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Manejo de agudización asmática. Asma de riesgo vital

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DEFINICIÓN Y CLASIFICACIÓN DE LA
CRISIS SEGÚN GRAVEDAD
La crisis asmática se define como un episo-
dio de broncoespasmo que se manifiesta con tos,
disnea y a veces dolor torácico que comienza de
forma más o menos aguda. La gravedad de la cri-
sis asmática se determina según la intensidad de
la sintomatología, la necesidad de utilización de la
medicación de rescate, la alteración de la función
pulmonar expresada con el FEM y las alteraciones
gasométricas, todo ello acompañado de mayor o
menor repercusión orgánica (Tabla I). Esto es impor-
tante no sólo para aplicar las pautas terapéuticas
adecuadas en cada caso sino también para esta-
blecer en qué medio debe ser manejada la crisis.
Así, ante la presencia de signos y síntomas que nos
indiquen que se trata de una crisis de riesgo vital,
es necesario trasladar inmediatamente al pacien-
te a un centro hospitalario donde ingresarán en la
UCI para su control y tratamiento. Si por el contra-
rio, estamos ante una crisis leve o moderada, pode-
mos intentar el tratamiento a nivel extrahospitala-
rio, siempre disponiendo de los medios necesarios
para el traslado del paciente a un hospital en caso
de no respuesta o empeoramiento.
TIPOS DE CRISIS SEGÚN DESARROLLO
El desarrollo de la crisis asmática puede llevarse
a cabo por dos vías patogénicas1 si bien muy entre-
lazadas, no exactamente iguales, donde la impor-
tancia del proceso de la inflamación y el bronco-
espasmo se combinan en grado diferente. Así, exis-
te la denominada crisis asmática tipo I, que repre-
senta alrededor del 80-90% de los casos y la cual
tiene un desarrollo más lento y progresivo a través
de días o incluso semanas y donde el componen-
te inflamatorio es predominante. La crisis asmática
tipo II (10-20%), por el contrario, tiene un des-
arrollo mucho más agudo, en pocas horas, siendo
protagonizada por el broncoespasmo, quedando la
inflamación en un plano más secundario. Esto tiene
su importancia en el tratamiento de la crisis asmá-
tica, ya que en el tipo I los antiinflamatorios juegan
un papel crucial, respondiendo en estos casos más
lentamente al tratamiento y necesitando en más
ocasiones de ingreso hospitalario. En el tipo II sin
embargo, suelen responder mejor y más rápida-
mente al tratamiento broncodilatador y requieren
en menos ocasiones ser hospitalizados.
FACTORES DESENCADENANTES
Los factores desencadenantes implicados en
el desarrollo de la crisis asmática son muy nume-
rosos y variados. Caben destacar por su frecuencia
las infecciones respiratorias, sobre todo las provo-
cadas por virus (Rhinovirus, virus Influenza y Parain-
fluenza, VRS) y especialmente implicadas en las
crisis tipo II, cuya acción sobre los bronquios pre-
Manejo de agudización asmática.
Asma de riesgo vital
I. Sánchez Rodríguez, M.A. Sánchez Quiroga, A. Pereira Vega
331
29
viamente inflamados lleva al broncoespasmo. Esto
mismo ocurre con agentes irritantes como el humo
del tabaco o irritantes que forman parte de la con-
taminación atmosférica y que provienen de la emi-
sión de gases de las industrias y automóviles. Otro
factor muy importante y frecuente son los agentes
alergénicos (hongos, pólenes, epitelio animales),
muchas veces muy difíciles de identificar y evitar
por los individuos sensibles, siendo el factor des-
encadenante más importante en las crisis tipo II.
Los cambios meteorológicos, especialmente el frío
y la humedad; el ejercicio y la expresión de las emo-
ciones (la risa, el miedo, el enfado) a través de la
hiperventilación; algunos alimentos, conservantes,
fármacos como la aspirina, son otros factores des-
encadenantes a tener en cuenta.
