huellas muy raras en
el cuello". Al poco tiempo, un preso de origen
mexicano, José Martinez, con arma blanca, un
puñal confeccionado por él mismo, mató al jefe
de guardias de la prisión, H. H. Leonard. Siete
carceleros lo.asesinaron a puñaladas. Era opinión
RICARDO FLORES MAGóN 123
de los reclusos de Leavenworth que Leonard ha-
bía asesinado a Ricardo, y Martinez había venga-
do esa muerte.
Poco antes de morir Ricardo había escrito a
un amigo: (-)
"Así pues, mi querido Nicolás estoy condenado
a cegar y a morir en la prisión; más prefiero ésto
a volver la espalda a los trabajadores y tener las
puertas de la prisión abiertas a precio de mi ver-
güenza. No sobreviviré a mi cautiverio, pues ya
estoy viejo; pero cuando muera, mis amigos quizá
escriban en mi tumba: "Aquí yace un soñador"
y mis enemigos: "Aquí yace un loco". Pero no
habrá nadie que se atreva a estampar esta ins-
cripción: "Aquí yace un cobarde y traidor a sus
ideas".
(*) Nicolás T. Berna!,· veterano e integérrimo magonís-
ta, que aún vive.
Los CUADERNOS DE LECTURA POPULAR continuarán
la serie: LA VICTORIA DE LA REPUBLICA, con las
siguientes biografías:
JOs-É MARÍA CHÁVEZ GUILLERMO PRIETO
JOAQUÍN BARANDA CARLOS PACHECO
PABLO GARCÍA NICOLÁs PIZARRO
RAMÓN R. DE LA VEGA ISIDRO OLVERA
JULIO GARCÍA JOSÉ MARÍA PATONI
FILOMENO MEDlNA SÓSTENES ROCHA
ANOEL ALBINO CORZO MANUEL DOBLADO
JOSÉ PANTALEÓN DOMmoUl!z SANTOS DEGOLLADO
PABLO MEOQUI EMILlANO y AoRlÁN BUSTO
ANOEL TRÍAs VICENTE GARCÍA TORRES
MANUEL O¡INAOA IONACIO VALLARTA
LEANDRO V ALLR LE6N GUZMÁN
JOSÉ MAlÚA IOLESIAS M.uuANO RIvA PALACIO
VICENTE RrvA PALACIO FRANCISCO M. OLAOUfRRI.
JUAN A. MAnos
JOl8 VICE!(TB VILLADA
MBLCHOR OcAwPO
CAIlLOS SALAZAIl
NICOLÁs ROMERO
NICOLÁS DE RÉGULES
EPIPANIO ROMERO
MARIANO DE JESÚS TORRES
MARIANO ESCOBEDO
FRANCISCO NARANJO
JERÓNIMO TREvIÑO
PORFIRIO DÍAZ
(Soldado de la República)
MATÍAs ROMERO
IGNACIO MAIlISCAL
MANUEL RUIZ
IONACIO COMONPORT
MIGUEL NEGRETE
GABINO BARREDA
JUAN FRANCISCO LuCAS
,-
l:
JUAN CRISÓSTOMO BoNlLLA
JOSÉ MARÍA AaTEAOA
HILAR.I6N FRÍAs y SoTo
PONCIANO ARRlAGA
ANTONIO ROSALES
IGNACIO PESQUEIIlA
LINO MERINO
MANUEL SÁNCHEZ MÁRMOL
JUAN JOSÉ DE LA GAIlZA
PEDRO J. MÉNDEZ
IGNACIO DE LA LLAVE
JOSÉ MARÍA SÁNCHEZ ROMÁN
MIGUEL LERDO DE TE1ADA
JUAN DÍAZ COVARRUBIAS
MANUEL GUTIÉRREZ ZAMORA
MANUEL CEPEDA PEIlAZA
ELIGIO ANCONA
JESÚS GO~ZÁLEZ O~TEGA
SEBASTIÁN LERDO. DE TE1ADA
Se terminó de Imprtmír- esta edición el dla 22
de febrero de 1967 en los Talleres de Mora-
les Hnos. Impresores, S. A. sitos en Tamagno
223, Col. ValleJo, D. F. bajo la dirección de
Marco Antonlo MlIlán y José Revueltas,
coordinadores de la Subsecretaria de Asuntos
CUlturales de la Secretaria de Educación
Pública. El tiro consta de 10,000 ejemplares,
Impresos en papel Tablet de 50 Kg. Y 1,000
en Bond de 80 Kg. La portada es obra de
Adolro QUlnteros y la 2a. de forros es cet
mismo artista.
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