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ENSAYO 7 HÁBITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA

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LOS 7 HÁBITOS DE LA GENTE ALTAMENTE EFECTIVA
	Dentro de la literatura escrita, el libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva” de Covey (1989), constituye una producción de amplia aceptación en diferentes ámbitos del mundo profesional y personal, conforme a una temática reflexiva que distingue en las personas y su comportamiento, un potencial para mejorar muchos aspectos de su vida. En esta perspectiva, se plantean un conjunto de reflexiones personales inherentes a los diferentes hábitos y la intencionalidad subyacente de cambio por el cual fueron concebidos.
	Los tres primeros hábitos pretenden una transición de la dependencia a la independencia, para ello, sea proactivo, empiece con un fin en mente y establezca primero lo primero, conforman una orientación al logro del estado de independencia. El primer hábito referido a la proactividad supone un deslinde de paradigmas sociales determinados por un condicionamiento estímulo-respuesta; trascender de un ser reactivo a un ser proactivo, caracterizado por la capacidad de tomar la iniciativa de nuestras vidas, con responsabilidad fundamentada en decisiones y no en condiciones que gobiernen las acciones.
	El segundo hábito empiece con un fin en mente, una vez considerada la iniciativa, implica establecer una finalidad, una primera creación mental, que aporte sentido y guie la propia existencia y comenzar cada día con sentido de dirección a las acciones orientadas a logra los objetivos planteados. Es decir, el hábito de la primera creación o creación mental implica empezar con un fin en mente, comenzar con una clara comprensión de su destino, saber la dirección, para así comprender mejor dónde se está, para dar siempre los pasos adecuados en la dirección correcta con objetivos claramente definidos.
	El tercer hábito, establezca primero lo primero, consiste en la racionalidad o idea de la administración personal, y su aplicación inteligente potencia que las personas puedan identificar entre lo importante y lo urgente para ser más efectivas. Este es el hábito de la segunda creación o creación física, el que resulta básico para comprender la calidad de las decisiones y acciones en el día a día. Es decir, consiste en priorizar, planificar anticipadamente y es consecuencia de la práctica de los dos primeros hábitos. Este hábito orienta a la persona respecto a sus prioridades en los diferentes ámbitos de la vida, cuyas actividades tengan que ver con los resultados.
	Los siguientes tres hábitos plantean la interdependencia, entendida por ésta como la dinámica de ser mutuamente responsable y de compartir un conjunto común de principios con otros. En términos de Covey (1998), el cuarto hábito piense en ganar-ganar, implica reciprocidad del beneficio mutuo en equilibrio con las relaciones humanas; posibilita el logro de satisfacciones compartidas entre todas aquellas personas que participan en un proceso de negociación y de interacción humana, sustentado en paradigmas de relaciones humanas en función de determinados objetivos y logros, pues supone beneficios mutuamente satisfactorios, además de que potencia aprendizaje recíproco e influencia mutua. 
	Respecto al quinto hábito, procure primero comprender y después ser comprendido, involucra la comunicación efectiva, convente para el desarrollo de la inteligencia emocional y lograr un clima social de respeto y convivencia armoniosa. En efecto, el referido hábito se orienta en comprender con empatía al otro, para ser retributivamente comprendido y poder establecer relaciones interpersonales adecuadas. Destaca muy especialmente en este hábito la importancia de la escucha empática en el proceso de la comunicación humana con profundos matices de inteligencia emocional, entendimiento, comprensión y tolerancia por la diversidad de personalidades y criterios personales.
	El sexto hábito Sinergice, implica la interdependencia social de individuos, familias, equipos de trabajo y organizaciones, bien organizadas e integradas, productivas y creativas. Este hábito se traduce en los logros sinérgicos del trabajo en equipo, destacando que los resultados logrados por el equipo son mayores que la simple suma de sus integrantes. En consecuencia, la sinergia es el producto de relaciones internas y externas en un clima organizacional de armonía y entendimiento, es decir, el resultante de intercambio humano comunicacional en armonía y entendimiento entre sus partes. 
	Por último, el hábito afile la sierra, propone mejoras continuas sobre las esferas personales e interpersonales de la influencia, por cuanto supone una mejora continua y la auto-renovación, el mantenimiento básico necesario para preservar los hábitos anteriores en funcionamiento armónico, proyecta un horizonte de superación personal en todas y cada una de las dimensiones de la personalidad en sus áreas física, mental, socio-emocional y espiritual en permanente renovación acorde la estabilidad humana del ser y su rol en sociedad.
	En síntesis, desde una perspectiva personal, los siete hábitos de la gente altamente efectiva enmarcan un conjunto de acciones potenciadoras del ser humano, de su comportamiento en sociedad organizada; guía a las personas en un sentido altamente efectiva, enseña a cómo desenvolverse, tanto en lo personal como en el campo laboral. En esencia es un instrumento gerencial capaz de aportar herramientas necesarias para aprender a conducir la vida de forma efectiva, mediante un proceso de crecimiento y desarrollo personal e interpersonal; los tres primeros pretenden el éxito propio, y los siguientes tres sobre la victoria pública o logros para con el entorno, y el último hábito sobre la capacidad y necesidad de mejorar continuamente.

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