Es fundamental en todo paciente asmático evi-
tar la exposición a aquellos factores que pueden
conllevarle a una crisis sin embargo, en muchas
ocasiones, esto no es fácil. La educación sobre hábi-
tos orientados a este propósito se convierte pues,
en una tarea imprescindible del médico de refe-
rencia, sea del área de atención primario o de espe-
cialidad.
En el caso de que el factor desencadenante
sea una infección respiratoria de origen bacteriano,
332 I. Sánchez Rodríguez, M.A. Sánchez Quiroga, A. Pereira Vega
Leve Moderada Grave De riesgo vital
Síntomas Tos, sibilancias, disnea Disnea de reposo, Cianosis
a moderados esfuerzos, habla entrecortada.
habla sin dificultad
Nivel de Pueden estar agitados Suelen estar agitados Confusión o coma
conciencia
Uso de No Suele aparecer Habitual Movimientos 
musculatura paradójicos
accesoria del tórax
Frecuencia Puede estar Incrementada >25 rpm en adultos
respiratoria incrementada >40 rpm en niños
Frecuencia <110 spm >110 spm en adultos Bradicardia
cardiaca >120 spm en niños
Auscultación Moderadas Abundantes Abundantes y fuertes Silencio auscultatorio
(sibilancias)
Uso de Incrementado pero Excesivo y sin respuesta
medicación con respuesta
de rescate
Función pulmonar
FEM >70% 50-70% 33-50% No registrable o
Variabilidad ≤20% 20-30% >30% <33%
Sat O2 con >95% 92-95% <92% <92%
FiO2 0,21
(pulsioximetría)
PaO2 Normal >60 mmHg <60 mmHg
PaCO2 <45 mmHg <45 mmHg >45 mmHg
*Es difícil el manejo de este parámetro debido a que en muchas ocasiones no se dispone del valor teórico correspondiente
según datos antropométricos o del valor de referencia del paciente.
Tabla I. Clasificación de la crisis asmática según gravedad.
se añadirá al tratamiento propio de la crisis la pauta
antibiótica más adecuada en cada caso según sos-
pecha del germen implicado.
TRATAMIENTO SEGÚN GRAVEDAD
1. Crisis leve
El tratamiento de la crisis asmática leve (Tabla
II) consiste en la aplicación de agonistas β-adre-
nérgicos de acción corta, como es el caso del sal-
butamol y la terbutalina en dispositivos presuriza-
dos. En el medio hospitalario pueden utilizarse apli-
cados en nebulizador, aunque estos no presentan
ventajas en estudios realizados sobre agudizacio-
nes asmáticas graves2.
Tras 30-60 minutos de la aplicación del trata-
miento debemos volver a valorar el PEF. Si éste
se mantiene estable y la clínica del paciente ha
revertido, puede ser dado de alta.
2. Crisis moderada-grave
En el caso de la crisis asmática moderada-grave
(Tabla III), el tratamiento va más allá de la aplica-
ción de broncodilatadores. Debemos recordar que
nos encontramos ante una agudización con mayor
compromiso y siempre tendremos que valorar la
presencia de signos o síntomas que nos indiquen
que estamos ante una crisis de riesgo vital.
Nuestra primera actuación debe consistir en la
administración de oxígeno a concentraciones altas
(40%-60%) para conseguir una saturación por enci-
ma del 92%.
El tratamiento broncodilatador es similar al des-
crito para la crisis leve y que se recoge en la Tabla
II, con la salvedad de que en este caso la utiliza-
ción de anticolinérgicos en la fase inicial (bromuro
de ipratropio 0.5 mg en nebulizador o en disposi-
tivo presurizado) junto a los agonistas β-adrenér-
gicos puede conseguir mayor efecto broncodilata-
dor3. La evaluación de la respuesta al tratamiento
se efectuará cada 15-30 minutos, repitiendo la dosis
si esta aún no es satisfactoria hasta tres veces. En
casos graves puede utilizarse la nebulización con-
tinua de salbutamol a 10 mg/h. La vía sistémica,
intramuscular o intravenosa, se reserva para los
casos de deterioro del nivel de conciencia y fatiga
muscular en los que existe dificultad para la apli-
cación por vía inhalada.
