El Positivismo

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El Positivismo
Sistema filosófico que admite únicamente el método experimental y rechaza toda acción a priori y todo concepto universal y absoluto. desde el punto de vista de la concepción hegeliana, el positivismo significa fundamentalmente la atención prestada en exclusiva a la experiencia, colocándose en la línea de todos los empirismos, rechaza cualquier clase de metafísica.
El positivismo nació de la mano de la revolución científica -técnica moderna, justo cuando las ciencias positivas se colocaban al frente del saber.
Tendencias del positivismo.
Positivismo social: Saint-Simon, Comte y Mill.
Positivismo evolucionista: Spencer.
El positivismo social pretendió colocar la ciencia como base de una nueva ordenación social, según Comte que creyó encontrar en las ciencias positivas la clave para resolver todos los problemas de la humanidad.
El núcleo fundamental de su filosofía está en la ley de los tres estadios: Todas las ramas del saber humano pasan por tres estados – teológico, metafísico y científico o positivo, siendo este último el definitivo, aunque dentro de su misma línea es posible el progreso. El orden social se basa en la organización social de toda la cultura. Guiar la acción del hombre.
El positivismo evolucionista
Representado por Herbert Spencer. Convirtió en teoría general sobre la realidad, las doctrinas biológicas de la evolución orgánica de Lamark y Darwin. Según Spencer el conocimiento no trasciende lo fenoménico; pero como base del mundo fenoménico hay una realidad absoluta e incognoscible. De esta forma, es posible la conciliación entre la ciencia, que estudia los fenómenos, y la religión, que se base en la existencia de una realidad absoluta y misteriosa.
La filosofía queda reducida en el a una teoría de la evolución, mientras las diversas ciencias muestran la evolución en su propio campo. La naturaleza está sometida a un proceso evolutivo, en este proceso es el incognoscible lo que se manifiesta.
Evolución: La materia pasa del estado de dispersión al de concentración y la fuerza que ha producido esa concentración se disipa.
Tránsito de lo homogéneo a lo heterogéneo.
La evolución es finalmente, un proceso positivo, es decir, se produce siempre un progreso hacia lo mejor. Por lo tanto el positivismo termina en un declarado optimismo, debido a su inquebrantable fe en el progreso.