Otro aspecto importante es la administración
precoz de esteroide, ya que éstos disminuyen la
mortalidad, las recaídas a corto plazo4-5 y el uso de
β2-adrenérgicos en los días siguientes a la crisis. La
vía oral y la intravenosa no presentan diferencias
en su eficacia y la dosis recomendada es de 40-60
mg de metilprednisolona y 100-200 mg de hidro-
cortisona, no siendo más eficaces dosis más altas.
El uso de esteroides por vía inhalada debe intro-
ducirse cuantoantes sin que esto suponga la reti-
rada de éstos por vía sistémica.
El traslado a centro hospitalario debe realizar-
se siempre que existan signos de riesgo vital inmi-
nente; PEF o FEV1 sea inferior al 33%; PEF o FEV1
inferior al 50% o respuesta clínica inadecuada a
pesar del tratamiento; sospecha de asma de ries-
go vital.
RESPUESTA AL TRATAMIENTO Y
DESENLACE
La valoración de la respuesta al tratamiento se
hace en base a la determinación del PEF o FEV1
y la pulsioximetría, que deben realizarse a los 30
minutos de administrar el tratamiento. Además, si
inicialmente existen alteraciones en la saturación,
debe realizarse una gasometría a las dos horas para
ver la evolución. La utilización de otros broncodila-
tadores como el sulfato de magnesio o aminofili-
nas no han demostrado aportar ningún beneficio,
no obstante, pueden ser utilizados en casos de
pacientes con riesgo vital o asma grave que no res-
pondan al tratamiento habitual. 
En caso de que haya una mejoría clínica y fun-
cional con un PEF o FEV1 > 70%, el paciente podrá
ser dado de alta si no existen factores de riesgo
para asma de riesgo vital, incluyendo en el trata-
miento β2-agonistas inhalados de larga duración y
de corta a demanda, esteroides inhalados a altas
dosis y orales. Si, por el contrario, no existe mejo-
ría o hay un deterioro progresivo, se contactará con
UCI si existen algunos de los siguientes criterios:
necesidad de intubación o ventilación mecánica,
deterioro del nivel de conciencia o fatiga muscular,
insuficiencia respiratoria global a pesar de oxige-
333Manejo de agudización asmática. Asma de riesgo vital
noterapia a altas concentraciones, parada cardia-
ca o respiratoria. Es en esta unidad es donde se
aplicará la ventilación mecánica, indicada en caso
de coma, pausas de apnea, imposibilidad para arti-
cular palabra, aumento progresivo de la PaCO2 a
pesar del tratamiento adecuado, empeoramiento
progresivo el nivel de conciencia, sensación subje-
tiva de agotamiento, trabajo respiratorio extremo o
acidosis láctica que no se resuelve con el trata-
miento médico. Lo recomendado es la ventilación
invasiva, puesto que el papel de la no invasiva en
estos pacientes no está bien establecido, aunque
en centros con experiencia sería razonable intentar
su utilización antes de proceder a la intubación.
ASMA DE RIESGO VITAL
Introducción
A pesar de los continuos avances que se están
produciendo en el conocimiento de la patogenia y
tratamiento de la enfermedad asmática en los últi-
mos años, no es infrecuente encontrarnos con algu-
nas situaciones en las que el clínico tiene dificulta-
des para controlar de manera adecuada al pacien-
te asmático6. Esto puede ocurrir, bien por los moti-
vos expresados en el capítulo anterior en el asma
de control difícil, o en pacientes que presenten cri-
sis de tal gravedad que puedan poner en peligro
su vida. En este apartado nos centraremos en ana-
lizar las principales características de aquellos pacien-
tes con riesgo de sufrir crisis de asma potencial-
mente mortales, haciendo hincapié en los princi-
pales factores relacionados con el riesgo de pade-
cerlas, así como en las diferentes formas de mani-
festación clínica que podemos encontrarnos. Final-
mente insistiremos en la necesidad de mantener
un estrecho control de estos pacientes basándo-
nos en las medidas de prevención y aspectos edu-
cacionales de los mismos.
Concepto
Aunque la gran mayoría de los pacientes asmá-
ticos van a presentar durante su evolución crisis de
intensidad leve a moderada, con una adecuada res-
puesta al tratamiento aplicado y sin mayores con-
secuencias o complicaciones, esto no ocurre siem-
pre así. De tal forma, existe un pequeño porcen-
taje de pacientes asmáticos expuestos a padecer
agudizaciones de tal gravedad que supongan un
peligro potencial y real para sus vidas7.
334 I. Sánchez Rodríguez, M.A. Sánchez Quiroga, A. Pereira Vega
Dispositivos Salbutamol 4 inh (0,1 mg/inh) /10 min /3 veces.
presurizados Terbutalina 4 inh (0,25 mg/inh o 0,5mg/dosis polvo seco) /10 min /3 veces
Nebulizados Salbutamol 2,5-05 mg
Terbutalina 10 mg
Tabla II. Pautas de tratamiento broncodilatador por vía inhalada en la crisis asmática leve.
Oxigenoterapia • O2 40-60% (Sat O2 > 92%).
Broncodilatadores • Salbutamol 5mg + bromuro de ipratropio 0,5 mg en nebulizador o 4 puls / 10 min, 
hasta 3 veces (evaluar respuesta tras cada dosis).
• Nebulización continua de salbutamol a 10 mg/h en casos graves.
• Por vía sistémica en casos de alteración de nivel de conciencia o fatiga muscular.
Esteroides • Metilprednisolona 40-60 mg VO o IV.
• Hidrocortisona 100-200 mg VO o IV.
• Por vía inhalada tan pronto como sea posible.
Tabla III. Pautas de tratamiento en la crisis asmática moderada-grave.
Clásicamente, a este asma potencialmente mor-
tal se le conoce en el mundo anglosajón como fatal
asthma o near-fatal asthma, que aplicado a nues-
tro entorno hace referencia a asma mortal casi mor-
tal respectivamente. Si englobamos ambos térmi-
nos, quizás sea más adecuado hablar de Asma de
Riesgo Vital (ARV) o potencialmente fatal. Muchas
son las definiciones y descripciones que de estos
procesos se han dado en un intento de identificar
a los pacientes en riesgo, pero quizás la más útil
sea la elaborada por Sears y Rea que nos propone
una definición bastante objetiva permitiendo rea-
lizar comparaciones entre las diferentes series des-
critas de Asma de Riesgo Vital. Así, podemos defi-
nir ARV desde dos puntos de vista clásicos, clínico
y funcional8:
a. Clínico: crisis asmática de tal intensidad que, o
bien ocasiona la muerte de los pacientes, o les
produce ataques tan graves, que llegan a com-
prometer sus vidas.
b. Funcional: exacerbación grave que cursa con
una hipercapnia superior a 50 mmHg y/o una
acidosis inferior a pH 7.30, tanto si el pacien-
te precisa o no ventilación mecánica para su
tratamiento.
Datos epidemilógicos
La elevada prevalencia de la enfermedad y el
incremento de su incidencia y morbimortalidad en
los últimos años justifican la consideración del asma
como un problema sociosanitario de primera mag-
nitud9. Existe una gran variabilidad en las tasas de
prevalencia descrita debido a diferentes causas (falta
de uniformidad de criterios diagnósticos, diversidad
metodológica empleada y variabilidad ambiental
entre otras6). Respecto al asma de riesgo vital (ARV),
los datos epidemiológicos disponibles en España
son muy escasos. La tasa de mortalidad en nues-
tro país se sitúa en un nivel intermedio respecto a
los países de nuestro entorno. Un reciente estudio
mostró que la tasa por millón de habitantes año
era de 10.1 en hombres y de 13.2 en mujeres.
Actualmente la mayoría de las muertes relaciona-
das con asma ocurren en la comunidad (domicilio,
lugar de trabajo o durante el traslado al hospital),
siendo la hipoxia cerebral como resultado de la
parada cardiorrespiratoria la causa de muerte más
frecuentemente comunicada7.
Principales factores de riesgo
asociados
Es de vital importancia identificar precozmen-
te los factores de riesgo implicados en la aparición
de las crisis de asma grave, ya que muchos de ellos
pueden ser evitados con un adecuado control. En
los diferentes estudios epidemiológicos realiza-
dos al respecto, son muchos y muy variados los
factores que se han visto relacionados con el ries-
go de padecer ARV. Si se analizan desde un punto
de vista práctico, pueden clasificarse en tres grupos
en función del “presunto culpable” que las des-
encadena (personal sanitario, paciente y enferme-
dad8). En la tabla IV se recoge de forma porme-
norizada dichas causas.
Diagnóstico de sospecha
Cuando nos encontramos ante un paciente con
una agudización asmática nunca debemos subes-
timar la gravedad potencial de la crisis. Realizar una
adecuada valoración inicial en cualquier proceso
patológico es importante, peroen las probables cri-
sis de ARV cobra aun mayor importancia si cabe,
debido a que se ha demostrado que la mayoría de
las muertes por asma están asociadas a fracasos
iniciales en el reconocimiento de la severidad de
la crisis. Por ello, es fundamental realizar una valo-
ración rápida y precisa de una serie de parámetros
que nos permitirán encuadrar el tipo de crisis ante
la que estamos. Entre ellos destacan:
1. Auscultación respiratoria
2. Dificultad en el habla
3. Grado de agitación
4. Nivel de conciencia
5. Frecuencia respiratoria y cardíaca
6. Dificultad respiratoria
7. Coloración de piel y mucosas
8. FEM
Por ello, si el paciente presenta algunos de los
datos clínicos y fisiopatológicos que aparecen en la
tabla V deberemos considerar que estamos ante
un ataque de asma que puede comprometer la
vida del enfermo.
335Manejo de agudización asmática. Asma de riesgo vital
Es más, basándonos en una serie de criterios
podemos identificar a los pacientes en riesgo de
sufrir crisis más severas y con mayor frecuencia.
(Tabla VI)
Clasificación
Desde un punto de vista clínico, las crisis de
asma de riesgo vital pueden manifestarse funda-
mentalmente de dos formas8:
c. Aguda: caracterizadas por su rápida instaura-
ción (generalmente menos de 3-6 horas) en
pacientes con asma estable y con buena res-
puesta al tratamiento broncodilatador en la
mayoría de los casos. A su vez pueden ser sub-
clasificadas en
i. Epidémica: producidas por soja u otros aler-
genos
ii. Esporádica: ocasionadas por la ingesta de
AINES, sulfitos, comidas, inhalación de aler-
genos o ser de causa desconocida. 
d. Subagudas: con una instauración más lenta
(generalmente más de 6 horas o incluso días)
más frecuentes en individuos con asma cróni-
ca severa. En su mayoría suelen ser conse-
cuencia de errores médicos, incumplimiento
del paciente, o por la propia naturaleza muy
grave del asma que presentan algunos de estos
pacientes.
336 I. Sánchez Rodríguez, M.A. Sánchez Quiroga, A. Pereira Vega
1. Deficiencias en la actuación del personal o del equipo sanitario:
- Retraso por parte del médico en establecer el diagnóstico de crisis asmática
- No reconocimiento de la gravedad de la exacerbación
- Deficiencia en el manejo terapéutico de la crisis
- Retraso en la llegada del paciente al hospital por demora de la ambulancia
- Retirada precoz de los esteroides orales tras la agudización
- Insuficiente tratamiento antiinflamatorio entre las exacerbaciones
- Administración de un antiinflamatorio no esteroideo (AINE)
- Abuso de fenoterol inhalado o nebulizado a altas dosis
- Falta de control médico periódico o frecuentes cambios del mismo
- Falta de control periódico de la función pulmonar
- No instauración de planes de autocontrol
2. Deficiencias o particularidades del paciente:
- Alteraciones psico-psiquiátricas como actitudes de negación de la enfermedad, depresión, ansiedad,
alexitimia…
- Incumplimiento o abandono del tratamiento pautado
- Incumplimiento del plan de autocontrol instaurado
- Falta de reconocimiento de la gravedad de la crisis
- Problemas psicosociales como enolismo y paro laboral
- Retraso en solicitar ayuda o acudir al hospital
- Hábito tabáquico
3. Enfermedad asmática especialmente grave:
- Variabilidad de función pulmonar
- Necesidad de múltiples medicamentos para controlar su enfermedad
- Elevado absentismo laboral y escolar
- Frecuentes ingresos hospitalarios
- Incremento de visitas a su médico en los últimos 12 meses
- Episodios de crisis de asma casi mortal que precisaron ventilación mecánica
Tabla IV. Causas favorecedoras de episodios de asma de riesgo vital.
Formas clínicas especiales
En ocasiones las crisis de ARV pueden mani-
festarse clínicamente de forma independiente,
dando lugar a cuadros variables y heterogéneos,
sin una clara relación entre sí pero con caracte-
rísticas bien establecidas. Es lo que conocemos
como perfiles clínicos o subtipos de ARV8. Dentro
de los más frecuentes destacamos:
e. ARV relacionado con sensibilización a deter-
minados ácaros (Alternaria alternata): están
descritas en la bibliografía la existencia de aso-
ciaciones entre niveles elevados de diferen-
tes ácaros y epidemias de crisis asmáticas. En
nuestro país, un estudio multicéntrico de ARV
puso de manifiesto que los pacientes sensi-
bilizados a la Alternaria alternata presentaban
crisis de asma con unas características clíni-
cas específicas y diferentes, cuando se com-
paraban con las crisis de los pacientes no sen-
sibilizados. Eran más jóvenes, su estancia hos-
pitalaria fue menor, presentaron una mayor
proporción de muertes o secuelas neurológi-
cas graves y estaban polisensibilizados a múl-
tiples alergenos7.
f. Alteraciones en el control de la ventilación:
cuando se plantea en la bibliografía por qué
algunos asmáticos están expuestos a sufrir cri-
sis potencialmente letales de asma, se sugie-
re como un factor importante la alteración en
la percepción de uno de los síntomas más
importantes como es la disnea. Muchos son
los estudios realizados al respecto, en uno de
ellos se ponía de manifiesto que aproxima-
damente el 26% de los individuos que habí-
an sido etiquetados de asma presentaban una
percepción de la disnea reducida al compa-
rarlos con los individuos sanos equiparados.
En estos pacientes “hipoperceptores” se evi-
denciaron un número significativamente mayor
de visitas a urgencias, de hospitalizaciones,
de crisis de asma casi mortal y de muertes
durante el período de seguimiento10. Es decir,
una menor percepción de la disnea, predis-
ponía a los pacientes a padecer crisis de asma
potencialmente letales. De esto se deriva, la
importancia de identificar precozmente a estos
pacientes prestándoles una especial atención
proporcionándoles planes de autocontrol y
realizando un seguimiento más estricto.
g. Asma de instauración súbita: descritos como
ataques fulminantes de asma con instaura-
ción en el plazo inferior a 2-3 horas y con una
serie de características clínicas y fisiopatoló-
gicas diferentes (desencadenados por aler-
genos respiratorios, ejercicio y estrés psico-
social como causas más frecuentes, obstruc-
ción de la vía aérea más grave pero con mejor
respuesta al tratamiento y menor duración de
la hospitalización y finalmente con un meca-
nismo patogénico específico mediado por neu-
trófilos).
h. Psicopatología: Determinados rasgos psico-
patológicos se han relacionado con el man-
tenimiento de conductas inapropiadas en las
337Manejo de agudización asmática. Asma de riesgo vital
• Los pacientes están agitados
• Nivel de conciencia alterado
• Fatiga, cianosis y bradicardia
• Trabajo respiratorio intenso y “silencio
auscultatorio”
• El FEM sin es posible realizarlo puede estar por
debajo del 33%
Tabla V. Crisis asmática con riesgo vital.
• Ingresos hospitalarios o vistas a urgencias en los
12 meses previos 
• Antecedentes de crisis severas
• Necesidad previa de ingreso en UCI o de soporte
ventilatorio (VM)
• Reciente uso de corticoides orales
• Múltiples fármacos para su tratamiento
• Pacientes no cumplidores de la medicación
habitual
• Bajo nivel psicosocial
• Abuso de beta 2 agonistas inhalados
Tabla VI. Pacientes en riesgo de padecer ARV.
338 I. Sánchez Rodríguez, M.A. Sánchez Quiroga, A. Pereira Vega
crisis agudas de asma dando lugar a un pobre
reconocimiento de la intensidad de la crisis.
Múltiples estudios han mostrado comporta-
mientos psicológicos peculiares en pacientes
con antecedentes de crisis de ARV, en com-
paración con la población sana o asmática sin
antecedentes de asma potencialmente fatal.
Se está incorporando el concepto de alexitimia
(dificultad para percibir y expresar sensaciones
físicas y emociones) relacionándose con el ARV
al limitar la capacidad para percibir la intensi-
dad de una crisis asmática así como en el retra-
so en solicitar ayudamédica.
Pronóstico
A corto plazo es muy variable dependiendo
fundamentalmente de la intensidad y rapidez con
que se instaura la crisis. En caso de precisar sopor-
te ventilatorio inmediato la mayoría de las muer-
tes descritas en estos casos van a depender en
última instancia de la propia ventilación mecáni-
ca8,11. Si el paciente sobrevive a la crisis aguda, el
pronóstico a medio plazo es malo con una mor-
talidad en el primer año del 10% y un riesgo de
sufrir una segunda crisis del 60%. A pesar de este
panorama tan ensombrecedor, no todos es tan
negativo, ya que con un adecuado plan de trata-
miento y programas de educación adecuados,
el pronóstico mejora de forma considerable con
un riesgo de sufrir una nueva crisis en torno al
9%.
Prevención y tratamiento
El mejor tratamiento del ARV pasa por preve-
nir la aparición de una nueva crisis en aquellos
pacientes con antecedentes o con riesgo de pade-
cer asma potencialmente fatal. Por ello, es funda-
mental identificar de forma precoz a aquellos suje-
tos que se encuentran en riesgo de padecer ARV
cuyas características fueron descritas con anteriori-
dad en la tabla VI, todo ello, con el fin de aplicar
una serie de medidas que incluyen aspectos no
sólo farmacológicos sino planes de educación y
autocontrol del asma. (Tabla VII).
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• Identificar a los pacientes con riesgo de
padecerla
• Extremar las medidas educativas:
- Promover la adhesión al tratamiento
- Conducta apropiada de evitación de alergenos
o fármacos (AINES)
- Establecer planes de autotratamiento
- Utilización del medidor de PEF domiciliario
• Instaurar tratamiento antiinflamatorio preventivo:
glucocorticoides inhalados
• Solicitar ayuda psicológica y/o psiquiátrica si
precisa
Tabla VII. Medidas de prevención del ARV.

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